Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.
El otro día escribíamos que el séptimo partido de la serie Spurs v Mavs había servido para que los Spurs volvieran a ser los Spurs y creo que después del primer partido de las semis de conferencia contra los Blazers de Lillard y Claver lo tenemos cada vez más claro.
San Antonio Spurs empezó el partido cerca de El Alamo al ritmo que le gusta, con un Tony Parker al nivel que todos nos gusta ver a Tony Parker, es decir, demostrando que puede ser uno de los mejores bases de la liga (saludos desde aquí a los seguidores de Rondo). La verdad es que es una auténtica delicia ver a los Spurs así, mal que nos pese por sus rivales y tal vez por las ganas de ver partidos igualados, pero uffff no nos cansaremos de decirlo, es el mejor equipo jugando a esto.
En los dos días que llevamos de semis de conferencia, hemos visto mucha diferentes entre los equipos, sobre todo en las del oeste, donde sin duda se van a ir ajustando cosas, como siempre pasa en estas eliminatorias largas, pero sin duda lo que más ha sorprendido ha sido dos exhibiciones de dos de los mejores bases, por una parte Chris Paul y por otra lo de anoche de Parker.
Cada uno a su estilo, pero los dos llevando a sus equipos a ese ritmo de juego que más les conviene, moviendo el balón en el preciso momento y tirando en ese preciso momento. Acaban de empezar las semis, queda mucho, pero los que han dado primero han sido dos jugones llevando a sus equipos a unos ritmos de anotación, acierto y movimiento de balón de casi ciencia ficción. Esto nos pone, y mucho.
Llegamos a la semana previa del All-Star y las grandes marcas ya ha sacado a la luz los modelos que llevaran los jugadores en el fin de semana de las estrellas, así que vamos allá.
Nike
Como siempre la marca del Swoosh fue de las primeras en presentar su alineación de zapatillas de cara al All-Star en New Orleans y para ello las elegidas este año, como siempre son los modelos estrella de Lebron James, Kevin Durant y Kobe Bryant (aunque este último se lo perderá por lesión). Para estas zapatillas Nike ha buscado el toque molón que tiene la ciudad sureña y las 3 zapatillas tienen partes que brillan en la oscuridad. Las Lebron 11 se llaman Gator King y están inspiradas en los cocodrilos, las Kobe 9 tienen como nombre Maestro para homenajear a los maestros del jazz de NOLA y el toque místico lo darán las KDVI Illusion.
Personalmente de las 3 me quedaría con las KDVI, toque ultrajugón esos trazos y luego ya lo de que brillen en la oscuridad es otro gran plus.
Jordan
Los 4 grandes modelos de Jordan también se visten para la gran ocasión que es el All-Star y muestra nuevos y molones colores. Por una parte tenemos las Melo M10 que rinde tributo a las raíces musicales de la ciudad. Las Super Fly 2 llegan con colores vivos para coger la energía que destila New Orleans, así como las XX8 SE que además vienen con un toque parecido al mítico elephant print para simbolizar los colores de las calles. Mis favoritos, en cambio son las CP3 VII, moradas y jugonas a más no poder, con un toque rojo en la suela que le da otro nuevo plus de jugonismo.
Como veis Jordan se ha basado en la ciudad, sus calles y su vida para sacar estos nuevos colores en el All-Star.
adidas
La marca alemana también se ha subido al carro de crear nuevos colores para la cita de mitad de temporada y como viene siendo habitual también tiene sus modelos inspirados en el AS. Las CrazyQuick 2 vienen con el toque Mardy Grass con esa pintura así como salteada en toda la zapatilla, así como las D Howard 4 que también rinden homenaje a la misma festividad con ese toque morado. Adidas ha ido más allá y sacará dos de los modelos retro, las Crazy 1 y Crazy 8 con colores ultra llamativos para este All-Star, unas naranjas y otras moradas.
Sin duda alguna aquí me quedo claramente con las Crazy 8 naranjas, que me parecen una auténtica barbaridad.
Este año para hacer los picks lo he tenido creo que más complicado que nunca, sobre todo por el Este, donde en esta temporada es complicado hasta elegir los All-Star.
Por un lado me he ido a los fijos, es decir cuLebron James y Paul George y a partir de aquí viene el show. La verdad es que la temporada en la conferencia de la costa atlántica está siendo un poco desastre, entre lesiones de estas que nos matan a todos (Rose & Lopez) y grandes decepciones de jugadores de los cuales esperábamos mucho más (cómo me estás jodiendo la Fantasy amigo Deron…), nos quedan 3 huecos para no saber muy bien a quien dárselos.
El nombre de Irving siempre viene a la mente, pero claro los Cavs este año dan hasta pereza de verlos jugar, y eso que está él, pero uffffff se hacen difíciles de digerir. Por otro lado está Wade, el cual este año está en modo ‘mirameynometoques’ (lo cual también me está jodiendo la Fantasy…), es decir, descansando casi más que el que anota las canastas metidas por Ricky. Y finalmente tenemos a Wall, el cual ya acabo la pasada temporada regular a un nivel tremendo y que parece que poco a poco se va cogiendo a ese nivel, además es de esos bases jugones que nos molan. Así que, teniendo en cuenta que Wade llega fresco y Wall está molón y doliéndome infinitamente, Irving fuera. Aquí tengo que añadir que por algunos segundos pensé en Jeff Teague, el cual casi sin hacer ruido está aportando mucho más de lo que parece a los Hawks.
Luego para el puesto final, entre Hibbert y Melo, he tirado por la parte del grandullón, más que nada para tener un quinteto al uso con un jugador grande y no jugar a un ultra mega small ball, además, creo que se lo merece más que el 7 de los Knicks, todo sea dicho.
Por el oeste tenemos varios puestos bastante fijos, como es el de Durant que merece poca discusión, a partir de aquí todo un abanico de posibilidades y de gente que podría estar sin lugar a dudas en ese quinteto inicial del Oeste.
He querido quitarme el sombrero hacia los Blazers por la sorpresa, por la temporada que están dando y que leches, porque tienen 2 jugadores a nivelazo All-Star como son Aldridge y Lillard, el cual he metido por delante de Curry, sí, lo he hecho….pero que conste que esta fue la última GRAN duda, pero ese toque clutch y parecerse de forma brutal a Irving en esa veteranía que no tiene, ha hecho que sea mi elegido. Luego y siempre con Curry presente, se me planteó la duda de Chris Paul, el cual ahora mismo está out, pero no deja de ser EL BASE, con lo cual, lo quiero para este partido y para ver si hace cosas molonas como el año pasado en Houston.
Para el puesto que me falta, en lugar de coger a Robin Hood, me he ido a por otro MEGA CLÁSICO como es Duncan, el cual en los últimos (o no) coletazos de su carrera parece que está viviendo unas 82734782478 juventud demostrando que probablemente sea el mejor PF de la historia (ale ahí!) y que se merece estar en este partido de las estrellas, aunque le toque mucho la moral a Pops.
Los 10 elegidos!
Mario Maruenda
Para mí el All-Star es una mezcla de reconocimiento y diversión. No se trata de elegir a los 10 jugadores más divertidos, ni a los mejores, ni a aquellos en los equipos de más éxito, sino algo entre medias, con un criterio un tanto difuso, lo que me apetezca en el momento.
Para este año, el infame Comité de 3 tenía claros cuatro jugadores que cumplían todos los requisitos: ser los mejores indudablemente en su posición, estar en equipos en los mejores puestos de la Liga, y ser terriblemente entretenidos para disfrutar de ellos en la cancha. Chris Paul (veremos que ocurre con su lesión), Kevin Durant, Paul George y LeBron James, estáis dentro.
Los dos siguientes nombres que más me atraen: Kevin Love y Steph Curry. La marcha regular de los Wolves y la durísima competencia en el backcourt del Oeste, que se llenaría ya con CP3 y StephDios, hacen que me lo piense… pero si estos dos me llaman la atención, no voy a perder mucho tiempo. You’re fucking in.
Ahora para cerrar el Oeste tengo un puesto de hombre alto, y varios candidatos. El jugador más reconocible del equipo sorpresa del Oeste, Aldridge. El jugador que en su segundo año se ha convertido en luz, fuego y destrucción, Anthony Davis. El mejor hombre alto anotador exterior de la Liga, y leyenda del baloncesto, Dirk Nowitzki. El mate a punto de suceder, el Mr. 20-10 del Siglo XXI, Blake Griffin. El vilipendiado, pero siempre productivo y divertido, Dwight Howard. El comodín de los Spurs, Duncan en este caso, que siempre me los dejo fuera. Y el todavía desconcertante, pero entrañable DeMarcus Cousins, que ya asoma en el máximo nivel con todas las consecuencias. Siete candidatos, un puesto, he pensado en sortearlo, pero al final me lavo las manos y caigo en la que supongo elección de consenso: LaMarcus Aldridge.
Vayamos ahora a por los exteriores del Este. Allí destacan para mí tres nombres: Irving, Wade y Wall, ya que se me quedan cortos por unos motivos u otros, pero reciben mención DeRozan, Lowry, Kemba, Carter-Williams, Teague, Afflalo o Raymond Felton. El problema de Wade es el mismo que su ventaja: descansado y al 100%, es el mejor. Irving ha empezado algo decepcionante para lo que se espera de él, y aunque no me gusta castigar a un jugador por lo que hace el equipo, el mojón de Cleveland es demasiado grande como para apartar la mirada. Aún así, cuando se pone, lo hace facilísimo. Y Wall, me parece un poco menos jugador que sus dos compañeros, pero seguramente es el que más está dando de sí. Seguimos de lavada de manos, y vamos con Wade, Wall.
Y queda un último puesto, el que cierra el frontcourt del Este, que está para repartir entre Carmelo y Hibbert, lo que obliga a elegir entre el tocino y la verticalidad. Vamos a terminar la «pilatada» eligiendo a Hibbert, para tener un hombre alto clásico en el equipo, que siempre hace más gracia que esto parezca un equipo de baloncesto de toda la vida. Además, si Miami tiene dos jugadores, Indiana no va a ser menos, y como estoy haciendo esto después que David, y ya sé lo que ha elegido, nos quedan equipos gemelitos en el Este.
Pues ya están. Ahí tenéis mis diez. Gracias de hantebraso.
Tal y como hicimos el año pasado y el anterior, toca hacer el repaso de lo que hemos ido viviendo en La Crónica Desde El Sofá en este 2013 que está a punto de acabar.
Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:
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Tras mejorar en el segundo año con Chris Paul, caer en primera ronda ante un rival al que le parecían tener cogida la medida fue un jarro de agua helada para el equipo pobre, y de momento, el bueno, de Los Angeles.
Este año pueden meterse en Playoffs por tercer año consecutivo, algo que no ven en esta franquicia desde que estaban en Buffalo, y eran los Braves, allá por 1976. Semejante exitazo lo consiguieron con el doctor Jack Ramsay y ahora vuelven a apostar por el entrenador: Doc Rivers es la mejor incorporación que han hecho este año para tratar de llegar a la Tierra Prometida.
Pero los Clippers todavía parecen un equipo que está un escalón por debajo, y sus opciones de anillo se antojan dependientes de un fallo de los demás. Si el joven y quizá algo estancado juego interior evoluciona bajo el manto de Rivers, quizá la cosa cambie, pero ahora mismo a este equipo le sigue faltando algo.
Radiografía de los Clippers
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Hey, Doc!
Mientras Paul y Griffin estén en pista rodeados de unos cuantos buenos secundarios, este equipo es candidato a estar en la zona noble del Oeste siempre. Pero tras el cambio del olvidable Del Negro por Rivers, a los Clippers este año se les pedirá mucho más.
Doc no va a cambiar mucho del sentido más general de los Clippers: como entrenador delega y confía en el base de su equipo, y no microdirige los partidos posesión a posesión. El libreto de los Celtics apenas tenía unas jugadas base predeterminadas, de donde partían una serie de opciones abiertas al criterio del jugador con el balón.
En lo que sí va a marcar la diferencia es en los pequeños detalles. Los partidos de baloncesto tienen unas 180 posesiones, y muchas veces la diferencia está en un número de jugadas que se pueden contar con los dedos de una mano. Doc Rivers lleva años sacándose efectivas jugadas de la manga tras tiempos muertos mientras que Del Negro no pasó nunca del «Balones a Will Carlton». LAC tuvo la temporada pasada una gran dependencia de Paul en las posesiones finales o comprometidas, y aunque Chris es magnífico en este aspecto (los Clippers tienen el tercer mejor eFG% en jugadas terminadas en los 4 últimos segundos del reloj de posesión) y se conoce todos los trucos y alguno más (que se lo digan a Tony Allen), los rivales acaban mandando toda la ayuda a tu dirección, y nadie es omnipotente. Con Rivers le darán un respiro, y veremos a Crawford y/o Redick poner en práctica todo el arsenal que llevaba años diseñando para Ray Allen.
En defensa, lo esperado sería que los Clippers utilizaran el sistema Thibodeau que los Celtics llevan tanto tiempo poniendo en práctica. Pondrá presión en Jordan, que tendrá que minimizar sus errores y despistes, y le pedirá una intimidación conseguida con más paciencia que riesgo. Los Clippers no tienen ninguna alternativa para esta posición (ya hablaremos de ello) y por tanto, será una pieza clave. También obligará a Griffin a trabajar más en el balance defensivo hacia el lado fuerte (en el que está el balón) y las rotaciones. Blake ha ido haciendo cada vez más sólida su defensa individual en el poste bajo, pero todavía se descoordina interactuando con sus compañeros.
Quizá lo único que necesitan estos dos jugadores es estabilidad. Después de todo, Griffin ya declaró en marzo que con Del Negro «cambiaban de esquema defensivo partido a partido» cuando este les pidió una mayor urgencia para cerrar los tiros rivales en marzo, y es verdad que los Clippers no parecían tener un plan para toda la temporada. Además, una vez que Rivers decida cuál es la rotación en la que confía, se ceñirá a ella, y no les volverá locos con cambios de pareja.
Los Clippers aparecen muy alto en casi todos los pronósticos, y pese a que ha habido alguna buena incorporación, lo que se resalta siempre es el cambio del entrenador. Eso es toda una muestra del respeto y la confianza que tienen los analistas en las posibilidades de Rivers con esta plantilla. Pero también es cierto que los Celtics no han sido un equipo fácil de ver en el pasado reciente, y parte de la culpa la tiene también Doc, por lo que aquí hemos comprado tickets, pero vamos a esperar un poco para subirnos al barco.
Sigue siendo el rey
Si queréis un recopilatorio de todo lo que hace que Chris Paul sea el mejor base del mundo, con algo de distancia sobre el resto además, ya lo hablamos en profundidad el año pasado en el avance de temporada de los Clippers, y también un poquito después el día de Navidad, así que no nos vamos a extender, porque tenemos que hablar del resto de Clippers.
Y también, porque lo cierto es que no ha cambiado casi nada (bueno, ahora ha sido MVP por primera vez en un All-Star), y Paul sigue igual de desequilibrante que siempre, pero no acaba de romper de cara al público general, seguramente porque sigue sin hacer ruido en Playoffs: volvió a perder en primera ronda (de hecho, sólo ha ganado dos series en toda su carrera), y de todas las estrellas ahora mismo en el panorama NBA, nadie ha tenido tan poco éxito.
Una cosa queda clara, Paul se toma los Playoffs como misión personal. El número de veces que tira o saca falta se dispara, y deja su marca en casi todas las acciones del equipo (su 60% de canastas del equipo asistidas en 2009 es récord histórico, con mínimo 200 minutos). Este año la historia se repitió, y su porcentaje de utilización se fue del 22.6 al 25.4% en la serie contra Memphis, pasando de 18.3 a 22 puntos por 36 minutos. Su juego en Playoffs siempre fue alucinante, pero esto es un juego de cinco. Poco se le puede reprochar, pero ha tenido siempre muy poquita recompensa.
Respecto a la Temporada Regular, sus números por partido fueron para abajo, porque los Clippers tenían un potente banquillo, y ganaron muchos partidos por una gran diferencia, aprovechando para hacerle descansar, pero salvo por las pérdidas que han crecido un poco (lo del año anterior era imposible de mantener, y este ha vuelto al registro que ha mantenido a lo largo de su carrera, que es igual de excelente y mejor que el del resto), y un año tonto con los triples justo enfrente de la canasta (19 de 73, un 26%, tras conectar un 38% la temporada anterior), el resto ha sido igual o mejor, cerrando un final de año excelente.
Cumplió 28 años en mayo así que estamos ante un tremendísimo jugador en su mejor época. Nada más puede hacer él por este equipo: le tendrán que empezar a acompañar los compañeros y la suerte.
La supuesta regresión de Griffin
Viendo las estadísticas tradicionales sin más contexto, es fácil pensar que Blake Griffin dio un paso atrás en su tercera temporada en la Liga. Sus puntos por partido cayeron de 20.7 a 18, los rebotes de 10.9 a 8.3 y su porcentaje de tiro de campo del 54.9% al 53.8%. Lo cierto es que Blake jugó menos el pasado año (en 2012 él fue 16º en minutos por partido, y Paul 13º, y Del Negro, con uno de los mejores banquillos de la Liga, decidió darles más descanso este año) y esa diferencia entre 36.2 y 32.5 minutos por partido es significativa.
En cuanto a anotación, sus puntos por minuto se mantuvieron prácticamente igual (una diferencia de 0.6 cada 36 minutos), y su porcentaje de tiro verdadero, una medida mucho más fiel a la realidad que el FG% normal, porque incluye tiros libres y triples en sus proporciones adecuadas, subió del 55.7 al 57.2% porque fue mucho mejor desde la línea de tiro libre: el 66% de acierto de este año es magnífico comparado con el 52.1% que le convirtió en lastre la temporada pasada. De nuevo, al igual que sucede con los minutos, el talento alrededor de Griffin mejoró, y se repartieron más las posesiones.
Y con los rebotes sucede algo parecido: los números no son tan malos como parecen en términos absolutos, y aunque su tasa de capturas efectivamente ha disminuido de un año para otro, los Clippers como equipo no lo han notado, y fueron mejores con él en pista este año que el anterior.
Ahora, que Griffin no haya empeorado el año pasado, tampoco quiere decir que veamos mucha mejora. Lo de los tiros libres es significativo, pero ya tuvo buenos números en su año rookie, y sigue sin mejorar con su tiro de media distancia, y cada año que pase, será más difícil que lo haga. Pasó de tirar el 31% de sus tiros de campo fuera de la pintura al 35% este año, pero mantiene el nivel de acierto en un desagradable 35% que hará que los equipos le sigan retando a que lance desde ahí. Mucho se habla de lo buenos que han sido en la media distancia los jugadores interiores de los equipos de Rivers, pero estos ya venían siéndolo, no necesitaron de Doc para la conversión en buenos pistoleros. De hecho, es más, si planea utilizar a Griffin de igual manera que lo habitual en su ala-pívot en Boston, lo que ya de por sí es un tiro de pobre esperanza anotadora y poco eficiente, se convertirá en desastroso.
Y al mismo tiempo, que no veamos mucha mejora aparente, no quiere decir que Griffin sea un jugador maravilloso, y seguramente infravalorado por aquellos que le han estampado la etiqueta de sólo físico. Ha seguido siendo eficiente pese a redefinir su juego cuando le han hecho más difícil pasar por encima de los demás. Anotó 1.2 puntos por jugada continuando un bloqueo directo, cifra descomunal, entre las mejores de la Liga, aunque se prodigó menos este año que el anterior. Cortando y a la contra también cuesta encontrar mejores jugadores estadísticamente que él. Y posteando, aquella cosa que estos jugadores sin fundamentos no saben hacer, sus 0.88 puntos por jugada en 533 oportunidades están en la zona noble de la Liga, justo debajo de los 0.89 en 655 jugadas del Al Jefferson. Y por último, sigue entre los mejores pasadores de la Liga, y volvió a repetir como jugador interior que más asistencias de triple da por minuto, seguido por Al Horford y David Lee.
Y que no veamos mejora aparente, no quiere decir que Griffin no sea un jugador maravilloso… ni que para que estos Clippers sean uno de los mejores equipos de la Liga necesiten más de él. Tal y como está el Oeste, se necesita prácticamente un par de jugadores Top 10, y aunque Blake llegara al 2º equipo All-NBA, lo que le pone más o menos en ese rango, todavía no está a ese nivel (la posición de ala-pívot una de las más profundas hace muy poco, está de bajón, y pasó por un mal momento en la última temporada, con las lesiones deLove o Nowitzki y la pérdida de relevancia de clásicos como Garnett, Gasol o Stoudemire).
Pero si mejora y ayuda este equipo, quizá no lo veamos en sus números individuales, porque es en defensa donde más puede y debe mejorar. Con su excelente capacidad atlética, tal vez Doc intente que defienda los bloqueos directos como Garnett hasta hace poco, atacando al base cuando dobla la esquina. En todo ese tipo de jugadas hay un momento justo en el que el hombre alto tiene que elegir si su asalto al base es completo, si hace prácticamente un dos-contra-uno, o si simplemente trata de cortar la línea de pase, recuperando hacia su hombre. KG tenía ese algo para escoger la acción perfecta y acertar siempre, y me temo que por desgracia eso no se puede enseñar. Pero con sus condiciones físicas y, al menos, algún consejo útil por parte de Rivers, Griffin, e incluso Jordan, pueden intentarlo. Hablábamos antes del caos al que se vieron sometidos con Del Negro, y es que es muy difícil jugar pensando. Lo ideal es que con Rivers repitan procedimiento siempre, que les ayude a crear una serie de automatismos, y si se acostumbran a hacer constantemente lo mismo, es como acabarán dominando ciertos artes.
Griffin es un jugador inteligente en ataque, que entiende el juego de una manera fabulosa, así que me cuesta creer que no pueda hacer lo mismo en defensa. Tal vez haya algo de falta de esfuerzo, y esto si que tengo menos dudas de que Rivers lo puede corregir.
En resumen, quinto año y cuarta temporada crucial para Griffin, que ya tiene sueldo de hombre (16.4 millones este año, 7.2 el pasado) y es el mejor preparado para poder darle un empujón a este equipo. En Playoffs el año pasado jugó semi-lesionado y no pudo hacerlo. A ver si este…
Los que vienen y los que se van
Los Clippers han perdido a jugadores muy importantes la temporada pasada como Butler, Odom y Bledsoe, pero han hecho contrataciones interesantes (sobre todo en el perímetro), y retienen a los cinco jugadores que más minutos participaron el año pasado.
Paul, Crawford, Barnes, Griffin y Jordan repiten, y quizá Doc Rivers se quiera atrever con un quinteto formado por ellos. De hecho, la pasada temporada fue una unidad fantástica, que superó en la friolera de 22.6 puntos por 100 posesiones a los rivales. La muestra fue pequeña, solamente 149 minutos (57 de ellos, un 38% en el último cuarto/prórroga), y el índice defensivo de 93.1 puntos por 100 posesiones es insostenible a largo plazo, pero es un grupo equilibrado, con un poco de todo y sería perfectamente creíble que fueran una de las mejores unidades a lo largo de una temporada.
En realidad, la competición por los puestos de ala va a ser grande, con JJ Redick y Jared Dudley reclamando minutos de titular, sin olvidarnos del mortífero tirador rookie que llega de North Carolina, Reggie Bullock. Los nuevos podrían ser titulares perfectamente, porque Crawford y Barnes salieron desde el banquillo prácticamente toda la temporada (Matt sólo empezó de titular en los 4 partidos en los que faltó Butler), pero jugaron más de 25 minutos por partido cada uno, y eran habituales en el quinteto que cerraba los partidos.
El caso es que contar con cuatro jugadores tan útiles (más el novato Bullock y el clásico Willie Green), es un buen problema para tener. Todos metieron más de 100 triples el pasado año (con el 34.2% de Barnes como cota inferior del porcentaje de acierto) y se complementan bien, ya que los escoltas son buenos y prefieren tirar desde las alas y los aleros desde las esquinas, y tienen un perfil más defensivo.
El puesto de 2 titular supongo que acabará en manos de Redick, porque Crawford es el mejor creador de tiro, y los Clippers le necesitarán como sexto hombre, pero para el de alero tengo más dudas sobre si el nuevo fichaje se impondrá a Barnes, más duro, mejor en defensa y en el rebote. En todo caso, no me sorprendería cualquier combinación de los cuatro, como titulares o suplentes.
Lo que es mucho más blandengue es la rotación interior. Hollins renovó, y Jamison y Mullens sustituyen a Odom y Turiaf, cambiando defensa y fuerza por anotación desde el perímetro.
Lamar Odom (que en paz descanse) no podía meter un triple si su divorcio con la Kardashian fea dependiera de ello, pero era un lujo en prácticamente todo el resto de aspectos del juego. Mullens tampoco la mete de 3 aunque tire mucho (31.7% el pasado año) y es un desastre en lo que hace brillante a Odom (bueno, reboteando en defensa, si es que no la han metido antes en sus morros, tampoco está mal). Byron seguramente debe este contrato al 25/18 con 4 triples que se marcó ante los Celtics y Rivers en febrero, que cerraba la racha de 7 victorias sin Rondo, pero Doc tuvo asiento de primera fila en la excepción, no en la regla. Jamison sí puede tirar de tres, y tras un año muy duro en Cleveland como titular, y a veces, primera opción, demostró que cuando se le llama desde el banquillo y en un papel secundario cumple, y aunque está muy de moda comparar a los jugadores con conos, no lo vamos a hacer con la defensa de Antawn, porque es una falta de respeto. Para el cono.
Así que eso es lo que hay. Entre Hollins, Mullens y Jamison, los Clippers han comprado anotación y la posibilidad de ampliar el espaciado del campo con los hombres grandes a costa de sacrificar la defensa por completo. A última hora han añadido a Lou Amundson , que puede aportar algo de energía, tapones en ayudas y rebote en ataque, pero viene de rebote, pasando por tres equipos el pasado año, y ese papel de 6º hombre alto de una plantilla es seguramente el nivel al que puede aspirar.
Este grupo de reservas, saliendo desde el banquillo o como recurso puntual, si Griffin y Jordan no se pierden muchos partidos, está bien, un tanto unidimensional, pero completo e interesante. Pero en cuanto alguno de ellos tenga que entrar en el quinteto titular, los Clippers tendrán un buen problema, y ya pueden rezar para ser los que quedan por encima en el intercambio de golpes, porque los partidos irán a muchos puntos.
Bye Bledsoe
La baja de Bledsoe, la dinamita de la segunda unidad que tan bien funcionó para los Clippers, será importante, pero LA no podía retenerlo más en el banquillo, lograron un buen botín a cambio, y dentro de sus posibilidades, creo que Darren Collison puede suplirle bien y cumplir en ese papel de base suplente cambiarritmos en el que se dio conocer, precisamente, jugando tras Chris Paul. Lo que más me mosquea es que ya ha perdido dos trabajos de titular seguidos, el primero ante George Hill (comprensible) y el segundo ante Mike James (imperdonable) y ha firmado por poco más del mínimo, lo que demuestra poco interés en él alrededor de la Liga.
Collison es un jugador sólido en ataque, que no destaca ni desentona, pero que acaba siendo irregular porque su mayor virtud, la velocidad, es a su vez el mayor defecto, ya que muchas veces le hace perder en control y le mete en problemas. Hasta aquí, podríamos estar hablando de un primo-hermano de Bledsoe, y si comparamos sus estadísticas del año pasado nos salen dos jugadores casi iguales. Pero la diferencia reside en la defensa. El ahora jugador de Phoenix es un pequeño roble y Collison una mota de polvo que puede ser barrida con un soplido. Eso es lo que convierte a uno en futuro y prometedor titular y al otro en suplente perpetuo (aunque Darren sólo tiene un año de experiencia más, y dos de edad que Eric, por lo que a lo mejor es injusto considerar al segundo todavía un talento a destapar, y al primero un producto ya terminado). De todos modos, los Clippers ya tienen a Chris Paul, y para el puesto de trabajo que ofrecen, Collison les vale y puede cumplirlo con creces.
Carlisle se cansó de las pérdidas a destiempo y que se comiera todos los bloqueos en defensa con patatas panaderas, pero Rivers lo tendrá que aguantar en pequeñas dosis y con Wayns como única alternativa, y así se hace mucho mejor la digestión.
Ahora que según Marc Stein, la proyección del límite salarial para la próxima temporada está en torno a los 58.5 millones, y utilizando nuestra maravillosa Calculadora de espacio salarial, podemos ajustar un poco más las condiciones que necesitarían cumplir varios equipos para atraer a los dos agentes libres más reclamados del verano.
El máximo al que Dwight Howard podría aspirar es 20.51 millones de dólares, y Chris Paul por su parte, a 18.67. El equipo que quisiera atraerlos a los dos, necesitaría, por tanto 39.2 millones. Lo que vamos a comentar ahora son las operaciones más normales y sencillas. Todos los equipos podrían hacer movimientos infinitos con lo que tienen en sus plantillas. Dallas por ejemplo, traspasando a Dirk por gente que cobre menos liberaría mucho espacio, pero vamos a pensar en las soluciones más directas.
Empecemos con Atlanta, uno de los equipos con más espacio teórico, y que podría resultar interesante para ellos por la opción de juntarlos a los dos, y por ser la ciudad natal de Dwight. Los Hawks tienen cinco contratos garantizados para el año que viene (dos de ellos, primeras rondas de este Draft) y 100.000 dólares que les quedan por pagar del contrato garantizado a Jeremy Tyler. Esto les daría un espacio de unos 33.9 millones, algo corto para poder ofrecer el máximo a ambos, y significaría que renunciarían, y por tanto, perderían por nada a cambio, el resto de agentes libres del equipo: Teague, Josh Smith, Korver…
Por tanto, las opciones de Atlanta de firmarlos directamente pasarían por desprenderse de alguno de los jugadores que tienen en nómina (supongo que Louis Williams sería el candidato), o convencer a Paul y Howard de la rebaja.
Una alternativa tremendamente impopular, sería tal vez, aprovechar que Teague sólo cuenta 6.1 millones de cara al límite hasta que firme su nuevo contrato, y traspasar a Horford en su lugar. En ese caso sí tendrían esos 39 millones, pero sin Horford, con dos bases que no pueden traspasar hasta diciembre, y cambiando a Al por lo que tendrían que ser elecciones del Draft futuras o algún jugador que cobre muy muy poco.
Luego, está la alternativa de los traspasos. Con los Lakers tal vez interesados en Josh Smith, y teniendo en cuenta que hasta la firma de un nuevo contrato, su impacto en la masa salarial es de 16.4 millones, tendrían unos 18 millones para firmar a Paul (prácticamente el máximo), y después podrían hacer el cambio Smith–Howard. Esta operación necesitaría el beneplácito de los Lakers, y su disponibilidad a darle un contrto que empiece en 16 millones a J-Smoove, pero como desde el punto de vista del espacio salarial es plausible, la comentamos.
Por tanto, la opción de que los dos jugasen en Atlanta es posible, pero como veis, el resto del equipo en los Hawks quedaría prácticamente vacío esperando a quien estuviera dispuesto a llegar por el mínimo
Una opción que según los rumores Dwight se está pensando mucho es la de llegar a los Rockets. Houston tiene firmado contrato para la próxima temporada con 7+1 jugadores (adeudan una pequeña cantidad a Tyler Honeycutt) y con esto, el espacio libre es de aproximadamente 17.3 millones, a unos 3.2 de poder ofrecer el máximo a Howard. 3.5 cobra curiosamente Thomas Robinson, 5ª elección del Draft el pasado año y jugador al que se rumorea que estarían pensando en traspasar.
Pero en este caso, los Rockets tienen opciones de renovar a varios jugadores por unas cantidades tan bajas, que me cuesta creer que vayan a renunciar a ellos: 926.000 dólares por Parsons y 788.000 por Beverley o Greg Smith (Delfino por 3 millones también es buen negocio, pero no tanto, y no se puede tener todo) son gangas que los Rockets no deberían estar dispuestos a renunciar.
Así, quedándose con estos tres y dando por hecho que colocan a Thomas Robinson, los Rockets se quedarían cortos por 1.3 millones, lo que tendrían que solucionar con una combinación de convencer a Dwight y traspasar o renunciar a algún jugador. Lo primero que harían, supongo, es utilizar la nueva stretch provision, por ejemplo, para cortar al problemático e inédito Royce White y ahorrarse 0.65 millones. En definitiva, los Rockets tienen la flexibilidad suficiente para ofrecer el máximo a Dwight, aunque están a un par de movimientos de poder hacerlo.
Otro equipo con interés real es Dallas, y sobre todo, al parecer, en Chris Paul. La situación en los Mavericks depende de la decisión de dos jugadores, que pueden elegir si renuevan el contrato de forma unilateral para la próxima temporada: OJ Mayo por 4.2 millones, y Shawn Marion por 9.3. La lógica dice que, en teoría, el primero no renovará, y el segundo si va a hacerlo. En este caso, Dallas tendría cinco jugadores y una elección del Draft bajo contrato y 16.7 millones, si el tope está en 58.5, de espacio, un par de ellos por debajo del máximo que podría recibir Paul.
Los Mavs podrían generar esa diferencia inmediatamente cortando a Marion con la stretch provision (ahorrarían 5.7 millones), o* encontrando a alguien que se lleve a Cunningham y su primera ronda del Draft, o a Carter y su último año de contrato. Por tanto, aunque con algún movimiento necesario, y a costa también de haber llenado el espacio con muy pocos jugadores, los Mavericks tienen en sus manos crear el suficiente espacio salarial para tentar a CP3.
*Corregido, los Mavs no pueden utilizar la «stretch provision» con Marion, por ser un contrato firmado bajo el anterior convenio.
Y finalmente, como siempre, hay rumores de que los Lakers podrían renovar a Howard, mantener a Kobe y Gasol, traer a Chris Paul y firmar a traspasar a Morris y Goudelock por David West, Al Jefferson, LeBron James o el toro de Osborne. Para no excedernos con el análisis, lo comentamos con una imagen.
Memphis ganó el quinto partido, aquel tradicionalmente clave cuando la serie va 2-2, y tendrán la oportunidad de eliminar por fin a los Clippers, y hacerlo en casa. Ahora mismo tenemos cinco eliminatorias que podrían ser ganadas por el equipo local en el siguiente partido, y en tres de ellas, la sarten la tiene por el mango el equipo peor clasificado.
Es difícil destacar un jugador en Memphis de su quinteto titular, porque anoche los cinco jugaron a la perfección, cada uno cumpliendo su rol, de manera más que efectiva. Por contraste, los Clippers apenas disfrutaron de Griffin, que estaba limitado por un esguince de tobillo y no terminó el partido, y tienen a gente como Billups (su porcentaje de tiros de campo ajustado a triples es de 40.6%) que no está ni se le espera.
Chauncey sólo juega 19 minutos por partido en estos Playoffs y con esto ya ha acumulado… el 10% del tiempo que ha estado en pista en Temporada Regular, ¡las dos ultimas temporadas! Tengo muchas dudas de que su ritmo de competición fuera el adecuado, o de que esté mejor que, por ejemplo Willie Green (duele escribirlo, pero es así), pero Del Negro ya está en modo tiro mierda a la pared, a ver que se pega, como lo demuestra el cameo de anoche de Grant Hill, que todavía no había jugado en Playoffs, pese a que su mejor partido del año lo jugó contra Memphis, allá por enero (lo cual no es decir mucho, ni significa nada, pero aun así). Esta vez se acordó de él, por primera vez, a falta de 5 minutos, con opciones todavía para LA, y aunque Hill se dirigió a la tabla de anotadores dispuesto a entrar a la pista, nunca lo hizo, y no sabemos el porqué.
Del Negro, que acaba contrato este verano se está jugando el puesto, y como las cosas no cambien mucho, esta serie es la firma en su sentencia. Lo único que le podría librar es que otros entrenadores pidan más dinero y Sterling se quede con él porque le salga más barato.
Las únicas notas positivas fueron los chispazos de Crawford, el juego polivalente de Barnes, y Chris Paul, que jugó un buen partido después de dos flojos, pero no fue todo lo efectivo que debería. Uno de sus defectos es que cuando siente que el resto del equipo no tiene el nivel, y que el partido lo tiene que ganar él, se pone las anteojeras, y se lo juega absolutamente todo. Y lo hace bien (35 puntos en 29 posesiones es muy buena marca), pero pierde la poca implicación que sus compañeros podrían tener.
Y con tan poco no se le puede ganar a unos Grizzlies tan maravillosos como los de ayer. Siguen teniendo sequías anotadoras, en las que pasan las posesiones y no son capaces de ver aro, y una carencia enorme con el juego exterior (sólo tres triples anoche), pero también, por otro lado, obligan a los equipos rivales a jugar como ellos. Ya tienen la ventaja, veamos ahora si la aprovechan.
El detalle: De pasar, en la siguiente ronda los Grizzlies se encuentran con OKC, a los que siempre les dan problemas, y esta vez no tienen a Westbrook, en la Final de Conferencia, lo más probable, a San Antonio (ya sabemos que pasó en 2011) y en las Finales a Miami. Los Grizzlies están algún escalón por debajo de todos ellos, pero son todos mejor emparejamiento que los Clippers. Es muy difícil, pero mejor oportunidad para llegar lejos, no van a tener.
La NBA descubrió a Zach Randolph en unos Playoffs. Los más que nunca Jail Blazers, habían perdido los 3 partidos que abrían la primera ronda de 2003 contra los Mavs, y Cheeks, que lidiaba con las lesiones de Pippen, Anderson y Sabonis, decidió sentar a Antonio Daniels y probar poniendo de titular a un inexperto jugador de segundo año que estaba bastante atrás en la rotación. Z-Bo respondió con un 25-15, metió 22 puntos en el siguiente partido en Dallas, y otros 21 para empatar la serie en el sexto partido. Pero Portland perdió el definitivo y no volvimos a ver a nuestra Tortuga Ninja favorita jugando las eliminatorias por el título hasta 2011, ya en Memphis.
Con lo poco que duraron los Grizzlies en 2012, y por falta de ritmo debido a la lesión que le mantuvo fuera casi toda la (corta) temporada, aquellos primeros partidos, y los de la locura que fue 2011 son prácticamente lo único interesante que habíamos visto de Zach en Playoffs. Los dos de este año habían sido bastante decepcionantes para lo que se espera de él, y Hollins, de hecho, no le sacó del banquillo al final del segundo.
Anoche, aunque volvió a acabar con cinco faltas, la cuenta no creció hasta el final, con el partido ya decidido, y gracias a que no le pitaron nada en el primer cuarto (algo que claramente limitó su agresividad y tiempo de juego en encuentros anteriores), los Grizzlies le buscaron pronto y a menudo, y Memphis sacó partido de una de esas ventajas teóricas que tenían en esta serie. No llegó a los 34 puntos que marcan su máximo en Playoffs, pero cerca se quedó: 27, y 13 de ellos en un primer cuarto en el que los Grizzlies construyeron la ventaja que no iban a entregar en todo el partido.
La noche en la que Mutombo se había acercado a entregarle a Marc Gasol ese premio al Jugador Defensivo del Año delante del público del FedEx Forum, los Ositos tenían la obligación de defender bien, y lo hicieron: sólo 82 puntos para los Clippers, y un horrible partido del hombre que les mueve, Chris Paul. El ataque angelino pareció ignorarlo al principio del partido, organizando su ofensiva a partir de Billups y Griffin, y aunque es relativamente habitual que CP3 vaya apareciendo poco a poco, esta vez parece que no cogió el ritmo en ningún momento. La defensa Grizzly fue muy agresiva con él, sin miedo a rodearlo, con la intención de obligar a que fueran sus compañeros los que tendrían que batirles, y la esperanza de que el desgaste fuera haciendo mella. Sus tres pérdidas al descanso, o un airball quedando 4 minutos, demostraban que no era su día.
Otra de las cosas fiables a lo largo de la temporada que ayer le falló a los Clippers fue el banquillo. Como nadie hubiera imaginado, el mejor suplente del partido fue Quincy Pondexter, y en LA sólo apareció Odom. Malgastar sus 3 triples, cantidad que no metía desde hace 15 meses, el día que pierden de 12, no tiene perdón de Jimmy Goldstein, que además estaba allí, viéndolo en vivo.
Memphis controló el tempo y el tono, no hay nada que pareciera ir en contra de su dirección. Y así, siguiendo la corriente, fue día para disfrutar de Randolph, que además, protagonizó uno de los momentos ¿divertidos? de la noche, cuando tras una dura falta de Barnes bajo el aro, se rebotó con él, y mientas contactaba con un amago de cabezazo, al mismo tiempo parecía querer abrazarlo y hacerle una carantoña (vídeo en CBS Sports). Muy bipolar todo.
El caso es que carreras parecidas a la de un tipo como Randolph ya hemos visto otras veces, y no siempre han acabado bien. Trayectorias similares estaban kaput a estas alturas. Es un placer que él siga por aquí, y en el mejor momento del año. Larga vida a Z-Bo.
El detalle: El criterio arbitral de esta serie es como una contra de Tony Allen, o como una caja de bombones. De vez en cuando se cansan de pitar y todo mandoblazo es válido. Y cuando no lo tienen muy claro, con la doble falta lo arreglan.