En El Podcast Desde El Sofá de hoy hablamos de los nuevos chicos en la oficina, es decir, de como han ido encajando las piezas nuevas en los diferentes equipos después del final del mercado de traspasos.
Hablamos de los nuevos Sixers con Harris, de como se ha acoplado Marc Gasol más allá del muro y descubrimos como va la Dennis Smith Jr Experience.
Acabamos con nuestras expectativas para el All-Star (SPOILER: no son muy allá…).
Hoy en El Podcast Desde El Sofá estuvo Javier Martín, Mario Maruenda, Roberto Vázquez (HE’S BAAAAACK!) y David Chanzá.
Después de ser barridos por los Spurs en las dos últimas series de Playoffs entre ambos, no se repetirá la historia por tercera vez: los Grizzlies han vuelto a ganar a San Antonio en Playoffs.
Y creo que no han sido ni dos ni tres, sino alguna más, las veces que ha tocado abrir una de estar primaverales crónicas desde el sofá con una oda a Zach Randolph, pateador de culos profesional desde 1980yalgo. Entraría a la Wikipedia a buscar qué coño es un haiku para poder dedicárselo, pero me remordería la conciencia cuando vea el mensaje del jefazo pidiendo pasta y, total, Z-Bo tampoco lo iba a leer.
De vuelta en el quinteto titular (junto a James Ennis) después de que ese cambio de Fizdale espabilara al equipo en la segunda parte del partido anterior, el ala-pívot cogió la linde en el segundo cuarto y poco después de mediado el tercer cuarto llevaba ya los 21 puntos con los que acabó el partido, y que dejaron a su equipo fuera del alcance de los Spurs. Además de los legendarios posteos y tiros de media distancia, Randolph añadió el triple con paso atrás desde la esquina (!) y un mate (!!) corriendo el contraataque (!!!) para completar una actuación fulgurante que le ganó los cánticos y el respeto de la buena gente de Memphis.
No fue sólo Z-Bo: Conley cerró el partido y por fin se puso de acuerdo con Marc después de dos partidos en los que parecía que sólo uno de los dos podía jugar bien al mismo tiempo. También los secundarios se hicieron notar esta vez para bien: Selden y Ennis atacaron muy bien las recuperaciones defensivas, algo a lo que no se habían atrevido con decisión en anteriores partidos, Green trabajó en el rebote y no dejó que los interiores de San Antonio volvieran a ensañarse con él y Andrew Harrison… pues tiene dos ojos, una nariz y una boca. Después de la rajada contra los árbitros de Fizdale, Memphis estaba en la obligación de poner mucho de su parte, y aunque la cosa empezó muy mal, agotando el reloj de posesión en la primera posesión, a la hora de la verdad nadie falló a la cita, y le dieron al respetable lo que había venido a ver.
Había ganas de marcha, y el ambiente en The Grindhouse pinchó a los Spurs, que estaban tan fuera que Popovich llegó a cambiar al quinteto titular completo a los 75 segundos del tercer cuarto, señalando que no estaba contento ni con el que prepara los PB&J’s. Pero tampoco fue solución, y lo que al descanso era una diferencia de 4, y de 9 en el momento del cambio rápido y furioso, llegó a 18 a final del periodo. Esos 12 minutos fueron terribles para los Spurs, que no acertaron con el triple tras dos partidos brillantes hasta que fue demasiado tarde y llegaron a tener problemas hasta en la línea de tiros libres.
Esta encarnación de los Spurs es la más dependiente de las individualidades que podemos recordar, y cuando Kawhi Leonard tiene una noche simplemente buena, y nadie recoge el guante, puede haber ‘desastres’ como este. Paradójicamente, San Antonio tiene ahora en el alero lo que hace años era el perfecto anti-ejemplo del ADN Spurs. Un jugador finalizador que anota puntos a paladas, muchos en aclarados y yendo a la línea (desde donde sigue inmaculado en la serie, 32 de 32), y es el encargado de rescatar posesiones en coma. Que consigue lo suyo y no crea demasiado por y para los demás. Y atendiendo a lo que está sucediendo en esta serie, que defiende cero.
Que el vigente DPOY pueda en cualquier momento bajar el culo y poner el cinturón de castidad a cualquiera es una cosa. Que en realidad lo esté haciendo, otra. Y salvo unas posesiones del primer partido que podemos contar con los dedos de una mano en las que salió a por un Conley que se les estaba subiendo a las barbas, Kawhi ha estado, como la superestrella que es, aprovechando para coger aire en defensa. No es que los Grizzlies que ha tenido enfrente (Selden y Ennis principalmente) exijan mucho, pero si se está pasando la serie entera en tierra de nadie, ni defendiendo al osito que los Memphis han dejado desamparado en la esquina, ni protegiendo el aro, pues habrá que decirlo.
Y no es malo: les ha sucedido a otros muchos antes. Es muy difícil ser la excepción a estas alturas. Vendrán otras series y otros rivales que le lleven más cerca de sus límites. Pero ahora mismo Kawhi está mucho más cerca de ese Kobe resabiado, ese MJ que dejaba el trabajo sucio a Pippen, que de ser el «Duncan de los alas» que Greg Anthony mencionó en la retransmisión. Y el Plan B, LaMarcus Aldridge, no está muy alejado de esa idea.
Lo único a lo que se debe Pop es a la constante adaptación y actualización de lo que hace. Cada añada de los Spurs sale diferente, y la que vivimos en este momento depende más que nunca de la inspiración de un solo jugador. Y como el resultado han sido 61 victorias y dos victorias muy convincentes antes de este tropiezo, habrá que seguir confiando.
Sofi del día: James F. Goldstein estuvo allí. Take that for data.
La semana pasada visitaba por cuarta vez el American Airlines tras Clippers, Lakers y Wizards con un registro de corresponsal de 2-1. Esta vez para seguir el duelo de los Mavericks en la división South-West frente a los Grizzlies. Tras recoger los papeles con las estadísticas y notas para el partido había una sorpresa ya que nos habían asignado un asiento en la zona baja. Un gesto de agradecer y que había que aprovechar para vivir el ambiente del partido desde más cerca.
En la previa, en pista estaba calentando Zach Randolph a.k.a Z-bo con su zurda enchufándolo todo desde la bombilla. También conectaron desde vestuario para hablar hablar con JJ Brea. Comentaba que era un partido muy importante tras la derrota en Indiana y querían sacar el partido adelante para coger confianza y hacerse fuerte en los siguientes partidos en casa.
Todo a punto de empezar y buen ambiente cómo suele ser habitual para ver Mavericks. A destacar el equipaje molón retro en rojo de los Memphis y el salto inicial entre Zaza y Marc que se repartieron estopa y regalos navideños anticipados en la pintura.
El primer cuarto se lo llevaron los visitantes y esta ventaja duró hasta la mitad del segundo, hasta que se pusieron por delante los Mav’s 38-35 y lideraron el marcador hasta el final del partido. Muy bajos porcentajes de tiro para ambos equipos en los primeros 24 minutos y momentos de desequilibrios defensivos. Llegaron a cometer hasta 5 faltas por 3 segundos en defensa entre los dos equipos.
Dos desajustes defensivos de los Memphis, más habituales de lo normal esta temporada, obligaron a pedir tiempo muerto inmediato para corregirlos. Sobre los fallos defensivos le preguntaríamos a Marc al final del partido ya que mediante gestos mostraba su desacuerdo y daba explicaciones a sus compañeros y entrenador.
A destacar la diferencia de aportación desde los banquillos donde los reservas de Mavericks aportaron más que los de Memphis (43-31) y el factor McGee que fue un revulsivo aportando intensidad en defensa con 2 tapones en las primeras jugadas y varios Alley-oops. Clara superioridad de los locales en el segundo parcial sacándole los colores a la defensa contraria y que terminaron ganando 97-88.
En vestuarios el entrenador local Carlisle destacó la aportación de JaVale McGee y que tras mucho trabajo fuera de pista para recuperarse , iba a ir poco a poco jugando más minutos seguidos y que seguro se verían más acciones atléticas como las vistas esa noche. Sobre Parsons como sexto hombre destacó que también ha pasado un tiempo trabajando duro para volver a estar al 100% físicamente y aportar lo que se espera de él al equipo.
En el vestuario de Memphis, el grupo de periodistas esperaban a que Marc Gasol, que había terminado el partido con 16 puntos, 8 rebotes y visiblemente descontento, estuviera listo para las atenderlos.
Empezaron preguntando sobre la continuidad en el equipo tras otro cambio en el quinteto titular. Él comentó que no están teniendo esta continuidad durante la temporada y que se puede ver incluso durante el partido que hay momentos que juegan bien el balance ofensivo y defensivo pero una vez les golpean les cuesta mucho rehacerse y seguir jugando bien. También le preguntaron sobre las diferencias respecto al partido de Noviembre que ganaron en casa frente a Dallas y contestó que les dieron demasiadas facilidades para anotar. Sobre la confianza, comentó que no había que centrarse en eso y mejor ser consistente para el siguiente partido intentando dar lo mejor de cada uno para el bien del equipo.
Una vez terminadas las preguntas en inglés, le comenté en español si le podía hacer unas preguntas y muy amable y profesional Marc accedió a responderlas.
– Momento clave en el tercer cuarto, tiempo muerto tras triple de Felton en un desajuste defensivo tras pérdida en ataque.
«No hemos bajado a defender, no hemos hecho las cosas que tenemos que hacer. Ellos son generosos con el pase y pasan hasta encontrar la mejor posibilidad de tiro.»
– Sales de nuevo ya a falta de 3 minutos del final del partido con el marcador ya casi imposible de remontar.
«El entrenador me ha puesto en pista y yo encantado de salir y ayudar a mis compañeros pero estábamos ya a 14 puntos y complicado.»
– Conley vs Chalmers que da/ofrece cada uno al equipo y que supuso la llegada de Chalmers.
«Son diferentes, no sería un versus ya que son jugadores diferentes. Chalmers ayuda en la salida de balón, ayuda cuando juegan los dos a la vez, a que no tenga que defender siempre al 1 rival y libera el trabajo de nuestra filosofía defensiva.»
– Que supone para un vestuario que dos de sus líderes (Zach and Tony Allen) salgan desde el banquillo, os supone más presion a ti y a Conley?
«Presión no sería la palabra, sería responsabilidad de los jugadores que entran nuevos de hacer un trabajo que se está haciendo desde hace mucho años y se necesita un poco de disciplina y de creer en lo que se hace poniendo el equipo siempre por delante de cualquier jugador. Estamos acostumbrados durante los últimos 7 años de jugar de una manera y cómo cualquier cambio en la vida lleva un tiempo adaptarse a ello.»
– Siendo Memphis un equipo referencia en el apartado defensivo la temporada pasada, crees que puede ser una motivación para tirar de orgullo y volver a la senda del Grid and Grind.
«Ese es el único camino, si nosotros no defendemos no podemos ganar a nadie. Si un equipo nos mete 100 puntos, nosotros lo tenemos muy difícil para resarcirnos.»
– Equilibrio de descansar activamente en verano o competir a nivel de selección.
«Sabía que me costaría un poco arrancar el año, era consciente de ello ya que tienes un ritmo de competición en la selección. Pero también es cierto que tienes un descanso que evitas cualquier riesgo de lesión durante esos 3 meses, era lo que tenía que probar y soy consecuente con ello.»
– Que que te parecen los motes Big Spain y Wendigo? Hay algún otro que te guste o moleste especialmente?
«El filósofo conocido Tony Allen, puso el de Big Spain. Juntó que soy grande y soy español para crear esa obra de arte y Wendigo no sé de donde ha salido.»
Finalizó con un saludo a todos los seguidores de la Crónica Desde El Sofá que podéis escuchar en el último podcast.
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Hoy cambiamos el tono de la crónica, y en vez de ser un repaso al uso del partido de anoche, vamos a tratar de explicar las razones por las que los Grizzlies han apabullado en estos dos últimos encuentros a los Warriors
La defensa del triple
Desde los tiempos de Hollins, los Grizzlies han usado mucho el hedge o el flash con su hombre alto para defender el bloqueo directo. Esto es, en lugar de esperar atrás, atacar directamente al jugador que lleva el balón a la salida de la pantalla, deteniendo su avance natural, pero eso sí, recuperando rápidamente a su hombre: la intención no es hacer un dos-contra-uno. Los bases más hábiles pueden castigarlo si lo detectan a tiempo con un pase al jugador que continúa, que tiene una pequeña ventana de tiempo en la que se encuentra sin oposición. Pero es un riesgo que merece la pena correr cuando el equipo rival tiene semejante potencial tirando con los conductores de balón como los Warriors.
Los Grizzlies han girado el botón del Hedgometro hasta el inifinito, con la finalidad de que los Warriors no tengan nunca un tiro cómodo de triple, aunque le pueda costar el pase al continuador. Golden State está pudiendo tirar de 3 a la contra, o cuando mueven el balón con pases, pero nunca bien en primera instancia.
Un problema claro de los Warriors a la hora de atacar esta defensa es la falta de paciencia, que durante toda la temporada han tenido, pero que cuando se han visto con el agua al cuello en Playoffs han abandonado por completo. Aquí Curry se anima con el triple con dos defensores encima y 19 segundos en el reloj de posesión, en mitad del tercer cuarto, con la defensa de los Grizzlies perfectamente colocada, sin esperar siquiera a que Green, que sacó de banda, le ponga un mísero bloqueo.
Por mucho MVP que sea, y aunque haya demostrado ser más que capaz de meter canastas peores, este tiro es ansioso, y demuestra el estado mental de urgencia en el que este equipo se ve. Y a veces es más sutil, como en el siguiento bloqueo directo, Randolph se tiene que quedar más tiempo de lo deseado con Curry, lo que le da a los Warriors una opción de liberar a Green en el pick’n’pop
No es un mal tiro en absoluto, Green logra lanzar con comodidad cuando Gasol aún no ha cruzado siquiera la línea de tiros libres para disputar el tiro. Pero Courtney Lee ha tenido que engancharse con Bogut, el hombre de Marc, lo que le daba seguramente una opción mucho más clara de tiro a Harrison Barnes en la esquina derecha. Esta es la clase de pase extra que convierte a los Warriors en un equipo peligrosísimo, y frente a Memphis, obsesionados por tomar el primer tiro buen que ven, se dejan opciones aún mejores encima de la mesa.
Otro de los riesgos que tiene esta manera de afrontar el bloqueo directo para Memphis es que si los dos defensores no están sincronizados, al final el hombre alto puede acabar poniendo la pantalla a su propio compañero, y dejar a los dos rivales libres. A diferencia de otros equipos que prueban a hacerlo sobre la marcha en Playoffs, o no lo tienen madurado, los Grizzlies, que llevan años defendiendo de esta manera, y se mueven sin cortapisas y sin escatimar esfuerzos, lo hacen de manera fluida.
Si el bajito pelea el bloqueo y logra pasarlo por arriba, cosa que Conley y Allen hacen prácticamente siempre, Randolph y Gasol saben que pueden detener el avance, mostrarse al base y volver a su hombre en lo que parece sólo un movimiento. Automático y precioso.
Green no es diferencial en defensa
Draymond Green ha sido segundo en la votación de mejor jugador defensivo del año, y es una pieza importantísima de la mejor defensa de la Liga, pese a ser bajito para la posición que desempeña, la de ala-pívot. Uno de los motivos por los que cayó en el Draft y tardó en encontrar minutos en Golden State es precisamente por esa condición de tweener, a caballo entre los puestos de 3 y 4.
Pese a la falta de centímetros, Green es efectivo en defensa porque es corpulento y robusto sin dejar de ser ágil, paciente, muy inteligente, y tiene además los cojones de un caballo percherón. Además, hay un factor externo: la Liga se ha hecho más pequeña y más orientada al perímetro en general en el puesto de 4. En la obsesión por mejorar el espaciado del equipo y aprovechar el punto extra de la línea de 3, los equipos cuentan cada vez con jugadores más gráciles y con menos fundamentos en el poste en la posición de ala-pívot. Hay muy pocos jugadores que puedan cogerle la posición a Green en el poste bajo, y a los que al mismo tiempo sea rentables alimentar de balones para que anoten de espaldas. Zach Randolph es casualmente uno de ellos.
Es verdad que no puede meterle debajo de la canasta y abusar de él como con otros 4’s, y prefiere no encararle de frente, pero desde que coge el balón…
…puede ganar la distancia a la canasta suficiente para que le resulte cómodo tirar por encima de él.
Incluso cuando falla, Green acaba tan fuera de posición tratando de estirarse para llegar a su mano izquierda, que queda fuera de la foto. Fijaos como la situación del cuerpo de Green a la hora de disputar el tiro a Z-Bo…
…le pone por detrás a la hora de acorralar el rebote ofensivo.
Este no es un problema exclusivo de Green, le ha ocurrido a todos los que llevan años osando defender a Randolph, salvo muy honrosas excepciones. Y Golden State no tiene muchas mejores opciones. Te toca vivir con sus canastas. Lo malo es que un factor diferencial como ha sido la defensa de Green durante todo el año, o en Anthony Davis la ronda anterior, pasa a ser meramente mortal frente a Memphis. No es una debilidad, pero tampoco puede tener el impacto de un verdadero DPOY.
Y los Grizzlies no te dan la opción de esconder a Green en el otro interior mastuerzo, porque la otra opción es defender a Marc Gasol, y bueno…
…where convertir una continuación desde el codo de la zona en una bandeja happens.
La defensa de los Warriors no está pensada para los Grizzlies
El otro atributo que hace sobresaliente a Green, esta vez ya fuera del poste, es su capacidad para seguir a jugadores exteriores. El mayor truco detrás de la defensa de Golden State es la versatilidad: Thompson, Barnes y Green pueden intercambiarse en cualquier momento para defender a quien sea. Esto es lo que les permite anular las ventajas que los rivales obtienen con los bloqueos, tanto directos o indirectos: no puedes dejar enganchado a tu defensor y liberarte, porque te sigue otro jugador.
Esto funciona con una gran cantidad de equipos, y puede llegar a anular por completo a tiradores sin balón o maestros del bloqueo directo. A Memphis le da relativamente igual, ese no es su juego. Es más, en todo caso, como equipo grande y aplastante que son, agradecen las ventajas que obtienen de los cambios.
Los Warriors pueden sobrevivir habitualmente a cambiar a Barnes, por ejemplo, con el pívot a 5 metros de la canasta. Con un Point-God Center como Gasol, es más difícil, acaba concediendo la falta.
Y en esta jugada, por ejemplo, los Grizzlies agotan el tiempo de posesión, la tocan cuatro jugadores, hay seis pases… y no hay ni un bloqueo directo, ni prácticamente indirecto. Tienen desde el principio a Randolph con Harrison Barnes, para qué quieren más. Los Grizzlies no son un equipo fluido en ataque, porque atacan al hombre, pero te obligan a defenderles también así, anulando otra ventaja de los Warriors, la de la defensa colectiva.
Otro de los motivos del éxito de la defensa de Golden State es precisamente… su ataque. Los Warriors meten muchas canastas, lo que hace que los rivales les puedan pillar a la contra menos de lo normal, y gracias a ello, casi siempre defienden colocados, a media pista, y con todos los emparejamientos bien cogidos. Su rosario de fallos frente a Memphis les afecta también a la hora de defender, con unos Grizzlies que se están animando a correr para, al menos, poner a prueba a los Warriors.
A veces suceden cosas graciosas que suelen involucrar a Tony Allen o a Jeff Green, porque los Grizzlies no acaban de estar preparados para ello, y fue un factor más importante en el segundo partido que en el tercero, pero es otra manera que tiene Memphis de meter presión a Golden State en su propio terreno.
Curry está defendiendo terriblemente mal
Le quitaron la responsabilidad de defender a Conley, poniendo a Klay Thompson con el base, y diría que el experimento ha salido terriblemente mal, porque el MVP ha decidido que va a jugar de líbero, y no está preparado.
Jugada clave del partido, Warriors a 4, quedan 3 minutos. Los Grizzlies están atacando con una especie de bloqueo y continuación directo lateral entre Marc Gasol y Tony Allen, jugada que con el balón en manos de FIRST TEAM ALL DEFENSE! se defiende sola. Steph Curry no opina lo mismo, y se queda mirando como las vacas al tren, en una posición desde la que, con Draymond Green cambiando, no es de ninguna ayuda:
Tony Allen se trastabilla (¡oh, sorpresa!), y Curry en vez de seguir a Courtney Lee, sigue en una posición desde la que lo único que puede llegar a hacer, como mucho, es doblar a Randolph en cuanto reciba (y si recibe) el balón. Pues no iba a Z-Bo, no, sino a Lee, 3 puntos, ballgame.
Pero por supuesto, hubo más. En este otro triple de Lee está tan preocupado por la ayuda a Randolph, que pierde por completo la noción espacio-tiempo. ¿Dónde está la bola, aquí o aquí?
Bien es cierto, que Curry tenía un par de motivos para quedarse clavado, mirando a la línea de fondo en lugar de seguir la jugada, y nosotros los hemos encontrado. Por un lado, teníamos a una rubia muy guapa en ese lado de la cancha:
Nos referimos a la de la parte abajo-izquierda de la foto, por si hay dudas.
Y por otro lado, en ese mismo fondo de la distracción, animaba un señor con una de las indumentarias más feas que hemos visto jamás: una versión cutre y en rojo de aquella primera camiseta de los Grizzlies, que tenía ese esquema de color que fue elegido por un daltónico.
De todos modos, pese a todas las distracciones que había colocado allí el equipo de animación de Memphis, es inexcusable estar defendiendo en Playoffs en tierra de nadie, y si los Warriors siguen así, lo pueden pagar. Sé que consideran necesario reservar algo de esfuerzo para poner en marcha a Curry en ataque, pero volverlo a poner encima de Conley no parece mala idea ahora mismo.
El banquillo no está cumpliendo
En los 32 minutos de 96 que los titulares han estado en pista en los dos últimos partidos, los Warriors sólo están 4 puntos por debajo de los Grizzlies. El núcleo duro, con Curry, Thompson y Green, suma un +6 en 55.
Koufos, Udrih y Green están jugando mejor que sus análogos en los Warriors, que dieron la cara en el primer partido, pero estuvieron bastante más flojos en este. Ezeli está viéndose superadísimo en ambos lados del campo, y Memphis está yendo a por él en ataque, y olvidándose de su defensa. Barbosa ayer parecía estar en otro planeta, fuera de sincronía con sus compañeros. Los Grizzlies no respetan a Iguodala y Livingston, y también han decidido que van a vivir con los tiros de media distancia con Speights, por lo que Curry y Thompson tienen que hacer un esfuerzo titánico contra múltiples defensores llevando a quintetos con suplentes.
Kerr va a tener que acabar utilizando a sus exteriores más de 40 minutos por partido, y con la serie condenada a alargarse, puede ser demasiado cansancio en los decisivos.
¿Está la eliminatoria acabada?
Ni mucho menos. Si la sensación inicial era de que los Warriors podían ganar en 4 ó 5 partidos esta serie, sólo necesitan un 3-1, con dos partidos jugándose en el Roaracle para pasar, y siguen siendo el mismo equipo que hace cinco días.
Por muy bien que estén defendiendo los Grizzlies y mucho que se hayan embolicado los Warriors, el porcentaje de tiros de 3 por debajo del 25% en dos partidos consecutivos, no es una situación normal, no importan los protagonistas. Y podría seguir sucediendo tres, cuatro y cinco veces, porque la normal es la menos común de las situaciones en esto del baloncesto, y la regresión a la media no tiene porque ser inmediata, pero si hubiera que apostar dinero, la elección sabia está en que no se volverá a repetir.
Y como recordamos en el último podcast, pese a que el viento haya soplado increíblemente a favor de los Grizzlies en sus dos victorias, los Warriors han estado a un par de posesiones en los minutos finales de haberlo igualado. Están más lejos estéticamente que en el marcador.
De todas formas, a esta hora, la eliminatoria está inclinada ligeramente a favor de Memphis, y la identidad del favorito al anillo tiene muchas caras posibles. Michael Jordan bendiga a este deporte.
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Quizá porque Memphis queda a la ribera este de Mississippi, y hay un Portland que es la ciudad más grande de Maine, este partido tuvo cosas de la otra conferencia. No dejéis que el resultado, 115-109, os engañe. 37 puntos llegaron en los dos últimos minutos, y ningún partido ha tenido más tiros libres anotados en lo que llevamos de Playoffs ni de cerca: 65 entre ambos equipos.
Los Grizzlies estuvieron por delante en el marcador de forma ininterrumpida desde su primera posesión en ataque, y mantuvieron la ventaja en una horquilla de 6 y 14 puntos durante 32 minutos de juego, hasta que un triple de Batum a falta de 2:23 ponía a los Blazers tan solo a 3 puntos. Entonces, un poquito de Tony Allen, en un corte a canasta, defendiendo bien un triple de Lillard, y saliendo a la contra de esa misma jugada, y Portland se quedaba a 9. La distancia no bajó de dos posesiones, pese a los intentos de CJ McCollum de despistar a los boxscoristas, porque nadie en Memphis fallaba tiros libres.
Los Grizzlies son en líneas generales muy parecidos a los Blazers, pero hacen todo un poquito mejor. No han parado de dominar a este equipo durante los Playoffs, ni en temporada regular. Si el factor diferencial de Portland, Lillard, no destaca, no pueden superar a Memphis a su mismo juego.
Dame ha perdido la magia desde las elecciones al All-Star, está en 3 de 18 en triples en esta serie, y no puede parar a cualquier jugador que los Grizzlies le pongan delante en defensa. Y eso que ayer, por la lesión de Udrih y el mal golpe que se lleva en la cara Conley, tuvo que ser Nick Calathes, en pista los 16 últimos minutos de partido enteritos.
Ayer tuvieron la mejor versión multi-instrumentista de Batum (27/6/4 en 18 tiros), Aldridge encontró ritmo en sus canastas imposibles a partir del segundo cuarto y, antes del maquillaje final, McCollum hizo mucho daño a Grizzlies cuando se enfrentaban las segundas unidades, ayudando a que no echaran mucho de menos a Afflalo, con problemas de faltas.
Pero Marc Gasol dejó claro desde el principio del partido con un par de tapones que en la zona de los Grizzlies no se metían canastas con él delante y Randolph aguantó las embestidas de Aldridge, que no puede acercarse al aro tanto como quisiera o debería ante Z-Bo. Los Blazers se vieron obligados a ganar desde la distancia, y aunque lo hicieron bien, no fue suficiente para seguir el ritmo.
En los Grizzlies, el esfuerzo colectivo habitual: empezó muy bien Courtney Lee, con un primer cuarto de jugón, salvando a los Grizzlies cuando las posesiones se acababan. Conley mientras estuvo en pista, hizo mucho daño en el dos-contra-dos con Gasol, llegando al aro cada vez que Lopez leía mínimamente mal sus intenciones. Randolph fue un goteo continuo para Portland, zafándose de LaMarcus con el bote desde el codo de la zona, y Marc posteó con soltura, metió de media distancia cuando el pívot rival le ignoraba, y se marcó un 13 de 14 en tiros libres. Prácticamente no tuvieron un bache nunca, anotaban regularmente, sin prisa pero sin pausa, contestando metódicamente a Portland.
Memphis dominó la zona estratégica donde esta serie se iba a decidir, el Australia de este enfrentamiento, a ambos lados de la pista. 3-0 para ellos, y para nosotros, partido feo, con Carlesimo que parecía que venía a retransmitir straight outta el bingo más cercano, un equipo arbitral pitando soplapolleces sin balón, un público letárgico porque temen que lo que tienen delante es ya su bestia negra, 26 minutos de Calathes y 17 de Kaman, y Batum poniendo caras dignas del mismísimo Nicolas Cage cada vez que pitaban una falta.
Los hemos visto mejores en estos Playoffs.
Sofi del día:
La jugada más espectacular del partido fue un mate de Kosta Koufos.
Como viene siendo habitual por estas fechas, el gran y super entendido equipo de La Crónica Desde El Sofá hace sus picks de cara al próximo All-Star de NYC y como siempre, os vamos a explicar el por qué de cada pick:
Mario Maruenda
Empecemos por lo fácil: ninguna duda con los guards. Chris Paul, Damian Lillard, Russell Westbrook (con menos partidos) y John Wall han jugado a un nivel de titular All-Star, pero los 4 elegidos han estado simplemente un punto más arriba en lo que llevamos de campaña.
Luego en el frontcourt hay tres elecciones aún más claras, que me parece que deberían ser unánimes: Davis, Marc y LeBron. Para rellenar los tres últimos huecos es donde ya toca dar explicaciones.
En primer lugar, el último alero-pívot del Oeste. Con el MVP habiéndose perdido chopocientos partidos, la puerta se abre. Cousins perdió su oportunidad cuando su meningitisencendió la mecha que hizo explotar todo en Sacramento, y pese a las opciones sentimentales (Duncan, sobre todo, y Dirk), para mí esto está entre LaMarcus Aldridge y Blake Griffin. Es que es, básicamente, un empate. LMA está reboteando más, pero sin DeAndre Jordan no sabemos si mejor; Blake pasando mucho más, y esto sí que estoy seguro que lo hace mejor. Así que desempate, para Griffin. Y en última instancia, me apetece más verlo a él.
Y para cerrar el frontcourt del Este, pensé que Pau era un fijo, y sólo tendría que decidir entre Carmelo Anthony y Paul Millsap, o lo que es lo mismo, excelencia individual, o premio al servicio al colectivo. Al fin y a la postre, Melo está haciendo la misma temporada que siempre, con menos ayuda que nunca. Y sí, Atlanta es el primer equipo en el Este y no puede perder un partido, y los Knicks son el peor equipo de la Liga, INCLUSO POR DEBAJO DE LOS P#@%S SIXERS. Pero la recompensa a eso es la mejor de todas, que son las victorias, y esto se trata de elegir al que creas mejor desde el punto de vista erótico-festivo, y no estoy preparado todavía para elegir a Paul Millsap antes que a Melo.
Pero aquí viene la segunda parte, echando un vistazo más a fondo a la temporada de Millsap… ¿es peor que la de Pau? Yo no lo hubiera dicho, pero si hacéis el experimento con una mentalidad abierta la cosa está mucho más cerca de lo que parece. Pau está siendo un titán en defensa cerca del aro, y con eso y su habilidad para crear también para sus compañeros, además de la reputación acumulada, debería bastar para marcar la diferencia. Pero Millsap es importante en defensa a su manera, siendo mucho más versátil, uno de los jugadores que más tiros defienden de la Liga. Impone menos, pero aparece en más partes. Y como pasador, nunca podrá hacer las mismas cosas que Gasol. Pero su continua participación en el juego, solidaridad y el perfecto espaciado de Atlanta, le dan la oportunidad de acabar produciendo tanto o más que Pau en este aspecto.
Como cualquier día de estos mandan a Melo a descansar la rodilla el resto de la temporada, me podría haber lavado las manos y no haber tenido que elegir en semejante empate técnico. O incluso podría haber invitado a Chris Bosh a la fiesta, que no viene muy atrás, y convencido como estoy de no dejar que me influya el equipo para elegir al individuo, lo he descartado muy alegremente, cuando no ha sido peor que los Pau(l)’s. Pero amiguitos, tengo un Warriors-Thunder pendiente para ver, y ya he perdido demasiado tiempo con esta historia, así que así se queda.
P.D: Me voy a meter un poco en el fango-ficción. Aunque reconozco que le ha sentado bien el parón navideño, ¿votarían los entrenadores a Kobe si no fuera titular? Salvo complicados trapicheos, al All-Star van 6 exteriores como mucho. Curry, Harden, Lillard, Paul y Westbrook para mí son cinco fijos fijísimos, incluso con el tiempo que Russ ha estado fuera, y aunque los entrenadores votan cosas muy raras, no creo que ni el mayor fan-boy de Kobe pueda decir sin reírse que ha estado mejor que cualquiera de ellos. Y la competencia por ese sexto y último puesto sería con Klay Thompson, Mike Conley y Monta Ellis. Mucha tela que cortar, y sólo tenemos las tijeras que regalaban con el Nesquik a mano. Es lo que tiene que haya que hacer sitio a 10 All-Star tranquilamente en la posición en el Oeste, y eso sin entrar en Tony Parker (que está un poco a lo de siempre), los bases de Phoenix, Rondo o Lawson, y estirando ya el chicle, Wes Matthews y Danny Green. Coño, si es que hasta Jrue Holiday está haciendo más o menos lo mismo que cuando fue All-Star (en el Este). Menuda locura.
David Chanzá
Como así lo quiere la NBA, empiezo por el Oeste y por el orden que los he elegido dentro del Ballot.
Me voy a por Anthony Davis, el hecho de que haya sido el más cogido en las Fantasys y que para muchos GMs sería la primera pieza con la que montar una franquicia, sólo ha hecho que los ‘temores’ de su temporadón se hayan visto acrecentados. Está haciendo unos números brutales, pero ya no es sólo eso, verlo en pista es una auténtica gozada…y lo mejor es la edad que tiene y todo lo que está por llegar. Pick fijo.
El Otro Gasol (o el bueno) es un candidato al MVP. Punto y final. Su temporada en Grizzlies es como ese jugador que hace 2 años ganó el Jugador Defensivo del año y que ahora lo que está creciendo y creciendo a una velocidad imparable. ZBo ha aceptado su rol y eso aún beneficia más a un Gasol que está suelto como él sólo en ataque y con ganas de probar y hacer cosas. Pick fijo de nuevo.
BOOOOOOGIEEEEEE!!! Sí amiguitos, DeMarcus Cousins es titular en mi All-Star!!! Su temporada es de traca y además se siente dominador…y pocas cosas son más buenas para un jugador que se sienta con ganas y con confianza para hacer cosas, ese es D-Bogie ahora mismo. Cierto que el tema del entrenador de Kings ha sido algo raro…y que no deja de ser Cousins y sus cosas, pero canastos! BOOOOOOOOOGIEEEEEEEEE!!!! (Mención aquí más que especial a LaMarcus Aldridge que se queda a las puertas de entrar).
Todos queremos el pendrive de James Harden y desde aquí lo pongo en el All-Star para ver si hay suerte y consigo el pen. Candidato casi no.1 al MVP, la temporada de Harden está siendo brutal. Además, creo que por el tema de su ‘defensa’ parece que se está medianamente esmerando en este aspecto, con lo cual, pues oye, un poquito más a su jugonismo. Pick fijo.
Y el último puesto del oeste va para el jugador más NBA JAM de toda la liga, Steph Curry. Este ha sido un pick fijo casi desde el día 1 de la temporada, pero además la temporada de Warriors con su batuta (ojo al papel de distribución que está haciendo Curry este año con Kerr) hacen que su elección sea mucho más clara.
Sí…he sido fuerte y no he pillado a Kobe…
Nos vamos al Este y siguiendo el orden, CuLeBron James está dentro. Vale que Cavs no está siendo todo lo chachi pilongui que todo el mundo esperaba, pero no vamos a negar que es lo mejorcito y si no fuera por él, los Cavs serían algo así como unos Magic o alguna cosa similar (vale…igual me he pasado, pero vamos).
Like a Bosh!!! Sinceramente pensaba en verano que el atraco a mano armada que había hecho el bueno de Chris con el nuevo contrato en Heat había sido de los históricos, pero oye, no! Este Bosh se parece mucho más a ese jugador protagonista en Toronto que a la tercera pieza del Big Three… así que LIKE A BOSH!
Gasol, el otro Gasol o el Gasol bueno…no se ya como llamarlo, pero vamos Pau Gasol va a volver al All-Star. Dudábamos un poco en verano como iba a encajar en el sistema de Thibs, pero la verdad es que el Sant Boi está rindiendo de una forma sobresaliente en su nueva franquicia. Cierto que el hecho de la falta de jugadores en su posición en el Este hace que su llamada al All-Star sea algo casi de sí o sí.
Cada año que pasa John Wall va creciendo a pasos agigantados. Este año, zapatillas nuevas incluidas, no ha sido diferente. El base de los Wizards es un All-Star y como tal está jugando en este inicio de temporada, así que su llamada por parte del Staff croniquil era algo que hasta él esperaría.
La temporada pasada ya se quedó a las puertas de entrar. De hecho todo el mundo habló de que su ausencia era un gran fallo por parte de los entrenadores, que son los encargados de elegir a los suplentes, pero Kyle Lowry irá este año a NYC fijo que sí. Raptors es uno de los equipos yeye de la liga, lo tienen todo y encima un base jugón de esos que nos molan.
Pues nada, que toca volver a ver el Francia-España, una semana después. Como en la primera fase de este torneo. Como en el último Eurobasket, en el que los de Tony Parker, que como bien sabéis, no está aquí esta vez, quedaron campeones. Como en 2012, en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos. Como en 2011, aquella vez, además, en una señora final. O en 2010 en la fase de grupos. Y así podríamos seguir iterando hasta 1808, o mucho antes.
Toca repetir el que es todo un clásico ya de los torneos estivales, al que España llega esta vez con mejor equipo, en casa, y con sed de venganza. Senegal, pese a que se mantuvo hasta mediados del segundo cuarto a una distancia respetable, acabó siendo vapuleada por 89-56, y eso que los de Orenga hicieron un partido regular para el estándar de excelencia que ellos mismos se han marcado en la primera fase.
Senegal planteó un partido con mucho, aunque noble, contacto pero sin un juego exterior es muy difícil ganar. No las meten de 3, y D’Almeida no es capaz de darle el más mínimo orden y sentido al juego. Al contrario que España, que tiene playmakers en casi todas las posiciones, es posible que Senegal no llegue a tener uno. Cualquier jugador del quinteto titular español, pívots incluidos, sería base titular indiscutible en Senegal.
Los africanos son un equipo cuyas únicas armas son el tamaño y el esfuerzo, lo que les acaba condenando a ser en un equipo plano y previsible. No pudieron llegar a causar problemas en los emparejamientos de sus aleros altos (altísimos), porque España estaba lista para mandar la ayuda, y no tenían capacidad de aprovechar la desventaja que ese dos-contra-uno, y a veces, incluso, tres-contra-uno generaba a su favor en otro lugar de la pista.
Y por lo que nos contó en rueda de prensa Cheick Sarr, entrenador del combinado senegalés, tampoco era aprovechar este enfrentamiento su prioridad. Sarr dio la orden a sus jugadores de ser agresivos por dentro, y tratar de forzar el cambio en los bloqueos por fuera, para poner a los interiores españoles en problemas de faltas, y eso en parte, ayudó a la condena. España esperó cerca del aro, sabiendo que desde fuera no podían castigar, sin caer en la trampa de mandar a sus hombres altos al encuentro de D’Almeida, y manteniendo la posición, formaron una muralla, que les permitía desbaratar cómodamente los intentos en la pintura. Gran trabajo en este sentido de Marc e Ibaka, ya que a Pau le dieron la tarde libre en defensa anoche.
Senegal, simplemente, no tiene mimbres para alterar el orden defensivo del rival lo más mínimo, por mucho que lo intente. Así, en cuanto España puso en marcha el ataque, y los tiros empezaron a caer, se acabó el partido.
Y en el primer partido de la tarde, Francia ganó 69-64 a una selección croata que volvió a demostrar ser su propia enemiga. Sólo vinieron a jugar Bojan Bogdanovic, que trajo el carrito del helado con todos los sabores (27 puntos en transición, cortando, tras bote, dentro, fuera…), Ante Tomic, infalible cuando le dejan, y los ratitos en los que aparece la versión agresiva de Oliver Lafayette. Tiraron un 24% de 3 (16.7% si excluimos el 3 de 7 de Bogdanovic), Ukic no pudo jugar peor partido, y Saric fue más vasallo que líder. ¿Culpa de Repesa, que ya es sospechoso habitual de este tipo de descalabros? Supongo que parte hay.
El caso es que Croacia se acercó al final más de lo esperado a base de mandar balones a Tomic, algo que sólo hicieron para inaugurar el partido y cuando estaban en un hoyo en la recta final. Ante les trajo de vuelta y las genialidades individuales de Bogdanovic terminaron de cerrar el hueco, dando a Croacia una penúltima posesión para empatar o ponerse por delante. Pero Bojan es mortal y Francia está en cuartos.
De esta manera, Les Bleus sin hacer uno de sus mejores partidos (imagino que Collet sigue encuadrando el juego de su equipo en el «comme-ci, comme-ça»), sólo necesito un cuarto, el tercero, para pasar toda una ronda de Mundial. Fournier fue el jugador más resultón de los franceses, finalizando de manera aguerrida cerca del aro, y evitando que el segundo cuarto del partido fuera el peor de todo el campeonato (y aún así…), pero era Batum el que siempre tenía en su zurrón guardada la jugada que más necesitaba su equipo, ya fuera un robo o un pase. Pero no es fácil destacar a nadie, ya que este equipo francés es mucho más coral que en otras ediciones. Sus dos mejores jugadores, Boris y Nic, son extremadamente solidarios y eso acaba contagiando al equipo.
Así que será Francia el próximo viernes. No son el jefe de la última pantalla, pero sí el villano principal y recurrente. Y al respetable siempre le pondrá mucho jugarse los cuartos con Francia. Como toda la vida se lleva haciendo.
Notas desde la primera tercera fila
– Boris Diaw no estaba para tonterías. Echó un par de broncas a sus compañeros (Lauvergne por una mala posesión defensiva, Heurtel por una pérdida) que sacarían una lagrimilla a Jerry Sloan.
– Al final del partido Nicolas Batum se fue escaleras de la grada arriba a ver a su familia, para sorpresa de los presentes, y delirio de los aficionados franceses.
– Con un equipo español más pendiente de la pintura del primero al último, el mejor defensor de la línea de tres anoche, durante la primera parte… fue Orenga. Cada vez que llegaba una opción de tiro a Senegal en la esquina izquierda de su ataque, Juan Antonio estaba preparado, pisando pista, con palmada y grito incluido.
– No sé si pudo ver en televisión, pero justo antes de los partidos se hizo un mapping (proyección 3D en la pista) muy bien recibido por el público.
Sofi Del Día
A una de mis sensaciones favoritas en una pista: los suspiros que se podrían traducir en un «No, no, no, no… ¡sí!» del público. La mejor de la tarde-noche fue en un triple lejanísimo de Markota en la recta final del partido. Recibe un pase lateral, ve a su defensor a un par de pasos atrás, y sin pensarlo mucho, la deja volar desde Split. Dentro contra todo pronóstico.
El pasado miércoles estuvimos en la Plaza Mayor de Madrid viendo a las estrellas Nike de la selección española de baloncesto presentar la equipación que lucirán en el MundoBasket que se disputará en nuestro país y saludar a toda la gente que se acercó a verlos.
La estatua de Felipe III miraba de reojo una tarde llena de basket, con un torneo 3×3 que se fue disputando desde las 3 de la tarde (por cierto, un detalle que nos flipó: llevaron varias cámaras y un control de realización que estuvo constantemente produciendo la señal que se veía por la pantalla gigante. Seguro que muchos de los que estaban allí presentes jamás había visto uno de sus triples repetidos a cámara lenta… hasta ayer), y que culminó con la llegada, cuando ya era de noche de los 6 jugadores del combinado que tienen contrato con la marca de Oregon: los hermanos Gasol, Rudy Fernández, Juan Carlos Navarro, Víctor Claver y Sergi Llull.
Como el evento no fue anunciado a bombo y platillo fuera de los círculos baloncestísticos, era curioso ver un cierto halo de sorpresa entre algunos de los viandantes de la plaza, ¿qué hace una pista de baloncesto aquí? ¿por qué hay música tan jugona? (Flavio Rodriguez en la casa)… ¡Espera! ¿¡¿Ese es PAU GASOL?!?
Hasta entre los que estaban allí, y sabían a lo que venían, la cosa tuvo su aquel. Algún afortunado pudo echar un concurso de triples junto a Navarro y Llull, la final de concurso de mates tuvo epílogo de Rudy y Claver, y los finalistas del torneo para encontrar a los baddest de la capi, pudieron hacer corrillo con sus entrenadores, los Gasol, antes de la Finalísima. No todos los días tienes a Marc a dos metros de ti levantando la mano ilusionado haciendo el signo del triple cuando te levantas como si fueras el mismísimo Mike Miller
Llevaron sólo el uniforme rojo (no hubiera estado nada mal sacar a pasear el blanco, tanto o más jugón también), que tiene como leitmotiv, gracias a sus colores, un homenaje al sol de España, en amaneceres y atardeceres, y a la velocidad, a través de las lineas cruzadas y difuminadas de los laterales También, la tipografía resalta la letra Ñ entre a‘s dirigidas en forma opuesta, que para bien o para mal, es ya seña de identidad en este equipo.
En cuanto a materiales, la camiseta forma parte de la línea Hyper Elite, con novedades como un tejido de fibras cortas en el cuello y los laterales que ayudarán con el sudor de la cara y las manos, para que no te tengas que comer el jersey, si eres de los que lo hacen, como Kobe.
Los Gasol fueron perfectamente preparados, combinando el equipaje con sus ediciones personalizadas de las Hyperdunk 2014, modelo que empezó a salir a la venta la semana pasada, con zapatillas rojas en el caso de Pau (las que aparecen en la imagen), y amarillas en el de Marc,y el resto siguió más o menos el esquema de color corporativo en sus modelos favoritos, menos Claver, que salió con unas LeBron11 Elite Team en tonos grises que daban un poco el cante, no porque quedaran mal, sino porque rompían con la uniformidad.
El kit sale a la venta a principios de agosto y lo podrás ver en acción por primera vez (suena tópico, pero en persona, encima, gana) el día 6 en el amistoso de la selección ante Canadá.
Y mientras, Nike sigue buscando a The Baddest en las canchas, en una campaña a nivel europeo, que culminará en Barcelona, y en la que tú también puedes participar