¿Demasiado pronto?

15 días ya de temporada, 110 partidos (algo menos del 10%) y muchas cosas sorprendentes en este inicio. Pero, ¿cuándo se convierten las novedades en tendencia? ¿Será pronto, o ya podemos saber muchas cosas de esta temporada con los primeros encuentros que hemos visto?

Para empezar, podemos tener una muy buena pista de cara a los Playoffs. En las últimas 5 temporadas, entre 12 y 14 de los equipos que acabaron jugando las eliminatorias por el título ya estaban en esa posición en los primeros 15 días de competición. Por tanto, atendiendo a la historia más reciente, es probable que alguno de los equipos que ocupan esa posición de manera sorprendente (Philadelphia, Boston, Charlotte o Phoenix), aguante el tirón el resto del año.

Pero veamos lo que tarda en estabilizarse una temporada NBA de manera un tanto más gráfica. Gracias a la base de datos de la NBA en NBA.com/Stats, podemos estudiar cómo va avanzando la correlación a nivel de equipo entre cualquier índice, un día dado, con su valor a final de temporada. Veamos por ejemplo lo que sucede con el porcentaje de victorias.

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R², el coeficiente de determinación, lo podemos entender intuitivamente como el porcentaje (de la varianza) del resultado final (es decir, en este caso, los registros de victorias y derrotas a final de temporada de cada equipo) que conocemos en ese punto. Como veis, el primer día de la temporada es prácticamente 0: que un equipo gane o pierda su primer partido no nos dice prácticamente nada de cómo quedarán al final. Pero según van pasando los partidos, la evidencia sobre qué equipo es bueno y cuál malo aumenta, más rápidamente incluso de lo que puede parecer.

En béisbol, la niña bonita de los analistas estadísticos deportivos, está ya más que estudiado cuando las pequeñas muestras del principio de la temporada se pueden empezar a considerar más o menos estables. Y ese punto es cuando el coeficiente de correlación es 0.7, y por tanto, R², el cuadrado de ese valor, es de 0.5, es decir, el punto en el que se explica el 50% de la varianza final. ¿Quiere decir esto que todo el pescado queda vendido llegado a ese momento? Por supuesto que no. Hay lesiones, traspasos, estados de forma, casualidades del calendario… pero una vez en ese 50%, ya es un momento de tomarse algo más en serio lo que va sucediendo, y empezar a pensar que mucho de lo que vemos, en cuanto al rendimiento de un equipo, comienza a ser real. Las muestras ya no son tan pequeñas.

¿Y cuánto se tarda en llegar a ese punto en baloncesto? ¿Finales de año? ¿El All-Star Break? Pues, viendo la historia reciente, no. Cualquier día de estos. El siguiente gráfico muestra como avanzó el coeficiente de determinación jornada a jornada las cinco últimas temporadas (incluyendo la comprimida de 66 partidos de 2012). Respecto al porcentaje de victorias, se llegó al 0.5 entre el 6º y el 24º día de competición. En 3 de los últimos 5 años, ya habíamos alcanzado ese punto a estas alturas.

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Pero hay otro indicador que se estabiliza aún más rápido. Ya hemos hablado en la que tal vez no sea tu página favorita (pero es en la que estás ahora), de cómo y por qué el margen de victoria tiene más valor predictivo para conocer lo que va a suceder que las victorias y derrotas simplemente, y en las cinco últimas temporadas, el valor de 0.5 en el coeficiente de determinación del diferencial de puntos por 100 posesiones, ya había sido alcanzado a estas alturas, por lo que pese a que los equipos de la NBA sólo hayan jugado unos 7 partidos en media, y se hayan enfrentado a pocos rivales, el diferencial ya no es una muestra pequeña, y nos pinta un dibujo algo más fiable.

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A modo informativo, el diferencial resta mérito al comienzo de temporada de OKC (3º en victorias, 8º en ventaja por 100 posesiones) y Charlotte (18º vs. 27º) y tiene a Washington entre los 8 mejores del Este, pese a que están a la cola en partidos ganados junto a Detroit. El método no es perfecto, pero será interesante prestar atención a estos casos.

Como es lógico, no todas las estadísticas se estabilizan de la misma manera. El rebote por ejemplo, es mucho más irregular, y parece que es más interesante en este caso esperar a cumplir al menos un mes de competición para empezar a tomarse las muestras en serio. Por tanto, es una invitación a tener calma con ejemplos como el de Toronto, que han subido de la 20ª a la 2ª posición provisional. Además, el ataque y las estadísticas asociadas, parecen estabilizarse más rápido y mejor que las de la defensa, así que confiad primero en los avances en esta área.

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En definitiva, aunque todavía no se puedan sacar conclusiones definitivas, y haya muchísima tela que cortar aún, empezamos a tener una buena visión general de cómo están situados los equipos en el panorama NBA. No significa que en casos puntuales tengan que echarse a temblar (Charlotte, con el segundo peor registro al final, empezó 7-5 el último año, e Indiana, el equipo de moda y pateador oficial de culos en este inicio de temporada, comenzó 4-7), y el aumento generalizado del uso del triple va a convertir la NBA en una materia mucho más impredecible (ya hablaremos), pero cuidado, porque no es tan pronto como podíamos pensar.