Reconstrucción activa

Hay un término que se utiliza mucho en la NBA y ese es el de la reconstrucción. Estamos acostumbrados a oírlo en esos equipos que son elecciones altas en el Draft año tras año y que mediante picks están intentando construir los cimientos de un nuevo equipo de cara a poder cubrir sus objetivos.

Las reconstrucciones se pueden hacer mediante el Draft, como hemos comentado antes o también mediante traspasos, pero siempre el denominador es común, equipo fuera de la élite intentando meterse ahí.

Lo que no es tan normal es tener casi que aplicar ese término a un equipo ya metido ahí arriba y que en poco tiempo ha dado un cambio radical en su estructura. Y ya sí que es muy raro, pensar en esos términos en una franquicia como San Antonio Spurs.

El equipo de Popovich, después de 20 años no va a tener en esta temporada a ninguno de sus jugadores míticos y que tenemos todos en mente, fuera Duncan ya hace un tiempo, Ginobili decidía dejarlo después de una carrera que le meterá sin duda en el Hall Of Fame, pero lo que nadie esperaba era que Tony Parker este año tuviera el Jumpman en su camiseta y se fuera con su colega Batum a North Carolina.

Además, todos sabemos lo que ha ocurrido con Kawhi Leonard, pero por si has estado más allá del corredor de Kessel y no has podido saber qué ha pasado en la NBA, el ex-2 de Spurs ahora está más allá del muro en Toronto Raptors después de una temporada donde a parte de fastidiarme a niveles cósmicos la Fantasy, sólo ha jugado 4 ratos (bueno 9) y en la franquicia de Lupitalandia ya no se contaba con él desde hace tiempo.

De hecho, el equipo el año pasado llegó a las 47 victorias y entrando en los PO cuando no mucha gente lo daba por hecho.

Pero claro, el hecho de irse Leonard, como buen traspaso, ha hecho que otro jugador haya llegado a los dominios de Popovich, y ese no es otro que DeMar DeRozan, el cual viene de jugar su mejor baloncesto en unos Raptors que si no hubiera estado LeBron, hubieran sido de lo mejor del Este.

La llegada de DeRozan y la salida de los míticos jugadores (y aquí vamos a incluir a Danny Green) han completado todo este proceso de reconstrucción activa, por llamarlo de alguna forma, donde poco a poco se ha ido cambiando una plantilla mítica, a algo totalmente diferente y que empezará la temporada este año.

A parte de DeRozan, Popovich ha incorporado a sus filas a Poeltl, Belinelli, Cunningham y un más que interesante pick de nombre molón llamado Lonnie Walker IV. El pivot austriaco es un jugador muy a lo Spurs, ese europeo (o no-americano), que pocos conocen y que rinde de una forma no esperada a las órdenes de el mejor entrenador de la NBA. Por otra parte, Belinelli ya conoce qué se cuece por Lupitalandia, mientras que Cunningham es un jugador de intendencia que aunque el año pasado no rindió como se le esperaba en Nets, su trayectoria en New Orleans ha sido siempre más que decente.

Con todos estos cambios el vestuario de Spurs es algo desconocido y donde solo Patty Mills se queda como pieza clave de esos Spurs que destrozaron a Miami Heat en una de las demostraciones de juego más impresionantes que recuerdo en una pista de baloncesto, corría el año 2014, Leonard era el MVP de las finales y uno de los jugadores más desequilibrante de la liga. 4 años después, sólo un aborigen queda de aquello.

Atrás quedó Duncan, atrás quedo Manudo, atrás quedó Parker y a Leonard ni se le esperaba el año pasado, por eso todo es nuevo y la gran incógnita de cómo irá el sistema con Aldridge y DeRozan como piezas clave va a estar ahí.

El ex-Raptor llega cabreado. No le ha gustado nada su salida de Toronto, donde hace más bien poco decidió seguir y apostar por esa franquicia para ser la pieza clave del proyecto e intentar convertirse en su mejor jugador…de la historia. Pero la NBA no tiene sentimientos y eso se fue fuera. Ahora DeMar llega a un ambiente totalmente diferente, donde la filosofía general está por encima de la particular y donde Popovich es quien manda de todo y absolutamente todo.

Pero vamos a pensar todos juntos. ¿Qué es lo que siempre más le ha gustado a DeRozan? ¿y a LaMarcus? ¡Sí! los tiros largos de dos, algo que la liga está intentando dejar como algo del jurásico con sistemas como el MoreyBall y que parece que va a ser una marca de la casa con Popovich, con dos jugadores que se lo pasan en grande tirando en ese espacio tan maravilloso que hay desde la zona hasta la linea de 3. Podemos ver baloncesto de otra época, de hace unos 10 años, donde un buen tiro exterior hacía daño desde allá donde se tirara. Claro, esto es solo un sueño húmedo de una tarde de octubre, pero si los dos juegan a su nivel, DeRozan repite algo similar a lo del año pasado, todo esto con el sistema de Popovich donde todo el mundo suma, podemos estar ante una de las grandes sorpresas del Oeste… y qué raro suena eso de que Spurs puede ser una sorpresa, cuando han venido haciendo lo mismo durante más de 20 años.

RC Buford y Popovich han reconstruido y lo han hecho de una forma activa, sin casi hacer ruido, pasando de una situación casi dramática con la salida de sus mitos y el traspaso de un jugador que cuando está disponible es un top 5 de la NBA, a una donde todo el mundo está expectante y donde su mejor cara, puede resultar tremendamente positiva de cara a ellos y de cara al espectador.

Así que este año seguiremos otra temporada buscando a Lupita, pero esta vez con nuevos protagonistas.

PO Desde El Sofá (I): El interruptor está encendido.

Los Warriors ganaron cómodamente (113-92) el primer partido de estos Playoffs 2018, y por una noche al menos, disiparon las dudas que habían levantado en el tramo final de la temporada: su defensa brilló, con el nivel de esfuerzo y compromiso de las grandes ocasiones y la competitividad que no siempre hemos visto en ellos este año, por fin estuvo presente.

Los jugadores de Golden State fueron demasiado grandes y rápidos (difícil ganar en ambas) para los Spurs, y se deshicieron de ellos con bastante facilidad, sin necesidad de fuegos artificiales. Cimentaron el triunfo en el trabajo cerca de su propia canasta, por lo que no tuvieron que brillar en exceso al otro lado de la pista para llevarse la victoria.

Kerr empezó la serie con sorpresa sacando a Iguodala y McGee de titulares junto a las tres estrellas sanas del equipo, quinteto que curiosamente estaba inédito esta temporada. El tamaño y la longitud de este grupo fueron demasiado para los Spurs, y la punta de lanza al principio, fue el díscolo McGee, que comenzó con 4 de 4 en tiros de campo, y una impoluta defensa sobre Aldridge, que no veía la luz del día detrás de los largos brazos de JaVale.

La primera decisión de Popovich (quién sabe si influido en algo por el cambio de quinteto en GSW), fue poner a Danny Green sobre Draymond Green, con la idea de que quedara como hombre libre, sin intención de defenderlo demasiado. El que se aprovechó de esto fue Durant, que cubierto por Anderson, lograba forzar cambios al bloquear sin balón a Thompson, que le dejaban emparejado con Mills, sobre el que anotaba con extrema facilidad.

San Antonio no lograba llegar a la pintura de Golden State, ni crear separación alguna para tirar, y a los tres minutos y medio, Pops pedía el primer tiempo muerto de estos Playoffs. No sirvió para mucho, porque a la vuelta, los Warriors se seguían divirtiendo jugando para McGee y aprovechando los cambios incondicionales de la defensa de San Antonio para anotar desde el poste. Lo único que revitalizó a San Antonio fue la entrada de Ginobili, que era el único capaz de atraer fuera de su sitio a la ayuda para crear una ventaja, mientras Durant lideraba a los compañeros que habían salido del banquillo. San Antonio finalizaba el primer cuarto 11 abajo, y anotando tan sólo 17 puntos, tres de ellos de Manu sobre la bocina tras robar un balón y cruzar toda la pista. Un desastre que nos trajo de vuelta al Pops más arisco y lacónico en la entrevista con Lisa Salters.

En el segundo cuarto Gay también insufló algo de vida al ataque de San Antonio, pero los Warriors respondían con canastas fáciles, fruto de la malísima comunicación defensiva de San Antonio en los cambios, que increíblemente, parecían un equipo poco preparado para el rival y el escenario. Aldridge pudo anotar algo al volver a pista y encontrarse a David West, y el acierto en triples de San Antonio mantenía el partido a una distancia remontable, pero las impresiones eran de que, dijera lo que dijese el marcador, la diferencia entre ambos equipos era inmensa. La vuelta de los titulares Warriors a cancha para cerrar el periodo volvió a fortalecer la defensa, y bloquear de nuevo a San Antonio, que metieron sólo un tiro de campo en los últimos minutos, y se marcharon al descanso 16 abajo, con otro premio (casi) sobre la bocina en forma de tiros libres para Rudy Gay.

Insertando al alero como titular en la segunda parte en lugar de Slow Mo Anderson, que apenas jugó, y no resultó efectivo cuando lo hizo, buscando a McGee en movimiento poniéndolo en el p’n’r (en lugar de atacarlo con Aldridge de espaldas) y siguiendo con el acierto desde el triple, San Antonio tuvo sus mejores minutos para abrir el tercer periodo, pero la diferencia apenas menguó porque coincidieron con el Klay más inspirado, que provocó 3 faltas de Dejounte Murray en apenas dos minutos. Popovich, hizo algo muy particular, ya que después de la segunda de ellas, le mandó al banquillo por una posesión para comentarle algo rápidamente, y le devolvió a pista de inmediato. Pero con la tercera seguida (cuarta en total del partido hasta el momento para él), que al menos ya no fue de pardillo, no tuvo otra elección que volverle a sacar del partido. Thompson seguía sin fallar, y la ventaja llegaba a la veintena, con Popovich enarbolando la bandera blanca, literalmente, sacando a Derrick White, a pista antes de que acabase el tercer cuarto, que se cerró con triples de Draymond Green, mejor en defensa que en ataque.

Los Warriors mantendrían a los titulares un poco más en pista, pero el partido estaba efectivamente finalizado. Klay acabaría con 27 puntos en 11/13 en tiros de campo, Durant con 24 a la chita callando, y McGee con 15 en apenas 16 minutos en pista: funcionó tan bien que se ve que Kerr lo quiere en pequeñas dosis. Los Spurs fueron liderados por Gay con 15 puntos y tanto él como LaMarcus casi se marcan un «más tiros que puntos».

A San Antonio le costó muchísimo anotar, y parecieron un equipo débil y otra velocidad que su rival. No aprovecharon la baja de Curry en absoluto, ya que no penalizaron los quintetos con malos tiradores de los Warriors, concediendo en su lugar emparejamientos flácidos, cuando no directamente fallidos, en los que prácticamente regalaban puntos a los Warriors. Mucho tendrá que pensar estos días Popovich, desde el estilo de juego hasta la rotación, para evitar otro correctivo como este.

Sofi del día: Nick Young no estuvo en la rotación hasta que llegaron los minutos de la basura… y si la justificación para hacerlo es el look con el que se presentó al Oracle… nos parece más que correcto:

PO Desde el Sofá (XIX): Si yo tuviera una escoba…

San Antonio hizo sudar a Golden State, pero el resultado fue el mismo: los Warriors se llevan una nueva victoria, hacen pleno al 11, y en la madrugada del lunes al martes podrían cerrar su pase a los Finales por tercera temporada consecutiva.

Los Warriors atacaron desde todos los flancos, colgando 120 puntos, pero a diferencia de los últimos seis cuartos de baloncesto, no se pudieron separar con una ventaja que pareciera insalvable para San Antonio hasta el final.

Golden State empezó con McGee de titular por lesión de Pachulia (aunque sí contaron con Iguodala) y Popovich decidió hacer al equipo pequeño sacando a pista a Kyle Anderson de titular. Los Warriors parecieron intentar empezar el partido en modo Leyenda, como cuando Larry Bird se dedicó un partido a anotar con la izquierda, e hicieron a McGee el foco de su ataque. El pívot anotó los 7 primeros puntos del equipo y 11 en el primer cuarto, con Golden State jugando despreocupados, con pérdidas no forzadas y el pie muy lejos del acelerador. Aún así, iban por delante de unos Spurs que tenían que trabajar cada canasta y donde ninguno de sus titulares se sentía cómodo, incluido el supuesto líder, Aldridge, que erró varias ocasiones antes de enlazar dos suspensiones seguidas.

Con la salida de jugadores del banquillo de San Antonio, los Spurs llegaron a ponerse por delante, dirigidos por el rejuvenecido Ginobili y David Lee, que anotaba sobre Draymond Green en el poste como si este no fuera el candidato número a uno a DPOY. Pero como a perro flaco todo son pulgas, Lee se lesionó en la rodilla en un 2+1, y San Antonio no sólo lo perdió para el resto del encuentro, sino que tuvo que jugar un minutillo con Joel Anthony (elegido por los Warriors para tirar el tiro libre), porque Pop prefirió guardarse el tiempo muerto y esperar al siguiente parón del juego. Con el cuarto (prácticamente) acabado, los Spurs estaban en una buena posición: 6 puntos por encima, y Curry y Green habían cogido dos faltas tempraneras, pero no pudieron cerrar el cuarto como Dios manda. Tras tiro libre, y con sólo 1.1 segundos en el reloj, West fue tan listo de encontrar a Clark a toda pista para una desmoralizante bandeja sobre la bocina, que turbaba un poco el entusiasmo local. Imagino un respiro de alivio de Doris Burke por estar en San Antonio y no tener que entrevistar en ese momento a Popovich.

Pese a este detalle, los Spurs seguían por delante y jugando mejor al comienzo del segundo cuarto, pero Mike Brown (sí, Mike Brown) cambió el partido con una valiente decisión: dejar a Curry en pista cuando con menos de 15 minutos de partido jugados, ya llevaba tres faltas. Brown sacó a los titulares de nuevo al completo, los Warriors lograron su primer gran parcial, a la postre no volvieron a estar por detrás en todo el partido y Steph Curry acabó la contienda con… tres faltas.

Simmons era el único jugador que daba la réplica a unos Warriors en los que McGee era aún el máximo anotador, pero todos estaban haciendo daño, mientras Aldridge continuaba con una primera parte de pesadilla sin poder anotar y viendo cómo se le escurrían los rebotes de las manos. Con Green como único hombre alto (el casi Quinteto de la Muerte, con Livingston por Thompson) la ventaja de los Warriors pasaba por primera vez de 10 antes del descanso.

Al reanudar el partido, Aldridge estuvo más espabilado, anotando 7 puntos consecutivos, lo que unido a las pérdidas de Warriors, volvió a poner a San Antonio cerca. Brown volvió a otra versión bastarda del Quinteto de la Muerte (McCaw por Iguodala) esperando provocar una reacción, y dando espacio a Curry para sus diabluras como penetrador, pero los Spurs, también con 4 bajitos, les ganaban la mano en los tableros y mantenían el partido igualado ante una defensa Warrior más porosa de lo habitual.

Entonces fue cuando, a mitad del tercer cuarto, Durant empezó a cocinar y la ventaja llegó de repente a 18, acabando efectivamente el partido. La única réplica venía de Ginobili que tras apenas jugar en el segundo partido volvió a ser el MVP del equipo en ausencia de Leonard, y dejó la jugada de la noche, cuando dividió un bloqueo pasando el balón entre las piernas de West con su mano mala. El banquillo de los Warriors no cedió terreno ante unos Spurs que volvieron a jugar con dos grandes en el último cuarto, pero no pudieron reducir la ventaja.

Golden State se terminó imponiendo, todos sus jugadores parecen estar en buen momento de forma, e Iggy está disponible de nuevo. En San Antonio, Kawhi sigue siendo incógnita para el tercero, y es posible que la decisión sobre si juega o no diga mucho de la ambición del equipo respecto a no ser barridos. Sería la tercera vez en la era Popovich, primera desde 2010, por lo que habiendo ocurrido ya, no creo que preocupe en exceso a la franquicia. Veremos el lunes martes.

Sofi del día: Hasta en tres ocasiones, tres jugadores distintos (Curry, Durant, Iguodala) de los Warriors perdieron la pelota, aunque no cuente así en el box-score, por tirar triples lejanos sin sentido, sólo por tratar de aprovecharse y sacar falta de tres tiros. Ver el hecho repetido hace pensar que era algo premeditado, pero no les pudo salir peor, porque los árbitros no pitaron (¿o picaron?) ninguna de las tres. ¿Seguirán intentándolo en próximos encuentros?

PO Desde El Sofá (XVI): Colorín colorado

Sin Leonard ni Parker los Spurs se van a la Bahía, diciéndole a los Rockets «vida mía, qué calor; qué calor, qué calor, tengo; qué guapa soy, qué tipo tengo«. 39 puntos de diferencia anoche, mayor paliza de estos Playoffs y mayor victoria a domicilio de toda la temporada.  Con en el equipo rival jugándose la vida, parece mentira. Pero ciertamente no lo es.

Aunque el quinto pudo caer de cualquier lado, este sexto, sólo tuvo un color, y no fue el rojo de los Rockets. Los de Popovich han logrado poco a poco eliminar los rasgos de identidad de Houston, que sin (tantos) triples ni tiros libres no tienen más a lo que agarrarse para competir a este nivel. Con un Harden desconocido, que no intentó un tiro de campo en el primer cuarto, no anotó fuera de la línea de tiros libres hasta la segunda parte, y que pasó medio partido con más pérdidas que puntos, los Rockets no fueron rival para los consistentes aunque mermados Spurs.

Salió un notable Jonathon Simmons en el lugar de Leonard en el quinteto titular, y D’Antoni volvió a apostar por Gordon en el quinteto titular para sacar a Anderson desde el banquillo, lo que dejaba a Harden defendiendo dentro, habitualmente a Pau Gasol. Fueron el español y Aldridge los que con posteos y rebotes ofensivos empezaron castigando a Houston y montando las primeras ventajas. Los Rockets, con Harden más pendiente de pasar que de anotar, perdían el balón y las oportunidades de seguir a San Antonio en el marcador.

Cuando el base reconvertido se fue al banquillo, los Rockets tampoco eran capaces de pasar la pelota por el aro. Mills desde el triple abría el primer gran hueco y cuando el candidato a MVP volvía a pista tras unos minutos de descanso en el segundo cuarto, la diferencia ya era de 18. Sólo Ariza, enchufadísimo desde el triple en casi toda la serie, y Capela, parecían tener ganas de jugar. Los dos jugadores que tenían que servir de generadores secundarios, Gordon y Williams tampoco mostraban interés o precisión, y sin resistencia, a San Antonio le bastaba con seguir el plan para continuar ampliando la ventaja. Houston era el equipo triste del año pasado, no la máquina que vimos, sin ir más lejos, hace un par de partidos, y el resto del partido fue una visita al purgatorio.

Aldridge no fue perfecto pero jugó su mejor (y más cómodo) partido y Pau volvió a parecer un protector de aro de élite. Popovich pudo aprovechar para dar carrete a dos jugadores inexpertos a los que va a necesitar en la próxima ronda, Simmons y Murray, y estos respondieron. San Antonio no tuvo siquiera que jugar el baloncesto explosivo que se presupone a una paliza de este tipo en 2017: la hemorragia de Houston fue interna.

En el polo opuesto, la noche de Harden, que sólo ha estado brillante en momentos muy puntuales en estos Playoffs, pero que ayer se marcó el partido más decepcionante que es posible imaginar. Fue la clase de actuación que hace pensar que hay algún problema detrás. No se si será físico, psicológico, sentimental, resaca de un quinto partido psicotrópico (que perfectamente le pudo dejar una conmoción cerebral, tras un codazo de Gasol que no pareció para tanto) o la maldición de Lil’ B a tope de power, pero el resultado fue tan paupérrimo que lo único que no parece es un simple mal día. Por lo que probablemente, lo será.

Los Playoffs siguen y los Spurs tienen un día más para recuperar a Leonard porque no se enfrentan a los Warriors hasta el domingo. A los Dioses del Baloncesto pedimos un poco más de lo que aquí hemos visto.

Sofi del día: Jimmy es un ídolo entre otras muchas cosas porque pese a que le gusten delgadas no se va hasta que canta la gorda. Quiere por igual a James Harden que a Bryn Forbes: si ha pagado, se ve el partido enterito.

PO Desde El Sofá (XXI): Billy tiene un plan

Respiremos todos juntos.

Hace poco más de un par de días hablábamos de que tremendos estaban siendo Spurs con su forma de jugar, con Leonard en modo DIOS, etc, etc, etc… Hablábamos de unos Thunder que eran egoístas, del mal rollo entre unos y otros, que nadie habla al entrenador, etc, etc, etc…

Ahora todo ha cambiado y como se dice en estas ocasiones, ni lo uno ni lo otro, pero vayamos por partes.

3-2. Thunder está con el factor cancha a favor y puede cerrar la serie en su pabellón frente a su chillona gente en una de las mayores sorpresas que se han visto en bastante tiempo en los PO, pero…¿cómo lo han conseguido?. Billy tenía un plan.

La solución ha sido huir del Small Ball que está tan de moda en la NBA y aplicar un Big Ball, por llamarlo de alguna forma, sin probablemente tu mejor pivot en pista. Extraño. Sí y mucho, pero funciona a la perfección.

El Quinteto Big Ball de Thunder es el siguiente: Westbrook, Waiters, Durant, Adams y Kanter. Así de sencillo y claro. Podéis ver los últimos partidos y enseguida veréis que cuando OKC sale con estos 5, ‘casualmente‘ coincide con una pajara de Spurs que se pueden atribuir a varias cosas. Por ejemplo, nuestro amado LaMARCUSSSSSS no se encuentra nada cómodo defendiendo tan dentro en la pintura a un Kanter o incluso a Adams, se le ve mucho más suelto con Ibaka, el cual ha alejado poco a poco su juego a lo Pau Gasol, lo cual le hace más ‘moderno‘ por decirlo de alguna forma, pero también más cómodo de defender.

Estos dos 5 dentro muestra algo que hemos estado viendo este año y que en el fondo de nuestro corazón no queríamos admitir, Duncan está para pocos trotes y parece más un ex jugador que el mejor PF de la historia. Triste, pero es la verdad.

Luego tenemos a Westbrook que es más listo de lo que a veces puede parecer y siempre que puede va a por Parker, el cual, como Duncan, tampoco es el que era y con el ritmo de Westbrook, pues eso no puede.

Pero sobre todo, el equipo de Donovan ha dado una vuelta a la tuerca de la defensa que no se había visto en toda la temporada, muestra de ello es esta jugada que la gente de SB Nation ha sacado en un maravilloso vídeo:

Mola ¿eh?, pues estos son los nuevos Thunder que ha cortocircuito a Spurs, con un quinteto alto a lo vieja escuela y haciendo cosas que antes poco habíamos visto.

Pero no todo está perdido para Spurs. Si alguien puede salir de algo así es Popovich, además con un Leonard que cada vez es más completo en todos lados, hará falta ver que tiene escondido para el partido en OKC, el cual…quiero ver YA.

Sofi Del Día: A la NBA por poner toda la prorroga del Warriors v Blazers en Youtube

PO Desde El Sofá (XIII): Puñetazo en la mesa

La pareja de superestrellas en el partido de anoche fue la formada por LaMarcus Aldridge y Kawhi Leonard, y San Antonio machacó ayer a los Thunder, con una victoria final por +32, jugando el partido perfecto.

Los Spurs se marcharon desde el principio, con un 16-7 inicial y 43 puntos en el primer cuarto y OKC jamás llegó a acercarse. Pusieron el pie en el cuello de Durant y compañía tanto en ataque como en defensa, con una ejecución impecable, mientras además cumplían con la parte más caprichosa del juego: meter los tiros. La prueba de lo mucho que sacaron a OKC del partido, además de la evidente, es que hicieron hasta ¡cuatro! faltas a tiradores de triples en la primera mitad. Si hay un mayor síntoma de vacilación, no se me ocurre.

Con San Antonio metiéndolo TODO y sin cometer fallos,  los Thunder se las tenían que ver una y otra vez con una defensa bien posicionada, con Leonard en Westbrook y Green en Durant, pero cambiando en los bloqueos para tener siempre un hombre delante del atacante. Mientras que en San Antonio todos metían su canasta tal y como salía en el guión, en OKC sólo funcionaban los rebotes en ataque de Adams, los tiros de Ibaka, y las raras veces que conseguían poner el balón en manos de Durant cerquita del aro.

Donovan montó mal el puzzle defensivo de OKC, y su primera idea se cayó por su propio peso: Adams no demostró poder seguir el ritmo a Aldridge en el perímetro, y tuvo que volver a poner a Ibaka con él, pero ya era demasiado tarde. LaMarcus, que hizo 38 puntos en 23 posesiones de tiro, ya estaba enchufadísimo y pudo también con Serge.

Parte de la masacre fue acierto desmedido Spur que no se mantendrá durante una serie entera, pero hubo verdaderos problemas defensivos en OKC de comunicación, de esfuerzo en sus estrellas o habilidad en sus secundarios. Las ayudas no llegaban ni al aro ni a la línea de tres, y mientras que San Antonio parecía jugar con uno más en defensa (con Roberson en pista sobra el parece), en los Thunder resultaba justo al contrario.

San Antonio ejecutó el pick’n’something con precisión, con sus hombres altos anotando fácil si necesitaban abrirse, y sus bases acertando con las ventanas de pase, no importa cuan estrechas. Y una vez que ese dos contra dos lograba la ventaja, esta era definitiva: no había un tercer defensor para molestar. En ningún momento necesitó el carrusel de pases que son capaces de montar, porque con la primera acción era suficiente.

Mientras, en el otro lado de la pista, y como OKC no funciona así, les bastaba con desbaratar esa primar intentona para salir indemnes. A diferencia de Golden State, que asienta el juego exterior para obligarte a salir de la cueva, y luego te castiga dentro, los Thunder primero percuten, y luego intentan recoger los frutos en el resto de la pista. Un equipo te estira y el otro te contrae, y San Antonio, con sus dos hombres altos y sus veteranos, están más preparados para hacer frente a lo segundo. Bien parapetados y jugando juntos y sin tener que defender a la carrera, niegan gran parte de la ventaja atlética de los Thunder. Y sucede lo de anoche.

Pero al final, el consuelo para OKC es que esto es sólo una derrota: cuenta lo mismo que perder por un palmeo sobre la bocina. Por muy mala pinta que tuviera.

Sofi del día: Entre la tranquilidad del resultado y la presencia de Sager, Popovich hizo la entrevista en pista más placentera de la Historia: no pareció un sociópata ni nada.

El Podcast Desde El Sofá: Ep. 68 – Top 10 Agencia Libre

Hemos vuelto! Cual Terminator o Ave Fénix, El Podcast Desde El Sofá vuelve por todo lo alto analizando nuestro Top 10 de la Agencia Libre, es decir, esos traspasos o firmas que más nos han impactado/interesado.

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PO Desde El Sofá (VIII): East by West

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Quizá porque Memphis queda a la ribera este de Mississippi, y hay un Portland que es la ciudad más grande de Maine, este partido tuvo cosas de la otra conferencia. No dejéis que el resultado, 115-109, os engañe. 37 puntos llegaron en los dos últimos minutos, y ningún partido ha tenido más tiros libres anotados en lo que llevamos de Playoffs ni de cerca: 65 entre ambos equipos.

Los Grizzlies estuvieron por delante en el marcador de forma ininterrumpida desde su primera posesión en ataque, y mantuvieron la ventaja en una horquilla de 6 y 14 puntos durante 32 minutos de juego, hasta que un triple de Batum a falta de 2:23 ponía a los Blazers tan solo a 3 puntos. Entonces, un poquito de Tony Allen, en un corte a canasta, defendiendo bien un triple de Lillard, y saliendo a la contra de esa misma jugada, y Portland se quedaba a 9. La distancia no bajó de dos posesiones, pese a los intentos de CJ McCollum de despistar a los boxscoristas, porque nadie en Memphis fallaba tiros libres.

Los Grizzlies son en líneas generales muy parecidos a los Blazers, pero hacen todo un poquito mejor. No han parado de dominar a este equipo durante los Playoffs, ni en temporada regular. Si el factor diferencial de Portland, Lillard, no destaca, no pueden superar a Memphis a su mismo juego.

Dame ha perdido la magia desde las elecciones al All-Star, está en 3 de 18 en triples en esta serie, y no puede parar a cualquier jugador que los Grizzlies le pongan delante en defensa. Y eso que ayer, por la lesión de Udrih y el mal golpe que se lleva en la cara Conley, tuvo que ser Nick Calathes, en pista los 16 últimos minutos de partido enteritos.

Ayer tuvieron la mejor versión multi-instrumentista de Batum (27/6/4 en 18 tiros), Aldridge encontró ritmo en sus canastas imposibles a partir del segundo cuarto y, antes del maquillaje final, McCollum hizo mucho daño a Grizzlies cuando se enfrentaban las segundas unidades, ayudando a que no echaran mucho de menos a Afflalo, con problemas de faltas.

Pero Marc Gasol dejó claro desde el principio del partido con un par de tapones que en la zona de los Grizzlies no se metían canastas con él delante y Randolph aguantó las embestidas de Aldridge, que no puede acercarse al aro tanto como quisiera o debería ante Z-Bo. Los Blazers se vieron obligados a ganar desde la distancia, y aunque lo hicieron bien, no fue suficiente para seguir el ritmo.

En los Grizzlies, el esfuerzo colectivo habitual: empezó muy bien Courtney Lee, con un primer cuarto de jugón, salvando a los Grizzlies cuando las posesiones se acababan. Conley mientras estuvo en pista, hizo mucho daño en el dos-contra-dos con Gasol, llegando al aro cada vez que Lopez leía mínimamente mal sus intenciones. Randolph fue un goteo continuo para Portland, zafándose de LaMarcus con el bote desde el codo de la zona, y Marc posteó con soltura, metió de media distancia cuando el pívot rival le ignoraba, y se marcó un 13 de 14 en tiros libres. Prácticamente no tuvieron un bache nunca, anotaban regularmente, sin prisa pero sin pausa, contestando metódicamente a Portland.

Memphis dominó la zona estratégica donde esta serie se iba a decidir, el Australia de este enfrentamiento, a ambos lados de la pista. 3-0 para ellos, y para nosotros, partido feo, con Carlesimo que parecía que venía a retransmitir straight outta el bingo más cercano, un equipo arbitral pitando soplapolleces sin balón, un público letárgico porque temen que lo que tienen delante es ya su bestia negra, 26 minutos de Calathes y 17 de Kaman, y Batum poniendo caras dignas del mismísimo Nicolas Cage cada vez que pitaban una falta.

Los hemos visto mejores en estos Playoffs.

Sofi del día:

La jugada más espectacular del partido fue un mate de Kosta Koufos.

No, en serio

Ni tan mal tampoco, ¿no?