El sábado por la noche volvimos atrás en el tiempo, a una época en la que los gifs animados de Steph SúperSayan y los triples de 9m eran el menú del día.
El sábado 28 llegábamos al Oracle Arena en una tarde primaveral. Las instalaciones de un campeón de la NBA no defraudan, buena visibilidad incluso desde la tribuna superior, mucha oferta de comida rápida y hasta alternativas a la terrible Bud Light.
El año del Gallo (al curry)
Este sábado se celebraba el año nuevo chino y todo estaba preparado, camietas especiales de los Warriors, Cheerleaders chinas, espectáculo con monjes shaolin, hongbaos cayendo en paracaídas, dragones de papel y hasta tortura china, la que recibieron los Clippers.
El partido en si tuvo poca historia, unos Clippers que sufrían para anotar pero aguantaban bien la defensa en transición y sobrevivían haciendo la goma hasta mediado el 2º cuarto, en ese momento los Warriors empezaron a enchufar y la guinda la puso un triple desde campo propio y sobre la bocina de un Curry, al que en la celebración casi ajusticia Draymond Green.
Tras el descanso y con media grada todavía en los pasillos, servidor incluido, los Clippers intentaron reducir la ventaja pero lo único que consiguieron es despertar al Curry de la temporada pasada.
La CurryXperience en directo es diferente, sin tantas repeticiones como en televisión lo que tienes a tu alrededor es asombro, risas y gente de pie sin entender lo que está viendo. La gravitación cambia y todo circula a su alrededor. 25 de los 45 puntos de los Warriors en el 3º cuarto fueron suyos y ahí se acabó todo.
El último cuarto sirvió para procesar lo visto, acabar la cerveza y esperar a ver si el banquillo profundo era capaz de llegar a los 150 puntos sin prórroga.
Esta vez no hubo suerte y la seguridad de los Warriors no nos dejo llegar a nivel de pista para cumplir con la foto protocolaria, queda pendiente para el futuro.
En El Podcast Desde El Sofá de hoy hablamos Cleveland Cavaliers, de los pasos, de Clippers, de JaVale McGee, de la defensa de Raptors, contestamos ASK y acabamos con las recomendaciones semanales…todo ello con la aparición estelar de Siri.
Puedes también oirnos en iTunes,en iVoox y en YouTube. También puedes preguntarnos lo que quieras en nuestro Ask.
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
3. Esos han sido los partidos que hoy he podido ver. Ni los más viejos del lugar recuerdan algo así, yo al menos, no lo recuerdo, así que sólo por eso, así se llama la PO Desde El Sofá de hoy, con lo cual, vamos a hablar un poco de cada partido, además lo haremos en orden y sin marcador simultáneo de la muerte de la ESPN.
La primera parada de nuestro Threepeat particular nos lleva al mejor pabellón de la NBA para muchos, el mítico Fieldhouse de Indiana. Allí, como todos los partidos de la noche de viernes a sábado y como dice la promo, Win Or Go Home, en este caso la situación así era para los locales, los cuales llegaban al partido después de un apocalíptico último cuarto más allá del muro que les hizo perder la oportunidad de apuntillar en casa.
Por ello el inicio de partido parecía clave para todos, pero oye, no fue así, ya que Raptors salió muy enchufado incluso consiguiendo una renta maja, pero todo fue un espejismo. El quinteto que tan buenos resultados le dio a Casey en el G5, ayer no iba ni sin querer, lo cual hacía que Pacers, encarando el partido de una forma muy seria, poco a poco y sin hacer ruido, muy de Vogel esto, iba distanciándose más y más de Raptors.
18-0. Ese fue el parcial que consiguió Indiana que cambió la balanza y que desequilibró el partido totalmente ya en la segunda parte. Durante este tiempo, nadie en Raptors pudo hacer nada, ni las ganas del rookie Powell, ni los tiros de DeRozan, nada.
Pacers vuelve a cruzar la frontera, para un séptimo partido en pleno Jurassic Park donde vete tú a saber que Raptors nos podemos encontrar. Eso sí, espero camiseta molona para el público, como no puede ser de otra forma.
De la meseta nos movemos hacia ese estado que igual (o no) tiene el próximo All-Star. North Carolina, la factoria de churros que decía el gran filósofo Montes. Entramos en el panal.
Con un Jordan medianamente bien acompañado, este partido era el clave para ellos. Después de ganar 3 seguidos, tenían la posibilidad de cerrar en casa, ante su público y ante el (ya) mito #PurpleShirtMan. Pero claro, el 3 de Miami no lo iba a poner nada fácil.
El partido fue igualado a más no poder, con un intercambio constante de golpes por uno y otro bando. Kemba Walker dejando mal mi gafe y con unos Heat que dominaban por dentro más de lo que a Clifford le hubiera gustado.
Sigo sin entender como Zeller juega tanto, sí, lo se, me estoy obsesionando con el tema, pero leñe, cada vez que Jefferson encara a Whiteside, se lo come, en cambio cada vez que sale Zeller es la fiesta de Miami con Gloria Estefan invitada bailando la conga, os hacéis a la idea, pero vamos, ellos verán.
22 triples seguidos llevaba Dwayne Wade fallados hasta los dos que enchufó anoche en los momentos finales del partido, algo tremendo y algo que anoche acabó. Wade en el último cuarto fue el Wade que es una gozada ver y que estamos viendo ya mucho en esta primera dosis de PO. Su enfrentamiento al #PurpleShirtMan fue la gota que colmó el vaso del jugonismo para hacer que el 7o partido se juegue ahora en territorio playero y con DJ Khaled y compañía en la grada. Brutal.
El postre de la noche mañana era ver si los Zombis Grizzlies Clippers conseguían la machada de ganar en el Rose Garden (me niego a llamarlo como unos almacenes chinos de barrio) con un ambiente brutal y con unas ganas de aprovechar la ocasión que ya hacía que la cosa empezara bien para los de Stotts.
El leñazo que se llevo Rivers y su posterior vuelta a las pistas fue la clara descripción de lo que eran los Clippers en ese momento. Un equipo que ha luchado hasta el final, con Jamal Crawford como estilete y muy poco más. Es como ir nadando, ver la orilla, pero saber claramente que no vas a llegar, lo intentas, pero no, te vas a quedar en el camino. Esos fueron Clippers anoche.
La verdad es que a Blazers se les notó nerviosos, lo veían todo demasiado fácil y eso se veía en alguna que otra jugada fácil fallada por los de Oregon.
Pero han conseguido pasar a semis de conferencia. Aquí lo divertido es pensar antes de empezar la liga esa conversación en plan: ‘Oye, Blazers ha perdido 4 titulares, pero van a llegar más lejos que el año pasado‘. I LOVE THIS GAME.
Sofi Del Día: No podía ser para otro, que para #PurpleShirtMan!!!!
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
El primer partido les pilló por sorpresa que los Clippers volvieran a su vieja defensa, y les quitaran el balón de las manos a sus exteriores. En el segundo, estuvieron preparados para ello, pero no hicieron las jugadas ni metieron los tiros suficientes. En el tercero, y con esa electricidad que siempre te aporta volver a casa en Playoffs, por fin el ataque de los Blazers volvió a las series, y Lillard y McCollum metieron 59 puntos entre los dos, ayudados por un Plumlee que brilló en su papel de intermediario con 6 puntos, 9 asistencias y 21 rebotes, y Harkless, que tuvo más éxito con esa hercúlea tarea que es defender a Paul, y castigó a los Clippers con incursiones por línea de fondo, viendo que a triples no va a poder ser.
Como Boston y Charlotte antes que ellos, si querían mantener opciones de llegar a segunda ronda, este partido era indispensable, y han hecho su trabajo. Stotts volvió a darle la opción a Lillard de anotar desde el bloqueo y continuación como lo ha hecho toda la temporada, y no tanto sin balón o con esas triquiñuelas que ya te enseñamos en Twitter, y al primer intento, primer triple sobre Griffin, tras poner el bloqueo directo un poco más lejos de lo normal, y provocar un momento de duda en Blake de hasta dónde salir a su encuentro. Como la cosa funcionaba tanto para el como para McCollum, que recibió antes del partido el premio a «Jugador más mejorado» de la temporada, no tuvieron que darle muchas vueltas al coco, sólo soltar el balón a Plumlee cuando la presión era imbatible, y confiar en que el pívot tomara buenas decisiones.
Por su parte, los Clippers estuvieron estancados, individualistas, muy mal desde la línea de 3, donde se nota que Redick no está al 100%, con problemas en el talón, sólo tienen fogonazos de Blake Griffin, y encontraron mucha menos ayuda del banquillo que en el resto de la serie. DeAndre Jordan hizo un buen trabajo en defensa, donde continuó poniendo las cosas difíciles a los exteriores de Portland, pero en ataque, pese a los rebotes ofensivos que cogió, y algún que otro alley-oop, Plumlee apenas le defendió, aprovechando para esperarle en la pintura, y utilizaron un par de veces los tiros libres en su contra (3/10 en el partido), sacándole de la pista a finales del tercer cuarto y manteniéndole fuera hasta que quedaba menos de la mitad del último. Igual fue sencillamente una decisión basada en otros motivos de Doc, pero imposible pensar que las faltas intencionadas no tuvieron algo que ver.
La historia más importante del cuarto partido será ver si los Clippers recuperan el acierto en las suspensiones, ya que los Blazers estuvieron demasiado cómodos para haber sido tan conservadores. Y eso seguramente necesite de más movimiento de balón, para confundir y desequilibrar los cambios en defensa, y poder abrir la autopista al aro para Jordan. Doc intentó inyectar algo de vida en la recta final poniendo a Griffin como 5, pero los Blazers sacaron a Blake de la pintura con unas trenzas de pases en las que los Clippers tuvieron que cambiar, y Portland aprovechó para coger un par de rebotes en ataque que obligaron a Rivers a abortar el experimento inmediatamente (pese al parcial de 6-6). Supongo que en otros partidos podríamos ver esta variante más pronto.
Estad pendientes de esta serie, porque los Blazers ya han llegado, y va a ser lo más interesante del Oeste.
Sofi del día: Stotts, con camisa, corbata, pañuelo y calcetines púrpuras en honor al reciéntemente fallecido en cuerpo, pero no en alma, Prince. Los caminos del funk son inescrutables.
Sofi del día bonus: El partido además tuvo un extra para ver desde el sofá que es la mejor pareja de comentaristas en esta primera ronda de Playoffs: Mark Jones y Doris Burke. Pero manejan perfectamente la información táctica, la personal, y el entretenimiento, y lo hacen, por supuesto, sin bufonadas. Ahora que Burke ya ha aprendido que no necesita demostrarnos lo muchísimo que sabe cada jugada quedando por encima del analista titular, es la pareja más completa. No tienen la experiencia real de Hubie, el swag de Marv Albert o la presencia por encima de todo de JVG, pero sales contento de sus retransmisiones y no les puedes poner un peor. Sólo llevan dos partidos si no recuerdo mal y no me he perdido nada, y a medida que el número de partidos descienda será más difícil verles, una pena, por lo que habrá que aprovechar las oportunidades que nos queden.
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Una de las series que más ganas le tenía de esta primera ronda, por no decir la que más, era el enfrentamiento entre Los Angeles Clippers y Portlant Trail Blazers, es decir, el 4 vs 5 del oeste, Paul vs Lillard y dos equipos que durante la liga regular se han enfrentado en partidos que han resultado ser más que entretenidos y molones.
Así que ahí me disponía yo, cual Jimmy Goldstein en primera fila a disfrutar de la que parece la serie más igualada de la primera ronda, aunque como comenté el otro día, existe un dicho nepalí al respecto de los primeros partidos: nunca sacar conclusiones finales, aún así las otras 3 eliminatorias han sido claramente decantadas para un equipo, con lo cual, poco nos quedaba por aquí.
La primera parte respondió a lo esperaba, mucha igualdad, una sensación extraña de que Clippers iba sobrado, pero mirabas al marcador y te dabas cuenta que no era así, que Blazers estaba aguantando sorprendemente, aunque no le entraba ninguno de los tiros e interiormente Clippers era dominador absoluto con AirBall Jordan y un Blake Griffin con ganas de jugar.
El duelo de bases estaba igualado, mientras Paul protestaba e iba al suelo en cada ocasión que podía a Lillard no se le veía nada cómodo en pista, un detalle que no me gustaba y que de cara a la segunda parte se iba a notar.
Al final del 2Q, un arreón 11-2 de Clippers daba a los de Rivers una pequeña diferencia que se vio ya corroborada en la segunda parte, pero el pfffffff del título no va por el resultado abultado final, sino por el tostón que fue la parte final del partido con los Hackatones, Davis por una parte y Jordan por otro. Insufrible.
Sólo Kaman, un mito, hizo que mis bostezos pararan un rato con un par de leñazos tremendos (ey! y él recibió uno de Crawford que se quedó sin cobrar…), el resto, un tostón y debo confesar que no acabé de ver el partido, no pude, me negué.
Otro cantar para otro día será como cada vez que veo a Clippers me da la sensación de que los árbitros siempre les permiten un poco más que al resto, sobre todo en el Staples, soy el único que lo ve?
Sofi del día: Y ya que estamos, el Sofi del día va para este brutal air ball de Jordan nada más empezar el partido…era un presagio…
Hoy en nuestro 4o programa seguido (!!!!!!!!!) hablamos de los reservas del All-Star, del tema Griffin y sus ramificaciones, un poco del Warriors vs Spurs y para acabar, un mail muy especial…
Hoy en El Podcast Desde El Sofá hablamos de EL PARTIDO entre Veletas y Guerreros, también de los Setentaiseises, del despido de McHale, de Fargo, conciertos y… limpiamos el ASK!
El pasado miércoles 11 de noviembre visitaba el American Airlines Center para vivir en directo un partido de la NBA. Como tantos otros trasnochadores europeos, más de una vez había soñado con poder vivirlo en persona. Y qué mejor manera de estrenarse que con la visita de Los Angeles Clippers con DeAndre Jordan tras su fichaje frustrado este verano por los Dallas Mavericks y la ya famosa guerra de los Emojis. Este partido lo viví como un aficionado más y sería ya el viernes contra Los Angeles Lakers cuando podría recorrer las entrañas del estadio gracias a la oportunidad que me ha brindado La Crónica desde el Sofá.
LAC@DAL
Tocaba tarde baloncestística en The big D y medios como TNT, que retransmitían el partido, se habían encargado de caldear el ambiente, y… ¡Vaya si lo consiguieron! Se vieron muchos carteles de aficionados haciendo referencia al poco valor de la palabra de DJ comparándola con el porcentaje en sus tiros libres y los abucheos estuvieron presentes en todo momento.
Nos juntamos un grupito de españoles y llegamos con tiempo al estadio para poder disfrutar de la previa y hacer las fotos de rigor para el recuerdo. Empezamos con visita a la tienda oficial que ya tenía a la venta la nueva equipación que se estrenaba esa noche (¡Genios del marketing!) con el skyline de Downtown que personalmente me gustó bastante.
Una vez dentro del pabellón ya habíamos podido observar alguna vista de la pista antes de llegar a nuestro sitio; pero al tener por primera vez una visión general de la cancha, el marcador, las gradas, las pantallas… La sensación fue una mezcla entre vértigo y Déjà vú, ya que te impresiona y te resulta familiar a partes iguales. De camino a tu asiento te das cuenta de lo bien montado que lo tienen todo; me explico, todo está listo por y para la comodidad y el consumo del espectador. Desde tu butaca modo cine con reposavasos y un surtido de comida a dos pasos hasta los baños con la ESPN de fondo cantando los resultados de la jornada. Realmente creo que esto ayuda a que el American Airlines Center funcione como negocio teniendo una agenda repleta de eventos, siendo la casa también de los Dallas Stars de la NHL y albergar múltiples conciertos y espectáculos.
En la pista algunos jugadores de cada equipo hacían sus calentamientos individuales de tiro hasta que a falta de 20 minutos de empezar el partido y con las gradas más pobladas salieron todos los jugadores. Los Angeles Clippers aparecieron primero con los primeros abucheos del público al ver a DeAndre, como bien contaba David en su visita al Madison Square Gardenaquí la gente grita «Boo» y no silva cuando quiere abuchear. A continuación, con el speaker anunciándolo y con el Ni**as in Paris de JAY Z & Kanye West de fondo, llegó la entrada de los Dallas Mavericks y el primer subidón de adrenalina de la noche.
A partir de ahí, últimos preparativos antes de lanzar el balón al aire con la interpretación del himno y las presentaciones de ambos equipos. El nivel de los boo’s a DeAndre ya iba incrementando y el vídeo motivador para la presentación de los locales metía de lleno en el partido a los espectadores. LAC llegaba con todo y los Mavs querían aprovechar el factor ambiente para mejorar la mala imagen dada la noche anterior en New Orleans.
Durante el partido me sorprendió el Hack-a-DeAndre que empezó ya a finales del primer cuarto y fuera del partido el bombardeo de shows, anuncios y otros entretenimientos que hay durante los descansos. El concepto de que el espectáculo no debe parar se lo toman muy enserio y sólo por esto ya merece la pena ir a ver un partido de la NBA si se tiene la oportunidad. Por otro lado, ahora entiendo por qué dicen muchos estadounidenses que se aburren cuando ven un partido de fútbol, Soccer quees como lo conocen aquí, ya que son 45 minutos seguidos de juego sin animadoras o Dance cam.
Uno de los momentos que recordaron a partidos de play-off fue cuando con 110-108 en el marcador para los Mavs y a falta de 1 minuto para el final Dirk metió un triple marca de la casa para acercarse a la victoria.
No voy a hacer un análisis del partido, pero sí diré que el guión de partido aguerrido y con presión ambiental se cumplió y estuvo igualado y disputado hasta el final. Dirk tiró de repertorio como en los viejos tiempos y con la aportación de Matthews la victoria se quedó en Dallas 118-108. LET’S GO MAVS!
LAS@DAL
Llegaba el viernes 13 y no era una peli de terror lo que se iba a ver en el American Airlines Center sino el segundo duelo angelino de la semana y el posible último partido de Kobe en este pabellón. Y digo «posible», no sólo por lo que parece va a ser la última temporada del #24, sino porque fue duda hasta el último momento por unos problemas en la espalda que le hicieron descansar durante los dos partidos previos a este enfrentamiento. Fue muy buena noticia poder ver jugar a una de las leyendas de la liga y estoy seguro que su figura y méritos se reconocerán todavía más cuando decida dejar de jugar.
Tras recoger las acreditaciones e informarme en qué planta estaban las diferentes salas para la prensa, tocaba hacer un recorrido por las instalaciones para saber cómo moverse antes, durante y después del partido. Como llegué con bastante tiempo pude bajar a la cancha y ver calentar a Charlie V. y Parsons de los Dallas Mavericks y a Marcelinho Huertas ex del Barça y a Metta World Peace de Los Angeles Lakers. Tenía ganas de ver algún tiro a un pie de Marcelinho pero me quedé con ganas ya que no jugó ni un minuto.
Segundo partido de la semana en casa y segundo Soldout en las gradas que veo, y no es una casualidad, ya que la franquicia lleva una racha que se remonta a Diciembre de 2001. Pero esta vez fue con mucho aficionado oro y púrpura entre el público. El protagonismo iba a estar centrado en la figura de Kobe y así se reflejó en la ovación que se llevó cuando fue presentado y cuando metió la primera canasta del partido, por momentos aquello parecía el Staples Center. El primer cuarto lo lideró el equipo visitante hasta que a falta de 3 minutos un triple de Villanueva puso por delante a los Mavs. Ya no soltarían la ventaja en el marcador hasta el final del partido.
Una de las cosas que también me llamó la atención en ambos partidos fue el sonido que recogen los micrófonos en los aros, ya que a veces se oyen los gritos en la lucha por el rebote o las pedradas (que en este caso lideró el #37 de los Lakers MWP). En este partido los porcentajes de tiro de campo bajaron mucho respecto al partido contra LAC y así se reflejo en los parciales del 2Q y 3Q. Esto no impidió ver jugadas espectaculares como la de la foto de arriba donde Dirk se marcó un fade-away ante Kobe, un taponazo del mismo alemán e incluso un amago también ante Kobe que acaba con los dos rivales sonriendo.
Destacar los aplausos que se llevó al entrar J.J. Barea al campo, jugador muy querido aquí por la gente que se lo demuestra todos los partidos. A falta de 9 segundos para llegar al descanso, en un robo de balón de LAS que le cae a las manos de Kobe, él mismo arrancó una contra en la que acabó cometiendo falta en ataque y se escuchó un «Oh!» de decepción en la grada que esperaba ver una canasta de jugón. No sé si fue falta de frescura pero la verdad que a mí también me sorprendió. Antes del descanso todavía había tiempo para el espectáculo con un BuzzerBeater de Devin Harris para dejar el marcador en 48-40.
El tercer cuarto fue más de lo mismo: poca puntuación con corre calles por las pérdidas de balones de ambos equipos para acabar con un +9 para los Dallas Mavericks. Destacar que en este cuarto y durante el partido hubo varias jugadas en las que Kobe hizo gala de su señorío y saber estar en la pista ayudando a los rivales a levantarse en varias jugadas y, meritoriamente, acabándose de meter al público en el bolsillo.
El último cuarto el marcador se volvió a apretar llegando a estar Lakers a 1 punto 70-71 y a 3 puntos en varios momentos. En varias canastas angelinas y concretamente en un 2+1 de Lou Williams se hicieron notar los muchos aficionados rivales poniendo un poco de emoción al partido. Llegó hasta tal punto que en los tiros libres de Zaza Pachulia se escucharon boos que hicieron reaccionar inmediatamente al público local al grito de Beat LA! Llegaron al último minuto con 85-82 y los Mavericks sumaron los últimos 5 puntos ganando 90-82. Lo más destacado del final fue cuando Byron Scott cambió a Kobe a falta de 14 segundos y se llevó la ovación de la noche. Con este gesto, junto con la declaración del protagonista en rueda de prensa, se va confirmando que ésta será probablemente la última temporada que los aficionados puedan disfrutar de uno de los grandes.
Una vez terminado el partido era hora de bajar a recoger las declaraciones de los protagonistas. Todo el grupo que estábamos en el Press Box bajamos directos a la sala de rueda de prensa donde en unos minutos apareció Rick Carlisle. El entrenador destacó la gran actuación de Zaza Pachulia que se convirtió en protagonista con un doble-doble 18 puntos y 16 rebotes siendo clave en la victoria. Con relación a estas declaraciones, también destacó que a veces se tiene que ser capaz de ganar sin jugar tan bonito y para esto tienen jugadores como Pachulia o Powell.
Ya en el vestuario local Chandler Parsons nos contó que va a ir progresivamente cogiendo más minutos, descansando en Houston (a pesar de tener ganas de jugar contra su ex-equipo) y espera jugar ya por encima de los 20 minutos en Filadelfia. Destacó la actuación de su compañero Zaza:
Ha estado genial esta noche, reboteando, defendiendo, en los bloqueos, metiendo los tiros libres, tiros de media distancia… Si te soy sincero, ¡no sabía que era tan bueno!
Por su parte, Wesley Matthews (destacado en el anterior partido y más discreto en éste) también piropeó la actuación del Georgiano y dijo que ante todo es un jugador de equipo que siempre aporta cosas positivas.
Finalmente, se hizo esperar pero mereció la pena. Ahí estaba Robin Hood Nowitzki, el hombre franquicia con su calma atendió a más preguntas que ningún otro jugador y dejó varias perlas. A la pregunta de qué opinaba sobre tantos aplausos de los aficionados de los Lakers dijo «Me parece que Mark Cuban estará contento porque han llenado el pabellón».
Como era previsible, le hicieron preguntas sobre las jugadas con Kobe Bryant que acabó anotando y ambos sonriendo, a lo que el alemán respondió que tras el bloqueo se emparejó contra él y que lo pasó bien en esa rivalidad sana.
También le preguntaron sobre el hecho de haber ganado sin jugar un baloncesto «bonito» y, al igual que el Carlisle, coincidió diciendo que hay que saber llevarse el partido cuando tu porcentaje de tiro no acompaña (36.6% en tiros de campo) basándose en la defensa y el rebote.
Sobre el próximo partido contra Houston Rockets, el cuarto partido en cinco días, le preguntaron sobre James Hardem y cómo podían parar su estilo de juego, a lo que él destaco que es un jugador con una habilidad especial para entrar a canasta y difícil de defender o quitarle la pelota de sus manos sin cometer falta.
Había visto y leído entrevistas post partido a los jugadores en el vestuario; y, como en la NBA los jugadores atienden a los medios con toda naturalidad (si han ganado mucho más amablemente, claro) me pareció increíble estar allí con algunas de las estrellas de la liga. Muy buena impresión del ambiente en general del estadio y de la afición de los Mavs que vio ganar a su equipo frente a los dos duelos angelinos de la semana.