El Podcast Desde El Sofá – Ep.4: Se nos fue

Hoy en El Podcast Desde El Sofá hablaremos de los partidos 3 & 4 de las finales, D+, Popovich, mujeres de jugadores y zapatillas… eso sí, se nos ha ido un poco en las respuestas…

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PO Desde El Sofá (XXXVII): Y en el cuarto, apareció

Cuarto partido de la serie, Spurs llegan después de meter un serio correctivo a Heat en el tercero, pero apareció él, el que nadie sabía si estaba, el que nadie sabía de su condición, pero sí, apareció Wade.

El cuarto partido de las finales empezó como una partida de ajedrez, Spoelstra metió a Miller titular, esto hacía que Splitter tuviera que defenderlo…45 segundos tardó Popovich en hacer su movimiento y meter a Neal en lugar del brasileño. Small ball baby!.

Después del desconcierto inicial, Spurs empezaron como lo dejaron el martes, es decir, enchufadísimos y con su pareja Neal-Green enchufando triples como si una continuación del tercero se tratara, ventaja inicial larga y momento de poner en marcha la máquina Heat. Spoelstra lo tenía bastante claro, si quería hacer algo en el partido debía de correr, mucho además después de cada rebote ofensivo, y así el amigo cuLebron se fue entonando y poniéndose en modo ATTACK de una forma brutal. Además Bosh estaba muy enchufado tanto en defensa como en ataque…y encima Wade empezaba a resurgir… todo a pedir de boca para los de South Beach.

Miami se iba, lentamente pero se iba y Parker, que parece que estaba bastante bien de sus molestias intentaba mantener a los Spurs no muy lejos. La salida de Diaw y la inspiración de Parker hicieron a Spurs meterse en el partido, pero entonces Wade volvió a aparecer.

El 3 de Miami disipó anoche en la recta final del partido todas las dudas respecto a su estado físico y fue dominante. Claro, si James tiene la ayuda de otro jugador que hace unos números parecidos al suyo, poco puede hacer cualquier equipo, por mucho SA que sea, los cuales además deben de darle algo a Ginobili por que parece que ni está, ni se le espera.

El domingo tenemos el pivotal 5o partido, clave para todo este show, la serie llegará de nuevo a Miami 3-2, hace falta ver quién tendrá 2 bolas de partido y quién irá con el agua al cuello, yo no sabría decir la verdad…

El Detalle: Heat sigue sin perder 2 partidos seguidos desde el 10 de enero, curioso, pero podrían perder el anillo y mantener esta racha…

Cuestión de pelotas

Seguro que lo primero que pensáis al leer el título es en la genial película de culto/autor de Ben Stiller y Vince Vaughn, pero no, no vamos a hablar de cine, vamos a hablar de pelotas o mejor dicho de balones de baloncesto, ya que el año que viene (y el siguiente) vamos a tener novedades.

Como todos sabéis, y si no os lo decimos nosotros, el próximo mes de febrero el comisionado de la NBA aka el que manda aka David Stern dejará su cargo a Adam ‘Smithers’ Silver, hasta aquí todo correcto, pero os preguntaréis, y qué tiene que ver esto con los balones? Pues mucho! resulta que si os fijáis en la pelota con la que se juega la NBA, el balón Spalding tiene en el lado derecho la firma del comisionado de la NBA, en este caso de David Stern. No es un caso único, en la NFL ocurre exactamente lo mismo. Así que, qué pasará con el cambio?

Spalding ya ha dicho su parte. Según parece el cambio efectivo al Silver Ball (por llamarlo de alguna forma), es decir, al balón con la firma de Adam Silver, será para la temporada 14-15, y toda la 13-14 se jugará aún con la Stern Ball (Sternato?!?!?!?!).

Cada equipo de la NBA recibe 72 balones por parte de Spalding al inicio de la temporada, para que vayan usando, entrenando y haciendo con ellos lo que quieran, habrá que ver quien es el primero que se queja, que el nuevo balón con la firma de Silver no agarra igual, bla bla bla bla, como el follón que hubo en 2006 cuando se pasó al raro balón sintético y que al final se tuvo que volver al de siempre.

Así que ya sabéis, id ahorrando para que allá por verano de 2014, comprar ya el Silver Ball!

PO Desde El Sofá (XXXVI): Spurs, man

San Antonio barrió a Miami del AT&T Center, demostrando que pueden ser superiores a los Heat, en una eliminatoria en la que todavía no lo habían acreditado. Los dos partidos que llevábamos hasta ahora nos dejaron una victoria clara del equipo de Florida, y un cara o cruz que cayó de su lado, y nunca habían estado más de 10 puntos por delante en el marcador como nos recordó Mike Breen. Necesitaban una actuación así para que la balanza vuelva a inclinarse, aunque ligeramente, del lado de la espuela.

Con 51 puntos entre Gary Neal y Danny Green, 39 de ellos conseguidos mediante triples, y con San Antonio por fin dominando el rebote ofensivo (19 capturas, el 41.3% de sus fallos, que produjeron 20 puntos en segundas oportunidades), se puede conseguir esa desproporcionada ventaja final de 36 puntos.

Los Spurs están metiendo el 44% de los triples en estas finales, y eso incluye el 3/13 de Manu Ginóbili (la peor selección de tiro en estas Finales con diferencia cuando no le entran, pero Manudo es quien es, porque, precisamente, mete esas), y una actuación pobre en general en el primer partido. No sé cuánto hay de cansancio, y cuánto de mérito Spurs, pero la gran defensa del perímetro que ha estado haciendo todo el año Miami, rotando y llegando a sitios que parecían imposibles, se ha esfumado en estas Finales.

Miami se ha permitido durante todo el año agobiar al jugador que lleva el balón con sus dos-contra-uno, a la vez que recuperaban a tiempo si el balón salía de ahí, y llegaban a todos los pases extra, pero eso sí, llegando siempre al límite. El problema es que San Antonio pone el infinito un poco más lejos.

Y si sus tiradores están enchufados, agradecen esa presión, porque alejando ese uno-contra-dos de la acción, pero con previsión, lo convierten en un cuatro-contra-tres. Popovich parece un maestro de artes marciales, dándole la vuelta a la llave del rival, para que ellos mismos se hagan daño cuando le atacan. Otro ejemplo son los momentos en los que Miami intenta defender al hombre en el poste bajo por delante. Los Spurs, en lugar de intentar forzar el pase y la pérdida, lo intentan utilizar para su propio beneficio. Pop lanza a sus hombres (Green, Leonard, Parker) a penetrar por la línea de fondo, y convierte a Duncan en un bloqueador por la espalda, que abre camino al aro.

En el otro lado, el ataque de Miami, tras concederle la Mención Especial del Jurado a Mike Miller y su 5 de 5 en triples, creo que ya podemos encender la alarma naranja con un LeBron James que está dejando su peor baloncesto del año para el final. Dándole el crédito que se merece a las defensas de Indiana y San Antonio, sus esquemas han aturullado al LeBron anotador, al que el tiro, que es el único recurso que se le permite, le ha abandonado en el peor momento. En Temporada Regular, James estaba metiendo el 40.6% de los triples y el 43.2% de los tiros a media distancia, y en estos tres partidos sus porcentajes han caído al 25% en tiros de tres y al 23.5% fuera de la zona, pese a que los Spurs le animan, con todo el espacio que sea necesario, a que juegue desde ahí.

Como lleva todo el año acreditando que puede tirar (aunque rápido lo olviden algunos), y a falta de saber si habrá algún problema físico del que no sepamos nada, lo que está de moda es culparle a su psique del asunto. Como no entiendo del alma, ni tampoco soy John Cusack, y LeBron no es John Malkovich, en su mente no me puedo meter, pero sí lo recuerdo como el vigente campeón, y un respeto me gusta tenerle. Como este año no ha juntado tres partidos malos, es obligatorio buscarle explicación a esta triada de actuaciones regulares y reguleras ante la tercera mejor defensa por números de la Liga. Cuando igual no la tiene. Las respuestas, como en cualquier serie de moda de esas que viven dejando cosas sin resolver al final de cada capítulo, en el siguiente episodio.

Y sin que sirva de insinuación de Sternato, pues también perjudica a San Antonio por igual, ni de excusa barata: la serie no se está pitando de forma que se invite al juego cerca de los aros. Un servidor la prefiere así, ligera de silbato, con dos equipos honestos que no abusan para darse palos, pero es un estilo que no conviene a LeBron. Anoche se fue de San Antonio sin un tiro libre en 39 minutos, algo que no sucedía desde diciembre de 2009, pese a sus 7 tiros en la pintura (promedia 9 por partido). LeBron sabe que no se está pitando, y con eso también juega. Tal vez demasiado.

De todos modos, al igual que en el anterior, esta victoria vale sólo por un partido ganado, un 25% del Larry O’Brien. Y ya hemos visto que las tornas se cambian rápido. Y más, si Tony Parker se empieza a perder partidos.

El detalle: Un pelín antes de la mitad del segundo cuarto, Splitter se olvidó de que Chris Bosh es zurdo, y ante un tiro suyo a media distancia… le fue a taponar el lado que no era.

El Podcast Desde El Sofá – Ep.3: Meter es lo que cuenta

Antes de lo que el mundo pensaba, aquí vuelve El Podcast Desde El Sofá, donde hoy hablaremos de la final entre San Francisco Spurs vs Orlando Heat, jugonismo, meter, bases y entrenadores… sí, hoy casi todo NBA.

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PO Desde El Sofá (XXXV): Uno menos

Gran partido (sobre todo la primera parte) para dar el comienzo a las Finales de este año, y San Antonio, que no salía con la pole, se ha puesto delante en la primera curva.

Una canasta en la ultimísima décima del reloj de posesión, tan cerca del final, que podría ilustrar un debate sobre paradojas relativistas, decidió que el primero sería de los Spurs. Una jugada rota resuelta a la remanguillé por Parker, dejaba a Miami con tan sólo cinco segundos para remontar una distancia de dos posesiones, y fue más que suficiente.

San Antonio volvió a blindar la pintura y a encomendarse al desacierto exterior rival, y perdiendo sólo cuatro veces el balón y sin cargar el rebote ofensivo, evitaron los puntos a la contra de Miami. Por poner en perspectiva lo de las pérdidas, este es el undécimo partido de Playoffs en los últimos 28 años (los que nos permite consultar Basketball-Reference.com) en el que un equipo pierde 4 balones o menos, y la tercera vez que ocurre en unas Finales en ese rango de tiempo.

Y ninguno de esos balones los entregó su director titular de juego, Tony Parker, que, simplemente, controló a la perfección el partido. No fue un imposición de dominio, sino un gobierno continuado del ritmo, en un papel algo menos agresivo al que él acostumbra. El ataque de los Spurs anoche fue conservador, pero constante, porque estaba al dictado del francés.

En la primera parte, los dos equipos se fueron al descanso con un buen porcentaje de acierto desde el triple (40% ambos, con Miami intentando 15 por 10 de San Antonio), y en la segunda, ambos estuvieron en torno al 20%, por lo que no podemos echar la culpa a una diferencia de acierto. Según pasaron los minutos, los tiros dejaron de entrar, y el mejor ajuste que Popovich podía hacer, visto así a toro pasado, fue no hacer absolutamente nada. Tener la paciencia y entender, que pese a que Miami llevaba seis triples al acabar la primera mitad, y Bosh estaba acertando lo suficiente para ser una amenaza en la media distancia, era mejor esperar a que Miami empezara fallando por ahí, que abrirle las puertas de su zona lo más mínimo a LeBron.

James, que acabó con un triple-doble, fue convertido en distribuidor por el esquema de San Antonio, y como le ocurrió a veces en la anterior serie contra Indiana, hasta él mismo se acabó convenciendo de que la trampa era mayor de lo que era, y para mi gusto, pudo haber sido más egoísta, sobre todo cuando los cambios le emparejaban, aunque lejos de la canasta, con Tony Parker.

Hay que entender el contexto también, anoche sólo se pitaron 24 faltas, un número muy bajo para un partido de NBA en general, y más, para un partido de las Finales. Aquí entramos en una petición de principio: se pita poco, en parte, porque se jugó lejos de los aros, y acabamos en si viene primero el huevo o la gallina, pero cuando la acción se acercaba allí, LeBron mediante incluso, no sonaban los silbatos. Si pasamos del refuerzo positivo habitual, al castigo negativo, se entiende un poco más la situación en la que se vieron ambos equipos.

En definitiva, es un partido de 175 posesiones, en el que la diferencia ha estado en 2. La paridad fue grande, ningún equipo tuvo errores de bulto o algo que tengan que marcar en rojo para corregir en el siguiente. Siguió en general el guión esperado, y la única mala noticia del espectáculo, es que queda un partido menos para que acabe la temporada, y ya se empieza a ver el final.

El detalle: En una de las repeticiones del pisotón no intencionado de Danny Green a Mike Miller, se pudo ver claramente en la lengüeta de sus zapatillas, las Zoom Soldier VI, el logo de… LeBron James. El jugador al que se tuvo que encargar de defender en varias posesiones. Sé que ocurre a menudo, pero me sigue haciendo gracia, que los jugadores lleven calzado que rinda homenaje a sus rivales más directos.

El Podcast Desde El Sofá – Ep.2: Villancicos en junio

Volvemos antes de lo que seguramente todo el mundo pensaba y quería con El Podcast Desde El Sofá, donde como siempre hay un poco de todo, tenemos bocatas de calamares, desenlace de la conferencia este, análisis de las finales, chonis y Toni Braxton entre otros ingredientes…

No olvides que sigue abierto nuestro ask, para preguntarnos lo que os de la gana…

PO Desde El Sofá (XXXIV): Todos lo sabíamos

Creo que justo los días previos al 7o partido de la serie del Este, todo el mundo sabía o presuponíamos como iba a acabar el partido, es decir, paseo de Miami Heat, frente a unos Pacers que lo intentaron, pero no pudieron.

Pero vamos a entrar un poco en faena, tampoco mucho la verdad, ya que si en el partido James ya estaba sentado a mediados del último cuarto, es señal que todo estaba bastante sentenciado a falta de muuuuuucho. El primer cuarto fue una luz de esperanza. Pacers salió al partido muy enchufado, apretando mucho en defensa y jugando a lo que sabe, a su ritmo, aún así, el lastre de las pérdidas le hacían que la distancia que cogía siempre frente a los de Miami, fuera poca, muy poca.

Qué pasa en estos casos? que la bestia despierta y todo se va al garete. Vogel le decía a Sager en la entrevista, que habían ganado el cuarto, que la serie iba al ritmo que ellos marcaban y que tenían que ganar el siguiente e irse por delante en la media parte, de hecho, este fue el último cuarto que ganó Indiana.

Miami despertó y aquí se acabó el partido, con un Ray Allen tirando bien de 3 (empezó con un 3/3) y un Wade que parecía que se había levantado de esa siesta llamada Game 6, mientras Hibbert se iba cargando de faltas y todo apuntaba a que no era el día de Pacers.

La segunda parte fue la confirmación de todo y ya no hubo historia, lo que todo el mundo sabía pasó, es decir, Heat no perdonó y tampoco dio opción a ello. Ni las pintas Bieber pudieron asustar a los Heat, que al final ganaron el partido de forma más que fácil…

Atrás queda una serie muy molona donde siempre nos quedará el «y si Vogel hubiera dejado a Hibbert en el primer partido…«, pues eso, «y si…»…

Ahora hemos llegado a los últimos 4/7 partidos del año, llegamos a The Finals, las finales de la NBA, donde San Antonio Spurs y Miami Heat (3a final consecutiva) se van a jugar

El Detalle: El bling bling de Flo Rida una de dos, o era de tangue o bien tiene que tener un cuello digno de cualquier grua industrial…