Hola baloncesto

Qué empiece el show!

Ya hemos llegado al 30 de octubre, el día que teníamos todos apuntado en nuestros calendarios como el inicio de la mejor liga del mundo de basket: la NBA (Sandy mediante…).

Además este año llega con temporada completa, después del lockout del pasado año y de la temporada de 66 partidos, tenemos ganas de volver a esos 82 partidos que cada equipo juega y que dejan por suelo las quejas futboleras de ‘el calendario está sobrecargado‘…

Pero vayamos a lo nuestro, esta noche la NBA empieza con un BRUTAL Cavs-Wizards, sí sí, tal cual lo veis, supongo que la misma persona que eligió esto fue la encargada del diseño de la nueva web de la NBA, no puede ser de otra forma… Después de ese gran duelo entre Irving vs Wall (ojo que puede ser divertido y todo… si Wall no estuviera lesionado), tendremos los dos platos fuertes, Heat vs Celtics y Lakers vs Mavs.

Culebron recibirá hoy su preciado anillo, ese que tanto le ha costado ganar y que hizo que The Decision dejara cabreados a la gente de Cleveland… ahora que lo pienso, por eso se juega el Cavs vs Wizards antes!! para que no tengan que ver a Lebron con el anillo… muy listo Mr. Stern, muy listo.

Luego tendremos el debut de los Lakers de Nash, Howard, Kobe, Gasol, World Peace, Jamison, Jack Nicholson, David Beckham y Andy Garcia. Será contra unos descafeinados Mavericks sin Robin Hood pero con el G R A N Curry como center titular. Divertido.

Pero quitando de los platos de esta noche, la liga se presenta apasionante:

Brooklyn con equipo.
Harden con Lin en Houston.
OKC sin Harden.
Los Old York Knicks.
Unibrow en NO.
El mega pantallón del pabellón de los Rockets.
Los Clippers de Hill, Barnes y Odom.
Jennings y Ellis tirándoselo todo en Milwaukee.
Lebron buscando la temporada del triple doble.
Lakers con un big four.
Allen en las esquinas de Miami.
Terry en las esquinas de Boston.
McGee con año entero en Denver.
Jermaine O’Neal con los servicios médicos de los Suns.
La nueva camiseta de los Spurs.
Claver llevando el Gatorade en Portland.
Los Kings de momento en Sacramento.
Bobcats con esperanzas de no ser el peor.
Magic con Afflalo de jugador franquicia.
Las lesiones de Bynum.
Las pintas de Bynum.

Y así podríamos seguir hasta esta noche la hora del partido, pero lo mejor de todo, es que podremos de nuevo sentarnos en el sofá, echarnos hacia atrás y disfrutar de ese balón anaranjando dando botes por canchas norte americanas con mucha gente mirando…

Hola baloncesto.

Avance de temporada: Los Angeles Clippers

En 42 años de existencia de la franquicia: 7 por encima del 50% en victorias, 8 clasificados para Playoffs, solo 3 series ganadas (nunca dos el mismo año), y las semifinales de Conferencia como tope histórico.

¿Catastrófico, no? Lo bueno es que el año pasado fue uno de esos tres en los que llegaron a su cénit, y esa es la exigencia mínima para este. Los Clippers ya no son el hazmerreir, pero todavía parecen estar un poco lejos del objetivo: el anillo.

Altas: Lamar Odom (Kardashian’s Crib), Grant Hill (Phoenix Suns), Jamal Crawford (Portland Trail Blazers), Matt Barnes (Los Angeles Lakers), Ronny Turiaf (Miami Heat), Ryan Hollins (Boston Celtics), Willie Green (Atlanta Hawks)

Bajas: Randy Foye (53.6% de los minutos), Mo Williams (46.9%), Kenyon Martin (29.9%), Reggie Evans (24.6%), Nick Young (16.5%), Ryan Gomes (13.5%), Bobby Simmons (13.3%)

Empezamos:

Los Angeles Clippers en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
12º 20º
  • Memento Mori

Los bases de élite en esta Liga son como las películas de Christopher Nolan: todas excelentes, pero con sus diferencias, y te podrían convencer con cualquiera como la mejor. Pero mientras os peleáis por decidir a quién asignamos cada Batman o quién es el Origen, yo me quedo, siempre, con Chris Memento Paul.

Aquí no hay efectos especiales, ni explosiones, solo hay un pequeño cascarrabias que se parece a Carlton Banks, y se pone a botar el yo-yo durante 15-20 segundos para después tomar siempre la decisión correcta. Habrá a quien le parezcan aburridos, tanto Paul como la película. Y es que si no hay espectáculo, a veces tenemos la memoria corta. Muy corta. Hasta se puede llegar a borrar como le ocurre al personaje que interpreta Guy Pearce.

Lo bueno es que explicar lo maravilloso que es Chris Paul, es muy fácil, porque su campaña fue brillante estadísticamente, y hay un torrente de información para avalar su producción. Además, basta con que lo pongamos aquí, nadie se la tiene que tatuar.

¿Por dónde empezar? Veamos como le va a los Clippers con él y sin él, en general.

Aunque no fue el único fichaje del equipo, los Clippers pasaron de ser el 23º ataque de la Liga, con 105.3 puntos por 100 posesiones, al 4º a un ritmo de 108.5 (que sube a 112.8 los 2181 minutos con CP3 en pista). Veamos ahora el efecto que tiene, viendo el Índice Ofensivo del equipo con cada jugador, dependiendo de si Paul está dentro o fuera de la pista. Como decimos siempre, estos números pueden depender de estilo del grupo, del resto del quinteto, y de quién te sustituye, pero en el caso de los Clippers, en el que el resto de jugadores con minutos en el puesto de base fueron Mo Williams, que será titular este año en Utah, Chauncey Billups y uno de los mejores suplentes en la posición, Eric Bledsoe, los aplastantes números de Paul tienen un valor enorme:

Índice Ofensivo de Los Angeles Clippers
Jugador Con Paul (Minutos) Sin Paul (Minutos) Diferencia
Blake Griffin 113.6 (1861) 105.2 (531) +8.4
Caron Butler 114.3 (1542) 103.5 (329) +10.7
DeAndre Jordan 111.5 (1446) 98.9 (352) +12.6
Chauncey Billups 117.0 (374) 100.7 (233) +16.3
Randy Foye 111.4 (1061) 100.3 (621) +11.2
Kenyon Martin 107.1 (543) 96.6 (397) +10.5
Nick Young 112.7 (287) 96.4 (231) +16.2
Mo Williams 114.9 (807) 96.4 (665) +18.5

Con muestras grandes (todos los casos tienen al menos 231 minutos), el equipo es exageradamente mejor en ataque cuando Chris Paul está en la pista, sea cual sea el jugador en el que nos fijemos. Mirándolo por quintetos completos (los 3 con más de 100 minutos con Paul en pista), se reduce la muestra, pero no el efecto:

Índice Ofensivo de Los Angeles Clippers
Cuarteto Con Paul (Minutos) Sin Paul (Minutos) Diferencia
Foye/Butler/Griffin/Jordan 109.0 (648) 101.8 (138) +7.3
Billups/Butler/Griffin/Jordan 112.6 (272) 109.3 (96) +3.3
Williams/Butler/Griffin/Jordan 120.2 (193) 100.3 (55) +19.8

Y ya que estamos con pequeñas muestras, visto en victorias, los Clippers ganaron 37 y perdieron 23 con él, y en los 6 partidos que no estuvo, el récord fue de 3-3.

Vayamos ahora a los números individuales, empezando por la anotación. Mete 19.8 puntos por partido, lo que le coloca 4º entre los bases (utlizando Hoopdata.com como referencia para separar por posiciones), pero con el mejor TS% (58.1%) de los 11 bases con más de 15 puntos por partido, y el 3º mejor entre los 40 bases más anotadores (tras Curry y Nash). Y mantiene semejante volumen y eficiencia, creándose él prácticamente todos los tiros, ya que su porcentaje de tiros asistidos (17.9%) es el segundo más bajo entre los 40 bases más anotadores, solo por detrás de Steve Nash. Si tenemos en cuenta que la media de tiros de asistidos para un base es del 35.9%, Paul anota casi 20 puntos por partido recibiendo la mitad de pases de tiro que el PG común.

Evidentemente, semejante nivel de excelencia, solo se consigue siendo muy completo: si dividimos la pista por distancia en 5 zonas más el tiro libre, Paul anotó por encima del ritmo medio en todas ellas, algo que la pasada temporada consiguieron apenas 7 jugadores (entre ellos Nash, único base que le hace competencia), y solo Durant y James, metiendo más puntos por partido que él.

Porcentajes de tiro de Chris Paul por zonas
Distancia % de Paul Media
Menos de 3 pies (0.9 m.) 66.3 62.6
De 3 a 9 pies (0.90-2.7 m.) 49.7 37.5
De 9 a 15 pies (2.7-4.5 m.) 44.4 38.4
Tiro de 2 a más de 15 pies 44.0 38.2
Triple 37.1 35
Tiro libre 86.1 75.4

Es el 6º mejor base cerca del aro, el 3º de 0.9 a 2.7 metros, el 5º a más de 4.5 metros, y en las otras dos distancias (2.7 a 4.5 y triples) está en el Top 20. Además, elige como repartir los tiros, su XeFG%, de 46.2% es un buen número para tratarse de un base, y también va a la línea casi como el que más, ya que es 10º entre los bases en la proporción tiro libre intentado por tiro de campo intentado, y una vez allí tiene el 10º mejor porcentaje entre los bases.

También es excelente si analizamos su rendimiento por tipo de jugada:

Eficiencia por tipo de jugada (mínimo, 100 contabilizadas)
Tipo de jugada Puntos por jugada Media Posición
Aclarado 1.05 0.78 2º de 68
Tiro tras pase 1.15 0.94 16º de 177
Bloqueo directo finalizado por él 0.93 0.78 10º de 86

En todas está muy por encima de la media, y de nuevo, pese al elevado volumen: es el 6º que más aclarados ejecuta (2º base por detrás de Westbrook) y el 3º que más bloqueos directos finaliza (tras Russell de nuevo, y Tony Parker).

Y todos estos números no son flor de un día, ni la excepción que confirma la regla, su TS% fue el tercer mejor de su carrera, el eFG% el 4º y en puntos por partido también el 3º. Es un nivel que puede mantener, porque lleva años haciéndolo.

Vayamos ahora a ocuparnos del pase. Chris Paul no solo es el 4º base que más anota, con una eficiencia superlativa, también es 3º en asistencias por partido tras Rajon Rondo y Steve Nash. Si medimos el XeFG% de sus asistencias, es decir, el porcentaje efectivo de tiro esperado, por la localización según la distancia de sus pases, vemos que además fueron de buena calidad, ma non troppo, ya que su 51.7% supera por poco el 51.4% de la media. Lo que sin duda lleva la marca de Paul es el hecho de que Griffin y Jordan estén el el Top 10 (3º y 8º respectivamente) en puntos por corte a canasta. Griffin es además 10º en eficiencia finalizando tras bloqueo directo, y aunque en parte es, por su crecimiento como jugador en su segundo año, su eFG% subió del 50.8 al 55.0 jugando al lado de Chris Paul. Como siempre, aviso de muestra diminuta (seis partidos), pero sus promedios bajaron algo, a 19.2 puntos en 52.4 eFG%, en los partidos que CP3 no jugó (y otro aviso, con DeAndre Jordan, sucede al contrario, mejores números en esos seis encuentros).

Pero lo realmente sorprendente, la guinda del pastel, no es que Paul sea el base que mejor conjugue ahora mismo el anotar con eficiencia y crear para sus compañeros: es que lo hace con un cuidado para no perder el balón que parece casi imposible. Las estadísticas de cuanto tiempo pasa el balón en manos de un jugador no son públicas, pero apostamos a que Paul tendría que ser, como mínimo Top 3, y aún así, su porcentaje de pérdidas es ridículo: solo 2.1 por partido, lo que para un base es casi de récord.

En la clásica relación Asistencias/Pérdidas, su ratio de 4.38 es el 2º mejor, tras José Calderón (aunque Paul tira y dirige mucho más que él). Su % de pérdidas (relación entre pérdidas y tiros a canasta), un minúsculo 10.8% es el tercer mejor entre los bases (aunque esta estadística beneficia a los que más tiran, porque el número de tiros va al denominador, y no se tienen en cuenta las asistencias) con un balance muy inferior al de sus compañeros.

Modificando el porcentaje de pérdidas, añadiéndole también las asistencias, considerando por tanto que en cada pase de canasta el jugador participa, y logrando así que los bases que no tiran tanto vean un valor representativo y acorde a sus cualidades, Paul es el 2º con menor porcentaje de pérdidas entre los 60 jugadores que dieron al menos 200 asistencias el año pasado. Su 7.3% indica que la pierde 1 vez por cada 12.6 que tira a canasta, va a la línea de tiros libres o da una asistencia. Veamos como funciona esa proporción con el resto de bases de élite:

Porcentajes de pérdidas
Jugador TOV% (con asistencias) Proporción
Chris Paul 7.3 12.6
Tony Parker 9.4 9.7
Derrick Rose 9.7 9.3
Russell Westbrook 11.7 7.6
Deron Williams 12.2 7.2
Kyrie Irving 12.6 6.9
Rajon Rondo 13.2 6.6
Ricky Rubio 14.2 6.1
Steve Nash 13.2 5.6

Increíble. Nash y Rondo, los que le superan en asistencias, anotando mucho menos, pierden el doble (o casi) de balones por jugada finalizada. Y ningún otro base se acerca a él. A diferencia de la anotación o el pase donde ha tenido años aún más productivos, está sí es la mejor marca de su carrera y el año que viene podría regresar un poco… pero no mucho. Su media es 8.5% (una pérdida por cada 10.7 jugadas finalizadas), lo que todavía le pondría primero en esa lista de bases de élite y por ahí debería andar la próxima temporada.

Y los que nos leáis con regularidad ya sabéis que no creemos mucho en todo aquello de los minutos decisivos, los héroes y tal, pero el jugador que más canastas metió el año pasado, a falta de 2 minutos o menos, en el último cuarto o la prórroga, con una diferencia de más menos 5 puntos en el marcador, fue Paul con 26, y es 3º en puntos con 54, tras Kobe y Durant que metieron 58 y 57, pero con peor eFG% que él. Se jugó 60 tiros frente a los 85 del resto de su equipo, y su 45.0 eFG% es superior a la cifra del grupo sin él (38.0%) y a la media de la Liga (43.4%) en ese periodo de tiempo.

Así que para recapitular, tenemos al 4º base que más anota, siendo además el 3º que con mayor eficiencia lo hace, y 1º entre los que anotan con ese volumen, con una cantidad de recursos infinita ya que lo hace bien desde cualquier distancia, en cualquier tipo de jugada, sin ayuda, forzando tiros libres y en los últimos minutos de partido. Además es el tercero que más asistencias da, y a pesar de dominar el balón y mandar en todas las jugadas más que nadie, es el que menos la pierde con una diferencia abismal. Sus equipos y sus compañeros ven como la eficiencia en ataque y las victorias mejoran cuando él está, y empeoran cuando se va. Ser tan bueno debería estar prohibido.

¿Qué nos queda? Ah, sí, que el año pasado fue elegido también para el NBA All-Defensive 1st Team, lo que vendría a ser nombrarle el mejor defensa en el puesto de base. Eso sí, aquí si que no estoy ya de acuerdo, y creo que es el patinazo típico de los que votan este galardón, que han sobrevalorado que sea el jugador que más balones roba, tanto en total, como en porcentaje de jugadas y el encomiable trabajo que hace para medir 6 pies (1.83 metros, pero yo diría que no pasa del 1.80… y siendo generosos). ¿Libra por libra? Quizá, pero en general, no.

Aún así, el resto de métricas avanzadas, indican que su aportación a la defensa, pese al hándicap de la altura, es más que positiva. Los bases rivales tienen un eFG% del 44.8% en 17.1 puntos por 48 minutos frente a él, por debajo de la media que es de 19.4 puntos en 47.8 eFG% para los bases. Los Clippers tienen mejor Índice Defensivo con Paul en pista (104.2) que sin él (108.9) y como ya hemos dicho, no hay nadie mejor forzando pérdidas. Lo podrá pasar mal si abusan de postearlo (aunque tiene sus recursos y juega más grande de lo que es) y se quedará enganchado en más de un bloqueo de los necesarios para ser el Defensive PG of the Year. Pero a su brillantez en ataque, fuera de toda duda, añade una defensa, como mínimo, productiva.

Si me dijeran que eligiera un base para hacer un Dream Team y ver ese partido por televisión, no eligiría a Paul, al igual que tampoco me llevaría a los amigos a ver Memento a un IMAX para divertirme. Pero si tuviera que formar un equipo para ganar un partido del que dependiera mi vida, o tengo algo muy muy especifico pensado para las otras cuatro posiciones, o el base, fijo, es Chris Paul.

Y si vosotros apreciarais vuestro pellejo, haríais lo mismo.

  • ¿Y qué más?

Después de aprovechar este avance para hacer el numerito de «Chris Paul es el mejor base del mundo mundial» vamos a lo que nos importa: los Clippers como equipo. El ataque, el año pasado, y en grandísima parte gracias a CP3, gozó de una salud excelente, ya que fue el cuarto mejor en la Liga. Pero, ¿es sostenible?

Donde más destacaron fue protegiendo el balón, ya que fueron el 2º equipos que menos lo perdió. Ya hemos hablado de lo excelso que es Paul en este aspecto, pero todo el equipo hizo un buen trabajo: solo Reggie Evans estuvo entre los 80 más perdedores de la Liga. Eric Bledsoe que debería tener más minutos como suplente de Paul la perdió con el doble de frecuencia que Mo Williams, Jamal Crawford está en torno al 12% en contraposición al menos de 10% de Foye el pasado año, y Grant Hill también le saca un par de puntos porcentuales a Caron Butler. Así que en teoría, este equipo debería regresar a la media.

Pero, ¿y si el efecto Chris Paul fuera real y contagioso? Los Hornets siempre estuvieron entre los 3-4 equipos con menos pérdidas cuando ha estado sano y la proporción pérdidas/minutos de Paul se ha mantenido estable: el año que jugaba menos, el equipo caía posiciones. Monopoliza tanto el balón, que el resto de compañeros no tienen la oportunidad de perderlo. Así, Blake Griffin, DeAndre Jordan, Caron Butler, Randy Foye y Mo Williams, los 5 que más minutos jugaron a su lado, marcaron todos el año pasado la mejor temporada de sus carreras en lo que a pérdidas se refiere. Si sumamos el TOV% de los 5 en la 2010-2011, el total fue de 72.2. El año pasado, 57.6. Así que aunque exista siempre el riesgo de la regresión a la media, los Clippers deberían mantener un ataque Top 5 en protección del balón, y los nuevos compañeros seguramente verán como su porcentaje se reduce mágicamente en un par de puntos. Todo, mientras no cambien de base.

Otro aspecto de primer nivel de la defensa fue el rebote ofensivo. Griffin y Jordan fueron 2 de los 35 jugadores con más de 1000 minutos y ORB% superior al 10%, pero perdieron al jugador que mejor atacaba los tableros rivales: Reggie Evans. 15.3% de los tiros fallados por sus compañeros eran recogidos por él, cifra a la que ni Odom, ni Turiaf, ni Hollins se han acercado durante sus carreras, ni una temporada, así que aquí sí es de esperar un paso atrás.

Respecto a los tiros libres, no es que no intentarán muchos (fueron 10º, pese a jugar a uno de los ritmos más lentos de la Liga), es que con el 52% de acierto que tienen tanto Griffin como Jordan, no pueden subir mucho más. DeAndre va mejorando año a año,  desde que llegó a la Liga metiendo el 38.5% de los tiros libres y ya veremos si sigue con la progresión, porque todo tiene un límite. Con Griffin sucede al contrario, cayó del 64.2 de su primera temporada a un 52.1%, una variación que supone casi un punto por partido, y cada punto son tres victorias en media a lo largo de una temporada, así que a los Clippers no les vendría mal recuperarlo.

Desde el perímetro tuvieron una buena temporada, y eso que nadie acertó más del 40% de sus triples. Los dos mejores tiradores fueron Williams y Foye, y Crawford llega con peores números a lo largo de su carrera, por lo que la reaparición de Billups va a ser importante en este aspecto. De todos modos, este aspecto es el que menos me preocupa, porque con tanto jugador similar en la alas, Del Negro podrá simplemente elegir a los que mejor estén tirando, y malo ha de ser que uno o dos no destaquen.

El ataque de los Clippers es sostenible, y debería volver a ser de alto octanaje el año que viene.

  • No solo mates

En general, Griffin está infra y sobrevalorado por el mismo motivo. Los hay que lo consideran en el mejor hombre alto de la Liga por «ZOMG! Mates», y los que piensan que solo es eso. Lo de los primeros solo se cura viendo baloncesto, y los segundos lo han debido confundir con DeAndre Jordan: Blake es el más blanquito y medio pelirrojo.

Para variar, esta vez no os voy a aburrir con números, y como el trabajo ya está hecho, os dejo este post de Grantland, con vídeos y todo (en inglés) para que lo veáis. Con muy buen criterio, repasa lo que hace bien y lo que hace mal, porque no todo es perfecto, pero es un análisis mucho más profundo e inteligente que lo que se suele hacer con Blake.

Solo voy a añadir un par de cositas que se dejó Pruiti para mi gusto: en primer lugar ha mejorado en el tiro a media distancia y si la progresión sigue, este año tendrán que respetarlo desde ahí.

Y en segundo lugar, poco a poco se está convirtiendo en un muy buen pasador (¿solo físico, no?). Da 3.2 asistencias por partido, 4º entre los hombres altos tras Diaw, Josh Smith y Pau. Pero es que además son asistencias inteligentes y productivas: es el que más da por partido para triples (1.6) con bastante diferencia.

Griffin es más versátil de lo que se insinúa, pero todavía hay espacio para mejora, y por su jueventud está más que a tiempo. Tras las dudas que creó el hecho que se perdiera toda su primera temporada por una lesión de rodilla, pese a la explosividad y el enorme esfuerzo físico que entrega en cada partido, ha jugado todos los partidos estos dos años, lo cual es muy buena señal.

Aún así, los Clippers ya son una potencia ofensiva, y si en algún lado les conviene que mejore… es en defensa.

  • Sindrome de Diógenes

Los Clippers poco menos que han fichado este verano todo lo que se les ha puesto a tiro sin importarle mucho como encajaran las piezas. Han llenado el banquillo de jugadores con una historia grande ya en la Liga, y tendrán que rezar (pero no mucho) para que alguno esté lesionado o fuera de forma, porque si se juntan todos sanos, aquí puede haber un problema de como repartir los minutos, que además se verá exacerbado por un entrenador que ha demostrado no ser el más hábil haciéndolo, y las propias condiciones de los jugadores, que en algunos casos conjuntan luces y sombras con un contraste mucho mayor de lo que Del Negro parece que puede asimilar.

Con la edad de algunas piezas, lo de llenar el banquillo es un movimiento de lo más lógico, pero hay que ser muy escéptico con VDN. El puesto de escolta, sobre todo cuando vuelva Billups parece un polvorín. A Chauncey se le han unido Jamal Crawford y Willie Green, y a estas alturas, los tres son básicamente el mismo modelo de jugador: alegres tirazapatillas con un tamaño inapropiado para jugar de 2. El contrapunto lo podría aportar Bledsoe, enorme jugador al que los minutos de base suplente por detrás de Paul se le quedarán pequeños, pero es añadir un nombre (bajito) más al atasco, y su defensa de alto riesgo, y la costumbre de dejar a su hombre para ir a doblar a otro o atacar las líneas de pase puede ser un mayor problema ante escoltas que ante bases.

Ninguno salvo, quizá Billups, tiene problema de salir desde el banquillo, pero seguramente esperan una cantidad de minutos que podría no ser realizable para todos, y a diferencia del año pasado, tratar de colocar a alguno de ellos en el puesto de alero parece un movimiento suicida.

Y más con la congestión que hay allí también con Caron Butler, Grant Hill y Matt Barnes repartiéndose solo 48 minutos. De nuevo, tenemos 3 perfiles muy similares: defensa, o más bien dicho, su reputación, y cierta fama de triplistas, aunque ninguno supera el 33% en la media de sus carreras. El más útil en este momento es probablemente Barnes, ya que viene de un buen año en Lakers, y es el más eficiente y agresivo del grupo, pero no me extrañaría que por unas cosas o por otras, fuera el que menos jugara, y acabara de titular el que más cascado está: Caron Butler.

Y para el puesto de pívot, Hollins y Turiaf son ese tipo de jugador que cuando lo ves en la tele te preguntas por qué todavía sigue teniendo trabajo en esta Liga, pero que tras repasar el juego interior del resto de los equipos y ver el talento, o mejor dicho, su falta, lo miras con otros ojitos. Aquí los perfiles si difieren un poco, pero con Del Negro nunca se sabe si eso es ventaja e incoveniente. Si Hollins se defiende, no sería demasiado extraño (aunque si un poco problemático) verle sustituyendo a DeAndre en la unidad titular en sus momentos de bloqueo ofensivo, aunque para la segunda unidad, por lo general, supongo que veremos más a Turiaf, que mejora en defensa a un equipo que el año pasado fue atroz con Reggie Evans fuera de posición como 2º pívot.

  • El factor X

Y para acabar con el juego interior, tenemos a la mayor apuesta del equipo, el hombre que hace 2 años ganaba títulos y ahora solo gana lorzas y portadas en las revistas que se venden en la caja del Ralph’s al lado de las pilas y las gominolas. Lo bueno es que este equipo solo le necesita para ser un Factor X, y todo lo que aporte, bienvenido será.

En principio los Clippers solo le necesitarán para dar cordura a la segunda unidad, ya que como hemos visto, el puesto de alero está superpoblado, y pese a su rango, los problemas de espacio que generaría juntarle con Blake y DeAndre puede que no los solucione ni Chris Paul. Pero también lo necesitarán a ratos cuando el equipo rival apueste por el small-ball, para que LAC pueda tener su propia versión, moviendo a Griffin al puesto de pívot.

Este grupo debería ser más bien un recurso que una costumbre, cuando los rivales amenacen con 4 bajitos. Una vez más, lo que necesita este equipo no es más ataque, es más defensa, y salvo que el rival obligue, un tándem GriffinJordan parece mejor opción, aún teniendo en cuenta que DeAndre es peor defensor que intimidador, y que ya lo sentaron más de una vez en finales de partido el año pasado.

Pero si Odom vuelve a ser el que recordamos es mucho mejor jugador que cualquiera de los que salieron desde el banquillo Clipper el año pasado, y que Jordan, por lo que los Clippers podrían pasar a ser proactivos, y forzar la mano rival con su small-ball. Si la defensa es un caso perdido… ¿por qué no apostarlo todo en ataque? Reforzar tu punto fuerte como contaba Marti Perarnau:

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ministro británico del Aire convocó fórmulas para blindar sus bombarderos y evitar tantas bajas. Un matemático, Abraham Wald, examinó los aviones perforados de balas y lanzó una propuesta a contracorriente: “Hay que mejorar el blindaje de los aviones justo en los lugares en los que estos no han sido alcanzados”. Wald escandalizó a los expertos del ministerio, pero tenía razón: si aquellos bombarderos habían logrado regresar a la base pese a ser ametrallados en varias zonas, significaba que podían volar a pesar de los agujeros. Por tanto, convenía reforzar las zonas no agujereadas, las mismas que probablemente habían supuesto el derribo de otros aviones. Wald, fundador del análisis secuencial, tuvo razón en la cuestión de los bombarderos británicos: no eran los puntos débiles los que había que reforzar, sino los fuertes.

Odom puede ser un refuerzo inmejorable en la zona no agujereada. Pero todos vimos lo que pasó el año pasado en Dallas.

  • La gran tarea pendiente
Los Angeles Clippers en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
18º 21º 28º 29º 10º 14º

La defensa es el punto negro de este equipo, y lo que les separa de los mejores. Se tienen que contar con los dedos de una mano, si es que alguna vez ha sucedido, las veces que un equipo por debajo de la media en Índice Defensivo ha llegado a una Final de Conferencia, y con superpotencias ofensivas como Thunder, Spurs, Lakers en teoría e incluso los Nuggets, lo necesitarán, incluso, para pasar de primera ronda.

El perímetro tiene que mejorar la defensa del triple: solo 2 equipos permitieron un porcentaje mayor, y además, les tiraron como a los que más. El puesto de escolta va a ser una debilidad, pero tampoco más que el año pasado, y Hill y Barnes mejorarán con los aleros. Pese a la que tienen montada contra los 2’s rivales, debería haber mejoría el año que viene.

Pero lo que de verdad necesitan los Clippers es que su juego interior se haga grande, de verdad. El rebote defensivo tiene que mejorar (pese a que han perdido a Reggie Evans), la intimidación debe ser más efectiva y hay que evitar hacer tantas faltas a toda costa.

Matt Barnes (ya dijimos que sería nuestra elección para el titular, por cosas, entre otras, como esta) sería de gran ayuda ya que es uno de los mejores reboteadores en su posición, y los aleros de los Clippers el año pasado fueron de los peores de la Liga, y Bledsoe también es de los mejores en su puesto, pero los Clippers necesitan una mejor comunicación entre Griffin y Jordan. Pese a ser los dos grandes reboteadores individualmente, apenas trabajan en equipo. Si se ayudaran cerrando el rebote el uno al otro más a menudo, en lugar de hacer la guerra por su cuenta, con más minutos de Barnes y Bledsoe, este equipo podría llegar al Top 8, algo importante si siguen dejando anotar con tanta facilidad al rival.

En las faltas, pasar de Martin a Odom como primer hombre alto del banquillo ayudará, pero Jordan tiene que hacer aún menos, especialmente si mantiene los minutos. Al igual que con los tiros libres, está progresando anualmente, y el esfuerzo para cambiar lo está haciendo, pero su tasa sigue siendo alta.

Y en cuanto a la intimidación, pese a que Jordan fuera el 4º jugador que más tapones puso por partido, los Clippers permitieron el 8º mejor porcentaje a los rivales a menos de 3 metros de la canasta. ¿Qué 7 equipos fueron aún peor que ellos? Los 6 peores de la Liga, y los Pistons, ninguno con más de 25 victorias. Ese porcentaje es a todas luces inaceptable y demuestra que el problema de los Clippers es global: no defienden bien el triple, están junto a los peores de la Liga defendiendo el poste bajo, y mandan a la línea al rival al 29º peor ritmo de la Liga. En definitiva, concediendo con tanta facilidad los tiros más eficientes al rival, ser 18º en defensa es casi un milagro.

La teoría dice que por lo general, mientras que el ataque es fruto de los jugadores, la defensa es más de los entrenadores. Y a lo mejor el problema de los Clippers no está tanto en lo que haga la pareja GriffinJordan, o que 6 pies y poco ponen de escolta, sino en los planteamientos de Del Negro.

Y si la teoría es cierta, aquí no hay mucho sitio para la esperanza. Quizá lo de reforzar el punto fuerte, y huir hacia adelante.

  • En conclusión

Mientras Chris Paul esté en la pista, y además acompañado de un hombre alto tan productivo como Blake Griffin, el ataque de este equipo estará entre los cinco mejores, prácticamente, les acompañe quien les acompañe. Aún así, espero que Chauncey Billups vuelva más pronto que tarde, y lo haga bien, porque no me fío de Jamal Crawford. 110.8 puntos por 100 posesiones son una marca factible para el año que viene.

Y en defensa, los fichajes deberían aportar algo, pero el juego interior titular y el puesto de escolta van a seguir siendo puntos conflictivos. 107.3 puntos es lo que recibirían si se mantienen alrededor de la media de la Liga, y la esperanza con estos valores es de 50 victorias, nada mal para el Oeste, pero probablemente no suficiente para tener ventaja de campo en la 1ª ronda. Y ahí vendrá lo complicado.

Grand Finale

Ayer decía adiós uno de los jugadores más importantes, carismáticos y polifacéticos de la Historia de la NBA. 19 años estuvo con nosotros Shaquille O’Neal jugando en 6 equipos, y con un palmarés de 4 anillos, 3 MVP’s de las Finales y 1 de la Temporada Regular, 15 aparaciones en el All Star y 8 presencias en el All NBA 1st Team. Aquí le dedicamos nuestro homenaje, de la A a la Z, a la carrera de Shaq.

Anillos: Cuatro en total, tres consecutivos con Lakers y otro más con Miami. El quinto lo siguió buscando al final de su carrera con LeBron en Cleveland y Boston, pero nunca llegó, muy a su pesar. Porque no era ya solo ganarlo, teniendo en cuenta que su rol en estos dos últimos años ha sido marginal, sino que este quinto anillo sería el que le empataba con Kobe, y el que le daba uno de ventaja sobre Duncan, los dos mayores rivales que tiene para elegir al mejor jugador de su generación.

Big Fundamental: Shaq tiene el monopolio de casi todos los apodos que empiezan por Big (ya llegaremos a ello), pero uno se le escapa. Tim Duncan, The Big Fundamental, es la única competencia que tiene Shaq ahora mismo en el debate de mejor hombre alto DMJ (despues de Michael Jordan). Duncan tiene un MVP más que él, 3 MVP’s de las finales y entre ellos se repartieron 8 de los 9 anillos de 1999 a 2007, 4 cada uno. Se enfrentaron en Play-Off 5 veces en 6 años (de 1999 a 2004 el único año que no coincidieron fue en 2000) y otra vez más en 2008 con Shaq ya en Phoenix. Nos dieron algún partido memorable, como el 6º de las semifinales de Conferencia en 2003 en el que los Spurs avanzaban con un 37/16/2 de Duncan contrarrestando al 31/10/3 de Shaq, pero pese a encontrarse tantas veces y ser los dos mejores hombres altos en activo, la rivalidad entre ellos nunca fue exagerada, seguramente porque nunca jugaron un partido de vida o muerte. Jamás coincidieron ni en las Finales, ni en un séptimo partido y la única vez que jugaron en una Final de Conferencia, los Lakers barrieron 4-0 a los Spurs. Lo más cerca a un partido decisivo, fueron los 5ºs partidos de las Semifinales de Conferencia de 2003 y 2004 con los dos equipos empatados a victorias 2-2, en los que ambos tuvieron actuaciones discretas para lo habitual, y se decidieron por los secundarios, el fallo de Horry y el acierto en 0.4 segundos de Fisher. Con O’Neal retirándose, y teniendo en cuenta que parece improbable que Duncan vuelva a ganar un anillo como líder de su equipo, los méritos de uno y otro están ya prácticamente todos sobre la mesa. Aquí, de momento, votamos empate técnico.

Cuartos: Muchos en su cuenta. 292 millones ha ganado en su carrera, como salario por jugar al baloncesto. Esta cifra solo incluye lo que le han pagado los seis equipos en los que ha militado durante estos 19 años. Contratos publicitarios o del resto de sus aventuras, aparte, la cantidad es estratosférica. Aunque declaró que se iba a entrar en la Biblia de la NBA «jugando hasta los 60 años, y todavía cobrando el máximo hasta los 60 años«, acabó su carrera cobrando el mínimo con 39 en Boston, aunque sí que cobró el máximo hasta los 33 años, cuando firmó una extensión por 5 años y 101 millones de dólares que no se quedaba muy lejos.

Dominante: Esta es la palabra que mejor define al Shaq jugador, sin dudarlo. Su tamaño, unido a la velocidad e inteligencia en su juego le convertían durante una buena temporada, en el jugador más difícil de defender de la NBA. Cuando un hombre de esa envergadura se compara (aunque fuera por él mismo, con toda su verborrea y su hipérbole) con un bailarín de ballet, sabes que te encuentras ante algo muy especial. Shaq será Hall of Fame el primer año que sea elegible para serlo, y su presencia entre los 5 mejores jugadores de los últimos 20 años y 5 mejores pívots de la Historia es indiscutible, aunque la posición pueda bailar según el gusto. Hasta que la llegada de LeBron coincidió con su cuesta abajo, Shaquille era el especimen con el físico más perfecto de la NBA. Y de lejos.

Espectáculo: Años y años de espectáculo, dentro y fuera de la cancha, forman parte del legado de Shaq. El nivel que alcanzaron sus excentricidades estaba a la altura de lo que hacía en la pista. Seguro que vosotros tenéis vuestros momentos favoritos de la extensa lista de apariciones, pero aquí van los míos: su llegada con pistola de agua incluída en un trailer a su presentación en Miami, el número de break dance que se marcó junto a Jabbawockeez en las presentaciones del All-Star 2009 y el teléfono móvil que añadió a su zapatilla al más puro estilo Superagente 86 en el All-Star de 2005.

Fu: Shaq-Fu, otra de sus personalidades, nos sirve para seguir ilustrando su polivalencia, baloncesto aparte. Shaq-Fu no solo es el nombre de un videojuego de lucha para Sega y Nintendo que él protagonizó en el año 1994, sino que también es el nombre del segundo de los cuatro discos de rap que sacó del 93 al 98. Por Shaq Fu le dieron un disco de oro, después de haber llegado a la posición número 25 de la Lista de Ventas general, y la número 10 de R&B y Hip Hop con su primer álbum, Shaq Diesel, que fue certificado platino. Durante su carrera musical trabajó con algunos de los productores y cantantes más influyentes del hip hop, como Q-Tip, Erick Sermon, Jay Z o Notorious BIG, y llegó a colocar su primer single, (I Know I Got) Skillz en el número 3 de la lista Rap.

Grande: Con sus 2.16 metros de altura, entró en la Liga pesando 136 kilos, pero el resto de su carrera se ha movido de los 150 a los 160. En la vorágina de apodos que ha recogido a lo largo de los años, el prefijo Big ha sido una constante a casi todos. El Gran Aristóteles. El Gran Papi. El Gran Baryshnikov. El Gran Cactus. El Gran Trébol. Todo en él es grande. Pena que ese cuerpo antinatura, le haya pasado las facturas de todos aquellos festines que se dio con las piezas desechables que tenían como misión ir a la guerra contra él cada dos noches y algo.

Hack-A-Shaq: Don Nelson lo inventó, muchos lo pusieron en práctica con resultados desiguales y Popovich lo perfeccionó hasta llevarlo al hiriente sarcasmo, cuando sus Spurs hicieron falta a un incrédulo Shaq en el salto inicial de un partido. La táctica no tiene mucha ciencia: por qué dejar a Shaq tirar un tiro de campo, de esos de los que ha anotado el 58.2% durante su carrera, en lugar de tiros libres, con los que solo acierta un 52.7% de las ocasiones. Los equipos turnaban hombres altos, sacaban su fondo de banquillo para gastar sus 6 faltas contra un Shaq que volvía impotente a la línea. Sus intentos de mejorar en los tiros libres siempre se han quedado en eso, intentos. Documentados están los consejos que gente como el gurú Dennis Hans le dio o el trabajo de Riley, que estaba convencido de que podría solucionarlo y puso un equipo a su disposición para trabajar en su mecánica. Pero él siempre confiaba en que los metía «cuando contaban» y qué mayor honor, que darle tu nombre a una táctica que reconoce implícitamente tu dominio.

IDGAF: Sobre su taquilla en Los Angeles colgaban estas crípticas siglas con dos significados. Preguntado por los periodistas, explicaba que el significado era «I Dominate Games Always and Forever.» con un gran guiño. La realidad que conocían sus compañeros era algo distinta. I. Don’t Give. A. Fuck. Los dos O’Neal resumidos perfectamente. El que domina y al que le importa todo una mierda. El de los porcentajes récord: el de campo por arriba, y el de los tiros libres por abajo. El que ha sido. El que podría haber llegado a ser. De hecho, la segunda acepción tiene double entendre en sí misma. No le importaba una mierda su rival, al que destrozaba con voracidad, pero tampoco le importaba ser mejor él mismo.

Justicia: Los escarceos de Shaq con la justicia, no son los habituales en los jugadores de baloncesto. A O’Neal jamás le han detenido conduciendo borracho, ni golpeando a su mujer. Al contrario, gracias a su colaboración fueron detenidas dos personas en Miami en 2005 con cargos por agresión y racismo y en 2007 persiguió él mismo al conductor que chocó contra su Escalade y se dio a la fuga. En todas las ciudades en las que ha estado ha solicitado puestos de ayudante de Sheriff, con un carácter habitualmente honorífico y ha llegado a pasar por la academia del condado de Los Angeles para ser Oficial en reserva de la policía portuaria de LA. Además fue nombrado Ayudante Honorífico de los US Marshal, oficina federal. El único borrón lo tiene en Arizona, donde el Sheriff del condado de Maricopa le retiró su placa por utilizar lenguaje malsonante en aquel rap en el que le preguntó a Kobe «a que sabía su culo«.

Kobe: Su pareja de hecho, el hombre con el que logró el Three-peat, el enemigo que le empujó por la puerta de Los Angeles, después amigo, enemigo otra vez, ahora es todo broma y siempre nos llevamos bien, pero cuando Kobe gana su quinto anillo se empieza acordando de Shaq. Yo creo que se odian y se envidian. Kobe no aguanta que la opinión pública crea que los tres primeros anillos son más de O’Neal que suyos y que el Artículo 34 diera el primer golpe sin él mientras a él le rodeaban Kwames y Smushes;Shaq por su parte se lamenta de que ahora Bryant haya levantado un O’Brien más que él, como líder casi indiscutible del show. Como aquí somos más de baloncesto que de revista rosa, preferimos quedarnos con los momentos que nos dio la mejor sociedad de la pasada década.

Longevidad: 19 temporadas llevaba jugando, el que más de los jugadores en activo esta temporada. Con sus 39 años, era el jugador más viejo de la Liga (honor que ahora deja a Kurt Thomas casi ex-aequo con Grant Hill, un día más joven) y el más veterano, ya que los siguientes en la línea sucesoria, Jason Kidd, Juwan Howard y Hill llevan dos temporadas menos en la élite. Se irá habiendo jugado 1207 partidos, lo que le pone en el puesto 23 de la Historia (a solo 2 de igualar a Dale Ellis en el 22). Haber logrado todo esto, con un cuerpo tan grande y el riesgo de lesiones que esto conlleva, es admirable.

MVP: La temporada 99-00, en la que alcanzó su plenitud y se convirtió en el MVP, ganando el primero de los tres anillos consecutivos con los Lakers, fue impresionante, la mejor desde Jordan para mí. 29.7 puntos, 13.6 rebotes, 3 tapones por partido, que pasaron a ser 30.7/15.4/2.4 en Play-Off. Además, fue MVP de las Finales en tres ocasiones, las tres con los Lakers, y se quedó a 34 puntos de Steve Nash en la votación de la temporada ’04-’05, su primera con Miami y en la que muchos creen que debería haber sido el ganador del premio. Un par de terceros puestos en las votaciones de 2001 y 2002 y una segunda posición en 1995, llevan a 5 el total de veces que apareció en el podio a final de temporada.

Nietzsche: En el habitual reparto de libros que Phil Jackson hace entre su plantilla cuando emprenden el viaje más largo del año (habitualmente el llamado Grammy Trip en febrero), en 2000, se le ocurrió darle el Ecce Homo de Nietzsche a su niño grande. El libro, del que, según reconoció el propio Shaq Attack en una entrevista con TIME, no pasó del primer capítulo, cuenta entre otras cosas como el superhombre es encarnación de la voluntad de poder. El truquillo del maestro Zen de juntar la palabra superman con la voluntad y la superación surtió el efecto contrario, ya que O’Neal comentó «Phil piensa que soy demasiado único, hasta el punto que puedo estar loco«. De todos modos, aunque no se leyera el libro, al genial Diesel le valió para colar el nombre de Friedrich en una de sus descacharrantes citas: «Nietzsche era tan inteligente y avanzado. Y así soy yo. Soy el Nietzsche negro del baloncesto«.

Oro: Shaq formó parte del combinado nacional de EEUU que ganó el Oro en el Mundial del 94, en el que fue el MVP y en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. A partir de ahí no volvió a ir con el equipo, pese a ser invitado, porque en 1999 se sintió rechazado al no ser incluído en el Torneo de las Américas clasificatorio para los Juegos Olímpicos, pese a que la intención de USA Basketball era que el jugador descansara. Yo, siendo un poco mal pensado, aparte de vagancia, creo que los problemas vienen más de atrás, del verano del 92. En el Dream Team, el equipo que marcó una época, había un jugador universitario. Pero, contra todo pronóstico, no era el dominante pívot que podía destrozar a los frágiles europeos, y que iba a ser elegido indiscutiblemente número 1 del Draft, sino Christian Laettner. Así, Shaq se quedó sin visitar Barcelona y sin tomar un cursillo acelerado como becario al lado de Ewing y Robinson, y tras cumplir con el equipo, aprovechó la primera y más ridícula excusa para borrarse del barco para siempre.

Periodistas: Los periodistas adoran a Shaq, porque es una auténtica mina. Auténtico y divertido, a lo largo de los años, no ha parado de regalar citas ingeniosas, divertidas, desafiantes, ignorantes, sarcásticas… Su presencia ha sido una de las más polarizantes, si no la que más, en los últimos tiempos en un vestuario NBA. Con uno de los mayores sentidos del humor de la Liga, Shaq ha alternado referencias a Einstein y sus anécdotas, despectivos juegos de palabras con los nombres de sus rivales (declaró que «nunca ha estado en las Islas Caymán» al ser preguntado por Chris Kaman) y relatos de sus intentos de ligar con Tori Spelling «Le pregunte por su número de teléfono y no me lo dio, me dijo: Dame el tuyo. Había que intentarlo«. Él fue el primero en llamar Half Man Half Amazing a Vince Carter, y también el primero en llamar Erica a Dampier. Mi preferida, sin duda, cuando al ser preguntado al volver de Grecia si había visto el Partenón, y el Big Aristotle reconoció que «no puedo recordar el nombre de todos los clubs a los que fuimos«.

Quinto: Ese es el puesto que ocupa Shaq ahora mismo en la lista de los mayores anotadores de la Historia. Con 28.596 puntos, solo Abdul-Jabbar, Karl Malone, Michael Jordan y Wilt Chamberlain han metido más que él aunque Kobe le debería superar la temporada que viene (está a 729 puntos). También lo podemos encontrar en la zona noble de otras categorias: es 5º en tiros de campo anotados, 7º en tapones (que se empezaron a contar en el año ’73), 12º en rebotes, 17º en tiros libres anotados y 23º en partidos. De los jugadores en activo hasta esta temporada, lidera todas esas clasificaciones menos tiros libres (Kobe ha anotado más) y partidos (que le supera Kidd).

Ru-Paul: El «Ru-Paul de los hombres altos«, así llamó nuestro amigo a Chris Bosh después de que este se quejara de que O’Neal acampaba en la zona tras un partido de 45 puntos ante Toronto. Desprecios como este han formado parte de la carrera de Shaq, pero resalto este incidente en especial, porque el contexto en el que ocurrió es un microcosmos de la carrera de O’Neal: ese partido con Phoenix le convertía en el primer jugador de la Historia que metía 45 puntos en un partido con cuatro franquicias distintas. Tan bueno, tan volátil. La dualidad IDGAF, en estadísticas.

Superman: Antes de Dwight Howard, Orlando y la Liga tuvieron a su propio Superman. El hombre de los mil motes, entre los que hay que incluir el «Artículo 34» del inolvidable Andrés Montes, usó mucho, especialmente al principio de su carrera, este apodo, refrendado por el enorme logo del Hombre de Acero tatuado en su brazo izquierdo. No es de extrañar por tanto, que el siempre belicoso pívot se mostrara «ofendido» el año pasado por lo que él consideraba una apropiación indebida de Howard, su heredero más directo, y la presencia más imponente en una cancha NBA desde, um, él mismo.

Twitter: Con un vídeo colgado en su Twitter, el jugador de los Celtics se despedía del baloncesto en activo. «Lo hicimos, 19 años, baby. Quiero agradeceroslo, y por eso os lo cuento a vosotros los primeros, me voy a retirar.» Con esa complicidad con su seguidores, Shaq anunciaba que después de este agridulce año, en el que solo ha jugado 37 partidos de Liga Regular (nunca jugó tan pocos) y con tan solo 4 apariciones desde el mes de febrero hasta el final. Siempre un hombre de su tiempo, ha estado atento a colocar su marca en las redes sociales. Creó su Twitter, @SHAQ hace ya un tiempo, en noviembre de 2008, bajo un alias diferente al que utiliza ahora, y fue de los primeros jugadores de baloncesto en utilizarlo con regularidad e interactuar con sus seguidores. El Gran Cactus cuelga vídeos de todo tipo, y ya está pidiendo a sus 3.8 millones de seguidores hasta el momento, que le ayuden a encontrar un nuevo apodo más acorde con su nuevo estado civil.

Universidad: Todo un Doctor, Shaq empezó su relación con la universidad en LSU, Louisiana State University, que fue su casa durante tres largos años. Largos sobre todo para el resto de pivots de la Conferencia SEC. Más conocida por el football que por el basket, pese a haber sido la casa de Bob Pettit y Pistol Pete Maravich, era perfectamente apropiada para acoger a un jugador que también tenía más pinta de deffensive lineman que de jugador de baloncesto. A pesar de que fue elegido All-American un par de años, el talento que le rodeaba no le ayudó a llegar nunca lejos en el Torneo de la NCAA: a pesar de clasificarse para el baile en sus tres temporadas en el equipo, no llegó a octavos, los Sweet Sixteen, en ninguna de ellas. En el año 2000 se volvió a pasar por allí para completar su Grado en Estudios Generales, algo así como un «tú eliges los cursos». Sumado a un máster de la Universidad de Phoenix, y su Doctorado en Liderazgo y Educación por la Barry University, la singularidad de O’Neal se extiende más allá de la excentricidad fuera de la cancha.

Vagancia: La distancia que separaba a O’Neal de ser el pivot más dominante de la Historia, la marcaba él, poniendo su vagancia en medio. La V podía ser la letra de la velocidad, ya que ha sido uno de los mejores libra por libra (sin que sirva de precedente, hay que utilizar esta frase al revés) que se haya visto en cualquier deporte, pero si habéis llegado hasta aquí, os habréis fijado como esta retahila no puede ser más agridulce: cuánto hemos hablado de lo que O’Neal podría haber sido… Se ha presentado habitualmente a los campus de verano pasado de kilos y fuera de forma, nunca trabajó lo suficiente en su tiro libre, y dejó que los celos y la parafernalia malmetieran a la pareja que formaban él y la eternidad. Peor para él. Y para nosotros.

Wade: Su escudero en el cuarto anillo, nunca sabremos quién ayudó más a quién, pero parece claro que los dos se necesitaron el uno al otro (y un poquito a Danny Crawford) para ganar aquel campeonato de 2006. Como siempre, y no debería sorprender a nadie ya, Shaq quemó los puentes de la relación con Wade, experimentando otro déjà vu al tener que volver a salir de otra franquicia por la puerta de servicio y dejando las llaves al joven escolta, al que este año comparó con Kobe, como «pequeños chicos que dominan el balón y tiran 30 veces por partido que no se pueden comparar conmigo«. Desde Phoenix, Cleveland y Boston, no ha desperdiciado oportunidad de tirar una chinita al «Chico Maravilla» como él lo llamaba, y veremos si el rugido aumenta ahora que Wade puede volver a ganar sin él, como hizo Kobe en su día, acompañado además del LeBron que él ya estaba mayor para llevar a Tierra Prometida, y del RuPaul de los hombres altos.

X-Men: Shaq quisó añadir a su carrera cinematográfica un papel en X-Men 2, pero los productores no estuvieron por la labor, así que siente que conformar con su Steel. Todo un personaje, ha aparecido en 11 películas y algunas series de televisión, además de tener su propio reality show: Shaq Vs. Empezó compartiendo pantalla con Nick Nolte y Ed O’Neill en Ganar de Cualquier Manera (Blue Chips), y fue el protagonista absoluto haciendo de genio de la lámpara en Kazaam y de superhéroe en Steel, dos películas que aparecen en listas de las peores de la historia con la misma asiduidad que él en las de mejores pívots. Para los que os interese esta faceta del Gigante, aparecerá en Jack and Jill, película con Adam Sandler, Al Pacino y Katie Holmes que se estrenará a finales de año

Yao: El gran pívot chino tiene el honor de ser la primera persona en desplazar a Shaq de algo: el quinteto titular de All-Star. Un fijo en el quinteto titular, ya desde su temporada rookie, (primero desde Jordan), hasta, precisamente, la llegada de Yao en 2003, Shaq fue al Partido de las Estrellas 14 veces de manera consecutiva, hasta que su declive y las lesiones le apartaron en 2008, para volver una última vez en 2009. Además, Ming provocó uno de los episodios más desagradables en la carrera de Superman, cuando su peculiar humor fue catalogado de racista al ser preguntado por un Yao que estaba a punto de entrar en la Liga y responder «Decidle que Ching-chong-yang-wah-ah-so» acompañando el numerito con poses de Kung-Fu chusco. De todos modos, es querido en el país más poblado del mundo, y más aún a raíz de su contrato de esponsorización con la firma Li-Ning. Lástima que no podamos hablar más de baloncesto por culpa de las lesiones del gigantón chino.

Zen Master: Su entrenador en Los Angeles, Phil Jackson, el Maestro Zen, pareció alinearse con Shaq cuando la relación con Kobe se convirtió en «yo o él». Pero en 2006 abrió la Caja de Pandora al hablar de Shaq como «el único jugador que he entrenado al que no le gustaba trabajar«, a lo que el grandullón respondió comparando a Jackson con Benedict Arnold, uno de los traidores más famosos de la Historia Estadounidense. Desde ahí se han estado intercambiando achuchones de mayor o menor magnitud y en 2008 Shaq acusó a Phil de nunca decirle las cosas a la cara y de diseñar la ruptura entre ellos, aunque luego le dio un abrazo y un besito cuando se reencontraron en un Suns-Lakers. En 2009, cuando calificó de «estrategia de marketing» su relación con Kobe, repartió también flores para Phil, al que llamó «mejor entrenador de la Historia«, por lo que su relación ahora mismo, parece buena.

Retorciendo los números (III)

  • A mediados de diciembre, los Dallas Mavericks se ponían por segunda vez en la historia de la franquicia por encima del 50% de partidos ganados. ¿La primera? Cuando empezaron ganando su primer partido en la NBA, en la temporada 1980-1981. Desde entonces, 2450 partidos y 30 años después, los Mavericks han vuelto a ser una franquicia ganadora.
  • Vamos a aprovechar esta situación, para repasar el porcentaje histórico de las franquicias NBA. Los récords aquí presentes están calculados a día de hoy e incluyen los partidos jugados por todos los equipos de la franquicia, incluídos los de la BAA y de la ABA. Un asterisco denota que la franquicia no ha ganado nunca el campeonato, y dos, que no ha llegado a la final:
  • Franquicia Récord Porcentaje
    Los Angeles Lakers 3052-1877 0.619
    Boston Celtics 2999-2038 0.595
    San Antonio Spurs 2060-1475 0.583
    *Phoenix Suns 1928-1517 0.560
    *Utah Jazz 1618-1338 0.547
    Portland Trail Blazers 1752-1532 0.533
    Philadelphia 76ers 2583-2280 0.531
    Milwuakee Bucks 1803-1642 0.523
    Oklahoma City Thunder 1841-1689 0.522
    *Orlando Magic 893-832 0.518
    Chicago Bulls 1841-1768 0.510
    Houston Rockets 1795-1734 0.509
    *Indiana Pacers 1780-1752 0.504
    *Dallas Mavericks 1233-1229 0.501
    New York Knicks 2503-2530 0.497
    **Denver Nuggets 1752-1782 0.496
    Detroit Pistons 2438-2489 0.495
    Atlanta Hawks 2400-2468 0.493
    Miami Heat 889-920 0.491
    **New Orleans Hornets 888-920 0.491
    Sacramento Kings 2307-2618 0.468
    *Cleveland Cavaliers 1529-1754 0.466
    Golden State Warriors 2307-2726 0.458
    Washington Wizards 1809-2199 0.451
    *New Jersey Nets 1546-1989 0.437
    **Toronto Raptors 514-719 0.417
    **Minnesota Timberwolves 697-1029 0.404
    **Charlotte Bobcats 200-325 0.381
    **Los Angeles Clippers 1186-2097 0.361
    **Memphis Grizzlies 420-813 0.341
  • Los Phoenix Suns son la mejor de las 14 franquicias que no han ganado el campeonato, además es la más longeva de todas ellas: 42 temporadas. La peor franquicia que ha ganado el trofeo son los Washington Wizards, que ganaron en 1978, como los Bullets, con Dick Motta de entrenador y Wes Unseld de MVP.
  • Los Heat y los Hornets entraron el mismo año en la Liga, en 1989, y llevan récords prácticamente idénticos: A día de hoy, Miami ha jugado (y ganado) un partido más y han perdido los mismos. Aún así, Miami ha ganado un título, y los Hornets son la segunda mejor de las siete franquicias que no ha llegado a las Finales. El equipo con mejor récord que no ha jugado jamás la serie final son los Nuggets.
  • Al igual que han hecho los Mavericks, cuatro franquicias más podrían ponerse durante esta temporada por encima del 50% de partidos ganados en su historia. Los Knicks lo conseguirían si terminan la temporada con un 58-24 (o mejor), es decir, ganar 38 de los 48 partidos que le quedan. Los Nuggets necesitarían un 59-23, y ganar 39 de 48 para llegar. Los Hornets tendrían que alcanzar las 60 victorias, lo que significaría un 39-7 de aquí a abril. El equipo que más victorias necesitaba al empezar la temporada, Miami, es el único que visto lo visto parece que puede conseguirlo: necesita ganar 38 partidos, perdiendo solo 7, para terminar el año con 66 victorias.
  • Los Detroit Pistons se hubieran puesto por encima de .500 con 60 victorias esta temporada, algo que tienen ya imposible por haber perdido 24 partidos. También parecía improbable que los Hawks hubieran conseguido el 78-4 que necesitaban para ser una franquicia ganadora.
  • Dallas necesita acabar 48-34 para mantener su nuevo status. Indiana también se mantendría por encima del umbral con un asequible 25-57. Houston, Chicago y Orlando ya han superado las 9, 11 y 16 victorias que necesitaban respectivamente para no acabar el año por debajo de .500, por lo que a priori, ningún equipo se convertirá en perdedor este año.
  • Ahora vamos a repasar la longevidad de los jugadores en activo. El jugador que más temporadas lleva en la Liga es Shaquille O’Neal. Entró en el Draft de 1992 y esta es su decimonovena campaña. 17 temporadas llevan en la Liga Jason Kidd (el jugador en activo que más partidos ha disputado), Grant Hill y Juwan Howard, del Draft de 1994. Shaq es además el jugador más veterano, acabará la temporada con 39 años, que cumplirá el 6 de marzo. Hay otros dos jugadores nacidos en el año 1972, pero en octubre: Grant Hill y Kurt Thomas.
  • El segunda ronda que lleva más tiempo en activo es Rashard Lewis, desde que fue elegido en el Draft de 1998. Sean Marks también fue escogido en ese Draft pero fue cortado y pasó un año en Polonia. Stephen Jackson, entró en el Draft un año antes, en 1997, pero pasó por la CBA, Australia, Venezuela y la República Dominicana, y no debutó en la NBA hasta el año 2000.
  • De jugadores sin draftear, Ben Wallace, que lleva desde 1996 en la Liga, es el más longevo en activo. El pívot, que llegó a los 1.000 partidos en Liga el pasado 22 de diciembre, es el segundo jugador que alcanza el millar sin pasar por el Draft, tras Avery Johnson (aunque Moses Malone no fuera oficialmente drafteado por la NBA, no lo puedo considerar undrafted). Para superar al diminuto base en partidos jugados, Wallace necesitará otra temporada, porque aunque juegue en todos los que quedan de esta, estaría uno por debajo de los 1.054 del Pequeño General
  • Derrick Favors, nacido el 15 de julio de 1991, es el jugador más joven de la Liga. Solo hay otro jugador nacido en 1991, Xavier Henry.
  • Algunos de los hitos estadísticos que podríamos ver esta semana: Grant Hill está a 27 puntos de los 16.000 y Antonio McDyess a 23 de los 12.000. Kobe Bryant (26.695) puede ponerse noveno en la lista histórica de anotadores, superando a Oscar Robertson si anota 16 puntos más. Y Dirk Nowitzki (21.811) está a 3 de seguir escalando en el Top 25, y adelantar a Gary Payton en la vigesimocuarta posición. Andre Miller, por su parte, está a 8 asistencias de ser el 16º mayor asistente de la Historia. Sus 6.719 le convierten en el tercer mayor asistente en activo por detrás de Kidd y Nash.