Cuando Kobe Bryant anunció su retirada tome la noticia entre una mezcla de melancolía, sorpresa pero a su vez sabiendo que ese momento estaba más cerca que lejos y que este año era una posibilidad más que grande de ello.
En ese día, me apetecía hablar del futuro, de Lakers, de como los Buss podrían encarar este fin de ciclo para atacar los años venideros de una forma u otra, era el momento para mirar adelante. Hoy sin embargo es el momento de mirar atrás.
Cuando esta noche en la Avenida Figueroa de Los Angeles, Kobe Bryant salte a un abarrotado Staples Center, será la última vez que lo haga vestido de dorado y purpura, será su último partido, su adiós a 20 años de lacustrismo y de una de la carreras más legendarias en la NBA.
Si te digo la verdad, no se como reaccionaré, no se como viviré el partido, el cual probablemente vea tranquilamente en la mañana de jueves, pero se mezclaran seguro muchas emociones ya que para mi Kobe Bryant es El Jugador.
Desde más o menos 1988 soy de Lakers y desde esa época he vivido muchas cosas, mejores y peores, pero lo que he vivido de inicio a fin es la carrera del 8 y ahora 24. Tengo vagos recuerdos de ese Draft, de aquel 96 y de aquel chaval de instituto que Jerry West le sacaba en un trade ya mítico a los Charlotte Hornets. Ese jovenzuelo rapado y ganas de comerse el mundo, iba a ser en poco tiempo una de las sensaciones de la NBA y como le gustaba decir al gran Andrés Montes, era el presidente de la generación de Al Salir De Clase.
En febrero de 1997 la gente ya se empezaba a dar cuenta de que Bryant era algo diferente cuando en el concurso de mates del All-Star de Cleveland, con la camiseta de entrenar y con un descaro digno de su edad, se llevaba el trofeo ante gente como Mike Finley, Ray Allen (sí, ese Ray Allen) o el que jugaba en casa, Bob Sura, era su primer trofeo, su primer premio, su primer número uno, podíamos decir que desde ese momento nacía una competitividad que ha sido una de sus señas en todos estos años.
Poco tardaron en llegar los títulos de la mano de Phil Jackson y haciendo tandem con Shaquille O’Neal en uno de los equipos más temibles y sobrados de toda la historia de la NBA, que si bien no acabó con un record brutal de victorias la temporada (58), si que tenía un dominio sobre el resto de equipos que era insultante.
Fue el tercer anillo, el ‘Threepeat‘ y el inicio del fin de una relación que de haberse llevado medianamente bien a saber de cuantos anillos estaríamos hablando ahora mismo. El ego de Kobe pudo con el de O’Neal que dejó Lakers después de que aquel invento con Malone y Payton no saliera todo lo bien que se esperaba, todo sea dicho, culpa de las lesiones.
Este fue el peor momento deportivamente hablando. Los rumores de traspaso siguieron en los años posteriores y claro, uno que es fan de Lakers y de Kobe (en ese orden), no quería que la relación se viera truncada…¿quién se imagina a Bryant en Clippers? Pues estuvo a punto de darse…más cerca de lo que muchos se creen.
Los años venideros fueron un poco travesía en el desierto, pero llegó el 1 de enero de 2006 y el partido entre Los Angeles Lakers y Toronto Raptors. Mucho se ha contado de esa hazaña y mucho se seguirá contando en años posteriores hasta que un día a Curry le dé por enchufar 1000 triples en un partido o algo similar. Aquello que hizo Kobe será por siempre su marca y esa estampa dirigiéndose al banquillo con el dedo en alto, supongo que será la estatua que algún día la franquicia le dedique en la plaza donde ya están Magic, Kareem o Chick Hearn. Los 81 serán su legado eterno y eso ya nadie, amor o odio a parte, va a poder quitarle. De aquel partido me quedo con el recuerdo de verlo tranquilamente al día después, no estaba nuestra pareja favorita, pero sí Daimiel, que justo ese día cambió turno con otro y tuvo la suerte de comentar los 81 de Kobe. La cinta VHS del partido en castellano sigue por aquí cerca a mi lado.
Ese año Kobe Bryant debió ganar el MVP, se lo llevó Nash repitiendo, cuando era el comandante jefe de aquellos Suns de los ‘7 seconds or less‘, ese MVP era de Kobe, por su temporada, con 35.4 puntos por partido y dejando cosas míticas como los 81 y actuaciones brutales como la contra Dallas con 62 puntos o sus 4 partidos con más de 50 puntos. Una barbaridad que no se vio recompensada con un trofeo que debió ser suyo.
Años complicados, donde seguir a Lakers era algo parecido a lo de hoy en día, con la promesa de Bynum, pero el 1 de febrero de 2008, pasó lo que todos sabéis, Mitch Kupchak sacaba su magia y traspasaba engañaba a Grizzlies para conseguir que Pau Gasol vistiera de dorado y purpura. Ese mismo año se llegó a la final de la NBA y ese año consiguió el MVP que se le negó en 2006. Algo había cambiado y la gran prueba de ello fueron los dos consiguientes anillos, uno de ellos vengando la derrota contra Celtics en un séptimo partido que ya es historia viva tanto para él como para Lakers.
Pero sin lugar a dudas mi mayor recuerdo de Kobe Bryant lo viví en directo y no, no hablo de los cientos de partidos que le he visto jugar en estos 20 años, las miles de canastas que le he visto hacer, no, todo pasó el 11 de febrero de 2011, cuando estuve en el Madison Square Garden para disfrutar de un Lakers vs Knicks en la catedral. Lakers venía de un back to back contra Boston, donde por cierto ganaron y sinceramente no esperaba mucho de este partido, el último de Phil Jackson como entrenador en la que ahora es su casa, sólo quería disfrutar del momento y del espectáculo. Y vaya que lo hice.
Lakers jugó un partido tremendo y Kobe hizo de Kobe en el Madison, cascándose 19 puntos en el primer cuarto que fue una auténtica barbaridad y que dejó un buzzer beater donde Felton aún está clavado al parqué del MSG.
Estos años han llegado las lesiones, el no-trade de Paul, el fiasco de Howard y mil cosas más que no son para este momento de recordar, y finalmente Kobe decidió que ya era momento de dejarlo y de que los 20 años como jugador de Los Angeles Lakers acabaran donde tenía que hacerlo en el Staples Center, en su casa y ante su público.
Yo lo veré mañana, tranquilamente, pero siempre por casa tendré sus camisetas, sus zapatillas, sus bobbleheads, sus figuritas, del que para mi es y será el mejor jugador que he visto jugar a esto llamado baloncesto.
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Lo que parecía un aspirante al título el año pasado por estas fechas, o al menos aquí lo creímos así, se derrumbó entre polémicas, lesiones y bajones de rendimiento, en un annus horribilis para los Lakers en el que perdieron hasta a su figura paterna, el Doctor Jerry Buss.
La terrible lesión de Kobe en la recta final de la Temporada Regular, fue el antepenúltimo golpe, y el más doloroso, ya que los ecos de aquella rotura del talón de Aquiles, reverberan esta temporada. No sabemos cuándo estará listo (si la Liga ha puesto un Miami-Lakers el día de Navidad es que alguien está muy muy seguro de que estará de vuelta por esas fechas), ni cómo le afectará a sus 35 años, tras 17 temporadas en la élite. Así que los Lakers, rodeados de tanta incertidumbre, han decidido que está será una temporada de transición, y ha rellenado la plantilla con jugadores de dudosa calidad que acompañen también a los magníficos, pero renqueantes (uno más que el otro) Steve Nash y Pau Gasol.
Radiografía de los Lakers
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Sacrebleu
Los Lakers tienen la que tal vez sea la peor plantilla al Oeste de Philadelphia del tercer al decimoquinto hombre de la rotación, su mejor jugador está recuperándose de una rotura del tendón de Aquiles con 35 años, 17 temporadas a las espaldas, y la mayor cantidad de partidos jugados (incluyendo Playoffs) de todos aquellos que están en activo, y el segundo espada se perdió 33 partidos, tantos como años tiene, y también se operó al acabar la temporada.
Como Kobe Bryant tiene una voluntad indomable, y Pau Gasol un estatus que recuperar en su último año de contrato, es imposible acabar de dar el paso y borrar a los Lakers de la lista de candidatos a Playoffs. No hay que ir más lejos que el año pasado, en el que al final lograron hacerse un hueco, pese a que a mitad de temporada estaban a 7 partidos del 50% de victorias, y a 8 de los Playoffs, y lo que es peor, hechos polvos anímicamente y con las relaciones entre ellos tensas o rotas. Pero aún sabiendo del orgullo de alguno de los miembros de este equipo, cualquier enfoque racional sobre esta plantilla, teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentran sus jugadores más importantes, les pondría a ver los toros desde detrás de la barrera.
El pronóstico sobre este equipo depende muchísimo de lo que suceda con Bryant, un jugador todavía de mucho impacto. Hay una gran incertidumbre acerca de cuándo, y sobre todo, cómo va a reaparecer, lo que afecta al análisis de este equipo, que cambiará completamente si Kobe no está, ya que es uno de los jugadores que más huella dejan en cada posesión (en ataque, y últimamente también, en defensa, pero para mal). Pero de momento, entre recuperación, rehabilitación y vuelta al ritmo, podemos creer que pasará una buena temporada, y el juego de Alubio, de extrema dificultad, no sólo estética, no sé si puede permitirse no estar al 100%.
Si a lo de Bryant añadimos que Nash cumplirá las cuatro décadas de vida durante la temporada, y la profundidad del equipo es nula (no estoy seguro de que los Lakers junten más de 10 tíos con el talento suficiente para jugar, aunque sea de último mono, en la NBA), el pesimismo es inevitable. Los Lakers y D’Antoni, cada uno por su lado, son semi-especialistas en encontrar siempre alguien servicial de entre los proscritos (Earl Clark el pasado año), así que con alguien nos acabarán sorprendiendo, pero con la colección de este año, se presenta todo un reto.
Y es que cuando falta talento en general en casi toda la pista, poco se puede inventar.
Manolete D’Antoni
D’Antoni es un americano con doble nacionalidad italiana al que han utilizado durante el último año como cabeza de turco.
Es muy fácil hacerle responsable de todos los males de los Lakers, y no fue su mejor año desde luego, pero si de algo le echaría yo la culpa (dando lecciones desde el sofá, con dos cojones) es de no haber muerto con sus principios, no haber obligado a los jugadores a utilizar su libreto, no haber sido verdaderamente valiente, verdaderamente D’Antoni.
Ya que se iba a llevar tortas de todos lados, que sea por algo. Así, se ha comido hostias por «obligarles a jugar al Modo MDA» cuando en realidad, casi nunca no lo han hecho (bueno, en defensa… je, je, je). Los Lakers fueron uno de los equipos que más posesiones de la Liga empleó posteando, y eso ciertamente no es doctrina D’Antoni. También utilizaron muchos aclarados, y muy poco el bloqueo directo y el contraataque (aunque el personal no invitaba a esto último, la verdad), pero entonces, que no digan que se jugó a su manera.
Los Angeles tiraron mucho de 3, es verdad, pero hay que tener en cuenta que muchos de esos lanzamientos vienen tras devolver la pelota del poste bajo o en tiros imposibles de Kobe (que no anotó desde downtown en 24 partidos de la temporada, y se marcó un 1 de 37 en un periodo entre enero y febrero, en la ya conocida como «Serie de tiro que emocionó a Spielberg«), no en el contexto que Mike desea de penetración y pase.
Es cierto que los Lakers, por culpa de lesiones y renqueos estuvieron desprovistos del talento suficiente para hacer algo durante buena parte de la temporada, pero cuando Kobe, Pau y Dwight compraron lo que les quería vender, el resultado fue precioso. Como una estrella fugaz, eso sí, pero lo fue.
Podremos guardar en la videoteca el recuerdo de lo que pudo haber sido, aquel partido de noviembre contra los Rockets (que, curiosa e irónicamente vino con Bernie Bickerstaff en el banquillo), en el que los Lakers metieron 40 puntos en el primer cuarto, con Kobe atacando desde el bloqueo directo, Howard dispuesto a continuar hacia canasta, y en el que sobrevivieron incluso a tener a Darius Morris y Chris Duhon de tiradores.
En enero volvieron a jugar (y ganar) otros tres partidos con ese chip en la cabeza, con Nash de vuelta y Pau saliendo desde el banquillo, pero tal y como vino, y en parte por las tensiones que estaba provocando tener al español de suplente, se fue.
En definitiva, podrá tener toda la culpa, pero no precisamente por haber jugado como él quería. Ojalá lo hubieran hecho así los Lakers, porque fue bonito mientras duró. Y es una pena que no le haya apoyado más alguien como Kobe, que precisamente eligió el número 8 cuando llegó a la Liga para su camiseta, en honor a su ídolo de infancia. El mismísimo Mike. No Jordan, D’Antoni.
La defensa, mal, gracias
Era un problema anterior a D’Antoni o Howard, pero LA siguió el año pasado sin ser capaz de forzar pérdidas o detener al base rival, dos clásicos que ya son endemia para los Lakers. A eso se añadió un horrible balance defensivo en la transición y así fueron el peor equipo en defensa de todos aquellos que se clasificaron para Playoffs, pese a que en el Staples no se pitan las faltas (tercer año consecutivo en el que los Lakers lideran la Liga en menor proporción entre tiros libres del rival y tiros de campo, y reciben aún menos en casa).
Además, se han ido Dwight y Metta World Peace, los dos mejores del equipo en estas tareas, y en la lista de jugadores que han llegado, no vemos nada remotamente parecido a un stopper. Los Lakers del próximo año son una colección de caracteres, a cada cual con peor reputación. Según el RAPM, Pau Gasol (repetimos, PAU GASOL), que fue el 26º pívot el pasado año entre aquellos con más de 1.000 minutos, fue el mejor defensor en este equipo en el que todos puntuaron negativo. Si juega Kaman de titular, los equipos rivales deberían a freír a LA a bloqueos directos, poniendo a Nash y Chris en todos ellos, mientras los aficionados en el pabellón, y nosotros en nuestro sofá nos hinchamos a palomitas.
Además, hay otra baja que quizá haya podido pasar desapercibida. Steve Clifford, el ahora entrenador jefe en Charlotte, y uno de los gurús en esta Liga como asistente defensivo, también lo deja tras sólo un año acompañando a Howard, y aunque su paso no fuera precisamente exitoso (no sabemos lo que le dejaron o no hacer) tampoco parece que le hayan encontrado un sustituto de garantías. Llegan Kurt Rambis y Johnny Davis, y al parecer será el antiguo jugador de los Lakers, y asistente del equipo durante una década el que tendrá algo más de responsabilidad en ese aspecto.
Rambis llevaba nueve años apartado de la organización (a nivel ejecutivo, porque comentaba y analizaba los partidos de la franquicia en televisión), y dos años sin entrenar desde que se fue de los Wolves. Quizá sea injusto juzgarle por sus aventuras en un equipo con tan pocos mimbres como aquellos de Minnesota, pero fueron 28º y 27º en índice defensivo y no parece que Kurt tenga una fórmula mágica, que es lo que necesitan en Los Santos, básicamente. Además, aunque entiendo que es pronto en el proceso, cuando le han preguntado sobre el plan en este último par de meses, no ha contestado nada más que generalidades. Tener buena química, trabajar en equipo, que todos se comprometan a defender… vamos, la pólvora reinventada y América redescubierta.
Veremos que acaba sucediendo en LA, porque es verdad que a veces un colectivo es mayor que la suma de sus partes, y eso sucede cuando menos te lo imaginas, pero a priori, van a sufrir mucho en este lado del campo.
Pívot Gasol
Tras el fallido experimento Howard, Pau podría volver a la posición en la que muchos consideran (y consideramos) que pertenece ahora que ha perdido algo de velocidad: la de pívot. Aunque entre tanto clamor popular, hay que tener en cuenta que si Bynum se hubiera quedado y siguiera vivo, o el experimento Howard hubiese funcionado, estaría jugando de 4, y aquí paz y después gloria.
Lo cierto es que Pau casi ni se debe acordar de la última vez que fue titular de 5 una buena temporada (tendríamos que irnos hasta los terribles Grizzlies de 2007, que jugaban con Stromile Swift y Hakim Warrick), salvo por los momentos en los que Bynum no estuvo disponible por lesiones varias, y él jugó, eso sí, junto a otro 2.15 como Odom.
Aunque ahora vaya a ser pívot, a Pau le conviene, y juega mejor, junto a otro hombre alto que también anote cerquita del aro. Por un lado es un problema cuando le recortan parte de su espacio vital (aunque muchos quieran ver culpables en los entrenadores de perfil bajo de Lakers, ese muñeco tan fácil de atizar, lo de desplazar a Pau poco a poco del poste bajo, para hacer sitio, entonces a Bynum, lo empezó haciendo Phil), pero por otra parte puede desempolvar su juego de pase entre torres, a veces de poste a poste, otras a cortes directos al otro lado del aro, y este año tiene otro compañero que cumple con el manual de estilo en Kaman, pero Chris prefiere recibir él de espaldas o para tiro que en movimiento, así que tal vez otra opción con menos habilidad, pero más directa, como Jordan Hill vendría mejor a Gasol.
A diferencia de otros llaneros solitarios (sin ir más lejos el jugador franquicia de su ídem), Pau necesita a sus compañeros, y se mueve en la misma onda que ellos. Es un jugador emocional, que forma parte del colectivo para lo bueno y lo malo, y si estos Lakers mutan en el desastre que pueden acabar siendo si las cosas no van bien (ni me imagino lo que podría pasar si encima salen mal), será difícil que no le afecte.
Como acaba contrato, y si demuestra que sigue siendo uno de los mejores, podría conseguir una suma golosa para los próximos 3-4 años, Pau tiene incentivos claros por hacer una gran temporada, aunque su equipo no esté en sintonía con él. Ha tenido un verano para recuperarse, está en pista desde el primer entrenamiento, y Nash, que puede ser su mejor socio, de momento, también empieza el año.
Pero ya son un par de temporadas irregulares y por debajo de su mejor nivel y cada vez cuesta un poquito más remontar. Con 33 años no va a jugar como cuando tenía 29, pero puede acercarse a ello. Eso sí, no es fácil.
El abuelete de la Liga
Ya hemos hablado de como Nash cumple 40 tacos durante este año, y con Kidd y Juwan Howard retirados, Kurt Thomas es el único que puede quitarle el honor de ser el yayo de la Liga. Supera por unos meses a Camby y Fisher, que son de su misma quinta, y es uno de los 6 supervivientes del Draft de 1996 que entran ya en su 18ª temporada (otro, Kobe, juega en su equipo, pero con cuatro años y medio de vida menos) . Salvo una vuelta a las canchas inesperada (de nuevo de Thomas, o de Jerry Stackhouse) sólo les gana en experiencia Garnett.
No es que lo de Nash no se haya hecho antes, y los avances en medicina, preparación y bienestar seguramente ayudarán a que veamos carreras más largas, pero en cuanto a bases, sólo hay un par de precedentes nada más: el de Kidd el año pasado (que lo acusó muchísimo al final y decidió retirarse un año antes de lo que había firmado), y otro, el estandarte de la durabilidad, John Stockton, que de hecho llegó a los 41, un año más que Steve ahora.
Eso sí, mientras que Nash está jugando menos partidos cada año que pasa (81, 75, 62 con la temporada acortada, 50), John se perdió 22 en toda su carrera, jugando los cinco últimos años al completo (temporada del cierre patronal de 1999 incluida). Y mientras que el jugador de Utah jamás bajó del 46% en porcentaje de asistencias, ni del 19% en utilización, produciendo básicamente lo mismo hasta el último día, Nash pegó un buen bajón en ambas categorías el año pasado, después de llevar 3 años de caída más o menos sostenida.
Si analizamos el número de «jugadas finales» en las que interviene Steve por minuto (tiro, viaje a la línea, asistencia o pérdida), la cifra ha ido bajando: 30.7 en 2010, 29.4 en 2011, 27.7 en 2012 y 21.8 finalmente este año. Phoenix jugaba a un ritmo más rápido por lo que la diferencia real es algo menor, pero en Los Angeles, Nash tomó un papel un tanto secundario, y se ofreció más como tirador (43.8% en triples, 6º mejor porcentaje de la Liga), algo para lo que no hay problema, porque está sobrecualificado, desde luego, y le ayuda a guardar energías y curarse todo lo posible en salud.
Pero cuando no esté Kobe, y con este equipo, recuperará una carga similar a las de Phoenix (tener a Gasol como creador secundario le podría liberar algo más), y habrá que ver si es capaz de aguantarlo durante una buena minutada. Con Blake y Farmar, la de base es quizá la única posición de los Lakers con algo de profundidad, y podrían permitirse tenerle menos de 30 minutos en cancha, porque ahora, lejos del excelente equipo médico de Phoenix… es casi condición indispensable para que aguante de pie.
Cajón de…
Hay quien dice «cajón desastre», otros usan «cajón de sastre» (está es la buena) y unos pocos, incluso, «resto de plantilla de los Lakers» (aún mejor). Blake, Farmar, Jodie Meeks, Nick Young, Wes Johnson, Jordan Hill y Chris Kaman son el resto del núcleo, tras el Veteran 3, y la razón de tanta desconfianza.
De los 300 jugadores con más minutos (en lugar de los 1000 minutos que requerimos habitualmente, para que nos salgan unos 10 por equipo), los tres fichajes de los Lakers, Kaman, Young y Johnson son 173º, 255º y 297º en RAPM, con Meeks y Blake 205º y 256º. Si esto fuera a ser la unidad que sale del banquillo,no estaría mal. Pero en este grupo (más Hill y Farmar, que tienen un nivel comparable a lo largo de sus carreras), tiene que estar el alero titular, el hombre alto que acompañará a Gasol, el escolta cuando y si faltaKobe, y el base que respalde al titular cuarentón que sólo jugó 50 partidos el año pasado, cuatro puestos que podrían dar más de 1.80o minutos cada uno.
Meeks y Young tiran bien, lo que siempre es interesante, así que los Lakers podrían tener un buen equipo en ataque, aún sin Kobe. Pero como ya dijimos, las combinaciones en defensa, no van a ser bonitas.
Apostando por los defenestrados
Los Lakers, debido a su situación por encima del impuesto de lujo, incluso sin Howard ni World Peace, tenían muy restringidos sus posibles movimientos (básicamente, utilizar el mínimo de veteranos, y la mini excepción de nivel medio de 3 millones), y han conseguido convencer a jugadores que quizá podrían haber obtenido un poco más en otros sitios, de ir a LA y fichar por debajo del precio de mercado. Pero no da la impresión de que se hayan propuesto hacer la plantilla más competitiva posible. Contrataciones como la de Kaman o Young si van más o menos en la buena dirección de aprovechar lo poco que había, pero en el resto de los casos, los Lakers parecen más pendientes de encontrar una carrera joven que reactivar, que de elegir y negociar con jugadores que les hubieran aportado una mayor seguridad y veteranía.
Y no lo han hecho mal con esta mentalidad los últimos años, en los que han cambiado la vida a Jordan Hill o Earl Clark. Las apuestas de esta temporada serán Wes Johnson, número 4 del Draft de 2010 y Xavier Henry, duodécimo elegido ese mismo año. Y quizá también podamos incluir a Shawne Williams, 17º en 2006, aunque es algo más mayor (27 años, mayor que Meeks y Farmar y casi alcanza a Young en edad), y su contrato no está garantizado.
Henry tiene la juventud a su favor, ya que cumple 23 al final de la temporada mientras que Johnson, pese a llegar en el mismo Draft, ya tiene 26 años, pero la habilidad para tirar de tres será importante para D’Antoni, y Wes lleva 206 en sus tres años en la Liga (aunque los porcentajes sean subsaharianos) y Xavier sólo 13.
Precisamente eso de los triples es lo que puede hacer que Williams tenga más opciones de las que parece, incluso para optar a un puesto de titular. Hill y Kaman deberían ser muy superiores a él, que lleva un par de temporadas prácticamente sin jugar, por malos minutos y lesiones, pero hace dos años, cuando coincidió con D’Antoni en New York, acertó un 40% de los intentos de 3 (en 5.8 lanzamientos por 36 minutos), mientras que a Hill, el año anterior en los Knicks, le enseñaron la puerta a mitad de temporada.
Es el que más cerca está del perfil de 4 abierto de entre todos los miembros de esta plantilla (obviando quizá inmerecidamente a su elección de 2ª ronda este año, Ryan Kelly), así que aunque es un pobre reboteador y defensor… qué más le da a MDA. De perdidos, al río. Quizá sin Bryant aún no se atreva, porque las habilidades (supuestas) de Kaman creándose su tiro serán necesarias, pero Williams tiene la oportunidad, si aprovecha los minutos que vaya teniendo desde el banquillo, de demostrar que puede contar con él por si quiere abrir la pista cuando vuelva Kobe.
Cierto es que por tierras angelinas se es muy propicio a los dramas, pero lo que está pasando este año en Los Angeles Lakers es digno de peli, y lo peor de todo, no parece que haya solución.
Vamos primero a los hechos, a los números que dicen que no mienten. A día de hoy, y después de caer estrepitosamente ante los Grizzlies en Memphis el otro dia con los padres de Gasol viendo al hijo bueno, Lakers tiene un record de 17-25, es decir, ha jugado ya 42 partidos, lo que podríamos decir que está a mitad de temporada. De estos 42, 5 se jugaron siendo Mike Brown entrenador (1-4), otros 5 con Bernie Bickerstaff (4-1… We Want Bernie!!!!) y el resto con Mike D’Antoni, con lo cual, el bueno de Mike tiene un record de 12-20. Interesante, pero seguimos con los números… resulta que a Lakers le quedan 40 partidos por jugar y revisando otros años, el octavo del Oeste ha entrado el PO con unas 45 victorias, con lo cual Lakers tiene que ganar unos 23 partidos más o menos de esos 40, o lo que es lo mismo, y haciendo unos números no muy complicados, el 57.5 % de lo que queda por jugar…y ojo el equipo angelino aún no ha hecho el mítito Grammys Road Trip.
Estas son las matemáticas, pero vayamos a las sensaciones. Estas son peores para que nos vamos a engañar, vamos a jugar a algo y nos vamos a poner en la piel del GM de Lakers, nuestro amigo Mitch Kupchak aka Ketchup, ya estáis en el papel? pues vamos allá:
Qué cojones pasa?, hemos cambiado al entrenador que ya no queríamos el año pasado…mmmm, encima han pasado un poco de mi que quería al Tio Phil y Jimmy ha traído a D’Antoni, pero ahora resulta que con el nuevo Mike, la máquina no carbura…. Tengo a Pau mosqueado, pero bah, en nada lo voy a tradear, así que una cosa menos, pero mmmm qué traigo? o mejor, qué busco? mmmm y ahora Howard nos quiere hacer la del año pasado y empieza el rumor que no le gusta el entrenador, vaya tela…y si no renueva a final de temporada??? igual es mejor traspasarlo antes… pero estamos en las mismas, qué traigo? o mejor, que me van a ofrecer??… uffffffff Adam Morrison está sin equipo y es tirador, igual a Mike le gusta…y si hablo con los Kings para ir a por Freddette…uff voy a tener que poner a cargar el móvil… pero….. y si me voy yo?…
Y así estaríamos días y días intentando averiguar que pasa por la cabeza, creo que actualmente muy liada, de Mitch.
Sigamos con las sensaciones. El equipo no va, obvio, pero los jugadores? hacen por ir? tenemos a Kobe Bryant haciendo una de sus mejores temporadas personales en cuanto a números, pero y el resto? Gasol creo que ya ha cumplido su ciclo como Laker (lo mismo que ya pensaba el año pasado…y que la propia franquicia pensaba cuando aquel no-trade de Paul…y a todo esto, qué sería de Lakers ahora con Paul…. ufffff, quita quita…sigamos…) y eso se nota en su forma de jugar y de actuar en pista. Para colmo ahora D’Antoni lo saca desde el banquillo, algo que no le ha molado un pelo al 16 y ya ha dicho que se plantea solicitar el trade, tremendo. Luego tenemos a Howard, un tio que por cualidades podría hacer un 20-10 sin sudar en cada partido, pero no sabemos muy bien por qué, no lo hace, mi teoría es que aún no está al 100% del tema de la espalda, por mucho que él diga, pero es que la sensación es que no está ni al 60%, y creo que no me vale lo del entrenador y el sistema, leñe que tienes a Nash!!!! Vamos con Nash también… soy el único que lo ve este año…mayor! es decir, sí, tiene una edad, pero el año pado en Suns le veías jugar y era el mismo Nash que siempre… ahora con ese pelo rockabilli, parece que se le han ido las fuerzas y el jugonismo… algo raro. El amigo Ron Ron sí está haciendo un buen año, con licencia para tirar y eso le mola, cierto es que de vez en cuando suelta cada mandarina digna de Gepeto Brothers, pero bien, lo poco salvable con Kobe.
Y el banquillo? ufffff ahora ha salido de la nada Clark, u n buen pivot, con buen físico y que todo el mundo quiere que sea el nuevo Garnett, pero no nos equivoquemos, no deja de ser un buen suplente. Jamison, otro que parece que está con Pau, es decir, en Belén con los pastores… el resto, como le mola a la NBA decir: DNP.
Y así está el panorama, Lakers va a la deriva y lo más triste de todo es que no se ve nada en el horizonte que de algún tipo de esperanza… tal vez un trade, pero ufff está muy lejos, aún así, uno que es lacustre desde tiempos inmemoriables, espera que un buen día todo esté en su sitio y la máquina empiece a carburar y con un poco de suerte se alcancen los PO, entonces ya será otra historia, otra estación, la primavera, esa que la sangre siempre altera…
Sí, este es otro post de Lakers y es que el equipo angelino vive en un drama continuo. Después de la vuelta de Pau Gasol en el partido contra los super Bobcats, parece ser que Steve Nash puede estar listo para este próximo fin de semana o sino para el partido navideño frente a los Old York Knicks.
Sea como fuere D’Antoni tendrá su regalito navideño en forma de quinteto y empezaremos a ver que tal es ese famoso pick & roll, la verdad es que sinceramente hay ganas, pero va a costar aún, es decir, no esperéis que de un día para otro Lakers se convierta en un nuevo Showtime, no. Nash tiene una edad y como se vio en la vuelta de Gasol contra Bobcats, le va a costar entrar, aunque en la NBA, normalmente cuando un jugador está preparado para jugar, es que suele estarlo para dar el máximo.
Aún así Lakers deberá seguir apretando en defensa. D’Antoni sigue moviendo el quinteto para encontrar el 3 ideal para jugar y mezclar con la segunda unidad. Ha probado a Jamison, World Peaace y hasta Ebanks y nada parece claro hasta que no vuelva el bueno de Nash.
Tensa espera en el lado lacustre, por fin podremos ponernos nuestra camiseta de LCDES del Lineup?
Tiempo para repasar, como siempre a nuestro modo, cómo va el primer mes y algo de la NBA, donde han pasado muchas cosas, tal vez demasiadas o tal vez demasiadas pocas, ahí ya cada uno, pero vamos por conferencias…
Primer nos vamos al Este que es lo que más cerca nos queda y simplemente nos vamos a echar las manos a la cabeza: Knicks y Nets dominando?!?! (con Miami ya ni contamos, está a otro nivel, al nivel de cuLebron claro…), es algo inaudito pero la Batalla de la Gran Manzana parece que va a ir más allá de los partidos en el MSG y en el Barclays, y nos gusta, la verdad es que no hay nada mejor como un pique de los buenos. Ya se pudo ver en el partido de Brooklyn, que el ambiente de PO era tremendo… habrá que estar atentos… y también atentos a cuando vuelva Amaré… jur jur jur.
Luego tenemos a los Wizards, que a pesar de no tener mal equipo, están con un record ridículo, aunque creemos que cambiará cuando Nené se acople y vuelva Wall. Bobcats va ganando, también era de esperar la verdad, pero sobre todo vamos al caso de los Cavs con un Varejao a nivel All-Star y un base que ya es una realidad y que es uno de nuestros favoritos dentro de la NBA, apenas ha ganado partidos y tiene pinta de que vaya a ser una de las decepciones de la liga… pero ojo, un equipo que tiene 2 jugadores que serían titulares en el resto de 29 franquicias… un caso curioso la verdad y digno de estudio.
Por el Oeste la gran noticia son los Lakers, guste o no, se cargaron a Mike Brown y sin Nash los Lakers de D’Antoni aún los estamos buscando, a pesar de que han hecho apariciones esporádicas en un par de partidos, pero no, no están. Y parece raro, ya que con Howard la cosa iba a cambiar, pero no, el equipo ahora no se sabe que es y la clave sigue estando en la defensa, lo peor de todo es que aún no se sabe cuando vuelve Nash. San Antonio sigue buscando a Lupita y cuando lo hace son los mejores, ojo al equipo de Popovich que promete algo parecido a lo del año pasado, esperemos al menos que no acabe igual.
Sorprende y gratamente los Grizzlies. Mola ver jugar al equipo de Memphis, parece que con Randolph sano y sin OJ Mayo todo fluya mejor, pero lo realmente sorprendente es un banquillo con jugadores, entenderme, del montón, produce casi lo mismo que los titulares, pero Hollins ha conseguido un equipo, un conjunto… algo parecido a lo que tiene Popovich en SA, tal vez por eso mole tanto verlos jugar… También sorprende Warriors, sin Bogut, que vete tú a saber cuando vuelve, pero con un Lee que está muy serio y un equipo que parece que se lo pasa bien jugando a esto del basket… y eso que tienen el entrenador que tienen, extraño. Otro dato destacable: Lillard, va para rookie del año de largo y que es una gozada verlo jugar… algo parecido a Irving el año pasado…
Estamos viendo menos basket del que nos gustaría ver, eso siempre nos pasa, siempre queremos más, pero así estamos viendo las cosas y no os olvidéis que seguimos viéndolas día a día en nuestro Twitter donde hacemos esto que acabáis de leer, pero con menos caracteres y tal vez con algo más de mala leche… la justa.
El otro día hablamos de que algo pasaba en LA y justo a las pocas horas, todas las sospechas de que algo pasaba se vieron confirmadas con la salida de Mike Brown de Lakers. Con todo esto, enseguida la maquinaria en LA se puso a carburar y después de un más que acercamiento a Phil Jackson, Lakers se decidió por otro Mike, D’Antoni para dirigir la nave lacustre los próximos 3 años (con otro opcional), pero cómo van a ser los Lakers de este otro Mike?.
Para empezar a ver que puede pasar con estos Lakers hay que ver que ha hecho D’Antoni anteriormente y claro, nuestra mente se va a Phoenix y aquellos Suns del ‘Corre corre que te pillo y tira a canasta ya leñe!‘, que es un poco la traducción del ‘Seven Secods Or Less‘ de los Suns. Allí Nash mandaba y junto a Amaré dominaban el Pick & Roll como nadie, con Shawn Marion y Joe Johnson en las alas tirando brutalmente de 3, esos eran los Suns que estuvieron a nada de las finales si no llega a ser por aquellas sanciones extrañas en SA… Luego vino la época en Knicks, unas temporadas raras, con el equipo intentando hacer hueco para un Lebron que nunca llegó y con un Melo que puso mucho de su parte para que fracasase el proyecto D’Antoni en la Gran Manzana, aún así, aquellos Knicks de Amare, Felton, Gallinari,… era un equipo molón de ver y después del Melodrama fue otra cosa…
Si hablamos de la defensa o de la poca defensa que pueden tener los equipos de D’Antoni, tenemos que empezar a decir que esto es un poco tontería y vamos a ver el por qué… El ideal del nuevo entrenador de Lakers es como el de los concursantes de cierto programa que hacen en cierta cadena con un 5 es decir, meter, meter y meter. Con lo cual, si a tu equipo le meten 115 puntos pero tu llegas a 120… qué más da? además, estos Lakers van a tener algo que no tenían aquellos Suns y es el poder intimidatorio y la defensa de Howard, otro plus más.
Otro punto para desmontar la teoría de la defensa de D’Antoni, es que sus equipos siempre han estado en la zona media en cuanto a defensas, es decir no eran desastrosos como mucha gente quiere hacer parecer, así que Lakers seguirá siendo un agujero defensivo (más o menos) pero todo parece indicar que vamos a ver muchos puntos en el equipo angelino ya que sin duda D’Antoni es un entrenador de ataque y eso es lo que demostró en Suns, pero de un ataque bastante alejado de lo que Lakers pretendía hacer con la famosa Princeton Offense, este ataque es más para Nash… y Howard.
Y donde deja esto a Kobe & Pau? pues donde ellos quieran, así de claro. Creo que Kobe va a ser inteligente y viendo la muy buena temporada que lleva a nivel personal, es de esperar que deje hacer a D’Antoni, el cual ya ha entrenado a Kobe en los dos últimos JJOO. Pau va a tirar más… para que os hagáis una idea, tiene pinta que será el Diaw de aquellos Suns, pero con un cobertura inferior al francés.
No olvidemos una cosa, este movimiento es un movimiento para esos 3/4 años y no para la inminencia que era el de Phil Jackson, algo extraño en estos Lakers que siempre se mueven en el ahora, pero la apuesta de Ketchup y los Buss es clara, quieren de vuelta algo de Showtime y D’Antoni es el perfil que puede darles eso.
Así que eso es lo que hay o mejor dicho, lo que puede haber, por que no os olvidéis que todo esto (y lo que leáis por ahí de diferentes gurus y demás…) son todo especulaciones porque hasta que no lo veamos no sabremos como son estos Lakers de Mike… D’Antoni.
Seguro que todos habéis visto la mítica película de Cameron Díaz y Ben Stiller, Algo Pasa Con Mary, en ella Ben Stiller se enamora perdidamente de algo que parece que es un amor imposible, Cameron Díaz, todo muy raro y con situaciones extrañas, pero al final acaban todos felices, perro incluido.
En LA podríamos irnos perfectamente a escenificar la película, pero no sabemos quien es Ben Stiller y quien es Mary y quien es el mítico perro, pero algo pasa en LA.
Lakers partía con el mega cartel de favorito, después de hacerse con Howard y Nash todo parecía que iba a ser un coser y cantar, pero no, a día de hoy el equipo está sin Nash (lesión corta, pero lesión) y con un record de 1-4 que nadie esperaba.
Viendo los partidos te das cuenta de que algo no carbura, la tan famosa Princeton Offense de momento se ve a pinceladas o directamente ni se ve, con Nash (lo poco que ha jugado) y Howard perdidos y lo que es más peligroso, con Gasol totalmente desaparecido en combate cual Chuck Norris. World Peace como siempre a lo suyo, pero es el único que hace algo en defensa (ahora iremos a la defensa…), con lo cual hay veces que te compensa… y Kobe siendo un Kobe algo diferente, sabiendo que en el equipo ya no está sólo él, pero al final acabando desesperado viendo que nada ni nadie intenta hacer algo para solucionar el problema.
El banquillo es nulo. Así de claro, Blake que ahora está jugando más por el tema de la lesión de Nash, parece también revolucionado, Jordan (Hill), aporta ganas y garra, pero poco más. Jamison aún está en Cleveland y el resto… pues ahí, en el banquillo y cuando salen, pues porque hay que jugar con 5.
Pero vamos al gran problema: la defensa. O mejor dicho, la no defensa. Si el año pasado se fichó a Mike Brown para apuntalar este aspecto y vimos que nanai, este año todo se está elevando al máximo. El caos defensivo de Lakers es de aupa, pivots que están solos haciendo bandejas, picks & rolls sin ayudas, puertas atrás más solas que Claver en el banquillo de Blazers…. es tremendo el coladero que es Lakers y claro, los rivales lo saben y se aprovechan. Cualquier equipo con un mínimo de ataque es una amenaza total para Lakers, incluso en el partido contra Pistons, cuando parecía que todo estaba encarrilado, Pistons tuvo un arreón final que hizo que Kobe & cia aún tuvieran que salir un rato.
Entonces, viene la gran pregunta… qué hace Mike Brown? pues eso es una grandiosa pregunta. Personalmente tenía mi confianza, sí lo sé, tal vez sea el único que confiaba en él, pero este año, partido a partido la voy perdiendo a ritmos endiablados. El equipo no juega a nada, ni defiende nada, Kobe se le ve desesperado y leñe, la excusa de conjunto sin conjuntar, no me vale, mira a Mavs o a Magic, que apenas han jugado un rato juntos y parece que lo lleven haciendo mucho tiempo. La excusa del físico, vale, esta puede valer, ni Kobe, ni Howard, ni por supuesto Nash están al 100%, pero tampoco se ve recursos en el banquillo para hacer ALGO diferente y sumar.
Qué excusa nos queda? pues pocas o bien pensar en los Heat de la llegada de LeBron que empezaron bastante mal y que luego ya todos habéis visto a donde han llegado. El problema aquí es que esos Heat eran para el futuro y estos Lakers son para 2 años, los años que le quedan a Kobe, es decir, son unos Lakers para ya, para ahora y no se si los Buss y Ketchup aka GMOFTHECENTURY van a tener la paciencia suficiente para esperar a estos Lakers de Mike Brown….
Pero volvemos a Algo Pasa Con Mary, al final, todos acaban contentos y la pareja unida, estos Lakers huelen a eso, a que van a pasar cosas, sí, tal vez Mike Brown se tambaleé o lo pase mal (como el perro de la peli) o incluso sea cesado, pero estos Lakers huelen a final feliz, no se si este año o el siguiente, pero los mimbres son buenos, ahora sólo hace falta saber si el director de la película se aclara con tantos personajes extraños y diferentes entre sí, para ponerlos todos a hacer su papel o bien hay que buscar a otro director…
Ya hemos llegado al 30 de octubre, el día que teníamos todos apuntado en nuestros calendarios como el inicio de la mejor liga del mundo de basket: la NBA (Sandy mediante…).
Además este año llega con temporada completa, después del lockout del pasado año y de la temporada de 66 partidos, tenemos ganas de volver a esos 82 partidos que cada equipo juega y que dejan por suelo las quejas futboleras de ‘el calendario está sobrecargado‘…
Pero vayamos a lo nuestro, esta noche la NBA empieza con un BRUTAL Cavs-Wizards, sí sí, tal cual lo veis, supongo que la misma persona que eligió esto fue la encargada del diseño de la nueva web de la NBA, no puede ser de otra forma… Después de ese gran duelo entre Irving vs Wall (ojo que puede ser divertido y todo… si Wall no estuviera lesionado), tendremos los dos platos fuertes, Heat vs Celtics y Lakers vs Mavs.
Culebron recibirá hoy su preciado anillo, ese que tanto le ha costado ganar y que hizo que The Decision dejara cabreados a la gente de Cleveland… ahora que lo pienso, por eso se juega el Cavs vs Wizards antes!! para que no tengan que ver a Lebron con el anillo… muy listo Mr. Stern, muy listo.
Luego tendremos el debut de los Lakers de Nash, Howard, Kobe, Gasol, World Peace, Jamison, Jack Nicholson, David Beckham y Andy Garcia. Será contra unos descafeinados Mavericks sin Robin Hood pero con el G R A N Curry como center titular. Divertido.
Pero quitando de los platos de esta noche, la liga se presenta apasionante:
Brooklyn con equipo.
Harden con Lin en Houston.
OKC sin Harden.
Los Old York Knicks.
Unibrow en NO.
El mega pantallón del pabellón de los Rockets.
Los Clippers de Hill, Barnes y Odom.
Jennings y Ellis tirándoselo todo en Milwaukee.
Lebron buscando la temporada del triple doble.
Lakers con un big four.
Allen en las esquinas de Miami.
Terry en las esquinas de Boston.
McGee con año entero en Denver.
Jermaine O’Neal con los servicios médicos de los Suns.
La nueva camiseta de los Spurs.
Claver llevando el Gatorade en Portland.
Los Kings de momento en Sacramento.
Bobcats con esperanzas de no ser el peor.
Magic con Afflalo de jugador franquicia.
Las lesiones de Bynum.
Las pintas de Bynum.
Y así podríamos seguir hasta esta noche la hora del partido, pero lo mejor de todo, es que podremos de nuevo sentarnos en el sofá, echarnos hacia atrás y disfrutar de ese balón anaranjando dando botes por canchas norte americanas con mucha gente mirando…