Sin anillo no hay paraíso

Ya han acabado las Finales de la redención de Dirk Nowitzki. Por fin ha obtenido el premio que merece su trayectoria, su clase y su estadística. Junto a Jason Kidd abandona ese selecto club que conforman las grandes estrellas de la NBA que nunca consiguieron un anillo de campeones.

Aquí tenemos a algunos de sus miembros:

ELGIN BAYLOR

Fue drafteado por los Minneapolis Lakers en el primer puesto en 1958. El equipo llevaba varios años sin levantar cabeza después de la retirada del gran George Mikan. Fue nombrado Rookie del Año y MVP del All-Star y llevó a su equipo a las Finales, donde perdería 0-4 contra los imparables Boston Celtics de Bill Russell y Red Auerbach. Esta situación con idénticos protagonistas se repetiría en 6 ocasiones más en las Finales de 1962 (3-4), 1963 (2-4), 1965 (1-4), 1966 (3-4), 1968 (2-4) y 1969 (3-4). En la temporada siguente, la de 1970, también llevó a su equipo a las Finales, esta vez ante los New York Knicks, pero con idéntico resultado: perdieron 3-4. Tras llevar a su equipo a 8 Finales, se retiró en la temporada 1971-72 debido a una lesión de rodilla, lo cual condujo a dos grandes ironías del destino: el primer partido sin Baylor de los Lakers supuso el inicio de una racha de 33 partidos ganados consecutivamente, record de todos los tiempos en la NBA, y además, la temporada siguiente su equipo logró por fin conseguir el campeonato que a él se le negó durante toda su carrera. Se encuentra entre los componentes del Hall of Fame y los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA.

PETE MARAVICH

El nº 3 del draft de 1970 fue seleccionado por los Atlanta Hawks. Por aquel entonces había una pugna por la hegemonía del baloncesto americano entre la extinta ABA y la NBA. Finalmente, Pete «Pistol» Maravich se decantó por ésta última, en la que lució el nº 44 en honor a su media de anotación en la NCAA. Tras unos comienzos difíciles, en los que se convirtió en la diana de todas las críticas, empezó a erigirse como el director de juego veloz e imaginativo que todos esperaban. Llegó incluso a practicar artes marciales para mejorar su movilidad. Pero toda su carrera se vió truncada por los azares del destino: sufrió una parálisis temporal en la mitad del rostro que le impedía cerrar el ojo, y su madre, que tenía problemas con el alcohol, se disparó en la cabeza. Fue traspasado a los New Orleans Jazz en 1974, equipo en el que mostraría su amplísimo repertorio en el manejo del balón y en el que lograría el título de máximo anotador de la Liga en Temporada Regular con una media de 31,1 puntos por partido. Posteriormente, en 1980, pasó a jugar en la que sería su última temporada como profesional en los Boston Celtics. Se retiró relativamente joven, con 33 años, porque «no quería jugar hasta los 40 y morir de un ataque al corazón«, hecho que paradójicamente acabó sucediendo. Entró a formar parte del Hall of Fame e integró la lista de los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA.

KARL MALONE Y JOHN STOCKTON

Elegidos ambos por los Utah Jazz en los drafts de 1985 (puesto 13) y 1984 (puesto 16) respectivamente, elevaron el pick and roll a su máximo exponente, convirtiéndose en una de las parejas ofensivas más efectivas de la historia de la Liga, como demuestra el hecho de que Malone es actualmente el segundo mayor anotador de todos los tiempos con 36,928 ptos sólo por detrás del pívot Kareem Abdul-Jabbar, mientras que Stockton es el máximo asistente con 15.806 pases acabados en canasta. En 1989, Malone fue designado MVP del All-Star y en 1993 ambos compartieron el mismo premio. Llegaron a jugar dos Finales consecutivas en 1997 y 1998, pero perdieron ambas ante los Chicago Bulls de Michael Jordan. En 1997 y 1999, Malone fue nombrado MVP de la Temporada Regular. En 2003, Sotckton se retiró y Malone se fue a Los Ángeles Lakers, donde formó parte del equipo de los «Cuatro Magníficos» junto a Kobe Bryant, Shaquille O’Neal y Gary Payton. Consiguieron llegar a las Finales de ese año, pero cayeron frente a los Detroit Pistons, esfumándose definitivamente sus opciones de ganar el campeonato. Ambos son miembros del Hall of Fame y de los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA y formaron parte del Dream Team de las Olimpiadas de Barcelona’92.

CHARLES BARKLEY

El Gordo fue drafteado en 1984 por los Sixers de Filadelfia el mismo año que Michael Jordan y sólo dos posiciones detrás (5º). Jugó con Moses Malone y el Dr. J entre otros y alcanzaron las Finales de la Conferencia Este en su primer año como profesional, aunque perdieron frente a los Boston Celtics de Larry Bird. Las dos temporadas siguientes cayeron frente a los Milwaukee Bucks en Semifinales de Conferencia y 1º ronda respectivamente. En 1992 fue traspasado a los Phoenix Suns y en su primer año fue nombrado MVP de la Temporada Regular y llevó al equipo a sus primeras Finales desde 1976. Perdieron ante Michael Jordan y sus Chicago Bulls 4-2. Un año después se convirtió en MVP del All-Star y en PO fueron eliminados por los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon en las Finales de la Conferencia Oeste, equipo que les volvería a ganar el año siguiente en las Semifinales de Conferencia y al que precisamente acabaría siendo traspasado en 1996 en el que fue su último intento para conseguir el anillo. Formó roster junto a Olajuwon y Clyde Drexler. Consiguieron llegar a las Finales de la Conferencia Este frente a los Utah Jazz, pero las grandes actuaciones de Karl Malone y John Stockton les impidieron el pase a las Finales. Se retiró en 1999 tras una campaña mermado por las lesiones. Es miembro del Hall of Fame, de los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA y lo fue del Dream Team de las Olimpiadas de Barcelona’92.

PATRICK EWING

El gigante jamaicano de los New York Knicks con sus míticas rodilleras fue nº 1 del draft de 1985. En su primera temporada en la NBA fue nombrado Rookie del Año. En 1993 llegó a las Semifinales de la Conferencia Este frente a los Chicago Bulls de Michael Jordan, y pese a adelantarse 2-0 acabó perdiendo 2-4. Al año siguiente, con Jordan retirado, llevó a los Knicks a las Finales tras 21 años desde que ganaran su último campeonato en 1973. Su rival: los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon. El resultado: perdieron 4-3. En 1999, tras una lesión de muñeca, volvió a las Finales contra los San Antonio Spurs, pero sus problemas físicos unidos a una lesión en el tendón de Aquiles hicieron que no pudieran plantar cara a los tejanos, que ganaron por un claro 4-1. En 2000 fue traspasado a los Seattle SuperSonics y en 2001 firmó con los Orlando Magic, donde acabaría su carrera. Forma parte del Hall of Fame, de los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA y jugó en el Dream Team de las Olimpiadas de Barcelona’92


REGGIE MILLER

Esta máquina de enchufar triples fue seleccionado en 1987 en el puesto 11 por los Indiana Pacers, equipo en el que militaría durante sus 18 años de carrera en la NBA. En su primer año, batió la marca de triples anotados por un rookie, anteriormente en posesión de Larry Bird, con 61. En 1994 llegó a las Finales de la Conferencia Este contra los New York Knicks de Pat Ewing, pero perdieron en 7 partidos. Su momento de gloria le llegó al año siguiente, en las Semifinales de Conferencia de nuevo ante los Knicks. Restaban 18,7 segundos para finalizar el primer partido de la serie y los Pacers perdían 105-99. Tras un tiempo muerto, Reggie «The Killer» Miller anotó 8 puntos en 8,9 segundos, llevando a su equipo a la victoria del partido y de la serie. Posteriormente, cayeron ante los Orlando Magic de Shaquille O’Neal. En 1998 volvieron a alcanzar las Finales de Conferencia, pero cayeron nuevamente esta vez ante los Chicago Bulls de Michael Jordan. Idéntica situación se produjo al año siguiente otra vez frente a los New York Knicks. En 2000, consiguió alcanzar por primera vez en la historia de la franquicia las Finales de la NBA, que perderían ante los Lakers de Saquille y Kobe Bryant. Vivió en primera línea los accidentes sucedidos en el Pacers-Pistons que desembocaron en graves sanciones para sus compañeros de equipo Ron Artest, Stephen Jackson y Jermaine O’Neal. Se retiró en 2005 al caer en las Semifinales de la Conferencia Este precisamente ante los Detroit Pistons.

ALLEN IVERSON

Fue elegido nº 1 del draft de 1996 por los Philadelphia 76ers. No fue hasta el año del Lockout, en 1999, que los Sixers retornaron a los Play-Offs. Ese año logró también su primer título como máximo anotador de la Liga en Temporada Regular con 26,8 puntos por partido, designación que revalidaría en tres ocasiones más: 2001 (31,1), 2002 (31,4) y 2005 (30,7). Fue nombrado MVP del All-Star en 2 ocasiones (2001 y 2005) y MVP de la Temporada Regular en 2001. Ese mismo año alcanzó las Finales por primera y última vez ante Los Ángeles Lakers, que ganaron su 2º campeonato del three-peat. Posteriormente, alcanzó las cotas mencionadas de manera individual, si bien colectivamente no logró mejorar. En 2006 fue traspasado a los Denver Nuggets, donde tampoco destacaron sus resultados como equipo, cayendo eliminados a las primeras de cambio en PO en los 2 años que duró su relación. En 2008 se trasladó nuevamente al Este para jugar con los Detroit Pistons, pero problemas de lesiones le relegaron a jugar desde el banquillo, situación que no supo llevar y que le llevó a la lista de bajas lo que restó de temporada. En 2009 volvió a coger el avión rumbo a los Memphis Grizzlies, pero esta estancia sólo dura 2 meses debido a su rol secundario. Llega a anunciar su retirada, pero pocos días después, ficha de nuevo por los Sixers. Actualmente milita en el Besiktas de la Liga Turca.

 

Hay muchos más, como Dave Bing, Connie Hawkins, Dan Issel, Nate Thurmond, Alex English, George Gervin, Bernard King, Dominique Wilkins, Chris Webber, o los jugadores actualmente en activo que aún guardan esperanzas (algunas más factibles que otras): Tracy McGrady, Vince Carter, Steve Nash o Dwight Howard.

Destaca entre estos últimos la figura de LeBron James, que tras ser nº 1 del Draft de 2003, Rookie del Año, romper numerosos récords de precocidad, ser nombrado en 2 ocasiones MVP del All-Star (2006 y 2008) y en otras 2 MVP de la Temporada Regular (2009 y 2010), haber alcanzado 3 veces las Finales de Conferencia y llegado 2 veces a las Finales de la NBA (2007 con los Cleveland Cavaliers y la presente de 2011 con los Miami Heat), no ha conseguido el ansiado anillo.

¿Quizá la próxima temporada? Quién sabe. Puede que dentro de unos años pase a formar oficialmente parte de este Club de los Reyes sin Corona. O puede que no.

 

La zona pudo

Dallas Mavericks es el campeón de la NBA.

Esta es una buena forma de empezar, pero vamos un poco a ver que se vio ayer en Miami en el 60 partido de la Final de la NBA.

Heat salió a morder, a forzar el 7o en su casa y demostrar que el factor cancha es clave para todo, con esto y con un James enchufado, llegó a coger una ventaja de +9 en el primer cuarto, ante unos Mavs que estaban algo dormidos y con Dirk muy fallón. Pero Carlisle plantó la zona, sobre todo cuando Wade 6 James jugaban juntos, y a partir de este momento, junto con los triples de Stevenson la cosa empezó a cambiar.

Heat no quería dar su brazo a torcer, con un Chalmers enchufadísimo (titular por fin…) y apretando un poco más en defensa, Miami conseguía un parcial de 16-1 para ponerse por delante en el 2Q.

Pero el factor Terry volvió a entrar en juego, Jason Terry, ese jugador que se tatuó el Larry O’Brien antes de empezar la liga, quería acabar aquí la final y lo demostró con una serie de tiros y decisiones tremendas, para llevar el partido a donde los Mavs querían: muchos puntos. Terry fue el mejor.

La segunda parte fue una continuación del final de la primera, Mavs a lo suyo, demostrando que quieren anotar y con un JJ Barea con el mismo ritmo que había tenido en el resto de PO. En Heat empezaron las prisas, las miradas, los pases de balón sin saber quien tirar y ni Wade, ni Lebron sabían hacer nada ante la zona que plantaba Carlisle cada vez que jugaban los dos juntos.

Al final los Mavs jugaron con la ventaja y el el tiempo. Los Heat estaban muertos y el partido acabo con la victoria clara de los Mavs.

Nota: El gesto de Cuban del final, dejando al primer propietario de los Mavs levantar el trofeo fue sin duda tremendo.

Pasando de 100

Si el otro día comentaba que el 4o partido de la series fue el mejor hasta ahora, vamos a cambiar eso y lo vamos a pasar ya al 5o. Sin duda este quinto partido ha sido lo mejor que hemos visto hasta ahora, pero por qué? muy fácil: ataque.

Hasta el momento estábamos viendo una serie muy defensiva, con mucha pelea y mucha brega y poco efectismo, es decir el juego que más le gustaba a los Heat, pero ayer Mavs salió con una marcha más puesta… pero Heat contestó y le dio por anotar. Al acabar el primer cuarto ya se vio rápidamente que este partido iba a ser diferente.

Mavs de la mano de JJ Barea le quería dar un ritmo diferente al partido, más rápido, más frenético, con mucho tiro exterior y sin cansar mucho a Dirk para que este llegara fresco al final…y poco a poco nuestro Robin Hood favorito fue anotando y anotando. En los Heat, todos pendiente de la cintura de Wade, que debido a un golpe estuvo varias veces tratándose en el vestuario… pero volviendo a jugar como si nada (un Pierce?). LeBron seguía con sus partidos raros, como aquellos con Cavs contra Boston, partidos donde apenas se le ve, aún así ayer hizo un triple doble, pero uno de esos raspaditos 17-10-10.

Spoelstra ya no sabía de quien tirar… jugó hasta HOUSE!!!! y Howard anotando y todo… algo extraño que hacía ver que el entrenador de Heat no se notaba nada cómodo, ni con la lesión de Wade ni con el ritmo tan alto de puntuación. Carlisle en cambio, haciendo su rotación habitual con un Barea entonadísimo y con ganas de jugarselas.

Así se llegó de nuevo a un final apretado, ya que Chalmers y sobre todo el ‘lesionado’ Wade daban ese toque más para que los Heat se mantuvieran en partido. Curioso… Wade tocado y LeBron no salió al rescate… algo raro.

Mavs al final, con un Terry con muchas ganas, sentenció el partido en ataque y en defensa, ya que, aunque tenemos que decir que el partido a +100 les beneficia, supieron apretar en el último cuarto para sacar el partido, todo perfectamente orquestrado desde el banquillo…

Primer match ball para Mavs… y para Heat.

PD: Momento tremendamente fuerte el ver en una final de NBA un duelo Cardinal vs Howard…. WOW!.

Cuestión de banquillo

Estamos viendo una final algo aburrida, aunque por los marcadores y por los minutos finales puede parecer lo contrario, pero no es así. En cambio anoche vivimos el mejor partido sin duda de lo que llevamos la final, Dallas se llevó el gato al agua, pero de nuevo  Miami perdonó cuando lo tenía casi todo en sus manos.

Es curioso, Miami está haciendo lo mismo en todos los partidos: buena defensa, marcaje doble a Dirk y luego esperar que en ataque alguien resuelva, anoche Bosh estuvo brillante en la primera parte y Wade cogió el testigo después (LeBron ni estuvo ni se le esperó…), cogen una ventaja de +10 o algo similar y derepente se dejan llevar, como si el partido estuviera ya acabado… anoche pasó algo similar.

Dallas es un equipo veterano, que ya sabe lo que es quedarse muy a las puertas del anillo y claro, tiene hambre. Ve que el contrario se deja llevar, es decir, deja de apretar mínimamente en defensa, y lo aprovecha. Dirk anoche con fiebre pudo con esta defensa, con gran ayuda por parte de Marion, Chandler y Terry, con esto vas remontando poco a poco hasta que llegan los minutos finales, y ya todo son prisas, sobre todo para Heat.

La clave está en el banquillo, Spoelstra es un muñeco en manos de Riley, Lebron y Wade, y sinceramente no le veo metiendo una bronca a sus jugadores para que no se dejen llevar, no lo veo…

Tal vez con otro entrenador, que si pudiera dar esa bronca, Heat ya tendría su anillo…

Todos los anillos

Una colaboración entre Robb Harskamp, Milton Un y Hoopism.com ha hecho posible este brutal póster con todos los anillos que se han entregado hasta este año, es decir, el diseño que se hizo para cada uno de esos anillos.

Cabe destacar que durante la primera época de la NBA, el diseño siempre fue el mismo (con pequeñas excepciones), hasta que en los 80 empezó cada equipo a diseñarse el suyo.

Mis favoritos: Bulls 93, Lakers 02 y Sixers 67

+ Ver en alta calidad

Esta vez fue Bosh

No se en qué estaba pensando cuando dije en su día que esta iba a ser una gran final, una buena final de baloncesto, no se, porque nada de eso estamos viendo hasta ahora y eso que en este partido esperaba que las cosas empezaran a cambiar, es decir, primer partido en Dallas, la gente iba a estar encima y esto haría que el rodillo ofensivo de Mavs se despertara… pero no.

Ni con Dirk haciendo sus números casi habituales, ni con Terry medianamente acertado desde el banquillo, Mavs pudo superar la defensa de los Heat, que está siendo la gran clave en esta final.

Con todo esto nos encontramos en un partido donde no se llegó ni a los 90 puntos, con lo cual Spoelstra está más que contento porque sabe que con el ataque que tiene, a poco que estén un poco acertados tienen el partido a mano y eso fue lo que pasó.

Ayer los balones fueron a Wade que fue el gran dominador del partido, entrando una y otra vez hasta la zona de los Mavs, aquí el 3 de los Heat es imparable y muestra son sus 29 puntos (que para un partido de 90 es una BARBARIDAD). Pero esta vez fue Bosh el que se jugó la última canasta, con un tiro lateral que puso los 2 puntos arriba que daban a Heat el 2-1.

Lo vengo repitiendo y no me cansaré de decirlo: tostón de final y Mavs no puede jugar a 80 puntos, bueno sí puede, pero perderá…

Los últimos 6 minutos

Quedaban poco más de 6 minutos para acabar el partido y el marcador reflejaba una ventaja clara y cómoda para Miami Heat, +15, que hacía presagiar otra nueva victoria de los de South Beach y con ella un 2-0 muy significativo, pero no…

Durante esos 6 minutos, Mavs empezó a carburar, con unos ataques más elaborados y ajustando un poco más la defensa… y con Robin Hood enchufando, fue bajando esos 15 puntos poco a poco, hasta llegar al último minuto con empate en el marcador.

Ahí pasó de todo, pero sobre todo hubieron muchos, pero que muchos nervios por parte de Heat. Nowitzki con un triple brutal daba 3 puntos de ventaja a los Mavs a falta de poco más de 50 segundos, pero un brutal error defensivo de Terry, dejaba sólo a Chalmers para de nuevo poner el empate.

Poco más de 28 segundos, ambos equipos sin tiempos muertos y Kidd cogió el balón para aguantar gran parte de la posesión, para darsela a Robin Hood, que en lugar de tirar de lejos, destrozó a Bosh, para dejar la bandeja con la zurda que sentenciaba el partido. Wade tuvo el triple forzado, pero no fue y Mavs se marcó un parcial de 19-5 final que les daba el empate en la serie.

Heat fue lo mismo que el primer partido: mucha defensa, ayudas constantes para parar a Nowitzki y en ataque todo en manos de James, Wade (que realmente estuvo tremendo) y un poco menos de Bosh. Pero ayer no les salió bien y se vieron con el partido ganaron… relajaron esa defensa y Mavs lo aprovechó.

Nos vamos ahora a Texas, donde si Mavs gana los 3 partidos que tiene en casa, serán campeones, pero esos 3 partidos son muy, pero que muy traicioneros…

Grand Finale

Ayer decía adiós uno de los jugadores más importantes, carismáticos y polifacéticos de la Historia de la NBA. 19 años estuvo con nosotros Shaquille O’Neal jugando en 6 equipos, y con un palmarés de 4 anillos, 3 MVP’s de las Finales y 1 de la Temporada Regular, 15 aparaciones en el All Star y 8 presencias en el All NBA 1st Team. Aquí le dedicamos nuestro homenaje, de la A a la Z, a la carrera de Shaq.

Anillos: Cuatro en total, tres consecutivos con Lakers y otro más con Miami. El quinto lo siguió buscando al final de su carrera con LeBron en Cleveland y Boston, pero nunca llegó, muy a su pesar. Porque no era ya solo ganarlo, teniendo en cuenta que su rol en estos dos últimos años ha sido marginal, sino que este quinto anillo sería el que le empataba con Kobe, y el que le daba uno de ventaja sobre Duncan, los dos mayores rivales que tiene para elegir al mejor jugador de su generación.

Big Fundamental: Shaq tiene el monopolio de casi todos los apodos que empiezan por Big (ya llegaremos a ello), pero uno se le escapa. Tim Duncan, The Big Fundamental, es la única competencia que tiene Shaq ahora mismo en el debate de mejor hombre alto DMJ (despues de Michael Jordan). Duncan tiene un MVP más que él, 3 MVP’s de las finales y entre ellos se repartieron 8 de los 9 anillos de 1999 a 2007, 4 cada uno. Se enfrentaron en Play-Off 5 veces en 6 años (de 1999 a 2004 el único año que no coincidieron fue en 2000) y otra vez más en 2008 con Shaq ya en Phoenix. Nos dieron algún partido memorable, como el 6º de las semifinales de Conferencia en 2003 en el que los Spurs avanzaban con un 37/16/2 de Duncan contrarrestando al 31/10/3 de Shaq, pero pese a encontrarse tantas veces y ser los dos mejores hombres altos en activo, la rivalidad entre ellos nunca fue exagerada, seguramente porque nunca jugaron un partido de vida o muerte. Jamás coincidieron ni en las Finales, ni en un séptimo partido y la única vez que jugaron en una Final de Conferencia, los Lakers barrieron 4-0 a los Spurs. Lo más cerca a un partido decisivo, fueron los 5ºs partidos de las Semifinales de Conferencia de 2003 y 2004 con los dos equipos empatados a victorias 2-2, en los que ambos tuvieron actuaciones discretas para lo habitual, y se decidieron por los secundarios, el fallo de Horry y el acierto en 0.4 segundos de Fisher. Con O’Neal retirándose, y teniendo en cuenta que parece improbable que Duncan vuelva a ganar un anillo como líder de su equipo, los méritos de uno y otro están ya prácticamente todos sobre la mesa. Aquí, de momento, votamos empate técnico.

Cuartos: Muchos en su cuenta. 292 millones ha ganado en su carrera, como salario por jugar al baloncesto. Esta cifra solo incluye lo que le han pagado los seis equipos en los que ha militado durante estos 19 años. Contratos publicitarios o del resto de sus aventuras, aparte, la cantidad es estratosférica. Aunque declaró que se iba a entrar en la Biblia de la NBA «jugando hasta los 60 años, y todavía cobrando el máximo hasta los 60 años«, acabó su carrera cobrando el mínimo con 39 en Boston, aunque sí que cobró el máximo hasta los 33 años, cuando firmó una extensión por 5 años y 101 millones de dólares que no se quedaba muy lejos.

Dominante: Esta es la palabra que mejor define al Shaq jugador, sin dudarlo. Su tamaño, unido a la velocidad e inteligencia en su juego le convertían durante una buena temporada, en el jugador más difícil de defender de la NBA. Cuando un hombre de esa envergadura se compara (aunque fuera por él mismo, con toda su verborrea y su hipérbole) con un bailarín de ballet, sabes que te encuentras ante algo muy especial. Shaq será Hall of Fame el primer año que sea elegible para serlo, y su presencia entre los 5 mejores jugadores de los últimos 20 años y 5 mejores pívots de la Historia es indiscutible, aunque la posición pueda bailar según el gusto. Hasta que la llegada de LeBron coincidió con su cuesta abajo, Shaquille era el especimen con el físico más perfecto de la NBA. Y de lejos.

Espectáculo: Años y años de espectáculo, dentro y fuera de la cancha, forman parte del legado de Shaq. El nivel que alcanzaron sus excentricidades estaba a la altura de lo que hacía en la pista. Seguro que vosotros tenéis vuestros momentos favoritos de la extensa lista de apariciones, pero aquí van los míos: su llegada con pistola de agua incluída en un trailer a su presentación en Miami, el número de break dance que se marcó junto a Jabbawockeez en las presentaciones del All-Star 2009 y el teléfono móvil que añadió a su zapatilla al más puro estilo Superagente 86 en el All-Star de 2005.

Fu: Shaq-Fu, otra de sus personalidades, nos sirve para seguir ilustrando su polivalencia, baloncesto aparte. Shaq-Fu no solo es el nombre de un videojuego de lucha para Sega y Nintendo que él protagonizó en el año 1994, sino que también es el nombre del segundo de los cuatro discos de rap que sacó del 93 al 98. Por Shaq Fu le dieron un disco de oro, después de haber llegado a la posición número 25 de la Lista de Ventas general, y la número 10 de R&B y Hip Hop con su primer álbum, Shaq Diesel, que fue certificado platino. Durante su carrera musical trabajó con algunos de los productores y cantantes más influyentes del hip hop, como Q-Tip, Erick Sermon, Jay Z o Notorious BIG, y llegó a colocar su primer single, (I Know I Got) Skillz en el número 3 de la lista Rap.

Grande: Con sus 2.16 metros de altura, entró en la Liga pesando 136 kilos, pero el resto de su carrera se ha movido de los 150 a los 160. En la vorágina de apodos que ha recogido a lo largo de los años, el prefijo Big ha sido una constante a casi todos. El Gran Aristóteles. El Gran Papi. El Gran Baryshnikov. El Gran Cactus. El Gran Trébol. Todo en él es grande. Pena que ese cuerpo antinatura, le haya pasado las facturas de todos aquellos festines que se dio con las piezas desechables que tenían como misión ir a la guerra contra él cada dos noches y algo.

Hack-A-Shaq: Don Nelson lo inventó, muchos lo pusieron en práctica con resultados desiguales y Popovich lo perfeccionó hasta llevarlo al hiriente sarcasmo, cuando sus Spurs hicieron falta a un incrédulo Shaq en el salto inicial de un partido. La táctica no tiene mucha ciencia: por qué dejar a Shaq tirar un tiro de campo, de esos de los que ha anotado el 58.2% durante su carrera, en lugar de tiros libres, con los que solo acierta un 52.7% de las ocasiones. Los equipos turnaban hombres altos, sacaban su fondo de banquillo para gastar sus 6 faltas contra un Shaq que volvía impotente a la línea. Sus intentos de mejorar en los tiros libres siempre se han quedado en eso, intentos. Documentados están los consejos que gente como el gurú Dennis Hans le dio o el trabajo de Riley, que estaba convencido de que podría solucionarlo y puso un equipo a su disposición para trabajar en su mecánica. Pero él siempre confiaba en que los metía «cuando contaban» y qué mayor honor, que darle tu nombre a una táctica que reconoce implícitamente tu dominio.

IDGAF: Sobre su taquilla en Los Angeles colgaban estas crípticas siglas con dos significados. Preguntado por los periodistas, explicaba que el significado era «I Dominate Games Always and Forever.» con un gran guiño. La realidad que conocían sus compañeros era algo distinta. I. Don’t Give. A. Fuck. Los dos O’Neal resumidos perfectamente. El que domina y al que le importa todo una mierda. El de los porcentajes récord: el de campo por arriba, y el de los tiros libres por abajo. El que ha sido. El que podría haber llegado a ser. De hecho, la segunda acepción tiene double entendre en sí misma. No le importaba una mierda su rival, al que destrozaba con voracidad, pero tampoco le importaba ser mejor él mismo.

Justicia: Los escarceos de Shaq con la justicia, no son los habituales en los jugadores de baloncesto. A O’Neal jamás le han detenido conduciendo borracho, ni golpeando a su mujer. Al contrario, gracias a su colaboración fueron detenidas dos personas en Miami en 2005 con cargos por agresión y racismo y en 2007 persiguió él mismo al conductor que chocó contra su Escalade y se dio a la fuga. En todas las ciudades en las que ha estado ha solicitado puestos de ayudante de Sheriff, con un carácter habitualmente honorífico y ha llegado a pasar por la academia del condado de Los Angeles para ser Oficial en reserva de la policía portuaria de LA. Además fue nombrado Ayudante Honorífico de los US Marshal, oficina federal. El único borrón lo tiene en Arizona, donde el Sheriff del condado de Maricopa le retiró su placa por utilizar lenguaje malsonante en aquel rap en el que le preguntó a Kobe «a que sabía su culo«.

Kobe: Su pareja de hecho, el hombre con el que logró el Three-peat, el enemigo que le empujó por la puerta de Los Angeles, después amigo, enemigo otra vez, ahora es todo broma y siempre nos llevamos bien, pero cuando Kobe gana su quinto anillo se empieza acordando de Shaq. Yo creo que se odian y se envidian. Kobe no aguanta que la opinión pública crea que los tres primeros anillos son más de O’Neal que suyos y que el Artículo 34 diera el primer golpe sin él mientras a él le rodeaban Kwames y Smushes;Shaq por su parte se lamenta de que ahora Bryant haya levantado un O’Brien más que él, como líder casi indiscutible del show. Como aquí somos más de baloncesto que de revista rosa, preferimos quedarnos con los momentos que nos dio la mejor sociedad de la pasada década.

Longevidad: 19 temporadas llevaba jugando, el que más de los jugadores en activo esta temporada. Con sus 39 años, era el jugador más viejo de la Liga (honor que ahora deja a Kurt Thomas casi ex-aequo con Grant Hill, un día más joven) y el más veterano, ya que los siguientes en la línea sucesoria, Jason Kidd, Juwan Howard y Hill llevan dos temporadas menos en la élite. Se irá habiendo jugado 1207 partidos, lo que le pone en el puesto 23 de la Historia (a solo 2 de igualar a Dale Ellis en el 22). Haber logrado todo esto, con un cuerpo tan grande y el riesgo de lesiones que esto conlleva, es admirable.

MVP: La temporada 99-00, en la que alcanzó su plenitud y se convirtió en el MVP, ganando el primero de los tres anillos consecutivos con los Lakers, fue impresionante, la mejor desde Jordan para mí. 29.7 puntos, 13.6 rebotes, 3 tapones por partido, que pasaron a ser 30.7/15.4/2.4 en Play-Off. Además, fue MVP de las Finales en tres ocasiones, las tres con los Lakers, y se quedó a 34 puntos de Steve Nash en la votación de la temporada ’04-’05, su primera con Miami y en la que muchos creen que debería haber sido el ganador del premio. Un par de terceros puestos en las votaciones de 2001 y 2002 y una segunda posición en 1995, llevan a 5 el total de veces que apareció en el podio a final de temporada.

Nietzsche: En el habitual reparto de libros que Phil Jackson hace entre su plantilla cuando emprenden el viaje más largo del año (habitualmente el llamado Grammy Trip en febrero), en 2000, se le ocurrió darle el Ecce Homo de Nietzsche a su niño grande. El libro, del que, según reconoció el propio Shaq Attack en una entrevista con TIME, no pasó del primer capítulo, cuenta entre otras cosas como el superhombre es encarnación de la voluntad de poder. El truquillo del maestro Zen de juntar la palabra superman con la voluntad y la superación surtió el efecto contrario, ya que O’Neal comentó «Phil piensa que soy demasiado único, hasta el punto que puedo estar loco«. De todos modos, aunque no se leyera el libro, al genial Diesel le valió para colar el nombre de Friedrich en una de sus descacharrantes citas: «Nietzsche era tan inteligente y avanzado. Y así soy yo. Soy el Nietzsche negro del baloncesto«.

Oro: Shaq formó parte del combinado nacional de EEUU que ganó el Oro en el Mundial del 94, en el que fue el MVP y en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. A partir de ahí no volvió a ir con el equipo, pese a ser invitado, porque en 1999 se sintió rechazado al no ser incluído en el Torneo de las Américas clasificatorio para los Juegos Olímpicos, pese a que la intención de USA Basketball era que el jugador descansara. Yo, siendo un poco mal pensado, aparte de vagancia, creo que los problemas vienen más de atrás, del verano del 92. En el Dream Team, el equipo que marcó una época, había un jugador universitario. Pero, contra todo pronóstico, no era el dominante pívot que podía destrozar a los frágiles europeos, y que iba a ser elegido indiscutiblemente número 1 del Draft, sino Christian Laettner. Así, Shaq se quedó sin visitar Barcelona y sin tomar un cursillo acelerado como becario al lado de Ewing y Robinson, y tras cumplir con el equipo, aprovechó la primera y más ridícula excusa para borrarse del barco para siempre.

Periodistas: Los periodistas adoran a Shaq, porque es una auténtica mina. Auténtico y divertido, a lo largo de los años, no ha parado de regalar citas ingeniosas, divertidas, desafiantes, ignorantes, sarcásticas… Su presencia ha sido una de las más polarizantes, si no la que más, en los últimos tiempos en un vestuario NBA. Con uno de los mayores sentidos del humor de la Liga, Shaq ha alternado referencias a Einstein y sus anécdotas, despectivos juegos de palabras con los nombres de sus rivales (declaró que «nunca ha estado en las Islas Caymán» al ser preguntado por Chris Kaman) y relatos de sus intentos de ligar con Tori Spelling «Le pregunte por su número de teléfono y no me lo dio, me dijo: Dame el tuyo. Había que intentarlo«. Él fue el primero en llamar Half Man Half Amazing a Vince Carter, y también el primero en llamar Erica a Dampier. Mi preferida, sin duda, cuando al ser preguntado al volver de Grecia si había visto el Partenón, y el Big Aristotle reconoció que «no puedo recordar el nombre de todos los clubs a los que fuimos«.

Quinto: Ese es el puesto que ocupa Shaq ahora mismo en la lista de los mayores anotadores de la Historia. Con 28.596 puntos, solo Abdul-Jabbar, Karl Malone, Michael Jordan y Wilt Chamberlain han metido más que él aunque Kobe le debería superar la temporada que viene (está a 729 puntos). También lo podemos encontrar en la zona noble de otras categorias: es 5º en tiros de campo anotados, 7º en tapones (que se empezaron a contar en el año ’73), 12º en rebotes, 17º en tiros libres anotados y 23º en partidos. De los jugadores en activo hasta esta temporada, lidera todas esas clasificaciones menos tiros libres (Kobe ha anotado más) y partidos (que le supera Kidd).

Ru-Paul: El «Ru-Paul de los hombres altos«, así llamó nuestro amigo a Chris Bosh después de que este se quejara de que O’Neal acampaba en la zona tras un partido de 45 puntos ante Toronto. Desprecios como este han formado parte de la carrera de Shaq, pero resalto este incidente en especial, porque el contexto en el que ocurrió es un microcosmos de la carrera de O’Neal: ese partido con Phoenix le convertía en el primer jugador de la Historia que metía 45 puntos en un partido con cuatro franquicias distintas. Tan bueno, tan volátil. La dualidad IDGAF, en estadísticas.

Superman: Antes de Dwight Howard, Orlando y la Liga tuvieron a su propio Superman. El hombre de los mil motes, entre los que hay que incluir el «Artículo 34» del inolvidable Andrés Montes, usó mucho, especialmente al principio de su carrera, este apodo, refrendado por el enorme logo del Hombre de Acero tatuado en su brazo izquierdo. No es de extrañar por tanto, que el siempre belicoso pívot se mostrara «ofendido» el año pasado por lo que él consideraba una apropiación indebida de Howard, su heredero más directo, y la presencia más imponente en una cancha NBA desde, um, él mismo.

Twitter: Con un vídeo colgado en su Twitter, el jugador de los Celtics se despedía del baloncesto en activo. «Lo hicimos, 19 años, baby. Quiero agradeceroslo, y por eso os lo cuento a vosotros los primeros, me voy a retirar.» Con esa complicidad con su seguidores, Shaq anunciaba que después de este agridulce año, en el que solo ha jugado 37 partidos de Liga Regular (nunca jugó tan pocos) y con tan solo 4 apariciones desde el mes de febrero hasta el final. Siempre un hombre de su tiempo, ha estado atento a colocar su marca en las redes sociales. Creó su Twitter, @SHAQ hace ya un tiempo, en noviembre de 2008, bajo un alias diferente al que utiliza ahora, y fue de los primeros jugadores de baloncesto en utilizarlo con regularidad e interactuar con sus seguidores. El Gran Cactus cuelga vídeos de todo tipo, y ya está pidiendo a sus 3.8 millones de seguidores hasta el momento, que le ayuden a encontrar un nuevo apodo más acorde con su nuevo estado civil.

Universidad: Todo un Doctor, Shaq empezó su relación con la universidad en LSU, Louisiana State University, que fue su casa durante tres largos años. Largos sobre todo para el resto de pivots de la Conferencia SEC. Más conocida por el football que por el basket, pese a haber sido la casa de Bob Pettit y Pistol Pete Maravich, era perfectamente apropiada para acoger a un jugador que también tenía más pinta de deffensive lineman que de jugador de baloncesto. A pesar de que fue elegido All-American un par de años, el talento que le rodeaba no le ayudó a llegar nunca lejos en el Torneo de la NCAA: a pesar de clasificarse para el baile en sus tres temporadas en el equipo, no llegó a octavos, los Sweet Sixteen, en ninguna de ellas. En el año 2000 se volvió a pasar por allí para completar su Grado en Estudios Generales, algo así como un «tú eliges los cursos». Sumado a un máster de la Universidad de Phoenix, y su Doctorado en Liderazgo y Educación por la Barry University, la singularidad de O’Neal se extiende más allá de la excentricidad fuera de la cancha.

Vagancia: La distancia que separaba a O’Neal de ser el pivot más dominante de la Historia, la marcaba él, poniendo su vagancia en medio. La V podía ser la letra de la velocidad, ya que ha sido uno de los mejores libra por libra (sin que sirva de precedente, hay que utilizar esta frase al revés) que se haya visto en cualquier deporte, pero si habéis llegado hasta aquí, os habréis fijado como esta retahila no puede ser más agridulce: cuánto hemos hablado de lo que O’Neal podría haber sido… Se ha presentado habitualmente a los campus de verano pasado de kilos y fuera de forma, nunca trabajó lo suficiente en su tiro libre, y dejó que los celos y la parafernalia malmetieran a la pareja que formaban él y la eternidad. Peor para él. Y para nosotros.

Wade: Su escudero en el cuarto anillo, nunca sabremos quién ayudó más a quién, pero parece claro que los dos se necesitaron el uno al otro (y un poquito a Danny Crawford) para ganar aquel campeonato de 2006. Como siempre, y no debería sorprender a nadie ya, Shaq quemó los puentes de la relación con Wade, experimentando otro déjà vu al tener que volver a salir de otra franquicia por la puerta de servicio y dejando las llaves al joven escolta, al que este año comparó con Kobe, como «pequeños chicos que dominan el balón y tiran 30 veces por partido que no se pueden comparar conmigo«. Desde Phoenix, Cleveland y Boston, no ha desperdiciado oportunidad de tirar una chinita al «Chico Maravilla» como él lo llamaba, y veremos si el rugido aumenta ahora que Wade puede volver a ganar sin él, como hizo Kobe en su día, acompañado además del LeBron que él ya estaba mayor para llevar a Tierra Prometida, y del RuPaul de los hombres altos.

X-Men: Shaq quisó añadir a su carrera cinematográfica un papel en X-Men 2, pero los productores no estuvieron por la labor, así que siente que conformar con su Steel. Todo un personaje, ha aparecido en 11 películas y algunas series de televisión, además de tener su propio reality show: Shaq Vs. Empezó compartiendo pantalla con Nick Nolte y Ed O’Neill en Ganar de Cualquier Manera (Blue Chips), y fue el protagonista absoluto haciendo de genio de la lámpara en Kazaam y de superhéroe en Steel, dos películas que aparecen en listas de las peores de la historia con la misma asiduidad que él en las de mejores pívots. Para los que os interese esta faceta del Gigante, aparecerá en Jack and Jill, película con Adam Sandler, Al Pacino y Katie Holmes que se estrenará a finales de año

Yao: El gran pívot chino tiene el honor de ser la primera persona en desplazar a Shaq de algo: el quinteto titular de All-Star. Un fijo en el quinteto titular, ya desde su temporada rookie, (primero desde Jordan), hasta, precisamente, la llegada de Yao en 2003, Shaq fue al Partido de las Estrellas 14 veces de manera consecutiva, hasta que su declive y las lesiones le apartaron en 2008, para volver una última vez en 2009. Además, Ming provocó uno de los episodios más desagradables en la carrera de Superman, cuando su peculiar humor fue catalogado de racista al ser preguntado por un Yao que estaba a punto de entrar en la Liga y responder «Decidle que Ching-chong-yang-wah-ah-so» acompañando el numerito con poses de Kung-Fu chusco. De todos modos, es querido en el país más poblado del mundo, y más aún a raíz de su contrato de esponsorización con la firma Li-Ning. Lástima que no podamos hablar más de baloncesto por culpa de las lesiones del gigantón chino.

Zen Master: Su entrenador en Los Angeles, Phil Jackson, el Maestro Zen, pareció alinearse con Shaq cuando la relación con Kobe se convirtió en «yo o él». Pero en 2006 abrió la Caja de Pandora al hablar de Shaq como «el único jugador que he entrenado al que no le gustaba trabajar«, a lo que el grandullón respondió comparando a Jackson con Benedict Arnold, uno de los traidores más famosos de la Historia Estadounidense. Desde ahí se han estado intercambiando achuchones de mayor o menor magnitud y en 2008 Shaq acusó a Phil de nunca decirle las cosas a la cara y de diseñar la ruptura entre ellos, aunque luego le dio un abrazo y un besito cuando se reencontraron en un Suns-Lakers. En 2009, cuando calificó de «estrategia de marketing» su relación con Kobe, repartió también flores para Phil, al que llamó «mejor entrenador de la Historia«, por lo que su relación ahora mismo, parece buena.