Dallas Mavericks es el campeón de la NBA.
Esta es una buena forma de empezar, pero vamos un poco a ver que se vio ayer en Miami en el 60 partido de la Final de la NBA.
Heat salió a morder, a forzar el 7o en su casa y demostrar que el factor cancha es clave para todo, con esto y con un James enchufado, llegó a coger una ventaja de +9 en el primer cuarto, ante unos Mavs que estaban algo dormidos y con Dirk muy fallón. Pero Carlisle plantó la zona, sobre todo cuando Wade 6 James jugaban juntos, y a partir de este momento, junto con los triples de Stevenson la cosa empezó a cambiar.
Heat no quería dar su brazo a torcer, con un Chalmers enchufadísimo (titular por fin…) y apretando un poco más en defensa, Miami conseguía un parcial de 16-1 para ponerse por delante en el 2Q.
Pero el factor Terry volvió a entrar en juego, Jason Terry, ese jugador que se tatuó el Larry O’Brien antes de empezar la liga, quería acabar aquí la final y lo demostró con una serie de tiros y decisiones tremendas, para llevar el partido a donde los Mavs querían: muchos puntos. Terry fue el mejor.
La segunda parte fue una continuación del final de la primera, Mavs a lo suyo, demostrando que quieren anotar y con un JJ Barea con el mismo ritmo que había tenido en el resto de PO. En Heat empezaron las prisas, las miradas, los pases de balón sin saber quien tirar y ni Wade, ni Lebron sabían hacer nada ante la zona que plantaba Carlisle cada vez que jugaban los dos juntos.
Al final los Mavs jugaron con la ventaja y el el tiempo. Los Heat estaban muertos y el partido acabo con la victoria clara de los Mavs.
Nota: El gesto de Cuban del final, dejando al primer propietario de los Mavs levantar el trofeo fue sin duda tremendo.