Primer partido en directo de NBA y por lo tanto nerviosismo e ilusión a niveles casi parejos, sobre todo cuando te encuentras en una de las ciudades más mágicas del mundo como es Nueva York. Además, iba a cumplir un pequeño gran sueño, ver a los Lakers de Kobe Bryant en acción.
Nos acercábamos a la hora de partido y decidimos ir con bastante tiempo de antelación, para disfrutar del ambiente previo a un partido de estas características. Conforme nos acercábamos al Madison, se empezaban a ver las camisetas y gorras de Knicks y algún que otro fan de Lakers. Yo iba con mi sudadera de Lakers y debajo una de las primeras camisetas que he tenido y la primera Laker, una del Threepeat amarilla con el 8.
Llegamos al Madison, imponente por fuera con su forma redonda, pero pronto te das cuenta que allí nada es lo que parece ya que la entrada al pabellón se encuentra por la 7a Avenida, justo en frente de la entrada del tren/metro de Penn Station, parece más bien la entrada a un edificio (de hecho lo es) que a un pabellón. Conforme entramos en las entrañas del edificio la gente ya está preparada para el partido. Vemos una cola de gente separada del resto, según tengo entendido en cada partido se ponen a la venta entradas de última hora y para este partido habían muy pocas, de eso avisaban unos encargados de los Knicks con megáfonos, avisando que era un Sold Out, es decir, todo vendido… con lo cual las entradas sueltas se podían contar casi con los dedos de las manos…
Antes de meternos en la zona de taquillas, donde ya está realmente la entrada al pabellón y previo primer control de entrada, compramos merchandising de los Knicks, recuerdos de una jornada que será inolvidable: gorras, dedos de gomaespuma y yo me hago con uno de mis objetivos, la camiseta blanca swingman con el 1 de Amaré…
Llegamos a la zona de taquillas, dos colas, una hacia la zona de las torres A/B y otra hacia las C/D, nos ponemos en la nuestra y ahí empezamos a sondear el ambiente pre-partido: gente ataviada con las ropas más diferentes de los colores característicos de Knicks, así como bastante gente Laker, más de la que esperaba. Cerca de nosotros, un doble de Kobe. Era tremenda la semejanza física con Bryant…
Los tornos se abrieron y poco a poco la manada fue lentamente hacia la puerta, pasamos nuestra entrada y nos metemos en las entrañas del Madison para subir hasta nuestro sector, que por cierto, era la parte más alta del pabellón. Mediante escaleras mecánicas vamos subiendo por nuestra torre, no sin antes pasar por la zona de avituallamiento donde, como es debido, cargamos al estilo americano: mucho de todo y bien grande.
Ya bien cargados de provisiones y después de subir mucho (ya no se podía subir más…) llegamos a nuestro sector, donde un amable empleado de los Knicks nos indica la situación exacta de los asientos… en ese momento levanto la vista y delante mía el interior de uno de los pabellones más míticos que se pueden visitar, momento de admiración y emoción. Disfruto de ese momento mientras dejo las provisiones debajo de unos asientos que luego resultaron ser extremadamente cómodos, me pongo de pie y sigo disfrutando. Estoy en el Madison Square Garden, voy a ver a Lakers y voy a ver a Kobe Bryant.
Los momentos previos al partido, son momentos de fotos, de no perderse cada uno de los rincones que nuestra vista llega a abarcar, la pista, las gradas, el marcador, el techo, los aficionados llegando… todo.
Salen los equipos a calentar, primero los Knicks a ritmo de DJ Fatman Scoop (DJ invitado al partido) y después de un vídeo que muestra la historia de Knicks, la gente aplaude a rabiar, al poco tiempo salen los Lakers y la gente de nuevo aplaude, aunque ya se oye algún ‘buu‘ característico, recordar que la gente en USA no pita para abuchear, sino que dice ‘buuuu‘.
Durante el calentamiento me fijo en ambos equipos, no hacen la típica rueda que conocemos en Europa, si no que cada uno va tirando y hace sus propios estiramientos. Con la ayuda de unos mini prismáticos miro a Lakers… Gasol, Bynum, Odom y Kobe que ya estaba en su zona favorita tirando de 3… Spike Lee ya está sentado en su asiento, luciendo un más que llamativo gorro naranja, a juego con su camiseta de Landry Fields.
En el marcador se muestra la música que ha elegido Shawne Williams para antes del partido, Safe 2 Say de Fat Joe, PSA de Jay-Z y Breathe de Fabolous, buenos temas, DJ Fatman Scoop los pincha los tres y mientras disfruto de la música empiezo a notar que cada vez hay más y más gente.
De repente veo unas banderas americanas que están a punto de entrar al campo, los jugadores se alinean y se hace el silencio. Las banderas llegan al medio de la pista, ya despejada, es el momento del himno. El speaker presenta a Jenna Ushkowitz de Glee que interpreta el himno de una forma tremenda (después me entero que esta chica ya con 13 años cantó en su día el himno también en el Madison…), que himno más bonito tienen los americanos, siempre lo digo y vivirlo en directo hace que gane mucho.
Los jugadores se van a sus banquillos y llega la presentación de Lakers, ‘buus‘ grandes para la misma, hasta que llega el momento Kobe y se oyen algunos gritos de admiración, no recuerdo si el mío entre ellos, tal vez sí… De repente se apagan las luces, el pabellón ruge mientras el marcador muestra un tremendo vídeo de presentación con el lema This Is Your Team, es la hora de los Knicks. Amaré sale el último viniéndose abajo todo el Madison, momento brutal.
Momento inicial del partido, ambos equipos con equipajes retro, Lakers jugando de amarillo con su equipaje de los 80, mientras que los Knicks de azul con el equipaje que le dio el anillo en la 69-70…salto entre dos entre Bynum y Mosgov, empieza el show.
Del partido voy a contar más bien poco, sólo impresiones, pero no puedo dejar pasar lo que sentí al ver la primera canasta tanto de Lakers (tiro libre de Bynum) como la primera de Kobe (un tremendo triple marca de la casa), es algo que se tiene que vivir, algo único.
El primer cuarto fue una brutal exhibición del 24 angelino con 19 puntos a cada cual más tremendo y con un buzzer beater contra Felton que hizo que todo el Madison exclamara entre ‘ooooh‘ y rugidos de los aficionados Lakers, muchos por cierto. Un primer cuarto de Kobe digno de grabar y dejarlo guardado, tremendo e inolvidable.
El partido estuvo medianamente disputado durante la primera parte, hasta que Lakers tomó el mando y ya la segunda parte fue un querer y no poder de Knicks mientras Lakers iban poco a poco sumando Kobe acabó con 33 ptos y 10 rebotes sin jugar el último cuarto mientras que Gasol sumó 20 ptos. Por parte de Knicks, Amaré hizo sus números con 24 ptos y 10 rebotes.
A destacar del partido, a parte del primer cuarto de Kobe, el alley-hoop que se marcó el bueno de Shanon Brown, brutal como coge el balón con una mano y la mata con 2, highlight tremendo. Por parte de los Knicks, me gustó Felton, parecía muy motivado ante el partido (y los focos que atraía), así como la primera parte en general de Amaré, que me demostró que es uno de los grandes ahora mismo en la liga.
Pero el partido dio para más, en las gradas teníamos a Kanye West, Rex Ryan (entrenador de los Jets), Anna Wintour (Vogue), Jessica Stam (módelo de Victoria’s Secret), Jeremy Piven (actor de Entourage) y Liev Schreiber (actor en Salt, X-Man: Lobezno, CSI…). Cada tiempo muerto era una fiesta en el MSG, a veces teníamos a las Knicks City Dancers o lo que es lo mismo, las cheerleaders de los Knicks, otras veces a los Knicks City Kids, otro grupo de baile, esta vez formado por niños que hacían unas cosas realmente tremendas. Y ni que decir del grupo de animación que lanzaban camisetas y demás y que evidentemente, ni usando los pistolones que tenían llegaban hasta donde estabamos nosotros.
El partido iba llegando a su fin, con una victoria clara de Lakers, lo cual hizo que las gradas del Madison se vaciarán conforme iba pasando el partido. Con lo cual allí nos quedamos los aficionados Lakers que incluso se atrevieron a cantar el ‘We Want Tacos’, mítico cántico del Staples cuando Lakers gana sobrado y el otro equipo no pasa de 100…
Sonó la bocina, se acabó y bajo el techo de un Madison bastante vacío, ambos equipos se iban a vestuarios, Lakers con una victoria más y Knicks con una sensación de querer y no poder. Nosotros, después de otras fotos de rigor, empezamos a marchar también, volviendo por esas escaleras mecánicas (ahora paradas) que nos llevaron por donde habíamos venido hasta la 7a Avenida, de nuevo llena de gente que salía del partido y de gente que simplemente pasaba por allí.
Día inolvidable.
Joer que envidia macho!!!! Enhorabuena!!!
Mil gracias!
Tubeee tu misma suerte! gran partido(de Lakers), gran ambiente y gran ciudaaad!:) Para la próxima no te pierdas a Celtics.. la Jungla(Td Garden) el increible! Saludos!
Me alegro que te gustara! y que te guste La Crónica!