Primera experiencia NBA: Dallas Mavericks contra Los Angeles

El pasado miércoles 11 de noviembre visitaba el American Airlines Center para vivir en directo un partido de la NBA. Como tantos otros trasnochadores europeos, más de una vez había soñado con poder vivirlo en persona. Y qué mejor manera de estrenarse que con la visita de Los Angeles Clippers con DeAndre Jordan tras su fichaje frustrado este verano por los Dallas Mavericks y la ya famosa guerra de los Emojis. Este partido lo viví como un aficionado más y sería ya el viernes contra Los Angeles Lakers cuando podría recorrer las entrañas del estadio gracias a la oportunidad que me ha brindado La Crónica desde el Sofá.

LAC@DAL

Nov 11, 2015; Dallas, TX, USA; Dallas Mavericks guard Wesley Matthews (23) and guard forward Dwight Powell (7) react in front of Los Angeles Clippers center DeAndre Jordan (6) during the game at American Airlines Center. Mandatory Credit: Kevin Jairaj-USA TODAY Sports

Tocaba tarde baloncestística en The big D y medios como TNT, que retransmitían el partido, se habían encargado de caldear el ambiente, y… ¡Vaya si lo consiguieron! Se vieron muchos carteles de aficionados haciendo referencia al poco valor de la palabra de DJ comparándola con el porcentaje en sus tiros libres y los abucheos estuvieron presentes en todo momento.

Nos juntamos un grupito de españoles y llegamos con tiempo al estadio para poder disfrutar de la previa y hacer las fotos de rigor para el recuerdo. Empezamos con visita a la tienda oficial que ya tenía a la venta la nueva equipación que se estrenaba esa noche (¡Genios del marketing!) con el skyline de Downtown que personalmente me gustó bastante.

Una vez dentro del pabellón ya habíamos podido observar alguna vista de la pista antes de llegar a nuestro sitio; pero al tener por primera vez una visión general de la cancha, el marcador, las gradas, las pantallas… La sensación fue una mezcla entre vértigo y Déjà vú, ya que te impresiona y te resulta familiar a partes iguales. De camino a tu asiento te das cuenta de lo bien montado que lo tienen todo; me explico, todo está listo por y para la comodidad y el consumo del espectador. Desde tu butaca modo cine con reposavasos y un surtido de comida a dos pasos hasta los baños con la ESPN de fondo cantando los resultados de la jornada. Realmente creo que esto ayuda a que el American Airlines Center funcione como negocio teniendo una agenda repleta de eventos, siendo la casa también de los Dallas Stars de la NHL y albergar múltiples conciertos y espectáculos.

 

360 AAC

En la pista algunos jugadores de cada equipo hacían sus calentamientos individuales de tiro hasta que a falta de 20 minutos de empezar el partido  y con las gradas más pobladas salieron todos los jugadores. Los Angeles Clippers aparecieron primero con los primeros abucheos del público al ver a DeAndre, como bien contaba David en su visita al Madison Square Garden aquí la gente grita «Boo» y no silva cuando quiere abuchear. A continuación, con el speaker anunciándolo y con el Ni**as in Paris de JAY Z & Kanye West de fondo, llegó la entrada de los Dallas Mavericks y el primer subidón de adrenalina de la noche.

A partir de ahí, últimos preparativos antes de lanzar el balón al aire con la interpretación del himno y las presentaciones de ambos equipos. El nivel de los boo’s a DeAndre ya iba incrementando y el vídeo motivador para la presentación de los locales metía de lleno en el partido a los espectadores. LAC llegaba con todo y los Mavs querían aprovechar el factor ambiente para mejorar la mala imagen dada la noche anterior en New Orleans.

Durante el partido me sorprendió el Hack-a-DeAndre que empezó ya a finales del primer cuarto y fuera del partido el bombardeo de shows, anuncios y otros entretenimientos que hay durante los descansos. El concepto de que el espectáculo no debe parar se lo toman muy enserio y sólo por esto ya merece la pena ir a ver un partido de la NBA si se tiene la oportunidad. Por otro lado, ahora entiendo por qué dicen muchos estadounidenses que se aburren cuando ven un partido de fútbol, Soccer que es como lo conocen aquí, ya que son 45 minutos seguidos de juego sin animadoras o Dance cam.

Uno de los momentos que recordaron a partidos de play-off fue cuando con 110-108 en el marcador para los Mavs y a falta de 1 minuto para el final Dirk metió un triple marca de la casa para acercarse a la victoria.

No voy a hacer un análisis del partido, pero sí diré que el guión de partido aguerrido y con presión ambiental se cumplió y estuvo igualado y disputado hasta el final. Dirk tiró de repertorio como en los viejos tiempos y con la aportación de Matthews la victoria se quedó en Dallas 118-108. LET’S GO MAVS!

LAS@DAL

Dirk_Kobe

Llegaba el viernes 13 y no era una peli de terror lo que se iba a ver en el American Airlines Center sino el segundo duelo angelino de la semana y el posible último partido de Kobe en este pabellón. Y digo «posible», no sólo por lo que parece va a ser la última temporada del #24, sino porque fue duda hasta el último momento por unos problemas en la espalda que le hicieron descansar durante los dos partidos previos a este enfrentamiento. Fue muy buena noticia poder ver jugar a una de las leyendas de la liga y estoy seguro que su figura y méritos se reconocerán todavía más cuando decida dejar de jugar.

Parsons haciendo el calentamiento de tiro
Parsons volvía a la convocatoria de los Mavs

 

Tras recoger las acreditaciones e informarme en qué planta estaban las diferentes salas para la prensa, tocaba hacer un recorrido por las instalaciones para saber cómo moverse antes, durante y después del partido. Como llegué con bastante tiempo pude bajar a la cancha y ver calentar a Charlie V. y Parsons de los Dallas Mavericks y a Marcelinho Huertas ex del Barça y a Metta World Peace de Los Angeles Lakers. Tenía ganas de ver algún tiro a un pie de Marcelinho pero me quedé con ganas ya que no jugó ni un minuto.

Segundo partido de la semana en casa y segundo Soldout en las gradas que veo, y no es una casualidad, ya que la franquicia lleva una racha que se remonta a Diciembre de 2001. Pero esta vez fue con mucho aficionado oro y púrpura entre el público. El protagonismo iba a estar centrado en la figura de Kobe y así se reflejó en la ovación que se llevó cuando fue presentado y cuando metió la primera canasta del partido, por momentos aquello parecía el Staples Center. El primer cuarto lo lideró el equipo visitante hasta que a falta de 3 minutos un triple de Villanueva puso por delante a los Mavs. Ya no soltarían la ventaja en el marcador hasta el final del partido.

Una de las cosas que también me llamó la atención en ambos partidos fue el sonido que recogen los micrófonos en los aros, ya que a veces se oyen los gritos en la lucha por el rebote o las pedradas (que en este caso lideró el #37 de los Lakers MWP). En este partido los porcentajes de tiro de campo bajaron mucho respecto al partido contra LAC y así se reflejo en los parciales del 2Q y 3Q. Esto no impidió ver jugadas espectaculares como la de la foto de arriba donde Dirk se marcó un fade-away ante Kobe, un taponazo del mismo alemán e incluso un amago también ante Kobe que acaba con los dos rivales sonriendo.

Destacar los aplausos que se llevó al entrar J.J. Barea al campo, jugador muy querido aquí por la gente que se lo demuestra todos los partidos. A falta de 9 segundos para llegar al descanso, en un robo de balón de LAS que le cae a las manos de Kobe, él mismo arrancó una contra en la que acabó cometiendo falta en ataque y se escuchó un «Oh!» de decepción en la grada que esperaba ver una canasta de jugón. No sé si fue falta de frescura pero la verdad que a mí también me sorprendió. Antes del descanso todavía había tiempo para el espectáculo con un BuzzerBeater de Devin Harris para dejar el marcador en 48-40.

El tercer cuarto fue más de lo mismo: poca puntuación con corre calles por las pérdidas de balones de ambos equipos para acabar con un +9 para los Dallas Mavericks. Destacar que en este cuarto y durante el partido hubo varias jugadas en las que Kobe hizo gala de su señorío y saber estar en la pista ayudando a los rivales a levantarse en varias jugadas y, meritoriamente, acabándose de meter al público en el bolsillo.

El último cuarto el marcador se volvió a apretar llegando a estar Lakers a 1 punto 70-71 y a 3 puntos en varios momentos. En varias canastas angelinas y concretamente en un 2+1 de Lou Williams se hicieron notar los muchos aficionados rivales poniendo un poco de emoción al partido. Llegó hasta tal punto que en los tiros libres de Zaza Pachulia se escucharon boos que hicieron reaccionar inmediatamente al público local al grito de Beat LA!  Llegaron al último minuto con 85-82 y los Mavericks sumaron los últimos 5 puntos ganando 90-82. Lo más destacado del final fue cuando Byron Scott cambió a Kobe a falta de 14 segundos y se llevó la ovación de la noche. Con este gesto, junto con la declaración del protagonista en rueda de prensa, se va confirmando que ésta será probablemente la última temporada que los aficionados puedan disfrutar de uno de los grandes.

Una vez terminado el partido era hora de bajar a recoger las declaraciones de los protagonistas. Todo el grupo que estábamos en el Press Box bajamos directos a la sala de rueda de prensa donde en unos minutos apareció Rick Carlisle. El entrenador destacó la gran actuación de Zaza Pachulia que se convirtió en protagonista con un doble-doble 18 puntos y 16 rebotes siendo clave en la victoria. Con relación a estas declaraciones, también destacó que a veces se tiene que ser capaz de ganar sin jugar tan bonito y para esto tienen jugadores como PachuliaPowell.

Ya en el vestuario local Chandler Parsons nos contó que va a ir progresivamente cogiendo más minutos, descansando en Houston (a pesar de tener ganas de jugar contra su ex-equipo) y espera jugar ya por encima de los 20 minutos en Filadelfia. Destacó la actuación de su compañero Zaza:

Ha estado genial esta noche, reboteando, defendiendo, en los bloqueos, metiendo los tiros libres, tiros de media distancia… Si te soy sincero, ¡no sabía que era tan bueno!

Por su parte, Wesley Matthews (destacado en el anterior partido y más discreto en éste) también piropeó la actuación del Georgiano y dijo que ante todo es un jugador de equipo que siempre aporta cosas positivas.

Finalmente, se hizo esperar pero mereció la pena. Ahí estaba Robin Hood Nowitzki, el hombre franquicia con su calma atendió a más preguntas que ningún otro jugador y dejó varias perlas. A la pregunta de qué opinaba sobre tantos aplausos de los aficionados de los Lakers dijo «Me parece que Mark Cuban estará contento porque han llenado el pabellón».

Como era previsible, le hicieron preguntas sobre las jugadas con Kobe Bryant que acabó anotando y ambos sonriendo, a lo que el alemán respondió que tras el bloqueo se emparejó contra él y que lo pasó bien en esa rivalidad sana.

También le preguntaron sobre el hecho de haber ganado sin jugar un baloncesto «bonito» y, al igual que el Carlisle, coincidió diciendo que hay que saber llevarse el partido cuando tu porcentaje de tiro no acompaña (36.6% en tiros de campo) basándose en la defensa y el rebote.

Sobre el próximo partido contra Houston Rockets, el cuarto partido en cinco días, le preguntaron sobre James Hardem y cómo podían parar su estilo de juego, a lo que él destaco que es un jugador con una habilidad especial para entrar a canasta y difícil de defender o quitarle la pelota de sus manos sin cometer falta.

Había visto y leído entrevistas post partido a los jugadores en el vestuario; y, como en la NBA los jugadores atienden a los medios con toda naturalidad (si han ganado mucho más amablemente, claro) me pareció increíble estar allí con algunas de las estrellas de la liga. Muy buena impresión del ambiente en general del estadio y de la afición de los Mavs que vio ganar a su equipo frente a los dos duelos angelinos de la semana.

La Crónica On Tour: La NBA visita de nuevo Londres

Habían pasado prácticamente 2 años desde aquel doble partido Nets-Raptors en la capital inglesa. Seguramente poca gente se acordaba ya del baloncesto, un deporte que no es muy seguido por estos lares, eso sumado al hecho de celebrar este encuentro en jueves, pudo ser una de las explicaciones para encontrarnos un O2 Arena con bastantes huecos.

De todas maneras si la NBA visita tu ciudad es la excusa perfecta para dejar el sofá y moverse a las incómodas butacas del pabellón a orillas del Támesis. Da igual que el tiempo no acompañe y estemos rozando los 0°, hablar del weather es una tradición muy inglesa, beber cerveza también y sentirte como en el pub cuando vas a ver un evento deportivo, más aún. Con ello os podéis imaginar el ambiente que se vivía en el pabellón anoche.

Es cierto que el público inglés no acaba de entender el ritmo de un partido de baloncesto, en el descanso se homenajeo al tipo que pone las canciones durante el partido, ayer tuvo trabajo extra para que la gente fuera entrando en calor. Me pareció escuchar ‘Defense’ cuatro veces en todo el partido.. pero vamos, tampoco vamos a montarnos películas por la ambientación, como dicen en mi pueblo «de donde no hay, no se puede sacar».

Y eso en parte es culpa de la propia NBA, entiendo que por proximidad cultural traigan los partidos a Inglaterra, pero el seguimiento del baloncesto en este país es.. detrás del fútbol, rugby, criquet, dardos, carreras de perros, caballos, bolos, billar.. y seguro que me dejo algo. A eso le sumas unos precios.. vale, la vida aquí es cara pero sigo sin entender como el League Pass cuesta casi el doble que en España. Según parece por los derechos de televisión, hasta hace 1 mes no se emitían partidos de la NBA en UK por televisión, ahora van a hacerlo a un ritmo de 3 por semana.

Tal vez todos estos prejuicios son por haber estado en un partido NBA de verdad, de esos que se viven en el pabellón con intensidad, pero de todas maneras, sigo pensando que el público inglés no es el mejor para un partido de estas características.

Volviendo al partido en sí, esta vez se pudo ver en Londres a los Pistons y los Knicks. Los dos equipos empezaron el partido con ganas de gustar, aunque la diferencia de calidad y juego entre uno y otro se hizo evidente desde el primer minuto de partido. Aunque la victoria por 15 puntos pueda parecer abultada, los Knicks llegaron a estar a más de 20 antes del descanso y tras dormirse en el tercer cuarto Pistons se acercó a 5 puntos.

Carmelo volvió a dirigir el juego de los Knicks, apareció Stoudemire y acompañó Smith, esto bastó para contrarrestar el juego de Singler, Bynum y Knight durante el tercer cuarto, donde los Knicks solo anotaron 10 puntos. Por lo demás, no hubo sorpresas, de hecho, aunque mucha gente pensaba que los Pistons podrían hacer algo, el equipo de Nueva York ya dejo claro en los primeros minutos del juego que el partido sería para ellos con un parcial de 2-20.

Varias actuaciones y la presencia de varios famosos: cantantes, jugadores de la Premier (que generaron cierta discordia en el respetable) y el omnipresente Spike Lee desde Nueva York estuvieron en las gradas del O2 Arena que se ha convertido en la casa del baloncesto en la ciudad de Londres y que volverá a ponerse de gala para la Final Four de la Euroliga en mayo.

La Crónica On Tour: Una noche en el Barclays

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Al descanso no pintaba tan bien. Los Nets se iban 12 arriba (habiendo llegado a tener una ventaja de 17), y tener el partido instalado en ese ritmo glacial que tanto le gusta a Avery Johnson, no ayudaba al espectáculo.

Avanzamos un par de horas, y el panorama es completamente diferente: tenemos el primer tiro ganador sobre la bocina de los Nets en más de 3 años y el primero que se ve en el Barclays Center, en la segunda prórroga.

No es que el partido ganara por el camino en estética, pero sí lo hizo en intensidad, algo que con estos Nets es siempre una garantía, y a lo que los Pistons, que trabajaron durísimo anoche para mejorar el registro de 2-11 que tienen a domicilio, se apuntaron sin dudar. Y por supuesto, en emoción, ya que los dos equipos tuvieron múltiples oportunidades para cerrar el partido a su favor mucho antes.

Joe Johnson fue el ejecutor final, pero toda la noche estuvo a un nivel fantástico. Especialmente cuando acababa Maggette con él. Es curioso como funcionan las percepciones. Maggette ha jugado hasta de PF en los Warriors, y la posición habitual de Joe Johnson es la de escolta, pero JoJo es más grande, y utilizó su tamaño como ventaja es más de una posesión.

Deron Williams también dominó el juego y los Nets ayer pusieron práctica a la teoría de que forman el mejor perímetro de la Liga. Aunque Brandon Knight, todavía está aprendiendo, y no ha desarrollado aún la química necesaria, especialmente con Monroe, para que su defensa tenga impacto en los 2 contra 2, me parece un buen y esforzado defensor en el 1 contra 1, y Deron ayer se plantó en cada jugada en el lugar que deseaba en la pista sin mayor complicación.

El resto del equipo, salvo por los Brook’s, uno renqueante, y el otro irregular, no tiene ese talento, pero sí la disposición a trabajar. Evans ayer no tuvo uno de esos partidos en los que crea caos, ya que contra todo pronóstico, uno de los peores equipos de la Liga reboteando en defensa, mantuvo a uno de los mejores muy por debajo de la tasa media. Pero sí lo hizo Gerald Wallace, jugador espectacular en directo, cuando puedes oír su falta absoluta de miedo estrellándose contra el suelo. Estoy seguro que cada vez que Wallace se lanza desesperadamente a por un balón hay un pequeño terremoto que sacude el Barclays.

Por parte de los Pistons, me queda una buena impresión para el futuro. Drummond sigue demostrando en pocos minutos una maravillosa capacidad de trascender, haciendo el papel ayer de Reggie Evans con la camiseta del rival. En defensa, ya manda a sus compañeros, aunque no le hacen mucho caso, principalmente porque pide cambios continuamente. No todos los equipos ponen esa presión de bloqueos y movimiento de los Nets, así que Drummond puede tomárselo con filosofía.

Knight sigue haciendo muy fácil lo de tirar de 3, y Singler, con el que hablamos antes del partido, y ya compartiremos algún detalle más, demuestra esa habilidad para estar siempre en el lugar adecuado. Monroe no jugó uno de sus mejores partidos anoche, fallando por mucho unos tiros libres que hubieran dado una elevada probabilidad de victoria a Detroit, pero está fuera de toda duda. Hay futuro, pero falta oficio en el presente.

Y respecto a la jugada final: es curioso como un técnico tan obsesionado con marcar todas y cada una de las jugadas, y que mata con un tiempo muerto absolutamente todas las posesiones al final de los partidos, luego acaba proponiendo variaciones tan pobres del aclarado a Johnson o Williams. JoJo acertó con un tiro difícil, ante un defensor con pedigree, pero Avery puso al equipo en posición de tener que afrontar una tercera prórroga.

Afortunadamente, el metro recorre New York 24 horas, y así, tener 10 minutos más de #BaloncestoGratis es un placer que no puedes controlar, pero te puedes permitir, y a mí no me hubieran importado otros 5. Gracias, Avery hiciste lo que estuvo en tu mano.

Respecto a algunas cosas que vimos antes y después del partido… tendríamos que empezar en el calentamiento de un par de horas antes en la pista principal, con Drummond y Kravtsov trabajando con Roy Rogers en todo tipo de movimientos en el poste bajo y tiros a media distancia y desde la línea. Nada fuera de la rutina habitual, excepto por un aparte que hicieron son Slava para ponerle a botar una pelota de tenis mientras hacía skipping. De nuevo, nada que no se haya visto antes, pero me pareció curioso el detalle, y el esfuerzo que demostró Drummond, jugador cuya ética de trabajo y esfuerzo se puso en duda antes, durante y después del Draft, pero del que no tengo dudas ahora. Realizó todo el trabajo al 100%, sin un mal gesto.

Por los Nets, tras ver a los jugadores menos habituales, como Childress, Teletovic, Taylor o Shengelia practicar el tiro, Deron salió a continuación a calentar el lanzamiento de 3, y cuando se fue, volvió Taylor.

En el vestuario tuvimos una interesante charla con el elocuente Stackhouse sobre su papel en el ataque y los triples desde la esquina, que ya ampliaremos, y se fue a estirar un poco para tratar de volver a tiempo para el partido contra los Knicks la semana que viene.

Al acabar, todo fue más rápido. Los dos equipos vuelven a jugar hoy, los Pistons en Detroit contra Indiana, y los Nets en Chicago, y tuvieron que coger el avión justo al terminar un partido que se alargó un poco más de lo previsto.

Como la omnipresencia no es posibilidad, había que elegir en que vestuario estar, y el del ganador siempre parece una buena opción. Preguntas a Brook Lopez sobre cómo se encontró, tanto en salud como en ritmo, a Joe Johnson acerca de las sensaciones al anotar el último tiro, a Gerald Wallace sobre su esfuerzo infinito y a Deron… sobre sus compañeros.

Me resultó curioso que Williams llevara en su maleta una bufanda y una camiseta de los Pittsburgh Steelers. A posteriori, he visto que Deron es fan de este equipo. Como los Nets no juegan hasta el martes, ¿hará Deron una escapada el domingo a su Dallas natal para ver al equipo? Y otra cosa que me llamó la atención es ver a Wallace pedir el box-score al final del partido. Lo que me sorprendió es saber lo primero que mira: «Minutos y pérdidas». Como Crashya estaba casi saliendo por la puerta y el turno de preguntas languidecía, me quedo con la duda si lo de monitorizar sus minutos es por las recurrentes lesiones que atraviesa, o por comprobar su acondicionamiento físico, o…

Y me dejó para el final al actor principal: el Barclays Center. Un estadio fantástico, tan bonito como se puede ver desde el sofá. Está claro que aunque sea multidisciplinar, se ha hecho pensando en el baloncesto, y en transmitir la imagen de marca que han creado para la franquicia. En todo el estadio no parece haber un mal sitio para ver el juego, y una pantalla de generosas proporciones y un buen equipo de sonido (demasiado, incluso) ayudan.

Es bonito, moderno y funcional, por dentro y por fuera. En la parte de atrás, el exterior aún no está terminado, pero poco le queda ya. Merece una visita de todo aficionado a la NBA, pero, en el fondo, es un pabellón… que a veces cuando hablamos del Barclays parece que tiene vida propia.

Esta noche estaremos al otro lado del puente, para vivir el Knicks-Cavs desde el Madison. Ya te contaremos.

La Crónica On Tour 12/13

Esta temporada también vamos a traeros la información desde donde se genera, es decir desde los pabellones de NBA, donde esta misma semana empezamos nuestro On Tour de esta temporada.

Mario Maruenda estará en el brutal Barclays Center el viernes 14 de diciembre para ver la visita de los Pistons a los Nets y después en el Madison Square Garden el próximo sábado 15 de diciembre viendo el Knicks vs Cavs. Todo ello con acceso a vestuarios, entrevistas y lo que más nos gusta, a pie de pista para ver y sentir la NBA como si casi estuvieramos jugando.

Luego tendremos el partido que se celebrará en Londres donde nuestro compañero Esteban Saiz estará en el O2 Arena para contarnos todo lo que pasa con el Knicks vs Pistons desde el mítico pabellón londinense.

Así que vuelve La Crónica On Tour una temporada más, si no recuerdas que hicimos antes, no dudes en releer todo lo que vivimos en anteriores ediciones.

La Crónica On Tour vol.4: Grizzlies vs Knicks

La cuarta parada de la Crónica on Tour vuelve a la denominada Meca del Baloncesto, ese espacio mágico en el rectángulo que delimitan la 7ª y la 8ª avenida, con la calle 31 y la 33, en la que el Madison Square Garden comparte sitio con la Penn Station. Allí estábamos de vuelta, el día de San Patricio, en el que además comenzaba la March Madness universitaria, para ver a los New New York Knicks contra los Grizzlies, en el que además, es el último partido que los ‘Bockers han ganado hasta la fecha.

Del excelente repaso del Madison que David ya te hizo en este mismo espacio, solo ha cambiado una cosa: ahora Carmelo es el rey. No exagero si digo que el 90% de las camisetas que se veían por las graderías eran de la nueva estrella en la casa. No sé si sería algo aún temporal, pero la respuesta a la pregunta, de quién son los Knicks ahora, solo tendría una respuesta si nos guiamos por las camisetas que llevaba la gente.

El calentamiento se desarrolló como ya es habitual, con un pinchadiscos invitado que en este caso fue DJ M.O.S., y una selección para el calentamiento muy neoyorquina de Landry Fields: Fabolous, Jay-Z y Notorious. Preparados para ver el partido desde sus asientos de primera fila los actores Tyson Beckford y Steve Schirripa, luchadores de la UFC como Chuck Liddell, Dana White o George St.Pierre, el jugador de Hockey Michael Del Zotto, Adam Horovitz de Beastie Boys y el tenista John McEnroe que recibió la mayor ovación de la noche.

Desde el calentamiento y la presentación de los jugadores, ya se pudo ver que este no es uno de esos partidos en los que el Garden se convierten en una caldera. En un día como San Patricio en el que los neoyorquinos prefieren emborracharse desde el mediodía en Times Square o cualquiera de los abundantes pubs de temática irlandesa de la Gran Manzana, el público olía tremendamente a trasplantado: lleno de turistas y gente a la que el devenir de la franquicia, ni le va ni le viene. Y esto pudimos terminar de constatarlo cuando al introducir los titulares de los Grizzlies entre suaves abucheos, los aplausos ganaron al salir por la pantalla la imagen, y por la megafonía el nombre de Marc Gasol.
Marc Gasol Knicks Grizzlies
Había bastante público español, y se vieron varias banderas de nuestro país (una de las cuales era llevada por un hombre disfrazado de… pollo) pero dando vueltas a la cabeza, la tímida ovación al hermano pequeño podría haber sido ayudada por aquellos que le quieren ver vestido de azul el año que viene como agente libre. O de verde en un día como hoy.

Porque al ser San Patricio los Knicks desempolvaban las camisetas de ese color, y ponían un quinteto en pista (BillupsFieldsAnthonyJeffriesStoudemire), con el que se daba una buena curiosidad en el que los dorsales de todos los jugadores eran dígitos simples.
Marcador Knicks

La historia del partido ya la conocéis: los Knicks masacraron a los Grizzlies por 120 a 99 batiendo el record de la franquicia de canastas de 3 puntos, encestando 20, y Toney Douglas igualó la marca personal de Latrell Sprewell y John Starks, metiendo 9 de ellos. La cosa llegó a tal punto, que en la sección norte del Madison, los fans empezaron a colgar signos del número 3, uno por cada triple conseguido, como se hace en béisbol con las K’s cuando el número de strikeouts que el pitcher consigue en un partido se empieza a disparar.

Si tuviera que hacer la lista de cosas que me llamaron la atención al verlas en persona, son prácticamente las mismas que por la televisión, con la sensación de que los ojos no te engañan: Tony Truco o Trato Allen es verdaderamente capaz de lo mejor y lo peor en un campo de juego; el tiro de Carmelo Anthony es increíblemente elegante y sorprende mucho más en directo al verlo salir de ese cuerpo regordete del que nunca te esperarías una mecánica tan preciosista; Ronny Turiaf se autogrita y se autogolpea en todos y cada uno de los segundos que está en la pista y el balón no está en juego; Shane Battier es rapidísimo cerrando al tirador solitario, numerito de la mano en la cara incluido (ya lo hace en cada tiro que defiende) y aunque las animadoras no bailen especialmente bien, tiene mérito hacerlo con esos taconazos.

Y uno sabe que los Grizzlies no son un rival odiado, ni el equipo se jugaba mucho en el partido, que el marcador fue cómodo, y que esa noche había cosas mejores que hacer en NYC (el día de San Patricio y los 16 partidos que daban comienzo a la Locura Universitaria, con dos equipos locales, Long Island U y St. John, jugando) que acercarse a ver un partido, y que yo tal vez ya esté contaminado por el ruidoso ambiente que se vive en el baloncesto universitario, pero el público del MSG, ese por el que los agentes libres supuestamente se desviven no me pareció para tanto. Tal vez, dadas las circunstancias, haya elegido la peor noche del año para valorar el ambiente, pero para mí, se quedó muy corto. Y es una pena, porque el Madison respira magia en todos los rincones.

La Crónica On Tour vol.3: Nets vs Raptors

Una fría noche de marzo, Londres se vistio de gala para recibir el espectáculo de la NBA. Era la primera vez que la competición más importante en el mundo del baloncesto visitaba Europa con un partido de la liga regular (lo siento pero es algo que machaconamente repitieron durante el evento).

Por supuesto había mucha expectación, aunque creo que más por parte de los extranjeros que vivimos en la capital inglesa que por los propios nativos. A pesar de ello el O2 Arena registro una buena entrada, probablemente, con más gente el sábado que el viernes, ya se sabe que frente a unas cervezas un inglés no sabe decir no.

Aunque desconozco las verdaderas intenciones de promocionar el baloncesto en UK, está más que claro que la cercanía de los JJOO ha ayudado a traer estos dos equipos de la NBA a tierras británicas.

Como ya he comentado, para un inglés una buena cerveza marcará el éxito de un buen evento, así que prevía cola, adquirimos una. Al localizar nuestros asientos pudimos comprobar como mucha de la gente asistente ya llevaba entre pecho y espalda más de una pinta.

Entre el público muchos franceses, italianos, españoles… y una gran masa confusa que silbaba, aplaudia y gritaba (visiblemente afectados por el contenido etílico en sus organismos) cualquier acción que le llamará la atención, el target del evento.

El partido que la NBA había traido a Londres no iba a enfrentar a dos de los mejores equipos, pero tenía el aliciente de ver a Calderón, que es español en las filas de los Toronto Raptors y comprobar como se había aclimatado Deron Williams en New Jersey.

La verdad es que entre gente gritando, pitando en los lanzamientos libres y luego aplaudiendo, etc, etc. quizás lo más remarcable del enfrentamiento fueran las pésimas defensas y los juegos y espectáculos en los tiempos muertos.

Porque a pesar de ser dos equipos de mitad de tabla para abajo, sus mascotas, animadoras y speaker eran de primera, eso no lo puede negar nadie. Con eso se consiguió que entre viaje y viaje al bar, los ingleses y el resto del público no dejarán de animar.

Del partido en sí, ya que New Jersey ganó los dos choques, hay que destacar la actuación de López que estuvo bien acompañado por Sasha Vujacic y una discreta presencia de Deron Williams. En Toronto nos quedamos con ganas de ver al mejor Calderón,pero estuvo muy flojo en los tiros, aunque no dejo de ser el máximo asistente de su equipo.

El fichaje de los Raptors James Johnson parecía jugar a dejar sus estadísticas igualadas al número de su dorsal, el cero, pero finalmente anoto 2 puntos. Hasta la mascota de los Raptors anotó más canastas en los espectáculos de los tiempos muertos y el descanso.

Y es que esa es la impronta que dejó la NBA en su escapada a Londres. Desde la entrada del O2, con pasillo para los espectadores al juego ofensivo (el partido del sábado registro 3 prórrogas) pasando por las cheerleaders, las mascotas y demás.

Por supuesto, para acompañar tan americana velada, no pude evitar cenar un buen perrito caliente, en esta ocasión acompañado de cerveza, no Coca-Cola.

La Crónica On Tour vol.2: Knicks v Hawks

Nuestra segunda parada en la Crónica On Tour tiene el mismo destino que la primera, el Madison Square Garden, pero esta vez para un partido con menos carga emocional como es el New York Knicks vs Atlanta Hawks.

Al contrario del otro día contra Lakers, esta vez decidimos ir al pabellón con algo menos de tiempo por delante, aún así, conforme nos acercamos a la entrada, vemos que la animación sigue en aumento, pero ni comparación a lo que vivimos contra Lakers, donde camisetas de los dos colores se mezclaban, esta vez poca gente de Atlanta.

Esta vez tenemos las entradas mejor situadas y no tenemos que ascender tanto por las entrañas del MSG, estamos en la zona contraria que el partido de Lakers y justo detrás de una de las canastas. Al entrar al pabellón hacemos el mismo ritual que en el anterior y cargamos de comida para no perdernos nada antes del entrar. Al llegar, nos damos cuenta que nuestras entradas son realmente mejores que las anteriores y admiramos la grandeza del Madison, vemos los estandartes, es impresionante.

Hoy voy con mi camiseta comprada el día de Lakers de Amaré, un poco chaquetero, lo sé, pero este era un souvenir que no podía faltar, al llegar a nuestros asientos y después de las fotos de rigor, nos sentamos y volvemos a disfrutar de la comodidad de los asientos del MSG, curiosamente iguales que a los del otro día de Lakers, es decir, el MSG tiene los mismos asientos para todos, estés donde estés.

Miro a la pista y veo a unos niños tirando a canasta, desconozco quienes son, pero una fuerte sensación de envidia me recorre el cuerpo, de nuevo me fijo en el techo, el mítico techo del Garden y de nuevo me estremece.

Poco para empezar y conforme se va llenando de gente, a menor ritmo que el otro día, salen los jugadores a calentar, New York Knicks sale con su chandal retro, señal que repetirán el equipaje  del 69, me gusta. ATL sale de rojo, como mandan los cánones. Me pregunto si ATL saldrá con alguna retro… la respuesta es no.

Como el otro día con Shawne Williams, el marcador muestra la música elegida por Landry Fields en el pre partido, Black & Yellow de Wiz Khalifa, Moment 4 Life de Nicki Minaj y Six Foot Seven Foot de Lil’ Wayne… buenos picks por parte del rookie de los Knicks… Los equipos calientan tiro como el otro día, me fijo en Joe Johnson y en Mike Bibby, dos ‘leyendas’ de la NBA que están a ‘pocos’ metros, el tiro de JJ es tremendo.

Se acerca el momento del himno, pero antes salen a mitad de la pista Amaré Stoudamire y Landry Fields, este es el último partido pre-All-Star y ambos son la representación de Knicks en LA, ambos dan las gracias a los fans por el apoyo y los votos, gran ovación y en seguida momento del himno, mucho menos emotivo que el del otro día…

Tiempo de las presentaciones, los Hawks reciben sus correspondientes ‘buus‘ además muy acentuados ya que el anterior partido entre ambas franquicias acabó con una buena pelea entre los jugadores…

Se apagan las luces, es la hora de los Knicks. Aunque ya lo vi el otro día, vuelves a ponerte en modo piel de gallina cuando el MSG se oscurece y los jugadores son presentados con el público gritando sin parar. Las luces se vuelven a encender y me fijo en Spike Lee, está ya en su sitio con la misma indumentaria que el otro día, es decir, gorro naranja llamativo a más no poder y su camiseta retro naranja de Fields.

El partido está a nada de empezar y me fijo que el del asiento de delante se ha pedido una cerveza con una caña extraña no se muy bien de qué… algo peculiar. El partido empieza con Horford ganando el salto a Mozgov… y los primeros minutos son de una calidad más bien espesa, aunque los Hawks salen algo más enchufado. Mola ver jugar Bibby y a Johnson.

Al poco de empezar me empiezo a dar cuenta que detrás tengo un buen aficionado de los Knicks, comenta cada jugada, se lamenta en cada una de ellas, pero sin chillar mucho, como si se lo hablara a él mismo… es muy fan de Gallinari

Llegamos a la media parte, pocos puntos como buen partido del Este y al estar en un anillo inferior al del otro día, decido darme una vuelta para ver el ‘ambiente’ del MSG. Mientras voy girando por el anillo, me fijo de nuevo en los estandartes, sobretodo en los de campeones, era otra época para los Knicks… demasiado tiempo?

De repente veo que en una de las puertas pone Team Store, así que allí que me voy, al meterme para dentro nada más cruzar el pasillo, me encuentro en lo que sería la tienda de los Knicks, llena de mil cosas todas con el logo del equipo. Al estar en obras, la tienda comparte espacio con la de los Rangers, aún así da gusto estar en esta tienda. Como no podía ser de otra forma, algo cae entre mis manos: una simpática camiseta de Mr. Happy con el logo retro de los Knicks, bonita para combinar con vaqueros. Allí en la tienda veo uno de los artículos más curiosos que me deja Nueva York… una manta con mangas de los Knicks!.

Al salir de la tienda sigo dando la vuelta al pabellón por mi anillo… y al ver todo el movimiento decido bajar… hasta donde me dejen, total, si me llaman la atención diría un simple: I’m lost sorry! y todos contentos. Así que bajo todo lo que puedo, justo hasta ya tienes que llevar pulserita para entrar, es decir, casi nivel de pista. Aquí el pabellón impresiona más, es ENORME. Nadie me dice nada, así que sigo por ese anillo y veo una especie de bar VIP de Coca-Cola… pero a este no se puede entrar…lástima.

El partido sigue a un ritmo tranquilo, con los Knicks dominando el partido y con un Amaré especialmente motivado, supongo que se juntaba el partido pre-All-Star y la batalla que hubo una semana antes… El tercer cuarto es justo donde los Knicks dan la puntilla, con dos triples de Fields que sentencian el partido para Knicks.

Al final la victoria fue para los locales por 102-90, con un Amaré con 23 ptos y Chadler con 20. Por parte de los Hawks, mucha aportación del quinteto pero poco más, Marvin Williams 17, Josh Smith 14, Horford 12, Bibby 15 y Johnson 11, vamos partido más que discreto por parte de  ATL.

En este partido menos VIPS que contra Lakers: Forrest Whitaker, Matthew Modine, jugadores de los NY Yankees y el gran Dominique Wilkins que estaba comentando para la TV de los Hawks… Así también se vio muchísima menos animación que contra Lakers, menos bailes de las Knicks City Dancers y menos camisetas para el público… aún así pude coger un par de tubos de estos para hacer ruido, buen recuerdo.

Nuestro tiempo en el Madison se acababa y la verdad es que una sensación de pena me invadió… volvimos a pasar antes de irnos por la tienda, admirando como el MSG se vaciaba dejando los asientos casi desiertos… al salir una placa dando las gracias por la visita… era el mejor colofón para este sueño hecho realidad.