Viva la PEPE: Toronto Raptors (4) vs. Washington Wizards (5)

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Este año repasamos las 4 eliminatorias de Playoffs en el Este en nuestra primera Previa Épica de los Playoffs en el Este. Si te has perdido alguna, puedes encontrarlas todas aquí.

Cómo han llegado los Raptors

Los Raptors fueron el mejor equipo del Este en los dos primeros meses de competición, entrando en 2015 en cabeza con un registro de 24-8. Liderados por un fulgurante Kyle Lowry que a la postre sería titular en el All-Star, aguantaron a un gran nivel aún tras perder a DeMar DeRozan por la rotura de un tendón en la ingle. Pero el equipo se acabó resintiendo, y en el año actual han ganado sólo el 50% de los partidos. Siguen teniendo uno de los ataques más potentes de la Liga, pero los problemas en defensa no han parado de empeorar en toda la temporada.

DeRozan regresó a mediados de enero, pero su vuelta coincidió con el bajón de rendimiento de Lowry, que apenas ha jugado en este final de temporada (mezcla de problemas físicos en la espalda, tras echarse al equipo ¿literalmente? encima), y el comienzo de los problemas (recurrentes) de Amir Johnson en sus tobillos. Así, el equipo nunca ha recuperado el ritmo de un principio de temporada en el que quizá estaban jugando por encima de sus posibilidades. El escolta ha vuelto a encontrarse, cuajando alguna de las mejores actuaciones de su carrera en las últimas semanas, pero el estado en el que llegan el base y el ala-pívot titular es una incógnita absoluta.

Cómo han llegado los Wizards

Tras ganar 44 partidos y una ronda de Playoffs el año anterior, cambiaron a los Trevor (Ariza y Booker) por Paul Pierce y Kris Humphries, y sólo con el desarrollo de los jóvenes puntales del equipo, los Wizards tenían muy buena pinta, y comenzaron el año muy bien, siguiendo precisamente la estela de Toronto.

Pero al igual que los Raptors, este tampoco parece ser el año que los convierta en aspirantes. Con una buena defensa, pero un ataque estancado, los Wizards han sido un equipo bastante gris, en el que sólo destaca John Wall, y con más pinta de pensar en el año que viene que en este.

Rotación de Toronto

Los Raptors tienen una rotación de 10 jugadores, con un quinteto titular (casi) fijo formado por Lowry, DeRozan, Terrence Ross, Amir Johnson y Jonas Valanciunas. Ross perdió su puesto durante casi mes y medio tras la vuelta de DeRozan, primero a manos de Greivis Vasquez, y luego de James Johnson, en un movimiento que tuvo más que ver con su rendimiento particular, que con el equilibrio de un quinteto que este año ha sido mediocre.

El banquillo, con Vasquez, Louis Williams, James Johnson, Patrick Patterson y Tyler Hansbrough ha sido el factor diferencial del equipo este año. Toronto ha tenido el lujo de mantener en pista anotación exterior de nivel titular durante los 48 minutos en todos los partidos y a Patterson dando espacio instantáneo como hombre alto tirador cuando el equipo lo necesita. Los Raptors tienen uno de los mejores ataques de la Liga, acabando la temporada como 4º en índice ofensivo, con un registro global mejor que el de su propio quinteto titular, algo que no suele ocurrir.

De hecho, los cinco del banquillo han acabado formando un quinteto de facto, jugando en torno a 250 minutos juntos: ningún grupo formado completamente por suplentes se acerca, ni de lejos, a estas cifras. En Playoffs los entrenadores utilizan menos los banquillos, lo que resta algo de ventaja a Toronto, pero aún así, todavía algo tienen que jugar de todas formas, y lo bueno de este grupo es que además complementa las posibles carencias que tenga el quinteto inicial y puede aportarle versatilidad.

Vasquez por Ross y Patterson por cualquiera de los dos hombres altos suelen ser los primeros recambios desde el banquillo, dejando el protagonismo en el comienzo del segundo cuarto para Lou Williams. Toronto nunca cierra los partidos con el quinteto titular, sacrificando habitualmente a los jóvenes, Valanciunas y Ross, por Williams y Patterson. Si Valanciunas está jugando bien, Amir no tiene problemas de faltas, y los emparejamientos invitan a usar a James Johnson de 4 pequeño, la aparición de Hansbrough podría ser testimonial, pero algún minuto de pívot tendrá reservado.

James Johnson, por su parte, puede quedarse cualquier partido sin jugar por decisión técnica (o disciplinaria), si el equipo no necesita colocar un defensor agresivo en el 3 o el 4 rival. Por su falta de tiro, utilizarlo de falso ala-pívot no aporta algunas de las ventajas que se esperan del small-ball, y Casey le deja el contador de minutos a 0.

Rotación de Washington

El quinteto tipo de este equipo es el formado por Wall, Bradley Beal, Pierce, Nene y Marcin Gortat, pero el pívot polaco a veces es reemplazado en los finales de los partidos por un jugador con más tiro, como Drew Gooden o Rasual Butler.

Ramon Sessions es el encargado de suplir a Wall. Si Wittman confía en Garrett Temple tras salir de la lesión para los minutos de escolta suplente, Sessions no tendrá ese tiempo extra que de otra manera podría pasar junto a Wall.

El puesto de alero suplente es un polvorín: Otto Porter está jugando bien en la recta final de la temporada y parece tener ventaja, pero la veteranía y mejor tiro de 3 de Rasual Butler y Martell Webster podrían hacerle competencia en Playoffs. Este grupo puede encontrar también algún minuto extra tanto en el puesto de 2 (también dependiendo de Temple) como en el de 4 (especialmente en finales de partidos, Wittman no es de hacerse pequeño en otras situaciones).

Por dentro, la presencia de un pívot en pista en todo momento, en este caso Kevin Seraphin, parece innegociable, así que la otra pelea por minutos, será entre Kris Humphries y Drew Gooden. Humphries corrió por la pista de dentro durante casi toda la temporada, pero Gooden ha jugado mejor y más al final, y es el único hombre alto de la plantilla que ofrece el recurso del tiro, por lo que entra con ligera ventaja a Playoffs.

Los Raptors en ataque

El ataque de los Raptors está dominado por su agresivo juego exterior, con Lowry, DeRozan y Williams tomando el protagonismo, atacando regularmente la zona rival y finalizando habitualmente las jugadas ellos mismos. Son de los equipos que más posesiones acaban en un aclarado, con un resultado habitualmente positivo, forzando un gran número de faltas rivales cada vez que penetran, pero también usando el tiro tras bote. Kyle y Louis tienen rango desde más allá de la línea de triple, pero DeMar lo hace desde la media distancia (aunque atención a cómo ha acabado la temporada tirando de 3). Los anotadores principales que manejan el balón pueden sacar una suspensión prácticamente sin espacio, o tiros libres sin pisar la pintura. por lo que no necesitan diseños complicados para darles ventaja: a menudo les basta con un bloqueo directo.

La cruz de todo esto es que el equipo se convierte en predecible en momentos decisivos, lo que ha generado críticas a Casey pese a que sólo hay dos equipos en la NBA con un mejor índice ofensivo que el de los Raptors

Los roles de los titulares están bien definidos: Lowry y DeRozan son los playmakers, los jugadores encargados de hacer progresar las jugadas y crear las ventajas para los demás, o sí mismos. Amir Johnson es el interior que más utilizan en el poste alto, como pasador, bloqueador y continuador y ocasional tirador, mientras que Valanciunas suele reducir sus intervenciones con el balón al área más cercano a la canasta. Terrence Ross sirve de válvula de escape, para espaciar el campo como tirador en el lado débil, aprovechando bloqueos indirectos o colapsos de la defensa.

Toronto es un equipo que engaña en cuanto a movimiento de balón. Las jugadas a media pista suelen tener muchos pases y exploran varias opciones, pero toda vez que un jugador exterior encuentra lo que considera como una opción de tiro o un camino libre, finaliza el juego colectivo. Aunque estas oportunidades no sean todo lo favorables que debieran.

Como otros muchos equipos de la Liga, una gran cantidad de las jugadas de los Raptors parten de una situación de cuernos, con los dos hombres altos situados a los lados de la bombilla, los dos alas en las esquinas (habitualmente, DeRozan y Johnson en el lado izquierdo del ataque, y Valanciunas y Ross en el derecho), y el base en el centro de la pista, de esta manera:

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Esta formación es menos reconocible que en otros equipos de la Liga, porque en ocasiones el movimiento de los alas empieza cuando el base aún no ha empezado a subir el balón, o Lowry y DeRozan impulsan la jugada por delante de los hombres altos. Desde aquí, las opciones son innumerables, y los Raptors utilizan un gran número de ellas.

Pueden utilizar a Valanciunas o Johnson para poner un bloqueo directo a Lowry, o indirecto a Ross y DeRozan. Pueden pasar la pelota en el poste alto a Johnson, y que este intente buscar a un jugador cortando, o se la dé a DeRozan a la mano.

De hecho esta última opción es la acción más recurrente en Toronto. Lowry pasa el balón a Amir (1), y se dirige al ala izquierda para poner un bloqueo indirecto a DeRozan, que viene desde la esquina (2). Johnson le entrega el balón a la mano o con un pequeño pitch, y DeRozan utiliza la posición del otro hombre alto, Valanciunas, para hacer un bloqueo directo (3), y tirar una bomba sobre la defensa de los Blazers.

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Otra manera sencilla, directa y muy utilizada por los Raptors para conseguir un tiro a DeRozan, partiendo de la misma formación. Aunque fijaos que, como hablábamos antes, la acción se pone en marcha rápidamente: no esperan a que lleguen los pívots, pero es totalmente reconocible la situación de alas en las esquinas, pívots en los codos.

Lowry se la pasa a Ross y rellena él mismo la esquina izquierda del ataque, mientras Valanciunas establece posición en el poste bajo (1). Mientras, en el otro lado de la pista, Johnson bloquea para liberar a DeRozan (2). DeMar recibe el pase con varias opciones (3), y decide tirar sin esperar siquiera que Johnson vuelva a bloquear para él (4).

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Para muchos otros equipos, una jugada para conseguir un tiro de 2 de larga distancia con 18 segundos en el reloj y no muy liberado no es una opción. Para los Raptors, es parte del libreto, y gracias a DeRozan, no les funciona nada mal.

También parten de cuernos todos los desvíos de atención para buscar un buen espacio o emparejamiento en el poste bajo. Tanto para grandes como para pequeños. En jugadas como la anterior, en las que DeMar recibe un pase tras el bloqueo indirecto de Amir, la otra opción, además del tiro o la penetración hacia el medio de la zona, es botar hacia la línea de fondo (a veces con un segundo bloqueo, de Johnson, este ya directo, para ganar aún mejor posición), y desde allí postear a su par.

Con Lowry lo hacen de otra manera, pero también interviene ese juego de tres hombres en el lado izquierdo del ataque. Ross viene desde la esquina a recibir el pase (1), y Lowry hace el corte UCLA al poste bajo izquierdo, utilizando el bloqueo de Amir (2). La amenaza de Johnson y Valanciunas bloqueando en el lado débil para DeRozan inclina la defensa al otro lado de la pista (3), y Lowry puede recibir de espaldas, aclarado (4). George Hill le ha obligado con buena defensa a salirse más lejos de lo que a Toronto le gustaría, pero aún así, Lowry logra sacar el 2+1.

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Como veis, el lado izquierdo del ataque de Toronto es la zona de moda, y la cosa se pone aún peor porque ahí también es donde favorece recibir Valanciunas. Que en cuernos suela formar en el codo derecho, para no alterar la sociedad JohnsonDeRozan, no es ningún impedimento, los Raptors tienen maneras de pasarle de una posición a otra, utilizando bloqueos de los aleros para que establezca posición.

Algo divertido en lo que fijarse con Jonas y la cantidad de balones que recibe en el poste bajo: fijaos en su posición en la pista. Los Raptors tienen una regla, si Valanciunas está fuera del logo, no puede recibir el balón. Por tanto, sólo tienen permiso para pasarle si ha establecido su cuerpo justo aquí:

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La tarea se hace algo más complicada en el Air Canada Centre, porque como en muchas otras pistas, ya no hay logos en esa zona de la cancha, pero tiene que imaginarlo.

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Valanciunas también contribuye con rebotes ofensivos, o recibiendo el balón tras ofrecerse como opción cerca de la canasta, tanto en cortes, como aprovechando cuando la ayuda intenta parar la penetración, y poco más. El tiro de media distancia y la continuación desde el poste alto son poco habituales, y su carga de trabajo disminuye según avanza el partido: sigue anotando mucho en el primer cuarto, y después se olvidan de él.

Luego está Ross, el quinto titular, que es principalmente utilizado de válvula de escape, como tirador tras pase, para abrir el campo, pero para el que tienen preparadas unas cuantas jugadas para conseguir que se suelte con el balón. Cuando Toronto necesita involucrarlo en la acción, utilizan una jugada llamada Hawk, en la que, partiendo de lo alto de la bombilla, hace un círculo por toda la zona para salir de un doble bloqueo que ponen los dos hombres altos, que se encuentran apilados en el lado débil al lado de la zona, mientras que el base y escolta realizan un bloqueo y continuación que sirve de distracción, antes de pasar el balón a un Ross que aparecerá liberado.

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Fijaos en Patterson agarrando a Valanciunas de la camiseta para mantener la distancia adecuada.

Ya hemos dicho que el banquillo de los Raptors ha sido clave durante la temporada, y especialmente dos piezas: Louis Williams y Patrick Patterson. Williams, candidato a 6º Hombre del Año ha vuelto al nivel de las mejores temporadas de su carrera, destrozando a los equipos desde el bloqueo directo, y tirando triples tras pase, sin necesidad de conducir el balón, desde las esquinas. Patrick Patterson con su buen tiro y manejo de balón, es lo más parecido que tienen los Raptors a un small-ball. Su presencia estira la cancha y le da aún más espacio a los Raptors para anotar.

Los Raptors en defensa

Pese a la fama de su entrenador como gurú defensivo, este es el área del juego en el que los Raptors más sufren. De los equipos de Playoffs, sólo los Nets tienen peor eficiencia defensiva.

Los problemas de los Raptors vienen por ejecutar un esquema defensivo que no funciona con su personal actual. Toronto defiende el bloqueo y continuación de una forma agresivamente tradicional. El jugador exterior, al contrario que en muchos equipos de la Liga, no tiene que intentar negar el bloqueo y forzar a su par a los lados de la pista. Sólo se tiene que preocupar de seguir a su hombre uno contra uno lo mejor posible, tratar de forzar pérdidas atacando el balón, y recuperarle lo antes posible.

El hombre alto por su parte, lo defiende agresivamente, atacando la salida del bloqueo del base, tratando de atraparle allí, pero sin cambiar, recuperando a su hombre en cuanto haya molestado. Este esquema, bien ejecutado, tiene como ventaja, en primer lugar, que de alguna manera, convierte en inútil el bloqueo para el exterior rival. Ya no puede tirar liberado a la salida de este, ni enfilar rápidamente la zona con bote, se ve obligado a tomar un desvío. Puedes permitirte que tu base se quede enganchado en el bloqueo y lo pase por detrás, y en el mejor de los casos, puedes forzar alguna pérdida en un dos-contra-uno.

Lo malo es cuando la teoría no funciona. Como el hombre alto no cumpla con su misión de atrapar al exterior rival…

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…ocurren desastres como este: Zeller continúa sin la más mínima oposición, Williams tiene toda la pista abierta por delante y Amir Johnson ha puesto un magnífico bloqueo… a su compañero Lowry.

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Esto es lo que les ocurre a los Raptors: un equipo espabilado o un jugador habilidoso, pueden manejar el esquema en su contra. De hecho, aunque no os lo haya mostrado previamente, en esta jugada hay una pequeña acción previa que lo condiciona todo: mientras Zeller se dirige a a poner el bloqueo, Henderson bloquea a su vez a Johnson, y por eso Amir llega tarde. Con trucos así, los equipos están convirtiendo en inútil el esquema Raptor.

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Este esquema está muy bien para anular el tiro del conductor de balón rival, y lo han utilizado muy buenas defensas, pero los Raptors no tienen el personal adecuado. Utilizar a dos defensores en cada bloqueo le da ventaja numérica al rival en cuanto salen de la trampa, y aleja a un hombre alto de la pintura.

Un equipo que rote bien sus hombres, disciplinados y atentos, que tenga un protector del aro que necesite las menos ayudas posibles cuando la penetración se dirija hacia él, y que saque toneladas de pérdidas de todo esto, estará bien, gracias. Pero los Raptors no hacen nada de todo eso. Vasquez y DeRozan, especialmente, se despistan mucho, lo que hace que el castillo de naipes se venga abajo. Valanciunas es el único pívot con minutos de la plantilla, y aunque tenga el tamaño para defender bien en estático, no tiene la habilidad para contener a continuadores o bases penetrando.

Y en cuanto a pérdidas, son un equipo en torno a la media de la Liga, y la gran mayoría de ellas no las sacan del producto de la presión del dos-contra-dos, sino de la tenacidad de Lowry en cualquier punto de la pista y situación, o doblando el poste (algo que hacen un montón, fijaos si se enfrentan a un atacante interior dominante).

Además, son uno de los peores equipos de la Liga en el rebote defensivo, y tener a tu hombre alto tantas veces lejos de la jugada sin duda es una de las causas. En una situación como la de la siguiente captura, si Vucevic tira y falla, ¿en qué posición está Hansbrough para coger el rebote?

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El único momento en el que relajan el tono es cuando el bloqueo directo implica al hombre de Valanciunas. El esquema cambia, y él no presiona el bloqueo, sino que espera cerca de la canasta. Esto da un poco más de libertad a los bases rivales, obliga a los exteriores de los Raptors a tener que ser mucho más precavidos con el tiro, y como el base penetre, Jonas es un flan lejos del aro.

Pero superar a Valanciunas aquí no es una catástrofe porque hay una segunda línea. Un equipo que pudiera abrir el campo con un 4 tirador pondría cosas más complicadas, por supuesto, pero la diferencia es que defendiendo así los Raptors tienen un hombre alto más por detrás del balón. Y eso marca diferencias.

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Los Wizards en ataque

Los Wizards, al igual que los Raptors, basan su libreto alrededor de las jugadas desde la formación de cuernos. Lo bueno de esta formación que tanto hemos repasado ya, es que permite aprovechar el tamaño y la habilidad de un hombre alto para poner bloqueos en cualquier parte de la pista, y están tan lejos del aro como su rango se le permite.

Se puede ser muy creativo con la pizarra desde esta configuración, pero este no es el caso de Washington. Los Wizards son un equipo con espaciado pobre, que no tira mucho de 3, que prefiere el uno-contra-uno al movimiento, y jugar a media cancha. Si no tuvieran un base tan redondo entre sus filas, sería desesperante verles atacar.

Es común por desgracia ver en los Wizards situaciones como las de la siguiente captura, con todos los jugadores agrupados en pequeños espacios de pista, grandes zonas del campo (en este caso las esquinas) sin rellenar, y pasividad en los jugadores que no tienen el balón.

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Wall se da cuenta que por su lado la posesión no va a ningún sitio, y la pasa a la otra zona del campo para que Beal y Nene hagan un bloqueo y continuación. Como Washington no ha estirado la defensa de Houston, ni le ha puesto en posición de cometer algún error o perder una rotación, los jugadores de los Rockets pueden ayudar con total tranquilidad, y poblar la pintura.
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Beal tampoco ve el hueco, y la jugada acaba con un pobre tiro a la media vuelta de Gortat. Así mueren tantas y tantas posesiones de los Wizards…

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Por eso Wall es imprescindible: hoy por hoy, es el único jugador de este equipo que obliga a tomar decisiones al rival y su visión de juego saca puntos de jugadas insalvables como esta otra. Si a John no se le ocurre nada, el ataque de los Wizards acaba con un tiro lejano de 2 en los últimos segundos del reloj de posesión.

Su especialidad es además, encontrar a los tiradores en la esquina. Los Wizards son de los equipos de la Liga que menos tiran de 3, pero de los mejores en porcentaje: cuando tiran suele ser tras pase, y John Wall encuentra las mejores opciones, muchas veces en el otro lado de la pista, como en este ejemplo. Ninguna defensa está preparada para que un pick’n’roll que han logrado desviar al lateral, acabe con un triple en la otra esquina.

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Su propia progresión como amenaza de tiro de 3 se ha detenido muy conscientemente. En lugar de seguir progresando por esa vía, ha decidido seguir perfeccionando lo que hace bien, y su seña de identidad es el tiro tras bote desde media distancia, deteniéndose en los codos de la zona para recoger el bote y tirar. Es una fórmula que ha funcionado a bases como Tony Parker o en menor medida, Chris Paul.

Si Bradley Beal hubiera añadido algo a su juego para acompañarle, quizá la cosa sería diferente, pero el jugador que nos sorprendió en los pasados Playoffs manejando el bloqueo y continuación, y dándole de verdad un creador secundario a Washington, no ha seguido progresando esta temporada, un poco rota por lesiones de gravedad media.

El problema en mi opinión es que entiende esta jugada como una manera de buscarse la suspensión, no como una amenaza múltiple a la defensa en la que involucrar a sus compañeros. Para pararlo es suficiente poner un tercer defensor entre él y el camino al aro. Cuando libra el bloqueo, en lugar de apuñalar la defensa, suele dar pasos cortos, tentativos, con mucho movimiento lateral, en los que se le ve pensar en las opciones que se le abren, y cómo no le convence ninguna más que el tiro.

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Y entonces recoge el bote, pero en ese par de segundos clave escaneando la pista ha perdido un tiempo precioso, su defensor se ha recuperado, y ya no tiene ni el tiro disponible.

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Pierce es la otra opción obvia, pero a estas alturas, The Truth es poco más que un buen tirador y un jugador al que pasar la patata caliente. Su protagonismo en ataque nunca ha sido tan pequeño en toda su carrera. Los Wizards a veces ponen bloqueos directos para él en el flujo del ataque, pero muchas veces los abandona y devuelve el pase. A no ser que tenga algo guardado para Playoffs, o que le rejuvenezcan con un cambio de posición como sucedió en Brooklyn, su rol como alero, por desgracia, será secundario

En cuanto a los hombres altos, Nene tiene un perfil más sútil, con mejor pase, juego de espaldas y tiro de media distancia, mientras que Gortat es la fuerza más bruta, el continuador de los bloqueos, reboteador ofensivo y martillo pilón. Marcin ha sido criticado por Wittman por acomodarse lejos de la canasta, y ofrecerse más para tirar desde la media distancia que para continuar a canasta, y es que el polaco es mucho más peligroso cuando su dos-contra-dos con Wall le dirige al aro.

Los jugadores que salen desde el banquillo no ofrecen una gran solución. Sessions es un jugador tan regular como poco importante, que sirve para rellenar minutos durante la temporada regular, no para marcar diferencias en Playoffs. Su rol no es el de sexto hombre anotador, o complemento para abrir el campo si el ataque de los Warriors se cala. Seraphin es su equivalente en cuanto a juego interior, y además, los dos no entienden demasiado bien, prefiriendo ritmos de juego completamente diferentes, y el balón en sus manos.

Si los últimos partidos son una indicación, el jugador que sí puede ser importante es Otto Porter. Es el Wizard más activo sin balón, y siempre está atento para contribuir al equipo con un corte inteligente o cargando el rebote. Pero todavía puede hacer muy poquitas cosas como conductor de balón, y los equipos no necesitan respetarle más que lo justo como triplista.

El único jugador que de verdad ofrece una especial dimensión desde el banquillo es Drew Gooden, único hombre alto capaz de tirar de 3. Mientras Wittman siga sin utilizar a Pierce o Porter de ala-pívot, la única opción de hacer pagar a los rivales cuando defienden un bloqueo a Wall así, es con él. Aunque lo malo es que sigue siendo Drew Gooden.
drewgoodenCon él en pista en estos partidos finales de la temporada, los Wizards han tenido un mayor éxito y una mejor pinta en ataque, utilizando complementariamente mucho y bien el bloqueo y continuación entre Wall y Gortat. Han sido partidos ante malos rivales en algunos casos, y con el poco interés habitual de la recta final de la temporada NBA. Nene es mil veces mejor jugador que Gooden, pero el encaje de un quinteto NBA es un ecosistema muy delicado.

Los Wizards en defensa

Con dos hombres altos siempre en pista, exteriores muy físicos, y un esquema conservador que les ayuda a evitar errores, los Wizards tienen una de las mejores y más sólidas defensas de la Liga.

Washington espera atrás en el bloqueo y continuación, sobre todo en el caso de Gortat, y confían en que Wall, Beal, Pierce y Porter libren los bloqueos de la mejor manera posible. Al igual que en el ataque, es una defensa muy individual, en la que se confía en la habilidad de los jugadores de aguantar a su par uno contra uno.

En el siguiente bloqueo doble de los Hornets se ven las diferencias entre pívots: Nene más cerca de la acción…

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…y Gortat defendiéndolo esperando atrás.

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Tienden a ayudar a la penetración en la zona, sobre todo con los hombres que defienden las alas, haciendo venir al jugador del lado débil a la pintura en la defensa del pick-n-roll, y siendo algo más cautos con el de la esquina.

En el rebote defensivo son uno de los mejores equipos de la Liga. Les ayuda mucho jugar muy juntos, el buen tamaño en todas las posiciones y estar muy cerca de la canasta, pero también son un equipo muy disciplinado en la tarea. El jugador en el que fijarse cuando el ataque rival tira es Nene, uno de los mejores cerradores del rebote de la Liga.

Un punto negativo de esta defensa es que por conservadora, no provoca muchas pérdidas, algo que les vendría perfecto para salir al contraataque, teniendo además en sus filas a uno de los mejores jugadores de la Liga en esas lides, John Wall.

Las tramas

Defensa contra ataque contra ataque contra defensa El tercer ataque de la Liga se enfrenta a la quinta defensa, el 19º ataque a la 23º defensa. ¿Por dónde se romperá el equilibrio?

El mejor base del Este En esta serie se cruzan los dos exteriores titulares del All Star del Este. Kyrie Irving y Jeff Teague tienen algo que decir, por supuesto, pero el que gane esta serie puede salir reivindicado, al menos por unos días.

Pierce contra los Raptors Aunque nunca se enfrentó a ellos como Celtic, ya van dos años seguidos en los que a Paul Pierce le toca viajar a Toronto en Playoffs. Y por supuesto, ya ha calentado un poquito a un equipo y una ciudad que se toma a los Raptors como algo personal.

Maestro contra tutor Randy Wittman trabajó para Dwane Casey en Minnesota, y aunque mucho ha llovido desde entonces, algo sacarían uno del otro de aquel encuentro.

El enfrentamiento

Esta es sin duda la eliminatoria más igualada en el Este, pese al tremendo contraste estilístico. Ninguno de los dos equipos puede castigar una debilidad rival con una fortaleza propia.

Los Raptors sufren contra equipos abiertos, con múltiples conductores del balón que manipulen el agresivo esquema defensivo en su contra. Los Wizards son un equipo con espaciado terrible que depende mucho de una sola persona. Los Raptors van a poner muchísima presión sobre Wall, que tendrá que zafarse de ella, o esperar que otros hagan las jugadas por él.

Los Wizards retan a los equipos rivales a que les batan desde la media distancia y niega las canastas fáciles en la zona, Toronto acepta el desafío, pero confiar el ataque al acierto en la suspensión puede ser peligroso. DeRozan y Williams están en racha, Lowry no sabemos, pero si la espalda no le molesta, puede ser la sentencia de muerte para Toronto.

Ninguno de los dos equipos puede imponer tamaño, porque ambos juegan con dos hombres altos. El banquillo de los Raptors es muy superior a los Wizards, y una de las razones por las que Toronto barrió a Washington en la temporada regular, pero la propia dinámica de Playoffs, con más descanso entre partidos y más minutos para titulares, les niega esa ventaja.

Me aterroriza la posibilidad de que esta serie pueda acabar dependiendo del comodín de Drew Gooden. Es muy difícil mejorar una defensa sobre la marcha o con el personal de un banquillo, pero un poquito de espacio en ataque hace maravillas. Él (o una solución inexplorada como Pierce de 4) es el único jugador que introduce una variante táctica lo suficientemente importante para desnivelar la eliminatoria.

Ganará el que mejor ejecute el plan, el equipo con mejores actuaciones personales… o el que tenga una carta guardada.

Avance de temporada 2013-2014: Charlotte Bobcats

Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:

O si insistís, no os vamos a decir que no tampoco, podéis comprárnosla sin tener que poner tuits ni likes…

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En Charlotte se han cansado de perder y este año, a priori, no van a jugar pensando en el próximo Draft. Comenzando con un entrenador diferente al que empezó la temporada anterior por cuarto año consecutivo, y con Al Jefferson como primer veterano con buen cartel que llega al equipo desde aquella aparición en Playoffs en 2010 (sólo han pasado tres años y algo, pero parece un mundo), esperan que el último año con el nombre Bobcats, acabe con una nota positiva.

Walker, Kidd-Gilchrist, Henderson, Zeller y compañía arroparán a Big Al, formando un grupo joven e interesante, pero que tampoco lo tendrá fácil para salir del pozo. Muchas incógnitas en defensa, que no tienen fácil solución para Steve Clifford, y en ataque necesitan mejorar mucho el tiro exterior sin que haya habido un gran cambio de personal. Están yendo hacia arriba (lo contrario era difícil), pero seguramente no lo suficiente.

Y si no, ya volverán a intentarlo cuando vuelvan a ser los Hornets

  • Radiografía de los Bobcats

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Big in Charlotte

Al Jefferson llega con un contrato de 3 años para mejorar un ataque que fue el 30º de la Liga en la desastrosa temporada de hace dos años, y 28º en la anterior.

Durante las últimas seis temporadas, Big Al ha sido un reloj, clavando su porcentaje de tiro entre el 49.2 y el 50%, y metiendo entre 17 y 23 puntos por partido. Su tasa de pérdidas es la más baja de la Liga entre aquellos jugadores con un 25% o más de utilización, y a medida que ha estado rodeado de mejores tiradores (nunca ha tenido mucha suerte con sus compañeros en esta faceta) su porcentaje de asistencias ha ido creciendo. Decía la leyenda que cuando el balón entraba al bloque izquierdo del ataque del equipo en el que Jefferson jugaba, sólo tenía una dirección de salida: el aro. Ahora, Big Al, no es un Gasol, pero busca y encuentra a sus compañeros de vez en cuando.

Lo que me preocupa algo más es el hecho de llevar el ataque del equipo a través del poste bajo. En el magnífico artículo de Zach Lowe en Grantland sobre los Bobcats, Clifford comentó que Jefferson utilizaría todo el frente de ataque y estaría mucho más involucrado en el bloqueo-y-continuación de lo que lo hizo en Utah, lo cual tiene mucho sentido para poder aprovechar más a Kemba Walker. Pero no me acabo de creer que puedan cambiar del todo la zona de confort del pívot, y seguramente estén entre los equipos con más posesiones utilizadas de espaldas al aro.

Queda muy homenaje a la vieja escuela y suele suscitar buenos comentarios de los más viejos del lugar lo de que el balón pase al hombre grande de cerquita del aro cada posesión, pero en la NBA actual es una tarea más difícil de lo que parece. Utah tuvo el 10º ataque la pasada temporada en puntos por posesión, pero los dos otros equipos que más jugadas al poste bajo utilizaron, Indiana y Memphis, son 19º y 17º respectivamente en índice ofensivo. Y el peor equipo de la Liga, los Wizards, fueron Top 5 en porcentaje de jugadas de este tipo. Además, suele conllevar un gran número de pérdidas, ya que con la longitud actual de los jugadores NBA, meter la pelota a la pintura en estático, sin aprovechar la penetración o una serie de bloqueos antes, es cada vez más complicado.

Y Jefferson, como hemos dicho, la pierde muy poco, pero eso es una vez que tiene la pelota, no tiene en cuenta el esfuerzo en hacérsela llegar. Cada vez se utiliza menos el pase directo del base/escolta al pívot que ha plantado su culo en el poste bajo desde el primer segundo de la posesión, y tendemos a ver esquemas complicados, en los que los jugadores altos necesitan disfrazar su intención y hacer algún tipo de movimiento antes de situarse, mientras el balón circula en otras jugadas, esperando. Otra opción habitual, es la de usar al otro pívot, si tiene buenos instintos con el pase y un gran tamaño, para que sirva de asistente desde los codos de la zona.

Este matiz podría convertir a Cody Zeller en su pareja titular más pronto que tarde, si el de la Universidad de Indiana demuestra visión de juego desde el poste alto. Los otros candidatos seguramente son Biyombo, McRoberts, o la posibilidad de utilizar a MKG de ala-pívot, pero si Zeller es tan bueno como esperan en Charlotte, debería acabar el año con su nombre en el puesto.

Lo malo con Jefferson siempre ha sido su defensa (Zach Lowe acribilla sus pies planos defendiendo el pick’n’roll) pero en el sistema de Clifford seguramente se le pida esperar atrás donde puede hacer un buen trabajo de ocupar espacio, intimidar y coger rebotes en defensa, tareas en las que tiene un muy buen valor.

Los rivales intentarán hacerle salir a defender los bloqueos directos, y si Clifford, el hombre con la fama de haber convertido a Howard en el mejor defensor de la Liga se rinde y abandona su libreto, necesitará emparejar a Jefferson con un hombre alto que pueda cerrar el aro con ayudas defensivas, es decir, Biyombo, lo que heriría de muerte el ya por si escaso rango en ataque de los Bobcats.

Pero en general, los Bobcats necesitaban algún jugador capaz de anotar en grandes cantidades si querían ganar más partidos, y Jefferson lo es. Ayudará mucho.

  • Dame espacio

Hablábamos de los problemas con los Bobcats y el espacio en ataque, y no parece que la solución vaya a llegar ya. El equipo sólo tiene dos tiradores, y uno de ellos era el jugador habitual en cuyas manos reposaba el balón (Walker) y del otro, ya hablaremos, pero fue el peor jugador en defensa de la NBA sin discusión posible. Estoy más seguro de que Ben Gordon es el DPOY inverso, que de que LeBron James mereció el MVP. El año pasado también estaba Byron Mullens, pero yo más que un tirador, lo pondría en el grupo de los falladores (31.7% de desacierto en lo que, mayoritariamente, fueron tiros menos defendidos de lo habitual)

Gerald Henderson y Michael Kidd-Gilchrist son seguramente la peor pareja titular de alas (los que típicamente se encargan de abrir el campo) de la Liga tirando de tres. MKG metió 2 (sí, dos) la temporada pasada, y tirando a más de 5 metros su porcentaje no llega al 31%, y aunque Henderson, que había metido sólo 22 triples en 3 temporadas, con un risible 22% de acierto a juego, nos sorprendió con un prometedor 33% en 1.5 intentos por partido, ese número está por debajo de lo aceptable.

Ambos jugadores siguen trabajando en ello, y espero ver mejora este año, pero todavía están muy lejos de los 3.3 triples por partido que se espera de los alas titulares de un equipo en la media. Como 2.8 triples por partido de lejos. Y a esto se une el hecho de que los Bobcats no tienen ningún hombre alto que pueda contribuir (McRoberts o Tolliver, desde el banquillo, y no es que den mucha confianza).

Por tanto, y con Jefferson con plaza fija, será muy difícil volver a ver a Biyombo jugando 65 partidos de titular a menos que se Ibakice. Añadir un jugador sin aptitud ofensiva ni rango alguno a un ataque que ya está completamente colapsado no compensa lo que pueden ofrecer sus ayudas en defensa. Así que, o Biyombo trabaja esta faceta en la que aún no nos ha enseñado nada, aunque sea de otra forma (no es imprescindible que tenga que ser tirando: puede cargar el rebote ofensivo, demostrar que puede coger la pelota y finalizar un bloqueo directo…), o el año se le hará largo.

Y Charlotte en general, tendrá que confiar en…

  • El magnífico Kemba Walker

Perdido en un equipo de 21 victorias, y rodeado de una generación de bases anotadores brutal, con un nivel de competición inédito en la posición hasta ahora, el gran año del jugador de UConn ha pasado lamentablemente desapercibido.

Con el panorama que hemos expuesto antes, y sin un hombre alto con el que desarrollar cualquier tipo de química, fue 26º en la lista de anotadores por partido (justo debajo de su nuevo compañero, Al Jefferson) por encima de Holiday, Jennings o Lawson, y en números por minuto también supera a Lillard. Y de los 25 bases con más de 1000 minutos y mayor porcentaje de utilización, sólo Ramon Sessions perdió menos balones por jugada que él. Y con todo y con eso, se apañó para dar 5.7 asistencias por partido, un número bajo sin contexto, pero interesante cuando hablamos de los Bobcats. Habrá que verle cuando tenga que equilibrar más su parte anotadora con la solidaria, empezando por esta temporada, pero la cosa tiene buena pinta.

Pese a tener poca o ninguna ayuda de su hombre alto, Walker fue uno de los jugadores más eficientes y prolíficos de la Liga en el bloqueo y continuación: hasta 7 veces por partido finalizó una jugada de esta manera, entre los que más de la Liga. Logra anotar cómodamente también en aclarados a este nivel, y los mayores lunares que veo en su juego son su querencia por los tiros tras parada (pull-up) en los primeros segundos de la posesión y sus problemas a la contra, donde la pierde demasiado y abusa de los lanzamientos ya mencionados. Charlotte como equipo salió mucho a la contra, pero con una efectividad por debajo de la media, en parte porque Walker no toma las mejores decisiones a la carrera. Y podría seguir siendo un recurso para este equipo este año, así que haría bien trabajando en ello.

Su tercera temporada en la Liga debería ser la de la consolidación. Todavía tiene tiempo de trabajar en su juego, porque aún es joven, pero si va a ser un jugador importante, tiene que, al menos, meter su nombre entre los candidatos al All-Star. Veremos.

  • El jurado sigue deliberando

MKG no tuvo un mal año en absoluto, pero es normal que el aficionado se sienta un tanto decepcionado con el número 2 del Draft. La receta para Kidd-Gilchrist es clara: que meta los tiros, y el resto ya vendrá casi solo.

Tiene el 11º mejor RAPM defensivo para un jugador novato de 19 años desde 2001 (64 en la lista), y es el primer jugador exterior del grupo, el resto son todo hombres altos. Su tasa reboteadora también es fantástica para su posición, y anota y ve bien el campo en transición. Los Bobcats fueron mejor equipo con él en pista, pero no sé si es suficiente  que sus expectativas se queden en las de un secundario de lujo.

Ni si, desde luego, podemos hablar de lujo hasta que aporte al ataque a media cancha. Los defensores le esperan y le retan a tirar, lo cual ha quitado buena parte de sus opciones de penetrar. Finaliza bien, pero la pierde demasiado por el camino por culpa de los angostos caminos que le dejan, y si no puedes anotar es muy difícil que veas 30 minutos por partido en la NBA ahora mismo. La solución no es fácil, pero al menos el problema está diagnosticado.

  • Cambio en los banquillos

Una de las misiones de Dunlap, que para mí hizo un buen trabajo, salvo por la parte de conseguir que la gran mayoría del equipo acabara el año odiándole, era reducir los malos tiros (los lejanos de 2, la media distancia) e ir a por los que receta la farmacología estadística: tiros libres, cerca del aro, y triples. Con los dos primeros lo consiguió, Charlotte estuvo en el percentil 90 en viajes a la línea, y en el 70 en intentos desde el área restringida. Pero Dunlap no pudo alejar la media distancia con un equipo que no tenía personal para ello. La idea era buena, pero los mimbres no tanto.

El auténtico caos, llegó en defensa. Los Bobcats aplicaron la receta inversa aquí, siendo el equipo que más triples desde la esquina permitió al rival (con increíbles porcentajes además) y estuvieron en el percentil 95 entre los que más lanzamientos cerca del aro recibieron. Desde donde jamás les tiraban era a media distancia. Dunlap se obsesionó con cerrar el aro, que había sido el mayor problema el año anterior, jugándosela a que el rival lo tuviera que intentar de lejos, y no consiguió ni una cosa ni la otra. Su engendro zonal les permitió detener las penetraciones de sus oponentes (y eso lo consiguieron), pero estos, no se inmutaban, porque sabían que aunque esa vía estuviera cerrada, había un camino de rosas para intentar triple tras triple, y la acumulación de hombres para proteger el área restringida era susceptible a cortes, puertas de atrás y rebotes de ataque.

En general, Charlotte defendió como un equipo de gente que no ha jugado junta en su vida en una pachanga, filosofía «nos apretamos aquí, y si quieren meter que tiren de lejos» y luego a la hora de jugar, todo el mundo se queda mirando, pensando siempre que todo jugador que pasa no es el suyo, sino el de otro. Y eso, en la NBA, pues ya sabemos…

Veremos que corrige este año Steve Clifford, que tiene fama de gurú defensivo tras trabajar durante años con los Van Gundy, y ser el arquitecto de la defensa que tanto éxito tuvo en Orlando alrededor de Dwight Howard, donde pasó un lustro. Su último año no ayuda a su reputación (asistente en los Lakers) pero siempre queda el consuelo de pensar que no le dejaron hacer mucho. Por lo pronto, habrá que esperar una propuesta mucho menos extrema.

  • Camaleónico Sessions

Tras haber pasado por 5 equipos en 6 años de carrera, siempre como suplente, salvo emergencias, la de Sessions es una carrera particular y curiosa, en la que sigue reinventándose a cada paso, y tiene pinta de que apunta a larga.

Fue el primer jugador de la NBA asignado a la D-League en 2007, después de ser elegido en la segunda ronda por Milwaukee, y no jugó hasta bien entrada la temporada (debutó en marzo), pero cuando los Bucks finalizaron el año de Mo Williams por lesiones, y le dieron unos cuantos partidos como titular, deslumbró de base puro, dando 10.2 asistencias por 36 minutos el resto del año, con dobles cifras en esta categoría estadística en los últimos 5 encuentros que jugó, incluyendo 24 pases para canasta en el penúltimo encuentro, récord de la franquicia.

Al año siguiente los Bucks le dieron su gran oportunidad, y con más minutos, descubrimos a un base más anotador de lo que pensábamos pese a un mal tiro exterior, penetrador a partir del bloqueo y continuación, y nos dimos cuenta que en defensa era permeable. Firmó un contrato bastante modesto al acabar la campaña en Minnesota (donde coincidió, además, con Al Jefferson) y tuvo un año miserable con una mala plantilla, en el que Flynn, peor jugador, estaba por delante de él. Al final de la temporada, le traspasaron a Cleveland, donde tuvo un gran año, que pasó desapercibido detrás de Baron Davis y Mo Williams (otra vez) y porque no dejaba de ser un equipo de 19 victorias, en el que lo más destacable era que se había ido LeBron.

La siguiente temporada a mitad de año le traspasaron a los Lakers, y parecía que de repente, el polivalente Sessions había añadido una nueva muesca a su juego: la de tirador. Un 44% de acierto desde el triple, que se evaporó en su primer viaje a Playoffs donde sólo metió 4 de 25. Y así, agente libre de nuevo, es como acabó en Charlotte, donde la pasada temporada nos mostró un truco nuevo: fue el quinto jugador que más tiros libres intentó por minuto en toda la Liga. Más que Kobe, Carmelo, Westbrook

Es verdad que salvo por su media temporada en Lakers siempre ha estado en malos equipos, muchos de sus números están conseguidos con suplentes enfrente, y no es buen defensor, pero Ramon Sessions en el conjunto de su carrera ha metido 16.3 puntos en 1.06 puntos por tiro, y dado 6.7 asistencias por cada 36 minutos. Además, ha demostrado una increíble capacidad de adaptación a lo que cada equipo necesitaba, o se le permitía hacer, pasando algunos minutos de escolta, por ejemplo, el año pasado junto a Kemba Walker.

Todavía no se puede confiar en su tiro, y la defensa y una edad que ya no guarda ninguna proyección seguramente le aparten de un puesto de trabajo titular a estas alturas, pero Sessions será un suplente útil y polivalente muchos años en esta Liga, y a un banquillo flojo como el de Charlotte le viene muy bien una pieza así.

  • Ben…

Prometimos hablar de Gordon, que cobrará 13 millones en su último año de contrato, y vamos a hacerlo.

Ben Gordon puede ganar algún partido en el que se pone espléndido. Cuando empieza a funcionar, es un espectáculo que te obliga a poner a Charlotte en el League Pass. Si tiene su día, él sólo te paga la entrada.

Este año hubo tres partidos Ben Gordon. El primero fue el cuarto de la temporada, contra New Orleans. 34 puntos, incluyendo 13 en 6 posesiones en el último cuarto. Los Bobcats perdieron de 8, y Gordon tuvo un -11. El segundo fue contra Atlanta, cinco triples en el último cuarto, y esta vez con +/- positivo, +5, pero el equipo perdió de 3. Unos días después en Portland, acabaría su temporada mágica, 7 triples en los últimos 15:21 de tiempo reglamentario, y él cargó un -16, en un partido que se perdió de 6. Estábamos 3 de diciembre, y ya se nos había apagado la luz en apenas un mes sin que lo supiéramos.

En algún momento, no mucho más tarde, visto el resultado y cómo empieza a perder minutos, comenzaría su cabreo con Mike Dunlap. Difícil saber qué fue primero, si la gallina (los entrenamientos infinitos y el ambiente universitario del entrenador) o el huevo (la falta de interés de Gordon en defender, en un sistema casi zonal y muy cerrado que pide esfuerzo al jugador para cerrar a los tiradores), pero al final, nos quedamos ante una de las temporadas más desastrosas en la historia reciente de la Liga, algo que duele más con el talento subyacente del inglés de nacimiento.

Con él en pista, los Bobcats recibieron 113.3 puntos por 100 posesiones, sin él, sólo 106, una diferencia de 7.3. Nadie que haya jugado más de 300 minutos el año pasado tiene peor marca. Ni el año anterior. Ni el anterior. Su RAPM (+/- ajustado y normalizado) considera que costó a la defensa de su equipo 5.6 puntos por 100 posesiones, peor marca de la Liga,y segunda más lamentable desde 2001 que se empezó a medir, sólo superada por una temporada (sólo una) de Lentejita Boykins y su 1.65. Los escoltas del equipo rival metían 21.3 puntos por 48 minutos con un eFG% de 56.8, y los triples defendidos por él, se convertían con un 44.6% de acierto. Básicamente, es como si Ben Gordon sacara una varita mágica y convirtiera al de enfrente todas las noches en Ray Allen en 2011.

Sin la más mínima intención de defender, sus 113 triples (debajo de él en la lista de canastas de 3 puntos conseguidas: Irving, Walker, LeBron, Westbrook… y en muchísimos más minutos) no valen para nada. Y es una pena, porque podrían ser muy útiles.

Como está en año de buscar un nuevo contrato, con Clifford empieza de cero, y aunque nunca fuera un buen defensor, jamás perpetró el escándalo del año pasado, puede que todavía haya manera de aprovecharlo. Y también, porque como el equipo no ha fichado a nadie para el puesto de escolta suplente, y la alternativa es Jannero Pargo, que ahora mismo es también un Gordon de imitación, con todo lo bueno y todo lo malo, le veremos jugar.

Y así, al aficionado neutral siempre nos quedarán los partidos Ben Gordon que vaya espolvoreando por la temporada; al de los Bobcats, la primera ronda de Detroit que consiguieron por las molestias de hacerse cargo de él y al del equipo rival, el placer de tenerlo enfrente.

Lo Que Quiero Ver: Los Lakers de Howard, Nash… y Kobe

Hacemos un alto en el análisis de los equipos de esta nueva temporada, para recuperar Lo Que Quiero Ver y esta vez le toca el turno a los nuevos Lakers, esos Lakers de Howard, Nash y sobre todo de Kobe…

Sin duda alguna una de las noticias durante esta época de movimientos de jugadores y demás era ver que pasaba con la llamada The Indecision o lo que es lo mismo, ver donde acababa Dwight Howard, al final todo se solucionó y Lakers ha sido su destino, pero muchas más cosas han pasado en Laland…

Howard es la pieza clave, el pivot dominante que siempre durante todos los años de su historia ha tenido la franquicia lacustre, sin contar a Kwame claro…. Desde que los MPLS dominaban la liga, Lakers siempre se basó en tener un gran pivot, dominador y desequilibrante el cual hacía todo más fácil para el resto de sus compañeros. Lakers tiene de nuevo su pivot.

Los Buss pensaban que ese hombre iba a ser Bynum, pero el tiempo ha demostrado que entre chiquillerías y otras cosas, el bueno de Andrew no era ese hombre. Ese jugador ha llegado desde Orlando, como ya pasó años atrás, llega para quedarse muchos años (o no…) y para ser el jugador franquicia cuando Kobe decida colgar las zapis.

Pero además estos Lakers se han hecho con Steve Nash, en un movimiento extremadamente inesperado y que ha cogido a todos con la guardia muy baja. Nash llega para ser ese base que siempre le habíamos pedido a Kupchak, ese base que parecía que se había encontrado en Sessions (el cual se ha marcado un Ariza…) y que al final se ha substituido por algo mejor, por un doble MVP. Cierto es que todo va a depender mucho de la espalda de Nash (ojo al papel de los servicios médicos de Suns, uno de los mejores de la liga…), pero el boom ofensivo que consigue Lakers con el de Santa Clara es más que notable.

Así que tenemos a Howard, tenemos a Nash, tenemos a Pau, que al final se queda en el equipo por sorpresa de todos, creo que de él incluida… y sobre todo tenemos a Kobe.

Bryant entra en la recta final de su carrera, probablemente en sus dos últimos años y quiere anillo como sea. Para ello y con el equipo que va a tener Lakers este año, tiene que cambiar su forma de jugar. Tendrá que forzar menos la máquina y dejar que Nash cree esos huecos, asistir más a Howard y Gasol dentro y sobre todo abusar menos del bote con el balón, para tirar más sin conducción.

Lakers ha conseguido hacer un gran equipo, no olvidemos a Jamison, Duhon o Meeks, que son claramente mejoras a lo que había antes, pero volvemos a lo de antes, todo va a depender de lo que Kobe haga co n el balón y sobre todo de lo que deje hacer.

No son tan glamurosos como los Lakers del 2003, pero estos lacustres van a ser sin duda un equipo a seguir y un equipo candidato 200% al anillo.

Avance de temporada: Charlotte Bobcats

Tras la peor temporada en la historia de la NBA, lo último que se puede perder es la esperanza. En la última década hemos tenido un equipo con un ataque aún peor que el de Charlotte este año, los Nuggets de 2003, y alcanzaron los Playoffs en el Oeste el año siguiente (incorporando a Carmelo en el Draft, Andre MillerVoshon Lenard y Earl Boykins vía agencia libre y Camby tras lesión). No tiene pinta de que vaya a haber una revolución así en los Bobcats, pero los equipos NBA en esta era en 2 ó 3 años, suelen cambiar la plantilla completa, raro es el equipo que conserva 3 jugadores o más. Para muestra, los propios Bobcats, que del equipo que fue la mejor defensa de la Liga hace dos años (sí, increíble, pero cierto) solo quedan 3 jugadores: Tyrus Thomas, DeSagana Diop y Gerald Henderson. Retrocediendo un año más atrás, Diop es el único que cumple el trienio.

Los Bobcats en un par de años, tendrán un equipo completamente diferente al que hizo el ridículo la temporada pasada. Y a peor no puede ir. Si Cho está acertado en la reconstrucción, el annus horribilis, quedará pronto en el olvido.

Altas: Ben Gordon (Chicago Bulls), Michael Kidd-Gilchrist (Draft), Ramon Sessions (Los Angeles Lakers), Brendan Haywood (Dallas Mavericks), Jeffery Taylor (Draft)

Bajas:  Derrick Brown (45.4% de los minutos), D.J. Augustin (44.3%), D.J. White (34.6%), Corey Maggette (27.7%), Cory Higgins (13.0%!!!), Eduardo Nájera (8.5%)

Empecemos con el análisis:

Charlotte Bobcats en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
30º 30º 30º 16º 16º 27º
  • ¿Qué hay que hacer para ganar… 19 partidos?

La esperanza de victorias de un hipotético equipo con la 2ª peor defensa (Sacramento) y el 2º peor ataque (Toronto) de la temporada pasada sería de 15 partidos, y hubiera sido penúltimo, ganando 5 partidos menos Washington… pero doblando el número de victorias de los Bobcats. Y equivaldría a 19 victorias en una temporada de 82 partidos.

El año pasado Charlotte fue el peor equipo en los dos lados del campo, pero mientras que en defensa no estuvieron muy lejos del resto (solo fueron 0.6 puntos por 100 posesiones peor que los Kings, 0.8 que los Nets, 1.3 que los Warriors…) en ataque es donde se enfrentan a una distancia transoceánica: necesitarían mejorar en 5.6 puntos por 100 posesiones para coger a Toronto. Eso equivale a la diferencia que hubo entre San Antonio, 1º, y los Golden State Warriors, 14º.

Pero al mismo tiempo, los Bobcats van a sustituir a jugadores altamente improductivos, en algunos casos incluso, como el de Cory Higgins, sin el nivel mínimo para pisar una pista NBA más que para limpiarla, por titulares en esencia, jugadores en el Top 30 en su posición. Cambiar al hijo del jefe por un buen jugador, tiene un efecto similar a pasar de un buen jugador a una superestrella.

Con un equipo que ha limpiado a los jugadores que no tenían el nivel mínimo exigible, ahora los Bobcats vuelven a ser respetables y por fin podremos evaluar apropiadamente a jugadores como Walker, Biyombo, o incluso Mullens, que aún merecen el beneficio de la duda tras pasar tantos minutos en un ambiente tan disfuncional.

  • Gordon vs. Maggette

Uno de los problemas de los Bobcats es que no tenían ningún jugador capaz de cargar con el peso anotador del equipo. Gordon, como ha demostrado en Detroit, no es la solución perfecta, de hecho, su producción es ligerísimamente inferior que el jugador por el que precisamente lo traspasaron: Maggette. Los números a lo largo de sus carreras son muy similares, Corey  ha sido utilizado en ataque un 25.7% de las posesiones, y ha anotado 20.4 puntos por 36 minutos con un TS% del 57.8%. Ben Gordon, con el 26% de las posesiones ha anotado 19.9 puntos por 36, al 55.1% de TS%.

De todos modos, que no se corten aún las venas en Charlotte, porque hay motivos para creer que lo de Gordon podría salir mucho mejor. Por lo pronto, Gordon llega a Charlotte siendo 3 años más joven que Maggette, que el año pasado tuvo un año peor de lo que era normal para él. Y por otro, sus estilos no podrían ser más diferentes. Bad Porn Maggette consigue anotar penetrando y sacando tiros libres en cantidades industriales, pero rara es la vez que es capaz de aprovechar la concentración que crea en la pintura para asistir a sus compañeros. La única manera en la que un anotador como Maggette ayuda al equipo más allá de sus propios números, es haciendo que las defensas se cierren (un poco) por (un poco de) miedo a él, algo que los Bobcats del año pasado, único equipo que tiró de tres por debajo del 30%, ni siquiera podía aprovechar. Suponiendo que pasara la pelota, cosa que no hace. Vamos, Maggette es un «déjale que se haga sus puntillos», de manual.

Gordon por otra parte, tiene el efecto contrario, tienes que respetar su tiro de 3, por encima del 40% durante su carrera, lo que abre defensas en lugar de cerrarlas. Y mientras que a Maggette le puedes dejar «hacerse lo suyo», que el daño va a estar limitado, ignorar por completo a Gordon es más costoso, porque si te empieza a anotar de 3, la cosa te va a ir mal. Además, Gordon, la última temporada pasó a sus compañeros el doble de balones que Maggette a los suyos.

En resumen, que si bien en la propia producción de Gordon se puede esperar algo parecido a los 15 puntos por partido que hizo Maggette el año pasado, Ben puede ayudar mucho más al equipo con su juego. Solo tienen que saber aprovecharlo.

Además, Ben Gordon es un jugador infravalorado siendo reducido a triplista. Por ejemplo, en el pick’n’roll, de los 86 jugadores que tiraron a canasta más de 100 veces al ejecutar el bloqueo y continuación, Ben Gordon fue el noveno en puntos por jugada. Aquí no va a contar con ningún hombre alto como Greg Monroe para ejecutarlo, pero los Bobcats, sorprendemente quizá, no fueron malos en este aspecto, tanto Augustin como Walker estuvieron por encima de la media de la Liga anotando. También está cerca del Top 10 tirando en estático y tras bloqueo indirecto (es 12º y 11º, respectivamente).

En definitiva, Ben Gordon es mejor cuando se apoya en el equipo. Buscarlo para que tire sin que conduzca el balón, aprovecharlo en bloqueos directos e indirectos… Y Dunlap, precisamente, quiere utilizar la motion offense en Charlotte, que hace justamente eso, poner a los jugadores en constante movimiento, teniendo siempre a alguien saliendo de una pantalla o cortando hacia canasta.

Gordon puede ser la pieza central de un ataque respetable. Y con este esquema más aún.

  • El curioso caso de Gerald Henderson

Haced en un momento en vuestra cabeza una lista rápida de jugadores que son de «no muy buenos» a «horribles» tirando, pero dominan otros aspectos del juego y son, en algunas ocasiones incluso, grandes anotadores. ¿Ya? ¿La tenéis hecha? Pues gracias a Gerald Henderson hemos descubierto un test casi infalible para detectarlos. Solo hay ocho casos la pasada temporada de jugadores que fueron más eficientes creándose su propio tiro en aclarados, que tirando en estático tras pase. Dos fueron hombres altos (Bosh y Griffin). Y luego, el resto de la lista, es un quién es quién del prototipo por el que os preguntábamos antes: John Wall, Tyreke Evans, MarShon Brooks, Andre Miller e Iman Shumpert. El octavo es Gerald Henderson. Mete más puntos por jugada tras aclarado (0.86) que tras recibir para tirar o tras bloqueo indirecto (0.80 y 0.78 respectivamente). Aunque el año pasado mejoró su porcentaje, ha anotado solo el 21.6% de los triples tirados en su carrera NBA. Y como ya hemos dicho, está en el Top 10, sexto en concreto, en la lista de jugadores que más tiros largos de 2 hacen.

Aún así, el potencial de Henderson es de lo más interesante que hay en esta plantilla, porque su TS% y su EFG% han ido creciendo año a año, y la temporada pasada metió sus 15.1 puntitos por partido de manera más eficiente que Monta Ellis, John Wall o Luol Deng. No es Kobe Bryant, pero ya se ha convertido en un anotador al que hay que respetar y aún tiene cierto margen de mejora. Y muchísimos equipos podrían aprovechar un anotador de los que se crean su propio tiro. Pero no necesariamente los Bobcats.

Como ya dijimos antes, Dunlap está pensando en un esquema de juego libre, con múltiples cortes, bloqueos y movimiento de balón donde Henderson no encaja bien. Además el equipo ha reforzado el perímetro con Sessions y Gordon, por lo que podría jugar menos minutos el año que viene. Quizá mantenga la titularidad, si Gordon sale de sexto hombre, pero si han traido a Ben, que tiene contrato en vigor por un año más que Maggette, es para utilizarlo, y con Kemba Walker también rondando, no parece que este vuelva a ser año de jugar más de 30 minutos.

O mucho mejora en su tiro, en el que está trabajando este verano, o Dunlap renuncia a la motion offense, o se lo guarda de comodín como alguien que pueda cambiar la cara y el ritmo del ataque de golpe o… a Henderson no le queda mucho en este equipo. Si yo fuera Cho estaría preguntando por ala-pívots jóvenes que cobren algo parecido y terminen en el aro (Trevor Booker, Ed Davis, Lavoy Allen o DeJuan Blair se me ocurren) que ahora mismo le hacen más falta.

  • Defensa: Proteger el aro
Charlotte Bobcats en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
30º 28º 22º 15º 28º 27º

Los Bobcats también fueron la peor defensa de la Liga, pero como ya dijimos, el margen aquí es mucho más exiguo. Aunque la mala defensa de los Bobcats se puede explicar desde muchos frentes, ya que dejaron anotar con facilidad, no protegieron el rebote, y no forzaron pérdidas, una imagen dice más que mil palabras. Y como ya repasamos en nuestro análisis de tiros recibido y distancia, los Bobcats, son con muchísima diferencia, el equipo que más tiros recibe a un metro del aro. Aunque fueran 8º poniendo tapones, gracias a Biyombo o Thomas, no hubo respeto ninguno por su juego interior y los rivales pudieron tirar a corta distancia con mucha más frecuencia que ante cualquier otra franquicia.

Mike Dunlap, conoce el problema, porque aunque los Bobcats hayan traído a Brendan Haywood,  lo primero que ha dicho es que este equipo necesita proteger a los hombres altos, y los Bobcats van a jugar en zona (y también van a presionar a tres cuartos de cancha) el año que viene. Los Warriors, que fueron los que más la utilizaron el año pasado, la pusieron en práctica un 10% de las jugadas. Los Bobcats, al menos en principio, deberían superar esta cantidad.

Haywood, como titular en Dallas ya está acostumbrado además al esquema, que los Mavs utilizaron sobre todo en 2011, y su llegada debería ayudar en una posición en la que el año pasado Mullens jugó el 46% de los minutos, Biyombo el 31%, Diop el 10%, White el 8% y Thomas el 5%. De todos modos, si creemos lo que dice, Dunlap cuenta con Mullens para mejorar defensivamente, porque cree que su velocidad lateral le puede servir para adelantarse a cerrar penetraciones y sacar faltas en ataque. Le deseamos muy buena suerte a Mike para convencer a un jugador que el año pasado no hizo ninguna falta personal cuando le postearon en toda la temporada, y sacó un gran total de 3 faltas en ataque, para que se convierta en el rey de la lucha. Si lo hace, el punto que hay que apuntarle al nuevo entrenador es enorme. Pero entenderéis que no confíe mucho.

El cambio de D.J. Augustin por Ramon Sessions, va a ser muy pequeño, pero positivo ya que el base que llega de los Lakers provoca más pérdidas y coge más rebotes en defensa, pero ninguno de los dos son buenos defensas, ni se espera que lo sean. Que Gordon le quite minutos a Henderson sí que debería tener un cierto impacto negativo en defensa, porque el equipo pierde centímetros y habilidad, y mientras que siempre pueden cambiar el emparejamiento escolta-alero entre Henderson y Kidd-Gilchrist, Gordon no ofrece esa flexibilidad. De todos modos, como Dunlap tiene pensado utilizar la zona, puede elegir una configuración diseñada a reducir el impacto del cambio.

  • Kidd-Gilchrist y Taylor: perspectiva histórica en defensas novatos

Los Bobcats han remozado por completo su posición de alero con dos jugadores llegados desde el Draft con el cartel de especialistas defensivos: Michael Kidd-Gilchrist y Jeffery Taylor. Pero por muy buenos que estos chicos sean, no dejan de ser novatos.

Repasando que tal lo hicieron los mejores aleros defensivos de la actualidad en su año de novatos, la conclusión, es que no hay conclusión. La llegada de LeBron James hizo que los Cavs mejoraran 2.5 puntos por 100 posesiones, manteniendo la misma pareja interior, IlgauskasBoozer. Los Bulls del 2005 mejoraron en 3.1 al llegar Deng, pero también, recuperar por lesión a Tyson Chandler. El mismo año llegaba Iguodala, pero los 76ers empeoraron 1.4 puntos su Índice Defensivo. Los Grizzlies empeoraron 0.5 puntos con un novato Battier (y Pau) y otro equipo que añadió dos titulares novatos de golpe, los Bulls de 2000, fueron 1.6 puntos peores con el por aquel entonces llamado Ron Artest y Elton Brand. Tayshaun Prince jugó poco pero los Pistons mejoraron 2.5 puntos, y cuando por fin jugó más de un partido, un pseudo-novato de 26 años llamado Bruce Bowen ayudó a mejorar en 6 posesiones por 100 a los Celtics de Pitino en el 98.

Es muy difícil aislar la contribución que cada uno tuvo a esos números, pero el impacto parece totalmente desigual. Hay jugadores que son capaces de hacerse importantes en una defensa desde el primer momento, y a otros que les cuesta unas cuantas temporadas llegar al nivel. El rendimien de MKG en defensa va a ser una incógnita, pero nos lo pasaremos bien viéndole.

  • En conclusión

Que los Bobcats van a mejorar es un hecho, lo difícil es cuantificar cuanto. Por estimar algo, vamos a poner el ataque al ritmo del peor el último año que se jugó una temporada completa (Milwaukee Bucks) y la penúltima mejor defensa (Cleveland Cavaliers, donde por cierto, estaba Ramon Sessions), lo que daría a los Bobcats una esperanza de 17 victorias, 10 más que el año pasado, 8 si ajustamos esas 7 a una temporada de 82 partidos.

Esto conlleva un progreso mucho mayor en ataque que en defensa, algo con lo que estoy de acuerdo, por las incorporaciones que han hecho y por la filosofía de su entrenador. Si mejoraran uno de los dos aspectos más de lo previsto (el ataque llegara al Top 20 por ejemplo), creo que el otro sufriría en una proporción similar, porque viendo la plantilla, los Bobcats no tienen apenas jugadores buenos en las dos direcciones, y un incremento importante en una de ellas significaría que están utilizando el personal más especializado para progresar a uno de los dos lados.

PO Desde El Sofá (XX): Desde el tiro libre

Mini match ball para Los Angeles Lakers en el Staples, donde se enfrentaban a los Oklahoma City Thunder en el 3er partido de la serie, todos los focos sobre las grandes estrellas… y en esta ocasión entró en juego un factor que muchas veces olvidamos, los tiros libres.

Nos vamos a los números puros y duros, Lakers sólo falló 1 tiro libre de 42 intentos y Thunder sólo falló 2 de 28, lo primero que salta a la vista es que Lakers tiró mucho más de tiro libre y estoy en seguida nos hace hablar de si los árbitros trataron igual a unos como a otros, pero por lo que vi yo, no hubo nada realmente aplicable, más que nada Thunder llegó muy rápido al bonus.

Pero sobre todos nos vamos a ir a los minutos finales, donde de nuevo llegamos con las espadas en todo lo alto surgió la figura de Kobe. Bryant que fue tan criticado en los míticos ya 2 minutos finales del 2o partido, sacó el clutch player que lleva dentro para meter 8 tiros libres en los minutos finales (sin fallo) para darle la distancia y los puntos justos a Lakers para llevarse el partido.

Aún así anoche vimos un partido muy similar al segundo, donde Lakers salió a comerse el mundo y donde Thunder estaba de forma muy seria durante todo el partido, con un Harden que está a un nivel brutal. En Lakers apareció por fin Sessions, que estaba un poco missing… su primera aparición en los PO no se si por nervios o por qué, no estaba siendo todo lo deseada.

Hoy vuelve la serie, sí, back-to-back, una decisión lamentable de la NBA el poner 2 partidos en días seguidos en el PO, Spurs y Clippers también sufrirán esto…

PO Desde El Sofá (VIII): Las esquinitas

Anoche volvimos al Pepsi Center, esta vez preparados para seguir con el ritmo rápido e incansable que impusiera Ty Lawson, pero pronto vimos que la cosa no iba a ser igual.

A diferencia del 3er partido, en este no tuvimos estirón alguna por parte de los locales, es más, no se vio en ningún momento esa velocidad de Lawson que mató totalmente a Lakers. Por otra parte, Bynum parecía algo más puesto en el partido, no se si porque alguien le había comentado algo o simplemente porque le apetecía… Bynum es así, hace lo q quiere.

La cosa ha seguido bastante igualada la verdad, con todo muy parejo, hasta Gallinari parecía el bueno de los Knicks, mientras en Lakers un sorprendente Jordan (Hill) se llevaba muchos rebotes,… increíble todo lo que está aportando Jordan (Hill)… recordemos que vino por Fisher…

Y llegamos a los momentos finales y dos jugadores secundarios, Sessions y Blake mataron el partido con 2 triples desde las esquinas,  cada vez desde una diferente, dos jugadores que uno (Blake) había estado horrible en los 8 cuartos anteriores y otro (Sessions) que se está viendo que a veces (casi siempre) no sabe como parar a Lawson. Dos triples limpios que mataron las esperanzas de Nuggets.

Pam McGee estuvo más quieta, su hijo volvió a estar normalito… pero una amiga suya (seguramente…) decidió saltar a la pista y hacer una de las acciones más bizarras que hemos visto en pista de NBA… un espontáneo!!! mira que son años viendo NBA y no recordaba algo así, además, la susodicha llamada Savannah McMillan-Christmas parecía extremadamente ida y declaró luego que buscaba a… BRUTO MARTIN!!! a saber lo que hay por detrás…

Actualizamos el post con el vídeo de la amiga Savannah…

Tradelandia

Ayer vivimos la tarde del final de mercado de traspasos y claro, toca hacer un poco de resumen de todo lo que pasó ayer:

  • Dwight Howard se queda en los Magic al menos un año más, pero vamos, no sería la primera vez que llega verano y está pidiendo el traspaso. Eso sí, va a ganar un poco más de pasta.
  • Sam Young a Grizzlies por los derechos de Ricky Sánchez. Probablemente Sixers nunca vea la cara al amigo Sánchez, así que es un trade por nada…
  • Leandro Barbosa deja Raptors para irse a Pacers a cambio de una segunda ronda. Está claro que Nash los hacía a todos mejores en Suns…
  • Gerald Wallace a Nets a cambio de Okur, Shawne Williams y una primera ronda que se van a Portland. Esto es como si compras lotería, no te toca nada, pero oye, te devuelven el dinero en alguna papeleta, pues eso le ha pasado a los Nets ayer.
  • Stephen Jackson vuelve a los Spurs por Richard ‘Sobrevalorado’ Jefferson. Cambio de cromos, donde veremos si Popovich le saca el provecho que en su día sacó de Captain Jack.
  • Ramon Sessions y Christian Eyenga llegan a Lakers a cambio de Kapono, una primera ronda y… Luke Walton!!! Uno de los míticos de los Lakers se va…Luuuuuuuuuuuuuuuuuke.
  • Samurai Camby deja Blazers para llegar a Rockets a cambio de Jonny Flynn, Thabeet (jojojoj) y una segunda ronda. Blazers sigue en modo autodestrucción/reconstrucción.
  • Derek El Reflexivo Fisher llega a Rockets a cambio de Jordan (Hill). Otro mito viviente de Lakers que deja LA… De esto hablaremos más adelante.
  • JaValee McGee y Ronny Turiaf llegan a Denver Nuggets que mandan a Nene a Wizards, mientras que Clippers recibe a Nick Young y manda a Cook a DC. Interesante movimiento, los Nuggets no se fían de Nene, al cual renovaron hace nada y McGee da un paso adelante en su carrera, lo hará también su cabeza? Clippers recibe a Young, que es de LA y está más feliz que feliz.
  • Blazers completa su autodestrucción/reconstrucción echando a McMillan. Tremendo lo de Blazers, ya mirando al futuro y esperando que el draft del 2012 sea parecido al del 96 o 2003.
  • [Actualización] Añadimos que Blazers también ha cortado al no.1 del draft del 2007, Greg Oden. Recordamos que Kevin Durant fue no.2…

Y esto ha sido todo lo que dio de si el mercado, mucho movimiento al final, ahora a ver que tal encaja cada uno en su nueva casa…