Avance de temporada: Detroit Pistons

Pinta a que este será el cuarto año que los Pistons pasan en ese purgatorio en el que son lo suficientemente buenos para no hundirse en los peores puestos de la Liga, y lo bastante malos para no entrar en Playoffs. El equipo sigue rejuveneciendo, añadiendo cinco novatos, y por los movimientos que (no) ha hecho, Joe Dumars ha decidido que este no es todavía el año para competir.

A pesar de ser un grupo joven, en el núcleo principal nos encontramos a gente veterana y con reducido o ningún margen de mejora ya como Bynum, Prince, Maxiell, MaggetteStuckey y Villanueva, y con los jovenes estancados como Jerebko y Daye, los Pistons solo pueden contar a priori como segura la mejoría de Monroe, uno de los mejores anotadores interiores de la Liga ya, con todavía espacio para ser mucho más, y la de Knight que se vio eclipsado por el fabuloso año de Irving o incluso Rubio y Lin como casi rookie, y debería seguir progresando este año.

Detroit necesita defensa, algo que acentúa incluso la marcha de Ben Wallace, y tiro exterior, y todos los novatos que han traído aportan una cosa o la otra. El problema es que a pesar de que no haya indiscutibles más allá de Monroe, hay demasiados jugadores competentes con talento suficiente en este equipo para taparles el paso.

Los Pistons este año huelen a equipo mediocre, por la primera acepción de la RAE y sin querer ser despectivos. Por talento individual, colectivo y concepción de la plantilla. Pero al menos es un aroma al que ya llevan unos años acostumbrados.

Altas: Corey Maggette (Charlotte Bobcats), Andre Drummond (Draft), Kim English (Draft), Kyle Singler (Draft 2011), Vyacheslav Kravtsov (BC Donetsk), Khris Middleton (Draft)

Bajas: Ben Gordon (43.8% de los minutos), Ben Wallace (30.7%), Damien Wilkins (28.9%), Walker Russell (11.2%), Vernon Macklin (4.2%)

Empezamos:

Detroit Pistons en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
27º 28º 15º 12º 28º
  • Se buscan: canastas

Los Pistons fueron uno de los peores equipos de la Liga en general, y también anotando. No fueron eficientes, y perdieron la pelota con mucha facilidad. En triples, aunque tuvieron un porcentaje en la media, fueron 26º en intentos, y pese a que atacaron mucho el aro (fueron segundos tras Denver en intentos a menos de un metro de la canasta) su porcentaje de acierto allí fue el tercer peor de la Liga (58.5%). De hecho, no están por encima de la media de acierto en ningún rango de tiros de 2 (son 20º, 22º y 28º  al ir aumentando la distancia).

El problema de los Pistons no es por tanto que se conformaran con malos tiros por distancia (su XeFG% estuvo por encima de la media y además también fueron a la línea a un buen ritmo, aunque les habría ayudado tirar más de tres), sino que no hubo el suficiente talento para meterlos. Solo Monroe, Gordon y Jerebko tuvieron un eFG% por encima de la media y al añadirle los tiros libres, solo Stuckey pasa la barrera en TS%. Lo malo es que tuvieron a algunos jugadores realmente ineptos en ataque. Austin Daye tuvo el peor eFG% de la Liga, con un mísero 35%, y solo Speedy Claxton en Atlanta en 2007 y aquel robo inverso del Draft que fue Tskitishvili en su año de novato han tirado más a canasta con ese porcentaje en la última década.

Will Bynum y Ben Wallace fueron 14º y 15º por la cola con su 39.9 y 40.1 eFG% respectivamente, entre todos aquellos jugadores con más de 500 minutos. Sumando a Damien Wilkins y Tayshaun Prince, los Pistons tuvieron 5 jugadores con un eFG% por debajo del 45%, solo por detrás de Charlotte, que tenía 6 jugadores en ese grupo. Teniendo en cuenta que solo 70 personas hicieron la gesta, en estas dos franquicias se encontraron el 15% de los anotadores destroyer. 3 de esos 5 siguen el año que viene, y por cierto, uno de los 6 de Charlotte, Maggette (en su descargo, primer año en su carrera que le pasa), va camino de Michigan, a cambio de Gordon, uno de los que mantuvo a flote al equipo.

No solo Maggette, lo de Daye o lo de Prince, no se corresponde con el resto de su carrera y lo normal sería que regresaran a la media y mejoraran el año que viene. Por otro lado, salvo la recuperación de Villanueva, y un grupo de novatos con mucha destreza, pero que vienen de la 2ª ronda del Draft (Singler, English y Middleton) el equipo no ha añadido tiro exterior para aliviar la presión en el poste bajo, es más, se les ha marchado Gordon.

Aunque todos los movimientos que no han hecho en verano puede que los hagan durante el curso y que este equipo sea diferente (deshacerse de Maxiell o Maggette, reducir el número de jóvenes para dar más minutos a los que se queden…) los Pistons en principio van a sacar una rotación muy parecida a la del año pasado, donde las piezas no encajaban bien. Confiar solo en el crecimiento de Monroe y Knight para mejorar el ataque puede ser peligroso.

Y lo de las pérdidas tiene pinta de continuar el año que viene. De los 11 jugadores que formaron la rotación del equipo (más de 500 minutos jugados) dos de los que más la perdieron ya no están: Ben Wallace fue el que más, y Ben Gordon el 4º tras Bynum Knight, del que es de esperar que mejore en su segundo año. Pero los dos veteranos que lleganMaggette y Villanueva tienen un promedio bastante regular, y los novatos aunque puede que no entren mucho en juego este año, serían motivo de preocupación, especialmente Andre Drummond. Deberían reducirlas ligeramente, pero tampoco habría que esperar una gran mejora.

  • Invitado sorpresa

Como los Pistons vuelven con un equipo muy parecido, podría ser interesante echarle un ojo a su +/- para ver qué funcionó el año pasado. De los 11 quintetos que jugaron más de 48 minutos juntos, solo 4 tuvieron un parcial positivo, y casi la única conclusión que se puede sacar es que cuando Stuckey y Jerebko coinciden (en 3 de los 4 casos) el equipo siempre es mejor que el rival, y en los 6 con rédito negativo no aparecen ellos dos juntos. Los dos tienen además el mejor +/- para una pareja de este equipo con +87 en 556 minutos juntos,y suben (por 48 minutos) si le añadimos a Prince: con los tres al mismo tiempo, los Pistons superan al oponente en 70 puntos por 341 minutos, 9.9 cada 48 minutos, un muy buen registro, y más aún para un equipo cuyo margen de victoria (o de derrota, más bien) fue de -4.8.

El más beneficiado al mirar estos números es evidentemente Jerebko. Los números tradicionales no respaldan mucho esta valoración, e incluso perdió la titularidad frente a Wallace (aunque luego acabó el año Maxiell) por un comienzo de temporada algo dubitativo. La defensa tampoco es su especialidad, ni los números le respaldan en este fase del juego por lo que los aparentes buenos resultados de este equipo con el sueco en pista son casi un Expediente X. Comparado con Maxiell, habiendo jugado los dos prácticamente la misma cantidad de minutos, su producción es un empate técnico. Jerebko anota un poquito más y mejor porque la llegada de Monroe ha hundido la eficiencia de Maxiell, pero el veterano ya ala-pívot consigue que su hombre en defensa anote algo peor.

El éxito de las unidades con Stuckey, Prince y Jerebko en pista, se debe principalmente al ataque, ya que el equipo mete 115.5 puntos por 100 posesiones cuando se juntan ellos tres. A la vista de esto, la mejora seguramente esté en una de esas cosas en las que tanto hincapié se está haciendo en la NBA recientemente: espaciar la pista. Stuckey, aunque cada año se prodigue más, y Prince, tirador más que respetable, sobre todo desde la esquina izquierda del ataque, no lanzan mucho de tres y el juego de Monroe está prácticamente restringido al área más cercana al aro.  Añadir otro jugador en ataque que no sea temido ni con el balón, ni como tirador, ni más allá de la pintura como Maxiell hace más fácil defender a este quinteto. Abriendo el campo algo más sin embargo, Monroe lo tiene más fácil para ir a trabajar y desde las dos esquinas puede haber ahora una amenaza.

El éxito de este quinteto abre para mi gusto una posibilidad interesante que pasa por utilizar en el puesto de 4 titular… a Charlie Villanueva. Pese a haber sido difamado, en parte con razón, en parte por un contrato desorbitado del que él no tiene culpa, si la clave de ese grupo de Detroit es la posibilidad de abrir la cancha extendiendo a los jugadores por el perímetro, hace dos años, metió el 38.7% de los triples intentando 4.3 por partido. Su defensa es horripilante, pero bueno, en fin, vendría a sustituir a Jerebko.

Se puede optar por, y para el futuro de la franquicia seguramente sea mejor, utilizar a los jóvenes, tanto a Jonas, como intentar recuperar al una vez prometedor Daye, o dar más minutos a Drummond moviendo a Monroe al puesto de ala-pívot. Pero probablemente, el año que viene, colocar a Villanueva en el quinteto titular es lo que más posibilidades de victoria daría a los Pistons. Es relativamente joven: con 28 recién cumplidos, está prácticamente en el mejor momento general del arco de la carrera de un jugador NBA (y en la mejor forma de su vida, como dicen todos por estas fechas) y como los dos años de contrato que le quedan parecen inamovibles, ¿por qué no utilizarlo? Su valor solo puede ir a más, y eso no va a suceder si se pudre en el banquillo. Si juega, mete triples y al equipo le va bien, quizá pueden colocarlo, librándose de pagarle un año más y obteniendo algo, aunque sea poco, a cambio. O simplemente utilizarlo ellos mismos.

  • Torres mellizas

Cuando Andre Drummond, jugador de potencial descomunal, pero futuro incierto, caía a los brazos de los Pistons en este Draft, la posibilidad de que formaran el tándem que dominará el juego interior de la Liga de aquí a un lustro se empezó a forjar. Drummond, en mi opinión, está ya preparado, pardilladas de novato aparte, para impactar en partidos con su defensa. Es en ataque donde se necesita más trabajo con él, porque su tiro es absolutamente inexistente. En su primer y único año en UConn, metió el 29.5%… de los tiros libres.

Y aquí viene uno de los grandes problemas para él y para este equipo. En una Liga que migra inexorablemente hacia el small-ball, un tándem de hombres altos solo tiene su justificación cuando los dos pueden castigar al contrario imponiendo sus centímetros en ataque. De Monroe, sabemos que puede hacerlo, Drummond ahora mismo no. Su defensa le puede mantener toda una carrera robando de aquí y de allá, a lo Kwamé, pero será su desarrollo anotando lo que le puede convertir a él en una estrella, y a los Pistons en una franquicia con futuro.

Ya hemos visto con el ejemplo de Jerebko y el mal porcentaje cerca de la canasta, que este equipo lo que necesita es expandirse hacia afuera. Monroe fue magnifíco anotando el año pasado de todas las formas: estuvo por encima de la media de la Liga en efectividad tanto cortando a la canasta, como finalizando bloqueos directos, como posteando a su par. Pero su rango se limita a la pintura, o una zona muy cercana. Y parece imposible a día de hoy esperar de  Drummond algo que no sea finalización en el aro o uso de las segundas oportunidades que él mismo puede crear, lo que en un equipo que además tendría a jugadores que no son precisamente tiradores puros como Stuckey, Maggette o Prince en las alas, me da que pensar que la pareja MonroeDrummond, aunque suene bien, y complementaria, hubiera tenido más sitio hace 10 años que ahora. Me temo que con ellos va a pasar lo que con la OTAN en su día. De entrada, no.

  • Fragilidad perimétrica

Detroit ahora mismo tiene solamente cuatro jugadores, uno de ellos rookie, entre los 15 con contrato, para ocupar el puesto de base y escolta. Salvo experimentos raros con alineaciones grandes, colocando a Prince de escolta, o tirando de Middleton o Singler fuera de posición, lo que además les daría otro novato más, están los que están. Aunque ya tienen la plantilla completa, al training camp han invitado a Jonny Flynn, el base de Syracuse que hace 3 años el Draft colocaba a la par que Ricky Rubio y a Terrence Williams, y no nos sorprendería que uno de los aleros novatos o Kravtsov tuvieran que hacer las maletas para dejar sitio a uno de estos dos.

Stuckey nunca ha jugado una temporada completa, y en 3 ocasiones se ha perdido más de 10 partidos. En las 4 temporadas que lleva Bynum en los Pistons, 63 es el número máximo de partidos que ha jugado. Si permanecieran sanos ellos dos y Knight, que lo jugó todo en su año de debut, con un poquito de Kim English tendrían suficiente. Pero es evidente que las probabilidades de que esto ocurran son ínfimas.

Con los Pistons teniendo todavía unos 2.5 millones de su MLE disponible habría que preguntarse por qué no se han interesado por un año de Barbosa. Sería de golpe, probablemente  el mejor tirador del equipo (con experiencia), y los Pistons ya están acostumbrados a los exteriores bajitos que se emplean en ambas posiciones. Aunque no pueden ofrecer un equipo competitivo para Playoffs, la oferta de los Pistons doblaría económicamente a las de los equipos con el mínimo. No parece buen complemento a largo plazo con Stuckey o Knight, pero en este caso vendría como extintor en caso de incendio. Si no les convence lo que ven en Flynn o Williams, Barbosa solo costaría un par de millones más e incluso podría ser traspasado a lo largo del año, si con sus buenas intervenciones convence a un aspirante que tal vez lo necesite.

Así que sí, los Pistons tienen un problema de profundidad en el perímetro. Pero también otro superficial: los números de Stuckey siguen siendo significativamente mejores cuando juega de base y Detroit está gastando sus recursos colocándole a él o a Knight de escoltas o en el banquillo. Cuando Stuckey dirige la defensa, mete más puntos por tener mejor eFG% (47.8 vs 44.9% la pasada temporada), va más a la línea (12.7 vs. 8.2 por 48 minutos), rebotea algo mejor y hace menos faltas. Además, en defensa, permite 3 puntos por 48 minutos menos de su emparejamiento directo, obligándole a lanzar con peores porcentajes. Puede que también sea cosa del compañero, que cuando juega de base suele hacerlo con Gordon, y de escolta con Knight, y que se apañe mejor con Ben, pero las diferencias también existieron en años anteriores con otras parejas de baile, y si vemos los números de eficiencia por tipo de jugada es mejor respecto a la media en aquellas que implican dominio de balón (aclarados y bloqueos directos) que en tiro tras pase. Su porcentaje en tiros de tres, 28.1% a lo largo de su carrera en 367 triples por 334 partidos también alerta de la situación, aunque poco a poco va mejorándolo y ya este año logró pasar la barrera del 30%.

Tal y como está construida este año la plantilla de los Pistons, Stuckey pinta a escolta a tiempo completo, y aunque la diferencia hasta ahora no haya sido radical, es palpable, y no es la mejor manera de sacar todo el rendimiento de la producción de este jugador.

  • Agua por aquí, agua por allá
Detroit Pistons en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
22º 24º 21º 24º 10º 17º

No parece tampoco que vaya a ser la defensa lo que haga mejorar a este equipo. Añadir a Maggette y Villanueva si permanece sano por Gordon es un movimiento casi lateral, y si Drummond llegara a jugar unos 1.200 minutos el año que viene, el equivalente de reemplazar a Ben Wallace, me sorprendería que como novato mejorara ya las prestaciones del veterano, que todavía se mantenía en la Liga gracias a su forma de defender y de rebotear atrás, ya que fue el mejor de la rotación del equipo con un DRB% del 23.7%.

Lo mejor que hizo este año el equipo en defensa fue forzar bastantes pérdidas, y no solo con robos, ya que estuvieron entre los 10 peores equipos recuperando balones, sino forzando personales, donde fueron Top 10. El novato Brandon Knight, con 30, estuvo especialmente espectacular, sacando un gran número de faltas de ataque de su rival y obteniendo nuevas posesiones para el equipo.

De todos modos, si Drummond está menos preparado de lo que pensamos para ser un Estopa Mix y reemplazar a Wallace, y Prince, todavía un defensor más que efectivo, pierde minutos para que los reciba Maggette, esto se puede poner aún más feo.

  • Mal porno

Los aficionados creo que, de los Warriors, le dieron este apodo de «Mal Porno» en su día a Maggette y tal vez este año se pueda aplicar a su nuevo equipo: la meten, y hay penetración constante, pero no acabas de quedar satisfecho con lo que estás viendo.

Los Pistons son un equipo que viene cortito de talento anotador, que no va a poder abrir el campo, y en el que no se vio capacidad de creación para el compañero, quedando 28º en asistencias el año pasado, y me sorprendería que no fueran de los peores ataques de la Liga también el año que viene. 102.1 puntos por 100 posesiones puede ser una estimación en línea con la pasada temporada

Y en defensa, no les veo mejorando pero al menos les mantengo la posición que ocuparon este año, que se correspondería con un Índice Defensivo de unos 110.1 puntos en contra. Como sucedía con los Bobcats por ejemplo, creo que son un equipo con pocos jugadores de dos direcciones, y sus Índices están destinados a ser un balancín: dependerá de si emplean más a los aptos para la defensa (Prince, Maxiell) o el ataque (Villanueva, Maggette) que suba de un lado, bajando seguramente del otro.

Esto les daría una esperanza de 21 victorias, bastante por debajo de las 31 que tendrían si proyectamos las 25 del año anterior a 82 partidos. Supondría un gran paso atrás para los Pistons, y no acabo de estar conforme con la predicción pero me la quedaré por tres motivos: son uno de los pocos equipos del Este que en teoría han empeorado la plantilla para el año que viene, haciéndola más joven; ya el año pasado su esperanza de victorias fue menor, de solo 22 victorias, y de alguna manera lograron rascar tres más y finalmente, mantuvieron un bloque bastante sano, en comparación con otros equipos de la parte baja del Este que acusaron bajas más importantes y de más duración. Pero, en fin, a ver qué ocurre con ellos.

Avance de temporada: Charlotte Bobcats

Tras la peor temporada en la historia de la NBA, lo último que se puede perder es la esperanza. En la última década hemos tenido un equipo con un ataque aún peor que el de Charlotte este año, los Nuggets de 2003, y alcanzaron los Playoffs en el Oeste el año siguiente (incorporando a Carmelo en el Draft, Andre MillerVoshon Lenard y Earl Boykins vía agencia libre y Camby tras lesión). No tiene pinta de que vaya a haber una revolución así en los Bobcats, pero los equipos NBA en esta era en 2 ó 3 años, suelen cambiar la plantilla completa, raro es el equipo que conserva 3 jugadores o más. Para muestra, los propios Bobcats, que del equipo que fue la mejor defensa de la Liga hace dos años (sí, increíble, pero cierto) solo quedan 3 jugadores: Tyrus Thomas, DeSagana Diop y Gerald Henderson. Retrocediendo un año más atrás, Diop es el único que cumple el trienio.

Los Bobcats en un par de años, tendrán un equipo completamente diferente al que hizo el ridículo la temporada pasada. Y a peor no puede ir. Si Cho está acertado en la reconstrucción, el annus horribilis, quedará pronto en el olvido.

Altas: Ben Gordon (Chicago Bulls), Michael Kidd-Gilchrist (Draft), Ramon Sessions (Los Angeles Lakers), Brendan Haywood (Dallas Mavericks), Jeffery Taylor (Draft)

Bajas:  Derrick Brown (45.4% de los minutos), D.J. Augustin (44.3%), D.J. White (34.6%), Corey Maggette (27.7%), Cory Higgins (13.0%!!!), Eduardo Nájera (8.5%)

Empecemos con el análisis:

Charlotte Bobcats en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
30º 30º 30º 16º 16º 27º
  • ¿Qué hay que hacer para ganar… 19 partidos?

La esperanza de victorias de un hipotético equipo con la 2ª peor defensa (Sacramento) y el 2º peor ataque (Toronto) de la temporada pasada sería de 15 partidos, y hubiera sido penúltimo, ganando 5 partidos menos Washington… pero doblando el número de victorias de los Bobcats. Y equivaldría a 19 victorias en una temporada de 82 partidos.

El año pasado Charlotte fue el peor equipo en los dos lados del campo, pero mientras que en defensa no estuvieron muy lejos del resto (solo fueron 0.6 puntos por 100 posesiones peor que los Kings, 0.8 que los Nets, 1.3 que los Warriors…) en ataque es donde se enfrentan a una distancia transoceánica: necesitarían mejorar en 5.6 puntos por 100 posesiones para coger a Toronto. Eso equivale a la diferencia que hubo entre San Antonio, 1º, y los Golden State Warriors, 14º.

Pero al mismo tiempo, los Bobcats van a sustituir a jugadores altamente improductivos, en algunos casos incluso, como el de Cory Higgins, sin el nivel mínimo para pisar una pista NBA más que para limpiarla, por titulares en esencia, jugadores en el Top 30 en su posición. Cambiar al hijo del jefe por un buen jugador, tiene un efecto similar a pasar de un buen jugador a una superestrella.

Con un equipo que ha limpiado a los jugadores que no tenían el nivel mínimo exigible, ahora los Bobcats vuelven a ser respetables y por fin podremos evaluar apropiadamente a jugadores como Walker, Biyombo, o incluso Mullens, que aún merecen el beneficio de la duda tras pasar tantos minutos en un ambiente tan disfuncional.

  • Gordon vs. Maggette

Uno de los problemas de los Bobcats es que no tenían ningún jugador capaz de cargar con el peso anotador del equipo. Gordon, como ha demostrado en Detroit, no es la solución perfecta, de hecho, su producción es ligerísimamente inferior que el jugador por el que precisamente lo traspasaron: Maggette. Los números a lo largo de sus carreras son muy similares, Corey  ha sido utilizado en ataque un 25.7% de las posesiones, y ha anotado 20.4 puntos por 36 minutos con un TS% del 57.8%. Ben Gordon, con el 26% de las posesiones ha anotado 19.9 puntos por 36, al 55.1% de TS%.

De todos modos, que no se corten aún las venas en Charlotte, porque hay motivos para creer que lo de Gordon podría salir mucho mejor. Por lo pronto, Gordon llega a Charlotte siendo 3 años más joven que Maggette, que el año pasado tuvo un año peor de lo que era normal para él. Y por otro, sus estilos no podrían ser más diferentes. Bad Porn Maggette consigue anotar penetrando y sacando tiros libres en cantidades industriales, pero rara es la vez que es capaz de aprovechar la concentración que crea en la pintura para asistir a sus compañeros. La única manera en la que un anotador como Maggette ayuda al equipo más allá de sus propios números, es haciendo que las defensas se cierren (un poco) por (un poco de) miedo a él, algo que los Bobcats del año pasado, único equipo que tiró de tres por debajo del 30%, ni siquiera podía aprovechar. Suponiendo que pasara la pelota, cosa que no hace. Vamos, Maggette es un «déjale que se haga sus puntillos», de manual.

Gordon por otra parte, tiene el efecto contrario, tienes que respetar su tiro de 3, por encima del 40% durante su carrera, lo que abre defensas en lugar de cerrarlas. Y mientras que a Maggette le puedes dejar «hacerse lo suyo», que el daño va a estar limitado, ignorar por completo a Gordon es más costoso, porque si te empieza a anotar de 3, la cosa te va a ir mal. Además, Gordon, la última temporada pasó a sus compañeros el doble de balones que Maggette a los suyos.

En resumen, que si bien en la propia producción de Gordon se puede esperar algo parecido a los 15 puntos por partido que hizo Maggette el año pasado, Ben puede ayudar mucho más al equipo con su juego. Solo tienen que saber aprovecharlo.

Además, Ben Gordon es un jugador infravalorado siendo reducido a triplista. Por ejemplo, en el pick’n’roll, de los 86 jugadores que tiraron a canasta más de 100 veces al ejecutar el bloqueo y continuación, Ben Gordon fue el noveno en puntos por jugada. Aquí no va a contar con ningún hombre alto como Greg Monroe para ejecutarlo, pero los Bobcats, sorprendemente quizá, no fueron malos en este aspecto, tanto Augustin como Walker estuvieron por encima de la media de la Liga anotando. También está cerca del Top 10 tirando en estático y tras bloqueo indirecto (es 12º y 11º, respectivamente).

En definitiva, Ben Gordon es mejor cuando se apoya en el equipo. Buscarlo para que tire sin que conduzca el balón, aprovecharlo en bloqueos directos e indirectos… Y Dunlap, precisamente, quiere utilizar la motion offense en Charlotte, que hace justamente eso, poner a los jugadores en constante movimiento, teniendo siempre a alguien saliendo de una pantalla o cortando hacia canasta.

Gordon puede ser la pieza central de un ataque respetable. Y con este esquema más aún.

  • El curioso caso de Gerald Henderson

Haced en un momento en vuestra cabeza una lista rápida de jugadores que son de «no muy buenos» a «horribles» tirando, pero dominan otros aspectos del juego y son, en algunas ocasiones incluso, grandes anotadores. ¿Ya? ¿La tenéis hecha? Pues gracias a Gerald Henderson hemos descubierto un test casi infalible para detectarlos. Solo hay ocho casos la pasada temporada de jugadores que fueron más eficientes creándose su propio tiro en aclarados, que tirando en estático tras pase. Dos fueron hombres altos (Bosh y Griffin). Y luego, el resto de la lista, es un quién es quién del prototipo por el que os preguntábamos antes: John Wall, Tyreke Evans, MarShon Brooks, Andre Miller e Iman Shumpert. El octavo es Gerald Henderson. Mete más puntos por jugada tras aclarado (0.86) que tras recibir para tirar o tras bloqueo indirecto (0.80 y 0.78 respectivamente). Aunque el año pasado mejoró su porcentaje, ha anotado solo el 21.6% de los triples tirados en su carrera NBA. Y como ya hemos dicho, está en el Top 10, sexto en concreto, en la lista de jugadores que más tiros largos de 2 hacen.

Aún así, el potencial de Henderson es de lo más interesante que hay en esta plantilla, porque su TS% y su EFG% han ido creciendo año a año, y la temporada pasada metió sus 15.1 puntitos por partido de manera más eficiente que Monta Ellis, John Wall o Luol Deng. No es Kobe Bryant, pero ya se ha convertido en un anotador al que hay que respetar y aún tiene cierto margen de mejora. Y muchísimos equipos podrían aprovechar un anotador de los que se crean su propio tiro. Pero no necesariamente los Bobcats.

Como ya dijimos antes, Dunlap está pensando en un esquema de juego libre, con múltiples cortes, bloqueos y movimiento de balón donde Henderson no encaja bien. Además el equipo ha reforzado el perímetro con Sessions y Gordon, por lo que podría jugar menos minutos el año que viene. Quizá mantenga la titularidad, si Gordon sale de sexto hombre, pero si han traido a Ben, que tiene contrato en vigor por un año más que Maggette, es para utilizarlo, y con Kemba Walker también rondando, no parece que este vuelva a ser año de jugar más de 30 minutos.

O mucho mejora en su tiro, en el que está trabajando este verano, o Dunlap renuncia a la motion offense, o se lo guarda de comodín como alguien que pueda cambiar la cara y el ritmo del ataque de golpe o… a Henderson no le queda mucho en este equipo. Si yo fuera Cho estaría preguntando por ala-pívots jóvenes que cobren algo parecido y terminen en el aro (Trevor Booker, Ed Davis, Lavoy Allen o DeJuan Blair se me ocurren) que ahora mismo le hacen más falta.

  • Defensa: Proteger el aro
Charlotte Bobcats en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
30º 28º 22º 15º 28º 27º

Los Bobcats también fueron la peor defensa de la Liga, pero como ya dijimos, el margen aquí es mucho más exiguo. Aunque la mala defensa de los Bobcats se puede explicar desde muchos frentes, ya que dejaron anotar con facilidad, no protegieron el rebote, y no forzaron pérdidas, una imagen dice más que mil palabras. Y como ya repasamos en nuestro análisis de tiros recibido y distancia, los Bobcats, son con muchísima diferencia, el equipo que más tiros recibe a un metro del aro. Aunque fueran 8º poniendo tapones, gracias a Biyombo o Thomas, no hubo respeto ninguno por su juego interior y los rivales pudieron tirar a corta distancia con mucha más frecuencia que ante cualquier otra franquicia.

Mike Dunlap, conoce el problema, porque aunque los Bobcats hayan traído a Brendan Haywood,  lo primero que ha dicho es que este equipo necesita proteger a los hombres altos, y los Bobcats van a jugar en zona (y también van a presionar a tres cuartos de cancha) el año que viene. Los Warriors, que fueron los que más la utilizaron el año pasado, la pusieron en práctica un 10% de las jugadas. Los Bobcats, al menos en principio, deberían superar esta cantidad.

Haywood, como titular en Dallas ya está acostumbrado además al esquema, que los Mavs utilizaron sobre todo en 2011, y su llegada debería ayudar en una posición en la que el año pasado Mullens jugó el 46% de los minutos, Biyombo el 31%, Diop el 10%, White el 8% y Thomas el 5%. De todos modos, si creemos lo que dice, Dunlap cuenta con Mullens para mejorar defensivamente, porque cree que su velocidad lateral le puede servir para adelantarse a cerrar penetraciones y sacar faltas en ataque. Le deseamos muy buena suerte a Mike para convencer a un jugador que el año pasado no hizo ninguna falta personal cuando le postearon en toda la temporada, y sacó un gran total de 3 faltas en ataque, para que se convierta en el rey de la lucha. Si lo hace, el punto que hay que apuntarle al nuevo entrenador es enorme. Pero entenderéis que no confíe mucho.

El cambio de D.J. Augustin por Ramon Sessions, va a ser muy pequeño, pero positivo ya que el base que llega de los Lakers provoca más pérdidas y coge más rebotes en defensa, pero ninguno de los dos son buenos defensas, ni se espera que lo sean. Que Gordon le quite minutos a Henderson sí que debería tener un cierto impacto negativo en defensa, porque el equipo pierde centímetros y habilidad, y mientras que siempre pueden cambiar el emparejamiento escolta-alero entre Henderson y Kidd-Gilchrist, Gordon no ofrece esa flexibilidad. De todos modos, como Dunlap tiene pensado utilizar la zona, puede elegir una configuración diseñada a reducir el impacto del cambio.

  • Kidd-Gilchrist y Taylor: perspectiva histórica en defensas novatos

Los Bobcats han remozado por completo su posición de alero con dos jugadores llegados desde el Draft con el cartel de especialistas defensivos: Michael Kidd-Gilchrist y Jeffery Taylor. Pero por muy buenos que estos chicos sean, no dejan de ser novatos.

Repasando que tal lo hicieron los mejores aleros defensivos de la actualidad en su año de novatos, la conclusión, es que no hay conclusión. La llegada de LeBron James hizo que los Cavs mejoraran 2.5 puntos por 100 posesiones, manteniendo la misma pareja interior, IlgauskasBoozer. Los Bulls del 2005 mejoraron en 3.1 al llegar Deng, pero también, recuperar por lesión a Tyson Chandler. El mismo año llegaba Iguodala, pero los 76ers empeoraron 1.4 puntos su Índice Defensivo. Los Grizzlies empeoraron 0.5 puntos con un novato Battier (y Pau) y otro equipo que añadió dos titulares novatos de golpe, los Bulls de 2000, fueron 1.6 puntos peores con el por aquel entonces llamado Ron Artest y Elton Brand. Tayshaun Prince jugó poco pero los Pistons mejoraron 2.5 puntos, y cuando por fin jugó más de un partido, un pseudo-novato de 26 años llamado Bruce Bowen ayudó a mejorar en 6 posesiones por 100 a los Celtics de Pitino en el 98.

Es muy difícil aislar la contribución que cada uno tuvo a esos números, pero el impacto parece totalmente desigual. Hay jugadores que son capaces de hacerse importantes en una defensa desde el primer momento, y a otros que les cuesta unas cuantas temporadas llegar al nivel. El rendimien de MKG en defensa va a ser una incógnita, pero nos lo pasaremos bien viéndole.

  • En conclusión

Que los Bobcats van a mejorar es un hecho, lo difícil es cuantificar cuanto. Por estimar algo, vamos a poner el ataque al ritmo del peor el último año que se jugó una temporada completa (Milwaukee Bucks) y la penúltima mejor defensa (Cleveland Cavaliers, donde por cierto, estaba Ramon Sessions), lo que daría a los Bobcats una esperanza de 17 victorias, 10 más que el año pasado, 8 si ajustamos esas 7 a una temporada de 82 partidos.

Esto conlleva un progreso mucho mayor en ataque que en defensa, algo con lo que estoy de acuerdo, por las incorporaciones que han hecho y por la filosofía de su entrenador. Si mejoraran uno de los dos aspectos más de lo previsto (el ataque llegara al Top 20 por ejemplo), creo que el otro sufriría en una proporción similar, porque viendo la plantilla, los Bobcats no tienen apenas jugadores buenos en las dos direcciones, y un incremento importante en una de ellas significaría que están utilizando el personal más especializado para progresar a uno de los dos lados.