Avance de temporada 2013-2014: Charlotte Bobcats

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En Charlotte se han cansado de perder y este año, a priori, no van a jugar pensando en el próximo Draft. Comenzando con un entrenador diferente al que empezó la temporada anterior por cuarto año consecutivo, y con Al Jefferson como primer veterano con buen cartel que llega al equipo desde aquella aparición en Playoffs en 2010 (sólo han pasado tres años y algo, pero parece un mundo), esperan que el último año con el nombre Bobcats, acabe con una nota positiva.

Walker, Kidd-Gilchrist, Henderson, Zeller y compañía arroparán a Big Al, formando un grupo joven e interesante, pero que tampoco lo tendrá fácil para salir del pozo. Muchas incógnitas en defensa, que no tienen fácil solución para Steve Clifford, y en ataque necesitan mejorar mucho el tiro exterior sin que haya habido un gran cambio de personal. Están yendo hacia arriba (lo contrario era difícil), pero seguramente no lo suficiente.

Y si no, ya volverán a intentarlo cuando vuelvan a ser los Hornets

  • Radiografía de los Bobcats

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Big in Charlotte

Al Jefferson llega con un contrato de 3 años para mejorar un ataque que fue el 30º de la Liga en la desastrosa temporada de hace dos años, y 28º en la anterior.

Durante las últimas seis temporadas, Big Al ha sido un reloj, clavando su porcentaje de tiro entre el 49.2 y el 50%, y metiendo entre 17 y 23 puntos por partido. Su tasa de pérdidas es la más baja de la Liga entre aquellos jugadores con un 25% o más de utilización, y a medida que ha estado rodeado de mejores tiradores (nunca ha tenido mucha suerte con sus compañeros en esta faceta) su porcentaje de asistencias ha ido creciendo. Decía la leyenda que cuando el balón entraba al bloque izquierdo del ataque del equipo en el que Jefferson jugaba, sólo tenía una dirección de salida: el aro. Ahora, Big Al, no es un Gasol, pero busca y encuentra a sus compañeros de vez en cuando.

Lo que me preocupa algo más es el hecho de llevar el ataque del equipo a través del poste bajo. En el magnífico artículo de Zach Lowe en Grantland sobre los Bobcats, Clifford comentó que Jefferson utilizaría todo el frente de ataque y estaría mucho más involucrado en el bloqueo-y-continuación de lo que lo hizo en Utah, lo cual tiene mucho sentido para poder aprovechar más a Kemba Walker. Pero no me acabo de creer que puedan cambiar del todo la zona de confort del pívot, y seguramente estén entre los equipos con más posesiones utilizadas de espaldas al aro.

Queda muy homenaje a la vieja escuela y suele suscitar buenos comentarios de los más viejos del lugar lo de que el balón pase al hombre grande de cerquita del aro cada posesión, pero en la NBA actual es una tarea más difícil de lo que parece. Utah tuvo el 10º ataque la pasada temporada en puntos por posesión, pero los dos otros equipos que más jugadas al poste bajo utilizaron, Indiana y Memphis, son 19º y 17º respectivamente en índice ofensivo. Y el peor equipo de la Liga, los Wizards, fueron Top 5 en porcentaje de jugadas de este tipo. Además, suele conllevar un gran número de pérdidas, ya que con la longitud actual de los jugadores NBA, meter la pelota a la pintura en estático, sin aprovechar la penetración o una serie de bloqueos antes, es cada vez más complicado.

Y Jefferson, como hemos dicho, la pierde muy poco, pero eso es una vez que tiene la pelota, no tiene en cuenta el esfuerzo en hacérsela llegar. Cada vez se utiliza menos el pase directo del base/escolta al pívot que ha plantado su culo en el poste bajo desde el primer segundo de la posesión, y tendemos a ver esquemas complicados, en los que los jugadores altos necesitan disfrazar su intención y hacer algún tipo de movimiento antes de situarse, mientras el balón circula en otras jugadas, esperando. Otra opción habitual, es la de usar al otro pívot, si tiene buenos instintos con el pase y un gran tamaño, para que sirva de asistente desde los codos de la zona.

Este matiz podría convertir a Cody Zeller en su pareja titular más pronto que tarde, si el de la Universidad de Indiana demuestra visión de juego desde el poste alto. Los otros candidatos seguramente son Biyombo, McRoberts, o la posibilidad de utilizar a MKG de ala-pívot, pero si Zeller es tan bueno como esperan en Charlotte, debería acabar el año con su nombre en el puesto.

Lo malo con Jefferson siempre ha sido su defensa (Zach Lowe acribilla sus pies planos defendiendo el pick’n’roll) pero en el sistema de Clifford seguramente se le pida esperar atrás donde puede hacer un buen trabajo de ocupar espacio, intimidar y coger rebotes en defensa, tareas en las que tiene un muy buen valor.

Los rivales intentarán hacerle salir a defender los bloqueos directos, y si Clifford, el hombre con la fama de haber convertido a Howard en el mejor defensor de la Liga se rinde y abandona su libreto, necesitará emparejar a Jefferson con un hombre alto que pueda cerrar el aro con ayudas defensivas, es decir, Biyombo, lo que heriría de muerte el ya por si escaso rango en ataque de los Bobcats.

Pero en general, los Bobcats necesitaban algún jugador capaz de anotar en grandes cantidades si querían ganar más partidos, y Jefferson lo es. Ayudará mucho.

  • Dame espacio

Hablábamos de los problemas con los Bobcats y el espacio en ataque, y no parece que la solución vaya a llegar ya. El equipo sólo tiene dos tiradores, y uno de ellos era el jugador habitual en cuyas manos reposaba el balón (Walker) y del otro, ya hablaremos, pero fue el peor jugador en defensa de la NBA sin discusión posible. Estoy más seguro de que Ben Gordon es el DPOY inverso, que de que LeBron James mereció el MVP. El año pasado también estaba Byron Mullens, pero yo más que un tirador, lo pondría en el grupo de los falladores (31.7% de desacierto en lo que, mayoritariamente, fueron tiros menos defendidos de lo habitual)

Gerald Henderson y Michael Kidd-Gilchrist son seguramente la peor pareja titular de alas (los que típicamente se encargan de abrir el campo) de la Liga tirando de tres. MKG metió 2 (sí, dos) la temporada pasada, y tirando a más de 5 metros su porcentaje no llega al 31%, y aunque Henderson, que había metido sólo 22 triples en 3 temporadas, con un risible 22% de acierto a juego, nos sorprendió con un prometedor 33% en 1.5 intentos por partido, ese número está por debajo de lo aceptable.

Ambos jugadores siguen trabajando en ello, y espero ver mejora este año, pero todavía están muy lejos de los 3.3 triples por partido que se espera de los alas titulares de un equipo en la media. Como 2.8 triples por partido de lejos. Y a esto se une el hecho de que los Bobcats no tienen ningún hombre alto que pueda contribuir (McRoberts o Tolliver, desde el banquillo, y no es que den mucha confianza).

Por tanto, y con Jefferson con plaza fija, será muy difícil volver a ver a Biyombo jugando 65 partidos de titular a menos que se Ibakice. Añadir un jugador sin aptitud ofensiva ni rango alguno a un ataque que ya está completamente colapsado no compensa lo que pueden ofrecer sus ayudas en defensa. Así que, o Biyombo trabaja esta faceta en la que aún no nos ha enseñado nada, aunque sea de otra forma (no es imprescindible que tenga que ser tirando: puede cargar el rebote ofensivo, demostrar que puede coger la pelota y finalizar un bloqueo directo…), o el año se le hará largo.

Y Charlotte en general, tendrá que confiar en…

  • El magnífico Kemba Walker

Perdido en un equipo de 21 victorias, y rodeado de una generación de bases anotadores brutal, con un nivel de competición inédito en la posición hasta ahora, el gran año del jugador de UConn ha pasado lamentablemente desapercibido.

Con el panorama que hemos expuesto antes, y sin un hombre alto con el que desarrollar cualquier tipo de química, fue 26º en la lista de anotadores por partido (justo debajo de su nuevo compañero, Al Jefferson) por encima de Holiday, Jennings o Lawson, y en números por minuto también supera a Lillard. Y de los 25 bases con más de 1000 minutos y mayor porcentaje de utilización, sólo Ramon Sessions perdió menos balones por jugada que él. Y con todo y con eso, se apañó para dar 5.7 asistencias por partido, un número bajo sin contexto, pero interesante cuando hablamos de los Bobcats. Habrá que verle cuando tenga que equilibrar más su parte anotadora con la solidaria, empezando por esta temporada, pero la cosa tiene buena pinta.

Pese a tener poca o ninguna ayuda de su hombre alto, Walker fue uno de los jugadores más eficientes y prolíficos de la Liga en el bloqueo y continuación: hasta 7 veces por partido finalizó una jugada de esta manera, entre los que más de la Liga. Logra anotar cómodamente también en aclarados a este nivel, y los mayores lunares que veo en su juego son su querencia por los tiros tras parada (pull-up) en los primeros segundos de la posesión y sus problemas a la contra, donde la pierde demasiado y abusa de los lanzamientos ya mencionados. Charlotte como equipo salió mucho a la contra, pero con una efectividad por debajo de la media, en parte porque Walker no toma las mejores decisiones a la carrera. Y podría seguir siendo un recurso para este equipo este año, así que haría bien trabajando en ello.

Su tercera temporada en la Liga debería ser la de la consolidación. Todavía tiene tiempo de trabajar en su juego, porque aún es joven, pero si va a ser un jugador importante, tiene que, al menos, meter su nombre entre los candidatos al All-Star. Veremos.

  • El jurado sigue deliberando

MKG no tuvo un mal año en absoluto, pero es normal que el aficionado se sienta un tanto decepcionado con el número 2 del Draft. La receta para Kidd-Gilchrist es clara: que meta los tiros, y el resto ya vendrá casi solo.

Tiene el 11º mejor RAPM defensivo para un jugador novato de 19 años desde 2001 (64 en la lista), y es el primer jugador exterior del grupo, el resto son todo hombres altos. Su tasa reboteadora también es fantástica para su posición, y anota y ve bien el campo en transición. Los Bobcats fueron mejor equipo con él en pista, pero no sé si es suficiente  que sus expectativas se queden en las de un secundario de lujo.

Ni si, desde luego, podemos hablar de lujo hasta que aporte al ataque a media cancha. Los defensores le esperan y le retan a tirar, lo cual ha quitado buena parte de sus opciones de penetrar. Finaliza bien, pero la pierde demasiado por el camino por culpa de los angostos caminos que le dejan, y si no puedes anotar es muy difícil que veas 30 minutos por partido en la NBA ahora mismo. La solución no es fácil, pero al menos el problema está diagnosticado.

  • Cambio en los banquillos

Una de las misiones de Dunlap, que para mí hizo un buen trabajo, salvo por la parte de conseguir que la gran mayoría del equipo acabara el año odiándole, era reducir los malos tiros (los lejanos de 2, la media distancia) e ir a por los que receta la farmacología estadística: tiros libres, cerca del aro, y triples. Con los dos primeros lo consiguió, Charlotte estuvo en el percentil 90 en viajes a la línea, y en el 70 en intentos desde el área restringida. Pero Dunlap no pudo alejar la media distancia con un equipo que no tenía personal para ello. La idea era buena, pero los mimbres no tanto.

El auténtico caos, llegó en defensa. Los Bobcats aplicaron la receta inversa aquí, siendo el equipo que más triples desde la esquina permitió al rival (con increíbles porcentajes además) y estuvieron en el percentil 95 entre los que más lanzamientos cerca del aro recibieron. Desde donde jamás les tiraban era a media distancia. Dunlap se obsesionó con cerrar el aro, que había sido el mayor problema el año anterior, jugándosela a que el rival lo tuviera que intentar de lejos, y no consiguió ni una cosa ni la otra. Su engendro zonal les permitió detener las penetraciones de sus oponentes (y eso lo consiguieron), pero estos, no se inmutaban, porque sabían que aunque esa vía estuviera cerrada, había un camino de rosas para intentar triple tras triple, y la acumulación de hombres para proteger el área restringida era susceptible a cortes, puertas de atrás y rebotes de ataque.

En general, Charlotte defendió como un equipo de gente que no ha jugado junta en su vida en una pachanga, filosofía «nos apretamos aquí, y si quieren meter que tiren de lejos» y luego a la hora de jugar, todo el mundo se queda mirando, pensando siempre que todo jugador que pasa no es el suyo, sino el de otro. Y eso, en la NBA, pues ya sabemos…

Veremos que corrige este año Steve Clifford, que tiene fama de gurú defensivo tras trabajar durante años con los Van Gundy, y ser el arquitecto de la defensa que tanto éxito tuvo en Orlando alrededor de Dwight Howard, donde pasó un lustro. Su último año no ayuda a su reputación (asistente en los Lakers) pero siempre queda el consuelo de pensar que no le dejaron hacer mucho. Por lo pronto, habrá que esperar una propuesta mucho menos extrema.

  • Camaleónico Sessions

Tras haber pasado por 5 equipos en 6 años de carrera, siempre como suplente, salvo emergencias, la de Sessions es una carrera particular y curiosa, en la que sigue reinventándose a cada paso, y tiene pinta de que apunta a larga.

Fue el primer jugador de la NBA asignado a la D-League en 2007, después de ser elegido en la segunda ronda por Milwaukee, y no jugó hasta bien entrada la temporada (debutó en marzo), pero cuando los Bucks finalizaron el año de Mo Williams por lesiones, y le dieron unos cuantos partidos como titular, deslumbró de base puro, dando 10.2 asistencias por 36 minutos el resto del año, con dobles cifras en esta categoría estadística en los últimos 5 encuentros que jugó, incluyendo 24 pases para canasta en el penúltimo encuentro, récord de la franquicia.

Al año siguiente los Bucks le dieron su gran oportunidad, y con más minutos, descubrimos a un base más anotador de lo que pensábamos pese a un mal tiro exterior, penetrador a partir del bloqueo y continuación, y nos dimos cuenta que en defensa era permeable. Firmó un contrato bastante modesto al acabar la campaña en Minnesota (donde coincidió, además, con Al Jefferson) y tuvo un año miserable con una mala plantilla, en el que Flynn, peor jugador, estaba por delante de él. Al final de la temporada, le traspasaron a Cleveland, donde tuvo un gran año, que pasó desapercibido detrás de Baron Davis y Mo Williams (otra vez) y porque no dejaba de ser un equipo de 19 victorias, en el que lo más destacable era que se había ido LeBron.

La siguiente temporada a mitad de año le traspasaron a los Lakers, y parecía que de repente, el polivalente Sessions había añadido una nueva muesca a su juego: la de tirador. Un 44% de acierto desde el triple, que se evaporó en su primer viaje a Playoffs donde sólo metió 4 de 25. Y así, agente libre de nuevo, es como acabó en Charlotte, donde la pasada temporada nos mostró un truco nuevo: fue el quinto jugador que más tiros libres intentó por minuto en toda la Liga. Más que Kobe, Carmelo, Westbrook

Es verdad que salvo por su media temporada en Lakers siempre ha estado en malos equipos, muchos de sus números están conseguidos con suplentes enfrente, y no es buen defensor, pero Ramon Sessions en el conjunto de su carrera ha metido 16.3 puntos en 1.06 puntos por tiro, y dado 6.7 asistencias por cada 36 minutos. Además, ha demostrado una increíble capacidad de adaptación a lo que cada equipo necesitaba, o se le permitía hacer, pasando algunos minutos de escolta, por ejemplo, el año pasado junto a Kemba Walker.

Todavía no se puede confiar en su tiro, y la defensa y una edad que ya no guarda ninguna proyección seguramente le aparten de un puesto de trabajo titular a estas alturas, pero Sessions será un suplente útil y polivalente muchos años en esta Liga, y a un banquillo flojo como el de Charlotte le viene muy bien una pieza así.

  • Ben…

Prometimos hablar de Gordon, que cobrará 13 millones en su último año de contrato, y vamos a hacerlo.

Ben Gordon puede ganar algún partido en el que se pone espléndido. Cuando empieza a funcionar, es un espectáculo que te obliga a poner a Charlotte en el League Pass. Si tiene su día, él sólo te paga la entrada.

Este año hubo tres partidos Ben Gordon. El primero fue el cuarto de la temporada, contra New Orleans. 34 puntos, incluyendo 13 en 6 posesiones en el último cuarto. Los Bobcats perdieron de 8, y Gordon tuvo un -11. El segundo fue contra Atlanta, cinco triples en el último cuarto, y esta vez con +/- positivo, +5, pero el equipo perdió de 3. Unos días después en Portland, acabaría su temporada mágica, 7 triples en los últimos 15:21 de tiempo reglamentario, y él cargó un -16, en un partido que se perdió de 6. Estábamos 3 de diciembre, y ya se nos había apagado la luz en apenas un mes sin que lo supiéramos.

En algún momento, no mucho más tarde, visto el resultado y cómo empieza a perder minutos, comenzaría su cabreo con Mike Dunlap. Difícil saber qué fue primero, si la gallina (los entrenamientos infinitos y el ambiente universitario del entrenador) o el huevo (la falta de interés de Gordon en defender, en un sistema casi zonal y muy cerrado que pide esfuerzo al jugador para cerrar a los tiradores), pero al final, nos quedamos ante una de las temporadas más desastrosas en la historia reciente de la Liga, algo que duele más con el talento subyacente del inglés de nacimiento.

Con él en pista, los Bobcats recibieron 113.3 puntos por 100 posesiones, sin él, sólo 106, una diferencia de 7.3. Nadie que haya jugado más de 300 minutos el año pasado tiene peor marca. Ni el año anterior. Ni el anterior. Su RAPM (+/- ajustado y normalizado) considera que costó a la defensa de su equipo 5.6 puntos por 100 posesiones, peor marca de la Liga,y segunda más lamentable desde 2001 que se empezó a medir, sólo superada por una temporada (sólo una) de Lentejita Boykins y su 1.65. Los escoltas del equipo rival metían 21.3 puntos por 48 minutos con un eFG% de 56.8, y los triples defendidos por él, se convertían con un 44.6% de acierto. Básicamente, es como si Ben Gordon sacara una varita mágica y convirtiera al de enfrente todas las noches en Ray Allen en 2011.

Sin la más mínima intención de defender, sus 113 triples (debajo de él en la lista de canastas de 3 puntos conseguidas: Irving, Walker, LeBron, Westbrook… y en muchísimos más minutos) no valen para nada. Y es una pena, porque podrían ser muy útiles.

Como está en año de buscar un nuevo contrato, con Clifford empieza de cero, y aunque nunca fuera un buen defensor, jamás perpetró el escándalo del año pasado, puede que todavía haya manera de aprovecharlo. Y también, porque como el equipo no ha fichado a nadie para el puesto de escolta suplente, y la alternativa es Jannero Pargo, que ahora mismo es también un Gordon de imitación, con todo lo bueno y todo lo malo, le veremos jugar.

Y así, al aficionado neutral siempre nos quedarán los partidos Ben Gordon que vaya espolvoreando por la temporada; al de los Bobcats, la primera ronda de Detroit que consiguieron por las molestias de hacerse cargo de él y al del equipo rival, el placer de tenerlo enfrente.

Avance de temporada: Charlotte Bobcats

Tras la peor temporada en la historia de la NBA, lo último que se puede perder es la esperanza. En la última década hemos tenido un equipo con un ataque aún peor que el de Charlotte este año, los Nuggets de 2003, y alcanzaron los Playoffs en el Oeste el año siguiente (incorporando a Carmelo en el Draft, Andre MillerVoshon Lenard y Earl Boykins vía agencia libre y Camby tras lesión). No tiene pinta de que vaya a haber una revolución así en los Bobcats, pero los equipos NBA en esta era en 2 ó 3 años, suelen cambiar la plantilla completa, raro es el equipo que conserva 3 jugadores o más. Para muestra, los propios Bobcats, que del equipo que fue la mejor defensa de la Liga hace dos años (sí, increíble, pero cierto) solo quedan 3 jugadores: Tyrus Thomas, DeSagana Diop y Gerald Henderson. Retrocediendo un año más atrás, Diop es el único que cumple el trienio.

Los Bobcats en un par de años, tendrán un equipo completamente diferente al que hizo el ridículo la temporada pasada. Y a peor no puede ir. Si Cho está acertado en la reconstrucción, el annus horribilis, quedará pronto en el olvido.

Altas: Ben Gordon (Chicago Bulls), Michael Kidd-Gilchrist (Draft), Ramon Sessions (Los Angeles Lakers), Brendan Haywood (Dallas Mavericks), Jeffery Taylor (Draft)

Bajas:  Derrick Brown (45.4% de los minutos), D.J. Augustin (44.3%), D.J. White (34.6%), Corey Maggette (27.7%), Cory Higgins (13.0%!!!), Eduardo Nájera (8.5%)

Empecemos con el análisis:

Charlotte Bobcats en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
30º 30º 30º 16º 16º 27º
  • ¿Qué hay que hacer para ganar… 19 partidos?

La esperanza de victorias de un hipotético equipo con la 2ª peor defensa (Sacramento) y el 2º peor ataque (Toronto) de la temporada pasada sería de 15 partidos, y hubiera sido penúltimo, ganando 5 partidos menos Washington… pero doblando el número de victorias de los Bobcats. Y equivaldría a 19 victorias en una temporada de 82 partidos.

El año pasado Charlotte fue el peor equipo en los dos lados del campo, pero mientras que en defensa no estuvieron muy lejos del resto (solo fueron 0.6 puntos por 100 posesiones peor que los Kings, 0.8 que los Nets, 1.3 que los Warriors…) en ataque es donde se enfrentan a una distancia transoceánica: necesitarían mejorar en 5.6 puntos por 100 posesiones para coger a Toronto. Eso equivale a la diferencia que hubo entre San Antonio, 1º, y los Golden State Warriors, 14º.

Pero al mismo tiempo, los Bobcats van a sustituir a jugadores altamente improductivos, en algunos casos incluso, como el de Cory Higgins, sin el nivel mínimo para pisar una pista NBA más que para limpiarla, por titulares en esencia, jugadores en el Top 30 en su posición. Cambiar al hijo del jefe por un buen jugador, tiene un efecto similar a pasar de un buen jugador a una superestrella.

Con un equipo que ha limpiado a los jugadores que no tenían el nivel mínimo exigible, ahora los Bobcats vuelven a ser respetables y por fin podremos evaluar apropiadamente a jugadores como Walker, Biyombo, o incluso Mullens, que aún merecen el beneficio de la duda tras pasar tantos minutos en un ambiente tan disfuncional.

  • Gordon vs. Maggette

Uno de los problemas de los Bobcats es que no tenían ningún jugador capaz de cargar con el peso anotador del equipo. Gordon, como ha demostrado en Detroit, no es la solución perfecta, de hecho, su producción es ligerísimamente inferior que el jugador por el que precisamente lo traspasaron: Maggette. Los números a lo largo de sus carreras son muy similares, Corey  ha sido utilizado en ataque un 25.7% de las posesiones, y ha anotado 20.4 puntos por 36 minutos con un TS% del 57.8%. Ben Gordon, con el 26% de las posesiones ha anotado 19.9 puntos por 36, al 55.1% de TS%.

De todos modos, que no se corten aún las venas en Charlotte, porque hay motivos para creer que lo de Gordon podría salir mucho mejor. Por lo pronto, Gordon llega a Charlotte siendo 3 años más joven que Maggette, que el año pasado tuvo un año peor de lo que era normal para él. Y por otro, sus estilos no podrían ser más diferentes. Bad Porn Maggette consigue anotar penetrando y sacando tiros libres en cantidades industriales, pero rara es la vez que es capaz de aprovechar la concentración que crea en la pintura para asistir a sus compañeros. La única manera en la que un anotador como Maggette ayuda al equipo más allá de sus propios números, es haciendo que las defensas se cierren (un poco) por (un poco de) miedo a él, algo que los Bobcats del año pasado, único equipo que tiró de tres por debajo del 30%, ni siquiera podía aprovechar. Suponiendo que pasara la pelota, cosa que no hace. Vamos, Maggette es un «déjale que se haga sus puntillos», de manual.

Gordon por otra parte, tiene el efecto contrario, tienes que respetar su tiro de 3, por encima del 40% durante su carrera, lo que abre defensas en lugar de cerrarlas. Y mientras que a Maggette le puedes dejar «hacerse lo suyo», que el daño va a estar limitado, ignorar por completo a Gordon es más costoso, porque si te empieza a anotar de 3, la cosa te va a ir mal. Además, Gordon, la última temporada pasó a sus compañeros el doble de balones que Maggette a los suyos.

En resumen, que si bien en la propia producción de Gordon se puede esperar algo parecido a los 15 puntos por partido que hizo Maggette el año pasado, Ben puede ayudar mucho más al equipo con su juego. Solo tienen que saber aprovecharlo.

Además, Ben Gordon es un jugador infravalorado siendo reducido a triplista. Por ejemplo, en el pick’n’roll, de los 86 jugadores que tiraron a canasta más de 100 veces al ejecutar el bloqueo y continuación, Ben Gordon fue el noveno en puntos por jugada. Aquí no va a contar con ningún hombre alto como Greg Monroe para ejecutarlo, pero los Bobcats, sorprendemente quizá, no fueron malos en este aspecto, tanto Augustin como Walker estuvieron por encima de la media de la Liga anotando. También está cerca del Top 10 tirando en estático y tras bloqueo indirecto (es 12º y 11º, respectivamente).

En definitiva, Ben Gordon es mejor cuando se apoya en el equipo. Buscarlo para que tire sin que conduzca el balón, aprovecharlo en bloqueos directos e indirectos… Y Dunlap, precisamente, quiere utilizar la motion offense en Charlotte, que hace justamente eso, poner a los jugadores en constante movimiento, teniendo siempre a alguien saliendo de una pantalla o cortando hacia canasta.

Gordon puede ser la pieza central de un ataque respetable. Y con este esquema más aún.

  • El curioso caso de Gerald Henderson

Haced en un momento en vuestra cabeza una lista rápida de jugadores que son de «no muy buenos» a «horribles» tirando, pero dominan otros aspectos del juego y son, en algunas ocasiones incluso, grandes anotadores. ¿Ya? ¿La tenéis hecha? Pues gracias a Gerald Henderson hemos descubierto un test casi infalible para detectarlos. Solo hay ocho casos la pasada temporada de jugadores que fueron más eficientes creándose su propio tiro en aclarados, que tirando en estático tras pase. Dos fueron hombres altos (Bosh y Griffin). Y luego, el resto de la lista, es un quién es quién del prototipo por el que os preguntábamos antes: John Wall, Tyreke Evans, MarShon Brooks, Andre Miller e Iman Shumpert. El octavo es Gerald Henderson. Mete más puntos por jugada tras aclarado (0.86) que tras recibir para tirar o tras bloqueo indirecto (0.80 y 0.78 respectivamente). Aunque el año pasado mejoró su porcentaje, ha anotado solo el 21.6% de los triples tirados en su carrera NBA. Y como ya hemos dicho, está en el Top 10, sexto en concreto, en la lista de jugadores que más tiros largos de 2 hacen.

Aún así, el potencial de Henderson es de lo más interesante que hay en esta plantilla, porque su TS% y su EFG% han ido creciendo año a año, y la temporada pasada metió sus 15.1 puntitos por partido de manera más eficiente que Monta Ellis, John Wall o Luol Deng. No es Kobe Bryant, pero ya se ha convertido en un anotador al que hay que respetar y aún tiene cierto margen de mejora. Y muchísimos equipos podrían aprovechar un anotador de los que se crean su propio tiro. Pero no necesariamente los Bobcats.

Como ya dijimos antes, Dunlap está pensando en un esquema de juego libre, con múltiples cortes, bloqueos y movimiento de balón donde Henderson no encaja bien. Además el equipo ha reforzado el perímetro con Sessions y Gordon, por lo que podría jugar menos minutos el año que viene. Quizá mantenga la titularidad, si Gordon sale de sexto hombre, pero si han traido a Ben, que tiene contrato en vigor por un año más que Maggette, es para utilizarlo, y con Kemba Walker también rondando, no parece que este vuelva a ser año de jugar más de 30 minutos.

O mucho mejora en su tiro, en el que está trabajando este verano, o Dunlap renuncia a la motion offense, o se lo guarda de comodín como alguien que pueda cambiar la cara y el ritmo del ataque de golpe o… a Henderson no le queda mucho en este equipo. Si yo fuera Cho estaría preguntando por ala-pívots jóvenes que cobren algo parecido y terminen en el aro (Trevor Booker, Ed Davis, Lavoy Allen o DeJuan Blair se me ocurren) que ahora mismo le hacen más falta.

  • Defensa: Proteger el aro
Charlotte Bobcats en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
30º 28º 22º 15º 28º 27º

Los Bobcats también fueron la peor defensa de la Liga, pero como ya dijimos, el margen aquí es mucho más exiguo. Aunque la mala defensa de los Bobcats se puede explicar desde muchos frentes, ya que dejaron anotar con facilidad, no protegieron el rebote, y no forzaron pérdidas, una imagen dice más que mil palabras. Y como ya repasamos en nuestro análisis de tiros recibido y distancia, los Bobcats, son con muchísima diferencia, el equipo que más tiros recibe a un metro del aro. Aunque fueran 8º poniendo tapones, gracias a Biyombo o Thomas, no hubo respeto ninguno por su juego interior y los rivales pudieron tirar a corta distancia con mucha más frecuencia que ante cualquier otra franquicia.

Mike Dunlap, conoce el problema, porque aunque los Bobcats hayan traído a Brendan Haywood,  lo primero que ha dicho es que este equipo necesita proteger a los hombres altos, y los Bobcats van a jugar en zona (y también van a presionar a tres cuartos de cancha) el año que viene. Los Warriors, que fueron los que más la utilizaron el año pasado, la pusieron en práctica un 10% de las jugadas. Los Bobcats, al menos en principio, deberían superar esta cantidad.

Haywood, como titular en Dallas ya está acostumbrado además al esquema, que los Mavs utilizaron sobre todo en 2011, y su llegada debería ayudar en una posición en la que el año pasado Mullens jugó el 46% de los minutos, Biyombo el 31%, Diop el 10%, White el 8% y Thomas el 5%. De todos modos, si creemos lo que dice, Dunlap cuenta con Mullens para mejorar defensivamente, porque cree que su velocidad lateral le puede servir para adelantarse a cerrar penetraciones y sacar faltas en ataque. Le deseamos muy buena suerte a Mike para convencer a un jugador que el año pasado no hizo ninguna falta personal cuando le postearon en toda la temporada, y sacó un gran total de 3 faltas en ataque, para que se convierta en el rey de la lucha. Si lo hace, el punto que hay que apuntarle al nuevo entrenador es enorme. Pero entenderéis que no confíe mucho.

El cambio de D.J. Augustin por Ramon Sessions, va a ser muy pequeño, pero positivo ya que el base que llega de los Lakers provoca más pérdidas y coge más rebotes en defensa, pero ninguno de los dos son buenos defensas, ni se espera que lo sean. Que Gordon le quite minutos a Henderson sí que debería tener un cierto impacto negativo en defensa, porque el equipo pierde centímetros y habilidad, y mientras que siempre pueden cambiar el emparejamiento escolta-alero entre Henderson y Kidd-Gilchrist, Gordon no ofrece esa flexibilidad. De todos modos, como Dunlap tiene pensado utilizar la zona, puede elegir una configuración diseñada a reducir el impacto del cambio.

  • Kidd-Gilchrist y Taylor: perspectiva histórica en defensas novatos

Los Bobcats han remozado por completo su posición de alero con dos jugadores llegados desde el Draft con el cartel de especialistas defensivos: Michael Kidd-Gilchrist y Jeffery Taylor. Pero por muy buenos que estos chicos sean, no dejan de ser novatos.

Repasando que tal lo hicieron los mejores aleros defensivos de la actualidad en su año de novatos, la conclusión, es que no hay conclusión. La llegada de LeBron James hizo que los Cavs mejoraran 2.5 puntos por 100 posesiones, manteniendo la misma pareja interior, IlgauskasBoozer. Los Bulls del 2005 mejoraron en 3.1 al llegar Deng, pero también, recuperar por lesión a Tyson Chandler. El mismo año llegaba Iguodala, pero los 76ers empeoraron 1.4 puntos su Índice Defensivo. Los Grizzlies empeoraron 0.5 puntos con un novato Battier (y Pau) y otro equipo que añadió dos titulares novatos de golpe, los Bulls de 2000, fueron 1.6 puntos peores con el por aquel entonces llamado Ron Artest y Elton Brand. Tayshaun Prince jugó poco pero los Pistons mejoraron 2.5 puntos, y cuando por fin jugó más de un partido, un pseudo-novato de 26 años llamado Bruce Bowen ayudó a mejorar en 6 posesiones por 100 a los Celtics de Pitino en el 98.

Es muy difícil aislar la contribución que cada uno tuvo a esos números, pero el impacto parece totalmente desigual. Hay jugadores que son capaces de hacerse importantes en una defensa desde el primer momento, y a otros que les cuesta unas cuantas temporadas llegar al nivel. El rendimien de MKG en defensa va a ser una incógnita, pero nos lo pasaremos bien viéndole.

  • En conclusión

Que los Bobcats van a mejorar es un hecho, lo difícil es cuantificar cuanto. Por estimar algo, vamos a poner el ataque al ritmo del peor el último año que se jugó una temporada completa (Milwaukee Bucks) y la penúltima mejor defensa (Cleveland Cavaliers, donde por cierto, estaba Ramon Sessions), lo que daría a los Bobcats una esperanza de 17 victorias, 10 más que el año pasado, 8 si ajustamos esas 7 a una temporada de 82 partidos.

Esto conlleva un progreso mucho mayor en ataque que en defensa, algo con lo que estoy de acuerdo, por las incorporaciones que han hecho y por la filosofía de su entrenador. Si mejoraran uno de los dos aspectos más de lo previsto (el ataque llegara al Top 20 por ejemplo), creo que el otro sufriría en una proporción similar, porque viendo la plantilla, los Bobcats no tienen apenas jugadores buenos en las dos direcciones, y un incremento importante en una de ellas significaría que están utilizando el personal más especializado para progresar a uno de los dos lados.

Draft 2012: Humo y espejos

Se preveía una noche movida, y al final quedó en nada. En un día en el que, presumiblemente, cuatro de las ocho primeras elecciones, la 2ª, 5ª, 7ª y la 8ª, estaban en el mercado, no hubo ningún traspaso finalmente hasta la 17, y solo un jugador con contrato cambio de equipos. Decepción para el espectáculo traspasero,pero que se le va a hacer. Repasemos franquicia a franquicia.

Atlanta Hawks
Llegó a la noche con: La elección número 23, la elección número 43
Se fue con: John Jenkins, Mike Scott

Había elecciones más sexys y con más potencial, y puede que Jenkins hubiera estado más abajo (yo no me la hubiera jugado con equipos que siempre necesitan tiradores como Chicago o Miami un poco detrás), pero me gusta lo que ha hecho Atlanta. Si planean seguir utilizando el aclarado a Joe Johnson como seña de identidad, Jenkins es ideal para abrir el campo. Ademas, siempre puede Johnson encargarse del mejor ala, y dejarle el otro a él. Con su elección de segunda ronda se trajeron a Mike Scott, ala-pívot de progresión limitada (cumple 24 años en nada), pero que sirve para hacer fondo de armario en una rotación de interiores casi vacía en la que ahora mismo solo están Smith, Horford y Pachulia.


Boston Celtics
Llegó a la noche con: La elección número 21, la elección número 22, la elección número 51
Se fue con: Jared Sullinger, Fab Melo, Kris Joseph

Una de cal, una de arena. Jared Sullinger tendrá problemas de espalda, pero en el número 21 es un robo absoluto. Jugador impresionante, y que podría contribuir en un equipo que lo necesita ya si no se opera de su protusión discal. Por el otro lado, Fab Melo, es todo lo contrario, un proyecto que da muy mala espina, pero elegido en una posición correcta. Sumar dos jugadores al juego interior, especialmente si Sully está bien, les puede permitir prescindir de Brandon Bass y ser más agresivos en el periodo de agencia libre. Los Celtics seguirán el domingo reconstruyendo con todo el dineral que tienen, y de cuantos jugadores vengan dependerá que Kris Joseph forme parte de la plantilla, aunque parece complicado.


Brooklyn Nets
Llegó a la noche con: La elección número 57, menos dólares, lo cual les importa poco
Se fue con: Tyshawn Taylor, Tornike Shengelia, İlkan Karaman

Los Nets llegaban al Draft solo con una bajísima elección de 2ª ronda, y compraron dos más. Tyshawn Taylor es un proyecto intrigante, como cualquiera que siguiera la marcha de Kansas a la Final del Torneo pudo ver, que tiene sitio al menos para probar en una rotación NBA. Con las otras dos elecciones escogieron a dos ala-pívots de Turquía y Georgia, de los que no tenemos referencia, pero que dudamos que formen parte de la NBA pronto.


Charlotte Bobcats
Llegó a la noche con: La elección número 2, la elección número 31
Se fue con: Michael Kidd-Gilchrist, Jeff Taylor

Dificil hacer un juicio sin conocer realmente las ofertas que les hicieron, y si realmente creian que Kidd-Gilchrist era su hombre, es normal que fueran reticentes a caer a la 4 posicion: si Cleveland solo ofrecia la 24, no compensaba el gran riesgo de que BealMKG hubieran sido 2 y 3 en ese escenario. Kidd-Gilchrist es una de nuestras debilidades, un jugador de mentalidad ganadora, que hace falta en Charlotte. Pero no estoy seguro que su brillantez, basada en hacerlo todo bien, tenga impacto inmediato en una franquicia, que necesita mucho más. Con su primera elección de segunda ronda, debieron también enfocarlo al mejor jugador disponible, porque se hicieron con otro alero, que podría ser el suplente perpetuo de MKG. Jeff Taylor defiende muy bien, y en ataque abre el campo porque puede meter de 3. Ni más, ni menos. Y dos jugadores como él han sido titulares en las últimas Finales.


Chicago Bulls
Llegó a la noche con: La elección número 29
Se fue con: Marquis Teague

Los Bulls, que van a estar al principio de la temporada sin Rose, han encontrado valor en su elección y ahora ya tienen un base para suplir a Watson con Derrick fuera. Si la apuesta por el Teague pequeño sale bien, podrían traspasar a CJ en algún momento, o evitar tener que renovarle al alza. Se podían permitir el capricho, y lo hacen.


Cleveland Cavaliers
Llegó a la noche con: La elección número 4, la elección número 24, la elección número 33, la elección número 34
Se fue con: Dion Waiters, Tyler Zeller, Kelenna Azubuike

Los Cavs llegaron con cuatro elecciones y se van con dos jugadores que estaban en los puestos de Lotería en la mayoría de las predicciones tras su traspaso con Dallas, pero sin embargo, la nota es mala. Escoger a Waiters en el 4 me parece una patinada absoluta: no es que Dion no vaya a ser bueno, que puede serlo, y mucho, la cosa es que probablemente hubiera estado disponible más abajo, al menos hasta la 8ª elección, la de Toronto. Ya veremos como funciona con Irving, yo no soy muy amigo de juntar dos anotadores de poca talla que necesitan el balón en el mismo perímetro, pero si los dos saben tirar de fuera… ¿por qué no? La elección de Zeller sí es un buen uso de los recursos, ya que se sacaron un jugador de Lotería prácticamente con su posición número 24 (si hubieran querido segundas rondas, la 36 sin ir más lejos, se vendió por dinero) pero tengo en duda que vaya a ser un jugador de impacto en esta Liga.

En resumen, aunque me gusta mucho más Waiters que Zeller, la elección del segundo es mucho más lógica y tiene más valor que la del primero.


Dallas Mavericks
Llegó a la noche con: La elección número 17, la elección número 55, Kelenna Azubuike
Se fue con: Jared Cunningham, Bernard James, Jae Crowder

Fenomenales movimientos de Dallas, que sigue escarbando espacio salarial para presentarse en la agencia libre. Cambiando la elección número 17 y el contrato de Azubuike por la 24, la 33 y la 34, han logrado liberar 1.4 millones más para gastarse en fichajes, añadiendo a tres jugadores, de los que para nosotros destaca especialmente el que escogieron en último lugar, Jae Crowder, uno de los robos del Draft, sin duda alguna. Supongo que explorarían la posibilidad de haber seguido traspasando hacia abajo, porque Cunningham es un jugador que previsiblemente también se podría haber encontrado en la 2ª ronda, pero entendemos que es difícil seguir moviéndose en un mercado mucho tranquilo de lo esperado. Si le sumamos el traspaso de Odom que todavía no está cerrado, Dallas llegará el domingo a por jugadores, con 3.8 millones de espacio más, y con una excepción de traspaso que luego tendrán todo el año para gastar. Y encima ahorraron pasta con Lamar y vendiendo la elección número 55 a Los Angeles.


Denver Nuggets
Llegó a la noche con: La elección número 20, la elección número 38, la elección número 50
Se fue con: Evan Fournier, Quincy Miller, İzzet Türkyılmaz

Los Nuggets tienen de todo, Sullinger y Jones jugaban en las posiciones que mejor cubiertas tienen, así que lo mejor que podían hacer era, o traspasarla, o usarla en el jugador internacional que tardará un tiempo en llegar. Este Draft solo tenía uno de nivel de primera ronda, así que tiene sentido hacerse con Fournier. En la posición número 38 se encontraron además con un jugador que podría haber sido primera ronda en otras condiciones en Quincy Miller, que tendrá problemas para hacerse un sitio en una de las plantillas más profundas de la Liga. Con su elección final se apuntaron al carro de los ala-pívot euroasiáticos, por si suena la flauta.


Detroit Pistons
Llegó a la noche con: La elección número 9, la elección número 39, la elección número 44
Se fue con: Andre Drummond, Khris Middleton, Kim English

Draft más que solido para los Pistons, que en sus tres elecciones se llevaron jugadores que apuntaban más arriba. Detroit hizo lo que tenía que hacer escogiendo un talento de potencial enorme en una posición sin tanto riesgo como es la 9ª. Drummond, que yo creo que se hará un sitio en la Liga como especialista defensivo, se complementa perfectamente con un anotador como Monroe, y rivalizarán con el RobinsonCousins de Sacramento por ser la mejor pareja de interiores jóvenes de la Liga. Con las dos elecciones de segunda ronda, podrán echar un ojo a dos proyectos de alas interesantes, de los que uno seguramente, completará la rotación tras Prince, Daye, Maggette y Stuckey. Y de nuevo, volvemos a apostar por el elegido más atrás, Kim English, para rellenar ese hueco.


Golden State Warriors
Llegó a la noche con: La elección número 7, la elección número 30, la elección número 35, la elección número 52
Se fue con: Harrison Barnes, Festus Ezeli, Draymond Green, Ognjen Kuzmić

Pese a no gustarme personalmente ninguna de las elecciones de Golden State como jugadores, tengo que reconocer el indudable valor que han encontrado en cada uno de los puestos en la Bahía, y la posibilidad de que este Draft pueda reconducir el destino de este equipo. Barnes tiene todo el talento del mundo, y los Warriors tienen ahora el mejor combo tirador 1-2-3 de la Liga, pero me hubiera gustado verlo con un base más puro que Curry. Ezeli podría ser un buen pívot algún día, aunque yo no contaría con ello, pero bien merece el riesgo al final de la primera ronda. Y Draymond Green es un jugador adorado por las estadísticas avanzadas que además ha tenido la suerte de ir a parar a un equipo con una vacante en el puesto de ala-pívot sustituto. Muy sólido.


Houston Rockets
Llegó a la noche con: La elección número 14, la elección número 16, Chase Budinger, Samuel Dalembert
Se fue con: Jeremy Lamb, Royce White, Terrence Jones, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston

Coyote Morey se fue, como siempre, sin su Correcaminos, su pieza de caza mayor, pero se lleva tres jugadores que pueden revalorizarse este mismo año. Eso sí, como no empiecen a empaquetar gente, la competencia por entrar en la plantilla de Houston pueden ser terrible el próximo año. Aquí todavía no hemos visto la otra parte del plan, si es que a estas alturas todavía hay plan, porque la plantilla de los Rockets ahora mismo tiene más nombres que un festival de verano. Y lo peor, sin saber cual es el grupo bueno cabeza de cartel.

Suponiendo que se queden, Royce White es un jugador soberbio que si deja atrás sus problemas puede marcar una época en Houston y si Lamb es el del primer año en UConn, y no el del segundo, los Rockets puede que ya tengan las estrellas en casa.


Indiana Pacers
Llegó a la noche con: La elección número 26
Se fue con: Miles Plumlee, Orlando Johnson

Aunque Orlando Johnson nos encanta y lo apuntamos como robo del Draft, los Pacers ni se acordarán de que este Draft sucedió. Si no intentaron cambiar su elección por una del próximo año (Miami justo debajo, sí que lo hizo), y se quedaron con Plumlee, una de las elecciones más horrendas de la noche, no se merecen nada el año que viene. El único motivo de justificarlo, es pensar que pueda ser más barato que Fessenko, por ejemplo.


Los Angeles Clippers
Llegó a la noche con: La elección número 53
Se fue con: Furkan Aldemir

La noche en la que se draftearon 3 ala-pívots turcos, los Clippers se llevar al que mejor considerado estaba. Aunque en su momento parecía que el jugador se iba a ir a Houston, parece que al final se quedará en LA, que hizo su mayor movimiento de la noche fuera del Prudential Center, obteniendo a Odom a cambio de Mo Williams. Informaremos si hay algún cambio.


Los Angeles Lakers
Llegó a la noche con: La elección número 60
Se fue con: Darius Johnson-Odom, Robert Sacre

Los Lakers, pese a venir con casi nada a este Draft se llevan a un tirador en Johnson-Odom que pueden llegar a aprovechar. El de Marquette acertó en un 40.2% de sus lanzamientos en NCAA y metió más de 70 triples en las tres temporadas que ha jugado. Puede adelantar a Goudelock y Eyenga. Y raro es que un pívot norteamericano funcione tan abajo, pero el canadiense Sacre puede ser la opción barata para el tercer pívot de unos Lakers que necesitan ahorrar. Peor que Mbenga no es.


Memphis Grizzlies
Llegó a la noche con: La elección número 25
Se fue con: Tony Wroten

Los Grizzlies, otro equipo con pocos agujeros, tapan el más grande, el de base suplente, con un jugador de proyección que no tendrá presión para empezar su carrera. Los Grizzlies iban necesitados también de tiro exterior, cosa que, viendo lo visto en Washington, Wroten Jr. no va a aportar, pero va a hacer que el banquillo anote, con la ayuda de otro jugador de la UofW, Pondexter y Speights. Cubren necesidad, tiene potencial a largo plazo, y lo han elegido en el rango esperado. Los Grizzlies solo se dejaron una para julio, pero la sacan con buena nota.


Miami Heat
Llegó a la noche con: La elección número 27
Se fue con: Justin Hamilton, futura primera ronda

Yo creía que Miami aprovecharía para obtener un efectivo más a precio reducido (la elección 27 cobra 868.000 dólares), pero prefieren dejarlo para otro año, en el que la elección de Philadelphia podría llegar a ser más jugosa. Además, bajaron a la 2ª ronda a por un pívot de buena mano al que igual le encuentran un hueco.


Milwaukee Bucks
Llegó a la noche con: La elección número 12, la elección número 42, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston
Se fue con: John Henson, Doron Lamb, Samuel Dalembert

Buen Draft también para Milwaukee que se llevó en el 14 un jugador que podrían haber escogido perfectamente en el 12 y por el que estaban pensando en subir incluso más arriba, y en la 2ª ronda uno de los mejores anotadores universitarios, el Otro Lamb. Lo mío con Henson es debilidad personal, ya que creo que en una NBA que parece caminar poco a poco hacia el small-ball, mandando los ala-pívots cada vez más lejos de la canasta, Henson es el prototipo de nuevo defensor del 4. Y así a la tontería, Milwaukee se uno al grupo de equipazos largos y profundos.


Minnesota Timberwolves
Llegó a la noche con: La elección número 18, la elección número 58
Se fue con: Chase Budinger, Robbie Hummel

Su movimiento fue un poco anterior, trayendo a un Chase Budinger que tendrá minutos, y con su segunda ronda apostaron por Hummel un jugador que tenía una buena proyección hasta que las lesiones le han ido destrozando. De todos modos, difícil hacerse hueco ahora mismo en el 4 en Minny,


New Orleans Hornets
Llegó a la noche con: La elección número 1, la elección número 10, la elección número 46
Se fue con: Anthony Davis, Austin Rivers, Darius Miller

Los Hornets podrían haber drafteado a Franch décimo, y todavía habría sido un buen Draft para ellos. Lo de Davis ya se sabía, y ahora con el pequeño Rivers van a ser un equipo que va a entrar directo a muchas listas de League Pass en la Liga. Como ya dijimos en nuestras previsiones, no nos atrevemos a hacer un pronóstico con Rivers, que estaba fuera de su hábitat en Duke. Monty Williams es un entrenador ideal para él, y va a poder jugar como sabe. El peligro, que no sea más que un mandarinero. Pero la recompensa, puede ser inmensa. Para rematar, en segunda ronda se trajeron a Darius Miller, compañero de Davis en Kentucky y que podría tener sitio y oportunidades en una plantilla con solo un alero, Aminu.


New York Knicks
Llegó a la noche con: La elección número 48
Se fue con: Kostas Papanikolaou

No somos de Euroliga, así que no tenemos referencias, pero si lo han escogido los Knicks, aunque anoche se reaccionara así, estaremos durante todo este año oyendo como es una mezcla de Larry Bird, LeBron James, George Clooney y el Dalai Lama. Tampoco es que fueran a encontrar nadie que pudiera ayudar ya en ese puesto.


Oklahoma City Thunder
Llegó a la noche con: La elección número 28
Se fue con: Perry Jones

El equipo casi ideal para saber si Jones hace carrera o se va de la NBA en dos años. Si no se pone las pilas rodeado de todo lo que tiene alrededor, yo no lo querría ni regalado. Esperemos, eso sí, que lo de la rodilla no sea nada. Y por parte de Oklahoma City, el movimiento perfecto que solo ellos se podían permitir.


Orlando Magic
Llegó a la noche con: La elección número 19, la elección número 49
Se fue con: Andrew Nicholson, Kyle O’Quinn

Dos jugadores interiores, no ya solo pensando en que Howard se vaya: sin Dwight, solo Glen Davis y un desechable Justin Harper tienen contrato. Probablemente puedan darle una oportunidad a O’Quinn un pívot que es la antítesis de Daniel Orton, ya que este ha producido y mucho en la NCAA, y Nicholson pinta como un anotador interior que siempre pueden ofrecer de vuelta dependiendo de como acabe todo. Orlando está en el limbo, y así es difícil sacar conclusiones.


Philadelphia 76ers
Llegó a la noche con: La elección número 15, la elección número 45, la elección número 54
Se fue con: Moe Harkless, Arnett Moultrie, una primera ronda futura menos.

El sonido que estáis escuchando es el de Thad Young clavando el cartelito de se vende enfrente de su casa. Aunque si empaquetan a Iguodala podría haber sitio para los dos, la llegada de Harkless, un jugador poco hecho para mi gusto, parece un parche puesto encima del pobre Young. Y los 76ers debieron ver una buena oportunidad en la caída de Moultrie, ya que su juego interior ahora mismo solo tiene al candidato a la amnistía Brand y a Vucevic bajo contrato.


Phoenix Suns
Llegó a la noche con: La elección número 13
Se fue con: Kendall Marshall

La que ha sido casa en estos últimos 20 años de Kevin Johnson, Steve Nash, Jason Kidd (sí, y de Marbury) tiene otro nuevo líder que continúa el linaje. Otro General para el equipo de Arizona, que notará un poco menos la baja del insigne canadiense. Y si la mancha en el historial de Marshall es su defensa, el equipo que lleva años tapando a Steve Nash, no puede ser malo, ¿no?.


Portland Trail Blazers
Llegó a la noche con: La elección número 6, la elección número 11, la elección número 40, la elección número 41
Se fue con: Damian Lillard, Meyers Leonard, Will Barton

A pesar de no haberlos visto, tengo mis dudas con Lillard y Leonard, jugadores más de medio plazo que de corto en un equipo que se supone estaba más de remodelación que de reconstrucción completa. Los (interesantes) experimentos con Aldridge de 5 parece que tienen un final, y Barton es uno de los nombres habituales como posible robo de este Draft. Mucha incertidumbre con los hombres de los Blazers, aunque el potencial es grande. Y ahora mismo estarán rezando que Drummond quede en fracaso.


Sacramento Kings
Llegó a la noche con: La elección número 5, la elección número 36
Se fue con: Thomas Robinson, algo de cash

Los Kings, al parecer tenían preparado el traspaso de esta elección… si Thomas Robinson no les caía del cielo a esta posición. El mejor escenario posible para un equipo con menos efectivos disponibles en la pintura que lejos de ella (aunque todos sus exteriores tengan unas carencias monumentales) era poder elegir un hombre alto, lavándose las manos del riesgo que entraña Drummond y no añadiendo al atasco que tienen por fuera. Robinson y Cousins van a ser un terror en los tableros y los Kings lucen hoy un poco mejor que ayer.


San Antonio Spurs
Llegó a la noche con: La elección número 59
Se fue con: Marcus Denmon

San Antonio que con lo que tiene acumulado en Europa tiene más jugadores buenos que plazas en el equipo, intentó colocar a Blair liga adelante, pero no pudo. Con la penúltima elección del Draft cogieron a Denmon, el base del equipo sorpresa del año, Mizzou, que como mucho puede aspirar a coger el sitio de Patty Mills si no renovara.


Toronto Raptors
Llegó a la noche con: La elección número 8, la elección número 37, la elección número 56
Se fue con: Terrence Ross, Quincy Acy, Tomislav Zubčić

Aunque nos guste Ross, que nos mola, y mucho, creemos que Toronto se equivocó no negociando, por ejemplo, con los ansiosos Rockets por un jugador que hubiera estado ahí en el 12 (Drummond iba a Detroit, los Blazers iban a por alguien alto, Hornets-Rivers se veía venir de lejos, y Ross no funcionaría con Gordon). Ya no es solo el no haber obtenido una plusvalía de un equipo como Houston al que se le caen los activos, es el hecho de que al haber puesto a Ross por delante de Rivers y Lamb en el Draft, te arriesgas a la mofa por haberlos dejado caer detrás de ti. Y Acy jamás me dio la impresión de poder acabar en la NBA en Baylor. El resultado puede ser bueno, el proceso de los Raptors, ha sido equivocado.


Utah Jazz
Llegó a la noche con: La elección número 47
Se fue con: Kevin Murphy

Un buen anotador en teoría, para suplir la posible baja de C.J.Miles. Muy probable que no oigamos más de él con Burks como futuro escolta de Utah.


Washington Wizards
Llegó a la noche con: La elección número 3, la elección número 32
Se fue con: Bradley Beal, Tomáš Satoranský

Con Beal se llevan la pieza que les faltaba al apañado quinteto que se han montado, y su rango y su capacidad para jugar sin balón le van a sentar muy bien a un Wall que probablemente es el hombre más feliz del mundo hoy, cambiando a Jordan Crawford por Beal. Luego, creemos que la 2ª elección de la 2ª ronda, que tiene más valor que el que parece, la malgastaron con un Satoranský que parece que podrían haber obtenido mucho más abajo, pero su verdadera victoria fue que los Cavs no les adelantaran en la lucha por Beal.

Los Cuatro Finales

Como todos los finales de marzo, y entrando ya en abril, tenemos el último suspiro del torneo universitario, la traca final del March Madness, los (no LA, se hace referencia a los equipos, no a la final) Final Four de la NCAA.

Y tres partidos finales de entidad, ya que ningún equipo que baje de la 4ª semilla (el equivalente a tener a 4 de los 16 mejores de la temporada) estará en New Orleans. El 1º, 2º, 4º y 11º equipo en eficiencia defensiva (puede sorprender, pero el undécimo es curiosamente el favorito, Kentucky). 3 de los 16 mejores equipos en índice ofensivo. Poco más se puede pedir.

Las cenicientas este año estaban ya en casa a las 10. Hubo un par de ellas que ligaron en la sesión de tarde con un par de cachitas que iban de guapos más de lo que son (Missouri, los Jeremy Lin, los Tim Tebow de la NCAA, un equipo de retacos que llevaba viviendo del triple y de lo ilógico todo el año, y que se llevaron la hostia de la regresión a la cruel media en el peor momento posible, y los Duke Blue Devils que este año eran menos Duke y menos Devils que nunca) pero se perdieron la juerga buena.

Así a diferencia de años como el pasado en los que VCU o Butler se colaban, este año hay 4 escuelas ganadoras, que juntan 13 títulos, y todas tienen al menos 1: Louisville, Kentucky, Kansas y Ohio State. Jugadores con futuro NBA, entrenadores míticos y con títulos en el zurrón, aficiones rabiosas y dispuestas a viajar, más aún a la Big Easy, y mucha, mucha tradición. Yo prefiero este rollo. Todos los años.

La cosa empieza con un Louisville-Kentucky, la historia de dos separados por 75 millas, y que comparten rivalidad estatal. Por lo tarde que se han encontrado (se han visto 4 veces, la última en el Orwelliano 1984, pero nunca en semifinales del torneo) y porque a diferencia de otras rivalidades, como North Carolina y Duke, no están en la misma Conferencia y por tanto no se están todos los años jugando nada entre ellos, más allá de la Battle for the Bluegrass, el partido que les enfrenta a principio de temporada y que este año ganaron los Wildcats, nos encontramos ante el que probablemente es el partido de mayor rivalidad regional del Baile en la Historia. Y no le damos bombo por dárselo, ni porque nos guste poner Historia con mayúsculas, ni porque tengamos los derechos del partido. Se lo damos porque hay personas que andan dándose aplausos en la cara en una clínica de diálisis pensando en la batalla del sábado.

Kentucky es el grandísimo favorito, un equipo con más jugadores NBA que los Charlotte Bobcats que se está paseando por el Torneo (y aquí viene una digresión un poco larga: esto es solo un chiste y una exageración. Y lo apuntillo porque Charles No Tan Gordo Ya Barkley abrió el debate esta semana diciendo que Kentucky ganaría a los Bobcats, Gary Williams, ex-entrenador de Maryland le siguió diciendo que también ganarían a los Wizards, y la bola de nieve empezó. En mi opinión, el debate es totalmente ridículo y estéril, Kentucky lo pasaría fatal para ganar un partido frente a un rival NBA, y solo vencería muy ocasionalmente. Y las simulaciones por ordenador, les dan aún menos posibilidades, de las muy pocas que yo ya les doy). Con Anthony Davis, un jugador espectacular del que ya hablamos y su unicejo liderando, y Kidd-Gilchrist, que nos lleva enamorando todo el año, y ya está segundo tras Davis en las previsiones del Draft, como el jugador que siempre aparece cuando más lo necesitan, el dinero más seguro en una apuesta iría con ellos.

Pero aún así, hay algún punto flaco en la armadura del acorazado UK. La juventud e inexperiencia, que todavía no ha pesado en este equipo lleno de frosh, pero podría hacerlo tal vez, es uno. Aunque como dirían Lenny y Carl, «Todo es relativo». Solo los jugadores de 2º año de los Wildcats, el increíble pero irregular tweener Terrence Jones, el anotador unidimensional Doron Lamb y el atlético Darius Miller tienen experencia a estas alturas del Torneo, ya que estuvieron el año pasado aquí. Otro problema es que Calipari, su entrenador, el mejor reclutador y el hombre que querías que dirigiera la carrera de tu hijo si vislumbras que puede dar el salto a la NBA, sigue siendo un mastuerzo con la pizarra. Y eso que sus Wildcats juegan el doble que lo hacían sus Nets de hace tiempo, los Nets no jugaban a nada, y estos no juegan a nada de nada. Pero van tan sobrados que no les hace falta. Y por último, atención a Marquis Teague, hermano de Jeff, el jugador de los Hawks, y una cabra loca de primer nivel. En partidos de alta tensión, habitualmente, la templanza y la ascendencia en la posición de base es la más necesaria, y Teague que es un portento atlético con el estilo y el descaro que recuerda a flashes a Francis o Marbury en campo abierto, se convierte en tu vecino del quinto en las jugadas a media cancha. Que sea capaz de ejecutar si L’ville (o Kansas/OSU en la final) frena la contra, y que no se vuelva más loco que Raymond Felton en un restaurante buffet tratando de llevar el partido al ritmo en el que él, y el resto de jugadores de Kentucky, en menos grado, pero también, se sienten cómodos serán factores clave para la victoria final del favorito.

Louisville, por su parte, con Rick 15 segundos Pitino, el pistolero más rápido del Este (sí, no hablamos de baloncesto, guiño, guiño) de vuelta en el finde más prestigioso, tienen la mejor defensa que se ha visto en todo el Torneo, y por estadística son el número 1 en este apartado en el país. Con Gorgui Dieng patrullando la pintura en defensa nivel Anthony Davis, el equipo ha ido poniendo las esposas y atando a la cama a equipo tras equipo. Empezaron con los New Mexico Lobos, con los que se encontraron en segunda ronda y que traían a uno de los jugadores más peligrosos a nivel universitario en Drew Gordon, pero les hicieron volverse con el rabo entre las piernas. A los Spartans de Michigan State que entraron como cuarto mejor equipo del país los dejaron en una puntuación ridícula e histórica: 44 puntos. Y tras permitir a los Florida Gators y a su futuro NBA Bradley Beal (otro que me encanta, y con el potencial de mandar en el trono de mejor anotador sin balón, como un híbrido de Ray Allen y Rip Hamilton, en la próxima década) anotar a placer en la primera mitad, con los ajustes de Pitino permitieron solo 8 puntos en los últimos 10 minutos.

Este equipo sabe como convertir un partido en una pelea de perros, y viene con la motivación y el momento necesarios, tras ganar el torneo de la conferencia Big East, el más molón de todos, que también dio la inercia necesaria al campeón del año pasado, UConn. Tal vez sean el rival con menos talento de los tres que le podían tocar a Kentucky, pero el más desagradable para ellos. Desde luego debería ser un partido con mucha más tensión que el encuentro que tuvieron con Baylor: Louisville no tendrá ningún jugador del potencial y el futuro de Perro Jones III o Quincy Miller, pero nadie volverá trotando a defender, y luego se apartará de todo contacto como hicieron los Osos del estado de Texas. Y Pitino, que a diferencia de Calipari, sabe lo que es ganar un título (precisamente con Kentucky en el ’96) es el favorito en el ajedrez de las X’s y las O’s.

La otra semifinal enfrenta, por primera vez en marzo, a los Buckeyes de Ohio State con los Jayhawks de Kansas, dos equipos que llegan como segundos cabezas de serie de su región tras superar a los número uno (Syracuse y North Carolina respectivamente) y con muchos parecidos entre ellos. Liderados desde la pintura por dos de los jugadores más fuertes de la Liga, Sullinger y Robinson, con un buen equilibrio entre ataque y defensa, y con una trayectoria similar en la que se han tomado noches de descanso aquí y allá y han ido perdiendo los partidos que Kentucky, Syracuse o UNC no se han permitido. Eliminatoria más igualada a priori, por tanto, y menos caldeada, pero con más papeletas de ser más entretenida y suelta por las mismas razones.

Ohio State llega más lejos que el año pasado, con un equipo peor, en mi opinión, pero más seguro y regular para un torneo de este tipo. Si el año pasado eran los Orlando Magic de la En-si-dábol-ei, con Jared Sullinger haciendo el papel de especimen físico que consigue lo que quiere cuando quiere en la pintura, rodeado de tiradores para hacerte pagar cuando lo doblas, este año son un equipo más compensado, que no ofrece una apuesta tan extrema, y por lo tanto son más fiables y regulares, ya que una mala noche de tiro de tus exteriores o los problemas que puede crear una obcecación transitoria de tu estrella te afectan mucho menos. Nadie ha sustitudo a Diebler o a Lighty, pero el sistema ya nos los hace imprescindibles.

En Kansas, aparte de Thomas Robinson, el único candidato a toser a Davis en la elección de Jugador del Año, y futuro ala-pívot de una de las peores franquicias de la NBA, os recomiendo que le echéis un ojo al que quizá haya sido el jugador más entretenido de ver en todo el año: Tyshawn Taylor, uno de esos de los que nacieron escoltas pero juegan de bases porque no les daban 2 petit-suisses cuando eran pequeños, y una demostración empírica de la Teoría del Caos. Si el aleteo de alas de una mariposa en China puede provocar un tornado en Texas, entonces en el vórtice que se comunica con el juego de Taylor debe haber cientos de colibrís copulando. Doggystyle.

Para la tranquilidad de los más fieles de Kansas, que sabían que algún oloroso regalo de Tyshawn, miembro selecto del club Truco o Trato de Tony Allen, se iban a comer durante el Torneo, parece que lo peor ya ha pasado: hizo un partido horrendo en el enfrentamiento del Sweet Sixteen contra North Carolina State (2/14 en tiros de campo, 2/5 en tiros libres, 5 pérdidas), y lleva cero de diecisiete (lo ponemos en número también, 0 de 17) tiros de tres, tras conectar a un ritmo del 43.5% durante la Temporada Regular, así que en el/los partido(s) que le quedan tiene que salir el Taylor bueno. O no. De todos modos, nosotros nos vemos animando al sábado para una final KU-UK, ya que el TeagueTaylor podría ser un duelo para guardarlo en DVD en Full HD. 150 puntos entre los dos, 50 pérdidas, un MVP compartido, un entrenador suicidándose en directo en la banda, lanzamiento de ropa interior cual corrida de toros de Jesulín, lanzamiento de monedas y mecheros cual pabellón balcánico, otro Katrina en New Orleans… Nada, absolutamente nada, sería imposible si estos dos juntan sus destinos en una misma cancha con un título en juego.

Así que ya sabéis en la madrugada del sábado al domingo, las semifinales; y a las 03:00 de la mañana del de la madrugada del lunes al martes, la Gran Final. El futuro ya está aquí. Y puede ser muy divertido.

El futuro ya está aquí

En diciembre de 1981 se enfrentaban Kentucky y North Carolina, poniendo en pista 17 jugadores que fueron elegidos en el Draft de la NBA, más otro más que miraba desde el banquillo. Estaban considerados el primer y el segundo mejor equipo del país en los rankings. Historia del Baloncesto.

Ayer, pudimos vivir un espectáculo similar, en el que KU y UNC se volvieron a encontrar, con dos equipos sosias de una franquicia NBA sobre el parqué, para el disfrute del aficionado.

Volvamos un momento al pasado. Las cifras de aquel partido del ’81, tienen en realidad, un poco de trampa. Desconozco si ha sido el partido que más futuros elegidos en el Draft de la NBA ha juntado en la Historia del baloncesto universitario, pero seguro que no ha sido el que más futuros profesionales tenía. De aquellos 17+1 jugadores, solo jugaron en la NBA 5 y el más 1. Los otros 12, fueron elegidos gracias al antiguo formato de Draft, que llegaba hasta 10 rondas en 1981, 7 de 1985 en adelante, y que desde 1989 pasó a ser de dos mangas. Evidentemente, este formato daba cabida a más jugadores, por lo que era más fácil hacer algo así en aquella época. De los que jugaron minutos ese día, solo Bo Lanter, que apenas jugó dos minutos, tiene el privilegio de no haber sido nombrado en la elección.

Pero entre los 6 jugadores que si llegaron a la NBA, veamos lo que había. Dirk Minniefield. Melvin Turpin. Sam Perkins. James Worthy. Sam Bowie, que fue el lesionado que no jugó. Y el hombre que fue elegido por debajo de él. Michael Jeffrey Jordan.

Y salvando el detalle de que dudo mucho que ayer viéramos a otro MJ, el UK-UNC 2011 puede ser aún más impresionante visto con el paso del tiempo. La Fábrica de Churros y Kentucky empezaron la temporada como 1 y 2 en las listas, al igual que lo estaban aquel 26 de diciembre, pero la derrota la semana pasada de UNC contra UNLV (Las Vegas), les ha hecho caer al 5, tomando Kentucky el liderazgo momentáneo, que prolongará además gracias a la importantísima y apretadísima victoria (72-73 fue el resultado final) que consiguieron ayer.

Pero lo impresionante no es la posición de los equipos, sino el talento reunido. Según la previsión de NBADraft.net, ayer vimos a 3 Top 10, 3 más Top 14 y otros 3 primeras rondas del próximo Draft, y un Top 10 y un segunda ronda en 2013. Según DraftExpress.com, 5 Top 10, otro Top 14, 2 más en primera ronda más otro en la segunda para este año, y 2 Top 10, otro primera ronda y otro jugador más en la segunda para el siguiente.

Si las previsiones más optimistas se cumplen, ayer vimos jugar a 13 futuras elecciones del Draft, 12 de ellas con contrato garantizado, por ser de primera ronda.

A la vista esta, que John Calipari, el mismo que estuvo 3 temporadas en los Nets, se ha convertido en el mejor (y más dudoso, por cierto) reclutador de la NCAA. Por sus manos han pasado estos últimos años dos de los tres últimos número 1 del Draft (Derrick Rose y John Wall), DeMarcus Cousins o Brandon Knight. Aunque tal vez dentro de unos años los libros borren todo lo que hagan los Wildcats este año, al igual que ha sucedió con el título de la Universidad de Memphis, los equipos que está poniendo en pista este hombre son de impresión. Aunque con tanta juventud luego es difícil que salgan ganadores del baile, entre otras cosas, porque además, juegan como sus viejos Nets, es decir a nada de nada, Calipari propone a los aficionados de Lexington un plan con el que nunca jamás se van a aburrir. Y lo de este año es tan increíble, que puede que incluso traiga victorias.

Roy Williams lo tiene más fácil. La tradición de La Fábrica de Churros, que siempre será la casa del más grande, unida a los campeonatos que ha conseguido el equipo en esta década, y al reconocimiento nacional que siempre reciben de los medios, como el contrapeso angelical de la malvada Duke, hacen que la Universidad de Chapel Hill se venda sola. Solo poner las siglas UNC encima de la mesa de un jugador de instituto basta para que la consideración a la causa sea desmedida.

Y así es como llegamos a esta locura.

Para empezar a contar lo de ayer, tenemos que empezar por Anthony Davis, para mí el candidato número 1 a número 1 del Draft ahora mismo. Venía de calzarle 8 tapones y coger 15 rebotes contra St.John, y ayer, aunque tuvo un partido flojo, acabó taponando el tiro que probablemente salvaguardaba la victoria de su equipo. Fíjense en la imagen a su izquierda, porque fue de ese momento. Impresionante.

Davis es un chico con pinta de alelado colegial y un prominente entrecejo, que en la era de vender zapatillas no debería durar mucho, a no ser que se lo quiera dejar como signo distintivo. Aún tremendamente frágil, con un cuerpo escuchimizado y cuasi anoréxico, tiene unos brazos eternos. Olvídense de otros especímenes que hayan visto antes, lo de AD es exagerado. En una época en la que parece que el ejército ya no quiere Capitanes América y está probando sin embargo con universitarios hasta conseguir el perfecto Plastic Man, Davis es el que mejor les ha salido.

Davis es todo lo que se supone que otro Anthony iba a ser, pero esta vez en serio. Todo lo bueno que hayan leído de Anthony Randolph, parece que lo tiene este chico. Un excelente taponador, buen reboteador, buena mano para finalizar, incluso tras contacto, muñeca en su sitio, y además con la agresividad que siempre le ha faltado a Magic… Aún puede pasar muchas cosas, y va a necesitar comer mucho para hacerse un hueco en la NBA. Pero lo que deja ver, es maravilloso, es un jugador que cuando está en la pista, aparece por todos lados.

Aunque esté jugando de pívot en este equipo, más por falta de efectivos que por otra cosa, parece imposible que pueda mantener la posición en la NBA, sobre todo por peso, pero el equipo que se lo lleve el año que viene tendrá entre sus manos a un auténtico playmaker en su posición de 4.

Después de Davis, los ojos quizá se dirijan a dos viejos conocidos: Harrison Barnes y Terrence Jones, uno de North Carolina, y el otro de Kentucky. Estos dos sophomores, se pasaron el año pasado en el Top 10 de las previsiones del Draft, e incluso ambos llegaron a pasar fugazmente por el número 1. Por los motivos que fueran (cierre patronal, mejorar el caché, volver a equipos cargadísimos para intentar un nuevo asalto al campeonato…) decidieron regresar a la Universidad, y nos los encontramos como el año pasado: elecciones tan seguras en la zona de Lotería, que parecen concursos amañados.

Los dos son aleros de brazos largos y grandes, un poco más Jones que Barnes, que podrían incluso tener minutos jugando de 4 (Terrence ya lo hace en Kentucky, de hecho). Anotan con facilidad, se pueden crear su propio tiro, buscan la línea y no son point-forwards, pero pasan suficientemente bien. Jones es más espectacular y explosivo, pero también más propenso a los errores, mientras que Barnes parece más consistente en general y más fluido y natural en su juego de ataque. También coge más rebotes y tapona más que Barnes, pero también es fruto de jugar más minutos como interior. Los dos deberían mejorar su concentración porque a veces tienden a irse de los partidos con bastante facilidad.

A Barnes le colocan en el Draft en la tercera o cuarta posición y a Jones en la novena o undécima, aunque a mí no me parece que ahora mismo haya tanta distancia entre ellos. De hecho, si tuviera que elegir ahora mismo me quedaría con Jones: está haciendo un comienzo de temporada mejor que el de Barnes para mi criterio, me parece que tiene un potencial más alto y parece que este verano ha mejorado su tiro de 3 ya que ha empezado el año muy bien. Barnes me parece más blandito, pero quizá sea un apuesta más segura.

Otro jugador de los que pudimos ver ayer, que particularmente me encanta es Michael Kidd-Gilchrist, aunque me preguntaba si no se equivocó eligiendo Kentucky. Él, que llevaba años peleándose con Austin Rivers, el hijo de Doc, que ha acabado en Duke, por ser considerado el número 1 de su promoción, ha tenido que ver como ahora, entre los jugadores que se han quedado un año más (a Barnes y a Jones le acompañan otros superclase como Jared Sullinger en Ohio State, Jeremy Lamb en Connecticut y Perry Jones en Baylor) y los de su promoción que les han adelantado por la derecha (Davis, el pívot de UConn Andre Drummond y otro jugador de Baylor, Quincy Miller) tiene difícil ser número 1 del Draft en un papel que reduce su protagonismo.

Además, estoy seguro que cuando le dio el sí a Calipari, contaba con que Jones ya no formaría parte del equipo, porque son dos jugadores que en teoría ocupan la misma posición y con unas herramientas muy similares. Pero ahora mismo está donde está y tiene que apechugar. Minutos tiene, porque le están haciendo jugar de titular junto a Jones, y el hombre los está aprovechando: ayer fue el máximo anotador y reboteador del partido (17 puntos y 11 rebotes).

De todos modos, aunque quizá el equipo no juega para él, como le sucedería en otros, ha tenido suerte de que haya habido un hueco en el puesto de ala-pívot, y que Jones lo esté cubriendo, porque su destino en la NBA es el de ser alero, posición a la que se tiene que acomodar, y en la que le viene de perlas jugar todo el tiempo este año, por lo que la decisión no ha sido mala en absoluto, después de todo.

El otro gran nombre de la lista, ayer pasó muy desapercibido: James McAdoo. El de North Carolina, sobrino del gran Bob, es ese jugador que está previsto que salga elegido muy arriba en el Draft de 2013 (DraftExpress lo coloca incluso como número 2) pero que ahora mismo juega detrás de Zeller y Henson en la rotación Tar-Heel. Ayer se cargó muy rápido de faltas en los 15 minutos que jugó y apenas pudimos ver nada, pero es de esos ala-pívot modernos con un refinadísimo juego ofensivo, que puede anotar desde cualquier lado, incluido el perímetro. Es de esperar que según avance la temporada y se vaya haciendo importante, logre estar más tiempo en la pista. Además, UNC juega con una rotación con solo 3 hombres altos, más algunos minutos de Barnes en el poste bajo, por lo que no tiene mucha más competencia a mayores.

Los otros dos hombres que completan el juego interior de North Carolina son Tyler Zeller (11 y 25 en los ránkings de DX y NBADraft, respectivamente) y John Henson (7 y 17 en las webs). Ambos son juniors, por lo que están entrando en su tercer año, y son el motivo de que North Carolina apareciera como favorita al principio de la temporada: mientras que Kentucky acumulaba 2 años de experiencia en su quinteto (solo Jones y Doron Lamb tenían, limitada por otra parte, experiencia), North Carolina reúne 8 temporadas entre sus 5 titulares, y no hay ningún novato entre ellos.

Ayer entre los dos juntaron 24 puntos, 16 rebotes y 4 tapones, e hicieron parecer mortal a Anthony Davis por primera vez desde que empezó la temporada. Zeller tiene talla de pívot NBA, y ahora mismo, tras Drummond es el mejor prospecto en la posición para el año que viene. Aunque por color, universidad y nombre la comparación evidente parezca ser la de Hansbrough, este Tyler es completamente opuesto: es bastante atlético, tiene el tamaño necesario para pegarse en la pintura, aunque usa mucho menos la fuerza y la mala leche que Psycho-T, defiende mejor que el ahora jugador de Indiana, pero por supuesto, no tiene su toque anotador cerca de la canasta.

John Henson por su parte es el reflejo en el espejo de Anthony Davis. De envergadura exponencial, y peso logarítmico (aunque este año ya parece otra cosa la verdad, apostaría a que ha ganado kilos) tienen juegos muy similares, pero a Henson le falta el deseo y la energía (y también un punto de suficiencia anotadora) que convierten a Davis en el deslumbrante jugador que es. La realidad es que con Zeller y Henson North Carolina tienen la altura necesaria en un juego interior, pero lo podrían pasar mal con un equipo más físico, algo que Kentucky tampoco puede ser por falta de altura y peso.

North Carolina cierra el quinteto titular con Kendall Marshall, un base de segundo año que nuestras dos webs de referencia colocan en el provisional número 21 para el año que viene, y que no podría ser más perfecto para juntar con otros jugadores de gran nivel, por su completa falta de egoísmo, Marshall es un base con mentalidad de pasar primero, segundo y después, y puede hacerse un sitio en la NBA en equipos que piensen en él como complemento de un base esquizofrénico y anotador. No le veo yo ahora mismo como mucho más que un reserva capaz de bajar las revoluciones de un partido y repartir la pelota en la NBA, pero con ese papel reducido de excelente asistente creo que se haría querer.

Los 3 jugadores que cierran la rotación de North Carolina probablemente no llegarían a la Liga hasta 2013: P.J.Hairston (Nº10 en DX para ese año) y Reggie Bullock (proyectado en primera ronda también), escoltas ambos, son los dos jugadores que junto a McAdoo salen desde el banquillo, y veremos más de ellos si Kendall Marshall se anima con la Liga el año que viene. Dexter Strickland es el otro junior del equipo, lo cual le viene bien para ser titular, pero su proyección es la más limitada del grupo. Con el hándicap de ser un combo guard, algo poco apetecible en el Draft, lo normal sería que agotara su eligibilidad, que jugara el año que viene completando el ciclo colegial, y entrar al Draft entonces como posible segunda ronda.

Terminamos ya analizando los dos jugadores que nos faltan para cerrar el quinteto de Kentucky y la lista de 13 futuribles NBA. Marquis Teague y Doron Lamb son el backcourt de KU, y para NBADraft están más cerca de serlo también en la NBA que para Draft Express. Mientras que la primera página los coloca 9 y 14 ahora mismo en sus previsiones, DX piensa que acabarán en torno al 19 y al 40… y yo visto lo visto, me inclino por lo segundo.

Quizá sea por todo el protagonismo que les roban Davis, Jones y Kidd-Gilchrist pero el perímetro es desde luego lo que menos impresiona de Kentucky. Marquis Teague, hermano de Jeff, el jugador de Atlanta, es un base atlético y agresivo, que tiene en la penetración su mejor arma, ya sea para tratar de anotar, o de doblar la bola a alguno de sus compañeros, pero yo ahora mismo lo veo fuera de control y desadaptado al ritmo NCAA. En la primera parte del partido ante a Kansas perdió la pelota en 5 ocasiones, y en todas por su mala interpretación de la situación. Ayer protegió bien el balón, pero le costó mucho finalizar cerca de la canasta, y falló un tiro libre en los últimos segundos que hubiera ahorrado angustia a su equipo. Su cuerpo y su capacidad atlética están ya preparadas para dar el salto a la NBA, su potencial es muy grande, pero lo veo como la mayor incógnita en cuanto a juego de todo el grupo, es muy difícil gestionar su estilo bien.

Si Davis o Henson podrían tener problemas por el peso o Jones, Barnes y Kidd-Gilchrist con la posición, Teague no tiene que preocuparse en ese aspecto, pero tiene que trabajar muchísimo en la toma de decisiones para ser un jugador decisivo.

Por su parte, Doron Lamb (ninguna relación con Jeremy, el corderito de UConn) será el clásico microondas en la Liga, y no tengo ninguna duda de que anotará, donde quiera que vaya (tal vez, incluso Europa). Ayer hizo sus 14 puntitos, con un 58.3% en TS% y ha empezado la temporada donde dejó la anterior: como uno de los anotadores más unidimensionales y eficientes del país. Con Lamb la situación está clara, y jugará igual sea donde sea: mirando al aro. Por eso, más te vale poner talento a su alrededor, porque no es tan bueno como para ser el epicentro del ataque, si se lo cree acabará coagulando la circulación… y si le puedes esconder un poco en defensa mejor. Si te puedes permitir esto, tienes un anotador seguro y eficaz.

Así que ya sabes, ahora ya no tienes excusa si te encuentras con un partido de North Carolina y Kentucky delante, échale un ojo a todos estos fenómenos. Y después del espectáculo que dieron ayer, no nos importaría nada que en marzo se volvieran a encontrar… aunque muchos de ellos pueden pasarse la carrera entera viéndose las caras.