Avance de temporada 2013-2014: New York Knicks

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Cuando un equipo decepciona en Playoffs y luego no se refuerza con nadie ilusionante, tendemos a descartarlo el año siguiente y ver su candidatura como menor, entre otros que sí cumplieron y lucen pujantes, o aquellos que han añadido savia nueva. Tras leer artículos, predicciones, tuits y demás parafernalia, los Knicks despiertan poco entusiasmo y es frecuente verlos situados en la quinta posición del Este, con 5-10 victorias menos que el año anterior.

Es verdad que el Este parece más fuerte este año, pero esta línea de razonamiento ha fallado en los últimos años con equipos como Dallas, San Antonio o Boston. Para descartar a un equipo que el año pasado ha estado muy bien y al que regresan casi todos los jugadores importantes, es mejor tener una buenísima razón. Y con New York, ¿la habrá? Kidd, Novak y Copeland fuera, Bargnani, World Peace y Udrih dentro, y sobre el papel, los Knicks no pueden lucir mal.

  • Radiografía de los Knicks

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Bipolaridad

Los Knicks fueron un equipo de dos caras y llevadas tan al extremo que a veces parece difícil que estemos hablando de la misma franquicia. Fueron el equipo que más posesiones acabaron con un aclarado y el segundo que menos asistencias dio. Por el otro lado, son el tercer equipo con más tiros tras pase y el que menos balones pierde. Entre unas cosas y otras, lideraron también la Liga en triples intentados en general y frontales. Individualidad a tope y juego en equipo a la vez.

Conociendo las personalidades de los jugadores importantes (Melo, JR o Felton por un lado, Kidd, Prigioni o Chandler por el otro), es más sencillo entender que exista semejante bicefalia. Lo que es fascinante es que hayan podido coexistir y llevar al grupo a ser el tercer mejor ataque de la Liga la temporada pasada, y el segundo equipo en el Este, por encima de, por ejemplo, Indiana.

Este año vuelve el equipo casi intacto, ya que de los ocho jugadores con 1.000 minutos (vamos a incluir a Shumpert que se nos quedaba fuera con 996), regresan 6, perdiendo sólo a Novak, un tirador acongojante que abre la pista pero no tiene ningún peso específico en cómo juega el equipo y a Jason Kidd, que enseñó sus 39 años claramente y fue el peor jugador NBA en Playoffs, pero… ¿y si fuera el bloque clave que mantenía en pie el Jenga?

Ese es el único miedo que me da esta plantilla. Cambiar a Kidd por Beno Udrih es una mejora en lo deportivo, pero con la salida de Jason se desequilibran el Yin y el Yang, sale el liderazgo del vestuario por la puerta, y entra la nueva encarnación de Ron Artest por la ventana. La identidad de este equipo era que tenía dos, y ahora, Venom se estará comiendo a Spiderman.

Buen caso de estudio va a ser este equipo en cómo afecta el liderazgo a un grupo de élite.

  • La plenitud de Melo

Ha costado lo suyo, pero las abalanzas a Carmelo Anthony ya han llegado a un nivel casi unánime, y es reconocido como una estrella legítima en sus mejores años. El mayor anotador el curso pasado, está un peldaño por debajo en eficiencia ante monstruos como LeBron o Durant, pero su 56% en tiro verdadero con un porcentaje de utilización tan descomunal como fue su 35%, sólo lo han mejorado King, Gervin, Jordan, T-Mac y Wade. Cuando tuvieron una carga de trabajo en ese rango, por ejemplo, KobeIverson, o Wilkins, su eficiencia fue inferior a la de Melo.

Por fin jugó de ala-pívot (un 72% del tiempo), e incluso de pívot, en los quintetos ultra-pequeños de New York, y su producción cuando jugó de 4 fue mejor, en lo personal, y en lo colectivo, ya que el equipo también era superior en 2 puntos por 100 posesiones con Anthony de ala-pívot que con él de alero. No es que su juego cambie mucho en función de la posición, ya que sigue utilizando la línea de 3, la media distancia y el juego de espaldas con una frecuencia parecida. Postea más, eso sí, (y frente a oponentes más grandes que en el pasado), aunque ha conseguido un mayor porcentaje de sus puntos desde el triple, y menos desde la pintura y de tiros libres que en el año anterior. Teniendo en cuenta que puede ser puesto en ambas posiciones del pick’n’rollCarmelo Anthony es para mí el mejor jugador en esta jugada en la Liga ahora mismo como anotador (LeBron le ganaría si incluimos pases a los compañeros, Harden si sólo tenemos en cuenta al bloqueado) y este año volvió a recuperar el acierto en las suspensiones que había perdido en su complicado año anterior.

La gracia de colocar a Anthony de 4 no está en que le convierta en mejor jugador o le acerque a la canasta: lo que cambia es el equipo. Permite a New York poner un tirador más en la pista, ensanchar el campo, y freír al rival desde el perímetro: con Melo de alero, jamás habrían superado el récord de triples en una temporada. Pierden un poco en defensa, pero el balance es extremadamente positivo. Este año, con las llegadas de World Peace y Bargnani, dos jugadores que pueden tirar de tres y defender cuatros (el italiano, molestar, más bien), es muy posible que juegue más en su posición original, por decir algo. Porque lo que importa no es tanto quién coge a quién y cómo clasificarle, sino tener cuatro triplistas (por lo menos) en cancha en todo momento.

Aunque esté en el momento más dulce de su carrera, Melo no tiene otra opción que seguir tirando de los Knicks. Porque si a este equipo le superan los Bulls, Pacers y Nets en el Este, volverá el rún-rún. Los odiadores profesionales están calladitos, pero todavía no han entregado las armas.

  • Otra vez muy profundos

Los Knicks vuelven a tener una rotación larguísima, algo que necesitan por la veteranía de alguna de sus piezas, el estado de salud de otras (qué pena, Amar’e), y la falta de defensa aquí y allá. Lo malo es cuando todo el mundo está listo, y tienes 11-12 hombres que merecen minutos. Woodson, un entrenador de esos que dicen de jugadores, supo navegar muy bien en la situación el año pasado, y hemos de confiar en él de nuevo para esta.

Pocos equipos cambiaron tantísimo como los Knicks, y viendo el reparto de minutos se observan muchas cosas curiosas. Por ejemplo, nadie jugó los 82 partidos, y su jugador con más minutos, no fue titular en ningún encuentro, mientras que un total de 15 hombres salieron de inicio alguna vez. New York fue un Mr.Potato (no sé cómo se nos ha podido ocurrir está comparación con un equipo entrenado por Woodson), que cada día tenía alguna pieza diferente al anterior, pero que siempre lució presentable.

De todos modos, esa profundidad, parece algo descompensada a priori. La situación del perímetro va a ser un polvorín, con 6 hombres, para en principio 2 puestos (y algo de propina cuando los Knicks pongan al equipo super pequeño): Felton, Shumpert, Smith, Prigioni, Udrih y su elección de primera ronda del Draft, Tim Hardaway Jr. (fíjate si el destino es juguetón, que el hijo de Mr.Crossover tuvo que acabar en New York). Es un grupo más o menos joven (sólo Prigioni, que está fresco tras años en Europa se sale del rango de edad típico), y Shumpert ya debería estar al 100% tras su terrible lesión, así que cuando se junten todos, alguien no va a estar contento con la situación. Pero las lesiones ocurren, y por lo pronto, JR no estará presumiblemente al inicio de temporada (y por lo pronto se tiene que perder 5 partidos de sanción a mayores), por culpa de esa misteriosa lesión que no conocimos hasta después de firmar su contrato. En los próximos días tendremos alguna noticia más de cuándo estará disponible, pero así es como se solucionan los atascos en una rotación.

El frontcourt sí que es algo más frágil. Woodson ha declarado que no tendrá un quinteto fijo ni mucho menos, pero es posible imaginar a World Peace, Anthony y Chandler de inicio con Stoudemire (limitado a unos 20 minutos por partido, y eso cuando esté), Bargnani y Martin desde el banquillo. Al inicio de la temporada Kenyon cumple 36, Metta 34, y Amar’e unos 31 que parecen 40. Aquí sí que será muy difícil verlos a todos a la vez, e incluso es posible que tengan que tirar de los Cole Aldrich o Jeremy Tyler cuando se agolpen los veteranos en la enfermería. Pero de entrada es un grupo con bastantes opciones, anotación en todo momento, banquillo incluido, y con algo más de tamaño que el grupo del año pasado.

Mike, tu turno, que hay trabajo…

  • Los grandes manzanos

Todo el mundo ama a Raymond, y él a quien quiere es a New York. Felton ya ha decidido que sólo juega bien y se pone en forma allí. También, de todos los modelos que tenía para elegir, y todo lo que podía haber sido, quizá por afinidad entre Tar Heels, se quedó con Kenny Smith. Pero él sin anillos, de momento. A esta edad fue más o menos cuando los ganó The Jet, pero el Jordan de esta época no se ha retirado, ni parece que estos Knicks estén en la posición de capitalizar algo así como aquellos Rockets. A JR le mola el rollo aún más, disfruta de cada restaurante y cada club llegando todo feliz en su Gurkha F5. No tendría tanta gracia pasear por Milwaukee como si fuera Ahmadineyad.

Lo mejor que les podía pasar era acabar en un equipo en el que les dieran luz verde, que no tuviera miedo de aprovechar su inconsciencia. Al fin y al cabo, cuando les firmas un contrato, sabes lo que te van a dar, y el siguiente paso debería ser el pensar cómo les vas a aprovechar, no preparar la lista de cosas que les mandarán de vuelta al banquillo en cuanto las hagan. No puedes cambiar a Felton, menos a JR Smith, disfrútalos, a su juego y su carisma, o abandona.

Lo cierto es que aunque JR Smith sea el más popular, también por todas sus andanzas fuera del Garden, reconozco que casi me hace más gracia Felton. Seguramente tiene peor selección que Melo y JR aún, y eso que entiende mejor que ninguno de ellos el concepto de eficiencia: prácticamente sólo lanza de tres, o cerquita del aro, con la ocasional suspensión a los lados de la línea de tiro libre, cuando recoge el bote tras bloqueo directo. Tiene prácticamente la distribución de tiro alabada en Harden, pero en su caso es un rollo tróspido, con un porcentaje de tiro verdadero 10 puntazos por debajo del de barbita, e inferior a la media.

Los dos tiraron mucho, y metieron por debajo de lo esperado. Cinco como ellos, y el equipo está fuera de Playoffs. Pero la amenaza que suponen para el equipo rival obliga a estirar las defensas como ningún otro equipo hace en la Liga (LeBron en Miami, o Parker en San Antonio, más bien las encogen), y el resto de jugadores se aprovechan de la expansión.

Son un magnífico ejemplo de estos Knicks, en los que la temeridad acaba teniendo, de algún modo, recompensa.

  •  La defensa, hacia abajo

Tras ser el Mejor Jugador Defensivo en el año 2012, Tyson Chandler se perdió 16 partidos y jugó con molestias muchos otros, y la defensa de los Knicks cayó de la 5ª posición a la 16ª, pese a que no perdieron ningún defensor interior (menos minutos de Stoudemire, en lo que no es precisamente su mejor cualidad).

Los Knicks en defensa fueron la imagen en el espejo de su ataque, si este estuviera además dado la vuelta. Les atacaron mucho (y de manera muy efectiva) mediante aclarados, lo que despierta la pregunta sobre si fueron los Knicks los que contagiaban a los rivales o viceversa, y recibieron una gran cantidad de triples frontales. Cambiaban mucho en los bloqueos y lanzaban a menudo dos-contra-uno, pero una cierta falta de comunicación, y esquemas más sofisticados de lo habitual (rotaciones en un orden diferente al estándar) convertían la propuesta de Woodson en un doble o nada que a menudo acababa con un tiro rival solitario.

También es inevitable sacrificar la defensa al sacar un equipo más pequeño, y estos Knicks lo hicieron a varios niveles: utilizando dos bases una gran cantidad del tiempo, y colocando a Melo de ala-pívot, o incluso de 5. Este año, alguno de los refuerzos ayudarán a la tarea (World Peace todavía tiene impacto, Udrih puede defender escoltas si JR se pierde más tiempo del esperado y siguen utilizando dos bases, esperamos a un Shumpert sano), pero la mejora tendrá que venir con un nuevo cambio en las reglas y la vuelta al nivel de Chandler, una pieza clave en este equipo.

Tras Melo, quizá la que más.

  • Shumpert Alert

Shumpert se perfila como más que posible titular y jugador destinado a recibir muchos minutos en el perímetro de los Knicks este año, pero es fácil utilizar las estadísticas grupales sin contexto para reducir su aparente valor.

Con él en pista, los Knicks eran 0.3 puntos mejores que su rival, y sin él, 6.7, una diferencia de 6.4  en su contra, que es la mayor del equipo. El +/- ajustado y normalizado también lo compara muy desfavorablemente con el resto del perímetro neoyorquino. Cuando juegan con los mismos 4 compañeros, el equipo es 11 puntos por 100 posesiones mejor si está JR Smith, 13 si estaba Jason Kidd o 14 con Ronnie Brewer, las comparaciones con más de 1000 jugadas en común.

Sacar números de quintetos tiene mucho menos poder significativo, por el constante jugueteo de Woodson: ningún grupo en New York contabiliza más de 269 minutos en pista por lo que estamos haciendo comparaciones en base a una muestra muy pequeña, pero los tres más repetidos incluyen a Felton, Kidd, Melo y Chandler, junto a un escolta, y es el quinteto de Shumpert, con un -6.5, el peor valorado (el excelente +26.9 con JR Smith es surrealista, y demuestra cómo estas muestras se van de madre a veces).

Los números de equipo cuentan la historia de que los Knicks eran peores en ataque cuando él estaba en pista, y por tanto, en general. En defensa, reconocen su valor, pero algo no cuadra en el otro lado del campo con él.

Y aquí es cuando tiene que intervenir el contexto y la situación: tras salir de una rotura de los ligamentos de la rodilla, Iman Shumpert tuvo el segundo peor porcentaje cerca del aro, un paupérrimo (43.8%), justo debajo de otro hombre con idéntica lesión, Ricky Rubio. El acierto fue de menos a más, alcanzado niveles más parecidos a lo que vimos en su año de novato a finales de abril y en Playoffs, pero en conjunto, la falta de explosividad según se recuperaba de la lesión le convirtió en un lastre en ataque, y en un jugador fallón en las penetraciones, algo que con buena salud, no se volverá a repetir.

Es más, su segundo año en ataque fue muy positivo, ya que el cartel de incapaz como tirador que tenía colgado, se cayó de golpe. Metió el 40.2% de los triples (y un 42.9% en Playoffs), y si mantiene un porcentaje por encima del 38%, se convertirá en un legítimo jugador 3D, de esos que justifican su tiempo en pista con defensa y el tiro justo y necesario. Además, puede atacar el aro en línea recta (de nuevo, queremos creer que lo del año pasado es un problema puntual por la lesión), algo que otros jugadores 3D, más limitados atléticamente no pueden hacer, añadiendo una dimensión más a sus posibilidades como secundario.

Shumpert sigue intentando ser un playmaker incluso, y se presentó a la Summer League a probar de base, pero esto ya es tensar la cuerda. Es magnífico que intente mejorar todo lo posible, y lo que añada a su repertorio a mayores nunca será malo, pero los Knicks actuales necesitan más que consolide las mejoras en tiro la pasada temporada, antes que el desarrollo de un juego tras bote o en la media distancia, de lo que ya van sobrados.

  • Esperanza con Bargnani

Los Knicks estuvieron agresivos, pese a que su situación respecto al tope salarial les daba muy pocas opciones de mejora, y se trajeron de Toronto a Andrea Bargnani, el pívot que no defiende ni rebotea, y que está más a gusto cuanto más lejos se encuentre de la canasta. En primer lugar, no olvidéis esa regla no escrita de no convertir en proscrito a un jugador hasta que no lleve un par de cambios de aires. Y en segundo, en el peor de los casos, Bargnani siempre puede sustituir a Steve Novak. Y aunque cobre el triple, que más os dará a vosotros, que no lo pagáis.

Bargnani cuesta a su equipo 2 puntos por 100 posesiones en defensa según el RAPM, y es el segundo jugador de la Liga de más de 2.08 que menos rebotes coge. Sólo un 7.6% de tiros fallados mientras él está en pista caen en sus manos, lo que da que pensar si todos ellos no llegan ahí de casualidad. Pero el primero en la lista es precisamente Novak, que sólo acorrala el 5.4%, y en defensa costó 3 puntos por 100 jugadas a los Knicks.

Steve es mejor tirador (43.4% a lo largo de su carrera frente al 36.1% de Bargnani, tirando casi el doble por minuto), pero sólo sabe hacer eso, mientras que el italiano puede ponerla en el suelo ante una defensa a la desesperada y dejar al defensor volar mientras pasa por su lado, por lo que los defensores le tiene que respetarle lo mismo, o incluso más. Si no consiguen nada mejor de él, puede cumplir en el papel de ensanchador de campo que le ha dado 20 minutos por partido a Novak en New York.

¿Pero si por cualquier motivo vuelve el jugador de hace un par de años, el de antes de las lesiones, y ayuda a Stoudemire para que entre los dos le proporcionen a los Knicks un anotador interior desde el banquillo? ¿O si con él los Knicks pueden hacer más grande el quinteto titular, devolver a Melo al puesto de 3, y hacerlo sin perder una gota de tiro? Total, a los Knicks sólo les ha costado dinero.

  • Unas palabras para Priggie Smalls

Dudábamos mucho el año pasado que un Pablo Prigioni, al que la gente no veía marcando diferencias en la ACB, pudiera ser relevante a estas alturas en la NBA, pero el pase extra, que hacía contagioso y extensible al equipo, casi un 40% desde el triple e incontables (es un decir) robos de cartera en los saques en línea de fondo del equipo rival, le convirtieron en un favorito para los fans del Madison, que no se cortaron en corear su nombre a final de temporada.

Este año ha decidido continuar su aventura, y los Knicks saben que tienen en él un reserva de garantías para el puesto de base, aunque la llegada de Udrih puede recortar sus minutos. Pase lo que pase, su historia el año pasado fue bonita, y parecía ser la nueva versión del cuento de la Cenicienta en New York, que ya vivimos no hace mucho con Jeremy Lin. Este sí tendrá una segunda parte.

PO Desde El Sofá (V): Circulen, no hay nada que ver

Anoche nos pusimos con el duelo del Garden, el Knicks-Heat, y nos arrepentimos. Menudo pestiñote. Una ensalada de aclarados mal ejecutados con reducción a la pérdida continua. Un chuletón de tiros dudosos y jugadas descuidadas. Y ni siquiera fue un partido físico. No fue cosa de buena defensa especialmente, solo tuvimos mal ataque. Y encima, tras pasar los tres primeros cuartos igualados, no tuvimos ni emoción al final.

Sabíamos que Miami y New York eran dos equipos muy astrocéntricos, y con Amar’e Stoudemire haciendo un santicañizares, Chris Bosh al que todavía le tiraban los puntos después del parto continuo en el que vive instalado este hombre, y LeBron James con un flojísimo partido y problemas de faltas, la cosa se puso muy fea, muy rápido. Algo así como Sam Cassell corriendo a toda velocidad. Y los que quedaron, Anthony y Wade, flojos en general para su nivel por tener que tirar del carro, pese a la gema ocasional.

Hasta la afición del MSG, estuvo bien flojita. Cuando el viento iba a favor, fueron ruidosos, molestos e incluso se permitieron iniciar varias veces el cántico de «Asshole!» para LeBron James (Stay classy, New York). Pero dejaron que el equipo tirará de ellos, en vez de ser al contrario, y fueron rápidos en sucumbir al desaliento cuando Miami encadenaba rachas.

Al final, Miami ganó bien, tras una salida rabiosa de LeBron al parqué en el último cuarto en el que metió 17 (sus números finales, salvo por las pérdidas, de ensueño otra vez), y los triples claves de Chalmers para mandar la ventaja por encima de la docena, que mató el partido a falta de unos pocos minutos. Si los Knicks no fueron capaces de sacar un partido adelante ante un equipo descuidado en el que James no estuvo mucho rato en pista, no vamos a hablar ya de pasar a la segunda ronda, evitar la barrida (que sería el tercer 0-4 consecutivo tras el del año pasado y el de 2004) es un objetivo que parece inalcanzable.

Busquen en YouTube un mate de J.R. Smith, y un tapón (mal pitado como falta) de LeBron a Carmelo, lo único molón de la noche. Y circulen, que aquí no hay nada que ver.

Desmontando a Lin

Vaya por delante que me encantaría que Jeremy Lin se convierta en una estrella en la Liga. Me fascinan las historias de currantes, esas con un punto de perdedor (si es que a alguien que ha ido a Harvard se le puede catalogar de tal cosa), las que encabezan artículos y párrafos con un «contra todo pronóstico», las de dormir en sillones o en aeropuertos. Si bien a veces en esta era 2.0 en la que las noticias y las reacciones llegan por todos lados, tanto bombo puede saturar un poco, y yo estoy un poco aburrido de tanto Lin para allá, Lin para acá, la histeria tenderá a remitir y nada me gustaría más que Jeremy sobreviera a todo esto.

Pero uno, que es un poco escéptico, bastante rabelesiano, y amante, más de los números que de la luna cuando cae la medianoche, no puede parar de ver los astéricos en las actuaciones del taiwanés nacido en California, en vez de sentarse y simplemente disfrutar del espectáculo.

Empezamos por lo bueno, que lo hay: Jeremy Lin indiscutiblemente tiene nivel para jugar en la NBA. Poniéndole todos los peros que se quiera, está produciendo, cosa que mucha gente que también recibe minutos y oportunidad para tirar, no está haciendo. Y con Lin, New York, una franquicia que estaba desangelada, gana partidos. Desde que empezó la locura con los 25 puntos a New Jersey, los Knicks han encadenado 7 consecutivos ganando. En Toronto incluso, con él metiendo la canasta de la victoria. Aunque no mantenga los 24.4 puntos y 9.1 asistencias que promedia en este periodo mágico, que le pondrían en territorio MVP directamente, si se estabilizara en torno al 18/8 estaría metido de lleno en la conversación del All-Star… ya para el año que viene. Y no para darle pases a Shumpert en el concurso de mates, precisamente.

Ver jugar a Jeremy Lin además es muy divertido. Lo hace sin miedo, con agresividad, penetrando constantemente, dividiendo los dos contra uno como solo los mejores lo hacen, algo que es buena señal para su futuro. En la NBA moderna es importantísimo que el base ataque la canasta: puede crear mejores y más fáciles asistencias y si logra ir a la línea, estará ante el tiro más eficiente con el que se puede acabar una posesión después de un mate. Los mejores bases lo hacen. Durante estos 7 partidos, Lin promedia 8 tiros libres intentados por partido lo que le pondría 4º en la Liga por detrás de Howard, Durant y Love. Su 71.4% de acierto, aunque mejorable, no está mal. La receta para ganar, la sabe.

Es tremendamente inteligente, y a diferencia del resto de bases que tienen en New York, sabe ejecutar e interpretar perfectamente los bloqueos y continuación, algo que le va a venir muy bien a los Knicks, que tienen al que quizá sea, el mejor hombre alto en la Liga en esta situación, Amar’e Stoudemire, y otro de los más infravalorados en este aspecto, Tyson Chandler, que aunque no aporte el componente del tiro a media distancia, pone una presencia y envergadura a las pantallas como muy poquitos pueden hacer, finaliza bien cerca del aro, y mete sus tiros libres. Aunque la vuelta de Amar’e conlleve una pequeña bajada en los números de anotación de Lin, deberían aumentar sus asistencias (en los dos partidos con Stoudemire, 11 y 13 asistencias, nuevos récords personales) y la eficiencia del ataque de New York. Amar’e hará mejor a Lin y al equipo. ‘Melo… ya veremos.

Y hablando de compañeros, otro minipunto para Lin por la compañía con la que ha tenido que trabajar. A Steve Novak también lo han cortado dos veces, a Jared Jeffries también le cortaron los Rockets, Mike Bibby fue cortado por viejales, Bill Walker fue relleno en el traspaso del alguacilillo Nate Robinson y Landry Fields es una segunda ronda del Draft. El talento no sobraba, y él ha hecho lo que tenía que hacer.

Una vez que hemos comentado lo que nos gusta y por qué creemos que Lin tiene futuro en la Liga… vamos con los palitos. Los números de Jeremy Lin están algo… inflados. El sistema D’Antoni le permite acabar un volumen de posesiones comparable a los mejores jugadores de la Liga. Su porcentaje de uso esta temporada es del 31.1%. Sexto en la Liga por detrás de Kobe, Westbrook, James, Anthony y Durant. Y si pudiéramos aislar la estadística para estos últimos 7 partidos, creo que adelantaría a algunos de estos jugadores para ponerse al nivel de Kobe… o superarlo.

Es decir, Lin finaliza muchísimas jugadas con su tiro, con un pase, o con una pérdida, (de las que luego hablaremos y juega muchos minutos a un buen ritmo). Es decir, tiene más oportunidades de generar números. Para entender, y poder comparar la producción de un jugador, es importante ligarla al número de oportunidades que tiene. Es el mismo motivo por el cual la temporada anotadora de LeBron es mucho mejor que la de Kobe aunque Bryant anote casi un punto más por partido: hay una diferencia de 4.5 tiros por partido. En el caso de Lin, si comparamos los números con los bases que irán al All-Star, vemos lo siguiente:

Jugador Nº de posesiones/partido que acaban en tiro, asistencia o pérdida
Jeremy Lin 35.5
Deron Williams 32.3
Russell Westbrook 31.2
Derrick Rose 30.3
Tony Parker 28.6
Chris Paul 26.6
Steve Nash 25.6

Es decir, y con el ejemplo más extremo, Lin finaliza 10 posesiones por partido más que Nash, un 40%, y más que muchos otros bases de la Liga. Si le dieran de 5 a 10 oportunidades más por partido para tirar o pasar, y eligiéramos las mejores rachas (suponiendo que esta es la mejor racha de Lin) muchos bases de nivel medio se acercarían a la producción de Lin. Un ejemplo bastante cercano: José Manuel Calderón. En sus últimos 4 partidos está promediando 22 puntos y 10 asistencias utilizando 27.4 posesiones por partido (11.1/8.8 en 20.8 posesiones finalizadas en promedio en el total en la temporada, 15 menos que Lin en su semana fantástica). En muchos casos, más de los que nos creemos, aparecen rachas muy buenas de jugadores por 5~7 partidos, y el aumento de producción es lineal con el de las oportunidades.

Ahora, si vemos el número de posesiones con resultado negativo (tiro fallado o pérdida), Lin también lidera la tabla, pero le han alcanzado Westbrook y Williams, que no son tan eficientes como el resto de sus compañeros en el All-Star.

Jugador Nº de posesiones/partido que acaban en tiro fallado o pérdida
Jeremy Lin 14.9
Russell Westbrook 14.9
Deron Williams 14.6
Derrick Rose 12.5
Tony Parker 11.6
Chris Paul 9.2
Steve Nash 8.3

Además, durante estos 7 partidos ha perdido el balón 5.3 veces por partido, por encima del 4.4 con el que lidera la Liga Westbrook. De seguir así, pulverizaría el récord de la Liga que puso Pistol Pete Maravich con 5 en cada encuentro en el ’78, primer año que se empezaron a registrar oficialmente. Obviamente, al igual que esperamos que los números positivos, los puntos y las asistencias, vayan regresando a la media, sobre todo porque el número de jugadas finalizadas por él tenderá a bajar, también el número de pérdidas debería de ir disminuyendo.

Y en cuanto a los resultados del equipo, los Knicks llevan 7 partidos ganados… con un calendario muy muy favorable. Han ganado a 4 de los 7 peores equipos de la Liga. Solo han ganado a un equipo que lleve más victorias que derrotas, los Lakers, que además, fuera de casa están entre los 10 peores de la Liga, llevando un registro de 5-10. Solo han jugado dos veces en el segundo partido de un back-to-back (contra Minnesota y Sacramento) mientras que 4 de estos 7 rivales se han enfrentado a ellos en la segunda noche de dos partidos consecutivos (Nets y Lakers además de los Wolves y Kings).

Está claro que esos partidos hay que ganarlos, tampoco queremos restar mérito gratuitamente. El jugador de segundo año ha ayudado a llevar a los Knicks a la victoria todas esas noches, y hay que estar ahí, pero hay que entender que su racha ha llegado en el que probablemente sea el periodo con el calendario más favorable para los Knickerbockers en todo el año.

Mañana viernes juegan contra los Hornets, el segundo peor equipo de la Liga por lo que la fiesta debería continuar, pero el domingo los Knicks en general, no solo el base, tienen un gran reto en Dallas, con un equipo que descansa el sábado.

Deseamos que Jeremy Lin siga soñando despierto, y sería bueno tanto como los aficionados como para la Liga, haber descubierto una nueva estrella… pero no son Lingotes de oro todo lo que reluce.

(A ver si pensabais que os ibais a librar del juego de palabras).

Sé lo que hicisteis el primer mes

Como ya te hemos hablado aquí en alguna ocasión hay estadísticas que nos permiten conocer de un vistazo la eficiencia de un jugador cuando la posesión acaba con un tiro suyo. El Verdadero Porcentaje de Tiro o TS% en inglés, es la estadística que aglutina todos los porcentajes de tiro de un jugador, desde las tres diferentes zonas de anotación (triple, tiro de dos, y tiro libre) para dar una cifra que vendría ser el porcentaje de veces que un jugador anota dos puntos por cada posesión que acaba en él.

En el siguiente gráfico (pincha en él si quieres verlo ampliado) hemos recogido el TS% de los 25 jugadores que más puntos por partido anotan en la Liga (cifras a día 23 de enero). Al mismo tiempo, hemos trazado dos líneas, una es la regresión lineal de los puntos de la gráfica para el Top 25 de anotadores (negra) y otra la regresión lineal de los valores de toda la Liga en conjunto (verde). La regresión lineal es la recta que mejor se ajusta al conjunto de valores dado, vendría a ser (simplificando bastante) una media de todos los valores. La cosa no es tan sencilla, pero si nos sirve para indicar una tendencia.

Para mí este gráfico señala claramente a cuatro jugadores, y explica en parte tres situaciones.

Empezamos por la situación en New York, donde tanto Carmelo Anthony como Amar’e Stoudemire están entre los 25 mayores anotadores… pero con una eficiencia muy bajo par. Quizá sería buena idea (y esto además se vio ayer) contar en alguna jugada con Tyson Chandler cuyo TS% de .762 (y ayer se cascó un 9 de 10 en tiros de campo que aumentará este promedio) es segundo en la Liga solo por detrás de un Manu Ginobili que apenas ha jugado 5 partidos y está a punto de cumplir con los requisitos para salir de esta lista (usamos como criterio tener una proyección de 500 minutos jugados al final de temporada).

Evidentemente si Tyson Chandler tiene esta eficiencia es porque anota solo lo que puede meter (mayormente mates o palmeos tras rebote ofensivo), y tal vez es una cantidad un poco inflada que regresará a la media, pero no estaría mal (y de nuevo, ayer se vio) buscarle un poquito. Aunque su eficiencia se redujera en torno al 0.6, si el balón pasara un poco más por sus manos, esta cifra todavía lo colocaría entre los más eficaces en la Liga. Además, a diferencia de otros hombres altos por los que prefieres no pasar balones por si los llevan a la línea, Chandler lleva dos años anotando un 73% de sus tiros libres, y esa cifra ha subido al 82% este año, el que más está tirando en su carrera.

Solo Chandler, y Landry Fields por un pelo, están por encima de la recta de regresión lineal que hemos marcado en la comparativa, entre los 6 jugadores con más minutos en la Gran Manzana. Los Knicks son el segundo equipo que más acaba los bloqueos y continuación con el jugador bloqueado (en un 78.82% acaba con tiro del que lleva la pelota), solo por detrás de los Thunder. Esto no debería ser un problema por sistema, pero sí que lo es cuando los puntos por posesión del bloqueado en este tipo de jugadas son un 0.82 en media, y los del bloqueador un 1.16, 5ª mejor marca en la Liga. Aunque hay mucho por ajustar en unos Knicks en los que claramente lo que falla es el ataque, empezar por ejecutar mejor el pick’n’roll, y contar más con los hombres altos, parece un comienzo.

Ahora vamos a los Lakers, ya que está gráfica señala también a Kobe Bryant. En números absolutos la verdad que Kobe no está tan mal: en la lista de los 25 máximos anotadores su TS% está por la mitad, anotando 10-12 puntos por partido más de algunos jugadores que salen, lo cual es una gran diferencia. Pero la Mamba Negra acaba con tiro 28.4 posesiones por partido por las 14.5 de Bynum y 14.4 de Gasol, es decir, Kobe acaba la jugada el doble de veces que dos compañeros que son más eficientes que él. Aunque el resto de Lakers no estén para tirar cohetes (Kobe es 4º en eficiencia en el equipo, solo Matt Barnes y las dos torres mejoran lo que él hace) no podemos evitar pensar que el equipo Lacustre estaría mejor con un reparto diferente de los tiros en el equipo. Pero me temo que eso es predicar al viento.

Otro de los señalados en esta lista es Monta Ellis. Su 0.51 de TS% es el peor desde su año de rookie (sin contar la temporada 2008/2009 que se lesionó de gravedad) y 10º de todo el equipo, pero le vamos a dar un pequeño pase por tirarse las zapatillas sin lograr ser eficiente (22.7 posesiones por partido), por la lesión de Steph Curry que solo ha podido jugar 7 de los 15 partidos de los Warriors esta temporada, y porque está haciendo las cosas bien: está yendo a la línea más que nunca en su carrera (6.3 veces por partido, y eso que el ritmo de los Warriors este año ha bajado) y el descenso en su TS% se debe a que no está encontrando el acierto en los tiros de 3.

Eso sí, lo que es inadmisible, es que el día que volvió Curry, el pasado viernes frente a Indiana, que además lo hizo sin miedo a tirar (Steph se jugó 15 posesiones, en contraste con las 12.6 que promedió los 5 primeros partidos de la temporada), Ellis no se cortó un pelo y finalizó con su tiro 22 posesiones, prácticamente igual a su media. En el siguiente partido, el enfrentamiento del lunes contra Memphis, solo utilizó 13 posesiones y el equilibrio óptimo probablemente esté en torno a las 17-18 en su caso. La situación de los Warriors mejorará en cuanto encuentren la manera de encajar a Curry, eficiente donde los haya, y si Ellis tiene la suerte de recuperar su toque desde el triple. Si no lo hace, sus tiros deberían redistribuirse inmediatamente.

Y para acabar, vamos hablar de Miami pero esta vez en un tono más positivo. Empezando por LeBron James: solo en 10 ocasiones un jugador ha anotado más de 28 puntos por partido con más de un 0.61 TS%, y nadie lo hace desde Karl Malone en el año 1990. La lista solo incluye a 6 jugadores: Malone, Jordan, Bird, Barkley, Vandeweghe y el criminalmente infravalorado Adrian Dantley que lo hizo en 5 ocasiones. Su compañero Chris Bosh también está entre los mejores de este Top 25, y otros compañeros como James Jones, Mike Miller o Mario Chalmers son aún más eficientes con los poco puntos que anotan. Todo perfecto.

El único lunar es un Wade que antes de perderse partidos por lesión, acababa 19.9 posesiones por partido pese a no estar en forma. También le vamos a dar un pase por la lesión, y porque su problema también tiene diagnóstico: cuando vuelva necesita ir más a la línea y allí anotar mejor: sus registros en ambos aspectos son los peores en su carrera, y si regresara a su media subiría su TS% al 0.52, todavía algo lejos de su mejor nivel, pero un paso en buena dirección.

Mis picks para el All-Star


Pau Gasol: Su inicio de temporada ha sido brutal, incluso se le metió en la carrera del MVP, ahora ya con la entrada de Bynum, sus números han bajado, pero no deja de ser un año brutal para el de Lakers.
Dirk Nowitzki: Nadie esperaba que los Mavs estuvieran haciendo lo que están haciendo y mucho de eso es gracias a Robin Hood.
Kobe Bryant: Está en modo diesel, moderándose mucho, pero sigue siendo el mejor.
Manu Ginobili: Podríamos aplicar la misma historia que con Dirk, los Spurs es el mejor equipo de la NBA y todo por ese cambio de juego, el más beneficiado, Manudo!
Emeka Okafor: El lamentable sistema de puestos para el All-Star ha hecho que la lista de pivots del Oeste para elegir sea lamentable, así que con Okafor quiero dar mis respetos al brutal inicio de temporada que tuvieron Hornets.

Amaré Stoudemire: Ahora mismo para mi el MVP de la liga y gran valedor del resurgir de los Knicks.
LeBron James: Empezó mal, bueno regular, pero ahora mismo parece que ha encontrado su hueco en los Heat.
Derrick Rose: La lesión de Boozer hizo que se tuviera que tirar el equipo a la espalda y ahora con Boozer está disfrutando todavía más. Sin duda el mejor base del este.
Dwyane Wade: Los Heat son su equipo y en cada partido demuestra quien es el que manda.
Dwight Howard: Aunque carente de muchos movimientos que por cierto sí tiene Gasol, Howard es dominante y sin duda el mejor pivot del este.

Repasando 2010

Un año que se acaba y es hora de repasar un poco lo que han dado de si estos 12 meses que estamos a punto de finiquitar.

El año empezaba con la cita que por febrero reúne a casi todas las estrellas de la NBA, el All-Star, esta vez con un marco incomparable, como es el Cowboys Stadium de Dallas, un estadio de NFL, cubierto y con capacidad para más de 100 mil personas, que entre otras cosas tiene una de las pantallas más grandes que hay sobre la tierra.

El All-Star fue un poco lo que viene siendo años atrás, ni fu ni fa, con pinceladas… El concurso de mates fue el más aburrido en mucho tiempo, así como el de triples, lo mejor de los concursos fue Nash en el Skills.

El All-Star Game, ante más de 100 mil personas fue un partido más interesante de lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de partidos. Con un Deron Williams mega motivado en el oeste y con un Wade que llevó a la victoria al este… aunque Melo tuvo el triple para ir a la prorroga…

Febrero también nos dejaban el traspaso que mandaba a McGrady a los Knicks, su vuelta fue todo un acontecimiento y se vio a un T-Mac con ganas… lástima que sólo fuera un espejismo.

En abril y justo antes de los PO, veíamos el mejor partido de toda la temporada, en un brutal 140-139 entre los Jazz y los Thunder, donde el duelo Deron Williams vs Kevin Durant fue antológico.

Antes de empezar los PO, Don Nelson se convertía en el entrenador con más victorias de la liga, algo digno de mencionar y más cuando Nelson era el entrenador de los Warriors…

Llegaron los PO y el este era un poco mentira con una primera ronda más que evitable y con los Lakers pasándolo muy mal contra unos Thunder sin nada que perder. En el Este los Cavs se daban un batacazo mayúsculo frente a unos Celtics que empezaban a creerselo.

Llegamos al punto máximo de la temporada, con una final de los 80, Lakers-Celtics. Vivimos una final brutal, a 7 partidos, donde hubo de todo y donde habría que revivir los 7 partidos para volver a disfrutar.

El séptimo partido dio el 16o anillo a los Lakers, en un partido que aunque carente de mucha calidad, vivió unos momentos finales cardiacos que pasarán a la historia de la NBA.

Llegaba la post-season, y lo más comentado era sin duda dónde iba a ir LeBron James. El bueno de James decidió irse a los Heat, junto a Bosh y Wade en una de las decisiones más comentadas y polémicas en muchos años. En este mismo verano, John Wall era el no.1 del Draft y se iba hacia Washington DC, mientras que los Knicks decidían tirar de Amaré Stoudemire para intentar volver a los PO.

Empezaba la liga no hace muchos meses y los Hornets fue una de las grandes sorpresas de principios de temporada, con un Chris Paul a un nivel brutal, con un equipo que sorprendía a todos. Mientras los Heat no era ese equipo que iba a quedar 82-0 según mucha gente.

El año se acaba, con los Spurs como grandes dominadores en el Oeste, con un equipo sano y con una nueva forma de jugar, mucho más alegre en ataque donde Ginobilli es la clave en el equipo de Popovich. En el Este, Boston sigue dominando, aunque habrá que ver ahora que tal se mueven con Garnett lesionado y Rondo aún fuera. Por otra parte los Magic después de los trades son aún una incógnita, mientras que Heat empieza a engrasar la máquina, una máquina cuyo conductor es Wade.

Se va el 2010, pero sin parar esta misma noche, mientras por aquí estemos con uvas y especiales de nochevieja, en la NBA la liga no para, con partidos esta misma noche y mañana,… y pasado… y al otro…y al otro…

Feliz año!

Los 15 mejores mates ‘In Your Face’ del 2010

15.- Nene Hilario vs Ronny Turiaf

14.- Eric Gordon vs James Anderson

13.- JJ Hickson vs Dwyane Wade

12.- Carlos Boozer vs Udonis Haslem

11.- DeMar DeRozan vs Tyrus Thomas

10.- James Harden vs JJ Hickson

9.- Billy Walker vs Andrew Bogut

8.- Russell Westbrook vs Shane Battier

7.- Derrick Rose vs Goran Dragic

6.- Blake Griffin vs Danilo Gallinari

5.-JR Smith vs Gary Neal

4.- Marcus Thorton vs Gerald Wallace

3.- Andrew Bogut vs Glen Davis

2.- Amaré Stoudemire vs Anthony Tolliver

1.- Blake Griffin vs Timofey Mozgov

Retorciendo los números (II)

  • Pau Gasol (19.6/11.4) ha tenido un bache anotador que le ha sacado por poco de la lista de jugadores promediando un 20/10 en la que quedan Kevin Love (20.5/15.6), Dwight Howard (21.5/12.0) y Blake Griffin (20.3/11.9). De conseguir un 20/10 al final de temporada, Blake sería el 29° rookie en hacerlo en la historia de la NBA y la ABA, el primero en 11 años desde el 20.1/10.0 de Elton Brand en la temporada 99/00.
  • En la victoria del domingo ante los Nuggets, Amar’e Stoudemire metió 30 puntos por octavo partido consecutivo, récord de la franquicia neoyorquina. Si siguiera así podría amenazar la mejor racha reciente, los 16 partidos de Kobe Bryant entre enero y febrero de 2003. Me imagino que de aquí al récord de Wilt Chamberlain, 65 partidos del 4 de noviembre de 1961 al 22 de febrero de 1962, ya tendríamos tiempo de hablar.
  • Josh Smith tenía un porcentaje de 0.266 en lanzamientos desde la línea de 3 durante su carrera. En su tercera temporada llegó incluso a promediar más de 2 tiros por partido. Alguien, con buen criterio, le emplazó la temporada pasada a no volver a tirar triples, y solo lanzó 7. Y esta temporada, alguien con mejor criterio aún le he pedido que vuelva a tirarlos: lleva 17 de 38 un 0.447 de acierto y es el 18° octavo jugador con mejor porcentaje. ¿Los mejores? Mike Bibby y DeShawn Stevenson con un 0.536.
  • Aunque Kevin Love esté siendo el mejor reboteador con diferencia de la Liga por partido (15.6, el segundo Bogut con 12.2) no es el que más rebotes coge percentualmente. El TRB%, una estadística que estima el porcentaje de los rebotes disponibles que un jugador ha cogido, la lidera Reggie Evans, que se queda con el 26.4% de los balones que repele el aro. Love con 24.6% es el segundo, y Marcus Camby con 23.1% el tercero.
  • Nunca un equipo de Phil Jackson que haya perdido 4 partidos seguidos en una temporada como los Lakers hicieron del 26 de noviembre al 1 de diciembre ante Utah, Indiana, Memphis y Houston ha ganado el título. Equipos no entrenados por Phil, sí que lo han hecho, los últimos, los Miami Heat de 2006 que perdieron 4 en diciembre contra Denver, Los Angeles (Clippers), San Antonio, y de nuevo Denver.
  • La velocidad a la que juegan los equipos se mide con el Pace Factor o Factor de Ritmo, que cuenta el número de posesiones en un partido de estos equipos en 48 minutos. Los equipos con más ritmo son los Wolves (97.7), Nuggets (96.5) y Knicks (96.4). Los que menos, Blazers (88.5), Pistons (89.1) y Nets (89.2).
  • Desde 1987 el jugador que más partidos de su carrera ha jugado sin llegar en ninguno a los 10 rebotes ha sido Steve Kerr, 910 partidos de Liga Regular y 128 de Play-Off sin llegar a los 10. Entre los jugadores en activo, Jason Williams, el base de los Magic, es el líder. En sus 774 partidos de Liga Regular y 67 de Play-Off, ha llegado a 9 rebotes tres veces, pero nunca a la decena.
  • Como ya comentamos aquí, George Karl llegó esta semana a las 1000 victorias en Temporada Regular, uniéndose a Don Nelson (1335), Lenny Wilkens (1332), Pat Riley (1210), Jerry Sloan (1207), Phil Jackson (1115) y Larry Brown (1097). Su porcentaje de victorias (0.595) es el cuarto del grupo, por detrás de Jackson (0.705), Riley (0.636) y Sloan (0.605) y por delante de Brown (0.549), Nelson (0.557) y Wilkens (0.536). Los próximos entrenadores en activo en la lista son son Rick Adelman (911), Gregg Popovich (756) y Flip Saunders (619). Adelman llegará lo más seguro en la 2012-2013 si mantiene el trabajo, ya que solo necesita promediar 33 partidos ganados durante estos tres años, pero podría incluso ser la temporada que viene si promedia 49 partidos ganados durante esta y la siguiente campaña.
  • Otro que se hizo milenario esta semana fue Tim Duncan. 1000 partidos de Liga Regular para él, 998 como titular. La lista de jugadores en activo con más partidos la lidera Jason Kidd con 1210 y Duncan es el décimo, tras Shaquille O’Neal, Kevin Garnett, Juwan Howard, Derek Fisher, Ray Allen, Kobe Bryant, Steve Nash y Joe Smith. El próximo en llegar a 1000 será Ben Wallace, que tiene 996. Eso sí, todavía están todos muy lejos de los 1611 partidos de Robert Parish que lideran la Historia de la Liga.