Por qué Pau Gasol no es un All Star

Tras quedarse a 360 votos (guiño guiño) de ser un All-Star, los (ayudantes de los) entrenadores de la NBA, tampoco eligieron a Pau Gasol entre los suplentes. Tres hombres altos (Paul Millsap, Andre Drummond y Chris Bosh) estarán en el banquillo en Toronto, y como imagináis, la decisión no ha sido bien acogida en el Reino de España, que se movilizó con el objetivo de convertir a Pau en All-Star, con una unidad que quizá sólo sea comparable en la historia de este país tan cainita a la que hubo para salvar a Nuria Fergó en la primera semana de Operación Triunfo.

Los análisis más racionales hablan de tongo, alguno se deja llevar un poco por la pasión, e insinúa que detrás de la decisión puede haber quizá un poco de racismo, mientras que los más creativos son capaces de encontrar motivos para la conspiranoia en cualquier lugar de la biografía de los jugadores elegidos. Lo que es plantear que quizá haya habido jugadores que hayan hecho hasta ahora una temporada ya no mejor, que no hace falta, sino, comparable, a la de Pau Gasol, pocos y parias.

Dejando la ironía aparcada, si Pau no es All-Star, es por muy poco. La distancia que separa las temporadas del grupo de los seis mejores hombres altos del Este (añado al ring a Al Horford y Kevin Love) es muy exigua. Y no muy lejos quedarían en méritos individuales tampoco, pese a sus equipos, Brook Lopez y Greg Monroe, y eso sin incluir a la sensación para los estadísticamente impresionables Hassan Whiteside, o el hecho de que Nicolas Batum o Jae Crowder también podían optar a esos puestos que la NBA abre a aquellas tres posiciones que abarcan con la palabra ‘frontcourt‘.

Por tanto, no entiendo la virulencia con la que se ha acogido la decisión, cuando es imposible construir una verdad irrefutable partiendo de que no ha habido tres mejores jugadores interiores que Pau esta temporada, ni de todo lo contrario. Lo que sí podemos, para quien quiera oír un argumento menos reconfortante que echar la culpa al empedrado, es tratar de entender qué han podido ver, o no ver, en Pau Gasol para hacerle semejante desplante. No se trata de restar méritos o de demostrar que no lo merece, porque eso no lo podríamos conseguir. Pero hay un factor que, por realidad o reputación, ha sido determinante.

Y es la defensa. Sí, ya sé que es 5º en tapones en la NBA (parafraseando a Daryl Morey, alguien decidió crear el boxscore, y ese alguien debería ser disparado), 4º en rebotes defensivos y es la última línea del equipo con la 6ª mejor defensa de la Liga. La defensa no parece así un punto flaco de Pau, ¡todo lo contrario! Debería ser otro argumento a favor, como su exquisito juego en cualquier poste, o la posibilidad de conectar un electrizante alley-oop con Jimmy Butler en cualquier momento del partido de las estrellas. Y creo que ha encajado fantásticamente en Chicago, y se siente cómodo, con un sistema que ayuda a sacar su mejor rendimiento. Gasol ha estado fantástico protegiendo el aro en acciones contenidas y muy activo tratando de ofrecer resistencia a cada tiro. Los números lo reflejan, Gasol no ha sido en el conjunto de la temporada una rémora: es posible que sea su mejor actuación en años.

Pero a sus 35 largos, y pese a la pericia acumulada, a Gasol le puedes buscar las cosquillas en algo que se está convirtiendo en imprescindible en la NBA que se está jugando en 2016: defender en movimiento, con los pies. Hemos hablado mucho durante estos últimos años de protección del aro, que es efectivamente interesante, pero con tanta acción ocurriendo a 7 metros de la canasta, y el baloncesto de 4 ó 5 jugadores exteriores estirando hasta la rotura la defensa Thibodeauniana, la mezcla de agilidad, resistencia, gracia e inteligencia para cubrir todo ese terreno y tener un impacto positivo, es clave. Este es el motivo por el que Whiteside, pese a taponar más que nadie hace peor a la defensa de Miami, y Noah y Marc, sin esos números tan aplastantes, han sido jugadores defensivos del año en el pasado reciente. Hace 3 años, Hibbert y Asik era lo que todo equipo andaba buscando, deidades de la verticalidad que valían su peso en oro. Una explosión de tiro y velocidad en la NBA los ha convertido en bloques de cemento inalineables.

Los problemas para defender en movimiento en un espacio abierto, más que la falta de protección del aro (o en algunos casos, unido a), son lo que aleja de mayor gloria y relevancia a otros candidatos al All-Star con unos méritos ofensivos similares a Pau, como Love, Monroe, Lopez o Vucevic. Y lo que está empujando prácticamente fuera de la Liga a jugadores con un pasado tan exitoso como David Lee, Zach Randolph o Carlos Boozer. En el momento que sus habilidades ofensivas, que todavía son superiores a las de muchos jugadores que les quitan el puesto, se ha ido acercando a la media, deja de compensar tenerlos en pista.

La mayoría de estos jugadores serían más que capaces de hacer un trabajo aceptable ante cuatros y cincos que jugaran de espaldas, y bases que raramente penetraran. Algunos tienen la suerte que el personal y cuerpo técnico del equipo que les rodea hace un trabajo brillante desactivando la velocidad para que puedan ser efectivos, y en todo caso, su propia habilidad ofensiva es superior a lo que conceden en el otro lado. Pero en los enfrentamientos ante los mejores y más preparados equipos, estas carencias se ponen de manifiesto: te da la sensación de que no podrías ganar cuando importa con ellos.

Tomemos como ejemplo el partido del pasado viernes frente a los Celtics. Emparejado con un pívot que habita buena parte del tiempo en el perímetro (Jared Sullinger), y con un base incisivo y rápido como Isaiah Thomas, Pau pasó posesiones y posesiones defensivas en tierra de nadie. Thomas se ha aprovechado de muchos hombres altos, no obstante, también es un All-Star con mucho merecimiento, y Stevens y los Celtics, una de las franquicias mejor organizadas de la Liga, llevan toda la temporada tendiendo trampas a los rivales, no ocurre sólo con Pau. Pero durante una noche pusieron en evidencia como se puede aprovechar su falta de velocidad. En jugadas como esta, Gasol no es capaz de ofrecer ninguna resistencia a la bandeja de Thomas, que no puede ser más fácil.

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Este es el tipo de partidos (me viene a la cabeza también el del día 26 de diciembre ante Dallas, en la segunda noche de un back-to-back a domicilio tras una actuación brillante en la victoria del día de Navidad en Oklahoma, o el 9 de enero en Atlanta) que hace que en los informes de los entrenadores visitantes, aparezca como objetivo atacar a Pau, sacarlo de la canasta, ir cuesta abajo contra él. Ese ayudante que tiene que votar en el All-Star a los jugadores para completar el banquillo viene de hacer la semana pasada un informe en el que pide a sus jugadores que pongan a Gasol en cuantos más y más lejanos bloqueos posibles mejor, mientras que al día siguiente da la orden de evitar a alguno de esos otros jugadores que sí fue elegido. Esas cosas acaban pesando en la percepción del jugador, y ante candidaturas parecidas, acaban inclinando la balanza.

Y Pau está siendo atacado: por los números de SportsVU nadie hace frente a más tiros por partido (10.5) cerca del aro que él, estadística que es un arma de doble filo, porque no sabemos qué lleva a ello, ¿cómo diferenciar a esos jugadores que están en el punto de mira constantemente del ataque, de aquellos que llegan a la acción aunque no estén invitados a estropear la fiesta? Eso sólo se puede hacer viendo los partidos, y observando lo que sucede, y creo que con Gasol estamos en el primer caso. Lo curioso es que en general, ir a por él, no está funcionando: tiene uno de los mejores porcentajes defendiendo cerca del aro, pero al tener que estar envuelto en tantas acciones, el equipo es vulnerable en los tableros. Pese a sus buenos números individuales, a los Bulls les cogen rebotes de ataque por encima de la media con Pau en pista.

Esta reputación de Pau es real, de hecho, y aunque yo lo crea injusto y exagerado, analistas NBA como Zach Lowe, Nate Duncan o Jonathan Tjarks, han propuesto más de una vez principio de temporada, con Chicago jugando un baloncesto muy templado, que los Bulls debían sacar a Pau con la segunda unidad, dándole más protagonismo como anotador, y descargándole de carga defensiva. El tiempo y las circunstancias les ha quitado parte de razón, pero sobre el papel, a principio de temporada, era fácil creer que la pareja interior más versátil de Chicago la podrían formar un Mirotic mejorado en su segundo año, y un Noah sano y recuperado de sus molestias. Ninguna de las dos premisas se ha cumplido, y con los dos fuera además ahora mismo, Gasol está siendo el mejor interior de los Bulls esta temporada, aunque los enfrentamientos más desfavorables le puedan hacer quedar mal en partidos puntuales.

Y si dejamos la defensa y su reputación, que creo que ha sido la principal desventaja para Pau en la mente de los votantes, hay que tener en cuenta que en ataque tampoco se ha destacado del resto. Chicago, pese a lo que se esperaba de Hoiberg ha decepcionado en ese aspecto, y de hecho, en cantidad de puntos por posesión y la eficiencia con la que estos se consiguen, hay mejores actuaciones en el Este que la de Pau.

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Hay más cosas en un ataque, por ejemplo, las asistencias, entre las que Pau está con los mejores, pero algo que Gasol no hace tan bien como muchos candidatos es abrir el campo con triples, algo que puede ayudar tanto o más a un equipo que la circulación de balón. Podríamos tirarnos toda la tarde ordenando datos, y cada vez saldríamos con un escalafón distinto, es el problema de comparar jugadores diferentes.

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El caso es que aunque sea igual de imposible y subjetivo elegir de manera conclusiva entre peras y manzanas, tampoco está garantizado asegurar que Gasol ha sido uno de los tres mejores hombres en altos en ataque en el Este en la temporada de 2016.

Y la coda final, saliéndonos de argumentos de puro juego, que se debería rebatir sola, pero veo que no: otra de las piruetas para desacreditar concretamente la elección de Bosh sobre Gasol, es preguntarse cómo va a tener Miami, sexto equipo a día de hoy en el Este, dos All-Star, mientras que los Bulls, terceros, se presentan en Toronto sólo con uno. La idea podría sonar bien hasta que te das cuenta que , a) la relación de proporcionalidad All-Star de un equipo y victorias no es exacta, no hay ni habrá nunca una regla para ello, b) Bosh no tiene la culpa que Wade, jugando peor y contribuyendo menos que él, ya fuese incluido por los fans como titular, c) los Bulls han ganado los mismos partidos que Miami para ocupar esa posición (aunque hayan perdido dos menos), y sólo 4 victorias les separan de la 10ª posición  que ocupan los Hornets; en el Este hay un gran empate técnico en esas plazas y las posiciones son circunstanciales, de hecho, por margen de victorias, Chicago sería séptimo, siendo adelantado por Celtics, Pacers y Hawks, justo encima de Miami, octavo y d) que, por ese criterio de registro de equipos ∝ número de All-Stars, estarían fuera los dos, y Kevin Love acompañaría a LeBron James, único elegido del mejor equipo del Este. Y a lo mejor hasta Al Horford, ya que los Hawks también estaban por encima cuando se cerraron las votaciones, con lo que ello supone de cara a esa inventada prioridad.

La cerveza X es tu favorita y la Y es una puta mierda (donde Y tiende a Cruzcampo) si les ves las etiquetas, pero si te las juntaran en una cata a ciegas con otras 10 del mismo estilo, acabarías escogiendo cada vez es una distinta, posiblemente alguna vez, hasta aquella que dices odiar. Aquí pasa un poco lo mismo, entre un grupo como el propuesto antes no hay respuesta mala. Todos tienen sus fortalezas y sus debilidades, sus luces y sombras, y una producción parecida plasmada en los números de toda la vida. Para mí sólo sería «intocable» Paul Millsap, que se ha distanciado del grupo con un juego al que no encuentras puntos débiles, y creo que Bosh, con el plus que le da ser el candidato que más alterna con diferencia y éxito las dos posiciones interiores, también ha estado un peldañito por encima de la competencia. Pero sí creo que la temporada de Pau ha sido superior a un Drummond que vive de la locura de sus cifras reboteadoras, y no me parece ni siquiera el jugador con más méritos de su propio equipo. Por otro lado, Love y Horford han hecho para mí tantos méritos como Gasol, y me costaría mucho otorgar entre ellos esa tercera plaza de hombre alto en el Este.

El caso es que Pau está fuera del All-Star, pero no ha sido ninguna injusticia, hay más gente con méritos similares que plazas se otorgan. Si Gasol estuviera dentro, alguien con tan buenas credenciales como él se habría quedado fuera. Así es la vida, ahora uno elige si la va a pasar llorando o mirándole a las ojitos.

Nuestros All-Star 2015

Como viene siendo habitual por estas fechas, el gran y super entendido equipo de La Crónica Desde El Sofá hace sus picks de cara al próximo All-Star de NYC y como siempre, os vamos a explicar el por qué de cada pick:

Mario Maruenda

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Empecemos por lo fácil: ninguna duda con los guards. Chris Paul, Damian Lillard, Russell Westbrook (con menos partidos) y John Wall han jugado a un nivel de titular All-Star, pero los 4 elegidos han estado simplemente un punto más arriba en lo que llevamos de campaña.

Luego en el frontcourt hay tres elecciones aún más claras, que me parece que deberían ser unánimes: Davis, Marc y LeBron. Para rellenar los tres últimos huecos es donde ya toca dar explicaciones.

En primer lugar, el último alero-pívot del Oeste. Con el MVP habiéndose perdido chopocientos partidos, la puerta se abre. Cousins perdió su oportunidad cuando su meningitis encendió la mecha que hizo explotar todo en Sacramento, y pese a las opciones sentimentales (Duncan, sobre todo, y Dirk), para mí esto está entre LaMarcus Aldridge y Blake Griffin. Es que es, básicamente, un empate. LMA está reboteando más, pero sin DeAndre Jordan no sabemos si mejor; Blake pasando mucho más, y esto sí que estoy seguro que lo hace mejor. Así que desempate, para Griffin. Y en última instancia, me apetece más verlo a él.

Y para cerrar el frontcourt del Este, pensé que Pau era un fijo, y sólo tendría que decidir entre Carmelo Anthony y Paul Millsap, o lo que es lo mismo, excelencia individual, o premio al servicio al colectivo. Al fin y a la postre, Melo está haciendo la misma temporada que siempre, con menos ayuda que nunca. Y sí, Atlanta es el primer equipo en el Este y no puede perder un partido, y los Knicks son el peor equipo de la Liga, INCLUSO POR DEBAJO DE LOS P#@%S SIXERS. Pero la recompensa a eso es la mejor de todas, que son las victorias, y esto se trata de elegir al que creas mejor desde el punto de vista erótico-festivo, y no estoy preparado todavía para elegir a Paul Millsap antes que a Melo.

Pero aquí viene la segunda parte, echando un vistazo más a fondo a la temporada de Millsap… ¿es peor que la de Pau? Yo no lo hubiera dicho, pero si hacéis el experimento con una mentalidad abierta la cosa está mucho más cerca de lo que parece. Pau está siendo un titán en defensa cerca del aro, y con eso y su habilidad para crear también para sus compañeros, además de la reputación acumulada, debería bastar para marcar la diferencia. Pero Millsap es importante en defensa a su manera, siendo mucho más versátil, uno de los jugadores que más tiros defienden de la Liga. Impone menos, pero aparece en más partes. Y como pasador, nunca podrá hacer las mismas cosas que Gasol. Pero su continua participación en el juego, solidaridad y el perfecto espaciado de Atlanta, le dan la oportunidad de acabar produciendo tanto o más que Pau en este aspecto.

Como cualquier día de estos mandan a Melo a descansar la rodilla el resto de la temporada, me podría haber lavado las manos y no haber tenido que elegir en semejante empate técnico. O incluso podría haber invitado a Chris Bosh a la fiesta, que no viene muy atrás, y convencido como estoy de no dejar que me influya el equipo para elegir al individuo, lo he descartado muy alegremente, cuando no ha sido peor que los Pau(l)’s. Pero amiguitos, tengo un Warriors-Thunder pendiente para ver, y ya he perdido demasiado tiempo con esta historia, así que así se queda.

P.D: Me voy a meter un poco en el fango-ficción. Aunque reconozco que le ha sentado bien el parón navideño, ¿votarían los entrenadores a Kobe si no fuera titular? Salvo complicados trapicheos, al All-Star van 6 exteriores como mucho. Curry, Harden, Lillard, Paul y Westbrook para mí son cinco fijos fijísimos, incluso con el tiempo que Russ ha estado fuera, y aunque los entrenadores votan cosas muy raras, no creo que ni el mayor fan-boy de Kobe pueda decir sin reírse que ha estado mejor que cualquiera de ellos. Y la competencia por ese sexto y último puesto sería con Klay Thompson, Mike Conley y Monta Ellis. Mucha tela que cortar, y sólo tenemos las tijeras que regalaban con el Nesquik a mano. Es lo que tiene que haya que hacer sitio a 10 All-Star tranquilamente en la posición en el Oeste, y eso sin entrar en Tony Parker (que está un poco a lo de siempre), los bases de Phoenix, Rondo o Lawson, y estirando ya el chicle, Wes Matthews y Danny Green. Coño, si es que hasta Jrue Holiday está haciendo más o menos lo mismo que cuando fue All-Star (en el Este). Menuda locura.

David Chanzá

All Star 2015

Como así lo quiere la NBA, empiezo por el Oeste y por el orden que los he elegido dentro del Ballot.

Me voy a por Anthony Davis, el hecho de que haya sido el más cogido en las Fantasys y que para muchos GMs sería la primera pieza con la que montar una franquicia, sólo ha hecho que los ‘temores’ de su temporadón se hayan visto acrecentados. Está haciendo unos números brutales, pero ya no es sólo eso, verlo en pista es una auténtica gozada…y lo mejor es la edad que tiene y todo lo que está por llegar. Pick fijo.

El Otro Gasol (o el bueno) es un candidato al MVP. Punto y final. Su temporada en Grizzlies es como ese jugador que hace 2 años ganó el Jugador Defensivo del año y que ahora lo que está creciendo y creciendo a una velocidad imparable. ZBo ha aceptado su rol y eso aún beneficia más a un Gasol que está suelto como él sólo en ataque y con ganas de probar y hacer cosas. Pick fijo de nuevo.

BOOOOOOGIEEEEEE!!! Sí amiguitos, DeMarcus Cousins es titular en mi All-Star!!! Su temporada es de traca y además se siente dominador…y pocas cosas son más buenas para un jugador que se sienta con ganas y con confianza para hacer cosas, ese es D-Bogie ahora mismo. Cierto que el tema del entrenador de Kings ha sido algo raro…y que no deja de ser Cousins y sus cosas, pero canastos! BOOOOOOOOOGIEEEEEEEEE!!!! (Mención aquí más que especial a LaMarcus Aldridge que se queda a las puertas de entrar).

Todos queremos el pendrive de James Harden y desde aquí lo pongo en el All-Star para ver si hay suerte y consigo el pen. Candidato casi no.1 al MVP, la temporada de Harden está siendo brutal. Además, creo que por el tema de su ‘defensa’ parece que se está medianamente esmerando en este aspecto, con lo cual, pues oye, un poquito más a su jugonismo. Pick fijo.

Y el último puesto del oeste va para el jugador más NBA JAM de toda la liga, Steph Curry. Este ha sido un pick fijo casi desde el día 1 de la temporada, pero además la temporada de Warriors con su batuta (ojo al papel de distribución que está haciendo Curry este año con Kerr) hacen que su elección sea mucho más clara.

Sí…he sido fuerte y no he pillado a Kobe

Nos vamos al Este y siguiendo el orden, CuLeBron James está dentro. Vale que Cavs no está siendo todo lo chachi pilongui que todo el mundo esperaba, pero no vamos a negar que es lo mejorcito y si no fuera por él, los Cavs serían algo así como unos Magic o alguna cosa similar (vale…igual me he pasado, pero vamos).

Like a Bosh!!! Sinceramente pensaba en verano que el atraco a mano armada que había hecho el bueno de Chris con el nuevo contrato en Heat había sido de los históricos, pero oye, no! Este Bosh se parece mucho más a ese jugador protagonista en Toronto que a la tercera pieza del Big Three… así que LIKE A BOSH!

Gasol, el otro Gasol o el Gasol bueno…no se ya como llamarlo, pero vamos Pau Gasol va a volver al All-Star. Dudábamos un poco en verano como iba a encajar en el sistema de Thibs, pero la verdad es que el Sant Boi está rindiendo de una forma sobresaliente en su nueva franquicia. Cierto que el hecho de la falta de jugadores en su posición en el Este hace que su llamada al All-Star sea algo casi de sí o sí.

Cada año que pasa John Wall va creciendo a pasos agigantados. Este año, zapatillas nuevas incluidas, no ha sido diferente. El base de los Wizards es un All-Star y como tal está jugando en este inicio de temporada, así que su llamada por parte del Staff croniquil era algo que hasta él esperaría.

La temporada pasada ya se quedó a las puertas de entrar. De hecho todo el mundo habló de que su ausencia era un gran fallo por parte de los entrenadores, que son los encargados de elegir a los suplentes, pero Kyle Lowry irá este año a NYC fijo que sí. Raptors es uno de los equipos yeye de la liga, lo tienen todo y encima un base jugón de esos que nos molan.

PO Desde El Sofá (XXII): Cerrado por derribo

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Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

Decía Jay-Z en ‘D.O.A.’: «This ain’t a number one record, this is practically assault with a deadly weapon», y lo mismo podríamos decir de este partido. Miami borró a Indiana temprano, sin esperar a que pusieran las calles, y por fin pueden respirar tranquilos, certificando que la hegemonía en el Este la mantiene el equipo más al sur.

No es que la versión irregular de los Pacers que ha llegado a Playoffs diera en algún momento la impresión de poder aguantar una serie completa poniendo buena cara, pero hasta el rabo todo es toro, y los mimbres que tan difíciles le han puesto las cosas en otras ocasiones, ahí están. Pero sin continuidad, Indiana se va al hoyo con más preguntas que respuestas, pese a quedarse a dos meros partidos del pase a las Finales.

Como ya dijimos, esto se acabó muy pronto, y de manera muy expeditiva. Vogel colocaba a Stephenson sobre LeBron desde el principio, y este siguió con la provocación innecesaria, el toqueteo a destiempo, y la poca deportividad, que esta vez no funcionaron (si es que alguna vez lo han hecho). Al menos, Lance era el único que producía algo en ataque, donde la peor versión de los Pacers no era capaz de crear separación, generar movimiento, ni plantarse en la pintura, y con tan poquitas ideas, quedaban a merced de acertar los más complicados y defendidos tiros. George lo hizo en la segunda mitad del pasado partido, Stephenson al comienzo de este, pero esa estrategia suele tener una esperanza de vida corta.

Conocemos ya demasiado a los Pacers como para saber que el problema es endémico, pero por supuesto, también hay que reconocer los méritos de Miami. Cuando Indiana logró por fin hilvanar una preciosa jugada de movimiento e inversión del balón por todo el perímetro, Miami llegó justo a tiempo en el último suspiro en todas las rotaciones, forzando una pérdida por agotar los 24 segundos de posesión. Las caras de George y Vogel en ese momento eran reveladoras: si aun cuando hacemos lo que tenemos que hacer, estos tíos nos desactivan…

Miami por su parte, se lo tomó con calma. No hicieron lo que pide el cuerpo con el emparejamiento favorable en altura, y siguieron buscando a LeBron en posiciones lejanas al aro, en lugar de forzar su juego de espaldas, que seguramente habría tenido a Hibbert como invitado sorpresa en la cueva. Abriendo el campo con el resto de jugadores más allá del triple en la zona débil, LeBron se enfrentó a Stephenson de frente, con bote, para poder ver de dónde soplaba el viento. Tardó Miami unas pocas posesiones en buscar la grieta, pero cuando lo hicieron, ya con Allen o Birdman en pista, golpearon mucho y rápido, y la pared se vino abajo dejando escombros para el resto del encuentro.

Y por si acaso, Bosh limpió los restos, gustándose ante un equipo ya pensando en bajarse en las Bermudas. No había llegado el descanso, y ya estaba el punto final puesto. El Este más feo de la última década ya ha sido tomado por el único equipo que quedaba dominante, y esto supone un respiro para todos.

El día 5 empiezan las Finales, a las que Miami llega sin ventaja de campo, pero con más reposo que nunca. Disfrutad.

Sofi del día: ¡ODEN! Su debut en Playoffs con Miami fue gracias al tiempo de la basura… pero fue, ¿no?

 

PO Desde El Sofá (XIX): Like a…

Like a Bosh!

Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

Después de un fin de semana sin partidos de PO y de que ayer entre unas cosas y otras no pudieramos escribir la crónica del día, volvemos hoy a repasar como están desarrollándose las finales de conferencia, yendo de nuevo a South Beach, para ver como los Heat casi finiquitan a unos Pacers que… eso, los Pacers.

Bosh. Chris Bosh. Ese jugador extraño, ese jugador que muchas veces se ha infravalorado y el cual siempre ha sido el 3er espada de Heat. Ese jugador que llevaba haciendo unas finales de conferencia más bien discretitas, por ser algo amable y buscar un término no censurable, ayer tuvo su partido y ya desde el inicio lo dejó bien claro. Él fu el encargado de meter enseguida al equipo de Miami con una renta, no muy larga, pero medianamente cómoda para que los playeros hagan lo mejor que saben hacer, y es defender y dejarse llevar.

Siendo la diferencia del marcador casi siempre de 1 dígito, la sensación en la pista era que el equipo de cuLebron & cia llevaba una ventaja de 20 o 30 puntos, una suficiencia bastante alarmante la verdad, sobre todo si eras aficionado de Pacers, pero no se acababan de ir, gracias también sobre todo a West, que era el único en Indiana capaz de hacer algo.

Todo seguía igual y era como los típicos temas chuntachunteros que se llevan ahora, todos estábamos esperando a ver cuando el DJ de turno va a soltarla para todo el mundo dar más botes. Este momento llegó ya en el 3Q donde la defensa de Pacers ya era ni fu ni fa, mientras Bosh seguía a lo suyo ayudado de James que empezaba a ir ya también a la suya.

Sin Stephenson y sin, sobretodo, George dando el nivel esperado, estos Pacers no dejan de ser un equipo normalito, sí, acabo de soltar una buena burrada del equipo que mejor record ha tenido en el este, pero es la sensación que daba. No se si es por ese cambio de los Pacers de principio de año a estos o si influye, que algo hará, la defensa de Heat, pero ufffff, ver un partido de esta serie se está haciendo algo duro la verdad. Una cosa sí que voy a decir, estamos a finales de conferencia, es decir, sólo hay 1 partido al día, si no fuera así, creo que a estas alturas ya no seguiría la serie, es decir, Pacers empiezan a dar pereza…y eso no mola.

3-1. Así se marcha la serie de nuevo a Indiana, los cuales tenían el factor cancha a favor, pero como casi todo este año, lo han ido dinamitando conforme han pasado los minutos y los partidos…una lástima la verdad.

PD: ¿Dónde está Hibbert?

Sofi del Día: Ya que ayer no tuvimos crónica y el partido de anoche fue un poco puffff, vamos a darselo a Tripode Ibaka, que tuvo su Ibaka Game…pero que a ver como le responde la lesión en lo que queda de serie…

PO Desde El Sofá (XV): Casi

Lebron James

Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

Nos vamos de nuevo al Barclays Center, Brooklyn, la gran manzana, para ver el cuarto partido de la semis del este entre Nets y los Heat, un partido que podía significar un punto y a parte en la serie o bien ser casi el punto y final.

Miami empezó dominando, con un Lebron James que se había puesto en modo ataque y que encima lo hacía con Deron Williams y Paul Pierce visitando el banquillo pronto por problemas de faltas, todo esto sólo hacía que nuestro amigo Culebron se empezara a hinchar a meter, cosa que hacía feliz a sus Heat.

Nets nunca se fue del partido y en un segundo cuarto algo extraño, Deron parecía que quería volver a ser aquel que algunas semanas fue el mejor base de la liga y mediante un parcial de 12-2, el equipo de Jay Z (el cual estaba en el partido junto con Beyoncé…pero sin Solange) se ponía por encima…hasta que se dejó llevar, sí, tal cual. La defensa de Kidd se tomó un respiro y esto frente a un James en Attack Mode, no se puede hacer, Heat 7 arriba al descanso.

Una de las cosas que más me gustó el año pasado de la franquicia de los Nets, era el ambiente que había en el Barclays Center, anoche no se vio nada de ese ambiente, incluso se escuchaba a parte del público celebrando canastas de Miami, algo más que raro. Apagado, muy apagado. Y mientras tanto James seguía sumando, pero sin mucha más ayuda por parte del resto de los Heat, con lo cual Nets siempre al acecho.

Y llegamos a ese último cuarto donde todo se decide y donde en los minutos finales, más concretamente a falta de solo 4, Brooklyn Nets se ponía por delante y ahora sí, esto parecía despertar a la parroquia Net, pero aquí se acabó. El nivel de sequía de anotación de los de BKN fue increíble y no volvieron a meter nada, todo lo contrario en Heat que con un triple desde la esquina de…BOSH! dejaba el partido ya sentenciado para el 3-1. Lebron falló el tiro libre final para irse con 50, casi y a pesar de haber dado un paso tremendo para pasar a las finales de conferencia, su cara era de cabreo por haber fallado ese tiro libre…cosas de Culebron.

Sofi del Día: Se lo lleva Spike Lee que estaba en primera fila viendo el partido con la camiseta de Lincoln de Jesus Shuttlesworth

Avance de temporada 2013-2014: Miami Heat

Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:

O si insistís, no os vamos a decir que no tampoco, podéis comprárnosla sin tener que poner tuits ni likes…

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Tras dos veces consecutivas campeonando y otra más en las Finales, comienza el año 4 del reino del terror (para los demás) de Miami. Creo que hasta el más insaciable competidor dentro de la organización habría firmado semejante resultado en verano de 2010, porque nada es fácil en la NBA. Pese a lo apabullante de la propuesta, lo que han conseguido en Miami es el éxito más rotundo, personificado en la figura de un LeBron en un momento espectacular.

Pero como dijeron en Fama (o no, qué más da), lo difícil es mantenerse, y hay muchas amenazas al trono del Rey de Reyes. La competición en el Este es quizá la más dura a priori del pasado reciente, y el que llegue del Oeste tampoco se lo va a poner nada fácil. Todo el mundo les conoce ya: prácticamente el mismo equipo, la filosofía continúa y los únicos refuerzos son incógnitas que podrían estar fuera del equipo cuando lleguen los Playoffs. Pero aunque hayan estado muy cerquita de pararles, nadie lo ha conseguido en las dos últimas temporadas.

  • Radiografía de los Heat

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • No tan small-ball

Dice la leyenda que LeBron ha jugado en Miami de ala-pívot, y es el ejemplo, referente y cabeza visible del movimiento small-ball. Es cierto que Miami utiliza cuatro bajitos con una grandísima frecuencia, y que apostar por este enfoque durante los Playoffs de 2011 fue el punto de inflexión en  el éxito de este equipo… pero su uso es menor de lo que parece.

De los 3.837 minutos que jugó LeBron la temporada pasada (2.877 en Temporada Regular, 960 en Playoffs), 1.270, o el 33% vinieron con dos jugadores interiores típicos, de hecho, el quinteto titular es una de estas formaciones, con Haslem y Bosh. Los otros 2.567 minutos restantes son efectivamente de small-ball, cuatro jugadores exteriores y uno interior, pero, ¿es James el ala-pívot cuando juegan así?

1.551 y 261 minutos respectivamente los pasó junto a Battier y Lewis, y cuando estos están en pista, son los que realmente hacen de ala-pívot. Aunque luego en ataque se encarguen del triple, donde Miami utiliza una formación poco convencional y técnicamente aposicional, en la que James sería prácticamente el base, cuando defienden a equipos que respetan las típicas posiciones, son Shane y Rashard los que se encargan de defender al ala-pívot rival: Battier fue posteado en 150 de 714 jugadas el año pasado, y James, que defendió en 888, sólo fue dado la espalda 50 veces.

Por tanto, LeBron sólo ha jugado 755 minutos, un 20% de su tiempo en pista de 4. ¿Importa algo? No. ¿Podemos juzgar a este equipo catalogando a sus jugadores en categorías estándar? Pues tampoco. Eso sí, también hay que relajar algunas hipérboles, y entender que Miami es la excepción que se construye alrededor de un jugador legendario, más que la regla. Es verdad que la Liga está jugueteando con posiciones más pequeñas (en realidad, se trata de poner más minutos a los mejores jugadores, sin discriminar por tamaño), que se tira más de tres que nunca y que hay ciertas blurred lineeeeees, aquí y allá en cuanto a posiciones. Pero hemos exagerado la novedad.

Gran parte del análisis se ve retroalimentado por la narrativa que necesita ver cambios, tener algo de que hablar, contar con grandilocuencia la nueva revolución. Pero esta bendita Liga, como se ha demostrado a lo largo de la Historia, se autorregula sola. Si todos los equipos se hicieran pequeños, unos cuantos irían en la otra dirección, alguno triunfaría, otros le seguirían, y cambiaríamos de nuevo otra vez. Si los partidos se convierten en concursos de triples, la línea la pondrán un par de pies más allá. Nuevas reglas, técnicas, tácticas y especímenes van apareciendo y cambiando todo cada poco, para que nada cambie. La NBA con el tiempo es evolución, pero a medio plazo, no hay cosa más lampedusiana.

Miami es una obra de arte antigua, de las que se hacen una y se rompe el molde, no un prototipo. Cada genio genera a su vez una corriente, y aparecen seguidores, pero más pronto que tarde llega un nuevo movimiento, en torno a la figura del siguiente referente. No sabemos en qué forma se nos presentará el siguiente jugador de época, pero sí que querremos contraponerlo a todo lo anterior, ver el nuevo mundo a través de su óptica.

Y entonces hablaremos de «como en la NBA ahora…», poniéndonos una venda en los ojos, para no ver lo esencial. Y es que no todo el mundo va a ser como Miami, porque, LeBron sólo hay uno.

  • No tan WoW

Discutamos amistosamente este punto de la carrera de Dwyane Wade. Tras una grandísima temporada, eclipsada por el Astro Rey James, en el que apenás se percibió declive, los Playoffs en los que jugó algo maltrecho sí que fueron una bajada al purgatorio.

Dwyane fue terriblemente irregular en la post-temporada, y aunque todavía rindió como un gran jugador, LeBron no tuvo a un verdadero número 2 a su lado cuando más lo necesitaba. Y me temo que nos esperan unas temporadas de altibajos con él, marcadas por su salud, y por muy bueno que sea James, es imprescindible para los Heat, que entre dolores y lesiones, al menos Wade se saque unos cuantos partidos buenos de la manga en cada edición de Playoffs.

Durante la Temporada Regular fue noveno en puntos por partido con un buen porcentaje de tiro verdadero (57.1%), sexto no-base que más porcentaje de asistencias da, y para el RAPM es el cuarto mejor defensor de la Liga en la posición de escolta, tras Allen, Iguodala y Sefolosha. Es curioso comprobar con esta herramienta estadística como según los números fijando el resto del quinteto, existe casi tanta distancia y diferencia entre él y James, como la que tiene Wade con sus compañeros. Miami fue 13 puntos por 100 posesiones mejor con LeBron en la misma situación que Dwyane, pero este a su vez hizo a los Heat (odio eterno a los nombres que suenan en singular) 11 puntos por 100 mejores que Ray Allen, 8 comparado con Shane Battier, o 7 con Mike Miller, en todos los casos con una mejor contribución tanto en ataque, como en defensa.

Eso sí, en Playoffs, se estrelló completamente. Miami fue 14.7 puntos por 100 posesiones mejor en los 332 minutos en los que él estuvo en el banquillo, comparado con aquellos 782 en los que jugó (después de ser 7.9 puntos por 100 mejores con él en pista durante el año), anotando mucho más con Ray Allen, o cualquier otro, en su lugar. Sus puntos por tiro cayeron de 1.14 a 1, las asistencias fueron para abajo, las pérdidas para arriba, y sólo fue a la línea 3.7 veces por cada 36 minutos, que no llega al 60% de su producción durante el año. Además, el equipo fue mejor en defensa sin él en cancha.

Contra San Antonio, en 7 partidos, intentó tan solo 22 tiros libres, 3 menos de los que lanzó en aquel Game 5 contra Dallas en 2006, lo que fue un solo (y seguramente, amañado) partido. Obviamente, ya no tiene 24 años, ni un porcentaje de utilización tan alto como para reclamar semejante número de oportunidades (y los Spurs son buenos evitando hacer faltas), pero Wade ha vivido muchos años de la línea, y su volumen en este recurso lleva cuatro años cayendo, mal síntoma y  más cuando no tiene mucho con qué sustituirlo.

El año pasado fue el que menos triples lanzó por minuto desde 2006, 66 en 69 partidos, y en Playoffs llevó las cifras casi al ridículo: sólo lanzó 4 en 22 partidos. Hasta Shelvin Mack o DeAndre Liggins llegaron a 5 intentos en una o dos rondas. Wade nunca fue tirador (más allá del universo 2K o EA Sports), pero ya ni se esfuerza en disimularlo. La implicación que tiene esto, es que Dwyane llegará hasta donde su capacidad atlética le permita, y que los problemas y las molestias le afectarán más que a ningún otro jugador. Con la rodilla maltrecha en las eliminatorias por el título, se convirtió en muchos partidos en un jugador vulgar, e incluso contraproducente.

¿Está Wade acabao? Pues ni mucho menos, ya que sigue ahí entre los 10-15 mejores jugadores de la Liga (aunque Durant no sé si opina igual). Pero esto es un bajón reseñable para quien durante un (corto) espacio de tiempo, fue seguramente el mejor jugador de la Liga, y estuvo una buena temporada rondando en las primeras posiciones.

Quizá el año pasado le perjudicó aquella racha eterna de victorias de Miami, que obligó al equipo a estirarse un poco más de lo que debería en partidos que finalmente resultaron intrascendentes. Sin esa distracción este año, es muy posible que Miami dé un paso atrás en victorias (casi nadie proyecta 66 triunfos de nuevo), pero lleguen algo más frescos, sanos, listos y dispuestos a Playoffs. Wade lo agradecería, pese a que ha tenido todo el verano para recuperarse, ponerse en forma, y volver a tope. Y lo necesitarán, porque sin él, no apostaríamos al Threepeat.

  • Otro que tal baila

Con Chris Bosh nos encontramos en una situación parecida a la de Wade, su año tiene una mezcla de detalles magníficos con otros momentos más irregulares (sobre todo en Playoffs), pero que su rol como tercer hombre y los deslices en los últimos partidos de la serie contra Indiana o en el decisivo Game 7 contra San Antonio (en ataque, porque en defensa, teniendo en cuenta la situación, bien puede ser la mejor actuación que jamás haya cuajado), no os tapen el bosque, su año fue muy bueno.

Fue el mejor jugador de la Liga desde media distancia junto a Dirk Nowitzki (únicos jugadores en pasar del 50% de acierto con más de 250 tiros de dos, a más de 5 metros), y aunque durante la Temporada Regular no tuvo mucho éxito cuando extendió el rango más allá de la línea de 3 puntos, en Playoffs metió 15 de 37, un gran 40.5% (aunque frente a San Antonio se marcara un gran rosco, 0 de 6).

En defensa se tiene que seguir defendiendo (malamente, eso sí) en una posición que claramente no es la suya, y eso que le ayuda algo que los equipos rivales tengan que parar con rapidez el juego «todos abiertos» de Miami, y muchos técnicos opten por sacrificar un hombre alto frente a ellos (Popovich fue el último, Splitter en las Finales). Pero cuando un equipo mantiene un juego interior de artillería pesada, porque le apetece, o simplemente porque no hay otra opción, como ocurrió en la eliminatoria frente a Indiana, Bosh es un gato panza arriba, que se ve desplazado en la marca de su territorio, y en la posterior lucha por el rebote, pero que se lo curra muchísimo (si algo reclama la defensa de Miami, es esfuerzo), que ha progresado una barbaridad como taponador y que tras comerse 25 puntos en medio partido de Duncan en el Game 6, cerró la temporada con un partido y medio excepcional en defensa.

Los últimos pívots de los equipos que han ganado un anillo han sido Chandler, Bynum, PerkinsDuncanO’Neal y Ben Wallace, una lista a la que él, claramente, no pertenece. Chris era, y eso no ha cambiado, un jugador elegante, y un tanto blando, que disfruta anotando, y al que le encantaría estar con un jugador más grande que él al lado como está haciendo, por ejemplo, LaMarcus Aldridge, o Kevin Love o incluso Nowitzki. Jugaría relajado en ataque, ese extra le permitiría arrimarse a los 20 puntos por partido con buenos porcentajes, y sus tasas reboteadoras y la defensa no desentonarían.

Pero si querían ganar, las mejores opciones pasaban porque se inmolara, y lo ha hecho, en diferentes aspectos. Eso le ha conseguido títulos, por lo que no nos da ninguna pena, pero también ha provocado que baje algo la valoración que tenemos de él como jugador. Ha desaparecido de las listas de mejores ala-pívots, entre otras cosas porque ya ni juega ahí… pero los anillos en Miami seguramente le abran las puertas al Hall of Fame, la eternidad.

Ojalá nos salieran a todos tan bien las apuestas y los sacrificios como a Bosh.

  • La profundidad se diluye

Dejando en incógnitas hasta que nos demuestren lo contrario (ya hablaremos) a las nuevas incorporaciones, Miami perdió a Mike Miller, y lo único parecido a una novedad, tal vez podría ser contar con Chris Andersen todo el año.

Con LeBron en pista 38 minutos de partido, y pudiendo solapar un poco a Bosh y Wade (Miami tuvo a alguno de los tres en pista el 91.4% de los minutos), no es que los Heat se tengan que preocupar mucho del banquillo o de lo larga que sea la rotación. Pero además de dos anillos, Ray Allen ya tiene 38 años, Battier 35, y habrá que ver si mantienen el mismo fuego cuando vuelvan a ser presumiblemente el 5º y 6º hombre en minutos este año. Ray salvó a Miami con el triple más importante de la Historia de las Finales, y metió el 42% de sus intentos el año pasado, y Battier es la mejor solución de compromiso en la plantilla para encontrar a un jugador que tire de 3 y defienda ala-pívots, habiendo superado a Rashard Lewis en la tarea, pero hasta de ganar se cansa uno.

La incorporación de Andersen a tiempo completo (aunque él también calza 35 tacos ya) sí que podría ser muy interesante, aunque no sé si compensa a lo que han perdido, y podría quedar por el camino. El RAPM adora a Birdman desde que volvió a Denver en 2008, y le considera uno de los mejores defensores de la Liga. Superior como jugador a Haslem, seguramente sólo le aparta de la titularidad el hecho de que Udonis es un Heat de toda la vida. Sólo le vimos 107 minutos junto a Bosh entre Temporada Regular y Playoffs, pero este año debería suceder más a menudo. Su actividad y capacidad atlética le vienen muy bien a la defensa de Miami para acorralar al bloqueado en los pick’n’roll y recuperar luego hacia la pintura, y sus ayudas y movilidad le convierten casi en mejor defensor como 4 que como 5.

No tiene el tiro de Haslem desde las líneas de fondo, lo que no le permite participar en bloqueos laterales, pero tampoco influye negativamente más que él en el espaciado del equipo, porque se coloca en una situación parecida, a varios metros del aro, y reclama la misma ayuda: no porque lance bien, sino por la amenaza que suponen su juego por encima del aro, sus cortes desde una esquina (en un equipo con tan buenos pasadores y penetradores, en otra situación no sería lo mismo), y la manera en la que barre el rebote en ataque. De hecho en Miami promedia unos 4 puntos más por cada 36 que Haslem, y en Playoffs fue el tercer máximo anotador del equipo por minuto, con un monstruoso porcentaje de tiro de 80.7%, el mejor con más de 50 intentos en la Historia de los Playoffs. Eso no se repetirá, pero sin duda da a Miami otro hombre alto de garantías, algo que les ha hecho falta en esta era.

Y deberíamos hablar también de Norris Cole y Mario Chalmers, los más jóvenes del equipo, y dueños de la posición de base… pero nos dan bastante pereza. Chalmers lleva cinco años prácticamente siendo el mismo jugador (las mejoras lógicas y mínimas por edad y experiencia, el afianzamiento de su tiro… y casi paramos de contar) y Cole es una cabra loca que falla mucho y estaría luchando por seguir en la Liga quizá en otra situación, pero su carisma y confianza (el opuesto a Chalmers), el equipazo que le rodea y sus ocasionales explosiones desde el perímetro en televisión nacional (las tres primeras rondas de Playoffs este año estuvo on fire) le mantienen la línea de crédito.

  • Dinero de la casa

Con la tranquilidad que da tener el armazón del equipo más o menos definido, Miami ha pasado el verano tratando de convencer a juguetes rotos y apostarán los puestos finales de su plantilla al todo o me quedo como estaba. Beasley y Oden llegan en contratos por el mínimo no garantizado, por lo que el riesgo si da problemas el primero, o no está listo para jugar el segundo, es mínimo.

No soy muy optimista respecto a las opciones de triunfar de Beasley, básicamente porque nunca ha sido un buen jugador de la NBA, en ningún momento de su carrera, y ya van tres equipos que le han dado una oportunidad y muchos minutos, y como diría el otro, siempre que pasa igual, sucede lo mismo. Si SuperCoolBeas es útil en Miami, será una tremenda sorpresa.

Y de Oden, no tenemos ni la más remota idea de qué ocurre con su condición física. Si tiene el estado de salud y de forma que se requiere en un jugador de NBA, él sí será útil en un equipo que anda corto de pivots. Pero nunca jamás le ha respetado su cuerpo durante un gran periodo de tiempo, y hay que imaginar que el deterioro sólo puede haber ido a peor.

Sentimos no ofrecer un punto de vista nuevo en este asunto, pero es lo que es: una apuesta con pocas probabilidades, pero sin nada que perder tampoco. Como si uno se encuentra dos euros por la calle y echa un EuroMillón con la monedita, por si toca algo.

  •  ¿Última ronda en Miami?

LeBron tiene la opción de finalizar su contrato el próximo verano, tras lo que ya serán 4 años en Miami, y firmar uno nuevo por más temporadas. Parece que será así, ya que él lo ha insinuado, y todos los jugadores que han estado en la posición de James, han renovado por la mayor cantidad de años posible cuanto antes mejor (menos Dwight Howard en 2012). Pero no me extrañaría nada si en este caso no sucede.

Pensándolo bien, no hay prácticamente lesión alguna (sin entrar en el territorio de la tragedia) que pueda hacer que LeBron no aspire al máximo la siguiente temporada. Incluso aunque finalizara prematuramente con su carrera, entre recuperación y rehabilitación, tardaríamos más de un año en saber lo que ha pasado. Mientras mantenga dos brazos, dos piernas y movilidad en todas sus extremidades, me temo que cualquiera pondría un cheque en blanco (hasta el máximo permitido) a su nombre. Es por esto que si James no viese clara la situación en Miami o ninguna otra franquicia, puede repetir el proceso al año siguiente.

Y los Heat siembran dudas a medio plazo, porque el próximo verano podrían quedar libres todos menos Norris Cole. Seis jugadores tienen la opción de salir al mercado, el Big 3, Haslem, Anthony y Andersen, y el resto acaba contrato, entre ellos jugadores como Battier o Allen, que ya han coqueteado con la retirada y tal vez no tengan mucha intención de renovar.

Miami es una organización que lleva años construyendo un equipo alrededor de sus fortalezas, que está dispuesta invertir lo que sea necesario, y no en todas las franquicias hay alguien del empaque de Riley dirigiendo el cotarro. Pero ya este año se fue Miller, y los siguientes podrían ser Shane y Ray. Y aún con estas partidas, sin otra gran rebaja de sueldo (que tendría que ser muy sustancial, además, más que la vez anterior), Miami no tendría espacio salarial sin decir adiós a uno de sus 3 All-Stars, porque entre ellos lo utilizarían prácticamente todo.

Así que tal vez LeBron prefiera esperar, cumplir otro año más de contrato en Miami, y ver cómo se sustituyen las bajas que pueda haber el próximo verano, y qué pasa con Wade, que cumplirá 33 años durante la siguiente temporada, antes de volver a comprometerse por mucho tiempo.

En realidad tiene muy poco que perder.

Las zapatillas del USAB… en Pekín 2008

Hoy es la final de los JJOO de baloncesto y para completar ese círculo que empezamos con el Dream Team, seguimos con la actual selección, vamos a ir a lo que calzaron los jugadores de USAB hace 4 años, aquel equipo llamado Redeem Team.

Carmelo Anthony – Jordan Melo M5 Olympia

Melo jugó con estas Jordan que están entre el jugonismo y el horterismo a un mismo nivel, sin saber muy bien hacia donde tirar la balanza…

Carlos Boozer, Deron Williams, Michael Redd, Tayshaun Prince & Chris Bosh – Nike Hyperdunk Supreme «United We Rise»

Fue la zapatilla abanderada de Nike, que dio a conocer sus Hyperdunk por primera vez en este evento. Además, el modelo que lucieron los jugadores tenía un grabado la mar de molón…

Kobe Bryant – Nike Hyperdunk Supreme «Friendlies Pack»

Kobe también llevaba las Hyperdunk, pero unas con su logo y hechas exclusivamente para él, es lo que tiene ser Kobe…

Dwight Howard – adidas TS Commander USA

La marca de las tres rayas se ha quedado fuera de Londres en el USAB, pero en 2008 mostró estas TS Commander muy molonas para el pivot de los Magic, con los colores de USA y el número 11 del USAB, número de Howard.

Lebron James – Nike Lebron Zoom Soldier II «United We Rise»

Lebron también con zapatillas propias, pero no las de su linea, sino las de su sublinea (sí, tiene 2) Soldier, decoradas con motivos exclusivos para los JJOO de Pekín, aún lucía el logo antiguo con el 23…

Jason Kidd – Nike Zoom Brave II

Sí, Jason Kidd estuvo en estos JJOO, aún se recuerda su duelo contra Ricky en la final, pues bien, Kidd llevaba este modelo, uno de los más ‘de calle’ de Nike, pero no por ello exento de calidad.

Chris Paul – Air Jordan XX3 PE

Al estilo de las de Melo, las Jordan XX3 están en la dichosa frontera… Paul se las puso y tan pancho, aún no tenía sus CP3…

Dwyane Wade – Converse Wade Team «United We Rise»

Wade fue la última gran cara de Converse y lo hizo a lo grande con sus Wade Team que llevaban los estampados de la versión United We Rise…