El vigente campeón mantiene las posibilidades de revalidar título tras un partido que tuvieron que sacar adelante sin excesiva brillantez, pero echándose todos al hombro al equipo. Todavía les quedan dos victorias más para poder sacudirse esta incómoda situación, y teniendo que volver a Oklahoma City para el siguiente partido, el partido de ayer no es muy halagüeño. Ganaron y jugaron mejor, pero se lo tuvieron que currar mucho y OKC estuvo siempre demasiado cerca.
Kerr decidió no sucumbir a la tentación de cambiar algo de lo que lleva funcionando tantísimo tiempo, y Golden State se plantó en el partido como si nada hubiera pasado en los partidos anteriores. El quinteto de siempre, Curry defendiendo a Westbrook, y los tres primeros tiros intentados, esos buenos malos triples marca de la casa. Nada exótico, ningún cambio de mentalidad, ni de estilo, ni de personal: simplemente intentar hacer lo de siempre, pero esta vez mejor. Prestando quizá más atención al rebote y a la protección del aro, y encomendándose a que Steph y Draymond recuperen el mojo, algo que fue sucediendo según avanzó el partido, cuando Curry pasó de distribuidor a anotador, y Green recuperó su confianza en esas jugadas de lucha (tapones, rebotes, dos más unos) que tanto le encienden.
Según se fue desarrollando el partido vimos que Kerr sí tenía algo pensado, que podríamos considerar especial: se mantendría grande prácticamente el partido entero y no trataría de imponer a su equipo ganar la batalla del ritmo, ante un equipo que puede que sea tan bueno como ellos, o más (gulp!) jugando a eso. Los Warriors salían cuando podían, no cedieron a sus propios instintos, y aunque les restó frescura en ataque, les permitió sostener la defensa durante la contienda. Y en todo momento encontraron alguien en el que apoyarse, ya fuera Klay Thompson en el primer cuarto yendo a la línea, Marreese Speights aka Mo’ Buckets aka Splash Cousin haciendo llover en Oakland, o Andrew Bogut, que consciente de la importancia del encuentro, no tuvo remilgos en mirar al aro cuando la oportunidad era buena. Partidazo el suyo en ambos lados de la pista.
Que ayer era partido de grupo y no de estrellas, lo demuestra el hecho de que tras tres cuartos de no poder quitarse a los Thunder de encima ni con disolvente, la primera ventaja en la decena, que OKC ya no podría cerrar, vino al principio del último cuarto, sin Steph, Klay ni Green en pista, pero sí con Westbrook y Durant. No tiene puto sentido, pero el deporte es así.
Por parte de OKC, tampoco podríamos decir que jugaron un buen partido, salvo por su generosidad en el esfuerzo y su agresividad, y en cierto modo es muy buena noticia que en esas condiciones metieran tanto miedo en el Oracle en un encuentro en el que ellos se jugaban muchísimo menos que Golden State. El ataque volvió a ser KDRuss-céntrico, tras una serie de partidos con mayor democracia, pero se encontraron enfrente a un equipo más grande que en partidos anteriores, y a media pista. Considerando la situación, estuvieron fantásticos y con mucho acierto en suspensiones, lo que les mantuvo en el partido. Sus porcentajes de acierto pueden no parecer gran cosa, pero no tuvieron nada fácil en toda la noche. ¿Que hubo algún momento en el que Westbrook fue BadWestbrook? Sí, claro, pero ya es 2016, son muchos años ya. Russ es inseparable, afróntalo.
No fue tampoco la noche de los secundarios tras dos rondas casi completas de champín y rosas, ya que sólo Anthony Morrow que aprovechó su cameo para poner puntos donde ponía el ojo, y AndreTirador por sorpresaRoberson, contribuyeron de manera eficaz al ataque. Ahí seguramente estuvo la diferencia en el partido. Pero aún así, como equipo siguieron acorralando a Golden State, poniéndoles en apuros con los cambios y su envergadura (hemos visto en muchos partidos innumerables pérdidas de los Warriors, pero no es habitual que tantas sean sobre el balón).
Los Warriors pueden buscar razones para el optimismo en que vienen de ganar, Curry está cada vez más cómodo sacudiéndose a los hombres altos de encima (aunque le falta un punto, sobre todo penetrando a canasta), y está al caer un partido desastre desde el triple de Oklahoma City (43.3% ayer, y estropeado al final). Mostraron carácter y sacaron adelante un partido que no fue fácil. Pero es que el próximo lo será aún menos.
Sofi del día: Si os habéis apuntando a nuestra Newsletter, sabréis ya tras nuestra radiografía de una serie de Playoffs, que por regla general, somos más de los G6 (sobre todo si el equipo que lo juega como local va por delante) que de los tan famosos claves G5. No hay mejor ejemplo que ayer. Sí, ambos equipos jugaron duro (saludos a nuestro hombre Sheed), pero OKC tenía red. En el próximo no será así. Obligatorio ganar para los dos en territorio comanche para el cabeza de serie. Un G7 anticipado para disfrutar el sábado cuando vuelvas de tomar unos cacharros, o el domingo a la mañana, relajado y en pijama, sin cortes de publicidad, y con unas porras churretosas delante. Cuando los drones de Amazon las lleven a tu ventana como los pajarillos de Cenicienta, verdaderamente habrá llegado el futuro, y todo esto habrá merecido la pena.
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Los Warriors no juegan solamente por un anillo, que no tienen ni mucho menos conseguido aún, sino también por ser uno de los mejores equipos que hemos visto jamás. Para ello, a los 67 partidos ganados en Temporada Regular, se le tienen que sumar una de serie de momentos que puedan ser calificados de históricos en Playoffs, y un dominio aplastante de sus rivales. La victoria de ayer podría formar parte perfectamente de ese compendio imaginario de hazañas, al que todavía le quedan páginas por escribir, si es que tiene que ser.
Cuando creíamos que los Rockets tenían un bosquejo de cómo hacer las Finales de Conferencia competitivas, Golden State les cambió el tema de la composición. Un Steph Curry pletórico, que dejó 40 puntos en 24 posesiones de tiro, lideró a su equipo en Houston, dejando las Finales de Conferencia prácticamente sentenciadas, y debido a cómo se está desarrollando la situación también en el Este, la posibilidad de que estemos 8 días sin baloncesto antes de las Finales, empieza a vislumbrarse posible.
El primer cuarto de Golden State fue tan perfecto como creíble. No requirió de heroicidades, de actuaciones fuera de la norma, de ningún juego de espejos. Lo único chocante, tenía sentido. Entre ello, los 10 puntos de Bogut, obtenidos cómodamente, como jugador que menos atención recibía para lo cerca de la canasta que paraba. O lograr acabar sin ninguna pérdida, algo que, con lo delante que estuvieron de los Rockets en todo momento, tendría que haber sido un error no forzado.
Los Warriors jugaron con sentido, propósito y paciencia, esperando que los Rockets, obligados a cambiar en todo bloqueo a Curry, pero sin acierto ni acuerdo en cuando descambiar, o qué hacer con el resto, se descubrieran ellos solos. A veces costaba más, a veces menos, pero siempre acababa apareciendo una grieta por la que acabar en canasta.
En el otro lado de la pista, Harrison Barnes era el nuevo encargado de James Harden, que se tuvo que enfrentar a diferentes defensores, tratando de ofrecerle todos la misma opción: la parte derecha del ataque, y un hombre alto esperando. Después de dos partidos cocinando desde la media distancia, se acabó el gas de la bombona, y como cada vez que eso pasa, vimos los Rockets del ataque claustrofóbico, aquellos presa del pánico por haberse quedado sin espacio. Sólo Howard, que es poco más que un secundario en este ataque, causaba daño, pero no están acostumbrados a buscarle. El resto estaba todo más que controlado.
El segundo cuarto siguió por el mismo camino. Kerr les dijo en un tiempo muerto en la serie contra Pelicans que en Playoffs se gana con cerebro y corazón, y ayer no faltaron ninguna de las dos cosas. Enlazando coreografías perfectas con acciones más corajudas, la ventaja iba creciendo sin estridencias, a la par de la desazón de Houston, y el partido se veía silenciosamente sentenciado al descanso: 25 puntos de ventaja.
Y por si fuera poco, en el tercer cuarto, Steph, que ya se había cansado de manipular los cambios de Houston, de flotar como una mariposa cubierto por el Josh Smith de turno y descargar en Bogut cortando al aro, o cualquiera de los tiradores surtidos que esperaban su pase por fuera de la línea de 3, decidió pasar a picar como una abeja.
Curry metió 19 puntos en este periodo (4 de sus 7 triples), bailando sobre la tumba de los Rockets, tratando de hacer conversos en el público del Toyota Center, si acaso uno de los pocos lugares, por aquello de la rivalidad en torno al MVP, que no se han rendido a su cara de niño.
Mientras los Warriors puedan seguir jugando como si no fueran tan buenos cuando sí lo son, seguirán dando puñetazos en mesas tan altas como estas.
El sofi del día: Lo que está sufriendo en esta serie Mark Jackson, que nos tiene que recordar constantemente la importancia de aquellas piezas (Ezeli, Livingston) que no estuvieron (o no sanos) en sus asaltos al anillo. A JVG se le ocurrió comentar que un amigo pensaba que Ezeli jugaría de titular en un par de equipos, y Jackson nos atizó con ello cada vez que Festus hacía una buena acción. Si Ezeli se va con un doble-doble del partido de anoche, MJax nos acaba vendiendo un All-NBA 2nd Teamer. Y uno no oía un tono de decepción semejante como el que tenía anoche con Harden desde que dejó de vivir con sus padres.
No debe de ser un trabajo fácil ser cornudo y apaleado, no, pero, Mark, tápate, porfa please.
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Golden State volvió a los Playoffs por segunda vez en casi dos décadas… ¡y qué vuelta! Como en la última vez, hasta salieron victoriosos de la primera ronda. Absolutamente letales desde el perímetro, de forma más disimulada los Warriors también tuvieron su primera buena defensa en no se sabe cuántos años y cerraron el rebote defensivo, y todo esto lo lograron, sorprendentemente, sin mucha presencia hasta la recta final de Andrew Bogut.
Uno de los equipos más divertidos para ver y disfrutar, con un jugador tan excitante como Steph Curry, los de Marc Jackson quieren llegar aún más lejos este año, apostando fuerte por Andre Iguodala, y si la salud les respeta, este año deberían ser aún más. 6 jugadores de menos de 25 años, y sólo David Lee con los 30 cumplidos dentro del núcleo del equipo, lo de que este equipo va a hacer mucho ruido, suena a tópico, pero en su caso no podría ser más cierto. Hasta su rabiosa afición cumple con ello.
Radiografía de los Warriors
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
¿Pequeños o grandes?
Cuando David Lee se lesionó en el primer partido de Playoffs, las opciones de los Warriors parecían desaparecer. Golden State acabaría perdiendo el partido (el Andre Miller Game), pero ganaron el siguiente, y el resto ya lo conocemos: destrozaron las opciones y el proyecto de los Nuggets y metieron algo de miedo en el cuerpo a los casi campeones Spurs.
El excelente nivel de los Warriors en general, y Harrison Barnes en particular, abría el debate sobre si esta temporada el equipo debería tener un juego interior tradicional, o la versión de small-ball que tan bien les funcionó en las eliminatorias por el título. Y la llegada de Andre Iguodala estira aún más la discusión, porque podría significar que Barnes, tras ser titular en todos los partidos en su año de novato, y dar la talla, pierda su condición si no pasa al puesto de 4, y si no es él, Klay Thompson, que no ha hecho nada malo para merecer que le sienten.
Yo creo que la buena actuación del equipo en la post-temporada tiene más que ver con un Bogut en condiciones (hasta que duró) que con el cambio de paradigma del equipo. Los quintetos con la pareja Bogut–Lee también fueron bastante buenos, 3.7 posesiones por 100 mejores que el rival, y con la habilidad de Lee como tirador y pasador desde el poste alto, y la cantidad de tiro exterior de los Warriors, no es un equipo que tenga problemas de espaciado si juega con dos grandotes. De hecho, son de los que más trabajan los bloqueos indirectos, y les viene bien tener jugadores capaces de poner buenas pantallas. Yo mantendría a esta pareja, y aprovecharía la versatilidad de Iguodala, Thompson y Curry y las lesiones que vayan apareciendo en el quinteto para hacer sitio y dar minutos a Barnes (o Klay).
Pero hay otra cosa que hay que tener en cuenta: el small-ball que funcionó la pasada temporada fue con Andrew Bogut, no con David Lee. Y tras jugar sólo 786 minutos en 32 partidos, el aussie es el candidato número 1 a caer, y no se puede contar con él como titular fijo para todo el año.
Con Iguodala reforzando la defensa exterior, y teniendo en cuenta que semejante quinteto podría ganar un intercambio de golpes a muchos puntos la mayoría de las noches, si no está Bogut, y a falta de otras opciones (Jermaine O’Neal y Kuzmic son los dos pívots sanos reserva), tendrán que jugársela con Lee de pívot, y su reputación como bastión en la última línea de defensa es de hazmerreír. El año pasado pasó algo de tiempo en la posición (de hecho ha habido momentos en su carrera en la que ha sido habitual), pero siempre ha hecho pareja con jugadores, que aún pequeños en tamaño, son convencionales en la forma, como Landry o Green (sólo 32 minutos con Barnes, dúo prácticamente inédito).
Así que este año seguramente veremos unos Warriors con dos identidades de forma forzosa, y si logran manejar la bipolaridad quizá tengan la oportunidad de utilizar ambas versiones como más les convenga, en función del rival y el momento, y no sólo de la salud y la obligación.
JUGÓN
Steph Curry fue una de las revelaciones de la Liga en su cuarto año en la Liga, y barrió el récord de triples en la Regular y en una ronda de Playoffs de 6 partidos, ofreciéndonos la que es, con muy poquita discusión, la mejor temporada que jamás ha hecho un jugador en la NBA respecto al tiro lejano.
Nunca acabó un curso baloncestístico con menos de un 43.7% en triples, pero este año lo ha llevado a otro nivel, alcanzando el 45.3, mientras pasaba de 5 intentos por cada 36 minutos a 7.2. Nadie en la Historia de la NBA había superado el 45% en 7 lanzamientos por 36, salvo Steve Novak, que es un jugador que tira tras pase, y ya es segundo en porcentaje en la lista histórica, tras el mismísimo Steve Kerr (y con Nash también por ahí, con lo cual, un consejo: si tienes un hijo, y quieres que te salga tirador, ya sabes cómo llamarle)
Eso sí, guarden el año pasado en el recuerdo, por si no se vuelve a repetir. Para empezar, los Warriors han perdido a un buen aliado para el volumen de lanzamientos de larga distancia de Curry: Jarrett Jack. No es que al jugar sin balón Steph anote mejor, de hecho su porcentaje es ligeramente peor tras pase que tras bote (44.7% vs 45.7%), y con Jack que sin él (44.8% vs. 46%), pero sí tiene más opciones de tiro, pasando de 9.3 intentos por 100 posesiones sin Jarrett, a 11 cuando él estaba en la pista, y estos fueron tras pase con más frecuencia (53.3% de los triples asistidos sin Jack, 67.8% con su presencia)
Ya documentamos en su momento los intentos de los Warriors para liberar a Curry y a su vez, mover el balón por todo el equipo. Steph a veces parece que podría ponerse a tirar en prácticamente cualquier jugada, pero el equipo acabaría siendo previsible, y con ciertas acciones previas, un equipo con tan buenos pasadores puede conseguir aprovechar otras situaciones, como fallos en las rotaciones rivales, antes de encomendarse a él. Además, perseguir a Curry ante bloqueos, algunos de ellos tremendamente contundentes, acaba por agotar a sus rivales en la marca.
Y esto es más fácil de hacer con un base en pista como Jarrett Jack. Su sustituto, que en minutos e importancia, pese a ser muy diferentes, será seguramente Andre Iguodala, es un excelente e infravalorado pasador (entre los que más asistencias da de aquellos que no son bases, y no muy lejos de Jack en números por minuto) pero ya veremos si Mark Jackson lo utiliza de forma parecida y confía en él para subir el balón. La otra posibilidad, que es hacer coincidir con el base que salga desde el banquillo es algo más oscura, si el elegido finalmente es, como parece, Toney Douglas. El hombre que comparte el récord de la franquicia en New York en triples por partido no es tímido a la hora de tirar y seguramente requeriría de una llamada de Lacob a Woody Harrelson, para que le hiciera los numeritos de hipnosis de «Ahora me ves» y se convirtiera en un pasador. También podrían utilizar al novato Nedovic, pero parece demasiada responsabilidad a estas alturas.
Volviendo a Curry, seguir aumentando su acierto desde el perímetro disparó la cantidad de puntos que consigue, del terreno de muy bueno, a la élite directamente, y con más talento a su alrededor, mantuvo la buena tasa de asistencias que tenía el año pasado, durante una temporada completa, reduciendo además el número de pérdidas.
El debate sobre si es un base o no, ya terminó, más que por sus méritos, por la aceptación que finalmente ha generado la llegada de jugadores con similares características en los últimos años, pero por lo bien que juega sin el balón Curry, si la configuración de la plantilla del equipo le acabara poniendo de escolta, no iba a ser ningún problema: lo de las posiciones, y más en su caso, es una cuestión más semántica que práctica.
Así, tras un año en el que no estuvo ni en el All-Star, ni en los All-NBA Team, hay que contar con él en ambos tinglados para este. A ver si no se vuelven a olvidar de él.
Los pipiolos
Ya hemos hablado de como la llegada de Iguodala y la salud de Bogut, podrían mandar a Klay Thompson o Harrison Barnes al banquillo. La decisión será muy dura para Mark Jackson, porque hay motivos para decantarse por cualquiera de los dos.
Las ventajas del primero son la experiencia (un año más de NBA y otro de NCAA, y muchos más minutos decisivos e igualados a las espaldas), el tiro de tres (volvió a meter más del 40% de los triples, siendo 3º en la Liga este año en intentos), la posibilidad de jugar de escolta/alero y combinar mejor con Iggy (HB es más bien alero/ala-pívot), la creatividad en los bloqueos directos (sobre todo para sí mismo), y el pase (que enlaza algo con lo anterior… y tampoco es para echar cohetes en su caso).
El segundo gana en potencial, tamaño, capacidad atlética, agresividad, rebote (aunque se esperaba algo más de él) y defensa.
Y luego tenemos empate técnico en aparente durabilidad (Thompson ha jugado todos los partidos desde que llegó a la NBA, Barnes sólo faltó en uno) y juventud (dos años le saca Klay a Harrison, pero los dos son unos chavales). Quizá por respetar el orden de llegada, y por todo lo que aporta sin balón (recordemos, ¡211 triples el año pasado!), Thompson parece que parte con ventaja, pero de entrada, en el primer partido de pretemporada, aunque Mark Jackson dijera que son simplemente pruebas, empezó Barnes.
Habrá que ver qué ocurre porque Thompson no pareció progresar demasiado el pasado año (de hecho, con un menor rol por más minutos de Curry, produjo algo menos) y Barnes fue de menos a más, jugando mejor que él en los Playoffs. Aunque a un jugador secundario, lo mejor que puedes pedirle es que estire el campo a base de triples, y en eso Klay es fantástico, a Harrison también hay que respetarlo, y casa bien con Iguodala, que es uno de los mejores pasadores en las alas NBA, y fue el 10º jugador que más asistencias por partido cerca del aro dio. En parte es producto de las salidas a la contra de Denver, pero Iggy (perdón) sabe buscar a sus compañeros por encima del aro, y en un libreto tan maduro y creativo como el de Jackson, Barnes también se puede hinchar a cogerle la puerta de atrás a media Liga.
Iremos viendo como avanza la situación durante la temporada si es necesario, porque es una de las batallas por puesto más interesantes de la Liga. En otros equipos, muchas de estas peleas no tienen tanta relevancia porque son jugadores de perfil más bajo, o porque los suplentes de inicio lo son por otros motivos, y seguramente acaben los partidos. Pero en este caso, no es sólo quién empieza, también está en duda y juego quién acaba.
Lee on D
Si partimos de que veremos a Lee jugando de pívot cuando Bogut falte (esperemos que no, pero en fin… ya sabéis), sus contribuciones defensivas cobran relevancia. El gráfico que coloca a Davidcomo peor defensor interior de la Liga ya se ha hecho famoso (aunque tenga más puntos pintados que muestras, he de añadir, algo que en el fondo, por muy bien que interpoles, es de 1º de Trampas Estadísticas), y hay alguna pista más de futilidad en los números. Por ejemplo, el ránking en Índice Defensivo temporada a temporada de los equipos en los que ha jugado es el siguiente: 26º, 25º, 29º, 23º, 27º, 26º, 27º, y ya este año, 14º.
Pero vamos a proponer una idea revolucionaria… ¿y si David Lee hubiera estado en mal lugar en el momento equivocado? Depués de todo, las muestras que podemos sacar de él en defensa vienen en dos franquicias con problemas endémicos en la defensa, en ocasiones con entrenadores como Mike D’Antoni o Keith Smart, y compañeros de juego interior como McGuire, Radmanovic, Harrington o Randolph y exterior como Ellis, Robinson (dos veces), Jamal Crawford o Duhon.
Veamos números de este año. Los Warriors fueron el mejor equipo de la Liga en el tablero defensivo, y él fue parte importante: el 18º mejor de la Liga, entre aquellos jugadores con más de 1000 minutos la temporada pasada. Con los mismos grupos de 4 compañeros, los Warriors recibían menos puntos con Lee que con Ezeli o Biedrins, y los registros dentro-fuera de pista no difieren mucho comparados con lo de Bogut (sólo 0.3 posesiones por 100 puntos peor). Además, los Warriors la pasada temporada fueron el 7º equipo que menos puntos recibió en la pintura por 100 posesiones, y el tercero que menos encajó en el área restringida, 30 por 100 posesiones (nadie recibió tan pocos tiros como ellos, aunque con el acierto de sus rivales algo superior a la media, undécimo, son terceros en puntos).
Pero si vamos separando estos últimos registros en función de la presencia de David como pívot, la cosa cambia algo. Con Lee en pista los Warriors recibieron 31.6 puntos por 100 posesiones en el área restringida (25.8 sin él), y si reducimos la muestra a aquellos minutos en los que el All-Star jugaba de pívot, la cifra sube a los 35 puntos por 100 posesiones, una de las peores de la Liga.
Si tratamos de dar una opinión más cualitativa, cuando ves jugar a Lee, te encuentras con un jugador activo para salir a defender a los ala-pívots abiertos que tiran de fuera, y poco contundente según la acción se acerca al aro. No es versátil en defensa, y se encuentra en ese limbo en el que están muchos, que hace que sólo defienda bien a jugadores de su mismo tamaño y características, sufriendo contra los jugadores rápidos y más bajos (los cambios en los bloqueos le matan), y contra los fuertes (problema que se agrava cuando está de pívot), pero suple las carencias con inteligencia y ganas.
Si tuviera que dar un veredicto personal, creo que puedes vivir plácidamente con David Lee como tu ala-pívot titular en defensa si la compañía es buena, que no es tan malo como se pinta si está en su sitio y no le fuerzan con desigualdades, pero por el contrario, te crea muchos problemas si es tu 5 y tu única y principal referencia atrás. Si juega de 4, mejor, y eso encima será señal de que Bogut está bien, y los Warriors en este caso tendrán muchas opciones de estar entre los mejores equipos del Oeste. Como pívot, no es sólo lo que él no pueda hacer: habrá que sumar los problemas que podría tener Harrison Barnes jugando por dentro, lo que convertiría a los Warriors en un equipo mucho más desequilibrado.
Y con semejante contrato también a cuestas, tampoco sería muy de extrañar que no acabase la temporada en el equipo, quizá cambiado por un paquete en que los Warriors no reciban otro jugador de su nivel, pero lo compensen con el ahorro, un pívot solvente y defensivo para jugar pequeño cuando no este Bogut, y algo más de profundidad para el banquillo. Sería difícil porque esto es un proyecto pensado en competir ya… pero cosas más raras se han visto.
El mismo eslabón débil
Al igual que el año pasado, gran parte de las aspiraciones y problemas de este equipo pasan por la salud de sus miembros. Con Curry parece que hemos dejado los problemas atrás (crucemos todo lo cruzable), pero a Bogut no sé si alguna vez lo recuperaremos. Como ya dijimos más arriba, sólo apareció en 32 partidos en Temporada Regular y 12 en Playoffs (todos los que jugaron, pero con un descenso progresivo en minutos e importancia según avanzaban las series) y este año volveremos a ver equilibrismos para mantenerle sano, fresco y produciendo a la vez.
De momento las noticias que llegan desde el Training Camp son positivas, no le duele nada, esperan que juegue 30-35 minutos por partido… y si esto fuera a continuar así, sería fantástico, pero aquí no estamos preparados para ser tan optimistas.
Y es una pena, porque si se hubiera mantenido al 100% y no se hubiera quedado sin alguna de sus facultades, el australiano sería uno de los 5 mejores pívots de la Liga, algo que no entra en absoluto en el terreno de la exageración. Su excelente defensa es capaz de sostener a un equipo entero, en rebote es maravilloso y lo entiende como una tarea de equipo, y en ataque es lo suficientemente dinámico pasando y poniendo alguno de los mejores bloqueos que se ven en esta Liga, para compensar la pérdida por el camino del toque elegante cerca de la canasta que tenía, y su justa habilidad para tirar a media distancia. Su porcentaje de tiro libre nunca fue bueno (en torno al 60% en sus primeros años), pero a partir de 2011, tras la terrible caída contra Phoenix que afectó a su codo, se empezó a convertir en un problemón (44.2% en 217 intentos aquel año). Son cosas que no parece que podrá volver a recuperar, y por eso no volverá a ser un pilar de un equipo en ataque, pero sabe hacerse importante con lo que le queda.
Aunque el juego ofensivo de Bogut ha quedado reducido a la mínima expresión, ofrece más que la típica quinta opción de un equipo, sobre todo en las acciones de interacción con los compañeros. Cuando estuvo en pista más de 25 minutos, los Warriors ganaron 11 partidos de 17 en Temporada Regular y 5 de 8 en Playoffs, lo cual no está nada mal.
Esperemos que este año, el número de partidos con él en pista y no de traje, sean muchísimos más.
Cambios en el banquillo
Golden State ha perdido a Carl Landry y Jarrett Jack, parte importante del éxito de los Warriors saliendo desde el banquillo y también cerrando los partidos en la pista, en lo que era, si no recuerdo mal, el equipo que más claramente utilizaba a dos suplentes en esta tarea. Los Warriors les han sustituido por dos jugadores con una reputación más baja como son Marreese Speights y Toney Douglas, pero este año parecen algo más profundos en el resto de la rotación, que el año pasado tuvo prácticamente sólo 8 hombres.
Además de la llegada a la segunda unidad de aquel que se caiga del quinteto cuando estén todos sanos (Thompson o Barnes), continúa Draymond Green, que confirmó en Playoffs que vale para la NBA, Kent Bazemore, está preparado para pasar de toallero de lujo a jugador aprovechable y el prometedor euroNemanja Nedovic también tendrá oportunidades y podrían ayudar a que los Warriors lleguen a los 10 hombres de confianza.
Lo más flojo quizá sea el puesto de pívot, no por capacidad, sino por salud. Ezeli no volverá hasta entrado 2014, y los únicos suplentes del frágil Bogut para empezar la temporada son Jermaine O’Neal, que llega con 35 años y después de tener problemas él mismo durante años y su elección de segunda ronda, Ognjen Kuzmic, una incógnita a este nivel. Si algo le pasara al australiano, seguramente ocurra como el año pasado, que Lee se encarga de la mayoría de los minutos, y aunque el pívot suplente de turno pueda llegar incluso a salir de titular, sólo estará en pista unos 10-15 minutos.
Si hay un jugador que nos divierte verlo jugar este año es sin lugar a dudas Stephen Curry y en cada partido que pasa lo tenemos más y más claro.
Anoche el partido que se disputó en el brutal Oracle fue lo más parecido a un partido de NCAA que otra cosa y lo digo claramente por el público, todos con su camiseta amarilla, todos animando sin parar y ya en pie en el primer cuarto en varias ocasiones. La ocasión lo merecía, el equipo de Mark Jackson jugaba en casa para ponerse 3-1 por delante a unos Nuggets que empezamos a no conocer y eso preocupa.
Golden State Warriors es un equipo con fé, un equipo que sabe que no tiene nada que perder y tiene que pasarselo bien, es decir, todo fiel reflejo del pastor Mark Jackson, por ello se puede ver hasta el Bogut que fue no.1 del Draft, en un primer cuarto realmente tremendo con mate posterizador al amigo JaValee incluido, pero con un dominio en los tableros que hizo que más de uno se frotara los ojos y no supiera quien era ese pivot con barba dominando a sus anchas…
Pero vamos a lo divertido: Curry. El tercer cuarto que se casca el amigo Steph justo antes de que casi le sacaran el ojo, es de enmarcarlo. Yo casi lo igualaría al partido del MSG (casi, pero sin llegar), porque hizo de todo: asistencias, bombas nucleares, crossovers y sobre todo esos triples desde Alcatraz que tanto nos gustan. Curry en estado puro. Si a esto le sumamos el Oracle RENDIDO, Curry exaltado, el banquillo de Golden State alteradísimo y los Nuggets que no sabían de donde le caían, tenemos un momento casi orgásmico de baloncesto. Lástima del castañazo que se llevó de Brewer, porque ahí se acabó el partido.
Warriors ya había cogido ventaja y los Nuggets no supieron como bajarla y lo peor de todo, es que parece que no saben como parar a este conejo que se ha sacado de la manga Mark Jackson llamado Warriors y que sin Lee están sorprendiendo a todo el mundo.
El Detalle: McGee intentó un MEGA mate en la jugada siguiente a ser posterizado por Bogut… fue al aro….
Sin duda alguna una de las grandes sorpresas de lo que llevamos en la temporada, es lo que está pasando en Oakland, Golden State Warriors, el equipo de Mark Jackson está dando mucho que hablar, cuando nadie lo esperaba.
La temporada pintaba extraña, tras un debut de Jackson en el banquillo más que frustrante con un 23-43 y donde, ojo, prometió que metería al equipo en PO, poca gente esperaba algo de los Warriors en este segundo año y más después del trade de Ellis a final de temporada después de que la franquicia se cansara un poco de su vida extra deportiva y sus ‘extrañas’ lesiones… pero en ese trade llegaba Bogut, un pivot top de la liga, pero también bajo sospecha o mejor dicho, perteneciente al club del Cristal de Bohemia…
Incluso antes de empezar la temporada, nosotros mismo situábamos a estos Warriors como una de las cosas que teníamos muchas ganas de ver, con Bogut sano, Lee aportando como siempre, Curry ya como jugador franquicia y la ayuda de Thompson en su segundo año, hacía del equipo de Jackson como uno de esos equipos que dices ‘mmmmm….’. Pero Bogut, como no…, se lesionó y empezó con la pesadilla de todo propietario suyo de Fantasy, el Day-To-Day que luego pasa a Out Indefinitely, es decir, está la cosa complicada, pero oye, igual vuelve cuando menos te lo esperes… esto nos saca de quicio.
Pero este equipo tienes las cosas claras y a día de hoy es uno de esos equipos que como ya os dijimos hace semanas, es un equipo que queremos ver. Cómo lo han hecho? muy fácil, olvidándose de Bogut, es decir, no se sabe cuando va a volver, si vuelve… así que lo mejor es no contar con él, para esto Jackson se ha sacado de la manga a Festus Ezeli y sobre todo a Carl Landry, que junto a David Lee juegan a esa nueva moda de no tener a nadie del todo alto, con lo cual hay mucha rotación y sobre todo mucho tiro exterior, cosa que los Warriors con Curry y Thompson van más que servidos. Si a todo esto le sumamos la tremenda aportación de un rookie top como es Harrison Barnes y metemos en el cocktail a un Jarrett Jack motivado, hace un equipo más que suficiente para jugar a esto llamado baloncesto.
Mark Jackson llegó en su día a Warriors con la idea de hacer un equipo defensivo y este año eso se está notando más, es decir, apretando un poco más en defensa y jugando rápido en ataque, hace que estos guerreros, a parte de ganar partidos, mole verlos jugar. Cierto que a veces se entra en momentos de un poco de caos, pero oye, el caos mola y siempre está Curry para hacer alguna de las suyas o Thompson para enchufar varias seguidas.
Mención a parte me merece David Lee, un jugador por el cual siempre he tenido una ligera debilidad y que este año está rozando el 20-10 haciendo una temporada de All-Star, como aquella que hizo en los Knicks, pero con un factor muy importante, ahora lo hace en equipo del oeste y en equipo (de momento) ganador.
Jackson lo prometió en el primer año, pero parece que los PO van a volver a la bahía, habrá que ver cuando vuelve Bogut que pasa, pero de momento si tenéis un rato y no sabéis que hacer, ver un partido de los Warriors os va a cubrir ese rato y encima os lo pasaréis bien. De nada.
Tiempo para repasar, como siempre a nuestro modo, cómo va el primer mes y algo de la NBA, donde han pasado muchas cosas, tal vez demasiadas o tal vez demasiadas pocas, ahí ya cada uno, pero vamos por conferencias…
Primer nos vamos al Este que es lo que más cerca nos queda y simplemente nos vamos a echar las manos a la cabeza: Knicks y Nets dominando?!?! (con Miami ya ni contamos, está a otro nivel, al nivel de cuLebron claro…), es algo inaudito pero la Batalla de la Gran Manzana parece que va a ir más allá de los partidos en el MSG y en el Barclays, y nos gusta, la verdad es que no hay nada mejor como un pique de los buenos. Ya se pudo ver en el partido de Brooklyn, que el ambiente de PO era tremendo… habrá que estar atentos… y también atentos a cuando vuelva Amaré… jur jur jur.
Luego tenemos a los Wizards, que a pesar de no tener mal equipo, están con un record ridículo, aunque creemos que cambiará cuando Nené se acople y vuelva Wall. Bobcats va ganando, también era de esperar la verdad, pero sobre todo vamos al caso de los Cavs con un Varejao a nivel All-Star y un base que ya es una realidad y que es uno de nuestros favoritos dentro de la NBA, apenas ha ganado partidos y tiene pinta de que vaya a ser una de las decepciones de la liga… pero ojo, un equipo que tiene 2 jugadores que serían titulares en el resto de 29 franquicias… un caso curioso la verdad y digno de estudio.
Por el Oeste la gran noticia son los Lakers, guste o no, se cargaron a Mike Brown y sin Nash los Lakers de D’Antoni aún los estamos buscando, a pesar de que han hecho apariciones esporádicas en un par de partidos, pero no, no están. Y parece raro, ya que con Howard la cosa iba a cambiar, pero no, el equipo ahora no se sabe que es y la clave sigue estando en la defensa, lo peor de todo es que aún no se sabe cuando vuelve Nash. San Antonio sigue buscando a Lupita y cuando lo hace son los mejores, ojo al equipo de Popovich que promete algo parecido a lo del año pasado, esperemos al menos que no acabe igual.
Sorprende y gratamente los Grizzlies. Mola ver jugar al equipo de Memphis, parece que con Randolph sano y sin OJ Mayo todo fluya mejor, pero lo realmente sorprendente es un banquillo con jugadores, entenderme, del montón, produce casi lo mismo que los titulares, pero Hollins ha conseguido un equipo, un conjunto… algo parecido a lo que tiene Popovich en SA, tal vez por eso mole tanto verlos jugar… También sorprende Warriors, sin Bogut, que vete tú a saber cuando vuelve, pero con un Lee que está muy serio y un equipo que parece que se lo pasa bien jugando a esto del basket… y eso que tienen el entrenador que tienen, extraño. Otro dato destacable: Lillard, va para rookie del año de largo y que es una gozada verlo jugar… algo parecido a Irving el año pasado…
Estamos viendo menos basket del que nos gustaría ver, eso siempre nos pasa, siempre queremos más, pero así estamos viendo las cosas y no os olvidéis que seguimos viéndolas día a día en nuestro Twitter donde hacemos esto que acabáis de leer, pero con menos caracteres y tal vez con algo más de mala leche… la justa.
En los últimos 18 años, los Warriors se han clasificado para Playoffs una sola vez. Sí, en serio. No sé si os resulta tan chocante como a mí, que en una primera impresión los recordaba dando más guerra, pero el año que ganaron a los Mavs llegando como 8º del Oeste es la única vez que los han podido ver en la post-temporada todos aquellos que este año cumplan la mayoría de edad.
Lo malo es, que les puede suceder lo que en 2008, la temporada posterior a la visita a las eliminatorias finales. Con 6 victorias más que el año anterior, no se clasificaron para Playoffs, en un Oeste que se puso en 50 victorias. El año pasado se entró con el equivalente a 45 triunfos, y este pinta a que puede ser peor.
Así que aunque la adición de Bogut, la vuelta tras lesión de Curry, y el buen trabajo que han hecho trayendo fondo de armario den esperanzas, los Warriors se lo van a tener que ganar, partido a partido, porque no sería una sorpresa que 48 victorias este año, no fueran suficientes.
Altas: Carl Landry (New Orleans Hornets), Jarrett Jack (New Orleans Hornets), Harrison Barnes (Draft), Festus Ezeli (Draft 2011), Draymond Green (Draft), Kent Bazemore (Novato no drafteado)
Bajas: Dorell Wright (51.8% de los minutos), Nate Robinson (37.4%), Dominic McGuire (35.4%), Mickell Gladness (7.0%), Chris Wright (5.8%), Mikki Moore (3.7%)
Empezamos:
Golden State Warriors en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
14º
6º
2º
29º
10º
29º
RA-TA-TA-TA-TA
El 2º equipo con mejor porcentaje en tiro de 3 de la Liga mantiene los 4 jugadores que el año pasado anotaron por encima del 40% desde la línea de 3, añaden a un novato con una mecánica reluciente que acertó el 38.2% de sus intentos el año pasado en North Carolina, y con la llegada del primer pívot competente en ataque con una gran capacidad de pase hacia el perímetro que ha tenido este equipo en años, los Warriors le pondrán muy difícil a San Antonio repetir como el equipo con mejores cañoneros de la Liga.
Los Warriors de Mark Jackson van dejando el Nellie-Ball atrás, y tras ser primeros en número de posesiones tres de las cuatro temporadas con Nelson (y segundos la otra), bajaron un poco, hasta la quinta posición con Smart, y el año pasado cayeron al 10º puesto en ritmo, y fueron 15º en número de posesiones terminadas en 10 segundos o menos. Los triples que este equipo mete, no vienen ya de un ritmo endiablado.
Lo que tal vez pueda esperarse para compensar, es una cierta regresión a la media de un acierto tan grande. Curry ha mejorado los 3 años que ha estado en la Liga y Rush también ha ido incrementando su porcentaje sin parar toda su carrera. La temporada pasada los dos metieron más de un 45% de sus triples, con más de tres intentos por partido, y la probabilidad está en su contra para volver a repetir la gesta: de los 26 jugadores con esos números durante una temporada completa, 20 no fueron capaces de reproducirla otra vez en su carrera, y solo Steve Nash (único que lo ha logrado 3 veces) y Hubert Davis lo hicieron en temporadas consecutivas.
Del resto de tiradores, Jefferson lleva 2 años con más del 40.0% de acierto, después de 9 temporadas sin hacerlo y solo otros cinco novatos han metido el 40% de los triples o más, intentando 4 por partido como hizo Thompson: Curry, Pierce, Mike Miller, Gordon y Maloney. Solo dos repitieron un porcentaje superior al 40% el año siguiente, por lo que Klay también tiene la probabilidad, aunque con un margen menor, en su contra.
Así que veremos quién gana, si los Warriors o la regresión a la media. A priori este equipo podría ser aún mejor tirando que el año pasado por lo que conservan y lo que han traído, pero el año pasado dejaron el listón demasiado alto.
La maldita salud
Una de las negras nubes que se cierne sobre este equipo es la salud de sus jugadores, ya que sus dos mejores jugadores, jugaron 28 partidos la temporada pasada, y Lee no la terminó. Pero hay algún motivo para el optimismo.
Aunque Curry haya caído y recaído de sus problemas con el tobillo, solo se perdió 10 partidos sus 2 primeras temporadas. El año pasado es el único en el que no ha estado sano, y teniendo desde marzo para descansar, ser operado y recuperarlo, con un poco de suerte, podrá completar esta temporada.
Y lo de Bogut es un caso extraño, ya que aunque parezca perennemente lesionado, ha jugado el 73% de los partidos desde que entró a la Liga, y el 58% los últimos 4 años. No completa una temporada desde la primera, pero a diferencia de otros jugadores que tienen una lesión crónica y recurrente (Curry sin ir más lejos), las de Bogut son independientes, y en algunos casos accidentales, como la del 2010, tras una aparatosa caída. En este caso cabe preguntarse que es peor, si un jugador con una lesión localizada y con tendencia a recurrir, o alguien como Andrew, del que todavía no sabemos cuánto es mala suerte, y cuánto una fragilidad endémica. Haberse lesionado diferentes partes del cuerpo seguro que va haciendo su mella, y existe esa posibilidad que sea de cristal, pero prefiero ser optimista y pensar que su caso es una serie de catastróficas desdichas que no tienen por qué continuar.
Lee ha sido un ejemplo de constancia, y entre Rush y Thompson solo se perdieron un partido el año pasado, así que si bien los dos grandes espadas tienen un alto riesgo, que va a estar ahí toda la temporada, este año hay más profundidad en la plantilla y motivos para creer. Oh, wait, a lo mejor esa frase no era la mejor para…
La nueva pareja interior
Las ganas de ver juntos a Lee y a Bogutsuperan ya los 9000. Lo cierto es que salvo por el tiempo que Lee pasó cuando Curry todavía era bueno (y no coincideron tanto), o el año que estuvo en NYK con Randolph (jugando fuera de posición, en uno de los peores años de nuestra Tortuga Ninja favorita) nunca han tenido como pareja estable, y los dos bien colocados, un compañero así. Bogut compartió juego interior en Milwaukee con Magloire, Skinner, Villanueva, Yi, Gooden, Ilyasova antes que le robaran el premio a jugador más mejorado o Leuer. Y Lee coincidió con James (Jerome, no LeBron), Rose (Malik, no Derrick), Jeffries (sí, ahora sí que es Jared), Harrington, Biedrins (la versión reciente, no la de cuando parecía bueno), Udoh, Radmanovic… así que normal que estén deseando compartir pintura.
Puede haber un pequeño problema de espacio cuando se junten, si Bogut sigue tan perdido con el tiro como en los dos últimos años, y Lee, vuelve a quedar un poco por debajo de la media tirando tras pase, pero como los Warriors pueden poner 3 mortíferos jugadores abiertos en cancha con ellos, no debería ser para tanto.
Los dos son increíbles pasadores: Bogut, con un 12.0 AST% en su carrera está solo por detrás de Duncan, Diaw, Pau Gasol, Hawes, Horford y Boozer entre los hombres altos en activo, pese a haber tenido peores compañeros que probablemente todos ellos. Y Lee le sigue, con un 11.9%. Los Warriors pueden hacer circular el ataque este año a través de Bogut muchas jugadas, poniendo a su disposición un trío de tiradores y uno de los mejores cortadores de la Liga (Lee fue 5º en PPP). De hecho, si hay un equipo para el que tiene sentido utilizar el ataque de Princeton este año, no son los Lakers, donde Howard, un animal del bloqueo y continuación, no pasa ni corta tan bien como Lee, sino los Warriors.
Golden State por fin puede tener un balance dentro-fuera, y deberían ser uno de los mejores equipos en XeFG%, ya que tienen el personal para atacar el aro y la línea de tres puntos indiscriminadamente. Además, han añadido a un anotador puro para los reservas, Carl Landry, que fue el 2º jugador más eficiente en la Liga posteando: 1.03 puntos por jugada. Los Warriors podrán descargar el balón en él y no tener que preocuparse más de la anotación desde el banquillo, pero con el excedente de tiradores de este equipo, que rezuma hasta la segunda unidad, sería maravilloso si fuera capaz o más bien, estuviera dispuesto, a pasarla.
Lo único malo de Landry, es que en el caso de que Bogut se pierda un gran número de partidos, mover a Lee al puesto de pívot y hacerle un hueco a él como 4 titular pinta a desastre histórico en defensa. Carl pinta a salir del banquillo toda la temporada, algo a lo que está acostumbrado, y los Warriors probablemente lo utilizarán con un pívot apto en defensa al lado. Resucitar a Biedrins no estaría mal, y si no Tyler y Ezeli podrían ver más minutos de lo normal, porque a priori parecen buena compañía para Landry si su bisoñez no se interpone.
Otra cosa que se le va a pedir al nuevo juego interior es levantar el paupérrimo rebote ofensivo, en el que solo tienen detrás a Boston. David Lee, que empezó su carrera como excelente atacador de tableros, bajó sus prestaciones, y no por el cambio a Golden State, ya que los dos últimos años en New York no fueron tan buenos. Después de promediar un 12.1 ORB% sus tres primeras temporadas, nunca ha vuelto a superar el 10%. Bogut por su parte siempre ha sido élite reboteando el balón en su propia canasta, y mucho más discreto en ataque, pero por centímetros y sinergias, es de esperar que los Warriors mejoren algo, aunque no lo suficiente, en este aspecto.
¿Tiros libres? No, gracias
Como buen equipo entregado a la suspensión, los Warriors no van a la línea. Aunque es difícil que tu ataque sea eficiente si solo un equipo es peor que tú sacando tiros libres, en el caso de los Warriors no es tan preocupante porque es simplemente el resultado de que su filosofía de juego se oriente en el tiro, y les va bien de esta manera.
Pero West reconoció que es una preocupación, y que la llegada de Landry (Jack también ayudará) está pensada también para ayudar al equipo en este aspecto. Teniendo en cuenta que además perdieron a mitad de temporada al jugador que más tiros libres por partido intentaba en el equipo, y más atacaba la canasta (Monta Ellis) deberían volver a estar en el vagón de cola otro año más, a no ser que cambien el estilo por completo.
Pero mucho nos tememos, que los puntos que los Warriors conseguirán, no vendrán de ahí.
Free Jenkins!
Marc Jackson ya la dicho que quiere a Curry de base (y tras el fabuloso año de novato de Klay Thompson, toda lo que sea juntarlos me parece genial) pero al menos este año con Jack tiene la opción de poder poner a Curry de 2, con un base tradicional y mejor tamaño que el que tenía Ellis, por ejemplo, para compartir la defensa. Esa versatilidad que en otros años ha faltado, aunque no la utilicen de inicio, les puede permitir amoldarse mejor a las situaciones a las que se pueden enfrentar a lo largo de la temporada: lesiones, bajones de rendimiento…
Lo único que me gusta menos de la llegada de Jack, es que tapa el sitio de Charles Jenkins, un aguerrido jugador que me gusta bastante si este equipo quiere mejorar en defensa, aunque los Warriors tal vez no sean la mejor situación para él. Solo lleva un año en la Liga, y la muestra es pequeña, pero estuvo entre los mejores bases finalizando el bloqueo y continuación desde la media distancia (solo le superó Nash). El inconveniente es que no destaca en mucho más. Como asistente y protector del balón se encuentra en la media da la Liga (como Jack, de todas formas…), su tiro de 3 fue inexistente (3 de 20 el año pasado) y su porcentaje cerca del aro es malo, y para tener un buen compañero de pick’n’roll tendría que jugar minutos con Lee. De todos modos, no es que Jack aporte mucho más que la veteranía, y como con Landry tal vez haga más falta compensar con defensa que con ataque, Jenkins, con mayor potencial, se podría hacer un hueco, y seguir la larga tradición de útiles jugadores que los Warriors encuentran en la 2ª ronda del Draft.
El gran problema
Golden State Warriors en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
27º
23º
27º
27º
18º
30º
Lo peor de este equipo es su defensa, una unidad que no hace casi nada bien. Nadie rebotea tan poco en defensa, cometen muchas faltas, no fuerzan suficientes pérdidas… un auténtico desastre.
La gran esperanza para este temporada, es, por supuesto, Bogut. En la era Skiles, los Bucks han sido dos equipos distintos, uno con, y el otro sin, el pívot aussie. En estos 4 años, ha jugado 182 de los 312 partidos del equipo (un 58.3% de los encuentros) y con él, el registro es de 94-88, un gran contraste con el 52-78 cuando ha estado fuera. Y la diferencia la marca, sobre todo, su trabajo en defensa:
Índice Defensivo de Milwaukee Bucks
Temporada
Con Bogut
Sin Bogut
Diferencia
% Minutos
2011-2012
93.7
106.7
13.0
11.4%
2010-2011
96.9
102.6
5.7
57.9%
2009-2010
100.1
106.9
6.8
55.8%
2008-2009
97.5
111.9
14.4
28.3%
TOTAL
97.7
107.8
10.1
39.8%
Estos números dependen evidentemente de la segunda unidad, y del nivel del jugador que reemplaza a Bogut, pero en una muestra de 4 años, los Bucks han estado por debajo de los 98 puntos en contra por 100 posesiones, al nivel de la mejor defensa de la Liga con él en el campo. No le va a venir mal a estos Warriors.
La primera contribución de Bogut, y la más sensible, será en los tableros. David Lee el año pasado tuvo la peor marca de su carrera, y nadie en la rotación superó el 20.0 DRB%. Aunque el rebote en defensa no es un trabajo aislado, la llegada de un hombre con un 24.0 DRB% durante su carrera, tendría que ayudar inmediatamente. Además, se puede suponer que si juntando un buen reboteador con uno malo, el bueno se hace peor por la falta de ayuda para cerrar, dos jugadores entregados a la causa tienen posibilidad de mejorar. Además, los Warriors deberían jugar con un equipo más grande, sin usar a Lee de pívot, lo cual garantiza un mejor desempeño en el rebote y la defensa: los Warriors fueron 11.8 puntos por 100 posesiones en defensa mejores con David de 4 que de 5. Con el resto de la plantilla, hay cal y arena, Monta Ellis y Nate Robinson rebotearon peor que Curry, Thompson y Jack a lo largo de su carrera, pero Landry tiene números de alero: a lo largo de su carrera es peor que Dorell Wright, sin ir más lejos. Si sale con los suplentes, sería interesante que el 5 que le acompañe lo tenga en cuenta.
Pero rascando más en la defensa de los Warriors, nos llevamos una sorpresa,y si bien el impacto de Bogut en el rebote va a ser palpable, el resto de contribuciones podrían depender menos de él. A pesar de ser el equipo que más rebotes ofensivos concede, están por la media de la Liga en porcentaje de tiros que reciben cerca del aro (son quinceavos) y sus rivales solo anotan el 61.9% de los intentos a un metro del aro frente a ellos: hay 19 equipos peores en defensa en las inmediaciones de la canasta. Donde realmente sufrieron en Golden State fue en el perímetro, donde Bogut no podrá ayudar directamente. Fueron el equipo que se enfrentó al tercer mayor porcentaje de acierto del rival en tiros de 2 a más de 4.5 metros y en triples, y se reparten con Denver el título de ser las dos peores defensas exteriores de la Liga, a distancia del resto. Lo bueno es que dos de los jugadores que los números señalaban se han marchado. Los aleros rivales tenían un escandaloso 53.7 eFG% ante Dorell Wright, y Nate Robinson fue considerado el peor defensor individual el año pasado por los números de mySynergy, y esta temporada ya no serán Warriors ninguno de los dos.
Sabiendo que tienen a Bogut detrás para protegerles, los exteriores de los Warriors tal vez se animen más a defender encima de su par e indirectamente su presencia puede ayudar. De hecho, pese a que el problema se parezca localizar en el perímetro, los Warriors fueron exageradamente mejores con un intimidador, en este caso Udoh, en el campo: el Índice Defensivo fue de 98.1 en 827 minutos, mientras que llegó a 113.0 en el resto. Una diferencia mayor que la que hubo entre los Celtics y los Bobcats. Si el impacto de Andrew es similar al que tuvo Ekpe, la defensa podría volver a ser respetable de nuevo. Pero habrá que monitorizar el trabajo de Curry, Thompson y compañía.
Otro aspecto que va a mejorar seguro, al igual que el rebote, son las faltas personales. El año pasado, los hombres altos exceptuando a Lee, hicieron 6.3 faltas por 48 minutos. De ese grupo, solo Biedrins y Tyler continúan en el equipo, y el primero debería jugar menos minutos con la llegada de Bogut, y al segundo tras un año de novato, se espera verle mejorar. Sin Nate Robinson, otro de los jugadores que más faltas concede por minuto (solo Jones, Miles, Shumpert y Watson hicieron más entre los exteriores con más de 1000 minutos), los Warriors deberían mandar mucho menos a la línea al rival, algo que les ayudará con la eficiencia de su defensa.
Y por último, los Warriors cierran la parte baja de la rotación con novatos con una buena reputación defensiva como Bazemore, Green y Ezeli. Puede que no se cuente mucho con ellos, pero si logran adelantar a otros jugadores en la rotación, será por su esfuerzo en la parte menos glamourosa del campo.
Mark Jackson tiene a su disposición herramientas mucho mejores este año para forjar una defensa digna de equipo de Playoffs. Veremos que puede hacer.
En conclusión
De los 8 equipos que se clasificaron para Playoffs el año pasado, ninguno parece que haya empeorado en verano. Los Wolves tienen una pinta buenísima para el año que viene. New Orleans, Phoenix y Sacramento parecen lejos, pero sería una sorpresa relativa verles dando guerra. Solo Portland y Houston parecen estar muy lejos en una Conferencia que sigue siendo durísima, y el primer motivo por el que algún equipo se irá de la carrera, será por lesiones, algo que no invita mucho al optimismo en Oakland.
Que llegaran, a 108.6 puntos por 100 posesiones, cerca del Top 10 en ataque en la Liga, me parece una buena aproximación para una ofensiva que ya fue bastante buena el pasado año, y tiene margen de mejora, pero también una amenazante posibilidad de regresar a la media que le evite gravitar hacia los equipos punteros. Y en defensa, aunque Bogut ha demostrado una extraña habilidad para convertir a un equipo mediocre defensivamente como los Bucks sin su presencia, en uno de los 5 mejores cuando él está alrededor, que sea capaz de llevar a los Warriors a los 107 puntos por 100 posesiones en contra, algo por encima de la media, suena más razonable con los riesgos que este equipo entraña.
Al final, proyectamos unas 45 volátiles victorias para los Warriors, suficientes para Playoffs el año pasado, pero previsiblemente cortas para este, aunque si la salud acompaña estarán en la pelea. Seguro.
En un Oeste en el que la clase media, como siempre, es muy numerosa y más que pudiente, habrá muchas historias interesantes y equipos en que fijarse, pero el que debería sufrir la mayor transformación es el de la Bahía de San Francisco: los Golden State Warriors.
Los Hornets han cambiado el equipo, los Timberwolves el perímetro, y los Suns a su director de orquesta. Pero los Dubs, sin reemplazar mucho personal, han mutado su identidad. La demolición de los últimos escombros del Nellie Ball empezó hace un tiempo, entre otras cosas con la contratación de Mark Jackson como entrenador el verano pasado, pero el punto de inflexión vino en marzo, el mismo día que comenzaba de verdad la pretemporada para los Warriors y se daba la extremaunción a uno de los santos y señas, que ahora quedan en el cercano recuerdo. Los Warriors rompían la pareja Ellis–Curry, que estaba abocada a la separación desde el mismo momento en que se conocieron, para traer la pieza que ha faltado en su esquema estos últimos años: un pívot, y con aptitudes defensivas además.
Aunque correlación no implique causalidad, son muchos años (y muchos partidos vistos desde el banquillo, demasiados) comprobando que Milwaukee es mucho mejor equipo, vamos, gana mucho más, cuando juega Andrew Bogut, que cuando el aussie está de traje. Y para unos Warriors que necesitaban ya una referencia defensiva, es el jugador perfecto. No es solo lo que un hombre grande e intimidador puede hacer, es como se redistribuye el equipo. Su llegada puede mover a Lee permanentemente al puesto de ala-pívot, y permitir a Jackson jugar por fin con 4’s de verdad a tiempo completo. Hacer al equipo más grande, simplemente, ayuda en la faceta menos glamourosa del baloncesto. Hacerlo más grande con Bogut, ayuda aún más.
Los Warriors quieren volver a ganar, y con este equipo, si el objetivo son los Playoffs, pueden volver a hacerlo. Al menos en teoría. Porque la práctica en este grupo está supeditada a que sus tres mejores jugadores, el nuevo juguete, David Lee y Stephen Curry, no vuelvan a estar en pista solo 95 partidos, como la temporada pasada . Por lo pronto, Bogut llegará falto de rodaje, pero espera empezar la Regular con el equipo. Curry y Lee al menos deberían llegar al 100%.
Una vez que resolvieron el problema del pívot, y que se aseguraron perder los suficientes partidos para poder retener su elección de Draft, llegó Jerry West, que en verano ayudó a terminar de añadir al equipo la otra cosa que le faltaba: profundidad. Jugadores como McGuire y Robinson tuvieron que jugar demasiados minutos el año pasado, y este podría haber pasado algo parecido, pero se han movido bien. Han llegado Carl Landry y Jarrett Jack y tres jugadores interesantes en el Draft, especialmente aquel que eligieron en el número 7, Harrison Barnes y que tal vez sea el único al que se le pedirá contribuir este año. Con todas estas incorporaciones, y sin bajas sensibles (Dorell Wright, cuyo papel puede suplir Barnes de inmediato, es quizá la más significativa), los Warriors tienen que mejorar.
Y a pesar de que hablemos de un cambio de identidad, hay un recurso que deberían seguir manteniendo. El éxito de su lanzamiento de triple debería seguir intacto y la adición de Barnes solo debería servir para colocarse como el equipo que mejor tira de tres de la Liga (con permiso de San Antonio). Curry siendo Curry;Brandon Rush, que al final se queda, y que cada año tira mejor; Klay Thompson que debería confirmarse en su segunda temporada, e incluso Richard Jefferson que lleva dos años convertido en tirador efectivo forman un grupo que puede y debe abrir la pista, para que Lee, Bogut y Landry se beneficien por dentro.
De todos modos, todavía puede faltar algún aspecto que apuntalar. El año pasado fueron el peor equipo reboteando (últimos en rebote defensivo, penúltimos en ofensivo) y yendo a la línea de la Liga. Respecto a los rebotes, Bogut va a ayudar, especialmente con los defensivos, y además como ya dijimos, por efecto dominó, el equipo ganará más centímetros y con ellos llegarán los rebotes. Bastará que la salud acompañe para mejorar. Lo de los tiros libres es más complicado, porque no solo han perdido al jugador que mejor atacaba el aro y sacaba tiros libres (Ellis), han añadido a otro que da igual que vaya, porque no los mete (Bogut). West ha citado a Landry como posible solución al problema, pero como mucho podría ayudar a tapar el hueco que crea Monta, para mejorar tendrá que contribuir el resto.
En definitiva, un quinteto con Curry en el puesto de base, Thompson de escolta, Jefferson como veterano puente hasta que se pueda confiar en Barnes con Lee y Bogut en posiciones interiores, suena mejor que cualquier cosa que los Warriors nos han ofrecido los últimos años. Además, ahora, también tienen segunda unidad, con Jack, Rush, Barnes, Landry y Biedrins formando uno de los banquillos más interesantes de la Liga y ofreciendo una versatilidad más amplia y tradicional a Jackson para combinar con los titulares nominales. Si además alguno de los jóvenes (Jenkins, Bazemore, Green, Tyler o Ezeli) se gana un puesto en la rotación, cosa que no sería de extrañar por su talento, la habilidad que ha tenido la organización últimamente para desarrollarlo, y la capacidad defensiva de casi todos ellos, los Warriors estarán de vuelta.
Y la salud, será importante, mucho. Pero ahora hay fondo de armario para que no sea imprescindible.