Reconstrucción

Jun 7, 2015; Oakland, CA, USA; Golden State Warriors head coach Steve Kerr during the third quarter against the Cleveland Cavaliers in game two of the NBA Finals at Oracle Arena. Mandatory Credit: Kyle Terada-USA TODAY Sports

Este verano, más concretamente el día de la Independencia en Estados Unidos, la NBA recibía un terremoto en modo de decisión por parte de uno de sus principales jugadores. Kevin Durant decidía que el equipo que iba a tener sus servicios iba a ser Golden State Warriors, un equipo que venía de hacer 73-9 en la temporada anterior y que estuvo a nada de ganar el segundo anillo seguido. La NBA se tambaleaba.

Llegamos al inicio, ese principio de temporada donde todos teníamos ganas de ver al equipo en movimiento, pero no esperaban con que delante estuviera un equipo que es como un Ave Fénix, que renace cada vez que lo dan por muerto y que por esa mística, voodoo o magia oculta que sólo Popovich sabe hacer para de nuevo, poner patas arriba toda la NBA ya desde el primer día y demostrar que tiene un Demogorgon como jugador franquicia con nombre de fruta de Nueva Zelanda y apellido casi como una Tortuga Ninja. Pero otro día hablaremos de Lupita.

Después de esa derrota, todo la maquinaria del entorno NBA se puso a especular y hablar sobre unos Warriors que parecía, como su propietario dijo, a años luz, pero esta vez no del resto de los equipos, sino de lo que de ellos mismo se esperaba. Además, todo venía envuelto por un ambiente extraño después del artículo sobre Draymond Green o las cupcakes de Westbrook, todo era un poco extraño, pero sinceramente, para mi todo esto tiene una explicación: reconstrucción.

Vengo de dos super equipos. Me explico. En el pasado no muy lejano de Lakers, la franquicia de la familia Buss ha pasado por dos proyectos de super equipos que ambos acabaron en fracaso, uno más que otro. Por una parte, tenemos a aquel equipo de 2003 con Malone, Payton, Kobe y O’Neal, un equipo que estaba destinado al anillo y que probablemente lo hubiera conseguido de no ser por las lesiones en los PO y por encontrarse a un némesis en forma de Detroit Pistons en las finales… pero ese equipo a principio de año, con todos sanos (y aún con Kobe con todo el tema judicial detrás), molaba mucho verlo jugar. Se divertía y eso se notaba. Lo dicho, las lesiones evitaron un nuevo anillo.

La historia se medio repetía en 2012 con Howard, Nash, Kobe, Gasol y Ron Ron como equipo titular, pero esto si que fue mucho peor y desde un principio se vio que la cosa no funcionaba, con una pretemporada lamentable, con Mike Brown, ahora asistente de Kerr (ahí lo dejo…), como entrenador que nadie quería, con Nash viejo y Howard casi sin espalda, el equipo fue una rémora de lo que se esperaba entrando en PO casi de milagro y cayendo a las primeras de cambio con más pena que gloria.

Por eso, cuando todo el mundo hablaba de super equipo en La Bahía, un servidor lo tomaba con pinzas, ya que sí, está Curry, Thompson, Green…y ahora Durant, pero todo eso tiene que engrasarse y los cambios internos, sobre todo en la 2a unidad son casi vitales para este equipo.

De la plantilla que sorprendió al mundo entero hace 2 años consiguiendo el anillo para la gente de Silicon Valley, sólo quedan 5 jugadores, es decir, así como siempre se ha dicho (y se ha visto) que las grandes dinastías han sido equipos que han perdurado durante años, aquí sólo Curry, Green, Thompson, Livingston e Iguodala permanecen, es decir, se han cambiado tanto dentro del quinteto, como, sobre todo en el banquillo.

Aunque las rotaciones de Kerr nunca han sido largas, sí es cierto que otros años jugadores secundarios han dado ese paso adelante para muchas veces salvar al equipo, quien no recuerda a David Lee en las finales o el año pasado la explosividad de Barbosa en algunos partidos. Ahora mismo todo eso ha cambiado.

Livingston de momento no ese jugador que salía y casi dominaba las segundas unidades, a Iguodala de momento no se le ve bien y parece que Kerr quiere confiar mucho más en Clark o si me apuráis en el veterano West, es decir, una rotación totalmente diferente a la estaba acostumbrado el equipo, ya no digo hace dos años, sino en la temporada del record.

Steve Kerr dijo este verano al respecto, que el inicio de temporada no iba a ser como la anterior, sino que este año iba a haber mucho experimento y personalmente pienso que aquí se refería a esa rotación, a ver como puede acoplar las piezas secundarias a esta máquina que todavía le falta bastante por engrasarse. Los titulares jugarán bien entre ellos, aunque a todos nos chirríe el próximo All-Star georgiano, pero el núcleo principal tiene que jugar bien sí o sí, por mucho que a Thompson lo haya gafado yo con la Fantasy o que Green toque menos balón, me da igual, está Durant y está Curry, y esto por si sólo ya vale, el problema de reconstrucción está detrás, en el banquillo, donde hay gente que es muy residual como Varejao o McGee, donde antes había gente que aportaba al equipo como Ezeli, Barbosa o Speights.

Toca reconstrucción en Warriors y aunque el otro día en Porland se empezó a ver como la cosa carbura, sobre todo Curry, toca tener paciencia si eres aficionado de Warriors y esperar un poco si eres aficionado en general a la NBA. Este equipo no va a ganar 82 partidos (técnicamente ya no puede, lo se), pero este equipo no van a ser Lakers de 2003 y ni mucho menos los de 2012.

PO Desde El Sofá (XXVIII): Esto lo arreglamos entre todos

El vigente campeón mantiene las posibilidades de revalidar título tras un partido que tuvieron que sacar adelante sin excesiva brillantez, pero echándose todos al hombro al equipo. Todavía les quedan dos victorias más para poder sacudirse esta incómoda situación, y teniendo que volver a Oklahoma City para el siguiente partido, el partido de ayer no es muy halagüeño. Ganaron y jugaron mejor, pero se lo tuvieron que currar mucho y OKC estuvo siempre demasiado cerca.

Kerr decidió no sucumbir a la tentación de cambiar algo de lo que lleva funcionando tantísimo tiempo, y Golden State se plantó en el partido como si nada hubiera pasado en los partidos anteriores. El quinteto de siempre, Curry defendiendo a Westbrook, y los tres primeros tiros intentados, esos buenos malos triples marca de la casa. Nada exótico, ningún cambio de mentalidad, ni de estilo, ni de personal: simplemente intentar hacer lo de siempre, pero esta vez mejor. Prestando quizá más atención al rebote y a la protección del aro, y encomendándose a que Steph y Draymond recuperen el mojo, algo que fue sucediendo según avanzó el partido, cuando Curry pasó de distribuidor a anotador, y Green recuperó su confianza en esas jugadas de lucha (tapones, rebotes, dos más unos) que tanto le encienden.

Según se fue desarrollando el partido vimos que Kerr sí tenía algo pensado, que podríamos considerar especial: se mantendría grande prácticamente el partido entero y no trataría de imponer a su equipo ganar la batalla del ritmo, ante un equipo que puede que sea tan bueno como ellos, o más (gulp!) jugando a eso. Los Warriors salían cuando podían, no cedieron a sus propios instintos, y aunque les restó frescura en ataque, les permitió sostener la defensa durante la contienda. Y en todo momento encontraron alguien en el que apoyarse, ya fuera Klay Thompson en el primer cuarto yendo a la línea, Marreese Speights aka Mo’ Buckets aka Splash Cousin haciendo llover en Oakland, o Andrew Bogut, que consciente de la importancia del encuentro, no tuvo remilgos en mirar al aro cuando la oportunidad era buena. Partidazo el suyo en ambos lados de la pista.

Que ayer era partido de grupo y no de estrellas, lo demuestra el hecho de que tras tres cuartos de no poder quitarse a los Thunder de encima ni con disolvente, la primera ventaja en la decena, que OKC ya no podría cerrar, vino al principio del último cuarto, sin Steph, Klay ni Green en pista, pero sí con Westbrook y Durant. No tiene puto sentido, pero el deporte es así.

Por parte de OKC, tampoco podríamos decir que jugaron un buen partido, salvo por su generosidad en el esfuerzo y su agresividad, y en cierto modo es muy buena noticia que en esas condiciones metieran tanto miedo en el Oracle en un encuentro en el que ellos se jugaban muchísimo menos que Golden State. El ataque volvió a ser KDRuss-céntrico, tras una serie de partidos con mayor democracia, pero se encontraron enfrente a un equipo más grande que en partidos anteriores, y a media pista. Considerando la situación, estuvieron fantásticos y con mucho acierto en suspensiones, lo que les mantuvo en el partido. Sus porcentajes de acierto pueden no parecer gran cosa, pero no tuvieron nada fácil en toda la noche. ¿Que hubo algún momento en el que Westbrook fue Bad Westbrook? Sí, claro, pero ya es 2016, son muchos años ya. Russ es inseparable, afróntalo.

No fue tampoco la noche de los secundarios tras dos rondas casi completas de champín y rosas, ya que sólo Anthony Morrow que aprovechó su cameo para poner puntos donde ponía el ojo, y Andre Tirador por sorpresa Roberson, contribuyeron de manera eficaz al ataque. Ahí seguramente estuvo la diferencia en el partido. Pero aún así, como equipo siguieron acorralando a Golden State, poniéndoles en apuros con los cambios y su envergadura (hemos visto en muchos partidos innumerables pérdidas de los Warriors, pero no es habitual que tantas sean sobre el balón).

Los Warriors pueden buscar razones para el optimismo en que vienen de ganar, Curry está cada vez más cómodo sacudiéndose a los hombres altos de encima (aunque le falta un punto, sobre todo penetrando a canasta), y está al caer un partido desastre desde el triple de Oklahoma City (43.3% ayer, y estropeado al final). Mostraron carácter y sacaron adelante un partido que no fue fácil. Pero es que el próximo lo será aún menos.

Sofi del día: Si os habéis apuntando a nuestra Newsletter, sabréis ya tras nuestra radiografía de una serie de Playoffs, que por regla general, somos más de los G6 (sobre todo si el equipo que lo juega como local va por delante) que de los tan famosos claves G5. No hay mejor ejemplo que ayer. Sí, ambos equipos jugaron duro (saludos a nuestro hombre Sheed), pero OKC tenía red. En el próximo no será así. Obligatorio ganar para los dos en territorio comanche para el cabeza de serie. Un G7 anticipado para disfrutar el sábado cuando vuelvas de tomar unos cacharros, o el domingo a la mañana, relajado y en pijama, sin cortes de publicidad, y con unas porras churretosas delante. Cuando los drones de Amazon las lleven a tu ventana como los pajarillos de Cenicienta, verdaderamente habrá llegado el futuro, y todo esto habrá merecido la pena.

PO Desde El Sofá (XXXI): El mejor

Iguodala

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Justo ayer comentábamos, qué haría Blatt de salida (y durante el partido) con el tema de los altos. Mozgov había sido clave en la serie y si me permitís, estaba siendo dominante en la misma, Blatt lo dejó sentado en el G5, anoche, volvió a sacarlo y Cavs…jugó para él.

Sorprendente la verdad, pero la sensación que me dio ayer en el partido fue que LeBron James decidía jugar para todos, cuando justamente este partido era para que él fuera a por todo, el ahora o nunca que tanto gusta a los americanos.

Así poco a poco Warriors se llevaron relativamente fácil el primer cuarto, sobre todo con una defensa tremenda que hacía que las perdidas de balón de Cavs fueran cada vez más y más amplias.

La sensación del partido era que Warriors ganaba muy fácil, demasiado fácil, pero el marcador indicaba que todo estaba muy cercano, diferencias de 5/6 puntos e incluso Cavaliers se metió por delante al inicio de la segunda parte, con Thompson recogiendo rebotes y Mozgov jugando por dentro…repito, Lebron jugando para ellos, extraño, bastante extraño.

Steve Kerr quería acabar, no le apetecía esa ‘lotería’ que puede ser un séptimo partido y con James en pista, y eso se notaba. Warriors quería finiquitarlo y el tercer cuarto fue Warriors en estado puro, con su estilo de coger rebote y salir rápido apretando en defensa como sólo ellos saben hacerlo y matar con triples de Curry. 100% Warriors.

Ezeli hizo su aparición estelar con un mate brutal que silenció por complento The Q. Warriors lo tenía y la gente empezaba a saberlo.

El cuarto final fue la culminación del MVP de las finales para Andre Iguodala y para ver que Cavs llegó hasta donde llegó. Sólo un par de triples de JR hicieron que la celebración tardara en llegar, pero 40 años después, Golden State Warriors conseguía su 4o título.

Sofi del Día

Para todos los Warriors, 83-20, la tercera mejor temporada de la historia, así que ellos se llevan el último Sofí de los PO.

Warriors

PO Desde El Sofá (XXX): Ritmos

Jun 11, 2015; Cleveland, OH, USA; Golden State Warriors guard Klay Thompson (11) reacts after a play during the fourth quarter against the Cleveland Cavaliers in game four of the NBA Finals at Quicken Loans Arena. Mandatory Credit: Bob Donnan-USA TODAY Sports

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Decían el otro día en el podcast de Zach Lowe que cuando se llega 2-1 abajo, es lo típico que Popovich metería a Ginobili de titular en el G4 para cambiar cosas. Steve Kerr viene de esa escuela, la escuela de hacer cambios inesperados y que no has hecho en toda la temporada para intentar cambiar algo que no tira. Iguodala titular por primera vez y Bogut fuera del quintento. Small Ball para empezar señores.

Aún así, el partido empezó con todo de cara para Cavaliers, con un 7-0 inicial y con fallos fáciles de de Warriors. Además, Thompson seguía cogiendo rebotes sin parar y sin ningún tipo de problema, con esto las 2as oportunidades para Cleveland floraban cual margaritas en primavera.

Pero el ritmo era diferente, el balón se movía más rápido en el equipo de Kerr y la fluidez de juego era la que quería Warriors, creo que por primera vez en toda la serie.

Esto es clave. Cavaliers están fundidos, físicamente rotos, muestra de ello fue lo que le pasó de Dellavedova al final del G3 o incluso al propio James, así que aumentar el ritmo de anotación y sobre todo de juego hace que este cansancio se vea aumentado casi al máximo. Kerr sonreía, la cosa iba bien.

Cleveland se encontraba incómodo con el small ball planteado por Warriors, aún así, jugaron todo lo que pudieron y más con Mozgov dentro, pero el ritmo de juego lo imponía Curry, Iguodala y Livingston cuando subían la bola.

Otro cambio más. Vimos por primera vez el 2vs1 a Lebron, dejando libre a otra gente, pero pareciendo que no hubiera problema por hacer esto por parte de Warriors, estaban cómodos.

La segunda parte empezó lenta. Cavs más cómodos y con el amigo Delly cascándose un par de triples para meter de nuevo al equipo de Blatt en el partido. Warriors perdidos con este ritmo, pero a Cavaliers se les veían agotados, muy, pero que muy cansados y aún ni habíamos acabado el 3Q.

Blatt dio descanso a James en el inicio del último cuarto, con 6 arriba para Warriors y con la sensación de que el partido estaba donde Cleveland lo quería, pero esto fue clave. Warriors volvió con buenas defensas y aprovechando este descanso del 23 de Ohio las cosas se empezaron a distanciar.

Cavs jugaba para Mozgov, el único con ritmo la verdad y mientras los de la Bahía atacando con Iguodala atacando y con un Livingston haciendo unos minutos más que respetables.

A falta de 3 minutos, suplentes a la pista y todo decidido. Warriors quiere este ritmo y lo necesita, se encuentra cómodo con él pero lo más importante tal vez, es que Cleveland es imposible que lo aguante.

Y todo esto sin Curry ni Thompson haciendo nada extremadamente destacable…

Sofi del Día

Para JR Smith el cual llegó de esta forma al pabellón, luego eso de jugar ya si eso…para otro día…

PO Desde El Sofá (XVII): Y al cuarto…despertó

Stephen Curry

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

El primer partido digamos que no cuenta porque hacer una comparación entre Calathes y Conley es casi delictivo, el segundo y el tercero, Joerger se disfrazó de chamán para hacer unos ajustes que pusieron a Warriors contra las cuerdas, en el cuarto, por fin, apareció y despertó el MVP de la liga, Stephen Curry.

Sabíamos que iba a pasar, no podía ser que después de la temporada que ha tenido estuviera tan escondido, con tan poco acierto como lo estaba hasta el momento, hasta que llegó el triple para acabar el primer cuarto y ahí despertó la bestia.

El propio Kerr en la entrevista entre cuartos lo decía, ‘esto le va a venir bien‘ y leñe como le vino. El primer cuarto fue una lucha de intensidad total, con Green y Barnes surgiendo para Warriors y con mucho movimiento de balón por parte de Grizzlies y con las defensas muy bien desarrolladas.

Warriors cogió unos 10 puntos de ventaja que fue manteniendo en el transcurso de la primera parte, con una defensa tremenda, con un Bogut determinante en la zona y defendiendo a Allen desde varios metros, vamos, pasando de él y haciendo que otro jugador de Warriors estuviera libre para hacer ayudas. Movimiento jugón de Kerr.

Curry empezaba a carburar y la diferencia seguía creciendo. El equipo de Joerger no era hoy esa máquina defensiva de los partidos 2 y 3 y ni Conley, ni Gasol, ni Z-Bo podían con la defensa de Warriors, lo que hizo que pronto nos quedaremos sin partido y dejara los minutos finales para que salieran a jugar los titulares o para descansar a los jugadores de cara al pivotal 5o partido que se jugará en el Oracle.

Kerr ha contestado bien, Warriors ha sabido salir de ver la luz amarilla, ya que un 3-1 de Grizzlies hubiera sido tremendo. Ha solucionado el caos y el cortocirtuito que tenía su equipo de una forma bastante sencilla, tirando de defensa y ajustando movimientos…eso y que el MVP de la liga ha despertado…

Sofi del Día

Para el aficionado de Grizzlies que reconoció lo que estaba haciendo Curry

PO Desde El Sofá (VI): Una perturbación en la Fuerza

CurrySkywalker

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia lejana… así empieza siempre Star Wars y así vamos a empezar hoy, ya que anoche vivimos una perturbación en la fuerza. El #SOFIALERT no nos avisaba del mega partidazo que se jugó anoche en New Orleans, entre los Pelicans y los Warriors, curiosamente unos iban de rojo y otros de azul, como los sables de luz de los Sith y los Jedi

Además, un servidor entre unas cosas y otras vio el Celtics vs Cavaliers y no tenía intención de ver el del Smoothie King Center, pero…aún sabiendo el resultado, la Fuerza me atrajó y a él que fui.

En un pabellón lleno de rojo, parecía que la pista estaba rodeada de la guardia de Palpatine y dentro de él dos equipos con sus mejores jugadores dispuestos a darlo todo.

Warriors empezó bien, muy bien, con un 5/5 en triples que hacía casi presagiar que los Jedi volverían a ganar la batalla frente a los Sith comandados por Darth Davis, el cual de nuevo estaba haciendo unos números que empiezan a asustar…

Obi-Wan Kerr no sabía como mover a su equipo desde el banquillo, y no sabemos si por el ambiente de las gradas, digno de la batalla de Geonosis o por qué, pero estos Warriors no era el equipo que habíamos visto durante los dos primeros partidos.

Poco a poco el plan de Palpatine Williams iba tomando su forma, sus piezas iban jugando su papel y una que nadie contaba con ella, cual aparición de Darth Maul en el Episodio 1, sucedió, Ryan Anderson se reencarnó en Robin Hood y empezó a enchufar en el cara a cara ante Green, además con fadeaway con su piernecica levantada, como marcan los cánones. El pabellón explotaba y el +20 situaba la victoria cerca del lado Sith. Darth Davis seguía dominando y sonriendo, como cuando Vader entraba en el hangar de Hoth después de derrotar a los rebeldes con los AT-AT.

Windu Barbosa empezaba el 4Q enchufado y en menos de lo que cuesta un viaje en el hiperespacio, Warriors se había metido en el partido, no muy cerca, pero si lo suficiente para saber que este equipo con estas armas, se puede meter enseguida ahí.

Poco a poco la diferencia en el marcado iba bajando, el miedo se presentía en el pabellón, el lado Oscuro de la Fuerza hacía que ese miedo se notaba más. Obi-Wan Kerr en la banda cada vez viendo las cosas más claras y Curry Skywalker empezaba a soltar sus bombas desde su X-Wing y llegamos a la jugada final donde en el duelo entre Darth Davis y Curry Skywalker, el Jedi podía con el Sith y mandaba el encuentro a la prorroga en una de esas acciones que no vamos a parar de ver.

La prorroga fue como esa batalla final entre Dooku y Yoda, con los dos equipos haciendo lo mejor de cada uno de ellos para llegar a un final, donde como todos sabemos, al final acaban ganando los Jedi.

Pero la batalla ha sido buena, en breve tendremos el Episodio IV, habrá que ver si Darth Davis sigue a su nivel y eso le sirve para derrotar a Curry Skywalker…

Sofi Del Día

Derrick Rose….HE’S BAAAAAAAACK!!!!!!!!

El partido inesperado

Warriors vs Hawks

Viernes 6 de febrero, 7:30PM hora de la costa este, Philips Arena, Atlanta, Georgia. Primero de la conferencia este contra primero de la conferencia oeste, el New Team vs Tohu de la actual NBA, y sus dos protagonistas son dos equipos por los cuales nadie hubiera dado (casi) nada allá por finales de octubre: Atlanta Hawks vs Golden State Warriors.

41-9 contra 39-8, los dos únicos equipos que quedan en la liga que pueden superar aquel mítico 72-10 de los Bulls de Jordan. A estas alturas de la película se han escrito 82734782487 artículos tanto de los unos como de los otros, así que sería un poco perder el tiempo ponernos a decir las grandes cosas cosas que nos están trayendo estos dos equipos, desde las jugadas de saque de fondo de los Warriors, pasando por el brutal CM de la cuenta de Twitter de los Hawks, todo en estos dos equipos nos pone y nos mola.

La irrupción de estas dos franquicias y su hegemonia ya a mitad de temporada, sólo hace que congratular a tos los aficionados al baloncesto, estilos parecidos o no, con unos Hawks muy a los Spurs repartiendo la faena entre todo el mundo y por otra parte tenemos a los Warriors que son el equipo NBA JAM, donde en cualquier momento va a salir fuego de las zapatillas de Curry o Thompson.

Para colmo tenemos dos entrenadores ‘noveles’ (sí , lo se Mike Budenholzer no es de primer año, pero vamos, no es ni Popovich ni Sloan para entendernos) que están dando un soplo de aire fresco a muchas cosas que habían en la liga con sus esquemas y desarrollos de los partidos que mezclan lo ya visto con las cosas que nos dejan boquiabiertos viendo gifs y vines.

El partido de esta noche, ni es una final, ni va a determinar nada la verdad, pero siempre ver a los dos mejores equipos de la NBA enfrentarse, mola. El partido ha levantado bastante ajetreo por los medios de más allá del Atlántico y en esta semana pre-All Star se agradece algo así, ya que todo mundo está ya pensando en la cita de NYC o en las vacaciones en islas paradisiacas con mucha sol y aguas cristalinas. Incluso parece que Craig Sager va a estar en el partido, lo cual sin duda es probablemente la mejor noticia.

Cleveland está ya ganando mucho y del Oeste cualquiera te puede ganar, pero pensar ahora a inicios de febrero en una final Warriors vs Hawks nos pone casi tanto como ver el vídeo del otro día de la reunión de Salvados por la Campana, donde por cierto Kelly Kapowski sigue igual.

Queda la mitad de la temporada y cualquier cosa puede pasar, que se lo digan a Screetch, pero de momento, los dos mejores equipos de la NBA juegan esta noche y eso, hay que verlo amiguitos.

La verde bahía

Draymond Green

No engañamos a nadie si decimos que la gran sorpresa de este inicio de temporada en la NBA son Golden State Warriors, el equipo de Kerr tiene el mejor registro, pero además es sin duda alguna el que mejor está jugando en los dos lados de la pista.

Tampoco descubrimos ningún secreto de LOST si decimos que Stephen Curry está siendo el mejor jugador hasta ahora (Harden mediante…) y que Thompson iba a dar un paso adelante después de sus buenas maneras en el Mundial este verano. Incluso si me apuráis los más atrevidos no dudaban del buen hacer de Steve Kerr en este su primer año en los banquillos después de 3 como GM de los Suns y 7 en los micrófonos comentando.

Pero lo que absolutamente nadie contaba era con la irrupción del número 23 de los Dubs, Draymond Green.

Antes de empezar con cosas que nos gustan más, nos vamos a ir a por los números, esos que algunas veces engañan, pero que en otras como es esta la ocasión, sirven para ver claramente muchas cosas. En la temporada pasada Green jugó los 82 partidos, siendo titular sólo en 12 de ellos, este año es indiscutible ‘quitándole’ el sitio a Iguodala. Este titularidad le ha hecho que sus minutos por partido suban pasando de los 21.9 a los 32.5 de lo que llevamos de temporada, es decir, casi 11 minutos más por encuentro…una barbaridad si lo piensas en frío. Así que a partir de aquí todo sube cual clímax en un capítulo de Sherlock. Anotando más, asistiendo más, reboteando más, bloqueando más, tirando más y, lo mejor, aumentando sus %. Es decir, básicamente sus números están diciendo que a más minutos, mucho mejor.

Aquí vendría el gran debate del huevo y la gallina, es decir, ha subido su rendimiento al estar más minutos en pista? o el hecho que su rendimiento sea mejor, hace que Kerr lo deje en pista más tiempo? Sinceramente, una mezcla de los dos.

La apuesta del ex-jugador de los Bulls por Iguodala en el banquillo era un elemento de un riesgo bastante alto. Iggy es un jugador acostumbrado a ser foco de atención, a ser titular, incluso franquicia en aquel equipo de Philadelphia que antes era de NBA y que ahora sólo quiere tener segundas rondas de Draft. Kerr entraba a lo grande en el banquillo, con una decisión que pocos entendían pero que ponía a Green de titular y con muchas miradas sobre él y el de Michigan State ha respondido por todo lo alto.

Está claro que cuando las cosas van solas, todo es más bonito y nadie se queja. Iguodala parece cómodo en ese papel de líder de la segunda unidad y a Green se le ve contento y feliz con esos minutos de más. Antes hemos mirado los números, las estadísticas, el boxescorismo del que a veces huimos y del que a veces recurrimos, ahora vamos a las sensaciones, a lo que vemos nosotros desde el sofá cuando nos ponemos a disfrutar del equipo de la bahía, de un equipo que siempre fue algo yeye y molón de ver (saludos a Nelson desde aquí…). Esas sensaciones son buenas, y sólo hace falta mirar las sonrisas, su cara de felicidad, esa sonrisa del jugón dibujada en la cara de este jugador de tercer año que en este primer cuarto de liga es un clarísimo candidato al MIP.

El otro día en Chicago fue el partido donde todo el mundo vio que Green iba en serio. Day-Day se cascó 31 puntos con un 55% de tiros de campo y con 7 triples repitiendo una y otra vez la misma jugada donde se quedaba anclado en el triple tras pick and rollo con Thompson o Curry. Su satisfacción era máxima cada vez que enchufaba uno detrás de otro, tenía confianza, todo le salía y cuando las cosas van rodadas, todo el mundo está feliz.

Y así es Draymond Green, un jugador de esos que entran casi sin querer en la liga, un jugador de segunda ronda de Draft (número 35) y que de vez en cuando impactan de una forma casi de casualidad, cuando una serie de factores se cogen de la mano, se agitan y pasan este tipo de obras y milagros (saludos para Leonard desde aquí también).

Además, lleva el 23 no como homenaje a Jordan, no, sino como homenaje a un jugón en toda regla que sigue cobrando de ese equipo que sólo quiere segundas rondas, sí, Jason Richardson.