PO Desde El Sofá (XXI): Buena pinta

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Seguimos sin logos en la pista, pero en el pie de las canastas se puede ver ya el logo especial, sí, estamos en las finales de conferencia del Oeste, como el otro día decíamos, el 1 vs 2, que también nos vale para los dos mejores jugadores de la temporada. Y lo demostraron.

Rockets tuvo un muy buen inicio de partido. McHale de nuevo puso a Josh Smith titular, en un movimiento que le vino de perlas en la apocalíptica serie contra Clippers y el principio de la serie tuvo un gran dominador, y no eran los locales.

Lesión de Howard a parte, Houston jugó una grandísima primera parte, con Ariza como gran abanderado y Harden repartiendo juego como hacía tiempo que no se le veía. Bogut con problemas de faltas y Capela (!!!!) cubriendo más que bien la baja de Howard…Rockets se metía 16 puntos arriba a mediados del 2Q.

El problema es que esta vez no estaban los Clippers delante, sino el mejor equipo de la NBA, que empezó a engrasar la máquina con una defensa más presionante y con BarnesGreen y Livingston de escuderos de lujo del MVP. Porcentaje 20-4 y empate a 53. Vuelta a empezar para Harden y ahora con el Oracle patas arriba por la remontada.

El 3Q fue el de la igualdad, no sabemos si para tomar un descanso, para ver que hacía el otro o por qué, pero este cuarto estuvo lleno de igualdad, sin que ninguno de los dos equipos diera el golpe encima de la mesa. Bogut seguía con problemas de faltas y Howard estaba claro que la rodilla le fastidiaba de mala manera.

Harden tomó el mando y los ataques de Rockets empezaron a ser un monólogo del  2o mejor jugador de la liga, mientras en la otra canasta, Curry también seguía haciendo lo suyo. Todo seguía igualado a falta de sólo 6 minutos, aquí llegó el arreón de Warriors, con un parcial de 11-0 con Barnes como extraño abanderado…

Pero si de algo se ha caracterizado a Houston, es de no dar su brazo a torcer y tampoco lo hicieron anoche en los momentos finales. Un triple de Ariza dejaba el partido con sólo 2 puntos de ventaja para Warriors a falta de 14 segundos, otro parcial de 9-0 para Rockets dejaba el partido en el aire. Pero llegó una perdida y un par de acciones de Warrios y el 1-0 se queda en la Bahía.

Partido interesante, de rachas, de jugadores, con duelo en todo lo alto y de extraños invitados…pinta bien la serie…

Sofi del Día

Para Cortefiel Saunders que con la tontería puede juntar a 3 no.1 del draft en su equipo el año que viene…

 

PO Desde El Sofá (III/IV): Rondo, Rondo, Rondo….ay

Rondo

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Ayer no hubo PO Desde El Sofá básicamente porque se nos pasó, así tal cual y así de sinceros somos. Así que hoy toca un poco de ración doble donde vamos a hablar de varios partidos, empezando por el segundo partido de la serie entre Warriors y Pelicans, donde Klay Thompson fue el que decidió cuando se acababa.

New Orleans Pelicans no era el equipo que deseaba Kerr para esta primera ronda, hubiera preferido a OKC mucho antes y en este segundo partido de la serie se vio claramente que Warriors no se encuentra digamos que a gusto cuando NO sale con 4 bajitos y Davis de 5, pero vamos a indagar un poco más.

Pelicans empezó muy bien de la mano de Eric Gordon, extendiendo el buen final de partido del primer choque, Warriors seguía a lo suyo con un Barbosa que estuvo muy destacado desde banquillo y que era un arma que los de Monty Williams sinceramente creo que no contaban, aún así, el partido estuvo en una igualdad tremenda con Pelicans dominando el juego interior de la mano de Davis y Asik.

Con todo esto entrábamos en el tramo final del partido con empate a 71 y con Pelicans causando muchos problemas a Warriors con ese Small Ball que hemos comentado antes, pero aquí surgió Thompson, con una serie de acciones que hicieron que ese arreón final de Warriors fuera definitivo…

Muchas ganas de ver la serie por el Mississippi, va a ser muy interesante…

De la jornada de ayer entre unas cosas y otras pudimos ver un par de partidos, primero vamos a tocar un poco del Cavs v Celtics, donde los de Boston cada vez me gustan más. La serie va 2-0, sí, pero las diferencias no son tantas como parecía al principio, de hecho, durante todo el partido no hubo unas grandes diferencias.

Me gustó ver a Love haciendo de Love, entrando a canasta, pivontando e incluso luchando por algún rebote!!!! Ese es el jugador que era desequilibrante en Wolves, no el Jason-Kapono-Wanabee que hemos visto este año…aún así, el tramo final de partido lo jugó Thompson…

Celtics están verdes, es equipo joven, pero equipo molón, muy molón. Estos Celtics hubieran dado mucha, pero que mucha guerra al resto de equipos del Este, la pena es que justamente se estén enfrentando al que peor les viene, pero oye…quiero ver la serie en Boston…va a ser divertido. Los aficionados célticos tienen muchos motivos para estar ilusionados con el futuro la verdad.

Pero vamos a lo tremendamente jevitron del día de ayer, el Rockets vs Mavs y voy a empezar por qué cojones le pasa a Rondo. Ayer se borró del partido, literalmente además. Faltas inútiles, actitud lamentable y una sensación de ‘quiero irme a casa a ver que hacen en la tv’ tremenda.

Mucho se ha hablado sobre su relación con Carlisle, incluso de aquel incidente que hubo entre ellos, pero Cuban ha apostado mucho por Rondo (y en Boston están dando botes y fiestas todavía por el botín recibido…) y ayer a los 6 minutos de partido entraba Barea, mucho más acertado durante el partido que un Rondo que parece que ni está ni se les espera. Pero amiguitos, no nos rasguemos las vestiduras, este Rondo es el jugador que estaba arrastrándose en Celtics en la última época, aquel jugador que maravilló al mundo tenemos que recordar que tenía unos escuderos de super lujo y un entrenador que lo ocultaba en defensa todo lo que podía y más, ahora… no sabemos porque o tal vez sí (su lesión), pero no es el mismo… y sinceramente, espero que no acabe en mis Lakers.

Dicho esto, vamos al partido donde Josh Smith se disfrazó de Chris Paul para poner alley hoops, pases de puerta atrás y un sin fin de movidas más que ni él mismo sabe como las hizo, pero oye ahí estuvieron para meter la eliminatoria en un 2-0 y sobre todo una sensación rara de que Mavs no puede con estos Rockets.

Digo sensación, porque la realidad dice que las diferencias no fueron para tanto, es decir, la sensación que te queda del partido es que lo de McHale ganaron el partido de 30 o algo similar, pero no, Mavericks sin Parsons, sin Harris, ambos fuera por lesión y atreviéndome a decir sin Nowitzki, al cual duele verlo así, y sin Rondo, estuvieron en partido durante gran parte del mismo (81-80 para Rockets en el inicio del 4Q), es decir, que nadie entierre a estos Mavs que tienen uno de los mejores entrenadores de la liga y ahora la serie se mueve minimamente a Dallas.

Sofi del Día

Paul Pierce, que después de ganar 0-2 en Toronto, soltó una perla digna de ir en algún libro…el amigo Pierce ha estado ON FIRE en todos los aspectos más allá del muro…

Avance de temporada 2013-2014: Detroit Pistons

Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:

O si insistís, no os vamos a decir que no tampoco, podéis comprárnosla sin tener que poner tuits ni likes…

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Los Pistons llegaban al verano con dinero que gastar, una elección en el Top 10 del Draft y con el descubrimiento del que puede ser el pívot con más potencial de la Liga en estos instantes. Detroit ha apostado por ganar más pronto que tarde, sin sacrificar mucho en juventud, ofreciendo un contrato multianual a Josh Smith y a Brandon Jennings.

Pero ojo, porque casi todos estos jugadores tienen lagunas enormes en su juego y quizá no combinan de la mejor forma posible. La varianza en las expectativas sobre lo que Detroit puede hacer la temporada que viene es de las más grandes de la Liga, y la elección de Joe Dumars para el puesto de entrenador, Mo Cheeks, no hace más que añadir intriga a las posibilidades de los de Michigan. Lo que es seguro es que este equipo es de los que más curiosidad despierta y uno que va a tener muchos ojos encima al principio de esta temporada.

  • Radiografía de los Pistons

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Torres trillizas

Con el fichaje de Josh Smith para acompañar a Greg Monroe y Andre Drummond, los Pistons van a tener uno de los frontcourt con mayor potencial de la Liga, aunque sólo sea en el League Pass.

Porque este grupo de jugadores, a pesar de lo prometedor de su aspecto si todo funciona, despierta una serie de dudas en cuanto a posiciones y problemas con el tiro. Hasta este año, Greg Monroe había pasado sus dos temporadas en la Liga jugando todos los minutos en la posición de pívot y Josh Smith lleva desde el año 2007 jugando de ala-pívot la gran mayoría del tiempo (más del 85% este año y hace tres temporadas, prácticamente el 100% en el resto) y la coincidencia con Andre Drummond en el quinteto inicial les obliga a bajar un peldaño a una posición más pequeña.

Los problemas que esto genera para ellos es que el cambio incide en algunas de sus patentes debilidades. Monroe es un jugador lento y poco activo, problema exacerbado si se enfrente a ala-pivots, y Smith es un mal tirador, que puede enamorarse demasiado de su lanzamiento de media y larga distancia, que en el puesto de alero tiene que utilizar por obligación

De la pareja MonroeDrummond pudimos tener un aperitivo la temporada pasada (sólo 452 minutos nos dio Frank) que ayudó a crear y confirmar tanto el potencial como los temores. Los Pistons con ellos fueron 2 puntos por 100 posesiones peores que el rival (-4.8 el resto de la temporada) gracias a la mejora en defensa, ya que los quintetos con la pareja estuvieron bien (se hubieran localizado en torno a la media de la Liga). Pero no dieron la talla en ataque, con un terrible número de pérdidas como unidad: en el 18.9% de las posesiones, los Pistons entregaron el balón al rival, por encima de lo que cualquier otro equipo de la Liga hizo el año pasado.

Aunque lo fácil sea echarle la culpa a la dirección del juego, con un jugador limitado como Knight, lo cierto es que con Calderón no fue a mejor, y los números son peores tras el All-Star (sólo 72 minutos con el español, eso sí). Andre y Greg pusieron de su parte, y los quintetos recogieron un tremendo porcentaje de los rebotes en ataque disponibles (35.5%) y la proporción de puntos que consiguieron en la pintura hubiera sido 2º en la Liga, una magnífica cifra. Pero sin ser rodeados por un buen tiro de tres (la cantidad de puntos sacada desde allí hubiera sido 29º en la Liga con un acierto en la media), Detroit volvió con el zurrón vacío en demasiadas posesiones por no ser capaz de penetrar o hacer llegar el balón a sus jugadores en posiciones interiores.

Y aquí viene el otro problema de este grupo: la falta del tiro de los tres para lo habitual en sus (algunos casos nuevas) posiciones.

Josh Smith tiene un 28.4% de acierto desde el triple a lo largo de su carrera, y llegó a abandonarlo en su momento (en 2010 sólo tiró 7). El alero medio en la Liga tira unas 4 veces de 3 cada 36 minutos, y aunque su frecuencia no esté muy lejos de ese número cuando juega en la posición (3 intentos por 36 el pasado año), su acierto está lejos del 36.6% que se espera. Su problema es uniforme, no ha demostrado por ejemplo que tire mejor desde las esquinas, y fuera de la pintura de 2 también tuvo la pasada campaña un porcentaje semejantemente paupérrimo: 30.5%.

Greg Monroe tiró un 30% más que el año anterior fuera de la pintura, pero los 2.7 intentos por 36 minutos es poco para un ala-pívot (de hecho, en la Liga, ahora mismo, los PF tiran 1.5 veces de 3 cada 36 minutos en promedio), y viendo que también acertó sólo un 30%, los rivales no podrían estar más felices de verle incrementar la cifra.

Y con Drummond sí que mejor no contar. Sólo metió 3 canastas fuera de la pintura en todo el año, y en su caso no se le pide más, ya que muchos pivots han sido estrellas viviendo sólo en torno al aro, pero hay carreras que se destrozaron por no llegar al 50-55% de acierto en tiros libres, y este en su año de novato plantó un terrorífico 37.1%. Está trabajando en ello con SHEED!, y en los Pistons están confiados en que puede mejorar, pero si sigue así, veremos mucho Hack-a-Drummond, y su culo en el banquillo acto seguido. No hace falta que desarrolle un juego a media distancia, o un tiro desde la bombilla (aunque por supuesto, todo añadido es bueno) pero lo de la mejora en la línea es imprescindible. De nuevo, ni se le pide que llegue a la media para los pívots (67.9% por si alguien tiene curiosidad), pero sí que pase el umbral a partir del cual al otro equipo no le compensa hacerle falta intencionadamente.

¿Por qué esto es un problema? ¿Si son capaces de anotar a su manera, por qué tendrían que hacerlo tirando de lejos? Si sólo uno de ellos estuviera en esta situación no importaría mucho, pero juntar a tres especímenes tan limitados reduce el espaciado del equipo en la pista, junta a los defensas a los que no les importa darles la distancia suficiente para que tiren, y puede provocar que no sean efectivos en el tipo de jugadas que piensan aprovechar. Por ejemplo, cuando Josh Smith busque sacar rentabilidad a su ventaja de fuerza y altura para postear ante un alero rival, el hombre de Monroe podría acudir a la ayuda sin mucho miedo al pase al poste alto. O cuando Brandon Jennings intente penetrar, se encontrará las ayudas volando hacia él.

En definitiva, el juego interior de los Pistons va a tener una batalla constante a lo largo del año, por tratar de imponer lo mucho que hacen bien a sus debilidades, tratar de intentar que su abusivo tamaño no se vuelva contra ellos. Veremos quién sale ganador.

  • En deshonor a la verdad

Cuando comenzó el periodo de agentes libres probamos con «En deshonor a la verdad» una pieza que pretendía relatar sólo las cosas buenas de un jugador, olvidando y sin mencionar las malas. Empezamos y acabamos con Josh Smith, y  me da pena no haber hecho más, sobre todo, por uno de sus nuevos compañeros, Brandon Jennings. Eso sí, nos lo guardamos para hacer una edición mini en este repaso previo al principio de temporada.

Lo malo, ya lo conocemos, y se basa en pruebas muy evidentes, aparentemente. Su cartel es el de base anotador que acaba siendo egoísta, tira más de lo que debería, y mete muy poco. Su porcentaje no llega al 40% y su carta con apenas un par de zonas verdes ya se ha acabado haciendo famosa de lo mucho que ha sido utilizada en Twitter o vídeos demostrativos.

Mi argumento no es que Brandon Jennings sea uno de los mejores bases anotadores, ni nada por el estilo, pero creo que citar su 39.9% en tiros de campo y su gráfico de zonas calientes es un uso malo de las estadísticas, que hace pasar por horrendo jugador a alguien que navega más cerca de la media de lo que parece.

En primer lugar, semi-parafraseando a Daryl Morey, el General Manager de los Rockets, alguien inventó el porcentaje de tiro de campo, y ese alguien debería ser disparado. Esta métrica penaliza sobremanera a aquellos jugadores que tiran de mucho de 3, un tiro que se convierte con menos frecuencia que el de 2 (35.9% desde el perímetro, 48.4% dentro de la línea) pero que cuenta un 50% más en el marcador. De hecho, el porcentaje efectivo del tiro de 3 (35.9 multiplicado por 1.5, 54%) supera generosamente al de 2, y por eso la Liga en conjunto tira 35% más triples que hace 10 años y más del doble que hace 20. Por tanto, utilizar el porcentaje de tiro sin ajustarlo a triples, en lugar de lo que se conoce como porcentaje de tiro efectivo (aquí explicado más al detalle y con otras variantes), debería suponer pena de prisión inmediata, revisable en cadena perpetua, salvo cuando estemos en una situación que los lanzamientos de tres no intervengan (comparando porcentajes en zonas concretas, o de jugadores que no tiran desde ahí).

Jennings es el séptimo jugador de la Liga que más triples tiró (su porcentaje, 37.5% no está nada mal sin entrar en más consideraciones), y evidentemente, cambia mucho la fórmula que esos 461 intentos (más de uno de cada tres de sus tiros de campo) cuenten con ese 37.5% o el 56.3% que debería. En total, el porcentaje de tiro efectivo de Brandon Jennings es de 46.8%, aún por debajo del 49.6 eFG% que marcó la media de la Liga este año. Pero si hiciéramos la clasificación por porcentajes para jugadores con más de 1000 minutos el pasado año, le auparía de la 234º posición utilizando FG%, al 198º con eFG%.

Si usásemos además otra medida que incluye el tiro libre, el porcentaje de tiro verdadero o TS%, y que ofrece una radiografía completa de los puntos por tiro de un jugador, Jennings se sigue acercando a la media (51%, a 2.5 puntos porcentuales del 53.5% que marca la referencia) y escalando posiciones. De nuevo, ser 191º de 263º no es para dar palmas, pero es bastante mejor que ser 234º.

Pero podemos seguir un poco más adelante. Y es que, Brandon Jennings es un gran jugador protegiendo la pelota, entre los bases que menos balones entrega al rival. De 76 point guards con más de 500 minutos el pasado año, Jennings fue cuarto en minutos, pero duodécimo en pérdidas. Si vemos el porcentaje de pérdidas teniendo en cuenta las asistencias (es decir, cuantas pérdidas por cada tiro, viaje a la línea o pase para canasta), es el 13º del grupo con un 10.7%, sólo por detrás de Hill, Paul, Parker, Calderón y Walker, como sexto entre los titulares. Y diría que no es casualidad, porque su cifra del año pasado, un 9.2%, fue la segunda tras Chris Paul.

Si añadimos a la fórmula de puntos por tiro las pérdidas (ajustando con el número de asistencias dadas para no perjudicar a los pasadores) para crear los llamados puntos por posesión, entonces, Jennings es 159º en la clasificación general de la Liga de jugadores con más de 1000 minutos. Vamos mejorando.

Y frente al gráfico de tiro de la Liga con poco verde, nosotros ponemos este otro, que compara el porcentaje de Jennings con la media de la Liga con una mayor granularidad y detalle, y lo interpretamos.

Está claro que Brandon tiene un problema finalizando sus penetraciones y tirando desde las esquinas, pero el gráfico de la Liga no acaba de enseñar lo bueno que es tirando el triple frontal. Es el sexto jugador que más ha metido en la Liga la pasada temporada, con un porcentaje de acierto, 37.8%, superior a la media (35% el último año). Y con vistas a su nuevo equipo, esta distribución de su puntería es positiva.

Uno de los problemas claros que los Pistons van a tener son lo mal que van a poder estirar el ataque cuando Smith, Monroe y Drummond jueguen juntos. Así que a Jennings no se le pedirá que penetre mucho porque, simplemente, no va a haber espacio, de hecho, los Pistons estarán encantados con la amenaza que supone Brandon en las jugadas de bloqueo y continuación tirando de lejos. Los números le sitúan como uno de los mejores levantándose para tirar (39.8% en triples en estas situaciones, todas con tiro tras bote), y puede penalizar a la defensa que mande esperar cerca del aro al hombre alto. Jennings demandará atención más allá de la línea de 3, lo que va a dar ese medio segundo de ventaja a sus hombres altos, más hábiles en Detroit que en los Bucks. Especialmente interesante será ver la evolución de Drummond, explosivo y potente, pero algo verde leyendo las defensas y ayudas, y que con el nuevo base tendrá que colocar los bloqueos más arriba de lo habitual. Esto le obliga a utilizar un metro más, que para Andre, será aún más velocidad  para encarar el aro o más espacio para cometer errores, sin mucho término medio.

Y sin Monta Ellis a su lado, tendrá más el balón, y no le veremos habitualmente parapetarse en la esquina para tirar. Utilizar su cuerpo para anotar o sacar faltas cerca del aro y el tiro tras pase son sus verdaderos talones de Aquiles, y en Detroit los utilizará algo menos en teoría. Pero lo que más feo queda y más disgusta al aficionado, que son los triples chuzados desde el semicírculo, es más virtud que defecto, ya que por volumen y acierto está en la zona noble de la Liga.

Respecto a sus capacidades como director de juego, las 5-6 asistencias por partido en las que se mueve no inspiran mucho, pero viendo que en Milwaukee no ha tenido mucho talento ofensivo alrededor, ni un entrenador (Skiles casi hasta el final) con ganas de trabajarlo mucho, lucen mejor en contexto. En una entrevista este verano, Joe Dumars comentaba que antes de apretar el gatillo en la operación BJ (pun intended), revisaron horas de vídeo, comprobando que su visión de juego y capacidad de pase eran mejores a la fama, y quedaron contentos con lo que vieron, aunque tal vez necesitarían animarle a hacer esos pases. Yo comparto la opinión que esta parte del juego de Jennings es entrenable, y me parece el típico jugador que si se siente rodeado de jugadores de nivel no le importa pasar el balón.

Lo que si no tiene mucho perdón, y quizá, tampoco, mucho arreglo, es el drama en defensa. Jennings es pequeño, pero no es en jugadas que dependan del tamaño donde se ve superado: no sigue las jugadas en defensa y es un chollo para su rival, que siempre suele estar abierto para tirar. Aunque no tenía el beneficio de estar acompañado por un buen jugador defensivo, ya que su compañero es otro canijo y vago como Ellis, el RAPM (+/- ajustado y normalizado) le echa algo más de culpa a él. Con los mismos grupos de otros 4 jugadores, en más de 1000 posesiones, el equipo era 6 puntos por 100 posesiones peor con Brandon que con Monta. Y su registro total, -3.2 puntos por 100 posesiones en defensa, es el 9º peor en toda la Liga de jugadores con más de 1000 minutos. La esperanza es, que sus números en años anteriores fueron mejores, y que sus defectos son más de interés y compromiso que de habilidad o técnica.

En general, se habla mucho de los hombres altos, pero la de base es seguramente la posición en la que los jugadores se toman más tiempo para demostrar su potencial. Hay una gran cantidad de point guards que han necesitado un cambio de aires, o llegar a su quinta-sexta temporada para demostrar su madurez. Conley es el ejemplo más reciente, pero la Liga tiene muchos. Tony Parker, Chauncey Billups, Baron Davis, Sam Cassell, Steve NashTerrell Brandon… Jennings sólo tiene 24 años, y entra en su quinta temporada, esa en la que tantos otros pegaron el espaldarazo. Por ejemplo, se corresponde con aquella en la que un tal Mo Cheeks (que por afinidad posicional seguro será un buen mentor) fue por primera vez al All-Star.

Con un contrato por unos 8 millones al año, Jennings tiene un gran valor. Ha jugado cuatro temporadas casi completas (una fractura del quinto metatarso en diciembre de 2010 fue su única lesión) y con una NBA que tiende a hacer contratos más cortos, el suyo, de apenas 3 años, llega sin riesgo previo. Está un escalón salarial por debajo de los Curry (no olvidemos que aquí hubo descuento por el tobillo), Lawson o Holiday, vamos, el sitio que le corresponde como jugador talentoso y con proyección, pero con fallos en su juego. Y ojo, que si pegara el salto, saldría muy barato.

  • El escolta en el alero

La mayor duda para este comienzo de temporada en Detroit es quién ocupará el puesto de escolta titular. Las opciones son variadas: el hijo pródigo y prodigio, venerable veterano, al que el arroz puede que se le haya pasado ya (Chauncey Billups), el prometedor novato (Kentavious Caldwell-Pope), el horrible tirador que además es más efectivo jugando de base tróspido (Rodney Stuckey) o el alero converso al que ya han utilizado ahí (Kyle Singler).

Con la necesidad de este equipo de añadir un tirador más, por tener las medidas más típicas en la posición, y el mayor potencial, Caldwell-Pope sería una muy buena opción, pero Cheeks quizá prefiera algo más de experiencia. Aunque se ha ido abriendo más a los novatos (de la época de Philly y la siguiente en OKC como asistente el año de la llegada de Harden e Ibaka no hay queja alguna), en su paso por Portland tenía la fama de no confiar mucho en ellos, con ejemplos como el de Zach Randolph. Por otro lado, KCP está acostumbrado a ser el hombre en Georgia, y aquí Detroit necesita una quinta opción, alguien que no tenga problemas con ser poco más que un espectador en ataque y que tenga ritmo de tiro aunque intervenga poco, algo que no sabemos si puede hacer, ni si es lo que más ayudaría a su desarrollo.

Billups puede ser una opción interesante, y su historial como base le da a Mo la opción de apretar la rienda a Jennings en la pista sin castigarle con el banquillo si quiere corregirle. Pero Mr.Big Shot tras su lesión de Aquiles es más bien Mr.Bad Shot y no sé si tiene la autoridad moral ahora mismo para tutelar a un jugador en los misterios de la selección de tiro.

Quizá la elección también dependa de cómo se organiza una segunda unidad que no tiene un pívot claro (no sé si Josh Harrellson da el nivel) y que el año pasado sobrevivió gracias a la explosión de Drummond, pero este necesita un nuevo protagonista, para que el liderazgo no acabe en Will Bynum o Charlie Villanueva. Estos dos y Stuckey hubieran sido una apuesta prometedora en 2009, pero en 2013, lo que son es 9.4 puntos peores que el rival (por 100 posesiones) cuando se juntan.

Y por último, veremos como integran a Gigi Datome. Tras un gran EuroBasket, podría ser el prototipo de cuatro abierto que este equipo esperaba de CharlieV y una alternativa si hay atasco interior. No confío demasiado en que Cheeks le dé oportunidades, pero cosas más raras se han visto.

Avance de temporada 2013-2014: Atlanta Hawks

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Con Al Horford, Lou Williams y John Jenkins como únicos jugadores con contrato garantizado en vigor, Danny Ferry tenía la oportunidad de construir unos Hawks que no fueran reconocidos ni por la madre que los parió. Pero al final, retuvieron a Jeff Teague (oferta de Milwaukee mediante), a Kyle Korver, y se trajeron de Utah a Paul Millsap, que pese a ser diferente a Josh Smith, puede replicar su carga de minutos y protagonismo, partiendo de la misma posición, y ofreciendo la misma solución de moverse al puesto de 3 puntualmente.

Así, estos Hawks serán diferentes, como casi todos los equipos de la NBA que cada verano cambian un buen montón de piezas, pero seguirán una línea continuista. La temporada pasada quedaron 10 victorias por encima del equipo que ocupó la novena posición en el Este, y aunque este año se espera que Wizards, Cavaliers o Pistons den guerra, y que los 5 de arriba no bajen, Budenholzer tiene un grupo que debería ser de Playoffs, o luchar hasta el último momento, si la salud los respeta.

  • Radiografía de los Hawks

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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.

  •  Big Big Al y Pauly-M

Al Horford es, quizá tras Duncan, el jugador que mayor debate sobre si es un 4 o un 5 levanta en la NBA ahora mismo. Y es curioso que llegue Coach Bud, precisamente, alguien que lleva años tratando con Tim como asistente en San Antonio. Que la mayor inversión de este equipo este año, haya sido en un ala-pívot como Millsap, y que el tercer hombre grande a priori sea el rugoso, pero pequeño para el puesto de cinco, Elton Brand, indica que en Atlanta tienen claro que Horford será el ancla del juego interior a tiempo casi completo.

Los números respaldan tímidamente la noción (los Hawks fueron 3.8 puntos mejores por 100 posesiones con Horford de C que de PF, aunque, poner a Al de ala-pívot significaba que los poco inspiradores Pachulia y Petro estaban en el campo) y la dirección que parece estar tomando la Liga hacia el small-ball invita a contar con el dominicano como principal referencia interior. Pero con los orígenes de Budenholzer tengo todavía la esperanza de que Horford pueda ser esa pieza versátil, que cambia su posición jugada a jugada dependiendo del rival y su compañero. Con Gustavo Ayón caído del cielo gracias a Milwaukee, tal vez podamos verlo cuando se recupere, pero la planificación de la plantilla ha ido en una clara dirección.

Y eso que con la acumulación de ala-pívots que parece tener el equipo, y con Korver que empezará como escolta, es posible que sigamos viendo quintetos grandes, como los del año pasado con Josh Smith jugando de 3, pero con Paul Millsap en su lugar, y algún otro hombre alto (¿Brand? ¿Antic para que haya tiro?) entrando al quinteto titular por Carroll. El ex de Utah sólo jugó 122 minutos en esta demarcación, anotando 16.8 puntos por 36 minutos (por encima de su media habitual) con 4 de 7 en triples (uno cada 17 minutos de media, cuando el resto de su carrera lo ha hecho cada 138). Su 10 de 20 en triples desde las esquinas en los últimos 3 años, aunque sea una muestra ínfima, invita al optimismo para ser tenido en cuenta como alternativa puntual.

Su tiro de media distancia, independientemente de donde juegue, no es brillante por culpa del abuso (37.3 FG% fuera de la pintura el pasado año) pero mejora bastante a Josh Smith y su 30.5%. Y él no ha visto como su tiro libre se autodestruía y bajaba al 51.7% como ha sucedido con el nuevo Piston. En total, Millsap anotó 1.07 puntos por posesión el año pasado frente al paupérrimo 0.97 de Smith, con un porcentaje de utilización y de número de canastas asistidas muy similar, por lo que el ataque no será un problema.

Será en el pase y la defensa donde veamos cuánto valor tenía J-Smoove para este equipo.

Millsap no pasa mal, y en Utah no había mucho tirador con el que practicar, pero para que Atlanta funcione bien tendrá que ser capaz de atravesar la pista para encontrar a Korver y compañía y buscar un compañero rápido para salir al contraataque, aportaciones infravaloradas de Josh. En cambio, acostumbrado a jugar con Al Jefferson, Paul sí que maneja bien la distribución entre pívots, pero puede que tarde un tiempo en desarrollar la excelente química que había entre Smith y Horford, y es posible que los roles se cambien y veamos más pases de Al para que Millsap posteé y corte, una solución inferior. También ponían en práctica cosas, como el pick’n’roll entre pívots, con Smith como conductor del balón, que parecen demasiado para el nuevo.

Y en defensa, los Hawks estuvieron en el Top-10 la pasada temporada con Larry Drew y esta posición podría resentirse sin Smith. Atlanta fue de los mejores equipos de la Liga evitando hacer faltas, y Millsap ha hecho 60% más por minuto a lo largo de su carrera que el jugador al que sustituye. También fueron uno de los equipos que peor porcentaje permitió al rival en las proximidades del aro, con Josh en el Top 10 en tapones por partido aportando intimidación, algo que es difícil de ver en Paul. Y aunque el nuevo fichaje sea mejor reboteador de ataque (que faltó, y mucho, en Atlanta el año pasado) sus tasas en el tablero defensivo son similares.

Hay un punto para la esperanza, y es que el RAPM (+/- ajustado y normalizado, que tiene en cuenta las contribuciones de todos los jugadores por combinaciones, para tratar de separar el efecto individual), considera que Paul Millsap el año pasado tuvo el mismo impacto (positivo) en defensa que Josh Smith, algo más de 3 puntos por 100 posesiones. Las estadísticas son falibles: a veces se enamoran del jugador equivocado, y no tienen en cuenta un montón de efectos, o cómo pueden afectar los cambios, de equipo, compañero y sistema a un jugador. Pero el RAPM, que utilizaremos mucho en estas guía, no como Santo Grial, sino otro elemento más de discusión, tiene un interesante poder predictivo y explicativo, y además he encontrado que casa bastante bien con el valor que subjetivamente asocio yo a los jugadores. A toda métrica, aunque fuera perfecta, y caracterizara bien a muchos, se le pueda escapar la valoración de un jugador, y este podría ser uno de los casos. Además, por mucho ajuste que haya, siempre hay algún efecto residual, para bien o mal, del resto de compañeros, y jugar al lado de un defensor tan limitado como Al Jefferson quizá resalta su valor.

Hay varios motivos para ser escépticos y pensar que esto puede ser un fallo. Pero ver cómo sus valores llevan estando consistentemente en ese rango, hace que tengamos que tener en cuenta la posibilidad de que Millsap, algo lento en el perímetro, y pequeño ante ala-pívots rocosos, sea un defensor más efectivo de lo que parece. Ya otros lo han insinuado antes viendo los números de los ala-pívots de élite contra él, y reduce a sus emparejamientos a un 17.4 de PER en media, el valor de la pasada temporada de Amir Johnson/Derrick Favors/Carl Landry, y prácticamente lo mismo que el 17.3 que alcanzan frente a Smith.

En definitiva, los Hawks cambian teóricamente peras por manzanas, pero se quedan más o menos con las mismas piezas, porque Millsap es un gran jugador, tanto o más que Smith. O a lo mejor vemos a Millsap de 3 en un equipo que empieza la temporada con un perímetro inexperto, esperando la recuperación de Lou Williams, y no cambiamos frutas, sino velocidad por tocino.

  • Jeff, tu turno

Con un contrato con excelente valor (unos 8 millones anuales por un titular indiscutible de 25 años), Teague podría ser más protagonista aún este año. Aunque el Coach Bud no replique al dedillo el libreto de San Antonio, sí hay que esperar que el base y los bloqueos y continuación tengan más protagonismo este año en un equipo que estuvo por debajo de la media tanto en frecuencia como en eficiencia en este aspecto. Y con Jenkins y Korver, grandes tiradores, pero con poca capacidad para generar juego, se tiene que encargar él de todo en el perímetro.

Teague, sin llegar al nivel de Tony Parker, comparte con el francés una característica como la rapidez, y Budenholzer seguro que está pensando en cómo aprovecharla. Ya tiene muy buena química en el pick’n’roll con Al Horford, uno de los jugadores élite de la Liga en este aspecto finalizando 3.7 por partido (una de las tasas más altas) con un buen índice de acierto (1.01 puntos por jugada), y esto no incluye los pases o acciones secundarias que genera su participación en bloqueos anteriores a la jugada de tiro. Con Millsap habrá algo más de trabajo, porque no se ha prodigado lo suficiente en los Jazz como bloqueador y continuador (de hecho viene de la flex offense de Utah, parecida a la motion offense que utilizó Atlanta el año pasado, que se basan en un movimiento más variado por parte de todo el equipo, y descentralizan el trabajo del base), pero si Smith se hubiera quedado partirían de una situación similar, ya que no era habitual verle en un pick’n’roll.

Además de los dos contra dos con el hombre alto, a Parker se le estaba utilizando cada vez más sin balón en San Antonio, no en la típica configuración de diseñar bloqueos indirectos para coger y tirar, sino paseándole por varias pantallas, para que pierda a su defensor y coja separación con él, y luego continúe penetrando tras el pase. Por tanto, que no os extrañe si de vez en cuando un jugador distinto a Jeff sube el balón en ataque, y este luego se lo da a la mano, o le busca también según salga desde debajo del aro en un bloqueo vertical, buscando recibir el pase según gira para volver otra vez hacia la canasta. Será más fácil cuando Lou Williams esté sano, porque la defensa nunca se puede asegurar de que no se le va a jugar él, mientras que canta mucho que es sólo es un señuelo si son Korver o Carroll los que de repente están botando.

Y también es posible que utilice alguna jugada más del perfil Ginóbili, en las que el playmaker entra en una carrera que empieza casi en el centro del campo a un bloqueo directo puesto muy arriba, más allá de la línea de tres. Y por supuesto, tendremos otro equipo apuntado a la moda de los Cuernos (la jugada de toda la vida, dos hombres altos más o menos a la altura del tiro libre, dos abiertos en las esquinas, perfecta para este personal), con todas las triquiñuelas que han ido desarrollando los Spurs, en las que los hombres altos disfrazan sus intenciones de quién, cómo y por dónde va a bloquear.

Se le pedirá que finalice muchísimo, pero con los buenos tiradores que tiene Atlanta, tendrá buen espacio para poder hacerlo. Los mimbres están ahí para seguir parte del espíritu Spurs (Danny Ferry, el General Manager también se crió en esa casa), y ya veremos si los Hawks hacen algo interesante con ello el año que viene.

  • Bien firmado

Kyle Korver fue el jugador que más triples metió el año pasado en la Conferencia Este, segundo en porcentaje con un impresionante 45.7% (mejor registro para jugadores con cuatro o más intentos por partido), metió al menos un triple durante 78 partidos consecutivos, incluyendo Playoffs (sólo falló en el primero y último de la temporada) y como lo que cuenta para este tipo de cosas es la Temporada Regular, mantiene su racha intacta, a 16 partidos de igualar el récord histórico de Dana Barros.

Su superlativo nivel como tirador y lo que puede ayudar a un ataque, no lo pone en duda nadie: los Hawks fueron predeciblemente mejores en ataque (6.9 puntos por 100 posesiones), porcentaje de tiro verdadero (3.9 puntos porcentuales más) y de tres (de 33.8 a 39.4% de acierto) con Korver en pista que sin él.

Gracias a esto Kyle casi firma en Brooklyn (por su mini-excepción de nivel medio), pero al final, encontró un contrato el doble de grande para quedarse en Georgia. Con 32 años, es posible que las últimas temporadas se hagan largas (aunque los Hawks le han firmado un contrato de carga frontal, el cuarto año sólo cobra 5.2 millones, por los 6.7 en que empieza en este) y por eso la recepción general a su fichaje ha sido negativa… pero en esto influye la noción de Korver como mal defensor que me parece bastante equivocada.

Protagonista de un famoso meme, no dejéis que las famosas imágenes os empañen la realidad: los Hawks fueron mejor defensivamente con Korver en pista, y la muestra parece lo suficientemente significativa para pensar que desde que vino de Chicago es, como mínimo, un defensor aceptable. Habrá que ver cómo lo hace si juega, como parece que va a suceder, de escolta, pero viendo los números del año pasado, hubo cuatro combinaciones de cuatro jugadores que jugaron al menos 90 minutos con y sin Korver, y en todos los casos, el quinteto era mejor con el alero incluido. Teague, Smith y Horford están presentes en todos los grupos y juntándolos con Harris, Atlanta recibía 2.5 puntos más por 100 posesiones cuando Kyle no estaba. El trío más Stevenson es 11.3 puntos peor sin Korver, con Lou Williams como cuarta pieza la diferencia es 13.4 y con Tolliver, sólo 0.5. En general, tras juntar a Jeff, Josh y Al, en pista, tener a Korver en lugar de cualquier otro cuarto hombre mejoraba al equipo en 4.9 puntos por 100 en defensa. Y su RAPM, lo considera un jugador en la media como defensor, los Hawks apenas pierden 0.2 puntos por 100 con él en defensa.

Pero, hay que destacar, que gran parte de su valor defensivo se basa en conceptos de trabajo en equipo, que sin Smith dispuesto a ayudar detrás de él, podrían perderse. Kyle tiene buenos destellos de técnica y habilidad individual (cierra bien al tirador rival evitando hacer faltas) pero resultados sorprendentes como el que le sitúa como 5º mejor defensor del pick’n’roll en puntos por posesión (18 de 78 para un eFG% rival de 24.3%) están atados al buen hacer colectivo. Que no se convierta en un jugador sobrepagado dependerá de que pueda tener un rendimiento parecido, y mantener ese nivel de defensor que ni da ni quita, con una cobertura inferior.

  • Ra-tá-tá-tá-tá… en las dos direcciones

Si los Hawks empezaran la temporada con Jenkins y Korver de titulares, Atlanta tendría una de las mejores parejas de tiradores de la Liga. Ya hablamos de Kyle, pero John (el hijo ilegítimo de Bubbles de The Wire), en su primer año, metió el 38.4% de los 5.5 intentos por cada 36 minutos, y puede ser el sucesor de Jamal Crawford como especialista en la jugada de 4 puntos, porque sabe forzar faltas mientras tira. En su 31º partido, con menos de 400 minutos en la Liga, ya había sacado dos jugadas de 4 puntos, y otra más casi, ya que pisó la línea (una de las buenas, y la pisando, fueron en el mismo partido contra mismo rival, Indiana y Stephenson). Al final, su ritmo se detuvo y acabó el año sólo con esas 2+1 jugadas de 4 puntos en 902 minutos, y además le hicieron falta en otros 3 tiros que no llegó a meter. Jamal, el líder histórico en la NBA en la combinación «triple más tiro libre adicional», lleva ya 38 en su carrera, pero eso equivale a una cada 738 minutos, así que el jugador de Atlanta tiene mejor ritmo de momento.

El caso es que, anécdotas aparte, Atlanta va a tirar muy bien si juegan pequeño y Jenkins recorta minutos a Carroll (ya fueron el 5º equipo en triples metidos el año pasado, y el 7º en porcentaje), y eso es muy buena señal de cara a llegar a Playoffs. De hecho, 12 de los 16 primeros equipos en la lista de canastas de 3 encestadas por 100 posesiones, y 9 de los 10 en cabeza, llegaron este año a las eliminatorias por el título. Sólo Portland, cuarta peor defensa de la Liga, falla del Top 10, y los otros tres equipos que se cuelan (Sacramento, Dallas y Toronto) estuvieron entre los 10 que más puntos por posesión recibían. En los últimos 5 años, sólo 4 equipos de 36 se han perdido los Playoffs estando en el Top 10 en triples metidos, y con una defensa fuera de las 10 peores, y son los Pacers de 2010, y tres veces los Rockets (con equipos que quedaron novenos y a las puertas en el Oeste, con registros que hubieran bastado en el Este de 42, 43 y 34 victorias en el año que se jugaron 66 partidos).  O cambiando las palabras para recoger la idiosincrasia de Houston, sólo 2 de 36 equipos han ganado menos del 50% de los partidos, cumpliendo esas condiciones: los Pacers de 2010, y los que llegaron a Playoffs con 37 victorias en 2011.

Si Korver está sano (con 189 dianas en 74 partidos, 60 de titular, hizo un tercio del trabajo), Atlanta seguramente vuelva a lograr meterse en el Top 10 en triples este año con facilidad. La defensa fue 10ª en la Liga el año pasado, y nos tememos que se resentirá al cambiar a Smith por Millsap, y en el puesto de escolta, a Harris/Stevenson por Korver/Jenkins/Williams, pero añaden un especialista como Carroll, y tienen buen colchón en esa combinación defensa/tiro, que prácticamente te asegura un puesto.

  • Proyección y banquillo

En Schröder, Atlanta va a tener un jugador joven con potencial al que descubrir, algo que llevan sin hacer un par de años, ya que John Jenkins tiene un techo que parece marcado a confinarle como especialista.

La falta de Louis Williams a principio de temporada (cada vez parece más difícil que esté la primera noche, ya que continúa recuperándose de una rotura en los ligamentos de la rodilla que sufrió en enero), trastoca un poco los planes, porque los Hawks tienen un perímetro bastante débil ahora mismo. DeMarre Carroll empieza previsiblemente de titular con Korver, dejando a John Jenkins, James Johnson y Jared Cunningham como alas desde el banquillo.

Pero esto puede servir de oportunidad y reto a Schröder. A falta de algún cambio de última hora, el puesto de base suplente y 1200-1500 minutos de juego están esperándole, por si quiere o puede aprovecharlos y bate a Shelvin Mack. A este banquillo ahora mismo, le falta algo de imaginación, que es lo que Dennis puede poner. Atlanta tiene una muy buen trío de hombres altos suplentes, Elton Brand, un buen compañero de bloqueo y continuación; Gustavo Ayón, mejor cortador, y Pero Antic, raza blanca, tirador, que a estas alturas, por diferentes motivos, necesitan un buen base para alimentarles.

Por tanto la situación es perfecta si su habilidad como creador y general en pista se corresponde con lo esperado. Seguramente sea propenso a tener errores como novato, algo que puede afectar al rendimiento de una unidad con buena pinta, pero es una oportunidad maravillosa para aprender. Veremos luego qué pasa cuando vuelva Williams, que apunta a regresar a su típico papel de sexto hombre, y que le puede disputar el protagonismo y el balón. La situación perfecta para él sería que integraran a Lou con los titulares y manden a Carroll o Korver de vuelta al banquillo, pero tendrá que adaptarse a lo que venga.

Y no hay que descartar alguna incorporación de última hora, porque cuando no esté Williams, la rotación del puesto de base y escolta es muy fina. Tras Teague, están Jenkins, Cunningham, Schröder, Mack y Lighty, o lo que es lo mismo, ningún jugador con más de 1.200 minutos de experiencia en la NBA.

Hay muchas esperanzas puestas en el alemán, y este grupo dará oportunidades, veremos si cumple con las expectativas.

En deshonor a la verdad: Josh Smith

Iniciamos hoy una serie de artículos, flagrante copia de los que hace Bill Barnwell para Grantland en lo que a fútbol americano se refiere, cuya intención es dar una visión totalmente parcial y sesgada de los méritos de varios jugadores de cara al periodo de agencia libre. Nada de lo que digamos será mentira (salvo error), pero nos callaremos todo aquello que no creamos positivo. La idea es crear la visión más idílica de todos los jugadores que nos visiten, y demostrar que se puede ser mendaz simplemente con una selección de estadísticas, y con el cómo contarlas

Josh Smith es por primera vez en su carrera agente libre no restringido, y podrá elegir su destino, en el mejor momento de su carrera, cuando alcanza la plenitud, a los 27 años.

Y la cantidad en la mesa debería ser bien grande, porque estamos ante, posiblemente, el defensor más versátil de la Liga, y el único jugador esta temporada con un promedio de 17 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y 1 tapón por partido. La lista empieza y termina con Josh Smith.

Y aunque la afirmación sobre su defensa pueda parecer atrevida, tiene su base. Una métrica de Bradford Doolittle (que escribe en ESPN y Basketball Prospectus) y que junta todo tipo de herramientas para medir valor defensivo (los puntos por jugada que mete tu par según Synergy, el PER de tu rival en pista que mide 82games, información del +/- defensivo normalizado de Jeremias Engelmann y los números de robos y tapones por posesión) le colocaba como el mejor defensor de perímetro de toda la NBA y con una gran diferencia sobre el siguiente, Andre Iguodala, también agente libre. Su puesto medio en todas las clasificaciones estudiadas fue el 17.9º, por encima de Iggy, que le seguía como 21.3º en media y Conley en 22.9º.

Era el sexto jugador que menos puntos permite a su par en aclarados, y segundo en robos y tapones. De hecho, lleva siete temporadas seguidas promediando más de un robo y un tapón por partido, algo que nadie en este periodo ha logrado conseguir más de cinco veces, y fue el jugador más joven en conseguir 1000 tapones.

Y no sólo en el perímetro: Smith permite apenas 0.71 puntos por jugada cuando es posteado, lo que le coloca como 41º en la Liga, una excelente marca. En ninguno de los apartados que mide Synergy cae por debajo de la mediana de la Liga: en todos es mejor que la media.

Los Hawks son peores en puntos por 100 posesiones defensivos (Índice defensivo) cuando él no está en la pista, y el quinteto más usado, en el que él se junta con Teague, Harris, Korver y Horford, recibe 98 puntos por 100 posesiones si J-Smoove está en la pista, ¡y 107.7 cuando él se sienta!, según nbawowy. Esa diferencia de 9.7 puntos por 100 posesiones es la que hay entre la mejor de la Liga, Indiana, y la 27º, la de los Cavs.

Cuando juega de alero, asfixia por completo al rival (según 82games, el PER de su par cuando juega ahí es de 8.9, que equivaldría al de un jugador que no debería siquiera estar en la Liga, ya que la media es 15), y con una Liga virando hacia el small-ball, lo que parecía un problema en su día, cuando fue drafteado, y era considerado un tweener, el jugador sin posición clara entre el alero y el ala-pívot, es una ventaja, ahora más que nunca. Su versatilidad le permite adaptarse a las dos posiciones perfectamente en el estado actual de la NBA, y especialmente en el Este donde dos de los mejores jugadores (James y Anthony) juegan a caballo entre esos dos puestos y otros nombres menos reconocidos, pero que cobrarán importancia este año, como Green en Boston o Harris en Orlando, son utilizados de la misma manera.

Y no sólo es la defensa, en ataque, los Hawks son 2.5 puntos por 100 posesiones mejor con él en la pista, y fue 29º en puntos por partido, con 17.5, por encima de otros jugadores muy bien valorados como George, Nowitzki, Cousins, West o su propio compañero, Al Horford.

Tiene una herramienta que le permite abusar cuando es defendido por jugadores más pequeños que él: el posteo. Hasta en 4 ocasiones por partido (en media) lo hizo este año, y combinado con los 2.6 triples que tira por partido le convierten en uno de los pocos jugadores de la Liga que realmente se puede prodigar tanto lejos, como cerca del aro.

Y se tiene poco en cuenta, lo buen pasador y lo poco egoísta que es. Con la defensa híbrida que carga con un hombre extra al lado fuerte del balón poniéndose de moda, tener un jugador que sea capaz de hacer el pase de un lado a otro de la pista es un arma muy interesante para los próximos años, y Smith es capaz de lanzar pases largos cruzando todo el espacio y desde cualquier posición. Y los números lo respaldan: tras LeBron y Durant, con 1.5 por partido, es el tercer jugador, que sin jugar de base o escolta, más asistencias para triples dio esta temporada, según HoopData. Además, cada año va a más, y ha vuelto a marcar un nuevo máximo personal en porcentaje de asistencias, al darlas en el 20.9% de las posesiones y en el número por partido (4.2). Y también es el tercer único alto (de nuevo tras James y KD) con más de 17 puntos por partido y 20% de porcentaje de asistencias.

Y fuera del campo, Josh tiene pinta de excelente compañero. Nunca se ha metido en problemas de disciplina, ni dentro ni fuera de las pistas, y pese a que llegó como un adolescente, directamente desde el instituto (salió de la prestigiosa Oak Hill Academy), su madurez ha sido intachable y no ha cambiado de equipo en 9 años. Atlanta ha mantenido en todo momento su compromiso con él, e igualó en su momento la oferta que le hicieron los Grizzlies sin dudarlo. Incluso este febrero, que podrían haberlo traspasado para evitar perderle por nada ahora, primera oportunidad que tiene de elegir destino, han apurado hasta el último momento que podían disfrutar de sus servicios. Amigo íntimo de Rajon Rondo o Dwight Howard, Smith es un jugador querido y respetado en toda la Liga. ¿O creéis que Kenyon Martin se dejaría saltar por encima en un concurso por muchos otros que no fueran compañeros suyos?

En resumen, cualquier equipo que necesite mejorar la defensa y la capacidad atlética de su plantilla, con un jugador contrastado y profesional, que va a entrar ya en los mejores años de su carrera, debería considerar, en muy alta estima, a Josh Smith.

PO Desde El Sofá (VIII): Propia medicina

Los dos equipos con más victorias en cada conferencia han estado intratables, y todos se han puesto con un 3-0, pero los Pacers se dejaron la oportunidad de unirse a ese grupo en Atlanta, y tendrán que volver a jugar en Indianapolis.

Con la peor anotación de un equipo en lo que va de Playoffs, tanto por puntos por partido (69, que están por debajo del mínimo de 71 que marcaron los Celtics), como por 100 posesiones (donde hay aún más diferencia entre los 70.2 de anoche y los 81.7 a los que Boston llegó), la futilidad ofensiva de Indiana rozó lo inaudito. No os dejéis llevar porque haya un par de zonillas verdes en su carta de tiro, que cayeron cuatro tiros nada más desde ahí.

Si no hubo demasiada emoción en los dos primeros partidos, en este mucha menos. En los anteriores, al menos, los Hawks llegaron a acercarse a unos 8 puntos en el último periodo, aunque no pasaran de ahí. En este la diferencia jamás bajó de 10 desde que Atlanta la pusiera en los estertores del primer cuarto, y lo habitual fue verla en un rango entre los 20 y los 25, convirtiendo este encuentro en el más descafeinado de todos los Playoffs. Y si bien en los otros dos de esta serie, pese a la superioridad de Indiana, tuvieron un punto de tensión y ratos de buen y divertido baloncesto, en este casi nada.

Los Hawks cambiaron su quinteto titular, sustituyendo a Kyle Korver por Johan Petro, haciéndose grandes y emparejando a Josh Smith contra un Paul George que jugó a un nivel estelar en los dos primeros enfrentamientos. Este grupo no fue muy brillante per se, ya que en 12 minutos apenas registaron una ventaja parcial de un punto, pero ayudó a establecer un tono mucho más amenazante y contundente para Atlanta. Los de Drew supieron aprovechar la ventaja que suele dar jugar en casa con los árbitros, para ser más físicos y se impusieron en este aspecto a un equipo que suele utilizar eso a su favor como Indiana.

Nadie se fijará en los números de Ivan Johnson, pero su agresividad ayudó a marcar el territorio y fue el catalizador del aumento de la frustración, minuto a minuto, de los Pacers. A mitad del segundo cuarto, David West (tras un tapón de Johnson, precisamente) perdió los nervios e hizo una falta flagrante, de esas que sobran, pero que a veces sirven a un equipo de revulsivo. En este caso, lo que consiguió, fue refrendar aún más la superioridad de los Hawks, que confirmaron que tenían a su rival contra las cuerdas.

Hacíamos hincapié en la previa sobre la necesidad de Atlanta de conseguir puntos tras pérdidas, y anoche lo hicieron, y desde el principio, para acabar con 24 en total. Ante una defensa como la de Indiana, que no te deja rebotear (pese a la gran desventaja en el marcador y el mal partido, los Pacers aún ganaron la batalla del rebote, 52-48), y blinda la pintura y el triple, es necesaria una precisión y disciplina ofensivas que los Hawks no tienen, y por tanto, todos los puntos fáciles que puedan generar al contraataque son importantísimos para ellos. Además, el caos en el que sumieron al ataque de Indiana desde bien prontito parece que les dejo catatónicos para el resto de la contienda.

Por otro lado, cuando ponen a Josh Smith a jugar de alero, consiguen que este se centre más en jugar de espaldas y cerca de la canasta, y eso es una bendición para Atlanta, pese a la pérdida en tiro exterior. Anoche sólo lanzó dos veces de dos a media distancia (las dos fueron dentro, además) y una de ellas fue gracias al espacio creado tras insistir en postear por tercera vez consecutiva a George. Y fue 5 veces a la línea, que no es un gran número para alguien como él (que además luego le cuesta meterlos), pero es más que en los dos partidos anteriores juntos.

Muy buen partido de Al Horford (26 puntos en 22 posesiones y 16 rebotes), que brilla más cuanto mayor es el ritmo (algo que tendrían que tener en cuenta cuando los Hawks sean remodelados este verano) y Atlanta ya tiene al menos una victoria, y se puede meter de lleno en la serie si vuelven a aprovechar la ventaja de campo. Pero, ojo, que Indiana esta vez sabe lo que le espera, y difícilmente repetirá una actuación como la de anoche.

El detalle: Jeff Teague tuvo una horrible caída poco antes del descanso, en la que parecía que se podía haber hecho muchísimo daño en el codo. Menos mal que no fue nada, porque no estamos como para perder a un buen jugador más…

La recomendación: Si aprovechando que es domingo queréis ver algo de NBA en diferido, no os pongáis este partido. E id a por el Bulls-Nets, del tirón. Y si no os habéis enterado de como fue, mejor.

Avance de temporada: Atlanta Hawks

El equipo de Atlanta ha cambiado de cara este verano. Diciendo adiós a Joe Johnson y Marvin Williams, sus alas titulares en los últimos años, los Hawks abandonan la estabilidad que les lleva acompañando unas cuantas temporadas. Aunque los cambios se han hecho pensando en la flexibilidad futura, con la llegada de Lou Williams, y la vuelta tras lesión de un Horford que apenas pudo contribuir este año, todavía deberían competir y pensar en Playoffs este año. Lo que es seguro es que será un equipo completamente diferente: de 9 a 11 jugadores causarán baja.

Altas: Louis Williams (Philadelphia 76ers), Devin Harris (Utah Jazz), Kyle Korver (Chicago Bulls), Anthony Morrow (New Jersey Nets), John Jenkins (Draft), Johan Petro (New Jersey Nets), Jordan Williams (New Jersey Nets), DeShawn Stevenson (New Jersey Nets), Mike Scott (Draft)

Bajas: Joe Johnson (65.8% de los minutos), Marvin Williams (46.4%), Kirk Hinrich (38.3%), Willie Green (28.5%), Tracy McGrady (25.9%), Vladimir Radmanovic (23.4%), Jerry Stackhouse (8.4%), Jason Collins (9.5%), Erick Dampier (2.6%)

Posibles renovaciones: Ivan Johnson (28.9%), Jannero Pargo (20.8%)

Repasemos ahora lo que puede y debería cambiar de un año para otro:

  • Atlanta juega muy lejos del aro
Atlanta Hawks en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
16º 24º 13º 26º

Pese a estar muy por encima de la media en porcentaje de tiro y tener un número razonable de pérdidas, el ataque de Atlanta fue mediocre y regular en puntos por 100 posesiones. El 24.8% de sus tiros de campo fueron triples, por el 22.5% de media en la Liga, y los metieron a un buen ritmo, pero lo que ganaron ahí, lo perdieron al no ir lo suficiente a la línea, y sobre todo, no rebotear bien en ataque. La receta del éxito en la NBA consiste en maximizar las oportunidades más eficientes (tiros libres, tiros cerca del aro, triples) sin perder la pelota. Atlanta no suma en parte de la ecuación porque juega muy lejos de la canasta.

Muchísimos intentos de tiros de 2 largos, desde donde es más difícil anotar, sacar faltas, y rebotear en ataque. Y sobre todo, del peor jugador en ataque el año pasado. No, Joe Johnson, no, Josh Smith. Los dos promediaron 18.8 puntos por partido, pero JoeJ lo hizo en 2 posesiones menos. Smith es líder de la Liga en tiros lejanos de 2 (a más de 20 pies): mientras que en media se tira desde ahí el 5.9% de los lanzamientos, Josh casi triplica la tasa, 16.3% de sus tiros van desde ahí. ¿Tal vez lo haga porque es bueno tirando? No, mete el 37% desde ahí, justo la media de la Liga en la posición, que, de todas las del campo es la menos eficiente. Su verdadero porcentaje de tiro, TS%, quedó justo por debajo del 50%. Charlotte fue el único equipo la temporada pasada con un TS% peor.

Es verdad que a Josh Smith se le pidió más que nunca con la baja de Horford, utilizando 2.3 posesiones más por partido más de las que nunca había usado (18.9 este año, cuando su máximo eran 16.6 en 2008), pero hay una serie de indicios preocupantes, como los 5 años seguidos que lleva reduciendo el número de veces que va a la línea de tiros libres.

  • Su ataque se estanca a veces

Solo Los Angeles Clippers, donde Chris Paul es el dueño del yo-yo, terminan más posesiones con 3 segundos o menos en el reloj. Pero a diferencia de los Clippers, que tienen un 46.9 EFG% en esas ocasiones, bastante cercano a su media, en Atlanta el porcentaje se despeña al 41.3%.

Los Hawks no son capaces de tener una buena circulación del balón en muchas posesiones, en las que pelota acaba detenida en manos de Joe Johnson, o dando vueltas inofensivamente por el perímetro. Solo Teague es agresivo penetrando, y sin Horford, no fueron capaces de establecer un juego dentro-fuera con regularidad, por lo que agotaban las posesiones sin tener claro que hacer y las acababan con malos tiros demasiado a menudo.

  • Al ataque En defensa de Joe Johnson

Abordé este párrafo con la intención de soltarle unos palos al nuevo jugador de los Brooklyn Nets, pero tras ver los números con calma, cambio completamente el enfoque. Que no merece ser el 4º jugador mejor pagado de la Liga, está claro. También es muy posible que no sea un verdadero jugador franquicia. Pero ahora mismo está entrando en esa zona que un jugador, después de ser llamado tantas veces sobrevalorado, pasa a estar incluso infravalorado en el imaginario colectivo.

Con Joe Johnson hay un gran problema de percepción. Como sus Playoffs fueron muy malos (ante la mejor defensa de la Liga, importante reseñar) y la pelota acabó en sus manos en muchos finales de partidos que no supo resolver para este equipo sin imaginación al final, se toma la parte por el todo, y se olvida que su actuación esta temporada ha sido reseñable. Anotó 18.8 puntos por partido el año pasado, con el segundo porcentaje de utilización más alto del equipo, un 25.4%, y con un porcentaje verdadero de tiro del 55.7%. De nuevo, comparándolos con equipos, Joe Johnson hubiera sido el 3er mejor ataque de la Liga, solo por detrás de Spurs y Thunder. El año pasado fue un anotador de volumen eficiente, y eso muchas veces no es fácil de reemplazar.

Otro estigma que tiene es el de que coagula el ataque de Atlanta que muchas veces parece reducido al aclarado a Joe Johnson. Y de nuevo es otro problema de sesgo hacia esas posesiones finales, la realidad no es tan exagerada. La pasada temporada, los Hawks marcaron 290 veces (casi 5 por partido) un aclarado a Joe, lo que le convierte solamente, en el 10º jugador que más utilizó esta jugada, solo el 23.3% de las posesiones que acabaron con tiro suyo fueron aclarados.

Anotó bastante, a un gran ritmo, y tampoco fue tanto a la lavandería como parece. Estarán contentísimos de no pagarle lo que no merece y sin él el ataque de Atlanta puede ser más dinámico. Pero fue uno de los mejores escoltas de la Liga, sin duda alguna, el año pasado.

  • Lou Williams y la vuelta de Al Horford. ¿Solución a los problemas?

Con Williams, Atlanta se ha traído un recambio viable, al menos en teoría. Lo que está claro es que con Lou y el regreso tras lesión de un Horford que se perdió casi toda la temporada pasada, el ataque de los Hawks va a cambiar su centro de gravedad por completo, y empezarán a estar mucho más cerca de la canasta.

El ex-76ers es otro anotador de volumen, capaz de llenar todo el vacío que queda en el equipo. Lou anotó 14.9 en 9.2 minutos menos pero con un 27.4 de utilización, aún mayor que el de Johnson. Sus TS% son parecidos, pero Johnson tira más triples, y Williams va más a línea, algo que va a ser una bendición para un equipo tan poco agresivo hasta ahora como este. Su proporción TL/TC es del 30% mientras que Johnson se quedaba en un 17%. Por tanto, los Hawks han traído un recambio  con una producción similar históricamente, y acostumbrado a soportar un número de tiros y de protagonismo parecido. A continuación tenéis un gráfico para que podáis comprobar desde dónde operaron ambos el año pasado:

 

Eso sí, los que esperen un ataque más repartido el año que viene en ATL se pueden llevar una sorpresa. En Philadelphia, los 76ers ejecutaron casi tantos aclarados para Lou Williams, como en Atlanta para Johnson. Los 76ers lo llevaron a la lavandería en 204 ocasiones, lo que supone un 22.4% de sus jugadas.

A continuación recogemos en una tabla los tipos de jugada acabada por Johnson y Williams, que ocurrieron en más de 100 ocasiones la pasada temporada y explican prácticamente el juego ofensivo de ambos. Como podéis ver, la mayor diferencia es que mientras que Joe podía recibir la pelota en el poste o como tirador, ya sea en estático o tras bloqueo, Lou Williams necesita aún MÁS la pelota en sus manos. Me temo que los que se quejan de que Johnson dominaba demasiado el balón y el juego en Atlanta, pueden encontrarse con un clarísimo caso de más vale malo conocido…: el 72% de las posesiones en las que Williams acabó tirando implican dominio del balón, bien en aclarados, en bloqueos y continuaciones, o recibiendo un hand-off. Wowza.

 

Aclarado Juego en el poste Tiro estático Pick ‘n’ roll Tras bloqueo Pase mano a mano Total
Joe Johnson 290 152 211 147 124 74.3%
Lou Williams 204 131 330 118 86.0%

 

Hasta ahora nos habíamos guardado una importante pieza de información, que igual alguno echaba de menos, y es que Joe Johnson es escolta puro, e incluso jugó algunos minutos de alero el año pasado (supongo que la vuelta de Horford hará que Atlanta juegue menos small-ball este año, y la vuelta de Smith al 4 a tiempo completo hubiera tenido a Joe jugando de escolta todo el tiempo), mientras que Lou Williams es casi tan base como escolta (jugó los mismos minutos en cada posición el año pasado) y tal vez no son tan intercambiables como veníamos anunciando.

Pero es que no parece que Atlanta vaya a tener mucho más remedio. El resto de jugadores que completan la rotación del perímetro son tiradores en los que no deberían confiar para crearse su propio tiro o bases o DeShawn Stevenson. Williams parece abocado a tener que compartir minutos con Teague y Harris, y eso, para él, que está acostumbrado a jugar con Holiday no es un problema, pero ya veremos, sobre todo, para Jeff Teague.  Uno de ellos, o incluso los dos,  tendrán que aceptar jugar más sin balón, y aunque en las muestras que tenemos no tiraron mal, (0.98 puntos por tiro, que está por encima de la media, Williams; 1.02 ppt en 175 tiros Teague; 1.04 ppt, Devin Harris), será difícil sustituir los 1.18 puntos por tiro que consiguió Johnson las 211 veces que tiró en estático, lo que le convierte en el 10º tirador más efectivo, de los 175 que lo hicieron en 100 o más ocasiones (Teague es 61º, Williams es 83º). Y además, aparte de Johnson los otros 6 jugadores con mejor porcentaje tirando de 3 del equipo, los que básicamente convirtieron a Atlanta en el 5º mejor equipo desde el triple el año pasado, se han ido

Pero este precisamente es el cambio que menos nos preocupa, porque el equipo ha añadido tiradores à gogo, y lo que no pueden reemplazar en la posición de escolta, lo harán desde la de alero. Han traído a Kyle Korver, 1.34 puntos por jugada tirando en estático, segunda mejor marca el año pasado tras Steve Novak, Anthony Morrow, 1.07 puntos por jugada en esta posición, tras su peor año como tirador, pero con una marca que nunca bajó del 42% de acierto de triple en sus tres temporadas anteriores y John Jenkins, rookie, y posiblemente el mejor tirador puro del Draft. Este trío  puede reemplazar perfectamente todo el arsenal tirador que tenían los Hawks, e incluso asustar a los Spurs y a los Warriors en la cima, si el meccano encaja bien.

Lo más probable es que no tengamos que empeñarnos en comparar a Williams con Johnson, porque no creo que veamos un patrón similar en el ataque. No solo Johnson se ha ido, otro miembro del quinteto titular, Marvin Williams, ya no estará, y con un Horford sano reemplazando a Pachulia, tres quintos del equipo titular cambiarán. Seguro que veremos más penetración y este es un equipo que a priori, debería sacar más faltas y mejorar en rebote ofensivo (por proximidad, que no por altura, ya hablaremos de esto), alargar menos posesiones hasta el final, y todo esto sin perder un ápice de intimidación francotiradora. Si además ya convencen a Josh Smith para elegir un poco mejor sus lanzamientos, este ataque debería anotar unos 109.6 puntos por 100 posesiones, y ser un Top 10 la temporada que viene.

  • La defensa: pintan bastos
Atlanta Hawks en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
10º 21º

El año pasado la defensa de Atlanta fue sorprendentemente buena. Tras 3 años en los que parecían estancados en la misma posición (fueron 12º, 13º y 13º en la lista de Índice Defensivo) en el segundo año con Drew se dispararon a la 6ª posición, permitiendo 101.2 puntos por 100 posesiones, muy por debajo de los 107 aproximadamente que venían recibiendo. ¿Qué cambió? Pues a la vista de los números, los Hawks han empezado a forzar pérdidas. En la temporada 2010-2011 fueron 29º en este aspecto, y el año pasado se dispararon a la 6ª posición. Sabemos que los robos son solo una pequeña parte de la defensa (y lo hemos cuantificado incluso, solo representa un 10%), pero un incremento tan grande en un mismo equipo tiene un cambio significativo.

Atribuir la causa de pérdidas es muy complicado (los robos solo representaron el 53.6% de las que forzó Atlanta, el otro casi 47% de las pérdidas no sabemos de dónde vino), pero en ese aspecto, que es el que podemos valorar con los números, el intercambio de Horford por Pachulia e Ivan Johnson parece ser la causa. Con la vuelta del dominicano, podríamos ver un descenso en el número de robos producidos por los pívots, pero con Williams y Harris llegan dos buenos ladrones, que compensarán el número desde el perímetro, e incrementerán el porcentaje de robos de ATL, que debería ser uno de los mejores de la Liga el año que viene.

El mayor problema de nuevo para analizar la defensa en general, es que es difícil sacar conclusiones, por el gran cambio de personal que ha sufrido este equipo. Podemos tratar de explicar la defensa en términos de +/-, estadística, que para mí gusto, tiene bastante ruido para comparar jugadores en distintas franquicias, pero me parece muy explicativa dentro de un mismo equipo. Los índices ajustados, conceden un valor negativo defensivamente a los 6 jugadores con más minutos la pasada campaña (es decir, atribuyen al banquillo la buena defensa de los Hawks), pero dentro de los titulares, evalúa mejor a los que se quedaron (Smith, Pachulia, Teague) que a los que se fueron (Johnson, Williams, Hinrich), y los números de otros años atribuyen a Horford el valor de mejor defensor del equipo. El problema es que los que llegan, los Williams, Korver, Morrow, Harris… no tienen ni el cartel de buenos defensores, ni los números respaldando una infravaloración de su habilidad.

Lo que sí es seguro es que los Hawks perderán centímetros. Joe Johnson es un 6’8″, Marvin Williams un 6’9″, y los 4 jugadores que parece que van a cargar con el peso en las posiciones de escolta y alero miden de los 6’2″ de Williams a los 6’7″ de Korver. Marvin Williams tuvo un porcentaje reboteador defensivo del 16.9% el año pasado, y ninguno de los nuevos puede hacerle sombra: nadie superó el 10% el año pasado. Horford puede mejorar un poco a Pachulia/Johnson (23% por el 20% aproximadamente de la pareja), pero o los hombres altos de Atlanta hacen horas extra, o este equipo puede ser asesinado en los tableros.

Si bien en ataque los Hawks parecen un equipo predestinado a mantener, o incluso mejorar lo que hicieron la pasada campaña, los cambios de personal apuntan a una mala experiencia en el apartado defensivo. Los números sugieren que el equipo podría seguir forzando pérdidas a un buen nivel, quizá incluso entre los 3 mejores en la Liga, pero su rebote defensivo, y, probablemente, el porcentaje de tiro contrario, va a empeorar.

Buscando un equipo con esas características (Top 3 en pérdidas provocadas, por debajo de la media reboteando defensivamente y en porcentaje de tiro rival) encontramos equipos como los Blazers de 2011 (14º en Índice Defensivo), o los Warriors de 2010 (29º en la Liga en su año). Desde aquí, nuestra predicción es que los Hawks deberían encontrarse a medio camino, en torno al 20º puesto en ránking defensivo, recibiendo unos 109 puntos por 100 posesiones.

  •  Predicción final

Con nuestra predicción de que los Hawks estarán en la parte baja del Top 10 en índice ofensivo, y cerca de la vigésima posición en defensivo, el margen de victoria neto para esas posiciones es en media de 0.6 puntos. Ajustándolo con su calendario (-0.6 puntos, creo que es uno de los más fáciles de la Liga, estando en el Este en general, y en la división de Charlotte y Orlando en particular), veo un SRS de 0.0 justo, la media de la Liga para Atlanta, por lo que espero que tengan un récord final de 41-41, que sería suficiente para la última plaza en Playoffs en el Este. El año pasado ganaron 40 partidos (50 en una temporada de 82) y este descenso de 9 victorias parece muy grande para un equipo que además pienso que va a mejorar en ataque. Pero es que realmente creo que van a sufrir mucho en defensa, especialmente en el rebote defensivo y en la posición de alero.

Quinteto de la semana (semana 8)

Llegamos a lo que sería el ecuador de la competición, tiempo para nuestro Quinteto de la Semana:

Kobe Bryant – Su máscara negra en el partido contra Detroit fue la bomba!
Rajon Rondo – Queremos traspasarlo y te dimos razones para hacerlo…
Tim DuncanSe cargó a medio Denver, pero sobre todo a Andersen.
Josh Smith – Quiere el trade, y no se sabe muy bien por qué…
Nick Young – Por hacer probablemente la peor bandeja de la historia