Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Los Rockets ponen un pie y medio en la segunda ronda de los Playoffs, ganando el tercer partido de la serie en Dallas en un encuentro vibrante, jugado a mil revoluciones, y en el que pasó un poco de todo.
Después del RondoDrama del segundo partido, y sabiendo que ya están sin Parsons para lo que queda, los Mavs se plantaron con poco que perder ante el segundo equipo del Oeste, y Raymond Felton y Richard Jefferson de titulares (que acabarían el partido con problemas físicos). Los Rockets aprovechaban la ventaja en estos puestos, y abrieron hueco rápido, detrás de la anotación de Terrence Jones, mientras nosotros ya podíamos intuir que no iba ser partido para las defensas.
Los dos equipos cambiaban en los bloqueos, se redistribuían las asignaciones, pero en lugar de hacerlo de manera natural, programada y efectiva, como lo puedan hacer, por ejemplo, los Warriors, Mavs y Rockets optaron por la vía del despiporre. Hubo momentos de confusión absoluta, con la defensa de los Mavs perdiendo al mismísimo Hardendesde el principio de la jugada.
Dallas no podía parar al escolta ni con Aminu, y se estaba empezando a poner cómodo en las suspensiones tras bote al salir del bloqueo directo. Carlisle vaciaba el banquillo, poniendo a 10 jugadores en pista el primer cuarto, y aunque los Rockets metieran 42 (!!!) puntos en esos 12 minutos, la buena actuación de Monta Ellis para cerrarlo con los tres bajitos en pista (Barea y Harris acompañándole) dejó a los Mavs sólo 6 por detrás.
Carlisle se abrazó al caos que proponían sus exteriores como única cosa que funcionaba, y el segundo cuarto fue para los de Dallas, que llegaron a ponerse 13 puntos arriba, destrozando a los Rockets a la contra, tanto en pérdidas como buscando opciones rápidas, y tirando de 3. Houston se conformaba con los poco característicos tiros de media distancia y con no bajar muy deprisa ni con los hombres suficientes a defender.
A la vuelta del descanso Harden se puso a cocinar el segundo plato y los Rockets volvían a estar en cabeza antes de la mitad del tercer periodo. Dallas aguantaba el tirón con Nowitzki aprovechando los emparejamientos favorables que le daban, y un Aminu muy inspirado cortando a canasta. Al acabar el tercer cuarto los dos equipos habían sumado ya 200 puntos y la igualdad era máxima.
Al principio del cuarto Houston abre un pequeño hueco sin Harden en cancha, aprovechando de nuevo al Josh Smith más playmaker, y un par de decisiones arbitrales curiosas (una falta no pitada en un rebote ofensivo de Howard que acabó en triple para Houston, y una inexistente falta en ataque señalada a Aminu), que encendían aún más al público de Dallas.
Harden, regresó a pista a falta de 6 minutos, y Carlisle que ya lo había hecho un par de veces durante el partido, con mal resultado para él, con Capela y Smith, prueba con el Hack-a-Howard. El pívot mete 3 de 4 tiros libres llevando el cómputo global de la estrategia a 7 puntos en 4 posesiones para Houston, el entrenador de Dallas abandona la triquiñuela, y de aquí en adelante, Harden se pone con el postre. Mientras, por Dallas, Nowitzki en otra actuación clásica y Ellis, que penetraba hasta el aro a voluntad, se encargaban de 26 de los 29 puntos en el equipo en el último periodo.
Tres tiros libres tras una falta de Harden a Nowitzki ponían a los Mavs a 1 punto a falta de 33 segundos, pero el candidato a MVP no tuvo piedad del rival texano, metiendo un crucial tiro desde el codo izquierdo de la zona con su «step daddy«, delante de Tyson Chandler, que se queda con él en el cambio. 42 puntos para él, el máximo en su carrera en Playoffs, yendo sólo 7 veces a la línea, más 9 asistencias. Un auténtico partidazo, cimentado desde su acierto desde el triple.
También vimos máximo personal en Playoffs de puntos y asistencias para un Monta Ellis (34 y 9) no mucho menos impresionante que Harden. Pese a que fallara el tiro que podría haber dado el empate a los Mavs, mete el inmediatamente anterior, tan necesario para la hipotética remontada y sostiene al equipo todo el partido. La última acción fue un poco descafeinada para lo que esperamos de Carlisle, y también tuvo una ejecución mejorable. Monta, encargado de poner el balón en juego desde la banda, cogió un pase a la mano de Nowitzki y se quedó con Josh Smith en el cambio, para acabar lanzando desde 6 metros una suspensión que no toca ni aro
Por Houston hubo auto-récord de rebotes (26, 11 ofensivos) para Dwight Howard, cuya mera presencia condicionó una gran cantidad de ataques rivales. Todo el mundo en los Rockets aportó y cuajó un buen partido, metieron el 54% de sus triples y volvieron a hacer mucho daño en el tablero de Dallas. Una primera ronda muy solvente para ellos, que ya tienen a favor el resultado históricamente irremontable.
Sofi Del Día
Por sugerencia de David, nominamos al sofi del día al SuperFan de los Mavs Don Knobler, y su atuendo, en la esquina inferior de la imagen.
Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.
A veces tenemos el difícil trabajo de tratar de recrearnos en explicar por qué un equipo ganó. De poner en blanco y negro lo que diferenció una sola posesión, de las 185 que vimos.
La verdad es que el tercer partido, pudo ir para cualquier lado. Dallas y San Antonio anotaron en 11 de las últimas 12 jugadas, incluidas las 9 finales, a cada cual más complicada, finalizando en el culmen que fue el triple sin equilibrio sobre la bocina de Vince Carter. Pero no os perdáis las tres canastas en la pintura anteriores, el show de Monta Ellis y Ginobili, el goteo constante e inadvertido de Dirk y Tim, Dalembert cerrando el espacio aéreo al volver del descanso, el segundo cuarto desde la media distancia de Tony Parker y el comienzo de Calderón. Un montón de protagonistas, dirigidos por dos excelentes estrategas, dando uno de los espectáculos del año.
Carlisle, que bien sabe que la defensa en la NBA es una manta corta que no te llega a todo el cuerpo, es excepcional reconociendo qué día tiene que tapar los pies, y cuándo la cabeza. Dallas ganó los dos últimos porque no han parado de anotar, y San Antonio está acertando cada vez a mejor ritmo frente a ellos, pero a lo largo de la serie ha logrado que San Antonio no hilvane su peligrosa secuencia de pases hasta triple abierto por el perímetro, aún a costa de ceder la media distancia a Tony Parker, el pase a Ginobili en el bloqueo y continuación, o el enfrentamiento favorable a Kawhi Leonard en el poste por haber cambiado en la defensa. El enfoque de control de daños de Rick, que prefiere resignarse a que sean 2 puntos de Splitter, que 3 de Danny Green, permite que los Spurs estén a una distancia razonable, para que los Mavs lleguen con opciones si son capaces de desplegar su propio ataque.
Y aquí, el rey de la noche fue Monta. Aunque pasó un mal momento cuando San Antonio le retó a tirar y fallar, pasando todo bloqueo por detrás, esto quizá le dio cierto ritmo para acertar todos esos lanzamientos más tarde, y sirvió de acicate para que penetrara. Finalizar ante un equipo tan grande como San Antonio es complicado, pero la atención con la que tratan a Nowitzki los Spurs (las ganas de doblar, aunque no acabe sucediendo, están ahí prácticamente cada vez que toca el balón) le permitió finalizar en varias ocasiones con placidez, solo incluso, recogiendo el balón de las manos del propio Dirk y galopando a la canasta en un único movimiento. Se recuperó maravillosamente bien del bache, y fue el faro de los Mavs, hasta para servir de señuelo en la jugada final.
Y si San Antonio aprovecha su profundidad y la cantidad de talento que ha ido trayendo a la franquicia y desarrollando, para presentar a los equipos rivales una amenaza que dura 48 minutos sin respiro, Dallas puede seguir el ritmo. Con una rotación del 6º al 10º hombre igual o mejor, los Mavs son otro equipo de partido completo, al menos cuando todos sus jugadores, alguno más perro que otro, están dispuestos a ello. Hoy faltó el desempeño de Devin Harris de los dos primeros partidos, pero siempre es fácil encontrar a alguien que vaya recogiendo el guante en cada tramo. Y así es como encajaron y devolvieron golpe por golpe todo a San Antonio, en un partido que no vio ninguna ventaja de 10 puntos o más.
Otro detalle para apuntar de este partido, es la gestión de los tiempos muertos y las posesiones finales. Después de ver a gente como McHale o Wittman, uno piensa que la cosa será más difícil de lo que parece. Pero entonces llegan Popovich y Carlisle, y vuelve a parecer facilísimo lo de pedir un respiro siempre que el equipo lo necesite, y aún así, guardar tiempos muertos suficientes en la mochila para utilizarlos en un final apretado. Y el uso del reloj fue sublime. San Antonio logró sacar el dos-por-uno, pero Dallas le obligó a darse prisa para conseguirlo, y consiguieron dejar unas décimas por si hacía falta la heroica. Esto es casi más responsabilidad de la inteligencia de los jugadores (Dirk, Monta, Manu), pero es evidente el aliento de Rick y Gregg.
Por la suficiencia que han demostrado durante la temporada y más allá, los Spurs partían como claros favoritos. Y si se lanzaron pronósticos de 4-0 ó 5-1, no es descabellado pedirles un 3-1 ahora. Pero ahora van de copiloto, y el coche lo conduce Cuban. Si los Mavs siguen anotando, tendremos el sorpresón de los Playoffs. Y Dirk Diggler todavía no ha hecho acto de presencia…
Sofi del día: Jaime Maggio en TV nacional. Sager, ponte bueno muy pronto, pero… ¿no es más divertido quedarse en Atlanta jugando al golf que andar viajando por toda América? Piénsalo, Craig.
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Tras ganar el título en 2011, Cuban empezó una reconstrucción competitiva, con la esperanza de que Nowitzki pasara los últimos años de su carrera junto a otra estrella de su nivel. Los intentos no fructificaron, y tras un verano en el que muchos jugadores firmaron con los Mavs por un año para mantener su flexibilidad, esta temporada ya se han mojado un poco más repartiendo contratos multianuales.
Así, vuelven a presentar por segundo año consecutivo una plantilla muy diferente a aquella con la que acabaron la temporada anterior, en la que hay 9 caras nuevas (una de ellas, la de Devin Harris, viejo conocido) y sólo conserva a Dirk y Marion del equipo que ganó el anillo. Llegan Monta Ellis y José Calderón, una pareja qué abre muchas preguntas, pero con impepinable talento, y con Dalembert vuelven a tener alguien para cerrar el espacio aéreo dos años después. No sorprendería verles dentro ni fuera de los Playoffs, pero si el Robin Hood alemán sigue envejeciendo bien, junto a un maestro como Rick Carlisle, conviene apostar por ellos.
Radiografía de los Mavericks
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Have Dirk, will travel
Con 35 años cumplidos en verano, Nowitzki no está en su plenitud deportiva, pero de momento no ha mostrado signos de perder sus habilidades de golpe pronto. Es verdad que bajó de los 20 puntos por primera vez desde su segunda temporada en la Liga, para los que nos tendríamos que ir al milenio anterior, pero fue una cuestión de volumen: sus porcentajes, rebotes, asistencias y pérdidas son mejores a los del año pasado, simplemente compartió más el balón que nunca, lo cual es una noticia regular, porque hasta ahora, no se podía encontrar a nadie mejor para tirar que él (y este año seguramente, sigue sin haberlo en este equipo). Lo que parece quedar claro, viendo como el hito coincide además con la última vez que no se clasificaron a Playoffs, es que según las estadísticas (no) avanzadas, si Dirk mete más de 20 puntos por partido, los Mavericks se clasifican para las eliminatorias por el título.
Profundizando un poco, su RAPM es el 24º mejor de la Liga, con él en pista, los Mavs fueron 1.8 puntos por 100 posesiones mejores y su diferencial en minutos de Dirk pasaría a ser 14º en Liga, en la zona de Playoffs. Desde que se recuperó, los Mavs tuvieron un récord de 28-25, y cuando juega más de 25 minutos, de 26-22, es decir, sigue siendo un jugador de gran impacto aunque la última temporada la pasara un poco de puntillas.
Simplificando muy groseramente, en la NBA puedes separar en tres grupos a un jugador de perímetro. A los que les encomiendas el balón porque saben moverse con él, penetrar, pasar, etc… es decir, los playmakers, por un lado. Aquellos que lo que hacen es tirar bien, y por tanto, están pendientes de recibir el balón y no de distribuirlo, por otro. Y los que pueden hacer las dos cosas y por tanto se ponen en el papel que mejor se les da o el que complementa a su compañero.
Aquí estaría bien tener una nota al pie a lo Grantland. Existe un cuarto grupo, el de aquellos que ni son playmakers ni tiradores, pero han hecho carrera en base a la defensa. Les cuesta minutos en el campo y millones en el banco, pero ahí están. Y si no tiras bien, ni creas juego, ni defiendes, entonces supongo que estoy hablando con Sam Young, y por tanto es normal que hasta el 26 de septiembre nadie te haya ofrecido un contrato (no garantizado).
Imaginemos dos jugadores que los más listos del lugar identificaréis rápido. Uno de ellos lideró la Liga tirando de 3, con un 46.1%. El otro, fue el peor de los 134 que realizaron el número mínimo de intentos según el criterio de la NBA, con un 28.7% de acierto. Los dos miden 1.91 y son sospechosos en defensa, pero el primero pesa 12 kilos más. La solución parece clara. Que el segundo haga de base playmaker y el primero de escolta tirador.
Así es como torticeramente (o no) cambiamos los papeles a Monta Ellis y Jose Calderon. Si los Mavs pudieran sumar las virtudes de ambos en un solo super-jugador, a este no le faltaría casi nada en ataque. El español pone el acierto en el tiro, la solidaridad y el liderazgo y Monta su mentalidad agresiva, el control de su cuerpo y el descaro. Pero son dos jugadores que se encuentran más cómodos y habituados a operar con el balón (aunque Ellis lleva año y algo ya compartiéndolo) y que no casan bien en la teoría.
Carlisle tiene una tarea hercúlea por delante para sacar el máximo rendimiento a los nuevos fichajes, y por suerte, es uno de los mejores entrenadores a los que encomendarse. Alguien con su imaginación y versatilidad seguro que encuentra la manera de aprovecharlos y, después de todo, ya está acostumbrado a extrañas parejas como esta.
En su primer año como entrenador, los Pistons tenían a la pareja Chucky Atkins–Jerry Stackhouse. Atkins, correcto en el tiro exterior, pero nada del otro mundo, era mucho menos trascendente que Calderón y Stackhouse es de los pocos jugadores en la Liga con peor tiro de 3 aún que Monta a lo largo de sus carreras. De hecho, en aquella temporada con Carlisle, metió lo mismo que Ellis el pasado año: 28.7%. Aún así, tuvieron una eficiencia más que respetable en ataque (12º en la Liga), y eso que contaban con mucha menos ayuda de lo que se espera en Dallas (Clifford Robinson con 35 años, Ben Wallace, Jon Barry…) Y el año siguiente puso los cimientos de la pareja Billups–Hamilton, otro escolta que apenas tiraba de 3, aunque ni Calde es el creador tras bote que Mr. Big Shot era, ni Ellis se desenvuelve tan bien en la media distancia.
Para mí, el Factor X, y la primera pieza a poner en marcha, es Monta. De Jose ya sabemos lo que puede y no puede hacer, y que seguramente cumplirá en lo que se le mande, como lo que es, uno de los jugadores más consistentes de la Liga. Pero Ellis tiene gen de estrella, uno de esos jugadores que pueden hacer cosas a un nivel que muy pocos superan. Es muy buen pasador, pero a estas alturas de su carrera no sabemos si nunca ha podido, o no ha querido, aprovecharlo. Con Dirk, uno de los mejores hombres altos en la Liga (por no decir el #1) con el que hacer un bloqueo directo y el ya mencionado Carlisle, se acaban las excusas y las preguntas. Por un lado ha dicho que quiere volver a atacar la canasta, que lleva un tiempo conformándose demasiado con tiros, y que va a volver el «Monta Basketball» pero en los Media Day se dicen muchas cosas.
Uno de los jugadores más excitantes, pero, hasta ahora también, más ineficaces de la Liga, tiene encima un reloj de arena ya girado, contando los minutos que le quedan. Los Mavericks tienen una amplísima rotación en el perímetro, con 8 jugadores en lugar de los 6 habituales (unos 3 por puesto), donde 7 son nuevos en el equipo y ante Carlisle. Devin Harris regresa en diciembre-enero, y hace mejor pareja con Calderón porque su tiro, que ha mejorado con los años, le permite jugar de escolta con menos dudas, y es buen defensor en ambas posiciones. En su mano está no acabar saliendo del banquillo de este equipo.
Y es que esa es otra: la pareja promete ser terrorífica (de mala) en defensa. Ninguno de los dos puede defender escoltas convincentemente, a Calde le cuesta mantenerse delante de los bases rivales, y a Monta poner la tensión suficiente para perseguir jugadores. Al igual que en ataque, no me extrañaría que viéramos a Jose con el papel habitual cambiado, ocupándose de los escoltas/jugadores sin balón. En la NBA actual creo que esto es un trabajo más de constancia (estar dispuesto a correr entre múltiples bloqueos, no perder la vista a tu jugador en los cortes), mientras que la defensa sobre el balón requiere menor tiempo de reacción y explosividad, y además, teniendo en cuenta que el español es también algo más grande, me parece una decisión lógica sobre el papel.
La suerte está echada, y los contratos firmados. Otros equipos necesitan salud, desarrollo de sus jóvenes, que su banquillo no dé mucho asco, o un milagro. Los Mavs probablemente empiecen y acaben donde termine esta pareja. ¿Y eso dónde puede ser? Pues… casi en cualquier lado, me temo.
La interesante madurez de Calde
Los años le están sentando bien a José Manuel Calderón, que está jugando su mejor basket desde que los Raptors llegaron a Playoffs, hace 5 años ya. Líder de la Liga en porcentaje de tiro de 3 (con un menor volumen de lo que otros jugadores cerca de él, pero ahí está), estuvo mejor en la primera mitad de la temporada en Toronto, en competencia directa con Kyle Lowry, que en los últimos compases de otro año en la sombra para Detroit. Luego, no descansó, se fue con la selección española al EuroBasket, donde pasó muchos minutos de escolta, algo que no sé qué tal le venía al equipo, pero para él, de cara a lo que tal vez le espera este año en Dallas, fue un entrenamiento magnífico.
Calderón es el ejemplo más claro de jugador que se limita a hacer lo que puede, y a tratar de no restar. Tiene un excelente porcentaje de 3 porque sólo tira si lo ve claro (no necesariamente tras pase), es de los mejores bases en puntos por lanzamiento cerca del aro (también porque se acerca cuando ve que puede nada más), y este tipo de cosas realzan más cuando hay buenos compañeros que recogen el guante y utilizan bien todas las posesiones que quedan libres, que rodeado de jugadores poco hábiles o eficientes.
Sería muy buen jugador de equipo aspirante, no porque sea español y queramos que gane así por la cara, como suele pasar, sino porque realmente su juego es de gregario convencido, de esos que tan bien complementan cuando tienes más estrellas. Al final cayó en Dallas, que no es mala situación si Dirk y Monta están a buen nivel.
Mejor cuando es agresivo y crea ventajas que cuando amasa el balón, tiene una pequeña e inoportuna tendencia a esperar demasiado en lo alto de la pista en muchas jugadas. La paciencia puede ser una virtud, y más en un deporte que muchos juegan acelerados, pero Calde lo lleva demasiado al extremo. Si no divides la defensa penetrando, o tus pases no se van encadenando con otros, lo único que haces deambulando por el exterior es esperar a que alguien se libere un poco, para que acabe tirando un apresurado e ineficiente tiro de dos lejano. Y eso no es dirigir bien, es lavarse las manos, y Calde muchos partidos los acaba que podría amasar pan. El contrato de 4 años, teniendo en cuenta que tiene ya 32 (aunque pinta de cuidarse bien) se le puede hacer un poco largo a los Mavs, pero este año tienen un muy buen valor por dólar con él.
Vuelve a tener incentivo competitivo, y esperamos ver al Jose más guerrero, el mejor.
Póntelo, pónselo
Y para tapar los estropicios que Calde y Monta puedan montar, los Mavs necesitaban un protector del aro y reboteador. Con la ventaja que da tener un ala-pívot como Nowitzki de cara al espaciado en pista en ataque, Dallas se puede permitir un pívot sin mucho rango en ataque, y con su presupuesto lo hicieron bastante bien.
Dalembert es un especialista defensivo. Su RAPM (+/- ajustado u normalizado), aunque todavía sólido, lleva un tiempo bajando y para un jugador de 32 años, empieza a preocupar, pero recordemos que el contexto importa, y por mucho ajuste que se haga, estos números tienen todavía una componente que depende de los jugadores que te rodean y a los que sustituyes, y Dalembert en este caso era el suplente del tercer mejor defensor por la métrica esta temporada. Además, su perfil es perfecto para recuperar páginas del libreto de la defensa en zona de Dwane Casey, que el año pasado se usó mucho más intermitentemente.
Pero no todo va a ser la defensa. Carlisle ya ha dicho que «está un poco infravalorado en ataque» y cuando ha tenido minutos de titular siempre ha rascado los 10 puntitos con buenos porcentajes. De hecho, este año, metió 35 saliendo desde el banquillo, en 27 minutos, contra Denver, en uno de los partidos WTF? del año, algo que muchos pívots de un nível comparable al suyo jamás han podido rascar.
Tiene un buen tiro desde ambas líneas de fondo, lo que le permite estacionarse algo lejos del aro si no participa de la jugada, y ofrecerse en los bloqueos laterales (que tanto le gustan a Monta) dando la opción de lanzamiento además de la de continuación. También carga mucho y bien el rebote de ataque, con una de las mejores tasas en la Liga, y lo puede hacer también en movimiento, llegando desde los laterales, no sólo cogiendo la posición bajo el aro. Lo malo es que desde el poste alto no presenta una amenaza creíble, lo que limita las oportunidades de Dallas de comenzar sus jugadas partiendo de la formación cuernos.
En definitiva, Dalembert puede mejorar a la triste versión del Kaman en declive que hubo el año pasado en Dallas, y es un complemento necesario en un equipo habituado a tirar y con problemas teóricos en defensa como van a ser los nuevos Mavericks. Y lo hace por una fracción del dinero.
¿Quién será el 3?
La mayor duda ahora mismo, seguramente, es saber quién acabará la temporada como alero titular de este equipo. Frente a Atlanta el 30 de octubre, Shawn Marion tiene más papeletas que nadie, por antigüedad, pero su contrato acaba y puede que no finalice el año, y Jae Crowder, o incluso Vince Carter, huyendo de la superpoblación en los puestos exteriores, llamarán a la puerta si se queda.
Como ya lleva un tiempo siendo costumbre, Marion produce más estadísticamente de ala-pívot que de alero, aunque me temo que por el baile que le dan, su posición no la define su propia actuación sino la de sus compañeros. Shawn cumple en ambos puestos, así que Carlisle puede preocuparse del resto, y luego dejar que la pieza Matrix caiga en el hueco que haya. Sigue siendo un comodín en defensa, ayudando mucho en los tableros, y con el tiempo ha ido ganando como pasador, pero su juego, a diferencia del de Dirk, por ejemplo, está eminentemente basado en su capacidad física y se supone que va a ir erosionándose poco a poco. Y aunque ha sido un jugador al que las lesiones apenas le han maltratado, el año pasado se perdió 15 partidos con distintas dolencias.
Si Jae Crowder acertara con el triple de manera regular, podría ser importante en un equipo acostumbrado a vivir y morir de la suspensión, que juntando a Ellis, Marion y Dalembert quizá tenga carencia, aún con Dirk y Calde. Con los mismos grupos de los restantes 4 jugadores, los Mavericks fueron 3 puntos por 100 posesiones mejores con Crowder que con Marion, aunque estos números son un tanto inestables, y la más utilizada en común, la casi-titular, con James, Mayo, Nowitzki y Kaman, fue un desastre con el novato de Marquette. Los Mavs seguramente estén interesados en el potencial de Jae como 3D, pero puede que no esté listo aún esta temporada.
Habrá que ver a lo largo de la temporada, porque este es otro puesto que quizá no acabe como empieza.
Banquillo completo
Con Devin Harris (cuando llegue), Vince Carter (mientras siga teniendo cuerda) y Brandan Wright (otro jugador fetiche, pena lo del rebote) saliendo presumiblemente desde el banquillo, la segunda unidad de los Mavs es. de forma indiscutible, una de las que más talento ofensivo tiene en la Liga, y además pueden ser complementados con piezas que juegan de una manera oportunista, sin necesidad de manejar el balón, como Wayne Ellington tirando (lo que le podría ganar minutos con la unidad titular incluso) o DeJuan Blair barriendo el rebote de ataque. En defensa tendrían que servir para algo los kilos que dicen que ha ganado Wright (y perdido Crowder), pero a las segundas unidades siempre se le pueden permitir estas cosillas.
Viendo la profundidad en conjunto de la plantilla, los Mavs son un poco débiles en el juego interior, donde sólo tienen 5 hombres con contrato garantizado además de Marion o Crowder, y una lesión de Dalembert les deja bastante vendidos en el puesto de pívot. Blair es pequeño para la posición, aunque haya jugado ya ahí y Bernard James, que pese a ser su segundo año en la Liga, en realidad es un veterano en cuanto a edad y físico (28 años), no da mucha confianza. Viendo como nadie le reclamó al ser cortado, no imagino mucha confianza alrededor de la Liga en sus posibilidades, y me pondría nervioso si tuviera que ser importante.
El jugador más apetecible para el espectador neutral de este grupo es sin duda Vince Carter. (Para nuestra desgracia) ya han avisado de que le van a poner un límite de minutos (unos 25 por partido) para que esté fresco, y pueda repetir lo del año pasado, es decir, su papel como uno de los mejores (y verdaderos) sextos hombres de la Liga. Si hace unos años hubiéramos dicho que Vince seguiría jugando a los 37 años, haciendo el trabajo más o menos sucio desde el banquillo, peleando y tirándose al suelo a por balones, en un equipo que ni siquiera estaba entre los aspirantes, creo que ninguno lo hubiéramos creído. Con casos como este, aquello de que los jugadores más atléticos envejecen mal es un axioma que deberíamos revisitar (aunque lo hayamos utilizado en este mismo espacio con Marion).
Pero lo cierto es que ya lleva algo de tiempo esforzándose sinceramente en defensa, y pese a la edad, tuvo el mejor porcentaje de tiro verdadero en su carrera: un 57.1%, y no es que lo consiguiera gracias a tirar menos o conformarse con menos protagonismo, ya que su porcentaje de utilización está en consonancia con lo que venía haciendo el último trienio. Más anotador que creador desde que dejó New Jersey, que marcara máximos de su carrera o casi (en porcentaje de 3 coqueteó con el registro), apunta a que el año pasado, en el que no cambió el contexto, los resultados fueron algo mejor de lo esperado, y eso casi siempre implica que este le espera algo de regresión a la media. Y sería una pena que algo cambiara porque la experiencia Vince Carter sigue siendo entretenida, 15 años después.
Los Mavs son un equipo que está intentando estar a todo: quieren posicionarse ante la nueva realidad del reciente convenio colectivo, y al mismo tiempo no dejan de ser la penúltima franquicia que ganó la NBA y todavía tienen abierta, y no por mucho tiempo más, la ventana de Nowitzki, una de las superestrellas de la Liga.
Con los movimientos de este verano han logrado hacerlo en teoría. Lo primero, es seguro. Contratando a jugadores a los que solo les queda un año de contrato (Brand, Kaman, Collison, Jones e incluso Mayo, que podría optar por renunciar a su segunda temporada) los Mavs mantienen la flexibilidad futura. Solo Nowitzki, Cunningham, Crowder, Marion y Mayo tienen contrato garantizado en 2013, y estos dos últimos podrían elegir rescindirlo unilateralmente.
Lo que es una incógnita es el rendimiento en la cancha. No solo es el gran cambio de personal, los equipos en los que muchos jugadores acaban contrato son propensos a la volatilidad: podemos encontrarnos con un grupo haciendo el año de sus carreras para asaltar la caja, o un conjunto egoísta en el que todos quieren sumar más al box-score que a la columna de las victorias. Si a eso le añadimos que han llegado algunos jugadores con potencial, y tendrán un entrenador con buen cartel desarrollando jóvenes, la próxima temporada de los Mavs podría ir en muchas direcciones. Veremos.
Altas: Elton Brand (Philadelphia 76ers), Chris Kaman (New Orleans Hornets), O.J. Mayo (Memphis Grizzlies), Darren Collison (Indiana Pacers), Dahntay Jones (Indiana Pacers), Jae Crowder (Draft), Jared Cunningham (Draft), Bernard James (Draft)
Bajas: Jason Terry (62.2% de los minutos), Jason Kidd (42.9%), Brendan Haywood (35.7%), Ian Mahinmi (35.4%), Lamar Odom (32.0%), Brian Cardinal (8.6%), Yi Jianlian (6.3%), Kelenna Azubuike (0.6%)
Empezamos:
Dallas Mavericks en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
22º
15º
20º
25º
11º
28º
How the mighty have fallen
Como bien podéis ver, no fue precisamente el ataque de los Mavs, que el año pasado se despeñó por un precipicio, pasando de ser el 8º mejor al 22º, lo que hizo que el campeón volviera a entrar en Playoffs. Tendríamos que irnos a 1999, último año pre-Cuban, para ver fuera del Top 10 a la franquicia que llegó a liderar de la Liga en 2002, 2003, 2004 y 2006 y ha estado 12 años entre los 10 mejores. Se ve que las temporadas de lockout no sientan bien en Dallas.
Explicando con los 4 factores esa caída de 14 puestos y 6.4 puntos por 100 posesiones, la culpa no fue del rebote ofensivo, que ya era malo el año anterior, o las pérdidas, aún mayores, sino la eficiencia en el tiro. Los Mavericks pasaron de tener un EFG% de 52.5%, 3º en la Liga al 48.9%, y tiraron menos tiros libres. El cambio fue generalizado. Solo Kidd, que tiró menos, tuvo mejor TS% en 2012 que en 2011. Los minutos de Chandler, que con un 69.7 TS% lideró ampliamente al equipo fueron a parar a los menos eficientes Haywood y Mahinmi y Carter también fue peor que Barea, al que sustituyó en producción. Curiosamente, fue en ataque donde más se notó la baja de Chandler, el jugador defensivo del año. Oh, la ironía.
Para tratar de diagnosticar el problema de los Mavericks, comparemos el gráfico de tiro de ambas temporadas:
Lo primero que salta a la vista es como han empeorado en los triples desde la esquina derecha. En 2011, metieron 106 de 249 desde esa zona (63.9 EFG%) y este año 70 de 196 (53.6 EFG%) en idéntico número de intentos por partido, 3.0. Si separamos a los jugadores que tiraron desde ahí en 2011 en dos grupos, los que se fueron de Dallas (Ajinca, Butler, Brewer, Stevenson, Novak, Stojakovic, Barea y Pavlovic) y los que se quedaron (Nowitzki, Terry, Kidd, Jones, Cardinal, Marion, Beaubois), el primer grupo metió 47 de 110 (64.1 EFG%, 1.3 por partido) y el segundo 59 de 139 (63.7 EFG%, 1.7 por partido). Empate técnico salvo en el volumen. Hagamos lo mismo con los datos de este año: en un grupo los nuevos (solo 3 tiraron un triple desde la esquina derecha, Carter, Odom y West) y en el otro los 7 que repiten. Mientras que los refuerzos están en línea con el acierto de 2011, 19 de 44 triples, 64.8 EFG% en 0.7 intentos por partido, son los que se quedaron, que metieron solo 51 de 152, a un ritmo de 50.3 EFG% en 2.3 intentos por partido los que marcan la diferencia en 10 puntos de EFG% entre un año y otro.
Esto es solo la punta del iceberg ya que solo el 4% de los tiros de los Mavs llegaron desde ahí, y esa variación solo genera un cambio de 0.3 puntos por partido, queda de explicar un 6.1 de diferencia. El triple en general fue peor, pasamos del 36.5% de acierto en 21.6 lanzamientos de tres por partido al 33.9% en 22.2 intentos. Y aunque en el caso concreto de la esquina derecha echemos la culpa a los que se quedaron, cuando miramos al triple desde cualquier area, el mayor problema es que los Mavs no supieron reemplazar a un buen grupo de tiradores. En 2011, 6 jugadores metieron más del 40% de los 3.5 triples por partido que se jugaron, y de ellos solo queda Brian Cardinal, que de anotar un 48.3% pasó al 20.4%. Este año, nadie ha superado el 37.8%, y ninguno de los nuevos está por encima del 36.1%.
Pero no fueron solo los triples: en tiros de 2 bajaron del 51.6% al 48.2%, y de producir 17.5 puntos de tiros libres por partido, han bajado 2, a 15.5, ya que aunque el porcentaje es el mismo, van una vez menos a la línea por partido. Cuando hay una bajada tan drástica en el Índice Ofensivo, suele haber un aspecto especialmente remarcado, o un cambio de jugadores importante explicando buena parte de la variación. Pero esto es el Asesinato en el Orient Express (por si fuera necesario en una obra que va a hacer 80 años, SPOILER, al TS% de los Mavs se lo han cargado entre todos un poquito desde todos los sitios, FIN DEL SPOILER).
Siempre se ha escuchado que los jump-shooting teams, equipos que viven y mueren de los tiros en suspensión, fallan cuando las piernas están cansadas (otra idea para estudiar, que no parece muy complicada de medir ¿influye el cansancio y los partidos juntos más en equipos que tiran más lejos?), y el año de cierre patronal puede haber sido demasiado duro para estos Mavericks. Otra teoría es la de la llamada falta de hambre, que les ha hecho relajarse tras el anillo. Otra opción es que, un equipo en el que los 5 jugadores con más minutos tenían al menos 33 años, y dos más importantes dentro de la rotación 32, el pequeño y lento declive de cada uno haya contribuido a este desplome general. O por supuesto, echarle la culpa a Odom (aunque el récord del equipo los días que no jugó, 5-11, y tras ser apartado, 5-4 más el 0-4 de Playoffs, no parece sustentar la teoría). Tal vez lo que le pasa a este equipo es una mezcla de todas estas cosas. Lo bueno es, que si fuera así, el año que viene será diferente.
Empezando por el final, Lamar ya no está. Cualquier culpa que tuviera de jugar mal, con falta de entusiasmo o empozoñar el vestuario, ha desaparecido, y ya no puede ser excusa.
Luego, la pareja del perímetro que hubiera entrado con 35 y 39 años a la temporada se va para que vengan dos de 25 (como en el chiste). Brand tiene la misma edad que Odom. Y Kaman es un par de años más joven que Haywood. 26 años se han quitado de golpe los Mavs en 4 movimientos. Por edad, tampoco va a ser.
Si había falta de hambre por el anillo, en una plantilla que el año pasado tenía 9+1 campeones (contando a Odom por sus triunfos en los Lakers y a Vince CartMUAHAHAHA…) ya solo hay 4 que hayan magreado el Larry O’Brien. Y ahora que Terry se ha llevado el numerito del tatuaje a Massachusetts, siempre se lo puede hacer uno de los nuevos para dar buena suerte. Cualquiera menos Kaman, por favor, no vaya a ser que un día llegue a casa después de haberse bajado un barril de cerveza local, se mire al espejo, vea al caballo del logo, y le dé por disparar.
Y finalmente, al recuperar una agenda normal, los Mavericks ya no tendrían ese síndrome de piernas cansadas (que además se hubiera acentuado por la veteranía) el año que viene. ¿Todo solucionado? No. Este equipo ha perdido a los responsables del 44.7% de su producción, seis de ellos, Campeones NBA de pleno derecho. Y aunque se arreglen problemas por un lado, se pueden crear por otro.
¿Estos sí pueden tirar de lejos?
Después de que, por unas cosas u otras, las 6 primeras entregas hayamos repetido machaconamente la consigna de que el tiro lejano de 2 puede matar y producir impotencia, nos encontramos ahora con el caso de un equipo que casi no tira cerca del aro. ¿Les atizamos? Ya sabéis que llegar a la canasta es bien, porque el porcentaje de acierto es más alto, y los rebotes ofensivos y las faltas son más fáciles de producir, pero no hay nada malo en liarte a suspensiones, si eres lo suficientemente bueno… y das un paso atrás.
Los Mavs llevan 3 años en el Top 5 de equipos que menos tiros intentan por partido a menos de un metro de la canasta. De hecho, son la única franquicia que lleva tres temporadas entre los 5 primeros. Pero, lo bueno que tienen, es que no sustituyen este tiro por el de 2 lejano. El año pasado fueron 25º en ese tipo de intentos, y 24º en 2011. Lo que sí hacen es lanzar muchos triples (4º en intentos por partido este año) y son eran buenos metiéndolos. Con un 36.5% de acierto como tuvieron en 2011, el EFG% es de 54.8%. Todavía está lejos del 62.6%, media con la que se convierte a menos de un metro del aro en la Liga, y del 77% de acierto que tienen como equipo en tiros libres, pero los triples son necesarios para abrir el campo y poder generar esos intentos cercanos, y el 54.8 EFG% es muchísimo mejor que el 38.1 EFG% de los tiros de 2 lejanos o que el 42.6 EFG% del mejor equipo en esa zona.
De hecho, los Mavs, que son un muy buen equipo en tiros de 2 a más de 5 metros (4º en la Liga, 41.5%) los usan lo justo. Si tu equipo acierta el 27.6% de los triples (los Bobcats, que fueron los peores sobradamente, aún llegaron a meter el 29.5%), vas a salir a la par con un tiro de 2 que aciertas el 41.5% de las veces. Por supuesto, no los puedes eliminar por completo, tienes que mantener a la defensa honesta utilizando todo el campo, y si tienes un tiro solo hay que jugársela, pero los Mavericks han sabido encontrar el equilibrio.
Dicho esto, y diferenciándolo de casos anteriores, no estaría mal que los Mavericks consiguieran generar más oportunidades cerca de la canasta. Y esto puede venir este año desde su perímetro. Los dos prometedores jugadores que se ha traído Dallas, Collison y Mayo, son mucho más agresivos penetrando que Terry y Kidd, a los que sustituyen a priori. Jason, que casi se limita exclusivamente a tirar de tres ahora (el 82.9% de sus tiros de campo fueron triples, quién lo diría hace unos años) solo llegó a acercarse al aro en 10 ocasiones… en toda la temporada. Y Terry tampoco es muy de finalizar en la canasta: solo 11.8% de sus intentos los hace desde ahí. Collison y Mayo el año pasado tiraron el 29.4% y el 21.4% de sus intentos respectivamente en esa zona. A esto le sumamos que el poco más de 36% de acierto que tienen los dos desde el triple, está en la media entre el 37.8% de Terry y el 35.4% de Kidd (y con niveles de creación de tiro similar, a Kidd y Terry les asistieron el 78% de los intentos, a Mayo el 81%, a Collison el 77%, como decíamos el otro día comparando los nuevos escoltas de los Bulls, ni que los hubieran reemplazado echando estas cuentas), solo que en 5.8 intentos por partido en lugar de los 10.4 de los ex-Mavericks… y ¡tachán! En un mundo ideal tenemos una pareja que cuando tira de 3, lo hace al mismo ritmo, pero en lugar de tirar tanto desde el perímetro, lo mezclan con más penetración hacia la canasta. Tirando tras pase, Kidd–Jet fueron mejores, metiendo 494 puntos en 452 jugadas, a 1.09 puntos por posesión, mientras que Collison y Mayo se quedaron en 310 en 306, 1.01 puntos por jugada. Pero sin embargo, metieron 100 puntos más en aclarados. Carlisle pierde algo de volumen en el tiro exterior, pero tendrá la opción de utilizarlos de una manera más dinámica, algo que con Kidd ya no podía hacer, y si sabe sintonizar el balance exacto, Dallas no echará de menos su viejo viejo backcourt. Y eso sin contar que ese potencial del que los dos parecen todavía tener algo guardado, explote.
De todos modos, igual hemos echado las campanas al vuelo muy rápido, y los Mavs no salen tan fácil de entre los 5 equipos que menos tiran de cerca. Aunque el perímetro lo hará mucho más, no puede ser muy bueno que tiren más desde ahí que los dos nuevos hombres altos de los Mavericks. Kaman solo se juega el 28.6% de sus tiros a menos de un metro del aro (menos que Collison), y Brand el 20.5% (menos que Mayo). Teniendo en cuenta que el 61.4% de los intentos de Brendan Haywood y el 66.6% de los de Tyson Chandler hace dos años fueron ahí, los Mavericks podrían acabar con lo comido por lo servido.
Además, puede haber otro problema de superposición. Echemos un ojo a los gráficos de tiro de Nowitzki, Brand y Kaman del pasado año, en tres franquicias diferentes, eso sí:
Como podéis ver, hay una gran coincidencia en la media media distancia, especialmente sobre todo desde las líneas de fondo. Aunque Nowitzki tenga un rango mucho más amplio y Brand utilice mucho la zona de la pintura de frente a la canasta, los jugadores se mueven por zonas muy parecidas, y además, postean muchísimo. Los tres están en el Top 25 de los jugadores que más posesiones totales utilizan de espaldas a la canasta (y eso que Kaman se perdió 19 partidos) y parece demasiado que repitan el número de intentos del año pasado ahora que están juntos. De los 63 jugadores con más de 100 posesiones etiquetadas como post up, Nowitzki es 15º en eficiencia (0.93 puntos por posesión), Brand es 23º (0.80 ppp) y Kaman, ya por debajo de la media, es 48º con 0.76 ppp, por lo que en teoría ya sabemos quién es el candidato a sacrificio. Pero Kaman también era doblado más veces en New Orleans, y aunque de espaldas a la canasta anote por debajo de la media… cortando y tras bloqueo directo lo hizo aún peor, así que dejarle postear a lo mejor es lo menos malo.
Aunque parezca que han pasado siglos, solo dos años nos separan de una temporada de 18.5 puntos por partido de Kaman. Lo cierto es que el aleman (el postizo, no Dirk), nunca ha sido un buen anotador pese a su volumen: su FG% no ha llegado jamás al 53%, ni ha superado el 50% cuando lo ha acompañando de más de 12 puntos por partido. Una de las razones es que aunque es pívot, no acaba de jugar como uno, y los Mavs ya tienen algo así, pero en bueno y con mucho más rango, en Nowitzki. Y la otra, la del optimismo para Dallas, es que nunca ha tenido un compañero como Robin Hood al lado, y teniendo en cuenta que su mayor problema era tomar la decisión correcta ante un dos-contra-uno (junto a Bynum tal vez sean los dos peores en toda la Liga en ese aspecto), y que este año puede que no los vea la mitad de la mitad, estemos ante un jugador que va a estar a punto de ser alejado de su kryptonita. Kaman es sobre el papel un complemento un poco pobre para este equipo, pero intriga saber lo que puede hacer con un Dirk con el que ya tiene cierta familiaridad por compartir selección nacional. Hay equipos que saben lo que hacen y equipos que no, y los Mavs están claramente en el primer grupo. Confiemos en ellos.
Matrix Reloaded
Si hablábamos de que el declive en el ataque de los Mavericks fue algo general la pasada temporada, Shawn Marion fue un poco más protagonista que el resto. Tuvo el peor TS% entre los 11 jugadores que jugaron más de 500 minutos y no están casados con una Kardashian, y ninguna jugada suya fue efectiva: estuvo por debajo de la media cortando a canasta, posteando y tirando tras pase. Marion tendrá 34 años la temporada que viene, y en su juego siempre ha utilizado mucho una capacidad atlética que va perdiendo poco a poco. De todas formas, su mal temporada pasada fue bastante inusual, porque ese TS% fue el peor registro de su carrera, a 2.3% del de su año de novato, y 6.3% menos que el de 2010-2011, pese a que el porcentaje de utilización fue muy similar.
Lo de Marion puede ser un problema estructural, porque su EFG% se hundió los ratos que estuvo en el puesto de alero, donde pasó a jugar el 86% de los minutos, después de estar allí solo el 52% el año anterior. Con la llegada de Kaman y Brand, y con los horribles resultados que tuvieron los Mavericks como equipo con Marion jugando de ala-pívot (él en concreto anotaba mejor pero fueron la friolera de 18.3 puntos peor por 100 posesiones) y sabiendo que los Mavericks son precisamente el equipo que más utiliza el +/- ajustado y por quintetos de toda la Liga, y no solo para el mercado, sino para decidir cómo y con quién jugar, lo más probable es que pase aún más tiempo de 3 la temporada que viene, y como Marion repita actuación en ataque, los Mavs se van a encontrar de golpe y porrazo con un lastre en la ofensiva. Como Shawn seguirá aportando en defensa es de esos jugadores que es justificable tenerlos en pista, pero Carlisle de repente tendrá que hacer un esfuerzo para disfrazarlo en ataque.
Las dos buenas noticias, uno, la mejoría esperada en ataque en el puesto de pívot puede hacer que los Mavs se permitan la regresión de Marion en el puesto de alero, y dos, la tímida recuperación de su triple: todavía sigue sin meter más del 30% desde que salió de Phoenix hace 4 años y medio, pero la temporada pasada fue la mejor fuera de Arizona, tanto en volumen como en porcentaje, y este año, con Collison y Mayo más proclives a penetrar, y más juego de espaldas previsiblemente, el equipo de Carlisle debería sacar más balones hacia fuera, y Marion tiene que estar listo y dispuesto para aprovecharlo. Y ojo, porque si él no lo está, los Mavericks tienen un gran rookie al acecho. Todo el mundo nos hemos subido al carro de Jae Crowder, hasta tal punto que es casi imposible leer una crónica o comentario del Draft que no una la palabra robo al de Marquette. Lo único que tiene en su contra es la experiencia.
Así que o tenemos un Matrix Reloaded, o igual Carlisle hace una Revolution, y juega con Predator.
¿Más bloqueo directo? Difícil decisión
Los Mavs fueron 22º en eficiencia en bloqueos directos, pero estuvieron entre los equipos que menos lo utilizaron. Curiosamente, los 4 jugadores exteriores que finalizaron más de 100 veces (Terry, Carter, West y Beaubois), estuvieron por encima de la media en puntos por jugada para bloqueados, y fue Nowitzki, el que, tal vez inesperadamente, estuvo por debajo en la de bloqueadores. Los dos principales fichajes para el juego exterior de Dallas, vienen del penúltimo y antepenúltimo equipos en ese aspecto, y el bloqueo y continuación fue el año pasado la jugada más ineficiente respecto a la media, tanto para Mayo como para Collison. Y Brand y Kaman también fueron menos eficaces de lo que se espera en un hombre alto. A no ser que Carlisle invente un nuevo truco, o alguna de las nuevas parejas de baile desarrolle una química inesperada, los números parecen estar en contra de que los Mavs tiren de bloqueos directos, y más cuando el equipo tiene otros recursos como ejecutar más aclarados, con Nowitzki que fue el 5º jugador más eficiente de la Liga, y 2º entre hombres altos tras Bargnani o Mayo que fue 29º, por encima de la media. Collison también es un jugador muy capaz, ya que quedó un pelo por debajo de la esperanza.
Pero aún así, tiene bastante sentido que los Mavs prueben las nuevas combinaciones. Brand y Kaman, aunque no anotaran a un gran ritmo, vienen de dos equipos muy extremos en la manera de utilizar el bloqueo directo: en Philly lo acababan casi siempre los bases (78.4% de las ocasiones) y en los Hornets muy poco (el 62.4%). Incluyéndolos en un sistema menos previsible, en el que sea más difícil programar en que manos va a acabar el balón (la media está en un 68.4%) tal vez mejoren su rendimiento. Con Collison sucede lo mismo, Indiana fue el equipo que menos jugadas acabó con el bloqueado, un 57.6%. Y Dallas hasta ahora también ha estado bastante descompensando, abusando de Nowitzki. Tal vez estos cuatro jugadores prosperen entre ellos con una distribución más racional.
Y luego hay una opción que podría ser muy interesante: el doble bloqueo directo. Los tres hombres altos de Dallas pueden, hasta cierto punto, mejor o peor, cortar a canasta o tirar a media-larga distancia con solvencia suficiente. Estoy seguro que solo pensar en los emparejamientos y opciones de pase que podría conseguir Nowitzki con esta jugada, si disfrazan bien que hombre alto hace el roll, y cual el pop, con dos hombres abiertos en las esquinas, se le pondría un poco morcillona caería la baba al teutón. Si a esto unimos que los Mavericks casi siempre tendrán a dos exteriores capaces de ejecutarlo, al comienzo de la jugada podrían juntar a los 4 en el poste alto, confundiendo también sobre quién será el bloqueado. Aunque la calidad de los jugadores, salvo Nowitzki, y sobre todo en el perímetro sea peor que la de los Lakers, el mayor rango de Dirk comparado con Gasol y de Brand/Kaman con Howard, hacen que esta opción pueda ser mucho más mentirosa en los Mavs.
Peeerooo sigooo siendooo el Köööönig
Dirk, la temporada pasada, dio un pasito atrás estadísticamente, y a la vista del mundo, pero sigue siendo un jugador impresionante que hace mejor a su equipo y demanda la atención máxima del contrario. Aunque sea un año mayor, parece que el cierre patronal no le sentó muy bien por lo que dijo Cuban, y si todo va bien esto puede ser tan solo un paso atrás para dar dos adelante.
Fue su año con menos minutos por partido desde el de novato, el peor en anotación y rebotes desde el 2000, en asistencias desde 2001 y en TS% desde 2004. Pero más allá de los números del box-score, siguió siendo el indiscutible rey de los Mavericks. Con él en pista, el Índice Ofensivo de los Mavericks creció a 106.3 y el defensivo bajó a 99.7. Cuando Dirk se iba al banquillo, era como ver a un niño gordo levántandose rápida y abruptamente del balancín: el Índice Ofensivo acababa en 98.0 y el Defensivo en 107.1. Si pudiéramos estirar el rendimiento de los Mavs con él en pista a 48 minutos en 82 partidos, ganarían 58. Desde el banquillo vería solo 18 victorias.
Es verdad, claro está, que este +/- no es solo cosa de Dirk, que está con 4 compañeros más en pista. Pero es que la diferencia en los minutos que se separan, uno por uno, es brutal. Con Marion compartió 1294 minutos y la diferencia entre sus +/- en los restantes es, agárrense, de 342 puntos. Es decir, en los 785 minutos que Dirk estuvo en la pista sin Marion, los Mavericks fueron 342 puntos puntos mejores que el rival, comparados con los quintetos que jugaron los 625 minutos de Marion sin Dirk, 11.6 puntos de diferencia por 48 minutos. Aunque en el resto de casos la diferencia no sea tan extrema, Dirk fue 246 puntos mejor que Terry compartiendo 1164 minutos, 195 puntos mejor que Kidd estando juntos 989, 41 mejor que en los 982 minutos con Carter y la diferencia fuera de los 870 que pasó con Haywood es de 237.
No os estoy descubriendo América diciendo que Nowitzki es muy bueno y una pieza importantísima en Dallas, pero cualquiera que se fije solo en puntos y rebotes podría pensar que la diferencia entre Dirk y sus compañeros se acortó. Y nada más lejos de realidad.
¿Qué ocurre cuando pierdes al jugador defensivo del año?
Dallas Mavericks en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
8º
8º
12º
14º
13º
5º
Si eres Dallas, nada.
Pese a que Chandler se fue a New York, los Mavericks se mantuvieron en el mismo puesto de la Liga en Índice Defensivo, y recibiendo los mismos puntos por posesión ajustados a la media de la Liga. El gatopardismo vive en Texas.
En EFG% permitido mejoran un puesto, generaron un poco más de pérdidas y rebotearon mejor en defensa, a cambio de llevar más al otro equipo a la línea, pero en general, la filosofía es la misma. Apunten un punto más al concepto de que la defensa es en gran parte equipo, y en mucha menor cantidad, individualidades.
Los Mavs son el equipo que más y más variadas defensas en zona usan, y eso les permite ser más permeables a los cambios de personal, y ser 5º dominando el rebote defensivo a pesar de que su mejor hombre es el 59º en la clasificación individual entre todos los que jugaron más de 500 minutos. Este año, el equipo añade además a Brand, infravaloradísimo defensor, que formó parte de la 3ª mejor defensa el año pasado, y jugador que menos puntos por jugada permitió al ser posteado en toda la Liga (Haywood estuvo muy cerquita, eso sí). Y Kaman, fue 24º en la clasificación de rebote defensivo, mejor marca que cualquiera en los Mavs a título personal, con Brand también por encima en porcentaje reboteador que Mahinmi y Haywood.
Individualmente, se puede pensar que la defensa también gana con el cambio de pareja. Pero, para empezar, el sistema más repartido, no calibra bien la contribución de Haywood y Mahinmi en el rebote. Además, los dos llevan más tiempo en este esquema y llegaron a coincidir con el hombre que lo empezó todo, Casey, por lo que al tener que contribuir más y adquirir protagonismo la temporada pasada, lo hicieron en un entorno que ya conocían y al que habían contribuido en años anteriores. Monte Mathis, un asistente que será entrenador principal más pronto que tarde tiene que empezar con los nuevos de cero, y aunque Brand no esté en duda, la contribución de Kaman más allá del rebote, y la adaptación de los dos, sí.
Con Kidd pierden a otro buen reboteador defensivo (su 14.8% es de los mejores entre los bases), pero si el 9.3% de Collison y el 12.1% de Mayo se traducen directamente al sistema Mavs, están muy cerca de igualar la contribución conjunta de Kidd y Terry (7.4%). Dahntay Jones y Jae Crowder, en los minutos que tengan, también traen una buena mentalidad, aunque los dos serán novatos, uno del sistema, y el otro en el sentido más amplio.
Y finalmente, si hablamos de defensa hay que hablar, de… gulp… Vince Carter. Olvídate de los Mayas, vivimos en un mundo en el que Kidd es un tirador y la mejor contribución que Vinsanity hace a un equipo es su defensa. Es de los jugadores que menos puntos por jugada permitió a su par el año pasado en toda la Liga, en cualquier posición, y aunque Marion y Kidd se llevaban al mejor jugador cuando coincidían, evitar puntos rivales, aunque sean los del eslabón más débil, es necesario, importante, y suma. Carter lo hizo muy bien, y no hay motivos para pensar que la tendencia cambiará.
En conclusión
Cuando miras los números (normales, avanzados, la edad…) te da la impresión de que la pareja Kidd–Terry se puede sustituir, sobre todo por Kidd, de manera muy fácil con las versiones actuales (ni siquiera una hipotética figura como «y si todo sale bien y mejoran…») de Collison y Mayo, con un poco de Beaubois. Pero cuando repites esa frase en voz alta, te recorre un escalofrío, y es inevitable pensar que algo no está bien y que en algún sitio te estás perdiendo.
Por otro lado, creo que Kaman y Brand mejoran y mucho a Haywood y Mahinmi. Pero los Mavs, sobre todo en defensa, han sido un conjunto sólido, de esos que no se puede explicar despiezándolos en individualidades y no puedes garantizar, aunque te dé la impresión, que el juego interior va a ser más productivo la próxima temporada
Esta proyección está acechada por dos demonios, Kidd y Kaman. Si ambos son quienes creemos que son, está maldita antes de empezar. En ataque, si los Mavs se apoyan en el monstruo de tres cabezas del juego interior, la configuración me recuerda a los Utah Jazz del pasado año, pero subir a los Mavericks al 6º puesto en Índice Ofensivo, donde estuvieron los de Salt Lake City, me parece mucho: desde 2009 no han estado tan alto, ni siquiera el año en que fueron campeones. Quedarse a medio camino de volver al nivel de 2011, metiendo 108.1 puntos por 100 posesiones, me parece una aproximación más lógica. Y en defensa, vamos a echarle un capote a Kidd y al hecho de que el nuevo personal viene con una mentalidad mucho más ofensiva en general y no conocen los sistemas de Dallas, y vamos a bajarlos aproximadamente al 10º puesto en Índice Defensivo, pasando a los 105.2 puntos en contra por 100 posesiones.
Esto les daría unas 49 victorias, y un regreso a los Playoffs para intentarlo otro año más.
Hemos llegado a esa época del año que más nos gusta, han llegado los PO y hemos tenido ya el primer fin de semana, donde los 16 equipos ya han entrado en acción y donde ya podemos ir viendo alguna cosita que otra…
Ya hemos tenido el primer gran partidazo y como no, ha venido en la serie que lo esperábamos, en OKC se han visto dos estilos totalmente diferentes de juego, por un lado Carlisle no se que le pone en el Gatorade a los Mavs que es llegar los PO y enchufarse todos de forma brutal, además de una forma que recordaba al equipo vigente campeón del anillo, con Terry colosal y un Kidd sabiendo lo que hacía… pero creo que no contaban con Harden.
La barba de Harden volvía después del intento de decapitación de World Peace aka RonRon y lo hizo por todo lo alto, fue la clave sin duda para contrarrestar el banquillo de Mavs que con Terry a la cabeza intento aguarle la fiesta a los chillones de OKC, con un impacto en el juego brutal y acabando como no jugando con Durant y Westbrook. Todo el mundo se queda con el game winner de Durant o con los tapones de Ibaka, pero la clave para la victoria fue Harden y su forma de tirar del carro cuando los Thunder más lo necesitaban.
Rose out. Para Bulls es un drama. Aunque Thibodeau ha sabido llevar a Bulls al mejor record casi sin él, para Chicago esta perdida es terrible y deja el camino más placentero para los Heat. Veremos a ver si Bulls saca garra y fuerza y nos sorprende a todos…
Heat lo tuvo fácil, poco más que añadir, pero encima se le pone más fácil todavía con la grave lesión de Iman Shumpert, un stopper para Lebron (si algo lo puede parar) y que ahora va a hacer que Lin fuerce su vuelta… tendremos de nuevo Linsanity? habra que ver cuando vuelve y sobre todo cómo vuelve, pero parece que Heat se puede marcar un 4-0 fácil…
El finde también nos deja la mega remontada de los Clippers en Memphis, señores, a falta de 7 minutos, Grizzlies ganaba de 20!!!!! sí, de 20!! a partir de ese momento sólo metió 1 punto… un tiro libre, mientras que Paul y Nick Young estaban on fire y los Grizzlies parecían un equipo de infantiles dejando solos a los tiradores… Clippers puede haber dado un golpe muy fuerte encima de la mesa en esta serie con esta victoria, aquí os dejo el vídeo de la remontada…
Empezamos por el que se jugó primero, la final del Oeste entre los Mavs y Thunder en Oklahoma City, una ciudad, que vive por y para el baloncesto estos días con un ambiente tanto dentro como fuera del pabellón que da gusto, pero no contaban con que los de Texas podían aguarles las fiesta.
Mavs es un equipo veterano, un equipo serio, con un entrenador que sabe muy bien lo que quiere y lo que debe hacer, todo esto cuando hay partidos como el 3o se nota y de forma tremenda. Si el otro día hablábamos del clínici que dio el otro día Scott Brooks para Thunder es de destacar también lo que hico Rick Carlisle, que decidió que nada mejor para acabar con los Thunder que ir a tope desde nada más empezar, sobre todo en defensa, donde si a todo esto acompañas una actuación lamentable de Westbrook, hace que pase lo que pasó, es decir, Mavs con una grandísima diferencia durante todo el partido y dejándose llevar durante la segunda parte para ganar de forma, medianamente, cómoda el partido que les devuelve el factor cancha.
Capítulo a parte merece Westbrook, que aunque hizo unos números decentes, para nada es el base que necesitan los Thunder, Westbrook quiere ser el no.1 de su equipo y ese puesto es para Durant… algo que trataremos más adelante. De momento, los Thunder deben volver a jugar como saben, es decir, por y para Kevin Durant.
En el Este hemos vivido la explosión de un jugador que siempre se ha dicho que es uno de los más sobrevalorados de la liga, Chris Bosh, que fue el auténtico dominador del tercer partido entre Heat y Bulls.
Su duelo contra Boozer fue sin duda alguna lo mejor de un partido que porque no vamos a decir, fue algo aburrido, sin mucho ritmo, con muchas imprecisiones y que sólo ver como estos dos 4 hacían de todo en la zona (y fuera de ella), de hecho ambos acabaron siendo los máximos anotadores de un partido donde Rose no pudo con unos Heat que donde realmente se esfuerzan es en la defensa, ya que el ataque lo dejan para que alguno de los 3 haga alguna o tenga el día, ayer tocó Bosh.
Entramos ahora en una semana decisiva para ver que rumbo toman las finales…
George Karl – Por sus mil y 2 victorias. Rick Carlisle – Se rapó el pelo y le va bien… muy bien, 12 victorias seguidas para Mavs. Derrick Rose – Está llevando como sólo el sabe a los Bulls. Amaré Stoudemire – Lleva +30 en los últimos 7 partidos…y todo victorias para Knicks. JaVale McGee – A parte de por tener el nombre molón, por hacer el Mejor Mate Fallado del Año.