Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.
A veces tenemos el difícil trabajo de tratar de recrearnos en explicar por qué un equipo ganó. De poner en blanco y negro lo que diferenció una sola posesión, de las 185 que vimos.
La verdad es que el tercer partido, pudo ir para cualquier lado. Dallas y San Antonio anotaron en 11 de las últimas 12 jugadas, incluidas las 9 finales, a cada cual más complicada, finalizando en el culmen que fue el triple sin equilibrio sobre la bocina de Vince Carter. Pero no os perdáis las tres canastas en la pintura anteriores, el show de Monta Ellis y Ginobili, el goteo constante e inadvertido de Dirk y Tim, Dalembert cerrando el espacio aéreo al volver del descanso, el segundo cuarto desde la media distancia de Tony Parker y el comienzo de Calderón. Un montón de protagonistas, dirigidos por dos excelentes estrategas, dando uno de los espectáculos del año.
Carlisle, que bien sabe que la defensa en la NBA es una manta corta que no te llega a todo el cuerpo, es excepcional reconociendo qué día tiene que tapar los pies, y cuándo la cabeza. Dallas ganó los dos últimos porque no han parado de anotar, y San Antonio está acertando cada vez a mejor ritmo frente a ellos, pero a lo largo de la serie ha logrado que San Antonio no hilvane su peligrosa secuencia de pases hasta triple abierto por el perímetro, aún a costa de ceder la media distancia a Tony Parker, el pase a Ginobili en el bloqueo y continuación, o el enfrentamiento favorable a Kawhi Leonard en el poste por haber cambiado en la defensa. El enfoque de control de daños de Rick, que prefiere resignarse a que sean 2 puntos de Splitter, que 3 de Danny Green, permite que los Spurs estén a una distancia razonable, para que los Mavs lleguen con opciones si son capaces de desplegar su propio ataque.
Y aquí, el rey de la noche fue Monta. Aunque pasó un mal momento cuando San Antonio le retó a tirar y fallar, pasando todo bloqueo por detrás, esto quizá le dio cierto ritmo para acertar todos esos lanzamientos más tarde, y sirvió de acicate para que penetrara. Finalizar ante un equipo tan grande como San Antonio es complicado, pero la atención con la que tratan a Nowitzki los Spurs (las ganas de doblar, aunque no acabe sucediendo, están ahí prácticamente cada vez que toca el balón) le permitió finalizar en varias ocasiones con placidez, solo incluso, recogiendo el balón de las manos del propio Dirk y galopando a la canasta en un único movimiento. Se recuperó maravillosamente bien del bache, y fue el faro de los Mavs, hasta para servir de señuelo en la jugada final.
Y si San Antonio aprovecha su profundidad y la cantidad de talento que ha ido trayendo a la franquicia y desarrollando, para presentar a los equipos rivales una amenaza que dura 48 minutos sin respiro, Dallas puede seguir el ritmo. Con una rotación del 6º al 10º hombre igual o mejor, los Mavs son otro equipo de partido completo, al menos cuando todos sus jugadores, alguno más perro que otro, están dispuestos a ello. Hoy faltó el desempeño de Devin Harris de los dos primeros partidos, pero siempre es fácil encontrar a alguien que vaya recogiendo el guante en cada tramo. Y así es como encajaron y devolvieron golpe por golpe todo a San Antonio, en un partido que no vio ninguna ventaja de 10 puntos o más.
Otro detalle para apuntar de este partido, es la gestión de los tiempos muertos y las posesiones finales. Después de ver a gente como McHale o Wittman, uno piensa que la cosa será más difícil de lo que parece. Pero entonces llegan Popovich y Carlisle, y vuelve a parecer facilísimo lo de pedir un respiro siempre que el equipo lo necesite, y aún así, guardar tiempos muertos suficientes en la mochila para utilizarlos en un final apretado. Y el uso del reloj fue sublime. San Antonio logró sacar el dos-por-uno, pero Dallas le obligó a darse prisa para conseguirlo, y consiguieron dejar unas décimas por si hacía falta la heroica. Esto es casi más responsabilidad de la inteligencia de los jugadores (Dirk, Monta, Manu), pero es evidente el aliento de Rick y Gregg.
Por la suficiencia que han demostrado durante la temporada y más allá, los Spurs partían como claros favoritos. Y si se lanzaron pronósticos de 4-0 ó 5-1, no es descabellado pedirles un 3-1 ahora. Pero ahora van de copiloto, y el coche lo conduce Cuban. Si los Mavs siguen anotando, tendremos el sorpresón de los Playoffs. Y Dirk Diggler todavía no ha hecho acto de presencia…
Sofi del día: Jaime Maggio en TV nacional. Sager, ponte bueno muy pronto, pero… ¿no es más divertido quedarse en Atlanta jugando al golf que andar viajando por toda América? Piénsalo, Craig.