Avance de temporada 2013-2014: Indiana Pacers

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El año pasado todavía eran una promesa, y este, ya son una verdadera realidad. Indiana es un equipo que aspira a todo, con un futuro brillante además a medio plazo, ya que muchas de sus piezas son jóvenes y están atadas a contratos de larga duración.

Y este equipo todavía tiene margen de mejora, aunque no parezca posible. La defensa más efectiva de la Liga la pasada campaña, producto del magnífico sistema de Frank Vogel, es casi perfecta, y como mucho puede, y debería, mantenerse. Continúa Roy Hibbert, pilar clave que sostiene la estructura, protegiendo el aro sin necesidad de ayudas, y un grupo de jugadores exteriores magnífico con Paul George de protagonista, que puede emplear su tiempo en proteger el perímetro. Pero estuvieron lastrados por un pobre banquillo, y las incorporaciones a la segunda unidad, además de la vuelta de Danny Granger, harán que esta plantilla sea más profunda. Y un ataque, que empezó mal pero fue mejorando durante el año tiene la oportunidad de empezar a tope en esta nueva temporada.

  • Radiografía de los Pacers

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Quinteto de lujo… 

Junto a los 3 últimos finalistas (Miami, San Antonio y OKC), los Pacers son uno de los seis equipos que pueden comenzar la temporada con el quinteto que más utilizaron el año pasado (Toronto y Washington, son los otros dos). Gracias a que sólo se perdieron 25 partidos entre todos, Hill, Stephenson, George, West y Hibbert fueron el segundo grupo de cinco hombres más utilizado en la Liga la pasada temporada, tras los titulares de los Thunder, y eso que sólo jugaron juntos 64 partidos, porque Vogel tardó 6 encuentros en darle un puesto de inicio a Lance, que no volvería a perder.

Además, son eficaces. Estamos hablando del cuarto mejor quinteto de los 25 con más minutos a lo largo y ancho de la Liga, y el 6º entre los 40 con más de 250 minutos (teniendo en cuenta que dos de los grupos por encima, de Memphis y Toronto, fueron utilizados sólo en la recta final de la Temporada), superando en 12.1 puntos por 100 posesiones a los rivales. Si separamos su actuación en las dos partes del campo, estaríamos hablando de la mejor defensa de la Liga (Indiana como equipo es la #1, y este quinteto mejora ligeramente la marca de todos los minutos del equipo en general) y el sexto mejor ataque.

Si os fijáis en la radiografía de los Pacers, y la clase de tiros que permiten al rival en defensa, no les dejan tirar cerca de la canasta o de 3, fuerzan (si eso es posible) malos porcentajes desde esas zonas, y sólo dejan al rival elegir las peores opciones, suspensiones a media distancia. Además, evitan todo lo posible cometer faltas.

Pese a ser uno de los equipos que más rebotean en ataque y más balones pierden, su balance defensivo es fantástico, y evitan los contraataques rivales. Y a media cancha son un equipo con una magnífica capacidad de mantenerse en su sitio, ya que todos los miembros del quinteto, tienen un gran área de influencia, y tienen que preocuparse de rotar mucho menos que otras defensas de élite.

Por fuera, son un equipo con jugadores sobrados de envergadura, y tremendamente oportunistas, que hacen muy difícil hacer circular el balón mediante el pase. De hecho, los equipos suelen atacar a los Pacers directamente desde el bloqueo directo, porque es la opción menos mala y la única que libra del torrente de pérdidas, y suelen tener que confiar en el tiro del hombre alto, pese a que saben de las pocas expectativas de éxito, ya que es muy difícil atacar a Roy Hibbert. Los equipos con un pívot que tira bien en la zona de la bombilla les pueden dar problemas (perdieron dos veces contra Boston y Garnett en la Temporada Regular y una contra Portland con Aldridge acertando en 7 de 9 lanzamientos más allá del tiro libre) pero David West hace un buen trabajo en general tratando de disputar una clase de tiros que rara vez son eficientes.

En ataque, mejoraron ligeramente el rendimiento del año anterior, con Stephenson en el lugar de Granger, gracias a que jugaron de manera más agresiva: anotaron más puntos tras pérdida rival, a la contra, en la pintura (nótese que una sola canasta puede cumplir estas tres situaciones) y producto de tiros libres. Atacando más el corazón de la defensa rival, también lograron abrir más opciones en el perímetro, y pese a que a lo largo de la temporada George tuvo peor porcentaje de 3 que el año pasado, Hill lo mantuvo y Stephenson está muy lejos del acierto de Granger, los números del quinteto titular desde el triple son iguales a los de la temporada anterior (13.8 intentos por 36 minutos con un 38.6% de acierto en 2012, 13.4 con un 39% en 2013 de los titulares). La adición de Stephenson, en su papel de Mini-Westbrook fue muy importante en esta función, ya que contagiaba al equipo con su intrepidez y determinación, que fue de menos a más según avanzó el año. Está claro que no nació preparado, como su apodo en el circuito neoyorquino, Born Ready, insinuaba, pero ahora ya lo está.

Otra parte muy importante fue el rebote ofensivo. Fueron el cuarto equipo de la Liga que más veces recogió sus propios fallos, y quintos en puntos en segundas oportunidades durante la Temporada Regular, y el mejor equipo en ambas tareas en Playoffs. Teniendo en cuenta que su acierto en tiros de campo fue bastante pobre, la habilidad de volver a tratar de anotar fue muy importante para este equipo.

La otra cara fue el alto número de pérdidas (lideraron la Liga ampliamente en faltas en ataque), pero en conjunto tuvieron una excelente actuación, y son otra muestra de lo que se puede conseguir sin una super-estrella individualista (no, George aún no está en nuestra lista) si los cinco titulares saben qué hacer en ataque.

  • …¿con fecha de caducidad?

Con la vuelta de Granger tras perderse prácticamente el año pasado entero por lesión, Vogel tiene una patata que puede acabar calentita. Con Paul George como fijo, las únicas opciones de aquel que fue hace poco jugador franquicia en Indiana de volver al quinteto pasan por reemplazar a Lance Stephenson (o, moviendo más piezas, en un movimiento improbable, a George Hill).

Después de lo bien que funcionaron los Pacers el año pasado, y la progresión que demostró el joven y rugoso Lance Stephenson, por un lado parece mejor no tocar lo que funciona. Pero si Granger recupera un nivel cercano al que tenía antes de la lesión, es un gran jugador, que además puede ayudar más del lado débil (por decir algo) del quinteto inicial, del ataque, aunque no es ningún mediocre en defensa tampoco.

Granger es mucho mejor tirador que Stephenson, creativo, capaz de poner la pelota en el suelo (los Pacers son otro equipo que puede probar con los bloqueos directos entre hombres exteriores, un GeorgeGranger tiene claro potencial) pero aunque sea un jugador que no retrocede ante una gresca o el juego físico, Stephenson ayudaba a poner un tono de mayor intensidad a las pequeñas cosas. También, Granger ha estado acostumbrado siempre al protagonismo y a detener el balón y ahora mismo, los Pacers son el show de Paul George, y un equipo más afilado, y Danny tendría que volver acatando las nuevas reglas.

Pero ya no es sólo la cuestión de combinarlos en pista de la mejor manera posible esta temporada. Ambos entran en su último año de contrato, y serán agentes libres no restringidos (Stephenson firmó 4 años como elección de 2ª ronda), por lo que necesitan brillar y jugar lo más posible. Lance ha declarado que no le importaría salir desde el banquillo, pero me temo que lo dice con la boca chica (o eso tiene que pensar su agente al menos), y teniendo en cuenta que quizá él tenga más papeletas ahora mismo de ser una parte del futuro de los Pacers que Granger, Indiana querrá tenerle contento. Además, los jugadores de la segunda unidad de los Pacers tienen bastante talento ofensivo, por lo que el que sea relegado a sexto hombre, quizá no pueda tener tanto protagonismo como suele. Así, entre unas cosas y otras, la condición de titular trae una serie de ventajas importantes.

Lo bueno de la NBA, es que muchas veces, este tipo de debates se resuelven solos. Hay muchos minutos a repartir, las lesiones ocurren, y los jugadores tienen bajadas y subidas de rendimiento que convierten decisiones como estas en fáciles vistas a posteriori. Para empezar, como Granger llega justo al principio de temporada, puede empezar como suplente, e ir entrando al quinteto poco a poco si se lo gana. Lo que es seguro es que la competición será dura, y Vogel puede conseguir tenerles en tensión, y dando lo mejor de cada uno durante todo el año. Pero tendrá que manejar la situación con autoridad.

  • Moderad el entusiasmo

Paul George, All-Star en su tercera temporada en la Liga y miembro del tercer equipo All-NBA, le han recompensado con una extensión de 5 años y unos 80 millones, que pueden llegar a una cifra en torno a 95 si este año repite en un equipo All-NBA (o si es MVP, pero me temo que si lo nombran jugador más valioso, en uno de los tres quintetos entra…). Aunque todos estos honores y recompensas son más que merecidos por su trabajo en las dos partes del campo, al joven californiano le falta todavía un nuevo escalón para ponerse al nivel de los mejores líderes de una unidad ofensiva. Acaba de subir otro peldaño en los Playoffs, que tendrá que consolidar durante el año que viene y si sigue su progresión, no tardará en caer el obstáculo final, pero todavía no está ahí.

El año pasado a estas alturas ya sabíamos que era un excelente y sacrificado defensor y veíamos su potencial como segunda opción anotadora. Durante la temporada confirmó esto último y se fue destapando como pasador y creador de juego, demostrando que puede ser el foco de atención en un ataque solidario con jugadores talentosos a su alrededor. Pero todavía no podría tener un impacto masivo en un equipo mediocre sin su presencia, como, por ejemplo, el de Harden en Houston, aunque, por suerte para él, en Indiana no le hace falta.

Es muy versátil en ataque, pudiendo hacer un montón de cosas diferentes bien: tirar tras pase, postear, crear tras bote, sacar faltas, enfrentarse al rival uno contra uno… pero no acaba de tener un go-to move, un recurso infalible al que acudir cuando su equipo lo necesite, o sobre el que pueda añadir más opciones de continuar la jugada. A veces, con jugadores como George a los que se ve tan fluidos en general, cuesta ir a los números, porque es de esperar que pronto te dejarán en ridículo por apuntar al pasado más reciente, pero la realidad es que ahora mismo, sus 17.4 puntos por partido con un TS% medio (53.1%) y un gran número de pérdidas, están en el territorio de los Brandon Jennings o Kemba Walker (de su edad, por cierto), y son de notable más que de sobresaliente.

Pero ese «ahora mismo» con Paul quizá sea «ayer», y para un jugador de 23 años y 3 temporadas, ser un 10 en defensa y un 8 en ataque es fascinante. No estamos restando méritos, sólo advertimos que se está yendo aún más rápido de lo que va él. Con la temporada ya avanzada, los Pacers todavía tenían que tirar de pizarra y bloqueos indirectos para darle ventajas de cara a la conducción y penetración, porque no era nada eficiente empezando los ataques desde arriba, con un simple bloqueo directo.

De los cinco titulares de los Pacers, es el que presenta el peor índice ofensivo en sus minutos en pista (también es el que más minutos ha jugado, y por tanto, más ha coincidido con el circo de los suplentes), y pese a que el RAPM (+/- ajustado y normalizado) le sitúa como 5º jugador exterior en impacto defensivo (hace al equipo 3 puntos por 100 posesiones mejor), al sumarle la contribución al ataque, acaba siendo el 42º jugador con más valor de la pasada temporada. Sus números individuales, además, apenas varían de jugar con el quinteto titular habitual a hacerlo sin ellos, lo cual por un lado es buena señal (su juego no depende de que sus compañeros le hagan mejor), y por otro, significa que no le podemos echar tanta culpa para lo menos bueno al acompañamiento.

George ha tenido la fortuna de caer en una situación perfecta para él en Indiana, un equipo en el que pudo hacerse un hueco utilizando sólo sus virtudes, y desarrollar poco a poco aquellas facetas en las que no era tan especial, con un genial cuerpo técnico alrededor. El equipo que te toca en el Draft puede crear o destrozar tu carrera, y a PG le ha salido «cara». Nos alegramos, y ojalá el año que viene podamos celebrar que ya es una realidad en total plenitud.

  • Otro que también…

Los Playoffs conviertieron a Paul George en estrella mediática, pero seguramente no fue ni siquiera el jugador de los Pacers que más mejoró su reputación. Ese título sería para Roy Hibbert, que con su titánico Game 1 en la segunda ronda contra New York, en la que defendió a uno de los ataques más potentes de la Liga casi por sí solo, y los 22 puntos y 10.4 rebotes que se marcó por partido en las Finales de Conferencia del Este ante Miami pusieron su nombre en toda lista de mejores pivots de la Liga.

A diferencia de otros jugadores que intimidan en las ayudas, esperando agazapados, o tienen su impacto secando el juego del rival de espaldas en el poste bajo, Hibbert protege el espacio aéreo de frente, uno contra uno, situándose atrás y parando cara a cara a todo aquel que se atreva a penetrar en su guarida, con una impresionante movilidad para su 2.18, y además, tras los problemas que tuvo en sus dos primeros años, ya logra hacerlo sin faltas. Eso permite a Indiana poder defender la línea de 3 sin tener que ayudar hacia el centro, y los rivales se tienen que conformar con tirar de media distancia, o acabar las penetraciones en mitad de la pintura con un floater, en lugar de llevarla hacia el aro.

Su RAPM le coloca como 9º defensor con más impacto en la Liga el año pasado, por detrás de todos los sospechosos habituales (Duncan, Dwight, Sanders, GarnettMarc, Asik, Noah y Chandler). Como nada es perfecto, y no se puede capturar todo lo que un jugador significa, el orden quizá sea lo de menos, pero es maravilloso cuando una estadística es capaz de separar en la capa superior al quién es quién del negocio.

Donde Hibbert deja bastante más que desear, porque lo de la serie de Miami es más la excepción que la norma, es en ataque. Contra los Heat, se aprovechó de su extrema debilidad en el interior para abusar y limpiar el tablero, pero, sobre todo a principio de temporada, Roy fue atroz. Hasta el All-Star su porcentaje de tiro de campo fue del 41.4%, una cifra terrible para un hombre alto en especial. En la segunda parte de la temporada, subió al 51% que mantuvo en Playoffs, y el ataque de los Pacers, que fue el 24º hasta el parón, fue 11º de ahí al final.

Lo cierto es que Hibbert tiene algún recurso más de lo habitual en un pívot mastodóntico, ya que pide el balón el los dos lados de la pista por igual, puede tirar desde la bombilla (y mete sus tiros libres), es bastante ligero teniendo en cuenta su tamaño como para continuar tras los bloqueos directos, y pasa bien. El problema es que si no está Bosh delante, no es capaz de ganar ese metro que siempre le falta para llegar al aro, y acaba simplemente dejando volar el balón, una terrible manía. De los 785 tiros a 5 metros o menos del aro, 198 fueron suspensiones, más de uno de cada cuatro, y sólo metió 27, un 13.6%. Y en Playoffs la cosa no mejoró mucho, de hecho, empeoró en acierto (4 de 50, o el 8%), pero tiró menos, cambiándolas por bandejas, mates y ganchos de mejor propósito.

Cuando Dwight Howard es notoriamente mejor tirador que tú desde alguna zona, el sentido común creo que dice que deberías dejarlo. Con Paul George cada vez más desequilibrante y Danny Granger de vuelta o una mayor dosis de Stephenson, los Pacers no tendrán que pasar su ataque por él tanto el año que viene, y le podrán dejar hacer lo que mejor se le da: defender, rebañar en ataque, y abusar sólo del que pueda.

  • El punto débil

Si el quinteto de los Pacers fue magnífico, su banquillo es todo lo contrario. Augustin, Green, Young, Hansbrough y Mahinmi, fueron un arma de destrucción masiva para este equipo y sus aspiraciones a mejores resultados y sólo el pívot francés permanecerá en el equipo.

Como unidad sólo coincidieron 63 minutos, pero su balance es de -10.2 puntos por 100 posesiones y las combinaciones de 4 jugadores de este grupo con cualquier otro, tienen todas diferencia negativa (entre -2.8 y -23.4 puntos por 100). Sin un sólo jugador con un porcentaje de tiro verdadero por encima de la media, la falta de un macho alfa (o beta, incluso) en ataque fue muy dañina para el equipo, y contagiosa cuando se juntaban con otros. Si sumamos los puntos por 36 minutos de los 5, llegan a 58.5, muy lejos de los 70-75 que mete habitualmente un equipo NBA.

EL RAPM (+/- ajustado y normalizado) de todos ellos es negativo (entre los 0.7 puntos por 100 posesiones que estiman que cuesta a su equipo la presencia de Tyler Hansbrough, a los 4.9 de Sam Young), y no hacen falta fórmulas y regresiones para verlo: todos tuvieron un +/- negativo en al menos 10 partidos más de lo que Indiana perdió con ellos. Por ejemplo, Hansbrough, que jugó en todos los 81 (!) partidos de los Pacers, con sus 32 derrotas correspondientes, tuvo un +/- por debajo de 0 en 42 partidos. Sam Young estuvo presente en 20 partidos perdidos, y tiene diferencial negativo en pista en 34. Y así el resto…

Este año, con la llegada de CJ Watson, Chris Copeland y Luis Scola, además de la vuelta de Danny Granger o Lance Stephenson, esta unidad pasará de ser una de las peores de la Liga, a algo que tiene pinta de ser como mínimo, competente. Casi todos estos jugadores son efectivos en ataque, y desesperantes, los tres primeros, en mayor o menor grado en defensa, aunque contra otros jugadores de banquillo, y con Mahinmi (que es el mismo que el año pasado, pero en esta ocasión, rodeado de jugadores que le complementan) protegiendo el aro lo suficientemente bien para que los Pacers mantengan el esquema defensivo, no debería ser un problema.

Y con gente como Scola, tiene potencial de ser brillante. El argentino cumplirá 34 años en Playoffs y su rendimiento ha bajado los dos últimos años, pero es una garantía de consistencia (sólo se ha perdido 8 partidos en 6 años en la NBA) y en Phoenix no se le veía muy motivado. En Indiana podrá jugar menos minutos y dosificarse mejor, y será una opción mejor que Hansbrough si David West se tuviera que perder algún partido. Las únicas áreas en las que pierde Indiana con el cambio son el rebote de ataque (y los viajes a la línea que Psycho-T conseguía a partir de esto) y la intensidad. Para todo lo demás, prefiero a Scola.

Avance de temporada: Indiana Pacers

El tercer mejor equipo del Este es de los pocos que mantiene intacto el (productivísimo) quinteto con el que finalizaron la temporada pasada, y solo han cambiado un banquillo que fue habitualmente superado por el rival.

Con tres jugadores todavía al lado bueno de la montaña de la progresión, y solo un treintañero, los Pacers deberían tener uno de los quintetos más interesantes el año que viene.

Altas: D.J. Augustin (Charlotte Bobcats), Ian Mahinmi (Dallas Mavericks), Gerald Green (Brooklyn Nets), Miles Plumlee (Draft), Orlando Johnson (Draft), Sundiata Gaines (Brookly Nets),  Sam Young (Philadelphia 76ers)

Bajas: Darren Collison (58.7% de los minutos), Dahntay Jones (32.9%), Louis Amundson (23.5%), A.J. Price (17.8%), Leandro Barbosa (13.6%), Jeff Foster (4.4%), Kyrylo Fesenko (0.5%)

Empezamos:

Indiana Pacers en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
23º
  • The decision… ¿Hill o Collison?

El quinteto de los Pacers fue una de las mejores unidades de la Liga, sin duda alguna. George, Granger, West y Hibbert, bien con Collison o con Hill, superaron en 10 puntos por 48 minutos a su rival la pasada Temporada Regular, en una muestra enorme de 1238 minutos. Eso es territorio de 67 victorias.

El quinteto fue un poco mejor incluso con Hill que con Collison, lo que puede explicar la decisión de los Pacers de renovar a uno, y traspasar al otro. Con Hill al mando, los Pacers metieron 112.5 puntos por 100 posesiones y recibieron solo 95.9 en 229 minutos de muestra. Con Collison, los índices empeoraron a 110.6 y 100.7.

Y en Playoffs, el quinteto con Hill funcionó aún mejor: 113.5-94.1, en 240 minutos, muchos de ellos jugados contra el eventual campeón, Miami, al que superaron con estos cinco en pista.

Hay dos motivos por los que el equipo funciona mejor en ataque con Hill. El primero, es que pese a una producción anotadora similar, Hill es más eficiente porque tira más de 3. Como podéis ver en el siguiente gráfico, Hill utiliza más los triples que la media distancia, y por un lado mejora la eficiencia personal, y por el otro abre más espacios al resto.

La comparación Hill/Collison, es un caso curioso de como, si se ven los porcentajes habituales sin tener en cuenta la proporción según el tipo de tiros, llegaremos a la conclusión errónea. Los dos jugadores empatan prácticamente en FG% y 3PT% (44.2% y 36.7% de Hill, 44.0% y 36.2% de Collison), y Collison parece compensar y sacarle la ventaja definitiva siendo mejor en tiros libres (83.0% a su favor vs. 77.8%). Pero debido a que Hill tira de 3 y va a la línea con una mayor frecuencia, su TS%, los puntos por posesión, es mayor: 55.7% vs. 52.6%. De hecho, el recién renovado jugador, lidera a los Pacers en esta métrica.

El otro motivo para quedarse con él, es que Hill protege mejor el balón: Collison la pierde 3 veces por cada 2 de su ahora ex-compañero. Aunque no tenga todavía los instintos de un base que juega a tiempo completo, y de hecho, asista mucho menos que el nuevo jugador de Dallas, Hill toma muy pocas malas decisiones, y es un mucho mejor base en el bloqueo y continuación, representando además una mayor amenaza desde la línea de 3, así, los Pacers funcionan mejor con él llevando la manija.

En defensa, además, Hill es posiblemente uno de los mejores bases en la Liga. Con muestras tan grandes, los casi 5 puntos menos por 100 posesiones que recibe el quinteto al intercambiarlo por Collison son significativas. Ante él, los bases rivales anotaron un minúsculo 38.7 eFG% de los tiros, ante Collison, un 47.1%. Los 5 centímetros y 10 kilos de más, unidos a su voluntad, marcan una gran diferencia.

  • Y esto… ¿por qué funciona?

El quinteto de los Pacers carbura tan bien en ataque, porque tiene 5 anotadores de los que te tienes que preocupar, ocupando una enorme cantidad de espacio. Los 3 exteriores (contando con Hill) tiraron más de 4 triples por 36 minutos cada uno, y ninguno bajó del 36% de acierto. Solo 40 jugadores (más de 1000 minutos) alcanzaron esos números la pasada campaña y 4 de ellos (estos 3 más Barbosa) jugaban en Indiana. Solo Orlando, otro de los mejores ataques de la Liga, puso un trío con tanto acierto desde el perímetro en pista.

Si le añadimos que David West es una amenaza desde cualquier punto de la media distancia, donde puede aparecer en cualquier momento, tener a 4 jugadores abiertos, permite operar solo con su hombre a Hibbert en el poste bajo, algo que él, que aunque tiene recursos, no es el anotador más natural en el poste, no podría hacer tan bien si le empezaran a mandar dos-contra-uno.

El ataque de Indiana fue eficiente y muy bien repartido. El TS% medio de la Liga la temporada pasada estuvo en 52.7%, y todos los jugadores del quinteto de Indiana superaron el 53%. Solo ellos, San Antonio y Denver tienen un quinteto con cinco jugadores capaces de anotar por encima de la media. El porcentaje de utilización (estadística que mide como se distribuyen los tiros entre los jugadores) en un caso de reparto ideal debería ser de un 20% para cada uno de los cinco. En este caso, todos los Pacers revolotean cerca de ese umbral con Granger (25.9%) siendo el que más y Hill (17.2%) el que menos, una de las distribuciones más igualadas de la Liga.

Y la eficiencia no vine de un gran acierto en tiros de campo, sino de las contribuciones de más esfuerzo: fueron uno de los mejores equipos yendo a la línea y reboteando en ataque, y por tanto creando opciones eficientes a través de segundas oportunidades, además de perder poco la bola.

Pero lo importante… ¿este ritmo se puede mantener? Hay un indicador poco halagüeño, que es la salud. La buena salud. Granger se perdió solo 4 partidos, Hibbert 1, y West y George ninguno. No son lesionados habituales, pero mantener un quinteto completo sano dos temporadas seguidas no es normal, y es muy posible que este año les toque.

Pero el resto no hace pensar mal. Los números de los más veteranos, Granger y West, salvo por la mejora de Danny con las pérdidas, regresaron un poco incluso, lo que era esperable. Hibbert mejoró algo el porcentaje de tiro y el rebote ofensivo, pero redujo la utilización, y fue un poco peor en tiros libres: el cambio es una consecuencia directa de disminuir un poco su rol, y asumible dentro de su progreso como jugador. Y a pesar del aparente salto que dio (que fue más especial en defensa), los números de Paul George ajustados a ritmo y minutos son clavados a los de su primer año, salvo por una considerable mejora en porcentajes de 3 y desde la línea, que fue lo que marcó la diferencia.

Desde que se empezó a utilizar el tiro de 3, Paul George es el undécimo jugador que mejora su porcentaje de 3 en al menos 5 puntos porcentuales con un volumen de 3.8 triples por 36 minutos, y su incremento de 8.8 es el tercer mayor del grupo. De estos 10 jugadores, solo dos, Peja Stojakovic y Greg Sutton, siguieron mejorando el tercer año, y en 5 de los casos, los jugadores cayeron por debajo incluso del nivel de su primera temporada.

De todos modos, si con tres jugadores por debajo de los 27 años, las únicas trazas de probable regresión son la salud y el acierto desde el triple de George (que yendo unido a un aumento de 4 puntos en el de tiros libres podría ser mejora real de la mecánica), Indiana tiene toda la pinta de mantener o mejorar el nivel el año que viene.

  • La banda del banquillo

Aunque el quinteto titular de Indiana rindiera a un nivel espectacular, el equipo no estuvo entre los mejores la temporada pasada por culpa de un mal banquillo, especialmente en el frontcourt: Hansbrough, Jones y Amundson tienen un +/- negativo, lo que indica que la segunda unidad fue superada por sus rivales. De hecho, en los minutos sin el cuarteto de cuerda titular en pista, los Pacers recibieron más puntos de los que anotaron. Hansbrough, el sexto hombre del equipo, dio un paso atrás la temporada pasada, y a 15 días de cumplir los 27 años, la edad que suele marcar la cumbre de la progresión de un jugador, es lo que es. Pocos se lo toman tan en serio y juegan tantas ganas como Psycho-T, pero la profesionalidad no es suficiente.

Cada año está reboteando menos, tanto en ataque como en defensa, y el 11.3% de los rebotes que cogió el año pasado es una muy mala cifra para un ala-pívot. Sin ser nada especial defendiendo al hombre, ni aportar nada al ataque del equipo pasando (es uno de los mayores agujeros negros de la Liga, y su tasa de asistencias, al igual que el rebote, va decayendo año a año, sin ser nada especial en primer lugar), Hansbrough es un hombre alto anotador unidimensional, que abusa del long 2 y no tiene rango de 3, y que el año pasado ni siquiera fue capaz de meter ese tiro.

Si en 2011, como podéis ver en la imagen, fue uno de los mejores jugadores de la Liga, anotando a media distancia, especialmente desde la bombilla, el año pasado solo fue efectivo desde el codo izquierdo:

Como por edad no le tocaba aún entrar en declive, es de esperar que recupere algo el nivel, regresando a la media el año que viene, pero al mismo tiempo, que lo único que haya mejorado en su carrera haya sido el tiro a media distancia del primer al segundo año, antes de volver al punto de partida en el tercero, da que pensar si no estaremos ante un jugador que cada vez se ve más superado por el nivel NBA. Habrá que ver que tal se entiende con Mahinmi, un jugador muy diferente a Amundson y una bendición para la defensa del segundo grupo, y si no espabila, este año, a diferencia del anterior, Pendergraph está sano detrás de él para darle guerra, y los Pacers, por los fichajes que han hecho, podrían optar por correr, algo que le sacaría de su zona de confort… y puede que del estado de Indiana.

Y en el perímetro, los Pacers van a tener que reemplazar a un grupo que fue muy bueno: Hill al principio de año, Barbosa y Collison al final, y lo van a hacer con una gran elección, y una apuesta con mucho potencial. Augustin no tiene nada que envidiarles, y si no fuera por la defensa, tiene nivel de sobra para rivalizar con Hill por el puesto en el equipo titular. Según han ido pasando las temporadas en Bobcats, D.J. se ha ido convirtiendo en un base de los que pasan primero, segundo y tercero, y su habilidad para encontrar a los hombres altos, algo deficientes en ataque, en las mejores posiciones, será capital para el éxito del equipo. Si Vogel decide mover el control de la segunda unidad de Hansbrough en el poste alto, a la conducción de Augustin, la teoría pinta bien.

Y la apuesta final, que de salirle bien a Indiana los convertiría en favoritos a la 2ª posición en el Este, es Gerald Green. Tras más de dos años completos y unos cuantos meses fuera de la Liga, Green fue excelente en 31 partidos en los Nets, llegando desde la D-League. Debería ser el anotador del grupo, y si Vogel fue capaz de encontrarle situaciones de tiro en estático a Dahntay Jones, en Green tiene un tirador mucho mejor, aunque Jones tuviera un fabuloso año la temporada pasada.

Veremos como funciona, pero el banquillo de los Pacers, tiene mejor pinta en conjunto.

  • La otra cara
Indiana Pacers en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
17º 22º 12º 21º

Los Pacers, como todo equipo de nivel que se precie, también son buenos en defensa, aunque por motivos casi opuestos. Si en ataque están en la parte alta forzando faltas y cogiendo rebotes, en defensa conceden como los que más. Sin embargo, son un gran conjunto evitando al rival anotar, siendo 6º en eFG% en contra.

Si examinamos el quinteto inicial jugador por jugador, dependiendo de lo que penséis de Danny Granger, todos son defensas productivos, y en algún caso, como el de George, estelares. Como ocurría en ataque, con Hill en pista son un grupo con parciales de élite, físico y correoso, y mucho más malencarado de lo que parece. No suelen aparecer en las listas de bad boys, pero las malas pulgas de West o Granger son notorias, y el año pasado se pudo ver una vez más.

El as de la unidad, desde luego,es George, jugador destinado a aparecer en el All-Defensive Team durante muchos años. Viendo las votaciones, yo estoy casi seguro que en las papeletas debe venir lo de Defensive en letra pequeña, y muchos no lo ven, lo cual sumado a los que votan por reputación, completa el festival. Cuando Jeff Van Gundy pronuncia la palabra fraude para referirse a alguna de las elecciones, poco más voy yo a añadir. Ah, sí, Boozer recibió un voto el año pasado. En serio. Pero paro que nos vamos de tema.

De George se remarca siempre su tamaño para jugar de escolta (2.03 m.) y sus largos brazos, pero lo que realmente le hace especial es la manera de seguir al rival como un perro de presa por la pista: rara vez da espacio al rival, y es tremendamente hábil para evitar engancharse en las pantallas. Sería por esto, tanto o más que por su envergadura, el motivo por el cual lo eligiría a él antes que a cualquier otro escolta para defender una última posesión de partido.

Con magníficos defensores de aclarados, y la amenaza de George en las líneas de pase, tratar de hacer circular el balón manteniendo a Paul en el lado débil, buscando al hombre de Granger, el eslabón más débil, o a West cuando el ala-pívot le gane por centímetros, es la receta a la que se ven obligados los equipos rivales, ante una de las unidades más competentes de la Liga. Corrigieron dos debilidades, ya que a Hibbert desde que está más ligerito es más difícil pillarle en el bloqueo directo, y con Hill por Collison a tiempo completo, la defensa gana aún más amperios y ahora, enfrentarse a Indiana es cada vez más farragoso.

  • En resumen

Los Pacers 2013 tienen el núcleo de los de 2012, reforzado en sus puntos débiles, y con un cierto margen de mejora como equipo joven, y este año deberían volver a repetir puesto entre los mejores ataques y defensas. Anotar 109.5 puntos por 100 posesiones y recibir 105.0 en contra, para una esperanza de 53 victorias es una predicción continuista que confía en que los de Vogel mantienen el nivel.

Avance de temporada: Dallas Mavericks

Los Mavs son un equipo que está intentando estar a todo: quieren posicionarse ante la nueva realidad del reciente convenio colectivo, y al mismo tiempo no dejan de ser la penúltima franquicia que ganó la NBA y todavía tienen abierta, y no por mucho tiempo más, la ventana de Nowitzki, una de las superestrellas de la Liga.

Con los movimientos de este verano han logrado hacerlo en teoría. Lo primero, es seguro. Contratando a jugadores a los que solo les queda un año de contrato (Brand, Kaman, Collison, Jones e incluso Mayo, que podría optar por renunciar a su segunda temporada) los Mavs mantienen la flexibilidad futura. Solo Nowitzki, Cunningham, Crowder, Marion y Mayo tienen contrato garantizado en 2013, y estos dos últimos podrían elegir rescindirlo unilateralmente.

Lo que es una incógnita es el rendimiento en la cancha. No solo es el gran cambio de personal, los equipos en los que muchos jugadores acaban contrato son propensos a la volatilidad: podemos encontrarnos con un grupo haciendo el año de sus carreras para asaltar la caja, o un conjunto egoísta en el que todos quieren sumar más al box-score que a la columna de las victorias. Si a eso le añadimos que han llegado algunos jugadores con potencial, y tendrán un entrenador con buen cartel desarrollando jóvenes, la próxima temporada de los Mavs podría ir en muchas direcciones. Veremos.

Altas: Elton Brand (Philadelphia 76ers), Chris Kaman (New Orleans Hornets), O.J. Mayo (Memphis Grizzlies), Darren Collison (Indiana Pacers), Dahntay Jones (Indiana Pacers), Jae Crowder (Draft), Jared Cunningham (Draft), Bernard James (Draft)

Bajas: Jason Terry (62.2% de los minutos), Jason Kidd (42.9%), Brendan Haywood (35.7%), Ian Mahinmi (35.4%), Lamar Odom (32.0%), Brian Cardinal (8.6%), Yi Jianlian (6.3%), Kelenna Azubuike (0.6%)

Empezamos:

Dallas Mavericks en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
22º 15º 20º 25º 11º 28º
  • How the mighty have fallen

Como bien podéis ver, no fue precisamente el ataque de los Mavs, que el año pasado se despeñó por un precipicio, pasando de ser el 8º mejor al 22º, lo que hizo que el campeón volviera a entrar en Playoffs. Tendríamos que irnos a 1999, último año pre-Cuban, para ver fuera del Top 10 a la franquicia que llegó a liderar de la Liga en 2002, 2003, 2004 y 2006 y ha estado 12 años entre los 10 mejores. Se ve que las temporadas de lockout no sientan bien en Dallas.

Explicando con los 4 factores esa caída de 14 puestos y 6.4 puntos por 100 posesiones, la culpa no fue del rebote ofensivo, que ya era malo el año anterior, o las pérdidas, aún mayores, sino la eficiencia en el tiro. Los Mavericks pasaron de tener un EFG% de 52.5%, 3º en la Liga al 48.9%, y tiraron menos tiros libres. El cambio fue generalizado. Solo Kidd, que tiró menos, tuvo mejor TS% en 2012 que en 2011. Los minutos de Chandler, que con un 69.7 TS% lideró ampliamente al equipo fueron a parar a los menos eficientes Haywood y Mahinmi y Carter también fue peor que Barea, al que sustituyó en producción. Curiosamente, fue en ataque donde más se notó la baja de Chandler, el jugador defensivo del año. Oh, la ironía.

Para tratar de diagnosticar el problema de los Mavericks, comparemos el gráfico de tiro de ambas temporadas:

Lo primero que salta a la vista es como han empeorado en los triples desde la esquina derecha. En 2011, metieron 106 de 249 desde esa zona (63.9 EFG%) y este año 70 de 196 (53.6 EFG%) en idéntico número de intentos por partido, 3.0. Si separamos a los jugadores que tiraron desde ahí en 2011 en dos grupos, los que se fueron de Dallas (AjincaButler, Brewer, Stevenson, Novak, Stojakovic, Barea y Pavlovic) y los que se quedaron (Nowitzki, Terry, Kidd, Jones, Cardinal, Marion, Beaubois), el primer grupo metió 47 de 110 (64.1 EFG%, 1.3 por partido) y el segundo 59 de 139 (63.7 EFG%, 1.7 por partido). Empate técnico salvo en el volumen. Hagamos lo mismo con los datos de este año: en un grupo los nuevos (solo 3 tiraron un triple desde la esquina derecha, Carter, Odom y West) y en el otro los 7 que repiten. Mientras que los refuerzos están en línea con el acierto de 2011, 19 de 44 triples, 64.8 EFG% en 0.7 intentos por partido, son los que se quedaron, que metieron solo 51 de 152, a un ritmo de 50.3 EFG% en 2.3 intentos por partido los que marcan la diferencia en 10 puntos de EFG% entre un año y otro.

Esto es solo la punta del iceberg ya que solo el 4% de los tiros de los Mavs llegaron desde ahí, y esa variación solo genera un cambio de 0.3 puntos por partido, queda de explicar un 6.1 de diferencia. El triple en general fue peor, pasamos del 36.5% de acierto en 21.6 lanzamientos de tres por partido al 33.9% en 22.2 intentos. Y aunque en el caso concreto de la esquina derecha echemos la culpa a los que se quedaron, cuando miramos al triple desde cualquier area, el mayor problema es que los Mavs no supieron reemplazar a un buen grupo de tiradores. En 2011, 6 jugadores metieron más del 40% de los 3.5 triples por partido que se jugaron, y de ellos solo queda Brian Cardinal, que de anotar un 48.3% pasó al 20.4%. Este año, nadie ha superado el 37.8%, y ninguno de los nuevos está por encima del 36.1%.

Pero no fueron solo los triples: en tiros de 2 bajaron del 51.6% al 48.2%, y de producir 17.5 puntos de tiros libres por partido, han bajado 2, a 15.5, ya que aunque el porcentaje es el mismo, van una vez menos a la línea por partido. Cuando hay una bajada tan drástica en el Índice Ofensivo, suele haber un aspecto especialmente remarcado, o un cambio de jugadores importante explicando buena parte de la variación. Pero esto es el Asesinato en el Orient Express (por si fuera necesario en una obra que va a hacer 80 años, SPOILER, al TS% de los Mavs se lo han cargado entre todos un poquito desde todos los sitios, FIN DEL SPOILER).

Siempre se ha escuchado que los jump-shooting teams, equipos que viven y mueren de los tiros en suspensión, fallan cuando las piernas están cansadas (otra idea para estudiar, que no parece muy complicada de medir ¿influye el cansancio y los partidos juntos más en equipos que tiran más lejos?), y el año de cierre patronal puede haber sido demasiado duro para estos Mavericks. Otra teoría es la de la llamada falta de hambre, que les ha hecho relajarse tras el anillo. Otra opción es que, un equipo en el que los 5 jugadores con más minutos tenían al menos 33 años, y dos más importantes dentro de la rotación 32, el pequeño y lento declive de cada uno haya contribuido a este desplome general. O por supuesto, echarle la culpa a Odom (aunque el récord del equipo los días que no jugó, 5-11, y tras ser apartado, 5-4 más el 0-4 de Playoffs, no parece sustentar la teoría). Tal vez lo que le pasa a este equipo es una mezcla de todas estas cosas. Lo bueno es, que si fuera así, el año que viene será diferente.

Empezando por el final, Lamar ya no está. Cualquier culpa que tuviera de jugar mal, con falta de entusiasmo o empozoñar el vestuario, ha desaparecido, y ya no puede ser excusa.

Luego, la pareja del perímetro que hubiera entrado con 35 y 39 años a la temporada se va para que vengan dos de 25 (como en el chiste). Brand tiene la misma edad que Odom. Y Kaman es un par de años más joven que Haywood. 26 años se han quitado de golpe los Mavs en 4 movimientos. Por edad, tampoco va a ser.

Si había falta de hambre por el anillo, en una plantilla que el año pasado tenía 9+1 campeones (contando a Odom por sus triunfos en los Lakers y a Vince CartMUAHAHAHA…) ya solo hay 4 que hayan magreado el Larry O’Brien. Y ahora que Terry se ha llevado el numerito del tatuaje a Massachusetts, siempre se lo puede hacer uno de los nuevos para dar buena suerte. Cualquiera menos Kaman, por favor, no vaya a ser que un día llegue a casa después de haberse bajado un barril de cerveza local, se mire al espejo, vea al caballo del logo, y le dé por disparar.

Y finalmente, al recuperar una agenda normal, los Mavericks ya no tendrían ese síndrome de piernas cansadas (que además se hubiera acentuado por la veteranía) el año que viene. ¿Todo solucionado? No. Este equipo ha perdido a los responsables del 44.7% de su producción, seis de ellos, Campeones NBA de pleno derecho. Y aunque se arreglen problemas por un lado, se pueden crear por otro.

  • ¿Estos sí pueden tirar de lejos?

Después de que, por unas cosas u otras, las 6 primeras entregas hayamos repetido machaconamente la consigna de que el tiro lejano de 2 puede matar y producir impotencia, nos encontramos ahora con el caso de un equipo que casi no tira cerca del aro. ¿Les atizamos? Ya sabéis que llegar a la canasta es bien, porque el porcentaje de acierto es más alto, y los rebotes ofensivos y las faltas son más fáciles de producir, pero no hay nada malo en liarte a suspensiones, si eres lo suficientemente bueno… y das un paso atrás.

Los Mavs llevan 3 años en el Top 5 de equipos que menos tiros intentan por partido a menos de un metro de la canasta. De hecho, son la única franquicia que lleva tres temporadas entre los 5 primeros. Pero, lo bueno que tienen, es que no sustituyen este tiro por el de 2 lejano. El año pasado fueron 25º en ese tipo de intentos, y 24º en 2011. Lo que sí hacen es lanzar muchos triples (4º en intentos por partido este año) y son eran buenos metiéndolos. Con un 36.5% de acierto como tuvieron en 2011, el EFG% es de 54.8%. Todavía está lejos del 62.6%, media con la que se convierte a menos de un metro del aro en la Liga, y del 77% de acierto que tienen como equipo en tiros libres, pero los triples son necesarios para abrir el campo y poder generar esos intentos cercanos, y el 54.8 EFG% es muchísimo mejor que el 38.1 EFG% de los tiros de 2 lejanos o que el 42.6 EFG% del mejor equipo en esa zona.

De hecho, los Mavs, que son un muy buen equipo en tiros de 2 a más de 5 metros (4º en la Liga, 41.5%) los usan lo justo. Si tu equipo acierta el 27.6% de los triples (los Bobcats, que fueron los peores sobradamente, aún llegaron a meter el 29.5%), vas a salir a la par con un tiro de 2 que aciertas el 41.5% de las veces. Por supuesto, no los puedes eliminar por completo, tienes que mantener a la defensa honesta utilizando todo el campo, y si tienes un tiro solo hay que jugársela, pero los Mavericks han sabido encontrar el equilibrio.

Dicho esto, y diferenciándolo de casos anteriores, no estaría mal que los Mavericks consiguieran generar más oportunidades cerca de la canasta. Y esto puede venir este año desde su perímetro. Los dos prometedores jugadores que se ha traído Dallas, Collison y Mayo, son mucho más agresivos penetrando que Terry y Kidd, a los que sustituyen a priori. Jason, que casi se limita exclusivamente a tirar de tres ahora (el 82.9% de sus tiros de campo fueron triples, quién lo diría hace unos años) solo llegó a acercarse al aro en 10 ocasiones… en toda la temporada. Y Terry tampoco es muy de finalizar en la canasta: solo 11.8% de sus intentos los hace desde ahí. Collison y Mayo el año pasado tiraron el 29.4% y el 21.4% de sus intentos respectivamente en esa zona. A esto le sumamos que el poco más de 36% de acierto que tienen los dos desde el triple, está en la media entre el 37.8% de Terry y el 35.4% de Kidd (y con niveles de creación de tiro similar, a Kidd y Terry les asistieron el 78% de los intentos, a Mayo el 81%, a Collison el 77%, como decíamos el otro día comparando los nuevos escoltas de los Bulls, ni que los hubieran reemplazado echando estas cuentas), solo que en 5.8 intentos por partido en lugar de los 10.4 de los ex-Mavericks… y ¡tachán! En un mundo ideal tenemos una pareja que cuando tira de 3, lo hace al mismo ritmo, pero en lugar de tirar tanto desde el perímetro, lo mezclan con más penetración hacia la canasta. Tirando tras pase, KiddJet fueron mejores, metiendo 494 puntos en 452 jugadas, a 1.09 puntos por posesión, mientras que Collison y Mayo se quedaron en 310 en 306, 1.01 puntos por jugada. Pero sin embargo, metieron 100 puntos más en aclarados. Carlisle pierde algo de volumen en el tiro exterior, pero tendrá la opción de utilizarlos de una manera más dinámica, algo que con Kidd ya no podía hacer, y si sabe sintonizar el balance exacto, Dallas no echará de menos su viejo viejo backcourt. Y eso sin contar que ese potencial del que los dos parecen todavía tener algo guardado, explote.

De todos modos, igual hemos echado las campanas al vuelo muy rápido, y los Mavs no salen tan fácil de entre los 5 equipos que menos tiran de cerca. Aunque el perímetro lo hará mucho más, no puede ser muy bueno que tiren más desde ahí que los dos nuevos hombres altos de los Mavericks. Kaman solo se juega el 28.6% de sus tiros a menos de un metro del aro (menos que Collison), y Brand el 20.5% (menos que Mayo). Teniendo en cuenta que el 61.4% de los intentos de Brendan Haywood y el 66.6% de los de Tyson Chandler hace dos años fueron ahí, los Mavericks podrían acabar con lo comido por lo servido.

Además, puede haber otro problema de superposición. Echemos un ojo a los gráficos de tiro de Nowitzki, Brand y Kaman del pasado año, en tres franquicias diferentes, eso sí:

Como podéis ver, hay una gran coincidencia en la media media distancia, especialmente sobre todo desde las líneas de fondo. Aunque Nowitzki tenga un rango mucho más amplio y Brand utilice mucho la zona de la pintura de frente a la canasta, los jugadores se mueven por zonas muy parecidas, y además, postean muchísimo. Los tres están en el Top 25 de los jugadores que más posesiones totales utilizan de espaldas a la canasta (y eso que Kaman se perdió 19 partidos)  y parece demasiado que repitan el número de intentos del año pasado ahora que están juntos. De los 63 jugadores con más de 100 posesiones etiquetadas como post up, Nowitzki es 15º en eficiencia (0.93 puntos por posesión), Brand es 23º (0.80 ppp) y Kaman, ya por debajo de la media, es 48º con 0.76 ppp, por lo que en teoría ya sabemos quién es el candidato a sacrificio. Pero Kaman también era doblado más veces en New Orleans, y aunque de espaldas a la canasta anote por debajo de la media… cortando y tras bloqueo directo lo hizo aún peor, así que dejarle postear a lo mejor es lo menos malo.

Aunque parezca que han pasado siglos, solo dos años nos separan de una temporada de 18.5 puntos por partido de Kaman. Lo cierto es que el aleman (el postizo, no Dirk), nunca ha sido un buen anotador pese a su volumen: su FG% no ha llegado jamás al 53%, ni ha superado el 50% cuando lo ha acompañando de más de 12 puntos por partido. Una de las razones es que aunque es pívot, no acaba de jugar como uno, y los Mavs ya tienen algo así, pero en bueno y con mucho más rango, en Nowitzki. Y la otra, la del optimismo para Dallas, es que nunca ha tenido un compañero como Robin Hood al lado, y teniendo en cuenta que su mayor problema era tomar la decisión correcta ante un dos-contra-uno (junto a Bynum tal vez sean los dos peores en toda la Liga en ese aspecto), y que este año puede que no los vea la mitad de la mitad, estemos ante un jugador que va a estar a punto de ser alejado de su kryptonita. Kaman es sobre el papel un complemento un poco pobre para este equipo, pero intriga saber lo que puede hacer con un Dirk con el que ya tiene cierta familiaridad por compartir selección nacional. Hay equipos que saben lo que hacen y equipos que no, y los Mavs están claramente en el primer grupo. Confiemos en ellos.

  • Matrix Reloaded

Si hablábamos de que el declive en el ataque de los Mavericks fue algo general la pasada temporada, Shawn Marion fue un poco más protagonista que el resto. Tuvo el peor TS% entre los 11 jugadores que jugaron más de 500 minutos y no están casados con una Kardashian, y ninguna jugada suya fue efectiva: estuvo por debajo de la media cortando a canasta, posteando y tirando tras pase. Marion tendrá 34 años la temporada que viene, y en su juego siempre ha utilizado mucho una capacidad atlética que va perdiendo poco a poco. De todas formas, su mal temporada pasada fue bastante inusual, porque ese TS% fue el peor registro de su carrera, a 2.3% del de su año de novato, y 6.3% menos que el de 2010-2011, pese a que el porcentaje de utilización fue muy similar.

Lo de Marion puede ser un problema estructural, porque su EFG% se hundió los ratos que estuvo en el puesto de alero, donde pasó a jugar el 86% de los minutos, después de estar allí solo el 52% el año anterior. Con la llegada de Kaman y Brand, y con los horribles resultados que tuvieron los Mavericks como equipo con Marion jugando de ala-pívot (él en concreto anotaba mejor pero fueron la friolera de 18.3 puntos peor por 100 posesiones) y sabiendo que los Mavericks son precisamente el equipo que más utiliza el +/- ajustado y por quintetos de toda la Liga, y no solo para el mercado, sino para decidir cómo y con quién jugar, lo más probable es que pase aún más tiempo de 3 la temporada que viene, y como Marion repita actuación en ataque, los Mavs se van a encontrar de golpe y porrazo con un lastre en la ofensiva. Como Shawn seguirá aportando en defensa es de esos jugadores que es justificable tenerlos en pista, pero Carlisle de repente tendrá que hacer un esfuerzo para disfrazarlo en ataque.

Las dos buenas noticias, uno, la mejoría esperada en ataque en el puesto de pívot puede hacer que los Mavs se permitan la regresión de Marion en el puesto de alero, y dos, la tímida recuperación de su triple: todavía sigue sin meter más del 30% desde que salió de Phoenix hace 4 años y medio, pero la temporada pasada fue la mejor fuera de Arizona, tanto en volumen como en porcentaje, y este año, con Collison y Mayo más proclives a penetrar, y más juego de espaldas previsiblemente, el equipo de Carlisle debería sacar más balones hacia fuera, y Marion tiene que estar listo y dispuesto para aprovecharlo. Y ojo, porque si él no lo está, los Mavericks tienen un gran rookie al acecho. Todo el mundo nos hemos subido al carro de Jae Crowder, hasta tal punto que es casi imposible leer una crónica o comentario del Draft que no una la palabra robo al de Marquette. Lo único que tiene en su contra es la experiencia.

Así que o tenemos un Matrix Reloaded, o igual Carlisle hace una Revolution, y juega con Predator.

  • ¿Más bloqueo directo? Difícil decisión

Los Mavs fueron 22º en eficiencia en bloqueos directos, pero estuvieron entre los equipos que menos lo utilizaron. Curiosamente, los 4 jugadores exteriores que finalizaron más de 100 veces (Terry, Carter, West y Beaubois), estuvieron por encima de la media en puntos por jugada para bloqueados, y fue Nowitzki, el que, tal vez inesperadamente, estuvo por debajo en la de bloqueadores. Los dos principales fichajes para el juego exterior de Dallas, vienen del penúltimo y antepenúltimo equipos en ese aspecto, y el bloqueo y continuación fue el año pasado la jugada más ineficiente respecto a la media, tanto para Mayo como para Collison. Y Brand y Kaman también fueron menos eficaces de lo que se espera en un hombre alto. A no ser que Carlisle invente un nuevo truco, o alguna de las nuevas parejas de baile desarrolle una química inesperada, los números parecen estar en contra de que los Mavs tiren de bloqueos directos, y más cuando el equipo tiene otros recursos como ejecutar más aclarados, con Nowitzki que fue el 5º jugador más eficiente de la Liga, y 2º entre hombres altos tras Bargnani o Mayo que fue 29º, por encima de la media. Collison también es un jugador muy capaz, ya que quedó un pelo por debajo de la esperanza.

Pero aún así, tiene bastante sentido que los Mavs prueben las nuevas combinaciones. Brand y Kaman, aunque no anotaran a un gran ritmo, vienen de dos equipos muy extremos en la manera de utilizar el bloqueo directo: en Philly lo acababan casi siempre los bases (78.4% de las ocasiones) y en los Hornets muy poco (el 62.4%). Incluyéndolos en un sistema menos previsible, en el que sea más difícil programar en que manos va a acabar el balón (la media está en un 68.4%) tal vez mejoren su rendimiento. Con Collison sucede lo mismo, Indiana fue el equipo que menos jugadas acabó con el bloqueado, un 57.6%. Y Dallas hasta ahora también ha estado bastante descompensando, abusando de Nowitzki. Tal vez estos cuatro jugadores prosperen entre ellos con una distribución más racional.

Y luego hay una opción que podría ser muy interesante: el doble bloqueo directo. Los tres hombres altos de Dallas pueden, hasta cierto punto, mejor o peor, cortar a canasta o tirar a media-larga distancia con solvencia suficiente. Estoy seguro que solo pensar en los emparejamientos y opciones de pase que podría conseguir Nowitzki con esta jugada, si disfrazan bien que hombre alto hace el roll, y cual el pop, con dos hombres abiertos en las esquinas, se le pondría un poco morcillona caería la baba al teutón. Si a esto unimos que los Mavericks casi siempre tendrán a dos exteriores capaces de ejecutarlo, al comienzo de la jugada podrían juntar a los 4 en el poste alto, confundiendo también sobre quién será el bloqueado. Aunque la calidad de los jugadores, salvo Nowitzki, y sobre todo en el perímetro sea peor que la de los Lakers, el mayor rango de Dirk comparado con Gasol y de Brand/Kaman con Howard, hacen que esta opción pueda ser mucho más mentirosa en los Mavs.

  • Peeerooo sigooo siendooo el Köööönig

Dirk, la temporada pasada, dio un pasito atrás estadísticamente, y a la vista del mundo, pero sigue siendo un jugador impresionante que hace mejor a su equipo y demanda la atención máxima del contrario. Aunque sea un año mayor, parece que el cierre patronal no le sentó muy bien por lo que dijo Cuban, y si todo va bien esto puede ser tan solo un paso atrás para dar dos adelante.

Fue su año con menos minutos por partido desde el de novato, el peor en anotación y rebotes desde el 2000, en asistencias desde 2001 y en TS% desde 2004. Pero más allá de los números del box-score, siguió siendo el indiscutible rey de los Mavericks. Con él en pista, el Índice Ofensivo de los Mavericks creció a 106.3 y el defensivo bajó a 99.7. Cuando Dirk se iba al banquillo, era como ver a un niño gordo levántandose rápida y abruptamente del balancín: el Índice Ofensivo acababa en 98.0 y el Defensivo en 107.1. Si pudiéramos estirar el rendimiento de los Mavs con él en pista a 48 minutos en 82 partidos, ganarían 58. Desde el banquillo vería solo 18 victorias.

Es verdad, claro está, que este +/- no es solo cosa de Dirk, que está con 4 compañeros más en pista. Pero es que la diferencia en los minutos que se separan, uno por uno, es brutal. Con Marion compartió 1294 minutos y la diferencia entre sus +/- en los restantes es, agárrense, de 342 puntos. Es decir, en los 785 minutos que Dirk estuvo en la pista sin Marion, los Mavericks fueron 342 puntos puntos mejores que el rival, comparados con los quintetos que jugaron los 625 minutos de Marion sin Dirk, 11.6 puntos de diferencia por 48 minutos. Aunque en el resto de casos la diferencia no sea tan extrema, Dirk fue 246 puntos mejor que Terry compartiendo 1164 minutos, 195 puntos mejor que Kidd estando juntos 989, 41 mejor que en los 982 minutos con Carter y la diferencia fuera de los 870 que pasó con Haywood es de 237.

No os estoy descubriendo América diciendo que Nowitzki es muy bueno y una pieza importantísima en Dallas, pero cualquiera que se fije solo en puntos y rebotes podría pensar que la diferencia entre Dirk y sus compañeros se acortó. Y nada más lejos de realidad.

  • ¿Qué ocurre cuando pierdes al jugador defensivo del año?
Dallas Mavericks en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
12º 14º 13º

Si eres Dallas, nada.

Pese a que Chandler se fue a New York, los Mavericks se mantuvieron en el mismo puesto de la Liga en Índice Defensivo, y recibiendo los mismos puntos por posesión ajustados a la media de la Liga. El gatopardismo vive en Texas.

En EFG% permitido mejoran un puesto, generaron un poco más de pérdidas y rebotearon mejor en defensa, a cambio de llevar más al otro equipo a la línea, pero en general, la filosofía es la misma. Apunten un punto más al concepto de que  la defensa es en gran parte equipo, y en mucha menor cantidad, individualidades.

Los Mavs son el equipo que más y más variadas defensas en zona usan, y eso les permite ser más permeables a los cambios de personal, y ser 5º dominando el rebote defensivo a pesar de que su mejor hombre es el 59º en la clasificación individual entre todos los que jugaron más de 500 minutos. Este año, el equipo añade además a Brand, infravaloradísimo defensor, que formó parte de la 3ª mejor defensa el año pasado, y jugador que menos puntos por jugada permitió al ser posteado en toda la Liga (Haywood estuvo muy cerquita, eso sí). Y Kaman, fue 24º en la clasificación de rebote defensivo, mejor marca que cualquiera en los Mavs a título personal, con Brand también por encima en porcentaje reboteador que Mahinmi y Haywood.

Individualmente, se puede pensar que la defensa también gana con el cambio de pareja. Pero, para empezar, el sistema más repartido, no calibra bien la contribución de Haywood y Mahinmi en el rebote. Además, los dos llevan más tiempo en este esquema y llegaron a coincidir con el hombre que lo empezó todo, Casey, por lo que al tener que contribuir más y adquirir protagonismo la temporada pasada, lo hicieron en un entorno que ya conocían y al que habían contribuido en años anteriores. Monte Mathis, un asistente que será entrenador principal más pronto que tarde tiene que empezar con los nuevos de cero, y aunque Brand no esté en duda, la contribución de Kaman más allá del rebote, y la adaptación de los dos, sí.

Con Kidd pierden a otro buen reboteador defensivo (su 14.8% es de los mejores entre los bases), pero si el 9.3% de Collison y el 12.1% de Mayo se traducen directamente al sistema Mavs, están muy cerca de igualar la contribución conjunta de Kidd y Terry (7.4%). Dahntay Jones y Jae Crowder, en los minutos que tengan, también traen una buena mentalidad, aunque los dos serán novatos, uno del sistema, y el otro en el sentido más amplio.

Y finalmente, si hablamos de defensa hay que hablar, de… gulp… Vince Carter. Olvídate de los Mayas, vivimos en un mundo en el que Kidd es un tirador y la mejor contribución que Vinsanity hace a un equipo es su defensa. Es de los jugadores que menos puntos por jugada permitió a su par el año pasado en toda la Liga, en cualquier posición, y aunque Marion y Kidd se llevaban al mejor jugador cuando coincidían, evitar puntos rivales, aunque sean los del eslabón más débil, es necesario, importante, y suma. Carter lo hizo muy bien, y no hay motivos para pensar que la tendencia cambiará.

  • En conclusión

Cuando miras los números (normales, avanzados, la edad…) te da la impresión de que la pareja KiddTerry se puede sustituir, sobre todo por Kidd, de manera muy fácil con las versiones actuales (ni siquiera una hipotética figura como «y si todo sale bien y mejoran…») de Collison y Mayo, con un poco de Beaubois. Pero cuando repites esa frase en voz alta, te recorre un escalofrío, y es inevitable pensar que algo no está bien y que en algún sitio te estás perdiendo.

Por otro lado, creo que Kaman y Brand mejoran y mucho a Haywood y Mahinmi. Pero los Mavs, sobre todo en defensa, han sido un conjunto sólido, de esos que no se puede explicar despiezándolos en individualidades y no puedes garantizar, aunque te dé la impresión, que el juego interior va a ser más productivo la próxima temporada

Esta proyección está acechada por dos demonios, Kidd y Kaman. Si ambos son quienes creemos que son, está maldita antes de empezar. En ataque, si los Mavs se apoyan en el monstruo de tres cabezas del juego interior, la configuración me recuerda a los Utah Jazz del pasado año, pero subir a los Mavericks al 6º puesto en Índice Ofensivo, donde estuvieron los de Salt Lake City, me parece mucho: desde 2009 no han estado tan alto, ni siquiera el año en que fueron campeones. Quedarse a medio camino de volver al nivel de 2011, metiendo 108.1 puntos por 100 posesiones, me parece una aproximación más lógica. Y en defensa, vamos a echarle un capote a Kidd y al hecho de que el nuevo personal viene con una mentalidad mucho más ofensiva en general y no conocen los sistemas de Dallas, y vamos a bajarlos aproximadamente al 10º puesto en Índice Defensivo, pasando a los 105.2 puntos en contra por 100 posesiones.

Esto les daría unas 49 victorias, y un regreso a los Playoffs para intentarlo otro año más.