Con motivo del Global Game entre OKC y el Real Madrid de este lunes, la NBA Zone se ha instalado este finde en la capital del Reino, y además de los juegos, regalos, sorteos y experiencias para todo el público, han acercado a tres ex-jugadores convertidos en embajadores de la NBA a nuestro país. Hoy hemos tenido la oportunidad de charlar con Shawn Marion, Jason Richardson y Vladimir Radmanovic, y mañana de 10:00 a 14:00 todavía puede que tengas la oportunidad de hacerlo tú también si te pasas por Puerta del Rey a dominguear un poco.
Los jugadores, que llevan muy poco tiempo fuera de la Liga, están disfrutando de su nueva situación. Richardson, que se retiró tras firmar brevemente con Atlanta por motivos de salud, tras pasar años en los Sixers luchando contra las lesiones, ahora se siente «bien: puedo correr con mis hijos y pasar tiempo con ellos. Creo que seguir jugando al baloncesto no era bueno ya para mí. El Juego me ha tratado bien y no quería abusar y pasar el tiempo en el banquillo, así que era la hora de irme. He tenido una gran carera, no he conseguido algunas cosas, pero he tenido un impacto.» Sobre si la gente se da cuenta de lo que cuesta luchar frente a las lesiones cree que «sí se da cuenta, pero no todo el mundo. Pagas el precio en tu cuerpo, cuando juegas lesionado, enfermo, o cuatro partidos en cinco noches. El sueldo es bueno, pero tiene un precio, hablaba antes con Ron Harper (que también está por aquí) de lo mal que tenemos las rodillas y que a veces no podemos andar. Pero si pudiera lo volvería a hacer, volvería a sacrificar mi cuerpo hasta que no pudiera mas.» Marion está «ocupado pasando el mayor tiempo posible con mi hijo, relajado, pensando en cuál será el próximo capítulo de mi carrera. Ahora él es la prioridad, todo el resto está en segundo plano«. Lo que más echa de menos es «el compañerismo, el vínculo con los compañeros, las bromas y las risas. Competir también lo echo de menos, pero aún juego de vez en cuando.» Para él, que siempre se ha sentido (y para mí lo ha estado) infravalorado toda su carrera, llegar al Salón de la Fama sería «genial, habla por sí solo. Ahora tengo que esperar mi turno, son 5 años (ya sólo le quedan cuatro), así que ya veremos«. Radmanovic también mantiene su relación con la NBA como embajador viajando por el mundo: «llevo viniendo a España un par de años, y siempre estoy entusiasmado en volver con motivo de los Global Games«. Sobre su propia retirada y la de otros compañeros legendarios, el sentimiento que expresó Marion creo que sería aplicable al resto: «Es triste de ver, pero al final acaba pasando, no puedes jugar siempre. Fue genial, pero ahora hay que desearles lo mejor en sus próximas emprendeduras«.
Marion y Richardson son además ex de los equipos que se midieron en los últimos Finales, por lo que hablar de ellos era inevitable. A Matrix le encantó el enfrentamiento y «lo mucho que significa el título para el equipo y para la ciudad, va a ser realmente revitalizante para Cleveland«. Para J-Rich «el nuevo equipo (de los Warriors) es increíble, añadir a Kevin Durant al equipo les pone en una nueva categoría, anotarán muchos puntos y serán divertidos, no puedo esperar a que comience la temporada. Creo que KD va a tardar un poco en acostumbrarse al equipo, pero encontrarán una manera de descubrir como juegan bien juntos, son un gran grupo que sólo quiere ganar«. Dar un pronóstico ya es más difícil, aunque Richardson se aventura a hablar de repetición de final «cualquiera de los dos puede ganarlo. GSW tiene a Durant, pero Cleveland a LeBron James que creo es el mejor jugador del mundo, y han añadido piezas como Dunleavy, a la espera de que solucionen el problema con JR Smith para que regrese al equipo. Espero que se vuelvan a ver: en las Finales, partido 7, con un último gran tiro. Eso es lo que quieres ver como fan: la competición, los dos luchando entre ellos.»
A Radmanovic por su parte, se le asocia con otro equipo, aquel con el que fue a Los Finales, y que ahora dirigirá un viejo amigo: «Jugué un par de años con Luke Walton y es un gran tipo y compañero, así que espero que pueda aportar eso al equipo y hacerles mejores los próximos años«. «Cada franquicia tiene un principio del fin, y les pasa ahora con Kobe. Los Lakers tienen que buscar a su nueva estrella. Va a ser una transición dura pero nada es imposible, va a ser un proceso lento, no van a ser los de la ultima década, pero tienen que trabajar y quizá en los dos próximos años, si llegan buenos jugadores, construyan una nueva era«. La última parada de J-Rich fue en otro equipo en situación tan complicada, los Sixers, y más ahora que hemos conocido la lesión de Ben Simmons: «Es muy desafortunado, han tenido muchos problemas con sus elecciones altas del Draft y espero que no sea un estigma. A chicos como Nerlens Noel o Joel Embiid, que son realmente buenos, será divertido verles jugar. Espero que se recupere pronto y puedan todos empezar a intentar ganar partidos«.
En otros temas de la Liga, el escolta, toda una eminencia del mate con sus dos títulos de Campeón, cree que el último fue el «mejor concurso jamás. Es una de esas cosas que nunca quieres ver terminar, quieres verles volviendo a matar 100 veces. Fueron geniales, es de lejos el mejor concurso de mates que he visto.» Y Radmanovic no se acaba de creer la revolución posicional, o al menos, desde luego, él no se vería jugando de cinco «soy muy ligero peso unos 100 kilos y aún no es suficiente, hay muchos jugadores grandes y fuertes. No hay leyendas dominantes como O’Neal, Olajuwon o Ewing, pero creo que es temporal, con suerte aparecerán nuevos jugadores y cambiarán la cara a la NBA.«. Sobre la posición de cuatro abierto y la soledad que a veces implica, recuerda que «el baloncesto es un deporte de equipo y todo el mundo tiene un rol. Las franquicias que tiene grandes jugadores y necesitan espaciado, buscan a ese 4 abierto que pueda aportar la amenaza extra desde el exterior y quitar un defensor del medio de la pista. Sabía cuál era mi rol cuando jugaba y espero que todos los que lo hacen ahora mismo lo entiendan como yo. Se trata de ganar, si tu equipo lo logra, estas haciendo tu trabajo.»
Finalmente, un tema por el que los tres jugadores fueron preguntados es el tenso clima social en Estados Unidos, y las protestas que se pueden producir en la NBA. Aquí tiene una experiencia única Jason Richardson, cuyo padre es policía, «cuando suceden cosas como esta la NBA nos deja expresarnos: los jugadores se ponen camisetas, sudaderas, y no nos prohíben hacer nada de eso. Es bueno que la Liga nos deje ser activos socialmente, expresar nuestro enfado con lo que sucede. La brutalidad policial sobre hombres desarmados no es justa y tiene que parar. He sido criado por un policía, mi padre, pero no tengo prejuicios. Sé por lo que tenía que pasar cada noche, tenía que volver a casa, así que lo que necesitamos es mejor entrenamiento policial en América.» Marion se centró en que «lo bueno de vivir en los Estados Unidos es que puedes luchar por lo que crees, no hay nada malo con apoyar lo que tú quieras. Estoy absolutamente de acuerdo con la libertad de expresión«. Vladimir por su parte apoya «a todo aquel que esté en lo correcto, y el racismo o la homofobia no deberían existir en el mundo moderno. La NBA está intentando sacarlo del baloncesto y con suerte del resto de la sociedad, pero no puede cambiarlo todo«.
Y así es como nos acercamos a lo que piensan tres jugadores que han sido importantes en el pasado reciente de nuestra Liga, seguid atentos a las actividades de los próximos días si estáis en Madrid o la siguiente parada, Barcelona.
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Tras ganar el título en 2011, Cuban empezó una reconstrucción competitiva, con la esperanza de que Nowitzki pasara los últimos años de su carrera junto a otra estrella de su nivel. Los intentos no fructificaron, y tras un verano en el que muchos jugadores firmaron con los Mavs por un año para mantener su flexibilidad, esta temporada ya se han mojado un poco más repartiendo contratos multianuales.
Así, vuelven a presentar por segundo año consecutivo una plantilla muy diferente a aquella con la que acabaron la temporada anterior, en la que hay 9 caras nuevas (una de ellas, la de Devin Harris, viejo conocido) y sólo conserva a Dirk y Marion del equipo que ganó el anillo. Llegan Monta Ellis y José Calderón, una pareja qué abre muchas preguntas, pero con impepinable talento, y con Dalembert vuelven a tener alguien para cerrar el espacio aéreo dos años después. No sorprendería verles dentro ni fuera de los Playoffs, pero si el Robin Hood alemán sigue envejeciendo bien, junto a un maestro como Rick Carlisle, conviene apostar por ellos.
Radiografía de los Mavericks
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Have Dirk, will travel
Con 35 años cumplidos en verano, Nowitzki no está en su plenitud deportiva, pero de momento no ha mostrado signos de perder sus habilidades de golpe pronto. Es verdad que bajó de los 20 puntos por primera vez desde su segunda temporada en la Liga, para los que nos tendríamos que ir al milenio anterior, pero fue una cuestión de volumen: sus porcentajes, rebotes, asistencias y pérdidas son mejores a los del año pasado, simplemente compartió más el balón que nunca, lo cual es una noticia regular, porque hasta ahora, no se podía encontrar a nadie mejor para tirar que él (y este año seguramente, sigue sin haberlo en este equipo). Lo que parece quedar claro, viendo como el hito coincide además con la última vez que no se clasificaron a Playoffs, es que según las estadísticas (no) avanzadas, si Dirk mete más de 20 puntos por partido, los Mavericks se clasifican para las eliminatorias por el título.
Profundizando un poco, su RAPM es el 24º mejor de la Liga, con él en pista, los Mavs fueron 1.8 puntos por 100 posesiones mejores y su diferencial en minutos de Dirk pasaría a ser 14º en Liga, en la zona de Playoffs. Desde que se recuperó, los Mavs tuvieron un récord de 28-25, y cuando juega más de 25 minutos, de 26-22, es decir, sigue siendo un jugador de gran impacto aunque la última temporada la pasara un poco de puntillas.
Simplificando muy groseramente, en la NBA puedes separar en tres grupos a un jugador de perímetro. A los que les encomiendas el balón porque saben moverse con él, penetrar, pasar, etc… es decir, los playmakers, por un lado. Aquellos que lo que hacen es tirar bien, y por tanto, están pendientes de recibir el balón y no de distribuirlo, por otro. Y los que pueden hacer las dos cosas y por tanto se ponen en el papel que mejor se les da o el que complementa a su compañero.
Aquí estaría bien tener una nota al pie a lo Grantland. Existe un cuarto grupo, el de aquellos que ni son playmakers ni tiradores, pero han hecho carrera en base a la defensa. Les cuesta minutos en el campo y millones en el banco, pero ahí están. Y si no tiras bien, ni creas juego, ni defiendes, entonces supongo que estoy hablando con Sam Young, y por tanto es normal que hasta el 26 de septiembre nadie te haya ofrecido un contrato (no garantizado).
Imaginemos dos jugadores que los más listos del lugar identificaréis rápido. Uno de ellos lideró la Liga tirando de 3, con un 46.1%. El otro, fue el peor de los 134 que realizaron el número mínimo de intentos según el criterio de la NBA, con un 28.7% de acierto. Los dos miden 1.91 y son sospechosos en defensa, pero el primero pesa 12 kilos más. La solución parece clara. Que el segundo haga de base playmaker y el primero de escolta tirador.
Así es como torticeramente (o no) cambiamos los papeles a Monta Ellis y Jose Calderon. Si los Mavs pudieran sumar las virtudes de ambos en un solo super-jugador, a este no le faltaría casi nada en ataque. El español pone el acierto en el tiro, la solidaridad y el liderazgo y Monta su mentalidad agresiva, el control de su cuerpo y el descaro. Pero son dos jugadores que se encuentran más cómodos y habituados a operar con el balón (aunque Ellis lleva año y algo ya compartiéndolo) y que no casan bien en la teoría.
Carlisle tiene una tarea hercúlea por delante para sacar el máximo rendimiento a los nuevos fichajes, y por suerte, es uno de los mejores entrenadores a los que encomendarse. Alguien con su imaginación y versatilidad seguro que encuentra la manera de aprovecharlos y, después de todo, ya está acostumbrado a extrañas parejas como esta.
En su primer año como entrenador, los Pistons tenían a la pareja Chucky Atkins–Jerry Stackhouse. Atkins, correcto en el tiro exterior, pero nada del otro mundo, era mucho menos trascendente que Calderón y Stackhouse es de los pocos jugadores en la Liga con peor tiro de 3 aún que Monta a lo largo de sus carreras. De hecho, en aquella temporada con Carlisle, metió lo mismo que Ellis el pasado año: 28.7%. Aún así, tuvieron una eficiencia más que respetable en ataque (12º en la Liga), y eso que contaban con mucha menos ayuda de lo que se espera en Dallas (Clifford Robinson con 35 años, Ben Wallace, Jon Barry…) Y el año siguiente puso los cimientos de la pareja Billups–Hamilton, otro escolta que apenas tiraba de 3, aunque ni Calde es el creador tras bote que Mr. Big Shot era, ni Ellis se desenvuelve tan bien en la media distancia.
Para mí, el Factor X, y la primera pieza a poner en marcha, es Monta. De Jose ya sabemos lo que puede y no puede hacer, y que seguramente cumplirá en lo que se le mande, como lo que es, uno de los jugadores más consistentes de la Liga. Pero Ellis tiene gen de estrella, uno de esos jugadores que pueden hacer cosas a un nivel que muy pocos superan. Es muy buen pasador, pero a estas alturas de su carrera no sabemos si nunca ha podido, o no ha querido, aprovecharlo. Con Dirk, uno de los mejores hombres altos en la Liga (por no decir el #1) con el que hacer un bloqueo directo y el ya mencionado Carlisle, se acaban las excusas y las preguntas. Por un lado ha dicho que quiere volver a atacar la canasta, que lleva un tiempo conformándose demasiado con tiros, y que va a volver el «Monta Basketball» pero en los Media Day se dicen muchas cosas.
Uno de los jugadores más excitantes, pero, hasta ahora también, más ineficaces de la Liga, tiene encima un reloj de arena ya girado, contando los minutos que le quedan. Los Mavericks tienen una amplísima rotación en el perímetro, con 8 jugadores en lugar de los 6 habituales (unos 3 por puesto), donde 7 son nuevos en el equipo y ante Carlisle. Devin Harris regresa en diciembre-enero, y hace mejor pareja con Calderón porque su tiro, que ha mejorado con los años, le permite jugar de escolta con menos dudas, y es buen defensor en ambas posiciones. En su mano está no acabar saliendo del banquillo de este equipo.
Y es que esa es otra: la pareja promete ser terrorífica (de mala) en defensa. Ninguno de los dos puede defender escoltas convincentemente, a Calde le cuesta mantenerse delante de los bases rivales, y a Monta poner la tensión suficiente para perseguir jugadores. Al igual que en ataque, no me extrañaría que viéramos a Jose con el papel habitual cambiado, ocupándose de los escoltas/jugadores sin balón. En la NBA actual creo que esto es un trabajo más de constancia (estar dispuesto a correr entre múltiples bloqueos, no perder la vista a tu jugador en los cortes), mientras que la defensa sobre el balón requiere menor tiempo de reacción y explosividad, y además, teniendo en cuenta que el español es también algo más grande, me parece una decisión lógica sobre el papel.
La suerte está echada, y los contratos firmados. Otros equipos necesitan salud, desarrollo de sus jóvenes, que su banquillo no dé mucho asco, o un milagro. Los Mavs probablemente empiecen y acaben donde termine esta pareja. ¿Y eso dónde puede ser? Pues… casi en cualquier lado, me temo.
La interesante madurez de Calde
Los años le están sentando bien a José Manuel Calderón, que está jugando su mejor basket desde que los Raptors llegaron a Playoffs, hace 5 años ya. Líder de la Liga en porcentaje de tiro de 3 (con un menor volumen de lo que otros jugadores cerca de él, pero ahí está), estuvo mejor en la primera mitad de la temporada en Toronto, en competencia directa con Kyle Lowry, que en los últimos compases de otro año en la sombra para Detroit. Luego, no descansó, se fue con la selección española al EuroBasket, donde pasó muchos minutos de escolta, algo que no sé qué tal le venía al equipo, pero para él, de cara a lo que tal vez le espera este año en Dallas, fue un entrenamiento magnífico.
Calderón es el ejemplo más claro de jugador que se limita a hacer lo que puede, y a tratar de no restar. Tiene un excelente porcentaje de 3 porque sólo tira si lo ve claro (no necesariamente tras pase), es de los mejores bases en puntos por lanzamiento cerca del aro (también porque se acerca cuando ve que puede nada más), y este tipo de cosas realzan más cuando hay buenos compañeros que recogen el guante y utilizan bien todas las posesiones que quedan libres, que rodeado de jugadores poco hábiles o eficientes.
Sería muy buen jugador de equipo aspirante, no porque sea español y queramos que gane así por la cara, como suele pasar, sino porque realmente su juego es de gregario convencido, de esos que tan bien complementan cuando tienes más estrellas. Al final cayó en Dallas, que no es mala situación si Dirk y Monta están a buen nivel.
Mejor cuando es agresivo y crea ventajas que cuando amasa el balón, tiene una pequeña e inoportuna tendencia a esperar demasiado en lo alto de la pista en muchas jugadas. La paciencia puede ser una virtud, y más en un deporte que muchos juegan acelerados, pero Calde lo lleva demasiado al extremo. Si no divides la defensa penetrando, o tus pases no se van encadenando con otros, lo único que haces deambulando por el exterior es esperar a que alguien se libere un poco, para que acabe tirando un apresurado e ineficiente tiro de dos lejano. Y eso no es dirigir bien, es lavarse las manos, y Calde muchos partidos los acaba que podría amasar pan. El contrato de 4 años, teniendo en cuenta que tiene ya 32 (aunque pinta de cuidarse bien) se le puede hacer un poco largo a los Mavs, pero este año tienen un muy buen valor por dólar con él.
Vuelve a tener incentivo competitivo, y esperamos ver al Jose más guerrero, el mejor.
Póntelo, pónselo
Y para tapar los estropicios que Calde y Monta puedan montar, los Mavs necesitaban un protector del aro y reboteador. Con la ventaja que da tener un ala-pívot como Nowitzki de cara al espaciado en pista en ataque, Dallas se puede permitir un pívot sin mucho rango en ataque, y con su presupuesto lo hicieron bastante bien.
Dalembert es un especialista defensivo. Su RAPM (+/- ajustado u normalizado), aunque todavía sólido, lleva un tiempo bajando y para un jugador de 32 años, empieza a preocupar, pero recordemos que el contexto importa, y por mucho ajuste que se haga, estos números tienen todavía una componente que depende de los jugadores que te rodean y a los que sustituyes, y Dalembert en este caso era el suplente del tercer mejor defensor por la métrica esta temporada. Además, su perfil es perfecto para recuperar páginas del libreto de la defensa en zona de Dwane Casey, que el año pasado se usó mucho más intermitentemente.
Pero no todo va a ser la defensa. Carlisle ya ha dicho que «está un poco infravalorado en ataque» y cuando ha tenido minutos de titular siempre ha rascado los 10 puntitos con buenos porcentajes. De hecho, este año, metió 35 saliendo desde el banquillo, en 27 minutos, contra Denver, en uno de los partidos WTF? del año, algo que muchos pívots de un nível comparable al suyo jamás han podido rascar.
Tiene un buen tiro desde ambas líneas de fondo, lo que le permite estacionarse algo lejos del aro si no participa de la jugada, y ofrecerse en los bloqueos laterales (que tanto le gustan a Monta) dando la opción de lanzamiento además de la de continuación. También carga mucho y bien el rebote de ataque, con una de las mejores tasas en la Liga, y lo puede hacer también en movimiento, llegando desde los laterales, no sólo cogiendo la posición bajo el aro. Lo malo es que desde el poste alto no presenta una amenaza creíble, lo que limita las oportunidades de Dallas de comenzar sus jugadas partiendo de la formación cuernos.
En definitiva, Dalembert puede mejorar a la triste versión del Kaman en declive que hubo el año pasado en Dallas, y es un complemento necesario en un equipo habituado a tirar y con problemas teóricos en defensa como van a ser los nuevos Mavericks. Y lo hace por una fracción del dinero.
¿Quién será el 3?
La mayor duda ahora mismo, seguramente, es saber quién acabará la temporada como alero titular de este equipo. Frente a Atlanta el 30 de octubre, Shawn Marion tiene más papeletas que nadie, por antigüedad, pero su contrato acaba y puede que no finalice el año, y Jae Crowder, o incluso Vince Carter, huyendo de la superpoblación en los puestos exteriores, llamarán a la puerta si se queda.
Como ya lleva un tiempo siendo costumbre, Marion produce más estadísticamente de ala-pívot que de alero, aunque me temo que por el baile que le dan, su posición no la define su propia actuación sino la de sus compañeros. Shawn cumple en ambos puestos, así que Carlisle puede preocuparse del resto, y luego dejar que la pieza Matrix caiga en el hueco que haya. Sigue siendo un comodín en defensa, ayudando mucho en los tableros, y con el tiempo ha ido ganando como pasador, pero su juego, a diferencia del de Dirk, por ejemplo, está eminentemente basado en su capacidad física y se supone que va a ir erosionándose poco a poco. Y aunque ha sido un jugador al que las lesiones apenas le han maltratado, el año pasado se perdió 15 partidos con distintas dolencias.
Si Jae Crowder acertara con el triple de manera regular, podría ser importante en un equipo acostumbrado a vivir y morir de la suspensión, que juntando a Ellis, Marion y Dalembert quizá tenga carencia, aún con Dirk y Calde. Con los mismos grupos de los restantes 4 jugadores, los Mavericks fueron 3 puntos por 100 posesiones mejores con Crowder que con Marion, aunque estos números son un tanto inestables, y la más utilizada en común, la casi-titular, con James, Mayo, Nowitzki y Kaman, fue un desastre con el novato de Marquette. Los Mavs seguramente estén interesados en el potencial de Jae como 3D, pero puede que no esté listo aún esta temporada.
Habrá que ver a lo largo de la temporada, porque este es otro puesto que quizá no acabe como empieza.
Banquillo completo
Con Devin Harris (cuando llegue), Vince Carter (mientras siga teniendo cuerda) y Brandan Wright (otro jugador fetiche, pena lo del rebote) saliendo presumiblemente desde el banquillo, la segunda unidad de los Mavs es. de forma indiscutible, una de las que más talento ofensivo tiene en la Liga, y además pueden ser complementados con piezas que juegan de una manera oportunista, sin necesidad de manejar el balón, como Wayne Ellington tirando (lo que le podría ganar minutos con la unidad titular incluso) o DeJuan Blair barriendo el rebote de ataque. En defensa tendrían que servir para algo los kilos que dicen que ha ganado Wright (y perdido Crowder), pero a las segundas unidades siempre se le pueden permitir estas cosillas.
Viendo la profundidad en conjunto de la plantilla, los Mavs son un poco débiles en el juego interior, donde sólo tienen 5 hombres con contrato garantizado además de Marion o Crowder, y una lesión de Dalembert les deja bastante vendidos en el puesto de pívot. Blair es pequeño para la posición, aunque haya jugado ya ahí y Bernard James, que pese a ser su segundo año en la Liga, en realidad es un veterano en cuanto a edad y físico (28 años), no da mucha confianza. Viendo como nadie le reclamó al ser cortado, no imagino mucha confianza alrededor de la Liga en sus posibilidades, y me pondría nervioso si tuviera que ser importante.
El jugador más apetecible para el espectador neutral de este grupo es sin duda Vince Carter. (Para nuestra desgracia) ya han avisado de que le van a poner un límite de minutos (unos 25 por partido) para que esté fresco, y pueda repetir lo del año pasado, es decir, su papel como uno de los mejores (y verdaderos) sextos hombres de la Liga. Si hace unos años hubiéramos dicho que Vince seguiría jugando a los 37 años, haciendo el trabajo más o menos sucio desde el banquillo, peleando y tirándose al suelo a por balones, en un equipo que ni siquiera estaba entre los aspirantes, creo que ninguno lo hubiéramos creído. Con casos como este, aquello de que los jugadores más atléticos envejecen mal es un axioma que deberíamos revisitar (aunque lo hayamos utilizado en este mismo espacio con Marion).
Pero lo cierto es que ya lleva algo de tiempo esforzándose sinceramente en defensa, y pese a la edad, tuvo el mejor porcentaje de tiro verdadero en su carrera: un 57.1%, y no es que lo consiguiera gracias a tirar menos o conformarse con menos protagonismo, ya que su porcentaje de utilización está en consonancia con lo que venía haciendo el último trienio. Más anotador que creador desde que dejó New Jersey, que marcara máximos de su carrera o casi (en porcentaje de 3 coqueteó con el registro), apunta a que el año pasado, en el que no cambió el contexto, los resultados fueron algo mejor de lo esperado, y eso casi siempre implica que este le espera algo de regresión a la media. Y sería una pena que algo cambiara porque la experiencia Vince Carter sigue siendo entretenida, 15 años después.
El otro día hablamos de que algo pasaba en LA y justo a las pocas horas, todas las sospechas de que algo pasaba se vieron confirmadas con la salida de Mike Brown de Lakers. Con todo esto, enseguida la maquinaria en LA se puso a carburar y después de un más que acercamiento a Phil Jackson, Lakers se decidió por otro Mike, D’Antoni para dirigir la nave lacustre los próximos 3 años (con otro opcional), pero cómo van a ser los Lakers de este otro Mike?.
Para empezar a ver que puede pasar con estos Lakers hay que ver que ha hecho D’Antoni anteriormente y claro, nuestra mente se va a Phoenix y aquellos Suns del ‘Corre corre que te pillo y tira a canasta ya leñe!‘, que es un poco la traducción del ‘Seven Secods Or Less‘ de los Suns. Allí Nash mandaba y junto a Amaré dominaban el Pick & Roll como nadie, con Shawn Marion y Joe Johnson en las alas tirando brutalmente de 3, esos eran los Suns que estuvieron a nada de las finales si no llega a ser por aquellas sanciones extrañas en SA… Luego vino la época en Knicks, unas temporadas raras, con el equipo intentando hacer hueco para un Lebron que nunca llegó y con un Melo que puso mucho de su parte para que fracasase el proyecto D’Antoni en la Gran Manzana, aún así, aquellos Knicks de Amare, Felton, Gallinari,… era un equipo molón de ver y después del Melodrama fue otra cosa…
Si hablamos de la defensa o de la poca defensa que pueden tener los equipos de D’Antoni, tenemos que empezar a decir que esto es un poco tontería y vamos a ver el por qué… El ideal del nuevo entrenador de Lakers es como el de los concursantes de cierto programa que hacen en cierta cadena con un 5 es decir, meter, meter y meter. Con lo cual, si a tu equipo le meten 115 puntos pero tu llegas a 120… qué más da? además, estos Lakers van a tener algo que no tenían aquellos Suns y es el poder intimidatorio y la defensa de Howard, otro plus más.
Otro punto para desmontar la teoría de la defensa de D’Antoni, es que sus equipos siempre han estado en la zona media en cuanto a defensas, es decir no eran desastrosos como mucha gente quiere hacer parecer, así que Lakers seguirá siendo un agujero defensivo (más o menos) pero todo parece indicar que vamos a ver muchos puntos en el equipo angelino ya que sin duda D’Antoni es un entrenador de ataque y eso es lo que demostró en Suns, pero de un ataque bastante alejado de lo que Lakers pretendía hacer con la famosa Princeton Offense, este ataque es más para Nash… y Howard.
Y donde deja esto a Kobe & Pau? pues donde ellos quieran, así de claro. Creo que Kobe va a ser inteligente y viendo la muy buena temporada que lleva a nivel personal, es de esperar que deje hacer a D’Antoni, el cual ya ha entrenado a Kobe en los dos últimos JJOO. Pau va a tirar más… para que os hagáis una idea, tiene pinta que será el Diaw de aquellos Suns, pero con un cobertura inferior al francés.
No olvidemos una cosa, este movimiento es un movimiento para esos 3/4 años y no para la inminencia que era el de Phil Jackson, algo extraño en estos Lakers que siempre se mueven en el ahora, pero la apuesta de Ketchup y los Buss es clara, quieren de vuelta algo de Showtime y D’Antoni es el perfil que puede darles eso.
Así que eso es lo que hay o mejor dicho, lo que puede haber, por que no os olvidéis que todo esto (y lo que leáis por ahí de diferentes gurus y demás…) son todo especulaciones porque hasta que no lo veamos no sabremos como son estos Lakers de Mike… D’Antoni.
Los Mavs son un equipo que está intentando estar a todo: quieren posicionarse ante la nueva realidad del reciente convenio colectivo, y al mismo tiempo no dejan de ser la penúltima franquicia que ganó la NBA y todavía tienen abierta, y no por mucho tiempo más, la ventana de Nowitzki, una de las superestrellas de la Liga.
Con los movimientos de este verano han logrado hacerlo en teoría. Lo primero, es seguro. Contratando a jugadores a los que solo les queda un año de contrato (Brand, Kaman, Collison, Jones e incluso Mayo, que podría optar por renunciar a su segunda temporada) los Mavs mantienen la flexibilidad futura. Solo Nowitzki, Cunningham, Crowder, Marion y Mayo tienen contrato garantizado en 2013, y estos dos últimos podrían elegir rescindirlo unilateralmente.
Lo que es una incógnita es el rendimiento en la cancha. No solo es el gran cambio de personal, los equipos en los que muchos jugadores acaban contrato son propensos a la volatilidad: podemos encontrarnos con un grupo haciendo el año de sus carreras para asaltar la caja, o un conjunto egoísta en el que todos quieren sumar más al box-score que a la columna de las victorias. Si a eso le añadimos que han llegado algunos jugadores con potencial, y tendrán un entrenador con buen cartel desarrollando jóvenes, la próxima temporada de los Mavs podría ir en muchas direcciones. Veremos.
Altas: Elton Brand (Philadelphia 76ers), Chris Kaman (New Orleans Hornets), O.J. Mayo (Memphis Grizzlies), Darren Collison (Indiana Pacers), Dahntay Jones (Indiana Pacers), Jae Crowder (Draft), Jared Cunningham (Draft), Bernard James (Draft)
Bajas: Jason Terry (62.2% de los minutos), Jason Kidd (42.9%), Brendan Haywood (35.7%), Ian Mahinmi (35.4%), Lamar Odom (32.0%), Brian Cardinal (8.6%), Yi Jianlian (6.3%), Kelenna Azubuike (0.6%)
Empezamos:
Dallas Mavericks en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
22º
15º
20º
25º
11º
28º
How the mighty have fallen
Como bien podéis ver, no fue precisamente el ataque de los Mavs, que el año pasado se despeñó por un precipicio, pasando de ser el 8º mejor al 22º, lo que hizo que el campeón volviera a entrar en Playoffs. Tendríamos que irnos a 1999, último año pre-Cuban, para ver fuera del Top 10 a la franquicia que llegó a liderar de la Liga en 2002, 2003, 2004 y 2006 y ha estado 12 años entre los 10 mejores. Se ve que las temporadas de lockout no sientan bien en Dallas.
Explicando con los 4 factores esa caída de 14 puestos y 6.4 puntos por 100 posesiones, la culpa no fue del rebote ofensivo, que ya era malo el año anterior, o las pérdidas, aún mayores, sino la eficiencia en el tiro. Los Mavericks pasaron de tener un EFG% de 52.5%, 3º en la Liga al 48.9%, y tiraron menos tiros libres. El cambio fue generalizado. Solo Kidd, que tiró menos, tuvo mejor TS% en 2012 que en 2011. Los minutos de Chandler, que con un 69.7 TS% lideró ampliamente al equipo fueron a parar a los menos eficientes Haywood y Mahinmi y Carter también fue peor que Barea, al que sustituyó en producción. Curiosamente, fue en ataque donde más se notó la baja de Chandler, el jugador defensivo del año. Oh, la ironía.
Para tratar de diagnosticar el problema de los Mavericks, comparemos el gráfico de tiro de ambas temporadas:
Lo primero que salta a la vista es como han empeorado en los triples desde la esquina derecha. En 2011, metieron 106 de 249 desde esa zona (63.9 EFG%) y este año 70 de 196 (53.6 EFG%) en idéntico número de intentos por partido, 3.0. Si separamos a los jugadores que tiraron desde ahí en 2011 en dos grupos, los que se fueron de Dallas (Ajinca, Butler, Brewer, Stevenson, Novak, Stojakovic, Barea y Pavlovic) y los que se quedaron (Nowitzki, Terry, Kidd, Jones, Cardinal, Marion, Beaubois), el primer grupo metió 47 de 110 (64.1 EFG%, 1.3 por partido) y el segundo 59 de 139 (63.7 EFG%, 1.7 por partido). Empate técnico salvo en el volumen. Hagamos lo mismo con los datos de este año: en un grupo los nuevos (solo 3 tiraron un triple desde la esquina derecha, Carter, Odom y West) y en el otro los 7 que repiten. Mientras que los refuerzos están en línea con el acierto de 2011, 19 de 44 triples, 64.8 EFG% en 0.7 intentos por partido, son los que se quedaron, que metieron solo 51 de 152, a un ritmo de 50.3 EFG% en 2.3 intentos por partido los que marcan la diferencia en 10 puntos de EFG% entre un año y otro.
Esto es solo la punta del iceberg ya que solo el 4% de los tiros de los Mavs llegaron desde ahí, y esa variación solo genera un cambio de 0.3 puntos por partido, queda de explicar un 6.1 de diferencia. El triple en general fue peor, pasamos del 36.5% de acierto en 21.6 lanzamientos de tres por partido al 33.9% en 22.2 intentos. Y aunque en el caso concreto de la esquina derecha echemos la culpa a los que se quedaron, cuando miramos al triple desde cualquier area, el mayor problema es que los Mavs no supieron reemplazar a un buen grupo de tiradores. En 2011, 6 jugadores metieron más del 40% de los 3.5 triples por partido que se jugaron, y de ellos solo queda Brian Cardinal, que de anotar un 48.3% pasó al 20.4%. Este año, nadie ha superado el 37.8%, y ninguno de los nuevos está por encima del 36.1%.
Pero no fueron solo los triples: en tiros de 2 bajaron del 51.6% al 48.2%, y de producir 17.5 puntos de tiros libres por partido, han bajado 2, a 15.5, ya que aunque el porcentaje es el mismo, van una vez menos a la línea por partido. Cuando hay una bajada tan drástica en el Índice Ofensivo, suele haber un aspecto especialmente remarcado, o un cambio de jugadores importante explicando buena parte de la variación. Pero esto es el Asesinato en el Orient Express (por si fuera necesario en una obra que va a hacer 80 años, SPOILER, al TS% de los Mavs se lo han cargado entre todos un poquito desde todos los sitios, FIN DEL SPOILER).
Siempre se ha escuchado que los jump-shooting teams, equipos que viven y mueren de los tiros en suspensión, fallan cuando las piernas están cansadas (otra idea para estudiar, que no parece muy complicada de medir ¿influye el cansancio y los partidos juntos más en equipos que tiran más lejos?), y el año de cierre patronal puede haber sido demasiado duro para estos Mavericks. Otra teoría es la de la llamada falta de hambre, que les ha hecho relajarse tras el anillo. Otra opción es que, un equipo en el que los 5 jugadores con más minutos tenían al menos 33 años, y dos más importantes dentro de la rotación 32, el pequeño y lento declive de cada uno haya contribuido a este desplome general. O por supuesto, echarle la culpa a Odom (aunque el récord del equipo los días que no jugó, 5-11, y tras ser apartado, 5-4 más el 0-4 de Playoffs, no parece sustentar la teoría). Tal vez lo que le pasa a este equipo es una mezcla de todas estas cosas. Lo bueno es, que si fuera así, el año que viene será diferente.
Empezando por el final, Lamar ya no está. Cualquier culpa que tuviera de jugar mal, con falta de entusiasmo o empozoñar el vestuario, ha desaparecido, y ya no puede ser excusa.
Luego, la pareja del perímetro que hubiera entrado con 35 y 39 años a la temporada se va para que vengan dos de 25 (como en el chiste). Brand tiene la misma edad que Odom. Y Kaman es un par de años más joven que Haywood. 26 años se han quitado de golpe los Mavs en 4 movimientos. Por edad, tampoco va a ser.
Si había falta de hambre por el anillo, en una plantilla que el año pasado tenía 9+1 campeones (contando a Odom por sus triunfos en los Lakers y a Vince CartMUAHAHAHA…) ya solo hay 4 que hayan magreado el Larry O’Brien. Y ahora que Terry se ha llevado el numerito del tatuaje a Massachusetts, siempre se lo puede hacer uno de los nuevos para dar buena suerte. Cualquiera menos Kaman, por favor, no vaya a ser que un día llegue a casa después de haberse bajado un barril de cerveza local, se mire al espejo, vea al caballo del logo, y le dé por disparar.
Y finalmente, al recuperar una agenda normal, los Mavericks ya no tendrían ese síndrome de piernas cansadas (que además se hubiera acentuado por la veteranía) el año que viene. ¿Todo solucionado? No. Este equipo ha perdido a los responsables del 44.7% de su producción, seis de ellos, Campeones NBA de pleno derecho. Y aunque se arreglen problemas por un lado, se pueden crear por otro.
¿Estos sí pueden tirar de lejos?
Después de que, por unas cosas u otras, las 6 primeras entregas hayamos repetido machaconamente la consigna de que el tiro lejano de 2 puede matar y producir impotencia, nos encontramos ahora con el caso de un equipo que casi no tira cerca del aro. ¿Les atizamos? Ya sabéis que llegar a la canasta es bien, porque el porcentaje de acierto es más alto, y los rebotes ofensivos y las faltas son más fáciles de producir, pero no hay nada malo en liarte a suspensiones, si eres lo suficientemente bueno… y das un paso atrás.
Los Mavs llevan 3 años en el Top 5 de equipos que menos tiros intentan por partido a menos de un metro de la canasta. De hecho, son la única franquicia que lleva tres temporadas entre los 5 primeros. Pero, lo bueno que tienen, es que no sustituyen este tiro por el de 2 lejano. El año pasado fueron 25º en ese tipo de intentos, y 24º en 2011. Lo que sí hacen es lanzar muchos triples (4º en intentos por partido este año) y son eran buenos metiéndolos. Con un 36.5% de acierto como tuvieron en 2011, el EFG% es de 54.8%. Todavía está lejos del 62.6%, media con la que se convierte a menos de un metro del aro en la Liga, y del 77% de acierto que tienen como equipo en tiros libres, pero los triples son necesarios para abrir el campo y poder generar esos intentos cercanos, y el 54.8 EFG% es muchísimo mejor que el 38.1 EFG% de los tiros de 2 lejanos o que el 42.6 EFG% del mejor equipo en esa zona.
De hecho, los Mavs, que son un muy buen equipo en tiros de 2 a más de 5 metros (4º en la Liga, 41.5%) los usan lo justo. Si tu equipo acierta el 27.6% de los triples (los Bobcats, que fueron los peores sobradamente, aún llegaron a meter el 29.5%), vas a salir a la par con un tiro de 2 que aciertas el 41.5% de las veces. Por supuesto, no los puedes eliminar por completo, tienes que mantener a la defensa honesta utilizando todo el campo, y si tienes un tiro solo hay que jugársela, pero los Mavericks han sabido encontrar el equilibrio.
Dicho esto, y diferenciándolo de casos anteriores, no estaría mal que los Mavericks consiguieran generar más oportunidades cerca de la canasta. Y esto puede venir este año desde su perímetro. Los dos prometedores jugadores que se ha traído Dallas, Collison y Mayo, son mucho más agresivos penetrando que Terry y Kidd, a los que sustituyen a priori. Jason, que casi se limita exclusivamente a tirar de tres ahora (el 82.9% de sus tiros de campo fueron triples, quién lo diría hace unos años) solo llegó a acercarse al aro en 10 ocasiones… en toda la temporada. Y Terry tampoco es muy de finalizar en la canasta: solo 11.8% de sus intentos los hace desde ahí. Collison y Mayo el año pasado tiraron el 29.4% y el 21.4% de sus intentos respectivamente en esa zona. A esto le sumamos que el poco más de 36% de acierto que tienen los dos desde el triple, está en la media entre el 37.8% de Terry y el 35.4% de Kidd (y con niveles de creación de tiro similar, a Kidd y Terry les asistieron el 78% de los intentos, a Mayo el 81%, a Collison el 77%, como decíamos el otro día comparando los nuevos escoltas de los Bulls, ni que los hubieran reemplazado echando estas cuentas), solo que en 5.8 intentos por partido en lugar de los 10.4 de los ex-Mavericks… y ¡tachán! En un mundo ideal tenemos una pareja que cuando tira de 3, lo hace al mismo ritmo, pero en lugar de tirar tanto desde el perímetro, lo mezclan con más penetración hacia la canasta. Tirando tras pase, Kidd–Jet fueron mejores, metiendo 494 puntos en 452 jugadas, a 1.09 puntos por posesión, mientras que Collison y Mayo se quedaron en 310 en 306, 1.01 puntos por jugada. Pero sin embargo, metieron 100 puntos más en aclarados. Carlisle pierde algo de volumen en el tiro exterior, pero tendrá la opción de utilizarlos de una manera más dinámica, algo que con Kidd ya no podía hacer, y si sabe sintonizar el balance exacto, Dallas no echará de menos su viejo viejo backcourt. Y eso sin contar que ese potencial del que los dos parecen todavía tener algo guardado, explote.
De todos modos, igual hemos echado las campanas al vuelo muy rápido, y los Mavs no salen tan fácil de entre los 5 equipos que menos tiran de cerca. Aunque el perímetro lo hará mucho más, no puede ser muy bueno que tiren más desde ahí que los dos nuevos hombres altos de los Mavericks. Kaman solo se juega el 28.6% de sus tiros a menos de un metro del aro (menos que Collison), y Brand el 20.5% (menos que Mayo). Teniendo en cuenta que el 61.4% de los intentos de Brendan Haywood y el 66.6% de los de Tyson Chandler hace dos años fueron ahí, los Mavericks podrían acabar con lo comido por lo servido.
Además, puede haber otro problema de superposición. Echemos un ojo a los gráficos de tiro de Nowitzki, Brand y Kaman del pasado año, en tres franquicias diferentes, eso sí:
Como podéis ver, hay una gran coincidencia en la media media distancia, especialmente sobre todo desde las líneas de fondo. Aunque Nowitzki tenga un rango mucho más amplio y Brand utilice mucho la zona de la pintura de frente a la canasta, los jugadores se mueven por zonas muy parecidas, y además, postean muchísimo. Los tres están en el Top 25 de los jugadores que más posesiones totales utilizan de espaldas a la canasta (y eso que Kaman se perdió 19 partidos) y parece demasiado que repitan el número de intentos del año pasado ahora que están juntos. De los 63 jugadores con más de 100 posesiones etiquetadas como post up, Nowitzki es 15º en eficiencia (0.93 puntos por posesión), Brand es 23º (0.80 ppp) y Kaman, ya por debajo de la media, es 48º con 0.76 ppp, por lo que en teoría ya sabemos quién es el candidato a sacrificio. Pero Kaman también era doblado más veces en New Orleans, y aunque de espaldas a la canasta anote por debajo de la media… cortando y tras bloqueo directo lo hizo aún peor, así que dejarle postear a lo mejor es lo menos malo.
Aunque parezca que han pasado siglos, solo dos años nos separan de una temporada de 18.5 puntos por partido de Kaman. Lo cierto es que el aleman (el postizo, no Dirk), nunca ha sido un buen anotador pese a su volumen: su FG% no ha llegado jamás al 53%, ni ha superado el 50% cuando lo ha acompañando de más de 12 puntos por partido. Una de las razones es que aunque es pívot, no acaba de jugar como uno, y los Mavs ya tienen algo así, pero en bueno y con mucho más rango, en Nowitzki. Y la otra, la del optimismo para Dallas, es que nunca ha tenido un compañero como Robin Hood al lado, y teniendo en cuenta que su mayor problema era tomar la decisión correcta ante un dos-contra-uno (junto a Bynum tal vez sean los dos peores en toda la Liga en ese aspecto), y que este año puede que no los vea la mitad de la mitad, estemos ante un jugador que va a estar a punto de ser alejado de su kryptonita. Kaman es sobre el papel un complemento un poco pobre para este equipo, pero intriga saber lo que puede hacer con un Dirk con el que ya tiene cierta familiaridad por compartir selección nacional. Hay equipos que saben lo que hacen y equipos que no, y los Mavs están claramente en el primer grupo. Confiemos en ellos.
Matrix Reloaded
Si hablábamos de que el declive en el ataque de los Mavericks fue algo general la pasada temporada, Shawn Marion fue un poco más protagonista que el resto. Tuvo el peor TS% entre los 11 jugadores que jugaron más de 500 minutos y no están casados con una Kardashian, y ninguna jugada suya fue efectiva: estuvo por debajo de la media cortando a canasta, posteando y tirando tras pase. Marion tendrá 34 años la temporada que viene, y en su juego siempre ha utilizado mucho una capacidad atlética que va perdiendo poco a poco. De todas formas, su mal temporada pasada fue bastante inusual, porque ese TS% fue el peor registro de su carrera, a 2.3% del de su año de novato, y 6.3% menos que el de 2010-2011, pese a que el porcentaje de utilización fue muy similar.
Lo de Marion puede ser un problema estructural, porque su EFG% se hundió los ratos que estuvo en el puesto de alero, donde pasó a jugar el 86% de los minutos, después de estar allí solo el 52% el año anterior. Con la llegada de Kaman y Brand, y con los horribles resultados que tuvieron los Mavericks como equipo con Marion jugando de ala-pívot (él en concreto anotaba mejor pero fueron la friolera de 18.3 puntos peor por 100 posesiones) y sabiendo que los Mavericks son precisamente el equipo que más utiliza el +/- ajustado y por quintetos de toda la Liga, y no solo para el mercado, sino para decidir cómo y con quién jugar, lo más probable es que pase aún más tiempo de 3 la temporada que viene, y como Marion repita actuación en ataque, los Mavs se van a encontrar de golpe y porrazo con un lastre en la ofensiva. Como Shawn seguirá aportando en defensa es de esos jugadores que es justificable tenerlos en pista, pero Carlisle de repente tendrá que hacer un esfuerzo para disfrazarlo en ataque.
Las dos buenas noticias, uno, la mejoría esperada en ataque en el puesto de pívot puede hacer que los Mavs se permitan la regresión de Marion en el puesto de alero, y dos, la tímida recuperación de su triple: todavía sigue sin meter más del 30% desde que salió de Phoenix hace 4 años y medio, pero la temporada pasada fue la mejor fuera de Arizona, tanto en volumen como en porcentaje, y este año, con Collison y Mayo más proclives a penetrar, y más juego de espaldas previsiblemente, el equipo de Carlisle debería sacar más balones hacia fuera, y Marion tiene que estar listo y dispuesto para aprovecharlo. Y ojo, porque si él no lo está, los Mavericks tienen un gran rookie al acecho. Todo el mundo nos hemos subido al carro de Jae Crowder, hasta tal punto que es casi imposible leer una crónica o comentario del Draft que no una la palabra robo al de Marquette. Lo único que tiene en su contra es la experiencia.
Así que o tenemos un Matrix Reloaded, o igual Carlisle hace una Revolution, y juega con Predator.
¿Más bloqueo directo? Difícil decisión
Los Mavs fueron 22º en eficiencia en bloqueos directos, pero estuvieron entre los equipos que menos lo utilizaron. Curiosamente, los 4 jugadores exteriores que finalizaron más de 100 veces (Terry, Carter, West y Beaubois), estuvieron por encima de la media en puntos por jugada para bloqueados, y fue Nowitzki, el que, tal vez inesperadamente, estuvo por debajo en la de bloqueadores. Los dos principales fichajes para el juego exterior de Dallas, vienen del penúltimo y antepenúltimo equipos en ese aspecto, y el bloqueo y continuación fue el año pasado la jugada más ineficiente respecto a la media, tanto para Mayo como para Collison. Y Brand y Kaman también fueron menos eficaces de lo que se espera en un hombre alto. A no ser que Carlisle invente un nuevo truco, o alguna de las nuevas parejas de baile desarrolle una química inesperada, los números parecen estar en contra de que los Mavs tiren de bloqueos directos, y más cuando el equipo tiene otros recursos como ejecutar más aclarados, con Nowitzki que fue el 5º jugador más eficiente de la Liga, y 2º entre hombres altos tras Bargnani o Mayo que fue 29º, por encima de la media. Collison también es un jugador muy capaz, ya que quedó un pelo por debajo de la esperanza.
Pero aún así, tiene bastante sentido que los Mavs prueben las nuevas combinaciones. Brand y Kaman, aunque no anotaran a un gran ritmo, vienen de dos equipos muy extremos en la manera de utilizar el bloqueo directo: en Philly lo acababan casi siempre los bases (78.4% de las ocasiones) y en los Hornets muy poco (el 62.4%). Incluyéndolos en un sistema menos previsible, en el que sea más difícil programar en que manos va a acabar el balón (la media está en un 68.4%) tal vez mejoren su rendimiento. Con Collison sucede lo mismo, Indiana fue el equipo que menos jugadas acabó con el bloqueado, un 57.6%. Y Dallas hasta ahora también ha estado bastante descompensando, abusando de Nowitzki. Tal vez estos cuatro jugadores prosperen entre ellos con una distribución más racional.
Y luego hay una opción que podría ser muy interesante: el doble bloqueo directo. Los tres hombres altos de Dallas pueden, hasta cierto punto, mejor o peor, cortar a canasta o tirar a media-larga distancia con solvencia suficiente. Estoy seguro que solo pensar en los emparejamientos y opciones de pase que podría conseguir Nowitzki con esta jugada, si disfrazan bien que hombre alto hace el roll, y cual el pop, con dos hombres abiertos en las esquinas, se le pondría un poco morcillona caería la baba al teutón. Si a esto unimos que los Mavericks casi siempre tendrán a dos exteriores capaces de ejecutarlo, al comienzo de la jugada podrían juntar a los 4 en el poste alto, confundiendo también sobre quién será el bloqueado. Aunque la calidad de los jugadores, salvo Nowitzki, y sobre todo en el perímetro sea peor que la de los Lakers, el mayor rango de Dirk comparado con Gasol y de Brand/Kaman con Howard, hacen que esta opción pueda ser mucho más mentirosa en los Mavs.
Peeerooo sigooo siendooo el Köööönig
Dirk, la temporada pasada, dio un pasito atrás estadísticamente, y a la vista del mundo, pero sigue siendo un jugador impresionante que hace mejor a su equipo y demanda la atención máxima del contrario. Aunque sea un año mayor, parece que el cierre patronal no le sentó muy bien por lo que dijo Cuban, y si todo va bien esto puede ser tan solo un paso atrás para dar dos adelante.
Fue su año con menos minutos por partido desde el de novato, el peor en anotación y rebotes desde el 2000, en asistencias desde 2001 y en TS% desde 2004. Pero más allá de los números del box-score, siguió siendo el indiscutible rey de los Mavericks. Con él en pista, el Índice Ofensivo de los Mavericks creció a 106.3 y el defensivo bajó a 99.7. Cuando Dirk se iba al banquillo, era como ver a un niño gordo levántandose rápida y abruptamente del balancín: el Índice Ofensivo acababa en 98.0 y el Defensivo en 107.1. Si pudiéramos estirar el rendimiento de los Mavs con él en pista a 48 minutos en 82 partidos, ganarían 58. Desde el banquillo vería solo 18 victorias.
Es verdad, claro está, que este +/- no es solo cosa de Dirk, que está con 4 compañeros más en pista. Pero es que la diferencia en los minutos que se separan, uno por uno, es brutal. Con Marion compartió 1294 minutos y la diferencia entre sus +/- en los restantes es, agárrense, de 342 puntos. Es decir, en los 785 minutos que Dirk estuvo en la pista sin Marion, los Mavericks fueron 342 puntos puntos mejores que el rival, comparados con los quintetos que jugaron los 625 minutos de Marion sin Dirk, 11.6 puntos de diferencia por 48 minutos. Aunque en el resto de casos la diferencia no sea tan extrema, Dirk fue 246 puntos mejor que Terry compartiendo 1164 minutos, 195 puntos mejor que Kidd estando juntos 989, 41 mejor que en los 982 minutos con Carter y la diferencia fuera de los 870 que pasó con Haywood es de 237.
No os estoy descubriendo América diciendo que Nowitzki es muy bueno y una pieza importantísima en Dallas, pero cualquiera que se fije solo en puntos y rebotes podría pensar que la diferencia entre Dirk y sus compañeros se acortó. Y nada más lejos de realidad.
¿Qué ocurre cuando pierdes al jugador defensivo del año?
Dallas Mavericks en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
8º
8º
12º
14º
13º
5º
Si eres Dallas, nada.
Pese a que Chandler se fue a New York, los Mavericks se mantuvieron en el mismo puesto de la Liga en Índice Defensivo, y recibiendo los mismos puntos por posesión ajustados a la media de la Liga. El gatopardismo vive en Texas.
En EFG% permitido mejoran un puesto, generaron un poco más de pérdidas y rebotearon mejor en defensa, a cambio de llevar más al otro equipo a la línea, pero en general, la filosofía es la misma. Apunten un punto más al concepto de que la defensa es en gran parte equipo, y en mucha menor cantidad, individualidades.
Los Mavs son el equipo que más y más variadas defensas en zona usan, y eso les permite ser más permeables a los cambios de personal, y ser 5º dominando el rebote defensivo a pesar de que su mejor hombre es el 59º en la clasificación individual entre todos los que jugaron más de 500 minutos. Este año, el equipo añade además a Brand, infravaloradísimo defensor, que formó parte de la 3ª mejor defensa el año pasado, y jugador que menos puntos por jugada permitió al ser posteado en toda la Liga (Haywood estuvo muy cerquita, eso sí). Y Kaman, fue 24º en la clasificación de rebote defensivo, mejor marca que cualquiera en los Mavs a título personal, con Brand también por encima en porcentaje reboteador que Mahinmi y Haywood.
Individualmente, se puede pensar que la defensa también gana con el cambio de pareja. Pero, para empezar, el sistema más repartido, no calibra bien la contribución de Haywood y Mahinmi en el rebote. Además, los dos llevan más tiempo en este esquema y llegaron a coincidir con el hombre que lo empezó todo, Casey, por lo que al tener que contribuir más y adquirir protagonismo la temporada pasada, lo hicieron en un entorno que ya conocían y al que habían contribuido en años anteriores. Monte Mathis, un asistente que será entrenador principal más pronto que tarde tiene que empezar con los nuevos de cero, y aunque Brand no esté en duda, la contribución de Kaman más allá del rebote, y la adaptación de los dos, sí.
Con Kidd pierden a otro buen reboteador defensivo (su 14.8% es de los mejores entre los bases), pero si el 9.3% de Collison y el 12.1% de Mayo se traducen directamente al sistema Mavs, están muy cerca de igualar la contribución conjunta de Kidd y Terry (7.4%). Dahntay Jones y Jae Crowder, en los minutos que tengan, también traen una buena mentalidad, aunque los dos serán novatos, uno del sistema, y el otro en el sentido más amplio.
Y finalmente, si hablamos de defensa hay que hablar, de… gulp… Vince Carter. Olvídate de los Mayas, vivimos en un mundo en el que Kidd es un tirador y la mejor contribución que Vinsanity hace a un equipo es su defensa. Es de los jugadores que menos puntos por jugada permitió a su par el año pasado en toda la Liga, en cualquier posición, y aunque Marion y Kidd se llevaban al mejor jugador cuando coincidían, evitar puntos rivales, aunque sean los del eslabón más débil, es necesario, importante, y suma. Carter lo hizo muy bien, y no hay motivos para pensar que la tendencia cambiará.
En conclusión
Cuando miras los números (normales, avanzados, la edad…) te da la impresión de que la pareja Kidd–Terry se puede sustituir, sobre todo por Kidd, de manera muy fácil con las versiones actuales (ni siquiera una hipotética figura como «y si todo sale bien y mejoran…») de Collison y Mayo, con un poco de Beaubois. Pero cuando repites esa frase en voz alta, te recorre un escalofrío, y es inevitable pensar que algo no está bien y que en algún sitio te estás perdiendo.
Por otro lado, creo que Kaman y Brand mejoran y mucho a Haywood y Mahinmi. Pero los Mavs, sobre todo en defensa, han sido un conjunto sólido, de esos que no se puede explicar despiezándolos en individualidades y no puedes garantizar, aunque te dé la impresión, que el juego interior va a ser más productivo la próxima temporada
Esta proyección está acechada por dos demonios, Kidd y Kaman. Si ambos son quienes creemos que son, está maldita antes de empezar. En ataque, si los Mavs se apoyan en el monstruo de tres cabezas del juego interior, la configuración me recuerda a los Utah Jazz del pasado año, pero subir a los Mavericks al 6º puesto en Índice Ofensivo, donde estuvieron los de Salt Lake City, me parece mucho: desde 2009 no han estado tan alto, ni siquiera el año en que fueron campeones. Quedarse a medio camino de volver al nivel de 2011, metiendo 108.1 puntos por 100 posesiones, me parece una aproximación más lógica. Y en defensa, vamos a echarle un capote a Kidd y al hecho de que el nuevo personal viene con una mentalidad mucho más ofensiva en general y no conocen los sistemas de Dallas, y vamos a bajarlos aproximadamente al 10º puesto en Índice Defensivo, pasando a los 105.2 puntos en contra por 100 posesiones.
Esto les daría unas 49 victorias, y un regreso a los Playoffs para intentarlo otro año más.
Pocos pensaban que los Dallas Mavericks conseguirían pasar de esta forma ‘tan’ fácil a The Finals, como llaman los americanos, después de eliminar a Oklahoma City Thunder por un contundente 4-1.
Dallas empezó el partido dejándose llevar, sin esa ansiedad de la necesidad de ganar, esto lo aprovecharon los Thunder para ponerse rápidamente por delante y haciendo que todos nos temiéramos lo peor y quedarnos sin partido nada más empezar. Pero Mavs poco a poco iba a lo suyo y mientras Westbrook seguía dirigiendo al equipo de una forma algo caótica, llegándose a jugar 28 tiros!! 8 más que Durant, en los Mavs surgió la figura de Shawn Marion, que anuló en defensa a Durant y en ataque pareció a aquel Marion de la época de los Suns, sus 26 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias lo demuestran.
En Thunder, Harden hizo todo lo que pudo para demostrar a la liga que es titular, que puede jugar de base anotador y de base repartiendo juego… algo muy a tener en cuenta. Como lo es el hecho de que Thunder, con 3 jugadores tremendos, no haya sabido jugar estas finales de conferencia, muchas preguntas se quedan ahora en el aire para la joven franquicia de OKC, esperemos que nadie se vuelva loco… pero cualquier cosa puede pasar.
Mavs entra por la puerta grande en The Finals… ahora a esperar contrincante.