Te dejamos que lo veas primero, porque contado tiene menos gracia.
¿Ya lo has visto?
¿Seguro?
En la que está destinada a ser una de las jugadas más graciosas del año, Javale McGee, segurísimo de que su gancho a la remanguillé le iba a dar dos puntos a su equipo (podéis observar, que no es uno de esos casos en los que el jugador se queda sin ver si ha entrado o no, está mirando a la canasta cuando yerra) se vuelve a defender a toda prisa. No podemos descartar algún tipo de efecto óptico, porque Amir Johnson, que también miraba a la canasta, hace lo mismo que él.
Eso sí, Amir se da cuenta a tiempo y se queda a defender mientras McGee es observado con incredulidad por un pobre John Wall que estuvo muy cerca de ingresar en la siguiente lista: .
Qué hemos aprendido este mes? que echamos de menos la NBA y eso que hace nada aún teniamos a los Mavs celebrando el título, pero claro, en esta época de verano donde los agentes libres, los rumores y demás, tenían que estar siendo protagonista, todo está parado por el famoso lockout.
Durante este tiempo ha dado tiempo para poca cosa la verdad, por una parte Deron Williams era el primer jugador (de los buenos claro) que claramente mostraba su interés por salir a jugar fuera, firmando un contrato algo raro con Besiktas, veremos si al final Deron acaba jugando en Turquía.
Por otro lado, Yao Ming se nos ha retirado, mala noticia para un jugador que prometía un dominio absoluto en la zona, pero que las lesiones no le han dejado ser lo que iba a ser.
Mientras, en Twitter, los jugadores se lo han pasado en grande con el famoso planking y la culminación total la dio JaVale McGee en esa pachanga en Filipinas, haciéndolo en medio del partido… probablemente uno de los mejores momentos del partido, así que con eso poco más que contar al respecto.
En cuanto al tema burocrático puro y duro del Lockout, pues a inicios de esta semana hubo una reunión de la cual no se avanzó nada y acabó con un par de demandas de la NBA contra los jugadores, así que genial, un poco más para que todos tengamos más o menos claro que no vamos a ver NBA en un tiempo corto (o al menos un acuerdo…).
Va a ser un invierno largo o al más puro estilo Juego de Tronos: Winter is Coming…
Antes de que nos quedemos quién sabe cuánto tiempo sin baloncesto, vamos a recordar nuestras 10 pifias favoritas de esta temporada en la NBA. Nos hemos dejado algunas, otras no las recordaremos, pero si crees que las hay mejores, déjanos un comentario con tu favorita.
10. Algo parecido hicieron a Iguodala y Iverson…
Anthony Morrow se encuentra con un taponador inesperado en su camino al aro.
9. ¡Arriba! ¡En la sección 314!
Espero de corazón que hayan detenido al francotirador que disparó a Chris Bosh en el United Center.
8. Y Bosh se lleva la asistencia
Parece que solo LeBron estaba despierto aquel día en Minny
7. Máquina de anotar
Tenemos por aquí a McGee con sus intentos por conseguir el punto que le faltaba para su triple doble, que fueron hilarantes.
6. El pase imposible
Que LeBron James es uno de los mejores pasadores de la Liga, lo sabemos todos. Pero intentar pasarla utilizando la cara de Chris Bosh, ya es rizar el rizo.
5. Eso es un palmeo y lo demás son tonterías
¿Quién dijo que Darko Milicic no tenía una buena muñeca a media distancia?
4. Y querrás que te pite la falta…
JJ Redick. Joey Crawford. Solo puede quedar uno. O ninguno.
3. ¿Quién, yo?
Nadie parecía tener claro quien debía tirar los tiros libres aquella noche en Phoenix…
2. Artest es taponado por el aro
Con los Lakers a 19 minutos y 19 de puntos de ser eliminados de los Playoffs, Ron Artest es taponado por el aro en el que tal vez sea el salto más desganado del año.
1. Von Wafer y su mate fallado
Ya llevamos unos cuantos mates fallados, pero ninguno tiene las repercusiones del de Wafer. El alero céltico se queda celebrando el mate y al darse la vuelta para volver a defender provoca los dobles de Jermaine O’Neal.
Así en mayúsculas lo pongo. No hay nada más salvaje que hacer un tapón a un mate y quedarte el balón… JaVale McGee se lo hizo anoche a Wesley Matthews, que creo que la próxima vez que intente un mate, se lo pensará dos veces…
¿Dónde hemos llegado? Las expectativas ahora mismo para un concurso de mates desafían la lógica y la física más elemental. ¿Os dais cuenta de lo que les estamos pidiendo? Kobe Bryant ganó el concurso en 1997, y asombró al mundo con un mate en el que ¡se la pasaba entre las piernas! El Dr.J y Michael Jordan pasaron a la historia por saltar desde la línea de tiros libres. Dominique Wilkins, por el molinillo.
Serge Ibaka hizo ayer el mate más largo de la historia del concurso, centímetro arriba, centímetro abajo. Por detrás de la línea. De verdad. Y la mató con extrema facilidad, como si no le hubiera costado. Y quizá por eso solo fue premiado con un 45. Hoy en día no vale ya cualquier cosa.
Citius. Altius. Fortius. Añadid Novius.
Yo siempre he pensado que por cada intento fallado de mate, se debería restar un punto del total. La explicación es clara: jamás es igual el primer intento de mate que los siguientes. Mejor ejemplo que ninguno, el primer mate de Blake Griffin anoche, en el que cada intentona, llevaba aún menor fuelle que la anterior. Es por ello, que creo que el no haber sido capaz de realizar tu mate tras varios intentos, ha de ser penalizado. Pero, ¿qué nivel de exigencia estamos ya reclamando? Ayer vimos, como ya hemos dicho, el mate más largo de la historia del concurso, dos balones en dos canastas, tres balones matados en un aro, pasársela entre las piernas al rebote del soporte del tablero… Nos va a tocar elegir. Si queremos ver cosas nuevas, espectaculares, que sigan poniendo la marca del límite un poco más allá… vamos a tener que ser más transigentes. La noche del sábado fue un punto de inflexión. Pena para DeRozan, que todos nos diéramos cuenta de lo que estaba pasando después de su mate.
El concurso fue de más a menos. La primera ronda fue tremendamente excitante. A DeRozan le penalizó terriblemente abrir el fuego: todavía no se había sentado precedente en el número de intentos, ni se había marcado el listón. El primero es el mate más difícil de calificar, y creo que el jurado se equivoco en su voto a ciegas. Después vinieron el ya comentado mate de Ibaka, que también mereció más, y Javale McGee colgándose de dos aros a la vez. Si Blake clava a la primera, con toda su violencia el 360º con el que empezó, la gente del Staples se va para casa.
El showstopper con el que empezó la segunda ronda el jugador de Toronto me pareció el mejor de todo el concurso. A la primera, no innovador, pero sí diferente, con un alto grado de dificultad, y una ejecución perfecta. El de Ibaka fue bueno pero algo flojo para el contexto en el que se encontraba. Griffin demostró su potencia a rebote del tablero tras varios intentos (y no puedo evitar pensar que si no hubiera sido el número 32 en su propio palacio, estaría fuera del concurso) y McGee cerró una sólida primera ronda metiendo los tres balones, después de que su madre, ex-jugadora de la NBA saludara al jurado, con piquito a Julius Erving incluido.
Y llegó la ronda final. Dos hombres altos, algo atípico, y con el voto del público, uno de ellos llevaba un cuerpo de ventaja. Griffin metió el codo a lo Vince Carter, pero con aún más saña. McGee hizo un bonito acunado mucho menos visual que sus dos contribuciones previas.
Entonces llegó el momento de la noche sin dudas: Blake sacó el coche oficial de la Liga (increíble también el paralelo espectáculo publicitario: los jugadores reatándose las zapatillas, McGee que usó 5 modelos en 4 intentos, y el KIA para rematar), un coro a ritmo del I believe I can fly de R.Kelly, y el siempre hilarante Baron Davis, que me recordó a un travieso Bugs Bunny asomándose por el techo solar para ponerle el alley-oop al animal de Oklahoma. La parafernalia, muy superior a un mate, que ya le habíamos visto a Milic, o incluso a Mario Santana en la ACB, en el año 99.
McGee, que además tuvo que eliminar uno de los mates que tenía pensado, en el que cogía un billete del aro con su boca, por la similaridad con el de Ibaka, intentó que el sufrimiento acabara lo más rápido posible. Para mí, Blake no mereció llegar a la final, pero sí ganarla.
Pero al final, es inútil y subjetivo decir quién debió ser condenado, a quién le robaron… No soy muy fan del voto del público, porque acabamos dejándonos llevar por el nombre y la reputación, pero no creo que el jurado, un jurado que pintó menos que nunca (incomprensible que apenas tuviéramos imágenes de sus calificaciones), hubiera votado nada diferente.
Buen concurso, de los mejores de la década para mí. Y habrá un antes y un después de este. Pero pese a la amenaza Blake Griffin, Vince Carter puede descansar tranquilo.
LeBron James – Con su triple doble y la victoria ante los Lakers de Kobe, fue el gran ganador de la señalada jornada del día de Navidad, y es el primer jugador en reclamar el MVP desde que los Hornets empezaran a manchar su perfecto inicio.
Andray Blatche – Antes de que los Wizards le suspendieran por un partido tras liarse a tortas con su compañero McGee a la salida de un club nocturno, Blatche falló un ¿mate? ¿bandeja? de la manera más patética.
Ben Wallace – El martes frente a Toronto llegó a los 1.000 partidos jugados de Temporada Regular, lo que no está nada mal para un jugador no elegido en el Draft. Se une así a Avery Johnson como únicos jugadores no drafteados en llegar al millar.
George Karl – Por sus mil y 2 victorias. Rick Carlisle – Se rapó el pelo y le va bien… muy bien, 12 victorias seguidas para Mavs. Derrick Rose – Está llevando como sólo el sabe a los Bulls. Amaré Stoudemire – Lleva +30 en los últimos 7 partidos…y todo victorias para Knicks. JaVale McGee – A parte de por tener el nombre molón, por hacer el Mejor Mate Fallado del Año.