Avance de temporada: Atlanta Hawks

El equipo de Atlanta ha cambiado de cara este verano. Diciendo adiós a Joe Johnson y Marvin Williams, sus alas titulares en los últimos años, los Hawks abandonan la estabilidad que les lleva acompañando unas cuantas temporadas. Aunque los cambios se han hecho pensando en la flexibilidad futura, con la llegada de Lou Williams, y la vuelta tras lesión de un Horford que apenas pudo contribuir este año, todavía deberían competir y pensar en Playoffs este año. Lo que es seguro es que será un equipo completamente diferente: de 9 a 11 jugadores causarán baja.

Altas: Louis Williams (Philadelphia 76ers), Devin Harris (Utah Jazz), Kyle Korver (Chicago Bulls), Anthony Morrow (New Jersey Nets), John Jenkins (Draft), Johan Petro (New Jersey Nets), Jordan Williams (New Jersey Nets), DeShawn Stevenson (New Jersey Nets), Mike Scott (Draft)

Bajas: Joe Johnson (65.8% de los minutos), Marvin Williams (46.4%), Kirk Hinrich (38.3%), Willie Green (28.5%), Tracy McGrady (25.9%), Vladimir Radmanovic (23.4%), Jerry Stackhouse (8.4%), Jason Collins (9.5%), Erick Dampier (2.6%)

Posibles renovaciones: Ivan Johnson (28.9%), Jannero Pargo (20.8%)

Repasemos ahora lo que puede y debería cambiar de un año para otro:

  • Atlanta juega muy lejos del aro
Atlanta Hawks en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
16º 24º 13º 26º

Pese a estar muy por encima de la media en porcentaje de tiro y tener un número razonable de pérdidas, el ataque de Atlanta fue mediocre y regular en puntos por 100 posesiones. El 24.8% de sus tiros de campo fueron triples, por el 22.5% de media en la Liga, y los metieron a un buen ritmo, pero lo que ganaron ahí, lo perdieron al no ir lo suficiente a la línea, y sobre todo, no rebotear bien en ataque. La receta del éxito en la NBA consiste en maximizar las oportunidades más eficientes (tiros libres, tiros cerca del aro, triples) sin perder la pelota. Atlanta no suma en parte de la ecuación porque juega muy lejos de la canasta.

Muchísimos intentos de tiros de 2 largos, desde donde es más difícil anotar, sacar faltas, y rebotear en ataque. Y sobre todo, del peor jugador en ataque el año pasado. No, Joe Johnson, no, Josh Smith. Los dos promediaron 18.8 puntos por partido, pero JoeJ lo hizo en 2 posesiones menos. Smith es líder de la Liga en tiros lejanos de 2 (a más de 20 pies): mientras que en media se tira desde ahí el 5.9% de los lanzamientos, Josh casi triplica la tasa, 16.3% de sus tiros van desde ahí. ¿Tal vez lo haga porque es bueno tirando? No, mete el 37% desde ahí, justo la media de la Liga en la posición, que, de todas las del campo es la menos eficiente. Su verdadero porcentaje de tiro, TS%, quedó justo por debajo del 50%. Charlotte fue el único equipo la temporada pasada con un TS% peor.

Es verdad que a Josh Smith se le pidió más que nunca con la baja de Horford, utilizando 2.3 posesiones más por partido más de las que nunca había usado (18.9 este año, cuando su máximo eran 16.6 en 2008), pero hay una serie de indicios preocupantes, como los 5 años seguidos que lleva reduciendo el número de veces que va a la línea de tiros libres.

  • Su ataque se estanca a veces

Solo Los Angeles Clippers, donde Chris Paul es el dueño del yo-yo, terminan más posesiones con 3 segundos o menos en el reloj. Pero a diferencia de los Clippers, que tienen un 46.9 EFG% en esas ocasiones, bastante cercano a su media, en Atlanta el porcentaje se despeña al 41.3%.

Los Hawks no son capaces de tener una buena circulación del balón en muchas posesiones, en las que pelota acaba detenida en manos de Joe Johnson, o dando vueltas inofensivamente por el perímetro. Solo Teague es agresivo penetrando, y sin Horford, no fueron capaces de establecer un juego dentro-fuera con regularidad, por lo que agotaban las posesiones sin tener claro que hacer y las acababan con malos tiros demasiado a menudo.

  • Al ataque En defensa de Joe Johnson

Abordé este párrafo con la intención de soltarle unos palos al nuevo jugador de los Brooklyn Nets, pero tras ver los números con calma, cambio completamente el enfoque. Que no merece ser el 4º jugador mejor pagado de la Liga, está claro. También es muy posible que no sea un verdadero jugador franquicia. Pero ahora mismo está entrando en esa zona que un jugador, después de ser llamado tantas veces sobrevalorado, pasa a estar incluso infravalorado en el imaginario colectivo.

Con Joe Johnson hay un gran problema de percepción. Como sus Playoffs fueron muy malos (ante la mejor defensa de la Liga, importante reseñar) y la pelota acabó en sus manos en muchos finales de partidos que no supo resolver para este equipo sin imaginación al final, se toma la parte por el todo, y se olvida que su actuación esta temporada ha sido reseñable. Anotó 18.8 puntos por partido el año pasado, con el segundo porcentaje de utilización más alto del equipo, un 25.4%, y con un porcentaje verdadero de tiro del 55.7%. De nuevo, comparándolos con equipos, Joe Johnson hubiera sido el 3er mejor ataque de la Liga, solo por detrás de Spurs y Thunder. El año pasado fue un anotador de volumen eficiente, y eso muchas veces no es fácil de reemplazar.

Otro estigma que tiene es el de que coagula el ataque de Atlanta que muchas veces parece reducido al aclarado a Joe Johnson. Y de nuevo es otro problema de sesgo hacia esas posesiones finales, la realidad no es tan exagerada. La pasada temporada, los Hawks marcaron 290 veces (casi 5 por partido) un aclarado a Joe, lo que le convierte solamente, en el 10º jugador que más utilizó esta jugada, solo el 23.3% de las posesiones que acabaron con tiro suyo fueron aclarados.

Anotó bastante, a un gran ritmo, y tampoco fue tanto a la lavandería como parece. Estarán contentísimos de no pagarle lo que no merece y sin él el ataque de Atlanta puede ser más dinámico. Pero fue uno de los mejores escoltas de la Liga, sin duda alguna, el año pasado.

  • Lou Williams y la vuelta de Al Horford. ¿Solución a los problemas?

Con Williams, Atlanta se ha traído un recambio viable, al menos en teoría. Lo que está claro es que con Lou y el regreso tras lesión de un Horford que se perdió casi toda la temporada pasada, el ataque de los Hawks va a cambiar su centro de gravedad por completo, y empezarán a estar mucho más cerca de la canasta.

El ex-76ers es otro anotador de volumen, capaz de llenar todo el vacío que queda en el equipo. Lou anotó 14.9 en 9.2 minutos menos pero con un 27.4 de utilización, aún mayor que el de Johnson. Sus TS% son parecidos, pero Johnson tira más triples, y Williams va más a línea, algo que va a ser una bendición para un equipo tan poco agresivo hasta ahora como este. Su proporción TL/TC es del 30% mientras que Johnson se quedaba en un 17%. Por tanto, los Hawks han traído un recambio  con una producción similar históricamente, y acostumbrado a soportar un número de tiros y de protagonismo parecido. A continuación tenéis un gráfico para que podáis comprobar desde dónde operaron ambos el año pasado:

 

Eso sí, los que esperen un ataque más repartido el año que viene en ATL se pueden llevar una sorpresa. En Philadelphia, los 76ers ejecutaron casi tantos aclarados para Lou Williams, como en Atlanta para Johnson. Los 76ers lo llevaron a la lavandería en 204 ocasiones, lo que supone un 22.4% de sus jugadas.

A continuación recogemos en una tabla los tipos de jugada acabada por Johnson y Williams, que ocurrieron en más de 100 ocasiones la pasada temporada y explican prácticamente el juego ofensivo de ambos. Como podéis ver, la mayor diferencia es que mientras que Joe podía recibir la pelota en el poste o como tirador, ya sea en estático o tras bloqueo, Lou Williams necesita aún MÁS la pelota en sus manos. Me temo que los que se quejan de que Johnson dominaba demasiado el balón y el juego en Atlanta, pueden encontrarse con un clarísimo caso de más vale malo conocido…: el 72% de las posesiones en las que Williams acabó tirando implican dominio del balón, bien en aclarados, en bloqueos y continuaciones, o recibiendo un hand-off. Wowza.

 

Aclarado Juego en el poste Tiro estático Pick ‘n’ roll Tras bloqueo Pase mano a mano Total
Joe Johnson 290 152 211 147 124 74.3%
Lou Williams 204 131 330 118 86.0%

 

Hasta ahora nos habíamos guardado una importante pieza de información, que igual alguno echaba de menos, y es que Joe Johnson es escolta puro, e incluso jugó algunos minutos de alero el año pasado (supongo que la vuelta de Horford hará que Atlanta juegue menos small-ball este año, y la vuelta de Smith al 4 a tiempo completo hubiera tenido a Joe jugando de escolta todo el tiempo), mientras que Lou Williams es casi tan base como escolta (jugó los mismos minutos en cada posición el año pasado) y tal vez no son tan intercambiables como veníamos anunciando.

Pero es que no parece que Atlanta vaya a tener mucho más remedio. El resto de jugadores que completan la rotación del perímetro son tiradores en los que no deberían confiar para crearse su propio tiro o bases o DeShawn Stevenson. Williams parece abocado a tener que compartir minutos con Teague y Harris, y eso, para él, que está acostumbrado a jugar con Holiday no es un problema, pero ya veremos, sobre todo, para Jeff Teague.  Uno de ellos, o incluso los dos,  tendrán que aceptar jugar más sin balón, y aunque en las muestras que tenemos no tiraron mal, (0.98 puntos por tiro, que está por encima de la media, Williams; 1.02 ppt en 175 tiros Teague; 1.04 ppt, Devin Harris), será difícil sustituir los 1.18 puntos por tiro que consiguió Johnson las 211 veces que tiró en estático, lo que le convierte en el 10º tirador más efectivo, de los 175 que lo hicieron en 100 o más ocasiones (Teague es 61º, Williams es 83º). Y además, aparte de Johnson los otros 6 jugadores con mejor porcentaje tirando de 3 del equipo, los que básicamente convirtieron a Atlanta en el 5º mejor equipo desde el triple el año pasado, se han ido

Pero este precisamente es el cambio que menos nos preocupa, porque el equipo ha añadido tiradores à gogo, y lo que no pueden reemplazar en la posición de escolta, lo harán desde la de alero. Han traído a Kyle Korver, 1.34 puntos por jugada tirando en estático, segunda mejor marca el año pasado tras Steve Novak, Anthony Morrow, 1.07 puntos por jugada en esta posición, tras su peor año como tirador, pero con una marca que nunca bajó del 42% de acierto de triple en sus tres temporadas anteriores y John Jenkins, rookie, y posiblemente el mejor tirador puro del Draft. Este trío  puede reemplazar perfectamente todo el arsenal tirador que tenían los Hawks, e incluso asustar a los Spurs y a los Warriors en la cima, si el meccano encaja bien.

Lo más probable es que no tengamos que empeñarnos en comparar a Williams con Johnson, porque no creo que veamos un patrón similar en el ataque. No solo Johnson se ha ido, otro miembro del quinteto titular, Marvin Williams, ya no estará, y con un Horford sano reemplazando a Pachulia, tres quintos del equipo titular cambiarán. Seguro que veremos más penetración y este es un equipo que a priori, debería sacar más faltas y mejorar en rebote ofensivo (por proximidad, que no por altura, ya hablaremos de esto), alargar menos posesiones hasta el final, y todo esto sin perder un ápice de intimidación francotiradora. Si además ya convencen a Josh Smith para elegir un poco mejor sus lanzamientos, este ataque debería anotar unos 109.6 puntos por 100 posesiones, y ser un Top 10 la temporada que viene.

  • La defensa: pintan bastos
Atlanta Hawks en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
10º 21º

El año pasado la defensa de Atlanta fue sorprendentemente buena. Tras 3 años en los que parecían estancados en la misma posición (fueron 12º, 13º y 13º en la lista de Índice Defensivo) en el segundo año con Drew se dispararon a la 6ª posición, permitiendo 101.2 puntos por 100 posesiones, muy por debajo de los 107 aproximadamente que venían recibiendo. ¿Qué cambió? Pues a la vista de los números, los Hawks han empezado a forzar pérdidas. En la temporada 2010-2011 fueron 29º en este aspecto, y el año pasado se dispararon a la 6ª posición. Sabemos que los robos son solo una pequeña parte de la defensa (y lo hemos cuantificado incluso, solo representa un 10%), pero un incremento tan grande en un mismo equipo tiene un cambio significativo.

Atribuir la causa de pérdidas es muy complicado (los robos solo representaron el 53.6% de las que forzó Atlanta, el otro casi 47% de las pérdidas no sabemos de dónde vino), pero en ese aspecto, que es el que podemos valorar con los números, el intercambio de Horford por Pachulia e Ivan Johnson parece ser la causa. Con la vuelta del dominicano, podríamos ver un descenso en el número de robos producidos por los pívots, pero con Williams y Harris llegan dos buenos ladrones, que compensarán el número desde el perímetro, e incrementerán el porcentaje de robos de ATL, que debería ser uno de los mejores de la Liga el año que viene.

El mayor problema de nuevo para analizar la defensa en general, es que es difícil sacar conclusiones, por el gran cambio de personal que ha sufrido este equipo. Podemos tratar de explicar la defensa en términos de +/-, estadística, que para mí gusto, tiene bastante ruido para comparar jugadores en distintas franquicias, pero me parece muy explicativa dentro de un mismo equipo. Los índices ajustados, conceden un valor negativo defensivamente a los 6 jugadores con más minutos la pasada campaña (es decir, atribuyen al banquillo la buena defensa de los Hawks), pero dentro de los titulares, evalúa mejor a los que se quedaron (Smith, Pachulia, Teague) que a los que se fueron (Johnson, Williams, Hinrich), y los números de otros años atribuyen a Horford el valor de mejor defensor del equipo. El problema es que los que llegan, los Williams, Korver, Morrow, Harris… no tienen ni el cartel de buenos defensores, ni los números respaldando una infravaloración de su habilidad.

Lo que sí es seguro es que los Hawks perderán centímetros. Joe Johnson es un 6’8″, Marvin Williams un 6’9″, y los 4 jugadores que parece que van a cargar con el peso en las posiciones de escolta y alero miden de los 6’2″ de Williams a los 6’7″ de Korver. Marvin Williams tuvo un porcentaje reboteador defensivo del 16.9% el año pasado, y ninguno de los nuevos puede hacerle sombra: nadie superó el 10% el año pasado. Horford puede mejorar un poco a Pachulia/Johnson (23% por el 20% aproximadamente de la pareja), pero o los hombres altos de Atlanta hacen horas extra, o este equipo puede ser asesinado en los tableros.

Si bien en ataque los Hawks parecen un equipo predestinado a mantener, o incluso mejorar lo que hicieron la pasada campaña, los cambios de personal apuntan a una mala experiencia en el apartado defensivo. Los números sugieren que el equipo podría seguir forzando pérdidas a un buen nivel, quizá incluso entre los 3 mejores en la Liga, pero su rebote defensivo, y, probablemente, el porcentaje de tiro contrario, va a empeorar.

Buscando un equipo con esas características (Top 3 en pérdidas provocadas, por debajo de la media reboteando defensivamente y en porcentaje de tiro rival) encontramos equipos como los Blazers de 2011 (14º en Índice Defensivo), o los Warriors de 2010 (29º en la Liga en su año). Desde aquí, nuestra predicción es que los Hawks deberían encontrarse a medio camino, en torno al 20º puesto en ránking defensivo, recibiendo unos 109 puntos por 100 posesiones.

  •  Predicción final

Con nuestra predicción de que los Hawks estarán en la parte baja del Top 10 en índice ofensivo, y cerca de la vigésima posición en defensivo, el margen de victoria neto para esas posiciones es en media de 0.6 puntos. Ajustándolo con su calendario (-0.6 puntos, creo que es uno de los más fáciles de la Liga, estando en el Este en general, y en la división de Charlotte y Orlando en particular), veo un SRS de 0.0 justo, la media de la Liga para Atlanta, por lo que espero que tengan un récord final de 41-41, que sería suficiente para la última plaza en Playoffs en el Este. El año pasado ganaron 40 partidos (50 en una temporada de 82) y este descenso de 9 victorias parece muy grande para un equipo que además pienso que va a mejorar en ataque. Pero es que realmente creo que van a sufrir mucho en defensa, especialmente en el rebote defensivo y en la posición de alero.

All-Star Weekend Saturday: Desde Orlando con Amor II

Vamos ahora con la segunda parte de nuestra experiencia en el Sábado Santo: cómo se viven los concursos desde el Amway Center en Orlando.

Cuando la actividad empezó con el Shooting Stars a las ocho y cuarto de la tarde, había poco más de media entrada en el pabellón. Los americanos, muy amigos de tomarse descansos durante los larguísimos eventos deportivos (este duró 3 horas) pagan millonadas por la entrada para prestarle atención solo a lo que les importa.

Constatamos durante el concurso de tiro que Allan Houston lo sigue teniendo (además cuando le vimos por la tarde, está IGUAL que cuando jugaba, es sobrenatural), que Kenny Smith está en el club ‘Melo de cañoneros de media cancha y que Jerry Stackhouse y Steve Smith intercambiaron los sitios, y nadie se dio cuenta porque tiene sentido: Stacky es casi más veterano que Smith ahora mismo.

Lo bonito de seguir el concurso desde uno de los fondos del pabellón es que veías perfectamente lo que iba a ir dentro o casi, pudimos «cantar» todas las canastas.

El concurso de habilidades es probablemente el que menos gana en persona, en mi opinión. Es divertido oír los «Ohs» del pabellón a cada tiro/pase fallado y se hace más evidente cuando un jugar pasa de currárselo, como Tony Parker, ganador a la postre, hizo en la primera ronda.


TP lo hizo sobradísimo, como siempre. Y si después de estar un rato con él y oirle hablar no le pones segundo, detrás de George Clooney en la lista de «Tíos que no querrías dejar a solas con tu mujer», es que no tienes aprecio por tu relación.

Mientras, por la tribuna de prensa no nos dejaban de llegar hojas con toda la información de los concursos: cada tiro, cada fallo y cada tiempo, estaba todo. También nos llegaban con una rapidez asombrosa las fotocopias con las declaraciones de los jugadores en rueda de prensa, ya transcritas, por si queríamos utilizarlas.

Otra gozada de ver el All-Star en vivo y en directo es el entretenimiento que tienes mientras en la tele están en publicidad. No sé exactamente qué se pudo ver desde casa y qué no, pero nosotros tuvimos al grupo de drumline de los Orlando Magic; los Pentatonix que ejecutaron una versión a capella del «E.T.» de Katy Perry, entrevistas a Diddy y Kevin Hart, Craig Hodges tirándose unos triples para revivir sus actuaciones récord, los bailes de las mascotas de Bulls, Cavaliers, Bobcats o Magic que andaban por allí, las cheerleaders, un violonchelista que hacia beat-box mientras tocaba, y juegos de preguntas a jugadores como Deron Williams o Kevin Love en el videomarcador. Y alguno más que no recuerde.

Si el concurso de mates fue decepcionante (ya llegaremos a ello) el de triples, todo lo contrario, yo lo viví como uno de los más interesantes. Me da un poco de pena por Anthony Morrow que se curró mucho todo el rollo de la camiseta de Petrovic y parecía el más ilusionado con el concurso, pero al hablar con él estaba clarísima su ansiedad, y si algo hemos aprendido, hablando con los ya veteranos del concurso (Durant, Jones) es que la concentración exagerada en este concurso acaba resultando contraproducente. Hay que soltarse, relajarse, encontrar el ritmo y pensar solo en el siguiente tiro.

El propio Jones, que nos daba esta receta, no tuvo en cuenta su propio consejo al principio de la primera ronda, en la que claramente se dejó influenciar por los tempraneros fallos. Eso sí, la cerró con un último carro memorable. Ya comentamos en Twitter que los micrófonos de las canastas (o los altavoces) que amplifican la señal, te lo dejaban oir todo, y en este concurso de triples se oía perfectamente cuando el tiro no tocaba nada más que red. La posición en la que estábamos era perfecta para seguir los tiros desde las esquinas, y el último carro del de Miami fue sencillamente perfecto. Hubiera metido 15 más así.

Por cierto, si algún ojeador estaba viendo ayer el concurso, los informes de Miami a partir de hoy tendrán un anexo con la esquina desde la que se puede dejar tirar a Jones y la que no.

El mayor zumbido de la noche hasta el momento se lo llevó, Ryan Anderson, favorito del público por estar en casa, y que además tuvo opciones de colarse en la segunda ronda hasta el final.


Ayudó mucho al ambiente, que si bien Anderson quedó fuera, las estrellas, Durant y Love, siguieron adelante. Aunque el nivel de decibilios y cariño a Anderson fue mucho mayor, la lucha entre Kevins fue lo suficientemente interesante para mantener el zumbido en el respetable.

Aquí empezó la Wi-Fi a jugar con nosotros, y no pudimos mandar el tweet «Gana Kevin» que teníamos preparado. Cuando Internet volvió, nos alegramos de no haberlo hecho: se le había ocurrido lo mismo a todo el mundo.

Y así llegamos a la joya de la corona, el momento más interesante del día: el concurso de mates. Vaya por delante, que pareciéndome flojito, no me parece ni de lejos el peor (sin pensarlo mucho 2004, parece insuperable en ese aspecto) y al menos tuvo un mate memorable, que va a quedar en el recuerdo, que sujetará el recuerdo de este año, que basta y sobra para ganar con un nivel como el que vimos, que no se me olvidará nunca: el segundo, con dos balones de Jeremy Evans, nuestro favorito moral, aunque temíamos el efecto Rubio y el efecto Yao en las votaciones del público.

Estar entre bambalinas en un evento de este tipo le quita un poco la sorpresa: vimos la moto detrás de una tela cubierta cerca de la rampa entrada, entrevistando a Jeremy Evans se le escapó una sonrisilla que nos daba que pensar que no iba a recibir la ayuda de ninguno de sus compañeros, pero sí de alguien «externo», y también vimos antes de tiempo el rack de luces que utilizó Paul George aunque en este caso, teníamos mucha menos idea de para qué se iban a utilizar.

Hubo muchos abucheos para el primer mate de Evans que se equivocó muchísimo matando esa pelota en lugar de dejarla pasar, seguramente preso de los nervios, pero se metió a buena parte del público otra vez en el bolsillo con el segundo. Y  hemos dicho parte, porque todavía hubo gente, aunque mucha menos, que le abucheó al terminar el concurso, y ser declarado el ganador.

Además, lo de la camarita, al menos en el pabellón, no sé en la retransmisión, lo explicaron tarde y mal, después del mate. Y el no explicar los props bien, y antes de usarlos sienta fatal al público. Que se lo digan a Rudy y su camiseta de Ricky Martin.

El numerito del tercer mate, con Kevin Hart y su metro cincuenta o así de por medio, puede que no haya gustado mucho en casa, pero aquí, que el cómico Hart es bastante querido, tuvo su apoyo. Y esta vez, sí que fue presentado e introducido con la complicidad del público.

El numerito de Paul George sí que se debió de ver mejor en el sofá donde habitualmente estamos, que desde el pabellón. Yo solo vi luces de navidad de camino al aro, lució muchísimo más después en el Jumbotron (que por cierto, el del Amway es descomunal).

Y respecto al mate de Budinger con Ceballos, no fue ni siquiera el mejor homenaje a Cedric de todo el finde. Lo hizo muchísimo mejor K-Dobbs en el concurso amateur Slam Dunk Showdown, saltando por encima de gente, por donde también apareció Ceballos. Creo que no hace falta elaborar más.

De Derrick Williams, qué decir. Pues que se está disputando el título de gran perdedor del finde, en esa carrera con tres favoritos: él, el tráfico de Orlando entre Downtown y el Convention Center, y el periodista Chris Sheridan. Añadiríamos a Kobe, pero está soltero, se sale con la suya siempre y no nos extrañaría que hoy nos dedicase 50 puntos.

El viernes, Williams hizo un partido flojete, y eso que se le veía con ganas de chupar y jugársela, pero no le salieron las cosas, y eso que fue una triste pachanga. Alerta roja. Y ayer, no supo aprovechar los puntos extra de la aparición de Ricky; el uso de una moto como simple adorno, porque no fue más que eso, le salió por la culata y ni siquiera aprovechó la ventaja que tenía frente al resto de participantes, su potencia. Igual el medidor que se curraron los genios del MIT le hizo justicia a esta parte. No lo sé, porque desde mi posición jamás supe el resultado de las mediciones, otro fallo comparable a lo de la cámara de Evans. Pero todo lo que no fuera victoria aplastante del otro D-Will, es otro tachón que ponerle.

Del concurso de mates en general, ya hablé el año pasado, y yo soy de la opinión, que (casi) todo está inventado y que hemos llevado la capacidad atlética hasta el límite. En lo único que nos podemos sorprender, como mucho, es en la publicidad que crearían los nombres y las estrellas de la Liga, a las que o convences en los dos primeros años de su carrera de venir, o les pones «Un millón de dólares» (inserte voz del Doctor Maligno) delante como sugirió BronBron (no es listo, ni na, el tío) u olvídate. Y respecto a lo que dije el año pasado, y después de verlo repetido varias veces este finde, tengo clarísimo que el Showstopper que se sacó de la manga DeMar DeRozan es el mate más infravalorado y Vincecartiano que recuerdo. El mejor con mucho desde el 2000. Y me da mucha pena no haber hecho aún más hincapié en su día de lo espectacular que fue.

Nos alegramos mucho por Evans que tiene pinta de buen tío, era el humilde y el lin-vitado a última hora (que no es libráis de Jeremy, no). Estaba un poco preocupado cuando le preguntamos por ser desconocido para el público, pero esperaba que sus mates, (bueno, al final fue su mate, así en singular) hablara por él y tuvo un poco de suerte que la victoria coincidiera este año con las rebajas.

Y la experiencia de vivir un concurso de mates en directo, incluso una descafeínado y con sacarina como este, es mejor de lo que uno se imagina. Se oye la ilusión, la emoción, la excitación y la anticipación. Cuando el mate merece la pena, y por desgracia eso solo sucedió una vez, sientes como todo tiembla.

Sentir, de eso trata todo esto, ¿no?

Las mayores pifias de la temporada NBA

Antes de que nos quedemos quién sabe cuánto tiempo sin baloncesto, vamos a recordar nuestras 10 pifias favoritas de esta temporada en la NBA. Nos hemos dejado algunas, otras no las recordaremos, pero si crees que las hay mejores, déjanos un comentario con tu favorita.

10. Algo parecido hicieron a Iguodala y Iverson…

Anthony Morrow se encuentra con un taponador inesperado en su camino al aro.

9. ¡Arriba! ¡En la sección 314!

Espero de corazón que hayan detenido al francotirador que disparó a Chris Bosh en el United Center.

8. Y Bosh se lleva la asistencia

Parece que solo LeBron estaba despierto aquel día en Minny

7. Máquina de anotar

Tenemos por aquí a McGee con sus intentos por conseguir el punto que le faltaba para su triple doble, que fueron hilarantes.

6. El pase imposible

Que LeBron James es uno de los mejores pasadores de la Liga, lo sabemos todos. Pero intentar pasarla utilizando la cara de Chris Bosh, ya es rizar el rizo.

5. Eso es un palmeo y lo demás son tonterías

¿Quién dijo que Darko Milicic no tenía una buena muñeca a media distancia?

4. Y querrás que te pite la falta…

JJ Redick. Joey Crawford. Solo puede quedar uno. O ninguno.

3. ¿Quién, yo?

Nadie parecía tener claro quien debía tirar los tiros libres aquella noche en Phoenix…

2. Artest es taponado por el aro

Con los Lakers a 19 minutos y 19 de puntos de ser eliminados de los Playoffs, Ron Artest es taponado por el aro en el que tal vez sea el salto más desganado del año.

1. Von Wafer y su mate fallado

Ya llevamos unos cuantos mates fallados, pero ninguno tiene las repercusiones del de Wafer. El alero céltico se queda celebrando el mate y al darse la vuelta para volver a defender provoca los dobles de Jermaine O’Neal.