Draft 2012: Humo y espejos

Se preveía una noche movida, y al final quedó en nada. En un día en el que, presumiblemente, cuatro de las ocho primeras elecciones, la 2ª, 5ª, 7ª y la 8ª, estaban en el mercado, no hubo ningún traspaso finalmente hasta la 17, y solo un jugador con contrato cambio de equipos. Decepción para el espectáculo traspasero,pero que se le va a hacer. Repasemos franquicia a franquicia.

Atlanta Hawks
Llegó a la noche con: La elección número 23, la elección número 43
Se fue con: John Jenkins, Mike Scott

Había elecciones más sexys y con más potencial, y puede que Jenkins hubiera estado más abajo (yo no me la hubiera jugado con equipos que siempre necesitan tiradores como Chicago o Miami un poco detrás), pero me gusta lo que ha hecho Atlanta. Si planean seguir utilizando el aclarado a Joe Johnson como seña de identidad, Jenkins es ideal para abrir el campo. Ademas, siempre puede Johnson encargarse del mejor ala, y dejarle el otro a él. Con su elección de segunda ronda se trajeron a Mike Scott, ala-pívot de progresión limitada (cumple 24 años en nada), pero que sirve para hacer fondo de armario en una rotación de interiores casi vacía en la que ahora mismo solo están Smith, Horford y Pachulia.


Boston Celtics
Llegó a la noche con: La elección número 21, la elección número 22, la elección número 51
Se fue con: Jared Sullinger, Fab Melo, Kris Joseph

Una de cal, una de arena. Jared Sullinger tendrá problemas de espalda, pero en el número 21 es un robo absoluto. Jugador impresionante, y que podría contribuir en un equipo que lo necesita ya si no se opera de su protusión discal. Por el otro lado, Fab Melo, es todo lo contrario, un proyecto que da muy mala espina, pero elegido en una posición correcta. Sumar dos jugadores al juego interior, especialmente si Sully está bien, les puede permitir prescindir de Brandon Bass y ser más agresivos en el periodo de agencia libre. Los Celtics seguirán el domingo reconstruyendo con todo el dineral que tienen, y de cuantos jugadores vengan dependerá que Kris Joseph forme parte de la plantilla, aunque parece complicado.


Brooklyn Nets
Llegó a la noche con: La elección número 57, menos dólares, lo cual les importa poco
Se fue con: Tyshawn Taylor, Tornike Shengelia, İlkan Karaman

Los Nets llegaban al Draft solo con una bajísima elección de 2ª ronda, y compraron dos más. Tyshawn Taylor es un proyecto intrigante, como cualquiera que siguiera la marcha de Kansas a la Final del Torneo pudo ver, que tiene sitio al menos para probar en una rotación NBA. Con las otras dos elecciones escogieron a dos ala-pívots de Turquía y Georgia, de los que no tenemos referencia, pero que dudamos que formen parte de la NBA pronto.


Charlotte Bobcats
Llegó a la noche con: La elección número 2, la elección número 31
Se fue con: Michael Kidd-Gilchrist, Jeff Taylor

Dificil hacer un juicio sin conocer realmente las ofertas que les hicieron, y si realmente creian que Kidd-Gilchrist era su hombre, es normal que fueran reticentes a caer a la 4 posicion: si Cleveland solo ofrecia la 24, no compensaba el gran riesgo de que BealMKG hubieran sido 2 y 3 en ese escenario. Kidd-Gilchrist es una de nuestras debilidades, un jugador de mentalidad ganadora, que hace falta en Charlotte. Pero no estoy seguro que su brillantez, basada en hacerlo todo bien, tenga impacto inmediato en una franquicia, que necesita mucho más. Con su primera elección de segunda ronda, debieron también enfocarlo al mejor jugador disponible, porque se hicieron con otro alero, que podría ser el suplente perpetuo de MKG. Jeff Taylor defiende muy bien, y en ataque abre el campo porque puede meter de 3. Ni más, ni menos. Y dos jugadores como él han sido titulares en las últimas Finales.


Chicago Bulls
Llegó a la noche con: La elección número 29
Se fue con: Marquis Teague

Los Bulls, que van a estar al principio de la temporada sin Rose, han encontrado valor en su elección y ahora ya tienen un base para suplir a Watson con Derrick fuera. Si la apuesta por el Teague pequeño sale bien, podrían traspasar a CJ en algún momento, o evitar tener que renovarle al alza. Se podían permitir el capricho, y lo hacen.


Cleveland Cavaliers
Llegó a la noche con: La elección número 4, la elección número 24, la elección número 33, la elección número 34
Se fue con: Dion Waiters, Tyler Zeller, Kelenna Azubuike

Los Cavs llegaron con cuatro elecciones y se van con dos jugadores que estaban en los puestos de Lotería en la mayoría de las predicciones tras su traspaso con Dallas, pero sin embargo, la nota es mala. Escoger a Waiters en el 4 me parece una patinada absoluta: no es que Dion no vaya a ser bueno, que puede serlo, y mucho, la cosa es que probablemente hubiera estado disponible más abajo, al menos hasta la 8ª elección, la de Toronto. Ya veremos como funciona con Irving, yo no soy muy amigo de juntar dos anotadores de poca talla que necesitan el balón en el mismo perímetro, pero si los dos saben tirar de fuera… ¿por qué no? La elección de Zeller sí es un buen uso de los recursos, ya que se sacaron un jugador de Lotería prácticamente con su posición número 24 (si hubieran querido segundas rondas, la 36 sin ir más lejos, se vendió por dinero) pero tengo en duda que vaya a ser un jugador de impacto en esta Liga.

En resumen, aunque me gusta mucho más Waiters que Zeller, la elección del segundo es mucho más lógica y tiene más valor que la del primero.


Dallas Mavericks
Llegó a la noche con: La elección número 17, la elección número 55, Kelenna Azubuike
Se fue con: Jared Cunningham, Bernard James, Jae Crowder

Fenomenales movimientos de Dallas, que sigue escarbando espacio salarial para presentarse en la agencia libre. Cambiando la elección número 17 y el contrato de Azubuike por la 24, la 33 y la 34, han logrado liberar 1.4 millones más para gastarse en fichajes, añadiendo a tres jugadores, de los que para nosotros destaca especialmente el que escogieron en último lugar, Jae Crowder, uno de los robos del Draft, sin duda alguna. Supongo que explorarían la posibilidad de haber seguido traspasando hacia abajo, porque Cunningham es un jugador que previsiblemente también se podría haber encontrado en la 2ª ronda, pero entendemos que es difícil seguir moviéndose en un mercado mucho tranquilo de lo esperado. Si le sumamos el traspaso de Odom que todavía no está cerrado, Dallas llegará el domingo a por jugadores, con 3.8 millones de espacio más, y con una excepción de traspaso que luego tendrán todo el año para gastar. Y encima ahorraron pasta con Lamar y vendiendo la elección número 55 a Los Angeles.


Denver Nuggets
Llegó a la noche con: La elección número 20, la elección número 38, la elección número 50
Se fue con: Evan Fournier, Quincy Miller, İzzet Türkyılmaz

Los Nuggets tienen de todo, Sullinger y Jones jugaban en las posiciones que mejor cubiertas tienen, así que lo mejor que podían hacer era, o traspasarla, o usarla en el jugador internacional que tardará un tiempo en llegar. Este Draft solo tenía uno de nivel de primera ronda, así que tiene sentido hacerse con Fournier. En la posición número 38 se encontraron además con un jugador que podría haber sido primera ronda en otras condiciones en Quincy Miller, que tendrá problemas para hacerse un sitio en una de las plantillas más profundas de la Liga. Con su elección final se apuntaron al carro de los ala-pívot euroasiáticos, por si suena la flauta.


Detroit Pistons
Llegó a la noche con: La elección número 9, la elección número 39, la elección número 44
Se fue con: Andre Drummond, Khris Middleton, Kim English

Draft más que solido para los Pistons, que en sus tres elecciones se llevaron jugadores que apuntaban más arriba. Detroit hizo lo que tenía que hacer escogiendo un talento de potencial enorme en una posición sin tanto riesgo como es la 9ª. Drummond, que yo creo que se hará un sitio en la Liga como especialista defensivo, se complementa perfectamente con un anotador como Monroe, y rivalizarán con el RobinsonCousins de Sacramento por ser la mejor pareja de interiores jóvenes de la Liga. Con las dos elecciones de segunda ronda, podrán echar un ojo a dos proyectos de alas interesantes, de los que uno seguramente, completará la rotación tras Prince, Daye, Maggette y Stuckey. Y de nuevo, volvemos a apostar por el elegido más atrás, Kim English, para rellenar ese hueco.


Golden State Warriors
Llegó a la noche con: La elección número 7, la elección número 30, la elección número 35, la elección número 52
Se fue con: Harrison Barnes, Festus Ezeli, Draymond Green, Ognjen Kuzmić

Pese a no gustarme personalmente ninguna de las elecciones de Golden State como jugadores, tengo que reconocer el indudable valor que han encontrado en cada uno de los puestos en la Bahía, y la posibilidad de que este Draft pueda reconducir el destino de este equipo. Barnes tiene todo el talento del mundo, y los Warriors tienen ahora el mejor combo tirador 1-2-3 de la Liga, pero me hubiera gustado verlo con un base más puro que Curry. Ezeli podría ser un buen pívot algún día, aunque yo no contaría con ello, pero bien merece el riesgo al final de la primera ronda. Y Draymond Green es un jugador adorado por las estadísticas avanzadas que además ha tenido la suerte de ir a parar a un equipo con una vacante en el puesto de ala-pívot sustituto. Muy sólido.


Houston Rockets
Llegó a la noche con: La elección número 14, la elección número 16, Chase Budinger, Samuel Dalembert
Se fue con: Jeremy Lamb, Royce White, Terrence Jones, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston

Coyote Morey se fue, como siempre, sin su Correcaminos, su pieza de caza mayor, pero se lleva tres jugadores que pueden revalorizarse este mismo año. Eso sí, como no empiecen a empaquetar gente, la competencia por entrar en la plantilla de Houston pueden ser terrible el próximo año. Aquí todavía no hemos visto la otra parte del plan, si es que a estas alturas todavía hay plan, porque la plantilla de los Rockets ahora mismo tiene más nombres que un festival de verano. Y lo peor, sin saber cual es el grupo bueno cabeza de cartel.

Suponiendo que se queden, Royce White es un jugador soberbio que si deja atrás sus problemas puede marcar una época en Houston y si Lamb es el del primer año en UConn, y no el del segundo, los Rockets puede que ya tengan las estrellas en casa.


Indiana Pacers
Llegó a la noche con: La elección número 26
Se fue con: Miles Plumlee, Orlando Johnson

Aunque Orlando Johnson nos encanta y lo apuntamos como robo del Draft, los Pacers ni se acordarán de que este Draft sucedió. Si no intentaron cambiar su elección por una del próximo año (Miami justo debajo, sí que lo hizo), y se quedaron con Plumlee, una de las elecciones más horrendas de la noche, no se merecen nada el año que viene. El único motivo de justificarlo, es pensar que pueda ser más barato que Fessenko, por ejemplo.


Los Angeles Clippers
Llegó a la noche con: La elección número 53
Se fue con: Furkan Aldemir

La noche en la que se draftearon 3 ala-pívots turcos, los Clippers se llevar al que mejor considerado estaba. Aunque en su momento parecía que el jugador se iba a ir a Houston, parece que al final se quedará en LA, que hizo su mayor movimiento de la noche fuera del Prudential Center, obteniendo a Odom a cambio de Mo Williams. Informaremos si hay algún cambio.


Los Angeles Lakers
Llegó a la noche con: La elección número 60
Se fue con: Darius Johnson-Odom, Robert Sacre

Los Lakers, pese a venir con casi nada a este Draft se llevan a un tirador en Johnson-Odom que pueden llegar a aprovechar. El de Marquette acertó en un 40.2% de sus lanzamientos en NCAA y metió más de 70 triples en las tres temporadas que ha jugado. Puede adelantar a Goudelock y Eyenga. Y raro es que un pívot norteamericano funcione tan abajo, pero el canadiense Sacre puede ser la opción barata para el tercer pívot de unos Lakers que necesitan ahorrar. Peor que Mbenga no es.


Memphis Grizzlies
Llegó a la noche con: La elección número 25
Se fue con: Tony Wroten

Los Grizzlies, otro equipo con pocos agujeros, tapan el más grande, el de base suplente, con un jugador de proyección que no tendrá presión para empezar su carrera. Los Grizzlies iban necesitados también de tiro exterior, cosa que, viendo lo visto en Washington, Wroten Jr. no va a aportar, pero va a hacer que el banquillo anote, con la ayuda de otro jugador de la UofW, Pondexter y Speights. Cubren necesidad, tiene potencial a largo plazo, y lo han elegido en el rango esperado. Los Grizzlies solo se dejaron una para julio, pero la sacan con buena nota.


Miami Heat
Llegó a la noche con: La elección número 27
Se fue con: Justin Hamilton, futura primera ronda

Yo creía que Miami aprovecharía para obtener un efectivo más a precio reducido (la elección 27 cobra 868.000 dólares), pero prefieren dejarlo para otro año, en el que la elección de Philadelphia podría llegar a ser más jugosa. Además, bajaron a la 2ª ronda a por un pívot de buena mano al que igual le encuentran un hueco.


Milwaukee Bucks
Llegó a la noche con: La elección número 12, la elección número 42, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston
Se fue con: John Henson, Doron Lamb, Samuel Dalembert

Buen Draft también para Milwaukee que se llevó en el 14 un jugador que podrían haber escogido perfectamente en el 12 y por el que estaban pensando en subir incluso más arriba, y en la 2ª ronda uno de los mejores anotadores universitarios, el Otro Lamb. Lo mío con Henson es debilidad personal, ya que creo que en una NBA que parece caminar poco a poco hacia el small-ball, mandando los ala-pívots cada vez más lejos de la canasta, Henson es el prototipo de nuevo defensor del 4. Y así a la tontería, Milwaukee se uno al grupo de equipazos largos y profundos.


Minnesota Timberwolves
Llegó a la noche con: La elección número 18, la elección número 58
Se fue con: Chase Budinger, Robbie Hummel

Su movimiento fue un poco anterior, trayendo a un Chase Budinger que tendrá minutos, y con su segunda ronda apostaron por Hummel un jugador que tenía una buena proyección hasta que las lesiones le han ido destrozando. De todos modos, difícil hacerse hueco ahora mismo en el 4 en Minny,


New Orleans Hornets
Llegó a la noche con: La elección número 1, la elección número 10, la elección número 46
Se fue con: Anthony Davis, Austin Rivers, Darius Miller

Los Hornets podrían haber drafteado a Franch décimo, y todavía habría sido un buen Draft para ellos. Lo de Davis ya se sabía, y ahora con el pequeño Rivers van a ser un equipo que va a entrar directo a muchas listas de League Pass en la Liga. Como ya dijimos en nuestras previsiones, no nos atrevemos a hacer un pronóstico con Rivers, que estaba fuera de su hábitat en Duke. Monty Williams es un entrenador ideal para él, y va a poder jugar como sabe. El peligro, que no sea más que un mandarinero. Pero la recompensa, puede ser inmensa. Para rematar, en segunda ronda se trajeron a Darius Miller, compañero de Davis en Kentucky y que podría tener sitio y oportunidades en una plantilla con solo un alero, Aminu.


New York Knicks
Llegó a la noche con: La elección número 48
Se fue con: Kostas Papanikolaou

No somos de Euroliga, así que no tenemos referencias, pero si lo han escogido los Knicks, aunque anoche se reaccionara así, estaremos durante todo este año oyendo como es una mezcla de Larry Bird, LeBron James, George Clooney y el Dalai Lama. Tampoco es que fueran a encontrar nadie que pudiera ayudar ya en ese puesto.


Oklahoma City Thunder
Llegó a la noche con: La elección número 28
Se fue con: Perry Jones

El equipo casi ideal para saber si Jones hace carrera o se va de la NBA en dos años. Si no se pone las pilas rodeado de todo lo que tiene alrededor, yo no lo querría ni regalado. Esperemos, eso sí, que lo de la rodilla no sea nada. Y por parte de Oklahoma City, el movimiento perfecto que solo ellos se podían permitir.


Orlando Magic
Llegó a la noche con: La elección número 19, la elección número 49
Se fue con: Andrew Nicholson, Kyle O’Quinn

Dos jugadores interiores, no ya solo pensando en que Howard se vaya: sin Dwight, solo Glen Davis y un desechable Justin Harper tienen contrato. Probablemente puedan darle una oportunidad a O’Quinn un pívot que es la antítesis de Daniel Orton, ya que este ha producido y mucho en la NCAA, y Nicholson pinta como un anotador interior que siempre pueden ofrecer de vuelta dependiendo de como acabe todo. Orlando está en el limbo, y así es difícil sacar conclusiones.


Philadelphia 76ers
Llegó a la noche con: La elección número 15, la elección número 45, la elección número 54
Se fue con: Moe Harkless, Arnett Moultrie, una primera ronda futura menos.

El sonido que estáis escuchando es el de Thad Young clavando el cartelito de se vende enfrente de su casa. Aunque si empaquetan a Iguodala podría haber sitio para los dos, la llegada de Harkless, un jugador poco hecho para mi gusto, parece un parche puesto encima del pobre Young. Y los 76ers debieron ver una buena oportunidad en la caída de Moultrie, ya que su juego interior ahora mismo solo tiene al candidato a la amnistía Brand y a Vucevic bajo contrato.


Phoenix Suns
Llegó a la noche con: La elección número 13
Se fue con: Kendall Marshall

La que ha sido casa en estos últimos 20 años de Kevin Johnson, Steve Nash, Jason Kidd (sí, y de Marbury) tiene otro nuevo líder que continúa el linaje. Otro General para el equipo de Arizona, que notará un poco menos la baja del insigne canadiense. Y si la mancha en el historial de Marshall es su defensa, el equipo que lleva años tapando a Steve Nash, no puede ser malo, ¿no?.


Portland Trail Blazers
Llegó a la noche con: La elección número 6, la elección número 11, la elección número 40, la elección número 41
Se fue con: Damian Lillard, Meyers Leonard, Will Barton

A pesar de no haberlos visto, tengo mis dudas con Lillard y Leonard, jugadores más de medio plazo que de corto en un equipo que se supone estaba más de remodelación que de reconstrucción completa. Los (interesantes) experimentos con Aldridge de 5 parece que tienen un final, y Barton es uno de los nombres habituales como posible robo de este Draft. Mucha incertidumbre con los hombres de los Blazers, aunque el potencial es grande. Y ahora mismo estarán rezando que Drummond quede en fracaso.


Sacramento Kings
Llegó a la noche con: La elección número 5, la elección número 36
Se fue con: Thomas Robinson, algo de cash

Los Kings, al parecer tenían preparado el traspaso de esta elección… si Thomas Robinson no les caía del cielo a esta posición. El mejor escenario posible para un equipo con menos efectivos disponibles en la pintura que lejos de ella (aunque todos sus exteriores tengan unas carencias monumentales) era poder elegir un hombre alto, lavándose las manos del riesgo que entraña Drummond y no añadiendo al atasco que tienen por fuera. Robinson y Cousins van a ser un terror en los tableros y los Kings lucen hoy un poco mejor que ayer.


San Antonio Spurs
Llegó a la noche con: La elección número 59
Se fue con: Marcus Denmon

San Antonio que con lo que tiene acumulado en Europa tiene más jugadores buenos que plazas en el equipo, intentó colocar a Blair liga adelante, pero no pudo. Con la penúltima elección del Draft cogieron a Denmon, el base del equipo sorpresa del año, Mizzou, que como mucho puede aspirar a coger el sitio de Patty Mills si no renovara.


Toronto Raptors
Llegó a la noche con: La elección número 8, la elección número 37, la elección número 56
Se fue con: Terrence Ross, Quincy Acy, Tomislav Zubčić

Aunque nos guste Ross, que nos mola, y mucho, creemos que Toronto se equivocó no negociando, por ejemplo, con los ansiosos Rockets por un jugador que hubiera estado ahí en el 12 (Drummond iba a Detroit, los Blazers iban a por alguien alto, Hornets-Rivers se veía venir de lejos, y Ross no funcionaría con Gordon). Ya no es solo el no haber obtenido una plusvalía de un equipo como Houston al que se le caen los activos, es el hecho de que al haber puesto a Ross por delante de Rivers y Lamb en el Draft, te arriesgas a la mofa por haberlos dejado caer detrás de ti. Y Acy jamás me dio la impresión de poder acabar en la NBA en Baylor. El resultado puede ser bueno, el proceso de los Raptors, ha sido equivocado.


Utah Jazz
Llegó a la noche con: La elección número 47
Se fue con: Kevin Murphy

Un buen anotador en teoría, para suplir la posible baja de C.J.Miles. Muy probable que no oigamos más de él con Burks como futuro escolta de Utah.


Washington Wizards
Llegó a la noche con: La elección número 3, la elección número 32
Se fue con: Bradley Beal, Tomáš Satoranský

Con Beal se llevan la pieza que les faltaba al apañado quinteto que se han montado, y su rango y su capacidad para jugar sin balón le van a sentar muy bien a un Wall que probablemente es el hombre más feliz del mundo hoy, cambiando a Jordan Crawford por Beal. Luego, creemos que la 2ª elección de la 2ª ronda, que tiene más valor que el que parece, la malgastaron con un Satoranský que parece que podrían haber obtenido mucho más abajo, pero su verdadera victoria fue que los Cavs no les adelantaran en la lucha por Beal.

PO Desde El Sofá (XL): El ciclo de la vida

Si la Temporada 2011-2012 fuera «El Rey León», anoche, con la coronación de Simba, se cerró el ciclo de la vida. Salvo los minutos de la basura, Miami cerró su evolución completa, nunca jamás hubo más de un interior en pista. En estas Finales, las llaves se terminaron de entregar al Rey, y se le puso por fin en el papel que tanto estaba deseando, el que le permite facilitar y ejecutar indistintamente. El Rey en el centro y sus súbditos abiertos ante él. Triple doble, dos orejas, el rabo, el Óscar, el Nóbel y cuatro Grammys.

Chris Bosh, que ayer hizo otro partidazo en las dos partes de la cancha, pero que como siempre, tiene menos relevancia que el palomero de turno que espera en la línea para meter triples de lo que Simba crea (anoche, Mike Miller), sería Pumba, y Dwyane Wade haría de Timón, ese suricato insufrible que te da la sensación que ha sobrado, pero sin él, la cosa no hubiera sido lo mismo.

Y antes que Rafiki Stern validara lo que ya se sabe desde el principio de la película, que LeBron algún día sería coronado rey, hubo un partido, en el que se tenían que terminar de ganar el reinado. Y sobre el enfrentamiento, hay dos líneas de pensamiento: la de que Heat salieron enchufadísimos con un solo objetivo entre ceja y ceja, y los Thunder ya salieron con el partido perdido, y la nuestra. Que el partido no lo entregan, en principio, los estados de ánimo, lo hace Scott Brooks dándonos 20 minutos de Perkins (que encima, según anuncian ahora desde Oklahoma City, lleva tres series jugando lesionado) el día que Miami cerraba el ciclo de la vida. Durante la primera parte Oklahoma City supo ir a la línea con la suficiente regularidad para mantenerse con esperanzas, pero volvieron a morir en la defensa.

El Miami de los bajitos, que me recuerda a la España de fútbol en la Eurocopa en 2008, con su apuesta por los mejores jugadores y mayores talentos para conseguir la mayor proficiencia ofensiva posible, sin importar demasiado tamaños y posiciones establecidas, te obliga a elegir tu veneno cuando el sistema que montan es LeBron-centrista. Y OKC, de las dos malas opciones que tenía, escogió la más peor. Al igual que Boston si tenía el personal para atraverse a parar lo inevitable, Oklahoma City, solo tenía una opción, intercambiar golpes, la lucha en las alturas. Aún con Harden, enquistado, tenían munición para ello. Eligieron el plomo y la lluvia, porque salió en el primer partido, aunque fuera pesar de. Y ahora mueren con ello.

Tendrán tiempo, pero de jóvenes no murieron. Magic decidió unas series como rookie en un 6º partido sin Abdul-Jabbar fuera de posición. Bird lo ganó en su primera visitas a las Finales, como jugador de segundo año, con un solo treintañero en el reparto habitual. Walton y unos Blazers casi tan jóvenes como estos Thunder, lo hicieron en su primera llegada a Playoffs. Y Bryant, Wade, Duncan, Jordan, Pippen, Garnett, Pierce o Oberto también lo ganaron en sus primer viaje.

De hecho, si en vez de al ya Campeón de la NBA, al 3 veces finalista, Kendrick Perkins, hubiéramos visto otro sustituto más jóven y/o inexperto, pudieran haberse traído esto de vuelta a OKC. Pero ellos ya tendrán tiempo.

Hoy es el día del Rey. Y su séquito. Y que os voy a contar…

Las nuevas camisetas de los Charlotte Bobcats

En nuestro ranking camisetero teníamos la camiseta de Bobcats, como una más, algo diferente incluso nos gustaba la raya diplomática…, ahora con este cambio la vamos a situar muy debajo… tal vez la más fea de la liga?

Cambio de imagen por Charlotte, nuevos colores (otro equipo que usa el azul…) y nuevos equipajes. La verdad es que viéndolos tienes una sensación rara, lo primero que te viene a la mente es que la tipografía es la de los Mavs, claramente, después ya empiezas a pensar que si los colores no quedan del todo bien juntos… y por último llegamos a lo de Cats.

Esto te lleva a pensar que a nadie le gusta lo de Bobcats, ni a la propia gente de Charlotte, lo cual es lógico y normal.

Otro punto a tener en cuenta, es que tal vez estos equipajes sean los más cortos de la historia, ya que si New Orleans deja libre su nombre de Hornets, todo huele a que Charlotte irá a por él sin dudarlo… cosas raras…

Y a vosotros, os gusta?

PO Desde El Sofá (XXXIX): XV

LeBron, como nosotros con las crónicas, decidió marcar con numerales romanos su camino hasta el final. Se puso un «XVI» en su protector bucal, representando el número de partidos que tenía que ganar hasta el anillo. Los XV ya son suyos. Ahora tiene tres partidos para conseguir la I.

Su partido de ayer lo tuvo todo además. A pesar de llegar a un solo rebote del triple doble al último cuarto, al final se quedó sin el último, y su línea se queda solo en un 26-9-12. Anotó cuando quiso, la pasó cuando le hacían más difícil anotar, defendió a casi todo Oklahoma City y paró lo que pudo a Durant. Para añadirle gracia, se retiró a falta de 5 minutos, con lo que todo el mundo temía como una lesión que hubiera cambiado el panorama de las series, y al final solo fueron unos calambres. Intentó volver, clavó un triple estratosférico que puso por delante a Miami ya hasta el final, y se retiró el último minuto con el trabajo casi hecho.

El que lo cerró fue Mario Chalmers, que empezó como en el resto de la serie, fallando tiros abiertos ante una defensa que decidió ignorarle bastante, y acabó el partido enchufadísimo igualando los 25 puntos de Wade. Por parte de Oklahoma City, Durant hizo el partido tipo Wade, es decir, el típico que crees que no ha hecho nada y ha estado mal, pero miras al final del partido y lleva 28 puntos, pero Thunder empezó y terminó en Russell Westbrook.

Sus 43 puntos fueron un increíble esfuerzo que no tuvo recompensa, pero por lo menos sirven para reivindicarse ante un gran número de críticas absurdas. Ahora el dedo acusador se mueve a James Harden, que ayer continuó unas flojísimas finales. Fallos en el tiro, pérdidas y la impotencia de tener que defender a LeBron por muchos minutos, aunque no pueda con él se llevan acumulando en toda la serie. Ahora que tiene por delante un verano en el que puede firmar su extensión con Oklahoma, se le va a recordar mucho estos partidos, pero pese a que hagamos gracietas en Twitter con ello, su rendimiento en las Finales no debería cambiar nada. Su desempeño en la serie contra San Antonio, con una exigencia similar fue perfecto, que haya encajado una mala racha en unas Finales en la que todo su equipo se ha visto además fuera de sitio no debería costarle un dólar.

Y eso que la de anoche podría haber sido una historia completamente diferente, porque la primera parte empezó con Oklahoma City poniéndose la friolera de 17 puntos por delante, detrás, principalmente de Russell Westbrook que jugó como siempre, solo que como esta vez metió más de lo normal no oiréis una queja, y nuestro albañil favorito, Benito Lopera Perrote Nick Collison.

Las ventajas del primer cuarto suelen ser como ese gol tempranero en fútbol que se marca demasiado pronto, pero es que esta vez, ni tiempo para pensarlo tuvieron. La ventaja duró un total de 4:24 minutos, en lo que no nos extrañaría que fuera una remontada récord en las Finales. El motivo: que por fin empezaron a entrar los triples, a partir de esa distribución de otro mundo de LeBron, que se fue al descanso con medio trabajo del triple doble hecho, 10 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias. Cole, Jones, o el negadísisimo hasta ese momento Chalmers, aprovecharon por fin las oportunidades para tirar y sacar ventaja de la atención extra a James. Los últimos 8 minutos del segundo cuarto fueron de intercambio de golpes, y Thunder fue solo 3 arriba al descanso.

En la segunda parte, la igualdad fue máxima. La ventaja no superó los 7 puntos, pero Miami siempre quedaba una canastita por delante. Heat lideró durante 14 minutos el partido, hasta que LeBron se retiró y Oklahoma, con 4 puntos seguidos de Durant volvió a coger la ventaja y metió el miedo en el cuerpo a unos Heat sin MVP. Pero entonces llegó LeBron haciendo ese numerito de Cid Campeador que ya es historia de las finales, de Willis Reed a Paul Pierce, y Miami no volvió a entregar la cuchara. Westbrook facilitó las cosas con una falta estúpida en los segundos finales, tras una gran confusión en el tiempo que le restaba de posesión a Miami, pero Oklahoma City no perdió por eso, ni mucho menos por él.

Decíamos en la anterior crónica, que nadie ha levantado un 3-1. Así que pase lo que pase, veremos Historia.

Voltaje alterno

Ahora que el éxito de la franquicia antes conocida como Seattle Supersonics les ha llevado a las Finales, y que la ciudad del noroeste de los Estados Unidos intenta cerrar el acuerdo para construir un pabellón y volver a reescribir su Historia, entre manifestaciones de júbilo de los aficionados de la ciudad, nos paramos a recordar una figura fugaz que dejó su marca en los Sonics y cuya influencia todavía se respira en la NBA pese a lo efímero de su carrera y lo poco que ha perdurado su recuerdo. Estamos hablando de Slick Watts.

Nacido Donald Earl, Watts empezó su carrera en la NBA de rebote, tras salir de la Universidad de Xavier, y no ser elegido en el Draft. Con su 1.85 de estatura, tiró de enchufe, para conseguir que Bill Russell, entrenador y GM de los Sonics por aquel entonces, y primo del entrenador de Xavier, le pusiera a prueba. Se plantó con 37 céntimos en su bolsillo (según él) en Seattle, y se hizo un hueco en el equipo.

Slick, era un jugador nada convencional, empezando por su aspecto. Jugando al fútbol americano en el instituto, un linebacker pisó su cabeza y le dejó una enorme herida en la cabeza, y tras ser rapado en el hospital, su pelo empezó a crecer de manera desigual. Visto el panorama, Watts decidió que lo mejor era raparse siempre. Era elegir entre que sus compañeros y amigos le llamaran Cabeza-Mapa o Bola de billar. Él prefirió lo segundo, pero realmente no tenía elección: iba a ser el bicho raro hiciera lo que hiciese.

Pero su calvicie completa, tan distintiva como era, la primera recordada en la NBA, fue simplemente precursora de su verdadera seña de identidad: la cinta en la cabeza. Se la empezó a poner en la Universidad, después de ver las estrellas al quitarse la cinta adhesiva que trató de usar para evitar que le resbalara el sudor. Y no fue el primero, porque Wilt Chamberlain ya la había llevado, pero él decidió darle el toque personal, e inclinarla, y al unir su calva y reluciente cabeza con la cinta de lado, empezó algo más que una moda, que ahora tiene más fuerza que nunca.

Entró en un equipo en el que Downtown Fred Brown jugaba de base con vocación tiradora y anotadora, y él se hizo un sitio ofreciendo el contrapunto de la penetración y el pase, jugando casi 1500 minutos en su temporada de novato, 19 partidos de titular y quedando 3º en la elección de Rookie del Año. Su estilo era adorado por el público: de lucha constante, no paraba de trabajar, moverse e incordiar al rival. Perturbaba el ataque del equipo rival de manera poco ortodoxa y fuera de todos los esquemas establecidos, ayudado por el sistema defensivo que implantó Russell, con muchas rotaciones en defensa, e intimidación en el poste bajo para arreglar los desajustes. Al mismo tiempo, su hiperactividad y su gusto por lo imposible, le llevaba a perder muchos balones en ataque y a elegir tiros desastrosos. No era un pasador natural, pero creaba multitud de oportunidades de su penetración constante. Su tiro era nulo, pero era capaz de finalizar bastante bien en el aro, con acrobacias de otras épocas.

Pese a su locura e ineficiencia, se convirtió en el favorito de los aficionados, ya en su primera temporada. Su llegada inesperada y humilde, que tanto gusta en E.E.U.U., sumado a lo espectacular de sus acciones (cuando le salían), su constante trabajo de albañilería, su look marciano, su carácter afable, y las descacharrantes citas que ofrecía a los cronistas del equipo, se convertía en un cóctel irresistible para el aficionado. Imaginad esta mezcla en la era Twitter.

En su segundo año los Sonics trajeron otro jugador exterior para ayudarles a Brown y a él, Archie Clark, pero a pesar de que su llegada le mandó de vuelta al banquillo, Watts tuvo aún más minutos, distribuyendo el balón y forzando pérdidas con su arriesgada defensa. El equipo se clasificó para Playoffs, eliminando a Detroit en primera ronda. Watts que fue la inspiración para la victoria en el tercer y decisivo partido según Russell, mostró su divertido carácter al hablar de su juego en aquel partido. «Le eché un vistazo a mi casa antes del partido, y vi que no tenía muebles suficientes. Sabía que con el bonus por llegar a primera ronda de Playoffs no iba a ser suficiente».

Pero tampoco pudo comprar muchos muebles más, porque en segunda ronda perdieron ante los eventuales campeones, los Golden State Warriors de Rick Barry. Watts metió 24 puntos en el sexto partido que certificó su eliminación, pero no fueron suficientes.

Ese verano, los Sonics traspasaban a su estrella, Spencer Haywood, a New York, y a Archie Clark, dejando el equipo en manos del dúo WattsBrown, y el pívot de segundo año Tom Burleson. Y en parte, Watts es responsable del traspaso de Haywood. Spencer, que quería ser reconocido como el héroe de la franquicia en todos los estamentos, veía como los fans estaban con el muy inferior Watts. De hecho, se cabreó con los aficionados de la ciudad, porque cuando los rumores de que iba a ser traspasado a New York aparecieron, a nadie pareció importarle mucho. Mientras, Watts tenía programadas unas 300 apariciones en actos al año, y se jactaba de firmar absolutamente todos los autógrafos que le pedían. «No hay trocito de papel demasiado pequeño, porque lo hay al otro lado es una persona. Es un privilegio que me pidan una firma».

Este tercer año, acabó siendo el mejor en lo personal para Watts. De hecho, fue el primer jugador que consiguió liderar la Liga en asistencias y robos en la misma temporada, en 1976, y con tan solo 24 años. Fue elegido en el 1er equipo defensivo, le dieron el NBA Citizenship Award y estuvo muy cerquita de ser All-Star. Volvieron a Playoffs, pero con un equipo más joven que el año anterior, perdieron en primera ronda ante Phoenix.

Al año siguiente, aunque su rendimiento se mantuvo, empezaron los problemas. Después de ir como segundo base en el Oeste en el recuento de votos para el All-Star, Norm van Lier acabó adelantándole por 4.200 votos, el margen más ajustado esa temporada, y los entrenadores prefirieron llevar a Phil Smith y Don Buse, que llegaba de la ABA con Indiana, por delante. Buse además, le quitó aún más protagonismo, repitiendo su gesta de liderar la NBA en robos y asistencias, y le relegó a la segunda posición en asistencias, y tercera en robos ese año.

El equipo iba destinado al 50% de las victorias y quedar fuera de Playoffs, lo que empezó a traer los primeros pitos y abucheos a Russell, y Watts no eligió el mejor momento para pedir un aumento de sueldo, después de que su contrato ya hubiese sido revisado hacía menos de dos años, en el verano del ’75. Pero dio otro paso más, y tras ser rechazado su intento de cobrar más, pidió el traspaso. Aunque se retractara rápidamente y prometiera jugar «con todo su corazón» en Seattle, ya había oído los primeros silbidos de una afición que hasta ahora había estado con él en todo momento.

El año siguiente, Russell, el hombre que le dio la oportunidad, aunque fuera por accidente, se fue. Y vino el hombre que le colocó, el primo de Russell, el entrenador de Xavier, el que estaba siendo entrenador asistente de los Sonics hasta ese momento, Bob Hopkins. Con su gran valedor y amigo al mando, viniendo de dos temporadas que le habían convertido en uno de los mejores bases de la Liga, la temporada prometía para Watts.

Pero por un lado, Lenny Wilkens, que volvió para convertirse en GM de la franquicia, y al cual el juego de Watts no convencía por alocado, ya tenía en mente su sustituto, Gus Williams, un base al que había firmado como agente libre. Además, Hopkins le quitó los galones, para hacer funcionar al equipo con Marvin Webster como point-forward, tratando de emular el éxito de Bill Walton en los Blazers y lo que consiguió fue que los Sonics empezaran la temporada 78-79 con un 5-17, los únicos 22 partidos que Bob Hopkins iba a entrenar en la NBA, y Watts jugó el peor baloncesto de su carrera. Hasta ese momento.

Al rescate llegaba Lenny Wilkens, que se nombró a sí mismo entrenador, y empezó sentando a Watts. Gracias a las 6 victorias seguidas con las que empezó su andadura en el banquillo, adquirió la suficiente autoridad para deshacerse de Slick, en el pulso que este le echó: o jugaba 30 minutos, o era traspasado. Wilkens, que lo estaba deseando, lo empaquetó a media temporada camino de New Orleans, para hacer pareja con Pete Maravich y Gail Goodrich a cambio de una futura elección de primera ronda. Los Sonics acabaron ese año llegando a las Finales, y en la temporada siguiente ganarían el primer y único anillo de la Historia de la franquicia, mientras Watts había jugado ya su último minuto en la NBA a los 27 años, sin que nadie lo supiera aún.

Pero no adelantemos acontecimientos. Watts pasó media temporada saliendo del banquillo detrás de dos miembros del Salón de la Fama como Pistol Pete y Goodrich tratando de aportar la velocidad y la defensa que lo caracterizaba. El equipo estaba 15-21 a su llegada, y pese a finalizar el año con un registro de 24-22, se quedaron fuera de los Playoffs y el tiempo de juego de Watts fue decayendo poco a poco, en un equipo que empezaba una reconstrucción en la que Slick no entraba.

Los Jazz lo traspasaron en septiembre por una primera ronda del Draft a Houston, que necesitaba un nuevo suplente para Calvin Murphy, ante la lesión del incumbente, Mike Newlin, en el training camp. Al final, lo de Newlin no fue para tanto, y solo se perdió 5 partidos, y Watts pasó a jugar menos de 20 minutos por partido por primera vez en su carrera, y Houston, que solo había garantizado el primero de los tres años de su contrato, decidió cortarle al final de la temporada. Y pese a tener 27 años tan solo, y haber liderado la Liga en pases hace 3, ningún equipo NBA volvió a llamar.

Tras un año sabático, Slick probó suerte en la mismísima Alaska, en los Anchorage Northern Knights de la CBA, donde duró solo una semana y un partido: lo que tardó en volverse a Seattle. Él echó la culpa a su entrenador, Bill Klucas, de no dejarle ser creativo. Klucas lo tenía bastante más claro: «No podría jugar en nuestra Liga. Y eso es difícil de aceptar para un veterano de la NBA.» Desde ahí, la última aparición de Watts con impacto en la NBA, antes de entrar en el circuito de apariciones como veterano, fue su recuerdo en el Draft de 1981, donde dos de las primeras elecciones de la primera ronda, la 5ª y la 13ª, habían sido en su día intercambiadas por Watts en sus pasos a New Orleans y Houston.

Empezó de golpe, acabó de golpe.

Después de superar una dura enfermedad, sarcoidosis, en 2001, Watts sigue con su vida, trabajando como profesor de educación física en la Franklin High School, en Seattle, a menos de 10 minutos del SoDo donde se construiría el nuevo pabellón de los Sonics. En su día, dio clase al mismísimo Jason Terry, que lleva su cinta en la cabeza inclinada en homenaje a Watts, uno de los héroes de su infancia. La semana pasada se dejó caer por las manifestaciones que piden en Seattle «Bring back the Sonics», y hasta subió al escenario, con cinta en la cabeza, y todo, por supuesto, a dirigir unas palabras a los aficionados que tanto lo admiraron.

Al igual que cuando recordábamos a World B. Free, que llegó a la Liga un par de años después que él, no podemos parar de preguntarnos lo diferente que hubiera sido la figura de Watts en nuestra época. Watts era espectacular, singular y lenguaraz. Era cercano a los fans, y con una imagen tan particular y exclusiva, hubiera tenido una mayor repercusión de haber jugado en la actualidad, aunque la fugacidad de su éxito tampoco ayudó.

Para entender el fenómeno Watts os proponemos el siguiente ejercicio: ver el siguiente partido, su segundo en los Jazz, con Hall of Famers como Maravich, Walton, Goodrich, o grandes jugadores como Hollins o Maurice Lucas o Truck Robinson y contar el número de veces que la mirada se os va a Watts. No tuvo una actuación particularmente buena en ese partido, y eso es precisamente lo que explica mucho mejor el magnetismo de la figura del pequeño Slick.

En 2005, Slick Watts recogió su historia en un libro, imprescindible si quieres conocer más sobre él. Lo puedes comprar aquí. Para conocer más de la historia (y el presente) de los Sonics, la referencia de SonicsCentral.com es tremendamente interesante.

PO Desde El Sofá (XXXVIII): Vuelta al barro

Después de muchos partidos preciosos en estos Playoffs, jugados a un nivel espectacular, incluidos los dos primeros de estas Finales, anoche volvimos al juego más tosco y en el que las imprecisiones superan a los aciertos, más típico de esta época del año.

Oklahoma City deja escapar el partido de la manera que todos aquellos que querían validar la retórica de la juventud e inexperiencia estaban esperando. Fallando tiros libres (15 de 24), cometiendo faltas estúpidas (dos al final del tercer cuarto que costaron tres tiros libres cada una cuando Thunder rompía en el marcador o la 4ª de Durant, que aunque fuera dudosa, es en parte culpa suya por ponerse en esa posición) y con pérdidas ridículas en malos momentos (porque en cantidad, perdieron pocos balones, solo 11). Lo que podríamos llamar «errores no forzados».

Eso sí, después de eliminar a Mavericks, Lakers, Spurs, y de jugar brillantemente los dos partidos de las Finales, ahora se han puesto nerviosos y se les está viendo la inexperiencia. Están pagando la juventud. Supongo que lo mismo se aplica a San Antonio, que tuvo idéntico porcentaje de tiros libres en el 4º partido de las WCF, y mismas pérdidas ridículas. Ese Manu Ginobili, pipiolo poco experimentado.

Cuando un partido se acaba decidiendo por unos puntillos, aunque muchos prefieran contar historias para no dormir, de guerreros legendarios, orgullos desbocados y demás recursos literarios, en el fondo están decididos por suerte, azar, aleatoriedad, casualidad, cientos de factores… Los dos hicieron cosas bien y cosas mal, y en el fondo la diferencia son un par de posesiones, tiros… que podrían haber caído de cualquier lado.

Miami empezó en blanco y negro, se plantaban con frecuencia y facilidad bajo el aro para anotar tranquilamente, pero hasta que Battier metió 2 triples cerca del descanso, solo llevaban una suspensión anotada. Miami estaba haciendo un partido sin parangón, pero depende donde mirarás era para bien o para mal. Al final, en media, buen partido a secas.

Oklahoma City, como siempre, vivió del tiro de todos lados y permaneció fiel al quinteto que hemos criticado, pero esta vez, Brooks introdujó un par de ajustes. Primero, Ibaka estuvo más pendiente de Battier en la esquina. De ahí, en parte, vinieron las múltiples ocasiones para las bandejas y las finalizaciones de Bosh en el pick-n-roll, pero aunque Serge pusiera 3 tapones menos que el partido anterior, Battier solo anotó 6 puntos con Ibaka encargado de él. En otros partidos, esos 6 puntos los llevaba ya en el minuto 2 de partido. Y estuvo claro además que Brooks ya se ha dado cuenta de lo que supone emparejar a Ibaka con Battier, y Serge tiene la orden clarísima, porque las dos veces que Shane anotó, inmediatamente después Ibaka fue al banco.

Por otro lado, Harden entró antes de lo que es habitual en las rotaciones de Brooks por Sefolosha para dar otro aire a una unidad que anota por debajo del ritmo de la media, pero ayer a Harden se le hizo el aro muy pequeño. No fue su día, y eso que tuvo oportunidades porque en el tercer cuarto también le tocó salir antes de tiempo por los problemas de faltas de Durant, y su protagonismo aumentó cuando tras una falta en ataque de Westbrook, que molestó a Brooks, sacó a Fisher a cancha y le entregó todos los galones a James. Con un 3+1 de Reflexivo Fisher, Thunder se fue de 10 en el marcador, pero los trajeron de vuelta inmediatamente 3 minutos después.

El partido volvió a entrar igualado al último cuarto, al igual que el primero, y como todo el mundo sabe, Miami se acongoja en el último periodo, y Oklahoma City se crece con Durant en plan superestrella. O no. Ayer LeBron se encargó de Durant, se puso serio, y lo dejó en solo 4 puntos en un último periodo, en el que tampoco KD se pudo poner agresivo porque se volvió a apuntar la 5ª falta en los momentos más calientes. James también respondió en ataque, con 8 puntos en los últimos 7 minutos, y OKC, que no pudó anotar en los 90 segundos finales, a los que llegó solo 1 abajo, dejó este escapar.

Ahora, eso sí, el 4º partido se convierte en clave para Oklahoma City, ya que si no lo ganan, tendrían que retar a la Historia de las Finales. Nadie levantó un 3-1.

Las zapatillas del Dream Team

Este verano se cumplen 20 años del Dream Team y para ello vamos a ver que calzaban los 11 integrantes de ese mítico equipo que será irrepetible y que maravilló al mundo en los JJOO de Barcelona 92.

Christian Laettner – Nike Air Flight Huarache
Zapatillas reeditadas recientemente, y que Rondo se puso en las finales del Este contra Heat. Tremendas, brutales y con la tecnología Huarache que fue toda una revolución en los inicios de los 90.

David Robinson – Nike Air Ballistic Force High
Zapatillas altotas como las que siempre había usado el Almirante y con una tira de velcro encima de los cordones, también una de las tendencias de la época.

Patrick Ewing – Ewing Eclipse High
La marca Ewing estaba en pleno apogeo y nada mejor que su dueño/sello para descubrir un modelo mítico. Parece que la marca Ewing va a volver a reeditar algún que otro modelo…

Larry Bird – Converse Bird USA
Converse era una de las marcas más míticas por aquella época y Bird era uno de sus jugadores franquicias, el cual estrenó modelo para estos JJOO.

Scottie Pippen – Nike Air Flight Lite II
Las Air Flight son otras de las míticas zapatillas que se pudieron ver en los JJOO. Pippen no dudo en ponerselas como también hacía en aquella época en la NBA.

Michael Jordan – Air Jordan VII Olympic
No podían faltar las Jordan VII con los colores de USA… míticas, poco más que añadir. Jordan las va a reeditar también este verano…

Clyde Drexler – Avia
Seguramente las grandes desconocidas, pero sí, Drexler llevaba unas Avia totalmente desconocidas, blancas y sencillas… como el propio Drexler.

Karl Malone – LA Gear Turbo Tech Catapult
Otra marca mítica de la época LA Gear tenía en Malone a una de sus imágenes, las Turbo Tech fueron un boom por tierras yankis en estos inicios de década, rumores apuntan también a su reedición.

John Stockton – Nike Air Ballistic Force High
Raro ver a un base con zapatillas tan altas como estas, pero a Stockton le molaba el mismo rollo que a Robinson: Tobillos protegidos.

Chris Mullin – Nike Air Flight Lite II
Las mismas que Pippen para un jugador que casi hacía lo mismo que Scottie, posiciones parecidas, mismas zapatillas.

Charles Barkley – Nike Air Force 180 «Olympic»
Tal vez después de las Jordan VII, las Air Force 180 eran las zapatillas de la época y Barkley las lució por todo lo grande en estos JJOO. Nike va a reeditarlas este verano.

Magic Johnson – Converse Magic USA
Al igual que Bird, Magic era la imagen de Converse y la marca de la estrella le hizo su modelo para estos JJOO.