Avance de temporada 2013-2014: Portland Trail Blazers

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Los Blazers son otro equipo joven (Aldridge, con 28 años, es el mayor del quinteto titular), que quiere intentar aspirar a las plazas de Playoffs que queden libres en el Oeste. Tendrán competencia (el consenso general apunta a Minnesota, New Orleans y Dallas luchando con ellos por lo que podría ser sólo un plaza, la de los Lakers) pero empieza a haber urgencias por parte de su jugador franquicia de volver a ser relevantes, ya que no ganan una serie de Playoffs desde 2000 (sequía más larga de la Liga).

El núcleo se mantiene intacto, con sus cuatro mejores jugadores todavía en el equipo, han remozado un banquillo que estaba entre los peores de la Liga (siendo generosos con la afirmación), sus cinco novatos tendrán este año una temporada más de experiencia, y además han añadido al pívot que les faltaba el año pasado. Pero es posible que todavía, pese a todo ello, no sea aún suficiente, porque en el Oeste, desde hace muchísimo, no hay nada sencillo.

  • Radiografía de los Blazers

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Tic-tac

El reloj está en la cuenta final para que LaMarcus Aldridge tenga el control de su futuro y decida sobre la continuidad en la franquicia. Su contrato acaba en 2015, dentro de dos veranos, así que este año es vital, para que no empiece a pedir, con más insistencia aún, el traspaso a un equipo aspirante. Los Blazers, tal y como están ahora mismo, no tienen espacio salarial libre en 2014, así que se verán limitados al intercambio de cromos, y a realizar un buen papel esta misma temporada, para poder convencerle.

A los Blazers les falló la pasada temporada, principalmente, la defensa, 4ª peor de la Liga. Jugaron sin pívot todo el año, con JJ Hickson tratando de cumplir en el papel, y fallando en toda tarea defensiva que no tuviera nada que ver con el rebote. De hecho, el cuarteto titular junto a él tuvo un diferencial de -1.8 puntos por 100 posesiones en 1078 minutos, y un magnífico y esperanzador +7.6 en los 348 restantes, 137 de ellos con Aldridge como 5. No es que estas unidades hayan defendido mucho mejor, pero es que en esos ratos sin Hickson, se convierten en una máquina de anotar, especialmente con LaMarcus de pívot.

Es una pena que no esté por la labor de hacerse cargo de la posición, porque los Blazers lucieron un magnífico +96, con un índice ofensivo que rivalizaría con los mejores de la Liga, en los 348 minutos que estuvo de 5 (hay que tener en cuenta, que a veces este tipo de cambios posicionales, se producen sólo cuando las condiciones del emparejamiento son ventajosas, y el éxito no se mantendría incondicionalmente). En los 5 últimos años, salvo en el del lockout, los Blazers siempre han sido excelentes (al menos, +7.4 puntos frente al rival por 48 minutos) con él de pívot.

Al equipo seguramente le iría mejor así, pero le falta la actitud, que se extiende por más aspectos de su juego, en los que se le ve un tanto autocomplaciente. Quizá sea culpa de que en los dos últimos años no ha jugado por nada importante, pero el espaldarazo definitivo que pegó en 2011 ha sido su techo, no otro paso más sobre el que seguir creciendo, y aunque este nivel sea excelente, es otra de sus trazas de Elvin Hayes de imitación. Aquel año revelación sólo intentó un 40% de los tiros de campo desde la media distancia, y ese porcentaje ha ido creciendo al 52% el año del cierre patronal, y el 57% esta temporada, mientras que sus viajes a la línea de tiros libres han ido cayendo recíprocamente campaña a campaña, lo que nunca es buena receta. LaMarcus corre el riesgo de quedarse en buen anotador de volumen, y para de contar. Seguirá siendo el ala-pívot más anotador de la Liga, y el más elegante (eufemismo de otras cosas a veces), pero así difícilmente el mejor.

El caso es que él no quiere ser pívot, ni pegarse, y punto. Como en esta franquicia es el niño mimado, le han traído a Robin Lopez (a cambio de casi nada, además). Pero no sé si será la solución, porque este no deja de ser el hombre que estaba en la última línea de uno de los únicos tres equipos con peor defensa que los Blazers el año pasado, y si Portland fue, junto a Milwaukee, la franquicia que más puntos por partido recibió en el área restringida, unos 37.5 por cada 36 minutos, los Pelicans con Lopez en pista tienen una tasa clavada, de intentos y acierto rival. Lo cierto es que el gemelo malo con nombre de porn-star femenina latina, hizo mejores a los Pelicans cuando estuvo en cancha, y el RAPM (+/- ajustado y normalizado) estima que tiene una contribución positiva en la defensa, de unos 2 puntos por 100 posesiones, pero no es desde luego un impacto suficiente para marcar diferencias, y este equipo lo necesita, porque tiene mucho terreno que recortar.

En el caso de los Blazers, mucha culpa del pobre rendimiento la tiene la manera en la que defienden los bloqueos y continuación, atrapando al base con dos-contra-uno’s. Uno de los ejemplos de que no lo hicieron bien fueron las numerosas oportunidades rivales bajo el aro de Portland, y cómo, pese a que una de las ventajas de este esquema es que genera pérdidas sobre el balón, los Blazers fueron últimos de la Liga provocando este tipo de equivocaciones al rival. Este efecto se ve en los gráficos superiores de la radiografía de los Blazers, que recogen como son uno de los peores equipos ante los cortes de los rivales (que es la situación que se produce cuando el dos-contra-uno falla, el rival tiene ventaja numérica, y acaba encontrando un pase fácil para la anotación cerca del aro).

Otro problema grave que tuvo este equipo en defensa fue contener los contraataques. Portland no cargó mucho el rebote de ataque, pero Hickson sí que estuvo entre los mejores en la lista individual, y la agresividad del reconvertido en pívot les costó el poder recogerse bien ante las transiciones rivales. Lopez tiene una tasa algo menor de rebotes en ataque, pero todavía entre las más grandes de la Liga. El consuelo es que al menos, lo tradujo en canastas mucho mejor, adelantándole y siendo el 7º jugador de la Liga en puntos por partido en segundas oportunidades.

Y hablando de rebotes, Hickson fue un monstruo en el tablero defensivo, quedándose más del 28% de los fallos rivales, mientras que Lopez tiene un mal balance: apenas el 13.4%, menos de la mitad. Robin jugaba al lado de Davis, lo cual le quitaba oportunidades, pero nunca llegó ni al 16% en sus 4 años en Phoenix. Stotts hace hincapié en esto, y obliga a trabajar a sus dos hombres altos, que tuvieron las mejores marcas de sus carreras el año pasado, así que si Lopez este año no lo consigue, sí que lo podemos dar por imposible.

En los motivos para ser optimistas, tenemos la reconversión de Lopez en un intimidador limpio. Uno de los problemas en sus años en los Suns residía en el alto número de faltas que cometía (5 por cada 36 minutos en Arizona), pero el año pasado, actuando como titular, bajó la tasa a 2.8, casi la mitad, mientras que su porcentaje de tapones por jugada marcaba un máximo personal histórico: 5%, o lo que es lo mismo, 1 por cada 20 tiros de 2 rivales, una marca en el Top 20. La intimidación por parte de Hickson es inexistente por lo que ganan algo aquí.

Veremos si el cambio funciona en Portland. La idea de que Lopez pueda ser el ancla en defensa de un equipo enciende un par de luces rojas (la del rebote en defensa, y otra en lo mal que han rendido sus equipos en temporadas pasadas), que pueden ser culpa suya, o de sus anteriores compañeros. Los Blazers cambiarán este año el sistema tras el fracaso del año pasado, retrasando al equipo y siendo menos agresivos, y Robin encaja, ya que en los Hornets (Pelicans, a partir de este año), ya defendía los bloqueos directos esperando atrás.

No sé si esto será suficiente para acercar al equipo a la media de la Liga, pero para entrar en Playoffs, es imprescindible que hagan algo que funcione.

  • No tan joven, aunque preparado

Damian Lillard tuvo un magnífico año de novato, ganando el premio a Rookie del Año con la gorra, liderando la Liga en minutos jugados, y siendo uno de los 56 jugadores que meten al menos 19 puntos por partido en su primera temporada (y sexto miembro desde 2000, juntándose a LeBron, KD, Melo, Griffin y Tyreke Evans), una lista en la que hay 22 superestrellas que están en el Salón de la Fama, y así a ojo, pinta que tiene 10 jugadores más que llegarán.

Su porcentaje de tiro verdadero, 54.6% está en la media, algo impresionante para semejante volumen y estar a estar alturas de su carrera, y su 36.8% en triples pese a la gran cantidad de bombas tras bote que soltó, es también tremendo en contexto. Pero como ya os hemos recordado una vez en Twitter, la proyección de Damian está más limitada que la del novato habitual. Pasó 4 años en la universidad, por lo que es del mismo año que otros jugadores que llevan ya tiempo en la Liga como Paul George, DeMarcus Cousins, Klay Thompson, Greg Monroe o sus coetáneos de la espectacular generación de bases de 1990: Wall, Rubio, Holiday y Walker (a adidas sólo le falta robar a Kemba a Under Armour para hacerse con todos, aunque siempre puede dar el cambiazo con Shumpert, otro hijo de 1990).

Aparte de ver que 1990 fue un buen año para ser jugador de baloncesto (Vucevic, Bradley, Stephenson o Hayward también son de esa generación, y quién sabe si también Shabazz Muhammad…) esto quiere decir que hay que esperar de él un punto de desarrollo parecido al de estos jugadores. Con una menor experiencia NBA que todos ellos, tiene todavía cosas que aprender, y se puede esperar de él un pelín más de mejora que del resto de esa lista. Pero al mismo tiempo, no va a seguir el ritmo de progresión que esperamos ir viendo en Davis, Kidd-Gilchrist, Drummond y compañía.

Pero olvidándonos de lo que puede ser, y volviendo al presente, Lillard es magnífico. Parece un veterano y en momentos finales y partidos igualados, siempre quiere el balón, y muchas cumple. Es un triple a punto de suceder desde cualquier punto, y una solución de ataque instantánea. Tiene pendiente hacer más partícipes de su éxito al resto de compañeros, y mejorar en defensa (algo que quizá no tiene el cuerpo para permitirse), pero, como mínimo, el suelo lo tiene en excelente y moderno anotador.

  • Nic&Wes

Batum y Matthews son una buena pareja, que va a entrar además a la que será su cuarta temporada juntos, pero da la impresión que el francés no ha acabado de arrancar. Nicolas parecía aspirar a ser uno de los aleros más interesantes de la Liga, aquello en lo que Paul George se está convirtiendo: alguien capaz de tirar, crear juego, participar en bloqueos directos y ser un as en defensa. Pero lo cierto es que de momento parece mejor de lo que es, con su elegancia, porte y figura. Es un tipo versátil, que no destaca, ni marca diferencias en nada.

En los Blazers esperaban un líder, y les ha quedado un buen jugador complementario, un tercer espada. Sólo por la posibilidades que tienen sus herramientas, hay que quedarse con él, pero lo cierto es que Matthews, mejor defensor en realidad pese a que Batum tiene el punto de espectacularidad en sus acciones, se amolda mejor el papel de secundario, y es difícil de decidir quién aportó más al equipo la pasada temporada.

Ninguno de los dos es ahora mismo una solución. Pero tampoco un problema.

  • Tremendo maquillaje

El mejor retoque de los Blazers este verano es el banquillo. El quinteto titular de Portland, en más de 1.000 minutos de juego, era 1.8 puntos peor que el oponente por 100 posesiones, pero es que el equipo al completo tenía una marca bastante peor, -4.2 por 100. Esta diferencia es de aproximadamente unas 5 victorias en ese rango, una cantidad importante para una segunda unidad. Además de todos los efectos secundarios que tiene en los que juegan unos suplentes tan horribles: los titulares se tienen que comer unas minutadas importantes (Lillard, novato, lideró la Liga en minutos totales, y tuvieron 3 jugadores entre los 10 con más tiempo por partido en pista), esto puede generar cansacio y lesiones, y Stotts apenas tiene margen o influencia para corregir los errores, porque sabe que por detrás no tiene una alternativa, tiene un castifo.

Como los jugadores del banquillo se mezclan con los de la primera unidad (y hay equipos que no tienen clara la separación entre titulares y suplentes) es muy difícil cuantificar perfectamente el impacto en general de los reservas de un equipo, pero de las maneras en las que podemos hacerlo, es evidente que el de los Blazers se disputa con el de Indiana el título de peor de la Liga.

Fueron el grupo con menos minutos en pista por partido (13.3), menos puntos (18.5), 2º peor eFG% (sólo superados negativamente por los Pacers) y peor porcentaje de acierto desde el triple. No somos fans acérrimos del PER, pero da una idea aproximada de la producción boxscorista, y ningún jugador del grupo supera al 12.1: por ponerlo en perspectiva, de los 344 jugadores con más de 500 minutos por partido, no hay ningún suplente de los Blazers entre los 225 primeros, pero hay 5 entre los 40 últimos, y 3 entre los 10 que cierran la lista.

Los Blazers han reconstruido este grupo, diciendo adiós a 6 de los 10 jugadores que formaban parte de su banquillo (se han quedado con 4 novatos, dos americanos, el prometedor Meyers Leonard y Will Barton, y los dos europeos, Freeland y Claver), y de los que se fueron, sólo Maynor ha vuelto a firmar un contrato NBA a fecha de redacción de este documento.

Eso sí, Neil Olshey no ha tropezado en la piedra dos veces, y este año ha invertido para formar un grupo que parece más fuerte y con más recursos, y en el que todavía hay apuestas jóvenes y con proyección.

Mo Williams, Earl Watson, el número 10 del Draft, CJ McCollum, y el 31, Allen Crabbe, son un gran avance ante los Ronnie Price, Nolan Smith y Sasha Pavlovic del año pasado en el perímetro. Este Mo Williams que pasa la treintena está seguramente en la parte baja del Top 30 de bases de la Liga para esta temporada, pero al mismo tiempo, por temas de edad, proyección y aspiraciones, no se encuentra entre los 30 directores de juego con más motivos para ser titular. Una vez que se quedó sin silla en el juego, los Blazers hicieron un buen trabajo, arrancando por un buen precio a quien ya hizo bien el papel de sexto hombre en Los Angeles en 2012. Además, su habilidad para jugar con y sin balón, permite a los Blazers utilizarle como complemento de McCollum, dándole al rookie el papel en el que más les interese formarle, y dejando para Williams el otro que sobre.

Con Dorell Wright sucede algo parecido que con Williams, en el sentido de que su nivel está en el límite entre merecer la titularidad y ser más que comprensible su suplencia, pero pese a sus 9 años de experiencia, el alero tan solo tiene 27 años, y está a punto de entrar en las que en teoría serán sus mejores temporadas. Por lo pronto, mejorará muchísimo a un Claver, que pese a su «notable alto», decepcionó en su año de novato. La inexperiencia se notó, y la verdad es que fue de menos a más, encadenando algún partido resultón en la recta final del año, así que Víctor todavía tiene crédito en Portland, pero este año será mucho más complicado conseguir minutos y si los quiere, tendrá que ganárselos a base de triples. Mantener el 35.5% en 3.4 intentos por partido en los 9 jugados en abril, tras acertar un 25% el resto del año, sería un buen comienzo.

Lo que puede quedar algo más flojo es el juego interior, que sólo tiene a Leonard, Freeland y Thomas Robinson, jugadores con un año de experiencia nada más (con la posibilidad de añadir a Wright o Claver haciendo de ala-pívot abierto puntualmente). Leonard fue el único jugador que demostró algo en el banquillo Blazer el año pasado, y de hecho, el equipo jugó mejor cuantitativamente con él que con Hickson la pasada campaña (aunque curiosamente perdieran los 9 partidos en los que él fue titular).

Leonard es un jugador enorme, con unas fabulosas condiciones físicas, pero que todavía está intentando entender el juego a este nivel. Ya no son sólo los problemas habituales con comprender cómo y hacia donde se debe mover una defensa, o de qué maneras distintas en función del tipo de rival tiene que asfixiar los bloqueos directos: tiene problemas de colocación en otro tipo de asuntos que jugadores de su edad y experiencia ya manejan perfectamente como el de situación ante un rebote o para sellar a su hombre y pedir un balón en el poste bajo. Compartió pista habitualmente con jugadores incapaces de hacer un pase de entrada, lo que acrecentó el problema, pero no hemos visto a Leonard jugar de espaldas, porque nunca estuvo en una posición para reclamar el balón.

Cuando la colocación no es un problema, en situaciones que puede recibir en carrera o en transición, Leonard consigue anotar con más facilidad que el pívot habitual, por lo que su carrera no parece peligrar ni mucho menos todavía. Además, su 40% en tiros de fuera de la pintura, no es brillante, pero no está nada mal teniendo en cuenta su punto de desarrollo. Son los minutos los que tal vez no se gane si no mejora la defensa, el rebote y la frecuencia de sus faltas (7º en personales realizadas por minuto). Si lo hace, es posible que a final de año el que ocupe el puesto de banquillo sea Robin Lopez.

Y acabamos la ronda a los suplentes de los Blazers con Thomas Robinson, que hace un año por estas fechas era el número 5 del Draft, y ahora comenzará una nueva aventura en el que será su tercer equipo hasta la fecha. Sorprende lo suyo, teniendo en cuenta que en teoría una de sus cualidades era estar preparado más o menos inmediatamente para dar el salto a la NBA, y lo dudoso era su techo, no el suelo.

La realidad es que nos hemos encontrado con un jugador absolutamente incapaz de anotar con ritmo en este nivel, al que no le funciona ningún recurso. Está anotando un 21.4% de las suspensiones, no se involucra en los bloqueos y continuacion, y no puede aprovechar la agilidad para levantarse del suelo en ataque.

Lo positivo es el rebote, donde esperábamos un titán, y el primer año en este apartado ha cumplido (28º en tasa entre jugadores con más de 1.000 minutos), pero destaca más en el tablero de ataque, lo cual no aprovecha mucho, porque gran parte de esas segundas oportunidades quedan ceremoniosamente taponadas por el rival.

De todos modos el talento está ahí y viene de una organización disfuncional donde muchos han fracasado como es Sacramento (por Houston estuvo de paso). Con Aldridge, no va a tener ni la presión ni la carga de ser titular, pero tendrá que hacerse un nombre ante los suplentes de otros equipos.

Draft 2012: Humo y espejos

Se preveía una noche movida, y al final quedó en nada. En un día en el que, presumiblemente, cuatro de las ocho primeras elecciones, la 2ª, 5ª, 7ª y la 8ª, estaban en el mercado, no hubo ningún traspaso finalmente hasta la 17, y solo un jugador con contrato cambio de equipos. Decepción para el espectáculo traspasero,pero que se le va a hacer. Repasemos franquicia a franquicia.

Atlanta Hawks
Llegó a la noche con: La elección número 23, la elección número 43
Se fue con: John Jenkins, Mike Scott

Había elecciones más sexys y con más potencial, y puede que Jenkins hubiera estado más abajo (yo no me la hubiera jugado con equipos que siempre necesitan tiradores como Chicago o Miami un poco detrás), pero me gusta lo que ha hecho Atlanta. Si planean seguir utilizando el aclarado a Joe Johnson como seña de identidad, Jenkins es ideal para abrir el campo. Ademas, siempre puede Johnson encargarse del mejor ala, y dejarle el otro a él. Con su elección de segunda ronda se trajeron a Mike Scott, ala-pívot de progresión limitada (cumple 24 años en nada), pero que sirve para hacer fondo de armario en una rotación de interiores casi vacía en la que ahora mismo solo están Smith, Horford y Pachulia.


Boston Celtics
Llegó a la noche con: La elección número 21, la elección número 22, la elección número 51
Se fue con: Jared Sullinger, Fab Melo, Kris Joseph

Una de cal, una de arena. Jared Sullinger tendrá problemas de espalda, pero en el número 21 es un robo absoluto. Jugador impresionante, y que podría contribuir en un equipo que lo necesita ya si no se opera de su protusión discal. Por el otro lado, Fab Melo, es todo lo contrario, un proyecto que da muy mala espina, pero elegido en una posición correcta. Sumar dos jugadores al juego interior, especialmente si Sully está bien, les puede permitir prescindir de Brandon Bass y ser más agresivos en el periodo de agencia libre. Los Celtics seguirán el domingo reconstruyendo con todo el dineral que tienen, y de cuantos jugadores vengan dependerá que Kris Joseph forme parte de la plantilla, aunque parece complicado.


Brooklyn Nets
Llegó a la noche con: La elección número 57, menos dólares, lo cual les importa poco
Se fue con: Tyshawn Taylor, Tornike Shengelia, İlkan Karaman

Los Nets llegaban al Draft solo con una bajísima elección de 2ª ronda, y compraron dos más. Tyshawn Taylor es un proyecto intrigante, como cualquiera que siguiera la marcha de Kansas a la Final del Torneo pudo ver, que tiene sitio al menos para probar en una rotación NBA. Con las otras dos elecciones escogieron a dos ala-pívots de Turquía y Georgia, de los que no tenemos referencia, pero que dudamos que formen parte de la NBA pronto.


Charlotte Bobcats
Llegó a la noche con: La elección número 2, la elección número 31
Se fue con: Michael Kidd-Gilchrist, Jeff Taylor

Dificil hacer un juicio sin conocer realmente las ofertas que les hicieron, y si realmente creian que Kidd-Gilchrist era su hombre, es normal que fueran reticentes a caer a la 4 posicion: si Cleveland solo ofrecia la 24, no compensaba el gran riesgo de que BealMKG hubieran sido 2 y 3 en ese escenario. Kidd-Gilchrist es una de nuestras debilidades, un jugador de mentalidad ganadora, que hace falta en Charlotte. Pero no estoy seguro que su brillantez, basada en hacerlo todo bien, tenga impacto inmediato en una franquicia, que necesita mucho más. Con su primera elección de segunda ronda, debieron también enfocarlo al mejor jugador disponible, porque se hicieron con otro alero, que podría ser el suplente perpetuo de MKG. Jeff Taylor defiende muy bien, y en ataque abre el campo porque puede meter de 3. Ni más, ni menos. Y dos jugadores como él han sido titulares en las últimas Finales.


Chicago Bulls
Llegó a la noche con: La elección número 29
Se fue con: Marquis Teague

Los Bulls, que van a estar al principio de la temporada sin Rose, han encontrado valor en su elección y ahora ya tienen un base para suplir a Watson con Derrick fuera. Si la apuesta por el Teague pequeño sale bien, podrían traspasar a CJ en algún momento, o evitar tener que renovarle al alza. Se podían permitir el capricho, y lo hacen.


Cleveland Cavaliers
Llegó a la noche con: La elección número 4, la elección número 24, la elección número 33, la elección número 34
Se fue con: Dion Waiters, Tyler Zeller, Kelenna Azubuike

Los Cavs llegaron con cuatro elecciones y se van con dos jugadores que estaban en los puestos de Lotería en la mayoría de las predicciones tras su traspaso con Dallas, pero sin embargo, la nota es mala. Escoger a Waiters en el 4 me parece una patinada absoluta: no es que Dion no vaya a ser bueno, que puede serlo, y mucho, la cosa es que probablemente hubiera estado disponible más abajo, al menos hasta la 8ª elección, la de Toronto. Ya veremos como funciona con Irving, yo no soy muy amigo de juntar dos anotadores de poca talla que necesitan el balón en el mismo perímetro, pero si los dos saben tirar de fuera… ¿por qué no? La elección de Zeller sí es un buen uso de los recursos, ya que se sacaron un jugador de Lotería prácticamente con su posición número 24 (si hubieran querido segundas rondas, la 36 sin ir más lejos, se vendió por dinero) pero tengo en duda que vaya a ser un jugador de impacto en esta Liga.

En resumen, aunque me gusta mucho más Waiters que Zeller, la elección del segundo es mucho más lógica y tiene más valor que la del primero.


Dallas Mavericks
Llegó a la noche con: La elección número 17, la elección número 55, Kelenna Azubuike
Se fue con: Jared Cunningham, Bernard James, Jae Crowder

Fenomenales movimientos de Dallas, que sigue escarbando espacio salarial para presentarse en la agencia libre. Cambiando la elección número 17 y el contrato de Azubuike por la 24, la 33 y la 34, han logrado liberar 1.4 millones más para gastarse en fichajes, añadiendo a tres jugadores, de los que para nosotros destaca especialmente el que escogieron en último lugar, Jae Crowder, uno de los robos del Draft, sin duda alguna. Supongo que explorarían la posibilidad de haber seguido traspasando hacia abajo, porque Cunningham es un jugador que previsiblemente también se podría haber encontrado en la 2ª ronda, pero entendemos que es difícil seguir moviéndose en un mercado mucho tranquilo de lo esperado. Si le sumamos el traspaso de Odom que todavía no está cerrado, Dallas llegará el domingo a por jugadores, con 3.8 millones de espacio más, y con una excepción de traspaso que luego tendrán todo el año para gastar. Y encima ahorraron pasta con Lamar y vendiendo la elección número 55 a Los Angeles.


Denver Nuggets
Llegó a la noche con: La elección número 20, la elección número 38, la elección número 50
Se fue con: Evan Fournier, Quincy Miller, İzzet Türkyılmaz

Los Nuggets tienen de todo, Sullinger y Jones jugaban en las posiciones que mejor cubiertas tienen, así que lo mejor que podían hacer era, o traspasarla, o usarla en el jugador internacional que tardará un tiempo en llegar. Este Draft solo tenía uno de nivel de primera ronda, así que tiene sentido hacerse con Fournier. En la posición número 38 se encontraron además con un jugador que podría haber sido primera ronda en otras condiciones en Quincy Miller, que tendrá problemas para hacerse un sitio en una de las plantillas más profundas de la Liga. Con su elección final se apuntaron al carro de los ala-pívot euroasiáticos, por si suena la flauta.


Detroit Pistons
Llegó a la noche con: La elección número 9, la elección número 39, la elección número 44
Se fue con: Andre Drummond, Khris Middleton, Kim English

Draft más que solido para los Pistons, que en sus tres elecciones se llevaron jugadores que apuntaban más arriba. Detroit hizo lo que tenía que hacer escogiendo un talento de potencial enorme en una posición sin tanto riesgo como es la 9ª. Drummond, que yo creo que se hará un sitio en la Liga como especialista defensivo, se complementa perfectamente con un anotador como Monroe, y rivalizarán con el RobinsonCousins de Sacramento por ser la mejor pareja de interiores jóvenes de la Liga. Con las dos elecciones de segunda ronda, podrán echar un ojo a dos proyectos de alas interesantes, de los que uno seguramente, completará la rotación tras Prince, Daye, Maggette y Stuckey. Y de nuevo, volvemos a apostar por el elegido más atrás, Kim English, para rellenar ese hueco.


Golden State Warriors
Llegó a la noche con: La elección número 7, la elección número 30, la elección número 35, la elección número 52
Se fue con: Harrison Barnes, Festus Ezeli, Draymond Green, Ognjen Kuzmić

Pese a no gustarme personalmente ninguna de las elecciones de Golden State como jugadores, tengo que reconocer el indudable valor que han encontrado en cada uno de los puestos en la Bahía, y la posibilidad de que este Draft pueda reconducir el destino de este equipo. Barnes tiene todo el talento del mundo, y los Warriors tienen ahora el mejor combo tirador 1-2-3 de la Liga, pero me hubiera gustado verlo con un base más puro que Curry. Ezeli podría ser un buen pívot algún día, aunque yo no contaría con ello, pero bien merece el riesgo al final de la primera ronda. Y Draymond Green es un jugador adorado por las estadísticas avanzadas que además ha tenido la suerte de ir a parar a un equipo con una vacante en el puesto de ala-pívot sustituto. Muy sólido.


Houston Rockets
Llegó a la noche con: La elección número 14, la elección número 16, Chase Budinger, Samuel Dalembert
Se fue con: Jeremy Lamb, Royce White, Terrence Jones, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston

Coyote Morey se fue, como siempre, sin su Correcaminos, su pieza de caza mayor, pero se lleva tres jugadores que pueden revalorizarse este mismo año. Eso sí, como no empiecen a empaquetar gente, la competencia por entrar en la plantilla de Houston pueden ser terrible el próximo año. Aquí todavía no hemos visto la otra parte del plan, si es que a estas alturas todavía hay plan, porque la plantilla de los Rockets ahora mismo tiene más nombres que un festival de verano. Y lo peor, sin saber cual es el grupo bueno cabeza de cartel.

Suponiendo que se queden, Royce White es un jugador soberbio que si deja atrás sus problemas puede marcar una época en Houston y si Lamb es el del primer año en UConn, y no el del segundo, los Rockets puede que ya tengan las estrellas en casa.


Indiana Pacers
Llegó a la noche con: La elección número 26
Se fue con: Miles Plumlee, Orlando Johnson

Aunque Orlando Johnson nos encanta y lo apuntamos como robo del Draft, los Pacers ni se acordarán de que este Draft sucedió. Si no intentaron cambiar su elección por una del próximo año (Miami justo debajo, sí que lo hizo), y se quedaron con Plumlee, una de las elecciones más horrendas de la noche, no se merecen nada el año que viene. El único motivo de justificarlo, es pensar que pueda ser más barato que Fessenko, por ejemplo.


Los Angeles Clippers
Llegó a la noche con: La elección número 53
Se fue con: Furkan Aldemir

La noche en la que se draftearon 3 ala-pívots turcos, los Clippers se llevar al que mejor considerado estaba. Aunque en su momento parecía que el jugador se iba a ir a Houston, parece que al final se quedará en LA, que hizo su mayor movimiento de la noche fuera del Prudential Center, obteniendo a Odom a cambio de Mo Williams. Informaremos si hay algún cambio.


Los Angeles Lakers
Llegó a la noche con: La elección número 60
Se fue con: Darius Johnson-Odom, Robert Sacre

Los Lakers, pese a venir con casi nada a este Draft se llevan a un tirador en Johnson-Odom que pueden llegar a aprovechar. El de Marquette acertó en un 40.2% de sus lanzamientos en NCAA y metió más de 70 triples en las tres temporadas que ha jugado. Puede adelantar a Goudelock y Eyenga. Y raro es que un pívot norteamericano funcione tan abajo, pero el canadiense Sacre puede ser la opción barata para el tercer pívot de unos Lakers que necesitan ahorrar. Peor que Mbenga no es.


Memphis Grizzlies
Llegó a la noche con: La elección número 25
Se fue con: Tony Wroten

Los Grizzlies, otro equipo con pocos agujeros, tapan el más grande, el de base suplente, con un jugador de proyección que no tendrá presión para empezar su carrera. Los Grizzlies iban necesitados también de tiro exterior, cosa que, viendo lo visto en Washington, Wroten Jr. no va a aportar, pero va a hacer que el banquillo anote, con la ayuda de otro jugador de la UofW, Pondexter y Speights. Cubren necesidad, tiene potencial a largo plazo, y lo han elegido en el rango esperado. Los Grizzlies solo se dejaron una para julio, pero la sacan con buena nota.


Miami Heat
Llegó a la noche con: La elección número 27
Se fue con: Justin Hamilton, futura primera ronda

Yo creía que Miami aprovecharía para obtener un efectivo más a precio reducido (la elección 27 cobra 868.000 dólares), pero prefieren dejarlo para otro año, en el que la elección de Philadelphia podría llegar a ser más jugosa. Además, bajaron a la 2ª ronda a por un pívot de buena mano al que igual le encuentran un hueco.


Milwaukee Bucks
Llegó a la noche con: La elección número 12, la elección número 42, Jon Brockman, Jon Leuer, Shaun Livingston
Se fue con: John Henson, Doron Lamb, Samuel Dalembert

Buen Draft también para Milwaukee que se llevó en el 14 un jugador que podrían haber escogido perfectamente en el 12 y por el que estaban pensando en subir incluso más arriba, y en la 2ª ronda uno de los mejores anotadores universitarios, el Otro Lamb. Lo mío con Henson es debilidad personal, ya que creo que en una NBA que parece caminar poco a poco hacia el small-ball, mandando los ala-pívots cada vez más lejos de la canasta, Henson es el prototipo de nuevo defensor del 4. Y así a la tontería, Milwaukee se uno al grupo de equipazos largos y profundos.


Minnesota Timberwolves
Llegó a la noche con: La elección número 18, la elección número 58
Se fue con: Chase Budinger, Robbie Hummel

Su movimiento fue un poco anterior, trayendo a un Chase Budinger que tendrá minutos, y con su segunda ronda apostaron por Hummel un jugador que tenía una buena proyección hasta que las lesiones le han ido destrozando. De todos modos, difícil hacerse hueco ahora mismo en el 4 en Minny,


New Orleans Hornets
Llegó a la noche con: La elección número 1, la elección número 10, la elección número 46
Se fue con: Anthony Davis, Austin Rivers, Darius Miller

Los Hornets podrían haber drafteado a Franch décimo, y todavía habría sido un buen Draft para ellos. Lo de Davis ya se sabía, y ahora con el pequeño Rivers van a ser un equipo que va a entrar directo a muchas listas de League Pass en la Liga. Como ya dijimos en nuestras previsiones, no nos atrevemos a hacer un pronóstico con Rivers, que estaba fuera de su hábitat en Duke. Monty Williams es un entrenador ideal para él, y va a poder jugar como sabe. El peligro, que no sea más que un mandarinero. Pero la recompensa, puede ser inmensa. Para rematar, en segunda ronda se trajeron a Darius Miller, compañero de Davis en Kentucky y que podría tener sitio y oportunidades en una plantilla con solo un alero, Aminu.


New York Knicks
Llegó a la noche con: La elección número 48
Se fue con: Kostas Papanikolaou

No somos de Euroliga, así que no tenemos referencias, pero si lo han escogido los Knicks, aunque anoche se reaccionara así, estaremos durante todo este año oyendo como es una mezcla de Larry Bird, LeBron James, George Clooney y el Dalai Lama. Tampoco es que fueran a encontrar nadie que pudiera ayudar ya en ese puesto.


Oklahoma City Thunder
Llegó a la noche con: La elección número 28
Se fue con: Perry Jones

El equipo casi ideal para saber si Jones hace carrera o se va de la NBA en dos años. Si no se pone las pilas rodeado de todo lo que tiene alrededor, yo no lo querría ni regalado. Esperemos, eso sí, que lo de la rodilla no sea nada. Y por parte de Oklahoma City, el movimiento perfecto que solo ellos se podían permitir.


Orlando Magic
Llegó a la noche con: La elección número 19, la elección número 49
Se fue con: Andrew Nicholson, Kyle O’Quinn

Dos jugadores interiores, no ya solo pensando en que Howard se vaya: sin Dwight, solo Glen Davis y un desechable Justin Harper tienen contrato. Probablemente puedan darle una oportunidad a O’Quinn un pívot que es la antítesis de Daniel Orton, ya que este ha producido y mucho en la NCAA, y Nicholson pinta como un anotador interior que siempre pueden ofrecer de vuelta dependiendo de como acabe todo. Orlando está en el limbo, y así es difícil sacar conclusiones.


Philadelphia 76ers
Llegó a la noche con: La elección número 15, la elección número 45, la elección número 54
Se fue con: Moe Harkless, Arnett Moultrie, una primera ronda futura menos.

El sonido que estáis escuchando es el de Thad Young clavando el cartelito de se vende enfrente de su casa. Aunque si empaquetan a Iguodala podría haber sitio para los dos, la llegada de Harkless, un jugador poco hecho para mi gusto, parece un parche puesto encima del pobre Young. Y los 76ers debieron ver una buena oportunidad en la caída de Moultrie, ya que su juego interior ahora mismo solo tiene al candidato a la amnistía Brand y a Vucevic bajo contrato.


Phoenix Suns
Llegó a la noche con: La elección número 13
Se fue con: Kendall Marshall

La que ha sido casa en estos últimos 20 años de Kevin Johnson, Steve Nash, Jason Kidd (sí, y de Marbury) tiene otro nuevo líder que continúa el linaje. Otro General para el equipo de Arizona, que notará un poco menos la baja del insigne canadiense. Y si la mancha en el historial de Marshall es su defensa, el equipo que lleva años tapando a Steve Nash, no puede ser malo, ¿no?.


Portland Trail Blazers
Llegó a la noche con: La elección número 6, la elección número 11, la elección número 40, la elección número 41
Se fue con: Damian Lillard, Meyers Leonard, Will Barton

A pesar de no haberlos visto, tengo mis dudas con Lillard y Leonard, jugadores más de medio plazo que de corto en un equipo que se supone estaba más de remodelación que de reconstrucción completa. Los (interesantes) experimentos con Aldridge de 5 parece que tienen un final, y Barton es uno de los nombres habituales como posible robo de este Draft. Mucha incertidumbre con los hombres de los Blazers, aunque el potencial es grande. Y ahora mismo estarán rezando que Drummond quede en fracaso.


Sacramento Kings
Llegó a la noche con: La elección número 5, la elección número 36
Se fue con: Thomas Robinson, algo de cash

Los Kings, al parecer tenían preparado el traspaso de esta elección… si Thomas Robinson no les caía del cielo a esta posición. El mejor escenario posible para un equipo con menos efectivos disponibles en la pintura que lejos de ella (aunque todos sus exteriores tengan unas carencias monumentales) era poder elegir un hombre alto, lavándose las manos del riesgo que entraña Drummond y no añadiendo al atasco que tienen por fuera. Robinson y Cousins van a ser un terror en los tableros y los Kings lucen hoy un poco mejor que ayer.


San Antonio Spurs
Llegó a la noche con: La elección número 59
Se fue con: Marcus Denmon

San Antonio que con lo que tiene acumulado en Europa tiene más jugadores buenos que plazas en el equipo, intentó colocar a Blair liga adelante, pero no pudo. Con la penúltima elección del Draft cogieron a Denmon, el base del equipo sorpresa del año, Mizzou, que como mucho puede aspirar a coger el sitio de Patty Mills si no renovara.


Toronto Raptors
Llegó a la noche con: La elección número 8, la elección número 37, la elección número 56
Se fue con: Terrence Ross, Quincy Acy, Tomislav Zubčić

Aunque nos guste Ross, que nos mola, y mucho, creemos que Toronto se equivocó no negociando, por ejemplo, con los ansiosos Rockets por un jugador que hubiera estado ahí en el 12 (Drummond iba a Detroit, los Blazers iban a por alguien alto, Hornets-Rivers se veía venir de lejos, y Ross no funcionaría con Gordon). Ya no es solo el no haber obtenido una plusvalía de un equipo como Houston al que se le caen los activos, es el hecho de que al haber puesto a Ross por delante de Rivers y Lamb en el Draft, te arriesgas a la mofa por haberlos dejado caer detrás de ti. Y Acy jamás me dio la impresión de poder acabar en la NBA en Baylor. El resultado puede ser bueno, el proceso de los Raptors, ha sido equivocado.


Utah Jazz
Llegó a la noche con: La elección número 47
Se fue con: Kevin Murphy

Un buen anotador en teoría, para suplir la posible baja de C.J.Miles. Muy probable que no oigamos más de él con Burks como futuro escolta de Utah.


Washington Wizards
Llegó a la noche con: La elección número 3, la elección número 32
Se fue con: Bradley Beal, Tomáš Satoranský

Con Beal se llevan la pieza que les faltaba al apañado quinteto que se han montado, y su rango y su capacidad para jugar sin balón le van a sentar muy bien a un Wall que probablemente es el hombre más feliz del mundo hoy, cambiando a Jordan Crawford por Beal. Luego, creemos que la 2ª elección de la 2ª ronda, que tiene más valor que el que parece, la malgastaron con un Satoranský que parece que podrían haber obtenido mucho más abajo, pero su verdadera victoria fue que los Cavs no les adelantaran en la lucha por Beal.

Los Cuatro Finales

Como todos los finales de marzo, y entrando ya en abril, tenemos el último suspiro del torneo universitario, la traca final del March Madness, los (no LA, se hace referencia a los equipos, no a la final) Final Four de la NCAA.

Y tres partidos finales de entidad, ya que ningún equipo que baje de la 4ª semilla (el equivalente a tener a 4 de los 16 mejores de la temporada) estará en New Orleans. El 1º, 2º, 4º y 11º equipo en eficiencia defensiva (puede sorprender, pero el undécimo es curiosamente el favorito, Kentucky). 3 de los 16 mejores equipos en índice ofensivo. Poco más se puede pedir.

Las cenicientas este año estaban ya en casa a las 10. Hubo un par de ellas que ligaron en la sesión de tarde con un par de cachitas que iban de guapos más de lo que son (Missouri, los Jeremy Lin, los Tim Tebow de la NCAA, un equipo de retacos que llevaba viviendo del triple y de lo ilógico todo el año, y que se llevaron la hostia de la regresión a la cruel media en el peor momento posible, y los Duke Blue Devils que este año eran menos Duke y menos Devils que nunca) pero se perdieron la juerga buena.

Así a diferencia de años como el pasado en los que VCU o Butler se colaban, este año hay 4 escuelas ganadoras, que juntan 13 títulos, y todas tienen al menos 1: Louisville, Kentucky, Kansas y Ohio State. Jugadores con futuro NBA, entrenadores míticos y con títulos en el zurrón, aficiones rabiosas y dispuestas a viajar, más aún a la Big Easy, y mucha, mucha tradición. Yo prefiero este rollo. Todos los años.

La cosa empieza con un Louisville-Kentucky, la historia de dos separados por 75 millas, y que comparten rivalidad estatal. Por lo tarde que se han encontrado (se han visto 4 veces, la última en el Orwelliano 1984, pero nunca en semifinales del torneo) y porque a diferencia de otras rivalidades, como North Carolina y Duke, no están en la misma Conferencia y por tanto no se están todos los años jugando nada entre ellos, más allá de la Battle for the Bluegrass, el partido que les enfrenta a principio de temporada y que este año ganaron los Wildcats, nos encontramos ante el que probablemente es el partido de mayor rivalidad regional del Baile en la Historia. Y no le damos bombo por dárselo, ni porque nos guste poner Historia con mayúsculas, ni porque tengamos los derechos del partido. Se lo damos porque hay personas que andan dándose aplausos en la cara en una clínica de diálisis pensando en la batalla del sábado.

Kentucky es el grandísimo favorito, un equipo con más jugadores NBA que los Charlotte Bobcats que se está paseando por el Torneo (y aquí viene una digresión un poco larga: esto es solo un chiste y una exageración. Y lo apuntillo porque Charles No Tan Gordo Ya Barkley abrió el debate esta semana diciendo que Kentucky ganaría a los Bobcats, Gary Williams, ex-entrenador de Maryland le siguió diciendo que también ganarían a los Wizards, y la bola de nieve empezó. En mi opinión, el debate es totalmente ridículo y estéril, Kentucky lo pasaría fatal para ganar un partido frente a un rival NBA, y solo vencería muy ocasionalmente. Y las simulaciones por ordenador, les dan aún menos posibilidades, de las muy pocas que yo ya les doy). Con Anthony Davis, un jugador espectacular del que ya hablamos y su unicejo liderando, y Kidd-Gilchrist, que nos lleva enamorando todo el año, y ya está segundo tras Davis en las previsiones del Draft, como el jugador que siempre aparece cuando más lo necesitan, el dinero más seguro en una apuesta iría con ellos.

Pero aún así, hay algún punto flaco en la armadura del acorazado UK. La juventud e inexperiencia, que todavía no ha pesado en este equipo lleno de frosh, pero podría hacerlo tal vez, es uno. Aunque como dirían Lenny y Carl, «Todo es relativo». Solo los jugadores de 2º año de los Wildcats, el increíble pero irregular tweener Terrence Jones, el anotador unidimensional Doron Lamb y el atlético Darius Miller tienen experencia a estas alturas del Torneo, ya que estuvieron el año pasado aquí. Otro problema es que Calipari, su entrenador, el mejor reclutador y el hombre que querías que dirigiera la carrera de tu hijo si vislumbras que puede dar el salto a la NBA, sigue siendo un mastuerzo con la pizarra. Y eso que sus Wildcats juegan el doble que lo hacían sus Nets de hace tiempo, los Nets no jugaban a nada, y estos no juegan a nada de nada. Pero van tan sobrados que no les hace falta. Y por último, atención a Marquis Teague, hermano de Jeff, el jugador de los Hawks, y una cabra loca de primer nivel. En partidos de alta tensión, habitualmente, la templanza y la ascendencia en la posición de base es la más necesaria, y Teague que es un portento atlético con el estilo y el descaro que recuerda a flashes a Francis o Marbury en campo abierto, se convierte en tu vecino del quinto en las jugadas a media cancha. Que sea capaz de ejecutar si L’ville (o Kansas/OSU en la final) frena la contra, y que no se vuelva más loco que Raymond Felton en un restaurante buffet tratando de llevar el partido al ritmo en el que él, y el resto de jugadores de Kentucky, en menos grado, pero también, se sienten cómodos serán factores clave para la victoria final del favorito.

Louisville, por su parte, con Rick 15 segundos Pitino, el pistolero más rápido del Este (sí, no hablamos de baloncesto, guiño, guiño) de vuelta en el finde más prestigioso, tienen la mejor defensa que se ha visto en todo el Torneo, y por estadística son el número 1 en este apartado en el país. Con Gorgui Dieng patrullando la pintura en defensa nivel Anthony Davis, el equipo ha ido poniendo las esposas y atando a la cama a equipo tras equipo. Empezaron con los New Mexico Lobos, con los que se encontraron en segunda ronda y que traían a uno de los jugadores más peligrosos a nivel universitario en Drew Gordon, pero les hicieron volverse con el rabo entre las piernas. A los Spartans de Michigan State que entraron como cuarto mejor equipo del país los dejaron en una puntuación ridícula e histórica: 44 puntos. Y tras permitir a los Florida Gators y a su futuro NBA Bradley Beal (otro que me encanta, y con el potencial de mandar en el trono de mejor anotador sin balón, como un híbrido de Ray Allen y Rip Hamilton, en la próxima década) anotar a placer en la primera mitad, con los ajustes de Pitino permitieron solo 8 puntos en los últimos 10 minutos.

Este equipo sabe como convertir un partido en una pelea de perros, y viene con la motivación y el momento necesarios, tras ganar el torneo de la conferencia Big East, el más molón de todos, que también dio la inercia necesaria al campeón del año pasado, UConn. Tal vez sean el rival con menos talento de los tres que le podían tocar a Kentucky, pero el más desagradable para ellos. Desde luego debería ser un partido con mucha más tensión que el encuentro que tuvieron con Baylor: Louisville no tendrá ningún jugador del potencial y el futuro de Perro Jones III o Quincy Miller, pero nadie volverá trotando a defender, y luego se apartará de todo contacto como hicieron los Osos del estado de Texas. Y Pitino, que a diferencia de Calipari, sabe lo que es ganar un título (precisamente con Kentucky en el ’96) es el favorito en el ajedrez de las X’s y las O’s.

La otra semifinal enfrenta, por primera vez en marzo, a los Buckeyes de Ohio State con los Jayhawks de Kansas, dos equipos que llegan como segundos cabezas de serie de su región tras superar a los número uno (Syracuse y North Carolina respectivamente) y con muchos parecidos entre ellos. Liderados desde la pintura por dos de los jugadores más fuertes de la Liga, Sullinger y Robinson, con un buen equilibrio entre ataque y defensa, y con una trayectoria similar en la que se han tomado noches de descanso aquí y allá y han ido perdiendo los partidos que Kentucky, Syracuse o UNC no se han permitido. Eliminatoria más igualada a priori, por tanto, y menos caldeada, pero con más papeletas de ser más entretenida y suelta por las mismas razones.

Ohio State llega más lejos que el año pasado, con un equipo peor, en mi opinión, pero más seguro y regular para un torneo de este tipo. Si el año pasado eran los Orlando Magic de la En-si-dábol-ei, con Jared Sullinger haciendo el papel de especimen físico que consigue lo que quiere cuando quiere en la pintura, rodeado de tiradores para hacerte pagar cuando lo doblas, este año son un equipo más compensado, que no ofrece una apuesta tan extrema, y por lo tanto son más fiables y regulares, ya que una mala noche de tiro de tus exteriores o los problemas que puede crear una obcecación transitoria de tu estrella te afectan mucho menos. Nadie ha sustitudo a Diebler o a Lighty, pero el sistema ya nos los hace imprescindibles.

En Kansas, aparte de Thomas Robinson, el único candidato a toser a Davis en la elección de Jugador del Año, y futuro ala-pívot de una de las peores franquicias de la NBA, os recomiendo que le echéis un ojo al que quizá haya sido el jugador más entretenido de ver en todo el año: Tyshawn Taylor, uno de esos de los que nacieron escoltas pero juegan de bases porque no les daban 2 petit-suisses cuando eran pequeños, y una demostración empírica de la Teoría del Caos. Si el aleteo de alas de una mariposa en China puede provocar un tornado en Texas, entonces en el vórtice que se comunica con el juego de Taylor debe haber cientos de colibrís copulando. Doggystyle.

Para la tranquilidad de los más fieles de Kansas, que sabían que algún oloroso regalo de Tyshawn, miembro selecto del club Truco o Trato de Tony Allen, se iban a comer durante el Torneo, parece que lo peor ya ha pasado: hizo un partido horrendo en el enfrentamiento del Sweet Sixteen contra North Carolina State (2/14 en tiros de campo, 2/5 en tiros libres, 5 pérdidas), y lleva cero de diecisiete (lo ponemos en número también, 0 de 17) tiros de tres, tras conectar a un ritmo del 43.5% durante la Temporada Regular, así que en el/los partido(s) que le quedan tiene que salir el Taylor bueno. O no. De todos modos, nosotros nos vemos animando al sábado para una final KU-UK, ya que el TeagueTaylor podría ser un duelo para guardarlo en DVD en Full HD. 150 puntos entre los dos, 50 pérdidas, un MVP compartido, un entrenador suicidándose en directo en la banda, lanzamiento de ropa interior cual corrida de toros de Jesulín, lanzamiento de monedas y mecheros cual pabellón balcánico, otro Katrina en New Orleans… Nada, absolutamente nada, sería imposible si estos dos juntan sus destinos en una misma cancha con un título en juego.

Así que ya sabéis en la madrugada del sábado al domingo, las semifinales; y a las 03:00 de la mañana del de la madrugada del lunes al martes, la Gran Final. El futuro ya está aquí. Y puede ser muy divertido.