Justo el curso baloncestístico en el que
me estreno como colaborador en esta magnífica página que estás leyendo (y si no
lo haces no sé a qué esperas, la verdad) con un artículo que puedes leer aquí
ensalzando las bondades de la NBA como mejor liga deportiva del mundo, ha
ocurrido un hecho con vistas a ser histórico para la competición. Un hecho que
ha cambiado toda la temporada y que incluso puede hacer que la temporada
2019/2020 ya haya finalizado sin nosotros saber que ya habíamos visto el último
partido.
La irrupción del COVID-19 o coronavirus y su elevada tasa de contagio junto con el riesgo que supone para la salud, ha hecho que el mundo tenga que pararse por completo salvo aquellos servicios básicos e indispensables como son las tintorerías y las peluquerías (ah, y supermercados y farmacias también). Este parón incluye por supuesto el deporte a todos los niveles incluyendo el que nos ocupa aquí como es la NBA.
La NBA ya ha dejado caer que como mínimo
(y siendo optimistas) hasta Junio no vamos a poder disfrutar del mejor
baloncesto del planeta; y luego tendríamos que ver de qué forma lo haríamos:
sin aficionados en las gradas o pasando directamente a los playoffs y
probablemente con series más cortas. Eso sí al final no se decide suspender la
temporada directamente.
Ahora bien, ¿significa esto que no
podemos ver nada relacionado con esa liga que tantas veces nos tiene pegados al
sofá?
Ni por asomo.
Ahora es el momento para aprovechar y hacer todas esas cosas que por falta de tiempo no podías hacer antes y desde La Crónica desde el Sofá quiero desmontarte todas esas excusas que siempre has tenido para de una forma u otra no ver nada de NBA.
Empezamos:
– Es que la NBA se juega muy tarde y claro, así no se puede ver ningún partido. Es verdad que aquí en España los horarios son bastante intempestivos (aunque eso es parte de su encanto) pero será que ahora no tienes tiempo de sobra para ver el partido que te dé la gana, que al ritmo que vamos puedes ver incluso una temporada entera. De hecho, el canal oficial de NBA está subiendo a Youtube partidos míticos que puedes ver tanto en directo cuando lo emitan y seguir disfrutando de ese encanto de ver baloncesto de madrugada, o verlo más tarde a la hora que prefieras.
– Es que el baloncesto de hoy en día es muy blandito y a la mínima te pitan falta, molaba más antes. Perfecto, pues abre el NBA Vault y mira partidos antiguos igual o más molones que los de ahora: los Bulls de Jordan, los Lakers de Kobe y Shaq, los Suns de Nash, la mítica rivalidad Magic-Bird o el último anillo de los Spurs (unas finales increíbles) Con esto puedes disfrutar de auténticos partidazos y profundizar en la historia de la liga. Un 2×1 de manual.
– Yo es que era muy fan de (inserte aquí su jugador favorito) y como él no ha habido ninguno. Pues lo mismo que antes, seguro que puedes ponerte partidos de ese jugador en concreto y disfrutar de tu jugador favorito, ya sea Jerry West, Nate Robinson o Brian Scalabrine.
– Es que los partidos son muy largos, preferiría otra forma de enterarme de todo sin estar pegado 3h al televisor. ¿Perdón? Aquí y aquí te dejo tanto los podcasts como los artículos desde el sofá, así que esa excusa ni se sostiene.
Hoy más que nunca vuelvo a recalcar lo que ya dije en su día: la NBA es la mejor competición deportiva del planeta y tiene la increíble capacidad de mantenerte enganchado a ella durante todo el año. La diferencia esta vez es que durante unos meses va a ser sin partidos, pero que eso no sea impedimento para que sigamos disfrutando de una forma o de otra del mejor basket del planeta.
Así que ya sabes, que esta vez where amazing happens sea en tu casa.
P.D. Uno de los motivos por los que espero que se reanude la temporada es para que una auténtica LEYENDA como Vince Carter tenga la oportunidad de despedirse del baloncesto sobre el parqué y siendo consciente de que ha jugado su último partidohaciendo lo que ha hecho durante las últimas 22 temporadas: dándolo todo por amor a este deportey a esta liga.
Los Ángeles Lakers es una de las franquicias más laureadas de la NBA. Justo con Boston Celtics son los dos equipos que más anillos tienen a sus espaldas y mientras los de Nueva Inglaterra llevan ya unos años coqueteando con la élite a raíz de su entrenador y una serie de magias voodoos que su GM, Danny Ainge, ha hecho en forma de picks, en cambio, la franquicia angelina ha ido haciendo un ejercicio disimulado de tanking, algo así como The Process pero de forma simulada.
En estos años, Lakers ha conseguido jugadores con futuro prometedor o simplemente jugadores que luego han servido para una cosa cuando se esperaba otra totalmente de ellos. Con la llegada de Magic y Pelinka, todo parecía que iba a cambiar y los guiños a el CBA y el hacer hueco salarial se veían en cada uno de los movimientos que los nuevos porteadores de los sueños lacustres estaban haciendo.
Hace más o menos un año, allá por principios de verano de 2017, Bill Simmons soltaba algo como él lo hace, como si no dijera nada pero diciendo algo que sabe, ha oído o le han dejado caer: Lebron James acabaría jugando en Lakers. Por aquel entonces, este rumor no fue más que uno más, sin mucha atención por parte de muchos o cogido con risas y demás por parte de otros. Los meses han ido pasando y ese rumor cada vez cogía más y más fuerza. Que si quería ir a una GRAN ciudad para acrecentar su figura como empresario, que si quería aprender de Magic en el tema negocios, que si tenía 2 casas en LA… cada vez todas las flechas señalaban más a la franquicia que conduce Jeanie Buss.
Llegamos a la agencia libre de 2018, Lebron James es agente libre y a los pocos días, más concretamente el 2 de julio, su agencia de representación y mediante una escueta nota de prensa por Twitter, hacía oficial aquel rumor de Bill Simmons, Lebron James jugará en Lakers.
Desde ese momento el nombre de Lakers ha sonado y se ha leído más en dos meses y medio (con agosto de por medio que es lo que es) que probablemente en los años anteriores donde la parroquia lacustre se ilusionaba con un jugador con nombre de cantante de R&B.
Además, Lakers ha cambiado su equipaje por primera vez desde 1998, haciendo una versión más retro, más similar a los años del Showtime pero con el toque moderno actual, haciendo que la camiseta de James ya es una de las más vendidas en lo que llevamos de tiempo y que probablemente cuando salgan los datos oficiales, Lakers vuelva a tener a uno de sus jerseys como el más demandado por los aficionados. Sigue sonando el nombre de LA, siguen viéndose el dorado y púrpura.
Y eso es lo que se trata en LA.
Así de sencillo. La franquicia estaba viajando en una barca de mediocridad y nifunifaismo que era ya preocupante. Desde la salida de Kobe, el equipo había fallado en intentar atraer a otra estrella que ocupar su lugar y en LA eso duele. Así salió Ketchup, incapaz de conseguir nada así y dejando de herencia los ya extinguidos contratos de Mozgov y Deng (#LakersLegends), pero sin nada para poder construir. Magic dijo justo antes del inicio de la temporada de firmas, que si no conseguía atraer a una estrella, lo dejaba… y Magic no es tonto y ya claramente tenía a James en la mira.
La llegada de James mucha gente la ligaba a la llegada de otro gran jugador. Paul George firmó antes que lo de James por Thunder y en Lupitalandia no se veía en ningún momento el traspaso de Leonard a Lakers a no ser que LA diera las letras de Hollywood, Jack Nicholson, los banners del Staples y el propio Staples, así que era algo que Lakers se negaba en redondo. Con lo cual, James (de momento) iba a estar sin esa estrella(s) que siempre le ha acompañado desde que salió por primera vez de Cavs.
En lugar de esto, Lakers ha firmado veteranos, pero no cualquier tipo de veteranos, sino esos jugadores que tanto nos gustan en La Crónica Desde El Sofá y que están muchas veces más cerca del jugonismo que del propio baloncesto.
Los nombres de McGee (!!), Stephenson (!!!!!!!!) y Beasley (!!!!!!!!!!!!!!) estaban claramente en la lista de unos 0 analistas como posibles/futuros compañeros de la aventura californiana de James. A Rondo no lo meto en el pack, porque Lakers ya llevaba un par de años rondando (:D) la idea de meter al ex base de Celtics en las filas lacustres para hacer de típico veterano para centrar a jóvenes, algo que muchos se echaron las manos a la cabeza, pero papel que ha funcionar perfectamente en las etapas de Chicago y New Orleans del nuevo base lacustre.
De nuevo para bien o mal se habla de LA.
Los contratos son anuales, con lo cual son piezas buenas para posibles traspasos si sale algo divertido o bien para el año que viene volver a tener espacio salarial para asaltar de nuevo el mercado. Son apuestas tal vez arriesgadas, pero en el riesgo está el éxito y ademés, personalmente pienso que estos jugadores no va a soportar el mayor bloque de minutos, dicho esto…
Vamos en este punto a volver un poco atrás, unos cuántos párrafos atrás donde hablábamos del trade que no fue de Leonard. Ahí se habló de muchos nombres donde RC Buford y Popovich pedían todo lo En, es decir, Ingram, Kuzma y hasta Hart. Magic & Pelinka se negaban a todo esto, con la premisa de que el núcleo joven del equipo debe seguir. Esa es la idea, juntar veteranía con la juventud con Lebron.
A Lebron James nos quedamos en su día sin verlo jugar frente a un no.1 como era Wiggins, de hecho, mucho se habló de aquel traspaso de Love, de que tal vez Cavs debió haber esperado a ver el combo James+Wiggins, pero se echaron adelante e hicieron el trade (y al final ganaron un anillo). Ahora la idea es ver cómo funcionan los Ball, Kuzma, Hart y sobre todo Ingram con alguien como James. La idea es buena, sobre todo por lo que han ofrecido en este tiempo los jóvenes, es decir, un potencial bueno que puede verse más que desarrollado con alguien como Lebron al lado. Un diamante por pulir y dónde tú has cogido al mejor joyero. Si todos apuntan a lo que parecen, la base es buena para juntarla con James.
Y de nuevo de esto se ha hablado mucho, de nuevo se habla de LA.
El experimento de Lakers podrá salir bien o mal, eso no lo sabremos hasta que no veamos rodar, pero lo que sí está claro es que Magic & Pelinka y en gran medida Jeani Buss han conseguido devolver a la franquicia al lugar que históricamente ocupa, a ese lugar donde se habla de ella y ya no como un equipo que se arrastra en la NBA, sino como algo que se está haciendo bien y se ha apostado por un proyecto a 4 años con Lebron James.
Vuelve La Cheslón Lacustre para abarcar toda la actualidad en la franquicia de Lakers donde Jeanie Buss ha demostrado que es la que manda y la que hace y deshace, metiendo a Magic Johnson como jefe de todo y a Pelinka como GM de la franquica…ahhh y dos derrotas también…
Celebramos nuestros 100 podcasts de la mejor forma posible…haciendo un podcast normal!!! Donde hablamos del Trade Deadline, de la llegada de Magic a Lakers que nos ha dejado un pelin calientes y acabamos con una recomendación serial…
Puedes también oirnos en iTunes,en iVoox y en YouTube. También puedes preguntarnos lo que quieras en nuestro Ask.
adidas ha presentado las camisetas de las leyendas, unas camisetas retro que ya podéis encontrar en vuestra tienda habitual aquí en nuestro país y que tiene un integrante muy especial: la camiseta de Fernando Martín en Portland.
La de Fernando Martín va a ser sin duda la camiseta más demandada, pero también adidas editará las camisetas de Bill Russell, Jerry West, Wilt Chamberlain, Julius Erving, Magic Johnson, Larry Bird, Patrick Ewing, Denis Rodman, Drazen Petrovic y Shaquille O’Neal. En el Facebook de adidas podéis ver todas las camisetas.
Este verano se cumplen 20 años del Dream Team y para ello vamos a ver que calzaban los 11 integrantes de ese mítico equipo que será irrepetible y que maravilló al mundo en los JJOO de Barcelona 92.
Christian Laettner – Nike Air Flight Huarache
Zapatillas reeditadas recientemente, y que Rondo se puso en las finales del Este contra Heat. Tremendas, brutales y con la tecnología Huarache que fue toda una revolución en los inicios de los 90.
David Robinson – Nike Air Ballistic Force High
Zapatillas altotas como las que siempre había usado el Almirante y con una tira de velcro encima de los cordones, también una de las tendencias de la época.
Patrick Ewing – Ewing Eclipse High
La marca Ewing estaba en pleno apogeo y nada mejor que su dueño/sello para descubrir un modelo mítico. Parece que la marca Ewing va a volver a reeditar algún que otro modelo…
Larry Bird – Converse Bird USA
Converse era una de las marcas más míticas por aquella época y Bird era uno de sus jugadores franquicias, el cual estrenó modelo para estos JJOO.
Scottie Pippen – Nike Air Flight Lite II
Las Air Flight son otras de las míticas zapatillas que se pudieron ver en los JJOO. Pippen no dudo en ponerselas como también hacía en aquella época en la NBA.
Michael Jordan – Air Jordan VII Olympic
No podían faltar las Jordan VII con los colores de USA… míticas, poco más que añadir. Jordan las va a reeditar también este verano…
Clyde Drexler – Avia
Seguramente las grandes desconocidas, pero sí, Drexler llevaba unas Avia totalmente desconocidas, blancas y sencillas… como el propio Drexler.
Karl Malone – LA Gear Turbo Tech Catapult
Otra marca mítica de la época LA Gear tenía en Malone a una de sus imágenes, las Turbo Tech fueron un boom por tierras yankis en estos inicios de década, rumores apuntan también a su reedición.
John Stockton – Nike Air Ballistic Force High
Raro ver a un base con zapatillas tan altas como estas, pero a Stockton le molaba el mismo rollo que a Robinson: Tobillos protegidos.
Chris Mullin – Nike Air Flight Lite II
Las mismas que Pippen para un jugador que casi hacía lo mismo que Scottie, posiciones parecidas, mismas zapatillas.
Charles Barkley – Nike Air Force 180 «Olympic»
Tal vez después de las Jordan VII, las Air Force 180 eran las zapatillas de la época y Barkley las lució por todo lo grande en estos JJOO. Nike va a reeditarlas este verano.
Magic Johnson – Converse Magic USA
Al igual que Bird, Magic era la imagen de Converse y la marca de la estrella le hizo su modelo para estos JJOO.
44 puntos (en solo 29 posesiones), 8 rebotes y 10 asistencias, 3 robos y 3 pérdidas en 53 minutos de partido jugando sin descanso. Impresionante partido de Rajon Rondo. Una obra maestra. Muy probablemente el mejor que hemos visto y vamos a ver por un jugador estos Playoffs.
Pero que la hipérbole pare aquí por favor.
Twitter ebullía al día siguiente entre proclamas que venían de diferentes puntos a nombrarle el mejor base de la NBA o a refirmar el sapo que había soltado Magic Johnson que dijo que había sido la mejor actuación en Playoffs de un guard, es decir, de un base/escolta. Forofos Célticos, gente que cree que la Historia empezó en la última quincena o los boxscoristas más cerriles. Había de todo y el mensaje es el mismo.
Y nosotros, que no tenemos una manía ni una inquina especial a Rondo, y al que valoramos su partido del otro día con gran cariño, no podemos con según qué aseveraciones.
Ya para empezar, dudamos (y lo ponemos con negrita porque a diferencia de lo que leemos y nos molesta, no somos de verdades absolutas ni de dogmas de fe, al contrario, nos encanta dudar, y dudar mucho) si es el mejor partido en Playoffs de este año o lo es el de 40 puntos (34 posesiones), 18 rebotes, 9 asistencias, 2 tapones, 2 robos y 5 pérdidas de LeBron en el 4º ante Indiana. Eligiríamos como mejor el de Rajon por la eficiencia tirando y las menores pérdidas, no por el hecho que Rondo no descansara, uno de los factores sobrevalorados para analizar su épico partido: es muy reseñable el esfuerzo, pero un arma de doble filo: más tiempo en pista, a la vez que más descanso, trae más oportunidades para producir. Es más, sin el extra dela prórroga, Rondo se va con 32 puntos, y seguramente no tenemos que oír a Magic exagerando.
Porque por muy espectacular que fuera el partido de Rondo, tal vez el mejor (y lo mejor de todo, nunca lo sabremos) me parece una falta de respeto para actuaciones históricas como la de Jordan ante los Celtics en el ’86 (en la que también jugó 53 minutos, aunque con 5 de descanso, ya que hubo 2 prórrogas) con un 63/5/6 o una ante Miami en el ’92 que acabó con un 56/5/5/4/2 y solo 2 pérdidas o el mismísimo Flu Game, que valió un título con los mismos puntos que posibles grados de fiebre: 38. O el mítico Sleepy Floyd Game en el que los todopoderosos Lakers del 87 perdían el único partido que se dejaron atrás en el Oeste tras 51 puntos en 32 posesiones y 10 asistencias con solo 2 pérdidas del Warrior. O el de 43 puntos, 8 asistencias, 6 robos con un esguince de tobillo de Isiah Thomas en las finales del 89. Le perdonaremos porque es posible que no viera el 5º partido de las Finales del 62, en el que Baylor metió 61 puntos y cogió 22 rebotes en el Garden, pero del resto de hazañas (incluidas todas las suyas, aunque en su más destacable partido en Playoffs, el 42/15/7 en las finales de 1980 vino jugando como pívot), él estaba, en algunas incluso, presente en esa misma cancha.
Creo que es muy difícil negar que el impacto de todos estos partidos en la Historia y el recuerdo de los Playoffs perdurará mucho más que la gema de Rondo el otro día, que en perspectiva histórica quedará más cerca de actuaciones como la de Vince Carter en los Playoffs de 2001: 50(34 posesiones)/6/7 con 4 tapones, perdiéndola una vez, o el 41/6/7/3 en tan solo 20 tiros, y con una sola pérdida de Terry Porter en las finales de Conferencia del 1992. El tiempo dirá. Y nos hemos limitado solo a partidos de bases/escoltas.
La otra proclamación dudosa para nosotros es el nombramiento de Rajon Rondo como mejor base de la NBA. Podríamos pasar por ese aro, colocando la coletilla «cuando tiene el día», «cuando le apetece» o «si nos olvidamos y guardamos bajo llave las cintas de sus partidos malos». Si no, pues lo siento, pero para nosotros, no. Ni de lejos.
En primer lugar, porque nos cuesta pensar que si Rondo es, de verdad, el mejor base de la Liga, los Celtics hayan ocupado esta temporada el puesto 25 de 30 en eficiencia ofensiva. Solo Wizards, Pistons, Raptors, Hornets y Bobcats son menos efectivos en ataque que Boston. Y eso teniendo en cuenta que a diferencia de estos equipos, y de algunos que están algo más arriba, y aunque el Big 3 ya no es lo que era, Rondo está siempre rodeado en pista por gente capaz de anotar el balón, incluída la quinta pieza del quinteto Brandon Bass. Los 4 jugadores que más tiempo le rodean en pista saben anotar, y tienen rango. Tiene el lujo que no solo uno, sus dos jugadores interiores, son aptos desde media distancia, y podría ejecutar pick-and-pops y pick-and-rolls con ellos indistintamente, cosa que otros bases no pueden hacer.
Rondo esta temporada no ha llegado a anotar el 60% de sus tiros libres este año, ni el 24% de sus triples. A pesar de la sorprendente y alucinante facilidad que tiene para plantarse bajo la canasta, incluso cuando le flotan descaradamente, su finalización es desastrosa por lo que le cuesta finalizar las jugadas: rehuye el contacto para evitar tener que ir a la línea, y muchas veces renuncia a la canasta por un pase fácil para engordar la cuenta de las asistencias, lo que en muchos casos ha supuesto un fallo.
A Rondo le cuesta anotar, y eso coagula el ataque de Boston. Los Celtics se han atascado muchos partidos y muchos cuartos durante esta temporada, durante estos Playoffs. El sexto partido ante los 76ers. El primero de esta misma serie ante Miami. Y en esos momentos en los que el equipo no sabe qué hacer, en que llegar a los 80 puntos supone una tarea hercúlea, en que pese a no tener en muchos instantes ni un solo jugador sumando cero al ataque, no son capaces de ver aro, nadie ha podido pensar que ese equipo estaba dirigido por el mejor base. Que un partido no cambie nada.
A la fascinación por Rondo, ayuda el deslumbramiento del triple doble, al que le ayuda el hecho de que rebotea muy bien, especialmente en defensa, y gracias a eso, en nuestra opinión se sobrevalora su aportación. Muchísimos aficionados, ocasionales o permanentes, se dejan llevar por ese triple doble a punto de suceder, cuando hay que cogerlo con unas pinzas tamaño XXL. ¿Por qué?
Primero porque las estadísticas, cuando se empiezan a poner cortes arbitrarios, como es en este caso en las decenas, pasan muchas veces de ser estadísticas a ser efemérides. Un partido de 25 puntos, 13 asistencias y 8 rebotes no es un triple doble, un 14/11/10 si lo es, y a ver con cual os quedabais. Muchísimos grandes partidos no pasan ese corte, pero los que lo hacen dan un lustre tremendo.
Y segundo, porque hay una categoria en la que el trabajo del base es muy poco importante. Los rebotes. Especialmente el defensivo. Si un base no coge el rebote, en muchos casos, otro jugador del equipo lo puede coger. Y eso por no hablar de los equipos en los que los bases están directamente apartados de este trabajo, por lo que están en desventaja perpetua con Rondo en esta categoría. El día que Rondo coge sus 10 rebotes, 6 ó 7 más que el base medio normalmente, está beneficiando a su equipo dándole 2, 3 ó en el mejor de los casos 4 posesiones más. Eso puede llegar, como mucho, a compensar el miedo en la bombilla, el tiro tembloroso, el TS% bajo par con hándicap. Que Rondo cargue tan bien el rebote es un extra, que se ha de apreciar, pero que tiene un impacto en su prestigio a través del triple doble mucho mayor que el que tiene en su equipo. La gente en una boxscore mira 3 casillas, no se pone a contar los tiros fallados.
Si nos ponemos efeméricos y cambiamos el 10-10-10 por un 20-10, en el que los rebotes quedaran fuera, Rondo quedaría sexto este año, con 5 partidos de ese tipo, por detrás de Nash, Rose (en 39 partidos), Williams, Parker y el líder absoluto, Chris Paul, que hizo 12 de estos.
Rondo es un magnífico jugador, que puede seguir progresando y mejorando en su tiro, y tal vez en algún momento logre ser el mejor base de la NBA, con consistencia, y dar partidos que vayan directos a la Historia de los Playoffs. También nos parece el mejor base en defensa, y mostramos nuestra disconformidad en Twitter de que eligieran a Chris Paul en el All-NBA 1st Team Defense por delante de él. Podemos estar equivocados, o incluso muy equivocados, pero lo hacemos sin tirrias y sin rencores personales. Vemos lo que vemos, y los números que hay detrás, y lo justo que va el ataque de los Celtics, y lo sentimos, pero no. Rondo, ahora mismo, no puede ser el mejor base del mundo.
Nos vamos a ir 25 años atrás, al Oakland Coliseum, cancha de los Golden State Warriors que se jugaban no salir con 4-0 de las semis de conferencia oeste frente a los Lakers de Magic, Kareem, AC Green & Cia.
Todo parecía que se iba a convertir en una victoria más para los de Pat Riley, sin mucho sudor la verdad, pero en el equipo de George Karl, entrenador por aquel entonces de los Warriors surgió la figura de Eric ‘Sleepy’ Floyd.
Sleepy Floyd hizo esa noche del 10 mayo del 1987, 51 puntos en total, pero sobre todo lo que quedará para la historia es un record que aún está por superar: 29 puntos en un solo cuarto con 12 canastas seguidas para darle la victoria final a Warriors 129-121 y poner el 3-1 en la serie. Hasta hoy, nadie ha hecho más puntos en un cuarto en partido de PlayOff.