Hay un término que se utiliza mucho en la NBA y ese es el de la reconstrucción. Estamos acostumbrados a oírlo en esos equipos que son elecciones altas en el Draft año tras año y que mediante picks están intentando construir los cimientos de un nuevo equipo de cara a poder cubrir sus objetivos.
Las reconstrucciones se pueden hacer mediante el Draft, como hemos comentado antes o también mediante traspasos, pero siempre el denominador es común, equipo fuera de la élite intentando meterse ahí.
Lo que no es tan normal es tener casi que aplicar ese término a un equipo ya metido ahí arriba y que en poco tiempo ha dado un cambio radical en su estructura. Y ya sí que es muy raro, pensar en esos términos en una franquicia como San Antonio Spurs.
El equipo de Popovich, después de 20 años no va a tener en esta temporada a ninguno de sus jugadores míticos y que tenemos todos en mente, fuera Duncan ya hace un tiempo, Ginobili decidía dejarlo después de una carrera que le meterá sin duda en el Hall Of Fame, pero lo que nadie esperaba era que Tony Parker este año tuviera el Jumpman en su camiseta y se fuera con su colega Batum a North Carolina.
Además, todos sabemos lo que ha ocurrido con Kawhi Leonard, pero por si has estado más allá del corredor de Kessel y no has podido saber qué ha pasado en la NBA, el ex-2 de Spurs ahora está más allá del muro en Toronto Raptors después de una temporada donde a parte de fastidiarme a niveles cósmicos la Fantasy, sólo ha jugado 4 ratos (bueno 9) y en la franquicia de Lupitalandia ya no se contaba con él desde hace tiempo.
De hecho, el equipo el año pasado llegó a las 47 victorias y entrando en los PO cuando no mucha gente lo daba por hecho.
Pero claro, el hecho de irse Leonard, como buen traspaso, ha hecho que otro jugador haya llegado a los dominios de Popovich, y ese no es otro que DeMar DeRozan, el cual viene de jugar su mejor baloncesto en unos Raptors que si no hubiera estado LeBron, hubieran sido de lo mejor del Este.
La llegada de DeRozan y la salida de los míticos jugadores (y aquí vamos a incluir a Danny Green) han completado todo este proceso de reconstrucción activa, por llamarlo de alguna forma, donde poco a poco se ha ido cambiando una plantilla mítica, a algo totalmente diferente y que empezará la temporada este año.
A parte de DeRozan, Popovich ha incorporado a sus filas a Poeltl, Belinelli, Cunningham y un más que interesante pick de nombre molón llamado Lonnie Walker IV. El pivot austriaco es un jugador muy a lo Spurs, ese europeo (o no-americano), que pocos conocen y que rinde de una forma no esperada a las órdenes de el mejor entrenador de la NBA. Por otra parte, Belinelli ya conoce qué se cuece por Lupitalandia, mientras que Cunningham es un jugador de intendencia que aunque el año pasado no rindió como se le esperaba en Nets, su trayectoria en New Orleans ha sido siempre más que decente.
Con todos estos cambios el vestuario de Spurs es algo desconocido y donde solo Patty Mills se queda como pieza clave de esos Spurs que destrozaron a Miami Heat en una de las demostraciones de juego más impresionantes que recuerdo en una pista de baloncesto, corría el año 2014, Leonard era el MVP de las finales y uno de los jugadores más desequilibrante de la liga. 4 años después, sólo un aborigen queda de aquello.
Atrás quedó Duncan, atrás quedo Manudo, atrás quedó Parker y a Leonard ni se le esperaba el año pasado, por eso todo es nuevo y la gran incógnita de cómo irá el sistema con Aldridge y DeRozan como piezas clave va a estar ahí.
El ex-Raptor llega cabreado. No le ha gustado nada su salida de Toronto, donde hace más bien poco decidió seguir y apostar por esa franquicia para ser la pieza clave del proyecto e intentar convertirse en su mejor jugador…de la historia. Pero la NBA no tiene sentimientos y eso se fue fuera. Ahora DeMar llega a un ambiente totalmente diferente, donde la filosofía general está por encima de la particular y donde Popovich es quien manda de todo y absolutamente todo.
Pero vamos a pensar todos juntos. ¿Qué es lo que siempre más le ha gustado a DeRozan? ¿y a LaMarcus? ¡Sí! los tiros largos de dos, algo que la liga está intentando dejar como algo del jurásico con sistemas como el MoreyBall y que parece que va a ser una marca de la casa con Popovich, con dos jugadores que se lo pasan en grande tirando en ese espacio tan maravilloso que hay desde la zona hasta la linea de 3. Podemos ver baloncesto de otra época, de hace unos 10 años, donde un buen tiro exterior hacía daño desde allá donde se tirara. Claro, esto es solo un sueño húmedo de una tarde de octubre, pero si los dos juegan a su nivel, DeRozan repite algo similar a lo del año pasado, todo esto con el sistema de Popovich donde todo el mundo suma, podemos estar ante una de las grandes sorpresas del Oeste… y qué raro suena eso de que Spurs puede ser una sorpresa, cuando han venido haciendo lo mismo durante más de 20 años.
RC Buford y Popovich han reconstruido y lo han hecho de una forma activa, sin casi hacer ruido, pasando de una situación casi dramática con la salida de sus mitos y el traspaso de un jugador que cuando está disponible es un top 5 de la NBA, a una donde todo el mundo está expectante y donde su mejor cara, puede resultar tremendamente positiva de cara a ellos y de cara al espectador.
Así que este año seguiremos otra temporada buscando a Lupita, pero esta vez con nuevos protagonistas.