Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Sabíamos que iba a pasar, no podía ser que después de la temporada que ha tenido estuviera tan escondido, con tan poco acierto como lo estaba hasta el momento, hasta que llegó el triple para acabar el primer cuarto y ahí despertó la bestia.
El propio Kerr en la entrevista entre cuartos lo decía, ‘esto le va a venir bien‘ y leñe como le vino. El primer cuarto fue una lucha de intensidad total, con Green y Barnes surgiendo para Warriors y con mucho movimiento de balón por parte de Grizzlies y con las defensas muy bien desarrolladas.
Warriors cogió unos 10 puntos de ventaja que fue manteniendo en el transcurso de la primera parte, con una defensa tremenda, con un Bogut determinante en la zona y defendiendo a Allen desde varios metros, vamos, pasando de él y haciendo que otro jugador de Warriors estuviera libre para hacer ayudas. Movimiento jugón de Kerr.
Curry empezaba a carburar y la diferencia seguía creciendo. El equipo de Joerger no era hoy esa máquina defensiva de los partidos 2 y 3 y ni Conley, ni Gasol, ni Z-Bo podían con la defensa de Warriors, lo que hizo que pronto nos quedaremos sin partido y dejara los minutos finales para que salieran a jugar los titulares o para descansar a los jugadores de cara al pivotal 5o partido que se jugará en el Oracle.
Kerr ha contestado bien, Warriors ha sabido salir de ver la luz amarilla, ya que un 3-1 de Grizzlies hubiera sido tremendo. Ha solucionado el caos y el cortocirtuito que tenía su equipo de una forma bastante sencilla, tirando de defensa y ajustando movimientos…eso y que el MVP de la liga ha despertado…
Sofi del Día
Para el aficionado de Grizzlies que reconoció lo que estaba haciendo Curry
Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Hoy cambiamos el tono de la crónica, y en vez de ser un repaso al uso del partido de anoche, vamos a tratar de explicar las razones por las que los Grizzlies han apabullado en estos dos últimos encuentros a los Warriors
La defensa del triple
Desde los tiempos de Hollins, los Grizzlies han usado mucho el hedge o el flash con su hombre alto para defender el bloqueo directo. Esto es, en lugar de esperar atrás, atacar directamente al jugador que lleva el balón a la salida de la pantalla, deteniendo su avance natural, pero eso sí, recuperando rápidamente a su hombre: la intención no es hacer un dos-contra-uno. Los bases más hábiles pueden castigarlo si lo detectan a tiempo con un pase al jugador que continúa, que tiene una pequeña ventana de tiempo en la que se encuentra sin oposición. Pero es un riesgo que merece la pena correr cuando el equipo rival tiene semejante potencial tirando con los conductores de balón como los Warriors.
Los Grizzlies han girado el botón del Hedgometro hasta el inifinito, con la finalidad de que los Warriors no tengan nunca un tiro cómodo de triple, aunque le pueda costar el pase al continuador. Golden State está pudiendo tirar de 3 a la contra, o cuando mueven el balón con pases, pero nunca bien en primera instancia.
Un problema claro de los Warriors a la hora de atacar esta defensa es la falta de paciencia, que durante toda la temporada han tenido, pero que cuando se han visto con el agua al cuello en Playoffs han abandonado por completo. Aquí Curry se anima con el triple con dos defensores encima y 19 segundos en el reloj de posesión, en mitad del tercer cuarto, con la defensa de los Grizzlies perfectamente colocada, sin esperar siquiera a que Green, que sacó de banda, le ponga un mísero bloqueo.
Por mucho MVP que sea, y aunque haya demostrado ser más que capaz de meter canastas peores, este tiro es ansioso, y demuestra el estado mental de urgencia en el que este equipo se ve. Y a veces es más sutil, como en el siguiento bloqueo directo, Randolph se tiene que quedar más tiempo de lo deseado con Curry, lo que le da a los Warriors una opción de liberar a Green en el pick’n’pop
No es un mal tiro en absoluto, Green logra lanzar con comodidad cuando Gasol aún no ha cruzado siquiera la línea de tiros libres para disputar el tiro. Pero Courtney Lee ha tenido que engancharse con Bogut, el hombre de Marc, lo que le daba seguramente una opción mucho más clara de tiro a Harrison Barnes en la esquina derecha. Esta es la clase de pase extra que convierte a los Warriors en un equipo peligrosísimo, y frente a Memphis, obsesionados por tomar el primer tiro buen que ven, se dejan opciones aún mejores encima de la mesa.
Otro de los riesgos que tiene esta manera de afrontar el bloqueo directo para Memphis es que si los dos defensores no están sincronizados, al final el hombre alto puede acabar poniendo la pantalla a su propio compañero, y dejar a los dos rivales libres. A diferencia de otros equipos que prueban a hacerlo sobre la marcha en Playoffs, o no lo tienen madurado, los Grizzlies, que llevan años defendiendo de esta manera, y se mueven sin cortapisas y sin escatimar esfuerzos, lo hacen de manera fluida.
Si el bajito pelea el bloqueo y logra pasarlo por arriba, cosa que Conley y Allen hacen prácticamente siempre, Randolph y Gasol saben que pueden detener el avance, mostrarse al base y volver a su hombre en lo que parece sólo un movimiento. Automático y precioso.
Green no es diferencial en defensa
Draymond Green ha sido segundo en la votación de mejor jugador defensivo del año, y es una pieza importantísima de la mejor defensa de la Liga, pese a ser bajito para la posición que desempeña, la de ala-pívot. Uno de los motivos por los que cayó en el Draft y tardó en encontrar minutos en Golden State es precisamente por esa condición de tweener, a caballo entre los puestos de 3 y 4.
Pese a la falta de centímetros, Green es efectivo en defensa porque es corpulento y robusto sin dejar de ser ágil, paciente, muy inteligente, y tiene además los cojones de un caballo percherón. Además, hay un factor externo: la Liga se ha hecho más pequeña y más orientada al perímetro en general en el puesto de 4. En la obsesión por mejorar el espaciado del equipo y aprovechar el punto extra de la línea de 3, los equipos cuentan cada vez con jugadores más gráciles y con menos fundamentos en el poste en la posición de ala-pívot. Hay muy pocos jugadores que puedan cogerle la posición a Green en el poste bajo, y a los que al mismo tiempo sea rentables alimentar de balones para que anoten de espaldas. Zach Randolph es casualmente uno de ellos.
Es verdad que no puede meterle debajo de la canasta y abusar de él como con otros 4’s, y prefiere no encararle de frente, pero desde que coge el balón…
…puede ganar la distancia a la canasta suficiente para que le resulte cómodo tirar por encima de él.
Incluso cuando falla, Green acaba tan fuera de posición tratando de estirarse para llegar a su mano izquierda, que queda fuera de la foto. Fijaos como la situación del cuerpo de Green a la hora de disputar el tiro a Z-Bo…
…le pone por detrás a la hora de acorralar el rebote ofensivo.
Este no es un problema exclusivo de Green, le ha ocurrido a todos los que llevan años osando defender a Randolph, salvo muy honrosas excepciones. Y Golden State no tiene muchas mejores opciones. Te toca vivir con sus canastas. Lo malo es que un factor diferencial como ha sido la defensa de Green durante todo el año, o en Anthony Davis la ronda anterior, pasa a ser meramente mortal frente a Memphis. No es una debilidad, pero tampoco puede tener el impacto de un verdadero DPOY.
Y los Grizzlies no te dan la opción de esconder a Green en el otro interior mastuerzo, porque la otra opción es defender a Marc Gasol, y bueno…
…where convertir una continuación desde el codo de la zona en una bandeja happens.
La defensa de los Warriors no está pensada para los Grizzlies
El otro atributo que hace sobresaliente a Green, esta vez ya fuera del poste, es su capacidad para seguir a jugadores exteriores. El mayor truco detrás de la defensa de Golden State es la versatilidad: Thompson, Barnes y Green pueden intercambiarse en cualquier momento para defender a quien sea. Esto es lo que les permite anular las ventajas que los rivales obtienen con los bloqueos, tanto directos o indirectos: no puedes dejar enganchado a tu defensor y liberarte, porque te sigue otro jugador.
Esto funciona con una gran cantidad de equipos, y puede llegar a anular por completo a tiradores sin balón o maestros del bloqueo directo. A Memphis le da relativamente igual, ese no es su juego. Es más, en todo caso, como equipo grande y aplastante que son, agradecen las ventajas que obtienen de los cambios.
Los Warriors pueden sobrevivir habitualmente a cambiar a Barnes, por ejemplo, con el pívot a 5 metros de la canasta. Con un Point-God Center como Gasol, es más difícil, acaba concediendo la falta.
Y en esta jugada, por ejemplo, los Grizzlies agotan el tiempo de posesión, la tocan cuatro jugadores, hay seis pases… y no hay ni un bloqueo directo, ni prácticamente indirecto. Tienen desde el principio a Randolph con Harrison Barnes, para qué quieren más. Los Grizzlies no son un equipo fluido en ataque, porque atacan al hombre, pero te obligan a defenderles también así, anulando otra ventaja de los Warriors, la de la defensa colectiva.
Otro de los motivos del éxito de la defensa de Golden State es precisamente… su ataque. Los Warriors meten muchas canastas, lo que hace que los rivales les puedan pillar a la contra menos de lo normal, y gracias a ello, casi siempre defienden colocados, a media pista, y con todos los emparejamientos bien cogidos. Su rosario de fallos frente a Memphis les afecta también a la hora de defender, con unos Grizzlies que se están animando a correr para, al menos, poner a prueba a los Warriors.
A veces suceden cosas graciosas que suelen involucrar a Tony Allen o a Jeff Green, porque los Grizzlies no acaban de estar preparados para ello, y fue un factor más importante en el segundo partido que en el tercero, pero es otra manera que tiene Memphis de meter presión a Golden State en su propio terreno.
Curry está defendiendo terriblemente mal
Le quitaron la responsabilidad de defender a Conley, poniendo a Klay Thompson con el base, y diría que el experimento ha salido terriblemente mal, porque el MVP ha decidido que va a jugar de líbero, y no está preparado.
Jugada clave del partido, Warriors a 4, quedan 3 minutos. Los Grizzlies están atacando con una especie de bloqueo y continuación directo lateral entre Marc Gasol y Tony Allen, jugada que con el balón en manos de FIRST TEAM ALL DEFENSE! se defiende sola. Steph Curry no opina lo mismo, y se queda mirando como las vacas al tren, en una posición desde la que, con Draymond Green cambiando, no es de ninguna ayuda:
Tony Allen se trastabilla (¡oh, sorpresa!), y Curry en vez de seguir a Courtney Lee, sigue en una posición desde la que lo único que puede llegar a hacer, como mucho, es doblar a Randolph en cuanto reciba (y si recibe) el balón. Pues no iba a Z-Bo, no, sino a Lee, 3 puntos, ballgame.
Pero por supuesto, hubo más. En este otro triple de Lee está tan preocupado por la ayuda a Randolph, que pierde por completo la noción espacio-tiempo. ¿Dónde está la bola, aquí o aquí?
Bien es cierto, que Curry tenía un par de motivos para quedarse clavado, mirando a la línea de fondo en lugar de seguir la jugada, y nosotros los hemos encontrado. Por un lado, teníamos a una rubia muy guapa en ese lado de la cancha:
Nos referimos a la de la parte abajo-izquierda de la foto, por si hay dudas.
Y por otro lado, en ese mismo fondo de la distracción, animaba un señor con una de las indumentarias más feas que hemos visto jamás: una versión cutre y en rojo de aquella primera camiseta de los Grizzlies, que tenía ese esquema de color que fue elegido por un daltónico.
De todos modos, pese a todas las distracciones que había colocado allí el equipo de animación de Memphis, es inexcusable estar defendiendo en Playoffs en tierra de nadie, y si los Warriors siguen así, lo pueden pagar. Sé que consideran necesario reservar algo de esfuerzo para poner en marcha a Curry en ataque, pero volverlo a poner encima de Conley no parece mala idea ahora mismo.
El banquillo no está cumpliendo
En los 32 minutos de 96 que los titulares han estado en pista en los dos últimos partidos, los Warriors sólo están 4 puntos por debajo de los Grizzlies. El núcleo duro, con Curry, Thompson y Green, suma un +6 en 55.
Koufos, Udrih y Green están jugando mejor que sus análogos en los Warriors, que dieron la cara en el primer partido, pero estuvieron bastante más flojos en este. Ezeli está viéndose superadísimo en ambos lados del campo, y Memphis está yendo a por él en ataque, y olvidándose de su defensa. Barbosa ayer parecía estar en otro planeta, fuera de sincronía con sus compañeros. Los Grizzlies no respetan a Iguodala y Livingston, y también han decidido que van a vivir con los tiros de media distancia con Speights, por lo que Curry y Thompson tienen que hacer un esfuerzo titánico contra múltiples defensores llevando a quintetos con suplentes.
Kerr va a tener que acabar utilizando a sus exteriores más de 40 minutos por partido, y con la serie condenada a alargarse, puede ser demasiado cansancio en los decisivos.
¿Está la eliminatoria acabada?
Ni mucho menos. Si la sensación inicial era de que los Warriors podían ganar en 4 ó 5 partidos esta serie, sólo necesitan un 3-1, con dos partidos jugándose en el Roaracle para pasar, y siguen siendo el mismo equipo que hace cinco días.
Por muy bien que estén defendiendo los Grizzlies y mucho que se hayan embolicado los Warriors, el porcentaje de tiros de 3 por debajo del 25% en dos partidos consecutivos, no es una situación normal, no importan los protagonistas. Y podría seguir sucediendo tres, cuatro y cinco veces, porque la normal es la menos común de las situaciones en esto del baloncesto, y la regresión a la media no tiene porque ser inmediata, pero si hubiera que apostar dinero, la elección sabia está en que no se volverá a repetir.
Y como recordamos en el último podcast, pese a que el viento haya soplado increíblemente a favor de los Grizzlies en sus dos victorias, los Warriors han estado a un par de posesiones en los minutos finales de haberlo igualado. Están más lejos estéticamente que en el marcador.
De todas formas, a esta hora, la eliminatoria está inclinada ligeramente a favor de Memphis, y la identidad del favorito al anillo tiene muchas caras posibles. Michael Jordan bendiga a este deporte.
Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:
O si insistís, no os vamos a decir que no tampoco, podéis comprárnosla sin tener que poner tuits ni likes…
Llevar a los Grizzlies a su mejor registro de victorias en su (no tan) corta historia, y llegar por primera vez a las Finales del Oeste no le consiguió a Lionel Hollins una renovación del contrato, y pese a la cantidad de puestos que quedaron libres, en el año en el que más entrenadores han cambiado de aires jamás, verá la NBA desde su casa. Lo cierto es que pese a el éxito, asentado en una asfixiante defensa, estos Grizzlies tuvieron muchos problemas en ataque, y las diferencias de Hollins con el nuevo régimen fueron insalvables.
Veremos si su antiguo asistente, Dave Joerger, lleva más lejos una plantilla con aspiraciones reales en el Oeste, y retoca los problemas de tiro y espaciado del campo, que ya son recurrentes en este equipo, y siempre les detienen antes de tiempo en los Playoffs. Si lo consiguen, seguirán llegando cada vez un poco más lejos, quién sabe hasta dónde, y con el mismo núcleo: repiten los siete jugadores más importantes del equipo que cerró la pasada temporada.
Radiografía de los Grizzlies
El pase de diapositivas requiere JavaScript.
En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Desequilibrio agudo
Memphis tuvo la segunda mejor defensa de la Liga (cerca del empate técnico con Indiana), pero fueron el 18º ataque en Temporada Regular. En Playoffs, contra equipos tan complicados como Clippers, OKC y Spurs no pudieron subir el nivel anotando (se mantuvieron por debajo de los 102 puntos por 100 posesiones) y finalmente, no pudieron parar a San Antonio.
Los Grizzlies fueron el equipo de la Liga que menos triples metió, con una gran diferencia con el resto, y basar su ataque en el poste bajo provocó muchas pérdidas y convirtió su ataque en ineficiente. Fueron el segundo equipo con el ritmo más bajo y en posesiones acabadas en los últimos 4 segundos del reloj, y salvo por una excepción muy concreta (Miami), el resto de equipos son mucho peores cuando esperan al final, que cuando consiguen encontrar un tiro antes.
Por eso una de las cosas que ha prometido el nuevo jefe del corral, Dave Joerger, es que este equipo jugará más rápido. No se trata de «vomitar tiros«, en sus propias palabras, sino de subir la pelota rápido, quizá para encontrar una buena opción temprana, y si no, para tener tiempo para operar y resetear más veces si lo planeado sale mal. Porque los Grizzlies tienen que ser uno de los ataques que más jugadas y formaciones distintas (y relativamente inútiles, porque muchas no eran más que un señuelo) por posesión utilizan: era fácil ver a Marc Gasol tratando de recibir en 3 o 4 puntos diferentes cada vez, hasta que hay un hueco para darle el pase de entrada.
De hecho, las jugadas en Memphis no empezaban realmente hasta que se encontraban en una de estas tres situaciones: Conley doblando la esquina tras bloqueo directo, Marc recibiendo a cualquier altura del poste, y el balón llegando en un aclarado a Randolph, bien de frente o de espaldas. Toda acción y movimiento anterior, y su correspondiente consumo del tiempo, estaban diseñados con vistas a meramente poner al equipo en esta posición, y a partir de ahí es cuando empieza lo bueno. O lo regular. Porque mientras tengan ese problema con el tiro, los rivales van a llenar la zona de gente y el ataque se congestionará, quedando a merced de la brillantez individual de los que ejecutan.
Pero los Grizzlies este año, con un poco de imaginación, deberían tener más opciones, abrir el libreto, y buscar muchas más vías de conseguir puntos. Por ejemplo, fueron el segundo equipo que más pérdidas forzó, y el que más lo consiguió sobre el balón, y por tanto crearon muchas opciones de salir a la contra, pero a pesar de tener más oportunidades que nadie, sólo fueron quintos en puntos tras pérdidas. Con un base tan rápido como Conley, es una pena que no lo aprovechen, pero el resto del quinteto habitual, la verdad, no parece muy preparado para correr la pista. Cuando juegue con Pondexter y Davis, sin embargo, tienen que ser capaces de sacar provecho de este tipo de cosas, y buscar puntos los puntos fáciles que tienen a su disposición, con poco esfuerzo, y sin arriesgar más.
Randolph peligra
Aunque todo han sido buenas palabras y carantoñas desde que se ganó el cargo, Randolph peligra con Joerger como líder. El nuevo entrenador ya propuso de puertas adentro la temporada pasada hacerle salir desde el banquillo (no sería nuevo, ya que fue suplente en 20 partidos en 2012 según cogía ritmo al salir de la lesión), y si su intención es jugar algo más rápido, dinámico y con un mejor espaciado del campo, su nombre es el primero que viene a la cabeza como posible cambio.
Z-Bo tiene ya 32 años y 12 temporadas a sus espaldas, y la campaña pasada no fue todo lo eficiente que se espera del jugador más utilizado por un aspirante al título. Su porcentaje de tiro verdadero (50.6% el año pasado) fue el 6º peor de los 54 jugadores que anotaron más de 15 puntos por partido, y cuatro de los cinco los hombres tras él en la clasificación, (Monta Ellis, Rudy Gay, Jrue Holiday y Josh Smith), han cambiado de equipo en los últimos meses (Glen Davis es el único que sigue… porque no lo querrá nadie). Los números quizá engañan un poco porque Randolph es capaz de fallar varias veces en una misma jugada que acaba entrando tras coger repetidamente su propio rebote, pero al mismo tiempo, esto quita algo de valor al impacto en el tablero ofensivo: de los 310 fallos que recogió, volvió a tirar a canasta tras 211.
Y es en el rebote donde Randolph tiene otro valor aparente, que quizá aporte menos de lo que parezca a este equipo. Su porcentaje de capturas en defensa es del 25.6%, por el 19% de Marc, por lo que parece que Zach es imprescindible para que los Grizzlies estén en el Top 10, y la pareja recupere el 74.4% de los fallos rivales. Pero cuando Gasol juega sin Z-Bo, el porcentaje sube al 76.1%. Los Grizzlies no parecen perder mucho control de los tableros sin Randolph, aunque habría que ver si esto no tiene un daño colateral.
Para mejorar su eficiencia en ataque, quizá baste con hacerle llegar menos balones, y repartir la carga del ataque en otra dirección. O con una mezcla de mejor tiro de tres desde las alas que le dé más espacio, y la posibilidad de tener más tiempo para buscar posiciones ventajosas con esos segundos extra que Joerger quiere comprar jugando rápido.
El caso es que Z-Bo es un jugador muy divertido de ver, que hace cosas que vemos a muy pocos en la Liga, y al que bancamos a muerte como espectadores. Pero los Grizzlies tienen otras opciones interesantes, y los números de la pareja Conley–Gasol en pista sin Randolph son excelentes y apuntan a que merece hacer la prueba.
Randolph cobra mucho, los encargados de las decisiones en Memphis no tienen miedo en tomar decisiones que puedan ser controvertidas y Joerger no es su mayor fan. En Memphis manejan números y estadísticas y saben que en la NBA ahora mismo los ataques que basan gran parte de su juego en el poste bajo no están funcionando bien. Va a tener que mirar mucho a su espalda esta temporada, y no sólo posteando.
Ed Davis, posible sustituto
Y otro factor que podría hacer fácil la decisión, es que los Grizzlies ya podrían tener al sustituto en casa. Davis llegó a Memphis en el traspaso de Rudy Gay, y Hollins no le dio cuerda, repartiendo y compartiendo sus minutos con los de Darrell Arthur, pero el talento de Ed merece mucho más protagonismo, e incluso, el puesto de titular.
La pareja Marc–Davis funcionó muy bien (+18.8 puntos por 100, con un 88.9 defensa en 237 minutos, y 76.6% de los rebotes defensivos capturados, más que el Randolph–Gasol) y si lo restringimos sólo al quinteto titular (con Conley, Allen y Prince) el resultado es aún más extremo, +27.3 con 80.4 de índice defensivo, en sólo 76 minutos. Son muestras muy pequeñas, y, por supuesto, insostenibles en lo defensivo, pero es más que lógico probar con esta opción.
Las ventajas de Davis también residen en el hecho de que su presencia en pista potenciaría el juego de Conley. Juega por encima del aro y ofrece un muy buen nivel de finalización en los bloqueos y continuación. Conley es uno de los mayores pasadores desde el pick’n’roll de la Liga, especialmente a los hombres altos, aunque Randolph no lo aprovecha, porque, le gusta más recibir de espaldas, o encarando uno contra uno. De hecho, a veces, cuando se implica, se detiene al recibir el pase, para convertir la continuación del bloqueo en un aclarado, algo terrible para la eficiencia de Memphis. Sí es verdad que echarían de menos el pick’n’pop, en el que Randolph tira de media distancia tras el bloqueo, pero Davis, aunque mal lanzador y sin rango en general, tiene una zona desde donde se atreve con el tiro, en el ala izquierda, que le permite ofrecer el recurso para hacer pick’n’pop laterales desde ese lado, y siempre podría colocarse en las líneas de fondo, amenazando con el corte o el alley-oop, para dar algo de espacio al 2 contra 2 entre Conley y Marc.
También, como dijimos antes, Ed Davis es un hombre alto para salir a la carrera, si no tras fallo de tiro rival, por aquello de implicarle en el rebote defensivo, al menos tras pérdida forzada sobre el balón, y es un jugador de 24 años que está yendo hacia arriba en su carrera, mientras que el juego de Randolph se va a ir erosionando poco a poco.
Quizá no merezca ser titular defenestrando a Randolph, pero si sería una buena opción recortar los minutos de Zach, y sacarle antes cuando el rival lo permita o el equipo se atasque. El RAPM apostaría como jugador en general por Randolph (+1.4 puntos por 100 posesiones, por -0.3 de Davis), pero también nos dice que en las muestras con los mismos compañeros, los Grizzlies fueron 7 puntos por 100 posesiones mejor con Ed en el lugar de Zach.
Es una difícil decisión, en la que intervienen más cosas, y hay que tener en cuenta lo que supondría de cara a la lucha de egos, la motivación, el clima del vestuario, y cómo tendrían que plantearlo para poder explicar la situación a compañeros y aficionados, pero en Memphis se está pensando en ello.
El tiro y el puesto de tres
Como ya dijimos, los Grizzlies tienen un problema gordo tirando y acertando desde el perímetro, lo cual es aún más incomprensible en un equipo que utiliza tanto el poste bajo. Los balones que llegan ahí, rara vez salen al perímetro, y Conley, aunque pasa mucho y bien, suele ser a los hombres altos: no saca mucho el balón fuera del arco cuando penetra. Los mayores triplistas del equipo son el propio base y su suplente, Jerryd Bayless, y en general, salvo cuando comparten minutos, tras bote.
Una de las posiciones desde donde tiene que venir la mejora, y que tendrá una competencia feroz para esta temporada es la de 3, la de alero. Tayshaun Prince es el incumbente y la opción con más nombre, pero Mike Miller, la vieja gloria y leyenda desde la línea de triple y Pondexter, el joven revelación, darán guerra.
El ya dos veces campeón de la NBA, y héroe ocasional en las finales Mike Miller tiene tamaño y tiro (más de un 40% en su carrera, entre los mejores en la lista histórica) pero a ratos parece que se arrastra por la pista, y eso suponiendo que tenga la salud suficiente para mantenerse jugando. No nos sorprendería que lo trataran como en Miami, manteniendo sus minutos bajo mínimos para después soltarle la rienda en Playoffs.
Q-Pon tuvo un genial año desde el perímetro cuando le dejaron, llegando casi a esa marca que indica gran nivel que es el 40% (60 de 152, 39.5%) en Temporada Regular, y superándolo hasta llegar a un magnífico 45.3% en Playoffs. No le hemos visto hacer mucho más en la NBA, salvo algún buen corte ocasional aprovechando el juego de espaldas del equipo (tiene buena química con Randolph) y corre muy bien la pista por si los Grizzlies quieren salir a la contra. Jamás pone el balón en el suelo, por lo que no sabemos qué tal se le da penetrar o botar aunque para ser cuarta o quinta opción de ataque del equipo no es algo imprescindible. Tendrá que ser en tiro y defensa donde deba ganarse el puesto, mejorando lo que hace Prince.
Porque a pesar de que Pondexter es un jugador atento y activo, es un poco pequeño para la posición, y no tiene el impacto que Prince ante el ataque rival. El tiro de Tayshaun es irregular, viene y va, pero su defensa es una constante. Los Grizzlies mejoraron el diferencial con él en la segunda parte de la temporada (aunque cuidado con estos números, ya que hay muchos equipos que se dejan llevar al final del curso baloncestístico), sujetándose sobre todo, en la capacidad de evitar puntos rivales. De todos modos, cumplirá 34 años durante la temporada, y en algún momento su nivel no será suficiente comparado con el de algún compañero jovenzuelo. Tal vez este sea el momento.
La defensa, muy bien
Marc Gasol ganó el premio de mejor jugador defensivo del año merecidamente, pero eso significa que muchos jugadores se marcarán como objetivo tener un buen papel frente a él esta temporada. La defensa de Memphis confiaba en su versatilidad mucho más que otros equipos en el resto de candidatos, ya que no le obligaban a esperar atrás, sino que tenía que salir a menudo a disputar tiros y acorralar a jugadores rivales en los bloqueos.
De hecho, la defensa de Memphis es tremendamente elástica, y rara vez Gasol defiende de la misma forma a dos equipos diferentes. La altura a la cual se coloca ante los bloqueos directos o para su ayuda posterior, depende siempre de su hombre y el base rival. Por ejemplo, contra los Clippers en Playoffs abandonaba a Jordan todo lo posible y más, manteniendo siempre los ojos en Paul, y posteriormente, contra Spurs, y con un base igual de habilidoso como Tony Parker no hacía lo mismo por no poder dejar solo a Duncan. Todos los equipos realizan estos ajustes más o menos, pero otras franquicias como Chicago o Indiana apuestan por un sistema más rígido, con una serie de reglas, en el que los jugadores mantienen casi siempre la misma misión, y Memphis apuesta mucho más por el uno contra uno, y la individualidad, porque tiene grandes y muy inteligentes defensores en el equipo.
No sólo Marc, también Conley y Allen hacen posible esta libertad. Ya hablamos de cómo los Grizzlies son de los mejores equipos de la Liga forzando pérdidas, y ambos están en los primeros puestos en lista de robos por minuto. Allen es el mejor escolta en defensa en la Liga por RAPM (+/- ajustado y normalizado) y Conley el mejor base, superando por los pelos a Ricky Rubio. El equipo es ligeramente susceptible a la penetración del base tras bloqueo directo, principalmente cuando Randolph está implicado en la jugada, pero este grupo apenas tiene otras debilidades. Cierran bien y rápido el tiro rival, y cuesta mucho anotar de 3 contra Memphis. Y si Tony Allen fuera mínimamente competente en ataque, y por tanto, pudiese jugar más minutos aún en defensa, lo del año pasado podría haber sido histórico para esta era.
El banquillo sigue creciendo
Además del tiro exterior, el otro problema recurrente de las últimas temporadas en Memphis era el banquillo. Este año, la segunda unidad parece tener más recursos que en el pasado reciente, con las llegadas de Miller y Koufos, la renovación de Bayless (por parte del propio jugador, que podría haber sido agente libre este verano), y Davis y Pondexter, de los que ya hemos hablado, y puede incluso que se ganen la titularidad.
Bayless, tras un muy buen año en pocos minutos en Toronto, regresó a la tierra en Memphis, pero sustituyó razonablemente bien a Mayo en el papel del sexto hombre multiusos, que dirige y crea en la segunda unidad, y se gana algún minuto de escolta junto a Conley. Por culpa de los problemas que Allen crea en ataque, los Grizzlies necesitan alguien que ofrezca ambas posibilidades, y con el presupuesto tan limitado, si puede ser alguien que haga las dos cosas mejor, y en Jerryd lo han encontrado a buen precio. Lo más sorprendente quizá sea lo bien que cambia la mentalidad entre las dos funciones: durante toda su carrera ha sido más bien anotador, pero ahora varía su juego en función del rol: cuando él es el base, su porcentaje de asistencias crece hasta el 28.4%, un número que le pone en el rango de frecuencia pasadora de jugadores que se inclinan a compartir el balón como Dragic o Teague. Y como escolta, también está cumpliendo: en los 644 minutos compartiendo pista con Conley, los Grizzlies fueron un equipo muy potente, 10.4 puntos por 100 posesiones superior al rival, y él mete el 37.6% de los triples. Nunca van a sacar un base puro de Bayless, y es más, la segunda unidad de Memphis el año pasado no tenía mucho finalizador con el que trabajar, pero Hollins consiguió sacarle la solidaridad que tenía por ahí escondida.
El puesto de pívot suplente llevaba años vacante, con soluciones no apropiadas para un equipo aspirante como las que no funcionaron (Thabeet y Haddadi), las de perfil muy bajo (Hunter o el final de la carrera de Skinner), y los ala-pivots reconvertidos (Arthur o Speights). Con Koufos, que fue titular en Nuggets el año pasado, Memphis tiene a un 5 de verdad, en forma y con ritmo (y aunque parezca mentira, sólo 24 años) y pese a que cualquier lesión de Marc sería catastrófica para este equipo, por lo menos con Kosta ya tienen hecho el seguro a terceros (y no les ha hecho falta llamar a Caser).
Lo que en principio les falta es un escolta suplente de garantías. En Playoffs no se necesita una rotación de 11 hombres, y parece que con lo que tienen, sano, puede bastar, pero en Temporada Regular, si Mike Miller está para jugar poco, Pondexter es el único jugador con experiencia para los puestos exteriores del equipo. Hay ganas de ver a su elección de segunda ronda del Draft, Jamaal Franklin, y esta puede ser una forma de darle minutos, pero como no funcione, ahora mismo es el quinto ala del equipo, y es un equipo que tiene un gran riesgo: si se junta una lesión de Prince, Allen o Pondexter con molestias de Miller, pasa a ser el tercero. Los Grizzlies están muy apretados contra la línea que marca el pago del impuesto de lujo y les cuesta hacer hasta el más mínimo movimiento, pero desde luego no les vendría mal reforzarse con otro escolta si se pone a tiro.