¿Cuánto cobrará Lin en 3 años?

Editado: * Tras comentar el artículo en Twitter, tenemos que hacer la puntualización de que al hablar de cobrar nos referimos al dinero que reciben de cara al límite salarial, no al tiempo que lo reciben en su cuenta bancaria*

Este año, hemos visto tres contratos ofrecidos bajo la llamada disposición Gilbert Arenas, entre ellos uno tan mediático como el de Jeremy Lin que están llevando a duda sobre como se estructuran en el futuro. La realidad es que tanto Lin, como su antiguo compañero en New York, Landry Fields, y su nuevo compañero en Houston, Omer Asik, tendrán contratos planos en su destino, es decir, cobrarán lo mismo durante los 3 años, un tercio del total. Por tanto, en la temporada 2014-2015, Lin cobrará 8.4 millones en Houston, aunque hubiera cobrado casi 15 en New York.

¿Confuso? Sí, lo normal en la NBA es que las ofertas que se hacen y se igualan sean iguales para los dos equipos, pero en este caso no lo es. Y vamos a explicaros el porqué.

Para poder explicarlo, tenemos que comentar primero qué son y cómo funcionan los llamados derechos Bird. Cuando un equipo tiene estos derechos Bird sobre un jugador de su equipo, le permiten renovarle, por la cantidad que sea, aunque se esté por encima del límite. Es el motivo por el que los Lakers, por ejemplo, pueden renovar a Bryant, Gasol Bynum, los Spurs a Parker, Duncan o Ginobili, etc… Es por lo que se dice que la NBA tiene un tope salarial blando, porque se puede superar con operaciones como estas. Para que un equipo tenga derechos Bird sobre un jugador, este ha debido jugar tres años en ese equipo, o haber cambiado de equipo solamente mediante traspasos los 3 últimos años. Por ejemplo, los Nets tenían derechos Bird sobre Deron Williams o Gerald Wallace, porque aunque no lleven 3 años en Brooklyn (vale, o en New Jersey) en los 3 últimos años solo cambiaron de equipo mediante traspaso (no firmaron con otro equipo los 3 últimos años, ni los cortaron, etc…) Cuando en lugar de ser 3 años, los jugadores solo llevan 2 años sin ser cortados, o sin cambiar de equipo en el periodo de agencia libre, los derechos que tienen sus equipos sobre ellos son los llamados Early Bird, o Bird anticipados en nuestro idioma. Cuando los equipos que tienen derechos Bird anticipados sobre un jugador están sobre el límite, ya no pueden renovar por cualquier cantidad a ese jugador. Lo máximo que le pueden ofrecer a un jugador sobre el que tienen derechos Bird anticipados es el 175% de su salario anterior la temporada pasada, o el 104.5% del salario medio en la Liga, la mayor cantidad de estas dos, y un contrato de dos años, ni más ni menos. Cuando un jugador no llega siquiera a tener los requisitos mínimos para ser considerado Bird anticipado, el equipo tiene los derechos llamados non-Bird. Estos derechos no-Bird, permiten ofrecer al jugador un contrato que como máximo sería del 120% del del año anterior, el 120% sobre el salario mínimo, o la oferta cualificada, la que sea mayor.

Vamos a poner el ejemplo con Jeremy Lin, que cobró $762,195 el año pasado. Si los Knicks tuvieran derechos Bird sobre él, podrían haberle ofrecido renovar o igualar cualquier contrato, que empezara, como máximo en $13.6 millones (el máximo para jugadores que llevan de 0 a 6 años en la Liga) y 5 años. Si los Knicks tuvieran derechos Bird anticipados (que son los que tienen en realidad) sobre Lin, podrían igualar ofertas de como máximo un contrato de 2 años y el salario del primer año sería como máximo el 104.5% del salario medio de la Liga (5.2 millones). Si los derechos que tuvieran sobre Lin fueran no-Bird, le podrían haber ofrecido un contrato de 4 temporadas, que empezaría en 1.1 millones, su oferta cualificada. Por tanto, en este caso, los Knicks lo único que podían ofrecer a Lin, antes del convenio de 2005, sobre el que tienen derechos Bird anticipados, son 10.7 millones por 2 años.

Los Warriors en 2003 se encontraban en esa situación. Tenían derechos Bird anticipados sobre Gilbert Arenas, un jugador que eligieron en la 2ª ronda del Draft, y al que dieron un contrato de tan solo dos años en su momento. Ese verano de 2003, en el que era agente libre, Washington le ofreció 51.2 millones por 5 años, un contrato que empezaba con $8.5 millones el primer año. Como los Golden State Warriors tenían menos de $8.5 millones de espacio bajo el límite salarial, solo podían ofrecerle la excepción de derechos Bird anticipados, es decir, esos famosos 10.7 millones por 2 años, y por tanto, no pudieron igualar la oferta de los Wizards.

Cuando se firmó un nuevo convenio en 2005, para evitar situaciones como esta, se incluyó la llamada Disposición Gilbert Arenas. Bajo esta regla, el máximo que se le puede ofrecer a un agente libre, sobre el que su equipo no tiene derechos Bird completos, es el salario medio de la Liga el primer año, y una subida del 4.05% el año siguiente. Es decir, las ofertas por Lin, o Fields, o Asik, jugadores que eran Bird anticipados este año, tendrían que empezar en 5 millones el primer año, y 5.2 el segundo. ¿Qué ocurre? Que para no limitar las posibles ganancias de un jugador que se merece más de estos 5 millones, se permite que el tercer y cuarto año de ese contrato, sean por el máximo. Con esta forma de estructurar el contrato, un jugador podría llegar a firmar un contrato de 40.7 millones en 4 años.

Es decir, la Provisión Gilbert Arenas se inventó para que los equipos que no tuvieran derechos Bird sobre un jugador pudieran llegar a renovarle hasta por unos 40 millones en 4 años, en lugar de perderlo si otro equipo ofrecía más de 10.7 millones por dos años (o tu espacio salarial). Es decir, ahora no tienes porque dejarlo marchar obligatoriamente como le ocurrió a los Warriors con Arenas, ahora puedes renovar a ese jugador, pero en el tercer y cuarto año, puede que tengas que pagarlo con ganas.

Y ese es el motivo de ese famoso tercer año de contrato de Jeremy Lin, Omer Asik y Landry Fields, cuyos contratos, para New York y Chicago, tenían la siguiente estructura, $5 millones el primer año, $5.2 millones el segundo, y $14.8 millones el tercero en el caso de Lin y Asik (el máximo) y $8.5 el tercero para Fields (Toronto pudo pagarle lo mismo que a Lin y a Asik, pero prefirieron no hacerlo)

Y aquí y ahora, es cuando viene la gran confusión. Pese a que el contrato tiene la estructura ya mencionada para New York o Chicago, por lo que ya hemos explicado, para que puedan igualarla utilizando la excepción para agentes libres de tipo Bird anticipado o la excepción de nivel medio, la estructura para el equipo que hace la oferta (Toronto, Houston) es diferente: es plana. Es decir, Houston pagará 25.2/3=$8.4 millones cada año, por los tres años de contrato de Lin y Asik, y Toronto pagará $6.25 millones cada año a Fields ¿Por qué esta estructura? Para garantizar que los equipos que están por debajo del límite salarial no se aprovechen para ofrecer más de lo que pueden. Es decir, supongamos que Houston, solo hubiera tenido $6 millones de espacio salarial. En ese caso, en condiciones normales, solo podría ofrecer unos 6·3=$18 millones a Lin por tres años. Si se le dejara estructurar el contrato como a NY, al tener $6 millones de espacio, podría seguir ofreciéndole $25 millones al base, pues este año solo les costaría 5 millones.

Es decir, las estructuras del contrato son diferentes para el equipo que quiere renovar al jugador, que para el que le hace la oferta. Porque lo que se pretende es, que el equipo en el que ha estado el jugador les pueda renovar empezando en esos 5 millones, pero desde el punto de vista del equipo que hace la oferta, la idea es que tenga que ofrecer un contrato estructurado de manera similar al que tendrían que ofrecer a cualquier otro agente libre.

¿Ha funcionado la disposición Gilbert Arenas? Pues por lo pronto, como este año, en los 3 contratos ofrecidos bajo este esquema, los jugadores han acabado fuera de sus equipos, la tentación sería decir que no. Pero lo que pretendía esta disposición no era que los jugadores renovaran, sino dar la opción a su equipo de poder hacerlo, y a los jugadores de cobrar el precio de mercado. Antes del convenio de 2005, los Knicks y los Bulls no hubieran podido igualar cualquier oferta superior a esos 10.7 millones por 2 años, ¿Raptors ofrecía a Fields 12 millones por 2 años? ¿Houston ofrecía 12 millones por 3 a Lin o a Asik? Estaban fuera, Knicks o Bulls no podrían hacer nada. Con esta nueva regla, para New York y Chicago siempre existe la posibilidad de retenerlos. Es costoso, sí, y han preferido no hacerlo, pero al menos pueden.

También puede parecer injusto que la estructura para los equipos que ofrecen sea así, pues les da una cierta ventaja. Pero pensadlo de otra forma, en realidad, la posibilidad de igualarlo es un privilegio que se le da al otro equipo: «Venga va, como es tu jugador, aunque no te merezcas renovarlo por no haberle firmado 3 años en su día, te damos la posibilidad de hacerlo si te estiras». Igual no es un mecanismo perfecto, y se ha sabido explotar, pero es mejor que lo que había.

Si tenéis alguna duda o necesitáis alguna clarificación, compartid vuestras dudas con nosotros en los comentarios. Y si os interesa el tema, obligado pasarse por la CBA FAQ de Larry Coon (en inglés), www.cbafaq.com, la mejor página para enterarse de como funciona el convenio colectivo, e imprescindible para elaborar este artículo. La información sobre la disposición Gilbert Arenas está en el punto 44, y la información sobre los derechos Bird en los puntos 25 y 32.

Analizando los concursos

Estamos en semana especial, semana de All-Star, semana donde aún habiendo partidos de liga regular, todo el mundo tiene la mente puesta en el fin de semana y en Orlando donde estaremos

Así que es tiempo de ir abriendo un poco de boca y vamos a analizar, a nuestra forma los diferentes concursos que podremos ver el próximo sábado en el Amway Arena de Orlando.

Haier Shooting Stars

Mecánica: un jugador de la NBA, otro de la WNBA y una ‘vieja’ gloria a tirar tiros alternados desde diferentes posiciones.
Participantes: Orlando (Jameer Nelson, Marie Ferdinand-Harris, Dennis Scott), Atlanta (Joe Johnson,  Lindsey Harling, Steve Smith), New York (Landry Fields, Cappie Pondexter, Allan ‘Hilo de Seda’ Houston), Texas (Chandler Parsons, Sophia Young, Kenny Smith)
Análisis: La verdad es que este es el concurso más difícil de analizar, ya que el tiro de medio campo condiciona tanto todo, que el que lo meta primero tiene muchas papeletas para ganar. Personalmente tengo ganas terribles de ver de nuevo a Allan Houston, eso sumado a Landry Fields, hace del equipo de NY uno de los favoritos. Ojo con Kenny Smith que el año pasado enchufó la de medio campo muyyyy rápido.

Taco Bell Skills Challenge

Mecánica: Prueba de habilidades, con dribbling, pases y tiros…
Participantes: Stephen Curry, Kyrie Irving, Tony Oh La La Parker, John Wall, Russell Westbrook, Deron Williams
Análisis: Wow! este sin duda va a ser una de las estrellas de la noche, con un cartel tremendísimo de bases mega jugones y de donde podemos sacar de todo. Para esta prueba hay que ser rápido, muy mucho y los 6 lo son, luego un poco de acierto de tiro, que todos lo tienen y por último precisión a la hora del pase… todos de nuevo. Yo personalmente voy con Deron o Parker que están más on fire que el resto, pero ojo, cualquiera puede ganar ahora mismo… Muchas ganas de ver este concurso de habilidades…

Foot Locker Three-Point Contest

Mecánica: El mítico concurso de triples…
Participantes: James Jones, Joe Johnson, Kevin Love, Ryan Anderson, Anthony Morrow, Mario Chalmers
Análisis: Bueno, primero el no ver a nadie de los Warriors ya duele mucho de salida, ya que es el mejor equipo con % de tiros de 3, pero bueno… luego extraña muy mucho gente como Kevin Love, pero bueno… una vez visto lo visto y sin saber si finalmente Joe Johnson (duda hasta última hora – EDIT: finalmente no estará…) estará en el concurso, creo que tal vez un microondas como James Jones tiene bastantes posibilidades de repetir su victoria del año pasado… Ojo con Morrow…

Sprite Slam Dunk Contest

Mecánica: El concurso de mates de toda la vida…
Participantes: Paul George,  Derrick Williams, Chase Budinger, Iman Shumpert (Jeremy Evans).
Análisis: Cayendo finalmente Iman Shumpert por lesión, este concurso de mates es probablemente el más abierto de los últimos años. Sin una estrella, sin un candidato prefijado para ganar y con mucho saltarín jugón suelto joven con ganas de comerse el aro. Ojo al sistema de este año: 3 mates en una única ronda por parte de cada uno y voto popular. Lo bueno de esto es que se van a ver mates brutales, nadie se va a guardar nada para la supuesta final, ya que no hay, así que podemos pasarlo muy pero que muy bien con el concurso de mates de este año…

La Crónica On Tour vol.4: Grizzlies vs Knicks

La cuarta parada de la Crónica on Tour vuelve a la denominada Meca del Baloncesto, ese espacio mágico en el rectángulo que delimitan la 7ª y la 8ª avenida, con la calle 31 y la 33, en la que el Madison Square Garden comparte sitio con la Penn Station. Allí estábamos de vuelta, el día de San Patricio, en el que además comenzaba la March Madness universitaria, para ver a los New New York Knicks contra los Grizzlies, en el que además, es el último partido que los ‘Bockers han ganado hasta la fecha.

Del excelente repaso del Madison que David ya te hizo en este mismo espacio, solo ha cambiado una cosa: ahora Carmelo es el rey. No exagero si digo que el 90% de las camisetas que se veían por las graderías eran de la nueva estrella en la casa. No sé si sería algo aún temporal, pero la respuesta a la pregunta, de quién son los Knicks ahora, solo tendría una respuesta si nos guiamos por las camisetas que llevaba la gente.

El calentamiento se desarrolló como ya es habitual, con un pinchadiscos invitado que en este caso fue DJ M.O.S., y una selección para el calentamiento muy neoyorquina de Landry Fields: Fabolous, Jay-Z y Notorious. Preparados para ver el partido desde sus asientos de primera fila los actores Tyson Beckford y Steve Schirripa, luchadores de la UFC como Chuck Liddell, Dana White o George St.Pierre, el jugador de Hockey Michael Del Zotto, Adam Horovitz de Beastie Boys y el tenista John McEnroe que recibió la mayor ovación de la noche.

Desde el calentamiento y la presentación de los jugadores, ya se pudo ver que este no es uno de esos partidos en los que el Garden se convierten en una caldera. En un día como San Patricio en el que los neoyorquinos prefieren emborracharse desde el mediodía en Times Square o cualquiera de los abundantes pubs de temática irlandesa de la Gran Manzana, el público olía tremendamente a trasplantado: lleno de turistas y gente a la que el devenir de la franquicia, ni le va ni le viene. Y esto pudimos terminar de constatarlo cuando al introducir los titulares de los Grizzlies entre suaves abucheos, los aplausos ganaron al salir por la pantalla la imagen, y por la megafonía el nombre de Marc Gasol.
Marc Gasol Knicks Grizzlies
Había bastante público español, y se vieron varias banderas de nuestro país (una de las cuales era llevada por un hombre disfrazado de… pollo) pero dando vueltas a la cabeza, la tímida ovación al hermano pequeño podría haber sido ayudada por aquellos que le quieren ver vestido de azul el año que viene como agente libre. O de verde en un día como hoy.

Porque al ser San Patricio los Knicks desempolvaban las camisetas de ese color, y ponían un quinteto en pista (BillupsFieldsAnthonyJeffriesStoudemire), con el que se daba una buena curiosidad en el que los dorsales de todos los jugadores eran dígitos simples.
Marcador Knicks

La historia del partido ya la conocéis: los Knicks masacraron a los Grizzlies por 120 a 99 batiendo el record de la franquicia de canastas de 3 puntos, encestando 20, y Toney Douglas igualó la marca personal de Latrell Sprewell y John Starks, metiendo 9 de ellos. La cosa llegó a tal punto, que en la sección norte del Madison, los fans empezaron a colgar signos del número 3, uno por cada triple conseguido, como se hace en béisbol con las K’s cuando el número de strikeouts que el pitcher consigue en un partido se empieza a disparar.

Si tuviera que hacer la lista de cosas que me llamaron la atención al verlas en persona, son prácticamente las mismas que por la televisión, con la sensación de que los ojos no te engañan: Tony Truco o Trato Allen es verdaderamente capaz de lo mejor y lo peor en un campo de juego; el tiro de Carmelo Anthony es increíblemente elegante y sorprende mucho más en directo al verlo salir de ese cuerpo regordete del que nunca te esperarías una mecánica tan preciosista; Ronny Turiaf se autogrita y se autogolpea en todos y cada uno de los segundos que está en la pista y el balón no está en juego; Shane Battier es rapidísimo cerrando al tirador solitario, numerito de la mano en la cara incluido (ya lo hace en cada tiro que defiende) y aunque las animadoras no bailen especialmente bien, tiene mérito hacerlo con esos taconazos.

Y uno sabe que los Grizzlies no son un rival odiado, ni el equipo se jugaba mucho en el partido, que el marcador fue cómodo, y que esa noche había cosas mejores que hacer en NYC (el día de San Patricio y los 16 partidos que daban comienzo a la Locura Universitaria, con dos equipos locales, Long Island U y St. John, jugando) que acercarse a ver un partido, y que yo tal vez ya esté contaminado por el ruidoso ambiente que se vive en el baloncesto universitario, pero el público del MSG, ese por el que los agentes libres supuestamente se desviven no me pareció para tanto. Tal vez, dadas las circunstancias, haya elegido la peor noche del año para valorar el ambiente, pero para mí, se quedó muy corto. Y es una pena, porque el Madison respira magia en todos los rincones.

Melo Square Garden

Se dice que los deportistas acaban jugando donde ellos quieren. En este caso, será así: Carmelo Anthony, después de tanto tiempo, ya es oficialmente un Knickerbocker. Con el número 13 seguramente, porque el 15 cuelga del Madison en honor a Earl The Pearl Monroe.

Carmelo parecía el chico bueno de su promoción, cuando en 2006, a la hora de renovar contratos de novato, el elegía hacerlo por 5 años, en lugar de los 4 que firmaron Wade, James y Bosh. El resto de la clase de 2003 ya estaba pensando entonces en un posible próximo destino, y Carmelo que era feliz en Denver con un equipo más que apañado, y con futuro, decidió dar un voto de confianza a la franquicia y renovar por el tiempo más largo posible. Ahora se va. Dice que no quería irse como LeBron y Chris, sin dejar nada a la franquicia que le drafteó. A mí me parece una mentira tremenda. Tremendísima. Sin el fantasma de la pérdida de millones (contados en decenas) por la CBA que entrará en vigor el próximo año, Carmelo se hubiera ido sin dar siquiera las gracias, dando un sonoro portazo tras de sí, en verano.

Carmelo no sabe lo que quiere. Es verdad que pasó unos años de su vida en New York, que no muy lejos de allí consiguió un título universitario con Syracuse, y que hacer retumbar el que posiblemente sea el escenario baloncestístico más mítico del mundo y su rabiosa afición, es el sueño de todo chaval. Y como detrás de un gran hombre (aunque solo sea por tamaño) hay una mujer (aquí omito el adjetivo intencionadamente), ‘Melo tuvo que atender a las peticiones de su señora, una presentadora de canales musicales de medio pelo, famosilla de tercera fila, carne de reality show, que quería vivir cerca del foco más grande. Pero supongo que ya se dará de bruces con la realidad: lo que el talento no da, New York no lo presta.

Anthony no hace esto por motivos deportivos. Nadie puede pensar que los Knicks como se encuentran actualmente construidos son mejores, o tienen más futuro que el equipo en el que estaba Carmelo jugando ayer. Y lo comentaremos más tarde, pero no parece que tengan la flexibilidad suficiente para ampliar el megalómano proyecto. Se va además, a la Conferencia a la que más futuro se le vislumbra, y desde la que pinta más difícil llegar a disputar las Finales, después de ese balance de poder que ha empezado este año. Por dinero, tampoco, de hecho, el vil metal es lo que más le ataba a Denver, el motivo por el que el traspaso se ha dilatado, y ha resultado tan costoso para los Knicks.

Anthony no quería nada. Lo quería su mujer, lo querían los agentes carroñeros de la agencia CAA que están haciendo todo lo que pueden y más para pegarle todos los bocados que puedan a la Gran Manzana, y conseguir influencia en New York, o donde quiera que se la den. Y por fortuna para los Nuggets, la avaricia del grupúsculo y la coincidencia en tiempo con la finalización del convenio laboral, les ha permitido poder sacar algo de tajada, de una situación, que de haber sido de otra manera, hubiera acabado con los Nuggets viendo como su mujer le abandona en verano, llevándose la casa, el coche, los niños y hasta el perro. Y dejándole por otro, que será algo más guapo, pero jamás le tratará tan bien.

De vuelta al baloncesto, el traspaso final queda configurado de la siguiente manera: Melo, Chauncey Billups, Renaldo Balkman, Anthony Carter, Shelden Williams y Corey Brewer desde Minnesota, llegan a los Knicks. Raymond Felton, Danilo Gallinari, Timofey Mozgov, Wilson Chandler, la 1ª ronda del Draft de los Knicks en 2014, las 2ªs rondas de los Warriors en 2012 y 2013 y 3 millones de dólares en efectivo van a Denver. Eddy Curry, Anthony Randolph y otros tres kilitos para los Wolves. A lo largo del día de hoy conoceremos más detalles de como se configuró exactamente el traspaso, porque se ha tenido que crear alguna excepción por el camino.

Knicks Nuggets Traspaso Carmelo Anthony

Los Nuggets, que además de Carmelo, pierden a Billups, aparte de obtener talento joven y alguna elección de Draft, van a ahorrar mucho dinero. Para empezar, 17.7 millones de salario este año, entre lo que sale y lo que entra. Esta cantidad es muy significativa, porque les permite estar en más de 4 millones por debajo de la línea que marca el llamado impuesto de lujo, la cifra a partir de la cual se paga como impuesto un dólar por cada dólar que te pases, y dejas de recibir tu parte proporcional de lo recaudado por ese impuesto. Por tanto haciendo cuentas, entre los 17.7 millones en salarios, los 13 que hubieran tenido que pagar doble por pasarse, los 3 que le dan los Knicks en el traspaso, más los 4 que aproximadamente suelen ser los millones repartidos entre los equipos que no pagan la tasa, los Nuggets se ahorrarán unos 37 millones, en comparación con lo que se hubieran gastado si no hubieran hecho ningún cambio.

La contribución de los Wolves es meramente testimonial: consiguen a un jugador en el que llevan mucho tiempo interesados, y que hace apenas un año tenía destellos de futura estrella en Anthony Randolph, a cambio de entregar a un Corey Brewer que a pesar de ser sólido y trabajador en defensa, parece haber alcanzado ya su potencial, y además se convertirá en agente libre este verano.

Y atención, porque, aunque este tipo de detalles no han salido todavía a la luz, en principio parece que los traspasos de New York con Denver y Minnesota podrían ser totalmente independientes (no hay transacciones entre los Nuggets y los Wolves), lo cual significaría que el hecho de que el cadáver de Eddy Curry y su último año de contrato se hayan incluido en la operación, le puede dar a los Knicks una excepción de hasta 11.3 millones. Y esta sería la única carta que los Knicks podrían jugar para cumplir el sueño que empezó cuando Chris Paul hizo un brindis en la boda de Melo este verano: traerse a CP3 para completar otro gran trío. O Deron Williams. Tanto monta.

Los Knicks ya no tienen de ahora en adelante flexibilidad salarial, ni elecciones de Draft hasta 2015, ni otro jugador joven, prometedor y consolidado, para traspasar, Landry Fields aparte. Como podéis imaginar, el rookie de Stanford y dos elecciones de Draft dentro de 4 y 6 años, no satisfarían a New Orleans o a Utah para traspasar a sus estrellas. Con una excepción, que otorga alivio económico inmediato al que la recibe, ya podrían empezar a hablar. Pero de todos modos, van a necesitar que el nuevo convenio dé más margen para gastar (o al menos, que las cosas se queden como están, aunque todo indica que será el contrario), una gran presión y resistencia por parte del jugador, mucha suerte y fotos de Kevin O’Connor o Dell Demps en situaciones comprometidas si lo quieren hacer realidad.

Desde el punto de vista deportivo, aunque salvo que cambien todas las previsiones, el equipo no puede hacer otro gran movimiento, yo creo que los Knicks estaban más que obligados a hacerlo. Jugadores como Carmelo en la Liga hay pocos, el resto de huecos, se van completando poco a poco. Es verdad que queda un gran vacío en el banquillo, pero es menor la diferencia que hay entre reservas y parches temporales en los 12 minutos de asueto, que entre lo que te va a dar un jugador como Anthony sobre Gallinari 36 minutos. ‘Melo, con sus defectos, que los tiene, es excelso. Está infravalorado entre la élite por su aspecto holgazán y el segundo plano en el que ha permanecido siempre, pero su facilidad para anotar, y sobre todo, su precisión asesina en los últimos minutos, en los que contra la creencia popular, es con mucho el mejor de la Liga, y por amplio margen, serán más reconocidos por el público, contando con el altavoz del Garden de por medio.

Y aunque a medio plazo sea una rémora, que no se nos olvide que los Knicks se llevan también a Billups. Chauncey, es, a día de hoy, mejor base que Felton, y además tiene experiencia en Play-Off. Entiendo la decepción del fan neoyorquino que ve como muchas de sus jóvenes piezas están volando en el traspaso, pero de cara a esta temporada, se han llevado a los dos mejores jugadores del traspaso. Deportivamente, sobre el papel, a corto plazo, salen ganando, con mucho, ellos.

De hecho, el que este traspaso se haya visto como una victoria moral y un abuso de un bando sobre otro, tiene mucho que ver con las expectativas. Todos pensábamos que Carmelo tenía la sartén por el mango, pudiendo firmar por los Knicks este verano sin dar nada a cambio, pero ahora esta clarísimo que no. Que los Nuggets tenían mucho más poder que el que mucho iluso creía. Que, como ya bien sabemos, aunque algún romántico no se quiera dar cuenta, los jugadores se mueven como primera, o como mucho, segunda prioridad, por dinero. El nuevo Knick no quería arriesgarse a perder ni un dólar. Si lo querían, no podían dar un paquete de mínimos, lleno de sobras. Tendrían que acercarse al valor real del jugador.

Y todo es percepción. Los Knicks han dado menos de lo que Melo valdría con un contrato de alta duración, acompañado por Billups. Que es mucho más que lo que ellos pensaban que acabarían dando. Y parte de la culpa la tiene el papel de los Nets, con Prokhorov al mando, que han jugado sus cartas muy astutamente, y nunca sabremos si realmente estaban detrás de Melo, o simplemente han ido de farol todo este tiempo, sabiendo que Anthony no quería jugar allí, para tratar de exprimir lo más posible a sus odiados vecinos, que lo serán más que nunca (tanto odiados como vecinos) en próximas fechas.

Si además, consiguen que los Nuggets le envíen alguno de los jugadores, (Mozgov y Gallinari o Felton, a cambio de dos primeras rondas de Draft), a un precio muy inferior al que le hubieran pedido al otro lado del Hudson, el recochineo será máximo. Este rumor, que se manejó toda la tarde e incrementó la confusión en el despacho de Dolan, y en el que también se implicaba a un Devin Harris que los dimes y diretes llevaban a Dallas, fue desmentido a última hora, pero viendo la configuración actual de la plantilla de Denver, es inevitable pensar en que en cualquier momento se puede traspasar alguna pieza.

Ahora después de que se desbloquera la indecisión, y se acabara el melodrama, los traspasos deberían empezar a caer como fichas de domino de aquí al jueves. Los Knicks parece que solo podrán añadir tamaño fijándose en jugadores sin equipo (ya han traído a prueba varias veces a Earl Barron), los Nuggets, de los que nos abstenemos en hacer ningún análisis deportivo hasta que acabe la semana, podrían mover a cualquiera de las piezas obtenidas en este traspaso, a jugadores importantes que podrían acabar contrato si ejercen sus opciones y dejarían al equipo sin obtener nada a cambio por ellos, como Nene, JR Smith y Afflalo o a contratos de larga duración como el de Al Harrington que ya no pintan nada en un equipo en reconstrucción. Además, otras franquicias que tenían el ojo puesto en la situación como los Nets, los Mavericks, los Rockets o los Lakers, ya podrán maniobrar sin tener miedo a perder las fichas que le podrían haber traído a Carmelo.

Anthony, ya tienes lo que querías. O lo que querían por ti. Sé feliz.