Iniciamos hoy una serie de artículos, flagrante copia de los que hace Bill Barnwell para Grantland en lo que a fútbol americano se refiere, cuya intención es dar una visión totalmente parcial y sesgada de los méritos de varios jugadores de cara al periodo de agencia libre. Nada de lo que digamos será mentira (salvo error), pero nos callaremos todo aquello que no creamos positivo. La idea es crear la visión más idílica de todos los jugadores que nos visiten, y demostrar que se puede ser mendaz simplemente con una selección de estadísticas, y con el cómo contarlas
Josh Smith es por primera vez en su carrera agente libre no restringido, y podrá elegir su destino, en el mejor momento de su carrera, cuando alcanza la plenitud, a los 27 años.
Y la cantidad en la mesa debería ser bien grande, porque estamos ante, posiblemente, el defensor más versátil de la Liga, y el único jugador esta temporada con un promedio de 17 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 1 robo y 1 tapón por partido. La lista empieza y termina con Josh Smith.
Y aunque la afirmación sobre su defensa pueda parecer atrevida, tiene su base. Una métrica de Bradford Doolittle (que escribe en ESPN y Basketball Prospectus) y que junta todo tipo de herramientas para medir valor defensivo (los puntos por jugada que mete tu par según Synergy, el PER de tu rival en pista que mide 82games, información del +/- defensivo normalizado de Jeremias Engelmann y los números de robos y tapones por posesión) le colocaba como el mejor defensor de perímetro de toda la NBA y con una gran diferencia sobre el siguiente, Andre Iguodala, también agente libre. Su puesto medio en todas las clasificaciones estudiadas fue el 17.9º, por encima de Iggy, que le seguía como 21.3º en media y Conley en 22.9º.
Era el sexto jugador que menos puntos permite a su par en aclarados, y segundo en robos y tapones. De hecho, lleva siete temporadas seguidas promediando más de un robo y un tapón por partido, algo que nadie en este periodo ha logrado conseguir más de cinco veces, y fue el jugador más joven en conseguir 1000 tapones.
Y no sólo en el perímetro: Smith permite apenas 0.71 puntos por jugada cuando es posteado, lo que le coloca como 41º en la Liga, una excelente marca. En ninguno de los apartados que mide Synergy cae por debajo de la mediana de la Liga: en todos es mejor que la media.
Los Hawks son peores en puntos por 100 posesiones defensivos (Índice defensivo) cuando él no está en la pista, y el quinteto más usado, en el que él se junta con Teague, Harris, Korver y Horford, recibe 98 puntos por 100 posesiones si J-Smoove está en la pista, ¡y 107.7 cuando él se sienta!, según nbawowy. Esa diferencia de 9.7 puntos por 100 posesiones es la que hay entre la mejor de la Liga, Indiana, y la 27º, la de los Cavs.
Cuando juega de alero, asfixia por completo al rival (según 82games, el PER de su par cuando juega ahí es de 8.9, que equivaldría al de un jugador que no debería siquiera estar en la Liga, ya que la media es 15), y con una Liga virando hacia el small-ball, lo que parecía un problema en su día, cuando fue drafteado, y era considerado un tweener, el jugador sin posición clara entre el alero y el ala-pívot, es una ventaja, ahora más que nunca. Su versatilidad le permite adaptarse a las dos posiciones perfectamente en el estado actual de la NBA, y especialmente en el Este donde dos de los mejores jugadores (James y Anthony) juegan a caballo entre esos dos puestos y otros nombres menos reconocidos, pero que cobrarán importancia este año, como Green en Boston o Harris en Orlando, son utilizados de la misma manera.
Y no sólo es la defensa, en ataque, los Hawks son 2.5 puntos por 100 posesiones mejor con él en la pista, y fue 29º en puntos por partido, con 17.5, por encima de otros jugadores muy bien valorados como George, Nowitzki, Cousins, West o su propio compañero, Al Horford.
Tiene una herramienta que le permite abusar cuando es defendido por jugadores más pequeños que él: el posteo. Hasta en 4 ocasiones por partido (en media) lo hizo este año, y combinado con los 2.6 triples que tira por partido le convierten en uno de los pocos jugadores de la Liga que realmente se puede prodigar tanto lejos, como cerca del aro.
Y se tiene poco en cuenta, lo buen pasador y lo poco egoísta que es. Con la defensa híbrida que carga con un hombre extra al lado fuerte del balón poniéndose de moda, tener un jugador que sea capaz de hacer el pase de un lado a otro de la pista es un arma muy interesante para los próximos años, y Smith es capaz de lanzar pases largos cruzando todo el espacio y desde cualquier posición. Y los números lo respaldan: tras LeBron y Durant, con 1.5 por partido, es el tercer jugador, que sin jugar de base o escolta, más asistencias para triples dio esta temporada, según HoopData. Además, cada año va a más, y ha vuelto a marcar un nuevo máximo personal en porcentaje de asistencias, al darlas en el 20.9% de las posesiones y en el número por partido (4.2). Y también es el tercer único alto (de nuevo tras James y KD) con más de 17 puntos por partido y 20% de porcentaje de asistencias.
Y fuera del campo, Josh tiene pinta de excelente compañero. Nunca se ha metido en problemas de disciplina, ni dentro ni fuera de las pistas, y pese a que llegó como un adolescente, directamente desde el instituto (salió de la prestigiosa Oak Hill Academy), su madurez ha sido intachable y no ha cambiado de equipo en 9 años. Atlanta ha mantenido en todo momento su compromiso con él, e igualó en su momento la oferta que le hicieron los Grizzlies sin dudarlo. Incluso este febrero, que podrían haberlo traspasado para evitar perderle por nada ahora, primera oportunidad que tiene de elegir destino, han apurado hasta el último momento que podían disfrutar de sus servicios. Amigo íntimo de Rajon Rondo o Dwight Howard, Smith es un jugador querido y respetado en toda la Liga. ¿O creéis que Kenyon Martin se dejaría saltar por encima en un concurso por muchos otros que no fueran compañeros suyos?
En resumen, cualquier equipo que necesite mejorar la defensa y la capacidad atlética de su plantilla, con un jugador contrastado y profesional, que va a entrar ya en los mejores años de su carrera, debería considerar, en muy alta estima, a Josh Smith.
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