Avance de temporada 2013-2014: Houston Rockets

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Cuando hicimos el Avance de Temporada de los Rockets el año pasado, antes de la Operación Harden, los Rockets eran un clarísimo candidato al puesto de peor equipo de la temporada, y la habilidad de Daryl Morey estaba en duda. Menos de 12 meses después, los Rockets llegaron a los Playoffs, y tienen en sus filas dos auténticas superestrellas, una de las mejores parejas hombre bajo-alto de la Liga.

Con algún detalle de incompatibilidad que solucionar, la llegada de Howard (que con Harden hace a Houston más H-Town que nunca) va a suponer un cambio por completo del enfoque y el modo de jugar del equipo. McHale, en 82 partidos de Temporada Regular, tiene gaseosa de sobra para hacer experimentos. Eso sí, después del All-Star más o menos, ya tendríamos que tener claro en que dirección van los Rockets, y si estamos delante de un equipo que aspira a todo, o es otro proyecto que parecía bonito, pero se estropeó por el camino.

  • Radiografía de los Rockets

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • No os olvidéis de él

Dwight Howard fue la temporada pasada el saco de boxeo de la Liga (en lo que a jugadores respecta, porque su entrenador, Mike D’Antoni, se llevó palos a tutiplen), y el odio, la manía, los tiros libres y que le quitara minutos y protagonismo a un español no dejaron a más de uno ver el bosque.

Lo cierto es que no fue el mejor año de su carrera, especialmente al principio, limitado por los problemas en su hombro, y ha perdido cierta efectividad en el ataque. Durante algunos partidos y posesiones se dejó llevar alarmamente, y que aquí cada uno eche las culpas a las causas que quiera.

Pero lo que es impepinable es la acumulación de estadísticas que resaltan su impacto en defensa, especialmente después del parón del All-Star. Muchos de los datos que damos comparan los números con Dwight en pista y sin él, y por ponerlo en contexto, durante la temporada tuvimos 1229 minutos sin Dwight que se repartieron en el puesto de pívot con 661 de Pau, 268 de Antawn Jamison, 203 de Sacre, 68 de Hill y 28 de Clark, y tras el All-Star, los 306 sin él, fueron, 137 para Jamison, 135 para Pau, 19 para Sacre y 15 para Clark. Así que que no se nos olvide tampoco descontar parte de, lo que podemos llamar, efecto Antawn. Allá vamos:

    • Los Lakers fueron 19º en Índice Defensivo. Con Howard en pista, recibieron 1.9 puntos por 100 posesiones menos, marca que le valdría para subir al Top 10 de la Liga. Dwight empezó la temporada flojo y renqueante, y si cogemos sólo del All-Star para delante, donde estaba mejor de forma, el impacto es similar, y la incidencia mayor. Lakers fueron 16º en Liga en este periodo, 2.8 puntos por 100 mejores si Dwight estaba en pista, y con el balance sólo en estos minutos, hubieran acabado 8º.
    • Las métricas individuales de defensa son falibles, y hay que cogerlas con sal a cucharadas, pero para el que esté dispuesto a creérselas a falta de algo mejor, su RAPM defensivo (+/- ajustado y normalizado) fue el segundo mejor de la Liga, sólo detrás del de Tim Duncan, y entre todos aquellos jugadores que fueron el defensor encarado más de 25 veces (es decir, básicamente, toda la Liga) Dwight Howard es el 20º que menos efectividad permitió a su par. 0.74 puntos por jugada, cuando la media está en 0.88. Sólo Marc Gasol, 30º, se le acerca entre los hombres altos de élite en defensa. Y aquí no hay efecto Antawn maquillando datos, pero que no se contabilicen las jugadas a la contra en los datos individuales, ayuda bastante a Dwight, la verdad
    • Los Lakers fueron, tras Miami, el equipo que menos puntos por jugada permitió en el bloqueo y continuación o tiro a los hombres altos. Aún pasando de todo bastante como hizo al principio de la Temporada, los jugadores emparejados con Howard sólo metían 0.76 puntos de este tipo frente a él, una de las mejores marcas de la Liga. Y defendiendo al poste, Howard tiene la 8ª mejor marca de la Liga entre todos aquellos que defendieron más de 25 posesiones, y la 1º entre aquellos a los que se le contabilizaron más de 100. Sólo permitió 0.58 puntos por jugada.
    • Los Lakers fueron el 23º equipo que más puntos recibió en la pintura, pero si vemos de nuevo a los números con y sin, la diferencia es astronómica: 7.7 puntos por 100 posesiones. La marca de la franquicia con Dwight en pista hubiera sido 17ª (recordemos que buena parte de los puntos a la contra son en la pintura, no sólo es a media cancha), y sin él, estaríamos hablando de la peor de la Liga con una diferencia de casi un punto sobre la siguiente. Si vemos los números tras el All-Star, la diferencia se estira hasta el absurdo: con Howard en pista los Lakers hubieran sido el 6º equipo que menos puntos concedió al rival en la pintura y sin él, los últimos, con aún más claridad, 11.2 puntos por cada 100 posesiones de diferencia en función de si Dwight estaba o no. Para que entendáis lo astronómico y brutal de la disparidad: desde el parón del All-Star, Kobe compartió el 81% de minutos junto a él, y por tanto sus marcas deberían ser muy parecidas, porque se mide el valor para todo el equipo, pero con él en pista, la diferencia es tan sólo de 1.2 puntos. Para eliminar parte del efecto Antawn: Pau estuvo el 77% de sus minutos tras el All-Star junto a Dwight, y los registros del equipo en puntos en la pintura con él dentro/fuera sólo mejoran en 2.1 puntos, no los 11.2 de Howard.
    • Dwight fue 6º en porcentaje reboteador en defensa entre aquellos jugadores con más de 1.000 minutos. Como los rebotes son una estadística fácil de amasar, incluso un poco a costa de los compañeros si es necesario, persiguiendo y reclamando para ti todos los sencillos, y Dwight es de esos, vamos a pasar otra prueba del algodón, ¿cómo le fue al equipo? Los Lakers fueron 10º en la Liga en su propio tablero, y 4º tras el All-Star. Con los resultados en los minutos de Dwight en pista durante toda la temporada hubieran sido 3º, empatados con San Antonio. Cuando Howard se iba al banquillo, capturaban 2.7% menos rebotes, y esa diferencia basta para mandar la marca a la hipotética 24º posición. Su efecto es significativo, y no producto de la acumulación.

Y ahora, pasemos brevemente al ataque. El acierto en el 49.2% de los tiros libres es atroz, y ya es la segunda temporada que lo hace. Teniendo en cuenta que en las 6 anteriores Dwight había sido un reloj, acertando entre el 58.6% y el el 59.6%, marca poco espectacular, pero suficiente para evitar los Hack-a-Dwight, da más pena ver esta situación.

Pero pese a esto, su porcentaje de tiro verdadero, que mide los puntos anotados por posesión, teniendo en cuenta también todos los viajes a la línea es bastante superior a la media: un 57.3%. De hecho, entre los 20 hombres altos que más puntos por partido anotaron la pasada temporada, su efectividad, es la 2ª mejor tras Chris Bosh, como se puede ver en el gráfico del enlace.

Si hubiera tirado más, quizá la efectividad hubiera bajado, y su falta de habilidad para lanzar a media distancia hace que sus puntos no ayuden al espaciado del equipo en ataque como el de otros grandes tiradores de esta lista, pero pensar que el bajón en los tiros libres ha convertido a Dwight en un estorbo o un lastre en ataque es un chiste malo. Con todo y con eso, sigue entre los mejores hombres altos de la lista en producción, y hay que recordar que el Howard de 2011 (22.9 puntos por partido y 61.6 TS%) hubiera hecho pequeño el gráfico: sería un punto más arriba y a la derecha de todos los que aparecen ahí. Si McHale da con la tecla y la salud no se la juega… Dwight es el mejor pívot de la Liga, sin mucho hueco a la discusión.

Su aparición en el tercer equipo All-NBA este año puede ser discutible por méritos de otros y razones extradeportivas, pero nunca inmerecida por su rendimiento.

  • Impecable selección

En la presentación que acompañamos como radiografía de todos los equipos, presentamos una serie de datos estadísticos, que luego no solemos comentar en general, aunque nos centremos en algún aspecto. Pero con los Rockets nos detendremos en uno: el de localización de los tiros en ataque.

El orden de las zonas no está puesto por casualidad, por cierto, sino ordenado por eficiencia. En general, el mejor resultado que se puede esperar de una posesión es ir a la línea de tiros libres, después un tiro cerca del aro, luego el triple desde la esquina, y así sucesivamente… Y algo que no se puede representar bien, pero conviene recordar, es que las dos últimas opciones, los tiros de 2 fuera del área restringida son opciones bastante peores al resto.

El gráfico de los Rockets en este sentido es maravilloso. Es la selección de tiro casi perfecta. Si os fijáis, están entre los equipos de la Liga que más utilizan las localizaciones más eficientes, y los que menos el resto. Así es como pese a que su efectividad es ligeramente superior a la media (como podéis ver por los colores, que representan el porcentaje de acierto, también con respecto a la media de la Liga en esa situación), tienen el 4º mejor balance de puntos por tiro (su índice ofensivo cayó a la 6ª posición porque lideraron la Liga en pérdidas)

La receta es fácil de entender: los tiros de media distancia no existen en ataque. Para hacerlo se necesita un hombre capaz de penetrar ante cualquier defensa, que sea una amenaza tanto tirando de 3 como cerca del aro, y que pueda pasar al tirador abierto (y hay que tener unos cuantos de estos en nómina) cuando venga la ayuda. Hay pocos jugadores en la Liga con ese nivel, pero los Rockets, por suerte, tienen en Harden a uno de ellos.

Este esquema, que requiere abrir al máximo el campo, para que el genio zurdo (o Lin de vez en cuando) tenga espacio para operar, funcionó pese a tener un pívot que lejos del aro no puede hacer nada más que poner bloqueos. Es por esto, que si la cosa fue bien con Asik, puede seguir operando a gran nível con Dwight en pista como pívot, al menos por habilidades (consideraciones de ego aparte, ya que quizá él pida balones de espaldas al aro, mandando todo a la porra).

Pero… ¿y si se juntan los dos? Necesitamos otro punto.

  • Howard y Asik, otra extraña pareja

McHale debe ser de esos que tienen como doctrina que antes de decir que algo no te gusta tienes que probarlo, y según Morey, quiere intentarlo con estos dos en el quinteto titular. Supongo que si hay alguien capaz es él, que hizo pareja con Parish,  y lo cierto es que es una manera de no infrautilizar a un buen jugador como Asik, al que los Rockets no han querido o podido colocar al precio justo en otro equipo, y que cobraría 8 millones por salir desde el banquillo. Además, los Rockets no tienen ningún jugador consolidado en el grupo de ala-pívots de su plantilla: ese puesto se lo estaría quitando a Donatas Motiejunas, Terrence Jones o Greg Smith, que se tienen que ganar el puesto, necesitan demostrar cosas, y en el caso de los dos primeros, no es que hayan destacado tirando de 3 la pasada temporada.

En cuanto a si los Rockets serán capaces mantener su sistema, y la ya comentada selección de tiro con los dos en pista, la pregunta para mí no es si pueden hacerlo, sino si la nueva alternativa es mejor y más efectiva, porque creo que sería imposible que no cambiaran unas cuantas cosas. Es más, la pregunta no debería ser si este equipo va a anotar más puntos de esta nueva y diferente manera, sino si van a mejorar la diferencia con los rivales, que es de lo que de verdad se trata.

Y de nuevo, en mi opinión, dependerá de lo que Dwight pueda (y quiera) hacer. Los Rockets pueden montar el ataque a lo Orlando, con Howard posteando y el resto mirando, lo que fue relativamente exitoso en el pasado, pero reduciría a Harden a un tirador, que se dedica a la creación de manera ocasional. Sé que estamos hablando de Superman al tope de sus poderes aquí, pero en la temporada 2010-2011, la pareja HowardBass (Brandon tira de media distancia, que ayuda, pero no es tan buen reboteador ofensivo como Asik),  promediaba 105.3 puntos por 100 posesiones, lo que hubiera estado en la parte baja del Top 10 ese año y este último. Si se repitiera un éxito similar y construyen una defensa asfixiante por debajo de los 100 puntos por 100 (cuatro equipos lo consiguieron este año), eso da un margen de victoria entre los 5 mejores equipos de la Liga.

Si quieren hacer a Harden algo más partícipe, Howard va a tener que ofrecerse en el poste alto para bloquear y luego continuar. Lo cierto es que Dwight es brutalmente efectivo jugando así, y la pareja con James sería devastadora para la defensa rival en un dos contra dos. Pero este año se le sumaría la ayuda del jugador que esté con Asik. Como algunos equipos trataban de parar los pick’n’roll dejando caer al defensor de Asik atrás y esperando a Harden allí, este está relativamente acostumbrado a tener que sortear un hombre alto en el aro. Lo único de lo que tienen que asegurarse es de que el emparejamiento de Howard no haga trampas, y también espere en el poste bajo, porque contra dos defensores, la efectividad de Harden bajaría muchísimo.  Si logra quitar las pegatinas a uno de los hombres altos, y mirarle por el espejo retrovisor estará bien aunque todavía tenga al otro, porque puede absorber el contacto y sacar falta o finalizar. Obviamente, no va a ser lo mismo (Harden es el segundo mejor en la Liga en puntos por jugada de este tipo, algo que seguramente no mantendría), pero repetimos de nuevo: esto es una balanza, no se trata de que todo sea mejor, porque es algo harto complicado, sino de empeorar menos en unas áreas de lo que se pueden mejorar en otras.

En ataque hay otra cosa que se ha señalado habitualmente, que me preocupa bastante menos: los tiros libres. Una vez que tienes un mal tirador, ya te da igual tener dos: no se puede hacer más de un viaje a la línea por jugada. Las faltas que el otro equipo puede hacer son un recurso limitado, que gastarían igual si están los dos en pista a la vez, o sin solaparse. Además, el umbral a partir del cual no conviene utilizar estrategias tipo Hack-a-Whoever, está en algún lugar entre el 50 y el 55%, porcentaje que Asik superó la pasada campaña y que el Dwight pre-embrollos también superó siempre cómodamente.

Ahora bien, aún dando por sentado que el equipo podría perder algo de chispa en ataque, es en defensa donde pueden hacer que todas estas molestias merezcan la pena.  La pareja HowardAsik bien comunicada sería intimidatoria y aplastante en el tablero. Anotar en el área restringida de Houston sería misión (casi) imposible y esto ayuda en cascada al perímetro, que podría arriesgar algo más en las líneas de pase en busca del robo, a la vez que pueden mantener su sitio enfrente de los tiradores porque no necesitarán ayudar apenas al juego interior.

Sacrifican algo de velocidad, pero ambos mueven bien los pies para contener la penetración cuando defienden los bloqueos. Habría que ver quién hace de 4 en esta defensa, y sale a por los ala-pívots que jueguen más abiertos, porque aunque Dwight tenga mayor rapidez, también es más displicente y necesita reservar algo de gasolina para un mayor papel en ataque. De todos modos, entre los mejores equipos del Oeste hay muchas parejas de interiores, más o menos puros (DuncanSplitter, Z-BoMarc, IbakaPerkins, GriffinJordan, Lee-alta médica de Bogut), así que de cara a los Playoffs, no viene mal errar del lado de altura. Y en San Antonio, tienen un ejemplo de como funciona este modelo, una defensa increíble pese a sacrificar el tiro de los ala-pivots a media distancia.

En definitiva, ya veremos lo que pasa. Esta pareja es extraña y redundante, supone cambiar los cimientos que se pusieron el pasado año, y se construiría sobre un jugador caprichoso que ha pasado por problemas físicos. Pero si todo encaja, el potencial (palabra más utilizada en esta serie, me temo) es tremendo. Tremendo.

  • Los secundarios de lujo

Las otras piezas del quinteto son Chandler Parsons y, de momento, Jeremy Lin.

El alero ha sido sublime en su papel de triplista (49.6% desde las esquinas, siendo igual de efectivo y habitual verle tirar desde ambas), ha seguido mejorando como defensor en su segundo año ayudado por su excelente tamaño (hace un muy buen papel ahora mismo), y entiende el concepto de pase extra. No se equivoca, cumple con su papel. El jugador 3D casi perfecto.

Con Lin, la historia es algo diferente. Infravalorado y odiado por la murga que nos dieron con él en su día y un contrato que muchos no consideran justo (y no conocen bien, por cierto), pero lo ha hecho bastante bien en su primera temporada completa en un sistema que atenúa sus puntos fuertes. Jeremy vive del bloqueo y continuación, y eso en Houston es tarea de Harden, por lo que queda relegado de base creador de juego, a un papel más cercano al de escolta: como le sucede a Asik, la incorporación de una estrella a posteriori reduce su valor y oportunidades. Su falta de tiro es una desventaja en esta situación, y lo que podría hacer que Beverley, jugador inferior pero más adecuado para lo que los Rockets necesitan, le superara.

Además, su mejor dirección del juego (con las pérdidas aún como tarea pendiente) le podría venir bien a un banquillo lleno de finalizadores que podría mantener el mismo sistema en torno al pick’n’roll que los titulares. No nos extrañaría verle de suplente, pero sería por conveniencia, no por falta de méritos.

  • Mucha competencia en el banquillo

Los Rockets no tienen el banquillo lleno de nombres, pero sí de juventud, y además han aprovechado su flexibilidad económica y algo de efecto llamada para firmar a una gran cantidad de jugadores con contratos pequeños o parcialmente garantizados (e incluso sin ningún tipo de dinero asegurado), lo que les permitirá probar con calma quién merece y puede completar su rotación de la mejor manera posible, especialmente en las alas. Francisco Garcia, Reggie Williams, Ronnie Brewer o Omri Casspi lucharán contra otros desconocidos jugadores, primero por un puesto en la plantilla en algunos casos, y luego por minutos.

Con Beverley y Brooks asegurando un buen nivel al puesto de base suplente, y Terrence Jones, Donatas Motiejunas y Greg Smith (quién sabe si alguno de ellos se cambiará por Asik en algún momento) son una rotación joven y dinámica para posiciones interiores. Se echa de menos el típico pívot veterano, ya que Marcus Camby quizá pueda cumplir con el papel en el vestuario, pero en la pista será mucho más complicado. Nadie que se perdiera tantos partidos a su edad jugó más el año siguiente.

Pero serán un equipo profundo, y el banquillo, por lo menos, no restará.

Avance de temporada: Houston Rockets

Después de quedar tres años seguidos en la que para algunos es la peor posición de la NBA: novenos en el Oeste, fuera de los Playoffs, y con la probabilidad más pequeña en la Lotería, Morey decidió que este verano, caminaba o reventaba, y fue a por su estrella: o por traspaso, o haciendo trizas al equipo con ganas para que le regalaran un montón de tickets para el Draft.

De momento, va por el segundo camino. Solo cinco (y Greg Smith pende de un hilo) jugadores, que disputaron el 29.5% de los minutos, repiten del año pasado. Bueno, y Lin, que llegaría a entrenar con ellos alguna vez.

A falta de tres jugadores por cortar, la plantilla tiene cinco novatos, y solo Machado parece correr peligro de ese grupo, porque los cuatro primera ronda deberían tener sitio asegurado. Martin, Delfino y Livingston son los únicos jugadores con más de tres años de experiencia en la Liga, y Livingston probablemente se está jugando una plaza en el equipo final con el rookie de IONA. Tras estos tres, el jugador de la plantilla con más partidos de titular es Parsons que salió de inicio en 57 la temporada pasada, y el que más veces ha jugado más de 30 minutos es Toney Douglas, con 34 partidos, en ninguno de los dos casos cantidad superior a una temporada completa. Solo el trío veterano (K-Mart, Delfino y Livingston), Douglas, Lin y Parsons, es decir, 6 jugadores, saben lo que es jugar más de 30 minutos NBA, más de 10 veces. Nótese que ninguno de esta media docena forma parte del juego interior del equipo.

Con estos mimbres, McHale va a tener más trabajo que en las Finales del 87.

Altas: Jeremy Lin (El sofá de algún compañero), Omer Asik (Chicago Bulls), Carlos Delfino (Milwaukee Bucks), Jeremy Lamb (Draft), Terrence Jones (Draft), Royce White (Draft), Donatas Motiejunas (Draft 2011), Shaun Livingston (Milwaukee Bucks), Jon Brockman (Milwaukee Bucks), Toney Douglas (New York Knicks), Gary Forbes (Toronto Raptors), JaJuan Johnson (Boston Celtics), Scott Machado (No drafteado)

Bajas: Luis Scola (64.3% de los minutos), Courtney Lee (54.7%), Goran Dragic (54.5%), Kyle Lowry (47.0%), Samuel Dalembert (45.0%), Chase Budinger (40.4%), Marcus Camby (14.3%), Terrence Williams (5,6%), Earl Boykins (3,5%), Courtney Fortson (1.5%)

Empezamos:

Houston Rockets en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
12º 11º 10º 26º 14º 14º
  • La Linsanity se muda a Texas

Creo que todos conocemos ya de que va la Linsanity, así que miremos al futuro: su nivel de juego en New York podría ser perfectamente sostenible.

Las muestras son pequeñas (la mayor preocupación) pero tanto en su reducido papel en los Warriors, como en los Knicks, todos los indicadores apuntan que Lin tendrá un futuro cercano a algún All-Star por méritos propios. Por lo menos. Aún tomando los últimos 15 partidos de la pasada temporada, empezando por aquel de solo 8 puntos contra Miami en el que parecía que el fenómeno se iba a acabar y a Celincienta le iban a dar las 12, una marca de 14.5 puntos y 6.5 asistencias por partido (con 3.9 pérdidas como dato negativo) en ese parcial le pone en muy buena compañía con otros jugadores con números similares en su misma etapa de desarrollo, segundo año en la Liga.

Aunque el ProBasketball Prospectus le saque como mayor comparable a otro jugador botado de New York al principio de su carrera, Rod Strickland, si no mejora su triple (32.0% de acierto el año pasado) por estilo podría estar predestinado a una carrera en el molde de la de Andre Miller: un efectivo jugador en ataque, que siempre logra que la jugada acabe cerca del aro, bien sea con sus mañosos pases, o plantándose él mismo en la canasta, aunque en su caso a día de hoy, parezca necesitar más la ayuda del bloqueo que un Miller que se sabía buscar espacios con bote y paciencia. Al igual que al veterano base, le ayudará muchísimo que le rodeen tiradores, especialmente si el hombre alto es Asik, y en Delfino y Martin tiene dos jugadores con cierta reputación, aunque su producción esté retrocediendo. Parsons aunque sorprendió como tirador el pasado año, por lo inesperado, tiene un peor porcentaje que Delfino, y la opción de hacer al equipo pequeño, utilizándolo de ala-pívot, donde su 33.7% en triples sí tendría valor, no funcionó demasiado bien en pocos minutos el año pasado. La defensa, donde los dos jugadores cumplen, aunque el vigor juvenil de Parsons le da la ventaja, y su potencial de hacer a los Rockets un equipo que aprieta el tablero en ataque juntándolo con Asik podrían justificar mandar al argentino al rol de sexto hombre. Descartando a Parsons para el puesto de 4, el jugador más interesante para combinar con Lin de inicio, sea tal vez Terrence Jones. Motiejunas es intrigante como tirador, pero la sociedad con Asik haría previsiblemente lento y pesado al equipo, y su rol probablemente esté en sustituir a su compradre internacional. Royce White, si supera los problemas sería un interesante point-forward para hacer coincidir en el campo en la segunda unidad con Toney Douglas y obligar al caliente escolta en cuerpo de base a soltar el balón en el poste alto. Patterson y Morris tienen la ventaja de la familiaridad con McHale, pero no han demostrado mucho, y el atasco es tan grande, como podéis ver, que alguno irá cayendo a lo largo de la temporada. Como el resto de opciones o no me convencen, o les veo en otros roles, por la mezcla de tiro y capacidad atlética unida a su potencial, Jones me parece la mejor opción a priori, especialmente si MartinDelfino son los alas (menos si juega Parsons).

Como no estará rodeado de jugadores ávidos de protagonismo, Lin tendrá la manija al igual que en New York, y podría continuar disponiendo del 30% de utilización a su alcance probablemente. Es capaz de anotar con solvencia y volumen y pasar de manera efectiva. Tiene que cometer menos errores, pero es parte del proceso de crecimiento.

La sorpresa sería que este año Lin no fuera un jugador más que competente. De todos modos, no nos podéis pedir imparcialidad con el tío que mejor relaciona la NBA y los sofás. Aunque sea para dormir.

  • ¿Y el resto qué?

De acuerdo con Synergy, solo hubo 7 combinaciones jugador-jugada con más de 100 apariciones, por los Rockets de este año: el bloqueo y continuación de Lin y DouglasMartin, Patterson, Delfino y Parsons tirando tras pase y Patterson posteando, lo que tiene que ser una de las marcas más pequeñas de la Liga con mucha diferencia (y como curiosidad, Martin, Lin, Parsons y Delfino, por encima de la media… Patterson y Douglas, vagón de cola). Este equipo apenas tiene jugadores con experiencia NBA, y menos aún como anotadores.

En total, los 13 jugadores que ya iniciaron su carrera NBA, han metido entre ellos, 19.076 puntos en 40 temporadas conjuntas (en muchos casos de muy pocos minutos y partidos). Hay 8 jugadores en activo, que han metido más puntos en sus carreras, que estos 13 Rockets en las suyas JUNTOS. Y LeBron estaría a 31 puntos, un partido regular de los suyos, de cogerlos.

Tendrían que anotar 126.9 puntos por partido para que entre todos llegaran a final de la temporada a igualar la carrera anotadora de Kobe a día de hoy. Si Bryant sigue con su ritmo de 20-30 puntos, tardarían un par de temporadas en cogerlo.

Cuando Antawn Jamison ha metido más puntos en la NBA que todo tu equipo junto, tienes un gran problema. Aunque Jeremy Lin llevara su promedio anotador a los 20 puntos, y Kevin Martin también volviera a esa cifra de manera improbable, quedarían muchos puntos por meter, y los Rockets no tienen el talento, en condiciones normales, para hacerlo de manera eficiente. Jeremy Lamb podría convertirse en un anotador excelente en el futuro, pero que lo sea desde ya, es improbable. Por ejemplo, novatos que hayan metido más de 18 puntos por 36 minutos, con un TS% de 55% jugando 1000 minutos como mínimo, solo ha habido 37 en la Historia de la NBA, y apenas 12 fueron jugadores de perímetro. Forbes y Douglas también pueden crear su propio tiro pero serían suplentes, como mínimo, y entre sus 5 temporadas en la Liga, solo la primera de Toney superó de refilón el listón de la media en TS%.

Si no mejoran varios jugadores como anotadores, McHale va a tener un problema, porque ahora mismo hay carencias flagrantes y poco talento como para compensar dos unidades. Que White pudiera contribuir este año, o un base pasador como Machado se hiciera un hueco e impusieran cordura y organización desde el banquillo le vendría bien a un equipo que acumula incapaces frente al aro por sus propios medios y chupones con pretensiones bajo un mismo pabellón.

Y por cierto, este equipo estuvo el año pasado en la parte baja de la Liga en intentos de tiro libre, y el año que viene pinta aún peor. Kevin Martin, un animal en su día, bajó el ritmo la temporada pasada, lo que puede ser mala señal si sigue así. Lin sí va a la línea con frecuencia, pero a un ritmo parecido al que tenía Kyle Lowry, por lo que el equipo tal vez no lo note tanto. Parsons y Patterson tuvieron un porcentaje de tiros libres intentandos de 5.2% y 4.3%, de los peores del equipo, y entre los nuevos, Delfino y Douglas vienen con tasas aún peores, y a Asik aunque le hacen faltas, a veces es a propósito, porque no los mete. Como a los novatos les cueste ir a la línea, y los jugadores veteranos y el equipo no cambien de mentalidad, Houston lo va a pasar muy mal para generar con consistencia la jugada más eficaz en baloncesto.

El tiro de tres, aunque no sea comparable al del año pasado, podría no estar tan mal. El porcentaje combinado de los jugadores con experiencia NBA fue de un 32.7% de acierto, que se clasificaría 25º en la Liga, pero casi todos los veteranos (Martin, Delfino, Douglas…) estuvieron bastante peor que en años anteriores, lo que significa que hay un potencial de recuperación interesante.

  • Como justificar 25.1 millones

No solo fue Lin, los Rockets también invirtieron 25 millones en 3 años en una apuesta mucho mejor de lo que el sentir popular anuncia, pero arriesgada cuanto menos. Asik solo ha sido titular dos partidos en la NBA, y ha jugado más de 30 minutos en 3 ocasiones, y con un juego interior donde él es prácticamente el veterano, y el más caro, deberá estar en pista mucho más para amortizar la inversión (y ya veremos si las faltas se lo permiten… anoche eliminado en 22 minutos). En defensa, salvo porque su producción sea un artefacto de la magia de Thibodeau y la compañía de Gibson, es un jugador que vale eso y más. Los Bulls recibieron 91.5 puntos por 100 posesiones con él en el campo, una cifra microscópica, de la que si bien no es el único responsable, es muy partícipe.

Pero será en ataque, donde ha sido un clarísimo menos para los Bulls estos dos años, donde se tiene que ganar los dólares. Es capaz de hacer una cosa exageradamente bien, coger el 14% de los rebotes ofensivos, algo que le coloca entre los mejores, pero no tiene tiro, es una pérdida a punto de suceder cuando el balón pasa por sus manos para algo más que machacar, con un 48.4% de porcentaje de anotación en tiros libres le da miedo hacerse fuerte como finalizador, y a pesar de tener uno de los cuerpos más enormes de la Liga, le señalan muchas faltas en el bloqueo.

A tirar y a postear va a ser difícil enseñarle a estas alturas (aunque bueno, si McHale no sabe de eso, no sabe nadie) pero bastaría conseguir que evitara las pantallas ilegales y aprovechara su descomunal percha para ser un jugador útil en este ataque. Aunque no maneje la pelota, su combinación de tamaño y agilidad para ir hacia la canasta le pueden convertir en un compañero muy útil e interesante para el bloqueo y continuación con Lin. Sus recursos como bloqueador son limitados y la jugada iba a ser previsible… al igual que el LinChandler que tan bien funcionó el año pasado. Aunque fuera por poco tiempo, Jeremy demostró que puede tener mucho éxito con un hombre que solo continuaba hacia al aro, y eso al menos, puede ofrecerlo Asik. La posibilidad de utilizarlo en bloqueos indirectos para Kevin Martin o algún otro tirador también sería interesante, y es una manera de buscar espacio, sacándole del aro, donde en un mundo ideal, no debería estar, solo aparecer para finalizar o rebotear.

Tendrán que salir un par de cosas bien, y es otra cosa más que en Houston dependerá de que Lin mantenga el nivel, pero Asik tiene maneras de ser aprovechable en ataque.

  • La media no fue buena amiga
Houston Rockets en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
16º 17º 18º 15º 13º

Es increíble lo regulares que fueron los Rockets el año pasado: se situaron entre el 13 y el 18 en los cuatro factores (3P% ya queda incluido en EFG%), para acabar como la 16º mejor defensa del campeonato. Eso unido al 12º mejor ataque, les dio la 17º mayor esperanza de victorias (y sí, 17 es menor que 12 y 16, lo que demuestra que en la NBA mejor destacar en algo…), y en ese puesto quedaron finalmente.

Pero vamos, que este cuadro os lo ponemos a modo informativo del pasado, y como posible índice de referencia del estilo, porque lo que veremos este año será otra cosa. De lo poco que podemos sacar en claro de los datos para aplicar al futuro, es que hay una combinación que no merece la pena repetir. Martin, Parsons y Patterson coincidieron 128 minutos en cancha, y su Índice Defensivo fue desastroso, 118.8 puntos en contra por 100 posesiones. Aunque la sociedad MartinParsons, siempre que no la combinaran con Patterson no fue mala (103.4 por 100) y el Índice cuando Patterson estuvo en cancha fue prácticamente igual a la media del equipo (105.5 vs. 105.2), juntos son como un male-female-male, un trío muy mal avenido.

  • La defensa, ¿nace o se hace?

Supongo que, como en casi todo en esta vida, siguiendo la virtud moral aristotélica, la respuesta estará en el punto medio. Los Rockets tienen buenos mimbres y una serie de jugadores que traen lo que hay tener desde casa. Pero en hacerse, se tarda, y este equipo es muy joven y disjunto, para hacerlo todo funcionar de golpe. Asik es uno de los mejores defensores de la Liga, Lin con su tamaño y empeño fue muy efectivo ante los bases rivales, Delfino puede ir ganando años pero el orgullo argentino le sigue haciendo un hueso de roer, y entre los jóvenes Morris, Parsons, Motiejunas, Jones o White son gente que ha demostrado estar dispuesta a defender, y que funcionarán si no se les hace ir más allá de sus limitaciones.

Conservan (mientras les dure) una carga en Kevin Martin, pero quien más, quien menos, todo equipo tiene algún jugador al que es preferible tapar. Es muy difícil proyectar como funcionarán las rotaciones para estimar el caracter del grupo, pero este equipo tiene pinta de sufrir en el tablero defensivo si Parsons y  Morris no juegan muchos minutos de 3 y 4. Los equipos jóvenes además tienden a cometer y/o ver como les señalan muchas más faltas, así que no nos extrañaría que, salvo en la creación de pérdidas, donde hay más potencial, a los Rockets les cueste llegar a esa media en la que se abonaron en todos los cuatro factores.

  • En resumen

Este equipo seguirá cambiando durante la temporada, y aunque hay potencial, tanto en los jugadores que tienen, como en la posibilidad de orquestar un gran traspaso, para que nos llevemos una gran sorpresa, lo más probable es que los cambios se hagan en el otro sentido (desprenderse de Martin por ejemplo), y que den rienda suelta a la juventud e inexperiencia, haciendo que los Rockets queden predestinados a tocar fondo este año.

El ataque más allá de Lin y Martin pinta feo, lleno de tiradores fraudulentos e incapaces de ir a la línea. Tanto como para estimar 101.8 puntos por 100 posesiones. Y en defensa les veo en el último tercio, pero algo mejor, con un 110.5 de DRtg al acabar la temporada. Esto daría una estimación de 20 victorias, y una elección de Draft bastante buena para el año que viene.

Ya veremos si a Morey le sale la jugada.

Avance de temporada: Chicago Bulls

La baja de Rose (y la retirada de Scalabrine, no olvidéis) son el nubarrón negro que amenaza el futuro de un equipo, que si mira al pasado no tiene tanto que temer. Thibodeau ha montado un equipo de ensueño, de esos en los que la suma de las partes es un pedazo pequeño del total, y aunque tengan la rodilla temblando y hayan perdido un poco de músculo y altura, la columna vertebral se mantiene.

Altas: Kirk Hinrich (Atlanta Hawks), Marco Belinelli (New Orleans Hornets), Nazr Mohammed (Oklahoma City Thunder), Nate Robinson (Golden State Warriors), Vladimir Radmanovic (Atlanta Hawks), Marquis Teague (Draft)

Bajas:  Ronnie Brewer (51.3% de los minutos), Kyle Korver (46.1%), C.J. Watson (36.4%), Omer Asik (30.4%), John Lucas (22.8%), Mike James (3.8%), El hombre, el mito, la leyenda (3.8%)

Empecemos con el análisis:

Chicago Bulls en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
14º 26º

Los Bulls estuvieron entre los 5 mejores ataques de la Liga, pese a ser, como Atlanta, Charlotte y Boston, de esos equipos que más se la juegan con el tiro de 2 lejano. Pero a diferencia del resto, que ya vimos que acababan con un Índice Ofensivo muy por debajo de su acierto, Chicago no pierde mucho la pelota, y son el mejor equipo de la Liga, y con diferencia, reboteando en ataque. Nadie tiene tantas segundas oportunidades como Chicago, y lo aprovechan.

Atacar el tablero de ataque tiene una gran recompensa, porque suele ayudar a conseguir tiros más fáciles, por proximidad a la canasta, y además, ayuda incluso en defensa, ya que si se anota tras la captura en un balón que de otra manera hubiera ido a parar al otro equipo, se ganan unos segundos para colocarte y replegarte, obligando al contrario a sacar de fondo en lugar de poner la pelota en marcha instantáneamente. No soy muy fan personalmente de la métrica Wins Produced, un modelo para tratar de calcular a cuantas victorias contribuye un jugador cada año, ni sobre todo de como la usan, por muchos motivos, largos de explicar. Pero sus autores, tras un análisis matemático de que guarismos se correlan más con las victorias, otorgan al rebote ofensivo el mayor valor de todas las estadísticas que se recogen en el box-score. De nuevo, no estoy de acuerdo con su trabajo en general y los pesos que asignan a los eventos en particular, pero las conclusiones que sacan entendidas lo más ampliamente posible (el baloncesto no es solo meter puntos, hay que ser eficiente, el rebote ofensivo es muy importante, no hay que perderla, la defensa suele ser un trabajo colectivo…) me parece que dan en el clavo, y el éxito de estos Bulls es un ejemplo.

En cuanto a las pérdidas, los Bulls cambian a un base que entregaba la pelota 3 veces por cada 36 minutos por otro que el año pasado solo lo hizo 1.7 veces (aunque la tasa de pérdidas es más pareja entre Hinrich y Watson), dicen adiós al 8º jugador con peor porcentaje de los que jugaron más de 500 minutos (Asik), y aunque Korver y Brewer estaban entre los mejores escoltas protegiendo el balón, Belinelli la pierde aún menos, y Robinson, poco más, y porque la conduce con más frecuencia. La pérdida de la familiaridad que tenía este equipo el año pasado se puede traducir en más robos para el rival, pero los Bulls debería seguir en el Top 10 de los más cuidadosos, con posibilidad de escalar posiciones.

Veíamos en su día como los Celtics, con el 10º mejor EFG% de la Liga fueron 25º en Índice Ofensivo, y con los Bulls sucede al contrario. Por porcentajes de tiro de campo ajustados, son 14º en la Liga, van menos aún a la línea que Boston (26º contra 17º), pero pierden el balón menos, y sobre todo, por la diferencia que hay entre el equipo que mejor rebotea en ataque y el que peor lo hace, los Bulls meten 6.4 puntos por 100 posesiones más que los Celtics, una diferencia más que significativa. Teniendo en cuenta que las defensas fueron 1ª y 2ª de la Liga, la diferencia entre estos dos, que fue de 11 victorias, estuvo en el ataque. Apúntenle una parte a la protección del balón, y otra más grande de esos 11 triunfos al rebote ofensivo.

  • La vie sans Rose

Derrick Rose se perderá la primera mitad de la temporada, y evidentemente, la baja de todo un reciente MVP es un golpe de enormes proporciones a las aspiraciones de este equipo. Los Bulls ya experimentaron como se vive sin él, porque el año pasado no jugó 27 de los 66 partidos de la Temporada Regular, y su presencia fue testimonial en los Playoffs tras romperse la rodilla en el primer partido, pero la cosa no pinta tan mal sin él.

Los Bulls fueron un muy buen equipo sin Rose. Lo que pasa es que con él son históricos. Sin el base, su registro fue de 18-9, que de estirarlo a 66 partidos, hubiera acabado en un récord final de 44 victorias, solo por debajo de Miami en el Este, y San Antonio y Oklahoma en el Oeste. Si añadimos a Rose, con el que ganaron 32 partidos, perdiendo solo 7, la proyección es de 54 victorias, 4 mejor que cualquier otro equipo el año pasado, y equivalente a 67 triunfos en una temporada de 82, registro solo alcanzado por 5 equipos en la Historia. Los Bulls saben ganar.

Pero para ilustrar la relevancia de Rose, vamos a utilizar el +/-, una estadística que fuera de contexto, la carga el diablo, pero que bien utilizada es tremendamente explicativa. Como Chicago repite juego interior, con la única baja de Asik, podemos comparar como funcionó el equipo con y sin Rose, en los momentos que Deng, Boozer o Gibson, y Noah, estuvieron en pista, ya que tenemos una muestra bastante grande y estable:

+/- de Chicago con Deng y Boozer/Gibson/Noah
Minutos +/- +/- por 48
Con Rose 756 +197 +12.5
Sin Rose 668 +4 +0.3

Y la diferencia como podéis ver es impresionante. Con una muestra grande de minutos, en los dos casos más de 650, los Bulls son mejores que su rival 12.5 puntos por cada 48 minutos con su base estrella, y solo 0.3 sin él. Si pudieran jugar 82 partidos, los 48 minutos, a ese ritmo, pondrían en riesgo a los mejores Bulls de la historia: su esperanza de victorias sería de 70 partidos. Al mismo tiempo, con Watson, Lucas o James sustituyéndole, ese +0.3 equivaldría a ganar solo 42.

Tras la revolución de este año en Chicago, sin Korver y Brewer, el escolta que más minutos jugó con el grupo antes analizado fue Richard Hamilton. Si le incluimos a él en el cálculo del +/-, para tratar de ver que le puede esperar a los Bulls este año, sucede algo curioso:

+/- de Chicago con Deng, Boozer/Gibson/Noah y Hamilton
Minutos +/- por 48 % de tiempo con Rip +/- por 48 Incremento con Rip
Con Rose 260 +30 35% +5.5 -7
Sin Rose 136 +22 20% +7.8 +7.5

Cuando Rip juega con los cuatro hombres altos, la muestra, más pequeña, sugiere que Chicago es mejor sin Rose que con él, pero con un margen mucho menor de victoria. A la vista de estos números, parece que el hombre de la máscara solo ayudaba al equipo con los bases suplentes en pista, y que no se entendía tan bien con el de Englewood.

Ahora bien, si con Hamilton la media de la unidad titular baja 7 puntos, ¿con qué otro escolta Derrick Rose y compañía go H.A.M.? Con Ronnie Brewer. +16.7 puntos por 48 minutos en 289 minutos de juego, que les convierte en la tercera mejor unidad en la Liga de las que estuvieron juntas más de 200 minutos la pasada temporada tras NelsonRedickTurkogluAndersonHoward (¡+21.9 puntos por 48!) y el quinteto RondoBradleyPierceBassGarnett (+18.0 por 48). Con Korver al lado la eficiencia fue parecida, +16.2, pero solo en 71 minutos de muestra. Una pena que no renovaran.

Una vez que los Bulls ya decidieron quitar de la circulación esos posibles quintetos que tan espectacularmente bien funcionarion cuando estuvieron juntos,dejemos de mirar al pasado y veamos otro posible apunte para el futuro. Con la posibilidad de amnihostiar a Carlos Boozer en el horizonte para evitar pagar el impuesto de lujo o incluso tener espacio bajo el límite salarial, y con un posible relevo ya en casa, Taj Gibson, sería interesante ver como se desempeñan las otras piezas fijas del futuro, Rose, Deng y Noah, junto a ellos:

+/- de Chicago junto a Rose, Deng y Noah
Minutos +/- +/- por 48
Boozer 628 +157 +12.0
Gibson 106 +37 +16.8

Aunque la muestra con Gibson en pista es poco mayor que la sexta parte, los Bulls son bastante mejores con Taj jugando de ala-pívot, y en la segunda mitad de la temporada, cuando Rose vuelva, no nos extrañaría nada que la proporción 1:7 de tiempo que Rose, Deng y Noah comparten con él, crezca bastante. Primero, porque en el pasado ha sido mejor. Y segundo, porque hay que asegurarse y comprobar que puede tener consistencia en el futuro.

  • Asik, rico por hacer dos cosas bien

Omer Asik ayudaba y era muy importante en este equipo con básicamente, las dos únicas cosas que hace (muy) bien: defender, y rebotear, sobre todo en ataque.

Con él en pista, los Bulls solo recibían 81.5 puntos por 48 minutos, y su Índice Defensivo de 92 puntos por 100 posesiones, fue 2º en la Liga, tras Stiemsma. Es cierto que a la defensa ayudan al resto de compañeros (y Brewer, Lucas o Gibson cooperaron bastante), que Asik se solía enfrentar a las segundas unidades, y que el sistema de Thibodeau ayuda y mucho. Los puestos más altos en la clasificación individual son monopolio de Celtics y Bulls, Boozer, ugh, incluido, y eso de segundo mejor defensa hay que cogerlo con pinzas XXL. Pero aún así, que Asik tenga la mejor marca del equipo es relevante. Y cualquiera que haya visto a este equipo jugar, lo sabe, no hace falta que le vendamos nada con números.

La otra faceta en la que Asik se hace importante, es atacando el tablero en ataque. Ya hemos cantado loas al rebote ofensivo, y Omer fue el hombre que tuvo la mayor tasa por jugada, en el equipo que mejor lo hizo el año pasado.  Aunque Gibson y Noah tuvieron porcentajes parecidos, nadie se hizo tan grande en el cristal tras fallos de sus compañeros como el pívot europeo en Chicago.

Después de que los Rockets hicieran una oferta que el turco no pudo rechazar, y la franquicia que lo descubrió no pudo igualar, lo único que les quedaba a los Bulls era encontrar un buen sustituto. Y no lo han hecho tan mal. Pívots de 7 pies y 116 kilos que defienden bien no se encuentran en rebajas de la agencia libre. Bueno, hay uno incluso más grande, y al cual casi todas las métricas avanzadas apuntan como gran defensor en los pocos minutos que disputó, que todavía está libre, Kyrylo Fesenko. Pero que un jugador así, lleve ya prácticamente dos años sin equipo, ya que la pasada temporada también estuvo un tiempo largo como agente libre, con la necesidad que tienen muchas franquicias de una figura similar, no pinta muy bien. Pero sí los hay que puedan rebotear bien en ataque.

Nazr Mohammed tiene ya 35 años, pero está relativamente sano (el año pasado jugó 63 partidos), nació en Chicago, tiene un anillo de campeón NBA (y 2 NCAA) y lo que es más importante para estos Bulls: durante su carrera ha cogido el 13.4% de los rebotes ofensivos disponibles mientras estaba en pista. La temporada pasada, entre todos los jugadores con más de 500 minutos, solo 12 tuvieron un ORB% superior al 13.4%. Uno de ellos fue Asik, y en el resto de la lista, solo había dos agentes libres y uno de ellos, por cierto, también está sin equipo. Reggie EvansLouis Amundson, podían haber sido tenidos en cuenta, pero son más bien ala-pívots que no llegan a los 2.05, y una cosa es no poder reemplazar la defensa de Asik, y otra entregar la cuchara tan abiertamente. La otra opción con números parecidos hubiera sido Camby, que aunque durante su carrera ha sido peor reboteando en ataque que Mohammed, tiene números parecidos estos últimos años, y tiene más nombre (que no rendimiento) en defensa. Pero Samurai se fue a New York, tiene 3 años más, y además, no estaba pensando en cobrar el mínimo como Nazr.

Mohammed, a pesar de la edad, podría en un principio con la carga de trabajo de Asik, que solo jugó 14.7 minutos por partido ya que él mismo jugó 11 minutos el año pasado, y 17 el anterior. Aunque no vaya a defender igual de bien, es una amenaza mayor en ataque que el turco, que solo mete el 48.4% de los tiros libres (Nazr un 63.9%), no tira nunca fuera de la pintura (solo 4 de los 156 tiros de Asik la pasada temporada fueron a más de 3 metros) y es una máquina de perder balones (1 de 4 cada veces que le llegan en ataque).

Asik va a entrar en los mejores años de su carrera y está a un paso (explotar en ataque) que muchos creen que puede dar, de convertirse en uno de los mejores pívots de la Liga. Pero para un equipo que ya paga más de 11 millones a Noah, no era una opción. Y con lo limitado de las posibilidades y el presupuesto de este equipo, no han hecho mal negocio.

  • Reemplazar un perímetro

Entre Brewer, Korver, Watson, Lucas y James, el año pasado ocuparon gran parte de los minutos de la posición de escolta, unos cuantos de alero, y casi el 60% en la posición de base.

Con la esperanza de que Butler cubra el vacío que se liberará en el puesto de 3, habrá unos 4000 minutos, menos los que juegue Hamilton para escoltas, y probablemente unos 2500-3000 para los bases, dependiendo de la prisa que tengan en el regreso de Rose, que habrá que cubrir a tiempo completo hasta que Derrick vuelva, con jugadores que llegan por primera vez a la franquicia.

Empezando por los escoltas, es increíble el parecido que tienen los números de anotación de Korver y Brewer a los de Belinelli y Robinson (de aquí en adelante, escolta para nosotros, aunque cuando Rose este fuera, y sobre todo si no llega ningún otro refuerzo, supongo que lo veremos jugando de base) el año pasado. Aunque se consiguieron en diferentes situaciones, por supuesto, jugaron prácticamente el mismo número de minutos (3104 y 3158) y anotaron con idéntico TS%, 52.9%, con una diferencia, los que llegan anotaron mucho más, 20.5 por 48 minutos, frente a los 15.2 de Korver y Brewer. Kyle es el mejor anotador del grupo, pero de los dos que llegan, ninguno es tan ineficiente como Brewer, y lo compensan:

Comparación entre escoltas
Minutos Puntos por 48 TS% TL/TC 3PT/TC % Asistidos
Korver-Brewer 3104 15.2 52.9% 19.4% 39.7% 84.0%
Belinelli-Robinson 3158 20.5 52.9% 20.7% 39.7% 60.7%

Como podéis ver el porcentaje de acierto no es el único número clavado: tienen la misma proporción de número de triples respecto al de tiros de campo, y el número de veces que van a la línea por tiro también es prácticamente idéntico. La única gran diferencia es la manera de conseguir esos puntos. Mientras que Korver y Brewer lo hacen mayoritariamente tras ser asistidos, Belinelli y Robinson, sobre todo Nate, crea más tiros. Esto también tiene su reflejo en otras estadísticas, ya que mayor manejo de balón implica más pases (5.0 vs. 3.9 asistencias por 18 minutos) y más pérdidas (2.2 vs. 1.7).

En teoría, si se integran de igual manera en el ataque de Chicago, Belinelli y Robinson tendrán un papel más de tiradores que de creadores. Si vemos que tal lo hicieron en ese tipo de jugada especifícamente, nos volvemos a encontrar con una igualdad tan absoluta, que parece que el GM de los Bulls haya elegido a los jugadores por esto: las dos parejas anotaron exactamente 339 puntos en jugadas etiquetadas como tiro tras pase la pasada temporada. La ventaja es que los nuevos, lo hicieron en 15 tiros menos, 313 contra 328 (1.08 vs. 1.03 puntos por jugada).

Los números por tanto sugieren que el puesto de escolta podría ser tan productivo el año que viene como lo fue el anterior en ataque, pero es en defensa donde puede haber más problemas. Con Belinelli y Korver en empate técnico (aunque Kyle es un poco más grande, Marco es algo más atlético, y ninguno de los dos van a acabar en un All-Defensive Team) es el cambio de Nate Robinson y su 1.75 y 82 kilos por Ronnie Brewer sus 2.01 y 103 kilos la diferencia más grande. Enorme, diríamos. Thibodeau tiene la carta de poder usar a Hinrich en el escolta rival mandando a Nate con el base, o utilizar a Robinson con los dos mejores hombres altos defensivamente (Gibson y Noah) y una mente privilegiada como la suya lo acabará colocando en la mejor posición. Pero el impacto se sentirá.

En el otro puesto, el de base, Kirk Hinrich vendrá para tener un protagonismo igual o mayor que el de Watson la pasada temporada, por la posibilidad de que también lo veamos de escolta cuando Rose regrese de la lesión. Los dos jugaron un número de minutos comparable la temporada pasada(1237 Kirk, 1159 C.J.) y en ataque, no sé si sorprendentemente, fue mejor el ahora jugador de los Nets. Anotó más por 48 minutos (19.6 vs. 12.3) con casi idéntico número de puntos por tiro (1.08 vs. 1.07) porque aunque acierta menos, tiró más de 3 y fue más a la línea y repartió más asistencias (8.3 vs. 5.1), perdiendo más el balón, eso sí (4.0 vs. 2.3) y rodeado de mejores compañeros. Al menos, Hinrich coincide con Watson en que su mejor tiro es el triple desde la esquina izquierda, y aquí la ventaja en tamaño y defensa está del lado del que llega.

Otra cosa a la que parece que no va a poder ayudar el nuevo perímetro, es a forzar pérdidas. Como podéis ver en la siguiente tabla, los Bulls fueron una de las mejores defensas de la Liga porque lo hicieron casi todo bien, pero apenas robaron el balón al rival:

Chicago Bulls en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
27º

Todas las categorías tienen pinta de ir a peor el año que viene (no llega ningún exterior que se acerque al trabajo de Brewer en el rebote defensivo), y el porcentaje de pérdidas provocadas no es una excepción. El trío BelinelliRobinsonHinrich roba 3.1 balones por 48 minutos, y el BrewerWatsonKorver, 3.6, así que ni a eso podrán ayudar.

  • En conclusión

Los Bulls el año pasado tuvieron un Índice Ofensivo de 109.2 puntos por 100 posesiones, y el defensivo de 99.5 los 39 partidos en los que Derrick Rose jugó. Los 27 en los que no participó, los registros de los Bulls fueron de 104.9 en ataque y 96.6 en defensa, unos valores muy parecidos. Creo que en ataque Chicago no va a perder comba, ya que de los jugadores que se han ido, solo Korver era un gran anotador, y Asik y Brewer dejaban bastante que desear, pero en defensa van a notar mucho sus bajas de y la de Lucas.

Partiendo de los números del año pasado, estimando que Rose jugará el 30% de la temporada, y que la defensa perderá unos 3 puntos por 100 posesiones (lo que aún les mantendría entre las 5 mejores, pero con una diferencia significativa) y ajustándolo a temporada de 82 partidos, pronosticamos un ORtg de 108.8 puntos y un DRtg de 103.8, que les daría una esperanza de 54 victorias, todavía en la parte alta del Este. Los Bulls han sido muy buenos, tanto con Rose como sin él, para descartarlos tan pronto.

A no ser que el truco del éxito de este equipo estuviera solo en las manos de White Mamba, que no lo descartamos. Larga vida al Rey.

¿Cuánto cobrará Lin en 3 años?

Editado: * Tras comentar el artículo en Twitter, tenemos que hacer la puntualización de que al hablar de cobrar nos referimos al dinero que reciben de cara al límite salarial, no al tiempo que lo reciben en su cuenta bancaria*

Este año, hemos visto tres contratos ofrecidos bajo la llamada disposición Gilbert Arenas, entre ellos uno tan mediático como el de Jeremy Lin que están llevando a duda sobre como se estructuran en el futuro. La realidad es que tanto Lin, como su antiguo compañero en New York, Landry Fields, y su nuevo compañero en Houston, Omer Asik, tendrán contratos planos en su destino, es decir, cobrarán lo mismo durante los 3 años, un tercio del total. Por tanto, en la temporada 2014-2015, Lin cobrará 8.4 millones en Houston, aunque hubiera cobrado casi 15 en New York.

¿Confuso? Sí, lo normal en la NBA es que las ofertas que se hacen y se igualan sean iguales para los dos equipos, pero en este caso no lo es. Y vamos a explicaros el porqué.

Para poder explicarlo, tenemos que comentar primero qué son y cómo funcionan los llamados derechos Bird. Cuando un equipo tiene estos derechos Bird sobre un jugador de su equipo, le permiten renovarle, por la cantidad que sea, aunque se esté por encima del límite. Es el motivo por el que los Lakers, por ejemplo, pueden renovar a Bryant, Gasol Bynum, los Spurs a Parker, Duncan o Ginobili, etc… Es por lo que se dice que la NBA tiene un tope salarial blando, porque se puede superar con operaciones como estas. Para que un equipo tenga derechos Bird sobre un jugador, este ha debido jugar tres años en ese equipo, o haber cambiado de equipo solamente mediante traspasos los 3 últimos años. Por ejemplo, los Nets tenían derechos Bird sobre Deron Williams o Gerald Wallace, porque aunque no lleven 3 años en Brooklyn (vale, o en New Jersey) en los 3 últimos años solo cambiaron de equipo mediante traspaso (no firmaron con otro equipo los 3 últimos años, ni los cortaron, etc…) Cuando en lugar de ser 3 años, los jugadores solo llevan 2 años sin ser cortados, o sin cambiar de equipo en el periodo de agencia libre, los derechos que tienen sus equipos sobre ellos son los llamados Early Bird, o Bird anticipados en nuestro idioma. Cuando los equipos que tienen derechos Bird anticipados sobre un jugador están sobre el límite, ya no pueden renovar por cualquier cantidad a ese jugador. Lo máximo que le pueden ofrecer a un jugador sobre el que tienen derechos Bird anticipados es el 175% de su salario anterior la temporada pasada, o el 104.5% del salario medio en la Liga, la mayor cantidad de estas dos, y un contrato de dos años, ni más ni menos. Cuando un jugador no llega siquiera a tener los requisitos mínimos para ser considerado Bird anticipado, el equipo tiene los derechos llamados non-Bird. Estos derechos no-Bird, permiten ofrecer al jugador un contrato que como máximo sería del 120% del del año anterior, el 120% sobre el salario mínimo, o la oferta cualificada, la que sea mayor.

Vamos a poner el ejemplo con Jeremy Lin, que cobró $762,195 el año pasado. Si los Knicks tuvieran derechos Bird sobre él, podrían haberle ofrecido renovar o igualar cualquier contrato, que empezara, como máximo en $13.6 millones (el máximo para jugadores que llevan de 0 a 6 años en la Liga) y 5 años. Si los Knicks tuvieran derechos Bird anticipados (que son los que tienen en realidad) sobre Lin, podrían igualar ofertas de como máximo un contrato de 2 años y el salario del primer año sería como máximo el 104.5% del salario medio de la Liga (5.2 millones). Si los derechos que tuvieran sobre Lin fueran no-Bird, le podrían haber ofrecido un contrato de 4 temporadas, que empezaría en 1.1 millones, su oferta cualificada. Por tanto, en este caso, los Knicks lo único que podían ofrecer a Lin, antes del convenio de 2005, sobre el que tienen derechos Bird anticipados, son 10.7 millones por 2 años.

Los Warriors en 2003 se encontraban en esa situación. Tenían derechos Bird anticipados sobre Gilbert Arenas, un jugador que eligieron en la 2ª ronda del Draft, y al que dieron un contrato de tan solo dos años en su momento. Ese verano de 2003, en el que era agente libre, Washington le ofreció 51.2 millones por 5 años, un contrato que empezaba con $8.5 millones el primer año. Como los Golden State Warriors tenían menos de $8.5 millones de espacio bajo el límite salarial, solo podían ofrecerle la excepción de derechos Bird anticipados, es decir, esos famosos 10.7 millones por 2 años, y por tanto, no pudieron igualar la oferta de los Wizards.

Cuando se firmó un nuevo convenio en 2005, para evitar situaciones como esta, se incluyó la llamada Disposición Gilbert Arenas. Bajo esta regla, el máximo que se le puede ofrecer a un agente libre, sobre el que su equipo no tiene derechos Bird completos, es el salario medio de la Liga el primer año, y una subida del 4.05% el año siguiente. Es decir, las ofertas por Lin, o Fields, o Asik, jugadores que eran Bird anticipados este año, tendrían que empezar en 5 millones el primer año, y 5.2 el segundo. ¿Qué ocurre? Que para no limitar las posibles ganancias de un jugador que se merece más de estos 5 millones, se permite que el tercer y cuarto año de ese contrato, sean por el máximo. Con esta forma de estructurar el contrato, un jugador podría llegar a firmar un contrato de 40.7 millones en 4 años.

Es decir, la Provisión Gilbert Arenas se inventó para que los equipos que no tuvieran derechos Bird sobre un jugador pudieran llegar a renovarle hasta por unos 40 millones en 4 años, en lugar de perderlo si otro equipo ofrecía más de 10.7 millones por dos años (o tu espacio salarial). Es decir, ahora no tienes porque dejarlo marchar obligatoriamente como le ocurrió a los Warriors con Arenas, ahora puedes renovar a ese jugador, pero en el tercer y cuarto año, puede que tengas que pagarlo con ganas.

Y ese es el motivo de ese famoso tercer año de contrato de Jeremy Lin, Omer Asik y Landry Fields, cuyos contratos, para New York y Chicago, tenían la siguiente estructura, $5 millones el primer año, $5.2 millones el segundo, y $14.8 millones el tercero en el caso de Lin y Asik (el máximo) y $8.5 el tercero para Fields (Toronto pudo pagarle lo mismo que a Lin y a Asik, pero prefirieron no hacerlo)

Y aquí y ahora, es cuando viene la gran confusión. Pese a que el contrato tiene la estructura ya mencionada para New York o Chicago, por lo que ya hemos explicado, para que puedan igualarla utilizando la excepción para agentes libres de tipo Bird anticipado o la excepción de nivel medio, la estructura para el equipo que hace la oferta (Toronto, Houston) es diferente: es plana. Es decir, Houston pagará 25.2/3=$8.4 millones cada año, por los tres años de contrato de Lin y Asik, y Toronto pagará $6.25 millones cada año a Fields ¿Por qué esta estructura? Para garantizar que los equipos que están por debajo del límite salarial no se aprovechen para ofrecer más de lo que pueden. Es decir, supongamos que Houston, solo hubiera tenido $6 millones de espacio salarial. En ese caso, en condiciones normales, solo podría ofrecer unos 6·3=$18 millones a Lin por tres años. Si se le dejara estructurar el contrato como a NY, al tener $6 millones de espacio, podría seguir ofreciéndole $25 millones al base, pues este año solo les costaría 5 millones.

Es decir, las estructuras del contrato son diferentes para el equipo que quiere renovar al jugador, que para el que le hace la oferta. Porque lo que se pretende es, que el equipo en el que ha estado el jugador les pueda renovar empezando en esos 5 millones, pero desde el punto de vista del equipo que hace la oferta, la idea es que tenga que ofrecer un contrato estructurado de manera similar al que tendrían que ofrecer a cualquier otro agente libre.

¿Ha funcionado la disposición Gilbert Arenas? Pues por lo pronto, como este año, en los 3 contratos ofrecidos bajo este esquema, los jugadores han acabado fuera de sus equipos, la tentación sería decir que no. Pero lo que pretendía esta disposición no era que los jugadores renovaran, sino dar la opción a su equipo de poder hacerlo, y a los jugadores de cobrar el precio de mercado. Antes del convenio de 2005, los Knicks y los Bulls no hubieran podido igualar cualquier oferta superior a esos 10.7 millones por 2 años, ¿Raptors ofrecía a Fields 12 millones por 2 años? ¿Houston ofrecía 12 millones por 3 a Lin o a Asik? Estaban fuera, Knicks o Bulls no podrían hacer nada. Con esta nueva regla, para New York y Chicago siempre existe la posibilidad de retenerlos. Es costoso, sí, y han preferido no hacerlo, pero al menos pueden.

También puede parecer injusto que la estructura para los equipos que ofrecen sea así, pues les da una cierta ventaja. Pero pensadlo de otra forma, en realidad, la posibilidad de igualarlo es un privilegio que se le da al otro equipo: «Venga va, como es tu jugador, aunque no te merezcas renovarlo por no haberle firmado 3 años en su día, te damos la posibilidad de hacerlo si te estiras». Igual no es un mecanismo perfecto, y se ha sabido explotar, pero es mejor que lo que había.

Si tenéis alguna duda o necesitáis alguna clarificación, compartid vuestras dudas con nosotros en los comentarios. Y si os interesa el tema, obligado pasarse por la CBA FAQ de Larry Coon (en inglés), www.cbafaq.com, la mejor página para enterarse de como funciona el convenio colectivo, e imprescindible para elaborar este artículo. La información sobre la disposición Gilbert Arenas está en el punto 44, y la información sobre los derechos Bird en los puntos 25 y 32.