Detallitos del All-Star Game

Aunque ya han pasado unos días después del All-Star, aún estamos de resaca aquí en La Crónica Desde El Sofá y aún nos quedan detalles del partido que merecen ser comentados.

  • La presentación de los equipos tuvo muchos detalles, como ver la cara de Rose al ver como LeBron James & cia se ponían a dar botes y hacer cucamonas al salir, bailando vamos. La cara del MVP de la liga era de: pero qué me estáis contando, como de vergüenza ajena. Después del partido apuntó: Se bailar, pero ese no era el lugar para hacerlo. JUGÓN!
  • Y hablando de la presentación, Deng se saltó todo el protocolo y lució una camiseta con la silueta de África y con los colores de El Congo… le va a caer multa, pero detalle molón también.
  • El castañazo de Wade a Kobe fue la jugada más violenta vista en un ASG desde tiempos inmemoriables, de hecho Kobe está day-by-day debido a la rotura de la nariz. Parece ser y dicen las malas lenguas que entre los dos hay mucho pique…y siempre lo habido…
  • Otra más de CuLeBron, en la última jugada y después de cascarse unas canastas brutales, no le dio la gana tirarse el último tiro… miedo a fallar? vete tú a saber, pero su fama de esconderse en los finales de partido, ya la llevamos hasta el All-Star.
  • En el último cuarto, en el Este casi siempre tuvimos a Deron Williams de base titular, de hecho, en los momentos cumbres del partido era él y no Rose el que estaba sobre la pista. Muy listo Tom Thibodeau dejando a su chico descansar en los momentos de más desgaste…
  • En cambio Brooks, no dudo ni un instante de darle el partido a Durant, que fue sin duda el jugador que más minutos jugó de todos los presentes, más destacado del oeste y con ello el MVP. Dos formas diferentes de encarar un ASG desde el banquillo.
  • Kobe con sus 27 puntos suma en total 271 siendo el máximo anotador en la historia de los All-Star Games, superando ya a Jordan que es el segundo con 262.
  • Dwight Howard y Westbrook jugaron con las camisetas techfit de adidas, sí, esas que son pegadas al cuerpo. El año pasado las presentaron pero no las usaron, este año no las presentaron y las han usado.
  • Todo el mundo ha hablado que Bynum jugó muy poco, debido a una especia de revisión en la rodilla que se hizo, pero Steve Nash jugó aún menos… no se sabe muy bien por que, pero ya comentamos que estuvo durante mucho rato hablando con Brooks antes del partido…
  • El balón del partido fue un modelo exclusivo para el partido, con una estrella en uno de los laterales, con lo cual no se guardaba el mítico dibujo que estamos todos acostumbrados…

La intro de la TNT

Uno de los grandes momentos de este All-Star Weekend fue sin duda el vídeo de intro de la jornada del sábado que mostró la cadena TNT, la que retransmitía para USA la señal del evento…

Niggas In Paris + NBA + All-Star = Piel de gallina….

All-Star Weekend Sunday: Domingo de pasión

Domingo, día grande. Ya lo hemos dicho alguna vez, que es imposible para una sola persona cubrir todos los eventos del All-Star. Por varios motivos. De algunos, ni te enteras. Otros, son coincidentes en tiempo. Y luego están aquellos que se hacen en localizaciones alejadas del sitio donde te encuentras o puedes llegar. Este efecto se acrecenta sobremanera en las extendidísimas ciudades norteamericanas, y se hace insufrible en una ciudad con el tráfico de Disney, Universal y compañía, en temporada alta. Y el último factor: hay eventos que no puedes ir, porque el cuerpo y las fuerzas no te dan.

Por unas cosas y otras, a las que sumar que el domingo es además el día con la programación más escasa, nuestra agenda hoy no empezaba hasta las 11:45, hora en la que teníamos cita con Derrick Rose, gracias a nuestros amigos de adidas, que iba a firmar autógrafos en la pista que Foot Locker había montado en medio del Florida Mall, un mega centro comercial de esos de los que gustán por aquí.

Con DJ presente, pinchando sobre todo música de Kanye West, ese otro genio de Chicago, Poohdini Rose llegó con puntualidad inglesa, todo un hito, porque la media de retraso debe estar en los 10 minutos, y atendió a la prensa antes de empezar firmar autógrafos a los allí presentes.

Preguntas de todo tipo, saludos esta vez, creo que a las Filipinas y Taiwán, y regocijo por el nuevo contrato por 13 años y de 185 a 250 millones, dependiendo quién dé la cifra, que hace que adidas pague tanto o más a Rose por llevar su ropa, que Chicago por jugar. De hecho, David Stern fue preguntado ayer, y aseguró que ha habido conversaciones con marcas de calzado deportivo para asegurarse que no hay incentivos por acabar en equipos de mercados grandes, y es que el poder que los patrocinios están adquiriendo en el mercado deportivo es importantísimo.

Rose ya está en el tercer mayor mercado de América y no necesita moverse, así que pueden estar tranquilos. Tímido y reservado, es muy diferente al resto de personalidades que pueblan la conferencia Este en el All-Star, como se vería más tarde durante las presentaciones del partido. Durante los próximos días, leerás más sobre el MVP en nuestra página, y compatiremos contigo todo lo que nos contó.

Cuando terminamos de hablar con Derrick, nos escapamos corriendo al Convention Center para hacer una visita fugaz al NBA Cares Special Olympics Unity Sports Basketball Game (sí, los nombres oficiales son así de largos, no sé como hacen para tuitearlos) en el que estarían gente como Durant, Drexler o Kemba Walker. Aquí, sentimos miedo por primera vez en todo el finde, cuando Dikembe Mutombo le dijo a uno de sus ¿hijos?, ¿nietos?, «Who wants to come with me». Ya sabemos todos lo que pasó la última vez que Mutombo empezó una frase por «Who wants…», allá en Georgetown, y no queremos ni una parte de eso.

Antes de volver al Downtown, al Amway Center, nos pasamos por la Media Suite que adidas tiene montada para la prensa en el lujoso Peabody, que linda con el Convention Center. Allí pudimos ver las equipaciones que los jugadores iban a usar esa misma noche en el All-Star, y le echamos un ojo a las bambas de Dwight Howard y Derrick Rose, que aprovechan la noche que pueden durante el año para darle colorido a sus zapatillas, y esta vez van de naranja para representar el Orange County en el que nos encontramos y el buen tiempo del Estado del Sol, Florida.

Las equipaciones, son las más ligeras que hayamos visto para jugar al baloncesto, con las costuras reducidas al mínimo. Además, para los jugadores que así lo desearan había modelos más ajustados como los que lucieron el propio Howard y Russell Westbrook. Después de agradecer a adidas el magnífico trato que nos prestaron y su amabilidad, ahora sí, carrera hasta el corazón de la ciudad.

Al llegar al pabellón estaba Flo Rida cantando en el concierto que montaron fuera del Amway, en la calle Church, que era solo para gente con entrada para el partido, y después de escuchar un par de temas, a entrar al pabellón a cenar (el trato y la inversión que hacen en la prensa es exquisito) y aprovechar para salir a pie de pista y ver que se cuece antes del partido. Cuando limpiaron la zona a media hora para que empiece el partido, vimos por el pasillo a muchos de los invitados que ocuparon las primeras filas, hubo un avistamiento de Gortat, y comprobamos con cierta incredulidad que el público que está bajo el escenario para la actuación previa al partido de Nicki Minaj primero, y de Pitbull después, son invitados sin entrada que traen al pabellón para animar puntualmente, en lugar de dejar a la gente que ha pagado su ticket acercarse. Justo antes de subir a nuestra posición, nos cruzamos con Chris Brown por las zonas donde se sitúa la gente que va a actuar. Como el nuevo single de Pitbull tiene su aparición en el estribillo, sumando 2 y 2 quedaba claro quién iba a ser ese «invitado especial» del cubano que llevaban días anunciando.

De la actuación de la Minaj no puedo elaborar mucho, porque ya he comentado alguna vez que estamos detrás del escenario y todo lo que pasa allí lo vemos un tanto mal, vamos, de hecho, yo lo veo por el Jumbotron, así que no os puedo contar mucho más que lo que visteis en el sofá. Luego, por supuesto, subidón de azucar y dentera con el himno de Canadá, piel de gallina con el de Mary J. y empieza el espectáculo.

A los pocos minutos nos tenemos que envainar lo que dijimos ayer sobre que el concurso de mates no ganaría tanto en calidad con los James o Westbrook porque los angelitos salen lanzados y con ganas de machacar, y demuestran que están a un nivel atlético superior a lo que vimos el sábado. Aunque, también es verdad, que el concurso de Griffin el año pasado no lo reflejó, tampoco.

El ritmo de los 6 primeros minutos recordó al partido de Rookies, ya que el Oeste se ponía en proyección de más de 190 puntos. Luego el tono de locura remitió un poco, y aunque la defensa siguió siendo matadora, no fue el despiporre inicial. Como siempre, impresiona ver en vivo la rapidez de ejecución, la precisión en el lanzamiento y las acrobacias de estos tíos. Cuando los estás viendo el tiempo vuela: parece que han pasado 5 minutos, y te has plantado ya en el descanso, y está Pitbull berreando.

El espectáculo del cubanito que está tostadito pese a ser más blanco que Chris Mullin (tremendas ovaciones y puestas en pie a los antiguos miembros del Dream Team, y una muy especial a Magic Johnson) fue tremendo. Quizá no este al nivel del descanso de la SuperBowl, pero no se le queda tan lejos. Y entre terminar la actuación de Pitbull y salir por la puerta del Amway, el reloj diría que pasaron un par de horas, pero yo apostaría por 5 minutos. El final del partido fue bellísimo, gracias a que el Este se pusó a la par, y en cuanto acabó, corriendo al ascensor para invadir la zona mixta. Aprovechamos para hablar con Chris Paul, que mostró una cara de felicidad tremenda cuando por fin le dejamos tranquilo. Quién sabe por cuántas grabadoras, entrevistas y conversaciones pasan estos tipos en 3 días. Ya sabemos que va en el (muy buen) sueldo, pero el agotamiento de tanta historia debe ser descomunal. También escuchamos un poco lo que Marc tenía que contar, y fue una pena no haberle sacado una foto de la cara que puso cuando un periodista le mal comentaba como acuerdo casi cerrado el traspaso de su hermano a Toronto, para que juegue con Calderón. Cuando leímos al llegar al hotel los cotilleos, ni siquiera era Toronto el supuesto destino de Pau, sino Orlando, pero qué más da, aquí el caso es tirarla. Otra regla de la zona mixta que se cumple con alguna excepción: cuanta más gomina tenga el periodista, más posibilidades que la pregunta sea un desastre.

Para cerrar el día y el fin de semana mágico, fuimos al Media Hospitality que la NBA organiza para la prensa en el Marriott, donde se alojan muchos de los periodistas, y en la que nos tienen preparado algo de cenar y ponen vino y unas cervecitas para soltar la charla con el personal.

Buen fin de fiesta de un inolvidable fin de semana. Visto y no visto. El año que viene espera Houston.

All-Star Weekend Saturday: Desde Orlando con Amor II

Vamos ahora con la segunda parte de nuestra experiencia en el Sábado Santo: cómo se viven los concursos desde el Amway Center en Orlando.

Cuando la actividad empezó con el Shooting Stars a las ocho y cuarto de la tarde, había poco más de media entrada en el pabellón. Los americanos, muy amigos de tomarse descansos durante los larguísimos eventos deportivos (este duró 3 horas) pagan millonadas por la entrada para prestarle atención solo a lo que les importa.

Constatamos durante el concurso de tiro que Allan Houston lo sigue teniendo (además cuando le vimos por la tarde, está IGUAL que cuando jugaba, es sobrenatural), que Kenny Smith está en el club ‘Melo de cañoneros de media cancha y que Jerry Stackhouse y Steve Smith intercambiaron los sitios, y nadie se dio cuenta porque tiene sentido: Stacky es casi más veterano que Smith ahora mismo.

Lo bonito de seguir el concurso desde uno de los fondos del pabellón es que veías perfectamente lo que iba a ir dentro o casi, pudimos «cantar» todas las canastas.

El concurso de habilidades es probablemente el que menos gana en persona, en mi opinión. Es divertido oír los «Ohs» del pabellón a cada tiro/pase fallado y se hace más evidente cuando un jugar pasa de currárselo, como Tony Parker, ganador a la postre, hizo en la primera ronda.


TP lo hizo sobradísimo, como siempre. Y si después de estar un rato con él y oirle hablar no le pones segundo, detrás de George Clooney en la lista de «Tíos que no querrías dejar a solas con tu mujer», es que no tienes aprecio por tu relación.

Mientras, por la tribuna de prensa no nos dejaban de llegar hojas con toda la información de los concursos: cada tiro, cada fallo y cada tiempo, estaba todo. También nos llegaban con una rapidez asombrosa las fotocopias con las declaraciones de los jugadores en rueda de prensa, ya transcritas, por si queríamos utilizarlas.

Otra gozada de ver el All-Star en vivo y en directo es el entretenimiento que tienes mientras en la tele están en publicidad. No sé exactamente qué se pudo ver desde casa y qué no, pero nosotros tuvimos al grupo de drumline de los Orlando Magic; los Pentatonix que ejecutaron una versión a capella del «E.T.» de Katy Perry, entrevistas a Diddy y Kevin Hart, Craig Hodges tirándose unos triples para revivir sus actuaciones récord, los bailes de las mascotas de Bulls, Cavaliers, Bobcats o Magic que andaban por allí, las cheerleaders, un violonchelista que hacia beat-box mientras tocaba, y juegos de preguntas a jugadores como Deron Williams o Kevin Love en el videomarcador. Y alguno más que no recuerde.

Si el concurso de mates fue decepcionante (ya llegaremos a ello) el de triples, todo lo contrario, yo lo viví como uno de los más interesantes. Me da un poco de pena por Anthony Morrow que se curró mucho todo el rollo de la camiseta de Petrovic y parecía el más ilusionado con el concurso, pero al hablar con él estaba clarísima su ansiedad, y si algo hemos aprendido, hablando con los ya veteranos del concurso (Durant, Jones) es que la concentración exagerada en este concurso acaba resultando contraproducente. Hay que soltarse, relajarse, encontrar el ritmo y pensar solo en el siguiente tiro.

El propio Jones, que nos daba esta receta, no tuvo en cuenta su propio consejo al principio de la primera ronda, en la que claramente se dejó influenciar por los tempraneros fallos. Eso sí, la cerró con un último carro memorable. Ya comentamos en Twitter que los micrófonos de las canastas (o los altavoces) que amplifican la señal, te lo dejaban oir todo, y en este concurso de triples se oía perfectamente cuando el tiro no tocaba nada más que red. La posición en la que estábamos era perfecta para seguir los tiros desde las esquinas, y el último carro del de Miami fue sencillamente perfecto. Hubiera metido 15 más así.

Por cierto, si algún ojeador estaba viendo ayer el concurso, los informes de Miami a partir de hoy tendrán un anexo con la esquina desde la que se puede dejar tirar a Jones y la que no.

El mayor zumbido de la noche hasta el momento se lo llevó, Ryan Anderson, favorito del público por estar en casa, y que además tuvo opciones de colarse en la segunda ronda hasta el final.


Ayudó mucho al ambiente, que si bien Anderson quedó fuera, las estrellas, Durant y Love, siguieron adelante. Aunque el nivel de decibilios y cariño a Anderson fue mucho mayor, la lucha entre Kevins fue lo suficientemente interesante para mantener el zumbido en el respetable.

Aquí empezó la Wi-Fi a jugar con nosotros, y no pudimos mandar el tweet «Gana Kevin» que teníamos preparado. Cuando Internet volvió, nos alegramos de no haberlo hecho: se le había ocurrido lo mismo a todo el mundo.

Y así llegamos a la joya de la corona, el momento más interesante del día: el concurso de mates. Vaya por delante, que pareciéndome flojito, no me parece ni de lejos el peor (sin pensarlo mucho 2004, parece insuperable en ese aspecto) y al menos tuvo un mate memorable, que va a quedar en el recuerdo, que sujetará el recuerdo de este año, que basta y sobra para ganar con un nivel como el que vimos, que no se me olvidará nunca: el segundo, con dos balones de Jeremy Evans, nuestro favorito moral, aunque temíamos el efecto Rubio y el efecto Yao en las votaciones del público.

Estar entre bambalinas en un evento de este tipo le quita un poco la sorpresa: vimos la moto detrás de una tela cubierta cerca de la rampa entrada, entrevistando a Jeremy Evans se le escapó una sonrisilla que nos daba que pensar que no iba a recibir la ayuda de ninguno de sus compañeros, pero sí de alguien «externo», y también vimos antes de tiempo el rack de luces que utilizó Paul George aunque en este caso, teníamos mucha menos idea de para qué se iban a utilizar.

Hubo muchos abucheos para el primer mate de Evans que se equivocó muchísimo matando esa pelota en lugar de dejarla pasar, seguramente preso de los nervios, pero se metió a buena parte del público otra vez en el bolsillo con el segundo. Y  hemos dicho parte, porque todavía hubo gente, aunque mucha menos, que le abucheó al terminar el concurso, y ser declarado el ganador.

Además, lo de la camarita, al menos en el pabellón, no sé en la retransmisión, lo explicaron tarde y mal, después del mate. Y el no explicar los props bien, y antes de usarlos sienta fatal al público. Que se lo digan a Rudy y su camiseta de Ricky Martin.

El numerito del tercer mate, con Kevin Hart y su metro cincuenta o así de por medio, puede que no haya gustado mucho en casa, pero aquí, que el cómico Hart es bastante querido, tuvo su apoyo. Y esta vez, sí que fue presentado e introducido con la complicidad del público.

El numerito de Paul George sí que se debió de ver mejor en el sofá donde habitualmente estamos, que desde el pabellón. Yo solo vi luces de navidad de camino al aro, lució muchísimo más después en el Jumbotron (que por cierto, el del Amway es descomunal).

Y respecto al mate de Budinger con Ceballos, no fue ni siquiera el mejor homenaje a Cedric de todo el finde. Lo hizo muchísimo mejor K-Dobbs en el concurso amateur Slam Dunk Showdown, saltando por encima de gente, por donde también apareció Ceballos. Creo que no hace falta elaborar más.

De Derrick Williams, qué decir. Pues que se está disputando el título de gran perdedor del finde, en esa carrera con tres favoritos: él, el tráfico de Orlando entre Downtown y el Convention Center, y el periodista Chris Sheridan. Añadiríamos a Kobe, pero está soltero, se sale con la suya siempre y no nos extrañaría que hoy nos dedicase 50 puntos.

El viernes, Williams hizo un partido flojete, y eso que se le veía con ganas de chupar y jugársela, pero no le salieron las cosas, y eso que fue una triste pachanga. Alerta roja. Y ayer, no supo aprovechar los puntos extra de la aparición de Ricky; el uso de una moto como simple adorno, porque no fue más que eso, le salió por la culata y ni siquiera aprovechó la ventaja que tenía frente al resto de participantes, su potencia. Igual el medidor que se curraron los genios del MIT le hizo justicia a esta parte. No lo sé, porque desde mi posición jamás supe el resultado de las mediciones, otro fallo comparable a lo de la cámara de Evans. Pero todo lo que no fuera victoria aplastante del otro D-Will, es otro tachón que ponerle.

Del concurso de mates en general, ya hablé el año pasado, y yo soy de la opinión, que (casi) todo está inventado y que hemos llevado la capacidad atlética hasta el límite. En lo único que nos podemos sorprender, como mucho, es en la publicidad que crearían los nombres y las estrellas de la Liga, a las que o convences en los dos primeros años de su carrera de venir, o les pones «Un millón de dólares» (inserte voz del Doctor Maligno) delante como sugirió BronBron (no es listo, ni na, el tío) u olvídate. Y respecto a lo que dije el año pasado, y después de verlo repetido varias veces este finde, tengo clarísimo que el Showstopper que se sacó de la manga DeMar DeRozan es el mate más infravalorado y Vincecartiano que recuerdo. El mejor con mucho desde el 2000. Y me da mucha pena no haber hecho aún más hincapié en su día de lo espectacular que fue.

Nos alegramos mucho por Evans que tiene pinta de buen tío, era el humilde y el lin-vitado a última hora (que no es libráis de Jeremy, no). Estaba un poco preocupado cuando le preguntamos por ser desconocido para el público, pero esperaba que sus mates, (bueno, al final fue su mate, así en singular) hablara por él y tuvo un poco de suerte que la victoria coincidiera este año con las rebajas.

Y la experiencia de vivir un concurso de mates en directo, incluso una descafeínado y con sacarina como este, es mejor de lo que uno se imagina. Se oye la ilusión, la emoción, la excitación y la anticipación. Cuando el mate merece la pena, y por desgracia eso solo sucedió una vez, sientes como todo tiembla.

Sentir, de eso trata todo esto, ¿no?

All-Star Weekend Saturday: adidas All-Star Party Madrid

Estamos en Orlando como bien estás leyendo estos días por la Crónica, pero anoche también estuvimos en el evento organizado por NBA y adidas en el Hard Rock Cafe de Madrid para disfrutar de la jornada de concursos del All-Star Weekend.

Llegamos al Hard Rock Cafe con tiempo de sobra, no queríamos perdernos nada y más sabiendo que el mítico Ron Harper iba a estar por allí. Lo primero que nos sorprendió fue la decoración, el local se había engalanado para la ocasión con motivos y carteles de adidas, junto con fotos de Rose y Howard.

Paso por el photowall, sí, hubo photowall y en el nos hicimos foto… y entramos en la zona donde ibamos a pasar las siguientes horas, horas para disfrutar de los concursos del sábado noche del All-Star Weekend. Mientras los invitados no paraban de llegar, algunos más conocidos que otros, esperábamos la presencia de Ron Harper, el cual no se hizo mucho de rogar y llegó, chaqueta marrón y anillo de campeón de la NBA puesto.

Se presentó el evento y a Ron Harper el cual comentó que actualmente para él ‘Kobe es el mejor, aunque otros como puede ser Lebron o los jovenes como Rose o Durant, están ahí haciendo ya cosas muy interesantes‘ a la pregunta de quien era para él el mejor jugador en la actualidad (realmente la pregunta fue Lin o Rubio, pero afortunadamente Harper respondió algo coherente…). También comentó para todos que lo que debe de tener en cuenta, una persona que quiera dedicarse a esto del baloncesto es ‘dedicación e ilusión, y sobre todo trabajo, con esas cosas y algo de suerte, casi se puede alcanzar cualquier cosa‘. Después de las presentaciones y de los aplausos de rigor, comentaron que esta misma fiesta se estaba realizando en Roma y Tokyo, así que saludos también a los lectores desde allí.

Luego pudimos estar un rato charlando con Ron Harper, al cual no pudimos dejar de preguntarle algo que nos rondaba la cabeza y más después de oirle hablar sobre Kobe, la pregunta era clara: Kobe o Jordan?MJ, sin duda, ha sido el mejor y probablemente sea el mejor que ha jugado a esto del baloncesto, no hay duda, Jordan’, poco más pudimos debatir en este tema después de la clara respuesta. Sobre Phil Jackson y su ‘magia’ nos comentó que ‘Phil tiene liderazgo, algo que muy pocos entrenadores tienen, eso y sobre todo el respeto que te inspira, lo hace diferente a todos, ese es su toque especial‘. Dejamos a Harper que siguiera haciéndose fotos y firmando autógrafos… poco a poco iban pasando las horas…

Mientras llegaban las 2.30am los monitores del recinto mostraban un mítico partido, el 5o de las semis del oeste del 2004 entre Spurs y Lakers, sí, aquel del tiro de Fisher a falta de 0.4, aún después de casi ocho años de aquello, recuerdo cuando lo vi y revivirlo fue tremendo… el canastón de Duncan, los Spurs celebrándolo, la cara de Fisher, los tiempos muertos eteeerrrnos antes de la última posesión y el éxtasis final de Fisher con su canasta y el sprint hacia vestuarios… tremendo.

Y mientras el DJ pinchaba temas que entre que nos molaban y nos hacían incluso reír, repasábamos Twitter e íbamos dejando pasar el tiempo, mientras veíamos que la gente iba abandonando la fiesta antes casi de empezar los concursos… íbamos quedando los jugones.

Tiempo de concursos. Seguro que ya te has empapado de reviews, vídeos y demás, así que lo voy a hacer a modo casi telegrama:

Concurso de Tiros, bien, con Hilo de Seda en plan jugón. Habilidades, Deron lo tuvo, pero falló al final, Irving decepción…y Wall…ains. Triples, mejor de lo que esperábamos, buenas series, muy bien Durant, sorprendente Love. Mates, no ha sido el peor de la historia como se dice, pero no fue bueno, eso sí, Evans hizo el mejor mate sin duda y ganó, así que bien.

5 y pico de la mañana, apenas unos 15 valientes hemos aguantado hasta el final, grandes y jugones como nosotros mismos dejamos el Hard Rock Cafe agradeciendo a toda la gente de adidas y NBA por una gran noche de basket.

 

All-Star Weekend Saturday: Desde Orlando con Amor I

Como hicimos para el jueves, vamos a dividir la crónica del sábado en 2+1 partes, 2 desde Orlando y 1 desde la adidas All-Star Viewing Party en Madrid.

Nos vamos primero a Orlando, donde el día empieza pronto porque no queríamos perdernos como recibía el públicp de la Jam Session a Jeremy Lin, que iba a las 10 de la mañana a firmar autógrafos. Antes, a las 9 (aunque no apareció casi hasta menos cuarto) estaba programada una sesión con Blake Griffin.

Lin demostró que está al nivel mediático de Bryant, Howard o James ahora mismo y podría perfectamente disputarles la corona. Ya hemos dicho por Twitter, que sin duda alguna, las camisetas de Lin, ya sea la de juego o las múltiples que hay con diseños haciendo alusión a la Linsanity han sido, tanto o más numerosas que las de Dwight Howard entre el público este fin de semana.

A las 10:30 tuvimos un rato para hablar con las 24+1 (Joe Johnson también andaba por allí, se ve que le encanta el All-Star) estrellas antes de que «entrenaran» en la pista central de cara al público.

Si uno quería coger la pole position, la experiencia tiene un poco de cita a ciegas. Nos concentrábamos en una valla, y los jugadores se iban poniendo según aparecían por allí. Por lo tanto había dos opciones, coger sitio y esperar a ver que jugador traían a tu vera, o esperar e ir a la caza del deseado con el riesgo de quedar en 3ª o 4ª fila, con una barrera de cámaras por delante.

A nosotros nos tocó Kevin Durant, y durante la próxima semana os contaremos todo lo que nos dijo este fin de semana, ya que ayer también hablamos con él… y quién sabe mañana. Como siempre, el turno de preguntas fue un auténtico freak show. Preguntas serias se intercalaban con frivolidades sin sentido, teles cristianas que venían a traerle el mensaje de la Biblia, y televisiones asiáticas de limitadísimo nivel de inglés que piden un saludo a la cámara de su país: «Kefin… plis… Jilou, t-t-t-t-t-u (silencio) camra»

Al acabar con Kevin, vimos la tremendísima marabunta que se había organizado delante de un Kobe Bryant, que tardó en salir algo más que sus compañeros, y que por tanto, hablo mucho menos. Bryant parecía pieza jugosa por muchos motivos: cuando le apetece manda hachazos y recados a todo lo que se mueve, los Lakers están en una situación convulsa, la fecha límite para hacer traspasos se acerca, y Rasheed Wallace podría convertirse en Lacustre. Además, no deja de ser uno de los mejores jugadores de la actualidad… y de la historia.

Pero la intervención no fue para tanto. Confesó que se puso «malo» para no oír preguntas ridículas (y cuidadín, que visto lo visto por el nível, no vamos a ser nosotros los que le culpemos), y las únicas boutades fueron dirigidas a los Clippers

Cuando terminaron de atendernos, el entrenamiento empezó y Kobe y Bynum lo comenzaron sentados en el banquillo, mientras sus compañeros empezaban a tirar, ya dirigidos por Brooks. Bynum, de hecho, se pasaría todo el rato con hielo en la rodilla derecha y con cara de pocos amigos.

Los equipos, que comparten pista, se cambian de lado intermitentemente mientras siguen tirando, y así se acercan momentáneamente por nuestro lado los jugadores de la Conferencia Este.

Kobe bromea, sobre todo con Westbrook y Durant mientras que Nash no para de hablar y gesticular con Brooks y Cheeks. De hecho, salvo por los 5 últimos minutos que se puso a hacer poesía en movimiento, vamos, a tirar a canasta, Steve no paró de cascar con Brooks. Si no fuera porque con Westbrook ahí parece imposible que estén buscando un base, cualquiera diría que Brooks andaba de cortejo del canadiense. Love, Aldridge y Gasol también parecen haber formado otra mini-pandi, a la que luego se unirían los Thunder cuando Kobe poco después volvió al banco.

En el único momento que Brooks intenta hacer algo con el equipo, la cosa le dura dos repeticiones. Ensaya una jugada en la que el base pasa el balón a un ala pívot abierto, que vuelve al top of the key para devolvérsela al base y ejecutar con él pick’n’roll, que acaba con el base pasándosela al pívot que quedaba dentro de la pintura, que se la vuelve a devolver al base. Vamos, que «ensayó» (la hicieron dos veces, contadas, una y dos) una jugada más compleja para el All-Star que cualquiera que usan en OKC.

Para terminar el entrenamiento a lo Iverson, vuelven a repetir el numerito que ya hicieron los rookies de tratar de batir el Guinness de 11 canastas desde el medio de campo en un minuto, con un equipo de 5.

El Equipo Oeste con Durant, Love, Aldridge, Westbrook y Paul, anotaron solo 1 en el primer intento y 2 en el segundo. En el Este, James. Rondo, Pierce, Anthony y Williams, empezaron con 5, casi todas, o todas de ‘Melo y en la siguiente ronda hicieron 7, con el mérito algo más repartido. Ya sabéis, si tenéis que apostaros algo con ‘Melo, mejor los chinos que los manzanazos de medio campo.

Al terminar, los jugadores tiran pequeñas pelotas al público, y el que mejor se lo pasa es Paul Pierce que se ensaña lanzando fastballs al personal. Al que pillaran despistado debió de dolerle.

En lugar de ver el concurso de triples de las celebrities, en el que repetían algunas de las estrellas de ayer, con la lección bien aprendida, esta vez decidí coger algo de comer y aprovechar para informaros por Twitter desde un punto con buena conexión.

A toda prisa, vuelta a las 2 de la tarde a la pista central del Convention Center, en la que los mejores jugadores de la D-League, la liga de desarrollo, se encontraban en su All-Star. El partido, muy competitivo, aunque dejó momentos para el espectáculo. Vimos a Daryl Morey, GM de los Houston Rockets y estuvimos todo el rato muy cerca de Mitch Kuchpak, el máximo responsable de los fichajes en Los Angeles Lakers. Muy tranquilo, apenas prestó atención un par de veces a su smartphone durante el partido. Con 3 jugadores de los D-Fenders, el equipo asociado a los Lakers en el equipo del Oeste, uno de ellos el MVP y antiguo Campeón del concurso de mates de la NBA, Gerald Green, Mitch miraba de vez en cuando la chuleta con la información sobre los jugadores. Por los momentos en los que la miró, parece que Marqus Blakely y Blake Ahearn llamaron su atención. Estos dos jugadores y JamesOn Curry fueron para mí los que mejor pinta tuvieron, aunque Green se llevara el MVP apoyándose en el apoyo del público por los mates que hizo y un poco de chuponismo.

En el descanso, tuvimos el concurso de mates, el segundo de tres que vamos a ver en estos dos días. La nota de diversión la puso Zach Andrews que se disfrazó de Grandmama, haciendo un homenaje a Larry Johnson, peró el ganador fue L.D.Williams en lo que con un poco de maldad, mucha gente describió como el mejor concurso de mates del día.

Al salir nos encontramos con John Hollinger, gurú de las estadísticas avanzadas de la ESPN; Allan Houston, que trabaja para los Knicks y el jugador de los Nets, Andre Emmett.

Y rumbo para el Amway con holgura a la rueda de prensa del comisionado David Stern, para llegar a tiempo, que con el tráfico de esta ciudad, los viajes dentro y fuera de Downtown siempre llevan más tiempo de lo previsto y hay que planear de acuerdo a eso. Como había un ratito de margen, se pudo cenar en la sala que nos preparaba con total hospitalidad la NBA, y salir a la pista a dar un paseo y ver como la han ambientado para los concursos. Por allí vimos la moto que luego utilizaría Derrick Williams cubierta con una tela, y ya nos empezamos a imaginar que tendría algo que ver con el concurso de mates. Curioso que no nos dejaran salir a la pista con el Sprite del comedor: no querían que ningún producto Coca-Cola pudiera salir en cámara. Ese tipo de cosas que hablan del nivel de detalle y cuidado con el que se llevan las cosas a este nivel.

La rueda de prensa de David Stern, que se llenó por completo, y donde estaban algunos de los periodistas más conocidos del panorama NBA, tanto a nivel local, como nacional, todo un quién es quién de la profesión, dio un buen repaso a todos los puntos de actualidad de la Liga. Merecería una entrada en la web para ella sola, pero os resumimos lo más importante.

Habló de una posible vuelta a Orlando para celebrar el All-Star en un futuro muy próximo en un pabellón como el Amway Center, al que piropeó; se congratulo de lo bien que ve a la Liga después del cierre patronal; resaltó que el nivel competitivo va a aumentar y el nivel de los equipos se va a igualar con las nuevas medidas; volvió a reseñar que el número de lesiones sigue igual que en pasados años, y que lo único que ha aumentado es el número de días perdidos y que para evaluar las ciudades que se eligen para albergar un All-Star, el mayor corte está en el número de habitaciones de hotel,

Respecto a las ciudades en las que el futuro NBA es etéreo, anunció que había tenido una reunión con el alcalde de Sacramento para ver como llevan el asunto del nuevo pabellón, con la fecha límite del 1 de marzo, todavía en pie, reconoció que el único obstáculo que existe ahora mismo es el dinero, y que la NBA no prestará ni un quarter a los Maloofs.

En cuanto al futuro de los Hornets, anunció que había dos grupos interesados en ellos, pero que estaban pendientes de llegar a un acuerdo con el estadio de Louisiana para mantener al equipo en New Orleans. Uno de los dos grupos, el que tiene algo de ventaja, está basado en inversores californianos, y descartó que el segundo grupo tuviera nada que ver con Seattle, ciudad de la que comentó que necesitará encontrar un equipo que quiera moverse allí ya que espera que los Hornets y los Kings se queden en sus respectivas ciudades. Descartó ampliar la Liga para darles un equipo, ya que no ve más de 30 equipos en Norteamérica, pero que en Europa, por ejemplo… ya veremos. Dejo la puerta más que abierta para un futuro algo lejano, pero pasándole la responsabilidad a Adam Smithers Silver, al que reconoció en público como futuro sucesor, y en el que delegó casi todas las preguntas relativas al futuro de la Liga.

Tampoco se dieron fechas de partido de pretemporada o de temporada regular fuera de Estados Unidos, pero Londres y Shanghai van a ser destinos seguros el próximo octubre.

La verdad que estar allí en una rueda de prensa de este tipo, impresiona. El oficio de David Stern es infinito, manda los mensajes y dirige la rueda de prensa como él quiere, y cuando le intentan meter en un jardín, el que sale mojado es el periodista. La cita de la noche fue el «Life is a negotiation» que utilizó en repetidas ocasiones entre las risas del personal. No tiene miedo de responder ninguna pregunta, y contar hasta donde puede contar, ni de guardarse las cartas. Jugar al póker con este hombre, tiene que ser terrible.

Preguntado por un Chris Sheridan, que vino a dar la nota, como todo lo que hace últimamente (ahora que tiene página propia se tiene que hacer notar) sobre el veto del traspaso a Chris Paul se desmarcó con la versión oficial de que no hubo veto, sino que los propietarios de los Hornets, los dueños de las otras 29 franquicias, rechazaron la oferta, y él solo fue el mensajero. Cuando Sheridan le resaltó que ahora mismo parece peor oferta la de los Clippers que la de los Lakers por la lesión de Gordon y el buen nivel de los Wolves, Stern contraatacó rápidamente usando a Marc Gasol que llegó como relleno en el traspaso de Pau y ahora es All-Star, como ejemplo, de que nunca se sabes que puede suceder en un pasado. Sheridan le respondió que él sí lo veía venir, porque ve mucho baloncesto internacional. No es que estemos al lado de las decisiones recientes de Stern en general, ni de esta en particular, pero desarmar a Sheridan y a su ego, es como quitarle un caramelo a dos niños.

Es una pena que una pregunta verdaderamente interesante y con mucho que contar como esta, fuera desaprovechada por lo mal que la formuló un periodista que se cree más grande que lo que tiene que contar, pero a veces suceden estas cosas.

Y aquí ponemos punto y final a la primera parte, ya os comentaremos cómo vivimos los concursos desde dentro del Amway Center.

All-Star Weekend Día 2: Arde Troya II

Al terminar la sesión con los All-Star en los salones de Hilton, había dos opcioes, descansar e irse a come y relajar antes del Rising Stars Challenge a.k.a. Partido de Rukis, o seguir la agenda de eventos, que nos llevaría a Tangelo Park con NBA Cares.

Cuando llegamos, Marc Gasol, Kevin Love y LaMarcus Aldridge ya estaban allí, colocando hierba, pintando casas y colocando buzones. El lugar, por donde ya habían pasado unos cuantos jugadores, tenía 5 casas esperando a ser reconstruídas, y la anécdota del día la protagonizó Marc que pese a que le pusieron una escalera, pintó los tejadillos sin ni siquiera ponerse de puntillas. Marc no recordaba hacer ningún acto de este tipo o similares como estaban haciendo el resto de compañeros de la Conferencia Oeste en un colegio en la ACB y piensa que sería bonito que la idea se exportara. Muy atento y dicharachero con todo el mundo (Marc me pareció el jugador más simpático y agradable, con mucho) cuando fue entrevistado por Telemundo y se pusieron a hablarle de comidas latinas recordó que eran las 3 y aún no había comido (ya somos dos).

Al rato, y con vaqueros y camiseta, en lo que debe ser la primera vez que le vemos sin el traje, hizo acto de presencia David Stern, siempre con dos guardaespaldas a su lado. Después de saludar a los dueños de las casas y felicitar a Marc y Aldridge por el All-Star, colocó un buzón y nos pidió que no sacáramos fotos «porque si mi mujer las ve, sabrá que lo se hacer». Creemos que estaba de coña, pero le hicimos caso, no queremos que nos vete.

Al acabar el acto en Tangelo Park, vuelta a toda prisa al Convention Center para ver el espectacular Sprite Slam Dunk Showdown., concurso de mates amateur. Como jurado, participantes de antiguas ediciones, el rapero J. Cole y Darryl Chocolate Thunder Dawkins a los que luego se uniría un LeBron que llegó tarde. También estaban sentados a pie de pista Omri Casspi, Andrea Bargnani hecho un pincel con su novia e Ibaka con una camiseta muy chula de D&G con la foto de Dennis Hopper

El concurso tuvo bastante nivel, ya avisamos de que los participantes eran bajitos pero podían saltar mucho. Al final J. Dobbs con la bendición de Cedric Ceballos, ganador del concurso de hace 20 años en Orlando, se llevó el título y los 10.000 $ del premio.

Al acabar, a los 4 jugadores NBA en el campo se unió un Kobe que nos apartó del tunel de salida sin miramientos. Los 5 presentaron la nueva campaña de Sprite, y luego nos atendieron.

Ya dijimos que todas las preguntas a Kobe fueron pulcras y en relación al acto, nada sobre la situación actual de Lakers ni las posibles incorporaciones. Ibaka se lamentaba de que la NBA no le hubiera invitado al concurso de mates, ya que él quería ir, y no se pudo decidir entre el anillo NBA y el oro en Londres. Quería los dos. También nos interesamos por la pierna de Bargnani, pero no soltó prenda: la cosa va bien, pero sigue sin haber fecha de retorno. Gracioso que además se siguan refiriendo a ella como «leg injury» tal cual. Le tratamos de sacar información (Disclaimer: hay intereses Fantasy parcialmente escondidos) preguntándole lo mismo de 3 maneras diferentes y acabó mirándme con cara de «¿Qué no entiendes?».

Al acabar este acto, había que elegir, el partido de famosetes que empezaba a las 7 en el propio Convention Center, o ir ya al Amway Center donde Lin hablaría con los medios en ese aparte que la NBA tenía reservado para él. Nos decidimos por ir hasta Downtown, donde Lin llenó la rueda de prensa y demostró con que naturalidad lo está encajando todo.

Después la rueda de prensa quedó en un tercio de entrada para recibir a los entrenadores de la noche. Primero Cheeks y Fratello por el equipo Barkley, que dieron una charla a la altura de los personajes: plomiza. Si nos dicen que están hablando del partido 3 de las Finales, nos lo creemos. Como siempre, había dos jugadores de los que era imposible no hablar: Lin y Rubio. Y como siempre, tópicos.

Mucho más entretenida fue la charla con los entrenadores del Team Shaq, Ron Adams y Steve Kerr. En todo momento remarcaron el carácter festivo del partido y la poca incidencia que pretendían tener como entrenadores (aunque Adams salió contrariado porque no se esperaba TAN POCO esfuerzo en defensa).

Kerr era un favorito personalmente ya antes de llegar, y salí de la Interview Room del Amway reafirmado en la idea. Se moja, sabe hablar y tiene vocabulario de sobra para expresarse. Le pregunté que qué haría con Steve Nash si siguiera mandando en Phoenix, y nos dijo que habría que ver las ofertas, que los Suns no están compitiendo, que su tocayo merece estar en un equipo con aspiraciones y que en junio lo perderían por nada. Pero que no sabía porque ya no es decisión suya. Vamos, que sí, pero con educación, elegancia y respeto a los que mandan en PHX.

Y así poco a poco nos pusimos en las 9, y la hora de comienzo del Rising Stars Challenge. El AmwayCenter, bastante lejos del lleno no paraba de suspirar con Ricky, pero en la ovación inicial, ganó Lin por mucho.

Al acabra el partido bajamos a la Zona Mixta donde Ricky reunía con mucho la mayor atención, y más teniendo en cuenta lo rápido que Blake y Lin escaparon.

Nosotros aprovechamos para charlar con Monroe, uno de los jugadores que más en serio se tomó el partido. Nos contó que el famoso robo cuando Wall se disponía a matar lo hizo por diversión y por tocarle las pelotillas al Wizard y no por instinto competitivo. Todavía no quería pensar en la posibilidad de ser un All-Star el año que viene, y este fin de semana se iba a aprovechar un par de días con amigos a Mexico. Un grande, este Greg.

Después fuimos a ver a Wall que seguía con lo de «just getting better» y a Cousins que metió ficha salvajemente a una de las reporteras, a la que dejó su toalla. Menudo elemento.

Cuando no quedaba nadie pasó por allí Irving que se sacó unas cuantas fotos con el trofeo, familia y amigos en un enorme set que la NBA ha montado en el mismísimo Amway para realizar sesiones sin salir del pabellón.

Y ahí decidimos call it night e irnos a descansar, que ya estamos otra vez a la tarea. Encantados de estar aquí, eso sí. Somos los Jeremy Evans de la prensa.

All-Star Weekend Día 2: Arde Troya I

Desde las 8:30 de la mañana que estábamos citados para asistir a la rueda de prensa en la que se anunciaron los partidos que la selección de Estados Unidos va a jugar para preparar el Preolímpico, dos de ellos en España, hasta las 11:45 en las que el MVP del Rising Stars, Kyrie Irving se retiraban al vestuario, hemos pasado 15 horas, 15 en las que no ha faltado noticia o personaje en ningún momento.

Para muestra un botón, desde el desayuno, no se probó bocado hasta las 8:15… de la tarde. Mamá, que sé que estás leyendo, estoy bien, son cosas que pasan. Hoy podríamos escribir hasta el infinito, pero por cansancio del escriba y para evitar poner a prueba la paciencia del sufrido lector, trataremos de simplificar, y dividirlo por partes.

El día empezó, como ya señalamos, con la rueda de prensa de USA Basketball. Palau Sant Jordi, dos fechas, 22 de julio, contra Argentina y 24 de julio contra España. Además, las dos selecciones latinas completan el triangular el día 20, puede que en Badalona. Los detalles, entradas y demás a finales de marzo. Algo me dice que se van a vender rápido. Vimos las equipaciones que el equipo americano utilizará, y Marc Gasol estrenó su condición del All-Star.

Al acabar, corriendo para el Convention Center donnde tendríamos la oportunidad de charlar con los dos equipos del Rising Stars (sin Jeremy Lin que tenía su propia rueda de prensa aparte, a las 7 de la tarde, en el Amway Center) que iban a entrenar en la pista central. Tal vez por pillarlos después de entrenar en lugar de antes, tal vez porque los tres jugadores con más influencia mediática estaban en el otro equipo, el Team Chuck fue mucho más atento y empleó más tiempo con nosotros que el Team Shaq.

Con Lin fuera de la ecuación, Rubio era el mayor reclamo. Sin Ginobili, Pau o Horford, la comunidad latina, muy abundante hoy, necesitaba un nuevo héroe. Además, si se le suma que hay bastantes medio españoles que se han desplazado hasta aquí, y que su tirón también es grande entre los anglosajones, sabías donde estaba Rubio por la cantidad de cámaras que se agolpaban alrededor.

Del Team Chuck pudimos hablar con bastante tranquilidad con algunos de sus jugadores como DeMarcus Cousins que tenía ganas de volver a ganar en el partido, John Wall que ante las preguntas sobre su juego, el de su equipo o el hecho de que fuera elegido tan tarde en el Draft para el partido tenía la misma repuesta para todas: «Just trying to get better» o Evan Turner que pese al par de posibilidades que le dimos para pedir más protagonismo en el ataque Sixer prefiere ajustarse al sistema del equipo.

Cuando acabamos de hablar con ellos, y tras pasar un ratito viendo como el Team Shaq entrenaba y Ricky Rubio batía récords Guinness, y anotaba 2 de 4 desde el centro de campo, fuimos hacia el Hilton de nuevo, donde tendría lugar la rueda de prensa del Hall of Fame, a la que no llegamos a tiempo, y un poco más tarde el encuentro con los participantes del All-Star del sábado y el domingo.

Esta sesión de encuentro con la prensa se hace en una sala donde colocan 12 mesas diferentes y los periodistas pueden ir de una a la otra preguntando lo que deseen a cualquiera de ellos. Este sistema es maravilloso porque permite el acceso rápido a cualquier jugador, pero ese es también su punto débil: tal vez preguntes algo que ese jugador ya ha respondido mientras hablabas con otro. Tal vez ese jugador este siendo «secuestrado» por aquellos medios que realizan sistemáticamente a todos y cada uno de los jugadores la misma pregunta siempre, sobre el tema que a ellos les preocupa, sin tener en cuenta el contexto del jugador.

Así se suceden secuencias en las que las preguntas acabansiendo -¿Qué opinas de Markieff Morris? -¿Qué opinas del baloncesto en Irán? (nada menos) -¿Cuál es tu videojuego favorito». Luego, encima, se oyen quejas porque Howard responde con un simple SuperMario.

De los participantes del concurso del sábado nos cayó muy bien Jeremy Evans el jugador que entró como sustituto de Iman Shumpert en el Draft y que es de esas personas joviales, que están encantadas de estar allí. Chase Budinger tenía un buen grupo pendiente de él, sobre todo con muchos asiáticos que aún lo recuerdan como compañero de Yao. Los otros dos participantes en mates, no aparecieron porque ya estuvieron con la prensa y no repiten dos sesiones.

En el Este, empezamos por LeBron James que apareció con mochila, ropa de hipster y gafas sin cristales, Wade sin embargo estaba de punta en blanco, vestido con su traje de tres piezas. Vimos reír a Rajon Rondo gracias a algunas de las inverosímiles preguntas que le realizaban, a Deron Williams desviando a golpe de monosílabo cualquier referencia a Dwight y a un ‘Melo que cuando llegamos a él ya (casi) había terminado de responder las preguntas sobre Lin.

En el Oeste empezamos con Durant, que además presentaba «Thunderstruck» una película que protagoniza y en la que hace de sí mismo, y como el 99% de los jugadores cuando hablan, quitaba importancia a los títulos o hitos personales y deseada los éxitos del equipo. Después de dar una vuelta, saber que Dirk aún no había llamado a Barea para felicitarle por la paternidad y que Nash sigue preferiendo el FIFA al NBA 2K12, vamos a por Kobe… ¿y dónde está Kobe?

Tras 30 minutazos de espera, alguien de la NBA se acerca para decirnos que acaban de conocer que Kobe «está enfermo». Explicación que todo el mundo pone en duda, y que no me extrañaría que fuera acompañada de una multa. Kobe reapareció tres horas después, en un compromiso publicitario con Sprite junto a James, Bargnani, Casspi e Ibaka, y cuando le preguntamos por su enfermedad nos dijo que ya estaba bien.

Mañana te contaremos de como siguió el día, y alguna anécdota más sobre el resto de actividades y eventos en los que estuvimos.