Reconstrucción

Jun 7, 2015; Oakland, CA, USA; Golden State Warriors head coach Steve Kerr during the third quarter against the Cleveland Cavaliers in game two of the NBA Finals at Oracle Arena. Mandatory Credit: Kyle Terada-USA TODAY Sports

Este verano, más concretamente el día de la Independencia en Estados Unidos, la NBA recibía un terremoto en modo de decisión por parte de uno de sus principales jugadores. Kevin Durant decidía que el equipo que iba a tener sus servicios iba a ser Golden State Warriors, un equipo que venía de hacer 73-9 en la temporada anterior y que estuvo a nada de ganar el segundo anillo seguido. La NBA se tambaleaba.

Llegamos al inicio, ese principio de temporada donde todos teníamos ganas de ver al equipo en movimiento, pero no esperaban con que delante estuviera un equipo que es como un Ave Fénix, que renace cada vez que lo dan por muerto y que por esa mística, voodoo o magia oculta que sólo Popovich sabe hacer para de nuevo, poner patas arriba toda la NBA ya desde el primer día y demostrar que tiene un Demogorgon como jugador franquicia con nombre de fruta de Nueva Zelanda y apellido casi como una Tortuga Ninja. Pero otro día hablaremos de Lupita.

Después de esa derrota, todo la maquinaria del entorno NBA se puso a especular y hablar sobre unos Warriors que parecía, como su propietario dijo, a años luz, pero esta vez no del resto de los equipos, sino de lo que de ellos mismo se esperaba. Además, todo venía envuelto por un ambiente extraño después del artículo sobre Draymond Green o las cupcakes de Westbrook, todo era un poco extraño, pero sinceramente, para mi todo esto tiene una explicación: reconstrucción.

Vengo de dos super equipos. Me explico. En el pasado no muy lejano de Lakers, la franquicia de la familia Buss ha pasado por dos proyectos de super equipos que ambos acabaron en fracaso, uno más que otro. Por una parte, tenemos a aquel equipo de 2003 con Malone, Payton, Kobe y O’Neal, un equipo que estaba destinado al anillo y que probablemente lo hubiera conseguido de no ser por las lesiones en los PO y por encontrarse a un némesis en forma de Detroit Pistons en las finales… pero ese equipo a principio de año, con todos sanos (y aún con Kobe con todo el tema judicial detrás), molaba mucho verlo jugar. Se divertía y eso se notaba. Lo dicho, las lesiones evitaron un nuevo anillo.

La historia se medio repetía en 2012 con Howard, Nash, Kobe, Gasol y Ron Ron como equipo titular, pero esto si que fue mucho peor y desde un principio se vio que la cosa no funcionaba, con una pretemporada lamentable, con Mike Brown, ahora asistente de Kerr (ahí lo dejo…), como entrenador que nadie quería, con Nash viejo y Howard casi sin espalda, el equipo fue una rémora de lo que se esperaba entrando en PO casi de milagro y cayendo a las primeras de cambio con más pena que gloria.

Por eso, cuando todo el mundo hablaba de super equipo en La Bahía, un servidor lo tomaba con pinzas, ya que sí, está Curry, Thompson, Green…y ahora Durant, pero todo eso tiene que engrasarse y los cambios internos, sobre todo en la 2a unidad son casi vitales para este equipo.

De la plantilla que sorprendió al mundo entero hace 2 años consiguiendo el anillo para la gente de Silicon Valley, sólo quedan 5 jugadores, es decir, así como siempre se ha dicho (y se ha visto) que las grandes dinastías han sido equipos que han perdurado durante años, aquí sólo Curry, Green, Thompson, Livingston e Iguodala permanecen, es decir, se han cambiado tanto dentro del quinteto, como, sobre todo en el banquillo.

Aunque las rotaciones de Kerr nunca han sido largas, sí es cierto que otros años jugadores secundarios han dado ese paso adelante para muchas veces salvar al equipo, quien no recuerda a David Lee en las finales o el año pasado la explosividad de Barbosa en algunos partidos. Ahora mismo todo eso ha cambiado.

Livingston de momento no ese jugador que salía y casi dominaba las segundas unidades, a Iguodala de momento no se le ve bien y parece que Kerr quiere confiar mucho más en Clark o si me apuráis en el veterano West, es decir, una rotación totalmente diferente a la estaba acostumbrado el equipo, ya no digo hace dos años, sino en la temporada del record.

Steve Kerr dijo este verano al respecto, que el inicio de temporada no iba a ser como la anterior, sino que este año iba a haber mucho experimento y personalmente pienso que aquí se refería a esa rotación, a ver como puede acoplar las piezas secundarias a esta máquina que todavía le falta bastante por engrasarse. Los titulares jugarán bien entre ellos, aunque a todos nos chirríe el próximo All-Star georgiano, pero el núcleo principal tiene que jugar bien sí o sí, por mucho que a Thompson lo haya gafado yo con la Fantasy o que Green toque menos balón, me da igual, está Durant y está Curry, y esto por si sólo ya vale, el problema de reconstrucción está detrás, en el banquillo, donde hay gente que es muy residual como Varejao o McGee, donde antes había gente que aportaba al equipo como Ezeli, Barbosa o Speights.

Toca reconstrucción en Warriors y aunque el otro día en Porland se empezó a ver como la cosa carbura, sobre todo Curry, toca tener paciencia si eres aficionado de Warriors y esperar un poco si eres aficionado en general a la NBA. Este equipo no va a ganar 82 partidos (técnicamente ya no puede, lo se), pero este equipo no van a ser Lakers de 2003 y ni mucho menos los de 2012.

Ese extraño equipo

512130600

Hace poco más de un año, en la segunda ronda de Play Offs se enfrentaban en el oeste el equipo de todos, Golden State Warriors frente a Memphis Grizzlies.

La escuadra de David Joerger, llegó al cuarto partido con 2-1 a su favor y una sensación general de que la serie estaba más balanceada hacia Tennesse que para donde al final fue. Todo eran alabanzas a la forma de plantearlo todo de Grizzlies, desarbolando de forma tremenda el juego de unos Warriors que hasta la fecha estaba siendo casi incontestable.

Memphis se sustentaba en un trio del cual a partir de él todo rondaba sin problemas. Marc Gasol y Zach Randolph en la pintura haciendo lo de siempre y que todo el mundo ya tiene en mente, junto con una dirección de todo de la mano de un Mike Conley a nivel All-Star. Todo estas piezas bien encajadas hacía que los Tony Allen, Vince Carter y demás fueran aditivos a una formula que estaba muy bien cuadrada.

No ha pasado un año y de la identidad de ese equipo queda más bien poco. Ya no es ese equipo reconocible y que sabías que podía pasar o por donde te podían sorprender. Las lesiones es uno de estos grandes factores, su jugador franquicia ya se pierde el resto de temporada.

Marc Gasol tiene la misma lesión que tuvo Jordan al inicio de su carrera y que como veis no le afectó mucho para luego, pero bueno, también podemos decir que tiene la misma lesión que Yao Ming…y bueno, ya sabéis que pasó con el gigante chino y su dolencia. Con lo cual las incognitas van más allá de si puede jugar en Rio o no, algo que la franquicia de Justin Timberlake ahora mismo creo que ni se plantea, pero bueno, ya sabemos como somos por aquí cuando nos ponemos chovinistas.

Pero lo que hace realmente extraño a este equipo son los últimos movimientos que ha hecho en estas semanas, deshaciéndose de jugadores que estaban contando en la rotación de Joerger de una forma más que habitual como Lee y Green y metiendo en su lugar cosas como Lance Stephenson o Birdman, algo muy extraño. Con Mario Chalmers que da la sensación de estar más gordo con la camiseta de los ositos que cuando estaba en South Beach, todo muy extraño, ya que con la tontería en el equipo se han juntado Randolph, Barnes, Allen, Stephenson, Birdman, Chalmers… toda una retaila de buena gente o de gente que si sale alguna noticia extraña en el TMZ te la crees en un 99% de posibilidades.

Con todo esto Memphis está con un récord positivo y tranquilamente en el oeste con 33-23 al día de escribirse esto y con un 7-3 en sus últimos partidos, un porcentaje más que aceptable para una franquicia que si no te dicen esto que te acabo de contar, estarías pensando que en su mente tiene más tanques que otra cosa.

Es extraño, raro, pero habrá que ver si Joerger puede juntar todas las piezas y seguir haciendo de Grizzlies ese equipo fiable que en cualquier momento te la puede liar, de momento es curioso verlos jugar y encima con Lance allí, en cualquier momento pueden pasar cosas así:

Hay que arreglar el All-Star Game

Este artículo es el que cada año hago después del All-Star, donde repaso lo que ha sido el fin de semana de las estrellas en la NBA, donde las 3 jornadas siempre hay algo que contar. Pero este año voy a cepillarme esto porque me da la gana y voy a hablar de algo bastante más serio y que tenemos que hacer entre todos algo. Hay que arreglar el All-Star Game.

Anoche, cuando Marv Albert comentaba que el marcador del Air Canada Centre no tenía un 2 delante en la primera cifra, para poner 200 en los puntos, una parte de mi entraba en un modo de auto combustión interna que hacía que tuviera que escribir esto que estáis ahora mismo leyendo. El partido de anoche se quedó a nada de que dicho marcador entrara en un Efecto 2000 y el Apocalipsis reinara dentro del departamento de IT del comité organizador del ASW, con un marcador de 196-173 para el Oeste, algo que ni los Suns de D’Antoni o los actuales Warriors sueñan en sus noches más húmedas.

Siempre he dicho que el inicio de lo que vemos hoy en día fue en el All-Star de 2004, más concretamente en el partido de Rookies donde por primera vez jugaba LeBron James, Carmelo Anthony…y todo ese famoso Draft de ese mismo año, en esa edición el partido de los jugadores de primer año contra los de segundo, se dedicaron, sobre todo en los minutos finales a hacer un improvisado concurso de mates, con los jugadores quedándose parados en media pista esperando el mate de turno. A partir de este momento, los ASG se han convertido en un concurso de mates-triples en medio de un partido, algo que conforme están pasando los años está haciendo que el récord de anotación se supere edición tras edición.

Sí, desde esta parte del Atlántico vemos el partido como algo más que una pachanga, pero en USA el evento del domingo es algo más que importante, algo que figura hasta en algún contrato que otro con la consiguiente bonificación por jugarlo, todo un honor, todo un hito en tu palmarés el poder asistir a tan magno evento, de hecho, fijaros que hasta los jugadores lesionados tienen que hacer acto de presencia y ser presentados, vamos, es algo que tiene muy buena consideración, pues bien, os lo estáis cargando.

¿Cómo podríamos arreglarlo? Pues la verdad es que no lo se. A mi me gusta el formato y soy clasicista en ese aspecto. Me gusta el Este vs Oeste, los de un lado, contra los del otro, pero hay que hacer algo más para que esto no se convierta en una reunión de colegas con los hijos de los mismos en el banquillo haciendo cucamonas. Hay que ponerle algo de seriedad. Cierto que a esto también afecta la NBA que vemos hoy en día, es decir, una liga donde rara vez se ve algún pique tremendo y donde las rivalidades están contadas con los dedos de media mano. No, no hay la mala leche (o puñeterismo) de los 80 o 90 por decirlo de algún modo.

¿Ideas? Pues sinceramente como decía antes no me vienen muchas, tal vez como alguien dijo que los jugadores fueran elegidos en la misma pista por un entrenador u otro para conseguir algo de pique, pero esto echaría por suelo el misticismo del Este vs Oeste. Otra opción que se me ocurre es algo parecido a lo que han hecho en la NHL donde se han montado una especie de rey de la pista o no se, hacer como en los Rookies un USA vs Mundo? Aunque este año sólo ha habido 1 europeo en pista…

Los jugadores se lo toman como una fiesta, como un premio, como un descanso en una más que sobrecargada temporada, un soplo de aire fresco, pero habría que sentarlos y decirles 4 cosas a estos jugadores.

Me gustaría que en una edición se abucheara, se mostrara el publico cabreado con lo que está viendo. Sí, sois los mejores, pero os quiero ver competir mínimamente, no de risas y defendiendo a lo Harden (antiguamente) cada una de las jugadas, es decir, ni con la mirada. No pido que haya sangra y malos modos, sólo pido que un equipo quiera ganar, que tenga un incentivo para hacerlo y sobre todo para que el otro equipo no lo haga, que tal vez lo que necesitamos es eso.

Necesitamos que los jugadores que acuden a la cita de cada febrero tengan algún tipo de motivación, no se, agregar 10 millones de seguidores en Instagram a los jugadores que ganen o algo similar que haga que esta gente se ponga las pilas y realmente nos muestre algo que recordar. No me gusta lo del factor cancha para la conferencia que gane, como se hace en la MLB por ejemplo, no creo que esto sea una buena vara de medir, pero sí opino que la liga debe hacer algo para que esto no se convierta en partidos de 200 puntos, donde cada uno va a ver que mate o desde donde puede tirar.

Me gusta que sea una fiesta, que hayan cosas excéntricas, pero quiero competición, quiero piques, quiero a ese Iverson motivado para remontar 20 puntos, eso es lo que quiero, no tener que espera a que el partido esté igualado para igual en los últimos 5 minutos ver algo, para eso…que el partido dure 5 minutos.

No lo se, pero Adam Silver que se que lees esto, algo tienes que hacer para que en Charlotte el año que viene no veamos el 200 en el marcador y que sobre todo, cada vez la gente tenga menos ganas de ver el partido, que eso sí que sería triste…

Encrucijada en DC

En la capital de Estados Unidos reside uno de los equipos con mayor incertidumbre en la NBA para los próximos años, Washington Wizards, un equipo que parecía con un futuro tremendo y que ahora mismo todo son incógnitas.

Cuando en julio de 2014, Ernie Grunfeld firmaba a Paul Pierce, todo el mundo vio en este movimiento una primera piedra para atraer al hijo pródigo a casa, que no es otro que el 35 de Thunder, Kevin Durant. La gente ya empezaba a hacerse sus pajas movidas mentales en plan: Pierce será el encargado de reclutar a Durant cuando éste quede libre, qué gran movimento, ya está todo cantado, etc, etc, etc. Y todo esto se veía acrecentado al ver que Lebron James volvía a casa.

Wizards tenía a Pierce, a un Wall ya llegando a su plenitud y con Beal demostrando que puede ser una pieza más que codiciada para cualquier franquicia y con futuro prometedor. La cosa pintaba bien.

La temporada fue medianamente como todo el mundo esperaba de un equipo que sin ser élite del Este, si que es uno de los animadores, por decirlo de alguna forma, quedando 5os a sólo 3 victorias de tener el factor cancha en primera ronda frente a Raptors, aunque sinceramente no hizo falta porque todo el mundo recuerda el 4-0 que los de DC cascaron a los norteños. Todo un manotazo encima de la mesa.

La gente empezaba a ver a Wizards de forma diferente y Randy Wittman, uno de los entrenadores más criticados de toda la NBA, se sacaba de la manga una formación dandole mucho protagonismo al número 3 del Draft de 2013, Otto Porter, de esta forma llegó a la serie contra el equipo de moda en el Este (y casi en la NBA con permiso de Warriors), Atlanta Hawks.

Lo que pasó en  esa serie ya nos lo cabemos todos, con partidos épicos (quien no recuerda el triple no válido de Pierce?!?!) y que aunque la serie acabó 4-2 para Hawks, perfectamente podía haberse ido de la mano de los capitalinos y así situarlos en las finales de conferencia, bastante antes de lo que esperaban.

Pero en verano Paul Pierce, el cual sólo había firmado un año, decide salir a la agencia libre y notifica a Grunfeld que va a firmar con Clippers y que se marcha de Wizards. Con lo cual, una de las piedras filosofales del proyecto de Washington para atraer a Durant se iba por el mismo camino que había venido, en busca del anillo con Doc Rivers a su casa de LA. Así que todo por el aire y a volver a pensar.

Con todo esto nos metemos en la nueva temporada donde Wizards no está jugando como todo el mundo pensaba, firmando en verano veteranos y estructurando el proyecto sobre esa base. Las lesiones tampoco han ayudado, sobre todo Bradley Beal, la gran esperanza por tierras del Capitolio y que está teniendo una temporada más que irregular.

John Wall, el jugador franquicia, ha visto como ha pasado de presentar zapatillas nuevas a quedarse sin contrato de ropa deportiva, que aunque esto puede ser un simple detalle más, para esta gente este tipo de cosas afecta y más cuando en su día el 2 de Wizards era la imagen de Reebok. Vamos, ha pasado del todo a la casi nada.

A Wall le quedan todavía 3 años de contrato, justo los mismos que a Gortat, los dos jugadores ‘base’ del equipo. Bradley Beal acaba este año, pero es agente libre restringido y todo apunta a que Washington no le va a dejar escapar ni de coña. Otros jugadores más de intendencia como Dudley o Sessions acaban este año y pueden ser carne de traspaso para intentar rascar algo por ellos. Mientras que huele que los días de Nene en DC se acaban este verano también…

Washington tiene una dura tarea por delante. Con una plantilla con varios veteranos ya en la cuesta abajo de su carrera y con varios jovenes los cuales ahora mismo son una gran incognita, el futuro que tiene por delante Grunfeld no es tan rosa y bonito como el que ideó en su día, ahora todo. Después de 13 años delante del proyecto de Wizards, el crédito ya se le empieza a ir acabando después de varias metidas de pata y lo de firmar a veteranos este verano es algo que está resultando ser un desastre para lo que todo aventuraba como un equipo joven y molón de ver.

Fuera ahora mismo de PO, con Wittman más que cuestionado, el futuro que espera a Wizards no es para nada aquel que se vislumbraba hace un par de veranos, cuando todo el mundo pensaba que iba a ser la el destino preferido para el MVP de Seat Pleasant y cuando ya se empezaba a hablar del Big 3 con Durant, Wall y Beal.

Habrá que ver que movimientos vemos por DC en verano, pero ahora mismo, si tuviera que apostar, cosa que como sabéis es más bien gafarrón por estos lares, diría que Kevin Durant no jugará en DC el año que viene…

 

VHS

VHS

Mañana de un día cualquiera de la época pre-internet, de cuando no había Twitter, ni League Pass, ni descargas poco legales, ni nada que se le pareciera. Te levantas y mientras vas más que medio zombie al baño, sales, empiezas a ser persona humana, aquellos que sean humanos claro, y tu mente empieza a clarificarse, sí, anoche dejaste el vídeo grabando porque había NBA.

Lo primero que toca hacer es rebobinar esa cinta que ya está más que regrabada y piensas, tendré que ir haciéndome a la idea de pillar una nueva, esta vez de 4 horas así puedo poner dos partidos dentro o uno largo si tiene varias prorrogas. Te tomas el desayuno y el rebobinado acaba, le das al play, y después de varias distorsiones de las mil cosas que hay grabadas ya al iniciar, empieza la mítica intro, esa que te sabes de memoria donde Montes dice lo de ‘EL SEXTO ANILLO!!!! JORDAAAAN!!!‘, bien, se ha grabado bien piensas.

Lo siguiente que te viene a la cabeza es esperar que estén Montes y Daimiel, sí, la gran pareja que hace que un partido cualquiera se convierta en todo un acontecimiento, si se da el caso que no están ellos, la decepción te embarga y sólo deseas que haya estado bien el partido, en mi caso, el Teletexto del día anterior hacía que supiera que partido se iba a dar, si era Lakers, mejor, sino, lotería.

La extraña pareja asoma y una sonrisa se dibuja en tu boca mientras acabas los últimos sorbos del vaso de leche del desayuno. Hoy no hay clase y toca ver NBA en pijama, tirado en el sofá y deseando que ese tiempo que la noche anterior pensaste para grabar haya sido el suficiente para ver ese partido que has programado en tu vídeo.

Te veías el partido entero, ellos lo hacían posible y además era un incordio supremo el tener que tirar la cinta hacia adelante para saltar la publi y los comentarios… además que esto fastidiaba de sobremanera la cinta y que leñe, había pereza a esas horas de la mañana. Esta sin duda era otra razón de más para esperar que Montes & Daimiel fueran los comentaristas del partido.

Luego podían pasar mil cosas, lo cual daba un toque de aventura muy jugón al tema, a saber: que el partido su hubiera alargado por mil motivos y no hubiera entrado en tu franja de programación del vídeo, con el consiguiente cabreo al no saber/ver el final del partido, o el final de la historieta de Daimiel sobre cierto restaurante en Nueva York o a veces era peor y apurabas tanto la cinta que metías dos en una y llegaba el final del VHS y tu te ibas temiendo lo peor, hasta que el vídeo se paraba y empezaba a rebobinar de nuevo, con el consiguiente cabreo también.

Ahora mismo hay una generación entera que probablemente esto no lo conoció jamás, pero así era la NBA no hace mucho, sin partidos todos los días y cuando había uno deseabas que se juntaran una serie de factores para hacer de esas 2 horas, un rato divertido, entretenido y para pasarlo bien, como siempre, tirado en el sofá, mando en mano y confiando en el VHS.

22-1-6 81

hi-res-56648126-kobe-bryant-of-the-los-angeles-lakers-points-in-the-air_crop_exact

Hoy se cumplen 10 años de uno de los momentos más épicos en la historia de la NBA, los 81 puntos de Kobe Bryant ante los Raptors.

Como por aquel entonces no había Crónica como la conoces ahora…aunque sí hablé del partido, ni tampoco Twitter, hoy tenemos algo especial en La Cheslón, en nada, voy a ponerme de nuevo el partido y lo voy a ir comentando aquí en directo conforme voy viendo cosas, algo diferente, algo que no pude hacer hace 10 años, pero que hoy va con todos vosotros… empieza el partido.

Bosh, Peterson, Bonner, JALEN ROSE y Mike WHO???? por Toronto, mientras que por Lakers, Smush Parker (!!!!), Odom, Kwame Brown (!!!!!!!!), Chris Mihm y… Kobe Bryant. Estaría bien decirle alguna cosa a Smush ahora mismo, pero vamos, con el salto inicial: Mihm vs Bosh. Primera bola para Toronto.

La primera canasta del partido…un mate de Smush Parker. Tremendo, la de vueltas que da la vida, Jalen Rose pone cara de WTF, vamos la misma cara que estamos ahora mismo poniendo todos. Más que divertido que los siguientes puntos de Lakers llegaran de la mano de Kwame Brown, todo muy cómico.

Kobe Bryant se estrena al poco tiempo, con una bandeja marca de la casa, que tremendo es verle con esa agilidad de aquel entonces con el 8 a la espalda. Mientras Smush Parker sigue pareciendo un base competente y todo anotando con facilidad.

Raptors empezó el partido muy serio, en los primeros 6 minutos, Con Charlie Villanueva saliendo desde el banquillo y haciendo cosas muy interesantes. Lakers perdidos con jugadas esporádicas, pero sin un plan de juego definido.

Enfocan ahora en banquillo lacustre, y Sasha Vujacic sale a escena con cara de chavalin y de no haber roto nunca un plato, y a su lado el mejor entrenador de la actual NBA… Y ya que estamos con pintillas, tremendo Sam Mitchell y su look de componente de Boyz II Men.

Chris Bosh por aquel entonces llevaba sólo 3 años en la liga y ya demostraba cosas tremendas, todavía no era el amo de Toronto, pero vamos, ya quedaba poco.

Primer tiempo muerto, 25-19 para Raptors a falta de 2:50 en el primer cuarto, de momento, la cosa tranquila, mientras el 43 de Lakers salía a la pista, es decir, sí, amigos, Mr Brian Cook!!. Vaya tela el equipito que tenía Lakers por entonces…

Bryant ya con 10 puntos en 10 minutos… Pero la defensa de Phil Jackson hacía aguas por los cuatro costados y Raptors tenía muuuuucha facilidad para cabar sus ataques en canasta…de qué me suena todo esto? Por cierto, sale Calderon.

kobe_bryant_7

El primer cuarto acaba con un marcador muy alto, 36-29 y de momento las defensas se han quedado fuera del pabellón, por la avenida Figueroa.

El segundo cuarto es un poco más de lo mismo, Toronto a su ritmo y Lakers viéndolas pasar, con unas defensas que eso, que no estan, pero con un mayor acierto ofensivo por parte de Chris Bosh & cia. Kobe, sigue anotando y a mediados de cuarto ya lleva 17, y el resto de Lakers, 20.

Tiros libres par Pape Sow, sí, alguien con ese nombre jugó en la NBA.

Acabando el segundo cuarto, Lakers totalmente perdidos en la pista, cometiendo errores, perdidas y haciendo faltas tontas. Mientras, Toronto haciendo un partido infinitamente serio con Mike James anotando con facilidad y Chris Bosh dominando bajo tableros. En Lakers a parte de Kobe, el cual ya empezaba a anotar más fluidamente, Smush Parker es la única referencia ofensiva de los de LA.

Kobe 26 puntos a a media parte. El resultado, 63-49 cuando llegamos al descanso. Toronto sigue dominando con un 62% de tiros de campo frente a la no-defensa de los de Tio Phil.

Lo bueno de ver el partido así, es que ahora puedo darle al pause tranquilamente y beber agua, escribir por aquí y quien sabe si coger algo de comer. Me espera la segunda parte. Quiero ver más a Pape Sow.

Buah, en serio, si los Lakers actuales son una banda, en lo que llevamos de partido, estos Lakers de 2006 eran banda y media. Smush Parker ya se había quitado la cinta, a ver si así hacía algo más. Kobe en el momento que tenía la pelota, sólo pensaba en atacar y atacar, lo tenía claro, o él o nadie, pero 18 arriba Raptors a falta de 10 min para acabar el 3Q. Mala pinta para Lakers.

Empieza el show. Kobe ya lleva 38 y tiene esa mirada de: hoy me entra todo. 2 triples seguidos y la ventaja que rozaba los 20 ya está más cerca de los 10. Pero esa mirada, ya no recordaba esa mirada…

A todo esto, en Lakers, quitando de Kobe, el resto de jugadores seguían con la apatía de la primera parte, vamos o Kobe o nada, así estaban las cosas en 2006. Odom estaba con 0 puntos a estas alturas de la película. Bryant ya había metido 19 puntos seguidos para Lakers hasta un tiro libre de Odom. Es lo que hay. Otro triple. 3 seguidos y Sam Mitchell pide tiempo muerto porque la ventaja ya está en 10 y Bryant lleva 41 a mitad del 3Q. Era ya el 13o partido de la temporada con más de 40 puntos para Bryant.

Stu Lanz y Bill MacDonald, los locutores de Lakers, comentan que Kobe está ‘in the zone‘, y sí, lo está y de forma tremenda, empezando a tirar casi conforme tiene la pelota, pero metiéndolas limpias que es lo mejor de todo, aún así, Raptors sigue arriba a falta de 5 min. para acabar el 3Q.

A falta de 4 minutos para acabar el cuarto, Kobe 21, Raptors 15, ese es el parcial y ya la gente empieza a levantarse de sus asientos cada vez que el 8 de Lakers lleva la pelota…Y mientras Odom, haciendo sus míticas Lamarodomadas que tanto de quicio me sacaban.

En cuarto se va cerrando y la igualdad manda en el marcador, mientras en la tv muestran el calendario de Lakers, cuyo siguiente partido iba a ser frente a los Warriors. 49 Kobe, 23 ya en el cuarto a falta de 120 segundos para acabar el tercer cuarto.

Kobe roba el balón a Calderon, lo lucha en la media pista, casi sale, pero llega a canasta solo y hace mate con violencia mientras grita a la grada. Primera ventaja de Lakers en el partido a falta de 1 minuto para acabar el cuarto, y el de Lower Marion ya con 51 a sus espaldas. Lakers estaba desatados y el Staples ya patas arriba, rendido a Kobe Bryant y todavía quedaba un cuarto. 91-85 al final del 3o. 53 para Bryant.

Chris Bosh jugando con unas Converse, cosas que cambian en 10 años.

Kobe sigue atacando la canasta, pero ahora con menos acierto. Se le empieza a notar cansado y claro, Raptors lo usa para atar a Lakers en el marcador y no irse del partido.

El partido empieza a meterse en la zona divertida, donde se decide quien gana y quien no y Bryant está en fire. En la retransmisión sacan que hace poco consiguió su marca personal contra Dallas, pero vamos, eso iba a quedar en breve en el olvido.

Lakers estaba 7 arriba, pero a parte de lo que se estaba cascando Kobe, los % de Raptors habían bajado de forma alarmante hasta el 30%, con una defensa más presionante de Lakers y para que nos vamos a engañar, no era normal el nivel de acierto de Toronto de la primera parte. Sale Vujacic al campo, cara de chavalin y con el 18 a la espalda…ahhh y con pelo corto.

61 a falta de 6 minutos y a nada de superar esa récord personal que hemos comentado antes, aún queda muuuuuch, demasiado tal vez para Raptors. Con 3 tiros libres, llega a los 64 y supera su récord personal. El público en pie.

70 después de 2 triples. El Staples es una orgía brutal de los aficionados celebrando que están viendo historia, mientras Bryant seguía enchufándolas de todos los colores y Raptors estaba sumidos en una catarsis colectiva que no les hacía hacer nada de nada. Y Kobe seguía con esa mirada a falta de 4:24 para acabar el partido.

15 arriba para Lakers a falta de 3 minutos, Kobe había conseguido dar la vuelta al partido, mientras seguía buscando puntos y más puntos. El partido ya había pasado a segundo plano y todo se resumía en ver en cuantos puntos se quedaría Bryant al acabar. La gente en pie siguiendo los minutos finales. Historia.

Los compañeros quieren sumarse a la fiesta y constantemente buscan a Kobe para que este pueda tirar y subir sus puntos, los cuales a estas alturas del partido vienen en su mayoría a partir de tiros libres donde la grada aprovechar para gritar aquello de M-V-P. 79 a falta de 90 segundos.

Tiros libres. 43 segundos. Bryant mete ambos. 81 puntos y Phil Jackson decide cambiar a Kobe (Devin Green entra por él). Dedo en todo lo alto en una de las imágenes más icónicas de la NBA moderna.

Se acaba el partido, el público se queda a oir a Bryant hablar sobre el partido y sobre sus 81 puntos. Noche histórica en el Staples quedándose a ‘solo’ 19 de la mítica marca de Wilt Chamberlain. La gente grita Kobe, Kobe, Kobe mientras el 8 de Lakers se retira al vestuario.

22-1-6, 81 puntos para la historia.

¿De qué equipo soy?

1000509261001_1432190081001_Bio-Biography-Magic-Johnson-SF

Normalmente cuando elegimos ver un deporte y seguirlo hasta el punto de acabar leyendo un artículo como este, es porque o bien nos encanta ese deporte y nos da igual quien juegue contra quien, o bien por razones que luego trataremos eres de un equipo y eso te ha hecho poco a poco amar este deporte…o lo mejor, una mezcla de ambas.

La NBA nos pilla lejos, un océano de por medio y que gracias a ese maravilloso invento llamado Internet, hace que el Atlántico sea un simple charco de una tarde lluviosa. Ahora todo nos llega al instante, tenemos la oportunidad de ver todos los partidos, todas las declaraciones, todo el pre y postpartido casi al mismo tiempo que se realiza, eso hace que seguir la NBA, si quieres, sea fácil, divertido y apasionante.

Pero cada uno de nosotros tenemos un rinconcito para nuestro equipo, habrá gente que lo tendrá más grande o más pequeño, pero todos somos de un equipo. La gran cuestión de cómo nos hemos hecho de ese equipo, que en el mejor de los casos está a 6 horas de cambio horario, ya que el factor ‘es el de mi ciudad‘ o ‘es el de donde estudié‘, no puede aplicarse (en la gran mayoría de los casos).

El ciclo de las victorias en la NBA hacen que ser de un equipo o hacerse de un equipo sea o dependa de en qué época te enganchaste a esto, si fue en los 80, Lakers, Celtics o Pistons tienen muchas papeletas, si fue en los 90, probablemente seas de los Bulls y luego vino el nuevo siglo y con él la irrupción de Gasol y los Grizzlies, Spurs, Garnett, Iverson, Kobe, LeBron, Carmelo, Durant…y así hasta llegar a Curry que el último gran punto álgido.

Mi forma de ser de Lakers fue igual algo diferente, corría allá por el 87 cuando no me preguntéis por qué, pero un tío mío me regalaba una sudadera de Lakers, a partir de ese momento un servidor ya fue dorado y purpura. Recuerdo, ver en repeticiones Cerca De Las Estrellas, porque claro, no me iba a quedar hasta las mil despierto y porque creo que por aquel entonces dar esto en directo no estaba a la orden del día.

Final del 88, donde Lakers se llevaba el anillo tras derrotar a Pistons. Era la rivalidad de la época con los míticos Bad Boys repartiendo por todos lados y unos Lakers comandados por Magic. Eran fáciles de hacerse querer y así consiguieron un lacustre más. Después de esto he sido en mayor o menor medida la NBA, hasta llegar al día de hoy donde ver a Lakers es más que una alegría, un acto de fuerza…pero eso da para otro post…

Luego existen aquellos aficionados que se han hecho de un equipo por un jugador, el claro ejemplo de esto puede ser Jordan y los Bulls de los 90. Mucha gente siguió la estela de Michael Jordan y aquellos Bulls con Rodman, Pippen y Tito Phil hicieron que se vieran muchas camisetas rojas con el 23. El gran problema de este tipo de aficionados, es decir, aquellos que son de jugadores y luego de equipo, es ver que hacen cuando dicho jugador cambia de equipo, ejemplos de esto lo podemos tener en Gasol, Carmelo o el propio LeBron James. Jugadores que empezaron en un sitio y han seguido a otro. Conozco casos de gente que se ha hecho siempre del equipo donde ha estado el jugador, válido también, aunque algo chaquetero.

Supongo que el ver a Warriors hacer lo que están haciendo sirve para que el nivel de sus seguidores esté aumentando y me alegro, es una franquicia que siempre ha sido muy ye-ye, con sus equipajes, con su cancha y leñe, siempre ha caído wai. Recuerdo aquel equipo de Golden State que siendo cabeza de serie 8 en el oeste, se cargó en primera ronda a unos Mavs que tenían una pinta tremenda…

Pero seas del equipo que seas, siempre estará la NBA detrás y más que probablemente que te guste apreciar lo bueno de cada sitio, veas los 82 partidos de tu equipo o simplemente aquellos interesantes, siempre habrá algo para ver en esta liga, aunque siempre tendremos nuestro rinconcito para nuestro equipo.

Un cuarto

News-Simmons

Andamos ya pasado el primer cuarto de la temporada y creo que ya podemos ir cerrando algunas cosas que hemos ido viendo en estos partidos.

No es que tenga la verdad absoluta en estas afirmaciones que voy a dar y probablemente la mitad ni se cumplan luego, pero oye, me apetece hacerlo y punto.

MVP, MIP, yerno perfecto y Fallera Mayor: La persona que piense que Steph Curry no es ahora mismo el mejor jugador, es que no ha visto ningún partido de Warriors este año. Creo que se ha escrito ya lo suficiente sobre el equipo de Kerr Walton y sobre el actual MVP, pero todo es poco para definir lo que estamos viendo este año. Es el mejor y si no pasa nada raro, repetirá MVP a final de año.

Mejor entrenador: Vamos a partir de la premisa que mientras esté Popovich entrenando, este premio debe ser para él ad eternum. A partir de aquí, lo que está haciendo Walton con Warriors tiene mucho mérito, con Kerr aún convaleciente de la espalda ha cogido a un equipo y le ha dado otra vuelta de tuerca. Vale que pensaréis: Warriors lo tenía todo hecho y Walton sólo los pone, sí, correcto, pero durante el partido el que pide los tiempos muertos y hace las rotaciones es el ex Laker, así que mucho méritonlo que está haciendo. Los dos entrenadores que más expectación habían levantado lo están haciendo más que bien en Chicago y OKC, sin complicarse y haciendo las cosas sin extridencias. Mención especial para Byron Scott que con una táctica brutal está haciendo lo de Sixers pero sin que todo el mundo hable de ello.

Rookie del Año, propietario del Empire State, Alcalde de NY y dios del MSG: Porzingis!!!!! Aún recuerdo la noche del Draft, los frikiseguidores que van al evento del Barclays Center y a su vez seguidores de la franquicia de La Gran Manzana, abucheando cosa mala cuando Adam Silver decía aquello de New York ha seleccionado a Kristaps Porginzis. El tiempo ha demostrado que el sevillano ha demostrado que estaba más que capacitado para esto de la NBA, siendo de momento, en un curso de Rookies más interesante, la cabeza del iceberg llamado Karl-Anthony Towns que es sin duda el jugador con mejor pinta de cara al futuro de todos. Porzingis mola, Towns mola, Russell va a molar y Okafor se encuentra envuelto en The Process, con todo lo que ello conlleva.

Mayor sorpresa: Sin duda alguna el cambio en la balanza de las conferencias. Esto daría para un post y tal vez un podcast (leñe! Volveremos!!!!), pero es la puñetera realidad y sinceramente, no creo que haya sido por una subida brutal de calidad por parte de la zona atlántica, sino por equipos en el oeste que no están dando todo lo que se esperaba de ellos, ejemplos claros de esto son Memphis, Clippers y sobre todo el desaguisado actual que hay en Houston. Sinceramente, nadie esperaba que ahora mismo los octavos de cada conferencia, uno vaya 10-13 y otro 13-11, no es normal y veremos como acaba la temporada regular.

Mayor decepción: Casi al hilo de lo anterior, sin duda alguna la decepción de lo que llevamos de curso es Houston Rockets. Todo empezó con un equipo fuera de forma, con Howard incapaz de jugar back-to-backs, con Lawson en plan pasando de todo y con un Harden que a diferencia del año pasado, este verano lo ha pasado más dedicado a la crónica rosa que a otra cosa. Y vuelvo sobre esto. El verano pasado USAB pasaba por nuestro país para demostrar que son los mejores, en ese equipo lleno de mega estrellas, todas fueron a demostrar que realmente merecían estar allí, esto hizo que James Harden pasara un verano competitivo, entrenando y demostrando que es grupo de arriba. Esto hizo que llegara al inicio de temporada con ub estado de forma brutal que luego la inercia ganadora del equipo hizo que Harden fuera el 2o en el MVP y con mucha gente subida a su carro. Este año la cosa no ha sido así y leñe, eso se nota y vaya que lo está notando Rockets…y ojo! Que ahora mismo está empezabdo a hacer unos partidos tremendos, pero no, no es el del pasado año…dentro y fuera de la pista.

Ben Simmons Run: Lakers vs Sixers, una serie a 7 partidos y el vencedor se lleva el pick 1, así al menos damos aliciente a los que ganan y no a los que pierden. Aquí no están habiendo sorpresas este año. Cierto que Lakers por sus rookies (meto a Randle ahí) podrían ir a más, pero El Capitan Almirante en Jefe del Tanque Lacustre se ocupa de que esto no sea así. Sixers es lo que es, un caos de jugadores comandados por un entrenador que quiere ganar pero que no tiene mimbres para hacerlo. Así que si no hay magia de lotería de por medio, y no, Cavs no van a estar en el ajo, el Pick 1 irá a la Campana o a la Avenida Figueroa.