Avance de temporada 2013-2014: Indiana Pacers

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El año pasado todavía eran una promesa, y este, ya son una verdadera realidad. Indiana es un equipo que aspira a todo, con un futuro brillante además a medio plazo, ya que muchas de sus piezas son jóvenes y están atadas a contratos de larga duración.

Y este equipo todavía tiene margen de mejora, aunque no parezca posible. La defensa más efectiva de la Liga la pasada campaña, producto del magnífico sistema de Frank Vogel, es casi perfecta, y como mucho puede, y debería, mantenerse. Continúa Roy Hibbert, pilar clave que sostiene la estructura, protegiendo el aro sin necesidad de ayudas, y un grupo de jugadores exteriores magnífico con Paul George de protagonista, que puede emplear su tiempo en proteger el perímetro. Pero estuvieron lastrados por un pobre banquillo, y las incorporaciones a la segunda unidad, además de la vuelta de Danny Granger, harán que esta plantilla sea más profunda. Y un ataque, que empezó mal pero fue mejorando durante el año tiene la oportunidad de empezar a tope en esta nueva temporada.

  • Radiografía de los Pacers

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Quinteto de lujo… 

Junto a los 3 últimos finalistas (Miami, San Antonio y OKC), los Pacers son uno de los seis equipos que pueden comenzar la temporada con el quinteto que más utilizaron el año pasado (Toronto y Washington, son los otros dos). Gracias a que sólo se perdieron 25 partidos entre todos, Hill, Stephenson, George, West y Hibbert fueron el segundo grupo de cinco hombres más utilizado en la Liga la pasada temporada, tras los titulares de los Thunder, y eso que sólo jugaron juntos 64 partidos, porque Vogel tardó 6 encuentros en darle un puesto de inicio a Lance, que no volvería a perder.

Además, son eficaces. Estamos hablando del cuarto mejor quinteto de los 25 con más minutos a lo largo y ancho de la Liga, y el 6º entre los 40 con más de 250 minutos (teniendo en cuenta que dos de los grupos por encima, de Memphis y Toronto, fueron utilizados sólo en la recta final de la Temporada), superando en 12.1 puntos por 100 posesiones a los rivales. Si separamos su actuación en las dos partes del campo, estaríamos hablando de la mejor defensa de la Liga (Indiana como equipo es la #1, y este quinteto mejora ligeramente la marca de todos los minutos del equipo en general) y el sexto mejor ataque.

Si os fijáis en la radiografía de los Pacers, y la clase de tiros que permiten al rival en defensa, no les dejan tirar cerca de la canasta o de 3, fuerzan (si eso es posible) malos porcentajes desde esas zonas, y sólo dejan al rival elegir las peores opciones, suspensiones a media distancia. Además, evitan todo lo posible cometer faltas.

Pese a ser uno de los equipos que más rebotean en ataque y más balones pierden, su balance defensivo es fantástico, y evitan los contraataques rivales. Y a media cancha son un equipo con una magnífica capacidad de mantenerse en su sitio, ya que todos los miembros del quinteto, tienen un gran área de influencia, y tienen que preocuparse de rotar mucho menos que otras defensas de élite.

Por fuera, son un equipo con jugadores sobrados de envergadura, y tremendamente oportunistas, que hacen muy difícil hacer circular el balón mediante el pase. De hecho, los equipos suelen atacar a los Pacers directamente desde el bloqueo directo, porque es la opción menos mala y la única que libra del torrente de pérdidas, y suelen tener que confiar en el tiro del hombre alto, pese a que saben de las pocas expectativas de éxito, ya que es muy difícil atacar a Roy Hibbert. Los equipos con un pívot que tira bien en la zona de la bombilla les pueden dar problemas (perdieron dos veces contra Boston y Garnett en la Temporada Regular y una contra Portland con Aldridge acertando en 7 de 9 lanzamientos más allá del tiro libre) pero David West hace un buen trabajo en general tratando de disputar una clase de tiros que rara vez son eficientes.

En ataque, mejoraron ligeramente el rendimiento del año anterior, con Stephenson en el lugar de Granger, gracias a que jugaron de manera más agresiva: anotaron más puntos tras pérdida rival, a la contra, en la pintura (nótese que una sola canasta puede cumplir estas tres situaciones) y producto de tiros libres. Atacando más el corazón de la defensa rival, también lograron abrir más opciones en el perímetro, y pese a que a lo largo de la temporada George tuvo peor porcentaje de 3 que el año pasado, Hill lo mantuvo y Stephenson está muy lejos del acierto de Granger, los números del quinteto titular desde el triple son iguales a los de la temporada anterior (13.8 intentos por 36 minutos con un 38.6% de acierto en 2012, 13.4 con un 39% en 2013 de los titulares). La adición de Stephenson, en su papel de Mini-Westbrook fue muy importante en esta función, ya que contagiaba al equipo con su intrepidez y determinación, que fue de menos a más según avanzó el año. Está claro que no nació preparado, como su apodo en el circuito neoyorquino, Born Ready, insinuaba, pero ahora ya lo está.

Otra parte muy importante fue el rebote ofensivo. Fueron el cuarto equipo de la Liga que más veces recogió sus propios fallos, y quintos en puntos en segundas oportunidades durante la Temporada Regular, y el mejor equipo en ambas tareas en Playoffs. Teniendo en cuenta que su acierto en tiros de campo fue bastante pobre, la habilidad de volver a tratar de anotar fue muy importante para este equipo.

La otra cara fue el alto número de pérdidas (lideraron la Liga ampliamente en faltas en ataque), pero en conjunto tuvieron una excelente actuación, y son otra muestra de lo que se puede conseguir sin una super-estrella individualista (no, George aún no está en nuestra lista) si los cinco titulares saben qué hacer en ataque.

  • …¿con fecha de caducidad?

Con la vuelta de Granger tras perderse prácticamente el año pasado entero por lesión, Vogel tiene una patata que puede acabar calentita. Con Paul George como fijo, las únicas opciones de aquel que fue hace poco jugador franquicia en Indiana de volver al quinteto pasan por reemplazar a Lance Stephenson (o, moviendo más piezas, en un movimiento improbable, a George Hill).

Después de lo bien que funcionaron los Pacers el año pasado, y la progresión que demostró el joven y rugoso Lance Stephenson, por un lado parece mejor no tocar lo que funciona. Pero si Granger recupera un nivel cercano al que tenía antes de la lesión, es un gran jugador, que además puede ayudar más del lado débil (por decir algo) del quinteto inicial, del ataque, aunque no es ningún mediocre en defensa tampoco.

Granger es mucho mejor tirador que Stephenson, creativo, capaz de poner la pelota en el suelo (los Pacers son otro equipo que puede probar con los bloqueos directos entre hombres exteriores, un GeorgeGranger tiene claro potencial) pero aunque sea un jugador que no retrocede ante una gresca o el juego físico, Stephenson ayudaba a poner un tono de mayor intensidad a las pequeñas cosas. También, Granger ha estado acostumbrado siempre al protagonismo y a detener el balón y ahora mismo, los Pacers son el show de Paul George, y un equipo más afilado, y Danny tendría que volver acatando las nuevas reglas.

Pero ya no es sólo la cuestión de combinarlos en pista de la mejor manera posible esta temporada. Ambos entran en su último año de contrato, y serán agentes libres no restringidos (Stephenson firmó 4 años como elección de 2ª ronda), por lo que necesitan brillar y jugar lo más posible. Lance ha declarado que no le importaría salir desde el banquillo, pero me temo que lo dice con la boca chica (o eso tiene que pensar su agente al menos), y teniendo en cuenta que quizá él tenga más papeletas ahora mismo de ser una parte del futuro de los Pacers que Granger, Indiana querrá tenerle contento. Además, los jugadores de la segunda unidad de los Pacers tienen bastante talento ofensivo, por lo que el que sea relegado a sexto hombre, quizá no pueda tener tanto protagonismo como suele. Así, entre unas cosas y otras, la condición de titular trae una serie de ventajas importantes.

Lo bueno de la NBA, es que muchas veces, este tipo de debates se resuelven solos. Hay muchos minutos a repartir, las lesiones ocurren, y los jugadores tienen bajadas y subidas de rendimiento que convierten decisiones como estas en fáciles vistas a posteriori. Para empezar, como Granger llega justo al principio de temporada, puede empezar como suplente, e ir entrando al quinteto poco a poco si se lo gana. Lo que es seguro es que la competición será dura, y Vogel puede conseguir tenerles en tensión, y dando lo mejor de cada uno durante todo el año. Pero tendrá que manejar la situación con autoridad.

  • Moderad el entusiasmo

Paul George, All-Star en su tercera temporada en la Liga y miembro del tercer equipo All-NBA, le han recompensado con una extensión de 5 años y unos 80 millones, que pueden llegar a una cifra en torno a 95 si este año repite en un equipo All-NBA (o si es MVP, pero me temo que si lo nombran jugador más valioso, en uno de los tres quintetos entra…). Aunque todos estos honores y recompensas son más que merecidos por su trabajo en las dos partes del campo, al joven californiano le falta todavía un nuevo escalón para ponerse al nivel de los mejores líderes de una unidad ofensiva. Acaba de subir otro peldaño en los Playoffs, que tendrá que consolidar durante el año que viene y si sigue su progresión, no tardará en caer el obstáculo final, pero todavía no está ahí.

El año pasado a estas alturas ya sabíamos que era un excelente y sacrificado defensor y veíamos su potencial como segunda opción anotadora. Durante la temporada confirmó esto último y se fue destapando como pasador y creador de juego, demostrando que puede ser el foco de atención en un ataque solidario con jugadores talentosos a su alrededor. Pero todavía no podría tener un impacto masivo en un equipo mediocre sin su presencia, como, por ejemplo, el de Harden en Houston, aunque, por suerte para él, en Indiana no le hace falta.

Es muy versátil en ataque, pudiendo hacer un montón de cosas diferentes bien: tirar tras pase, postear, crear tras bote, sacar faltas, enfrentarse al rival uno contra uno… pero no acaba de tener un go-to move, un recurso infalible al que acudir cuando su equipo lo necesite, o sobre el que pueda añadir más opciones de continuar la jugada. A veces, con jugadores como George a los que se ve tan fluidos en general, cuesta ir a los números, porque es de esperar que pronto te dejarán en ridículo por apuntar al pasado más reciente, pero la realidad es que ahora mismo, sus 17.4 puntos por partido con un TS% medio (53.1%) y un gran número de pérdidas, están en el territorio de los Brandon Jennings o Kemba Walker (de su edad, por cierto), y son de notable más que de sobresaliente.

Pero ese «ahora mismo» con Paul quizá sea «ayer», y para un jugador de 23 años y 3 temporadas, ser un 10 en defensa y un 8 en ataque es fascinante. No estamos restando méritos, sólo advertimos que se está yendo aún más rápido de lo que va él. Con la temporada ya avanzada, los Pacers todavía tenían que tirar de pizarra y bloqueos indirectos para darle ventajas de cara a la conducción y penetración, porque no era nada eficiente empezando los ataques desde arriba, con un simple bloqueo directo.

De los cinco titulares de los Pacers, es el que presenta el peor índice ofensivo en sus minutos en pista (también es el que más minutos ha jugado, y por tanto, más ha coincidido con el circo de los suplentes), y pese a que el RAPM (+/- ajustado y normalizado) le sitúa como 5º jugador exterior en impacto defensivo (hace al equipo 3 puntos por 100 posesiones mejor), al sumarle la contribución al ataque, acaba siendo el 42º jugador con más valor de la pasada temporada. Sus números individuales, además, apenas varían de jugar con el quinteto titular habitual a hacerlo sin ellos, lo cual por un lado es buena señal (su juego no depende de que sus compañeros le hagan mejor), y por otro, significa que no le podemos echar tanta culpa para lo menos bueno al acompañamiento.

George ha tenido la fortuna de caer en una situación perfecta para él en Indiana, un equipo en el que pudo hacerse un hueco utilizando sólo sus virtudes, y desarrollar poco a poco aquellas facetas en las que no era tan especial, con un genial cuerpo técnico alrededor. El equipo que te toca en el Draft puede crear o destrozar tu carrera, y a PG le ha salido «cara». Nos alegramos, y ojalá el año que viene podamos celebrar que ya es una realidad en total plenitud.

  • Otro que también…

Los Playoffs conviertieron a Paul George en estrella mediática, pero seguramente no fue ni siquiera el jugador de los Pacers que más mejoró su reputación. Ese título sería para Roy Hibbert, que con su titánico Game 1 en la segunda ronda contra New York, en la que defendió a uno de los ataques más potentes de la Liga casi por sí solo, y los 22 puntos y 10.4 rebotes que se marcó por partido en las Finales de Conferencia del Este ante Miami pusieron su nombre en toda lista de mejores pivots de la Liga.

A diferencia de otros jugadores que intimidan en las ayudas, esperando agazapados, o tienen su impacto secando el juego del rival de espaldas en el poste bajo, Hibbert protege el espacio aéreo de frente, uno contra uno, situándose atrás y parando cara a cara a todo aquel que se atreva a penetrar en su guarida, con una impresionante movilidad para su 2.18, y además, tras los problemas que tuvo en sus dos primeros años, ya logra hacerlo sin faltas. Eso permite a Indiana poder defender la línea de 3 sin tener que ayudar hacia el centro, y los rivales se tienen que conformar con tirar de media distancia, o acabar las penetraciones en mitad de la pintura con un floater, en lugar de llevarla hacia el aro.

Su RAPM le coloca como 9º defensor con más impacto en la Liga el año pasado, por detrás de todos los sospechosos habituales (Duncan, Dwight, Sanders, GarnettMarc, Asik, Noah y Chandler). Como nada es perfecto, y no se puede capturar todo lo que un jugador significa, el orden quizá sea lo de menos, pero es maravilloso cuando una estadística es capaz de separar en la capa superior al quién es quién del negocio.

Donde Hibbert deja bastante más que desear, porque lo de la serie de Miami es más la excepción que la norma, es en ataque. Contra los Heat, se aprovechó de su extrema debilidad en el interior para abusar y limpiar el tablero, pero, sobre todo a principio de temporada, Roy fue atroz. Hasta el All-Star su porcentaje de tiro de campo fue del 41.4%, una cifra terrible para un hombre alto en especial. En la segunda parte de la temporada, subió al 51% que mantuvo en Playoffs, y el ataque de los Pacers, que fue el 24º hasta el parón, fue 11º de ahí al final.

Lo cierto es que Hibbert tiene algún recurso más de lo habitual en un pívot mastodóntico, ya que pide el balón el los dos lados de la pista por igual, puede tirar desde la bombilla (y mete sus tiros libres), es bastante ligero teniendo en cuenta su tamaño como para continuar tras los bloqueos directos, y pasa bien. El problema es que si no está Bosh delante, no es capaz de ganar ese metro que siempre le falta para llegar al aro, y acaba simplemente dejando volar el balón, una terrible manía. De los 785 tiros a 5 metros o menos del aro, 198 fueron suspensiones, más de uno de cada cuatro, y sólo metió 27, un 13.6%. Y en Playoffs la cosa no mejoró mucho, de hecho, empeoró en acierto (4 de 50, o el 8%), pero tiró menos, cambiándolas por bandejas, mates y ganchos de mejor propósito.

Cuando Dwight Howard es notoriamente mejor tirador que tú desde alguna zona, el sentido común creo que dice que deberías dejarlo. Con Paul George cada vez más desequilibrante y Danny Granger de vuelta o una mayor dosis de Stephenson, los Pacers no tendrán que pasar su ataque por él tanto el año que viene, y le podrán dejar hacer lo que mejor se le da: defender, rebañar en ataque, y abusar sólo del que pueda.

  • El punto débil

Si el quinteto de los Pacers fue magnífico, su banquillo es todo lo contrario. Augustin, Green, Young, Hansbrough y Mahinmi, fueron un arma de destrucción masiva para este equipo y sus aspiraciones a mejores resultados y sólo el pívot francés permanecerá en el equipo.

Como unidad sólo coincidieron 63 minutos, pero su balance es de -10.2 puntos por 100 posesiones y las combinaciones de 4 jugadores de este grupo con cualquier otro, tienen todas diferencia negativa (entre -2.8 y -23.4 puntos por 100). Sin un sólo jugador con un porcentaje de tiro verdadero por encima de la media, la falta de un macho alfa (o beta, incluso) en ataque fue muy dañina para el equipo, y contagiosa cuando se juntaban con otros. Si sumamos los puntos por 36 minutos de los 5, llegan a 58.5, muy lejos de los 70-75 que mete habitualmente un equipo NBA.

EL RAPM (+/- ajustado y normalizado) de todos ellos es negativo (entre los 0.7 puntos por 100 posesiones que estiman que cuesta a su equipo la presencia de Tyler Hansbrough, a los 4.9 de Sam Young), y no hacen falta fórmulas y regresiones para verlo: todos tuvieron un +/- negativo en al menos 10 partidos más de lo que Indiana perdió con ellos. Por ejemplo, Hansbrough, que jugó en todos los 81 (!) partidos de los Pacers, con sus 32 derrotas correspondientes, tuvo un +/- por debajo de 0 en 42 partidos. Sam Young estuvo presente en 20 partidos perdidos, y tiene diferencial negativo en pista en 34. Y así el resto…

Este año, con la llegada de CJ Watson, Chris Copeland y Luis Scola, además de la vuelta de Danny Granger o Lance Stephenson, esta unidad pasará de ser una de las peores de la Liga, a algo que tiene pinta de ser como mínimo, competente. Casi todos estos jugadores son efectivos en ataque, y desesperantes, los tres primeros, en mayor o menor grado en defensa, aunque contra otros jugadores de banquillo, y con Mahinmi (que es el mismo que el año pasado, pero en esta ocasión, rodeado de jugadores que le complementan) protegiendo el aro lo suficientemente bien para que los Pacers mantengan el esquema defensivo, no debería ser un problema.

Y con gente como Scola, tiene potencial de ser brillante. El argentino cumplirá 34 años en Playoffs y su rendimiento ha bajado los dos últimos años, pero es una garantía de consistencia (sólo se ha perdido 8 partidos en 6 años en la NBA) y en Phoenix no se le veía muy motivado. En Indiana podrá jugar menos minutos y dosificarse mejor, y será una opción mejor que Hansbrough si David West se tuviera que perder algún partido. Las únicas áreas en las que pierde Indiana con el cambio son el rebote de ataque (y los viajes a la línea que Psycho-T conseguía a partir de esto) y la intensidad. Para todo lo demás, prefiero a Scola.

Avance de temporada: Chicago Bulls

La baja de Rose (y la retirada de Scalabrine, no olvidéis) son el nubarrón negro que amenaza el futuro de un equipo, que si mira al pasado no tiene tanto que temer. Thibodeau ha montado un equipo de ensueño, de esos en los que la suma de las partes es un pedazo pequeño del total, y aunque tengan la rodilla temblando y hayan perdido un poco de músculo y altura, la columna vertebral se mantiene.

Altas: Kirk Hinrich (Atlanta Hawks), Marco Belinelli (New Orleans Hornets), Nazr Mohammed (Oklahoma City Thunder), Nate Robinson (Golden State Warriors), Vladimir Radmanovic (Atlanta Hawks), Marquis Teague (Draft)

Bajas:  Ronnie Brewer (51.3% de los minutos), Kyle Korver (46.1%), C.J. Watson (36.4%), Omer Asik (30.4%), John Lucas (22.8%), Mike James (3.8%), El hombre, el mito, la leyenda (3.8%)

Empecemos con el análisis:

Chicago Bulls en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
14º 26º

Los Bulls estuvieron entre los 5 mejores ataques de la Liga, pese a ser, como Atlanta, Charlotte y Boston, de esos equipos que más se la juegan con el tiro de 2 lejano. Pero a diferencia del resto, que ya vimos que acababan con un Índice Ofensivo muy por debajo de su acierto, Chicago no pierde mucho la pelota, y son el mejor equipo de la Liga, y con diferencia, reboteando en ataque. Nadie tiene tantas segundas oportunidades como Chicago, y lo aprovechan.

Atacar el tablero de ataque tiene una gran recompensa, porque suele ayudar a conseguir tiros más fáciles, por proximidad a la canasta, y además, ayuda incluso en defensa, ya que si se anota tras la captura en un balón que de otra manera hubiera ido a parar al otro equipo, se ganan unos segundos para colocarte y replegarte, obligando al contrario a sacar de fondo en lugar de poner la pelota en marcha instantáneamente. No soy muy fan personalmente de la métrica Wins Produced, un modelo para tratar de calcular a cuantas victorias contribuye un jugador cada año, ni sobre todo de como la usan, por muchos motivos, largos de explicar. Pero sus autores, tras un análisis matemático de que guarismos se correlan más con las victorias, otorgan al rebote ofensivo el mayor valor de todas las estadísticas que se recogen en el box-score. De nuevo, no estoy de acuerdo con su trabajo en general y los pesos que asignan a los eventos en particular, pero las conclusiones que sacan entendidas lo más ampliamente posible (el baloncesto no es solo meter puntos, hay que ser eficiente, el rebote ofensivo es muy importante, no hay que perderla, la defensa suele ser un trabajo colectivo…) me parece que dan en el clavo, y el éxito de estos Bulls es un ejemplo.

En cuanto a las pérdidas, los Bulls cambian a un base que entregaba la pelota 3 veces por cada 36 minutos por otro que el año pasado solo lo hizo 1.7 veces (aunque la tasa de pérdidas es más pareja entre Hinrich y Watson), dicen adiós al 8º jugador con peor porcentaje de los que jugaron más de 500 minutos (Asik), y aunque Korver y Brewer estaban entre los mejores escoltas protegiendo el balón, Belinelli la pierde aún menos, y Robinson, poco más, y porque la conduce con más frecuencia. La pérdida de la familiaridad que tenía este equipo el año pasado se puede traducir en más robos para el rival, pero los Bulls debería seguir en el Top 10 de los más cuidadosos, con posibilidad de escalar posiciones.

Veíamos en su día como los Celtics, con el 10º mejor EFG% de la Liga fueron 25º en Índice Ofensivo, y con los Bulls sucede al contrario. Por porcentajes de tiro de campo ajustados, son 14º en la Liga, van menos aún a la línea que Boston (26º contra 17º), pero pierden el balón menos, y sobre todo, por la diferencia que hay entre el equipo que mejor rebotea en ataque y el que peor lo hace, los Bulls meten 6.4 puntos por 100 posesiones más que los Celtics, una diferencia más que significativa. Teniendo en cuenta que las defensas fueron 1ª y 2ª de la Liga, la diferencia entre estos dos, que fue de 11 victorias, estuvo en el ataque. Apúntenle una parte a la protección del balón, y otra más grande de esos 11 triunfos al rebote ofensivo.

  • La vie sans Rose

Derrick Rose se perderá la primera mitad de la temporada, y evidentemente, la baja de todo un reciente MVP es un golpe de enormes proporciones a las aspiraciones de este equipo. Los Bulls ya experimentaron como se vive sin él, porque el año pasado no jugó 27 de los 66 partidos de la Temporada Regular, y su presencia fue testimonial en los Playoffs tras romperse la rodilla en el primer partido, pero la cosa no pinta tan mal sin él.

Los Bulls fueron un muy buen equipo sin Rose. Lo que pasa es que con él son históricos. Sin el base, su registro fue de 18-9, que de estirarlo a 66 partidos, hubiera acabado en un récord final de 44 victorias, solo por debajo de Miami en el Este, y San Antonio y Oklahoma en el Oeste. Si añadimos a Rose, con el que ganaron 32 partidos, perdiendo solo 7, la proyección es de 54 victorias, 4 mejor que cualquier otro equipo el año pasado, y equivalente a 67 triunfos en una temporada de 82, registro solo alcanzado por 5 equipos en la Historia. Los Bulls saben ganar.

Pero para ilustrar la relevancia de Rose, vamos a utilizar el +/-, una estadística que fuera de contexto, la carga el diablo, pero que bien utilizada es tremendamente explicativa. Como Chicago repite juego interior, con la única baja de Asik, podemos comparar como funcionó el equipo con y sin Rose, en los momentos que Deng, Boozer o Gibson, y Noah, estuvieron en pista, ya que tenemos una muestra bastante grande y estable:

+/- de Chicago con Deng y Boozer/Gibson/Noah
Minutos +/- +/- por 48
Con Rose 756 +197 +12.5
Sin Rose 668 +4 +0.3

Y la diferencia como podéis ver es impresionante. Con una muestra grande de minutos, en los dos casos más de 650, los Bulls son mejores que su rival 12.5 puntos por cada 48 minutos con su base estrella, y solo 0.3 sin él. Si pudieran jugar 82 partidos, los 48 minutos, a ese ritmo, pondrían en riesgo a los mejores Bulls de la historia: su esperanza de victorias sería de 70 partidos. Al mismo tiempo, con Watson, Lucas o James sustituyéndole, ese +0.3 equivaldría a ganar solo 42.

Tras la revolución de este año en Chicago, sin Korver y Brewer, el escolta que más minutos jugó con el grupo antes analizado fue Richard Hamilton. Si le incluimos a él en el cálculo del +/-, para tratar de ver que le puede esperar a los Bulls este año, sucede algo curioso:

+/- de Chicago con Deng, Boozer/Gibson/Noah y Hamilton
Minutos +/- por 48 % de tiempo con Rip +/- por 48 Incremento con Rip
Con Rose 260 +30 35% +5.5 -7
Sin Rose 136 +22 20% +7.8 +7.5

Cuando Rip juega con los cuatro hombres altos, la muestra, más pequeña, sugiere que Chicago es mejor sin Rose que con él, pero con un margen mucho menor de victoria. A la vista de estos números, parece que el hombre de la máscara solo ayudaba al equipo con los bases suplentes en pista, y que no se entendía tan bien con el de Englewood.

Ahora bien, si con Hamilton la media de la unidad titular baja 7 puntos, ¿con qué otro escolta Derrick Rose y compañía go H.A.M.? Con Ronnie Brewer. +16.7 puntos por 48 minutos en 289 minutos de juego, que les convierte en la tercera mejor unidad en la Liga de las que estuvieron juntas más de 200 minutos la pasada temporada tras NelsonRedickTurkogluAndersonHoward (¡+21.9 puntos por 48!) y el quinteto RondoBradleyPierceBassGarnett (+18.0 por 48). Con Korver al lado la eficiencia fue parecida, +16.2, pero solo en 71 minutos de muestra. Una pena que no renovaran.

Una vez que los Bulls ya decidieron quitar de la circulación esos posibles quintetos que tan espectacularmente bien funcionarion cuando estuvieron juntos,dejemos de mirar al pasado y veamos otro posible apunte para el futuro. Con la posibilidad de amnihostiar a Carlos Boozer en el horizonte para evitar pagar el impuesto de lujo o incluso tener espacio bajo el límite salarial, y con un posible relevo ya en casa, Taj Gibson, sería interesante ver como se desempeñan las otras piezas fijas del futuro, Rose, Deng y Noah, junto a ellos:

+/- de Chicago junto a Rose, Deng y Noah
Minutos +/- +/- por 48
Boozer 628 +157 +12.0
Gibson 106 +37 +16.8

Aunque la muestra con Gibson en pista es poco mayor que la sexta parte, los Bulls son bastante mejores con Taj jugando de ala-pívot, y en la segunda mitad de la temporada, cuando Rose vuelva, no nos extrañaría nada que la proporción 1:7 de tiempo que Rose, Deng y Noah comparten con él, crezca bastante. Primero, porque en el pasado ha sido mejor. Y segundo, porque hay que asegurarse y comprobar que puede tener consistencia en el futuro.

  • Asik, rico por hacer dos cosas bien

Omer Asik ayudaba y era muy importante en este equipo con básicamente, las dos únicas cosas que hace (muy) bien: defender, y rebotear, sobre todo en ataque.

Con él en pista, los Bulls solo recibían 81.5 puntos por 48 minutos, y su Índice Defensivo de 92 puntos por 100 posesiones, fue 2º en la Liga, tras Stiemsma. Es cierto que a la defensa ayudan al resto de compañeros (y Brewer, Lucas o Gibson cooperaron bastante), que Asik se solía enfrentar a las segundas unidades, y que el sistema de Thibodeau ayuda y mucho. Los puestos más altos en la clasificación individual son monopolio de Celtics y Bulls, Boozer, ugh, incluido, y eso de segundo mejor defensa hay que cogerlo con pinzas XXL. Pero aún así, que Asik tenga la mejor marca del equipo es relevante. Y cualquiera que haya visto a este equipo jugar, lo sabe, no hace falta que le vendamos nada con números.

La otra faceta en la que Asik se hace importante, es atacando el tablero en ataque. Ya hemos cantado loas al rebote ofensivo, y Omer fue el hombre que tuvo la mayor tasa por jugada, en el equipo que mejor lo hizo el año pasado.  Aunque Gibson y Noah tuvieron porcentajes parecidos, nadie se hizo tan grande en el cristal tras fallos de sus compañeros como el pívot europeo en Chicago.

Después de que los Rockets hicieran una oferta que el turco no pudo rechazar, y la franquicia que lo descubrió no pudo igualar, lo único que les quedaba a los Bulls era encontrar un buen sustituto. Y no lo han hecho tan mal. Pívots de 7 pies y 116 kilos que defienden bien no se encuentran en rebajas de la agencia libre. Bueno, hay uno incluso más grande, y al cual casi todas las métricas avanzadas apuntan como gran defensor en los pocos minutos que disputó, que todavía está libre, Kyrylo Fesenko. Pero que un jugador así, lleve ya prácticamente dos años sin equipo, ya que la pasada temporada también estuvo un tiempo largo como agente libre, con la necesidad que tienen muchas franquicias de una figura similar, no pinta muy bien. Pero sí los hay que puedan rebotear bien en ataque.

Nazr Mohammed tiene ya 35 años, pero está relativamente sano (el año pasado jugó 63 partidos), nació en Chicago, tiene un anillo de campeón NBA (y 2 NCAA) y lo que es más importante para estos Bulls: durante su carrera ha cogido el 13.4% de los rebotes ofensivos disponibles mientras estaba en pista. La temporada pasada, entre todos los jugadores con más de 500 minutos, solo 12 tuvieron un ORB% superior al 13.4%. Uno de ellos fue Asik, y en el resto de la lista, solo había dos agentes libres y uno de ellos, por cierto, también está sin equipo. Reggie EvansLouis Amundson, podían haber sido tenidos en cuenta, pero son más bien ala-pívots que no llegan a los 2.05, y una cosa es no poder reemplazar la defensa de Asik, y otra entregar la cuchara tan abiertamente. La otra opción con números parecidos hubiera sido Camby, que aunque durante su carrera ha sido peor reboteando en ataque que Mohammed, tiene números parecidos estos últimos años, y tiene más nombre (que no rendimiento) en defensa. Pero Samurai se fue a New York, tiene 3 años más, y además, no estaba pensando en cobrar el mínimo como Nazr.

Mohammed, a pesar de la edad, podría en un principio con la carga de trabajo de Asik, que solo jugó 14.7 minutos por partido ya que él mismo jugó 11 minutos el año pasado, y 17 el anterior. Aunque no vaya a defender igual de bien, es una amenaza mayor en ataque que el turco, que solo mete el 48.4% de los tiros libres (Nazr un 63.9%), no tira nunca fuera de la pintura (solo 4 de los 156 tiros de Asik la pasada temporada fueron a más de 3 metros) y es una máquina de perder balones (1 de 4 cada veces que le llegan en ataque).

Asik va a entrar en los mejores años de su carrera y está a un paso (explotar en ataque) que muchos creen que puede dar, de convertirse en uno de los mejores pívots de la Liga. Pero para un equipo que ya paga más de 11 millones a Noah, no era una opción. Y con lo limitado de las posibilidades y el presupuesto de este equipo, no han hecho mal negocio.

  • Reemplazar un perímetro

Entre Brewer, Korver, Watson, Lucas y James, el año pasado ocuparon gran parte de los minutos de la posición de escolta, unos cuantos de alero, y casi el 60% en la posición de base.

Con la esperanza de que Butler cubra el vacío que se liberará en el puesto de 3, habrá unos 4000 minutos, menos los que juegue Hamilton para escoltas, y probablemente unos 2500-3000 para los bases, dependiendo de la prisa que tengan en el regreso de Rose, que habrá que cubrir a tiempo completo hasta que Derrick vuelva, con jugadores que llegan por primera vez a la franquicia.

Empezando por los escoltas, es increíble el parecido que tienen los números de anotación de Korver y Brewer a los de Belinelli y Robinson (de aquí en adelante, escolta para nosotros, aunque cuando Rose este fuera, y sobre todo si no llega ningún otro refuerzo, supongo que lo veremos jugando de base) el año pasado. Aunque se consiguieron en diferentes situaciones, por supuesto, jugaron prácticamente el mismo número de minutos (3104 y 3158) y anotaron con idéntico TS%, 52.9%, con una diferencia, los que llegan anotaron mucho más, 20.5 por 48 minutos, frente a los 15.2 de Korver y Brewer. Kyle es el mejor anotador del grupo, pero de los dos que llegan, ninguno es tan ineficiente como Brewer, y lo compensan:

Comparación entre escoltas
Minutos Puntos por 48 TS% TL/TC 3PT/TC % Asistidos
Korver-Brewer 3104 15.2 52.9% 19.4% 39.7% 84.0%
Belinelli-Robinson 3158 20.5 52.9% 20.7% 39.7% 60.7%

Como podéis ver el porcentaje de acierto no es el único número clavado: tienen la misma proporción de número de triples respecto al de tiros de campo, y el número de veces que van a la línea por tiro también es prácticamente idéntico. La única gran diferencia es la manera de conseguir esos puntos. Mientras que Korver y Brewer lo hacen mayoritariamente tras ser asistidos, Belinelli y Robinson, sobre todo Nate, crea más tiros. Esto también tiene su reflejo en otras estadísticas, ya que mayor manejo de balón implica más pases (5.0 vs. 3.9 asistencias por 18 minutos) y más pérdidas (2.2 vs. 1.7).

En teoría, si se integran de igual manera en el ataque de Chicago, Belinelli y Robinson tendrán un papel más de tiradores que de creadores. Si vemos que tal lo hicieron en ese tipo de jugada especifícamente, nos volvemos a encontrar con una igualdad tan absoluta, que parece que el GM de los Bulls haya elegido a los jugadores por esto: las dos parejas anotaron exactamente 339 puntos en jugadas etiquetadas como tiro tras pase la pasada temporada. La ventaja es que los nuevos, lo hicieron en 15 tiros menos, 313 contra 328 (1.08 vs. 1.03 puntos por jugada).

Los números por tanto sugieren que el puesto de escolta podría ser tan productivo el año que viene como lo fue el anterior en ataque, pero es en defensa donde puede haber más problemas. Con Belinelli y Korver en empate técnico (aunque Kyle es un poco más grande, Marco es algo más atlético, y ninguno de los dos van a acabar en un All-Defensive Team) es el cambio de Nate Robinson y su 1.75 y 82 kilos por Ronnie Brewer sus 2.01 y 103 kilos la diferencia más grande. Enorme, diríamos. Thibodeau tiene la carta de poder usar a Hinrich en el escolta rival mandando a Nate con el base, o utilizar a Robinson con los dos mejores hombres altos defensivamente (Gibson y Noah) y una mente privilegiada como la suya lo acabará colocando en la mejor posición. Pero el impacto se sentirá.

En el otro puesto, el de base, Kirk Hinrich vendrá para tener un protagonismo igual o mayor que el de Watson la pasada temporada, por la posibilidad de que también lo veamos de escolta cuando Rose regrese de la lesión. Los dos jugaron un número de minutos comparable la temporada pasada(1237 Kirk, 1159 C.J.) y en ataque, no sé si sorprendentemente, fue mejor el ahora jugador de los Nets. Anotó más por 48 minutos (19.6 vs. 12.3) con casi idéntico número de puntos por tiro (1.08 vs. 1.07) porque aunque acierta menos, tiró más de 3 y fue más a la línea y repartió más asistencias (8.3 vs. 5.1), perdiendo más el balón, eso sí (4.0 vs. 2.3) y rodeado de mejores compañeros. Al menos, Hinrich coincide con Watson en que su mejor tiro es el triple desde la esquina izquierda, y aquí la ventaja en tamaño y defensa está del lado del que llega.

Otra cosa a la que parece que no va a poder ayudar el nuevo perímetro, es a forzar pérdidas. Como podéis ver en la siguiente tabla, los Bulls fueron una de las mejores defensas de la Liga porque lo hicieron casi todo bien, pero apenas robaron el balón al rival:

Chicago Bulls en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
27º

Todas las categorías tienen pinta de ir a peor el año que viene (no llega ningún exterior que se acerque al trabajo de Brewer en el rebote defensivo), y el porcentaje de pérdidas provocadas no es una excepción. El trío BelinelliRobinsonHinrich roba 3.1 balones por 48 minutos, y el BrewerWatsonKorver, 3.6, así que ni a eso podrán ayudar.

  • En conclusión

Los Bulls el año pasado tuvieron un Índice Ofensivo de 109.2 puntos por 100 posesiones, y el defensivo de 99.5 los 39 partidos en los que Derrick Rose jugó. Los 27 en los que no participó, los registros de los Bulls fueron de 104.9 en ataque y 96.6 en defensa, unos valores muy parecidos. Creo que en ataque Chicago no va a perder comba, ya que de los jugadores que se han ido, solo Korver era un gran anotador, y Asik y Brewer dejaban bastante que desear, pero en defensa van a notar mucho sus bajas de y la de Lucas.

Partiendo de los números del año pasado, estimando que Rose jugará el 30% de la temporada, y que la defensa perderá unos 3 puntos por 100 posesiones (lo que aún les mantendría entre las 5 mejores, pero con una diferencia significativa) y ajustándolo a temporada de 82 partidos, pronosticamos un ORtg de 108.8 puntos y un DRtg de 103.8, que les daría una esperanza de 54 victorias, todavía en la parte alta del Este. Los Bulls han sido muy buenos, tanto con Rose como sin él, para descartarlos tan pronto.

A no ser que el truco del éxito de este equipo estuviera solo en las manos de White Mamba, que no lo descartamos. Larga vida al Rey.

Avance de temporada: Brooklyn Nets

 

Intentar sacar conclusiones de cómo serán los Nets, desde ahora en Brooklyn, es un ejercicio mucho más esotérico aún que con otros equipos. Aunque se supone que traen de vuelta cuatro titulares, dos de ellos llevan 70 y 16 partidos en el equipo. Solo una pareja (HumphriesLopez), los únicos que estaban a estas alturas hace dos años en los Nets y un trío (WilliamsBrooksHumphries, con MarShon camino del banquillo) han jugado juntos una temporada completa. No hay otra combinación que haya estado en pista más de 16 partidos, unos 300 minutos. Y una ristra de jugadores que ocuparon el 54.4% del tiempo de juego el año pasado, se quedaron en Jersey.

Lo que sí es seguro, es que el producto en el parqué será tan diferente como el de fuera de él. Y en teoría, en ambos casos, el cambio es para mejor.

Altas: Joe Johnson (Atlanta Hawks), Mirza Teletovic (Caja Laboral, España), Reggie Evans (Los Angeles Clippers), CJ Watson (Chicago Bulls), Jerry Stackhouse (Atlanta Hawks), Tyshawn Taylor (Draft), Josh Childress (Phoenix Suns), Andray Blatche (Washington Wizards), Tornike Shengelia (Draft)

Bajas: Anthony Morrow (51.5% de los minutos), Shelden Williams (40.2%), DeShawn Stevenson (30.2 %), Johan Petro (28.9%), Jordan Farmar (26.1%), Sundiata Gaines (25.0 %), Gerald Green (24.6%), Shawne Williams (16.2%), Mehmet Okur (14.3%), Damion James (5.3%), Armon Johnson (3.7%), Larry Owens (2.4%), Jerry Smith (1.4%), Andre Emmett (1.4%), Dennis Horner (0.7%)

Empecemos con el análisis:

Brooklyn New Jersey Nets en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
23º 25º 18º 14º 21º 10º
  • Números tan feos…

…como poco representativos. Utilizar la producción del equipo la pasada temporada para tratar de explicar la próxima es un ejercicio inútil.

De lo poco positivo, el rebote ofensivo en el Top 10, pierden a Shelden Williams que fue el más productivo en ese aspecto y estuvo entre los 20 mejores de la Liga entre los que jugaron al menos 1000 minutos, con Kris Humphries un poco por detrás.

Solo tuvieron un tirador de triples por encima del 40% (Farmar), pero este año llegan 3 jugadores que han logrado llegar a ese porcentaje alguna vez en las últimas temporadas: Joe Johnson, CJ Watson, y Mirza Teletovic, aunque en la Euroliga.

Y el número de pérdidas no fue bueno, pero eso sí que podría no cambiar mucho, parece una de las consecuencias de tener a Deron Williams y su perpetuo 16.5% mínimo de pérdidas. Los Jazz con él, siempre estuvieron en el último tercio de la Liga.

  • El nuevo perímetro ¿el mejor de la Liga?

Esta es la lista de escoltas con los que ha jugado Deron WilliamsMatt Harpring, Devin Brown, Derek Fisher, Ronnie Brewer, C.J. Miles, Wesley Matthews, Raja Bell, Sasha Vujacic, Anthony Morrow o MarShon Brooks. Un grupo, en los que además de haber muchos fuera de posición, o en el momento equivocado de sus carreras, no hay ninguno que tenga ni de lejos el talento de Joe Johnson. El jugador que viene de Atlanta no es solo el mejor anotador del grupo, creándose o no su propio tiro, sino que además es capaz de hacer que el balón y su distribución (ejem, poder, puede) pase por él, quitándole la presión constante de la creación a D-Will.

Esta pareja tiene la candidatura más que firme a ser el mejor perímetro de la Liga, y compenetrarse perfectamente porque Johnson es un increíble anotador sin balón. El año pasado metió 0.95 puntos por jugada tras recibir saliendo de un bloqueo, y 1.18 cuando le llega la bola directamente para tirar, el 10º mejor registro entre jugadores que tiraron más de 100 veces. Y la vez que ha estado con un gran base, aunque solo fuera por una temporada y hayan pasado 7 años, fue memorable: metió el 47.8% de los triples en 4.5 intentos por partido en los Suns de Nash. Nadie ha acertado nunca tantos intentos con semejante porcentaje.

Y Deron, desde luego, el año pasado no estuvo cómodo teniendo que llevar él todo el peso. Su TS% fue el peor desde su año de novato, consecuencia directa de que su porcentaje de utilización se disparó al 30.1%, cuando él nunca había pasado del 25% en sus 5 primeras temporadas en la Liga. Pero aún así, podemos destacar cosas buenas, como su ejecución en el pick-and-roll, con el que anotó 0.93 puntos por posesión cada vez que lo terminó él, y eso que tuvo que trabajar con Humphries o Shelden Williams. Este año todo tendría que ir a mejor con Brook Lopez, ya que forman una de esas parejas, de las que no hay tantas en la Liga, en las que tanto el bloqueado como el bloqueador pueden acabar en el aro o a larga distancia. La amenaza completa, en los cuatro puntos cardinales.

El libreto de Avery Johnson tiene más páginas pensando en como hacer llegar el balón a los alas para conducir, que diseñando bloqueos indirectos para ellos, pero al igual que dijo que podía cambiar el estilo por Deron, debería animarse a dar el paso final, utilizando a su nuevo escolta de manera imaginativa. Aunque Joe Johnson puede perfectamente manejar y conducir el balón, mejor que nadie que haya pasado estos dos años por New Jersey, no parece la opción óptima para administrar los puntos fuertes de su perímetro titular.

  • Geografía tiradora

Un buen augurio para el ataque de los Nets, es que sus jugadores no parecen solaparse mucho en ataque. Echando un vistazo a los gráficos de tiro de los jugadores vemos como Deron Williams prefiere el triple desde el arco y Joe Johnson desde las esquinas, Brook Lopez tiene una gran actividad a media distancia en la línea de fondo derecha, y Gerald Wallace es un penetrador por norma. Hay una buena mezcla a priori entre tiradores de media y larga distancia con jugadores que viven cerca del aro.

En el siguiente gráfico recogemos un hipotético mapa del tiro del quinteto titular de los Nets, utilizando los datos de la pasada temporada (la anterior para Brook Lopez) y pese a que evidentemente es una burda aproximación de jugadores en distintos equipos con compañeros diferentes, por aquí podrían ir los tiros (nunca mejor dicho), y en realidad tiene buen aspecto, están bastante repartidos.

Faltaría quizá un poco de tiro de 3, ya que solo un 18.1% de los tiros serían desde allí, lo que es natural cuando la pareja interior no tira triples, y el alero también muy poquitos, y estarían entre los 5 equipos con menos intentos. Al mismo tiempo, lo que en principio es buena noticia, estarían también en la parte baja de tiros de 2 largos (a más de 5 metros). En la realidad probablemente estos números tendrían que aumentar, porque no estoy convencido de que puedan atacar el aro con tanta facilidad. Gerald Wallace, que tiene un 31.5% de acierto desde el triple durante su carrera, metió el 38.5% de los 3.3 intentos por partido que tiró, en los 16 partidos en New Jersey. Que esto pasara de casualidad a tendencia, le vendría muy bien a los Nets.

  • Problema de egos

Creo que la gente que habla de problema de egos en Nets está más bien pensando en la pajiplantilla que tenían pensando en montarse que en lo que hay aquí en realidad. Gerald Wallace y Kris Humphries son consumados jugadores de equipo, Brook Lopez es todavía un niño grande que piensa en comics y Disneyland, y Joe Johnson, ahora que ya cobra como el hombre, tal vez ya no tenga ese ansía por serlo. Aunque hayan redondeado una buena plantilla, tampoco hablamos de una constelación de superestrellas: solo hay 3 All-Star (más Stackhouse, al que una década después, ya le ha prescrito), y solo uno de ellos, Williams, ha llegado a All-NBA 2nd Team.

En definitiva, no es un corral en el que haya muchos jugadores con el derecho de creerse gallos. Están todos muy bien pagados (el que menos va a cobrar, Gerald Wallace, se embolsará 9.7 millones), casi todos tienen contrato de larga duración, y su situación financiera está asegurada, por lo que por envidias económicas no se van a andar poniendo tristes. Y Deron, el macho alfa, viene de ser, en mi opinión, el mejor base del Team USA este verano. Malo ha de ser.

Y hay algún pequeño detalle estadístico que invita a pensar que hay jugadores que rinden mejor con menos protagonismo. 

Gerald Wallace fue elegido en el mejor quinteto defensivo, y tuvo el índice defensivo más bajo de su carrera fuera de Sacramento (cuando empezó a jugar minutos significativos) el año que menos tiros por 36 minutos ha intentado. No se puede convertir un ejemplo en regla, pero es lógico que si se le reduce la carga de trabajo en ataque, rinda mejor en defensa.

Con Brook Lopez, la muestra es igual de ridícula, solo 3 temporadas, pero a medida que su porcentaje de utilización y número de tiros ha ido creciendo año a año, el EFG% ha ido bajando. A estos Nets seguro que les interesa más el jugador que cuando fue rookie metía 15.4 puntos por 36 minutos con un EFG% del 53.1% que el que en 2011 anotaba 20.8 con un 49.2% de acierto.

Kris Humphries estuvo entre los mejores reboteadores ofensivos de la Liga, cogiendo el 12.2% en ataque, que es una tarea que puede desempeñar igual o incluso mejor desde un rol reducido. De hecho en 2011, cuando tuvo el año con menor porcentaje de utilización del último lustro, fue cuando más rebotes cogió. El año pasado, al aumentar su participación, se volvieron a reducir las capturas.

La llegada de Joe Johnson, quitándole un par de tiros por cabeza a cada uno, puede conseguir que Crash defiende más y mejor, Lopez sea más eficiente, y Humphries se preocupe de coger muchos más rebotes. Es una hipótesis, sí, pero basada en hechos reales.

  • El banquillo

Aún en el mejor caso que tus 5 mejores titulares se mantengan sanos, solo jugarán el 60% de los minutos de la temporada. El otro 40%, va a ir a segundas y terceras unidades. Y si en el quinteto los Nets han cambiado cosas, en el banquillo hay una revolución. Solo MarShon Brooks, que además tuvo papel de titular durante gran parte de la campaña, y un testimonial Bogans, repiten. De Chicago viene C.J. Watson, que ha cumplido a la perfección la tarea en uno de los mejores banquillos del país. Y Teletovic se proyecta como un buen anotador en la NBA.

Eso sí, sin esperar mucho de las recientes contrataciones, Andray Blatche y Josh Childress, que además podrían quedar fuera de este equipo, que ya tiene 16 contratos para 15 plazas, la rotación sigue teniendo un hueco grande que podría repercutir en el equipo: los Nets no tienen un pívot suplente. Está el ya mencionado Blatche, Reggie Evans o estirando muchísimo el chicle, Teletovic, y para enfrentarse a los Camby, Collins o Brown de la Liga, durante un rato, duramente valdrían. Pero Brook Lopez viene de jugar solo 5 partidos, y aunque el resto de su carrera haya estado sano y no se perdiera un partido en los tres primeros años, es un riesgo innecesario. No será por interés, que prácticamente todos los pívots que quedan en el mercado han sido asociados a ellos, y algunos han entrenado en sus instalaciones, y hay que creer que saben lo que hacen. Pero el vacío, en teoría, ahí está.

  •  La defensa: algo tiene que cambiar
Brooklyn New Jersey Nets en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
28º 29º 29º 17º 17º 28º

Lo mismo que decíamos antes se aplica ahora, el del año pasado, es otro equipo. Solo los Bobcats permitieron a sus rivales mejores porcentajes de tiro, y esto en parte es por su horrible rebote en defensa: los Nets dieron unos 2 rebotes en ataque por partido más que el equipo medio el año pasado. Aunque hayan traído a Reggie Evans, un demonio de los tableros que siempre está en lo más alto en la lista de DRB%, este año también han fichado al que tal vez sea el reboteador defensivo más atroz de la Liga: Brook Lopez. Su porcentaje se ha ido reduciendo de 4 en 4 puntos al año, y en 5 partidos la temporada pasada, solo cogió el 8.8% de los rebotes en defensa. Como J.J. Redick, T.J. Ford o Jonny Flynn. La media en su carrera es 12.9%, y aún así podría no ser suficiente.

El equipo más parecido a estos Nets que hemos encontrado son los Raptors de 2010. Un pívot que jugó 2.800 minutos y solo cogió el 10.4% de los rebotes (solo Bargnani podía toser a Brook en incompetencia aquí), un ala pívot titular teniendo que hacerse cargo de la tarea (Chris Bosh, 25.2% ese año, versus Kris Humphries, 24.8% el año pasado, 24.7% en su carrera), el alero por encima de la media (Turkoglu, con un 15.2%, está un poquito por debajo de los 17.2% de Wallace), un tercer hombre alto a un ritmo de 19.1% (Amir Johnson en los Raptors, haciendo lo que parece un techo para Teletovic), los escoltas haciéndolo un poco mejor a lo que Joe Johnson nos tiene acostumbrados, Calderón casi clavando los números de Williams y Reggie Evans como Reggie Evans.

La única ventaja sobre el papel de estos Nets con aquellos Raptors es que Evans solo jugó 311 minutos por lesión, y este año podría estar en pista mucho más, pero Reggie solo no convierte a un equipo en reboteador. Solo los Sonics de 2003 y 2005, y los Clippers del año pasado, estuvieron por encima de la media con sus servicios. Y no mucho más allá, los tres fueron 14º en la clasificación. El resto de equipos en los que ha jugado Evans han estado por debajo del 20º lugar, incluso poniéndole 1800 minutos en pista. Esto es en parte porque los que le fichan son precisamente los que tiene problemas en este aspecto, pero se ha demostrado que él es un parche, no una solución definitiva.

El esquema en el que el pívot rebotea como un base, aunque el resto del equipo se mueva por la media de su posición o un poco por encima, no funciona. Los Raptors ese año fueron vigesimoterceros. Mucho se tendría que poner las pilas Lopez y Humphries, o muchos minutos tendrían que utilizar a Evans en el lugar de Lopez (y esto sería terrible en todo el resto de aspectos) para meterse en el Top 20.

La filosofía de Avery Johnson incita a la agresividad en el rebote, y convirtió a los Mavericks en uno de los mejores bajo los tableros al segundo año de su llegada. Pero levantar una desventaja como el Brook Lopez que conocemos, no va a ser fácil, para él ni para nadie.

El perímetro debería ser bastante aguerrido, especialmente con 3 jugadores destinados a reducir un poco la carga que tenían en ataque las últimas temporadas, pero la perspectiva del juego interior y del banquillo no es tan halagüeña.

  • En conclusión

Vuestra predicción es tan buena como la nuestra. Si en otros casos creemos tener elementos objetivos en los que basar una suposición, este es un caso tan subjetivo, en el que dar una cifra es hacer castillos en el aire.

En ataque, creo que los Nets van a tener un equipo muy interesante, sin ninguna rémora en el quinteto titular, algo bastante importante, porque a veces basta con un solo jugador para atascar ofensivas, y con suficiente munición desde el banquillo para que la segunda unidad tampoco se estanque. Para dar un número, pese a ser equipos completamente diferentes, voy a partir del último año completo de Deron Williams en Utah, en el que los Jazz fueron 8º en la Liga con un Offensive Rating de 110.7, y los voy a mover un poco hacia abajo, un par de puestos, por aquello de que son un equipo aún por conjuntar, para que se mantengan en la parte baja del Top 10 con 109.2 puntos por 100 posesiones.

Soy un firme creyente, y los números, aunque frágiles para evaluar defensa, al menos lo respaldan, que el esqueleto de una defensa es su juego interior. Y así, este equipo es una masa de músculo. Partiendo de los 109.9 puntos por 100 posesiones que recibieron en 2011, con Humphries y Lopez jugando más de 2000 minutos, como la referencia más consistente, apuesto por los 107.9. Tal vez esté infravalorando el efecto que puede tener el perímetro, especialmente Gerald Wallace, pero me cuesta ver más allá de la aparente endeblez del poste bajo. Y el banquillo tampoco parece rezumar especialistas.

Con ese margen, su esperanza sería de unas 44 victorias, lo que les movería del 4º al 7º puesto en el Este.

Quinteto de la Semana (semana 13)

Ha sido una semana rara, que hemos estado de semi-vacaciones, pero aquí llega el quinteto semanal!:

David WestSe cargó a la mascota de los Cavs, una buena forma de empezar el partido ya intimidando
Dwyane Wade – El otro día dijo algo así como que quería cobrar por ir a los JJOO, no llegará a final de mes?
Lil Penny – Hardaway es junto a Jordan el único que va a sacar zapatillas estando retirado… además, parece que volverá Lil Penny…
CJ Watson – ‘Sentó’ a Rose en el banquillo y encima fue decisivo para Bulls
Pau Gasol – Back to back triples?!?!? Que nadie se lo cuente a Scariolo y/o Garbajosa…