Un verdadero clásico

Esta noche tendremos el placer de disfrutar de uno de los duelos clásicos del baloncesto, un choque entre dos selecciones enfrentadas, que se odian con admiración. Brasil y Argentina, Argentina y Brasil. Desde 1930, entre Mundiales, Juegos Olímpicos, Preolímpicos, FIBA Américas y Sudamericanos han jugado entre ellos de manera oficial hasta en 88 ocasiones, incluyendo los cruces del último Mundobasket en 2010 y Juegos Olímpicos en 2012. Argentina se cobró ambos, el primero en octavos de final, y el segundo en cuartos, por lo que esta noche tiene ambiente de revancha.

En realidad, todas lo tienen, porque todos los protagonistas han ganado o perdido alguna vez (incluso con los dos equipos), y siempre queda una cuenta pendiente. Pero sin duda, esta vez, es Brasil quien tiene la presión. «Es un tema muy pre-partido eso de buscar antecedentes» comenta Prigioni, con algo de desdén «ellos son el mismo equipo, nosotros no.» De la plantilla de los Juegos Olímpicos se han caído los dos jugadores con más minutos (Manu Ginóbili, Carlos Delfino) y algún gregario mítico como los Gutiérrez, mientras que Brasil llega muy completa, con casi todo lo que tiene. «Somos un equipo diferente, jugamos de otra manera y con estas armas que tenemos hoy, intentaremos jugarle al Brasil completo, que sí lleva mucho tiempo jugando junto.»

El ambiente que se respira en lo que hemos podido ver de ambos equipos es muy diferente. Argentina se muestra distendida y relajada, pasando la presión a Brasil siempre que tienen oportunidad y recordando la diferencia entre las convocatorias de ambos equipos. Brasil luce más seria y concentrada, con más gravedad en todas sus declaraciones, y transmitiendo la idea de que esta vez sólo vale la victoria.

«Existe una fuerte rivalidad, y mucha tradición«, reconoce Nene. «Lo importante es que estamos dispuestos a seguir en el campeonato y buscar algo grande para nuestro país».

  • El recuerdo de Magnano

Mientras estos dos equipos se sigan enfrentando y Rubén Magnano ocupe el banquillo de Brasil, esto seguirá siendo noticia. El técnico con el que el equipo argentino logró el mayor éxito de su Historia (ese oro olímpico del que se cumplen ya 10 años), está ahora en el otro bando. ¿Para ellos también sigue siendo reseñable? «Ya no. Supongo que a los jugadores les habrá pasado en 2010 al ver a su entrenador en el plástico rival, yo lo sentí cuando llegue en 2011, después nos tocó otra vez en el cruce y ya me acostumbré«, dice Julio Lamas.

En Argentina, mientras, hablan de manera jocosa de «prueba de Dios» para Rubén cruzarse con ellos tantas veces desde su llegada,  «El problema es suyo. No sé que pensará él al jugar contra su país, nosotros somos todos argentinos«, apuntilla Lamas. El caso es que lo que pase hoy puede tener repercusiones para el trabajo de ambos. Por poco favoritos que se vean o digan verse, en Argentina siempre dolerá caer contra su némesis tan pronto. Y en Brasil, con Rio 2016 en el horizonte, y sin llegar a semifinales en lo que serían ya 3 torneos mundiales en la era Magnano, se plantearán un par de cosas. Un poco más de picante para la ensalada.

  • El ambiente

Con dos comunidades bastante grandes en Madrid, espero un buen color y nivel de ruido en las gradas. No se han vendido todavía todos los tickets, pero al no jugar España, se presupone que los que los hayan comprado están interesados. El ambiente debería ser mucho mejor que en los últimos enfrentamientos en Londres o Turquía, y estos jugadores se alimentan del ruido. Esperemos buena entrada esta noche.

Lo que también esperamos ver es un encuentro bastante limpio, pese a la rivalidad. Recordemos que aunque haya jugadores con mucho pronto en ambos equipos, otros son amigos entre sí (Prigioni, Nocioni, Scola, Herrmann, Huertas o Splitter han pasado todos por Baskonia, por ejemplo, compartiendo tiempo entre ellos, Laprovittola ha estado la pasada campaña con en el Flamengo con Marcelinho Machado y Marquinhos Viera, donde este año se unirá Herrmann, etc.). En la pista sólo habrá baloncesto. O eso esperamos.

  • El partido en sí

En parte, el partido de esta noche también es la historia de dos estilos de juego diferentes. «Si los conseguimos poner 5 contra 5, tendremos más opciones«, dice Prigioni. Sin ser ninguno de los dos el prototipo más puro de cada modelo juego, no sería pecado separar en técnica a Argentina y físico a Brasil, aunque como toda generalización, sea algo injusta.

«Están muy fuertes en defensa para correr al contraataque y creo que es fundamental cortarles eso.», apunta Prigioni. «Tambien en el rebote, tienen gente muy grande. Es donde más daño nos pueden hacer. No podemos tomar malos tiros, hay que mover la bola, que les cueste, que tengan que defender largo.» Pero en duelos tan tensos como estos, salvo que un equipo aplaste al otro, lo normal es ver varias fases, no una única historia. Más que tratar de imponer un estilo, teniendo en cuenta que las dos selecciones pueden mostrar varios registros, lo fundamental es encajar bien los golpes: es crucial sobrevivir a las fortalezas rivales.

«Fuimos eliminados en los Juegos Olímpicos por pequeños detalles que, con certeza, esta vez no vamos a cometer» remarca Nene. Para Prigioni «creo que irá más por el lado de acierto de jugadores, de la inspiración, que de cosas tácticas. No creo que nosotros vayamos a descubrir muchas cosas nuevas. Intentaremos imponer lo que hacemos bien, a ver quién lo consigue y pone más trabas».

  • El duelo de bases

Marcelinho Huertas y Facundo Campazzo son dos de los mejores, y más divertidos (muy importante) bases fuera de la NBA. A partir de ahora se verán varias veces al año, coincidiendo con el Barça-Madrid, que es un poco el Brasil-Argentina de selecciones, pero su historia común empieza hoy. Campazzo era parte pequeña de la rotación en los Juegos Olímpicos de 2012, pero hoy es uno de los jugadores más importantes de este equipo, y tendrá la misión de parar a un Marcelinho que en Londres lideró a los brasileños con 22 puntos.

Muchos equipos han intentado con rotundo fracaso parar los bloqueos y continuación de Huertas, y Argentina en el pasado reciente ha sido de los más extremos en su propuesta, flotándole para que tire, y quitándole el pase interior. Los resultados han sido desiguales en lo individual, pero todo un éxito en lo colectivo. Campazzo no es un defensor insistente y el quinteto titular de Brasil tiene a dos de los mejores jugadores poniendo bloqueos del mundo en Splitter y Nene. Seguir el ritmo a Huertas con esta compañía requiere mucho esfuerzo y pundonor, hay que estar dispuesto a negociar varios bloqueos sobre el balón en la misma jugada, que vendrán además por diferentes lugares. Viendo quién lo va a defender (Prigioni y Laprovittola también podrían pasar un rato con él) y cómo lo han hecho hasta ahora, el partido puede acabar dependiendo perfectamente del acierto de Huertas desde lejos.

Que prepare la pierna.

  • Los tres gigantes contra Scola

El juego interior NBA de Brasil es potentísimo, pero Scola es de esos jugadores que pueden crear caos sin importarle el rival. «Es el corazón y la cabeza de este equipo, la cara que lleva su energía, pasando la bola y siendo su anotador este campeonato. Tenemos que pararlo, y las cosas mejorarán»

Nene cree que al menos conoce la teoría para detenerlo «Es puro talento, pero siempre utiliza la ventaja del espacio. En cuanto los pívots ayudan al base, él hace el pick-n-pop, sale fuera y es eficiente. Pero cerrando ese espacio, él lo tendrá complicado, y nosotros sabemos marcarlo. Tendremos que estar encima de él«.

También habla de encimarlo Varejao. «Es un jugador que tiene un volumen de juego muy grande. Tenemos que darle una atención especial, porque muchos balones pasan por sus manos. Lo estamos entrenando todos, y no lo marcará sólo uno. Será una defensa especial y estaremos muy encima, preparados«.

Lo que quizá no sepa es que Argentina planea sacar este espacio por lo civil o por lo criminal. Ayer, al final de la sesión del entrenamiento, Scola y Campazzo repitieron en solitario un bloqueo-y-continuación central, que a mitad de su ejecución se convertía repentinamente en bloqueo-y-apertura para el tiro desde el codo derecho. La reacción era tan súbita, que parecían estar entrenando su sincronización. Si Nene y los suyos realmente quieren estar encima de él, van a necesitar trabajo y reflejos.

«Creo que nos conocemos demasiado«, decía Prigioni «no hay mucho espacio para las sorpresas.» Qué va, Pablo. Siempre lo hay.

Avance de temporada 2013-2014: Indiana Pacers

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El año pasado todavía eran una promesa, y este, ya son una verdadera realidad. Indiana es un equipo que aspira a todo, con un futuro brillante además a medio plazo, ya que muchas de sus piezas son jóvenes y están atadas a contratos de larga duración.

Y este equipo todavía tiene margen de mejora, aunque no parezca posible. La defensa más efectiva de la Liga la pasada campaña, producto del magnífico sistema de Frank Vogel, es casi perfecta, y como mucho puede, y debería, mantenerse. Continúa Roy Hibbert, pilar clave que sostiene la estructura, protegiendo el aro sin necesidad de ayudas, y un grupo de jugadores exteriores magnífico con Paul George de protagonista, que puede emplear su tiempo en proteger el perímetro. Pero estuvieron lastrados por un pobre banquillo, y las incorporaciones a la segunda unidad, además de la vuelta de Danny Granger, harán que esta plantilla sea más profunda. Y un ataque, que empezó mal pero fue mejorando durante el año tiene la oportunidad de empezar a tope en esta nueva temporada.

  • Radiografía de los Pacers

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Quinteto de lujo… 

Junto a los 3 últimos finalistas (Miami, San Antonio y OKC), los Pacers son uno de los seis equipos que pueden comenzar la temporada con el quinteto que más utilizaron el año pasado (Toronto y Washington, son los otros dos). Gracias a que sólo se perdieron 25 partidos entre todos, Hill, Stephenson, George, West y Hibbert fueron el segundo grupo de cinco hombres más utilizado en la Liga la pasada temporada, tras los titulares de los Thunder, y eso que sólo jugaron juntos 64 partidos, porque Vogel tardó 6 encuentros en darle un puesto de inicio a Lance, que no volvería a perder.

Además, son eficaces. Estamos hablando del cuarto mejor quinteto de los 25 con más minutos a lo largo y ancho de la Liga, y el 6º entre los 40 con más de 250 minutos (teniendo en cuenta que dos de los grupos por encima, de Memphis y Toronto, fueron utilizados sólo en la recta final de la Temporada), superando en 12.1 puntos por 100 posesiones a los rivales. Si separamos su actuación en las dos partes del campo, estaríamos hablando de la mejor defensa de la Liga (Indiana como equipo es la #1, y este quinteto mejora ligeramente la marca de todos los minutos del equipo en general) y el sexto mejor ataque.

Si os fijáis en la radiografía de los Pacers, y la clase de tiros que permiten al rival en defensa, no les dejan tirar cerca de la canasta o de 3, fuerzan (si eso es posible) malos porcentajes desde esas zonas, y sólo dejan al rival elegir las peores opciones, suspensiones a media distancia. Además, evitan todo lo posible cometer faltas.

Pese a ser uno de los equipos que más rebotean en ataque y más balones pierden, su balance defensivo es fantástico, y evitan los contraataques rivales. Y a media cancha son un equipo con una magnífica capacidad de mantenerse en su sitio, ya que todos los miembros del quinteto, tienen un gran área de influencia, y tienen que preocuparse de rotar mucho menos que otras defensas de élite.

Por fuera, son un equipo con jugadores sobrados de envergadura, y tremendamente oportunistas, que hacen muy difícil hacer circular el balón mediante el pase. De hecho, los equipos suelen atacar a los Pacers directamente desde el bloqueo directo, porque es la opción menos mala y la única que libra del torrente de pérdidas, y suelen tener que confiar en el tiro del hombre alto, pese a que saben de las pocas expectativas de éxito, ya que es muy difícil atacar a Roy Hibbert. Los equipos con un pívot que tira bien en la zona de la bombilla les pueden dar problemas (perdieron dos veces contra Boston y Garnett en la Temporada Regular y una contra Portland con Aldridge acertando en 7 de 9 lanzamientos más allá del tiro libre) pero David West hace un buen trabajo en general tratando de disputar una clase de tiros que rara vez son eficientes.

En ataque, mejoraron ligeramente el rendimiento del año anterior, con Stephenson en el lugar de Granger, gracias a que jugaron de manera más agresiva: anotaron más puntos tras pérdida rival, a la contra, en la pintura (nótese que una sola canasta puede cumplir estas tres situaciones) y producto de tiros libres. Atacando más el corazón de la defensa rival, también lograron abrir más opciones en el perímetro, y pese a que a lo largo de la temporada George tuvo peor porcentaje de 3 que el año pasado, Hill lo mantuvo y Stephenson está muy lejos del acierto de Granger, los números del quinteto titular desde el triple son iguales a los de la temporada anterior (13.8 intentos por 36 minutos con un 38.6% de acierto en 2012, 13.4 con un 39% en 2013 de los titulares). La adición de Stephenson, en su papel de Mini-Westbrook fue muy importante en esta función, ya que contagiaba al equipo con su intrepidez y determinación, que fue de menos a más según avanzó el año. Está claro que no nació preparado, como su apodo en el circuito neoyorquino, Born Ready, insinuaba, pero ahora ya lo está.

Otra parte muy importante fue el rebote ofensivo. Fueron el cuarto equipo de la Liga que más veces recogió sus propios fallos, y quintos en puntos en segundas oportunidades durante la Temporada Regular, y el mejor equipo en ambas tareas en Playoffs. Teniendo en cuenta que su acierto en tiros de campo fue bastante pobre, la habilidad de volver a tratar de anotar fue muy importante para este equipo.

La otra cara fue el alto número de pérdidas (lideraron la Liga ampliamente en faltas en ataque), pero en conjunto tuvieron una excelente actuación, y son otra muestra de lo que se puede conseguir sin una super-estrella individualista (no, George aún no está en nuestra lista) si los cinco titulares saben qué hacer en ataque.

  • …¿con fecha de caducidad?

Con la vuelta de Granger tras perderse prácticamente el año pasado entero por lesión, Vogel tiene una patata que puede acabar calentita. Con Paul George como fijo, las únicas opciones de aquel que fue hace poco jugador franquicia en Indiana de volver al quinteto pasan por reemplazar a Lance Stephenson (o, moviendo más piezas, en un movimiento improbable, a George Hill).

Después de lo bien que funcionaron los Pacers el año pasado, y la progresión que demostró el joven y rugoso Lance Stephenson, por un lado parece mejor no tocar lo que funciona. Pero si Granger recupera un nivel cercano al que tenía antes de la lesión, es un gran jugador, que además puede ayudar más del lado débil (por decir algo) del quinteto inicial, del ataque, aunque no es ningún mediocre en defensa tampoco.

Granger es mucho mejor tirador que Stephenson, creativo, capaz de poner la pelota en el suelo (los Pacers son otro equipo que puede probar con los bloqueos directos entre hombres exteriores, un GeorgeGranger tiene claro potencial) pero aunque sea un jugador que no retrocede ante una gresca o el juego físico, Stephenson ayudaba a poner un tono de mayor intensidad a las pequeñas cosas. También, Granger ha estado acostumbrado siempre al protagonismo y a detener el balón y ahora mismo, los Pacers son el show de Paul George, y un equipo más afilado, y Danny tendría que volver acatando las nuevas reglas.

Pero ya no es sólo la cuestión de combinarlos en pista de la mejor manera posible esta temporada. Ambos entran en su último año de contrato, y serán agentes libres no restringidos (Stephenson firmó 4 años como elección de 2ª ronda), por lo que necesitan brillar y jugar lo más posible. Lance ha declarado que no le importaría salir desde el banquillo, pero me temo que lo dice con la boca chica (o eso tiene que pensar su agente al menos), y teniendo en cuenta que quizá él tenga más papeletas ahora mismo de ser una parte del futuro de los Pacers que Granger, Indiana querrá tenerle contento. Además, los jugadores de la segunda unidad de los Pacers tienen bastante talento ofensivo, por lo que el que sea relegado a sexto hombre, quizá no pueda tener tanto protagonismo como suele. Así, entre unas cosas y otras, la condición de titular trae una serie de ventajas importantes.

Lo bueno de la NBA, es que muchas veces, este tipo de debates se resuelven solos. Hay muchos minutos a repartir, las lesiones ocurren, y los jugadores tienen bajadas y subidas de rendimiento que convierten decisiones como estas en fáciles vistas a posteriori. Para empezar, como Granger llega justo al principio de temporada, puede empezar como suplente, e ir entrando al quinteto poco a poco si se lo gana. Lo que es seguro es que la competición será dura, y Vogel puede conseguir tenerles en tensión, y dando lo mejor de cada uno durante todo el año. Pero tendrá que manejar la situación con autoridad.

  • Moderad el entusiasmo

Paul George, All-Star en su tercera temporada en la Liga y miembro del tercer equipo All-NBA, le han recompensado con una extensión de 5 años y unos 80 millones, que pueden llegar a una cifra en torno a 95 si este año repite en un equipo All-NBA (o si es MVP, pero me temo que si lo nombran jugador más valioso, en uno de los tres quintetos entra…). Aunque todos estos honores y recompensas son más que merecidos por su trabajo en las dos partes del campo, al joven californiano le falta todavía un nuevo escalón para ponerse al nivel de los mejores líderes de una unidad ofensiva. Acaba de subir otro peldaño en los Playoffs, que tendrá que consolidar durante el año que viene y si sigue su progresión, no tardará en caer el obstáculo final, pero todavía no está ahí.

El año pasado a estas alturas ya sabíamos que era un excelente y sacrificado defensor y veíamos su potencial como segunda opción anotadora. Durante la temporada confirmó esto último y se fue destapando como pasador y creador de juego, demostrando que puede ser el foco de atención en un ataque solidario con jugadores talentosos a su alrededor. Pero todavía no podría tener un impacto masivo en un equipo mediocre sin su presencia, como, por ejemplo, el de Harden en Houston, aunque, por suerte para él, en Indiana no le hace falta.

Es muy versátil en ataque, pudiendo hacer un montón de cosas diferentes bien: tirar tras pase, postear, crear tras bote, sacar faltas, enfrentarse al rival uno contra uno… pero no acaba de tener un go-to move, un recurso infalible al que acudir cuando su equipo lo necesite, o sobre el que pueda añadir más opciones de continuar la jugada. A veces, con jugadores como George a los que se ve tan fluidos en general, cuesta ir a los números, porque es de esperar que pronto te dejarán en ridículo por apuntar al pasado más reciente, pero la realidad es que ahora mismo, sus 17.4 puntos por partido con un TS% medio (53.1%) y un gran número de pérdidas, están en el territorio de los Brandon Jennings o Kemba Walker (de su edad, por cierto), y son de notable más que de sobresaliente.

Pero ese «ahora mismo» con Paul quizá sea «ayer», y para un jugador de 23 años y 3 temporadas, ser un 10 en defensa y un 8 en ataque es fascinante. No estamos restando méritos, sólo advertimos que se está yendo aún más rápido de lo que va él. Con la temporada ya avanzada, los Pacers todavía tenían que tirar de pizarra y bloqueos indirectos para darle ventajas de cara a la conducción y penetración, porque no era nada eficiente empezando los ataques desde arriba, con un simple bloqueo directo.

De los cinco titulares de los Pacers, es el que presenta el peor índice ofensivo en sus minutos en pista (también es el que más minutos ha jugado, y por tanto, más ha coincidido con el circo de los suplentes), y pese a que el RAPM (+/- ajustado y normalizado) le sitúa como 5º jugador exterior en impacto defensivo (hace al equipo 3 puntos por 100 posesiones mejor), al sumarle la contribución al ataque, acaba siendo el 42º jugador con más valor de la pasada temporada. Sus números individuales, además, apenas varían de jugar con el quinteto titular habitual a hacerlo sin ellos, lo cual por un lado es buena señal (su juego no depende de que sus compañeros le hagan mejor), y por otro, significa que no le podemos echar tanta culpa para lo menos bueno al acompañamiento.

George ha tenido la fortuna de caer en una situación perfecta para él en Indiana, un equipo en el que pudo hacerse un hueco utilizando sólo sus virtudes, y desarrollar poco a poco aquellas facetas en las que no era tan especial, con un genial cuerpo técnico alrededor. El equipo que te toca en el Draft puede crear o destrozar tu carrera, y a PG le ha salido «cara». Nos alegramos, y ojalá el año que viene podamos celebrar que ya es una realidad en total plenitud.

  • Otro que también…

Los Playoffs conviertieron a Paul George en estrella mediática, pero seguramente no fue ni siquiera el jugador de los Pacers que más mejoró su reputación. Ese título sería para Roy Hibbert, que con su titánico Game 1 en la segunda ronda contra New York, en la que defendió a uno de los ataques más potentes de la Liga casi por sí solo, y los 22 puntos y 10.4 rebotes que se marcó por partido en las Finales de Conferencia del Este ante Miami pusieron su nombre en toda lista de mejores pivots de la Liga.

A diferencia de otros jugadores que intimidan en las ayudas, esperando agazapados, o tienen su impacto secando el juego del rival de espaldas en el poste bajo, Hibbert protege el espacio aéreo de frente, uno contra uno, situándose atrás y parando cara a cara a todo aquel que se atreva a penetrar en su guarida, con una impresionante movilidad para su 2.18, y además, tras los problemas que tuvo en sus dos primeros años, ya logra hacerlo sin faltas. Eso permite a Indiana poder defender la línea de 3 sin tener que ayudar hacia el centro, y los rivales se tienen que conformar con tirar de media distancia, o acabar las penetraciones en mitad de la pintura con un floater, en lugar de llevarla hacia el aro.

Su RAPM le coloca como 9º defensor con más impacto en la Liga el año pasado, por detrás de todos los sospechosos habituales (Duncan, Dwight, Sanders, GarnettMarc, Asik, Noah y Chandler). Como nada es perfecto, y no se puede capturar todo lo que un jugador significa, el orden quizá sea lo de menos, pero es maravilloso cuando una estadística es capaz de separar en la capa superior al quién es quién del negocio.

Donde Hibbert deja bastante más que desear, porque lo de la serie de Miami es más la excepción que la norma, es en ataque. Contra los Heat, se aprovechó de su extrema debilidad en el interior para abusar y limpiar el tablero, pero, sobre todo a principio de temporada, Roy fue atroz. Hasta el All-Star su porcentaje de tiro de campo fue del 41.4%, una cifra terrible para un hombre alto en especial. En la segunda parte de la temporada, subió al 51% que mantuvo en Playoffs, y el ataque de los Pacers, que fue el 24º hasta el parón, fue 11º de ahí al final.

Lo cierto es que Hibbert tiene algún recurso más de lo habitual en un pívot mastodóntico, ya que pide el balón el los dos lados de la pista por igual, puede tirar desde la bombilla (y mete sus tiros libres), es bastante ligero teniendo en cuenta su tamaño como para continuar tras los bloqueos directos, y pasa bien. El problema es que si no está Bosh delante, no es capaz de ganar ese metro que siempre le falta para llegar al aro, y acaba simplemente dejando volar el balón, una terrible manía. De los 785 tiros a 5 metros o menos del aro, 198 fueron suspensiones, más de uno de cada cuatro, y sólo metió 27, un 13.6%. Y en Playoffs la cosa no mejoró mucho, de hecho, empeoró en acierto (4 de 50, o el 8%), pero tiró menos, cambiándolas por bandejas, mates y ganchos de mejor propósito.

Cuando Dwight Howard es notoriamente mejor tirador que tú desde alguna zona, el sentido común creo que dice que deberías dejarlo. Con Paul George cada vez más desequilibrante y Danny Granger de vuelta o una mayor dosis de Stephenson, los Pacers no tendrán que pasar su ataque por él tanto el año que viene, y le podrán dejar hacer lo que mejor se le da: defender, rebañar en ataque, y abusar sólo del que pueda.

  • El punto débil

Si el quinteto de los Pacers fue magnífico, su banquillo es todo lo contrario. Augustin, Green, Young, Hansbrough y Mahinmi, fueron un arma de destrucción masiva para este equipo y sus aspiraciones a mejores resultados y sólo el pívot francés permanecerá en el equipo.

Como unidad sólo coincidieron 63 minutos, pero su balance es de -10.2 puntos por 100 posesiones y las combinaciones de 4 jugadores de este grupo con cualquier otro, tienen todas diferencia negativa (entre -2.8 y -23.4 puntos por 100). Sin un sólo jugador con un porcentaje de tiro verdadero por encima de la media, la falta de un macho alfa (o beta, incluso) en ataque fue muy dañina para el equipo, y contagiosa cuando se juntaban con otros. Si sumamos los puntos por 36 minutos de los 5, llegan a 58.5, muy lejos de los 70-75 que mete habitualmente un equipo NBA.

EL RAPM (+/- ajustado y normalizado) de todos ellos es negativo (entre los 0.7 puntos por 100 posesiones que estiman que cuesta a su equipo la presencia de Tyler Hansbrough, a los 4.9 de Sam Young), y no hacen falta fórmulas y regresiones para verlo: todos tuvieron un +/- negativo en al menos 10 partidos más de lo que Indiana perdió con ellos. Por ejemplo, Hansbrough, que jugó en todos los 81 (!) partidos de los Pacers, con sus 32 derrotas correspondientes, tuvo un +/- por debajo de 0 en 42 partidos. Sam Young estuvo presente en 20 partidos perdidos, y tiene diferencial negativo en pista en 34. Y así el resto…

Este año, con la llegada de CJ Watson, Chris Copeland y Luis Scola, además de la vuelta de Danny Granger o Lance Stephenson, esta unidad pasará de ser una de las peores de la Liga, a algo que tiene pinta de ser como mínimo, competente. Casi todos estos jugadores son efectivos en ataque, y desesperantes, los tres primeros, en mayor o menor grado en defensa, aunque contra otros jugadores de banquillo, y con Mahinmi (que es el mismo que el año pasado, pero en esta ocasión, rodeado de jugadores que le complementan) protegiendo el aro lo suficientemente bien para que los Pacers mantengan el esquema defensivo, no debería ser un problema.

Y con gente como Scola, tiene potencial de ser brillante. El argentino cumplirá 34 años en Playoffs y su rendimiento ha bajado los dos últimos años, pero es una garantía de consistencia (sólo se ha perdido 8 partidos en 6 años en la NBA) y en Phoenix no se le veía muy motivado. En Indiana podrá jugar menos minutos y dosificarse mejor, y será una opción mejor que Hansbrough si David West se tuviera que perder algún partido. Las únicas áreas en las que pierde Indiana con el cambio son el rebote de ataque (y los viajes a la línea que Psycho-T conseguía a partir de esto) y la intensidad. Para todo lo demás, prefiero a Scola.

El no trade

Anoche, ya algo tarde, nos acostábamos con la idea en la cabeza de que algo gordo se estaba cociendo en la NBA, más concretamente entre Lakers, Hornets y Rockets, un trade que mandaba a Chris Paul a Lakers, a Gasol a Rockets y a Odom, Scola, Martin y Dragic a los Hornets pero cuando todo estaba hecho, apareció él, David Stern.

La NBA o lo que es lo mismo David Stern había vetado el trade, ya realizado, por motivos baloncestísticos y dejaba a todo el mundo en su sitio, a partir de este momento La Caja de Pandora se había abierto.

David Stern decía que motivos de índole baloncestística había hecho que se vetara el trade, que luego analizaremos…, pero la verdad que hay detrás es mucho más tenebrosa y maquiavélica. Lakers con este traspaso iba a dejar de pagar bastante dinero por el tema de la Luxury Tax, dinero el cual va al resto de franquicias, los propietarios eso no les ha hecho ni pizca de gracia, así que han puesto el grito en el cielo para que eso no sucediera. Luego tenemos los equipos que le da igual la pasta, los poderosos, que vistos el panorama han dicho que no, que no, pero estos más pensando en ver a Paul de dorado y purpura… La verdad en todo esto? poca gente la sabe, para que nos vamos a engañar, pero el Lockout tiene mucho que ver ya que se han esgrimido razones de mercados pequeños, de siempre pasa lo mismo y demás para justificar una dictadura y una imposición de otra época.

Uno de los grandes factores es la situación de los Hornets, que actualmente son propiedad de la propia NBA, es decir, los propietarios de todos los equipos de la liga, algo que es impensable por estas tierras, pero que en USA no es una situación extraña. Esto hace que claro, pueden vetar el trade y efectivamente, si no les viene bien o simplemente no les gusta, dicen que no y santas pascuas, de ahí la clave de que la NBA (David Stern) haya vetado el traspaso. Con el consecuente papelón por parte de los GM de los 3 equipos que se tienen que comer jugadores que ya estaban traspasados… todo muy divertido como veis.

Pero analizando el trade y como buen lacustre que soy, me gusta y no me gusta y me explico… Lakers recibe uno de los mejores bases de la liga sin duda, pero dar Odom + Gasol es un lastre brutal de cara al juego interior, que se quedaría a expensas de Bynum y ojo, que yo soy totalmente defensor de anteponer a Bynum antes que a Gasol, pero claro, con Odom jugando de 4. Sin Odom Lakers está cojo en el juego interior… eso o había algo por detrás oculto, es decir, otro movimiento no se si para traer a Howard, que ya sería seguro por Bynum (el único traspaso que haría yo por el 17 Laker…) con lo cual nos quedaríamos con el sueño de Kobe + Paul + Howard, pero sin juego interior… tal y como le pasa a Howard en los Magic… mal incluir a Odom… Lakers creo que pierde más que gana… pero el impacto que puede hacer Paul en Lakeres puede ser tremendo…

Por parte de Rockets, se llevan a Gasol, un All-Star, pero dan a su mejor jugador dentro, Scola. Otra cosa hubiera sido si hubieran podido juntar a ambos, lo cual sería más que importante haciendo de Houston uno de los mejores y más inteligentes juegos interiores de toda la liga. Por otra parte las bajas de Martin y Dragic son anecdotas, aunque el balcánico acabó el año pasado con buenos números. Eso sí, con esto podrían ir a por Nene… y uno Gasol + Nene también sería muy interesante…

Y finalmente los Hornets. Qué parecen los grandes derrotados por la perdida de su estrella, personalmente son los grandes beneficiados de todo el trade. Juego interior más que bueno con Odom, Scola, West y Okafor que ya está en plantilla. Llega Dragic, un buen base junto a jugadores como Ariza, Bellinelli…

Pero nada de esto será realidad, ya que David ‘Bananero’ Stern ha decidido que no le da la gana, así sin más, estableciendo un precedente que hace que a partir de este momento ningún trade sea seguro hasta que el nuevo general manager de toda la NBA le apetezca. Es decir, tal vez este post nunca salga y no lo leáis porque claro, nos lo pueden vetar… quien sabe…

PD: Y no hablo de la carta de Gilbert, por no perder el tiempo…

ACTUALIZACIÓN:
Adjuntamos aqui el comunicado oficial de David Stern al respecto… no tiene desperdicio…
NEW YORK, December 9, 2011 – In response to inquiries, NBA Commissioner David Stern released the following statement: “Since the NBA purchased the New Orleans Hornets, final responsibility for significant management decisions lies with the Commissioner’s Office in consultation with team chairman Jac Sperling. All decisions are made on the basis of what is in the best interests of the Hornets. In the case of the trade proposal that was made to the Hornets for Chris Paul, we decided, free from the influence of other NBA owners, that the team was better served with Chris in a Hornets uniform than by the outcome of the terms of that trade.”