Avance de temporada 2013-2014: Chicago Bulls

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Los Bulls añaden a un equipo que ha ganado 45 partidos y plantó toda la cara que pudo a Miami en Playoffs a Derrick Rose por Nate Robinson, Mike Dunleavy por Marco Belinelli y más minutos de Jimmy Butler por Rip Hamilton. Una de las franquicias más estables las últimas temporadas, reteniendo una gran cantidad de jugadores importantes y a su entrenador, Tom Thibodeau, Chicago es un equipo que juega de memoria y más duro que nadie, que perdió la chispa en una desafortunada lesión.

No es sorpresa en absoluto, que con el MVP de la temporada 2011 de vuelta, en muchos círculos los coloquen como segundo equipo en el Este. Con Thibs y Rose, los Bulls tienen un registro de 94-26, que equivale a 64 victorias de cada 82. No sabemos aún cuánto y cómo jugará el base nacido en el mismo Chicago, pero si lo hace lo suficiente, los Bulls pueden volver, tras dos años con la ilusión asesinada antes de tiempo, a luchar por el anillo sin cortapisas.

  • Radiografía de los Bulls

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • The real return

La vuelta de un reciente MVP que está todavía en sus mejores años, si es en buenas condiciones, siempre ayudará una barbaridad a cualquier equipo. Pero aquí es aún más importante porque Rose sostenía una parte descomunal del ataque de Chicago.

Los Bulls fueron en 2012 el quinto mejor equipo en ataque, y si separásemos sólo los minutos con Rose en pista, con una marca de 107.6 puntos por 100 posesiones, hubieran sido segundos. Este año fueron vigésimocuartos, y un auténtico desastre en todos los aspectos, menos en el rebote ofensivo.

El de Chicago, uno de los ataque más estructurados de la Liga, con más jugadas, recursos y bloqueos que la mayoría, son la prueba de que si falta talento y acierto, la pizarra puede hacer muy poco. El enorme trabajo que realizan los Bulls en cada posesión por liberar a sus jugadores, se queda en nada por no tener a nadie que pueda abrir en canal una defensa. A menudo acaba en tiros de media distancia, que además no meten: tienen uno de los peores porcentajes de la Liga además de una de las mayores frecuencias. El equipo prácticamente no salía a la contra el año pasado, y su ataque a media cancha resultaba inoperante e incapaz.

Con Rose de vuelta, se espera que las cosas cambien. No son sólo los más de 20 puntos y constantes viajes a la línea que esperamos de él, sino la atención que recibe, la posibilidad de recuperar la transición y lo que atrae al medio de la pista.

Hay muchas ganas de verle jugar con Jimmy Butler, que acabó muy bien el año tirando de 3 (desde que empezó a jugar el 19 de enero, y hasta Playoffs, metió el 40.6% de los triples), y es un término medio entre la falta de rango de Rip Hamilton, el escolta con el que más minutos compartía Derrick en el quinteto titular, y lo que aportaba Kyle Korver, que formaba parte de la plantilla la última vez que Rose pisó la pista. Aunque apenas coincidía con el ahora jugador de Atlanta unos 14 minutos por partido, el ataque del equipo era dinamita pura en esos momentos (111.7 puntos por 100 posesiones, mejor pareja en Chicago).

Butler no sólo puede ofrecerse como una opción de tiro para ensanchar la pista y ayudar a Rose, también puede servir para que los Bulls recuperen el juego en transición y pillen a los rivales desprevenidos. Noah, gran pasador,  puede perfectamente tirar los outlet tras rebote para lanzar un contraataque si tiene dos jugadores corriendo a los lados de la pista, así que si Thibs lo permite… personal hay.

Y es que pese a que la fama la ha ganado como técnico defensivo, Thibodeau también es un buen estratega en ataque, y este año está obligado a plantear cosas diferentes a las del último año. La floppy (jugada típica en la NBA, en la que el escolta parte sin balón de debajo de la canasta, y los tres hombres altos se encuentran a los lados de la zona, preparados para dar varias opciones de bloqueo indirecto al jugador, que saldrá a recibir al poste alto) tenía su principal razón de ser para este equipo en Rip Hamilton, pero los Bulls la han seguido utilizando muchísimo porque tanto Deng como Butler se atreven a tirar desde la media distancia (y Luol de hecho le pone mucho picante pasando cuando la defensa se desequilibra), pero no creo que sea la jugada más indicada para este equipo, no al menos en grandes dosis, porque no es el tiro el punto fuerte de la franquicia, y quita protagonismo y opciones a Rose, jugador sobre el que se va a construir el nuevo libreto.

Si el base puede jugar al 100%, está claro el ataque de los Bulls este año tendrá más libertad y creatividad, y será mejor, porque lo contrario, es muy difícil. Pero lo suyo… será ver cuánto.

  • Cosas de casa

El frontcourt titular de Chicago, y el primer cambio desde el banquillo y/o sustituto cuando hay lesiones o problemas de faltas, ya se conoce de memoria tras 3 temporadas jugando juntos en los mismos roles, lo que en la NBA son años luz. El cuarteto DengBoozerNoahGibson (no todos a la vez en pista, claro) ha compartido 159 partidos (24 de Playoffs) y no hay que descontar el factor de la familiaridad, muy importante, y muy singular en una Liga donde los equipos renuevan casi todas sus piezas en periodos de tiempo muy cortos.

Deng, Noah y Gibson son todos de 1985 (nacieron sólo con 4 meses de diferencia) y  tienen ahora mismo la edad que habitualmente se corresponde con el punto álgido de la carrera de un jugador NBA, pero llegan con cuentakilómetros diferentes a lo habitual. Deng ha jugado muchos más minutos que Joakim y Taj juntos (22.000 contra 18.000 en total) y tiene 9 años de experiencia NBA, contra 6 y 4 de los hombres altos.

Parte de estas diferencias, además de ser consecuencia de cuándo entraron en la Liga, tienen que ver con las lesiones que han ido arrastrando, sobre todo Noah, y el casi maltrato que ha sufrido Deng, que se ha comido la mayor carga de trabajo en la NBA el último trienio. El alero lleva dos años liderando la Liga en minutos por partido (y fue 4º en 2011) y su cuerpo dijo basta en los últimos Playoffs: una punción lumbar para descartar (o confirmar) que Deng sufría meningitis acabó mal, y  finiquitó su temporada repentinamente.

Por tanto, pese a no tener un frontcourt veterano (Boozer sí es algo más mayor, cumplirá 32 en noviembre), los Bulls tampoco están exactamente frescos, y el juego interior está a una mala lesión de tener que darle 20 minutos por partido a Mohammed a sus 36 años.

Pero cuando estén juntos, sabemos lo que se puede esperar de todos ellos, que ya son viejos conocidos. Deng pone el trabajo en las alas, algo de tiro (tras muy buenos años, su porcentaje de 3 cayó, al mismo tiempo que su número de intentos tras bote crecía) y estará en una situación mucho más cómoda para él, siendo el tercer o cuarto jugador al que se busca en ataque.

Boozer ofrece consistencia anotando de espaldas y de media distancia, es un buen compañero de bloqueos directos, rebotea bien, se esfuerza regular, y es un poco perro en defensa individual, pero el esquema de Chicago le tapa bien. Su porcentaje de tiro, siempre estable, tuvo un bajón el año pasado a 47.7 TC%, peor marca de su carrera, y por debajo del 50% por segunda vez. Una caída así, en un jugador aparentemente sano al pasar de los 30, suele ser preocupante, pero como el juego de Boozer no se basa en su capacidad atlética y Chicago no presentaba otra amenaza anotadora de garantías el año pasado, lo vamos a considerar un producto de la situación.

Noah, si está sano (ya se ha dicho en el primer día que tratarán de controlar sus minutos), es para mí uno de los mejores pívots de la Liga en las dos direcciones. Especialmente su defensa superlativa, merecedora de un DPOY, mezclando intensidad, protección del aro, rebote y rango. No es el clásico pívot intimidatorio que se estaciona como última línea de la defensa, y si le pidieran hacer eso seguramente no brillaría, pero es el jugador perfecto para hacer de ancla en el sistema Thibodeau, en el que prima la movilidad e inteligencia en los desplazamientos, y recompensa a los jugadores que destacan en la ayuda. Y con Carlitos de compañero, tiene que echar una mano demasiadas veces. En ataque deja que desear, pero logra ser efectivo gracias a una de las mejores tasas de rebote ofensivo de la Liga y una excelsa visión de juego y capacidad de pase. Los Bulls pueden utilizar a Noah como intermediario en el poste alto siempre que quieran, con garantías de éxito, y es una pena que no pueda postear y atraer marcajes dobles, porque se hincharía a asistencias hacia los tiradores que le esperaran fuera. Anotando, finaliza regular (le taponan bastante) pero se puede contar con él en un bloqueo y continuación, tiene un curioso y particular, pero efectivo, gancho en carrera con la izquierda si se encuentra en una situación de uno contra uno, y su forma de tiro, aunque horrible y dañina para los ojos del espectador, es efectiva, sin estridencias, desde la zona izquierda del ataque, si le dejan solo. Sus capacidades en este lado de la cancha, salvo por el pase, están llenas de asteriscos y condicionantes como veis, pero Joakim es de esos tipos ultra inteligentes, que busca su propia suerte y sabe ponerse en la posición que puede aprovechar.

Gibson es un complemento interesante a los titulares, ya que tiene la defensa de poste bajo más robusta del grupo (pese a ser algo pequeño para defender pivots, ha llegado al Training Camp con más peso encima) pero el tiro de media distancia que tan buena pinta tenía en su año de novato ha perdido toda su efectividad. Todavía es un buen finalizador y cortador, rebotea bien en ataque y puede postear de manera efectiva por fuerza (sacando muchas faltas), pero el balón no puede circular a través de él, su repertorio queda siempre a expensas de los demás. Por eso sus números son más brillantes con el resto de titulares.

En definitiva, los Bulls tienen un cuarteto de excelentes gregarios, que quedaron expuestos el año pasado a falta de un líder (ninguno de los cuatro paso del 48.5% de tiro efectivo, con la media de la Liga situada la temporada anterior en un 49.6%). La última temporada nos sirvió para comprobar lo que pueden sufrir un grupo de jugadores acostumbrados a ser secundarios si su papel y responsabilidad aumenta. Volviendo al lugar y la cantidad de tiros que les corresponde, se espera que todos vayan a mejor.

  • Ahogando los triples

Chicago es, junto a Indiana, el equipo que mejor defiende el triple en la Liga, sobre todo el de la esquina. Las reglas y las prioridades que marca Thibodeau son claras, y las rotaciones que ejecutan los Bulls, sencillamente perfectas. Fijaos siempre como Chicago, tiene a sus jugadores pendientes de los tiradores, con exceso de celo hasta que cruzan el arco, siempre con más jugadores en el lado fuerte de la pista (en el que está el balón, por donde discurre la jugada) y como cuando se invierte el balón, aparecen las ayudas, siempre dando prioridad al hombre de la esquina: si hay sólo un defensor para dos posibles lanzadores, es preferible dejar que tire el del ala.

También por la manera que defienden el bloqueo y continuación, con el defensor perpendicular a la canasta tratando de intentar no utilice la pantalla, y dándole a cambio un camino a seguir , que normalmente acaba a los lados del campo o ante una ayuda, es muy difícil también para los bases o escoltas tratar de utilizar el bloqueo directo para sacar triples tras bote. Como el hombre alto de los Bulls suele esperar cerca de la pintura,  si entre bloqueado y bloqueador logran entenderse bien para engañar al defensa, y dejarlo enganchado en la pantalla, ahí se crea una opción, que es prácticamente la única para el juego exterior de buscar un triple semi-cómodo, pero claro, es más fácil contarlo que hacerlo.

Otra posibilidad que tienen los equipos de atacar este esquema es el pick’n’pop, el bloqueo directo en el que el hombre alto, en lugar de continuar hacia la canasta, se queda esperando un pase para jugársela de larga distancia. Pero no hay tantos bigs que puedan tirar bien de 3, o muy bien (por encima del 50%) en lanzamientos de 2 lejanos, por lo que es casi tan fortaleza como debilidad. De vez en cuando, sale mal, porque llega, por ejemplo, Nowitzki. En un encuentro que les ganaron los Mavericks en marzo (sin Noah, hay que añadir), el alemán metió 15 puntos y 3 triples en el último cuarto. Ninguna defensa es perfecta, y este es el punto débil, pero no todo equipo tiene un Dirk, y si está Joakim, espectacular cerrando el tiro, son capaces de ajustar y encontrar el equilibrio casi perfecto en el riesgo que conlleva mandar al defensor interior más arriba.

En definitiva, los Bulls tienen muy claro cómo han de hacer, y así se gana media batalla. Por algo media Liga está copiando a Thibodeau.

  • Dunleavy vendrá bien

Pese a su veteranía (cumple 33 años en septiembre), Mike Dunleavy Jr. me parece un jugador más completo e interesante en este contexto que el jugador al que sustituye, Belinelli. En los últimos tres años, Dunleavy ha metido el 41.1% de sus triples en 5.4 intentos por 36 minutos, mejor registro que el 38.6% en 5.1 del italiano. Es un gran pasador, solidario, y no la pierde tanto cuando pone el balón en el suelo. Además, es más grande y con el tiempo ha acabado resultando bastante buen defensor en equipo, le irá bien dentro del sistema de los Bulls.

Edad aparte, la única desventaja del cambio sea quizá también la pérdida de versatilidad, ya que a estas alturas es difícil poner a Mike de escolta, aunque es la posición menos poblada de la plantilla. De hecho, podríamos decir que a estas alturas los Bulls no tienen ningún jugador cuya posición ideal sea la de 2. Con Butler y Snell por arriba y Hinrich por abajo, Chicago no tiene a nadie en la plantilla en la horquilla entre el 1.93-2 metros en la que están la gran mayoría de escoltas de la Liga (quizá acabe llegando Dahntay Jones, que firmó un contrato no garantizado), y donde se encontraban Belinelli y Hamilton. Aunque esto es casi anecdótico con el buen nivel que mostró jugando de 2 Jimmy Butler la pasada temporada, este año sería más difícil sustituir una posible lesión del de Marquette.

El banquillo y la profundidad siguen siendo un problema en un equipo en el que su propietario, que accedió por primera vez a pagar el impuesto de lujo el año pasado, y fue el primero en probar cómo se vive al borde del límite duro, prefiere gastar cuanto menos mejor. Esta temporada, estarán bastante por encima, al menos si no hay movimientos antes de que acabe el año, y así tienen que cerrar el grupo con jugadores como el inmortal Mike James.

Si los Bulls se mantienen razonablemente sanos (por lo pronto, malo ha de ser que el base se pierda el año entero otra vez), con Teague, HinrichDunleavy, Gibson y Mohammed, además de los novatos Snell y Murphy debería ser suficiente. Pero sigue siendo un banquillo algo flojo comparado con el resto de aspirantes, y teniendo en cuenta que está plantilla presenta más riesgos de lesión que otras.

  • Pagando la novatada

A veces se crea una injusta fama alrededor de cómo un entrenador no cuenta con sus novatos, pero las experiencias con Asik, Butler y Teague, y las minutadas que sigue recetando a sus titulares, son pruebas de que Thibodeau carda la lana. El rookie que más llegó a jugar fue el turco, que se acercó a los 1000 minutos en un año plagado de lesiones para Noah, sin ser muy joven (tenía 24 años y experiencia profesional), y sin pasar de ser el quinto hombre alto de la rotación.

Entre Deng, Butler y Dunleavy, al Thibs del pasado le sobrarían minutos para rellenar los 96 por partido de los dos puestos de ala, y eso por no hablar de la opción de utilizar a Hinrich de escolta. Veremos si el del presente prefiere ser un poco más conservador con el reparto, y hace uso de Snell, que podría ser el mejor tirador de la plantilla actual y beneficiarse del tamaño del resto para escarbar minutos de escolta.

Y si Snell no es el mejor desde el perímetro de este equipo, entonces el candidato al título es Erik Murphy, el otro novato. Lleva 3 años anotando más del 40% de los triples en Florida (los dos últimos con volúmenes especialmente impresionantes) y su habilidad anotadora quizá le permita adelantar a Mohammed como cuarto hombre alto, si los Bulls le necesitan más a él. Será el recurso de 4 abierto que el año pasado buscaron y no consiguieron de Radmanovic, y que está plantilla no tiene desde Brad Miller.

  • Cuidado con la estabilidad

Hablábamos al principio de como Chicago es uno de los equipos que más tiempo lleva conservando su núcleo, pero no sería de extrañar que se rompiera en cualquier momento. Luol Deng es agente libre al final de esta temporada, a Boozer se le podría aplicar la cláusula de amnistía (y ya sólo habría que pagarle un último año de contrato) y los Bulls podrían presentarse con siete jugadores bajo contrato, y unos 12 millones de espacio salarial libre la próxima temporada, simplemente con estos dos movimientos, pudiendo añadir presupuesto si colocan a Dunleavy o Gibson.

Muy catastrófica tendría que ser la temporada y muy clara tendrían que tener la decisión de no renovarle para desprenderse de Deng antes de la fecha límite para traspasos, porque no está la NBA como para perder un año en el que tienes la más mínima posibilidad de ser campeón (y Chicago se ha visto forzado, por la misma rodilla, las dos últimas veces), por lo que no veo que su puesto peligre tanto como piensan algunos analistas, pero Luol no está contento por cómo se gestionó su enfermedad, ni por la falta de interés en la renovación de su contrato, y los Bulls ahora mismo, con el nuevo impuesto de lujo, pagarían unos 20 millones más en salarios que el año pasado: descargar a Deng en el paquete adecuado, a costa de no recibir casi nada, supondría un gran ahorro para un equipo que ya no sobrepasaría el tope superior.

Creo que tendría que torcerse algo muy mucho para tomar una decisión tan drástica, pero lo que es verdad es que de los equipos de élite en el Este, los Bulls son seguramente los que más cerca tienen el botón de semi-reconstrucción. Y también son la franquicia que sigue apareciendo en los rumores de operaciones por ala-pívots que podrían estar disgustados si su equipo vuelve a estar sin aspiraciones este año, como Aldridge o Love.

Los Bulls tienen más flexibilidad de la que parece, y habrá que estar atentos, porque hay posibilidades de que aprieten el gatillo.

Avance de temporada: Chicago Bulls

La baja de Rose (y la retirada de Scalabrine, no olvidéis) son el nubarrón negro que amenaza el futuro de un equipo, que si mira al pasado no tiene tanto que temer. Thibodeau ha montado un equipo de ensueño, de esos en los que la suma de las partes es un pedazo pequeño del total, y aunque tengan la rodilla temblando y hayan perdido un poco de músculo y altura, la columna vertebral se mantiene.

Altas: Kirk Hinrich (Atlanta Hawks), Marco Belinelli (New Orleans Hornets), Nazr Mohammed (Oklahoma City Thunder), Nate Robinson (Golden State Warriors), Vladimir Radmanovic (Atlanta Hawks), Marquis Teague (Draft)

Bajas:  Ronnie Brewer (51.3% de los minutos), Kyle Korver (46.1%), C.J. Watson (36.4%), Omer Asik (30.4%), John Lucas (22.8%), Mike James (3.8%), El hombre, el mito, la leyenda (3.8%)

Empecemos con el análisis:

Chicago Bulls en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
14º 26º

Los Bulls estuvieron entre los 5 mejores ataques de la Liga, pese a ser, como Atlanta, Charlotte y Boston, de esos equipos que más se la juegan con el tiro de 2 lejano. Pero a diferencia del resto, que ya vimos que acababan con un Índice Ofensivo muy por debajo de su acierto, Chicago no pierde mucho la pelota, y son el mejor equipo de la Liga, y con diferencia, reboteando en ataque. Nadie tiene tantas segundas oportunidades como Chicago, y lo aprovechan.

Atacar el tablero de ataque tiene una gran recompensa, porque suele ayudar a conseguir tiros más fáciles, por proximidad a la canasta, y además, ayuda incluso en defensa, ya que si se anota tras la captura en un balón que de otra manera hubiera ido a parar al otro equipo, se ganan unos segundos para colocarte y replegarte, obligando al contrario a sacar de fondo en lugar de poner la pelota en marcha instantáneamente. No soy muy fan personalmente de la métrica Wins Produced, un modelo para tratar de calcular a cuantas victorias contribuye un jugador cada año, ni sobre todo de como la usan, por muchos motivos, largos de explicar. Pero sus autores, tras un análisis matemático de que guarismos se correlan más con las victorias, otorgan al rebote ofensivo el mayor valor de todas las estadísticas que se recogen en el box-score. De nuevo, no estoy de acuerdo con su trabajo en general y los pesos que asignan a los eventos en particular, pero las conclusiones que sacan entendidas lo más ampliamente posible (el baloncesto no es solo meter puntos, hay que ser eficiente, el rebote ofensivo es muy importante, no hay que perderla, la defensa suele ser un trabajo colectivo…) me parece que dan en el clavo, y el éxito de estos Bulls es un ejemplo.

En cuanto a las pérdidas, los Bulls cambian a un base que entregaba la pelota 3 veces por cada 36 minutos por otro que el año pasado solo lo hizo 1.7 veces (aunque la tasa de pérdidas es más pareja entre Hinrich y Watson), dicen adiós al 8º jugador con peor porcentaje de los que jugaron más de 500 minutos (Asik), y aunque Korver y Brewer estaban entre los mejores escoltas protegiendo el balón, Belinelli la pierde aún menos, y Robinson, poco más, y porque la conduce con más frecuencia. La pérdida de la familiaridad que tenía este equipo el año pasado se puede traducir en más robos para el rival, pero los Bulls debería seguir en el Top 10 de los más cuidadosos, con posibilidad de escalar posiciones.

Veíamos en su día como los Celtics, con el 10º mejor EFG% de la Liga fueron 25º en Índice Ofensivo, y con los Bulls sucede al contrario. Por porcentajes de tiro de campo ajustados, son 14º en la Liga, van menos aún a la línea que Boston (26º contra 17º), pero pierden el balón menos, y sobre todo, por la diferencia que hay entre el equipo que mejor rebotea en ataque y el que peor lo hace, los Bulls meten 6.4 puntos por 100 posesiones más que los Celtics, una diferencia más que significativa. Teniendo en cuenta que las defensas fueron 1ª y 2ª de la Liga, la diferencia entre estos dos, que fue de 11 victorias, estuvo en el ataque. Apúntenle una parte a la protección del balón, y otra más grande de esos 11 triunfos al rebote ofensivo.

  • La vie sans Rose

Derrick Rose se perderá la primera mitad de la temporada, y evidentemente, la baja de todo un reciente MVP es un golpe de enormes proporciones a las aspiraciones de este equipo. Los Bulls ya experimentaron como se vive sin él, porque el año pasado no jugó 27 de los 66 partidos de la Temporada Regular, y su presencia fue testimonial en los Playoffs tras romperse la rodilla en el primer partido, pero la cosa no pinta tan mal sin él.

Los Bulls fueron un muy buen equipo sin Rose. Lo que pasa es que con él son históricos. Sin el base, su registro fue de 18-9, que de estirarlo a 66 partidos, hubiera acabado en un récord final de 44 victorias, solo por debajo de Miami en el Este, y San Antonio y Oklahoma en el Oeste. Si añadimos a Rose, con el que ganaron 32 partidos, perdiendo solo 7, la proyección es de 54 victorias, 4 mejor que cualquier otro equipo el año pasado, y equivalente a 67 triunfos en una temporada de 82, registro solo alcanzado por 5 equipos en la Historia. Los Bulls saben ganar.

Pero para ilustrar la relevancia de Rose, vamos a utilizar el +/-, una estadística que fuera de contexto, la carga el diablo, pero que bien utilizada es tremendamente explicativa. Como Chicago repite juego interior, con la única baja de Asik, podemos comparar como funcionó el equipo con y sin Rose, en los momentos que Deng, Boozer o Gibson, y Noah, estuvieron en pista, ya que tenemos una muestra bastante grande y estable:

+/- de Chicago con Deng y Boozer/Gibson/Noah
Minutos +/- +/- por 48
Con Rose 756 +197 +12.5
Sin Rose 668 +4 +0.3

Y la diferencia como podéis ver es impresionante. Con una muestra grande de minutos, en los dos casos más de 650, los Bulls son mejores que su rival 12.5 puntos por cada 48 minutos con su base estrella, y solo 0.3 sin él. Si pudieran jugar 82 partidos, los 48 minutos, a ese ritmo, pondrían en riesgo a los mejores Bulls de la historia: su esperanza de victorias sería de 70 partidos. Al mismo tiempo, con Watson, Lucas o James sustituyéndole, ese +0.3 equivaldría a ganar solo 42.

Tras la revolución de este año en Chicago, sin Korver y Brewer, el escolta que más minutos jugó con el grupo antes analizado fue Richard Hamilton. Si le incluimos a él en el cálculo del +/-, para tratar de ver que le puede esperar a los Bulls este año, sucede algo curioso:

+/- de Chicago con Deng, Boozer/Gibson/Noah y Hamilton
Minutos +/- por 48 % de tiempo con Rip +/- por 48 Incremento con Rip
Con Rose 260 +30 35% +5.5 -7
Sin Rose 136 +22 20% +7.8 +7.5

Cuando Rip juega con los cuatro hombres altos, la muestra, más pequeña, sugiere que Chicago es mejor sin Rose que con él, pero con un margen mucho menor de victoria. A la vista de estos números, parece que el hombre de la máscara solo ayudaba al equipo con los bases suplentes en pista, y que no se entendía tan bien con el de Englewood.

Ahora bien, si con Hamilton la media de la unidad titular baja 7 puntos, ¿con qué otro escolta Derrick Rose y compañía go H.A.M.? Con Ronnie Brewer. +16.7 puntos por 48 minutos en 289 minutos de juego, que les convierte en la tercera mejor unidad en la Liga de las que estuvieron juntas más de 200 minutos la pasada temporada tras NelsonRedickTurkogluAndersonHoward (¡+21.9 puntos por 48!) y el quinteto RondoBradleyPierceBassGarnett (+18.0 por 48). Con Korver al lado la eficiencia fue parecida, +16.2, pero solo en 71 minutos de muestra. Una pena que no renovaran.

Una vez que los Bulls ya decidieron quitar de la circulación esos posibles quintetos que tan espectacularmente bien funcionarion cuando estuvieron juntos,dejemos de mirar al pasado y veamos otro posible apunte para el futuro. Con la posibilidad de amnihostiar a Carlos Boozer en el horizonte para evitar pagar el impuesto de lujo o incluso tener espacio bajo el límite salarial, y con un posible relevo ya en casa, Taj Gibson, sería interesante ver como se desempeñan las otras piezas fijas del futuro, Rose, Deng y Noah, junto a ellos:

+/- de Chicago junto a Rose, Deng y Noah
Minutos +/- +/- por 48
Boozer 628 +157 +12.0
Gibson 106 +37 +16.8

Aunque la muestra con Gibson en pista es poco mayor que la sexta parte, los Bulls son bastante mejores con Taj jugando de ala-pívot, y en la segunda mitad de la temporada, cuando Rose vuelva, no nos extrañaría nada que la proporción 1:7 de tiempo que Rose, Deng y Noah comparten con él, crezca bastante. Primero, porque en el pasado ha sido mejor. Y segundo, porque hay que asegurarse y comprobar que puede tener consistencia en el futuro.

  • Asik, rico por hacer dos cosas bien

Omer Asik ayudaba y era muy importante en este equipo con básicamente, las dos únicas cosas que hace (muy) bien: defender, y rebotear, sobre todo en ataque.

Con él en pista, los Bulls solo recibían 81.5 puntos por 48 minutos, y su Índice Defensivo de 92 puntos por 100 posesiones, fue 2º en la Liga, tras Stiemsma. Es cierto que a la defensa ayudan al resto de compañeros (y Brewer, Lucas o Gibson cooperaron bastante), que Asik se solía enfrentar a las segundas unidades, y que el sistema de Thibodeau ayuda y mucho. Los puestos más altos en la clasificación individual son monopolio de Celtics y Bulls, Boozer, ugh, incluido, y eso de segundo mejor defensa hay que cogerlo con pinzas XXL. Pero aún así, que Asik tenga la mejor marca del equipo es relevante. Y cualquiera que haya visto a este equipo jugar, lo sabe, no hace falta que le vendamos nada con números.

La otra faceta en la que Asik se hace importante, es atacando el tablero en ataque. Ya hemos cantado loas al rebote ofensivo, y Omer fue el hombre que tuvo la mayor tasa por jugada, en el equipo que mejor lo hizo el año pasado.  Aunque Gibson y Noah tuvieron porcentajes parecidos, nadie se hizo tan grande en el cristal tras fallos de sus compañeros como el pívot europeo en Chicago.

Después de que los Rockets hicieran una oferta que el turco no pudo rechazar, y la franquicia que lo descubrió no pudo igualar, lo único que les quedaba a los Bulls era encontrar un buen sustituto. Y no lo han hecho tan mal. Pívots de 7 pies y 116 kilos que defienden bien no se encuentran en rebajas de la agencia libre. Bueno, hay uno incluso más grande, y al cual casi todas las métricas avanzadas apuntan como gran defensor en los pocos minutos que disputó, que todavía está libre, Kyrylo Fesenko. Pero que un jugador así, lleve ya prácticamente dos años sin equipo, ya que la pasada temporada también estuvo un tiempo largo como agente libre, con la necesidad que tienen muchas franquicias de una figura similar, no pinta muy bien. Pero sí los hay que puedan rebotear bien en ataque.

Nazr Mohammed tiene ya 35 años, pero está relativamente sano (el año pasado jugó 63 partidos), nació en Chicago, tiene un anillo de campeón NBA (y 2 NCAA) y lo que es más importante para estos Bulls: durante su carrera ha cogido el 13.4% de los rebotes ofensivos disponibles mientras estaba en pista. La temporada pasada, entre todos los jugadores con más de 500 minutos, solo 12 tuvieron un ORB% superior al 13.4%. Uno de ellos fue Asik, y en el resto de la lista, solo había dos agentes libres y uno de ellos, por cierto, también está sin equipo. Reggie EvansLouis Amundson, podían haber sido tenidos en cuenta, pero son más bien ala-pívots que no llegan a los 2.05, y una cosa es no poder reemplazar la defensa de Asik, y otra entregar la cuchara tan abiertamente. La otra opción con números parecidos hubiera sido Camby, que aunque durante su carrera ha sido peor reboteando en ataque que Mohammed, tiene números parecidos estos últimos años, y tiene más nombre (que no rendimiento) en defensa. Pero Samurai se fue a New York, tiene 3 años más, y además, no estaba pensando en cobrar el mínimo como Nazr.

Mohammed, a pesar de la edad, podría en un principio con la carga de trabajo de Asik, que solo jugó 14.7 minutos por partido ya que él mismo jugó 11 minutos el año pasado, y 17 el anterior. Aunque no vaya a defender igual de bien, es una amenaza mayor en ataque que el turco, que solo mete el 48.4% de los tiros libres (Nazr un 63.9%), no tira nunca fuera de la pintura (solo 4 de los 156 tiros de Asik la pasada temporada fueron a más de 3 metros) y es una máquina de perder balones (1 de 4 cada veces que le llegan en ataque).

Asik va a entrar en los mejores años de su carrera y está a un paso (explotar en ataque) que muchos creen que puede dar, de convertirse en uno de los mejores pívots de la Liga. Pero para un equipo que ya paga más de 11 millones a Noah, no era una opción. Y con lo limitado de las posibilidades y el presupuesto de este equipo, no han hecho mal negocio.

  • Reemplazar un perímetro

Entre Brewer, Korver, Watson, Lucas y James, el año pasado ocuparon gran parte de los minutos de la posición de escolta, unos cuantos de alero, y casi el 60% en la posición de base.

Con la esperanza de que Butler cubra el vacío que se liberará en el puesto de 3, habrá unos 4000 minutos, menos los que juegue Hamilton para escoltas, y probablemente unos 2500-3000 para los bases, dependiendo de la prisa que tengan en el regreso de Rose, que habrá que cubrir a tiempo completo hasta que Derrick vuelva, con jugadores que llegan por primera vez a la franquicia.

Empezando por los escoltas, es increíble el parecido que tienen los números de anotación de Korver y Brewer a los de Belinelli y Robinson (de aquí en adelante, escolta para nosotros, aunque cuando Rose este fuera, y sobre todo si no llega ningún otro refuerzo, supongo que lo veremos jugando de base) el año pasado. Aunque se consiguieron en diferentes situaciones, por supuesto, jugaron prácticamente el mismo número de minutos (3104 y 3158) y anotaron con idéntico TS%, 52.9%, con una diferencia, los que llegan anotaron mucho más, 20.5 por 48 minutos, frente a los 15.2 de Korver y Brewer. Kyle es el mejor anotador del grupo, pero de los dos que llegan, ninguno es tan ineficiente como Brewer, y lo compensan:

Comparación entre escoltas
Minutos Puntos por 48 TS% TL/TC 3PT/TC % Asistidos
Korver-Brewer 3104 15.2 52.9% 19.4% 39.7% 84.0%
Belinelli-Robinson 3158 20.5 52.9% 20.7% 39.7% 60.7%

Como podéis ver el porcentaje de acierto no es el único número clavado: tienen la misma proporción de número de triples respecto al de tiros de campo, y el número de veces que van a la línea por tiro también es prácticamente idéntico. La única gran diferencia es la manera de conseguir esos puntos. Mientras que Korver y Brewer lo hacen mayoritariamente tras ser asistidos, Belinelli y Robinson, sobre todo Nate, crea más tiros. Esto también tiene su reflejo en otras estadísticas, ya que mayor manejo de balón implica más pases (5.0 vs. 3.9 asistencias por 18 minutos) y más pérdidas (2.2 vs. 1.7).

En teoría, si se integran de igual manera en el ataque de Chicago, Belinelli y Robinson tendrán un papel más de tiradores que de creadores. Si vemos que tal lo hicieron en ese tipo de jugada especifícamente, nos volvemos a encontrar con una igualdad tan absoluta, que parece que el GM de los Bulls haya elegido a los jugadores por esto: las dos parejas anotaron exactamente 339 puntos en jugadas etiquetadas como tiro tras pase la pasada temporada. La ventaja es que los nuevos, lo hicieron en 15 tiros menos, 313 contra 328 (1.08 vs. 1.03 puntos por jugada).

Los números por tanto sugieren que el puesto de escolta podría ser tan productivo el año que viene como lo fue el anterior en ataque, pero es en defensa donde puede haber más problemas. Con Belinelli y Korver en empate técnico (aunque Kyle es un poco más grande, Marco es algo más atlético, y ninguno de los dos van a acabar en un All-Defensive Team) es el cambio de Nate Robinson y su 1.75 y 82 kilos por Ronnie Brewer sus 2.01 y 103 kilos la diferencia más grande. Enorme, diríamos. Thibodeau tiene la carta de poder usar a Hinrich en el escolta rival mandando a Nate con el base, o utilizar a Robinson con los dos mejores hombres altos defensivamente (Gibson y Noah) y una mente privilegiada como la suya lo acabará colocando en la mejor posición. Pero el impacto se sentirá.

En el otro puesto, el de base, Kirk Hinrich vendrá para tener un protagonismo igual o mayor que el de Watson la pasada temporada, por la posibilidad de que también lo veamos de escolta cuando Rose regrese de la lesión. Los dos jugaron un número de minutos comparable la temporada pasada(1237 Kirk, 1159 C.J.) y en ataque, no sé si sorprendentemente, fue mejor el ahora jugador de los Nets. Anotó más por 48 minutos (19.6 vs. 12.3) con casi idéntico número de puntos por tiro (1.08 vs. 1.07) porque aunque acierta menos, tiró más de 3 y fue más a la línea y repartió más asistencias (8.3 vs. 5.1), perdiendo más el balón, eso sí (4.0 vs. 2.3) y rodeado de mejores compañeros. Al menos, Hinrich coincide con Watson en que su mejor tiro es el triple desde la esquina izquierda, y aquí la ventaja en tamaño y defensa está del lado del que llega.

Otra cosa a la que parece que no va a poder ayudar el nuevo perímetro, es a forzar pérdidas. Como podéis ver en la siguiente tabla, los Bulls fueron una de las mejores defensas de la Liga porque lo hicieron casi todo bien, pero apenas robaron el balón al rival:

Chicago Bulls en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
27º

Todas las categorías tienen pinta de ir a peor el año que viene (no llega ningún exterior que se acerque al trabajo de Brewer en el rebote defensivo), y el porcentaje de pérdidas provocadas no es una excepción. El trío BelinelliRobinsonHinrich roba 3.1 balones por 48 minutos, y el BrewerWatsonKorver, 3.6, así que ni a eso podrán ayudar.

  • En conclusión

Los Bulls el año pasado tuvieron un Índice Ofensivo de 109.2 puntos por 100 posesiones, y el defensivo de 99.5 los 39 partidos en los que Derrick Rose jugó. Los 27 en los que no participó, los registros de los Bulls fueron de 104.9 en ataque y 96.6 en defensa, unos valores muy parecidos. Creo que en ataque Chicago no va a perder comba, ya que de los jugadores que se han ido, solo Korver era un gran anotador, y Asik y Brewer dejaban bastante que desear, pero en defensa van a notar mucho sus bajas de y la de Lucas.

Partiendo de los números del año pasado, estimando que Rose jugará el 30% de la temporada, y que la defensa perderá unos 3 puntos por 100 posesiones (lo que aún les mantendría entre las 5 mejores, pero con una diferencia significativa) y ajustándolo a temporada de 82 partidos, pronosticamos un ORtg de 108.8 puntos y un DRtg de 103.8, que les daría una esperanza de 54 victorias, todavía en la parte alta del Este. Los Bulls han sido muy buenos, tanto con Rose como sin él, para descartarlos tan pronto.

A no ser que el truco del éxito de este equipo estuviera solo en las manos de White Mamba, que no lo descartamos. Larga vida al Rey.

Las zapatillas del USAB… en Pekín 2008

Hoy es la final de los JJOO de baloncesto y para completar ese círculo que empezamos con el Dream Team, seguimos con la actual selección, vamos a ir a lo que calzaron los jugadores de USAB hace 4 años, aquel equipo llamado Redeem Team.

Carmelo Anthony – Jordan Melo M5 Olympia

Melo jugó con estas Jordan que están entre el jugonismo y el horterismo a un mismo nivel, sin saber muy bien hacia donde tirar la balanza…

Carlos Boozer, Deron Williams, Michael Redd, Tayshaun Prince & Chris Bosh – Nike Hyperdunk Supreme «United We Rise»

Fue la zapatilla abanderada de Nike, que dio a conocer sus Hyperdunk por primera vez en este evento. Además, el modelo que lucieron los jugadores tenía un grabado la mar de molón…

Kobe Bryant – Nike Hyperdunk Supreme «Friendlies Pack»

Kobe también llevaba las Hyperdunk, pero unas con su logo y hechas exclusivamente para él, es lo que tiene ser Kobe…

Dwight Howard – adidas TS Commander USA

La marca de las tres rayas se ha quedado fuera de Londres en el USAB, pero en 2008 mostró estas TS Commander muy molonas para el pivot de los Magic, con los colores de USA y el número 11 del USAB, número de Howard.

Lebron James – Nike Lebron Zoom Soldier II «United We Rise»

Lebron también con zapatillas propias, pero no las de su linea, sino las de su sublinea (sí, tiene 2) Soldier, decoradas con motivos exclusivos para los JJOO de Pekín, aún lucía el logo antiguo con el 23…

Jason Kidd – Nike Zoom Brave II

Sí, Jason Kidd estuvo en estos JJOO, aún se recuerda su duelo contra Ricky en la final, pues bien, Kidd llevaba este modelo, uno de los más ‘de calle’ de Nike, pero no por ello exento de calidad.

Chris Paul – Air Jordan XX3 PE

Al estilo de las de Melo, las Jordan XX3 están en la dichosa frontera… Paul se las puso y tan pancho, aún no tenía sus CP3…

Dwyane Wade – Converse Wade Team «United We Rise»

Wade fue la última gran cara de Converse y lo hizo a lo grande con sus Wade Team que llevaban los estampados de la versión United We Rise…