PO Desde El Sofá (XL): El ciclo de la vida

Si la Temporada 2011-2012 fuera «El Rey León», anoche, con la coronación de Simba, se cerró el ciclo de la vida. Salvo los minutos de la basura, Miami cerró su evolución completa, nunca jamás hubo más de un interior en pista. En estas Finales, las llaves se terminaron de entregar al Rey, y se le puso por fin en el papel que tanto estaba deseando, el que le permite facilitar y ejecutar indistintamente. El Rey en el centro y sus súbditos abiertos ante él. Triple doble, dos orejas, el rabo, el Óscar, el Nóbel y cuatro Grammys.

Chris Bosh, que ayer hizo otro partidazo en las dos partes de la cancha, pero que como siempre, tiene menos relevancia que el palomero de turno que espera en la línea para meter triples de lo que Simba crea (anoche, Mike Miller), sería Pumba, y Dwyane Wade haría de Timón, ese suricato insufrible que te da la sensación que ha sobrado, pero sin él, la cosa no hubiera sido lo mismo.

Y antes que Rafiki Stern validara lo que ya se sabe desde el principio de la película, que LeBron algún día sería coronado rey, hubo un partido, en el que se tenían que terminar de ganar el reinado. Y sobre el enfrentamiento, hay dos líneas de pensamiento: la de que Heat salieron enchufadísimos con un solo objetivo entre ceja y ceja, y los Thunder ya salieron con el partido perdido, y la nuestra. Que el partido no lo entregan, en principio, los estados de ánimo, lo hace Scott Brooks dándonos 20 minutos de Perkins (que encima, según anuncian ahora desde Oklahoma City, lleva tres series jugando lesionado) el día que Miami cerraba el ciclo de la vida. Durante la primera parte Oklahoma City supo ir a la línea con la suficiente regularidad para mantenerse con esperanzas, pero volvieron a morir en la defensa.

El Miami de los bajitos, que me recuerda a la España de fútbol en la Eurocopa en 2008, con su apuesta por los mejores jugadores y mayores talentos para conseguir la mayor proficiencia ofensiva posible, sin importar demasiado tamaños y posiciones establecidas, te obliga a elegir tu veneno cuando el sistema que montan es LeBron-centrista. Y OKC, de las dos malas opciones que tenía, escogió la más peor. Al igual que Boston si tenía el personal para atraverse a parar lo inevitable, Oklahoma City, solo tenía una opción, intercambiar golpes, la lucha en las alturas. Aún con Harden, enquistado, tenían munición para ello. Eligieron el plomo y la lluvia, porque salió en el primer partido, aunque fuera pesar de. Y ahora mueren con ello.

Tendrán tiempo, pero de jóvenes no murieron. Magic decidió unas series como rookie en un 6º partido sin Abdul-Jabbar fuera de posición. Bird lo ganó en su primera visitas a las Finales, como jugador de segundo año, con un solo treintañero en el reparto habitual. Walton y unos Blazers casi tan jóvenes como estos Thunder, lo hicieron en su primera llegada a Playoffs. Y Bryant, Wade, Duncan, Jordan, Pippen, Garnett, Pierce o Oberto también lo ganaron en sus primer viaje.

De hecho, si en vez de al ya Campeón de la NBA, al 3 veces finalista, Kendrick Perkins, hubiéramos visto otro sustituto más jóven y/o inexperto, pudieran haberse traído esto de vuelta a OKC. Pero ellos ya tendrán tiempo.

Hoy es el día del Rey. Y su séquito. Y que os voy a contar…

PO Desde El Sofá (XXXVIII): Vuelta al barro

Después de muchos partidos preciosos en estos Playoffs, jugados a un nivel espectacular, incluidos los dos primeros de estas Finales, anoche volvimos al juego más tosco y en el que las imprecisiones superan a los aciertos, más típico de esta época del año.

Oklahoma City deja escapar el partido de la manera que todos aquellos que querían validar la retórica de la juventud e inexperiencia estaban esperando. Fallando tiros libres (15 de 24), cometiendo faltas estúpidas (dos al final del tercer cuarto que costaron tres tiros libres cada una cuando Thunder rompía en el marcador o la 4ª de Durant, que aunque fuera dudosa, es en parte culpa suya por ponerse en esa posición) y con pérdidas ridículas en malos momentos (porque en cantidad, perdieron pocos balones, solo 11). Lo que podríamos llamar «errores no forzados».

Eso sí, después de eliminar a Mavericks, Lakers, Spurs, y de jugar brillantemente los dos partidos de las Finales, ahora se han puesto nerviosos y se les está viendo la inexperiencia. Están pagando la juventud. Supongo que lo mismo se aplica a San Antonio, que tuvo idéntico porcentaje de tiros libres en el 4º partido de las WCF, y mismas pérdidas ridículas. Ese Manu Ginobili, pipiolo poco experimentado.

Cuando un partido se acaba decidiendo por unos puntillos, aunque muchos prefieran contar historias para no dormir, de guerreros legendarios, orgullos desbocados y demás recursos literarios, en el fondo están decididos por suerte, azar, aleatoriedad, casualidad, cientos de factores… Los dos hicieron cosas bien y cosas mal, y en el fondo la diferencia son un par de posesiones, tiros… que podrían haber caído de cualquier lado.

Miami empezó en blanco y negro, se plantaban con frecuencia y facilidad bajo el aro para anotar tranquilamente, pero hasta que Battier metió 2 triples cerca del descanso, solo llevaban una suspensión anotada. Miami estaba haciendo un partido sin parangón, pero depende donde mirarás era para bien o para mal. Al final, en media, buen partido a secas.

Oklahoma City, como siempre, vivió del tiro de todos lados y permaneció fiel al quinteto que hemos criticado, pero esta vez, Brooks introdujó un par de ajustes. Primero, Ibaka estuvo más pendiente de Battier en la esquina. De ahí, en parte, vinieron las múltiples ocasiones para las bandejas y las finalizaciones de Bosh en el pick-n-roll, pero aunque Serge pusiera 3 tapones menos que el partido anterior, Battier solo anotó 6 puntos con Ibaka encargado de él. En otros partidos, esos 6 puntos los llevaba ya en el minuto 2 de partido. Y estuvo claro además que Brooks ya se ha dado cuenta de lo que supone emparejar a Ibaka con Battier, y Serge tiene la orden clarísima, porque las dos veces que Shane anotó, inmediatamente después Ibaka fue al banco.

Por otro lado, Harden entró antes de lo que es habitual en las rotaciones de Brooks por Sefolosha para dar otro aire a una unidad que anota por debajo del ritmo de la media, pero ayer a Harden se le hizo el aro muy pequeño. No fue su día, y eso que tuvo oportunidades porque en el tercer cuarto también le tocó salir antes de tiempo por los problemas de faltas de Durant, y su protagonismo aumentó cuando tras una falta en ataque de Westbrook, que molestó a Brooks, sacó a Fisher a cancha y le entregó todos los galones a James. Con un 3+1 de Reflexivo Fisher, Thunder se fue de 10 en el marcador, pero los trajeron de vuelta inmediatamente 3 minutos después.

El partido volvió a entrar igualado al último cuarto, al igual que el primero, y como todo el mundo sabe, Miami se acongoja en el último periodo, y Oklahoma City se crece con Durant en plan superestrella. O no. Ayer LeBron se encargó de Durant, se puso serio, y lo dejó en solo 4 puntos en un último periodo, en el que tampoco KD se pudo poner agresivo porque se volvió a apuntar la 5ª falta en los momentos más calientes. James también respondió en ataque, con 8 puntos en los últimos 7 minutos, y OKC, que no pudó anotar en los 90 segundos finales, a los que llegó solo 1 abajo, dejó este escapar.

Ahora, eso sí, el 4º partido se convierte en clave para Oklahoma City, ya que si no lo ganan, tendrían que retar a la Historia de las Finales. Nadie levantó un 3-1.

PO Desde El Sofá (XXXVII): Algo pequeñito

Miami da un paso de gigante ganando uno de los dos primeros partidos en Oklahoma City, y ojo porque un año después volvió a estar muy cerquita de tirar el 2º partido de las series tras tenerlo ganado. El año pasado, dejaron que los Mavericks les remontaran 15 puntos en poco más de 6 minutos, y en este, 7 arriba a falta de menos de un minuto, dejaron que OKC se pusiera a tiro, ya que llegaron a ir 2 abajo a falta de solo 13 segundos, y con la posesión.

Pero el partido no lo perdió Oklahoma en el postrero fallo de Durant. Lo perdió al empezar el primer y el tercer cuarto. Lo perdió cuando Scott Brooks decidió mantener el status quo y seguir sacando a su quinteto con dos jugadores interiores, Perkins e Ibaka, ante el ataque de falso 4, y falso 5 si me apuras, de Miami. Esta unidad de Thunder, es la más limitada en ataque, con un Perkins que no solo no aporta, sino que ocupa la pintura, forzando a Oklahoma City a tirar a media distancia. Si a esto le sumamos, que la ventaja que puedan adquirir en intimidación en defensa, la tiran por la borda cuando Ibaka deja a Battier solo en la esquina para llegar a un tapón que tiene escasas probabilidades de poner… Battier volvió a meter 3 triples de 4 intentos completamente abierto con Ibaka en el emparejamiento, y si alguien no le da un toque a Air Congo, esto puede durar toda la serie.

Y es que Brooks parece que ya se ha dado cuenta de lo que hay. De hecho, a diferencia del primer partido, la alineación con dos interiores solo duró desde los momentos iniciales (al principio, y tras el descanso) hasta el cambio de Ibaka, el primero que suele hacer. En el primer partido usó las combinaciones CollisonPerkins, y CollisonIbaka, pero en este, una vez que superaban la obligación de mantener la titularidad, no coincidieron en pista.

Anoche, solo tuvo dos interiores en pista 15 minutos, en comparación con los 25 del otro día, pero esta vez, con Bosh reemplazando a Haslem en el 5 de inicio de Miami, el resultado fue más catastrófico, 31-14 de parcial en esos 15 minutos, que ya lleva en el total de las finales a un 137-110 a favor de Oklahoma en los 56 minutos que juegan con Durant o incluso Sefolosha de 4, y un 64-84 en contra los 40 minutos en los que Ibaka o Collison juegan de ala-pívot.

Mantener el quinteto titular en esta serie, es una mala idea, y Brooks lo sabe perfectamente. La razón por la que no lo cambia solo puede ser no herir el ego de Perkins que debería ser el sacrificado, o no hacer pagar a Ibaka lo que no merece. Pero aquí está la complejidad de ser un entrenador de élite. También se entrena fuera del parqué. No solo hay que saber de baloncesto, también es obligatorio encantar serpientes. Veremos que decisión toma Scotty para el tercero.

Miami por su parte, se aprovechó de las ventajas, y siguieron como siempre. Cuando en ataque hay movimiento y Wade y LeBron se pueden beneficiar de algún bloqueo, las cosas les resultan más fáciles. En lugar de tener que estrellarse contra Sefolosha una y otra vez, ayer hubo una secuencia en la que Miami ejecutó bien 4 bloqueos seguidos en el poste alto, y los Thunder se vieron obligados a cambiar la asignación en todos los bloqueos, colocando a Perkins en James o Wade, a los que se les ponía una sonrisa cada vez que veían al 5 tan lejos del aro. Luego, de repente, como es costumbre, dejaban de moverse y los 4 hombres sin balón se plantaban dibujando el cuadrado imaginario, y el ataque se atascaba. Ocurrió menos que en el primer partido, anotaron mejor, y pese al susto final, ganaron.

En el plano individual, el partido de James no fue alucinante en números, para su estándar, claro, porque metió 32, pero hay detalles muy importantes. Metió 12 de 12 tiros libres, y casi todo lo que tiró fue en la pintura. Jugó con mentalidad ganadora. Y Wade, fue mucho más brillante e inteligente que en el partido anterior, aunque no es el Wade de siempre. Maldita rodilla. Bosh volvió a jugar dentro y se infló a rebotes ofensivos y Battier que está siendo importantísimo en las Finales, volvió a meter 17 puntos, y sin él Miami no estaría 1-1 en estas series. Seguimos pensando que los halagos en su dirección, especialmente en el aspecto defensivo son desproporcionados, pero reconocemos que si Miami acaba llevándose el anillo, Battier lo podrá lucir con todo el orgullo del mundo.

Miami ganó, pero el quinteto de pequeñitos en Oklahoma volvió a dominar. Si lo pueden seguir haciendo, y Brooks no lo impide, el anillo está en su mano.

PO Desde El Sofá (XXXVI): Oklahoma City da primero

Los de Oklahoma salieron mal, y por supuesto, era cosa de los nervios, y de la inexperiencia, y de ser jóvenes y de la presión… no podía ser porque a veces estas cosas pasan, y no todo tiene que tener un motivo, no, era por el topicazo.

Y lo malo de ir contando la historia por parciales en baloncesto es eso, que la cosa cambia mucho. Es verdad que Oklahoma dejó tiro abierto tras tiro abierto para empezar, y Battier empezó con un 3/3 y siguió con el festival toda la primera parte y Miami se fue en el marcador, pasando la decena de ventaja. Pero anotaban con tanta comodidad, que se nos olvidó que Oklahoma seguía con un ritmo y facilidad similares, solo que soportando el lastre inicial. La ventaja no se ensanchaba, era la del principio, sostenida. Y para finalizar la primera parte, un poquito del caracter de Ibaka y algún descuido de Miami, y Thunder cierra el hueco a 7 puntos. Hay mucho partido.

En el tercer cuarto, Westbrook se activó, y metió 12, sacando canastas de percutir una y otra vez en la zona de Miami con su estilo kamikaze. El desgaste que supone el tren de Russ chocando una y otra vez, está por encima de su porcentaje de tiro de campo, que no le hace justicia. Tienes que tomar con gusto sus ataques de manicomio, porque al final te da mucho más de lo que te quita, y así, por primera vez en todo el partido, en la penúltima posesión del tercer cuarto, Oklahoma City se ponía por delante. Un cuarto, un ganador de la primera batalla.

Y la batalla fue cosa de Durant. Kevin no necesita que le pongan las cosas fáciles, pero encima le ponen a un Wade al que saca 20 centímetros y a un Battier acabado (lo de ayer fue su segunda mejor noche de tiro en toda la temporada, o en otras palabras, casualidad, y no debería tapar el desastre que sigue siendo en defensa, pillerías, broncas, y estopa aparte) y Durant ejecuta igual, porque nobleza obliga. Es un matador excepcional, y encima Spoelstra le pidió ayer que afrontara la suerte suprema, empezando por el descabello.

Mientras en el otro lado Wade fue un desastre y Bosh todavía está poniéndose en forma, LeBron James funcionó bien durante un largo periodo, hasta que dos obreros de esto que le pusieron un muro de doble hormigón: Sefolosha y Collison. Al final, James pareció atinar con el punto de rotura del tabique, pero fue muy tarde, y se necesitaba mucho precisión para acertar con el punto. Con Durant encima, el porcentaje de tiro de LeBron fue del 58%. Con Sefolosha solo el 29%. Así que nos imaginamos quién va a estar con James el próximo partido.

De todos modos, como suele suceder en las Finales, no podemos sacar conclusiones definitivas. El quinteto del último cuarto en Oklahoma City fue inesperado, con Durant jugando de 4, algo que sabíamos que iba a pasar, pero con Fisher en el lugar que habitualmente ocupa Harden, y Collison como pívot. Ayer pudo coger por sorpresa a Spoelstra, que no es el más hábil ajustando en medio de un partido, pero no deberían pillarle dos veces con lo mismo.

Y a LeBron deberían asignarle la marca de Durant ya mismo. Ya vimos en primera ronda la diferencia que había en el juego de Melo dependiendo quien le defendiera, y con Durant la divergencia pinta a ser mayor, por tres motivos: el rango efectivo de tiro de KD es mayor, Oklahoma City tiene más talento e impide doblarle de manera consistente, y los Thunder hacen un mejor trabajo con bloqueos indirectos para generar ventajas a Durant. La única solución es LeBron, que es el único que tiene el rango y la suficiencia para enfrentarse a la asignación, y recupera mejor que nadie en Miami tras ser bloqueado. Ayer, al final del partido Thunder seguía ejecutando su bloqueo en el poste bajo, con Fisher, que además debería ser una amenaza mucho menor que Westbrook para continuar hacia la canasta, ejerciendo de bloqueador, y Battier no pudo seguir a Durant ni una sola vez: cambiaron la asignación para ver como una y otra vez KD anotaba tan cómodo por encima de Wade.

Como aumentar el trabajo en defensa de James probablemente supondría verle menos en ataque, y la diferencia entre las jugadas que él puso en marcha, con las que partían de Wade fue abismal, el verdadero problema lo va a tener Miami en ataque. De los secundarios no se puede pedir mejor partido en esta faceta (35 puntos en 25 tiros para los 4 que anotaron fuera del Trío Calavera), así que muy diferentes tienen que ser los próximos partidos de Bosh y Wade (29 puntos en 33 tiros) para recoger el testigo de LeBron (30 puntos en 27 intentos) y compensar un banquillo que debería regresar a la media. Y Miami tiene que apretar muy fuerte en ataque si sigue sin poder anotar puntos al contraataque: Oklahoma City sigue protegiendo el balón de manera excepcional, como lleva haciendo durante todos estos Playoffs, y ni siquiera una defensa voraz forzando pérdidas como la de Miami pudo robar el balón con regularidad. Solo 4 puntos a la contra de Miami, 20 menos que Oklahoma City.

Si Miami quiere ganar el anillo va a necesitar llevarse al menos uno del Shakespeare Arena, y con el formato de las Finales, lo más normal es que tenga que ganar aquí dos. No sería recomendable dejarlo para el final. Del próximo, no debería pasar.

PO Desde El Sofá (XXXV): The Finals, el previo

Llegamos al momento clave de la temporada, The Finals, donde Oklahoma City Thunder y Miami Heat se van a jugar en los próximos días quien se lleva el título de la NBA y el anillo. Aquí en la Crónica cada uno va con uno diferente…

Mario Maruenda – Miami Heat en 6

Hace casi dos años, en plena resaca de la Decisión con mayúsculas, hubiera sido impensable. Pero ahora, sí, con los dos finalistas que tenemos, quiero que Miami gane este título. No lloraré si gana Oklahoma, y también me encantaría ver a Durant y compañía con un anillo en la mano, pero creo que mucho tiempo y oportunidades tendrán, y ya es hora de que LeBron lo gane por un motivo: que nadie pueda seguir cuestionado su grandeza.

LeBron este año no ha sido polémico ni prepotente. Se ha visto que la ventaja que adquirió rodeándose de Wade y Bosh, repelente por abusona y simple, no era tanta en una NBA con plantillas que se han sabido completar y complementar mejor y entrenadores más curtidos que el suyo. Y ha tenido que aguantar lo que nadie en todos los pabellones a los que ha ido. Y ha tenido que leer de todo en una prensa caníbal que disfruta con un villano.

También me gustaría que Bosh pudiera ganar su anillo, y veteranos como Juwan Howard, Mike Miller o Shane Battier saboreen la gloria y puedan retirarse tranquilos (y pronto).

Pero todo gira en torno a LeBron. Él es la razón de que Miami esté aquí y suya será la victoria o derrota. Y aunque parezca de otra especie, es humano, como tú y como yo. Es posible incluso, que él sea más sensible que nosotros. Lleva 9 temporadas dándonos un nivel superlativo de baloncesto, y todavía no es suficiente, es motivo de mofa. Si tras 3 MVP’s, un anillo es lo que se necesita para dejar de oír el run-run, que venga pronto. Que venga ya.

David Chanzá – Oklahoma City Thunder en 5

Escribo esto con la camiseta de los Seattle Supersonics de la temporada rookie de Kevin Durant, verde y con el 35 a la espalda. OKC está ante su gran oportunidad, muy probablemente mucho antes de lo que ellos mismos pensaban.

Con un equipo lleno de talento comandado por un Kevin Durant que es un JUGÓN con todas las palabras y sí, así en mayúculas y con dos jugadores que serían franquicia en cualquiera de los otros equipos NBA como son Westbrook y la barba más famosa del mundo entero, James Harden.

Pero a parte de esto, tenemos dos jugadores interiores serios como es Serge ‘Ikea’ Ibaka y Kendrick Perkins con la más que eficiente aportación de otro Sonic como es Collison. Y luego está el factor Fisher, que alguna va a enchufar de esta de las suyas y que puede ganar su sexto anillo y antes que Kobe además… quién lo iba a decir…

Thunder puede empezar este año algo que si las lesiones lo permiten y el GM (y los jugadores) no se vuelve locos, puede hacer que esta franquicia robada de la lluviosa Seattle cree lo que los yankis llaman dinastía

PO Desde El Sofá (XXXIV): Todo en un cuarto

Cuando después de 334 minutos, 6 partidos, dos prorrogas y 3 cuartos del último partido, te juegas el pase a The Finals en 12 minutos es que ha habido de todo pero sobre todo igualdad, en 12 minutos todo se decidió y se demostró que los Heat más jóvenes y más frescos, pudieron con Celtics y se metieron así en su segunda final consecutiva.

El partido fue lo más igualado que hemos visto hasta el momento, si bien durante la primera parte del partido los verdes fueron siempre por delante en el partido y demostrando mucho control sobre el mismo. Rondo haciendo bien las cosas, Pierce anotando y Allen haciendo su faena. En cambio Garnett estuvo muy maniatado, sobre todo por su problema de faltas, una de las claves del partido.

En cambio Heat no se desconectó en ningún momento del partido, con un sorprendete Bosh desde la linea de 3 que con sus triples destrozó en la parte final del partido a Celtics. Lebron a su ritmo y Wade algo desaparecido la verdad… pero llegamos al final, al último cuarto y todo estaba empatado.

Era jugárselo todo a 12 minutos, jugárselo a ver quien era el mejor y aquí se demostró que los Heat estaban más frescos, con las ideas más claras y encima alentados por un AAA lleno hasta la bandera y chillando a más no poder. Celtics estaba bajando los brazos y poco a poco el partido se le fue.

Significativo fue el detalle de Doc Rivers retirando a su Big Three, parecía una gran despedida…

 

PO Desde El Sofá (XXXII): 20 en mesa

No sabemos si fue por cosa del tan manido Orgullo Céltico, del fantasma de Auerbach, de la flojera de Miami, o de las meigas, pero parece inexplicable que Boston sacara adelante un partido como el de ayer. Pero así fue, los Celtics son un jugador de Blackjack que siempre acaba poniendo un 20 en la mesa, vea lo que vea enfrente. No pueden competir en la excelencia, pero obligan al repartidor a ser valiente y demostrar que tiene mejores cartas. Son batibles, pero jamás lo regalan.

Al principio del segundo cuarto, Miami se iba 13 arriba, había vuelto Chris Bosh, que en aquellos momentos ya llevaba 4 de los 6 rebotes ofensivos que cogió anoche, y los aficionados del AmericanAirlines Arena estaban ya más pendientes de hacer ojitos a las mujeres florero que pueblan Miami, que del partido. Pero Boston, que se pasó dos cuartos haciendo la goma con un estilo que sacaría una lagrimilla de orgullo a Perico Delgado, se puso por delante en el último minuto del tercer acto, y manejo los tiempos en un cuarto final, en el que creo que todos teníamos claro quién iba a salir vencedor.

No es que Boston no necesitara heroicidades (el triple de Pierce con LeBron encima para congelar el partido), suerte (dos triples de Pietrus en dos jugadas rotas, un tapón y una casi pérdida) y oficio (un impecable 7/7 desde la línea en los últimos 3 minutos), es que parecía claro que en cuanto las necesitara iban a estar ahí. Si llevan 15, les sale un 5, si llevan 17 y ven que la jugada del repartidor pinta bien, se arriesgan y les sale un 3. Toman la decisión correcta, tienen la suerte. A veces lo hacen con dos cartas, Rondo y Garnett, que están más cómodos contra Miami que contra cualquier otro rival. Otras es un trabajo coral lleno de esfuerzos concretos. Pero el 20 lo clavan. Nunca de más. Nunca de menos. Los cuenta-cartas del MIT les ayudan desde el otro lado del río.

Y eso les funciona muy bien contra Miami, que tanto en el casino como en la pista solo tiene dos jugadas: Blackjack o nada. El ataque de los Heat en el último cuarto fue doloroso de ver. Los jugadores se extendían y acampaban más allá de la línea de tres, sin movimiento alguno ni intención de ponerse en marcha, pero tampoco tenían vocación de hacer pagar a Boston desde el triple (27% en el partido). Los secundarios ni anotaban, ni bloqueaban, ni siquiera se quitaban del medio, que qué menos. Miami se veía condenado a la dinámica de mal tiro tras mal tiro, algo que Boston, a excepción de Pierce, y porque él quiere, no hizo. Y menos mal que Wade, de meter malos tiros y finalizar solo contra el mundo sabe un rato, que si no no hubiéramos tenido ni emoción.

No es cosa de orgullo, corazón, y demás pamplinas de libros de autoayuda, porque muchos otros equipos (los dos del Oeste, por ejemplo) hubieran luchado igual. No es cosa de egos, ni de villanos, porque en Miami nadie está pensando tirarse 30 tiros, es más, preferirían no hacerlo, esa es la idea detrás de juntarse en SoBe. No es cosa de haber estado ya aquí: LeBron y Wade han ido a las Finales las mismas veces que el Big 3.

Boston tiene en cada jugada múltiples opciones, que cubren casi todo el espectro de lo que se puede hacer en una pista de baloncesto, un facilitador de lujo y un hombre que puede explotar el boquete de Miami, la alarmante falta de centímetros. Los roles están definidos, y se sitúan y complementan para que cada uno aproveche el talento y las fuerzas que les quedan para ir aportando pírricamente más que el total de la suma de sus partes. 20. 20. Y otra vez 20. 5 jugadores acabaron con más de 10 puntos, y el sexto es Rondo, que contribuye a su manera. Así no ganan un partido a cualquiera de los dos equipos que vienen del Salvaje Oeste, con ases guardados en ambas mangas, encadenando veintiunos y Blackjacks, pero a Miami, que ha decidido jugar solo con dos cartas, y se encomiendan y obligan a que Wade y James salgan As o Figura, lo acaban arruinando.

Y es que lo de las dos cartas en Miami, ayer fue casi literal: solo dos hombres en dobles figuras. LeBron, que es tan bueno que podría ser un comodín, sufre al no poder asumir los dos roles que mejor entiende y domina. Su vocación de base se ve frustrada con jugadores tan limitados, tanto en talento como por sistema, y su potencial como finalizador se pierde al no tener a nadie que pueda hacerle llegar el balón en una posición en la que parta con un poco de ventaja de manera consistente. Anoche, cada vez que recibió un paso por delante de su defensor, la pelota acababa pasando por el aro. Pero lo más normal, es que se vea obligado a tirar una y otra vez del tercer recurso de su libro de estilo, el de tener que crearse su propio tiro en el uno contra uno más primitivo, en el que no hay sitio ni para un mísero aclarado. Spoelstra parece un novato al que alguien no ha explicado las reglas y no sabe que puede pedir más.

Eso sí, como esto al fin y al acabo es de verdad un juego, y queda sitio al azar, no saquemos aún a Miami de las Finales. El daño que hizo Bosh en menos de un cuarto de hora vuelve a demostrar que a Miami le puede valer con dos hombres y medio. Si puedes pedir una tercera carta, la tarea es más fácil. Pero los Celtics tienen la banca, y el Garden es un casino que emborracha gustosamente a todo el que va a apostar los cuartos allí. Miami tiene reto, pasar de 20 dos jugadas seguidas.

PO Desde El Sofá (XXX): Match point salvado de milagro

Anoche los Celtics salvaron una bola de partido si lo extrapoláramos al tenis, salió vivo del TD Garden y eso que hizo muchas cosas, no buenas, para estar ya más fuera que dentro en estas finales de conferencia frente a Heat.

Boston sabía que el partido de ayer era clave y por eso, tanto el equipo como los aficionados salieron a morder desde el salto inicial, la gran prueba de ellos el 21-9 inicial, todo a base de un Rondo que estaba a un nivel increíble y sobre todo el acierto desde la linea exterior. Así fuimos deambulando por el partido, con ventajas cómodas para Celtics, pero se veía que esto todavía no se había acabado.

La segunda parte fue todo lo contrario, Celtics se atascaron de una forma brutal en ataque, Rondo cual Chuck Norris, desaparecido en combate y claro, los Heat fueron subiendo y subiendo eso sí, duele ver la rotación de Heat… duele mucho la verdad.

Y qué hizo Heat para remontar? pues defender medianamente mejor y esto juntado con el shock ofensivo de los Celtics, más que nada porque Rondo volvió a ser el Rondo irregular que estamos acostumbrados, pues los de verde no sabían como atacar la defensa de Heat, cosa rara, porque la clave está dentro…

Con todo estoy y con Celtics pidiendo la hora desde la banda, Heat tuvo el ataque para llevarse el 3-1 y no pudo hacerlo… La prorroga fue lo más lamentable visto en bastante tiempo, eso sí, emocionante, pero el 4-2 total del OT refleja como los dos equipos estaban haciendo agua en ataque con Pierce y Culebron fuera por faltas y con un Wade que está haciendo una serie algo floja… Aún así, Wade de nuevo tuvo un triple librado para llevarse el 3-1, pero de nuevo fallo y los Celtics salen vivos.

Nos vamos a Miami, con una posible vuelta de Bosh, quien sabe… Celtics ha salido vivo de un partido donde estaba más fuera que dentro… momento clave? el pivotal decidirá…