PO Desde El Sofá (XXXVII): Algo pequeñito

Miami da un paso de gigante ganando uno de los dos primeros partidos en Oklahoma City, y ojo porque un año después volvió a estar muy cerquita de tirar el 2º partido de las series tras tenerlo ganado. El año pasado, dejaron que los Mavericks les remontaran 15 puntos en poco más de 6 minutos, y en este, 7 arriba a falta de menos de un minuto, dejaron que OKC se pusiera a tiro, ya que llegaron a ir 2 abajo a falta de solo 13 segundos, y con la posesión.

Pero el partido no lo perdió Oklahoma en el postrero fallo de Durant. Lo perdió al empezar el primer y el tercer cuarto. Lo perdió cuando Scott Brooks decidió mantener el status quo y seguir sacando a su quinteto con dos jugadores interiores, Perkins e Ibaka, ante el ataque de falso 4, y falso 5 si me apuras, de Miami. Esta unidad de Thunder, es la más limitada en ataque, con un Perkins que no solo no aporta, sino que ocupa la pintura, forzando a Oklahoma City a tirar a media distancia. Si a esto le sumamos, que la ventaja que puedan adquirir en intimidación en defensa, la tiran por la borda cuando Ibaka deja a Battier solo en la esquina para llegar a un tapón que tiene escasas probabilidades de poner… Battier volvió a meter 3 triples de 4 intentos completamente abierto con Ibaka en el emparejamiento, y si alguien no le da un toque a Air Congo, esto puede durar toda la serie.

Y es que Brooks parece que ya se ha dado cuenta de lo que hay. De hecho, a diferencia del primer partido, la alineación con dos interiores solo duró desde los momentos iniciales (al principio, y tras el descanso) hasta el cambio de Ibaka, el primero que suele hacer. En el primer partido usó las combinaciones CollisonPerkins, y CollisonIbaka, pero en este, una vez que superaban la obligación de mantener la titularidad, no coincidieron en pista.

Anoche, solo tuvo dos interiores en pista 15 minutos, en comparación con los 25 del otro día, pero esta vez, con Bosh reemplazando a Haslem en el 5 de inicio de Miami, el resultado fue más catastrófico, 31-14 de parcial en esos 15 minutos, que ya lleva en el total de las finales a un 137-110 a favor de Oklahoma en los 56 minutos que juegan con Durant o incluso Sefolosha de 4, y un 64-84 en contra los 40 minutos en los que Ibaka o Collison juegan de ala-pívot.

Mantener el quinteto titular en esta serie, es una mala idea, y Brooks lo sabe perfectamente. La razón por la que no lo cambia solo puede ser no herir el ego de Perkins que debería ser el sacrificado, o no hacer pagar a Ibaka lo que no merece. Pero aquí está la complejidad de ser un entrenador de élite. También se entrena fuera del parqué. No solo hay que saber de baloncesto, también es obligatorio encantar serpientes. Veremos que decisión toma Scotty para el tercero.

Miami por su parte, se aprovechó de las ventajas, y siguieron como siempre. Cuando en ataque hay movimiento y Wade y LeBron se pueden beneficiar de algún bloqueo, las cosas les resultan más fáciles. En lugar de tener que estrellarse contra Sefolosha una y otra vez, ayer hubo una secuencia en la que Miami ejecutó bien 4 bloqueos seguidos en el poste alto, y los Thunder se vieron obligados a cambiar la asignación en todos los bloqueos, colocando a Perkins en James o Wade, a los que se les ponía una sonrisa cada vez que veían al 5 tan lejos del aro. Luego, de repente, como es costumbre, dejaban de moverse y los 4 hombres sin balón se plantaban dibujando el cuadrado imaginario, y el ataque se atascaba. Ocurrió menos que en el primer partido, anotaron mejor, y pese al susto final, ganaron.

En el plano individual, el partido de James no fue alucinante en números, para su estándar, claro, porque metió 32, pero hay detalles muy importantes. Metió 12 de 12 tiros libres, y casi todo lo que tiró fue en la pintura. Jugó con mentalidad ganadora. Y Wade, fue mucho más brillante e inteligente que en el partido anterior, aunque no es el Wade de siempre. Maldita rodilla. Bosh volvió a jugar dentro y se infló a rebotes ofensivos y Battier que está siendo importantísimo en las Finales, volvió a meter 17 puntos, y sin él Miami no estaría 1-1 en estas series. Seguimos pensando que los halagos en su dirección, especialmente en el aspecto defensivo son desproporcionados, pero reconocemos que si Miami acaba llevándose el anillo, Battier lo podrá lucir con todo el orgullo del mundo.

Miami ganó, pero el quinteto de pequeñitos en Oklahoma volvió a dominar. Si lo pueden seguir haciendo, y Brooks no lo impide, el anillo está en su mano.