Cuando me planteaba escribir este post, pensaba en sólo un equipo, pero conforme he ido madurando la idea, me he dado cuenta que lo podía extender sin ningún problema a los dos equipos que juegan en La Gran Manzana, a los Knicks y a los Nets.
No se por donde empezar la verdad y no voy a revelar sobre qué equipo iba a hacer el post, pero voy a coger la clasificación actual y voy a ir a por el que peor va…mmmm… ambos están igual… empezamos mal, bueno, pues voy a por el que peor pinta tiene… mmmmm… ambos están igual, ostras, por donde empezamos entonces? Dejame ver un poco más… voy a por el que más lesionados tiene…mmmmm canastos! los dos tienen a tope de bajas… pues nada, voy a tirar una moneda al aire… a ver… WOW! ha caído de canto!!!!!! Bueno, pues lo haremos por orden alfabético, así que empezamos por los Brooklyn Nets.
El segundo año del proyecto ruso en Brooklyn empezaba, sobre el tapete, con una pinta tremenda. Nosotros en nuestra MEGA Guía le dábamos nada más y nada menos que 5 sofás, es decir, la máxima puntuación de cara a ver a este equipo y la verdad es que nos hemos equivocado por completo, ya que el equipo es un auténtico caos. Cierto que están teniendo muchas lesiones en este inicio de campaña, con jugadores que iban a ser claves como Deron Williams, del cual hablaremos luego, y otros que apuntaban a 6o hombre del año, AK47, pero la verdad es que no se ve nada al otro lado del Hudson.
Jason Kidd en su debut en un banquillo está levantando muchas dudas, hasta el punto que ya hay rumores que los propios jugadores están empezando a filtrar que realmente no hace nada. La defensa no hay por donde pillarla y además en ataque es todo un conglomerado de dudas, que al final muchas veces se resuelven con tiro exterior por parte de Pierce o JJ. Cierto, que su baza interior, López, también ha empezado con lesiones, pero lo que hay en banquillo realmente no está aportando casi nada. La verdad es que jugadores como Pierce o Garnett deben de estar echando un poco de menos la dirección desde la banda de Rivers. Jason Kidd está consiguiendo que en Boston le hagan hijo predilecto por estar cargándose el mismo año a los dos equipos de NY.
Otro caso a parte es el de Deron Williams, un jugador del que a veces se ha hablado de mejor base de la liga y que no sabemos muy bien por qué, se está diluyendo cual azucarillo. Podríamos hablar sobre sus lesiones, raras, a veces de estas que tardan más de lo normal en estar al 100%, pero la verdad es que entre unas cosas y otras, tal vez esté entrando en ese peligroso club llamado Se Dejaba Llevar… del cual además puede ayudar el hecho que el equipo no apunte a nada, quién sabe… pero ver a Livingston (supongo) de titular en este equipo que parecía estar diseñado para el anillo…duele y mucho.
Así que habrá que ver si nuestro amigo Prokhorov tiene suficiente paciencia para ver que puede hacer Kidd desde el banquillo, bien esperando a que la gente se recupere o bien que Deron Williams le de por jugar y poner a rodar el equipo. Así que podríamos hablar que en Nets el banquillo está caliente… y más viendo que ya se ha oído algún buuu que otro en el Barclays.
Cruzamos el puente de Brooklyn y nos vamos a la plaza Pennsylvania de Manhattan para ver que los Knicks están exactamente igual. Pero los Knicks tienen aún más cositas interesantes que contar.
Vamos a echarnos para atrás, en la preseason, donde ninguno de sus nuevos jugadores fue presentado. Algo extraño, muy extraño, ya que nos privaron de una rueda de prensa de Ron Ron aka Metta World Peace, cosa que sólo por eso ya tendríamos que encerrarlos, pero es que luego podemos empezar a contar movidas extrañas como la contratación del hermanísimo de JR. Con lo cual, las cosas no empezaban muy allá.
Para colmo, se convierte en el WTF de la liga con la contratación de Andrea Bargnani un jugador que tardó exactamente 1 partido en ser abucheado en el MSG, pabellón que es capaz de hacer esto o encumbrar a gente como Copeland el año pasado. Este pabellón, LA MECA (y de obligada visita al menos 1 vez en la vida), ha visto ya 7 partidos de los Knicks y tan solo una victoria, haciendo que sea el peor equipo en casa de las 30 franquicias que pululan en la NBA.
Luego empezamos a mirar el tema deportivo y se les ha caído Chandler por bastante tiempo con lo cual y sumando a las restricciones de minutos que tienen tanto Amare como Bruto Martin, hacen que el bueno de Bargnani juegue de 5…sí!!! de 5!!!!!!! con lo cual de nuevo tenemos una situación algo caótica por aquí. Felton también se lesiona y el que en teoría iba a ser tercer base del equipo, el esloveno Beno Udrih se ha encontrado con el puesto de titular en los Knickerbockers, algo que creo nadie esperaba al inicio de temporada.
Pero vamos a sumar más cosas: JR quiere ser titular y JR está siendo aquel jugador el cual desapareció en combate después de que le dieran el premio al 6o hombre, un jugador que te puede dar lo mejor y lo más espectacular, pero que es más que irregular (y ya parece que dejándose llevar). Amaré empieza a quejarse de ese límite de minutos, diciendo que claro, en 4 ratos que sale apenas le da tiempo a entrar en calor… Así que entre unas cosas y otras, nos quedamos que Woodson tiene que jugar al ‘balones a Will‘, es decir, Melo Ball!!!! El 7 de los Knicks se está echando el equipo a las espaldas y realmente si él no estuviera jugando en la franquicia de la ciudad que nunca duerme, éstos ya estarían pensando en Wiggins o algo similar, porque como en los Nets, a los Knicks no hay por donde cogerlos. Y en defensa, podríamos aplicar aquello de ‘qué defensa?’, ya que su mejor hombre está lesionado e Iman Shumpert está ya sumido en una vorágine de rumores de traspaso que no ayudan nada ni a nadie.
La verdad es que si la cosa sigue igual, todos estos factores van a ayudar poco a que Melo le apetezca seguir el año que viene en Knicks y esto puede ser muy divertido de cara a la próxima temporada por tierras del MSG.
Lo dicho, hay caos en La Gran Manzana y huele mucho a que uno de los dos entrenadores tenga el bonito y maravilloso honor de ser el primero en caer este año.
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Segundo año del proyecto Prokhorov, aún más espectacular (y caro) que el primero. Con la llegada de la vieja guardia de Boston, los Nets tienen una plantilla que permite pensar en el campeonato si todo sale bien, pero con una ventana que se podría cerrar más bien pronto.
La Temporada Regular obligará seguramente a equilibrar salud y frescura con la posibilidad de obtener el mejor puesto posible en la parrilla de salida para Playoffs, y también servirá de rodaje a un equipo, que pese a tan altas aspiraciones, se la juega con un entrenador novato. Pero Kidd no es un técnico al uso, y los Nets, además de pretensiones deportivas también las tienen mediáticas.
Pese a que el proyecto ha sido desorganizado y persiguiendo siempre el nombre más brillante sin importar la cantidad, al final han logrado juntar una plantilla profunda con jugadores de innegable talento y capacidad para jugar en equipo. Veamos como queda el puzle cuando lo terminen de montar en abril.
Radiografía de los Nets
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Quinteto All-Star
Los Nets van a poder poner en pista un quinteto titular con cinco jugadores que fueron All-Star la pasada campaña o la anterior. Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook Lopez es un grupo de ensueño, que hubiese sido imposible de juntar en el mejor momento de sus carreras, y que habrá que disfrutar en la medida que la edad y la salud nos deje.
Consideraciones de egos y años aparte, es posible que el de Brooklyn sea el quinteto con las mayores posibilidades, sobre todo en ataque, de la Liga. Son el único equipo en el que los tres exteriores tienen un buen nivel como triple amenaza (tiro, pase, bote) y lo complementan con dos interiores que pueden anotar de espaldas, tirar a media distancia y pasar dentro y fuera del poste bajo.
Otra de las cualidades de este quinteto, además del buen manejo de balón y tiro en todas las posiciones, es lo enorme que es. Williams no es de los bases más altos, pero está por encima de la media, y es quizá el más fuerte (a veces, con tendencia a caer en fuertecito si se deja llevar). Joe Johnson es un alero grande por tamaño que juega de escolta (de hecho es más alto que Pierce) y The Truth, al igual que Deron, sin liderar por centímetros a los treses de la Liga, es enorme comparado con el prototipo de su posición. Y después en Garnett y Lopez, los Nets tienen a dos 7-footers legítimos.
Esto abre la puerta a cantidad de triquiñuelas basadas en los bloqueos (algo que si se midiera en la Liga por impacto, seguramente liderarían este año). Los Nets ya usaron el pick’n’roll entre Deron Williams y Joe Johnson la temporada pasada, y ahora con Pierce tienen otro compañero que pueden utilizar, tanto para estos emparejamientos poco convencionales entre cualquiera de ellos, como directamente con los pívots. Prácticamente en cualquier momento y lugar pueden plantar uno, con un conductor excelente del balón al mando y un buen tirador poniendo la pantalla.
Otra opción que me encantaría ver y que podrían poner en práctica con efectos devastadores para los rivales es una serie de bloqueos indirectos encadenados, acciones de bloquear para el bloqueador, que con semejante fuerza en todas sus posiciones liberaría al jugador elegido como tirador final ante prácticamente cualquier defensa (quizá Indiana pueda soportarlo. A Memphis y Chicago, creo que llegarían a forzarles). Lo único malo de esta configuración es el desgaste que supone, con todos los jugadores corriendo y chocando, en un equipo que estará pensando en reservar fuerzas como sea. Pero en momentos puntuales, o cuando haya que arriesgar más, en Playoffs, las posibilidades de un quinteto con un tamaño así son magníficas. Y no nos metemos en que los Nets son uno de los pocos equipos de la Liga que podría utilizar de forma satisfactoria el sistema para dominarlos a todos, el Triángulo, porque Jason Kidd ya ha tenido malas experiencias. Y por partida doble en Dallas: cuando llegó Cleamons a utilizarlo en la pista y el que mantenía con Jim Jackson y Toni Braxton fuera.
Así que, aunque sea bonito especular, por lo general, supongo que veremos un sistema mucho más abierto con más acciones individuales. Por lo de mantener a los jugadores frescos (de hecho, Kidd ya ha dicho que es probable que Garnett no juegue back-to-backs, partidos en días consecutivos), porque el entrenador está acostumbrado a darle los galones al base y es su primerito año, y por mantener la tradición: los Nets fueron el cuarto equipo de la Liga que más jugadas acabó con aclarados, y el sexto posteando, una suerte de aclarado para el hombre grande, y también fueron sextos en menos asistencias por 100 posesiones, y quintos en pérdidas.
Y el tamaño, esa gran ventaja teórica, se puede convertir en una pesadilla también. La cara contraria suele ser la lentitud, y es de suponer que muchos equipos intentarán atacarles por ahí, corriendo a su alrededor, quizá atreviéndose a presionarles arriba y sin mucho que perder arriesgando en las líneas de pase. Además, puede que sean autocomplacientes y confíen demasiado en el tiro, sin buscar mucho la penetración hacia el aro. Deron Williams es la clave aquí, y será importante que veamos la versión de después del All-Star (3.5 tiros intentados en el área restringida por partido y 3.6 en Playoffs contra Chicago, por los 2.5 de antes del parón) porque Paul Pierce y Joe Johnson llevan un par de años reduciendo el número de penetraciones (y JoJo además, según ha ido perdiendo potencia, las está acabando con bombitas, eficientes y útiles, pero algo menos)
Aún así, los Nets vienen de acabar en el Top 10 de Índice Ofensivo, con Reggie Evans y Keith Bogans jugando más de 1900 y 1400 minutos respectivamente, muchos con el quinteto titular. Reemplazarlos por Pierce y Garnett (o Kirilenko de Plan B, que cumple con todo lo bueno, incluido el tamaño, si es de alero) sólo debería mejorar lo que hay.
Y eso sí, que esta vez le den los zumitos y le hagan la limpieza a Deron antes de que empiece el curso. Metió 6 puntos más por partido, y su eFG% creció 9 puntos porcentuales después de los retoques durante los días de All-Star, y pese a todo el talento acumulado, es clave que esté sano, fuerte y en forma, porque este año va a seguir siendo el protagonista y la extensión en la cancha de Jason Kidd.
Brook se reivindica
Tras una decepcionante tercera temporada en la que parecía ir para atrás después de dos espectaculares primeros años en la Liga, y perderse la cuarta prácticamente entera por una lesión. Lopez entró en la temporada con un contrato máximo (para jugadores que salen del contrato de novato, que es menor que el de otros más veteranos) y el cartel de ser uno los jugadores más sobrevalorados de acuerdo al público y parte de la crítica. Brook respondió con una magnífica temporada, su mejor hasta la fecha, merecedora de un puesto en el All-Star, y todos los cuchicheos se han transformado en aplausos.
Volvió a ese 57% de porcentaje de tiro verdadero de sus primeros años, ahora con una presencia mucho mayor en el ataque de su equipo, recuperó tasas reboteadoras normales (sigue siendo mejor en el tablero contrario que en el suyo) y nos sorprendió en defensa, aplicando su tamaño para poder intimidar de manera efectiva.
Sigue habiendo margen de mejora, y edad para hacerlo (sólo 25 años), pero parece que su tiro de media distancia, que sigue sin pasar del 40% se quedará ahí, como amenaza para que no le dejen solo. Lo usa más o menos en el 30% de los tiros de campo que hace, pero este año, con un talento superior rodeándole, lo más inteligente sería que lo desechara, y lo utilice simplemente cuando esté solo y la defensa haga trampas. Porque pese a los porcentajes, los equipos rivales no se pueden arriesgar a darle un par de metros y no respetarle en el pick’n’pop, porque con espacio es letal. Contra Indiana y San Antonio, dos equipos que permiten esos tiros de manera más o menos cómoda, para proteger el aro, metió 16 de 26 (61.5%). Así que como recurso está bien, pero no como arma. Además fue décimo en puntos por partido en segundas oportunidades, que es otra manera que tiene de generar un impacto positivo sin que el balón circule a través de él.
Lo de la defensa fue algo más sorprendente e inesperado. Tras tener un RAPM (+/- ajustado y normalizado) negativo en su última temporada completa, algo especialmente malo para los hombres grandes, que suelen tener una mejor valoración, este año con él en pista los Nets fueron 2 puntos por 100 posesiones mejores en defensa. A esta consideración ayuda que sus números destacaban sobre los de cualquier otro pívot de los Nets, una lista que incluía a célebres temeridades como Blatche, Humphries o Reggie Evans, pero aún así, todo apunta a un impacto positivo más allá de eso.
Los kilos que ha añadido le han ayudado a mejorar su presencia, y lo que es más sorprendente, parece un Lopez más ligero y coordinado, que no se deja superar por los bases rivales en toda jugada en la que le encaran, algo a lo que ayudó también el hecho de que defendiera los bloqueos directos más arriba, algo que Lawrence Frank (con el que ya coincidió, único jugador que queda de su era en New Jersey) mantendrá si nos atenemos a su historia reciente. Y este año además tendrá la ayuda de Garnett y Kirilenko, ahí es nada. Eso sí, ya veremos como encaja su personalidad relajada y distendida en un equipo con un alto carácter y mucha rabia acumulada entre los veteranos. Brooklyn este año aspira a todo, y Lopez nunca ha tenido, ni siquiera el año pasado que era casi de prueba, semejante tensión competitiva alrededor.
Como pieza clave más joven del equipo, Brook es muy importante para estos Nets, y será uno de los protagonistas en Temporada Regular, mientras otros descansan. Por fin parece que tienen un pívot que cumple en las dos direcciones, ahora necesitan a todo un hombre.
Jó, Jo
La mayor incógnita del quinteto y el primer jugador al que le caerán los palos si algo va mal, tiene nombre. Y hay una explicación: Johnson no vale lo que cuesta ni de lejos (21.5 millones este año, mejor salario de la plantilla, y quinto que más recibe en toda la Liga) y su actuación en Playoffs fue horrible (aunque la defensa de Chicago haga esto a casi todo el mundo) pero si nos pudiéramos olvidar de esto, es un buen jugador, y como cuarta o quinta opción que se espera que sea esta temporada, es un auténtico lujo. Por números, el año pasado dio un bajón algo preocupante a esta edad, porque la caída fue en todos los frentes: era de esperar que su anotación y porcentaje de utilización se desplomaran por perder protagonismo, pero también lo hizo la eficiencia y no aprovechó su mayor libertad para mejorar las estadísticas periféricas (fue a peor en rebotes, asistencias, robos…).
Siguió utilizando uno de sus recursos más habituales en Atlanta, postear a los escoltas rivales, que siempre son más pequeños que él, pero su efectividad cayó de 1.02 a 0.84 puntos por jugada. Su tiro permaneció en la norma habitual (37.5% de acierto en triples) siendo más efectivo tras salir de un bloqueo indirecto que estando abierto (aunque al año anterior fue al revés) y en Brooklyn utilizó bastante menos el bloqueo y continuación que en Atlanta, tal vez porque tuvo bastantes problemas el año pasado manejando el balón entre el tráfico en un ataque con poco espacio para operar. Con Pierce y Garnett abriendo más la pista en teoría que el año pasado, Johnson debería tener más facilidad para ser partícipe en las jugadas de bloqueo directo y seguir deleitándonos con su magnífico floater.
En lo que sí fue el año pasado destacadísimo Joe Johnson fue con los tiros decisivos. Con cinco segundos o menos en el reloj, con un tiro para ganar o empatar en el último cuarto o en la prórroga, JoJo metió 5 de 5 (1 triple) esta temporada, sin que nadie más llegara a 4 siquiera. Dos canastas ganadoras con el partido empatado en la 2ª prórroga (contra Detroit, donde ya había metido la del empate a 18 segundos para el final del primer tiempo extra, y contra Washington), el triple que forzó la igualada contra Milwaukee a falta de 1.3 y la canasta ganadora quedando 1.4 de la prórroga (dos tiros extra-clutch en el mismo partido), y aquella que forzó la 2ª prórroga (acabaría habiendo 3) en ese espectacular partido de Playoffs contra Chicago, que los Nets acabarían perdiendo 134-142. El año pasado fue infalible cuando el tiempo y el resultado apremiaban, pero si algo tienen estos números es la inconsistencia año a año: sólo metió 2 de 9 las dos temporadas anteriores, por lo que no hay que esperar que el resultado se repita.
De todos modos, con una muestra multianual más grande (2 últimos minutos, perdiendo o ganando de ±3, las últimas 5 temporadas), Johnson ha metido 68 de 146 tiros de campo, para un porcentaje efectivo de 51.4%, muy superior al 42.4% que tuvo la Liga en conjunto la temporada pasada, por ejemplo, y esto sí es suficiente para indicar una parte de habilidad.
Veremos como se desenvuelve este año, porque los 32 años suelen marcar el punto de inflexión en el que el declive de un escolta empieza a ser más agudo, JoJo los cumplió en junio, y viene de una temporada de bajón. Esperemos que la caída no sea tanta en un rol más sencillo.
No estaban bromeando
La noticia sorprendió por inesperada y repentina: Jason Kidd entrenaría a los Nets. Aunque siempre hay dudas sobre un técnico novato, y más aún cuando no tiene la más mínima experiencia como asistente o entrenador en otro nivel, al ex-jugador del equipo en su encarnación en New Jersey le han puesto de red a un viejo conocido: Lawrence Frank, que dirigió a Kidd durante cuatro años y medio en la franquicia y estuvo desde el verano de 2003 hasta el desastroso comienzo en 2009 más de seis temporadas como líder del vestuario Net.
Frank es seguramente el asistente mejor pagado de la Historia de la NBA, cobrando más de un millón de dólares de Brooklyn, que se suman al finiquito que todavía recibirá los dos próximos años de Detroit, y los cuatro millones que cobra en total, superan a muchos entrenadores principales de la NBA, incluido su jefe Kidd (aunque si Frank se hubiera quedado en casa a ver los partidos por televisión, seguiría cobrando lo mismo).
Durante la Liga de Verano de Las Vegas, parece ser que Frank, con cartel de especialista defensivo se encargó algo más del ataque y Kidd de la defensa, pero ya veremos si la separación de poderes continúa de esta manera, o cambia algo durante el curso. Y también, si hay alguna rencilla, porque no sé hasta que punto Lawrence entiende su posición de asistente, o se ve más como un verdadero entrenador titular.
El fantasma de LA opera
Cuando se anunciaba que Garnett y Pierce llegaban a Brooklyn, en medio de la emoción por lo que pintaba a equipazo, surgía el déjà vu: ¿No hemos pasado hace poco por esto de encumbrar a un quinteto brillante y veterano, para ver como luego se caían con todo el equipo?
Pero los Nets no son los Lakers. En primer lugar, hay que recordar que la mala suerte de los angelinos el año pasado, hubiera tumbado a cualquier franquicia. Los problemas de Nash con 38 años podían ser esperados, los de Pau, con 32, algo menos, pero ¿Dwight? ¿Perder a Jordan Hill toda la temporada? ¿Que Steve Blake tuviera un desgarro abdominal y luego la varicela? Creo que hay gente que no se da cuenta de la tremenda cantidad de partidos que se perdieron los jugadores de LA, y no sólo los veteranos. Si Jason Terry, que sería el Jodie Meeks en esta plantilla, acabara como cuarto del equipo con más minutos, está claro que los Nets están fockados y muy fockados. Pero lo de los Lakers fue algo singular, y si le sucede lo mismo a cualquier otro equipo, le podemos decir adiós, sea LA, sea OKC, sea Miami.
Y los Nets no son los Lakers, de nuevo, porque aunque pasaran por la misma epidemia, su plantilla está mucho más completa. Donde los Lakers acabaron con Darius Morris, los Nets tendrían a Alan Anderson. Antawn Jamison aquí es Andrei Kirilenko. Mason Plumlee a lo mejor no menea las toallas como Sacre, pero si tiene que ser titular en 3 partidos lo hará mucho mejor. Lo sexy seguramente sea el quinteto titular y sus posibilidades, pero el trabajo que han hecho los Nets remozando el banquillo será otra de las cuestiones que sujetarán a Brooklyn, incluso si algo malo pasa.
Sin ninguno de los cuatro más titulares en pista el año pasado (Deron, JoJo, Crash y Brook), los Nets fueron avasallados por los banquillos rivales en 12.7 puntos por 100 posesiones, y eso que Blatche tuvo un buen año a nivel individual. Este año, la segunda unidad de los Nets, con Livingston, Terry, Kirilenko, Reggie Evans y Blatche, suena mejor que los quintentos titulares de algunos equipos con pinta de tanqueadores.
De Kirilenko, al que los Nets obtuvieron con un gran descuento mediante, poco más hay que decir que seria titular en media Liga o más, y que gracias a su versatilidad posicional, lo veremos mucho con los titulares si a Pierce y Garnett les limitan los minutos y les dan días de descanso. El PER de Terry cayó por quinto año consecutivo, ya son 35 años, y no defiende ni por casualidad, pero todavía puede ser un jugador útil para liderar en anotación una segunda unidad. Eso sí, si se mantiene la tendencia de los dos últimos años, debería jugar más en el Barclays y menos fuera: la disparidad entre sus estadísticas en casa y a domicilio son significativas, más de 12 puntos porcentuales de diferencia en su porcentaje de tiro verdadero. Blatche como ya dijimos viene de una buena temporada, entrando en los mejores años para un jugador en un ambiente en el que se siente cómodo y Reggie Evans, aunque sea un lastre en un quinteto titular con aspiraciones, es un lujo como especialista temporal del rebote o revolucionario desde el banquillo, donde además puede camuflar una de sus debilidades, la defensa individual en el poste bajo, enfrentándose a jugadores con mucho menos talento anotador. Con Terry, Blatche y Kirilenko a ratos, hay suficiente munición ofensiva para hacer un sitio al inoperante y constringente Reggie y seguir con un ritmo mejor que el del banquillo habitual.
El Plan B del puesto de base, si Deron tuviera algún problema, con Livingston y Taylor como únicos bases típicos es lo más flojo, y la verdad, si ese es el punto más débil de tu equipo en apariencia, no está nada mal. Y siempre podría Terry, o incluso Johnson y Anderson, encargarse de la tarea.
En definitiva, la profundidad de los Nets es muy amplia, mejor que la del año pasado cuando rellenaron demasiadas posiciones de la plantilla a base de contratos mínimos, y a diferencia de otros grandes proyectos, este es de los mejores protegidos ante una serie de catastróficas desdichas.
Tres de los últimos 5 años (incluidos los dos últimos) los Celtics han tenido la mejor defensa de la Liga. Desde el año 1 d. K. (después de Kevin), nunca han bajado del Top 5. Es el ataque lo que tienen en caída libre. Este año, su Índice Ofensivo (puntos por posesiones) fue el 25º de la Liga, con 101.0 puntos anotados por 100 posesiones. Vamos, que su producción estuvo entre la de los Cleveland Cavaliers y la de Washington Wizards.
Si los Celtics hubieran tenido el ritmo medio de anotación en la Liga el año pasado, que fueron 104.6 posesiones por 100 minutos, hubieran aumentado su esperanza de victorias en 7. Es por lo que en un mundo ideal en el que mantuvieran la defensa donde la dejaron la temporada pasada y pusieran el ataque al nivel de los Hawks, los Magic o los Knicks, las 60 victorias este año para los Celtics no son una locura. Lo bueno de ser muy malo en algo, es que no necesitas irte a la élite para mejorar. Con llegar a la media basta.
Nos gustan los Celtics esta temporada. Y ahora te explicaremos el porqué.
Altas: Jason Terry (Dallas Mavericks), Courtney Lee (Houston Rockets), Jeff Green (temporada sin jugar), Jared Sullinger (Draft), Fab Melo (Draft), Kris Joseph (Draft), Jason Collins (Atlanta Hawks), Dionte Christmas (Rethymno, Grecia), Jamar Smith (BK Prostejov, República Checa)
Bajas: Ray Allen (49.0% de los minutos), Mickael Pietrus (28.9%), Greg Stiemsma (24.0 %), Jermaine O’Neal (17.9%), Sasha Pavlovic (16.5%), Marquis Daniels (15.2 %), E’Twaun Moore (10.4%), JaJuan Johnson (9.3%), Ryan Hollins (5.0%), Sean Williams (1.3%)
Empecemos con el análisis:
Boston Celtics en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
25º
10º
7º
17º
25º
30º
Muchas pérdidas
25º en la lista, los Celtics perdieron la bola en una de cada (casi) 7 posesiones. Pero para el alivio para los Celtics, muchas de esas equivocaciones vinieron desde el banquillo. Y este año la segunda unidad de los Celtics se ha remozado por completo.
Quitando a Rondo que es el que más pierde la pelota, con un registro peor que el base medio, pero inferior al de gente como Steve Nash o Jason Kidd, el resto del equipo es bueno protegiendo el balón y puede regresar a los Celtics a la media. Avery Bradley la pierde a un ritmo menor que el guard común, Brandon Bass y Kevin Garnett son mucho mejores que el ala pívot o el pívot estándar, y Pierce solo está un poquito por encima del registro para aleros. Con Lee, Terry y Green también por debajo de la media de sus posiciones, los Celtics podrían, por primera vez desde que formaron el (Antiguo) Big Three salir del vagón de cola en esta estadística, hacia terrenos más cercanos a la media de la Liga.
Suspensiones y suspense… suspenso
Que a los Celtics les gusta tirar de lejos, pues no sorprende a nadie ya a estas alturas. Pero como ya decíamos en nuestro repaso a la situación de los Atlanta Hawks, si tiras, quieres tirar de 3, no un «long 2». Los Celtics son el tercer equipo que más tira de 2 a más de 5 metros, solo por detrás de Charlotte y Philadelphia, y aunque sean probablemente el mejor equipo de la Liga desde esa zona, porque pese al gran volumen tienen el tercer mayor porcentaje de acierto (41.5%) y son los que más tiran desde ahí tras asistencia (73.2%), de nuevo, la esperanza a ese ritmo es de 83 puntos por 100 posesiones. Una ruina.
En Boston, a diferencia de Atlanta, este tiro lejano, unido al paupérrimo rebote ofensivo (el peor de toda la NBA) tiene algo de diseño. Los Celtics sacrifican segundas oportunidades a cambio de recuperar rápido y hacer un mejor balance defensivo. Con Garnett y Pierce, especialmente, con un recorrido cada vez más pequeño, la idea es buena sobre el papel. Pero me pregunto si no estarán entregando demasiado.
El baloncesto no se puede simplificar tanto, pero si los Celtics, en vez de haber tenido la mejor defensa y el 25º mejor ataque, hubieran tenido la 3ª mejor defensa con el 23º mejor ataque, hubieran aumentado su esperanza de victorias en un par. En definitiva, creo que los Celtics tienen herramientas para mejorar el ataque a un ritmo mayor del que empeorarían la defensa y deberían explorarlo. Y creo que lo van a hacer.
El pick’n’whatever, asignatura pendiente
El año pasado, las 420 jugadas que empezaron con un bloqueo (los números de Synergy no distinguen pick-and-rolls y pick-and-pops), y acabaron con tiro de Rondo o Bradley, solo dieron 270 puntos, 64 por 100 posesiones, lejos de la media que está en 78 puntos cuando finaliza el bloqueado. Esto se solapa con lo de los tiros largos de dos, porque me temo que lo que hace a esta jugada ser tan ineficaz en Boston, es el hecho de que los hombres altos de los Celtics prefieren previsiblemente quedarse casi siempre en el poste alto, antes que girar hacia la canasta.
Una vez que repartimos la culpa con sus grandullones, vamos a por Rondo, con el que hay motivos para el pesimismo y el optimismo. Aunque lleva un par de años bajando en sus porcentajes, tanto a un metro del aro, como de uno a tres, el año pasado se inventó un tirito a la derecha de la bombilla, que ya insinuó el año anterior, que le puede dar ese medio segundo de duda que necesita. Si Bass y Garnett no van a amenazar con buscar el aro, tendrá que hacerlo él desde fuera.
Si además volviera a reencontrarse con el porcentaje de acierto que tenía en 2010 en bandejas… no hace falta pedirle nada que no haya hecho antes para dar un empujón al ataque de este equipo. Por cosas como estas he sido algo crítico con Rondo en el pasado, y sigo opinando que no es el mejor base de la Liga, pero este año, me subo al carro de Rajon. Creo que seguiré viendo con mejores ojos a otros PG’s al final de la temporada, pero Rondo me hará al menos dudar. Volverá al 60% de acierto en el aro, 62% en tiros libres, y 50% en EFG%. Opinión, no información.
Por suerte para Boston, hay dos llegadas que pueden ayudar en este apartado. Terry, el año pasado fue superior a la media, con 0.84 puntos por jugada en bloqueos y continuación, pero en Dallas todos los exteriores tuvieron registros parecidos, ya que el ataque de los Mavericks da más facilidad que el de Boston para el p’n’r. Y Sullinger, pese a que no protagonizó muchos en Ohio State, tiene unos números impresionantes, aunque sea en muestras muy pequeñas. Así que si no es con la primera unidad, puede ser esta pareja si coincide saliendo desde el banquillo, la que revigorice el juego de dos contra dos en el equipo del trébol.
La sucesión de Ray
Jesus Shuttlesworth llevó su juego a Miami y con él se va la jugada más eficiente que los Celtics tenían entre todas aquellas que realizaron más de 100 veces: el tiro en estático de Allen. Su marca de 1.25 puntos por posesión fue la cuarta en toda la Liga, y el triple desde la esquina izquierda el tiro más automático que hubo la temporada pasada para cualquier equipo, tiros libres aparte: 57% de acierto, 85.5% de EFG%.
Pero Ainge y compañía se han movido bien y rápido y han traído a dos jugadores que están en el Top 10 del tiro desde la esquina: Jason Terry y Courtney Lee. Aunque los porcentajes de esta pareja sean algo más pequeños que los de Allen, aportarán una mayor versatilidad y harán diferente el juego de Boston, ya que Terry tiene su punto caliente en la esquina derecha, y Lee se desempeña en los dos lados de manera parecida, como puedes ver en su gráfico de tiro.
Los Celtics son viejos
No. En absoluto. Solo tres piezas importantes (Pierce, KG y Terry) superan la treintena, y eso no hace a un equipo viejo.
Claro que llamar a Garnett pieza importante, creo que es infravalorarle muchísimo. Por suerte, es el que menos signos de declive ha dado del trío, sobre todo en defensa donde cada año parece mejor, pero tiene 36 años y 1255 partidos jugados a las espaldas. Ya es 20º en el contador de partidos, y si lo jugara todo este año podría llegar a ponerse 9º. De los jugadores que están en activo, solo Jason Kidd le supera. Garnett ha sido un ejemplo de durabilidad y las lesiones no le han maltratado tanto como a otros, pero los esfuerzos se van apilando. Todo lo que sea no tenerle al 100% generaría una reacción de este tipo en Beantown. Hasta donde llegue Garnett, llegan los Celtics. Hay riesgo, y es grande.
Lo de Terry y Pierce tiene peor pinta, pero ellos solo son contigentes, mientras que Garnett es necesario. Jet lleva 4 años seguidos en los que su PER, su registro anotador y sus porcentajes de tiro van cayendo poco a poco, y las pérdidas empiezan a crecer. De todas formas, utilizando la última temporada como punto de partida, sigue siendo un jugador interesante y se proyecta como el mejor jugador de banquillo de la era Big 3. El año pasado en Dallas estuvo por encima de la media en cualquier tipo de jugada: p’n’r, aclarados, tiro en estático… En Pierce no se aprecia una caída estadística tan regular, y de hecho, su producción en las 5 temporadas de la última era de Boston es bastante parecida e intercambiable. Pero este es un caso de apreciación personal, ante unos Playoffs que no fueron buenos en general y en los que le vi mucho más plomizo que al resto.
De todos modos, solo ellos 3 están entrados en años, y ninguno necesita rejuvenecer. Solo se les pide que no se rompan. Y con un equipo que se va a manter luchando por un objetivo, no tienen ninguna opción de dejarse llevar.
¿Quién es Jeff Green?
¿Es un alero? ¿Un ala-pívot? ¿Un pájaro? ¿Un avión? Jeff Green ahora mismo es duda. Vamos a partir de que las complicaciones en su corazón partío han quedado ya atrás, y sigue siendo duda. Un año sin jugar, una carrera sin destacar, una posición sin definir.
Contamos que empezará de alero, sobre todo con Bradley fuera, lo que me imagino que moverá a Terry al puesto de sexto hombre y a Lee al de escolta titular, y deja a Pierce sin recambio más allá de Kris Joseph, novato sin contrato ni puesto garantizado. Aunque los Celtics todavía podrían hacer un movimiento de última hora, como traer de vuelta Pietrus, el contrato que le han dado a Green parece una inversión en sus habilidades en toda regla. El problema es que nosotros todavía no sabemos cuáles son.
Sin ser malo, por supuesto, no ha destacado absolutamente en ningún aspecto del juego a lo largo de su carrera. Tiene potencial para molestar a LeBron o a Anthony, con los que te vas a cruzar en Playoffs, y quizá este sea el motivo principal para volverlo a traer a Boston, pero si lo utilizan en el poste bajo o ante aleros rápidos, está predestinado a sufrir. Su corte y cuerpo me recuerdan demasiado al de Pierce, y en definitiva, creo que es bastante redundante con The Truth. Los Celtics siempre podrán probar a Lee en los aleros más larguiruchos y desgarbados, porque Green no va a ser capaz de hacer algo diferente.
Viendo la pequeña muestra que tenemos de su paso por Boston, Green, que sin tener un buen porcentaje de 3 se animaba a tirarlo el 23.4% de sus lanzamientos, lo redujo al 13.4% en Boston, y eso que pasó más tiempo de alero de lo que jamás estuvo en Oklahoma City. En el resto de estadísticas sus números replicaron casi a la perfección lo que ha hecho el resto de su carrera.
Mejoró defensivamente en puntos por jugada en contra en comparación con sus números en OKC, pero llegar a una defensa como la de Boston, y aumentar el número de minutos que pasa en una posición más ventajosa, tienen ese efecto en casi cualquier jugador, independientemente de su desempeño personal. Con una segunda unidad que ha incorporado a jugadores como Terry dispuestos a asumir el liderazgo, no se le va a pedir mucho. Con recordar a Posey, basta y sobra. Pero sería deseable ver algún tipo de mejora, no por este año en el que todavía Pierce tiene gasolina, sino por los siguientes y por lo que se ha invertido.
Pero, ¡ey!, si hay un sitio donde puede triunfar un tío apellidado Green…
Liberad a Rondo
El último arma secreta que pueden sacar los Celtics en ataque, es liberar a Rondo y dejarle soltarse el pelo (Oh… wait!) al contraataque. El juego de Rajon parece hecho a medida para el juego de transición pero ha caído en un equipo en el que las oportunidades de irse a la carrera están muy limitadas. Cambiar a Allen por Lee, o incluso por Terry, va a añadir velocidad al puesto de escolta. Green debería estar más preparado que Pierce para correr los minutos que estén en cancha. Y regresa Wilcox, con el que exhibió una excelente compenetración los minutos que coincidieron, y estaba más que dispuesto a salir a correr con él.
Puede haber muchos motivos para no hacer el cambio, pero me gustaría ver a los Celtics probando a cambiar a insertar a Wilcox en el quinteto titular para, al menos, darle la oportunidad a Rondo y mover a Bass a la segunda unidad con Sullinger, por aquello además de juntar estilos diferentes. Creo que el quinteto titular ya tiene el suficiente espaciado para permitirse acoger a Wilcox y su juego de área restringida.
La defensa: estelar
Boston Celtics en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
1º
2º
1º
19º
4º
20º
No se puede poner de otra manera, la defensa de este equipo es maravillosa, y en frentes tan distintos como el de porcentaje de tiro o la generación de pérdidas. De cara a la próxima temporada, además, añaden a Lee, otro buen defensor en el perímetro, y si Bradley juega mucho, la defensa puede alcanzar cotas históricas.
Con Bradley y Garnett en la pista, los equipos rivales no llegan a los 90 puntos por 100 posesiones. Juntando a Avery con Rajon, bajan hasta los 82.2. Si son capaces de mantener al trío, y siguen defendiendo con una eficacia parecida, olvidad todo lo que hemos dicho antes, porque a este equipo no le haría falta atacar mejor. Avery Bradley se ha convertido en el mejor defensor en el perímetro de la Liga, con el único pero que defiende tan bien, que hasta parece secarse a sí mismo. No sabemos todavía cuando volverá, pero me imagino que por lo que se comentó en su día, y la precaución con la que querrán tomárselo, no lo veremos hasta Navidades.
Como contrapunto a Bradley, los Celtics van a añadir a la rotación dos jugadores que me temo que serán lastres para la defensa del equipo. Ya hablamos de Green, y el pavor que nos da su rendimiento defensivo si lo colocaran en el poste como sucedió en Oklahoma City, y ahora toca Sully. Sin ser un coladero, el fuerte de Sullinger en OSU no estaba en la defensa, y como novato que es, la propensidad a errores entrará en el paquete. Lo compensará con su savoir-faire reboteador, una de esas pocas cosas en la que los Celtics tienen margen de mejora, pero también puede acusar la falta de centímetros y capacidad atlética y no responder tampoco debajo de los tableros hasta que vaya cogiéndole los trucos y el ritmo a la Liga.
Tras llevar 5 años en el Top 5 de las mejores defensas, está claro que esto no se trata de una casualidad, y que los jugadores del núcleo duro y la dirección de Doc Rivers tienen la fórmula. Con muchos minutos de Garnett, Bradley y Rondo, y si Sullinger y Wilcox dan un nuevo lustre al honor perdido en el rebote, volver a bajar del punto en contra por posesión como ya hicieron en 2008, es realizable.
En conclusión
Lo que separa a los Celtics de ser un ataque al otro lado de la media son detalles relativamente pequeños y factibles. Que Rondo redescubra el toque cerca de la canasta y en la línea que tenía en 2010. Limitar las pérdidas. Que Lee y Terry suplan a Allen con la eficacia con la que jugaban en sus equipos respectivos hasta ahora. Jugar un poquito más cerca del aro. Aprovechar algo de Sullinger. Que Green no la pifie. Poco más.
Ni siquiera se tienen que cumplir todos estos, no hace falta que sean los Suns de 2010. Kevin Garnett estuvo por encima de la media de la Liga en puntos por tiro. Brandon Bass, justo ahí. Pierce estuvo por encima. Bradley y Wilcox, aunque jugaron poco, también. Terry en Dallas, Lee en Houston. Solo Rondo que hasta 2010 sí estaba, y Green, que nunca lo logró, están por debajo. Solo tienen que sustituir a Allen lo más limpiamente posible, y no veo motivo por el que no puedan hacerlo.
El ataque mejorará y se acercará a la media, unos 107 puntos por 100 posesiones, un poco menos de lo que hicieron en 2010, un poco más que en 2011. Y creo que la defensa seguirá siendo la mejor de la Liga, pero no a un ritmo tan elevado como el año pasado: acabarán con unos 102 puntos por 100 posesiones. Esos márgenes supondrían unas 55 victorias, un número que me parece adecuado. Si apretaran, exprimiendo sobre todo a Garnett, veo a un equipo con potencial de llegar a las 60, pero creo que darán bola a Green y Sullinger y se conformarán con luchar por la segunda plaza en el Este.
Después de tener su espacio salarial muchos años secuestrado por los altísimos sueldos del Big 3, los Celtics tienen por delante un verano en el que Kevin Garnett y Ray Allen acaban contrato, y tienen hueco bajo el límite para remodelar la plantilla con contratos por encima del mínimo. Danny Ainge tiene trabajo y por fin, dinero que gastar más allá de Newbury Street.
Los Celtics tienen ahora mismo 4 jugadores bajo contrato para la temporada que viene, y dos elecciones de primera ronda de Draft que suponen contratos garantizados… si no se quedan, por ejemplo, en Europa a jugar. Los cuatro jugadores con contrato en Boston son Paul Pierce (que cobraría 16.79 millones la temporada que viene), Rajon Rondo (11.00 millones, probablemente el mejor contrato para un jugador que ya pasó la escala de novato de la Liga), Avery Bradley (1.63 millones) y JaJuan Johnson (1.12 millones). A las dos elecciones de Draft, la 21 y la 22, les tendrían que pagar 1.09 y 1.05 millones respectivamente.
A estos 6 compromisos, que suman un total de 32.68 millones para el próximo curso habría que añadir las llamadas retenciones bajo el tope, en inglés cap holds, que indican que si se tienen menos de 12 jugadores en la plantilla, hay que reservar el contrato mínimo de un novato, es decir 473.604 dólares el año que viene, por jugador por debajo de ese número.
Como los Celtics solo tendrían 6 jugadores en plantilla, para calcular su masa salarial habría que sumarle el equivalente a 6 contratos mínimo de novato, en este caso 2.84 millones más. Según se fueran firmando jugadores, estas provisiones desaparecerían.
Por tanto, los Celtics, sin ningún otro movimiento, tendrían 35.52 millones comprometidos, con un límite que se sitúa en 58.04 millones. Eso les da un total de 22.52 millones para trabajar, más con 2.58 millones más de la nueva Room Mid-Level Exception (excepción de nivel medio para equipos con espacio) que permite a los equipos por debajo del tope utilizarla a mayores. Pero, atención, que no se puede sumar a los 22.52 millones para que hagan algo más de 24 y poder firmar jugadores de, por ejemplo, 14 y 10 millones. Se tiene que usar aparte en uno o varios jugadores que cobren por debajo de esos 2.58 millones.
Como ya hemos dicho, los novatos que elijan los Celtics en primera ronda podrían no llegar esta temporada, pero el ahorro sería bastante pequeño: como hay que reservar el salario mínimo de novato, solo se ahorrarían la diferencia entre los 1.09 y 1.05 millones con los 0.47 del salario mínimo. Así que renunciar a las dos elecciones para este año, solo supondría un ahorro de 1.2 millones más.
También hay que tener en cuenta que tienen la opción de retener a Stiemsma con la oferta cualificante para poder renovarle luego, que en su caso es de 1.05 millones, y que como vendría a sustituir a una de esas provisiones de contrato mínimo, solo reduciría en 1.05-0.47=0.58 millones de espacio salarial.
Así que en resumen, intentando ahorrar lo máximo posible: es decir, sin renovar a Stiemsma, y sin incorporar este año a sus elecciones del Draft (bien sea traspasándolas, o fichando jugadores que se queden en Europa) los Celtics tendrían 23.72 más 2.58 millones de la RMLE, para complementar a Pierce, Rondo, Bradley y Johnson.
Lo más seguro es que tanto los novatos como Stiemsma lleguen, por la conveniencia y lo barato de sus contratos, por lo que la cantidad con la que los Celtics trabajarán es de 21.94+2.58 millones, y 7 jugadores ya en plantilla, seguramente.
Podría ocurrir que Brandon Bass ejerciera su opción de renovar un año más de manera automática, por 4.25 millones, pero parece improbable que Bass no se anime a buscar un contrato, que con los méritos hechos este año, seguramente sería, no solo más alto, sino también más largo, lo cual reforzaría su seguridad financiera. Mencionamos esta opción, que reduciría el espacio en los ya mencionados 4.25 millones, pero no la tenemos mucho en cuenta. Y eso que el propio Bass, al acabar el partido el otro día dijo que esperaba y le encantaría volver, pero no creo que su agente, Tony Dutt, no sea capaz de convencerle de seguir el dinero.
Entonces, ¿qué se pueden hacer con casi 22 millones? Pues en principio, los Celtics, si se encaprichan, podrían ir a por cualquier jugador este verano. Deron Williams podría firmar por 17.18 millones como máximo, por lo que entraría dentro del presupuesto. Los jugadores del Draft del 2008, que buscan este año su primer gran contrato (que los equipos pueden igualar) pueden cobrar como máximo 12.92 millones, por lo que los Celtics podrían hacer una oferta por semejante cantidad, o menos, por supuesto, a Eric Gordon, Roy Hibbert, Brook Lopez, Nicolas Batum, Michael Beasley o Danny Green, por el que parecen interesados, y esperar a comprobar si sus equipos la igualan.
Pero antes que la afición Celtica se emocione con nuevas figuras, hay que recordar que las posibles renovaciones también tendrían que entrar en ese espacio, y como suponemos que la prioridad en Beantown es hablar con Kevin Garnett y ver por cuánto estaría dispuesto a volver, de la cantidad con la que KG firme, dependerá en cuanto se quedan esos 22 millones que tienen para gastar.
Cuando los equipos están por encima del límite, pueden pagar el máximo por renovar a sus jugadores, pero si están por debajo, y quieren hacer esto, tienen que reservar un cierto espacio salarial, para evitar hacer «trampas». Es decir, si no se usara esta retención bajo el tope, los Celtics podrían gastar esos 22 millones en agentes libres «de fuera» y luego renovar a todos sus jugadores por la cantidad que fuera necesaria. En su lugar, los jugadores tienen asociada una cifra, en este caso, el 105% del su salario el año anterior, un total de 22.31 millones en el caso de KG, es decir, el espacio salarial completo de Boston.
Así, por tanto, cualquier cantidad que se acuerde pagar a Garnett por encima del mínimo, estará incluída en el cálculo del espacio salarial de Boston, y por tanto, en conjunto con el resto de incorporaciones, tendrá esos 21.94+2.58 millones de límite. Lo mismo ocurre con Ray Allen, en su caso, la retención sería el 150% del salario del año pasado, y su salario contaría como 15 millones hasta que se alcanzara un nuevo acuerdo. Y por supuesto, el salario que entre en cualquier tipo de traspaso con estos jugadores que no están bajo contrato, tendría que estar por debajo del límite.
Por tanto, la conclusión es esta, si no hay traspasos en la noche del Draft, los Celtics llegarán al 1 de julio con 7 jugadores en plantilla, y 21.94+2.58 millones para gastar entre todos los jugadores que lleguen nuevos y las posibles renovaciones de Garnett, Allen, Jeff Green y Bass (ya renueve automáticamente por 4.25 millones o firme otro contrato con los Celtics).
No es una cifra que permita soñar con superequipos (tampoco los agentes libres de este año son la bomba), pero si pueden convencer a unos cuantos jugadores para firmar por cifras asequibles, podrían traer hasta 5 jugadores de buen nivel, y si además aciertan con las dos elecciones de Draft en las que los últimos años se han elegido jugadores como Kenneth Faried, Darren Collison, Ryan Anderson, Courtney Lee, o en 2006 el mismísimo… Rajon Rondo, tienen la posibilidad de poner en pista el año que viene una plantilla mucho más profunda, con secundarios que permitan seguir exprimiendo lo que le quede a los veteranos antes de reconstruir alrededor de Rondo.
Como siempre, el que quiera dar por muertos a los Celtics otra vez, a su cuenta y riesgo.
Cuando después de 334 minutos, 6 partidos, dos prorrogas y 3 cuartos del último partido, te juegas el pase a The Finals en 12 minutos es que ha habido de todo pero sobre todo igualdad, en 12 minutos todo se decidió y se demostró que los Heat más jóvenes y más frescos, pudieron con Celtics y se metieron así en su segunda final consecutiva.
El partido fue lo más igualado que hemos visto hasta el momento, si bien durante la primera parte del partido los verdes fueron siempre por delante en el partido y demostrando mucho control sobre el mismo. Rondo haciendo bien las cosas, Pierce anotando y Allen haciendo su faena. En cambio Garnett estuvo muy maniatado, sobre todo por su problema de faltas, una de las claves del partido.
En cambio Heat no se desconectó en ningún momento del partido, con un sorprendete Bosh desde la linea de 3 que con sus triples destrozó en la parte final del partido a Celtics. Lebron a su ritmo y Wade algo desaparecido la verdad… pero llegamos al final, al último cuarto y todo estaba empatado.
Era jugárselo todo a 12 minutos, jugárselo a ver quien era el mejor y aquí se demostró que los Heat estaban más frescos, con las ideas más claras y encima alentados por un AAA lleno hasta la bandera y chillando a más no poder. Celtics estaba bajando los brazos y poco a poco el partido se le fue.
Significativo fue el detalle de Doc Rivers retirando a su Big Three, parecía una gran despedida…
No sabemos si fue por cosa del tan manido Orgullo Céltico, del fantasma de Auerbach, de la flojera de Miami, o de las meigas, pero parece inexplicable que Boston sacara adelante un partido como el de ayer. Pero así fue, los Celtics son un jugador de Blackjack que siempre acaba poniendo un 20 en la mesa, vea lo que vea enfrente. No pueden competir en la excelencia, pero obligan al repartidor a ser valiente y demostrar que tiene mejores cartas. Son batibles, pero jamás lo regalan.
Al principio del segundo cuarto, Miami se iba 13 arriba, había vuelto Chris Bosh, que en aquellos momentos ya llevaba 4 de los 6 rebotes ofensivos que cogió anoche, y los aficionados del AmericanAirlines Arena estaban ya más pendientes de hacer ojitos a las mujeres florero que pueblan Miami, que del partido. Pero Boston, que se pasó dos cuartos haciendo la goma con un estilo que sacaría una lagrimilla de orgullo a Perico Delgado, se puso por delante en el último minuto del tercer acto, y manejo los tiempos en un cuarto final, en el que creo que todos teníamos claro quién iba a salir vencedor.
No es que Boston no necesitara heroicidades (el triple de Pierce con LeBron encima para congelar el partido), suerte (dos triples de Pietrus en dos jugadas rotas, un tapón y una casi pérdida) y oficio (un impecable 7/7 desde la línea en los últimos 3 minutos), es que parecía claro que en cuanto las necesitara iban a estar ahí. Si llevan 15, les sale un 5, si llevan 17 y ven que la jugada del repartidor pinta bien, se arriesgan y les sale un 3. Toman la decisión correcta, tienen la suerte. A veces lo hacen con dos cartas, Rondo y Garnett, que están más cómodos contra Miami que contra cualquier otro rival. Otras es un trabajo coral lleno de esfuerzos concretos. Pero el 20 lo clavan. Nunca de más. Nunca de menos. Los cuenta-cartas del MIT les ayudan desde el otro lado del río.
Y eso les funciona muy bien contra Miami, que tanto en el casino como en la pista solo tiene dos jugadas: Blackjack o nada. El ataque de los Heat en el último cuarto fue doloroso de ver. Los jugadores se extendían y acampaban más allá de la línea de tres, sin movimiento alguno ni intención de ponerse en marcha, pero tampoco tenían vocación de hacer pagar a Boston desde el triple (27% en el partido). Los secundarios ni anotaban, ni bloqueaban, ni siquiera se quitaban del medio, que qué menos. Miami se veía condenado a la dinámica de mal tiro tras mal tiro, algo que Boston, a excepción de Pierce, y porque él quiere, no hizo. Y menos mal que Wade, de meter malos tiros y finalizar solo contra el mundo sabe un rato, que si no no hubiéramos tenido ni emoción.
No es cosa de orgullo, corazón, y demás pamplinas de libros de autoayuda, porque muchos otros equipos (los dos del Oeste, por ejemplo) hubieran luchado igual. No es cosa de egos, ni de villanos, porque en Miami nadie está pensando tirarse 30 tiros, es más, preferirían no hacerlo, esa es la idea detrás de juntarse en SoBe. No es cosa de haber estado ya aquí: LeBron y Wade han ido a las Finales las mismas veces que el Big 3.
Boston tiene en cada jugada múltiples opciones, que cubren casi todo el espectro de lo que se puede hacer en una pista de baloncesto, un facilitador de lujo y un hombre que puede explotar el boquete de Miami, la alarmante falta de centímetros. Los roles están definidos, y se sitúan y complementan para que cada uno aproveche el talento y las fuerzas que les quedan para ir aportando pírricamente más que el total de la suma de sus partes. 20. 20. Y otra vez 20. 5 jugadores acabaron con más de 10 puntos, y el sexto es Rondo, que contribuye a su manera. Así no ganan un partido a cualquiera de los dos equipos que vienen del Salvaje Oeste, con ases guardados en ambas mangas, encadenando veintiunos y Blackjacks, pero a Miami, que ha decidido jugar solo con dos cartas, y se encomiendan y obligan a que Wade y James salgan As o Figura, lo acaban arruinando.
Y es que lo de las dos cartas en Miami, ayer fue casi literal: solo dos hombres en dobles figuras. LeBron, que es tan bueno que podría ser un comodín, sufre al no poder asumir los dos roles que mejor entiende y domina. Su vocación de base se ve frustrada con jugadores tan limitados, tanto en talento como por sistema, y su potencial como finalizador se pierde al no tener a nadie que pueda hacerle llegar el balón en una posición en la que parta con un poco de ventaja de manera consistente. Anoche, cada vez que recibió un paso por delante de su defensor, la pelota acababa pasando por el aro. Pero lo más normal, es que se vea obligado a tirar una y otra vez del tercer recurso de su libro de estilo, el de tener que crearse su propio tiro en el uno contra uno más primitivo, en el que no hay sitio ni para un mísero aclarado. Spoelstra parece un novato al que alguien no ha explicado las reglas y no sabe que puede pedir más.
Eso sí, como esto al fin y al acabo es de verdad un juego, y queda sitio al azar, no saquemos aún a Miami de las Finales. El daño que hizo Bosh en menos de un cuarto de hora vuelve a demostrar que a Miami le puede valer con dos hombres y medio. Si puedes pedir una tercera carta, la tarea es más fácil. Pero los Celtics tienen la banca, y el Garden es un casino que emborracha gustosamente a todo el que va a apostar los cuartos allí. Miami tiene reto, pasar de 20 dos jugadas seguidas.
Sensación de déjà vu en las Finales del Este, que repiten el boceto del Oeste: ayer volvió a ganar el equipo que iba detrás, y de manera tan convincente que parece una serie nueva.
Y de nuevo, sin quitar mérito ninguno a Boston (y Oklahoma), es de esos días que las sensaciones apuntan más a demérito de uno de los aspirantes que lo contrario. Eso sí, si a San Antonio lo que le falló fue el ataque, a Miami, fue la defensa. Su pintura se convirtió en una zona gratis para todos, en la que Rondo entró cuando y como quiso, y en la que Garnett se hizo siempre con el sitio que le apeteció en la zona. Hubiera estado interesante contar cuantas veces pudieron colgar ayer el balón a KG, ¡en el medio!, como si de un partido de alevines en el que se cuela un cadete se tratara, sin que Miami respondiera en todo el partido.
El único ajuste de Spoelstra, que no se rindió con una distancia que superaba la veintena y que llegó a poner al equipo a 8 con posesión a falta de 3 minutos, fue acabar jugando con LeBron de pívot y Battier de ala-pívot, lo que espació la pista y permitió que Miller calentara la muñeca, y un Wade escondido y malhumorado toda la noche, pudiera colarse alguna vez. Pero al mismo tiempo, seguían permitiendo la jugada de patio de colegio a Garnett, y Rondo no era intimidado por nadie al colarse a la cocina, y cuando Boston se dejó de diversidad, y volvió a estas dos jugadas, el intento de remontada se apagó. Rajon, que anotó 21 puntos, lo hizo con su tiro de siempre: metió 2 de 6 fuera de la pintura, y 7 de 10 en ella. Tan sobrado iba ayer Rajon que se dejó detalles cuando le apeteció: la asistencia acrobática a un Marquis Daniels que se salió desde el banquillo, el falso pase por la espalda que dejó a Udonis Haslem roto y a punto de llorar, el uso de la espalda de un rival para poner el balón en juego desde la banda… Entrar en la zona de Miami era ayer tan sencillo que tenía que ponerle algo de emoción.
Shane Battier y Ronny Turiaf, que no nos cansamos de repetir, no deberían ser titulares en equipo NBA alguno, y si hablamos de equipos de Playoffs no deberían estar ni en plantilla, se combinaron para 3 puntos en 8 posesiones (Battier, 0 de 6), muchas defensas con la mirada, y dos o tres intentos de sacar la falta en ataque mal hechos. Wade tuvo el día apático y se volvió a poner la careta de Larry Hughes en esos días que Miami parecen los antiguos Cavs. Pasota y descuidado en defensa, y protestón en ataque, Dwyane no encontró el ritmo, y si tiene algún problema físico, esos problemas van a ser, por extensión, los de Miami.
Veremos como sigue adelante esta eliminatoria, porque los Celtics son demasiado buenos y demasiado orgullosos, para que LeBron, no pueda hacerlo solo.
Vamos a ser claros, nos da mucha pereza el Este. Así de sencillo, pero, como somos así de masocas lo vemos todo y anoche no faltamos a la cita en Miami para empezar a ver la final del Este entre Heat y Celtics.
Teníamos pocas esperanzas en esta serie y la verdad es que si somos sinceros lo vemos claro para Heat, pero leñe, siempre está ese factor Celtics de garra, veteranía y ‘magia’ por parte de Rondo que puede cambiarlo todo, pero ayer no hubo nada de eso. Ni magia, ni garra, ni veteranía… si hasta Allen falló tiros libres!!! algo que está siendo tremendo en estos PO…
Mientras Culebron y Wade a la suya, es decir, a destrozar todo lo que se le pusiera delante con 52 ptos entre los dos y luego con un poquito de Battier y de Chalmers, victoria sin mucho aprieto… En Celtics se veía hasta un poco de desidia y eso que se pusieron igualados a mitad del partido, pero en ningún momento se veía la posibilidad de ganar o de inquietar a los Heat… si hasta James le vaciló a Garnett… todo muy raro.
Ahora habrá que ver si Doc Rivers ajusta algo en defensa, como puede ser esa zona que utilizó al final o bien Rondo tiene uno de esos días de triple doble o al Big Three le da por aparecer, porque si no me parece a mi que Miami estará pronto repitiendo final…