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Pese a que el sentir general por lo que hemos consultado en Twitter es que los Bucks no llegarán este año a Playoffs, este equipo tiene posibilidades de arañar una de las últimas plazas, en mi opinión. No son un favorito de entrada, pero si alguno de los equipos jóvenes no alcanza su potencial o no pueden superar alguna de las alarmantes debilidades que tienen, Milwaukee, con muchos jugadores con experiencia probada, bastante profundidad, mucho tiro, y defensa, no andará muy lejos.
Hay un cierto temor por saber quién liderará el equipo, y más después de años de ver a Larry Drew y sus mil aclarados a Johnson en Atlanta, pero la temporada pasada, liberado por fin del yugo de Iso Joe, subió las revoluciones al equipo, implementó la motion offense, y Atlanta fue un equipo más coral, algo que tiene pinta de continuar en Milwaukee, y que además quita presión a sus jugadores, porque no hay un solo encargado de hacer que algo suceda en todas las jugadas.
- Radiografía de los Bucks
- En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
- Falta playmaker
El principal problema que la gente ve a estos Bucks es la falta de una referencia ofensiva. Se le supone a OJ Mayo un papel de jugador franquicia en ataque, y esto incomoda a quien no ve en él el glamour de otras estrellas. Lo cierto es que los 27 partidos que le dieron la oportunidad de ser dueño de un equipo (junto a Chris Kaman, lo que a estas alturas, no sé si ayuda o no), hasta que Nowitzki volvió el 22 de diciembre, los Mavs no lo hicieron mal. El resto de jugadores cambia en Milwaukee, y no estará Carlisle, pero en ese periodo, los Mavs fueron el 18º ataque de la Liga. Si Milwaukee pudiera replicar algo semejante, y Drew lograra volver a meter una defensa de las suyas en el Top 10, los Bucks estarán muy cerquita de las eliminatorias por el título.
También es cierto que en ese comienzo de la temporada Mayo metió el 49.3% de los triples, algo insostenible a largo plazo, pero sus números con o sin Nowitzki el pasado año no distan mucho de los de Jennings o Ellis. Cuando no jugó con el alemán, a lo largo de la temporada, OJ metía 17.1 puntos por 36 minutos, con 57.1% de tiro verdadero y un porcentaje de utilización del 21.9%. Eso es suficiente para montar un ataque lo justamente mediocre alrededor, aunque Larry Drew prefiere no cargarle el protagonismo a un jugador.
Los Hawks fueron 12º en ritmo, número de posesiones por partido, pero corrieron más de lo que ese número indica. Sus posesiones se alargaban por encima de la media cuando tenían que jugar a media cancha, con muchos pases y el balón yendo al poste bajo y de vuelta en bucle, pero fueron el 9º equipo que más posesiones terminó en menos de 10 segundos y el 3º que mayor porcentaje de jugadas utilizó a la contra, por detrás de Denver y Houston. La opción de salir en transición es interesante para Larry Sanders y Ersan Ilyasova, hombres grandes que se podrían beneficiar de un equipo que corra la pista. Los Bucks fueron el año pasado 3º en ritmo, pero fue más por culpa de tiros rápidos con mucho tiempo todavía en el reloj de posesión, que por salir verdaderamente a la contra, donde apenas superaron la media de la Liga.
Por otro lado, volver a la motion offense, el ataque de movimiento, que ya utilizaban en Milwaukee en la segunda mitad de los 80 en aquellos históricos equipos de Don Nelson eclipsados por Celtics y Lakers, sí que puede ser algo más difícil de implementar en estos Bucks. En Atlanta, Drew se aprovechaba de tener dos grandísimos pasadores en su juego interior y aquí sólo Ilyasova, correcto en la distribución, tiene el perfil. Eso sí, a falta de tanta versatilidad y creatividad, hay mejor tiro exterior con el turco, Mayo, Butler y quien quiera que sea el base (aunque Ridnour lleva un par de años contagiado del lupus acierto regulero en Minnesota).
- La mayor incógnita
Como de Mayo e Ilyasova sabemos lo que esperar, y lo normal sería que cumplieran sin estridencias, para encontrar al comodín de estos Bucks tendremos que mirar en otra dirección. El rendimiento de Brandon Knight seguramente sea el termómetro de este equipo, y de su actuación dependerán las posibilidades de la franquicia.
Tras decepcionar en Detroit, yendo a menos en su segundo año en la Liga, recibe otra oportunidad y todavía es muy joven para aprovecharla. Un cambio de aires le podía venir bien a un jugador que cada vez nos hace más difícil de justificar a los que le vemos (él incluido) como base.
Pierde la pelota con la misma frecuencia que los bases completos que anotan, asisten, y cargan con todo el juego del equipo sin ser uno de ellos, tira bien el triple frontal, pero todavía no sabe elegir las mejores opciones, y no aprovecha su rapidez para crear ventajas para él o sus compañeros, amén de finalizar cerca del aro de manera regular. Y es posible que sea el último jugador de la Liga al que le encomendarías una contra. No, en serio. Es el mismo jugador que el año pasado, que es lo peor que le puedes decir a alguien que entra en su segunda temporada.
Hay que tener esperanza en Larry Drew, que ya se encontró en una situación muy parecida en Atlanta con Jeff Teague, un base veloz que necesito tiempo para entender como dirigir un equipo NBA, y al que ayudó muchísimo en su desarrollo y con su sistema.
Además del entrenador, las cualidades de alguno de sus nuevos compañeros también pueden facilitar la vida a Knight. Tengo confianza en que luzca bien en los bloqueos directos junto a un jugador como Ilyasova, capaz de quedarse en el poste alto para tirar, algo que ningún interior en Detroit hacía tan bien. Esto le simplificará las opciones de pase, y le puede dar espacio para utilizar la velocidad. También ha coincidido más de la mitad de minutos en su carrera con un escolta no tirador como Stuckey, que atraía ayudas en su dirección. Con el personal de Milwaukee, grandes tiradores, tendrá algo más de libertad y espacio, pero la obligación de producir pronto.
El puesto de base no lo tiene asegurado ni mucho menos, y más teniendo en cuenta que el nuevo jugador franquicia por salario, Larry Sanders, necesita un base que le dé de comer, y si Drew quiere que el equipo salga a la contra, a estas alturas es mucho más sencillo fiarse de Ridnour. Pero la primera oportunidad, por juventud y potencial, debería ser para él.
- The Larry Sanders Show
Aunque el año pasado parecía que tendría que disputarse los minutos de suplente de Dalembert con Udoh, otro pívot de mentalidad defensiva elegido 9 puestos en el Draft por encima de él, y que brillaba en las estadísticas avanzadas y no estaba muy lejos de él en las tradicionales, Sanders pasó de banquillero a cobrar 44 millones, artículos clásicos de Matt Moore sobre él mediante, siendo el segundo jugador de la clase de 2010 al que antes le renuevan el contrato.
Lo más llamativo es su 2º puesto en la clasificación de tapones por partido (por minuto/posesión pone más que Ibaka, pero si lo miramos así, también le superan, en este caso, McGee), pero el show de Larry Sanders no acaba ahí. Su impacto en defensa es real, y va mucho más allá de unos cuantos pinchos de merluza.
Fue el 12º mejor reboteador entre aquellos jugadores con más de 1000 minutos, estando en la élite tanto en el de ataque como en el defensa. El RAPM se cree su impacto (estima que mejora a la defensa en 6.1 puntos por 100 posesiones, 3ª mejor marca de la Liga), y es que con él en pista, los Bucks sólo permitieron 98.8 puntos por 100 posesiones, lo que sería Top 3 en la Liga, pese a que sus tres compañeros más habituales fueron Monta Ellis, Brandon Jennings y Ersan Ilyasova. Pese a que sus sustitutos cuando iba al banquillo también tenían perfil defensivo (Udoh y Dalembert) y la segunda unidad, con gente como Udrih (mientras estuvo), Daniels o Dunleavy era mejor defensivamente, sin Sanders en pista, los Bucks recibían 105.6 puntos por 100 (máxima diferencia del equipo). La diferencia entre la 3ª mejor defensa y la 23ª.
Viendo estos números, y como los Bucks acabaron 12º en el ránking del año pasado, pensar en el impacto que puede tener en este equipo Larry de titular desde el principio (pese a la pérdida de Mbah a Moute), es un motivo para el optimismo en Milwaukee. Entre los fuegos artificiales de Monta y Brandon, y anotaciones abultadas por el ritmo de juego, el público tal vez no se haya dado cuenta de que los Bucks están disimuladamente en camino de montar un equipo muy fuerte defensivamente, que no necesita demasiado en ataque para seguir yendo a la post-temporada. Hay potencial aquí para un equipo similar a los Bobcats de 2010, o aún mejor, los propios Bucks de 2010, con Sanders haciendo de Bogut, que ganaron 46 partidos con el 23º ataque en puntos por 100 posesiones. El Este es un animal diferente este año al de hace 3, pero estamos a un par de equipos de que se pongan a tanquear de acabar así.
En ataque, Sanders está en otro punto más lejano en la curva de desarrollo. Aunque mejoró los números del año anterior, y los 13 puntos por 36 minutos con un 52.3% de porcentaje de tiro verdadero (casi en la media) están bien para un pívot defensivo, tiene herramientas para hacer algo más.
Lo único que hace casi perfecto y con olfato, es volver a buscar el tiro otra vez, tras coger el rebote en ataque. En bloqueos y continuación duda cuando no encuentra el espacio en línea recta (típico de Andre Drummond y otros hombres altos jóvenes), no ha demostrado un instinto pasador, ni parado, ni bajo la duda ya mencionada cuando le salen a defender las ayudas en el pick’n’roll, y no tiene un movimiento recurrente y efectivo la rara vez que juega de espaldas. Prácticamente no tiene rango de anotación (desde el lado izquierdo, a media distancia, ha metido unas cuantas canastas, pero son pocas para saber si es un punto, al menos, templado) y el 61.8% desde la línea de tiros libres es mejorable, pero también un avance sobre el 52.3% de las dos primeras temporadas, que era un porcentaje que le ponía al borde del Hack-a-Sanders.
Todo lo que pueda añadir o mejorar sobre ese juego de «chico atlético y grande al que le falta habilidad ofensiva», será maravilloso, pero son extras. A Sanders no le hace falta más para justificar ser titular y tener un impacto positivo en el equipo.
- Ilyasova, la otra clave
Se avecina un año que podría ser muy importane para Ersan Ilyasova. Milwaukee le necesita, y parte de cero con Larry Drew, con el cartel de titular colgando.
En Atlanta ya había un hombre alto como pieza clave en ataque, y aunque sean muy diferentes, no es una locura pensar que Ersan podría hacer de Al Horford en estos Bucks. Ilyasova anotó más de 18 puntos por 36 minutos el año pasado, un poco por encima (ayudado de un mayor ritmo) que el dominicano, aunque parezca mentira, y es extremadamente eficiente porque se ha convertido en un gran tirador.
Horford juega de espaldas mucho más, y distribuye desde el poste, algo que no podrá reproducir el ¿turco? (¿en qué quedó toda esa historia de que Ilyasova a lo mejor era un uzbeko que había nacido en 1984?), ni tampoco parece que podamos ver el mismo nivel del juego de pase entre pívots y postes que había en Atlanta, pero puede utilizar perfectamente toda la serie de jugadas que están basadas en las oportunidades que crea la amenaza del dulce tiro de Al.
Supongo que este año veremos muchos más diseños con bloqueos verticales de Larry Sanders o Caron Butler para que salga cómodo y liberado a tirar, y no sería de extrañar que los Bucks también tiraran de la floppy, jugada de moda en la Liga, en la que el escolta (presumiblemente Mayo), está debajo de la canasta esperando un pase, y puede elegir salir hacia fuera por los dos lados, en uno estaría Ilyasova preparado para hacer el bloqueo indirecto, y en el otro el alero y el pívot escalonados. Después que el escolta elige la dirección y pasa por la pantalla, uno de los dos hombres del otro lado, bloquea a su vez para Ersan, que sale por el lado contrario al que seleccionó el escolta. Si sale bien, esta jugada libera dos tiradores a la vez, y no requiere mucho del base: Milwaukee tiene el personal perfecto para utilizarla.
También puede reproducir perfectamente otra jugada más típica de Atlanta, en la que se colocaría en la línea de tiros libres mientras dos compañeros inician un pick’n’roll lateral, y él ejerce de intermediario, recibiendo el pase del base mientras este dobla la esquina, y remitiéndolo inmediatamente al otro hombre alto, que estaría continuando a canasta. Como no se puede dejar a Ilyasova solo, es otra manera de alejar un hombre alto del aro, a la vez que se le quita algo de presión al base, que tiene un trabajo más sencillo. Además, el turco puede extender el rango de la jugada hasta la línea de triple incluso, si es capaz de meter con precisión el pase picado desde ahí.
Los diseños luego pueden cambiar, pero la idea está ahí: los Bucks pueden utilizar a Ilyasova para abrir la pintura, y si le sumas dos tiradores en el lado débil, Sanders, y especialmente Knight, tendrán más espacio que nunca para trabajar. Pueden liberar prácticamente un lado entero del campo y la pintura para la penetración, algo que el base nunca ha tenido. Ahora queda que él ponga de su parte, y sea capaz de aprovecharlo, y reconocer y hacer pagar las ayudas cuando vengan.
- Henson, un regalo por descubrir
Los Bucks llevan un tiempo caracterizándose por, a falta de estrellas, tener muchas opciones. Sus plantillas siempre parecen llenas de jugadores muy útiles, y la de este año no parece una excepción. Con alguna posible batalla por resolver, pinta a que saldrán del banquillo Ridnour, Neal, Delfino, Henson, Udoh, Pachulia o el rookie Antetokounmpo, en una rotación que se extiende cómodamente a 12 jugadores.
Gary Neal es el que mejor cumple el prototipo clásico de sexto hombre microondas, y Delfino tiene una clase excepcional y viene de un buen año en Houston, pero la perla aquí es John Henson, que no debería tardar mucho en hacer méritos para ser titular, aquí o en otro lugar. Su envergadura, el rebote (su tasa está por encima de la de Larry Sanders y sobre todo en ataque, es de las mejores de la Liga, 6ª para jugadores con más de 500 minutos) y la defensa son la carta de presentación, pero el año pasado le probaron en ataque, y cumplió. Sin brillo, pero cumplió.
Sabe mover los pies, utilizar sus largos brazos en ganchos (especialmente en movimiento) y rodear al defensor buscando el tablero, además de tener instinto para utilizar el carril de finalización tras bloqueo directo. En lo malo, rehuye el contacto porque aún no puede finalizar si le zarandean, lo que afecta e influye en su bajo número de viajes a la línea de faltas personales, y el tiro de media distancia que tenía en proyecto no funcionó (quizá sea la maldición de la envergadura).
Es un jugador todavía verde, pero se le ven una serie de detalles, que unidos al trabajo sucio le darán un puesto más pronto que tarde. Su envergadura es la típica que molesta muchísimo en los uno contra uno y en el cara a cara, y saca de quicio a los tiradores rivales que ven sus tiros demasiado cerca de ser taponados, y tiene la velocidad para adaptarse a los falsos y pequeños 4’s que están apareciendo: es el perfecto ala-pívot defensivo en una era de small-ball, que parece estar algo más presente en la conferencia Este (aunque eso supongo sufrir con los que son algo más clásicos y rocosos).
En los 108 minutos que compartió pista con Sanders, el equipo recibió demasiados puntos, pero ni el perímetro acompañaba, ni se puede esperar demasiado aún de un novato. Tiempo tiene, y todos lo veremos.
- ¿Por qué creo en los Bucks?
A falta de que las casas de apuestas ofrezcan sus predicciones en el número de partidos que va a ganar cada equipo (no es lo mismo el número de victorias esperadas, que las opciones de título), parece que no se ve con muy buenos ojos a Milwaukee. Una, les tiene como cuarto peor equipo del Este en la lista de aspirantes al título, y quinto más improbable en toda la NBA, pagándose su anillo a 251 a 1.
No pondría un euro a esa cuota, pero si este año tuviera que hacer una apuesta fuerte, a todo o nada, diría que los Bucks no van a estar entre los 5 peores equipos de la NBA. Es más, creo que todo lo que no sea un pronóstico de, por lo menos 35 victorias (en el análisis veraniego de la ESPN les pusieron 31), se queda corto. No me hago responsable si apostáis, no os sale, y acabáis perdiendo pasta por mi culpa, pero de verdad que me parece el equipo más infravalorado por crítica y público de la Liga.
Y me baso en dos cosas, tiro y defensa. Faltan creadores, sí, pero un buen juego exterior, que abra y estire el campo, creando espacios, puede convertir a un mediocre en playmaker, y ahogar al más diestro de los generales de campo si falta. Con Knight, Mayo, Butler, Ilyasova, Ridnour, Delfino y Neal (básicamente, todo el perímetro de arriba a abajo, menos la incógnita Antetokounmpo), los Bucks tienen un montón de munición. Entre todos ellos, aunque en otras situaciones, jugando en sitios como Dallas, San Antonio o Houston, y con un reparto diferente de minutos, claro está, metieron 798 el año pasado. No llega para coger a New York y Houston, pero estaría por encima de Miami, tercero en la Liga en triples, que metió 717.
Como apuntamos en la previa de Atlanta, 35 de 36 equipos que en los cinco últimos años han estado en el Top 10 de triples encestados (y mi apuesta es que este grupo, lo estará) y no han sido de las 10 peores defensas (leed la sección de Larry Sanders para ver por qué los Bucks no formarán parte de ese grupo de madres) han ganado, por lo menos, 37 partidos, y 34 de esos 36 superaron el 50% en victorias. Y sigo pensando que esas condiciones, son conservadoras, para un equipo con mucho potencial, incluso de Top 5 o Top 3 en ambas facetas.
Una lesión de Sanders (y también de Ilyasova, único hombre alto tirador), estropearía el pronóstico, y Knight dirigiendo da mucho miedo si se pone a perder balones como si no hubiera mañana, por eso lo de las 35 victorias es un pronóstico que yo lo veo hasta conservador, porque creo firmemente en el poder del tiro exterior y el ancla defensiva, en el trabajo de Larry Drew, y en que este equipo haya rehuido tradicionalmente tanquear (aunque como tienen espacio salarial el año que viene, es para planteárselo), y veo muy factible que pasen de 40 victorias, y lleguen a Playoffs.
Por eso, jamás apuesto.