Los Celtics ponen pie y medio en los Finales de la Conferencia Este, tras ganar su primer partido a domicilio en estos Playoffs, castigando los errores en los momentos finales de unos Sixers que encontraron redención en forma de prórroga a sus primeros deslices, pero a los que no pudo salvar nadie cuando volvieron a incurrir en ellos en una segunda oportunidad.
Hasta tres veces (una al final del tiempo reglamentario, dos en la prórroga), perdieron el balón los Sixers tratando de iniciar la jugada en pases inofensivos en la misma zona de la pista (ala izquierda de su ataque), dando la oportunidad de remontar a los Celtics, cuando mandaban ellos sobre el balón y la posesión. Y dos veces se la sacó muy fuerte Stevens (la pizarra) para conseguir puntos fáciles a Brown y Horford en bandejas sin oposición, tras tiempo muerto en los momentos finales.
Boston manda 3-0 en una eliminatoria en la que los Sixers ya han quemado el cartucho de la vuelta a sus dominios, y ahora llevan encima la carga de una remontada de 21 puntos en el partido anterior, y la de no haber podido cerrar un partido que muchos creyeron ganado durante unos segundos de ilusión. Y es que llegó a caer confeti en pista cuando los operarios pensaron que el tiro final de Belinelli sobre la bocina tras los primeros 48 minutos había sido de 3. Despertaron rápido (o no tanto, la broma retrasó el inicio de la prórroga) en otra realidad, en la que aún había cinco minutos por jugar, y que se volvería a estropear, pese a que estuviesen por delante a 8.4 segundos del final.
Los Celtics, como sucedió en la ronda anterior, jugaron peor lejos de Boston, con menos acierto en los tiros y un bajón en el nivel de Rozier, pero Philly no cuajó un mejor partido en su vuelta a casa, cuando se supone que los secundarios brillan más. Covington estuvo horrible, fallando los 8 triples que intentó, arriesgando constantemente sin éxito en defensa, y equivocándose en la defensa de la jugada clave de la prórroga que ponía a Boston por delante a falta de 5.5 segundos para el final. Saric estuvo dubitativo y menos intenso que en el partido anterior y Belinelli, pese a que metió la complicada canasta sobre la bocina que mandó el partido a la prórroga, no acertó demasiado en tiros pobremente seleccionados, y fue de nuevo una diana a la que apuntar en la defensa de Philly.
Simmons (y Brett Brown por extensión) siguen sin saber cómo hacer para volver a brillar frente a la defensa que le muestra Boston (hombres más altos que él, esperándole ya en la zona, y cambios en los bloqueos), y aunque cuajó un partido mucho mejor al anterior, no fue el jugador explosivo e imparable que cerró la temporada. Philly no atacó bien a media pista, pese a que insistió mucho en hacerlo, parando el ritmo cuando seguramente una mayor velocidad juegue a su favor.
Y el motivo principal seguramente sea volcar tanto de su ataque en Embiid, que volvió a alternar momentos de fuerza de la naturaleza, con otros de ineficiente congelación del juego. Quedarán muy bien en el vídeo resumen del partido dos de sus mates, uno sobre Baynes en carrera tras recibir un pase, otro atacando a Horford con el bote desde la línea de tres, y todas las secuencias en las que saca faltas sin parar a los Celtics (anoche Smart acabó fuera con 6 faltas y Baynes casi con 5 en gran parte por él), pero los 22 puntos en 27 posesiones de tiro, con 3 pérdidas, no merecen en absoluto el calificativo de imparable. Los Sixers cerraron muy bien la temporada jugando a otra velocidad sin él en pista (ante rivales mucho más sencillos, hay que apuntar), y en la eliminatoria de Miami, todavía estaban metiéndole en juego. Boston tiene en Baynes y Horford dos jugadores que le defienden razonablemente bien, por lo que le aguantan uno contra uno, sin mandar la ayuda desesperada que acaba convirtiendo sus posteos en oportunidades para triples o cortes al aro. Con lo que ralentiza a los Sixers, Stevens firmaría una producción así, o mucho peor, todos los días. Y más cuando sucede como ayer, que pese a las faltas forzadas apenas fue a la línea: sólo tres tiros libres para él, lo que le hizo más difícil conseguir puntos fáciles.
Otra cosa que despareció también con la última baja de Embiid fue el pick’n’roll entre él y Simmons: apenas vemos ni el frontal, ni el tan utilizado durante la temporada bloqueo en el poste bajo (snug), cuando, y aunque los Celtics cambien, es una oportunidad magnífica para darle a Simmons espacio por delante sin demasiadas ayudas, al sacar a los dos grandes lejos de la canasta. Poco antes del descanso jugaron un dos contra dos, y Simmons anotó una de las bandejas más sencillas que tuvo en todo el partido (la más sencilla fue el mate que falló al comienzo del encuentro… en un partido que acabó en empate… ¡oops!).
Por parte de los Celtics, estuvo brillante su novato Jayson Tatum, que arrancó muy bien en el primer y el último cuarto, y es la mejor apuesta con diferencia de los Celtics cuando necesitan crear un tiro. Sus 24 puntos le convirtieron en máximo anotador del encuentro, y a pesar de que falló un par de tiros libres en los compases finales del encuentro que pudieron costar mucho a su equipo, no hubieran podido llegar tan lejos sin él. Además anotó 5 puntos en la prórroga (entre Horford y él metieron todas las canastas de los Celtics en el tiempo extra), tirando de su maravillosa capacidad de penetración, teniendo que resolver además ante Embiid, al que congeló en una de las ocasiones con la sangre fría de fintar ante él. Brown no confió en Covington y en Saric (este volvió a pista luego) en los minutos decisivos, lo que le emparejó a menudo con Belinelli, del que se puede ir en bote pese a su mayor tamaño cuando quiera.
Clave también fue Horford, que no anotó en toda la primera parte, pero fue decisivo al final: Boston le buscó mucho en el poste bajo cuando su marca era Ilyasova en el último cuarto, y él contestó con canastas y asistencias. Además, robó dos balones que parecían inofensivos en los últimos segundos de la prórroga, y anotó la canasta que ponía por delante a Boston al final, ejecutando perfectamente la jugada dibujada, para quedar emparejado con Covington, y buscar el aro mientras este le defendía por delante. Fueron 7 puntos en la prórroga, para remontar, incluidos los 5 últimos, y la fantástica defensa que estuvo ahí todo el partido sobre las jóvenes estrellas de los Sixers.
Y por supuesto, destacar el trabajo de Stevens, que además de toda la cuestión estratégica, cogió la pizarra dos veces, una en tiempo reglamentario y otra en la prórroga, con su equipo por detrás, y unos segundos en el reloj, y consiguió dos plácidas canastas para sus pupilos, despejando la zona de gente sabiendo que los Sixers iban a cambiar todo bloqueo peligroso.
Como ya comentamos ayer en el podcast, es injusto a veces dar tanto crédito al entrenador de los Celtics, porque se pierde la perspectiva de hasta dónde llega él, y dónde sus jugadores. Muchas jugadas anoche, por ejemplo, de Tatum, fueron resueltas por su brillante talento individual no por el sistema o la posición en la que Stevens le ha puesto. En los Celtics hay como en todos los equipos, aclarados, unos contra uno, posteos, etc… que tienen que resolver los jugadores. Si avanzan a las Finales de Conferencia, será porque por muy bueno que fuera el plan, los jugadores, en los que recae la responsabilidad final, lo han ejecutado. Y los rivales, con sus aciertos o errores (y ayer hubo más de esto segundo), también forman parte de tu desenlace. Con una sola jugada que hubiera ido en cualquier otra dirección no estaríamos hablando de él.
El caso es, que cuando se tuvo que notar su mano, lo hizo, y de qué manera. Y así, esta victoria le reafirma como uno de los mejores de la competición, y una de las mayores armas de Boston.
Sofi del día: El Process ha traído de vuelta a famosos a la primera fila del Wells Fargo Center: anoche no estaba el chaquetero Kevin Hart, pero sí M. Night Shyamalan, Nick Foles, Questlove, Meek Mill o Dana White, una lista que firmaría el Madison Square Garden en un partido tempranero de martes en febrero contra los Hornets.
Durante muchos minutos fue difícil de ver: dos equipos incapaces de anotar a media pista, muchos errores y poca claridad de ideas. Pero el desenlace del partido compensó todo lo anterior: Boston ha logrado proteger la ventaja de campo en la prórroga, en un final en el que Milwaukee se resistió a caer más de lo esperado.
Un triple de Middleton desde la firma de Red Auerbach con décimas de segundo en el reloj, empataba un partido que Boston parecía tener ganadísimo cuando Terry Rozier ponía a los Celtics por delante con un triplazo con pasito atrás, después de mandar a Bledsoe lejos de él, muy lejos, con su bote. Canasta de superestrella, puñalada en el corazón del estado de Wisconsin… pero no era el final todavía.
Y es que el partido estuvo muy vivo siempre, en muchos momentos, por los motivos equivocados. Este duelo entre un equipo con mucho talento, pero que no sabe muy bien qué hacer con él, y su reflejo en el espejo, otro equipo que parece estar siempre por encima de su capacidad, fue durante buena parte del encuentro un ejemplo de lo peor de cada cual. A Boston le cuesta dios y ayuda conseguir canastas fáciles, pese a que parecen ser capaces una y otra vez de acertar con las más complicadas.
Milwaukee tiene un arma infalible, un jugador que altera la geometría de la pista como los arquitectos de Origen, pero al que no saben, o no pueden darle el espacio que necesita para dominar. Además, en defensa, pese a su capacidad atlética, tamaño y longitud en casi todos los puestos, se siguen empeñando en cometer errores que no deberían, y ayudar mucho más de lo necesario. Los Bucks ponen un examen difícil, y se dejan por la otra cara las respuestas.
No hubo cambios sobre los quintetos titulares habituales, con Baynes y Henson, que desaparecerían a la hora de cortar el bacalao, lo que hizo que el partido empezara con Giannis contra Horford como enfrentamiento estrella, pero con otra línea de ayuda para ambos por detrás. Los primeros asaltos fueron para Al, con Henson convertido prácticamente en defensor a ambos lados de la pista. Tatum fue el jugador de los primeros compases del partido, con estruéndoso mate incluido, mientras los equipos aún se tentaban y tomaban lo que el otro dejaba: así vimos cosas como fallidos tiros a media distancia de Baynes, o pases a Henson, para que resolviese.
Pero poco a poco Boston asentó su defensa, aprendió desde dónde mandar la ayuda, y los Bucks y Giannis se encontraban una pared de hombres cada vez que ponían un pie en la zona: las pérdidas empezaban a agolparse, y los Celtics, podrían anotar fácilmente por fin a la contra. Así se cerró el primer cuarto con un rotundo parcial 15-0 para los de casa, y 12 puntos de ventaja en el marcador.
Los Bucks no anotaron a la contra hasta el segundo periodo, y lo hicieron gracias a que Boston entró en un bucle similar de pérdidas: cuatro en cinco posesiones con Larkin al volante, y cuando Antentokounmpo volvió a pista se encontró con un equipo lanzado en el que por fin pudo empezar a despertar. Milwaukee era entonces quien alcanzaba la decena de puntos de ventaja, y con las tornas cambiadas, eran los Celtics los que no veían manera de crear un tiro cómodo. Tuvieron que llegar los regalos de Milwaukee en defensa, esas boludeces que hacen que lo que parece una defensa de élite lo sea de chichinabo, para que Boston mantuviera el partido controlado al descanso.
En la reanudación vinieron los minutos más duros: de nuevo con los quintetos titulares en pista, el baloncesto era feo, trabado y poco acertado. Sólo brilló la agresividad de Jaylen Brown, que lanzó al equipo en otra gran racha de 10-0, y que Prunty tuvo que sofocar jugándosela con un Giannis de pívot, que tardó casi 8 minutos de segunda parte en ver aro.
Va a ser un gran dilema para el entrenador de los Bucks, cuánto y cuándo utilizarlo ahí, porque, sobre todo en defensa, su enfoque de la posición no es natural, y especialmente ante Horford, que sabe aprovecharse de él a ambos lados de la pista, concede demasiado. Pero al mismo tiempo, con menos obstáculos puestos por su propio bando, es como más fácil y felizmente patina por la pista, cuando es capaz de atacar defensas cerradas como si se tratara de un contraataque. En días como hoy, en los que sólo Middleton es capaz de anotar con volumen (no fue la noche de Bledsoe), no parece haber otra opción que dejarle volar.
Y más cuando en el otro lado, prácticamente todos suman. Horford, Brown, Tatum, Morris y Rozier anotaron todos canastas difíciles e hicieron jugadas importantes. Finalizaron todos entre 19 y 24 puntos anotados y con un reparto de posesiones muy equitativo.
Y tuvieron que recurrir a la épica, porque dejaron ir una ventaja de 10 a falta de 4 minutos: con Middleton y Giannis echándose el equipo a la espalda, los Bucks empataban con un triple de Brogdon en una jugada tras tiempo muerto en la que se escurrió solitario frente a la zona Celtic, dejando tiempo para un último tiro de Boston (o eso creíamos).
De todos modos, los titulares de los Celtics (más Morris) siguieron anotando cuando más se necesitaba en la prórroga, un gris Bledsoe se despedía del partido al llegar a su sexta falta, y poco después lo haría también Giannis, y esta vez sí, no dejaron que se escurriera el partido cuando tocó cerrarlo desde el tiro libre.
La serie sigue abierta porque la estrella griega brilla demasiado, y en los Celtics falta eso precisamente, pero no hay ninguna duda, y esta vez se ha vuelto a demostrar, de qué equipo es mejor colectivamente.
Sofi del día: Las dos canastas que cerraron el tiempo reglamentario, pero especialmente la de Rozier. En una repetición desde la línea de fondo contraria se ve claramente como engaña a Bledsoe, con un bote en el que parece que va a mandarlo a estrellarse de bruces contra un bloqueo, y en cuanto el hercúleo base rival gira el cuello para buscar ese rival que nunca viene, le cambia el ritmo, la dirección y el suelo que pisa. El movimiento es más de media canasta, y otra muesca más para un jugador que está cerrado la temporada con su mejor versión.
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El peor equipo del Oeste la temporada pasada, ha transformado casi la mitad de la plantilla sin firmar a un solo agente libre: con los traspasos de Scola y Dudley (y reinvirtiendo lo que consiguieron en ellos) más sus dos elecciones de primera ronda, han conseguido algo que parece casi imposible. Sumado a su cambio de imagen, reemplazando el morado por el negro, los Suns de este año son renovación.
Phoenix está pasando por algo así como una «reconstru-blanda«, en la que las derrotas no fueron causa de ser un equipo especialmente joven, y todavía no han presionado el botón de reinicio: Gortat, Dragic, Tucker, Frye o Brown siguen, y llega Gerald Green. Pero al mismo tiempo, aparecen jóvenes como Bledsoe, Len o Goodwin que podrán ayudar a reciclar el equipo, sin renunciar a ser competitivos con Hornacek. Pero no parece tampoco que los Suns vayan camino de triunfar y ganar muchos partidos este año… ni a ellos parece que les importe demasiado.
Radiografía de los Suns
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
Doble base
Nadie se extrañaría que pese a ser un suplente la pasada campaña, el jugador franquicia de esta en Phoenix fuera Eric Bledsoe. El problema es que juega en la misma posición que su mejor jugador ahora mismo, Goran Dragic. Así, los Suns tienen pinta de ser el próximo equipo que probará con el doble-base la próxima temporada, y el que más prominentemente lo haga, además.
Con reservas debido a las consideraciones sobre quién es y no es base, 9 equipos probaron más de 500 minutos con dos de ellos en pista, pero sólo mantuvieron fija la apuesta en el quinteto titular Minnesota (Ridnour–Rubio) y Detroit (Calderón–Knight). 6 de esas 9 parejas fueron rotas este año, pero como casi siempre sucede, se crearán otras nuevas (Jack–Irving, Jennings–Billups, Lillard–Mo Williams, la historia rara que tienen en Dallas). Los resultados fueron dispares, como los equipos y tipos de jugadores que las formaron, pero no desaconsejan la prueba en absoluto, de hecho, en parte deberían animar, si se va a juntar a los dos mejores jugadores posibles.
Y Bledsoe y Dragic son con mucha diferencia los mejores exteriores de los Suns, pero tienen un problema, además de la posición que comparten, y es que son bastante iguales. Los dos se sienten más cómodos penetrando y desde el bloqueo directo, por lo que necesitarán un tiempo de adaptación, y veremos como les organiza Hornacek para que no se pisen la manguera.
Para defender, Dragic tiene buena altura y Bledsoe fuerza y capacidad atlética, y cuando coincidieron él y Chris Paul, Eric defendía a los escoltas rivales, pero habrá que ver cuál de los dos se encarga al final y de qué manera. El esloveno también tiene algo de experiencia en este tipo de parejas, habiendo jugado unos 300 minutos junto a Kyle Lowry hace un par de años en Houston. Con el tiro ocurre algo parecido, ambos son razonablemente buenos para que nos podamos permitir plantear que pueden jugar sin balón (si Bledsoe mantiene lo que ha mostrado este año), pero no lo suficiente como para no tener dudas, ni tienen la trayectoria necesaria como para que aseguremos el éxito: habrá que esperar y ver cómo funciona.
Parte de la decisión la hace fácil precisamente el reparto de Phoenix en el puesto de escolta. Shannon Brown y Archie Goodwin (con PJ Tucker, que competirá más bien por el puesto de alero) son las otras opciones de los Suns aquí, y a priori son jugadores algún escalón por debajo de ellos, y que también comparten los problemas de tamaño y tiro, sin la habilidad de la creación: en realidad los dos tienen ese perfil de combo-guard, sin posición definida del todo, más por lo que no pueden hacer que por lo que saben. Si quizá hubiera algún otro perfil en los Suns… pero no es el caso. Los Suns tienen prácticamente, y con sus diferencias en nivel, claro, 4 jugadores repes.
Así que Dragic y Bledsoe empezarán juntos, y lo que sí podría ayudar a la compenetración bastante es el hecho de que Goran sea zurdo. No es que en baloncesto haya mucha diferencia en qué líneas se ocupan al penetrar entre jugadores que utilizan manos distintas, pero puede ayudar a diseñar jugadas a Hornacek en la que los dos partan desde un lado distinto del campo hacia el centro, como las de Ellis y Jennings en Milwaukee el año pasado, un libreto del que debería tomar nota Jeff teniendo en cuenta lo que tiene aquí, aunque al menos sea como base sobre la que ir añadiendo cosas.
Veremos cómo funciona este experimento, y si tiene o no fecha de caducidad. Dragic seguramente esté de manera más o menos disimulada en el mercado, y aunque el puesto de base sea quizá el que goza de mejor salud a lo largo y ancho de la Liga, siempre alguna franquicia tendrá un puesto para él. La cuestión es si alguien querrá pagar el precio que convenga a Phoenix.
Resuciten al Martillo Polaco
Gortat, ya está camino de Washington tras haber sido traspasado junto a Kendall Marshall, Shannon Brown y Malcolm Lee por Emeka Okafor, haciendo parte de lo que hemos escrito inútil, y otra parte, aún interesante. Se ve que Washington era uno de esos equipos desesperados. Marcin Gortat tuvo un fabuloso año 2012, en el que estableció máximos personales en minutos, puntos y rebotes por partido, y en eficiencia general (mejor PER de su carrera). Pero el año pasado cayó en todos los apartados estadísticos tradicionales, y en los que no lo son tanto.
Su porcentaje de utilización cayó del 20.8 al 17.2%, y creo que nadie echo más de menos a Steve Nash que él. El base de los Lakers le dio 217 asistencias, mientras que Goran Dragic este año sólo conectó con él 81 veces, y pasó de finalizar 319 pick’n’rolls, mayor cantidad en la Liga el año pasado, a tan sólo 145 este año. Lo cierto es que su eficacia en el 2×2 sigue intacta y en la élite, ya que hace dos temporadas fue el 2º mejor de la Liga con 1.22 puntos por jugada (mínimo 100 posesiones) y esta no se ha ido muy lejos, ya que es el 8º, con 1.16. Es sorprendente, porque Dragic es uno de los jugadores de la Liga que más veces pasa tras bloqueo directo, pero nada, que con el polaco no hay conexión.
Nash tenía una manera diferente de moverse al doblar la esquina, con pausas, gestos de duda (no suya, sino para provocarla al rival), varias velocidades, y la amenaza constante de recoger su bote para lanzar a media distancia. Dragic cuando pasa el bloqueo sólo tiene una marcha, y un sentido, el que marca el camino del aro. Lo curioso es que cuando crea para sí mismo, en unos contra uno, tiene habilidad para serpentinear y cambiar direcciones, y encuentra una grandísima cantidad de veces al jugador que corta por línea de fondo (igual que Bledsoe por cierto, otro rasgo más del juego que comparten) aprovechando las ayudas que se le vienen encima por su habilidad para penetrar.
Además, el espaciado de Phoenix el último año tampoco ayudó, las defensas más aplicadas sabían que la continuación de Gortat era uno de los pocos recursos de este equipo, y la penetración de Dragic otro, que los dos se paraban de manera parecida (cerrando el aro), y no tenían ningún problema en que el balón fuera doblado a los tiradores o que Marcin lanzara de media distancia. Los Suns fueron de los equipos que menos jugadas acabaron con bloqueos directos, pero yo diría que empezaban bastante, pero simplemente les tocaba resetear cuando el base se daba cuenta que no tenía a dónde ir. Frye, y un par de alas que pudieran tirar le vendrían muy bien, pero de lo segundo no hay, y lo primero veremos cómo vuelve.
El caso es que entre europeos no se han entendido, el sistema del equipo no le ayudaba, y con Bledsoe a lo mejor tampoco será fácil desarrollar esa química (aunque sus números como anotador sean fantásticos e inviten a utilizar bastante el pick’n’roll con él, no es lo mismo como pasador), y eso le quita a Gortat una grandísima parte de su atractivo como jugador. Aunque puede anotar de espaldas o tirar un poquito, es bastante normal y corriente haciéndolo, y apenas barre el tablero en ataque.
Como en defensa tampoco pasa de servicial (que los tapones no os engañen, los Suns fueron uno de los equipos que más tiros cerca del aro concedió), Marcin pierde casi todo su valor si su equipo no utiliza con regularidad el bloqueo y continuación, y los Suns y su personal, pues no son mucho de buscar al hombre alto para esa tarea ni de abrir el campo para que corte con potencia a canasta. Quizá Hornacek, alguien que vivió los años dorados en Utah en primera fila, trate de recrear la magia, salvando las insalvables distancias, en este equipo. Si no, Alex Len viene pidiendo minutos, y Gortat, que acaba contrato el verano que viene (otro factor que afectará a su juego y rendimiento), no parece formar parte del futuro.
El nuevo convenio, que hace más complicado gastar, ha conseguido que los equipos sean mucho más cuidadosos, y valoren mucho mejor los contratos económicos, la calidad por cada dólar de salario. Eso significa que las elecciones de Draft, que vienen acompañadas de un manejable contrato de 4 años, hayan ganado mucha popularidad, y cada vez sea más difícil verlas en traspasos, y más con el nivel que se le presupone al del año 2014. Por eso, el retorno ideal que un equipo aspirante podría ofrecer por Gortat (un pick de primera ronda, aunque fuera bajo y lejos de la lotería), no parece posible de conseguir a estas alturas, salvo que algún equipo esté desesperado. Y las elecciones altas de segunda ronda, que también podrían ser un retorno razonable, no parecen estar en manos de equipos interesados: Philly y Charlotte retienen las suyas, la de Sacramento iría a Milwaukee después de haber pasado por Phoenix y haberla colocado en el traspaso de Bledsoe, la de Orlando va a Cleveland (si Varejao y Bynum se lesionan y quisieran entrar en Playoffs… ), y la de Phoenix, que claro, ya la tienen ellos mismos.
Como se encuentran en la misma situación que Orlando con Redick, pueden preguntar alrededor de la Liga por jóvenes que no hayan explotado como Tobias Harris (aunque ese traspaso precisamente hará que los equipos alrededor de la Liga sean cautos con este modelo de intercambio), pero encontrar valor por Gortat pensando en una reconstrucción es una tarea complicada. Por eso no sería tan extraño verle el año entero aquí, y se tendrá que encomendar a que Hornacek le vuelva a hacer sentir importante.
Hablando de Hornacek
No teníamos referencias de él como entrenador, porque sólo ha pasado un par de años como asistente en Utah, pero con la entrevista que hizo Zach Lowe, en la que hacia referencia al porcentaje de tiro efectivo, y la necesidad de tirar menos lanzamientos de 2 lejanos e improductivos de los que abusaron el pasado año (ya sólo con perder a Beasley, MVP de este tipo de chuflas, mejorarán bastante), me enamoró. También es verdad que al último entrenador que me impresionó tanto con unas declaraciones en julio fue Mike Dunlap, y el sistema de los Bobcats fue el desastre más absoluto, pero en tiempos de guerra…
Quiere darle marcha al ataque, y aumentar el ritmo de juego, algo idóneo con la pareja Dragic–Bledsoe, más que preparada para encender los motores y echar a correr. Lo cierto es que los Suns ya jugaron bastante rápido el pasado año por lo que muchos jugadores no notarán demasiado la diferencia, y a jugadores como Tucker, Green o Brown les vendría bien, y les podría convertir en serviciales. Le falta muchísimo tiro exterior a este equipo para ser productivo a media cancha, donde tendrán que tirar de acciones individuales por lo general, pero hay juventud, una gran capacidad atlética, y también, por qué no decirlo, pocas expectativas. Eso permite siempre arriesgar algo más.
Con él vienen en un conjunto completamente nuevo formado el coordinador defensivo de los Celtics los últimos 6 años (Mike Longabardi), Kenny Gattison que ocupó un puesto similar en su último trabajo durante 2 años en los Hawks y Jerry Sichting, un trotamundos de los banquillos que hace dos años entrenó a un instituto.
La contratación de Longabardi quiere decir que los Suns se apuntan a, o por lo menos explorarán, la defensa Thibodeau, una proposición un tanto atrevida con Gortat o un novato como Len en la última línea de defensa, pero por otro lado, será bueno que el que ellos esperan que sea su pívot del futuro, empiece a controlar todos los matices del esquema. Y si realmente juegan con los dos bases sin importarles mucho los emparejamientos (no es fácil para un escolta postear a Dragic), podrían tratar de utilizar a Bledsoe siempre con el hombre que lleva el balón, ya que es magnífico e incansable denegando el bloqueo a los rivales, una de las máximas del sistema.
Habrá que ver qué tal sale la apuesta, pero por lo visto en verano, pese al desconocimiento absoluto sobre lo que nos ofrecerá, gusta la idea. El reto es duro.
Vuelve el Chanante
Channing Frye regresará si todo va bien en torno a diciembre tras estar un año entero apartado por problemas del corazón, y su muñequita linda (39% desde el triple a lo largo de su carrera) podría venir bien a uno de los peores equipos de la Liga tirando triples en cantidad y acierto. Pero al mismo tiempo, nunca ha jugado en Phoenix sin Steve Nash al lado, y tal vez acuse la diferencia.
La necesidad de abrir el campo en Phoenix con dos penetradores creando juego es imperiosa, y más si tenemos en cuenta que quizá no logren mucha producción desde el triple de sus puestos de escolta y alero, y ya sea él quien juegue, o uno de los Morris, será importante que se conviertan una amenaza de larga distancia, no sólo para los pick’n’pops con el base, sino como tiradores puros estacionados en las esquinas o en las alas.
Nunca fue un gran defensor (es de esos jugadores David Lee, que no son ni rápidos ni fuertes y parece que cualquier emparejamiento al que se enfrentan, sea contra quien sea, están en desigualdad), pero este año, con el puesto de pívot bien cubierto entre Gortat y Len, podrá jugar casi siempre de ala-pívot, y esa seguramente sea su mejor posición. En 2012, en los minutos en los que él y Gortat formaban el juego interior, recibieron 102.8 puntos por 100 posesiones, una marca que anda por la media, lo cual en Phoenix ahora mismo es un avance, y creo que lo firmaría cualquier aficionado de los Suns.
Pese a que tengamos muchas ganas de verlo y sabiendo que un buen Frye ayudaría muchísimo a este equipo, tenemos que reconocer que tras estar un año parado, y aparecer en un equipo casi nuevo por completo, su rendimiento es una incógnita absoluta. A ver si llega pronto.
¿Quién es el alero?
Cuando Caron Butler llegaba a Phoenix en la operación Eric Bledsoe, parecía cubrir una necesidad, la del alero titular. Al ser reenviado a Milwaukee, los Suns tienen ahora un buen agujero en ese puesto. Las opciones para rellenarlo son utilizar a jugadores que no tienen la talla idónea por arriba (los gemelos Morris) o por abajo (PJ Tucker), teniendo en cuenta que el equipo ya podría tener un problema de tamaño si juega con dos bases, o la otra, sacar a un jugador que cumple con el prototipo perfecto, pero que sólo ha jugado bien un par de meses de su carrera en un equipo de 22 victorias en un año de cierre patronal: Gerald Green.
Y el problema no es sólo eso: la habilidad de tirar triples de estos cuatro jugadores es sospechosa, ya que ninguno supera el 35.2% a lo largo de sus carreras. De momento parece que el mejor situado es PJ Tucker, quizá porque es el que tiene una cualidad más clara y segura: la defensa. Ya jugó un 20% de sus minutos aproximadamente de 3 el año pasado, y aunque sea bajito, y por tanto no pueda ser tan efectivo aquí como lo sería de escolta (aunque, curiosamente, sus números como defensor fueron mejores ante aleros, quizá porque pese al tamaño siempre jugó grande), los Suns puede que tengan bastantes problemas, ya que resuelvan como la resuelvan, la posición de ala-pívot, también estará por debajo de lo esperado defensivamente.
Por otro lado, Tucker es el jugador más veterano de los 4, con 28 años (pese a tener la menor experiencia NBA), acaba contrato, y los Morris (sobre todo Marcus), parecen que podría tener un mayor techo y más futuro dentro de esta plantilla. Si el equipo se pone en modo reconstrucción, el puesto de titular de Tucker podría ser un daño colateral, sobre todo si alguno de los aspirantes a su puesto comienzan tirando bien de 3.
Una pena por cierto, que Archie Goodwin se quede un poco corto para la posición, porque hay unas ganas terribles de ver al Wildcat, casi donde sea. Uno de los jugadores más prometedores de su promoción, sus talentos se inclinan más hacia compartir el puesto de escolta con el de base que con el de alero, sobre todo al principio, en lo que coge algo de fuerza. Encaja «perfectamente» en los Suns porque es otro magnífico penetrador, de dudoso tiro, y por tanto no puede ofrecer algo nuevo. Si hubiese sido un tirador cañero quizá probarían con él, pero en esta situación, parece difícil.
De todos modos, esperamos que se le habrá un hueco entre Shannon Brown y el decepcionante Kendall Marshall (aunque para un base pasador, la colección de compañeros del pasado año debe ser lo más parecido que hay al infierno, aquí esperamos a ponerle nota) y aprovechamos este espacio para bancarle, como hicimoss hecho el año pasado con el propio Marshall. Esperamos más suerte esta vez.
Los gemelos Morris
Los Suns, acostumbrados a llevarse el hermano malo siempre (por su plantilla han pasados los últimos años Taylor Griffin, Jarron Collins, Robin Lopez, o Luke Zeller y este año añaden a la plantilla a Miles Plumlee, quedándose a un Justin Holiday y un Ben Hansbrough de hacer pleno), se ve que no sabían elegir en el caso de los Morris y en torno a la fecha límite para traspasos, juntaron a los dos, en un homenaje a los Van Arsdale, que ya pasaron por Arizona. Lo raro es que con los buenos ratos de EuroBasket que tuvo Zoran Dragic, no le hayan pegado un toque.
Lindsay Hunter les pusó en pista 205 minutos, a veces con un pívot, otras con ellos como pareja interior, pero la táctica de confusión no funcionó muy bien: los Suns fueron 19.2 puntos peores que su rival por cada 48 minutos. En lo que vuelve y no Frye, un puesto de titular como ala-pívot (y prácticamente los 48 minutos en la posición, porque no parece que Len, Plumlee o Kravtsov les adelanten en esta posición en concreto) es para ellos, más lo que puedan rascar como aleros, por lo que es posible que los volvamos a ver juntos, incluso aún más que el año pasado. Cuando Channing vuelva, si tiene ritmo, podría darle un buen bocado a los minutos de la pareja, así que el comienzo de temporada será crucial para ellos.
Si este año prueban con la catapulta infernal, a lo mejor…
Después de quedar tres años seguidos en la que para algunos es la peor posición de la NBA: novenos en el Oeste, fuera de los Playoffs, y con la probabilidad más pequeña en la Lotería, Morey decidió que este verano, caminaba o reventaba, y fue a por su estrella: o por traspaso, o haciendo trizas al equipo con ganas para que le regalaran un montón de tickets para el Draft.
De momento, va por el segundo camino. Solo cinco (y Greg Smith pende de un hilo) jugadores, que disputaron el 29.5% de los minutos, repiten del año pasado. Bueno, y Lin, que llegaría a entrenar con ellos alguna vez.
A falta de tres jugadores por cortar, la plantilla tiene cinco novatos, y solo Machado parece correr peligro de ese grupo, porque los cuatro primera ronda deberían tener sitio asegurado. Martin, Delfino y Livingston son los únicos jugadores con más de tres años de experiencia en la Liga, y Livingston probablemente se está jugando una plaza en el equipo final con el rookie de IONA. Tras estos tres, el jugador de la plantilla con más partidos de titular es Parsons que salió de inicio en 57 la temporada pasada, y el que más veces ha jugado más de 30 minutos es Toney Douglas, con 34 partidos, en ninguno de los dos casos cantidad superior a una temporada completa. Solo el trío veterano (K-Mart, Delfino y Livingston), Douglas, Lin y Parsons, es decir, 6 jugadores, saben lo que es jugar más de 30 minutos NBA, más de 10 veces. Nótese que ninguno de esta media docena forma parte del juego interior del equipo.
Con estos mimbres, McHale va a tener más trabajo que en las Finales del 87.
Altas: Jeremy Lin (El sofá de algún compañero), Omer Asik (Chicago Bulls), Carlos Delfino (Milwaukee Bucks), Jeremy Lamb (Draft), Terrence Jones (Draft),Royce White(Draft), Donatas Motiejunas (Draft 2011), Shaun Livingston (Milwaukee Bucks), Jon Brockman (Milwaukee Bucks), Toney Douglas (New York Knicks), Gary Forbes (Toronto Raptors), JaJuan Johnson (Boston Celtics), Scott Machado (No drafteado)
Bajas: Luis Scola (64.3% de los minutos), Courtney Lee (54.7%), Goran Dragic (54.5%), Kyle Lowry (47.0%), Samuel Dalembert (45.0%), Chase Budinger (40.4%), Marcus Camby (14.3%), Terrence Williams (5,6%), Earl Boykins (3,5%), Courtney Fortson (1.5%)
Empezamos:
Houston Rockets en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
12º
11º
10º
26º
14º
14º
La Linsanity se muda a Texas
Creo que todos conocemos ya de que va la Linsanity, así que miremos al futuro: su nivel de juego en New York podría ser perfectamente sostenible.
Las muestras son pequeñas (la mayor preocupación) pero tanto en su reducido papel en los Warriors, como en los Knicks, todos los indicadores apuntan que Lin tendrá un futuro cercano a algún All-Star por méritos propios. Por lo menos. Aún tomando los últimos 15 partidos de la pasada temporada, empezando por aquel de solo 8 puntos contra Miami en el que parecía que el fenómeno se iba a acabar y a Celincienta le iban a dar las 12, una marca de 14.5 puntos y 6.5 asistencias por partido (con 3.9 pérdidas como dato negativo) en ese parcial le pone en muy buena compañía con otros jugadores con números similares en su misma etapa de desarrollo, segundo año en la Liga.
Aunque el ProBasketball Prospectus le saque como mayor comparable a otro jugador botado de New York al principio de su carrera, Rod Strickland, si no mejora su triple (32.0% de acierto el año pasado) por estilo podría estar predestinado a una carrera en el molde de la de Andre Miller: un efectivo jugador en ataque, que siempre logra que la jugada acabe cerca del aro, bien sea con sus mañosos pases, o plantándose él mismo en la canasta, aunque en su caso a día de hoy, parezca necesitar más la ayuda del bloqueo que un Miller que se sabía buscar espacios con bote y paciencia. Al igual que al veterano base, le ayudará muchísimo que le rodeen tiradores, especialmente si el hombre alto es Asik, y en Delfino y Martin tiene dos jugadores con cierta reputación, aunque su producción esté retrocediendo. Parsons aunque sorprendió como tirador el pasado año, por lo inesperado, tiene un peor porcentaje que Delfino, y la opción de hacer al equipo pequeño, utilizándolo de ala-pívot, donde su 33.7% en triples sí tendría valor, no funcionó demasiado bien en pocos minutos el año pasado. La defensa, donde los dos jugadores cumplen, aunque el vigor juvenil de Parsons le da la ventaja, y su potencial de hacer a los Rockets un equipo que aprieta el tablero en ataque juntándolo con Asik podrían justificar mandar al argentino al rol de sexto hombre. Descartando a Parsons para el puesto de 4, el jugador más interesante para combinar con Lin de inicio, sea tal vez Terrence Jones. Motiejunas es intrigante como tirador, pero la sociedad con Asik haría previsiblemente lento y pesado al equipo, y su rol probablemente esté en sustituir a su compradre internacional. Royce White, si supera los problemas sería un interesante point-forward para hacer coincidir en el campo en la segunda unidad con Toney Douglas y obligar al caliente escolta en cuerpo de base a soltar el balón en el poste alto. Patterson y Morris tienen la ventaja de la familiaridad con McHale, pero no han demostrado mucho, y el atasco es tan grande, como podéis ver, que alguno irá cayendo a lo largo de la temporada. Como el resto de opciones o no me convencen, o les veo en otros roles, por la mezcla de tiro y capacidad atlética unida a su potencial, Jones me parece la mejor opción a priori, especialmente si Martin–Delfino son los alas (menos si juega Parsons).
Como no estará rodeado de jugadores ávidos de protagonismo, Lin tendrá la manija al igual que en New York, y podría continuar disponiendo del 30% de utilización a su alcance probablemente. Es capaz de anotar con solvencia y volumen y pasar de manera efectiva. Tiene que cometer menos errores, pero es parte del proceso de crecimiento.
La sorpresa sería que este año Lin no fuera un jugador más que competente. De todos modos, no nos podéis pedir imparcialidad con el tío que mejor relaciona la NBA y los sofás. Aunque sea para dormir.
¿Y el resto qué?
De acuerdo con Synergy, solo hubo 7 combinaciones jugador-jugada con más de 100 apariciones, por los Rockets de este año: el bloqueo y continuación de Lin y Douglas; Martin, Patterson, Delfino y Parsons tirando tras pase y Patterson posteando, lo que tiene que ser una de las marcas más pequeñas de la Liga con mucha diferencia (y como curiosidad, Martin, Lin, Parsons y Delfino, por encima de la media… Patterson y Douglas, vagón de cola). Este equipo apenas tiene jugadores con experiencia NBA, y menos aún como anotadores.
En total, los 13 jugadores que ya iniciaron su carrera NBA, han metido entre ellos, 19.076 puntos en 40 temporadas conjuntas (en muchos casos de muy pocos minutos y partidos). Hay 8 jugadores en activo, que han metido más puntos en sus carreras, que estos 13 Rockets en las suyas JUNTOS. Y LeBron estaría a 31 puntos, un partido regular de los suyos, de cogerlos.
Tendrían que anotar 126.9 puntos por partido para que entre todos llegaran a final de la temporada a igualar la carrera anotadora de Kobe a día de hoy. Si Bryant sigue con su ritmo de 20-30 puntos, tardarían un par de temporadas en cogerlo.
Cuando Antawn Jamison ha metido más puntos en la NBA que todo tu equipo junto, tienes un gran problema. Aunque Jeremy Lin llevara su promedio anotador a los 20 puntos, y Kevin Martin también volviera a esa cifra de manera improbable, quedarían muchos puntos por meter, y los Rockets no tienen el talento, en condiciones normales, para hacerlo de manera eficiente. Jeremy Lamb podría convertirse en un anotador excelente en el futuro, pero que lo sea desde ya, es improbable. Por ejemplo, novatos que hayan metido más de 18 puntos por 36 minutos, con un TS% de 55% jugando 1000 minutos como mínimo, solo ha habido 37 en la Historia de la NBA, y apenas 12 fueron jugadores de perímetro. Forbes y Douglas también pueden crear su propio tiro pero serían suplentes, como mínimo, y entre sus 5 temporadas en la Liga, solo la primera de Toney superó de refilón el listón de la media en TS%.
Si no mejoran varios jugadores como anotadores, McHale va a tener un problema, porque ahora mismo hay carencias flagrantes y poco talento como para compensar dos unidades. Que White pudiera contribuir este año, o un base pasador como Machado se hiciera un hueco e impusieran cordura y organización desde el banquillo le vendría bien a un equipo que acumula incapaces frente al aro por sus propios medios y chupones con pretensiones bajo un mismo pabellón.
Y por cierto, este equipo estuvo el año pasado en la parte baja de la Liga en intentos de tiro libre, y el año que viene pinta aún peor. Kevin Martin, un animal en su día, bajó el ritmo la temporada pasada, lo que puede ser mala señal si sigue así. Lin sí va a la línea con frecuencia, pero a un ritmo parecido al que tenía Kyle Lowry, por lo que el equipo tal vez no lo note tanto. Parsons y Patterson tuvieron un porcentaje de tiros libres intentandos de 5.2% y 4.3%, de los peores del equipo, y entre los nuevos, Delfino y Douglas vienen con tasas aún peores, y a Asik aunque le hacen faltas, a veces es a propósito, porque no los mete. Como a los novatos les cueste ir a la línea, y los jugadores veteranos y el equipo no cambien de mentalidad, Houston lo va a pasar muy mal para generar con consistencia la jugada más eficaz en baloncesto.
El tiro de tres, aunque no sea comparable al del año pasado, podría no estar tan mal. El porcentaje combinado de los jugadores con experiencia NBA fue de un 32.7% de acierto, que se clasificaría 25º en la Liga, pero casi todos los veteranos (Martin, Delfino, Douglas…) estuvieron bastante peor que en años anteriores, lo que significa que hay un potencial de recuperación interesante.
Como justificar 25.1 millones
No solo fue Lin, los Rockets también invirtieron 25 millones en 3 años en una apuesta mucho mejor de lo que el sentir popular anuncia, pero arriesgada cuanto menos. Asik solo ha sido titular dos partidos en la NBA, y ha jugado más de 30 minutos en 3 ocasiones, y con un juego interior donde él es prácticamente el veterano, y el más caro, deberá estar en pista mucho más para amortizar la inversión (y ya veremos si las faltas se lo permiten… anoche eliminado en 22 minutos). En defensa, salvo porque su producción sea un artefacto de la magia de Thibodeau y la compañía de Gibson, es un jugador que vale eso y más. Los Bulls recibieron 91.5 puntos por 100 posesiones con él en el campo, una cifra microscópica, de la que si bien no es el único responsable, es muy partícipe.
Pero será en ataque, donde ha sido un clarísimo menos para los Bulls estos dos años, donde se tiene que ganar los dólares. Es capaz de hacer una cosa exageradamente bien, coger el 14% de los rebotes ofensivos, algo que le coloca entre los mejores, pero no tiene tiro, es una pérdida a punto de suceder cuando el balón pasa por sus manos para algo más que machacar, con un 48.4% de porcentaje de anotación en tiros libres le da miedo hacerse fuerte como finalizador, y a pesar de tener uno de los cuerpos más enormes de la Liga, le señalan muchas faltas en el bloqueo.
A tirar y a postear va a ser difícil enseñarle a estas alturas (aunque bueno, si McHale no sabe de eso, no sabe nadie) pero bastaría conseguir que evitara las pantallas ilegales y aprovechara su descomunal percha para ser un jugador útil en este ataque. Aunque no maneje la pelota, su combinación de tamaño y agilidad para ir hacia la canasta le pueden convertir en un compañero muy útil e interesante para el bloqueo y continuación con Lin. Sus recursos como bloqueador son limitados y la jugada iba a ser previsible… al igual que el Lin–Chandler que tan bien funcionó el año pasado. Aunque fuera por poco tiempo, Jeremy demostró que puede tener mucho éxito con un hombre que solo continuaba hacia al aro, y eso al menos, puede ofrecerlo Asik. La posibilidad de utilizarlo en bloqueos indirectos para Kevin Martin o algún otro tirador también sería interesante, y es una manera de buscar espacio, sacándole del aro, donde en un mundo ideal, no debería estar, solo aparecer para finalizar o rebotear.
Tendrán que salir un par de cosas bien, y es otra cosa más que en Houston dependerá de que Lin mantenga el nivel, pero Asik tiene maneras de ser aprovechable en ataque.
La media no fue buena amiga
Houston Rockets en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
16º
17º
3º
18º
15º
13º
Es increíble lo regulares que fueron los Rockets el año pasado: se situaron entre el 13 y el 18 en los cuatro factores (3P% ya queda incluido en EFG%), para acabar como la 16º mejor defensa del campeonato. Eso unido al 12º mejor ataque, les dio la 17º mayor esperanza de victorias (y sí, 17 es menor que 12 y 16, lo que demuestra que en la NBA mejor destacar en algo…), y en ese puesto quedaron finalmente.
Pero vamos, que este cuadro os lo ponemos a modo informativo del pasado, y como posible índice de referencia del estilo, porque lo que veremos este año será otra cosa. De lo poco que podemos sacar en claro de los datos para aplicar al futuro, es que hay una combinación que no merece la pena repetir. Martin, Parsons y Patterson coincidieron 128 minutos en cancha, y su Índice Defensivo fue desastroso, 118.8 puntos en contra por 100 posesiones. Aunque la sociedad Martin–Parsons, siempre que no la combinaran con Patterson no fue mala (103.4 por 100) y el Índice cuando Patterson estuvo en cancha fue prácticamente igual a la media del equipo (105.5 vs. 105.2), juntos son como un male-female-male, un trío muy mal avenido.
La defensa, ¿nace o se hace?
Supongo que, como en casi todo en esta vida, siguiendo la virtud moral aristotélica, la respuesta estará en el punto medio. Los Rockets tienen buenos mimbres y una serie de jugadores que traen lo que hay tener desde casa. Pero en hacerse, se tarda, y este equipo es muy joven y disjunto, para hacerlo todo funcionar de golpe. Asik es uno de los mejores defensores de la Liga, Lin con su tamaño y empeño fue muy efectivo ante los bases rivales, Delfino puede ir ganando años pero el orgullo argentino le sigue haciendo un hueso de roer, y entre los jóvenes Morris, Parsons, Motiejunas, Jones o White son gente que ha demostrado estar dispuesta a defender, y que funcionarán si no se les hace ir más allá de sus limitaciones.
Conservan (mientras les dure) una carga en Kevin Martin, pero quien más, quien menos, todo equipo tiene algún jugador al que es preferible tapar. Es muy difícil proyectar como funcionarán las rotaciones para estimar el caracter del grupo, pero este equipo tiene pinta de sufrir en el tablero defensivo si Parsons y Morris no juegan muchos minutos de 3 y 4. Los equipos jóvenes además tienden a cometer y/o ver como les señalan muchas más faltas, así que no nos extrañaría que, salvo en la creación de pérdidas, donde hay más potencial, a los Rockets les cueste llegar a esa media en la que se abonaron en todos los cuatro factores.
En resumen
Este equipo seguirá cambiando durante la temporada, y aunque hay potencial, tanto en los jugadores que tienen, como en la posibilidad de orquestar un gran traspaso, para que nos llevemos una gran sorpresa, lo más probable es que los cambios se hagan en el otro sentido (desprenderse de Martin por ejemplo), y que den rienda suelta a la juventud e inexperiencia, haciendo que los Rockets queden predestinados a tocar fondo este año.
El ataque más allá de Lin y Martin pinta feo, lleno de tiradores fraudulentos e incapaces de ir a la línea. Tanto como para estimar 101.8 puntos por 100 posesiones. Y en defensa les veo en el último tercio, pero algo mejor, con un 110.5 de DRtg al acabar la temporada. Esto daría una estimación de 20 victorias, y una elección de Draft bastante buena para el año que viene.
Este jueves día 23 se celebra el Draft de la NBA, y como siempre, nos hacemos preguntas y preguntas. Algunas encontrarán su respuesta en unos días, para otras habrá que esperar años. Esto es lo que nosotros pensamos que pasará.
1. ¿Derrick Williams o Kyrie Irving?
Cleveland podría elegir un jugador para cubrir cualquier posición, porque no hay futuras estrellas en ningún lugar de su roster, pero a priori, el puesto de base es de los más cubiertos de la plantilla con un veterano como Davis al que necesitan tener en pista para tratar de colocar los más de 42 millones de dólares que le van a pagar los tres próximos años (aunque si tenemos en cuenta que está elección de Draft venía incluida en el traspaso, los pagarán más gustosamente) en otro sitio y uno de los pocos jugadores de nivel del equipo en Sessions. El puesto de alero, donde probablemente acabe Williams está peor cubierto, aunque hay que poner un asterisco, ya que si al final deciden utilizarlo de 4, tendría aún menos sitio que Irving, ya que compartirá minutos con Antawn Jamison y JJ Hickson. Por sitio en plantilla, algo de ventaja para el de Arizona.
Si tenemos en cuenta que los veteranos de la plantilla pueden ejercer de mentores, Kyrie Irving estaría bajo la tutela de Baron Davis y Williams presumiblemente de Jamison. Más ventaja para Derrick, que podría aprender el oficio durante los dos próximos años con uno de los ciudadanos ejemplares de la Liga, que además juega de una manera mucho más similar a él.
También influye en la estrategia de elección de Cleveland la otra elección de Draft que tienen, la 4ª posición. Teniendo en cuenta que es muy probable que los Wolves no van a elegir un base, si eligieran a Williams de primero podrían presumiblemente tener a Irving, o más seguramente al base de Kentucky Brandon Knight esperándoles en su segunda elección. O incluso a los dos, habida cuenta de que en Utah declararon estar encantados con Devin Harris después del traspaso de Deron… pero aunque pudieran dejar pasar a Knight, no creo que hicieran lo mismo con Irving. De todos modos esta estrategia tiene un gran punto débil: la posibilidad de un traspaso en la segunda posición. Viendo que ya tienen en su plantilla a Rubio y a Beasley si a Minny no le convence el turco Enes Kanter, su elección será subastada al mejor postor. Por eso Cleveland puede dar por probable, pero no por seguro, que un base estará disponible para ellos en la cuarta posición.
A favor de Kyrie Irving está… casi todo lo demás. Parece una apuesta más segura que Derrick Williams, con mayor techo, más hecho como jugador, con un físico más definido y con un estilo que puede hacerle recordar a Byron Scott los días que se pasó entrenando a Chris Paul. Derrick Williams es una apuesta mucho más arriesgada. Si es capaz de mantener la producción desde la línea de tres aprendiendo a utilizar su tamaño, comparable al de Carmelo o LeBron, será un jugador mucho más singular que Irving, pero tiene más camino que recorrer.
Cleveland tiene por delante una difícil decisión… y lo peor de todo es que se puede equivocar, escoja lo que escoja.
2. ¿Derrick Williams es un 3 o un 4?
Con 2.02 y 112 kilos, Williams tiene casi el tamaño de LeBron James (un par de centímetros menos) pero con el doble de grasa corporal. Si es capaz de reconvertir un poco en músculo, va a tener el cuerpo de Carmelo Anthony y Paul Pierce, por lo que parece que por talla está destinado a jugar de 3. Si no controla su peso, tendrá la masa de una ala-pívot en una estatura de alero, es decir, el cuerpo de Chuck Hayes, y estará en tierra de nadie.
En defensa lo va a pasar mal en cualquier posición, porque no está, ni para perseguir aleros, ni para pegarse con ala-pívots. Además, en rebote tiene aún peor pinta que lo que dicen los números. Su promedio de 8.3 por partido puede parecer bueno, pero es peor que el de los últimos aleros anotadores que han entrado en primeras posiciones del Draft: Durant y Beasley. Y ya vemos como rebotean estos en el siguiente nivel…
Yo creo que donde más daño puede hacer en la NBA es jugando de 4 en ataque, donde su habilidad de salir a jugar al perímetro, tanto como para anotar de tres puntos, como para atacar la canasta desde fuera ante tíos más grandes podría crearle más problemas en el emparejamiento a ala-pívots. Si pudiera postear aleros, quizá estaríamos hablando de otra cosa, pero es que en la NBA le veo jugando a tirar de tres por encima de los aleros rivales… y él ya no puede jugar a eso, no va a ser más grande que el resto en los profesionales.
De todos modos, él ha dicho que quiere jugar de 3, y juntando las declaraciones a lo que vimos en Arizona, la traducción parece clara: «No quiero pegarme con nadie, prefiero vaguear por fuera». Si no quiere rebotear ni fajarse en la pintura, está claro, jugará de 3. Pero va a necesitar desarrollar un par de cosas para sobrevivir.
3. Si Cleveland escoge a Williams, ¿qué hace Minnesota? y si Cleveland escoge a Irving, ¿qué hace Minnesota
Minnesota ha tenido la mala suerte de tener el número 2 en un Draft mediocre, en un ambiente rodeado de incertidumbre y con las posibles elecciones redundando el talento en plantilla. Williams es muy similar a Michael Beasley, una comparación habitual con el de Arizona. Un poco más bajito, más pesado, peor reboteador, mejor tirador de tres. En el puesto de 4 está Kevin Love. Y no se sabe donde, pero más cerca de Williams que de un 5, donde a mí me cuesta verle, Magic Randolph. Y ahora que por fin han conseguido convencer a Ricky Rubio, traerle competencia directa, sería recochineo.
Las opciones de los Wolves pasan casi inexorablemente por el traspaso. Si Cleveland escoge a Williams en la primera elección, Irving no puede ir a los Wolves, o traspasan la elección, o pierden valor. Y si los Cavs se quedan con Irving, tendrán que considerar también muy seriamente deshacerse del número 2 del Draft o… de Beasley. Con un Draft como este, B-Easy, del que hay que recordar, en descargo del habitualmente (h)errado Kahn, llegó a cambio de una simple segunda ronda, en lo que fue un atraco a mano armada a Miami, se podría colocar por una elección bastante alta. Además, el año que viene se le acaba el contrato, y habrá que poner millones encima de su mesa, al lado del Sprite, el mando de la tele y la bolsita sospechosa.
Los Wolves ya saben quien es Beasley y pueden tener una idea muy aproximada a lo que pueden sacar de él. Si la oferta fuera buena, teniendo la opción de sustituirlo casi verbatim por un Derrick Williams que podría convertirse en estrella, pueden preferir lo por conocer al conocido.
Pero siempre hay una tercera vía y…
4. ¿Merece la pena Enes Kanter?
Para mí Kanter es la incógnita absoluta. Al no jugar con Kentucky este año solo le he visto posteando entes imaginarios, lo que me lleva a recordar al último jugador que en un entrenamiento NBA se le ocurrió demostrar sus habilidades frente a una silla, y todos sabemos dónde está ahora Yi Jianlian. ¿O no?
Hasta el día de hoy aparece en mock drafts en cualquier posición de la 1ª a la 7ª, y es que el ser el único pívot-pívot, de los que pesan más de 250 libras (Valanciunas, come más) en un Draft como este puede hacerle saltar por encima de los dos favoritos o de uno de ellos. Aunque en teoría, si los Cavs o los Wolves se encapricharan de él, considerarían la opción de bajar algún puesto en el Draft para incorporarlo a sus filas y obtener algo más a cambio, en la práctica si es el jugador que de verdad quieren, no correrían el riesgo.
Cleveland probablemente escogerá al mejor jugador disponible, pero Minnesota tendrá que pensar casi tanto o más en su propia plantilla que en los prospectos por llegar. Tanto cuenta la valoración que hayan hecho en Minneapolis de Williams y Kanter como las fichas que tengan en el tapiz apostando por Milicic y Super Cool Beas.
Kanter viene con la promesa de ser un tipo duro, tiene tamaño, buenos movimientos y ninguna flaqueza grande en su juego. No hace nada mal, pero tampoco tiene pinta de ser el mejor de la NBA en algún aspecto. Pero en las posiciones más altas, los equipos necesitan buscar más brillo. Si es que lo hay.
5. ¿Qué nivel tendrá Jimmer Fredette en la NBA?
Una de las grandes preguntas que se hacen todos los scouts NBA es qué nivel alcanzará en la NBA Jimmer Fredette, que durante este año se ha convertido en figura de culto entre los aficionados al baloncesto. La Crónica apuesta por que hará el papel de titular aseadito o anotador desde el banquillo. Esperamos verle en un rol parecido al de… Juan Carlos Navarro. Tras ver bastante a Jimmer, me recuerda un montón al español. Su capacidad para anotar, su rango más allá de la línea de tres, las bombas con las que resuelven en la pintura, la manera en la que hacen pagar cuando les doblan penetrando entre medias, el acierto en el tiro libre, el tamaño de base en un cuerpo de escolta que no pasa nada mal… Fredette es un poco más fuerte y atlético que Navarro, pero no lo usa mejor que él, para mí, su juego es un calco al de Sant Feliu. En defensa no sabemos que tal se desempeña, porque ni lo ha intentado en 4 años. Suponemos que será malo, pero la verdad, es que no lo podemos garantizar: el sistema de BYU lo escondía para ahorrar fuerzas y evitar que se cargara con faltas: solo hizo 1.2 por partidos durante sus 4 años universitarios y sin tener los números a mano podría apostar que casi todas fueron en ataque.
Desde luego, no creo que Jimmer marque una época en la NBA, pero si le veo anotando unos 15 puntos por partido, como Navarro hizo extrapolando a 36 minutos de juego el año que pasó en la NBA. Eso, si al igual que en Brigham Young, le pueden esconder en defensa.
6. ¿Y Kemba Walker?
Me gusta más el futuro NBA de Walker que el de Fredette, pero sigo sin ver una estrella en ninguno de los dos.
En principio, la habilidad principal de Walker, su velocidad, debería traducirse peor al lenguaje profesional que la de Fredette, su tiro. Pero en el caso de Kemba, veo a un jugador más preparado: es inmune al desaliento, más corajudo. Será porque tengo la final reciente, pero me puedo imaginar a Walker haciendo lo que lleva todos los Playoffs José Juan Barea, pero mucho mejor. O lo que hizo en el último tramo de la temporada Ty Lawson, jugador con el que comparte talla, velocidad y campeonatos universitarios.
Es el típico combo guard, el escolta metido en el cuerpo de un base. Es pequeño, de brazos cortos para el estándar, pero la talla no está tan mal como parece: es más alto que otros jugadores a los que no les va mal en la NBA, como Brooks, Nelson o el mencionado Lawson.
Kemba Walker encontrará su sitio, y aunque la franquicia que lo drafteé no se va a llevar al robo del Draft, seguro que tampoco la decepción.
7. ¿Será alguno de los Morris el gemelo que más alto fue escogido en el Draft en la historia de la NBA? Dick y Tom Van Arsdale. Horace y Harvey Grant. Jason y Jarron Collins. Joey y Stephen Graham. Brook y Robin Lopez. Este año, la NBA da la bienvenida a la séptima pareja de gemelos, desde Kansas University, Marcus y Markieff Morris. Hasta la fecha, los mejores drafteados del grupo han sido Dick Van Arsdale, Horace Grant y Brook Lopez, todos elegidos en la 10ª posición, aunque en los Drafts de 1965, 1987 y 2008. El caso es que la posición de Marcus Morris, el que a priori debería ser elegido primero de los dos, puede ser la misma.
Durante una larga temporada ha dado la impresión de que su llegada a Charlotte, que elige en la novena posición, estaba asegurada. A los Bobcats no les vendría mal un jugador como Marcus, probablemente el mejor hombre alto anotador del Draft, pero parece que el interés se ha enfriado últimamente. Y eso dejaría vía libre a Milwaukee, otro equipo que ya está sobrado de defensa y que le cuesta anotar, y que no podría permitirse el lujo de dejarlo pasar… en la décima posición.
De las 6 parejas de gemelos, solo 3 fueron elegidos en el mismo Draft, los Van Arsdale, los Collins y los Lopez, y solo estos últimos fueron elegidos los dos en la 1ª ronda (aunque los Van Arsdale fueron elegidos en mejores posiciones, en 1965 la primera ronda solo tenía 8 elecciones). Por contra, Harvey Grant entró un año después que su hermano Horace, y tanto Stephen Graham como los Thomas no fueron eligidos.
Los Morris, que esperan ver a Marcus en el Top 10 y a Markieff en la parte baja de las elecciones de Lotería-Top 20 deberían ser los cuartos gemelos compañeros de Draft. Y podría ser la primera vez que dos gemelos fueran escogidos en la zona de Lotería.
8. ¿Se parece Kawhi Leonard a James Worthy? James Worthy jugó en la NBA hasta 1994. Kawhi Leonard nació en 1991. Tres años tenía el de San Diego State cuando Big Game James se retiró. Para empezar, ya sorprende que los jugadores de esta época conozcan, se preocupen y hayan visto jugar a los grandes de hace un tiempo, así que, minipunto para Leonard, que hizo esta comparación él mismo. Pero ahora a lo importante. ¿De verdad un jugador que no ha jugado un minuto en la NBA y que debería ser drafteado en la parte baja del Top 10 de un Draft mediocre se ha comparado con Worthy? ¿El de los 3 anillos, las 7 veces All-Star, un MVP de las finales, número retirado con camiseta colgando del Staples, uno de los 50 mejores de la Historia? Sí. Y lo peor, es que, salvando las distancias, la comparación tiene sentido.
Famoso es aún el día que la web nbadraft.net, una de las más seguidas para encontrar información sobre el Draft, decidió comparar a DeShawn Stevenson con Michael Jordan. Puede parecer una locura, de hecho, es una locura. Pero las comparaciones, como otras muchas cosas, hay que verlas, en contexto. Se centran más en el estilo de juego, el impacto que tienen en la etapa de juego en la que están (en el caso del reciente Campeón NBA Stevenson, venía del instituto) o las herramientas que han utilizado hasta este momento, que en el lugar en la Historia NBA que ocuparán.
La probabilidad que Leonard se convierta en MVP de una Final en los próximos 10 años tiende a 0. Pero cuando pise una cancha NBA con la camiseta de los Kings, los Bobcats, o el equipo que finalmente se anime a draftearlo, van a tener a un demonio de Tasmania con cuerpo de alero, brazos de ala-pívot y manos de pívot que amargará la vida al jugador que tenga que emparejarse con su defensa y que en ataque hará un poquito de todo: anotar algo, finalizar bien a la contra, atacar el rebote ofensivo, moverse con sentido, estar donde tiene que estar. Esto es la definición de James Worthy. Lo que cambia, es el factor de escala.
No es el anotador que Worthy era, no tiene pinta de llegar a los 20 puntos por partido, pero ningún equipo tendrá queja de su producción en ataque. No ha demostrado la entereza y el deseo que James tenía en los partidos grandes, cuando ponía una marcha más, pero tampoco se ha escondido cuando SDSU ha tenido partidos decisivos. En defensa, que se la toma más en serio, podría ser incluso mejor que él. La palabra versátil se suele utilizar cuando alguien hace un poco de todo, pero no del todo bien. Leonard no es versátil, es completo.