PO Desde El Sofá (IV): Dolor, Mucho Dolor

Quedaban dos minutos de partido en el AT&T Center, y por megafonía sonaba el Sweet Caroline. Los Spurs ganaban de 36 puntos, y por supuesto que todo el público de San Antonio se lanzó a cantar el mítico «Dah, dah, DAH!» de la canción. San Antonio ahora mismo ha encontrado a Lupita, han acabado su camino por México, y están en Cabo San Lucas puliéndose margaritas como Kawhi Leonard anotó ayer triples: de tres en tres.

Al final, el despiece se redujo a 31 puntos, y el partido no tuvo ninguna historia: Utah jamás estuvo por delante, a los 5 minutos perdía de 12, y salvó un parcial 0-9 que les ponía a 5 en el segundo cuarto, y que fue respondido inmediatamente por un 20-0 de vuelta de San Antonio, no estuvieron ni cerca.

El candidato a MVP Oh, La, La! Parker hizo lo que quiso y acabó como máximo anotador con 18 puntos, pero en este partido dejó hacer a los actores secundarios: Leonard le siguió con 17 puntos, Gary Neal parecía Parker cuando TP no estaba, pull-up 3‘s incluidos, Boris Diaw vuelve a ser efectivo y hasta Danny Green se animó a hacer de base en un par de posesiones que acabaron en la canasta tras pasar, y pasar, y pasar (y pasar) la pelota.

Los Spurs siguen teniendo quizá la imagen de equipo aburrido y plomizo, pero ahora mismo, salvo por los fans de las acrobacias atléticas extremas, eso es el nadir de su realidad: su juego es brillante, y siempre tienen hasta la espectacular jugada ocasional de Ginobili o Parker para colarse en el Top 10 de SportsCenter.

Leonardo DaVinci demostró la imposibilidad del movimiento perpetuo, pero Popovich ha logrado el perpetuum mobile sin ser siquiera ingeniero, la respuesta estaba en estudiar ruso, por lo que se ve. Al sistema diabólico de Gregg, se le han añadido además este año dos piezas que se acoplan perfectamente, y que tienen mayor importancia de la que parece, por lo muchísimo que aportan sin retener el balón, meramente conduciéndolo.

Huelga decir que los resultados que Kawhi Leonard, a por el que fueron, y Boris Diaw, con el que en teoría se encontraron, darían ahora mismo en cualquier otro equipo, serían mucho menos satisfactorios. En Diaw hay un hombre alto cuya habilidad para pasar el balón es probablemente lo único que le mantiene en la NBA, y en Leonard uno de los jugadores que mejor se mueve en ataque de la Liga. Boris jamás podía aprovechar su talento en Charlotte, y los cortes quirúrgicos de Leonard seguramente se perderían River Walk abajo fuera de esta ciudad. Pero aquí aportan otras dimensiones, los papeles de intermediario y finalizador que no tenía este equipo, y que suman diversidad y eficacia, al ataque. Si encima tenemos en cuenta como ataca Leonard el rebote ofensivo, miel sobre hojuelas. Y miel de la mejor.

Algún partido en Salt Lake City, ciudad de enrabietados fanáticos, puede oscilar hacia a unos Jazz, que viendo jugar a Favors y a Kanter como hicieron ayer pueden tener motivo para el optimismo futuro: tienen 4 excelentes jugadores interiores de nivel, por lo menos, titular, entre 19 y 27 años. Tendrán que mover a alguno, y si aciertan en la recompensa hay equipo para rato. Pero anoche solo hubo dolor. Mucho dolor.

Draft 2011: FAQ

Este jueves día 23 se celebra el Draft de la NBA, y como siempre, nos hacemos preguntas y preguntas. Algunas encontrarán su respuesta en unos días, para otras habrá que esperar años. Esto es lo que nosotros pensamos que pasará.

1. ¿Derrick Williams o Kyrie Irving?
Cleveland podría elegir un jugador para cubrir cualquier posición, porque no hay futuras estrellas en ningún lugar de su roster, pero a priori, el puesto de base es de los más cubiertos de la plantilla con un veterano como Davis al que necesitan tener en pista para tratar de colocar los más de 42 millones de dólares que le van a pagar los tres próximos años (aunque si tenemos en cuenta que está elección de Draft venía incluida en el traspaso, los pagarán más gustosamente) en otro sitio y uno de los pocos jugadores de nivel del equipo en Sessions. El puesto de alero, donde probablemente acabe Williams está peor cubierto, aunque hay que poner un asterisco, ya que si al final deciden utilizarlo de 4, tendría aún menos sitio que Irving, ya que compartirá minutos con Antawn Jamison y JJ Hickson. Por sitio en plantilla, algo de ventaja para el de Arizona.

Si tenemos en cuenta que los veteranos de la plantilla pueden ejercer de mentores, Kyrie Irving estaría bajo la tutela de Baron Davis y Williams presumiblemente de Jamison. Más ventaja para Derrick, que podría aprender el oficio durante los dos próximos años con uno de los ciudadanos ejemplares de la Liga, que además juega de una manera mucho más similar a él.

También influye en la estrategia de elección de Cleveland la otra elección de Draft que tienen, la 4ª posición. Teniendo en cuenta que es muy probable que los Wolves no van a elegir un base, si eligieran a Williams de primero podrían presumiblemente tener a Irving, o más seguramente al base de Kentucky Brandon Knight esperándoles en su segunda elección. O incluso a los dos, habida cuenta de que en Utah declararon estar encantados con Devin Harris después del traspaso de Deron… pero aunque pudieran dejar pasar a Knight, no creo que hicieran lo mismo con Irving. De todos modos esta estrategia tiene un gran punto débil: la posibilidad de un traspaso en la segunda posición. Viendo que ya tienen en su plantilla a Rubio y a Beasley si a Minny no le convence el turco Enes Kanter, su elección será subastada al mejor postor. Por eso Cleveland puede dar por probable, pero no por seguro, que un base estará disponible para ellos en la cuarta posición.

A favor de Kyrie Irving está… casi todo lo demás. Parece una apuesta más segura que Derrick Williams, con mayor techo, más hecho como jugador, con un físico más definido y con un estilo que puede hacerle recordar a Byron Scott los días que se pasó entrenando a Chris Paul. Derrick Williams es una apuesta mucho más arriesgada. Si es capaz de mantener la producción desde la línea de tres aprendiendo a utilizar su tamaño, comparable al de Carmelo o LeBron, será un jugador mucho más singular que Irving, pero tiene más camino que recorrer.

Cleveland tiene por delante una difícil decisión… y lo peor de todo es que se puede equivocar, escoja lo que escoja.

2. ¿Derrick Williams es un 3 o un 4?
Con 2.02 y 112 kilos, Williams tiene casi el tamaño de LeBron James (un par de centímetros menos) pero con el doble de grasa corporal. Si es capaz de reconvertir un poco en músculo, va a tener el cuerpo de Carmelo Anthony y Paul Pierce, por lo que parece que por talla está destinado a jugar de 3. Si no controla su peso, tendrá la masa de una ala-pívot en una estatura de alero, es decir, el cuerpo de Chuck Hayes, y estará en tierra de nadie.

En defensa lo va a pasar mal en cualquier posición, porque no está, ni para perseguir aleros, ni para pegarse con ala-pívots. Además, en rebote tiene aún peor pinta que lo que dicen los números. Su promedio de 8.3 por partido puede parecer bueno, pero es peor que el de los últimos aleros anotadores que han entrado en primeras posiciones del Draft: Durant y Beasley. Y ya vemos como rebotean estos en el siguiente nivel…

Yo creo que donde más daño puede hacer en la NBA es jugando de 4 en ataque, donde su habilidad de salir a jugar al perímetro, tanto como para anotar de tres puntos, como para atacar la canasta desde fuera ante tíos más grandes podría crearle más problemas en el emparejamiento a ala-pívots. Si pudiera postear aleros, quizá estaríamos hablando de otra cosa, pero es que en la NBA le veo jugando a tirar de tres por encima de los aleros rivales… y él ya no puede jugar a eso, no va a ser más grande que el resto en los profesionales.

De todos modos, él ha dicho que quiere jugar de 3, y juntando las declaraciones a lo que vimos en Arizona, la traducción parece clara: «No quiero pegarme con nadie, prefiero vaguear por fuera». Si no quiere rebotear ni fajarse en la pintura, está claro, jugará de 3. Pero va a necesitar desarrollar un par de cosas para sobrevivir.

3. Si Cleveland escoge a Williams, ¿qué hace Minnesota? y si Cleveland escoge a Irving, ¿qué hace Minnesota
Minnesota ha tenido la mala suerte de tener el número 2 en un Draft mediocre, en un ambiente rodeado de incertidumbre y con las posibles elecciones redundando el talento en plantilla. Williams es muy similar a Michael Beasley, una comparación habitual con el de Arizona. Un poco más bajito, más pesado, peor reboteador, mejor tirador de tres. En el puesto de 4 está Kevin Love. Y no se sabe donde, pero más cerca de Williams que de un 5, donde a mí me cuesta verle, Magic Randolph. Y ahora que por fin han conseguido convencer a Ricky Rubio, traerle competencia directa, sería recochineo.

Las opciones de los Wolves pasan casi inexorablemente por el traspaso. Si Cleveland escoge a Williams en la primera elección, Irving no puede ir a los Wolves, o traspasan la elección, o pierden valor. Y si los Cavs se quedan con Irving, tendrán que considerar también muy seriamente deshacerse del número 2 del Draft o… de Beasley. Con un Draft como este, B-Easy, del que hay que recordar, en descargo del habitualmente (h)errado Kahn, llegó a cambio de una simple segunda ronda, en lo que fue un atraco a mano armada a Miami, se podría colocar por una elección bastante alta. Además, el año que viene se le acaba el contrato, y habrá que poner millones encima de su mesa, al lado del Sprite, el mando de la tele y la bolsita sospechosa.

Los Wolves ya saben quien es Beasley y pueden tener una idea muy aproximada a lo que pueden sacar de él. Si la oferta fuera buena, teniendo la opción de sustituirlo casi verbatim por un Derrick Williams que podría convertirse en estrella, pueden preferir lo por conocer al conocido.

Pero siempre hay una tercera vía y…

4. ¿Merece la pena Enes Kanter?
Para mí Kanter es la incógnita absoluta. Al no jugar con Kentucky este año solo le he visto posteando entes imaginarios, lo que me lleva a recordar al último jugador que en un entrenamiento NBA se le ocurrió demostrar sus habilidades frente a una silla, y todos sabemos dónde está ahora Yi Jianlian. ¿O no?

Hasta el día de hoy aparece en mock drafts en cualquier posición de la 1ª a la 7ª, y es que el ser el único pívot-pívot, de los que pesan más de 250 libras (Valanciunas, come más) en un Draft como este puede hacerle saltar por encima de los dos favoritos o de uno de ellos. Aunque en teoría, si los Cavs o los Wolves se encapricharan de él, considerarían la opción de bajar algún puesto en el Draft para incorporarlo a sus filas y obtener algo más a cambio, en la práctica si es el jugador que de verdad quieren, no correrían el riesgo.

Cleveland probablemente escogerá al mejor jugador disponible, pero Minnesota tendrá que pensar casi tanto o más en su propia plantilla que en los prospectos por llegar. Tanto cuenta la valoración que hayan hecho en Minneapolis de Williams y Kanter como las fichas que tengan en el tapiz apostando por Milicic y Super Cool Beas.

Kanter viene con la promesa de ser un tipo duro, tiene tamaño, buenos movimientos y ninguna flaqueza grande en su juego. No hace nada mal, pero tampoco tiene pinta de ser el mejor de la NBA en algún aspecto. Pero en las posiciones más altas, los equipos necesitan buscar más brillo. Si es que lo hay.

5. ¿Qué nivel tendrá Jimmer Fredette en la NBA?
Una de las grandes preguntas que se hacen todos los scouts NBA es qué nivel alcanzará en la NBA Jimmer Fredette, que durante este año se ha convertido en figura de culto entre los aficionados al baloncesto. La Crónica apuesta por que hará el papel de titular aseadito o anotador desde el banquillo. Esperamos verle en un rol parecido al de… Juan Carlos Navarro. Tras ver bastante a Jimmer, me recuerda un montón al español. Su capacidad para anotar, su rango más allá de la línea de tres, las bombas con las que resuelven en la pintura, la manera en la que hacen pagar cuando les doblan penetrando entre medias, el acierto en el tiro libre, el tamaño de base en un cuerpo de escolta que no pasa nada mal… Fredette es un poco más fuerte y atlético que Navarro, pero no lo usa mejor que él, para mí, su juego es un calco al de Sant Feliu. En defensa no sabemos que tal se desempeña, porque ni lo ha intentado en 4 años. Suponemos que será malo, pero la verdad, es que no lo podemos garantizar: el sistema de BYU lo escondía para ahorrar fuerzas y evitar que se cargara con faltas: solo hizo 1.2 por partidos durante sus 4 años universitarios y sin tener los números a mano podría apostar que casi todas fueron en ataque.

Desde luego, no creo que Jimmer marque una época en la NBA, pero si le veo anotando unos 15 puntos por partido, como Navarro hizo extrapolando a 36 minutos de juego el año que pasó en la NBA. Eso, si al igual que en Brigham Young, le pueden esconder en defensa.

6. ¿Y Kemba Walker?
Me gusta más el futuro NBA de Walker que el de Fredette, pero sigo sin ver una estrella en ninguno de los dos.

En principio, la habilidad principal de Walker, su velocidad, debería traducirse peor al lenguaje profesional que la de Fredette, su tiro. Pero en el caso de Kemba, veo a un jugador más preparado: es inmune al desaliento, más corajudo. Será porque tengo la final reciente, pero me puedo imaginar a Walker haciendo lo que lleva todos los Playoffs José Juan Barea, pero mucho mejor. O lo que hizo en el último tramo de la temporada Ty Lawson, jugador con el que comparte talla, velocidad y campeonatos universitarios.

Es el típico combo guard, el escolta metido en el cuerpo de un base. Es pequeño, de brazos cortos para el estándar, pero la talla no está tan mal como parece: es más alto que otros jugadores a los que no les va mal en la NBA, como Brooks, Nelson o el mencionado Lawson.

Kemba Walker encontrará su sitio, y aunque la franquicia que lo drafteé no se va a llevar al robo del Draft, seguro que tampoco la decepción.

7. ¿Será alguno de los Morris el gemelo que más alto fue escogido en el Draft en la historia de la NBA?
Dick y Tom Van Arsdale. Horace y Harvey Grant. Jason y Jarron Collins. Joey y Stephen Graham. Brook y Robin Lopez. Este año, la NBA da la bienvenida a la séptima pareja de gemelos, desde Kansas University, Marcus y Markieff Morris. Hasta la fecha, los mejores drafteados del grupo han sido Dick Van Arsdale, Horace Grant y Brook Lopez, todos elegidos en la 10ª posición, aunque en los Drafts de 1965, 1987 y 2008. El caso es que la posición de Marcus Morris, el que a priori debería ser elegido primero de los dos, puede ser la misma.

Durante una larga temporada ha dado la impresión de que su llegada a Charlotte, que elige en la novena posición, estaba asegurada. A los Bobcats no les vendría mal un jugador como Marcus, probablemente el mejor hombre alto anotador del Draft, pero parece que el interés se ha enfriado últimamente. Y eso dejaría vía libre a Milwaukee, otro equipo que ya está sobrado de defensa y que le cuesta anotar, y que no podría permitirse el lujo de dejarlo pasar… en la décima posición.

De las 6 parejas de gemelos, solo 3 fueron elegidos en el mismo Draft, los Van Arsdale, los Collins y los Lopez, y solo estos últimos fueron elegidos los dos en la 1ª ronda (aunque los Van Arsdale fueron elegidos en mejores posiciones, en 1965 la primera ronda solo tenía 8 elecciones). Por contra, Harvey Grant entró un año después que su hermano Horace, y tanto Stephen Graham como los Thomas no fueron eligidos.

Los Morris, que esperan ver a Marcus en el Top 10 y a Markieff en la parte baja de las elecciones de Lotería-Top 20 deberían ser los cuartos gemelos compañeros de Draft. Y podría ser la primera vez que dos gemelos fueran escogidos en la zona de Lotería.

8. ¿Se parece Kawhi Leonard a James Worthy?
James Worthy jugó en la NBA hasta 1994. Kawhi Leonard nació en 1991. Tres años tenía el de San Diego State cuando Big Game James se retiró. Para empezar, ya sorprende que los jugadores de esta época conozcan, se preocupen y hayan visto jugar a los grandes de hace un tiempo, así que, minipunto para Leonard, que hizo esta comparación él mismo. Pero ahora a lo importante. ¿De verdad un jugador que no ha jugado un minuto en la NBA y que debería ser drafteado en la parte baja del Top 10 de un Draft mediocre se ha comparado con Worthy? ¿El de los 3 anillos, las 7 veces All-Star, un MVP de las finales, número retirado con camiseta colgando del Staples, uno de los 50 mejores de la Historia? Sí. Y lo peor, es que, salvando las distancias, la comparación tiene sentido.

Famoso es aún el día que la web nbadraft.net, una de las más seguidas para encontrar información sobre el Draft, decidió comparar a DeShawn Stevenson con Michael Jordan. Puede parecer una locura, de hecho, es una locura. Pero las comparaciones, como otras muchas cosas, hay que verlas, en contexto. Se centran más en el estilo de juego, el impacto que tienen en la etapa de juego en la que están (en el caso del reciente Campeón NBA Stevenson, venía del instituto) o las herramientas que han utilizado hasta este momento, que en el lugar en la Historia NBA que ocuparán.

La probabilidad que Leonard se convierta en MVP de una Final en los próximos 10 años tiende a 0. Pero cuando pise una cancha NBA con la camiseta de los Kings, los Bobcats, o el equipo que finalmente se anime a draftearlo, van a tener a un demonio de Tasmania con cuerpo de alero, brazos de ala-pívot y manos de pívot que amargará la vida al jugador que tenga que emparejarse con su defensa y que en ataque hará un poquito de todo: anotar algo, finalizar bien a la contra, atacar el rebote ofensivo, moverse con sentido, estar donde tiene que estar. Esto es la definición de James Worthy. Lo que cambia, es el factor de escala.

No es el anotador que Worthy era, no tiene pinta de llegar a los 20 puntos por partido, pero ningún equipo tendrá queja de su producción en ataque. No ha demostrado la entereza y el deseo que James tenía en los partidos grandes, cuando ponía una marcha más, pero tampoco se ha escondido cuando SDSU ha tenido partidos decisivos. En defensa, que se la toma más en serio, podría ser incluso mejor que él. La palabra versátil se suele utilizar cuando alguien hace un poco de todo, pero no del todo bien. Leonard no es versátil, es completo.

De vuelta al cole

Con la derrota de Duke esta semana, ya solo quedan cuatro equipos invictos en el panorama NCAA. Y uno es una gran sorpresa. Kansas y Syracuse ya fueron cabezas de serie en el Torneo el año pasado (recordamos que hay cuatro partes del cuadro), Ohio State fue número 2 y también lleva años cosechando muy buenos resultados, pero nadie se esperaba que los Aztecas de San Diego State estuvieran a estas alturas de la temporada 18-0. Bien es verdad que los de San Diego solo han jugado contra un equipo del Top 25, y el resto de invictos contra dos, pero no siempre son los grandes rivales los que destrozan las rachas. Duke, tras perder con Florida State, un equipo de 11-5, puede dar fé de ello.

Pero el milagro de San Diego State tiene explicación. La Mountain West, una conferencia que no está entre las grandes, ha ido ganando importancia con el tiempo. El año pasado, colocó a 4 equipos entre los 65 que van al baile por primera vez. Dos de sus equipos, BYU y New Mexico, estuvieron en el Top 25. Y este año, además de San Diego, BYU se encuentra calificado como el #10 del país habiendo perdido solo un partido. La MWC está ahora mismo casi al nivel, o un pequeño escalón por debajo, de las mejores conferencias. Pero por desgracia, el año que viene volverán a dar un paso atrás, ya que TCU, Utah y BYU se irán, para sacar más rendimiento de sus excelentes equipos de Fútbol Americano. Mientras, se queden las tres en las que el deporte de la canasta tiene más importancia (UN Las Vegas, New Mexico y el propio San Diego State) estarán bien, pero van a echar de menos lo que aportaba al nivel general, sobre todo, BYU.

Otra de las piezas del puzzle de SDSU es su equipo. En una época en la que los jugadores más prometedores solo tardan un año en dar el salto a la NBA, las plantillas son muy jóvenes, y es raro mantener un bloque durante cierto tiempo. De los seis jugadores más utilizados por San Diego, tres son sophomores (segundo año) y otros tres seniors (cuarto y último año). El mantener el quinteto inicial de un año a otro es un lujo que pocos equipos se pueden permitir.

Y finalmente, otra parte de la ecuación es Kawhi Leonard. Uno de los mejores jugadores del país en este, su segundo año, que de buen seguro le llevará a la NBA este verano, es el mejor Azteca en puntos, rebotes, robos y minutos y es el segundo mejor asistente. El polivalente alero, no solo manda entre los suyos por estadísticas, si no con su liderazgo. A pesar de que San Diego es una máquina bien engrasada en la que cualquiera puede tomar protagonismo, Leonard es el jugador que más veces se presta. Veremos si mantienen la racha, hoy por lo pronto ya tienen un desplazamiento complicado a uno de los campos más ruidosos y peligrosos del país, el Pit de New Mexico, ante unos Lobos invictos en su cancha.

Y al igual que Leonard está detrás del éxito de San Diego State, el otro gran equipo de la conferencia, BYU, también tiene su jefe en la cancha. El combo guard Jimmer Fredette es el más claro candidato a Jugador del Año en estos momentos. Sus 26.1 puntos por partido, lideran la NCAA, y además los acompaña de 4.4 asistencias y más de un 40% de acierto desde la línea de tres. Esta misma semana anotó 47 puntos con 6 triples ante Utah, en la mejor actuación individual de la temporada, y cuando al fin llegue a la Liga este verano, tras acabar su última temporada en Brigham Young, este blanquito de New York disputará inmediatamente a Steph Curry y al cadáver de Michael Redd el título de tirador que más rápido arma el brazo en la NBA.

Entre los jugadores a destacar esta temporada, no nos podemos olvidar de Kemba Walker. El base de Connecticut (13-2, pero con uno de los calendarios mas difíciles del campeonato hasta ahora) está promediando en su tercer año, 25.3 puntos, 5.5 rebotes, 3.7 asistencias y 2.3 robos por partido. Otro jugador con rendimiento notable está siendo LaceDarius Dunn, la máquina de anotar de cuarto año de Baylor que está eclipsando a uno de los que suenan para ser elegido número uno del Draft este año, Perry Jones.

Es curioso constatar como de todos los jugadores nombrados, (Leonard, Fredette, Walker, Dunn) ninguno está en las previsiones del Draft en los primeros puestos. Los equipos prefieren la incógnita y el potencial de los jugadores de primer año o de gran tamaño, antes que a los consagrados en el baloncesto universtario. Y viendo como algunos de los mejores jugadores NCAA no se convierten en estrellas de la Liga, o incluso llegan al fracaso (Adam Morrison, Tyler Hansbrough, JJ Redick), no parece un mal modus operandi.

Pero si las previsiones hablan de Terrence Jones, Jared Sullinger, Harrison Barnes o el ya mencionado Perry Jones, como favoritos para el número 1, este Draft no parece llevar ninguna superestrella. Sí me estaba gustando, y mucho Kyrie Irving, el base de los Diablos Azules de Duke, que se podría perder toda la temporada tras dañarse los ligamentos del pie derecho a principios de diciembre, pero es posible que no se declare para este Draft. Su descaro para anotar, su capacidad para ir a la línea de tiros libres y sus dotes de mando estaban creciendo partido a partido hasta que su progresión se cortó, poniendo en el alero al mejor jugador de la clase.

Mientras, en Kentucky, que con Coach Calipari va camino de cambiar de equipo cada año, el alero Terrence Jones está teniendo una buena temporada. 18.7 puntos y 9.1 rebotes de promedio, con un espectacular 27/17 en el partido contra los siempre difíciles Notre Dame le han puesto en el mapa, y le han ayudado a escalar puestos en las simulaciones del Draft. De todas formas, al verlo jugar, no tiene el rango ni el instinto anotador asesino de Kevin Durant, y a pesar de que maneja la pelota en ataque y hace de point forward, no tiene, al menos aún, la soltura y la naturalidad que Evan Turner mostraba el año pasado, por compararlo con los dos aleros de mayor proyección reciente.

Jared Sullinger tampoco está siendo espectacular, pero sí muy bueno, y además está ayudando a Ohio State a ganarlo todo. Con los hombres altos hay que tener paciencia, pero los 17.5 puntos y 10.1 rebotes de media que lideran al equipo, son una muestra de madurez inmediata. Y la comparación con Al Jefferson puede ser una de las mejores en mucho tiempo: los dos comparten un tamaño muy similar, son capaces de hacer un despliegue de movimientos en el poste bajo, tienen un solvente tiro a media distancia, rebotean bien pese a no sacrificarse mucho en ese aspecto y ambos sufren de alergia al esfuerzo en defensa.

La mayor decepción sin duda alguna ha sido Harrison Barnes, perdido en la vorágine y el mal comienzo de una North Carolina que ya empieza a recuperarse, el alero apenas ha dado muestras de su talento. Su juego es muy discontinuo, y ya ha dado muestras de eso que llaman mal lenguaje corporal, y que aterroriza cada vez más a los encargados de tomar decisiones.Perry Jones por su parte está jugando bien y tiene el tamaño a su favor, pero Baylor es el equipo de Dunn, y LaceDarius prefiere asociarse con Quincy Acy, el junior al que ya conoce de los últimos tres años, y Jones no entra tanto en juego como nos gustaría a los que tenemos ganas de verle en el papel principal.

Pues hasta aquí llega el repaso, seguiremos viendo como está la situación de aquí a la Locura de Marzo en la que el Torneo final promete todo tipo de emociones.