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Los Kings llevan 5 años sin alcanzar las 30 victorias, y un par de ellos más, desde que se fue Adelman, sin llegar a Playoffs. Sólo los Wolves llevan más tiempo sin clasificarse para las eliminatorias por el título, y este año lo tienen mucho más fácil a priori que estos Kings que dan la bienvenida a un nuevo entrenador, Mike Malone (asistente en media Liga, el último lugar por el que pasó fue Golden State), después de que Musselman, Theus, Westphal y Smart no funcionaran.
En estos 7 años metidos en la Lotería del Draft, no han aprovechado mucho el talento, ya que sólo conservan a Cousins, Thompson, Fredette y la elección de este año, McLemore. Aunque la explosión de un par de jugadores les podría poner cerca, pinta a otro año de sufrimiento y bastantes más derrotas que victorias. Ahora que su situación institucional ha sido normalizada, cambiando a los dañinos Maloof por Ranadivé, veremos si algo empieza a cambiar también en lo deportivo.
- Radiografía de los Kings
- En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
- Espejismo ofensivo
De un año desastroso, se puede sacar algún motivo para el optimismo: tras el All-Star, los Kings fueron el 7º mejor equipo en ataque de la Liga. Aún así, su diferencial fue negativo, con la 25ª defensa en ese periodo, y un récord de 9-19, bastante peor de lo que podíamos esperar. De hecho, los Kings perdieron un mayor porcentaje de partidos en la segunda parte del año, pese a reducir la diferencia con sus rivales de 7.8 puntos por 100 posesiones a 1.5, un extraño y curioso hecho.
Marcus Thornton (candidato legítimo a Sexto Hombre del Año, porque él ocupó ese lugar verdaderamente en la rotación) e Isaiah Thomas, se convirtieron en máquinas de hacer puntos, anotando 14.6 por partido con un 60.4% de porcentaje de tiro verdadero el primero, y 17.3 puntos en 60.3 TS% el segundo. Durante la primera fase del año, entre los dos sólo aportaron 23.6 (con algo menos de tiempo de juego y peores porcentajes), pero la defensa no mejoró un ápice, y los Kings no tradujeron más anotación en victorias.
En cuanto a personal, Isaiah Thomas produjo más como ya hemos dicho, porque pasó de jugar 24.8 minutos a 30.6 por partido (aunque su subida en tiempo en pista fue algo previa al ecuador que marcamos), Tyreke Evans sólo se perdió un partido tras no estar en 16 antes del All-Star, y el cambio con Houston que hizo que Patrick Patterson, cogiera el sitio de Thomas Robinson y James Johnson, y trajo a Toney Douglas para mejorar en defensa sin desmerecer en ataque a Aaron Brooks (lo que dice poco de él), fue alrededor de esa fecha.
Y fueron estas incorporaciones las que reforzaron el juego del banquillo, porque el quinteto titular fue superado de la misma forma en la primera mitad del año que en la segunda, y fueron los suplentes los que recortaron parte de la diferencia. Douglas, Thornton, Patterson y Hayes parcheaban algunas deficiencias de la unidad de inicio aquí y allá, y explican parte de la insuficiente mejora.
De cara a este año, nos volvemos a encontrar con un equipo con mucho especialista: jugadores que saben hacer algo bien, pero con carencias difíciles de tapar en conjunto, sobre todo en defensa, donde vienen de ser el segundo peor equipo de la Liga, sólo superado en futilidad por Charlotte.
Y aunque haya una acuciante falta de condiciones individuales para rendir en esa parte del campo, Smart no hizo un buen trabajo, en un equipo que era habitual ver perdido y descoordinado, y que ni siquiera parecía tener un plan. Clifford y Charlotte fracasaron porque intentaron poner en marcha una idea un tanto extremista, que los rivales reconocieron y explotaron, pero las reglas parecían claras. Con Portland o New Orleans sucedía algo parecido, tenían la forma de la defensas más o menos clara, pero quizá fue un error aplicarlas con un personal que no estaba preparado, y no logró aprovechar lo que tenían que ser los puntos fuertes de sus propuestas. Sacramento se comportó más bien como el otro equipo del Top 5 inverso: Cleveland, variando la cobertura y el enfoque casi jugada a jugada.
Mike Malone vendrá pensando en no permitir esto, y su fama le precede, habiendo sido asistente defensivo en tres equipos que mejoraron una barbaridad en defensa tras su llegada (y algún cambio de personal): los Warriors del año pasado, los Hornets en 2011 y Cleveland en 2007. No sabemos si tendrá mucho éxito, porque los mimbres son los que son, y están un poco hechos polvo. Pero no esperamos, ni más ni menos, que un equipo ordenado, que parezca que sabe lo que hace.
- A ver cómo se apañan…
En la NBA es más sencillo encontrar buenos jugadores en ataque que en defensa. El baloncesto es un deporte en el que es más difícil anotar que tratar de impedirlo, y es precisamente para lo que se necesita un talento especial: prácticamente cualquier persona con el tamaño adecuado, que haya sido entrenada en los fundamentos más básicos y sea capaz de correr, puede al menos molestar al rival; lo de meter puntos, penetrar, pasar… es otra cosa.
Pero una balanza tan descompensada como la del perímetro de Sacramento, es bastante difícil de conseguir. Isaiah Thomas es el jugador más bajito de la Liga, Greivis Vasquez, con su 1.98 es el base más alto, pero a la vez, seguramente, el más lento. Marcus Thornton es algo pequeño para la posición de escolta, pero su trabajo defensivo es horrible. Jimmer Fredette es definitivamente muy pequeño para la posición de escolta y su trabajo defensivo es horrible. Y este año da un poco igual cómo son McLemore y McCallum, porque todos los novatos, hasta aquellos que acaban conviertiéndose en ases defensivos, lo hacen fatal en su primer año.
Jimmer (41.7% en triples, no puede defender pero la mete cuando quiere, a ver si cae en algún equipo que pueda taparle para por lo menos hacer carrera en una rotación) y Marcus (que fue traspasado de New Orleans a Sacramento mientras Mike Malone estaba allí) fueron dos de los cinco peores jugadores de la Liga en defensa según RAPM, y tanto Greivis como Isaiah costaron más de 2 puntos por 100 posesiones a su equipo en esa parte del campo según está herramienta. No hay ninguna duda de que el perímetro de los Kings puede anotar, pero en defensa, eso va a ser la Boda Roja.
Aunque personalmente veo más desequilibrante (y joven) a Thomas, creo que Vásquez tiene un papel de titular casi asegurado porque es el único del grupo con una mentalidad de pase en un equipo, que sin Tyreke Evans se ha quedado sin un creador efectivo en ninguna otra posición exterior (John Salmons nunca acabó de serlo y está ya rodando cuesta abajo). El venezolano fue el jugador que más asistencias dio en la NBA la temporada pasada, y Mike Malone, que quiere implementar un sistema con mayor movimiento de balón, y solidaridad entre compañeros (los Kings fueron uno de los equipos que más aclarados utilizaron el pasado año) debería empezar con él.
Aunque no es nada seguro ni mucho menos. Malone ha dicho que su ataque será «defender, rebotear y correr» y las dos primeras, no, pero los Kings el año pasado consiguieron muchos puntos fáciles saliendo al contraataque, y sin pérdidas, ni errores estúpidos: fueron un equipo eficiente en transición… con Thomas. Se hace más difícil imaginar a Sacramento a la carrera con Vásquez, y esa es la debilidad que puede atacar Isaiah. Pero por otro lado, el entrenador también habla de rebotear, y los Kings fueron el peor equipo de la Liga en el tablero defensivo, y en esa tarea, Greivis es mucho más.
Aún así, tendría muchas dudas en este puesto y trataría de fomentar la competencia. Soy algo escéptico con un Vásquez que creo que se aprovechó de un sistema y un personal muy concreto y apropiado para destacar estadísticamente. Compartió cancha con el mejor tirador entre los hombres altos de la Liga para un base pasador, Ryan Anderson (no nos olvidamos de Nowitzki, pero se perdió muchos partidos, y además, Dirk puede crear su propio lanzamiento, y genera más opciones de bote) y me hace sospechar bastante que los 5 partidos en los que fue titular Brian Roberts, novato no drafteado de 27 años, diera 50 asistencias. Además, los por entonces Hornets estuvieron entre los 10 equipos que menos dieron proporcionalmente, y apenas hubo diferencia (3 puntos porcentuales, 5 puestos del ránking) entre que Greivis estuviera o no en pista. Vásquez también mejoró en tareas de anotación y de tiro de 3, pero su candidatura al premio de «Jugador más mejorado» y sus galones de titular se basan en esas 9 temblorosas asistencias por partido.
Pero partiendo de que Malone saldrá con él, y dejando mis dudas sobre reputaciones aparte, el problema es con quién le juntan, ya que todas las posibilidades dejan a los Kings en desventaja.
La opción de utilizar a Isaiah como 2 junto a Greivis no parece mala, pero no es tan bonito como parece a primera vista. Hasta cierto punto, el venezolano puede defender escoltas, y Thomas coger a los bases, pero el equipo rival también haría este cambio seguramente en la otra zona del campo, y Vásquez tiene problemas cuando es defendido por jugadores más grandes, que le tapan más fácilmente las líneas de pase y le hacen más difícil anotar cerca del aro cuando elige penetrar. Y por otro lado, Thomas es un anotador tras bote, utiliza su crossover, su rapidez y su control de la pelota para crear las oportunidades, y no está acostumbrado al papel de correr por los bloqueos y tirar tras pase. No es que lo haga mal (mete 1.17 puntos por jugada cuando recibe el balón, y un 40% desde la línea de 3), pero sería desperdiciar una buena parte de su talento, y si sólo necesitas un tirador acompañante, quizá puedas buscar otra opción con menos talento que Thomas, pero más sacrificado en defensa (y lo tendrías que buscar fuera de esta plantilla, por cierto). Y el Greivis anotador está en una situación similar: fue el quinto jugador, tras Paul, Rondo, Westbrook y Wall que mayor porcentaje de canastas metió sin asistencias.
Soltar ya a McLemore al ruedo, que tiene el perfil de futuro jugador 3D, y que vaya conociendo el ritmo de la NBA y los matices de la defensa colectiva es la opción de futuro, que supongo que este equipo, no muy preocupado por ganar todavía, es la que acabará ejerciendo. Salvo que Malone se enamore de otro jugador o el novato decepcione durante el periodo de entrenamientos, la ventaja la tiene él. Y eso significaría que Isaiah Thomas y Marcus Thornton serían la pareja desde el banquillo, e inmediatamente estaríamos hablando de una de las segundas unidades más divertidas de la Liga, aunque la completen con tres jugadores de cartón-piedra.
Todo apunta a que el perímetro de los Kings cambiará, pero sus problemas defensivos continuarán, al igual que el año anterior. Malone quiere poner énfasis en la retaguardia esta temporada, y tal vez el cuerpo técnico fuera una parte del problema, y ahora de la solución. Pero no esperaría muchas cosas de cualquier pareja que salga de aquí
- El efecto dominó
Con la situación de perímetro que ya hemos comentado, me temo que el recién fichado Luc Richard Mbah a Moute tiene ventaja para afianzarse como el alero titular esta temporada, aunque Salmons le disputará los minutos. LRMAM viene de una temporada miserable en cuanto a anotación, y no es capaz de abrir el campo (sólo intentó 37 triples el año pasado, y eso es más que en sus 4 primeras temporadas juntas), ni siquiera, de anotar a media distancia (30.5% de acierto en este tipo de lanzamientos). Sus únicos argumentos para anotar son los cortes en jugadas rotas, las ocasiones tras rebote ofensivo (de los que cada vez ha ido cogiendo menos), el juego de espaldas cuando el alero rival es bajo o le emparejan con alguien que esté en desventaja de altura con él (no es un gran anotador posteando, pero es un poco flopper y saca la falta), y la salida en transición (que pintaría mejor al lado de Thomas, y no de Vásquez). Pero es un jugador que deja huella en defensa, en un quinteto que hace aguas por todos lados en este aspecto.
¿Y será esto suficiente y conveniente? ¿Cuánto impacto puede tener un único magnífico defensor desde el puesto de alero? ¿No serán los Kings un equipo condenado a naufragar, al que le vendría mejor una huida hacia delante y un intercambio de golpes? Aquí es donde entraría en juego Salmons. Sin las condiciones de Mbah a Moute, es correcto defendiendo, seguramente, ni da ni quita en esa zona del campo, y puede ayudar en algún momento defendiendo a un escolta, mientras que Luc tira más hacia arriba, a enfrentarse a ala-pivots si cambia de posición. John tiene un tiro de tres respetable, puede poner un poco la pelota en el suelo, y pasar. Tras un miserable 2012, se recuperó un poco la pasada campaña, y eso le ha servido para entender en qué punto de su carrera se encuentra, y tras ser un jugador más bien egoísta durante sus mejores años, ahora comprende su rol de secundario.
Las dos opciones de este equipo (y la tercera y poco deseable, Travis Outlaw) están muy lejos de ser óptimas, y plantean tantos problemas como parecen resolver, tónica general de esta plantilla. Un trabajo duro para Malone.
- Same ol’, same ol’
El puesto de ala-pívot, en el que ya se presagiaba una dura competición este año entre Jason Thompson y Patrick Patterson, será un polvorín con la llegada de Carl Landry. Y como no podría ser de otra manera en estos Kings, los tres son jugadores de corte más bien ofensivo.
Operan y se sienten cómodos en diferentes zonas del campo, por ejemplo, Patterson juega mejor cuanto más lejos de la canasta está, y tiene trazas de alero, tanto en defensa como en ataque, y a Thompson le sucede al contrario, pero con el aro y un juego más cercano al del pívot tradicional, aunque este año se atrevió muchísimo más con la media distancia (de tirar el 17% de sus tiros desde allí, al 33%, casi el doble) y es bastante efectivo desde las líneas de fondo, donde tiene buenos porcentajes (especialmente en la derecha, un 55%).
Carl Landry, que regresa al equipo donde pasó un par de medias temporadas, tras compartir destino con Malone el año pasado, y es la opción intermedia y aparentemente superior tras ver lo bien que funcionó en Golden State, pero su carrera, para bien y mal, está construida saliendo desde el banquillo. Landry en cuanto a espacio, es la opción intermedia, con un juego en el que utiliza mucho la media distancia para tirar (es una válvula de aire desde la línea de fondo derecha) y también para enfrentarse cara a cara al defensor y llevarle hasta el aro con su bote, sacando una grandísima cantidad de faltas.
Como al equipo no le falta anotación, y ninguna de las otras opciones tiene problemas para meterla, creo que Landry seguirá en su rol de suplente (no es que al banquillo le falten puntos tampoco, me temo que no fue el fichaje más inteligente que podía haber hecho Sacramento, pero… son los Kings) y entre Patterson y Thompson se jugarán las castañas de la titularidad… y la posibilidad de caer en la rotación si no la consiguen. Patrick es la opción con más potencial por edad (3 años más joven) y posibilidades (si sigue desarrollando el tiro de 3 afianzándose como ala-pívot será un jugador interesante), pero Thompson es la consistencia personificada, y hace al equipo más grande, fuerte y potente en defensa y en el rebote, donde sin ser suficiente su contribución, es el mejor de los tres, algo que Malone perseguirá de primeras.
La decisión podría estar interconectada con la del puesto de alero, con Patterson complementando mejor a Mbah a Moute y viceversa, y Salmons–Thompson por otro lado. Si Patrick fuera el elegido, Jason siempre podría hacerse con los minutos de pívot suplente, a disputar con el muy pequeño pero aguerrido defensor, y cada vez más unidimensional Chuck Hayes. En todo caso, como pasa en el resto de posiciones de la plantilla, los Kings tienen muchos jugadores de rotación que se solapan, pero pocos que justifican sin dudas ser titulares a estas alturas, y los que lo hacen tienen claros problemas (DEFENSA por lo general) que necesitan ser complementados. Quitando al indiscutible jugador franquicia, creo que se podrían hacer dos quintetos diferentes con el resto de Kings entre los que sería difícil escoger cuál es mejor. ¿Podéis asegurarme, qué, por ejemplo, Greivis, McLemore, Salmons, Landry y Hayes es manifiestamente superior a Thomas, Thornton, Mbah a Moute, Patterson y Thompson? Mezclad las piezas como queráis, que seguramente nunca quedaréis contentos.
- Cabecita loca
Dejamos al mejor y lo mejor para el final: se viene cuarta temporada para DeMarcus Cousins, una de las mayores incógnitas de la Liga a estas alturas.
Cousins lo tiene absolutamente todo. Tamaño, fuerza, envergadura, pies ligeros, manos hábiles para pasar o tirar e incluso es capaz de ponerla en el suelo muy por encima del estándar en su posición. Hace que el deporte parezca fácil. Lo que se le achaca es una terrible falta de interés y esfuerzo, y en parte, de entendimiento de cualquier aspecto del juego colectivo, más allá de sus espectaculares acciones individuales. En defensa no es capaz de sujetar un equipo como la mayoría de pívots titulares, y su porcentaje de tiro verdadero, aunque haya ido creciendo año a año, todavía ve la media a una cierta distancia desde abajo.
Han sido tres años en una franquicia disfuncional, con Westphal y Smart, así que todavía hay fe en que en cualquier momento lo pille, y se convierta en la fuerza imparable que parece que puede ser, pero a la que no ha llegado ni de lejos. Malone le dará directrices en defensa, pondrá unas reglas al equipo, y esto ayudará a su desarrollo. Por primera vez seguramente en su carrera, Cousins jugará con un propósito concreto asignado, lo que hará que se acaben las excusas. Es un año clave en su desarrollo, porque si este año no es capaz de marcas diferencias, muchos le darán por perdido, y no me extrañaría que en los Kings, con un nuevo grupo ejecutivo, empezaran a ver con buenos ojos su traspaso.
Vamos a aprovechar también la figura de DeMarcus, para una digresión de las habituales, esta sobre elegancia y efectividad. Es curioso ver como el juego de Cousins, que de anotador y pasador es técnico e impecable, con movimientos resultones y agradables, y un tiro con muy buena forma, está visto con una mayor estima entre el público (o eso siento yo), en contrapunto a otros jugadores de fuerza bruta. La diferencia es que pese a la apariencia, muchos de esos jugadores consiguen más fácilmente el objetivo final al que está subordinada toda la parafernalia: meter puntos.
Vamos, la discusión sobre el fin y los medios, que es más antigua que la prostitución, y si grandes hombres no lo han resuelto, no lo vamos a hacer nosotros.