Entendiendo el concurso de triples

Este año la NBA no nos ha invitado al All-Star, así que nada, un medio menos que hable de baloncesto a cambio de llevar a Tele Biblia, al Canal Videojuegos o darle una acreditación a alguien que a lo mejor va, a lo mejor no, pero aprovecharemos lo que aprendimos el año pasado en Orlando para divertirnos desde el sofá este.

Hoy vamos a tratar de elegir un favorito para el Concurso de Triples de Foot Locker, que pese a ese nuevo matiz de dividir de enfrentar a las Conferencias, tendrá la misma mecánica que en el pasado reciente.

  • Experiencia

En las últimas 10 ediciones, desde que se pasó de tener 8 a 6 jugadores, 5 ganadores lo hicieron en su primera participación, y otros 5 fueron repetidos, con un novato ganando 3 de los últimos 4 años. Ryan Anderson, que acudió el año pasado, y Stephen Curry, que lo hizo en 2010, son los únicos que ya han participado en el concurso, y la actuación de ambos fue buena: Curry quedó segundo metiendo 18 (más que nadie ese año) en la primera ronda, y 17 en la final, mientras que Anderson, que jugaba en casa, se quedó fuera, pero con 17 en primera ronda, una cantidad con la que es habitual avanzar.

«Si eres un tirador, y estás en racha ese día, lo estás. No importa cuantas veces hayas participado en el concurso antes«, nos decía el campeón de 2011, James Jones, «si te toca un tirador en racha, no vas a poder hacer nada para superarlo«. El jugador de Miami considera que no importa la experiencia en el concurso y que cualquiera podría ganarlo. Pero Kevin Durant sí que cree que volver a participar ayuda «El año pasado (por 2011) me puse de poco de presión encima. Este voy a pasármelo bien, si fallo un tiro, lo fallé«. Aunque sean diferentes respuestas a la pregunta, no tienen porque ser incompatibles. El no haber participado nunca antes no implica que no puedas tener una buena actuación como indicaba Jones, que ganó en su primera aparición, pero si comienzas dubitativo, seguramente ayude haber pasado por este proceso antes.

«Sólo pienso en meter cada tiro. No me preocupo si el anterior ha entrado o llevo varios seguidos, pienso en cada uno de manera individual» Esa era la mentalidad de Jones en su segunda aparición tras un fructífero primer acercamiento, muy similar a la de Durant ahora, pero KD, que sólo metió 6 triples en 2011 en un concurso para olvidar, no debió pensar lo mismo el primer año. Por tanto, seguramente, si Curry o Anderson empiezan peor de lo esperado, puedan utilizar su experiencia para ponerlo todo en perspectiva mejor que cualquier otro rival.

  • El prototipo

«La única diferencia es coger la pelota del carro. Una vez que la tienes en la mano, es el mismo movimiento y proceso mental que tendrías en un partido» nos decía James Jones. Tratar de entender el rendimiento de un jugador en el concurso por lo que hace en un partido normal es extremadamente complicado. En principio, el catch-and-shoot de un tirador esperando alejado de la defensa, es seguramente la situación que mejor reproduce las condiciones del concurso, mucho mejor que las de aquellos acostumbrados a tirar tras bote o en la dinámica de la salida de un bloqueo directo. «No es que no practique el tiro en estático» nos recordaba KD «cuantos más recursos y más maneras de meter el triple tengas a tu disposición, supongo que será mejor«.

La verdad es que por cada James Jones hay un Paul Pierce entre los ganadores, y por cada Nowitzki un Kapono. Ray Allen que quizá sea el híbrido perfecto, acudió 6 veces y lo ganó sólo 1. Las victorias de Dirk y Love indican que la altura tampoco es impedimento. Esto lo puede ganar cualquiera.

  • Apuestas

Las apuestas son un negocio basado en la predicción del resultado de eventos deportivos, y tal vez alguna de estas empresas lo tenga más claro. Una casa de apuestas abrió con Curry de máximo favorito, pero las lineas se movieron hacia Novak: ahora mismo Stephen y Steve están empatados, con un 25% de probabilidades, seguidos de Anderson e Irving con un 15%, Bonner con 12% y George con un 8%.

Pero hay que recordar que el objetivo principal de una casas de apuestas no es acertar con la distribución perfecta de probabilidades del evento, sino con la de los apostantes. Aunque ambas deberían parecerse, es un matiz importante. Y otro es, que tal y como se están pagando (muy bajo), el margen de la empresa es enorme, por lo que la incertidumbre del resultado es grandísima también para ellos. Típicamente, en apuestas como los overs o las que llevan hándicap, hay dos opciones que se consideran equiprobables y se suelen pagar de 1.90 a 1.95. Esto significa que si repartiéramos 1 dólar entre las dos, recuperaríamos el 0.95 y 0.975 de la inversión, y la diferencia con el dólar que gastamos es el margen que tiene la casa. Si en el concurso de triples repartiéramos un dólar entre las 6 opciones, para obtener el mismo dinero gane quien gane, sólo recibiríamos 61 centavos. Esto sólo puede significar dos cosas: que pueden poner cuotas muy bajas porque es una apuesta tan popular que mucha gente va a participar en ella pese a que se pague mal o que prefieren dejarse un margen enorme porque no tienen muy claro como funcionará el mercado.

  • Estadísticas

Curry lidera el grupo en porcentaje de 3 a lo largo de su carrera, y con los datos tomados hasta el domingo, sucede algo relativamente curioso: los seis se ordenan igual tanto si vemos el porcentaje de sus carreras como el de esta temporada, y todos están tirando por encima de su media este año. El grupo completo está acertando más del 39% de sus triples, lo que nos da esperanzas de ver un concurso más que atractivo.

Añadimos a la tabla también, a modo orientativo las cifras que da Synergy de porcentaje de triples en jugadas de tipo «spot-up», quizá las más similares a la situación de un concurso. Pero hay triples en otro tipo de jugadas (tras rebote ofensivo, a la contra) que acaban con un tiro «de concurso», que Synergy no etiqueta en este grupo, así que, recordad, no están todas las que son.

Nombre3P% (Carrera)3P% (Temporada)Spot-Up 3P% (Temporada)
Stephen Curry44.3%44.8%53.8%
Steve Novak43.7%44.1%47.5%
Matt Bonner41.6%43.0%41.3%
Kyrie Irving41.4%42.9%53.3%
Ryan Anderson38.8%40.1%36.3%
Paul George36.9%39.1%38.5%

Dicho esto, el año pasado, el concurso lo gana Kevin Love, el hombre del 35.2% en triples a lo largo de su carrera, y 34.8% la pasada temporada hasta el parón del All-Star, el peor registro con diferencia de todos los participantes, ya que 4 llegaron anotando más del 40%. Y en 2011, el campeón fue James Jones que con un 42.3% era de los más fuertes del grupo.

Aún viendo lo poco significativo que resulta extrapolar lo que vemos durante la Temporada Regular con lo que ocurre en el concurso, podéis utilizar los gráficos de nuestra sección El Tiro para ver como se distribuye la efectividad por zonas y tratar de encontrar algún patrón. Por ejemplo, Irving, no ha estado muy bien esta temporada en el ángulo derecho. ¿Sucederá igual el sábado?

  • ¿Alguna predicción?

Ni la experiencia parece influir tanto, ni el perfil del jugador, ni los porcentajes durante el partido… Con semejante nivel de talento, la diferencia tendrá que estar en los detalles más pequeños, o simplemente, en la aleatoriedad y la suerte. Pistola a la cabeza, elegiríamos a Curry porque parece tener todo lo que puedes pedir a un campeón, pero no apostaríamos un euro a ello. Y menos con lo mal que pagan en las casas de apuestas.

All-Star Weekend Saturday: Desde Orlando con Amor II

Vamos ahora con la segunda parte de nuestra experiencia en el Sábado Santo: cómo se viven los concursos desde el Amway Center en Orlando.

Cuando la actividad empezó con el Shooting Stars a las ocho y cuarto de la tarde, había poco más de media entrada en el pabellón. Los americanos, muy amigos de tomarse descansos durante los larguísimos eventos deportivos (este duró 3 horas) pagan millonadas por la entrada para prestarle atención solo a lo que les importa.

Constatamos durante el concurso de tiro que Allan Houston lo sigue teniendo (además cuando le vimos por la tarde, está IGUAL que cuando jugaba, es sobrenatural), que Kenny Smith está en el club ‘Melo de cañoneros de media cancha y que Jerry Stackhouse y Steve Smith intercambiaron los sitios, y nadie se dio cuenta porque tiene sentido: Stacky es casi más veterano que Smith ahora mismo.

Lo bonito de seguir el concurso desde uno de los fondos del pabellón es que veías perfectamente lo que iba a ir dentro o casi, pudimos «cantar» todas las canastas.

El concurso de habilidades es probablemente el que menos gana en persona, en mi opinión. Es divertido oír los «Ohs» del pabellón a cada tiro/pase fallado y se hace más evidente cuando un jugar pasa de currárselo, como Tony Parker, ganador a la postre, hizo en la primera ronda.


TP lo hizo sobradísimo, como siempre. Y si después de estar un rato con él y oirle hablar no le pones segundo, detrás de George Clooney en la lista de «Tíos que no querrías dejar a solas con tu mujer», es que no tienes aprecio por tu relación.

Mientras, por la tribuna de prensa no nos dejaban de llegar hojas con toda la información de los concursos: cada tiro, cada fallo y cada tiempo, estaba todo. También nos llegaban con una rapidez asombrosa las fotocopias con las declaraciones de los jugadores en rueda de prensa, ya transcritas, por si queríamos utilizarlas.

Otra gozada de ver el All-Star en vivo y en directo es el entretenimiento que tienes mientras en la tele están en publicidad. No sé exactamente qué se pudo ver desde casa y qué no, pero nosotros tuvimos al grupo de drumline de los Orlando Magic; los Pentatonix que ejecutaron una versión a capella del «E.T.» de Katy Perry, entrevistas a Diddy y Kevin Hart, Craig Hodges tirándose unos triples para revivir sus actuaciones récord, los bailes de las mascotas de Bulls, Cavaliers, Bobcats o Magic que andaban por allí, las cheerleaders, un violonchelista que hacia beat-box mientras tocaba, y juegos de preguntas a jugadores como Deron Williams o Kevin Love en el videomarcador. Y alguno más que no recuerde.

Si el concurso de mates fue decepcionante (ya llegaremos a ello) el de triples, todo lo contrario, yo lo viví como uno de los más interesantes. Me da un poco de pena por Anthony Morrow que se curró mucho todo el rollo de la camiseta de Petrovic y parecía el más ilusionado con el concurso, pero al hablar con él estaba clarísima su ansiedad, y si algo hemos aprendido, hablando con los ya veteranos del concurso (Durant, Jones) es que la concentración exagerada en este concurso acaba resultando contraproducente. Hay que soltarse, relajarse, encontrar el ritmo y pensar solo en el siguiente tiro.

El propio Jones, que nos daba esta receta, no tuvo en cuenta su propio consejo al principio de la primera ronda, en la que claramente se dejó influenciar por los tempraneros fallos. Eso sí, la cerró con un último carro memorable. Ya comentamos en Twitter que los micrófonos de las canastas (o los altavoces) que amplifican la señal, te lo dejaban oir todo, y en este concurso de triples se oía perfectamente cuando el tiro no tocaba nada más que red. La posición en la que estábamos era perfecta para seguir los tiros desde las esquinas, y el último carro del de Miami fue sencillamente perfecto. Hubiera metido 15 más así.

Por cierto, si algún ojeador estaba viendo ayer el concurso, los informes de Miami a partir de hoy tendrán un anexo con la esquina desde la que se puede dejar tirar a Jones y la que no.

El mayor zumbido de la noche hasta el momento se lo llevó, Ryan Anderson, favorito del público por estar en casa, y que además tuvo opciones de colarse en la segunda ronda hasta el final.


Ayudó mucho al ambiente, que si bien Anderson quedó fuera, las estrellas, Durant y Love, siguieron adelante. Aunque el nivel de decibilios y cariño a Anderson fue mucho mayor, la lucha entre Kevins fue lo suficientemente interesante para mantener el zumbido en el respetable.

Aquí empezó la Wi-Fi a jugar con nosotros, y no pudimos mandar el tweet «Gana Kevin» que teníamos preparado. Cuando Internet volvió, nos alegramos de no haberlo hecho: se le había ocurrido lo mismo a todo el mundo.

Y así llegamos a la joya de la corona, el momento más interesante del día: el concurso de mates. Vaya por delante, que pareciéndome flojito, no me parece ni de lejos el peor (sin pensarlo mucho 2004, parece insuperable en ese aspecto) y al menos tuvo un mate memorable, que va a quedar en el recuerdo, que sujetará el recuerdo de este año, que basta y sobra para ganar con un nivel como el que vimos, que no se me olvidará nunca: el segundo, con dos balones de Jeremy Evans, nuestro favorito moral, aunque temíamos el efecto Rubio y el efecto Yao en las votaciones del público.

Estar entre bambalinas en un evento de este tipo le quita un poco la sorpresa: vimos la moto detrás de una tela cubierta cerca de la rampa entrada, entrevistando a Jeremy Evans se le escapó una sonrisilla que nos daba que pensar que no iba a recibir la ayuda de ninguno de sus compañeros, pero sí de alguien «externo», y también vimos antes de tiempo el rack de luces que utilizó Paul George aunque en este caso, teníamos mucha menos idea de para qué se iban a utilizar.

Hubo muchos abucheos para el primer mate de Evans que se equivocó muchísimo matando esa pelota en lugar de dejarla pasar, seguramente preso de los nervios, pero se metió a buena parte del público otra vez en el bolsillo con el segundo. Y  hemos dicho parte, porque todavía hubo gente, aunque mucha menos, que le abucheó al terminar el concurso, y ser declarado el ganador.

Además, lo de la camarita, al menos en el pabellón, no sé en la retransmisión, lo explicaron tarde y mal, después del mate. Y el no explicar los props bien, y antes de usarlos sienta fatal al público. Que se lo digan a Rudy y su camiseta de Ricky Martin.

El numerito del tercer mate, con Kevin Hart y su metro cincuenta o así de por medio, puede que no haya gustado mucho en casa, pero aquí, que el cómico Hart es bastante querido, tuvo su apoyo. Y esta vez, sí que fue presentado e introducido con la complicidad del público.

El numerito de Paul George sí que se debió de ver mejor en el sofá donde habitualmente estamos, que desde el pabellón. Yo solo vi luces de navidad de camino al aro, lució muchísimo más después en el Jumbotron (que por cierto, el del Amway es descomunal).

Y respecto al mate de Budinger con Ceballos, no fue ni siquiera el mejor homenaje a Cedric de todo el finde. Lo hizo muchísimo mejor K-Dobbs en el concurso amateur Slam Dunk Showdown, saltando por encima de gente, por donde también apareció Ceballos. Creo que no hace falta elaborar más.

De Derrick Williams, qué decir. Pues que se está disputando el título de gran perdedor del finde, en esa carrera con tres favoritos: él, el tráfico de Orlando entre Downtown y el Convention Center, y el periodista Chris Sheridan. Añadiríamos a Kobe, pero está soltero, se sale con la suya siempre y no nos extrañaría que hoy nos dedicase 50 puntos.

El viernes, Williams hizo un partido flojete, y eso que se le veía con ganas de chupar y jugársela, pero no le salieron las cosas, y eso que fue una triste pachanga. Alerta roja. Y ayer, no supo aprovechar los puntos extra de la aparición de Ricky; el uso de una moto como simple adorno, porque no fue más que eso, le salió por la culata y ni siquiera aprovechó la ventaja que tenía frente al resto de participantes, su potencia. Igual el medidor que se curraron los genios del MIT le hizo justicia a esta parte. No lo sé, porque desde mi posición jamás supe el resultado de las mediciones, otro fallo comparable a lo de la cámara de Evans. Pero todo lo que no fuera victoria aplastante del otro D-Will, es otro tachón que ponerle.

Del concurso de mates en general, ya hablé el año pasado, y yo soy de la opinión, que (casi) todo está inventado y que hemos llevado la capacidad atlética hasta el límite. En lo único que nos podemos sorprender, como mucho, es en la publicidad que crearían los nombres y las estrellas de la Liga, a las que o convences en los dos primeros años de su carrera de venir, o les pones «Un millón de dólares» (inserte voz del Doctor Maligno) delante como sugirió BronBron (no es listo, ni na, el tío) u olvídate. Y respecto a lo que dije el año pasado, y después de verlo repetido varias veces este finde, tengo clarísimo que el Showstopper que se sacó de la manga DeMar DeRozan es el mate más infravalorado y Vincecartiano que recuerdo. El mejor con mucho desde el 2000. Y me da mucha pena no haber hecho aún más hincapié en su día de lo espectacular que fue.

Nos alegramos mucho por Evans que tiene pinta de buen tío, era el humilde y el lin-vitado a última hora (que no es libráis de Jeremy, no). Estaba un poco preocupado cuando le preguntamos por ser desconocido para el público, pero esperaba que sus mates, (bueno, al final fue su mate, así en singular) hablara por él y tuvo un poco de suerte que la victoria coincidiera este año con las rebajas.

Y la experiencia de vivir un concurso de mates en directo, incluso una descafeínado y con sacarina como este, es mejor de lo que uno se imagina. Se oye la ilusión, la emoción, la excitación y la anticipación. Cuando el mate merece la pena, y por desgracia eso solo sucedió una vez, sientes como todo tiembla.

Sentir, de eso trata todo esto, ¿no?

All-Star: Día 2 (vol.1)

La sesión se empezó como siempre con el ya tradicional concurso de tiro, donde por cada equipo participa una jugadora de la WNBA, un jugador mítico ya retirado y un jugador actual.

La primera ronda del concurso demostró que la clave en este concurso está en el tiro desde el medio campo, Kenny Smith para el equipo de Texas lo logró al primer intento y eso hizo que su equipo llegara a la final con el mejor tiempo, dejando fuera de este primer corte al equipo de los Lakers, con Gasol, Ricky Fox y Thompson con cara de tontos, ya que se notaba que querían llegar lejos. Muy decepcionante también el equipo de Chicago, con Tag Gibson dando una sensación más que lamentable.

En la final el equipo de Atlanta empezó con una serie discreta hasta incluso en el tiro de medio campo donde Horford metió la susodicha canasta al 18o intento, todo parecía encaminado a una nueva victoria de Texas… pero no, ya que aunque llegaron al tiro de medio campo con tiempo de sobra… no lo metieron, con lo cual el equipo formado por Coco ‘Flequillo’ Miller, Steve Smith y Al Horford se llevó el título hacia ATL.

El siguiente concurso es el que personalmente me ha estado gustando más estos últimos años, el de habilidades. El cartel con Chris Paul, Stephen Curry, Derrick Rose, John Wall y Russell Westbrook no podía ser mejor y la cosa empezó muy bien al ver las series de Curry y Westbrook, series muy serias y muy rápidas… pero a partir de ahí poco más… incluso Paul falló la bandeja inicial, una muestra más de que no estaba metido. Rose, que está  haciendo una temporada de MVP, también se mostró algo apático…

La final entre Westbrook y Curry no tuvo color y se la llevó el de Golden State que fue sin duda el más decidido a ganar el concurso haciendo un tiempo final inferior a los 30 segundos, así que merecidamente se llevó el trofeo.

Entramos en uno de los platos fuertes de la noche, el gran concurso de triples. De nuevo gran cartel con Durant, Pierce, Allen, Gibson, James Jones y Dorell Wright. La primera ronda tuvo de todo, desde una ronda de Allen que fue brutal y que apuntaba a ganador claro del concurso, pasando por un lamentable Durant que no llego ni a los 10 puntos o un Gibson que entre el peinado, la cintita y la serie que se marcó eran dignos de haberlo descalificado ahí directamente.

A la final llegaron Pierce (que fue fuertemente abucheado…), Allen y Jones. Todo el mundo esperaba un enfrentamiento entre Pierce y Allen, pero ahí se coló Jones, que fue sin duda el más regular del concurso ganando los triples. Un concurso de triples que está yendo a pique año tras año, con puntuaciones bajísimas y con puntuaciones altas que rara vez pasan de 20 sobre 30… donde están los tiradores??? además… ningún blanco en concurso de triples?!?!?!?!

Luego hablaremos de los mates, pero el regustillo que se me quedó al ver estos concursos fue el de una coca cola pasada… sin gas… eso que bebes el trago y dices…pffffff mejor agua…

Medidas de eficiencia: Sobre e infravalorados

Vamos a continuar el artículo de la semana pasada sobre métricas de eficiencia anotadora, repasando como cambian los números de la pasada temporada al usar el Verdadero Porcentaje de Tiro (TS%). En la Tabla siguiente, te presentamos los 10 jugadores que más aumento experimentan al comparar su TS% con su FG%, es decir, los más infravalorados desde el punto de vista de la eficiencia de tiro.

Jugador Incremento (%)
James Jones 0.195
Chauncey Billups 0.183
JJ Redick 0.166
Rudy Fernández 0.161
James Posey 0.160
Jason Kidd 0.153
Jared Dudley 0.153
Danilo Gallinari 0.152
James Harden 0.148
Channing Frye 0.147

Como ya te comentamos, el uso del FG% es muy poco preciso para los tiradores, por tanto, no es ninguna sorpresa encontrarnos entre los más beneficiados al cambiar de estadística a gente como Rudy Fernández.

Vamos a ver esta situación de otra manera. En la siguiente tabla se representan los jugadores que más puestos han mejorado de la clasificación de FG% (331 jugadores, 500 minutos necesarios) a la de TS%.

Jugador Puesto en TS% Puesto en FG% Incremento
Chauncey Billups 31 252 221
James Jones 107 324 217
Jason Kidd 58 243 185
JJ Redick 27 210 183
Danilo Gallinari 63 246 183
James Harden 121 284 163
Anthony Parker 62 221 159
Rudy Fernández 154 312 158
Kevin Martin 98 254 156
Quentin Richardson 172 227 155

Impresionante el caso de James Jones, que mirando por FG% sería uno de los peores jugadores de toda la liga (324 de 331) pero que en realidad está de 107, bastante por encima de la media. Y en lo que llevamos de 2010/2011, estaría de 5º con los nuevos Heat. O los de Chauncey Billups y JJ Redick, que pese a aparecer alrededor del puesto 200 en FG% fueron de los jugadores más eficientes de la Liga la pasada campaña, situándose en los puestos 31 y 27 respectivamente en la clasificación de TS%.

Vamos a hacer lo mismo ahora pero al contrario, vamos a ver que jugadores están más sobrevalorados por el FG%. Para los jugadores que no tiran triples, la diferencia entre el TS% y el FG% es la eficiencia a la hora de tirar tiros libres, por tanto, los peores desde la línea son los más afectados. Para demostrarte el fenómeno vamos a poner al lado de cada jugador su porcentaje en tiros libres, y la posición que ocupan en FT% en la Liga sobre 331:

Jugador Incremento % FT% Puesto en FT%
DeAndre Jordan -0.034 0.375 328
Andris Biedrins -0.030 0.160 331
Kwame Brown -0.030 0.337 329
Josh Boone -0.016 0.328 330
Ben Wallace -0.015 0.406 326
Ronny Turiaf -0.008 0.474 325
Shaquille O’Neal 0.000 0.496 324
Kris Humphries 0.005 0.536 321
Darko Milicic 0.007 0.536 320
DeJuan Blair 0.008 0.547 317

Podemos ver como los 10 jugadores más sobrevalorados por el FT% ocupan prácticamente los 10 últimos puestos de peores tiradores de tiros libres. Hay una curiosa excepción, Sasha Pavlovic que ocupa la posición 327 en porcentaje de tiros libres, pero su TS% mejora en 0.059 gracias a sus tiros de tres, y al reducido volumen de sus tiros libres.

De nuevo vamos a ver los jugadores que más puestos bajarían en el ranking de eficiencia anotadora cambiando la estadística:

Jugador Puesto en FG% Puesto en TS% Incremento
Kwame Brown 75 311 -236
Josh Boone 41 261 -220
Darko Milicic 92 285 -193
Chuck Hayes 95 281 -185
Ben Wallace 33 212 -179
Antonio McDyess 113 291 -178
Kurt Thomas 124 296 -172
Julian Wright 74 238 -164
Dante Cunningham 81 243 -162
Marcus Camby 127 277 -150

Viendo estos números se entiende porque, por ejemplo, pese a que Kwame Brown tenga un FG% muy superior a la media, no es muy buena idea darle el balón, porque realmente es el onceavo peor jugador de la Liga al conseguir puntos por cada posesión que mira al aro.

Vamos a repasar ahora el efecto de esta estadística en la élite, en los 10 mayores anotadores del año pasado.

Jugador TS % Jugador FG %
Amar’e Stoudemire 0.615 Amar’e Stoudemire 0.557
Kevin Durant 0.607 Chris Bosh 0.518
LeBron James 0.604 LeBron James 0.503
Chris Bosh 0.592 Dirk Nowitzki 0.481
Dirk Nowitzki 0.578 Kevin Durant 0.476
Danny Granger 0.564 Dwayne Wade 0.476
Dwayne Wade 0.562 Carmelo Anthony 0.458
Carmelo Anthony 0.548 Kobe Bryant 0.456
Kobe Bryant 0.545 Monta Ellis 0.449
Monta Ellis 0.517 Danny Granger 0.428

En esta tabla podemos ver como Danny Granger, el peor de los mejores anotadores de la Liga, y con diferencia, por FG%, sobrepasa a cuatro de ellos en TS%. Y como Kevin Durant pasa de la quinta a la segunda posición, no siendo solamente el máximo anotador, sino el segundo más eficiente.

En la próxima entrega analizaremos las mejores temporadas en términos de TS% de la Historia. Como adelanto, te diremos que entre los anotadores que más y con mejor eficiencia anotaron, se encuentran un pívot que pasó por cinco equipos, un histórico de los Celtics y uno de los analistas más polémicos de televisión.