Vuelve El Podcast Desde El Sofá! Más largo que un día sin pan!! y donde hablamos del Draft, de David Stern, de zapatillas, de GMs, de nombres jugones y de alguna que otra cosa más… nos ha dado para casi 2 horas, así que…sí! hay ask!
Recuerda que puedes también oirnos en iTunes y en iVoox, y que nuestro ask sigue abierto esperando tus preguntas…aunque hoy no las respondamos.
Seguro que lo primero que pensáis al leer el título es en la genial película de culto/autor de Ben Stiller y Vince Vaughn, pero no, no vamos a hablar de cine, vamos a hablar de pelotas o mejor dicho de balones de baloncesto, ya que el año que viene (y el siguiente) vamos a tener novedades.
Como todos sabéis, y si no os lo decimos nosotros, el próximo mes de febrero el comisionado de la NBA aka el que manda aka David Stern dejará su cargo a Adam ‘Smithers’ Silver, hasta aquí todo correcto, pero os preguntaréis, y qué tiene que ver esto con los balones? Pues mucho! resulta que si os fijáis en la pelota con la que se juega la NBA, el balón Spalding tiene en el lado derecho la firma del comisionado de la NBA, en este caso de David Stern. No es un caso único, en la NFL ocurre exactamente lo mismo. Así que, qué pasará con el cambio?
Spalding ya ha dicho su parte. Según parece el cambio efectivo al Silver Ball (por llamarlo de alguna forma), es decir, al balón con la firma de Adam Silver, será para la temporada 14-15, y toda la 13-14 se jugará aún con la Stern Ball (Sternato?!?!?!?!).
Cada equipo de la NBA recibe 72 balones por parte de Spalding al inicio de la temporada, para que vayan usando, entrenando y haciendo con ellos lo que quieran, habrá que ver quien es el primero que se queja, que el nuevo balón con la firma de Silver no agarra igual, bla bla bla bla, como el follón que hubo en 2006 cuando se pasó al raro balón sintético y que al final se tuvo que volver al de siempre.
Así que ya sabéis, id ahorrando para que allá por verano de 2014, comprar ya el Silver Ball!
El vetotrade que iba a llevar a Chris Paul a los Lakers no llegó a hacerse gracias sobre todo y ante todo a que los New Orleans Hornets eran propiedad de la propia NBA, pero esto ya se ha acabado, Tom Benson, el ya propietario de los Saints de la NFL es el nuevo dueño de la franquicia de NOLA.
El pasado 13 de abril y por un valor de unos 350 millones de dolares, Tom Benson compró a la NBA los New Orleans Hornets, con esto se pone fin a una situación lamentable que hacía que la franquicia de NOLA fuera propietaria de la NBA y con ello propietaria de los otros 29 propietarios + David Stern, esto era algo muy fuera de lo común y que fue clave para aquel vetotrade… basketball reasons.
Por cierto, justo días antes, Facebook compraba Instagram por mil millones de dolares, es decir, el amigo Zuckerberg podría tener 3 franquicias NBA… o 3 Hornets…
Ahora se abre todo un nuevo mundo en New Orleans. Benson ha tardado poco más de unas horas en decir que van a cambiar de nombre y de colores. Recordemos que Hornets viene de los míticos Charlotte Hornets donde debido a una de las guerras de la revolución americana, un británico dijo que Charlotte era como un nido de avispas… Claro, evidentemente ahora en New Orleans esto de Hornets… pues como que no.
A Benson le encantaría recuperar el nombre de Jazz, pero la franquicia de Utah parece que no está por la labor, a parte que esto supondría un desembolso brutal de dinero por parte del propietario de los Hornets para ‘comprar’ los derechos del naming, a lo cual habría que añadir el ‘problema’ que supondría en Utah cambiar de nombre, pero vamos, cuestión de pasta básicamente.
Así que no sabemos que nombre tendrán los Hornets en un par de temporadas, ni sus nuevos colores, pero lo que está claro es que el año que viene aún será siendo New Orleans el nido de avispas, eso sí, dentro de 2… vete tú a saber…
Estamos en plena Semana Santa y como parece ser está haciendo mal tiempo allá por donde mires, así que… nada mejor que pasar esta noche de pasión por cortesía de David Stern y la NBA…
Ayer ya te contábamos que nos gustaba mucho la primavera, ya que ibamos a tener cosas muy interesantes antes de acabar la temporada regular, uno de los platos grandes llega hoy, con una de las mejores noches y con mejor menú NBA de toda la temporada.
Por una parte tenemos una potencial final NBA, con el Heat vs Thunder, que se celebrará en South Beach. Miami llega con la duda de Wade y con ganas de demostrar que su derrota en OKC fue algo casual, vamos quieren dar un puñetazo encima de la mesa, mientras los de Brooks llegan a la chita callando, como han estado toda la temporada, pero demostrando que es el equipo más molón de ver y que son claros candidatos al anillo. Además, no nos olvidemos, nos pone mucho ver el Durant vs Lebron…
Luego tenemos el duelo angelino, Clippers vs Lakers, donde los de CP3 actuarán de locales en un Staples que estará lleno hasta la bandera. Partido importante, en juego media division Pacífica (aunque Lakers está 1.5 partidos por delante). Duda Bynum, el cual se torció el tobillo frente a Warriors y que a parte ha recibido una sanción por parte de los Buss & cia por hacer mil cosas mal… a saber. Clippers llegan un poco desfogados, desde la lesión de Billups no han sido los mismos e incluso el fantasma de quedarse fuera de PO estuvo pululando durante varias fechas, pero vamos estarán…
El tercer plato de nuestro menú, es un Mavericks vs Grizzlies, separados sólo por 1 partido y con la 5a plaza del Oeste en juego, esta plaza puede ser importante, ya que sabes que vas a ir a LA, pero no contra quien jugarás… así que casi podemos decir que tendremos un Mavs-Lakers y un Grizzlies-Clippers o un Grizzlies-Lakers o un Mavs-Clippers… interesante verdad? No se cual de las 2 combinaciones me gustan más… Ojo con Grizzlies que ya están todos sanotes…
Luego tenemos el retro duelo, Celtics vs Spurs, donde Spurs quieren demostrar que van en serio y donde los Celtics quieren callar muchas bocas y demostrar que cuando llega el tiempo de PO, se enchufan y pueden ganar a cualquiera. También por parte céltica, hay ganas de dejar medio cerrada la división, así conseguir asegurarse la 4a plaza. Es duda Allen, aunque parece que jugará. Por parte de SA, Popovich dice que Lupita sigue estando ahí, así que a saber con que nos sorprende, pero seguro que alguna tiene reservada… seguro.
El postre lo dejamos para un Jazz vs Suns donde aquí está claro: el que pierda dice adiós a los PO y empezará ya a pensar en la post-season, el draft y demás cosas veraniegas. Si gana Utah, mucho más claro todavía, pero si le da a Nash por armarla y ganar… todo se va a apretar un poquito más.
Así que ya sabéis, no tenéis plan para esta madrugada? pues ale, a ver NBA que la cosa viene bien…
Como hicimos para el jueves, vamos a dividir la crónica del sábado en 2+1 partes, 2 desde Orlando y 1 desde la adidas All-Star Viewing Party en Madrid.
Nos vamos primero a Orlando, donde el día empieza pronto porque no queríamos perdernos como recibía el públicp de la Jam Session a Jeremy Lin, que iba a las 10 de la mañana a firmar autógrafos. Antes, a las 9 (aunque no apareció casi hasta menos cuarto) estaba programada una sesión con Blake Griffin.
Lin demostró que está al nivel mediático de Bryant, Howard o James ahora mismo y podría perfectamente disputarles la corona. Ya hemos dicho por Twitter, que sin duda alguna, las camisetas de Lin, ya sea la de juego o las múltiples que hay con diseños haciendo alusión a la Linsanity han sido, tanto o más numerosas que las de Dwight Howard entre el público este fin de semana.
A las 10:30 tuvimos un rato para hablar con las 24+1 (Joe Johnson también andaba por allí, se ve que le encanta el All-Star) estrellas antes de que «entrenaran» en la pista central de cara al público.
Si uno quería coger la pole position, la experiencia tiene un poco de cita a ciegas. Nos concentrábamos en una valla, y los jugadores se iban poniendo según aparecían por allí. Por lo tanto había dos opciones, coger sitio y esperar a ver que jugador traían a tu vera, o esperar e ir a la caza del deseado con el riesgo de quedar en 3ª o 4ª fila, con una barrera de cámaras por delante.
A nosotros nos tocó Kevin Durant, y durante la próxima semana os contaremos todo lo que nos dijo este fin de semana, ya que ayer también hablamos con él… y quién sabe mañana. Como siempre, el turno de preguntas fue un auténtico freak show. Preguntas serias se intercalaban con frivolidades sin sentido, teles cristianas que venían a traerle el mensaje de la Biblia, y televisiones asiáticas de limitadísimo nivel de inglés que piden un saludo a la cámara de su país: «Kefin… plis… Jilou, t-t-t-t-t-u (silencio) camra»
Al acabar con Kevin, vimos la tremendísima marabunta que se había organizado delante de un Kobe Bryant, que tardó en salir algo más que sus compañeros, y que por tanto, hablo mucho menos. Bryant parecía pieza jugosa por muchos motivos: cuando le apetece manda hachazos y recados a todo lo que se mueve, los Lakers están en una situación convulsa, la fecha límite para hacer traspasos se acerca, y Rasheed Wallace podría convertirse en Lacustre. Además, no deja de ser uno de los mejores jugadores de la actualidad… y de la historia.
Pero la intervención no fue para tanto. Confesó que se puso «malo» para no oír preguntas ridículas (y cuidadín, que visto lo visto por el nível, no vamos a ser nosotros los que le culpemos), y las únicas boutades fueron dirigidas a los Clippers
Cuando terminaron de atendernos, el entrenamiento empezó y Kobe y Bynum lo comenzaron sentados en el banquillo, mientras sus compañeros empezaban a tirar, ya dirigidos por Brooks. Bynum, de hecho, se pasaría todo el rato con hielo en la rodilla derecha y con cara de pocos amigos.
Los equipos, que comparten pista, se cambian de lado intermitentemente mientras siguen tirando, y así se acercan momentáneamente por nuestro lado los jugadores de la Conferencia Este.
Kobe bromea, sobre todo con Westbrook y Durant mientras que Nash no para de hablar y gesticular con Brooks y Cheeks. De hecho, salvo por los 5 últimos minutos que se puso a hacer poesía en movimiento, vamos, a tirar a canasta, Steve no paró de cascar con Brooks. Si no fuera porque con Westbrook ahí parece imposible que estén buscando un base, cualquiera diría que Brooks andaba de cortejo del canadiense. Love, Aldridge y Gasol también parecen haber formado otra mini-pandi, a la que luego se unirían los Thunder cuando Kobe poco después volvió al banco.
En el único momento que Brooks intenta hacer algo con el equipo, la cosa le dura dos repeticiones. Ensaya una jugada en la que el base pasa el balón a un ala pívot abierto, que vuelve al top of the key para devolvérsela al base y ejecutar con él pick’n’roll, que acaba con el base pasándosela al pívot que quedaba dentro de la pintura, que se la vuelve a devolver al base. Vamos, que «ensayó» (la hicieron dos veces, contadas, una y dos) una jugada más compleja para el All-Star que cualquiera que usan en OKC.
Para terminar el entrenamiento a lo Iverson, vuelven a repetir el numerito que ya hicieron los rookies de tratar de batir el Guinness de 11 canastas desde el medio de campo en un minuto, con un equipo de 5.
El Equipo Oeste con Durant, Love, Aldridge, Westbrook y Paul, anotaron solo 1 en el primer intento y 2 en el segundo. En el Este, James. Rondo, Pierce, Anthony y Williams, empezaron con 5, casi todas, o todas de ‘Melo y en la siguiente ronda hicieron 7, con el mérito algo más repartido. Ya sabéis, si tenéis que apostaros algo con ‘Melo, mejor los chinos que los manzanazos de medio campo.
Al terminar, los jugadores tiran pequeñas pelotas al público, y el que mejor se lo pasa es Paul Pierce que se ensaña lanzando fastballs al personal. Al que pillaran despistado debió de dolerle.
En lugar de ver el concurso de triples de las celebrities, en el que repetían algunas de las estrellas de ayer, con la lección bien aprendida, esta vez decidí coger algo de comer y aprovechar para informaros por Twitter desde un punto con buena conexión.
A toda prisa, vuelta a las 2 de la tarde a la pista central del Convention Center, en la que los mejores jugadores de la D-League, la liga de desarrollo, se encontraban en su All-Star. El partido, muy competitivo, aunque dejó momentos para el espectáculo. Vimos a Daryl Morey, GM de los Houston Rockets y estuvimos todo el rato muy cerca de Mitch Kuchpak, el máximo responsable de los fichajes en Los Angeles Lakers. Muy tranquilo, apenas prestó atención un par de veces a su smartphone durante el partido. Con 3 jugadores de los D-Fenders, el equipo asociado a los Lakers en el equipo del Oeste, uno de ellos el MVP y antiguo Campeón del concurso de mates de la NBA, Gerald Green, Mitch miraba de vez en cuando la chuleta con la información sobre los jugadores. Por los momentos en los que la miró, parece que Marqus Blakely y Blake Ahearn llamaron su atención. Estos dos jugadores y JamesOn Curry fueron para mí los que mejor pinta tuvieron, aunque Green se llevara el MVP apoyándose en el apoyo del público por los mates que hizo y un poco de chuponismo.
En el descanso, tuvimos el concurso de mates, el segundo de tres que vamos a ver en estos dos días. La nota de diversión la puso Zach Andrews que se disfrazó de Grandmama, haciendo un homenaje a Larry Johnson, peró el ganador fue L.D.Williams en lo que con un poco de maldad, mucha gente describió como el mejor concurso de mates del día.
Al salir nos encontramos con John Hollinger, gurú de las estadísticas avanzadas de la ESPN; Allan Houston, que trabaja para los Knicks y el jugador de los Nets, Andre Emmett.
Y rumbo para el Amway con holgura a la rueda de prensa del comisionado David Stern, para llegar a tiempo, que con el tráfico de esta ciudad, los viajes dentro y fuera de Downtown siempre llevan más tiempo de lo previsto y hay que planear de acuerdo a eso. Como había un ratito de margen, se pudo cenar en la sala que nos preparaba con total hospitalidad la NBA, y salir a la pista a dar un paseo y ver como la han ambientado para los concursos. Por allí vimos la moto que luego utilizaría Derrick Williams cubierta con una tela, y ya nos empezamos a imaginar que tendría algo que ver con el concurso de mates. Curioso que no nos dejaran salir a la pista con el Sprite del comedor: no querían que ningún producto Coca-Cola pudiera salir en cámara. Ese tipo de cosas que hablan del nivel de detalle y cuidado con el que se llevan las cosas a este nivel.
La rueda de prensa de David Stern, que se llenó por completo, y donde estaban algunos de los periodistas más conocidos del panorama NBA, tanto a nivel local, como nacional, todo un quién es quién de la profesión, dio un buen repaso a todos los puntos de actualidad de la Liga. Merecería una entrada en la web para ella sola, pero os resumimos lo más importante.
Habló de una posible vuelta a Orlando para celebrar el All-Star en un futuro muy próximo en un pabellón como el Amway Center, al que piropeó; se congratulo de lo bien que ve a la Liga después del cierre patronal; resaltó que el nivel competitivo va a aumentar y el nivel de los equipos se va a igualar con las nuevas medidas; volvió a reseñar que el número de lesiones sigue igual que en pasados años, y que lo único que ha aumentado es el número de días perdidos y que para evaluar las ciudades que se eligen para albergar un All-Star, el mayor corte está en el número de habitaciones de hotel,
Respecto a las ciudades en las que el futuro NBA es etéreo, anunció que había tenido una reunión con el alcalde de Sacramento para ver como llevan el asunto del nuevo pabellón, con la fecha límite del 1 de marzo, todavía en pie, reconoció que el único obstáculo que existe ahora mismo es el dinero, y que la NBA no prestará ni un quarter a los Maloofs.
En cuanto al futuro de los Hornets, anunció que había dos grupos interesados en ellos, pero que estaban pendientes de llegar a un acuerdo con el estadio de Louisiana para mantener al equipo en New Orleans. Uno de los dos grupos, el que tiene algo de ventaja, está basado en inversores californianos, y descartó que el segundo grupo tuviera nada que ver con Seattle, ciudad de la que comentó que necesitará encontrar un equipo que quiera moverse allí ya que espera que los Hornets y los Kings se queden en sus respectivas ciudades. Descartó ampliar la Liga para darles un equipo, ya que no ve más de 30 equipos en Norteamérica, pero que en Europa, por ejemplo… ya veremos. Dejo la puerta más que abierta para un futuro algo lejano, pero pasándole la responsabilidad a Adam Smithers Silver, al que reconoció en público como futuro sucesor, y en el que delegó casi todas las preguntas relativas al futuro de la Liga.
Tampoco se dieron fechas de partido de pretemporada o de temporada regular fuera de Estados Unidos, pero Londres y Shanghai van a ser destinos seguros el próximo octubre.
La verdad que estar allí en una rueda de prensa de este tipo, impresiona. El oficio de David Stern es infinito, manda los mensajes y dirige la rueda de prensa como él quiere, y cuando le intentan meter en un jardín, el que sale mojado es el periodista. La cita de la noche fue el «Life is a negotiation» que utilizó en repetidas ocasiones entre las risas del personal. No tiene miedo de responder ninguna pregunta, y contar hasta donde puede contar, ni de guardarse las cartas. Jugar al póker con este hombre, tiene que ser terrible.
Preguntado por un Chris Sheridan, que vino a dar la nota, como todo lo que hace últimamente (ahora que tiene página propia se tiene que hacer notar) sobre el veto del traspaso a Chris Paul se desmarcó con la versión oficial de que no hubo veto, sino que los propietarios de los Hornets, los dueños de las otras 29 franquicias, rechazaron la oferta, y él solo fue el mensajero. Cuando Sheridan le resaltó que ahora mismo parece peor oferta la de los Clippers que la de los Lakers por la lesión de Gordon y el buen nivel de los Wolves, Stern contraatacó rápidamente usando a Marc Gasol que llegó como relleno en el traspaso de Pau y ahora es All-Star, como ejemplo, de que nunca se sabes que puede suceder en un pasado. Sheridan le respondió que él sí lo veía venir, porque ve mucho baloncesto internacional. No es que estemos al lado de las decisiones recientes de Stern en general, ni de esta en particular, pero desarmar a Sheridan y a su ego, es como quitarle un caramelo a dos niños.
Es una pena que una pregunta verdaderamente interesante y con mucho que contar como esta, fuera desaprovechada por lo mal que la formuló un periodista que se cree más grande que lo que tiene que contar, pero a veces suceden estas cosas.
Y aquí ponemos punto y final a la primera parte, ya os comentaremos cómo vivimos los concursos desde dentro del Amway Center.
Ayer jueves estuvimos en la Jam Session, el parque temático que monta la NBA con ocasión del All-Star, con todo tipo de opciones para divertirse y pasarlo bien. Sacarse fotos con el trofeo Larry O’Brien, en una rueda de prensa, en el plató de NBA TV o en el vestuario de los Magic es posible con mayor o menor truco. Hay pistas por todos lados y los partidillos y concursos de tiro se suceden. El ba-lon-ces-to no para. Nunca.
La Jam Session empieza de manera oficial una hora después de la apertura de puertas con todo el mundo que participará hoy arropando a Stern en la pista central para empezar las festividades. Bob Lanier con la voz cantante y Darryl Dawkins, George Gervin, Dikembe Mutombo (al que ya no volvimos a ver para nuestra desgracia), A.C. Green o Robert Horry juntos con Kyrie Irving o MarShon Brooks. Después de las palabras de David y las autoridades locales, las leyendas y el futuro de la NBA se pusieron a hacer ejercicio con las hordas de niños que se aprovechaban del programa FIT.
Tuvimos la oportunidad de charlar un rato con el Hall of Famer Lanier, al que pedimos opinión sobre las quejas de los jugadores de hoy en día cuando se encuentran en equipos no competitivos como le ocurrió a el en sus Pistons, pero evitó meterse en problemas y nos dijo que «no vivo su vida, por lo que no puedo hablar de su situación». Descartó volver a intentar trabajar como entrenador o asistente, ya que «fue algo que no funcionó. Y cuando el Señor tiene otros planes…». Y desde su papel de embajador de la NBA, comentamos como la Liga está cambiando: «La envergadura y la rapidez lo son todo ahora mismo, la fuerza no importa tanto como hace 30-40 años. La gente entrena mejor, come mejor, no depende tanto del peso.»
Al terminar de hablar con Lanier, dando una vuelta alrededor de la pista, vimos a David Stern atendiendo a los medios en un rincón apartado y solo llegamos al final de su intervención. Así es esto, si no se posee el don de la omnipresencia es imposible estar a todas las oportunidades que un evento como este ofrece. El jefazo ratificó que el 1 de marzo es la fecha para llegar a un acuerdo acerca del nuevo pabellón de Sacramento, y se lamentó de no haber llegado a un acuerdo para resolver el cierre patronal más temprano teniendo en cuenta que «el acuerdo llevaba un tiempo encima de la mesa». También minimizó la importancia que la agenda condensada tiene en las lesiones: «No estamos viendo más lesiones de lo habitual. Simplemente los equipos prefieren dar reposo a un jugador uno o dos días con lesiones pequeñas, y con este calendario ese reposo coincide con dia de partido.»
También hablamos con Gervin, al que recordamos su pasado en el Manresa, que aún tiene en mente como experiencia positiva, y nos preguntó por la marcha del equipo. También quisimos conocer su opinión sobre la recuperación del H.O.R.S.E. en el All-Star, concurso en el que él participó en la que quizá sea la edición más memorable, contra Pistol Pete Maravich, y la nueva cancelación le parece normal: «Ahora no hacen ningún truco. Simplemente tiran, no hacen realmente nada elaborado ni extravagante».
También tuvimos un concurso de triples entre Horry, Gervin, Green y Tim Hardaway, que tras tres rondas, muchas bromas, y todo el buen rollito del mundo, se acabó llevando Green encestando el balón de 2 puntos sobre la bocina.
Después de esto, poco más. Kemba Walker y Kyrie Irving tuvieron que firmar autógrafos a destajo en diferentes stands, y el Cavalier, mucho más simpático que el Bobcat, para desentumecer un poco la muñeca se acabó acercando a una de las pistas para echarse unos triples con la gente que quedaba.
Ahora toca descansar que en menos de 8 horas, tenemos una rueda de prensa de USA Basketball, con José Luis Sáez y Marc Gasol como invitados especiales, para, no sé, tal vez anunciar un USA-España en Barcelona el 24 de julio.
Si quieres estar puntualmente informado, te recomendamos nuestro Twitter, que vamos actualizando siempre que tenemos algo que contar y podemos.
Anoche, ya algo tarde, nos acostábamos con la idea en la cabeza de que algo gordo se estaba cociendo en la NBA, más concretamente entre Lakers, Hornets y Rockets, un trade que mandaba a Chris Paul a Lakers, a Gasol a Rockets y a Odom, Scola, Martin y Dragic a los Hornets pero cuando todo estaba hecho, apareció él, David Stern.
La NBA o lo que es lo mismo David Stern había vetado el trade, ya realizado, por motivos baloncestísticos y dejaba a todo el mundo en su sitio, a partir de este momento La Caja de Pandora se había abierto.
David Stern decía que motivos de índole baloncestística había hecho que se vetara el trade, que luego analizaremos…, pero la verdad que hay detrás es mucho más tenebrosa y maquiavélica. Lakers con este traspaso iba a dejar de pagar bastante dinero por el tema de la Luxury Tax, dinero el cual va al resto de franquicias, los propietarios eso no les ha hecho ni pizca de gracia, así que han puesto el grito en el cielo para que eso no sucediera. Luego tenemos los equipos que le da igual la pasta, los poderosos, que vistos el panorama han dicho que no, que no, pero estos más pensando en ver a Paul de dorado y purpura… La verdad en todo esto? poca gente la sabe, para que nos vamos a engañar, pero el Lockout tiene mucho que ver ya que se han esgrimido razones de mercados pequeños, de siempre pasa lo mismo y demás para justificar una dictadura y una imposición de otra época.
Uno de los grandes factores es la situación de los Hornets, que actualmente son propiedad de la propia NBA, es decir, los propietarios de todos los equipos de la liga, algo que es impensable por estas tierras, pero que en USA no es una situación extraña. Esto hace que claro, pueden vetar el trade y efectivamente, si no les viene bien o simplemente no les gusta, dicen que no y santas pascuas, de ahí la clave de que la NBA (David Stern) haya vetado el traspaso. Con el consecuente papelón por parte de los GM de los 3 equipos que se tienen que comer jugadores que ya estaban traspasados… todo muy divertido como veis.
Pero analizando el trade y como buen lacustre que soy, me gusta y no me gusta y me explico… Lakers recibe uno de los mejores bases de la liga sin duda, pero dar Odom + Gasol es un lastre brutal de cara al juego interior, que se quedaría a expensas de Bynum y ojo, que yo soy totalmente defensor de anteponer a Bynum antes que a Gasol, pero claro, con Odom jugando de 4. Sin Odom Lakers está cojo en el juego interior… eso o había algo por detrás oculto, es decir, otro movimiento no se si para traer a Howard, que ya sería seguro por Bynum (el único traspaso que haría yo por el 17 Laker…) con lo cual nos quedaríamos con el sueño de Kobe + Paul + Howard, pero sin juego interior… tal y como le pasa a Howard en los Magic… mal incluir a Odom… Lakers creo que pierde más que gana… pero el impacto que puede hacer Paul en Lakeres puede ser tremendo…
Por parte de Rockets, se llevan a Gasol, un All-Star, pero dan a su mejor jugador dentro, Scola. Otra cosa hubiera sido si hubieran podido juntar a ambos, lo cual sería más que importante haciendo de Houston uno de los mejores y más inteligentes juegos interiores de toda la liga. Por otra parte las bajas de Martin y Dragic son anecdotas, aunque el balcánico acabó el año pasado con buenos números. Eso sí, con esto podrían ir a por Nene… y uno Gasol + Nene también sería muy interesante…
Y finalmente los Hornets. Qué parecen los grandes derrotados por la perdida de su estrella, personalmente son los grandes beneficiados de todo el trade. Juego interior más que bueno con Odom, Scola, West y Okafor que ya está en plantilla. Llega Dragic, un buen base junto a jugadores como Ariza, Bellinelli…
Pero nada de esto será realidad, ya que David ‘Bananero’ Stern ha decidido que no le da la gana, así sin más, estableciendo un precedente que hace que a partir de este momento ningún trade sea seguro hasta que el nuevo general manager de toda la NBA le apetezca. Es decir, tal vez este post nunca salga y no lo leáis porque claro, nos lo pueden vetar… quien sabe…
PD: Y no hablo de la carta de Gilbert, por no perder el tiempo…
ACTUALIZACIÓN:
Adjuntamos aqui el comunicado oficial de David Stern al respecto… no tiene desperdicio… NEW YORK, December 9, 2011 – In response to inquiries, NBA Commissioner David Stern released the following statement: “Since the NBA purchased the New Orleans Hornets, final responsibility for significant management decisions lies with the Commissioner’s Office in consultation with team chairman Jac Sperling. All decisions are made on the basis of what is in the best interests of the Hornets. In the case of the trade proposal that was made to the Hornets for Chris Paul, we decided, free from the influence of other NBA owners, that the team was better served with Chris in a Hornets uniform than by the outcome of the terms of that trade.”
A esto de las 3 de la tarde en New York, se acababa la reunión entre propietarios y jugadores, y se anunciaba lo que muchos nos temíamos desde hace tiempo, habrá cierre patronal, el temido lockout en la NBA, a las 12:01 AM, EST, las 6 de la mañana hora española.
Al no ser capaces de llegar a un acuerdo antes de la fecha límite, en la que finaliza el actual convenio colectivo, todas las actividades de la Liga no darán comienzo, empezando por el periodo para hablar con agentes libres, que queda aplazado hasta la fecha pertinente. A la salida de la reunión, que duró 3 horas, imperaba el pesimismo y se decía que las dos posturas están aún muy lejos.
El nuevo acuerdo podría llegar en cualquier momento, y por tanto, aún hay posibilidades de que la temporada 2011/2012 se juegue completa. De la misma forma, podría no llegar a jugarse ningún partido, o jugarse 50, como en el último parón patronal, el de la temporada 98/99. Todo está en el limbo ahora mismo a expensas de que las dos partes acerquen posturas.
Con el sistema actual, los jugadores se embolsaban el 57% del BRI, es decir de los ingresos relacionados con el baloncesto, que la pasada temporada ascendió a 2.100 millones de dólares, una media de 70 por equipo. Según la Liga, 22 de los 30 equipos están perdiendo dinero: 370 millones de dólares entre todos al año, y por eso quieren ver reducida esta cantidad. Uno de los caballos de batalla es la estimación de esa cifra de pérdidas que es bastante polémica, porque en ella se han incluido las amortizaciones de las compras de los equipos y de la construcción de pabellones, algo que según el gremio de jugadores no debería repercutir en ellos, y que reduciría de 22 a 10 los equipos que están perdiendo dinero.
En la primera y agresiva propuesta de los propietarios, proponían un límite salarial fijo de 45 millones de dólares para el año que viene (en el que a los jugadores se les reducirían los contratos ya firmados) con lo que la NBA pagaría 750 millones menos en salarios a jugadores el año que viene, un descenso que paliaría de inmediato las pérdidas, y permitiría a los salarios ir creciendo paulatinamente.
La otra opción que ofrecieron posteriormente los propietarios fue la de mantener la cifra de 2.000 millones al año durante los próximos 10 años. En este caso, los jugadores mantendrían los salarios de manera similar a la temporada pasada, pero no crecerían con el tiempo, por lo que acabarían perdiendo poder adquisitivo: el BRI proyectado para 2021 según los jugadores, es de 5.000 millones de dólares en lugar de los 3.700 de este año, y por tanto, pasarían a cobrar un 40% de los ingresos estimados al finalizar el convenio, muy alejado de la cifra actual. Esta cantidad se organizaría con un tope salarial flexible de unos 62 millones, que algunos equipos podrían superar con penalizaciones más duras que las actuales, hasta un límite firme. Vamos, un tope fijo disfrazado.
Los jugadores, por su parte, se niegan a aceptar un límite salarial fijo y han aceptado reducir unos 500 millones su salario durante estos 5 años (quieren un acuerdo más corto, por los 10 años que los propietarios desean), sin mantener su salario en ningún caso por debajo del 50% del BRI, pero sus propuestas han sido mucho más vagas que las de las franquicias. Las dos ofertas ofrecidas por los propietarios les parecen esencialmente iguales, porque el total que se piensa repartir debería similar durante el periodo completo de 10 años, pero desde luego están mucho más cerca de la segunda, porque les permitiría mantener sus contratos en las mismas cantidades el año que viene y mantendría los contratos garantizados.
Otros detalles menores que les dividen son, la duración de los contratos, que los propietarios quieren reducir de 5 a 3 años para jugadores que cambian de equipo, y de 6 a 4 para los que se quedan con su franquicia, algo que los jugadores podrían aceptar, siempre y cuando estén completamente garantizados, la vuelta al antiguo límite de edad de 18 años, ya que el sindicato desea que los jugadores se puedan incorporar directamente desde el instituto, la flexibilidad para realizar traspasos ya que los jugadores quieren que aumente el margen entre salarios que entran y salen en los traspasos y se elimine la llamada BYC que hace casi imposible traspasar a un jugador que acaba de firmar el segundo contrato de su carrera, después del de novatos, para que haya un mayor movimiento de jugadores, mientras que por su parte los propietarios abogan por un sistema aún más restrictivo en el que desaparecerían los sign-and-trades, el periodo en el que un equipo tiene derecho de tanteo que los jugadores quieren reducir de una semana a 48 horas para dar más agilidad al mercado de agentes libres
Una de las claves del pulso es la capacidad de los jugadores para apoyarse entre ellos y aprender de los errores. Una de las bazas que se guarda la patronal es que muchos jugadores de la NBA, pese a cobrar contratos millonarios viven al día, y el no cobrar los cheques puntualmente les mandaría a la bancarrota. Los jugadores llevan un tiempo avisados de esta situación, y los más pudientes están dispuestos a colaborar con sus compañeros, pero todavía no sabemos si han sabido apretarse el cinturón. De todos modos, esto se empezaría a ver más tarde, ya que la gran mayoría de jugadores comienza a cobrar con el inicio de la temporada, en noviembre.
El otro gran as de la patronal es que una serie de ingresos están asegurados, haya temporada o no. Aprendieron de anteriores situaciones, y ahora se han asegurado que por ejemplo, las televisiones pagarán igual el dinero que le corresponde la temporada siguiente, lo que les da un mayor incentivo para la espera que al sindicato de jugadores.
El jefazo David Stern ha hablado hace unos minutos para NBA TV, y de nuevo, el pesimismo es la tónica dominante. Reconoce que, en comparación con el cierre patronal del 98, no están más cerca a estas alturas,
Una de las primeras consecuencias del cierre patronal, será visible en las páginas webs de los equipos, de donde tienen que desaparecer todas las fotos y vídeos de los jugadores a golpe de viernes. Un buen momento para los amantes de las cheer-leaders y las mascotas, a los que el final del convenio no les afecta. Otras situaciones en las que el lockout ya está teniendo un impacto son la liga de verano de Las Vegas que ya fue cancelada, los partidos en Europa que aún no han sido programados y están ya en el alero, y los jugadores que jueguen con sus selecciones este verano, que no estarán asegurados por las franquicias.
Seguiremos oyendo hablar de esto, y se espera una nueva reunión pronto. Esperemos que un momento como este, en el que la Liga vive su mejor situación en cuanto a popularidad y seguimiento desde la era Jordan, todo se solucione, pero al llegar a esta situación, las posturas en lugar de acercarse, tienden a alejarse un poco más, en el tira y afloja que no espera.
Y atención que la cosa se podría poner aún peor: si los jugadores hacen al igual que la NFL, y se separan del sindicato para denunciar personalmente a la NBA por monopolio, el asunto será aún más farragoso.
Paciencia.
Actualización Ya lo hemos comentado alguna vez, y por eso no lo incluimos en el artículo original, pero algo que no es compatible con el lockout, es la desbandada de los jugadores a Europa. Independientemente de que habría que ver de donde sale el dinero para que los cracks consideren rentable el venir, y pagar su seguro, la FIBA tiene un acuerdo con la NBA que no permite que ningún jugador bajo contrato NBA juegue en Europa, salvo una autorización expresa (Letter of Clearance) que la NBA no está dispuesta a conceder a sus jugadores. Solo los agentes libres que ahora mismo no tienen contrato (Marc Gasol, Andrei Kirilenko, Jose Juan Barea, Marco Belinelli, Carlos Arroyo, Nene o Peja Stojakovic entre ellos) podrían considerar la posibilidad.