PO Desde El Sofá (XXXI): Broche perfecto

Bonito partido para cerrar una magnífica de serie de Playoffs, a la que sólo le ha faltado alguna de esas bacanales de prórrogas y canastas sobre la bocina. Los 10 partidos jugados este año por ambos equipos entre temporada regular y eliminatorias por el título nos han dado una gran cantidad de momentos inolvidables que formarán parte de la Historia de la Liga, y al final se ha impuesto el equipo que en el cómputo global ha sido un poco mejor, el que ha aguantado un pelo más. Que no se castiguen mucho en Oklahoma City, ante estos Warriors les acaba pasando a todos.

Pero que nadie se engañe: no estuvo claro hasta el final. A dos minutos para que terminara la serie, el último coletazo de Durant dejaba a OKC sólo 4 puntos por debajo, después de haber tenido ventajas de hasta 13 puntos en la primera parte. Pero entonces una falta de 3 tiros sobre Curry cuando la posesión de los Warriors agonizaba, puso el punto final a esta bonita lucha. Sobrevive el Gigante de las 73 victorias ante los Quijotes que habrían tumbado los dos molinos más grandes que jamás han caído, vuelta y vuelta.

OKC se negaba a cumplir el guión de los séptimos partidos, y en vez de salir a la pista como casi todos los que han estado allí antes que ellos, no se presentaron ante un pelotón de fusilamiento. Cargando el rebote de ataque, implicando a todo el equipo, partiendo del dos contra dos de Westbrook y Adams que ha vertebrado su juego buena parte de la temporada regular, OKC empezó mandando, ante un quinteto con Iguodala de inicio más complicado aún de superar que el habitual, y con el ajuste de poner a Thompson defendiendo a Westbrook. En medio de un inicio coral, la primera estrella en sentirse cómoda anotando fue Durant, que aprovechaba su altura para tirar por encima de un Iguodala que le defiende tan bien, que es de lo poco que le deja hacer. Y encontraron revulsivo en Waiters desde el banquillo: un necesario tercer creador para OKC, que además se atrevía a ir a por el aro incluso más que sus ascendentes. Así, el equipo estaba jugando de manera fluida y dinámica, sin notar los cambios, llegando a los ya comentados 13 puntos de ventaja.

Se oía cada vez más fuerte el «Cucurrucucú Paloma» y Kerr, que sabía que no se lo podía tomar a broma, y que además, cambió su rotación por la entrada de Iguodala, no utilizó el quinteto banquillero y dejó a alguno de sus tres puntales en pista en todo momento. Pero en el fondo, cuando les recordaba en el tiempo muerto que una ventaja como esa la habían fulminado hace dos días y a domicilio, sabía que conectar a sus chicos está por encima de cualquier combinación. Y tras esa parada vino el primer arreón: encadenando uno de esos fallos esperpénticos de Westbrook con un triple de Thompson y un tapón de Green en la ayuda, obligaron a Donovan a pedir un tiempo muerto y metieron al público en el partido. Otro par de triples de Klay a renglón seguido, uno de ellos tras un error de cálculo defensivo de Westbrook, ponían a prueba por primera vez los nervios de los Thunder, que encajaron con mandíbula prieta los golpes y los devolvieron bien. Su respuesta llegó en forma de siete puntos consecutivos, y un truco mental jedi para que Draymond Green hiciera de repente una llave de judo a Steven Adams que acabaría aplastando su propia cabeza. Y la defensa seguía sin aflojar, quedaban dos minutos para el descanso, y estaban dejando a los Warriors en tan sólo 33 puntos. Cambios precisos, nada de oxígeno a los tiradores. Se colaba de vez en cuando alguno por la puerta de atrás, aparecía un triple imposible o pagaban alguna columpiada ocasional de Russ. Pero por el resto, un trabajo tan perfecto en esos 22 primeros minutos como hayan podido hacer en cualquier otro momento en estos Playoffs.

Y entonces llegó la segunda embestida: parcial 7-0 favorable para Golden State, y cuando Curry tenía la bandeja para seguir extendiéndolo, el brazo de Ibaka planchaba el balón contra el tablero, y Waiters y Westbrook dirigían una fantástica contra terminada en 2+1. Cambio de 5 puntos, para evitar que la ventaja fuera demasiado corta al descanso, y aunque dejaron que Curry se recorriera la pista en cinco segundos para terminar la primera parte con una bombita sobre un bosque de brazos secuoya, se iban al descanso con la confianza de haber restado bien las acometidas.

En el inicio de la segunda parte, el muro empezó a caer. Los Warriors empezaron a cortar y continuar los bloqueos con más intención y explosividad, y aparecían demasiado cerca del aro, con oportunidades muy cómodas. Sólo les faltaba rentabilizarlas, porque con la envergadura de OKC se les hacia de noche. Pero estos ya empezaban a llegar en el último momento. En ese momento Kerr quita a Bogut, que no estaba mirando al aro, y con Ezeli como amenaza aún más real de continuación, los Warriors consiguen por fin los cambios deseados en el perímetro: los que dejan a los Splash Brothers con los hombres altos. Cinco triples en seis jugadas, con el cameo de Iguodala, que se suma a la hermandad siempre que la cosa se pone fea, y Golden State empata el partido. Pero OKC todavía no se derrumba: Durant da buenas respuestas en las siguientes posesiones, Green tiene que salir de la pista por cometer la 4ª falta a 5:40 para el final del tercer cuarto, y Donovan aprovecha para meter a Waiters y jugar pequeños, y este le vuelve a responder con buenas acciones en ataque y defensa (ni Ezeli ni Speights pueden anotar en el poste bajo frente a él).

En este momento de igualdad en el marcador en que ambos andaban mirándose a los ojos, aterriza en las series Shaun Livingston, que tras ser el jugador menos brillante del equipo en anteriores encuentros, lanza un parcial de 12 puntos de los Warriors… ¡anotando en el aro! Su agresividad tiene premio y Golden State se marcha por primera vez en el marcador con un quinteto de banquillo profundo en pista, en el que Curry está acompañado por Varejao o Barbosa… mientras enfrente tienen a Kanter. OKC, que había jugado con paciencia y tino hasta ahora, vuelve a poner sus peores hábitos en práctica y demuestran que la templanza que tuvieron aguantado a los Warriors que venían desde atrás, no la mantienen cuando se les van por delante. Lo que ocurrió al final del G6 el otro día, vamos, pero esta vez un cuarto antes, y quizá con las mismas consecuencias.

El descanso previo al último cuarto les sienta bien, y los Thunder vuelven a aprovechar lo que la defensa les da: Westbrook empieza a repartir caramelos para que sus compañeros anotan de media y larga distancia, y con un poco de fortuna en el otro lado (Speights y Green fallan dos bandejas aparentemente sencillas, Westbrook también había hecho algo parecido un rato antes a la contra, pero en una acción más complicada que sólo pareció sencilla por ser suya) logran ponerse a tan sólo cuatro puntos. Curry apaga el fuego con 7 seguidos que encuentran réplica majestuosa a la altura desde la línea de tres de Westbrook y Durant y el partido llega al ecuador del último cuarto con 5 puntos de ventaja para Warriors, y los Quintetos de la Muerte en pista. No más pívots.  El momento de la verdad.

Son los Warriors entonces los que continúan donde lo dejaron el otro día, con Klay Thompson y Draymond Green conectando desde el triple, y a falta de 4 minutos y con 11 puntos de ventaja, Thompson tiene el puñal en su mano: un triple abierto en el ala izquierda tras un dos contra uno a Curry. El escolta no acierta con el descabello, y con 7 puntos sin réplica de Durant, que saca la 5ª de Green por el camino, se aferran a la vida.

Había dos minutos de alta tensión por delante, un partido en dos posesiones, y flotaba la posibilidad de estar ante un final legendario. Las constantes idas y venidas de ambos equipos podrían haber desembocado en eso. Pero el genio de Curry, que atrapó en su trampa a un Ibaka que va a tener pesadillas que culminarán con esa falta en el triple, puso punto y final al partido. El impacto de esa jugada fue tal que OKC prácticamente renunció a los 80 segundos que les quedaban: Steph anotaría incluso un último triple sin oposición, tras flotar por la pista gastando reloj sin que nadie le hiciera falta, y llevando aún más allá el récord de triples en una serie a 7 partidos: de 28 a 32 (Klay se ha quedado con 30). 43 segundos en la NBA pueden dar para mucho, pero los Thunder ya se sabían derrotados. Bandera blanca y otro año será.

Ahora, nos queda una única serie, la revancha del año pasado, con Cleveland al completo y las espadas más en alto aún. Disfrutadla.

Sofi del día: Muy cruel recordar en la infografía con Chris Webber ahí delante que una de las dos victorias a domicilio en un G7 de las WFC tras 1-3 se produjo frente a sus Kings, pero al menos sus compañeros de retransmisión tuvieron el buen gusto de no hacer ni el más mínimo comentario y reservárselos para bombas como la de «Chuckie D and I are very close«. Marv Albert, enemigo público.

PO Desde El Sofá (XXX): Qué puto espectáculo

Klay se disfrazó de Steph, batiendo récord de triples en un partido de Playoffs, y Curry fue de menos a más, para remontar un hostil partido en Oklahoma City y mantener viva la temporada.

Tras ir a remolque todo el partido, los Splash Brothers volvieron a tirar de magia, con 72 puntos y 17 triples entre los dos (27/7 de ellos en el último cuarto), y dieron una sonora bofetada a Oklahoma City, que ganaba de 8 a falta de 9 minutos, pero que no pudo cerrar el partido ante una de los mejores aficiones que se recuerdan en la NBA.

Oklahoma City salió con más agresividad que nunca, si es que eso es posible, cogiendo cuatro rebotes de ataque y robando un balón en el primer minuto de juego. Se sucedían jugadas imposibles en defensa (robos de Westbrook volando en medio de la pista, un tapón espectacular de Roberson a Thompson en una bandeja de Klay, Durant forzando a Curry a cometer pasos a la contra), y Westbrook anotaba tranquilamente sus suspensiones tras bote de media distancia. Los Thunder estaban golpeando duro a los Warriors, y Kerr apostaba por el Quinteto de la Muerte más pronto que nunca, a mitad del primer cuarto. Eso no sirvió para que Curry anotara: se fue con un rosco en el boxscore de los doce primeros minutos, pero Klay estaba recuperando el acierto desde el triple que ha ido y venido esta serie y, de alguna manera, los Warriors sólo iban tres abajo pese a estar jugando peor.

Al volver del primer descanso, OKC dio el primer estirón en el marcador aprovechando que Kerr sacaba el quinteto sin Steph, Klay y Green, que funcionó bien en el quinto partido, pero que fue castigado por Kanter y Durant en este, llevando la ventaja a 12 puntos. Hasta el mismísimo final del partido, esta decisión de Steve, que si algo podemos decir de ella es que al menos ha sido innegociable durante todo el año, parecía ser la raíz de todos los males de los Warriors. Pero a posteriori, y tras ver como al final del encuentro se desinflaban física y mentalmente los jugadores de OKC, estos minutos de descanso pudieron ser todo lo contrario: la batalla perdida que fue clave en la conquista de la guerra.

La vuelta de los titulares, con Curry metiendo nada más entrar sus primeros puntos en forma de triple, parecía que iba a solucionar el problema, pero sólo pudo parar la hemorragia. OKC seguía asestando los mejores golpes, encontrando canastas fáciles en cortes al aro para contrarrestar la anotación de Golden State y la chavalada se volvió loca cuando Steven Adams logró poner en un póster a Draymond Green. Al menos, los Warriors ya eran capaces de anotar, y lentamente fueron cerrando el hueco, lo que propició otras de esas decisiones que parecen inocentes, pero que a posteriori pesan un quintal. Donovan decidía parar el ritmillo que estaban cogiendo con un Hack-a-Bogut, pero lo hace con Andre Roberson, jugador que está resultando tan eficaz como insustituible en estas series, y que por su agresividad sobre el balón, comete faltas con demasiada recurrencia (aunque en ese momento no llevara ninguna, cierto es). El australiano salió del partido para los dos últimos minutos del cuarto, pero Roberson también jugó menos de lo que debería al final del encuentro, tras hacer cuatro faltas más en los siguientes 10 minutos de partido. Golden State iba jugando mejor y dejando la ventaja en un par de posesiones, pero los Thunder seguían sacando petróleo de contra y rebotes ofensivos, y el pesimismo rodeaba a Curry y su estado físico, tras verle fallar dos tiros libres seguidos.

Al volver del descanso, Klay con dos triples, ponía a los Warriors por delante después de muchísimos minutos, y este fue seguramente el rato mejor jugado del partido, con Curry, que en la segunda parte sí pareció el de siempre y Durant, intercambiando canastas, y los dos equipos jugando a gran nivel a media pista. Kerr sacó a Ezeli a pista, pero tras un par de errores del pívot volvió al Quinteto de la Muerte, que frente a los Thunder parecía otro más. Cuando parecía que Draymond Green se estaba metiendo en el partido, un par de faltas dudosas le dejaron con 4 y cabreado con el arbitraje, y con Donovan recurriendo al hack tan rápido como Bogut entraba, OKC pudo aprovechar para insertar a Kanter ante un quinteto en el que la referencia más grande era la de Speights.

Los Thunder llegaban al último cuarto con el viento soplando a favor: Durant enchufado, el juego interior de los Warriors confuso por faltas y tiros libres, la afición increíble, y una ventaja de 8 puntos que administrar. Y entonces llegó Klay Thompson, que no sólo metió más triples que nadie en un partido en las eliminatorias por el título: el grado de dificultad de alguno de ellos habría hecho pensárselo a su mismísimo compañero Steph. A falta de poco más de seis minutos y medio, Kerr metió de nuevo el quinteto mortal, y a la tercera fue la vencida. Iguodala estuvo magnífico defendiendo a Durant, Klay y Steph siguieron haciendo llover, y punto a punto recortaron la ventaja de OKC, dando la vuelta a un partido que pareció fuera de su alcance hasta el mismísimo final.

El depósito de OKC se vació en vivo y directo delante de nosotros, y dejaron de aparecer esas segundas oportunidades, esos cambios defensivos precisos, ese hombre siempre encima de un tirador. Durant y Westbrook estaban exhaustos, no podían seguir atacando ellos solos, pero lo hicieron. Su tramo final de partido fue olvidable, con cinco pérdidas en las últimas seis posesiones, cuando el resultado todavía estaba empatado. Y durante el resto del partido fueron la versión más individualista de la pareja, la que menos nos gusta, aunque estuviera funcionando. No pudieron terminar el trabajo, lo que les va a complicar mucho la eliminatoria, pero son los que han llevado a los Thunder hasta aquí, y aún tienen otra oportunidad.

Y mientras OKC era incapaz de conseguir algo en ataque, dos bellas penetraciones de Iguodala y Curry y un triple de (quién sino) Klay Thompson, ponían por delante a Warriors, que lograban superar la situación más complicada que han vivido en los últimos dos años. Decía Webber que la búsqueda del 73-9 les había servido para prepararse para estas situaciones límite, cuando de otra manera no habrían tenido necesidad alguna de hacerlo. Y con esto, es imposible no acordarse de, entre otros, aquel gran partido de temporada regular en este mismo escenario, cuando ganaron otro partido que se supone que no era suyo, y otro equipo habría dejado marchar.

No sé si en realidad es necesaria esa «preparación» para la victoria, o si la búsqueda del récord les ha cansado gratuitamente. Si quizá lo acusarán en el séptimo partido, o en una hipotética final. Lo que sí tengo claro es que ayer nos dejaron otro partido inolvidable, tanto de su hado colectivo, como del individual, en este caso, sobre todo, el de Klay Thompson. Y que enfrente tienen un rival magnífico, que no se va a dejar dominar por el desaliento, y que les pone en muchísimos problemas.

Sólo de pensar en que el próximo partido pueda ser parecido, o incluso mejor que este…

Sofi del día: Cuando tras un 2+1 Ibaka cayó al suelo… no creerás lo que sucedió. No he encontrado Vines del momentazo, pero Steven Adams! lo levantó del suelo por los sobacos como el que coge un bebe. Impresionante.

PO Desde El Sofá (XXVIII): Esto lo arreglamos entre todos

El vigente campeón mantiene las posibilidades de revalidar título tras un partido que tuvieron que sacar adelante sin excesiva brillantez, pero echándose todos al hombro al equipo. Todavía les quedan dos victorias más para poder sacudirse esta incómoda situación, y teniendo que volver a Oklahoma City para el siguiente partido, el partido de ayer no es muy halagüeño. Ganaron y jugaron mejor, pero se lo tuvieron que currar mucho y OKC estuvo siempre demasiado cerca.

Kerr decidió no sucumbir a la tentación de cambiar algo de lo que lleva funcionando tantísimo tiempo, y Golden State se plantó en el partido como si nada hubiera pasado en los partidos anteriores. El quinteto de siempre, Curry defendiendo a Westbrook, y los tres primeros tiros intentados, esos buenos malos triples marca de la casa. Nada exótico, ningún cambio de mentalidad, ni de estilo, ni de personal: simplemente intentar hacer lo de siempre, pero esta vez mejor. Prestando quizá más atención al rebote y a la protección del aro, y encomendándose a que Steph y Draymond recuperen el mojo, algo que fue sucediendo según avanzó el partido, cuando Curry pasó de distribuidor a anotador, y Green recuperó su confianza en esas jugadas de lucha (tapones, rebotes, dos más unos) que tanto le encienden.

Según se fue desarrollando el partido vimos que Kerr sí tenía algo pensado, que podríamos considerar especial: se mantendría grande prácticamente el partido entero y no trataría de imponer a su equipo ganar la batalla del ritmo, ante un equipo que puede que sea tan bueno como ellos, o más (gulp!) jugando a eso. Los Warriors salían cuando podían, no cedieron a sus propios instintos, y aunque les restó frescura en ataque, les permitió sostener la defensa durante la contienda. Y en todo momento encontraron alguien en el que apoyarse, ya fuera Klay Thompson en el primer cuarto yendo a la línea, Marreese Speights aka Mo’ Buckets aka Splash Cousin haciendo llover en Oakland, o Andrew Bogut, que consciente de la importancia del encuentro, no tuvo remilgos en mirar al aro cuando la oportunidad era buena. Partidazo el suyo en ambos lados de la pista.

Que ayer era partido de grupo y no de estrellas, lo demuestra el hecho de que tras tres cuartos de no poder quitarse a los Thunder de encima ni con disolvente, la primera ventaja en la decena, que OKC ya no podría cerrar, vino al principio del último cuarto, sin Steph, Klay ni Green en pista, pero sí con Westbrook y Durant. No tiene puto sentido, pero el deporte es así.

Por parte de OKC, tampoco podríamos decir que jugaron un buen partido, salvo por su generosidad en el esfuerzo y su agresividad, y en cierto modo es muy buena noticia que en esas condiciones metieran tanto miedo en el Oracle en un encuentro en el que ellos se jugaban muchísimo menos que Golden State. El ataque volvió a ser KDRuss-céntrico, tras una serie de partidos con mayor democracia, pero se encontraron enfrente a un equipo más grande que en partidos anteriores, y a media pista. Considerando la situación, estuvieron fantásticos y con mucho acierto en suspensiones, lo que les mantuvo en el partido. Sus porcentajes de acierto pueden no parecer gran cosa, pero no tuvieron nada fácil en toda la noche. ¿Que hubo algún momento en el que Westbrook fue Bad Westbrook? Sí, claro, pero ya es 2016, son muchos años ya. Russ es inseparable, afróntalo.

No fue tampoco la noche de los secundarios tras dos rondas casi completas de champín y rosas, ya que sólo Anthony Morrow que aprovechó su cameo para poner puntos donde ponía el ojo, y Andre Tirador por sorpresa Roberson, contribuyeron de manera eficaz al ataque. Ahí seguramente estuvo la diferencia en el partido. Pero aún así, como equipo siguieron acorralando a Golden State, poniéndoles en apuros con los cambios y su envergadura (hemos visto en muchos partidos innumerables pérdidas de los Warriors, pero no es habitual que tantas sean sobre el balón).

Los Warriors pueden buscar razones para el optimismo en que vienen de ganar, Curry está cada vez más cómodo sacudiéndose a los hombres altos de encima (aunque le falta un punto, sobre todo penetrando a canasta), y está al caer un partido desastre desde el triple de Oklahoma City (43.3% ayer, y estropeado al final). Mostraron carácter y sacaron adelante un partido que no fue fácil. Pero es que el próximo lo será aún menos.

Sofi del día: Si os habéis apuntando a nuestra Newsletter, sabréis ya tras nuestra radiografía de una serie de Playoffs, que por regla general, somos más de los G6 (sobre todo si el equipo que lo juega como local va por delante) que de los tan famosos claves G5. No hay mejor ejemplo que ayer. Sí, ambos equipos jugaron duro (saludos a nuestro hombre Sheed), pero OKC tenía red. En el próximo no será así. Obligatorio ganar para los dos en territorio comanche para el cabeza de serie. Un G7 anticipado para disfrutar el sábado cuando vuelvas de tomar unos cacharros, o el domingo a la mañana, relajado y en pijama, sin cortes de publicidad, y con unas porras churretosas delante. Cuando los drones de Amazon las lleven a tu ventana como los pajarillos de Cenicienta, verdaderamente habrá llegado el futuro, y todo esto habrá merecido la pena.

PO Desde El Sofá (XXVII): Oakland, tenemos un problema

El otro día hablábamos que Warriors ya había estado en la situación del 2-1 en contra, pero ahora amiguitos las cosas se ponen peor, 3-1 para Thunder.

Sí, hemos empezado por la final, por la conclusión y el resultado de un partido que pareció en muchos momentos la continuación del G3, en el que OKC destrozó al equipo de Kerr y donde de nuevo, en esta nueva entrega, hemos visto como los de Donovan han sido superiores al equipo que ganó las 73 victorias. Mucho de qué hablar.

Entre otras cosas vamos con el equipo que va detrás. Golden State Warriors es un equipo que nos ha flipado a todos durante este año, hemos alucinado con ellos, con Curry en su modo NBA JAM y todo está ahí, vamos el equipo es el mismo, si bien podemos hablar del estado físico del MVP, pero vamos, el otro día cuando se cascó 17 puntos seguidos, nadie habló de su rodilla…o cuando hizo lo que hizo en Portland. No se si hablar de excusa pero vamos, a Steph le pasa algo.

Otro factor es Draymond Green, el cual ha hecho sus dos peores partidos de la temporada en Oklahoma, no sabemos si por bajón suyo o por qué, pero los números así lo dicen y sobre todo su forma de estar en la pista, algo raro.

Por otro parte tenemos, lo más claro de todo, Oklahoma City Thunder ha llegado al mejor momento de la temporada en las rondas finales de los PO.

Se cepillaron a Spurs, al equipo de Popovich que había ganado 67 victoris y con Leonard en modo OCTOPUS anotador (y después de caer en el primer partido de forma estrepitosa), ahora se han metido 3-1 frente al mejor equipo de la historia en temporada regular y el cual no había perdido 2 partidos seguidos en los últimos 89, así que algo está haciendo y aquí un servidor le va a dar mucho mérito a Donovan.

Cuando acabe todo ya habrá tiempo de hablar sobre la temporada de Billy en su debut en la NBA, pero los ajustes que está haciendo durante estos PO, nos muestran claramente un gestor de jugadores y de plantilla muy válido donde ha ido viendo lo que ha pasado en los partidos para ver que tiene el otro equipo y a partir de eso jugar con lo que yo tengo…eso y tener a Durant y Westbrook en ese modo DEPREDATOR/ALIEN que tanto nos gusta.

3-1, todo a favor de Thunder que van a tener 3 oportunidades para volver a The Finals, después de aquel viaje (algo pronto) contra Heat en 2012. Ahora todo es diferente. Han pasado 4 años y este equipo no es el mismo, ni mucho menos y ahora ven el anillo (o al menos la oportunidad) más cerca que nunca.

Pero también digo una cosa…si hay un equipo que puede remontar un 3-1 (y no ser Rockets… aunque bueno, enfrente eran Clippers…), ese equipos se llama Golden State Warriors.

Sofi Del Día: Al pelo de Kyle Singler

PO Desde El Sofá (XXV): Esto ya lo he vivido antes

Volvemos después del parón findesemanal a las PO Desde El Sofá, la única crónica post partido que llega casi a la vez que el siguiente partido. Somos así.

Nos movemos cual Jimmy hacia OKC para vivir el tercer partido de las finales de conferencia del Oeste, donde se llegaba con todas las espadas en alto y donde después del partido se está hablando más de una jugada digna del Guile del Street Fighter (ver Sofi Del Día bajo) que otra cosa, pero bueno, a eso iremos luego. Hablemos del partido.

Oklahoma City Thunder se acaba de poner en la misma situación donde estuvieron los Memphis Grizzlies (cuando aún no eran Zombies) y los Cavs de Culebron el año pasado, es decir, 2-1 ante Warriors y jugando el G4 en casa. No sabría decir si el equipo de Kerr está contra la pared o cómo, pero vamos, la situación de este año tal vez sea diferente, sobre todo como se va a llegar a ese partido.

En el partido de anoche Thunder dominó desde básicamente el inicio, pero no fue hasta el segundo cuarto cuando la ventaja ya empezó a incrementarse hasta llegar a nivel de paliza.

El equipo de Donovan estaba desatado en ataque con Durant & Westbrook y en defensa, entre el poco acierto de Warriors y la intensidad de Thunder, la masacre se seguía consumando. Cada fallo de Golden State iba seguido de una contra letal, con lo cual una cosa iba detrás de otra.

Luego está el tema Green, el cual mientras estamos escribiendo esto, aún no sabemos si jugará el G4 o si bien será sancionado. Lo que está claro es que esto puede ser esencial para la serie, más que nada porque ayer vimos el valor que tiene el 23 de la Bahía cuando está y cuando ‘no está’. Pero bueno, eso ya vendrá en el futuro.

De momento, Thunder sigue en ese modo en que se cepilló a San Antonio y con una confianza que ahora mismo llega a niveles celestiales…

Sofi Del Día: Para la gente de Bleacher Report por hacer esta maravilla…

Un vídeo publicado por Bleacher Report (@bleacherreport) el

PO Desde El Sofá (XXIV): Steph Jam

Siempre hemos dicho en La Crónica Desde El Sofá que cuando Stephen Curry se pone en modo NBA Jam es lo más parecido a un video juego que podéis ver/asistir/soñar. Anoche tuvimos otra dosis de estas y uffff es algo maravilloso, poco más que decir.

Ese rato donde el 30 de Golden State Warriors se cascó 15 puntos seguidos fue algo tremendo, sobre todo el triple amagando a Ibaka con esa mirada ANTES que el balón entrara que ya empieza a ser una marca de la casa y que creo que no debe gustar nada a los rivales. Es su forma de mostrar que es un ser superior y cuando se pone así la Tierra deja de girar y todos los ojos se posan sobre él.

 

Esta racha de Curry fue lo que necesitaba Warriors para calentarse de tal forma que vimos a ese equipo que corría, pasaba y disfrutaba de este deporte como nadie lo había hecho (casi) antes. Y sin darnos cuenta…+20 para Warriors y el 1-1 en las finales de conferencia Oeste.

Pero vamos a hacerle un hueco también por aquí al MVP de las pasadas Finales, Andre Iguodala el cual, justo cuando Durant estaba empezando a encontrarse cómodo, puso el partido patas arriba para conseguir un parcial 11-2 para acabar la primera parte que subió muy mucho la moral de la gente de La Bahía.

Un 2-0 hubiera sido un jarro de agua fría para Warriors, así que lo de anoche fue una gran respuesta de ese equipo que no ha perdido dos partidos seguidos y que quiere seguir así hasta el final.

Los de Donovan dieron muy buena sensación ayer, pero parece que Kerr le ha echado el ojo ya a ese quinteto alto que tan daño hizo a SA en la ronda anterior y que tanto hizo también en el primer partido.

Veremos a ver que movimientos vemos en la serie, ahora que nos vamos a territorio de truenos y centellas.

Sofi del Día: Para una de las canastas del año, para Andre Iguodala

PO Desde El Sofá (XXIII): Tanto va el cantaro…

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Anoche empezamos lo que tiene pinta de ser una de las finales de conferencia más tremendas que vamos a recordar en años.

Si echamos la vista atrás veríamos claramente que el mejor partido de la temporada regular tuvo lugar entre ambos equipos, con aquel triple estratosférico de Curry, además, entre ambos equipos se vivió uno de los partidos con más expectación en años, aquel que se celebró en La Bahía justo el día antes de la SuperBowl, hasta Jimmy estaba allí aquel día.

Dicho esto, lo que vimos anoche fue de nuevo la comprobación de que Thunder le puede hacer mucho daño a estos Warriors. Y no hablo del equipo de altos que está sacando Donovan y con el cual aguantó más de lo esperado, …

(por cierto, abro paréntesis aquí para hablar de Reggie Miller y su afición por bautizar las cosas, anoche la soltó a los pocos minutos de empezar la retransmisión, con The King Kong Line Up… a ver si pronto vuelve Webber…, cierro paréntesis)

…sino de esa sensación de que Warriors no tiene el material suficiente para según que cosas que puede hacer Thunder y esto sobre todo se vio cuando Westbrook se puso en modo Westbrook y enchufo casi todos los puntos de Oklahoma en el 3Q y con ello consiguió meter a Thunder en un partido que hasta ese momento estaba siendo dominado por los de Kerr.

El último cuarto fue un querer y no poder por parte de Warriors (!!!!!), donde no les entró nada del tiro exterior y donde ese quinteto de altos que tanto está gustando al entrenador novato de Thunder se cascó un parcial de 21-7 para que poco a poco (a pesar de los 7 fallos seguidos de Durant, aunque luego metió la que debía para sellar el partido…) se llevara el primer envite hacia la ciudad donde no pasa nada y sorprendiendo a medio mundo baloncestístico.

Dame 6 partidos más de estos…

Sofi Del Día: Para Steve Adams y sus declaraciones post-partido, siempre deja algo

PO Desde El Sofá (XXI): Billy tiene un plan

Respiremos todos juntos.

Hace poco más de un par de días hablábamos de que tremendos estaban siendo Spurs con su forma de jugar, con Leonard en modo DIOS, etc, etc, etc… Hablábamos de unos Thunder que eran egoístas, del mal rollo entre unos y otros, que nadie habla al entrenador, etc, etc, etc…

Ahora todo ha cambiado y como se dice en estas ocasiones, ni lo uno ni lo otro, pero vayamos por partes.

3-2. Thunder está con el factor cancha a favor y puede cerrar la serie en su pabellón frente a su chillona gente en una de las mayores sorpresas que se han visto en bastante tiempo en los PO, pero…¿cómo lo han conseguido?. Billy tenía un plan.

La solución ha sido huir del Small Ball que está tan de moda en la NBA y aplicar un Big Ball, por llamarlo de alguna forma, sin probablemente tu mejor pivot en pista. Extraño. Sí y mucho, pero funciona a la perfección.

El Quinteto Big Ball de Thunder es el siguiente: Westbrook, Waiters, Durant, Adams y Kanter. Así de sencillo y claro. Podéis ver los últimos partidos y enseguida veréis que cuando OKC sale con estos 5, ‘casualmente‘ coincide con una pajara de Spurs que se pueden atribuir a varias cosas. Por ejemplo, nuestro amado LaMARCUSSSSSS no se encuentra nada cómodo defendiendo tan dentro en la pintura a un Kanter o incluso a Adams, se le ve mucho más suelto con Ibaka, el cual ha alejado poco a poco su juego a lo Pau Gasol, lo cual le hace más ‘moderno‘ por decirlo de alguna forma, pero también más cómodo de defender.

Estos dos 5 dentro muestra algo que hemos estado viendo este año y que en el fondo de nuestro corazón no queríamos admitir, Duncan está para pocos trotes y parece más un ex jugador que el mejor PF de la historia. Triste, pero es la verdad.

Luego tenemos a Westbrook que es más listo de lo que a veces puede parecer y siempre que puede va a por Parker, el cual, como Duncan, tampoco es el que era y con el ritmo de Westbrook, pues eso no puede.

Pero sobre todo, el equipo de Donovan ha dado una vuelta a la tuerca de la defensa que no se había visto en toda la temporada, muestra de ello es esta jugada que la gente de SB Nation ha sacado en un maravilloso vídeo:

Mola ¿eh?, pues estos son los nuevos Thunder que ha cortocircuito a Spurs, con un quinteto alto a lo vieja escuela y haciendo cosas que antes poco habíamos visto.

Pero no todo está perdido para Spurs. Si alguien puede salir de algo así es Popovich, además con un Leonard que cada vez es más completo en todos lados, hará falta ver que tiene escondido para el partido en OKC, el cual…quiero ver YA.

Sofi Del Día: A la NBA por poner toda la prorroga del Warriors v Blazers en Youtube