Como es ya tradición en La Crónica Desde El Sofá, el año lo empezamos con nuestros picks para el próximo All-Star, esta vez (por fin) se disputará en Charlotte y para eso, pues hemos elegido a los nuestros:
David Chanzá
Año extraño en los picks del All-Star, ya que he tenido la sensación que se ha hablado menos del AS y de las votaciones que nunca, también que se ha abierto muy tarde el tema de las votaciones, no se por qué, pero aquí estamos de nuevo ante la cita de ver nuestros elegidos.
Por el Este ha habido una serie de jugadores que estaba claro que iban a entrar, es decir, Antetokounmpo, Leonard, Embiid e Irving, estos 4 picks son sin lugar a dudas intratable y alguien que piense que alguno de ellos no debería estar en la cita de Carolina del Norte es que probablemente no está viendo el mismo baloncesto que el resto de la humanidad.
Para el quinto puesto he tenido dudas, pero después de revisar un poco la temporada y viendo que la fiesta se celebra en casa de El Jefe, creo que sin lugar a dudas el quinto voto debe ir por mi parte para Kemba Walker.
El base de los Hornets está haciendo una temporada tremenda y ya ha tenido varios momentos GRANDES en esta temporada, parece que está siendo su temporada por fin y aunque han habido rumores sobre una posible partida, su lugar dentro de la franquicia de Charlotte parece más que indiscutible. Además el All-Star dónde es? Pues eso, Kemba tiene que ir y ser la bandera de las abejas y colega de Hugo.
En el Oeste la cosa ha sido similar, hay una serie de jugadores que deben estar sí o sí por lo que están haciendo durante la tempora y luego hay una serie de dudas que son las que vamos a tratar.
Los fijos son Davis, Harden, James y Curry. Podéis decirme que Curry se ha perdido partidos por lesión, pero es que cuando ha estado jugando, ha estado al nivel tremendo de hace un par de años, con un baloncesto brutal y sobre todo mostrando como nos tenía acostumbrado ese nivel NBA JAM que tanto nos gusta, así que con lo cual, debe estar.
Mi gran duda ha sido para la última plaza y esta era si dársela a Westbrook, Durant o George. Por movidas de la NBA, sólo me faltaba una plaza dentro del quinteto, y debía ser un frontcourt. Westbrook estaba como guard y claro, por lo que he comentado antes, creo que Curry está por delante, pero ojo a la temporada de Westbrook, no tan efectista como otros años, pero mucho más efectiva de cara a su equipo y muestra de ello es la posición de Thunder. Así que con lo cual, la duda final era entre Durant y George. Durant con la ausencia de Curry ha sido Warriors, sólo tenemos que recordar el partido que se cascó contra Raptors en Toronto, por poner un ejemplo, por otro lado George está surgiendo en este último tramo como un jugador decisivo en estos ‘sorprendentes’ Thunder, vamos, Paul George en más modo Paul George que nunca, pero Durant está por encima y además George no quiso venir a Lakers, así que… no lo cojo.
Mención especial a Jokic, que tal vez debería estar de poder pillar dos pivots, pero se ha quedado un poco a las puertas de haber pasado a Davis.
Mario Maruenda
Si mis elecciones de este año fueran una banda, serían Status Quo (y sí, son las mismas que David, no hemos subido la misma imagen dos veces). A falta de pelotas para sobrerreaccionar y quitar a LeBron, Durant o Davis para poner a George, Jokic o a Luka (the hype is real), y perdonándole a Steph Curry los partidos perdidos, para mi hay 9 de 10 puestos en los equipos titulares que resultan inamovibles. Me falta el último exterior en el Este: con Oladipo un tanto retrasado en la pelea por consecuencia de sus dolores en la rodilla, la elección está para mí entra Kemba y Ben Simmons, y ambos han tenido trechos esta temporada que no llegan para mí al nivel esperado de un jugador titular de All-Star. Si pudiera o pudiese, cascaba aquí a Blake Griffin, que total, es el base de los Pistons, y me quedaba tan a gusto. Al final he puesto a Kemba, porque Simmons tiene años por delante para serlo por goleada, y el base de Charlotte tal vez no se vea en otra igual.
Para lo que quiero aprovechar este momento, es para reivindicar fehacientemente al jugador más infravalorado de la NBA en estos momentos: Don Kyrie Irving. Salvo quizá un periodo muy pequeño al principio de la pasada temporada, nunca ha estado para la opinión pública en la lista corta de candidatos al MVP, sólo ha sido una vez All-NBA (2015, y en el tercer equipo) y su nombre muy rara vez se ha puesto, ni como mención honorable, entre los Elite 8 de la NBA, aquellos jugadores con los que completo el resto de mi lista de titulares del All-Star.
Y Kyrie rellena todas las cajas de una superestrella de la NBA. Da el nivel tanto desde el punto de vista estadístico como del estético. Lo ha hecho tanto en la Regular como en los Playoffs, acompañado como en solitario, al contraataque o a media pista. Ha ganado un anillo, ha estado en tres Finales, y ahora es líder indiscutible de uno de los mejores equipos de la Liga. Es uno de los pocos jugadores de la Liga verdaderamente imparables, y resistentes a cualquier defensa,
Como llegó muy pronto, y pisando muy fuerte, a veces se nos olvida lo joven que es, y que hasta hace bien poco (si no todavía) estaba en plena progresión: a unos meses de cumplir los 27, es sólo un año mayor que Anthony Davis, dos más que Embiid, y dos y medio que Antetokounmpo. Sus mejores años están viniendo, y su evolución como pasador y defensor le han convertido en un jugador sin apenas debilidades.
Porque en defensa, que siempre ha sido el primer pero que se le ponía, no es ni mucho menos un colador. Rápido de manos y de cabeza, nunca podrá estar en este aspecto, por tamaño y capacidad atlética, al nivel de otro de los jugadores de esta lista, pero cuando su esfuerzo es máximo es capaz de incordiar al rival y aparecer para robar, desviar y rebotear balones que no deberían ser suyos, y con su madera para aparecer en los grandes momentos, verlo es más fácil cuanto más importante sea el partido.
Está teniendo una temporada fabulosa, en un equipo en el que casi todos sus compañeros están por unos motivos u otros, decepcionando en relación a las expectativas creadas a su alrededor. Para mí la única cuestión es su durabilidad: se ha perdido un tiempo significativo en cuatro de las ocho temporadas de su carrera NBA (a sumar a los problemas en su único año universitario), y se ha perdido unos Playoffs y la recta final de otros en cuatro viajes a la post-temporada. Aunque le pueda pasar a cualquiera, no sorprendería verle en el banquillo, vestido de alta costura, cuando en Boston se estén jugando las castañas.
Pero ahora está sano, a tope, y es uno de los 10 mejores jugadores de la Liga, sin mucho que envidiar al resto de la cumbre. Digámoslo alto y claro antes que alguno de los jóvenes talentos de la Liga vengan empujando y volvamos a tener la tentación de desplazarlo del sitio que merece.